Problemáticas Del Exilio_Martorano Pablo

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Del país de afuera al país de adentro. Problemáticas del exilio argentino y el retorno democrático. Presentación de algunos ejes y puntos de partida. La problemática del exilio durante la última dictadura militar fue una temática que en la historiografía argentina resultó marginal. El grueso de las investigaciones sobre los setenta está más bien vinculado al conjunto de experiencias dentro del marco territorial argentino. Por lo cual, el exilio político fue presentado como un complemento al proceso, quitándole el valor que tiene en sí mismo. En parte, resultado de una tendencia a delimitar los estudios de procesos históricos nacionales comprendiéndolos únicamente al interior del Estado- nación, donde lo trasnacional queda desdibujado o como un apéndice argumentativo. Aunque en los últimos años, hubo un repunte más que considerable en la cantidad de trabajos publicados, sumado a una renovación en los tipos de análisis propuestos, que resultaron positivos para la comprensión de la temática. Considero esencial el estudio del exilio para poder completar la imagen de los años setentas en la Argentina. Entiendo al exilio como parte de un todo, resultado de las prácticas políticas precedentes al periodo que me propongo analizar. 1

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Problemáticas Del Exilio_Martorano Pablo

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Del pas de afuera al pas de adentro. Problemticas del exilio argentino y el retorno democrtico.

Presentacin de algunos ejes y puntos de partida.

La problemtica del exilio durante la ltima dictadura militar fue una temtica que en la historiografa argentina result marginal. El grueso de las investigaciones sobre los setenta est ms bien vinculado al conjunto de experiencias dentro del marco territorial argentino. Por lo cual, el exilio poltico fue presentado como un complemento al proceso, quitndole el valor que tiene en s mismo. En parte, resultado de una tendencia a delimitar los estudios de procesos histricos nacionales comprendindolos nicamente al interior del Estado-nacin, donde lo trasnacional queda desdibujado o como un apndice argumentativo. Aunque en los ltimos aos, hubo un repunte ms que considerable en la cantidad de trabajos publicados, sumado a una renovacin en los tipos de anlisis propuestos, que resultaron positivos para la comprensin de la temtica. Considero esencial el estudio del exilio para poder completar la imagen de los aos setentas en la Argentina. Entiendo al exilio como parte de un todo, resultado de las prcticas polticas precedentes al periodo que me propongo analizar. El exilio resulta clave para la explicacin de varias cuestiones, en primer lugar sobre las estrategias represivas implementadas por las fuerzas sociales reaccionarias, que entre ellas encontraban la expulsin de militantes del territorio argentino como algo deseable o por lo menos tolerable en caso de no lograr la desaparicin fsica. Por lo cual el exiliado fue aquel que logr desplazarse geogrficamente para salvar su vida.[footnoteRef:2] En segundo lugar, cabe preguntarnos como vincular el exilio con las estrategias de la izquierda revolucionaria[footnoteRef:3] y el por qu de las particularidades y variaciones de estas. Debern ser sealadas a muy grandes rasgos dos cuestiones sobre las estrategias implementadas por los exiliados. Por un lado, existi la intencin de continuar y profundizar proyectos desde la izquierda revolucionaria para tomar el poder y construir el socialismo. Por el otro, una izquierda reformista, que tena en mayor o menor medida una posicin crtica sobre la experiencia revolucionaria y sus mtodos, sumado al repudio de la represin y las polticas implementadas por las fuerzas del orden. La denuncia por violacin a los derechos humanos no se la puede adjudicar a ninguna de las dos tendencias en particular, ambas compartieron est forma de denuncia, aunque una como un medio y la otra ms bien como un fin. Como veremos posteriormente, con el correr de los aos la primera estrategia de la izquierda fue quebrndose hasta casi extinguirse para el ao 1979. Por lo cual, comenz a gravitar la segunda corriente de carcter ms bien reformista. El quiebre de la estrategia revolucionaria tiene sentido si se la comprende desde una ngulo poco analizado por la historiografa del periodo, que es la derrota. Encuentro en la situacin misma de exilio y la derrota como experiencia poltica, elementos que trascendieron a las dispersiones geogrficas que evocaron adems a un lugar y lenguaje en comn. [2: Las motivaciones de estos desplazamientos fueron varias: la prevencin, debido a una amenaza real o potencial, o como plan estratgico de combate desde las organizaciones, o tambin debido a la disposicin sobre detenidos que se les otorg la opcin de exilio, entre otros. ] [3: Previo al inicio de dicho proceso, tal como expone Oscar Tern en su libro Nuestros aos sesentas, en 1958 existi una alianza reformista que uni a sectores de izquierda y el peronismo con Frondizi, la cual lo deriv en su triunf electoral. Por otra parte, Juan Carlos Marn seala que la proscripcin del peronismo y la alianza realizada otorg una experiencia poltica particular al movimiento obrero. Como advierte Juan Carlos Marn en su libro Los hechos armados. Un ejercicio posible, tanto nacionalistas como reformistas tenan en comn la necesidad del desarrollo capitalista argentino. Nacionalismo y reformismo expresaban las mediaciones que utilizaron las diferentes fracciones de la sociedad en la Argentina que intentaron cclicamente implementar momentos de la expansin de las relaciones capitalistas de produccin, en la vida nacional. Siguiendo a Marn, el peronismo fue expresin de la fuerza social reformista y burguesa. Segn Tern y Marn, los sesentas dieron inicio a nuevas formas de expresin poltica. Amplios sectores de la pequea burguesa, intelectuales y la clase obrera cayeron en el desencanto debido a la denominada traicin de Frondizi. Esto sumado a que las experiencias de la Revolucin Cubana, Vietnam, Argelia, etc. generaron una amplia adhesin en sectores de izquierda que vean en ellas una va alternativa. La guerra de guerrillas y el foquismo, o sea la lucha armada y la violencia revolucionaria, ganaron credibilidad como estrategias polticas. Que adems fueron acompaadas por un repudio a toda dictadura, el cuestionamiento a la democracia como forma poltica de dominacin, y la polarizacin discursiva en torno a la poltica.]

