PRESENTACIÓN -...

22
SUB-TEMA 2: EL CARÁCTER VINCULANTE DE LA JURISPRUDENCIA. PRESENTACIÓN En el sustrato del principio de la cosa juzgada encuentra sustento la opción legislativa de otorgarle carácter vinculante a la jurisprudencia en cada sistema jurídico. En nuestro país, la regla es que la jurisprudencia no es vinculante sino sólo meramente referencial, mientras que la excepción es que lo sea. En esa medida, los tribunales a nivel nacional no están obligados a seguir las pautas jurisprudenciales establecidas por la Corte Suprema de Justicia o el Tribunal Constitucional, salvo en determinados supuestos. El carácter vinculante de la jurisprudencia, según unos autores, contribuye decididamente a la uniformización de los criterios de juzgamiento en casos tipo lo que, a su vez, repercute en la consolidación de la seguridad jurídica. Según otros autores, podría desencadenar el establecimiento de directivas erróneas jurídicamente que, generalizarían el daño causado en algunos casos a todos los que guarden semejanza o identidad con aquéllos. Además, podría resultar atentatorio contra la independencia del magistrado en tanto éste sólo debe sujetarse estrictamente a las leyes. En ese contexto, es importante sistematizar las posiciones doctrinarias sobre la jurisprudencia y su carácter vinculante, así como su plasmación en nuestro ordenamiento jurídico. PREGUNTAS-GUÍA: ¿Cuáles son el concepto y las clases de jurisprudencia? ¿En qué consiste el precedente vinculante? c) ¿Cuáles son los supuestos de jurisprudencia vinculante en el Perú? ¿Son actos jurisdiccionales las directivas jurisdiccionales y los acuerdos de los plenos jurisdiccionales? 74

Transcript of PRESENTACIÓN -...

SUB-TEMA 2: EL CARÁCTER VINCULANTE DE LAJURISPRUDENCIA.

PRESENTACIÓN

En el sustrato del principio de la cosa juzgada encuentrasustento la opción legislativa de otorgarle carácter vinculante a lajurisprudencia en cada sistema jurídico. En nuestro país, la regla esque la jurisprudencia no es vinculante sino sólo meramente referencial,mientras que la excepción es que lo sea. En esa medida, lostribunales a nivel nacional no están obligados a seguir las pautasjurisprudenciales establecidas por la Corte Suprema de Justicia oel Tribunal Constitucional, salvo en determinados supuestos.

El carácter vinculante de la jurisprudencia, según unos autores,contribuye decididamente a la uniformización de los criterios dejuzgamiento en casos tipo lo que, a su vez, repercute en la consolidaciónde la seguridad jurídica. Según otros autores, podría desencadenar elestablecimiento de directivas erróneas jurídicamente que, generalizaríanel daño causado en algunos casos a todos los que guarden semejanzao identidad con aquéllos. Además, podría resultar atentatorio contra laindependencia del magistrado en tanto éste sólo debe sujetarseestrictamente a las leyes. En ese contexto, es importante sistematizarlas posiciones doctrinarias sobre la jurisprudencia y su caráctervinculante, así como su plasmación en nuestro ordenamiento jurídico.

PREGUNTAS-GUÍA:

¿Cuáles son el concepto y las clases de jurisprudencia?

¿En qué consiste el precedente vinculante?

c) ¿Cuáles son los supuestos de jurisprudencia vinculante en elPerú?

¿Son actos jurisdiccionales las directivas jurisdiccionales y losacuerdos de los plenos jurisdiccionales?

74

1.4.- El carácter vinculante de la Jurisprudencia.

En el sustrato del principio de la cosa juzgada encuentrasustento la opción legislativa de otorgarle carácter vinculante a lajurisprudencia en cada sistema jurídico. En nuestro país, la regla esque la jurisprudencia no es vinculante sino sólo meramente referencia!,mientras que la excepción es que lo sea. En esa medida, lostribunales a nivel nacional no están obligados a seguir las pautasjurisprudenciales establecidas por la Corte Suprema de Justicia oel Tribunal Constitucional, salvo en determinados supuestos.

El carácter vinculante de la jurisprudencia, según unos autores,contribuye decididamente a la uniformización de los criterios dejuzgamiento en casos tipo, lo que, a su vez, repercute en laconsolidación de la seguridad jurídica. Según otros autores, podríadesencadenar el establecimiento de directivas erróneas jurídicamenteque, generalizarían el daño causado en algunos casos a todos losque guarden semejanza o identidad con aquéllos. Además, podríaresultar atentatorio contra la independencia del magistrado en tantoéste sólo debe sujetarse estrictamente a las leyes.

En ese contexto, es importante sistematizar las posicionesdoctrinarias sobre la jurisprudencia y su carácter vinculante, así comosu plasmación en nuestro ordenamiento jurídico, y analizar lanaturaleza jurídica de derivaciones de la misma como las directivasjurisdiccionales del Fuero Privativo de Trabajo y los acuerdos de losPlenos Jurisdiccionales impulsados recientemente en el marco dela reforma judicial. Esto último en la perspectiva de esbozar lasfacultades normativas del Poder Judicial.

