Evolución de la inversión en actividades de ciencia, tecnología e innovación –ACTI como porcentaje del PIB, 2000-2007

Financiación de ACTI por tipo de institución, 2007

Investigadores activos según tipo de institución, 2006*

Producción registrada por los grupos de investigación, 2002-2006*

Solicitudes de patentes, 2002-2006

TCP: Tratado de cooperación en materia de patentes

Patentes otorgadas en América Latina, 2004

1,7%

Proyectos presentados a Colciencias. Aprobados vs. no aprobados, 2002-2006

Inversión y logros de y para la ciencia en la historia de Colombia

De 1968 a 1988

Primer crédito BID-COLCIENCIAS I, el cual generó un financiamiento de 44,5 millones (55,4% de contrapartida) orientado a incrementar actividades de investigación, mejorar su calidad y estudiar los problemas más urgentes.

Instauración de los programas de doctorado en las universidades colombianas.

Organización de la Misión de Ciencia y Tecnología, cuyas recomendaciones sirvieron, a partir de 1990, de base a la nueva política.

De 1990 a 2000

Expedición de la Ley 29 de 1990 de Ciencia y Tecnología.

Creación del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología.

Ejecución del Crédito BID-COLCIENCIAS II, por USD 66,7 millones (40% de contrapartida), el cual introduce el apoyo al sector empresarial.

Misión de Ciencia, Educación y Desarrollo con adopción de una concepción amplia de ciencia, tecnología y sociedad.

Ejecución del Crédito BID-COLCIENCIAS III, por USD 219 millones (54,3% de contrapartida).

Institucionalización del Sistema Nacional de Innovación.

Creación del Observatorio Colombiano de Ciencia y Tecnología.

Creación de 50 CDTs.

De 2000 en adelante

Expedición de la Ley 633 de 2000, por medio de la cual se crean estímulos tributarios al desarrollo científico y tecnológico.

Escalafonamiento e indexación de publicaciones seriadas como indicadores internacionales del Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación.

Expedición de Ley 643 de 2001, por la cual se crea el Fondo de Investigación en Salud.

Escalafonamiento de centros y grupos de investigación en todas las regiones del país.

Lanzamiento y operación de la Plataforma ScienTI.

Lanzamiento del Programa de Centros de Investigación de Excelencia.

Pacto Nacional por la Innovación Tecnológica

Presencia de Colciencias en el Conpes.

Plan Estratégico Nacional de Ciencia, tecnología e Innovación - PENCTI 2020.

Cartilla de CT+I en la Visión 2019.

Reforma de los Programas Nacionales y tránsito a Áreas de Conocimiento.

Presencia del Programa Ondas en 32 departamentos del país.

Consolidación de 28 comités departamentales de ciencia y tecnología.

Principales problemas y limitaciones de la ciencia en Colombia

El país se caracteriza por una masa de investigadores muy reducida. De acuerdo con un estudio sobre la educación avanzada se calcula que para el año 2006, sólo el 0.45% de la población colombiana esta dedicada a la investigación.

De acuerdo con las hojas de vida registradas en CvLAC para la misma fecha, de las 33.887 personas que están asociadas con labores de investigación, se encuentra que de éstas sólo el 9% cuenta con formación doctoral y el 28% con nivel de maestría. De las mujeres, que representan el 40% de estos actores, sólo el 6% tiene título doctoral, mientras que el 11% de los hombres que están en esta base de datos han alcanzado ese nivel de formación .

Las capacidades nacionales en C&T se ven reflejadas principalmente en los grupos de investigación existentes y en los resultados de su actividad .

Esta productividad es un indicador central para determinar las barreras que esta actividad tiene en los países. Según el Informe de la Corporación Rand, Colombia para el año 2020 es uno de los países con mayor porcentaje de barreras.

Según la clasificación de los investigadores realizada por COLCIENCIAS, de acuerdo con el nivel educativo alcanzado y la productividad académica, 58% de los investigadores que conforman los grupos de investigación registrados son de categoría C, el 25% son de la categoría B y el 13% fueron clasificados en la categoría A.

con preocupación se muestra que los jóvenes investigadores, llamados principiantes en esta clasificación, apenas representan el 4% de las personas registradas en la plataforma Scienti.

En Colombia las actividades de investigación se realizan principalmente en las universidades. En efecto, el 89% de los investigadores colombianos son empleados por las universidades, mientras tan sólo un 5% por las empresas gubernamentales, 4% por las empresas privadas, y un 2% por entidades sin ánimo de lucro.