El presente trabajo no busca caracterizar al exilio en su conjunto, y poder ser conclusivo en las temticas que aborda. Aunque s de reflejar algunas experiencias haciendo nfasis en la particularidad, y los lugares de debate y de accin poltica de los exiliados. Particularmente me centrar en el caso de exiliados en Mxico, desde el anlisis y relevancia de los debates propuestos en la revista Controversia, para el examen de la realidad en la Argentina como fuente. Posteriormente ampliar sobre el carcter de espacio compartido para el accionar de los exiliados, quienes eran sus partcipes, algunos de los debates propuestos, el contexto en el cual fue publicada esta revista, y como se vinculan con la derrota de la izquierda revolucionaria. Adems propondr algunas hiptesis de trabajo sobre la relacin entre derrota, transicin democrtica, y exilio. Pero antes ampliar sobre el estado en que se encuentra la investigacin sobre el exilio, para luego adentrarme especficamente en cmo fue leda la fuente mencionada. En un comienzo el exilio fue tratado con biografas, ensayos, novelas, cuentos, o poesas producidas por los mismos exiliados, por lo general muy ligados a las emociones, sentimientos y experiencias personales o del grupo que las rodeaba[footnoteRef:4]. Resulta importante para la explicacin hacer hincapi en este aspecto, porque resultaron ser los formadores de la visin que predomin del exilio. Aunque cabe destacar algunas excepciones como la del trabajo de Mempo Giardinelli y Jos Luis Bernetti[footnoteRef:5], principalmente por la bsqueda de superacin de la historia personal y el anlisis de fuentes. En los ltimos quince aos, la temtica volvi a recobrar impulso con investigaciones ligadas a anlisis especializados en regiones geogrficas limitadas, como por ejemplo los casos de Francia[footnoteRef:6], Mxico [footnoteRef:7], Espaa[footnoteRef:8], Italia[footnoteRef:9], y Suecia[footnoteRef:10]. El nico trabajo que recupera una visin colectiva del conjunto de la experiencia latinoamericana exiliar es el trabajo de Lujan Leiva. El resto abarc un colectivo nacional o particularmente algn aspecto de este. Si bien, existe un cuerpo significativo de investigaciones que vinculan a los diferentes gobiernos dictatoriales en Amrica Latina, an falta una sntesis de la experiencia en su conjunto tanto a nivel latinoamericano, como tambin del conjunto de los pases de recepcin de un mismo grupo nacional. Esto resultara un inmenso desafo debido a la gran complejidad que traen aparejadas las experiencias y bifurcacin poltica de los sujetos. [4: Algunos de estos pueden ser Benedetti Mario, Vientos del exilio, Mxico, Nueva Imagen, 1981; Gelman Juan / Bayer Osvaldo, Exilio, Buenos Aires, Legasa, 1984; Cortzar Julio, Argentina, aos de alambradas culturales, Buenos Aires, Krasis, 2008. (publicacin original 1984); Kadi E. El / Rulli J., Dilogos en el exilio, Buenos Aires, Foro Sur, 1984; Ulanovsky Carlos, Seamos felices mientras estamos aqu, Buenos Aires, Pluma, 1983; Cox David, En honor a la verdad, Memorias desde el exilio de Robert Cox, Colihue.] [5: Bernetti J.L. / Giardinelli M., Mxico el exilio que hemos vivido, Memoria del exilio argentino en Mxico durante la dictadura de 1976-1983. Buenos Aires, Editorial Universidad de Quilmes, 2003.] [6: Franco Marina, El Exilio. Argentinos en Francia durante la ltima dictadura, Buenos Aires, Siglo XXI, 2008.] [7: Yankelevich Pablo, Rfagas de un exilio. Argentinos en Mxico 1974-1983, Buenos Aires, Fondo de Cultura Econmica, 2010; Lida / Crespo / Yankelevich (comps), Argentina 1976. Estudios en torno al golpe de Estado, Mxico, Fondo de cultura econmica, 2010. ] [8: Silvina Jensen, La provincia flotante. Exilio en Catalua (1976-2006), Catalunya, Casa Amrica Catalunya, 2007.] [9: Fanego Delia Ana (comp.), Quebrantos. Historias del exilio argentino en Italia, Buenos Aires, Ediciones Fabro, 2010.] [10: Leiva Mara Lujn, Latinoamericanos en Suecia. Una historia narrada por sus artistas y escritores. Center for Multiethnic Research. Uppsala, 1997.]

A continuacin presentar un estado de la cuestin a modo de presentar slo algunos de los estudios histricos de la temtica e introducir algunos ejes de debate. Comenzar con exilio mexicano y democracia, para luego abordar Controversia. Los autores que se expondrn sern: Hugo Vezzetti [footnoteRef:11], Marina Franco, Pablo Yankelevich, y Vernica Gago[footnoteRef:12] . [11: Vezzetti Hugo, Sobre la violencia revolucionaria, Buenos Aires, Siglo XXI, 2009; Hugo Vezzetti Pasado y presente. Guerra, dictadura y sociedad, Buenos Aires, Siglo XXI, 2002.] [12: Gago Vernica, Controversia: Una Lengua en el Exilio, Buenos Aires, Biblioteca Nacional, 2012.]

Dictadura, exilio en Mxico, y democracia desde algunas investigaciones disponibles.

La idea de heterogeneidad de experiencias y el acento en los recorridos previos por los exiliados es una caracterstica referida constantemente en Pablo Yankelevich. La heterogeneidad es un aspecto fundamental para comprender la dinmica interna y las transformaciones producidas en los exiliados a partir de la relacin con las sociedades de recepcin. En Mxico las afiliaciones polticas fueron las que organizaron y conectaron a los exiliados recin llegados, donde la figura de Rodolfo Puiggrs result una convergente constante de esta experiencia. Por otra parte, el gobierno mexicano vea en trminos generales con buenos ojos el ingreso de estos militantes. El eje en comn que atraviesan los trabajos es recuperar el exilio que tuvo lugar en la dcada de 1970 como una experiencia poltica colectiva. De esta manera, los autores reivindican esa experiencia como una modalidad de resistencia dentro del universo de prcticas represivas del terrorismo de Estado. A partir de esta reconstruccin del exilio, se busc devolver el carcter de sujetos activos a los hombres y mujeres que debieron partir al extranjero durante la ltima dictadura militar argentina. Pablo Yankelevich analiza la experiencia del exilio, desde la ideolgica y la forma en que las diversas tendencias polticas de la izquierda argentina se reagruparon en Mxico. Al respecto, se reconstruyen las tensiones vividas por las dos comunidades polticas ms representativas del exilio argentino: el Comit de Solidaridad con el Pueblo Argentino (COSPA) vinculado a la guerrilla armada, principalmente Montoneros, y la Casa Argentina de Solidaridad (CAS) que ncleo a un amplio universo de argentinos con adscripciones polticas dismiles. Con el pasar del tiempo, y el retroceso de la influencia del sector armado de Montoneros, existieron importantes fracturas dentro de la comunidad del COSPA, mientras que a la vez que la CAS creca, no slo en trminos cuantitativos sino en visibilidad de sus tareas intelectuales, culturales y de denuncia internacional de la dictadura argentina. El autor muestra cmo ambas comunidades marcaron la agenda de las discusiones en el exilio, especialmente en materia de derechos humanos, aunque la unidad entre ambos sectores haya sido siempre muy frgil. Principalmente, se puede observar que las agrupaciones constituidas en el contexto internacional, para la accin en resguardo de los derechos humanos violados en Argentina, no tuvieron una interpenetracin muy fuerte con las organizaciones revolucionarias en una primera etapa. Sin embargo, tendrn un cambio de postura que variar respecto de la situacin en cada pas. Muchas veces, aunque los comits de ayuda no tuvieran un perfil partidario definido estaban igualmente animados por un espritu revolucionario. Marina Franco asegura que en el caso francs la formacin de una nueva cultura poltica y de un horizonte de accin distinto en el campo de los derechos humanos se expres en trminos de una despolitizacin de la cuestin. Por otra parte, la prensa mexicana y sus vnculos con el exilio argentino tambin forman parte importante de la actividad poltica. Luego del golpe militar de 1976, la prensa mexicana integr un significativo contingente de exiliados. Pablo Yankelevich expone que esta confluencia de los exiliados argentinos con la creciente atencin que los analistas mexicanos y latinoamericanos, les permiti instalar en la agenda del periodismo nacional al movimiento de las Madres de Plaza de Mayo, el problema de los desaparecidos, la Guerra de Malvinas, entre otros. Fue en este mbito donde se cimentaron los foros de discusin y debate que animaron la publicacin de la revista Controversia para el Examen de la Realidad Argentina, en el cual varios de los miembros del CAS participaron en ella. Adems el autor resalta el carcter de la derrota poltica como condicionante de los cambios del discurso y objetivos de las agrupaciones exiliares. Luego de la Guerra de Malvinas, la posibilidad del retorno se abri para los exiliados produciendo nuevas tensiones. Aquellos que no pensaron en volver fueron calificados de traidores, y quienes lo hicieron se enfrentaron a una serie de dificultades derivadas de la imposibilidad de insercin laboral, y al rechazo de la sociedad argentina. Segn Hugo Vezzetti, una vez producido el retorno democrtico en 1983, la poltica sobre la memoria del pasado reciente se construy fundamentalmente a partir de la recuperacin de los militantes de las organizaciones armadas, en condicin de vctimas del terrorismo de Estado, mientras que su carcter de protagonistas polticos fue opacado u ocultado. En este contexto, el Nunca Ms no incluy al exilio dentro del universo de modalidades represivas y, como consecuencia, los exiliados fueron el sector olvidado de la militancia. Siguiendo al autor, tres factores principales contribuyeron para que esto fuera as. Por un lado, la contundencia del drama de los desaparecidos, seguido por el de los torturados y los presos, que hizo dejar de lado el problema del exilio. Por otro lado, la descalificacin producida por la pervivencia de ciertas ideas presentes en el discurso militar que consideraron subversivos aptridas a los exiliados. Sin embargo, Hugo Vezzetti confronta la memoria social con su propia versin de ese pasado. Esta versin ubica al Proceso como una excepcionalidad en el contexto de un ciclo de violencia poltica socialmente legitimada, por lo cual seala las races de la violencia en las prcticas establecidas por la izquierda revolucionaria. Esta explicacin da cuenta de la forma que toma la guerrilla (verticalista, desvincula de un movimientos de masas, etc.), pero no logra dar respuesta a su origen y desarrollo, porque no comprende a la lucha armada como expresin del desenvolvimiento de la lucha de clases al interior de la sociedad argentina. Retomando el planteo inicial, ahora especificaremos con mayor detenimiento la situacin poltica y organizativa de parte de los exiliados en Mxico. Para esto nos centraremos fundamentalmente en los debates, posiciones y formacin de la CAS. Quedar pendiente para un posterior trabajo detallar el funcionamiento del COSPA[footnoteRef:13]. La CAS fue representativa de la clausura del proceso revolucionario. Un proceso revolucionario que nunca lleg a adquirir la amplitud y afianzamiento necesarios como para resolverse en una situacin revolucionaria[footnoteRef:14]. Igualmente en este trabajo no se analizar el por qu y las consecuencias del golpe militar de 1976 en un sentido ms amplio del ya presentado. [13: Tomar como referencia lo escrito en: Yankelevich Pablo, Rfagas de un exilio. Argentinos en Mxico 1974-1983, Buenos Aires, Fondo de Cultura Econmica, 2010; y Yankelevich Pablo, A la sombra de Montoneros, exilio y poltica en Mxico en: Anuario Lucha Armada en la Argentina, Buenos Aires, Ejercitar la memoria, 2010. ] [14: Se considera que el periodo de 1969 hasta 1976 fue un proceso revolucionario. Este se caracteriza por ser una etapa de la vida social en la cual se quiebran la hegemona burguesa y las relaciones fundamentales que la sostienen, donde adems la burguesa no encuentra forma de resolverlo. Corresponde aclarar, que no necesariamente un proceso revolucionario desemboca en una situacin revolucin, porque las fuerzas revolucionarias pueden ser derrotadas. En este sentido cabra preguntarnos por el comportamiento de las diferentes fuerzas sociales en la disputa por el poder poltico, y el por qu de la derrota para la salida revolucionaria de la crisis. En esta misma lnea, Marn muestra que los hechos armados del campo popular desde 1969 hasta 1976 tuvieron un carcter defensivo. En primer lugar porque la izquierda en el transcurso de la lucha de clases, sufre mayor cantidad de bajas que su rival. Adems, las acciones del sector popular tenan como objetivo la adquisicin de armas y financiamiento, o el enfrentamiento espordico sin llegar a la conclusin del enfrentamiento pleno. Mientras tanto, las fuerzas de la burguesa evidenciaron y tuvieron mayor claridad en que deban liquidar a la fuerza revolucionaria, la expresin de esto fue la creacin de la AAA y el golpe de Estado de 1976. En conclusin, Marn afirma que no existi una disputa por el poder inmediato, por lo cual podemos inferir que la estrategia revolucionaria no estuvo cerca de hacer efectiva la revolucin y tomar el poder. ]