1.4.1. Jurisprudencia: concepto y clases. Doctrinajurisprudencia! y sentencias normativas.-

a) Concepto y clases de jurisprudencia.

La jurisprudencia puede entenderse en sentido lato o estricto.En el primero está constituida por las resoluciones judiciales que

75

los magistrados emiten en ejercicio de la función jurisdiccional,cualquiera sea la instancia o nivel al que pertenecen. En el segundose circunscribe a las resoluciones judiciales emanadas del máximotribunal en cada sistema jurídico (en el nuestro, la Corte Suprema deJusticia) (RUBIO CORREA, 1985: p. 153). Es en este sentido queun importante sector de la doctrina entiende el término"jurisprudencia", óptica sumamente funcional para efectos dedeterminar qué resoluciones judiciales son o no vinculantes.

Pero, precisando aún más este sentido estricto, podríamosdecir que la jurisprudencia es la serie de decisiones judicialesemitidas por el máximo tribunal que resuelven de forma idéntica oanáloga continuos supuestos de hechos análogos o idénticos(ALONSO OLEA, 1982: p. 485).

En cuanto a su carácter vinculante, la jurisprudencia puede serde dos clases: doctrina jurisprudencial o sentencias normativas. Laprimera no es vinculante para los tribunales superiores e inferiores,los que pueden apartarse del precedente cuando lo estimenconveniente. Es meramente referencial, carece de obligatoriedad,por lo que no es fuente de Derecho. En cambio, las sentenciasnormativas sí son vinculantes para los tribunales superiores einferiores, debiendo observar el precedente cuando tengan queresolver casos idénticos o esencialmente similares. Así, son fuentede Derecho (DE LA VILLA GIL, 1983: pp. 192-196).

En esa medida, los principios de alcance general contenidosen las sentencias normativas, constituyen pautas de aplicación einterpretación de las disposiciones pertinentes que deben serobservadas al momento de resolver en el futuro casos idénticos oesencialmente similares. Evidentemente, el máximo tribunal tieneabsoluta potestad para modificar su propio precedente,fundamentando debidamente las razones del apartamiento.

Ello resulta indiscutible partiendo del principio general de lanecesaria motivación escrita de las resoluciones judiciales (Const.,art. 139, humeral 5).

76

Contenido y fundamento del precedente vinculante.

Debe distinguirse conceptualmente entre el precedentevinculante y el stare decisis. Este supone que cualquier tribunal debeseguir sus propios precedentes en la resolución de casos futurosidénticos o análogos, no se refiere a que los precedentes de losmáximos tribunales deban ser seguidos por los tribunales de inferiorjerarquía (ALONSO GARCÍA, 1984: p. 165). Ello mas bien podríaser entendido como precedente vinculante en sentido estricto.

En principio, podría pensarse que no existen problemas en laaplicación del precedente vinculante, si es que el sistema jurídicode un país determinado lo permite. Simplemente, el tribunal inferioraplicará las pautas contenidas en los fallos del máximo tribunal, almomento de resolver casos idénticos o análogos a los que inspiraronaquéllos.

Pero, podrían surgir algunos problemas concretos al momentode delinear el contenido del precedente vinculante, para efectos deextraer las pautas respectivas a aplicar en la resolución de los nuevoscasos. Así, por ejemplo, no es infrecuente que en nuestro sistemajudicial se emitan las siguientes clases de resoluciones:

a) Que confirman los fallos emitidos por instancias inferiores sinmotivar debidamente las razones de dicha ratificación ("por susfundamentos, confírmese..."). Podría decirse que en este caso elcontenido del precedente vinculante lo da la sentencia inicialmenteexpedida. Definitivamente así tendríamos que asumirlo.

Que tienen votos en mayoría en el mismo sentido, pero confundamentos diversos. En este caso realmente sí escomplicado determinar el contenido del precedente vinculante,pues no hay un fundamento que se imponga a los otros, lo quepodría devenir en que finalmente no exista precedente queaplicar a casos idénticos o futuros.

77

c) Que sus partes expositiva, considerativa y resolutiva carezcande coherencia interna. En principio, toda sentencia debeconstruir su parte considerativa en función a los hechosrelevantes y, aquélla generar como consecuencia inmediata laparte resolutiva, en un perfecto silogismo. Una sentencia queno siga estas pautas, además de probablemente ininteligible,será nula. En esa medida, no tendremos precedente vinculante.

En todo caso, es importante rescatar que lo medular en un fallopara efectos de la configuración de un precedente vinculante es laparte considerativa y no la resolutiva, pues ésta sólo es derivacióndel razonamiento jurídico expuesto en la primera.

De otro lado, el precedente vinculante se sustenta en trespilares: la protección de las expectativas patrimoniales, la seguridadjurídica y la necesidad de uniformizar los fallos. Todos ellos sesubsumen en el principio de seguridad jurídica que, a su vez, seconstruye en función al principio de igualdad: casos iguales debenser igualmente tratados (Ibid., p. 166).