En cuanto a la actividad de investigación que se hace en las empresas, según la Segunda Encuesta Nacional de Innovación (EDIT II, 2006), una baja proporción del personal ocupado en la industria se ubica en áreas críticas en donde se llevan a cabo actividades de investigación y desarrollo (1 %), Ingeniería (1 %) y en diseño (1 %). Así, de un total de 555.975 personas que se ocupan en la industria manufacturera, 4.261 personas se ocupan en diseño, 7.024 personas en ingeniería y 5.395 personas en investigación y desarrollo. Este total corresponde a 6.145 empresas analizadas; 27 empresas no brindaron información.

Estas cifras sugieren que no se dispone de políticas en materia de Ciencia, Tecnología e Innovación, como tampoco se dispone de recursos. Habrá que esperar el resultado de tanto esfuerzo hecho por algunos para sacar adelante esta nueva norma que recoge las aspiraciones de la comunidad científica y académica del país desde hace varios años.

De acuerdo con los datos existentes la inversión total en CyT en Colombia está aún lejos de los niveles recomendados y aceptados en el ámbito internacional. El gasto en I+D como porcentaje del PIB asciende a 0,53%. Esta participación es a su vez baja, no sólo como proporción del PIB, sino también en términos per cápita. Es inferior a la inversión de Brasil, Chile o Cuba.

Inversión en ACTI como porcentaje del PIB según países seleccionados, 2002-2004

Un componente importante de este gasto es el presupuesto de COLCIENCIAS, el cual no ha tenido un crecimiento continuo. Al analizar su comportamiento desde la creación de la entidad, es posible distinguir tres etapas, asociadas cada una de ellas a los tres créditos otorgados por el BID. Después del ingreso del préstamo BID de 1995, el presupuesto de COLCIENCIAS disminuyó progresivamente hasta el final de la pasada década, e inicia a partir del 2001 un período de recuperación, asociado principalmente a los recursos asignados por la Ley 344 de 1996 y la Ley 643 de 2001 y del último BID III.

Puesto que la continuidad del financiamiento de la ciencia y la tecnología ofrecida por el gobierno se ha basado, primero en recursos de crédito externo y segundo, en contrapartidas del gobierno nacional, COLCIENCIAS se ha visto afectada de manera especial, pues los recursos públicos, originados en apropiaciones del presupuesto nacional, han sido altamente vulnerables al ciclo fiscal. El texto de la nueva Ley señala que los recursos para COLCIENCIAS dependerán hacia el futuro de la disponibilidad fiscal.

De otro lado, de acuerdo con la información provista por la Segunda Encuesta Nacional de Innovación (EDIT II), la inversión de los empresarios se destina en su mayoría a actividades de modernización tecnológica, pero en un bajo porcentaje a Investigación y Desarrollo. De las 6.172 empresas encuestadas, 4.911 empresas realizaron alguna inversión en actividades de innovación y desarrollo tecnológico en los dos años de la encuesta. No obstante, únicamente 4.260 empresas invirtieron en actividades para la investigación y el desarrollo. El monto promedio invertido por estas fue de 571 mil millones de pesos en 2003 y 704 mil millones de pesos en 2004, lo cual equivale a 0,25% y 0,27% del PIB respectivamente.

La investigación y

el desarrollo científico

relacionado con el

desarrollo económico de

los países

La diferencia más notoria entre los países del primer y tercer mundo radica en el grado de inversión que realizan el estado y el sector productivo privado en programas de investigación e innovación. Los países ricos probablemente son ricos, por que desde el inicio de la revolución industrial invirtieron importantes sumas de dinero para apoyar el desarrollo de centros de investigación, usualmente pero no únicamente en universidades, los que generaron conocimientos, tecnologías y técnicas, que al ser apropiados y comercializados, se convirtieron en un producto de alto valor que posiblemente han marcado las enormes diferencias, en todos los ordenes, que existen actualmente entre el primer y el tercer mundo.

Una muestra visible de estas diferencias lo acabamos de obtener de la reciente declaración del “Foro Económico Mundial. Versión Latinoamericana”, realizado en Santiago de Chile en abril del presente año, y que son las mismas que el grupo de los siete países industrializados (G7) las hicieron 10 años antes y con una enorme diferencia en las metas del porcentual de inversión del producto interno bruto de cada país en Ciencia y Tecnología.

el año 1997, el entonces Presidente de los Estados Unidos, W.L.Clinton a nombre del G7, declaraba que la Ciencia es un recurso inagotable y sostenible que paga dividendos extraordinarios y que es esencial para mejorar la economía de las naciones, la cultura intelectual y la calidad de vida de los pueblos, y que la inversión en Ciencia y Tecnología es un elemento sustancial en el desarrollo socioeconómico global de una nación.