El objetivo ser poder distinguir algunas de las lneas polticas presentes en el exilio, y establecer su contrapartida en el debate intelectual posterior. Pero principalmente tratar de reflexionar sobre la aparicin de un nuevo lenguaje, que si bien fue consecuente con su origen, logr adquirir un sentido enriquecedor para comprender el periodo 1979-1983.

Composicin y lineamientos polticos de la CAS.

La Comisin Argentina de Solidaridad tiene varias particularidades que para el objetivo del trabajo tienen una importante capacidad explicativa. El CAS result ser una organizacin realmente significativa de los exiliados en Mxico, tanto en lo simblico como en lo cuantitativo. Por esto mismo, es necesario precisar algunos ejes los cuales nos permitan evaluarla y, a su vez, encontrarle su razn de ser dentro de la misma comunidad. En su Declaracin de principios ya podemos observar algunos de los elementos que marcaron su accionar:

Su fundacin anteriormente al golpe de Marzo de 1976 responde al propsito de prestar solidaridad a los refugiados argentinos que la necesiten, difundir los aspectos sobresalientes de la experiencia poltica que vive el pas, y denunciar la violacin de los derechos humanos[footnoteRef:15] [15: De la declaracin de principios de la CAS. Aprobado por la unanimidad de los integrantes el 13 de Noviembre de 1976. El documento se encuentra en: Bernetti J.L. / Giardinelli M., Mxico el exilio que hemos vivido, Memoria del exilio argentino en Mxico durante la dictadura de 1976-1983. Buenos Aires, Editorial Universidad de Quilmes, 2003. Pg. 163.]

La CAS tuvo como objetivo representar y prestar contencin a los exiliados que llegaron al suelo mexicano. Dicha recepcin fue indiscriminada desde el punto de vista poltico, por lo cual las bases polticas de los emigrados de la CAS podran considerarse heterogneas. Aunque cabe recordar el predominio de integrantes vinculados de forma directa o indirecta al peronismo montonero en su interior. Por otra parte, el objetivo principal fue la denuncia. La denuncia contribuy a crear la figura de la victima desvinculada de su pasado poltico, y enmarcar la conflictividad social en una direccin unidimensional. En las fuentes disponibles de denuncia, rara vez se mencion siquiera la pertenencia poltica de los secuestrados y/o asesinados por el gobierno militar. Genricos como peronista, sindicalista, representante de la resistencia popular, entre otros, fueron algunas de las referencias. Adems se debe sealar que existi una clara tendencia a enmarcar dentro de un parntesis o directamente omitir la experiencia represiva previa al golpe. La dictadura fue comprendida como un valor en s mismo, opuesta a la experiencia democrtica. En convivencia con esta interpretacin, la escalada de violencia social desde el Cordobazo hacia adelante fue interpretada como una lucha anti-dictatorial omitiendo la violencia poltica durante el rgimen democrtico. En las argumentaciones no hay referencias a proclamas revolucionarias o intenciones de transformacin radicales como bien podramos encontrar en las organizaciones armadas o el COSPA. Como advertimos anteriormente, desde 1974 (periodo en el cual comienzan a formarse las primeras comunidades de exiliados en el territorio mexicano) la propuesta de la CAS fue escasamente representativa en contraposicin con la continuidad de la estrategia revolucionaria propuesta por la COSPA. Sin embargo luego de 1979 existi un engrosamiento de participes dentro de la CAS, sumado a un salto cualitativo en la representatividad del conjunto de los exiliados debido a las personalidades de renombre que se vincularon a ella. La derrota y la debilidad de las tendencias revolucionarias tanto desde lo organizativo como ideolgico tuvieron su impacto al interior de la organizaciones exiliares. El fracaso de las contraofensivas montoneras y el carcter minoritario o inexistente de las otras restantes organizaciones armadas signific el fin de la experiencia revolucionaria, tanto en Mxico como los dems pases receptores. Durante el periodo que abarc 1981 hasta su cierre definitivo en Enero de 1983 con los planes de retorno, el COSPA funcion espordicamente y sin ninguna posibilidad de coordinar acciones significativas.[footnoteRef:16]Durante este periodo la CAS comenz a delinear con mayor precisin sus objetivos polticos y mtodo de lucha. Observemos estos dos fragmentos: [16: Para 1981 ramos cuatro personas que estbamos ah cerrando el COSPA, () ya no era nada, estaba vaco. Entrevista a Carnevale Cristina realizada por Yankelevich Pablo, Buenos Aires, 3 de Agosto de 1999. APPELM-UNAM, PEL/2/A-22, Pg. 22. Fragmento extrado de: Yankelevich Pablo, A la sombra de Montoneros, exilio y poltica en Mxico en: Anuario Lucha Armada en la Argentina, Buenos Aires, Ejercitar la memoria, 2010.]