Pero, paralelamente se ha configurado una crítica almantenimiento del precedente vinculante. Toda norma jurídica tienevida propia una vez que es emitida, desprendiéndose de lasconsideraciones que originaron su contenido. En esa perspectiva,la realidad social del tiempo en que la norma ha de ser aplicadaprima sobre la "voluntad del legislador'. En ese sentido, el contenidodel precedente vinculante puede "petrificar' una interpretación de lanorma aplicable emitida en un contexto totalmente distinto al del casoconcreto que debe resolverse. Entonces, los jueces se ven en lanecesidad de, teniendo presente el actual contexto, interpretar elprecedente vinculante para observarlo formalmente, pero muchasveces desnaturalizando su esencia que ha devenido en anacrónica(DOUGLAS, 1949: p. 735).

78

c) Regulación del precedente vinculante.

En primer lugar, el artículo 22 de la Ley Orgánica del Poder Judicialdispone textualmente lo siguiente:

"Las Salas Especializadas de la Corte Suprema de Justicia de laRepública ordenan la publicación trimestral en el Diario Oficial "ElPeruano" de las ejecutorias que fijan principios jurisprudencialesque han de ser de obligatorio cumplimiento, en todas las instanciasjudiciales.

Estos principios deben ser invocados por los magistrados de todaslas instancias judiciales, cualquiera que sea su especialidad, comoprecedente de obligatorio cumplimiento. En caso que por excepcióndecidan apartarse de dicho criterio, están obligados a motivaradecuadamente su resolución dejando constancia del precedenteobligatorio que desestiman y de los fundamentos que invocan.

Los fallos de la Corte Suprema de Justicia de la República puedenexcepcionalmente apartarse en sus resoluciones judiciales de supropio criterio jurisprudencia/, motivando debidamente suresolución, lo que debe hacer conocer mediante nuevaspublicaciones también en el Diario Oficial "El Peruano", en cuyocaso debe hacer mención expresa del precedente que deja de serobligatorio por el nuevo y de los fundamentos que invocan".

Si bien la norma en mención señala inicialmente que lasresoluciones emitidas por las Salas Supremas tienen el carácter deprecedente vinculante para los tribunales inferiores, acto seguidoprecisa que éstos excepcionalmente pueden apartarse del precedenteexpresando las razones para ello. Entonces, las resoluciones enreferencia no llegan a ser realmente precedente vinculante.

Además, en la parte final de la norma bajo análisis se consagrauna excepción al stare decisis para la propia Corte Suprema: sus

79

Salas Especializadas pueden cambiar sus criteriosjurisprudenciales, motivando debidamente las nuevas resoluciones.

De otro lado, el artículo 80, numeral 3 de la misma Ley Orgánicadel Poder Judicial precisa que:

"Son atribuciones de la Sala Plena de la Corte Suprema...Sistematizar y difundir la jurisprudencia de las Salas Especializadasde la Corte Suprema y disponer la publicación trimestral de lasejecutorias que fijen principios jurisprudenciales que han de serde obligatorio cumplimiento en todas las instancias judiciales".

La norma en mención se ubica en un supuesto en que la SalaPlena de la Corte Suprema (reunión de todos los vocales supremos)es convocada para revisar las resoluciones emitidas por sus SalasEspecializadas y escoger las que considere contienen principiosjurisprudenciales de relevancia para el sistema judicial en general.Entonces, dichos fallos serán publicados como precedentesvinculantes, sin posibilidad que los tribunales inferiores puedanapartarse de los mismos. Sólo la propia Sala Especializada, enaplicación del artículo 22 de la LOPJ, podría modificar su precedente,el que necesitaría de una nueva Sala Plena para tener caráctervinculante.

Precisamente, mediante Resolución Administrativa Kl g. 876-CME-PJ (14/4/99) se autorizó la realización de la Primera Sala Plenade Selección de Jurisprudencia Vinculante de la Corte Suprema del26 al 28 de abril de 1999 (fecha en que los Vocales Supremos sedeclararon en sesión permanente hasta la actualidad).

Por su parte, el artículo 384 del Código Procesal Civil preceptúalo siguiente:

"Fines de la casación. El recurso de casación tiene por finesesenciales la correcta aplicación e interpretación del derecho

so

objetivo y la unificación de la jurisprudencia nacional por la CorteSuprema de Justicia".

La casación propugna la uniformización de los criterios dejuzgamiento de los tribunales á nivel nacional, a partir de la laborrevisora que realiza la Corte Suprema. En esa medida, contribuyedecididamente a consolidar la seguridad jurídica. Si bien los juecesde toda la República suelen cambiar sus criterios jurisprudencialescuando alguna Sala Especializada Suprema se pronunciasustantivamente sobre algún caso tipo en contra de aquéllos, lanorma en mención no señala expresamente el carácter vinculantede las resoluciones casatorias, por lo que no constituyen precedentesde obligatorio cumplimiento.

De otro lado, el artículo 400 del Código Procesal Civil establecelo siguiente:

"Doctrina Jurisprudencial. Cuando una de las Salas lo solicite, enatención a la naturaleza de la decisión a tomar en un caso concreto,se reunirán los vocales en Sala Plena para discutirlo y resolverlo.