Estas declaraciones significaron que solamente el sector estatal de los Estados Unidos, a través de los fondos manejados por los Institutos Nacionales de Salud, experimentaron en 1999 un aumento del 14,7% (2 Billones de dólares mas que el año anterior) para un total de 15,6 billones de dólares dedicados a proyectos de investigación en salud.

Además, las organizaciones científicas no gubernamentales que se benefician de liberación de impuestos y de donaciones para inversión en Ciencia y Tecnología, invirtieron ese año un monto similar al del sector estatal en investigación en salud. Este comportamiento estatal y privado se basa en el análisis claro y pormenorizado de rendimientos, los cuales demuestran que en Estados Unidos la generación de 33 nuevos conocimientos para la atención médica, producidas a partir de investigaciones financiadas por el gobierno, permitieron un ahorro entre 8,3 y 12 billones de dólares por año, y que por cada 62 dólares por persona invertidos por el gobierno en investigación biomédica hubo un retorno de 5.600 dólares por persona.

Una década más tarde las declaraciones de Santiago de Chile recomiendan a los estados latinoamericanos:

1. Aumentar la inversión en Ciencia, Tecnología e Innovación al menos al doble de la actual (de 1.2 a 2.4% del producto interno bruto).

2. Equilibrar la inversión en investigación e innovación entre el sector privado y estatal.

3. Conceder incentivos fiscales para quienes invierten en investigación e innovación.

En la actualidad

La inversión del Gobierno Nacional en ciencia y tecnología está llegando al 0,8 por ciento del Producto Interno Bruto del país, con lo cual sobrepasa la meta del 0,6 por ciento que se había propuesto para el cuatrienio. Así lo indicó el presidente Álvaro Uribe Vélez.

Ley 1286 de 2009

Por medio de la cual se modifica la Ley 29 de 1990, se transforma a Colciencias en Departamento Administrativo, se fortalece el Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación en Colombia, y se dictan otras disposiciones.

Los beneficios

• Se le da más jerarquía a la ciencia. Colciencias hará parte, con voz y voto, del Consejo Nacional de Política Económica y Social (Conpes).

• Se crea el Fondo Nacional de Financiamiento para la Ciencia, la Tecnología y la Innovación, Fondo Francisco José de Caldas, que le da más autonomía para las vigencias y gestión de recursos para la investigación. Se dice que este fondo contaría con recursos públicos y privados, de cooperación internacional, donaciones y legados, entre otros, incluidos 100 mil millones de pesos de recursos del Fondo Nacional de Regalías.

• Se incluye el tema de la innovación y generación de conocimiento nuevo para fortalecer la competitividad.* Se obtendrá una relación más directa con entidades como el BID, la AID y el Banco Mundial.

Los retos

• Conseguir un presupuesto propio, pues la nueva Ley no le asegura ninguno.

• Agenciar los recursos políticos necesarios para tener una agenda legislativa propia, pues ésta es una restricción que se hubiera superado si en vez de Departamento Administrativo se hubiera logrado convertir en un Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, como se planteó desde el comienzo.

• Crear un sistema de conocimiento, articulado con la educación superior, que alimente la competitividad del país.

Tareas• Colciencias tiene hasta el 31 de diciembre de este año para

transformar al Instituto en Departamento Administrativo, con el apoyo del nuevo Consejo Asesor de Ciencia y Tecnología, formado por los ministetrios de Educación, Comercio, Industria y Turismo, Agricultura y Desarrollo Rural y de Portección Social, así como Planeación Nacional.

• La Ley fue posible por la gestión de la senadora Martha Lucía Ramírez y el representante por Antioquia, Jaime Restrepo Cuartas.Finalmente, queda la interrogante de cómo podrá incrementar Colombia su presupuesto para la ciencia. Desde hace años se habla de la cifra mágica del 1% del PIB, aunque la verdad es que ésta escasamente llega al 0.5%.

es necesario de desarrollar una política pública en materia de Ciencia, Tecnología e Innovación que vaya más allá de los buenos deseos y se comprometa realmente en lo que es prioritario: una política agresiva en materia de formación doctoral que ha venido siendo reclamada desde la “Comisión de los sabios” durante el gobierno de César Gaviria;

aumento de la inversión del gobierno en Investigación y Desarrollo;

política de mejoramiento de la calidad de la educación superior;

política de estímulos al sector privado que invierta en investigación;

replanteamiento de la función de investigación en las universidades que poseen condiciones para contribuir al Sistema de Ciencia Tecnología e Innovación

y quizá lo más importante: guardar coherencia entre el reconocimiento formal de la importancia de la ciencia para el desarrollo y la proporción de la inversión del gobierno con relación al PIB.