La Argentina se encuentra sometida por una dictadura militar terrorista al servicio de la oligarqua, los monopolios y el capital trasnacional. Y los principales culpables son las fuerzas armadas en su conjunto () La CAS se plantea como tarea principales de esta etapa: el restablecimiento de la soberana popular y la plena vigencia de los derechos humanos en solidaridad con la lucha emprendida por Madres de Plaza de Mayo por el cumplimiento del precepto constitucional.[footnoteRef:17] [17: Declaracin de la Comisin Argentina de Solidaridad (CAS). Asamblea General. Mxico, D.F., Mayo de 1980. Bernetti J.L. / Giardinelli M., Mxico el exilio que hemos vivido, Memoria del exilio argentino en Mxico durante la dictadura de 1976-1983. Buenos Aires, Editorial Universidad de Quilmes, 2003. Pg. 185.]

(La CAS) tiene una responsabilidad histrica que pasa por una revisin crtica de nuestra prctica que impidan la reiteracin de las concepciones que, en parte, condujeron a la situacin actual. Revisin que posibilite el logro de objetivos revolucionarios que inspiraron nuestras luchas. Esta actividad deber estar ceida a la realidad de nuestro pas para evitar desviaciones ideologistas[footnoteRef:18]. [18: Lista Uno de la CAS Definicin. Programa de Objetivos y Trabajo. Mxico, D.F., Noviembre de 1981, fragmentos. En: Bernetti J.L. / Giardinelli M., Mxico el exilio que hemos vivido, Memoria del exilio argentino en Mxico durante la dictadura de 1976-1983. Buenos Aires, Editorial Universidad de Quilmes, 2003. Pg. 219.]

Existen al menos dos cuestiones principales para delimitar en trminos polticos lo planteado hasta aqu. En primera instancia, la CAS acopl su actividad poltica a las reivindicaciones de las Madres de Plaza de Mayo, que en virtud de esto cierra filas de responsables sobre el elenco dictatorial gobernante. En este sentido, no existi desde la denuncia una articulacin que captara a otros sujetos de la sociedad civil argentina. La generalidad acusativa hacia los grupos econmicos nunca tom una dimensin importante dentro del discurso denunciante. Segn los comunicados de la CAS, el logro de la pacificacin, el reclamo por la justicia a las vctimas, y el retorno de los exiliados a su tierra de origen dependa del restablecimiento de la democracia, la constitucin y la supremaca de la ley. En s, el objetivo poltico de esta organizacin fueron estos ltimos nombrados. Por otra parte, consideraron que para poder asentar y dar forma a sus objetivos, deban diferenciarse de las prcticas polticas devenidas en violencia revolucionaria. Tema trascendental que plante un nuevo punto de partida para gran parte de sus miembros, aunque para otros fue ms bien la solidificacin de la posicin eclctica hacia la estrategia revolucionaria. La diferenciacin de este grupo result fundamental para adquirir legitimidad frente a una situacin inviable de la tendencia revolucionaria. Por esto mismo, la estrategia de la CAS result ser altamente efectiva para captar la representatividad del grueso de los exiliados en Mxico. Resulta imprescindible rechazar una dicotoma total en la existencia de ambas estrategias. Si bien no resultan congruentes debido a que planteaban objetivos diferentes, y fundamentalmente mtodos de lograrlo. No debemos descartar la importancia de la convivencia de ambas desde que se inici el exilio. La creacin la COSPA y la CAS fueron, como sealamos anteriormente, en el mismo periodo, y vinculadas directamente ambas a la figura de Rodolfo Puiggrs. Lo que indica una mixtura de posiciones, y no una direccionalidad unvoca contrapuesta una a la otra. Si bien existieron acusaciones entre dichas organizaciones ( Por ejemplo: derrotistas para la CAS y militaristas y dogmticos para la COSPA), en ningn momento existi una tensin que dilapidara espacios de solidaridad. La preponderancia de la CAS result efectiva por la concrecin de un espacio ms amplio y abierto a nuevas perspectivas en debate, que contribuy a crear una nueva valoracin de la poltica, principalmente en base a concepciones democrticas.

Los exiliados y el debate intelectual: El papel de Controversia.

Para abordar la vinculacin sobre la transicin democrtica y el exilio, resulta necesario precisar cmo se plante el exilio la posibilidad de la transicin y qu posturas tom, una vez derrotada o agotada la va revolucionaria. En este sentido, la derrota fue la antesala de la democracia burguesa desde la perspectiva de estos intelectuales. A partir del anlisis de la revista Controversia responderemos algunos de estos temas. La revista Controversia: para el examen de la realidad argentina fue publicada desde octubre de 1979 hasta Agosto de 1981, y lleg a contar con 13 ejemplares. El grueso de sus escritores fueron provenientes de diferentes experiencias polticas, pero con un elemento en comn: exiliados polticos ahora crticos de la experiencia guerrillera, desde los valores polticos y prcticas que esta misma acarreaba. [footnoteRef:19] [19: Algunos de ellos fueron: Jos Aric, Juan Carlos Portantiero, Sergio Bufano, Carlos balo, Julio Godio, Nicols Casullo, Hctor Schmucler, Oscar Tern, Mempo Giardinelli, Len Rozitchner, David Vias, Adriana Puiggrs, Mario Bernetti, Javier Eliecer (En realidad este es el pseudnimo de Jos Eliaschev).]

Segn los planteos de Pablo Yankelevich, Controversia fue una revalorizacin de la democracia en contra de la tendencia dogmtica de la izquierda, aunque adems cuestion el colaboracionismo de los partidos polticos con la dictadura en la multipartidaria. El autor ve a la revista como una usina democrtica y pluralista de la poltica, que permiti el debate para superar la experiencia militarista de la izquierda. Aunque advierte que Controversia no fue propiedad exclusiva de los miembros del CAS, tampoco niega la vinculacin directa en los principales nombres que aparecen en sus publicaciones. Justamente, la amplitud en el abanico de intelectuales que escribieron en ella, permite reforzar la hiptesis de la existencia de lugares en comn, que se reflejaron en una homogeneidad de temticas, lecturas polticas y acciones concretas de lucha derivadas de estas. Sin embargo, tampoco resultara correcto sobredimensionar la capacidad de la revista en este ltimo aspecto. Pablo Yankelevich seala que Controversia discuti la derrota y la capacidad de creacin poltica en base a tres ejes: la derrota y la crtica a la experiencia guerrillera, la realidad social y poltica, y la construccin de la democracia. En una lnea similar se encuentra la postura de Vernica Gago. Segn ella, Controversia se focaliz en el balance de la derrota. En cuanto sirvi para la preparacin de un nuevo exilio, y fue un experimento de anticipacin frente a lo que se iba a venir. Adems marca tres ejes de debate: la derrota, el exilio como particularidad poltica, y la revalorizacin de la democracia y del socialismo dentro de ella. Al contrario de estos autores, Hugo Vezzetti ve en Controversia nicamente una impugnacin a la violencia de la guerrilla y las responsabilidades de la militancia. Esta postura como vamos a analizar es algo limitada dado el nivel de anlisis real que se propuso y logr la revista. Como expondr ms adelante, el problema en cuestin no es sobre la guerrilla en s, sino la derrota como realidad junto con un replanteo de la estrategia poltica a seguir por la izquierda intelectual. Adems Controversia representa un gran esfuerzo de repensar los condicionantes de la derrota para delinear un futuro, que ya lo estaban pensando como democrtico y no en trminos socialistas en el sentido vanguardista y revolucionario. As, la operacin de Controversia fue construir una voz pblica para hacer un balance colectivo bajo la forma de produccin reflexiva en la que convergen estilos polticos provenientes del marxismo, con experiencia en las tareas editoriales e intelectuales, como es el caso de los ex miembros de la revista Pasado y Presente, sumado a un grupo de militantes y periodistas con afiliaciones peronistas, y en menor medida provenientes del radicalismo, y otros mbitos de la cultura. A continuacin realizar un anlisis de algunas de las discusiones que considero relevantes en torno al problema de la derrota, el exilio y la revalorizacin de la democracia como sistema poltico. Para esto tomar diferentes temticas aparecidas a lo largo de los nmeros de Controversia, y reproducir algunos de los argumentos expuestos con sus respectivas conclusiones parciales.