La decisión que se tome en mayoría absoluta de los asistentes alPleno constituye doctrina jurisprudencia! y vincula a los órganosjurisdiccionales del Estado, hasta que sea modificada por otro plenocasatorio.

Si los abogados hubieran informado oralmente a la vista de lacausa, serán citados para el pleno casatorio.

El pleno casatorio será obligatorio cuando se conozca que otraSala está interpretando o aplicando una norma en un sentidodeterminado.

El texto íntegro de todas las sentencias casatorias y lasresoluciones que declaran improcedente el recurso, se publican

81

obligatoriamente en el diario oficial, aunque no establezcan doctrinajurisprudencial. La publicación se hace dentro de los sesenta díasde expedidas, bajo responsabilidad".

El supuesto en el que se ubica la norma en mención es elsiguiente: una Sala Especializada Suprema tiene un casosumamente complejo que resolver en casación, no llegando losvocales a conformar mayoría para emitir resolución. Entonces, elPresidente de dicha Sala solicita al Presidente de la Corte Supremase convoque a Sala Plena para debatir tal caso y resolverlo. ElPresidente de la Corte Suprema evaluará si convoca o no a SalaPlena para tal propósito, debiendo hacerlo cuando se conozca queotra Sala está interpretando una o varias normas aplicables al casoen mención de una manera determinada, lo que podría generarcontradicciones al interior de la propia Corte Suprema.

Una vez convocada la Sala Plena, se debate y resuelve el casocon mayoría absoluta de los vocales asistentes. La resolución quese emita tiene carácter vinculante para todos los tribunales de laRepública, hasta que sea modificada por otro pleno casatorio.

Como vimos anteriormente, la doctrina jurisprudencial es unaclase de jurisprudencia que doctrinariamente no es vinculante, sinomeramente referencial. Sin embargo, para nuestro ordenamientoprocesal civil, la doctrina jurisprudencial sí constituye un precedentede observancia obligatoria. Hasta la actualidad no se ha convocadoninguna Sala Plena con el propósito descrito en la norma materiade análisis.

De manera que, tratándose del ejercicio de la funciónjurisdiccional en el Poder Judicial, la regla es que la jurisprudenciaemitida no sea vinculante y, la excepción es que lo sea en dossupuestos: la Sala Plena de selección de jurisprudencia vinculante(LOPJ, art. 80, num. 3) y la Sala Plena para configurar la doctrinajurisprudencial (CPC, art. 400).

82

Además de las diferencias anotadas entre una y otra, esimportante destacar que la Sala Plena de selección de jurisprudenciavinculante no implica emitir actos jurisdiccionales sino que, de entrelos ya emitidos por las Salas Especializadas Supremas, se elegiránlos que tendrán carácter vinculante. En cambio, la Sala Plena paraconfigurar la doctrina jurisprudencial sí supone emitir actosjurisdiccionales en casación.

En cuanto a las resoluciones emitidas en acciones de hábeascorpus y amparo, el artículo 9 de la Ley N 2 23506 establece losiguiente:

"Jurisprudencia obligatoria. Las resoluciones de hábeas corpus yamparo sentarán jurisprudencia obligatoria cuando de ellas sepuedan desprender principios de alcance general. Sin embargo,al fallar en nuevos casos apartándose del precedente, los juecesexplicarán las razones de hecho y de derecho en que sustenten lanueva resolución".

Por su parte, el artículo 8 de la Ley N 2 25398 ratifica lo anterioren los siguientes términos:

"La facultad que tienen los jueces de apartarse de la jurisprudenciaobligatoria al fallar nuevos casos en materia de acciones de garantíaque establece el artículo 9 de la Ley (23506), los obliga necesaria einexcusablemente a fundamentar las razones de hecho y de derechoque sustentan su pronunciamiento, bajo responsabilidad".

Ambas normas deben ser contrastadas con una normaposterior: la Primera Disposición General de la Ley N 2 26435, LeyOrgánica del Tribunal Constitucional, que textualmente dispone que:

"Los jueces y tribunales interpretan y aplican las leyes o toda normacon rango de ley y los reglamentos según los preceptos y principiosconstitucionales, conforme a la interpretación de los mismos que

83

resulte de las resoluciones dictadas por el Tribunal Constitucionalen todo tipo de procesos".

Las Leyes N-1's 23506 y 25398 fueron dictadas cuando la CorteSuprema podía ser la máxima instancia en materia de acciones dehábeas corpus y amparo. En ese contexto, las resoluciones emitidasno eran precedente vinculante, pues los magistrados podíanapartarse de los criterios expuestos en las mismas si es quejustificaban debidamente los motivos para ello.

Pero, actualmente la última instancia en las acciones de hábeascorpus y amparo puede ser el Tribunal Constitucional, al igual queen las acciones de hábeas data o cumplimiento.

