PREVENCIÓN DE FRAUDES EN LA INDUSTRIA MINERA

Por: Fernando Gámiz, Director de Risk Consulting, KPMG en Perú Junio 2013

El fraude es un riesgo más de cualquier negocio y organización. Como todo riesgo necesita ser

anticipado, evaluado y controlado. La Gerencia es responsable de implementar planes de

administración basados en tres líneas de defensa: prevención, detección y respuesta. Los

Comités de Auditoría son responsables por el monitoreo de la efectividad de este plan. Las

empresas mineras están migrando de un enfoque puramente reactivo, es decir, actuar sobre el

hecho consumado, a uno proactivo que anticipe las conductas irregulares y los controles

específicos antifraudes. Un plan comprensivo considera cinco principios claves: 1) Establecer

un programa asociado como parte de la estructura de gobierno corporativo de la organización,

incluyendo políticas y procedimientos orientados a satisfacer las expectativas de accionistas y

otros afectados por las actividades de la organización; 2) Evaluar periódicamente la exposición

de la organización con el fin de identificar esquemas y situaciones potenciales que necesitan

ser mitigadas; 3) Implementar medidas de prevención para evitar incidentes; 4) Cuando las

medidas de prevención no resulten suficientes, se deben adoptar técnicas de investigación a

través de las cuales se descubran y/o resuelvan; y 5) Establecer un sistema de reporte para

recibir información sobre actividades sospechosas y coordinar las investigaciones y medidas

correctivas para que la sospecha sea atendida en forma apropiada y oportuna.

La Teoría de Cressey, conocida también como el Triángulo del Fraude, explica por qué gente

buena, a veces puede hacer cosas malas. El fraude se relaciona a la gente y esta, en algún

momento de su vida, puede sufrir de una presión de carácter financiero, la cual generalmente

tiene su origen en codicia o vivir más allá de sus medios, pero también en deudas, vicios,

enfermedades, entre otros. Sin embargo, la presión no convierte a una persona en una

delincuente en forma automática. La persona entra en un proceso de racionalización por el cual

no se ve a sí mismo como cometiendo un robo. Sumadas la presión y la racionalización, aún

falta un elemento, sin el cual no se puede cometer ningún fraude, ese elemento es la

oportunidad. Es justamente en las mineras en particular, pero cualquier organización donde

pueden actuar con éxito.

Dado que generalmente las empresas mineras cuentan con algunos mecanismos de detección

y reacción, el primer paso comprende realizar una evaluación o análisis de brechas, con el fin

de determinar el estado actual y cuál serían las acciones necesarias y la ruta crítica para darle

mayor madurez al sistema.

El fraude es altamente costoso, motivo por el cual necesita ser puesto bajo control.

FIGURA 1

Racionalización

Justificación interna

de quien lo comete

Oportunidad

Debilidades en los

controles internos

Motivación

Incentivos o Presiones de

empleados o la Gerencia

1. El Fraude en los Negocios

Triangulo del Fraude

Avaricia 80%

Necesidad 20%

Fuente: ACFE4

FIGURA 2

2. Sistema de Administración de Riesgo de Fraude

Principales Componentes

7

Fuente: KPMG

Fraude en contratos

La industria minera está particularmente expuesta a riesgos de fraudes y conductas irregulares.

Corrupción, Malversación de Activos y Falsificación de Estados Financieros reúnen esquemas

de fraude tales como conflictos de intereses, manipulación de adquisiciones, incumplimiento de

precios y calidades pactadas, subfacturación, robos, sobrecargo de materiales y mano de obra,

activación y diferimiento indebido de gastos, sobrevaluación de inventarios, cálculo indebido de

regalías, sobrevaluación de reservas, entre otros. Una fuente frecuente de fraudes está

vinculada a la administración de contratos con terceros, en lo que se llama la economía auto-

informada. Esta se basa en relaciones comerciales que intercambian información, que se

fundan en la confianza y formalizadas a través de contratos. En estos contratos, la facturación

de un proveedor se funda en sus propios registros. Un 70% de estos registros son inexactos,

erróneos y en algunos casos fraudulentos.