Un punto de partida para el debate: La derrota en Controversia.

La nota editorial del primer nmero es muy transparente en cuanto al contexto de la creacin de Controversia que es una mera consecuencia del nuevo estado de nimo que confluir en un debate amplio en cuanto a las posiciones existentes. Ahora ms revelador resulta la apertura del debate sobre la derrota y la aceptacin de la misma por parte de este grupo. La nota editorial escrita por Nicols Casullo comunica que:

Muchos de nosotros pensamos, y lo decimos, que sufrimos una derrota, una derrota atroz. Derrota que no slo es la consecuencia de la superioridad del enemigo sino de nuestra incapacidad para valorarlo () Y es posible pensar que la recomposicin de esas fuerzas por ahora derrotadas ser tarea imposible si pretendemos seguir transitando el mismo camino de siempre[footnoteRef:20]. [20: Casullo Nicols, Nota editorial, en: Controversia N1, Octubre de 1979. Mxico. Pg. 2.]

La idea de derrota como hecho irreversible aparece a lo largo de toda la revista. Por momentos como eje principal de anlisis, u otras como disparador o de manera implcita. En Discutir la derrota, el termino fue situado como clave. El texto argumenta que:

una indagacin sobre las razones de lo que en clave del exilio argentino en Mxico se ha dado llamar la derrota, no puede soslayar el anlisis del guevarismo y de su prolongacin a las teoras de la dependencia nicamente. Debe responder a la amplitud que exige el hecho[footnoteRef:21]. [21: Lpez Ernesto, Discutir la derrota, en: Controversia N4, Febrero de 1980. Mxico. Pg. 13.]

Este ltimo comentario nos permite visualizar la centralidad y la nueva dinmica. Sobre todo en torno a la pregunta: en qu trminos se deba debatir la derrota? Podemos advertir desde los mismos ndices de las revistas que el debate deriv no slo en una cuestin tctica poltica y la elaboracin emotiva de la misma, sino que adems trajo aparejado una interpelacin profunda de los conceptos tericos de la izquierda. Por su parte, Hctor Schmucler remarc que:

el punto de partida debera ser ms simple: estamos aqu porque fuimos derrotados () Ya hemos dicho, dolorosamente, que nosotros estamos en el bando de los derrotados[footnoteRef:22]. [22: Schmucler Hctor, La Argentina de adentro y la Argentina de afuera, en Controversia N4, Febrero de 1980, Mxico. Pg. 14]

Podemos interpretar que la nueva situacin, retrat la particularidad en la que se encontraban estos intelectuales. En cuanto buscaron crear un nuevo lenguaje poltico propio debido a su condicin, porque por un lado fueron exiliados polticos que tratan de comprender la situacin argentina por fuera de la Argentina. Pero por otra parte, la derrota fue leda en clave de debate sobre supuestos tericos y prcticos para transformar y convivir con su propia realidad. Difundir el anlisis, donde ponan a la derrota como punto de partida comn, signific abrir un polmico espacio de declaraciones y debates. Los debates, en muchos de los casos, irrumpieron sobre los conocimientos especficos previos de los sujetos. Vale la pena volver a recalcar, que la derrota fue el punto de partida inevitable para efectivizar este nuevo estado de la cuestin. Si bien no fue leda de la misma manera por todos, esta aparece explcitamente o implcitamente como irreversible y trgica en el grueso de los escritores de Controversia. En este sentido la derrota ser la piedra de toque capaz de articular las diferentes reflexiones, el matiz, y las estrategias polticas propuestas, pero sobre todo, se convirti en una reevaluacin de las condiciones existenciales y morales del grupo. Ahora veremos algunos de los debates centrales relacionados con la derrota: el exilio como particularidad individual y colectiva, la guerrilla y la teora de los dos demonios, el desaparecido y los derechos humanos, y la crisis del marxismo y la democracia. Si bien la derrota resulta imprescindible para reconocer los puntos de arranque de los debates, resultara excesivamente reduccionista ponerlo como nico eje de debate y como nico fin. Cada temtica propuesta posee valor por s misma, y fue al mismo tiempo una condicin de reflexin para la superacin de la derrota poltica. Los argumentos esgrimidos no fueron un discurso derrotista, sino que se enmarcar discusiones dnde ya estaba madurado este hecho, y por lo tanto tienden a dejarlo en un segundo plano aunque inevitable. Por otra parte, sera parcial no mencionar que existieron otros debates tan importantes como estos al interior de la revista. Por lo que lejos est de los propsitos del trabajo de dar por concluidos los relevamientos a todos los problemas plasmados en Controversia.

Interpretaciones y lecturas sobre la condicin de exiliado.

Los debates al interior de la revista fueron en gran medida amplios. En muchos casos la puesta en escena de alguna problemtica no necesariamente deriv en la ampliacin o continuidad del mismo. Lo cual refiere a la trascendencia de algunos debates sobre otros. Uno de los casos que ms trajeron cola a lo largo de casi toda la revista, fue la condicin de exiliado. Como veremos a continuacin, podemos advertirla como un segundo punto de arranque para el debate de los miles de exiliados dispersos no slo en Mxico, sino tambin en diferentes lugares del globo. Definir el exilio era tambin en parte, aceptar, negar o resignar premisas polticas. Adems, el debate result enriquecedor porque contribuy a conocer las propias visiones que se tenan del exilio, y los puntos de contacto y discrepancias a un nivel detallado. A continuacin expondr brevemente cuatro visiones desarrolladas en las pginas de Controversia por: Hctor Schmucler, Rodolfo Terragno, Len Rozitchner, y Mario Molina y Vedia. Adems ampliar el anlisis con los aportes de David Vias y Mempo Giardinelli, y con la polmica entre Osvaldo Bayer y Rodolfo Terragno que sirve como sntesis y evidencia de los lugares ms crispantes de la condicin de exiliado. La derrota dentro del discurso poltico de Controversia tambin influy las concepciones que se realizaron del mismo exilio. Hctor Schmucler, como ya hemos sealado en parte, en su texto La Argentina de adentro y la Argentina de afuera postul que la condicin exiliar impone una distancia con la Argentina de adentro (La Argentina definida hacia adentro de la sus fronteras) y la Argentina que surge del imaginario y del esquema abstracto de los exiliados (la Argentina de afuera). Para Schmucler el exilio no debe ser entendido desde la impersonalidad de los hechos, sino desde la construccin de un nosotros que parta desde el reconocimiento de la derrota propia. Entonces entiende

por exiliados a aquellos que por una u otra razn poltica salieron de pas porque les resultaba insoportable continuar en l (...) Un reconocimiento de nosotros mismos pasa por la recuperacin de una subjetividad que nos permita precisar desde donde hablamos.[footnoteRef:23] [23: Schmucler Hctor, La Argentina de adentro y la Argentina de afuera, en Controversia N4, Febrero de 1980. Mxico. Pg. 14.]

Por otra parte, Len Rozitchner tambin recuper como aspecto central de la problemtica del exiliado la derrota y la subjetividad, aunque con otros matices conclusivos diferentes. Donde la subjetividad aparecer en la centralidad de los discursos para leer al exiliado.

El fracaso y la derrota que culmin en el exilio verifica una distancia abierta en su trmino: aquella que separa lo imaginario de lo real. Y nos preguntamos: lo que sorprende como fracaso en la esperanza del triunfo que el terror arras.[footnoteRef:24] [24: Rozitchner Len Psicoanlisis y poltica: La leccin del exilio, en Controversia N4, Febrero de 1980. Mxico. Pgs. 5-6.]