En esa medida, hoy en día toda resolución que emita el TribunalConstitucional en las acciones de garantía en las que tienecompetencia, si es que contienen pautas hermenéuticasrelacionadas . a los preceptos y principios contenidos en nuestra CartaMagna, deben ser observadas como precedente vinculante por todoslos tribunales del país.

De modo que, este es el tercer supuesto de excepción en elque podemos encontrar una fuente generadora de jurisprudenciavinculante en el sistema judicial.

Finalmente, las sentencias emitidas declarando fundadasacciones populares o de inconstitucionalidad, constituyen actosjurisdiccionales que tienen efectos normativos en tanto derogan lasnormas reglamentarias o de rango legal impugnadas,respectivamente. En ese sentido, son manifestaciones de potestadnormativa negativa (derogación de normas) del Poder Judicial y elTribunal Constitucional, respectivamente.

Si bien no son actos jurisdiccionales en el sentido tradicionaldel término, pues sus efectos trascienden a las partes y adquieren

84

carácter erga omnes, ciertamente configuran precedentesvinculantes. No se podrán presentar a futuro casos idénticos (losPoderes Ejecutivo y Legislativo no pueden volver a promulgar lasnormas declaradas inconstitucionales o ilegales), pero sí similares,respecto de los cuales las partes considerativas de las sentenciasvinculantes constituyen un elemento determinante.

1.4.2.- Directivas jurisdiccionales y acuerdos de PlenosJurisdiccionales: ¿actos jurisdiccionales onormativos?.-

a) Directivas jurisdiccionales.

Hasta diciembre de 1991, los Fueros Privativos de Trabajo yComunidades Laborales y Agrario pertenecían al Poder Judicial perono se integraban a él totalmente. Con la entrada en vigor de la actualLey Orgánica del Poder Judicial (1/1/92), recién se integraronplenamente a dicho Poder del Estado.

En tanto hasta la fecha antes indicada no se produjo la totalabsorción del Fuero de Trabajo por el Poder Judicial, las causaslaborales no llegaban a la Corte Suprema, que como tribunal decasación puede uniformizar los criterios de juzgamiento, por lo quese resolvían en última y definitiva instancia en los siete Tribunales deTrabajo que existían en todo el país. Estos, al no poder contar con unórgano jurisdiccional superior, se veían imposibilitados de concordarpautas de aplicación de la ley en los casos concretos. Entonces, seoptó por una salida provisional, hasta que se produjo la totalintegración del Fuero de Trabajo al Poder Judicial: la emisión de lasdirectivas jurisdiccionales, para uniformizar los criterios dejuzgamiento en casos idénticos o análogos.

La Ley N9 24514, Ley de Estabilidad Laboral (5/6/86), en susegunda disposición transitoria delegaba facultades legislativas alPoder Ejecutivo para que, vía decreto legislativo y en el plazo de 60

85

días (hasta el 4/8/86) regulara la descentralización de la estructuraorgánica del Fuero de Trabajo. Cumpliendo el encargo, el PoderEjecutivo emitió el Decreto Legislativo N º 384 (el 30/8/86,excediendo el plazo antes señalado) que contiene disposicionesreguladoras de la competencia del Fuero de Trabajo (excediéndoseen la materia encomendada).

El artículo 8 del D.L. N º 384 ordena que, el primer viernes dediciembre de cada año se lleve a cabo una sesión de Sala Plenadel Fuero de Trabajo para concordar la jurisprudencia emitida porlos diferentes Tribunales de Trabajo, pudiendo dictar directivas alrespecto, las que se acatarán por todos los órganos jurisdiccionalesdel Fuero de Trabajo. Entre 1986 y 1991 se dictaron más de 30directivas jurisdiccionales.

La potestad de concordar la jurisprudencia de los diferentesTribunales de Trabajo a través de las directivas jurisdiccionalesconsiste, según el propio Fuero de Trabajo"), en establecer criteriosjurisprudenciales definidos sobre la aplicación de la ley a los casosen que se haya suscitado discordia entre los órganos jurisdiccionaleso, que existan vacíos que no hayan sido previstos por la normarespectiva. Es decir, interpretar o integrar las normas, tomando comoreferencia las posiciones asumidas en sentencias discrepantes. Laspautas así obtenidas se plasmarán en las directivas jurisdiccionales,de acatamiento obligatorio por jueces y vocales del Fuero de Trabajo.

Como vimos anteriormente, un acto jurisdiccional es declararderecho para un caso concreto con carácter de cosa juzgada y conposibilidad de ejecutar tal decisión. Mientras que, la sentencia es laconcreción material del acto jurisdiccional, es la plasmación de lasolución que el órgano administrador de justicia otorgó a las partesen un conflicto determinado.

1 ° Ver el primer considerando de la Resolución de Presidencia del Fuero de Trabajo de5/6/86, que aprobó las primeras cuatro directivas jurisdiccionales.

86

En cambio, la directiva jurisdiccional es una pauta construida enbase a sentencias, soluciona la discrepancia de resolucionesjudiciales, no de casos concretos. Los futuros conflictos serán resueltosen función a las directivas, los magistrados las aplicarán al ejercitar lajurisdicción en función de su competencia, pero no son el ejerciciomismo de aquélla. Así, las directivas jurisdiccionales no son actosjurisdiccionales, por lo que no deberían denominarse "jurisdiccionales".