Luego de un extenso anlisis de corte freudiano, el autor comprende que el mayor punto de inflexin fue la eliminacin del miedo cercano a la muerte por parte del exiliado. El exiliado es aquel que huye y escapa de su destino de muerte. Entonces el exiliado es un ser de excepcin producto de todo trance que el desagrado o la falta de xito le present en su nueva situacin. La condicin del exiliado sera particular, no solamente por su condicin de derrotado como en Schmucler, sino por las consecuencias que dej la misma lejana y la violencia del pas. Por lo tanto, el eje est puesto en la particularidad y las formas que tomaron las experiencias a nivel individual, pero partiendo del problema en comn. En consonancia con esta ltima postura se encuentra la interpretacin de David Vias. Si bien su texto no tiene como objetivo realizar un anlisis del exilio, podemos atisbar algunos elementos con los cuales se aproxima a la temtica. Vias se pregunt por la razn de ser del exiliado, conformando un entramado dialctico sobre la situacin del militante exiliado, y del militante frente a la represin dictatorial. Con respecto a esto, el escritor y ensayista expresa: Y que es la diferencia (lo que tiene que diferenciar) nuestra palabra respecto del discurso del poder. Nuestra valenta y nuestros miedos (la valenta de asumir nuestros miedos) de la jetoneada de la dictadura Porque Videla es un jetn uniformado. Jetonea. Y si por un lado saca el pecho por el otro se arruga () Puestas afuera: para que no perturben con sus voces. Afuera. Como los exiliados que estamos aqu: excluidos. O como los exiliados de all: encerrados, enterrados, acallados [footnoteRef:25] [25: Vias David, Unidos y preparados, en Controversia N6, Mayo de 1980. Mxico. Pgs. 29-30.]

Dar la cara, jetonear y poner el cuerpo aparece como una accin de lucha desde el exilio, una exclusin que no se acobarda pero siente el miedo. En este caso, jetonear al miedo impuesto pero tambin frente a la cobarda de la Junta militar, fue reclamar por la verdad de los exiliados de all. Ac, vuelve a aparecer la divisin entre aquellos que se quedaron en Argentina y los exiliados. Sin embargo, no es lo determinante dentro de este discurso. Vias y Len Rozitchner centralizan sus argumentaciones en la subjetividad a travs la muerte y el miedo/valenta frente a ella. La derrota, con su compromiso y muerte, resultan ser la antesala inevitable de estos discursos y del exiliado como actor poltico. En una entrevista, coetnea a estos escritos, David Vias y Mempo Giardinelli, el segundo hizo referencia a varias de las cuestiones ya plasmadas previamente pero con un nfasis nuevo que aporta un contrapeso importante del concepto exilio. Giardinelli afirma que:

El exilio, representa un desgarramiento visceral que implica tambin una necesidad de desplazamiento geogrfico. Ese desplazamiento geogrfico no necesariamente implica el trasladarse o cambiarse de pas. Tambin puede ser el trasladarse de barrio, provincia, hacia un seno familiar, y es una forma de reclusin en ltima instancia. El exilio tambin te recluye, es una forma de prisin. Y la prisin se puede dar hacia fuera de un pas o hacia el interior mismo de la sociedad Argentina () Estuvieron exiliados al interior de la sociedad. La sociedad los margin, por lo mismos condicionantes que a nosotros. Capaz con alguna variable de los condiciones por los cuales pudieron o quisieron realizarlo al interior. Pero eso ya es otra cuestin () La idea con nuestro accionar es rebelarse contra el silencio impuesto desde arriba, uno lo ha combatido creando desde el exterior, pero hubo gente muy valiosa que lo combate desde adentro.[footnoteRef:26] [26: Entrevista realizada por Sal Sosnowski a David Vias y Mempo Giardinelli. En Seas de exilio: David Vias y Mempo Giardinelli con Sal Sosnowski. Enero de 1980, Mxico D.F.Soporte audio-visual.]

En su respuesta vuelve a aparecer en la centralidad de la explicacin la subjetividad del exiliado, en cuenta es un sobreviviente de un drama que lo afecta personalmente y adems caracteriza al colectivo exiliar. Sin embargo, tambin podemos notar que realizaron una revalorizacin de aquellos que se quedaron en Argentina e impusieron en la escena nacional e internacional (el mismo hecho que pueda saberlo es prueba suficiente para decir su trascendencia), una resistencia abierta frente a gobierno de facto. Este discurso dialoga contra adjetivaciones peyorativas al estilo de traidor o sus variantes. Era traidor aquel que, en la desconfianza frente a ex compaeros de militancia, pudo quedarse dentro del pas y sobrevivir. Mempo Giardinelli evoc a incluir positivamente a estos dentro de un exilio, ahora ms amplio. Ya desde un ngulo bastante diferente, y tambin algo disonante en la revista, Mario Molina y Vedia exigi sacar el cariz personal y nostlgico de primera persona (en palabras del autor, subjetivista). Denuncia el riesgo banalizar la condicin exiliar. Por lo cual, dice que:

frente a nuestra lucha, los regresos constituyen un problema poltico que debe plantearse y resolverse en el plano de las organizaciones de resistencia con criterios y pautas de lucha revolucionaria[footnoteRef:27] [27: Molina y Vedia Mario, A propsito del exilio y los retornos, en: Controversia N8, Septiembre de 1980. Mxico. Pg. 16.]

Mario Molina y Vedia dej de lado la naturaleza y condiciones del exilio en s. La omisin a una definicin clara, la crtica a interpretaciones sentimentalistas, y la propuesta de lucha revolucionaria referira a una lectura ms bien transicional del exilio. El exilio comprendido en la continuidad del proyecto revolucionario, donde regresar al pas de origen es un paso fundamental para concretarlo. Capaz la mayor particularidad de este artculo es la negacin de la derrota, y el deseo de un plan de lucha que permanecera en una lnea revolucionaria. Resulta trascendente remarcar que este tipo de discursos quedaron aislados al interior de los debates de la revista. Por lo cual, su lgica encuentra mayor afinidad con algunos de los comunicados de agrupaciones que, an en desmedro de su potencialidad real para incidir en la coyuntura, seguan reivindicando la lucha armada como medio para hacer poltica.[footnoteRef:28] [28: Como en los casos de sobrevivientes de PRT-ERP, Organizacin Comunista Poder Obrero y, relativamente ms gravitatorios, Montoneros y sus desprendimientos (el Peronismo Montonero Autntico liderado por Rodolfo Galimberti y Gelman, y el Montoneros 17 de Octubre al cual suscribieron Miguel Bonasso, Jaime Dri, Daniel Vaca Narvaja, entre otros).]

Una cuarta posicin surge desde las hojas de la revista, que desemboc en uno de los debates ms extensos de la revista. Rodolfo Terragno dio un giro semntico y ms polmico en la interpretacin subjetiva del exiliado, en la que retom la diferenciacin, ampliamente aceptada por los expositores de la revista, entre los argentinos de afuera y los de adentro. El exilio en el pensamiento de Terragno aparece como un privilegio. Donde, el exilio fue mal interpretado, producto de una sobre-victimizacin de los propios exiliados de afuera, y en desmedro de aquellos que murieron o an permanecen en Argentina. En esta lnea discursiva el autor dice: El destierro siempre fue un privilegio. Quines son las verdaderas vctimas de las dictaduras? Nosotros que padecemos la presin de la nostalgia, o aqullos que respiran el monxido de la represin? Los que nos desahogamos en Le Monde Diplomatique, o los que debes rumiar frente a la boca de una metralleta?[footnoteRef:29] [29: Terragno Rodolfo, El privilegio del exilio, en: Controversia N4, Febrero de 1980. Mxico. Pg. 9.]