Ahora bien, si no son actos jurisdiccionales es menesteranalizar si son actos normativos, para lo cual será menester sicumplen con las características de toda norma jurídica: abstracción,generalidad, impersonalidad y permanente fuerza vinculante(ENTRENA CUESTA, 1986: p. 136).

La abstracción supone una valoración hipotética de conductas(DE LA VILLA GIL, 1983: p. 10). Alude a que la norma tiene unaconstrucción lógica ideal fundada en que, si ocurre el supuesto deconducta, deviene la aplicación de la consecuencia o mandato. Lasdirectivas jurisdiccionales contienen pautas o reglas que los juecesaplican ante la ocurrencia en la realidad de determinados hechos,contemplados en los supuestos de conducta de aquéllas.

La generalidad supone una pluralidad indeterminada dedestinatarios (Ibid.) o, en todo caso, un colectivo o gurpo socialdeterminado. Las directivas jurisdiccionales van dirigidasinmediatamente a los magistrados laborales y, mediatamente a todociudadano que se apersone como litigante.

La impersonalidad alude a que las normas son mandatos sobreconductas y no sobre sujetos concretos (Ibid.). Las directivasjurisdiccionales intervienen en los procesos de juzgamiento sin serdirigidas a un juez o litigante en particular.

Finalmente, la permanente fuerza vinculante alude alacatamiento de la norma en más de una oportunidad. Existen algunos

87

actos administrativos que, a pesar de ser generales, abstractos eimpersonales, no llegan a ser normas jurídicas, pues les falta lapermanente fuerza vinculante. Tal es el caso de la convocatoria a unconcurso público, que se agota con adjudidación de la buena pr.o,no siendo acatada en posteriores oportunidades. En esa medida,toda norma jurídica tiene vocación regulatoria permanente, seprolonga en el tiempo (ENTRENA CUESTA, 1986: p. 137). Lasdirectivas jurisdiccionales obligan en la solución de los casos futuros,también con vocación de permanencia.

Así, las directivas jurisdiccionales son normas jurídicas,originadas en base a la unificaCión de criterios discordantesplanteados en resoluciones judiciales igualmente divergentes, envirtud de un proceso de interpretación o integración normativa. Porende, más que de directivas jurisdiccionales deberíamos hablar dedirectivas normativas.

En cuanto al nivel jerárquico de las directivas jurisdiccionales,deben ubicarse en el nivel secundario o reglamentario. No están enel nivel primario o legal, porque éste es privativo de las normas quela Constitución prevé expresamente. Las directivas jurisdiccionalesno son mencionadas en la Carta Magna. Además, al provenir delejercicio de una potestad normativa prevista en el D.L. N 2 384, tieneque ubicarse en un nivel inferior a éste, desempeñando una funciónsimilar al reglamento (NEVES MUJICA, 1989: p. 52).

De este modo, el artículo 8 del D.L. N 2 384 al otorgar a la SalaPlena del Fuero de Trabajo la facultad de emitir directivasjurisdiccionales, constituyó una potestad normativa para el PoderJudicial. Este Poder del Estado tiene, en principio, la potestad deadministrar justicia (Const., art. 138). La pregunta es si nuestromodelo constitucional permite que, además, pueda ejercer potestadnormativa. No lo dudamos tratándose de normas internas, pues comoentidad estatal requiere autorregularse. Pero, lo crucial es analizarsi puede emitir normas erga omnes. La respuesta depende de la

88

rigidez o flexibilidad con que ha sido consagrada en la Carta Magnala teoría de separación de poderes (DESCO, 1989: p. 9).

b) Separación de poderes o división de funciones en laConstitución.

La teoría de la separación de poderes fue introducida porLocke y desarrollada por Montesquieu. Con el advenimiento de lasideas liberales se enarboló como bandera la supremacía de lalibertad individual, pilar fundamental para el logro de la igualdad entrelos hombres. El absolutismo monárquico había perpetuado laexplotación del hombre por el hombre, de manera que había queabolir este régimen y construir un nuevo Estado, en el que seplasmarían la libertad e igualdad ansiadas. Para garantizar ambosideales debía atacarse el meollo del absolutismo: la concentracióndel poder.

Así, el poder estatal debía estar separado en tres vertientesfundamentales para la organización de una nación: Poder Ejecutivo,encargado de gobernar y administrar; Poder Legislativo, encargadode emitir las normas, y el Poder Judicial, encargado de decidir sobrelos conflictos surgidos de la aplicación de las normas. El primero estápersonificado en el Gobierno, el segundo en el Parlamento y el terceroen el órgano administrador de justicia (DUVERGER, 1978: p. 75).

Estos poderes del Estado debían actuar independientemente,sin entrecruzamientos, y debían controlarse mutuamente para evitarque alguno de ellos predomine sobre los otros y, rompa el equilibrioen el ejercicio del poder político, intrínseco al liberalismo(LOEWENSTEIN, 1986: p. 55).

Esta enunciación clásica de la teoría de separación de poderesha ido perfeccionándose. En primer lugar, el poder del Estado es unpoder unitario, indivisible. En segundo lugar, dicho poder actúa porel cauce de diversas funciones: legislativas, administrativas,

89

gubernativas y judiciales. Y, en tercer lugar, es ejercido por diversosórganos que asumen las funciones mencionadas: Legislativo,Ejecutivo y Judicial. Toda función es una actividad destinada alcumplimiento de un fin. De este modo, las funciones del poder estatalson las formas como es puesto en actividad por los órganosdiferenciados que, lo conducen al logro de los objetivos del Estadomoderno (DROMI, 1978: p. 76).

La concepción tradicional de la teoría de separación depoderes era sumamente rígida. La actuación de los poderespúblicos estaba mamada por un acento extremo en el control mutuo.Esto obligaba a que aquéllos desempeñen únicamente y custodiencelosamente la labor encomendada. Así, por ejemplo, el Parlamentofiscalizaba rigurosamente la actuación del Gobierno, no permitiendoen caso alguno que éste asuma atribuciones legislativas. La emisiónde las normas era potestad exclusivamente parlamentaria. Elfantasma del absolutismo y la concentración del poder era unaobsesión en el inicio del Estado liberal.

Sin embargo, al cabo de un tiempo comenzó a hablarse deseparación de funciones y ya no de poderes. Con la progresivacomplejidad en el manejo de la cosa pública, la teoría de separaciónde poderes experimentó una notoria flexibilización. Actualmente, elsignificado fundamental de la separación es que, en principio, cadaórgano estatal tenga a su cargo una sola función específica, pudiendodesempeñar funciones propias de otros órganos. De manera que,debemos hablar de división de funciones en lugar de separación depoderes (Ibid., p. 79).

Así lo ha entendido nuestra Constitución que al tratar el temade la estructura del Estado (Título IV), permite el entrecruzamientode funciones de los distintos órganos estatales. De algún modo, elCongreso realiza un prejuzgamiento en el levantamiento de lainvestidura a los parlamentarios (art. 93) o en el juicio político (art.100), se gobierna y administra a sí mismo (art. 94), interviene en

90

funciones del Poder Ejecutivo al aprobar el Presupuesto General dela República y la Cuenta General (art. 102, num. 4).

A su vez, el Presidente de la República tiene potestadesnormativas concretas al dictar decretos legislativos (art. 104), deurgencia (art. 118, num. 19) y reglamentos (art. 118, num. 8); así comopuede intervenir en el propio trabajo legislativo del Congreso a travésde la iniciativa en la formación de las leyes (art. 107) y el derecho deobservación de proyectos de ley aprobados (art. 108).

Estas son funciones complementarias que ejercen los PoderesLegislativo y Ejecutivo al lado de sus funciones principales: dar leyese interpretarlas (art. 102, num. 1) y gobernar y administrar el Estado(art. 118), respectivamente.

En el caso del Poder Judicial, es claro que su función principales administrar justicia (art. 138). La Constitución también le otorgafunciones complementarias, precisamente de índole normativa: elderecho de iniciativa legislativa de la Corte Suprema en materiasque le son propias (art. 107) y derogar normas de nivel secundario oreglamentario a través de la acción popular {art. 200, num. 5). Estaúltima facultad implica que el Poder Judicial tiene potestad normativanegativa, es decir, puede derogar normas jurídicas.

Pero, la Constitución no confiere al Poder Judicial potestadnormativa positiva, es decir, la facultad de crear o modificar normasjurídicas. Inclusive, ante defecto o deficiencia de la ley, el juez nopuede dejar de administrar justicia (emitir actos jurisdiccionales, nonormativos) aplicando principios generales del Derecho (art. 139,num. 8). Esto demuestra que en ningún caso puede el juez subsanarlas carencias de la ley emitiendo normas propias. En ese sentido, elPoder Judicial sólo puede presentar proyectos de ley.

Sin embargo, si, bien la Constitución no autoriza al PoderJudicial para normar, tampoco lo prohíbe. Podría argüirse que si nadie

91

está obligado a hacer lo que la ley no manda, tampoco está impedidode hacer lo que ella no prohíbe, como reza el aforismo. Así, ante elvacío constitucional, el Poder Judicial podría normar, el Fuero deTrabajo pudo emitir válidamente directivas jurisdiccionales. Pero,es sabido que en el Derecho Público el ejercicio de potestades yatribuciones es lícito siempre que sea producto de otorgamientoexpreso a sus titulares. De este modo, el Poder Judicial no podríacrear o modificar normas jurídicas si la Constitución no contemplaexpresamente tal posibilidad.

Pero, también es sabido que en los sistemas jurídicosanglosajones o practicantes del common law la jurisprudencia esfuente de Derecho a partir de la configuración del precedentevinculante. Más aún, es después de las Constituciones la fuentejurídica más importante, inclusiVe por encima de la escasa normativaproducida. Y, en dichos países no se cuestiona esta influencia de lamagistratura corno atentatoria del equilibrio de los poderes estatales.Podría afirmarse que nuestro sistema jurídico no se inscribe en elDerecho anglosajón, sino en la escuela romano-germánica. Perotambién en sistemas jurídicos que se inscriben en esta corrienteexiste jurisprudencia vinculante. Esta, si bien acto jurisdiccional ensu origen, por sus efectos alcanza ribetes de acto normativo.