Como respuesta a esta lectura, Osvaldo Bayer polemiz directamente sobre la concepcin de un exilio comparativamente privilegiado:

El error parte de que tratas de comparar a los exiliados con quienes hacen all, en nuestro suelo, la resistencia diaria. Son dos cosas muy distintas, dos aspectos del mismo problema () Mi proposicin a todos aquellos intelectuales que estn en el exilio por sus obras y por su constante defensa de los derechos humanos y del sistema democrtico a preparar un plan de regreso en conjunto a nuestro pas[footnoteRef:30] [30: Bayer Osvaldo, Una propuesta para el regreso. Respuesta a Rodolfo Terragno, en: Controversia N7, Julio de 1980. Mxico. Pg. 7.]

La respuesta de Bayer estaba dirigida a la actitud quietista y conformistas de los planteos de Terragno. Adems es crtico con la nocin de privilegio, recordando los sufrimientos de los exiliados y el aguerrido compromiso. Sin embargo, este artculo comparte un elemento con el texto de Mario Molina y Vedia, que como ya sealamos anteriormente fue un artculo aislado, tanto es as que no entr directamente en polmica con ningn otro. En esta lnea, la defensa de los derechos humanos y la democracia son el motivo de la lucha de los exiliados, lo que se condijo con el lenguaje de la revista. La inquietud de Osvaldo Bayer de conformar un colectivo que se propusiera como objetivo el retorno al pas abri una arista importante en el problema del exiliado. Igualmente, la polmica tuvo un segundo bloque. En la cual Rodolfo Terragno insisti con la idea de privilegio y rechazo al proyecto de retorno (Por lo menos en las condiciones en la que se encontraban en ese entonces):

Cmo negarlo? Cmo negar que sea preferible repartir volantes en Berln a tener la boca amordazada; hacer una huelga de hambre en Miln a sufrir el hambre impuesta () Si lo que queramos era correr los riesgos, debimos quedarnos, o haber vuelto cuando los tiroteos eran ms nutridos () Te cambio, pues de propuesta. Renunciemos a un ocioso (y privilegiado) retorno con fanfarrias.[footnoteRef:31] [31: Terragno Rodolfo, Privilegio que duele aprovechar, en: Controversia N9-10, Diciembre de 1980. Mxico. Pg. 6.]

Bayer respondi interpelando el rol que tuvieron como intelectuales, y la importancia de sumarse a los movimientos populares, y dejar de lado recelos intelectuales, para coordinar un regreso prximo:

Ese renacer de las fuerzas populares en nuestro pas en su lucha por la democracia nos llama a que bajemos del mangrullo de marfil en que nos encontramos actualmente y entremos a caminar juntos mirando hacia el sur[footnoteRef:32] [32: Bayer Osvaldo, El papel del intelectual, en: Controversia N11-12, Abril de 1981. Mxico. Pg. 23.]

Por su parte y dando por concluido el debate, tanto de la situacin privilegiada del exiliado como del proyecto de retorno. Rodolfo Terragno respondi:

Ya no hay nada que debatir. Diferimos, solamente, en cuanto a los medios de pago; pero vos y yo sabemos que el exilio crea una deuda. Admitamos que es un privilegio. Tu propuesta en ponerle trmino. Yo creo que esa renuncia a destiempo no nos redimira. () Creo que deberamos dedicarnos, con humildad a buscar respuestas, y no a procurar un aura de herosmo. Herosmo que no tuvimos en el momento oportuno[footnoteRef:33] [33: Terragno Rodolfo, El exilio crea una deuda, en: Controversia N11-12, Abril de 1981. Mxico. Pg. 23.]

Sobre los diferentes argumentos presentados por ambas partes, debemos remarcar el clima propicio al debate en torno al regreso. Si bien Osvaldo Bayer construy una versin ms altisonante a nivel discursivo que Terragno, la diferencia principal radic en la cuestin temporal del retorno y valoracin hacia ellos mismos. Bayer argument un rol positivo y hasta decisivo en el accionar de los exiliados para crear las condiciones del retorno, sin olvidarse de la lucha de las fuerzas populares, y evitando crear una carga valorativa diferente (por lo menos en forma aparente) entre los que se quedaron y el exiliado. Bayer proyectara una potencialidad tentativa en el exiliado, donde este podra convertirse en un elemento clave para la reconstruccin de la democracia y la vuelta al Estado de derecho, enmarcndolo dentro de una visin ms bien optimista en los tiempos y la forma del regreso. Por otra parte, Rodolfo Terragno consider esencial que estn dadas todas las condiciones para el retorno (democracia y garantas), al igual que Bayer. Sin embargo, la nocin de exiliado como privilegio, es altamente polmica y podemos notar su permanencia en algunos discursos y lneas interpretativas sobre la militancia, tanto durante los setenta y en el lenguaje de la revista, como luego con el advenimiento de la democracia. La separacin entre quienes fueron las vctimas ms afectadas, da cuenta de la asignacin de una mayor o menor culpabilidad dentro del conjunto de agraviados por el accionar procesista. El exiliado no tendra, desde la visin de Terragno, la primaca moral para ser quin encarne los valores democrticos y defensa de los derechos humanos, sino aquellos que permanecieron en el pas y realmente sufrieron. Si bien, por momentos esta lectura no escapa de ser algo simplista, claro est que no todos los exiliados vivieron una situacin ni siquiera cercana al privilegio como podemos atestiguar por las condiciones de vida y persecucin poltica, sin embargo existi una mayor aceptacin de esta interpretacin. Cuando en el Nunca Ms fue negada por omisin la cuestin del exilio, respondi a una lnea interpretativa ms bien cercana a la de Terragno. El exilio apareci, en gran medida, durante la vuelta a la democracia como un elemento accidental o colateral del accionar represivo, y cargado de sospechas (o hasta incluso una explcita segregacin). La construccin de la imagen del exiliado fue cimentado en un gran regreso sin fanfarrias. Sumado a estos temas, en varias de las lecturas polticas presentadas, apareci como variable relevante la cuestin del exiliado interno, o sea aquel que sufri el tormento y desarraigo quedndose en Argentina. Dicha cuestin no est resuelta en las lecturas de los mismos exiliados, ni siquiera est abordada por investigaciones sistemticas en el presente. Tal vez en parte, porque en trminos estrictos se consider exiliado slo aquel que bajo circunstancias especficas ya explicadas, debi partir de su patria (en el sentido ms amplio que se pueda utilizar el trmino), lo cual le neg la especificidad a este objeto de estudio. Queda por fuera de las intenciones y posibilidades de este trabajo, abordarlo detenidamente para crear una evolucin ms minuciosa y adecuada del mismo.A modo de cierre, debemos destacar la excepcionalidad del exilio. Este exigi una fuerte reflexin por parte de sus miembros. El hecho del exilio tanto interior como exterior, ledo en una clave de dispora, marc una serie de condicionamientos importantes para una generacin. Como pudimos observar, este exilio en particular no se puede equiparar con una migracin econmica. Los exiliados construyeron una crtica poltica mientras sentan el vacio para una accin colectiva. El punto de partida fue la derrota, pero este hecho no dice nada por s slo. Los diferentes discursos buscaban constatar el ncleo subjetivo que posee toda resistencia, y reflejan una continua transformacin y asimilacin a la nueva situacin.

La violencia revolucionaria y los derechos humanos.

En las siguientes lneas tratar la problemtica de la violencia revolucionaria, su vinculacin con la derrota y algunas de las lneas polticas que se desarrollaron como consecuencia directa de esto. Sergio Bufano realiz un anlisis sobre la derrota desde una perspectiva histrica en sus artculos titulados La violencia en Argentina: 1969-1976[footnoteRef:34]. En estos propuso analizar desde una perspectiva crtica el proceso de violencia iniciado en 1969, donde el Cordobazo fue su gnesis, con la manifestacin pblica de las primeras acciones armadas, hasta fines de 1976, fecha indicadora de la culminacin de una derrota. Los artculos buscaron delimitar quines perdieron, y en segunda instancia enmarcar la violencia revolucionaria dentro de un clima de represin y avance popular. Por lo cual, advierte sobre la inevitabilidad de la violencia como medio de acceso al poder para concretar la revolucin socialista, y llega a la conclusin de que la superacin del foquismo est en una estrategia que incorpore a las masas y niegue a la violencia en esa legitimidad popular. [34: La respuesta est divida en dos artculos: Bufano Sergio, La violencia en Argentina: 1969-1976, en: Controversia N1, Octubre de 1979, Mxico. Pg. 16; Bufano Sergio, La violencia en Argentina: 1969-1976, en: Controversia N2-3, Diciembre de 1979, Mxico. Pg. 10.]