Ciertamente, el establecimiento de un sistema deuniformización de los criterios de juzgamiento, a través de lajurisprudencia vinculante o alternativas como las directivasjurisdiccionales contribuye decididamente al perfeccionamiento delsistema de administración de justicia al tornarlo más predecible y,con ello, garantizar mayor seguridad jurídica. Este factor, aunado ala cada vez más flexible perdepción de la teoría de división defunciones, nos permiten inclinarnos por la validez constitucional delas directivas jurisdiccionales como pautas normativas que persiguenel loable propósito de la homogenización de las pautas de aplicaciónde'las normas en los tribunales, para concretar el ansiado principiode igualdad: a igual razón, igUal derecho. Sin embargo, debemos

92

advertir que las posiciones doctrinarias sobre el particular aún semantienen encontradas.

c) Acuerdos de los Plenos Jurisdiccionales.

De otro lado, el artículo 116 de la Ley Orgánica del PoderJudicial prescribe lo siguiente:

"Los integrantes de las Salas Especializadas pueden reunirse enplenos jurisdiccionales nacionales, regionales o distritales a fin deconcordar jurisprudencia de su especialidad, a instancia de losórganos de apoyo del Poder Judicial".

En esa medida, los Plenos Jurisdiccionales son reuniones demagistrados de determinada especialidad (civil, penal, laboral ofamilia) que tienen por objeto uniformizar criterios de juzgamientoen casos idénticos o análogos que vienen siendo resueltos demanera discordante en los diferentes tribunales del país. Puedentener una convocatoria a nivel de cada distrito judicial, región o serde carácter nacional. Hasta el momento, la Secretaría de ProyectosJurisdiccionales de la Secretaría Ejecutiva de la Comisión Ejecutivadel Poder Judicial ha realizado más de 10 Plenos Jurisdiccionalessobre todas las especialidades de la justicia nacional, con resultadosbastante auspiciosos.

Las sesiones de los Plenos Jurisdiccionales suponen el trabajoen comisiones de los temas previamente seleccionados por unacomisión de apoyo a la Secretaría de Proyectos Jurisdiccionales,que los determina en función a un estudio, de la jurisprudenciadiscordante de mayor frecuencia y relevancia proveniente de todoel país. Las decisiones que se toman en la sesión plenaria puedenadoptarse por mayoría o minoría. Si lo primero, reciben el nombrede "acuerdos". Si lo segundo, reflejan la decisión de la primeraminoría y se denominan "recomendaciones".

93

En ese sentido, tienen un proceso de generación similar al delas directivas jurisdiccionales. En ambos casos no estamos anteactos jurisdiccionales, sino ante pautas establecidas por los propiosmagistrados a partir del estudio de los criterios de juzgamientodiscordantes expresados en casos tipo. Sin embargo, la normainicialmente citada no les otorga carácter vinculante por lo que, enprincipio, tanto acuerdos como recomendaciones tienen un caráctermeramente referencial, no llegando a ser normas jurídicas. A pesarde ello, por la difusión que vienen teniendo los acuerdos a nivelnacional", es cada vez más frecuente apreciar su invocación en losconsiderandos de diversas resoluciones judiciales provenientes dediferentes distritos judiciales. Es decir, los magistrados asumen losacuerdos adoptados como pautas orientadoras a tener muy encuenta, pues su legitimidad es incontrastable dado que son productode la voluntad de los propios juzgadores.

Inclusive, mediante Resolución Administrativa N° 05-99-SCS/CSJR (10/11/99) la Sala Constitucional y Social de la Corte Supremaha declarado el carácter obligatorio de los acuerdos adoptados enel Pleno Jurisdiccional Laboral llevado a cabo en Trujillo del 11 al 14de agosto de 1999, para los magistrados de primera y segundainstancia que conozcan rnateria laboral en todas las CortesSuperiores de Justicia (art. 1°).

Al margen de la discutible competencia de la Sala Supremaen mención para otorgatie carácter vinculante a los acuerdos delPleno en referencia, • de este modo los acuerdos se irían convirtiendoprogresivamente en normas jurídicas, pero no en función de la soladecisión de los magistrados en el seno de los PlenosJurisdiccionales, sino en virtud de la voluntad de la Corte Suprema.

11 Como ocurre con las conclusiones de los Plenos Jurisdiccionales que se llevaron acabo en 1998, en aplicación del artículo 1° de la Resolución Administrativa N° 1027-CME-PJ (9/11/99).

94

Todo ello no hace sino reflejar el marcado interés del PoderJudicial en contribuir al mejoramiento del servicio de administración dejusticia a partir de una mayor prerr-lictibilidad de la función jurisdiccionaly, por ende, de un clima más propicio a la seguridad jurídica.

95