Lo que nos interesa destacar es que el foquismo, como germen aislado que se reproduce automticamente, que basa toda su poltica en el poder de fuego y el acceso espontaneo de las masas.[footnoteRef:35] [35: Bufano Sergio, La violencia en Argentina: 1969-1976, en: Controversia N1, Octubre de 1979. Mxico. Pg. 16.]

La crtica no estaba en la violencia revolucionaria sino sobre la forma en la que fue efectuada, en tanto que para Sergio Bufano la crtica a la misma fue, en ltima instancia, resultante exclusivamente de la derrota aparejada, porque: la lucha armada slo se justifica cuando se triunfa y ustedes en la Argentina fueron derrotados.[footnoteRef:36] [36: Bufano Sergio, La violencia en Argentina: 1969-1976, en: Controversia N2-3, Diciembre de 1979. Mxico. Pg. 10.]

Aqu emerge la relevancia de la discusin sobre la derrota, porque de ella derivan las explicaciones histricas que posteriormente se harn propias durante la transicin democrtica. La derrota interpel al conjunto de valoraciones sobre la violencia revolucionaria y las consecuencias de la misma, y por contrapartida el alcance de los derrotados, sus derechos, y nivel de culpabilidad. Sobre estas ltimas cuestiones, surge la problemtica de la denuncia sobre violaciones a los derechos humanos desde organizaciones exiliares, vinculadas directamente o indirectamente con las guerrillas. Por su parte Hctor Schmucler discute con la posibilidad de que las organizaciones armadas hagan suya la lucha por los derechos humanos:

Lamentablemente la guerrilla ha pasado a confundir su imagen con la del propio gobierno en la media en la que ha cultivado la muerte con la misma mentalidad () Nada de esto la coloca en posicin favorable para reivindicar los derechos humanos. [footnoteRef:37] [37: Schmucler Hctor, Actualidad de los derechos humanos, en: Controversia N1, Octubre de 1979. Mxico. Pg. 3.]

Y agrega:

No es necesario inflar las cifras para agrandar el horror. Seguramente no es verdad que existan 30.000 desaparecidos en la Argentina, pero 6.000 o 7.000 es una cifra pavorosa.[footnoteRef:38] [38: Schmucler Hctor, Actualidad de los derechos humanos, en: Controversia N1, Octubre de 1979. Mxico. Pg. 3.]

Adems, cuestion el valor mismo y el alcance de las denuncias realizadas en base a los derechos humanos, preguntndose por el valor de los muertos a causa de la guerrilla:

Los derechos humanos son vlidos para unos y no para otros? () existen formas discriminatorias de dirimir que otorga valor a una vida y no a otras?[footnoteRef:39] [39: Schmucler Hctor, Actualidad de los derechos humanos, en: Controversia N1, Octubre de 1979. Mxico. Pg. 3.]

En el nmero siguiente y como respuesta a los planteos de Hctor Schmucler, Luis Bruschtein Bonaparte realiz una extensa respuesta en defensa de la accin de Madres de Plaza de Mayo y de la radicalidad de la consigna aparicin con vida, donde el acento estuvo puesto en la legitimidad de los reclamos. El autor contesta:

Nadie, solamente el gobierno, puede decir sin ruborizarse que estas denuncias son infladas. () Una cosa es criticar la prctica militar nacida de una visin distorsionada de la realidad y otra es negarle al pueblo el derecho legtimo para defenderse de la agresin despiadada de que es objeto.[footnoteRef:40] [40: Bruschtein Bonaparte Luis, Derechos humanos: sin abstracciones ni equidistancias, en: Controversia N2-3, Diciembre de 1979. Mxico. Pg. 16.]

En trminos amplios la revista hizo nfasis en resaltar el carcter errneo de la estrategia armada como mtodo para alcanzar el poder, y tambin una impugnacin general a la violencia revolucionaria. La lucha armada, en el sentido foquista del trmino, fueron interpretados como el elemento disuasorio por el cual se alejaron de la lucha de masas y de la aspiracin a una real participacin popular[footnoteRef:41]. Dnde adems, el fracaso de dicha estrategia y de la incapacidad de los militantes revolucionarios para efectuar una correcta lectura de su situacin, provoc la derrota poltica. Para estos autores, la derrota abri la posibilidad de reinterpretar qu hacer y cmo entender polticamente a los cados. Los trminos en los cuales saltaron a escena los derechos humanos fueron, en primera instancia, producto de la derrota de la experiencia revolucionaria. [41: En la revista no se realizaron matices directos entre las diferentes concepciones de vanguardia existentes o un anlisis del funcionamiento organizativo de las organizaciones armadas. Para PRT-ERP vase: Antognazzi, La lucha armada en la estrategia poltica del PRT-ERP (1965-1976) en:Razn y Revolucin3, Buenos Aires, 1997; Para Montoneros vase: Ernesto Salas, El rumbo errtico de la vanguardia montonera en: VV.AA Lucha Armada en la Argentina Nmero 8, Buenos Aires, Ejercitar la memoria editores, 2007, y Ernesto Salas, El debate entre Walsh y la conduccin montonera en: AA.VV Lucha Armada en la Argentina Nmero 5, Buenos Aires, Ejercitar la memoria editores, 2006.]

Las posturas expuestas comparten este punto de referencia por ms dismiles que fueran las conclusiones que hayan derivado. Sin embargo, en ltima instancia, en estas reflexiones se puso nfasis sobre si la denuncia y el reclamo por los muertos y desaparecidos es adecuada dadas las condiciones en las que se desarroll. La problemtica del alcance de los reclamos sobre las vctimas y la derrota aparecieron como un elemento problemtico, por lo cual su debate fue complejo. Desde la perspectiva de Schmucler, la derrota fue producto del fracaso de la lucha armada y por lo tanto del triunfo de las fuerzas reaccionarias dentro de un conflicto social, donde adems resultara difcil diferenciar los mtodos empleados para lograrlo desde ambas partes. Por lo cual, el pedido de enjuiciamiento slo sobre el sector gubernamental sera una falacia para la total vigencia de los Derechos Humanos. En polmica con esto, Luis Bruschtein Bonaparte no niega la existencia del conflicto (o de la lucha armada), pero le otorga otro sentido al darle un carcter defensivo, popular y anti-dictatorial. Donde la vigencia de los Derechos Humanos estara en beneficio de las vctimas y no de los agresores. En consecuencia, la vinculacin directa que estableci Bruschtein Bonaparte con la labor por los derechos humanos llevado por las Madres de Plaza de Mayo como espacio a seguir, fue reflejo de una tendencia que ir en aumento a medida que el restablecimiento de la democracia y garantas sea ms prximo. La lnea propuesta por Madres result relevante en la reivindicacin de organizaciones de exiliado y parte importante de los miembros de la revista al momento de tratar la temtica de derechos humanos, lo que cre una confluencia estratgica de los exiliados hacia esta ltima postura desarrollada. La problemtica del desaparecido, como figura que articula la denuncia, tambin result un tema de discusin, si bien acotado no por eso menos relevante. El elemento en conflicto, no fue su lugar de vctima del desaparecido sino la cantidad de los mismos. La problemtica surgi desde la significacin misma del nmero donde, segn Bruschtein Bonaparte, result un elemento importante para demostrar la magnitud de la represin estatal, aunque como bien argumenta Schmucler, la reduccin del nmero no implica que ese acto fuera menos repudiable. Estos debates no van a seguir siendo profundizados en los siguientes nmeros de la revistas. Sin embargo resultan precursores en algunos de sus aspectos, tienen una cuota de continuidad en debates, argumentaciones y posicionamientos durante la transicin democrtica y la lectura sobre el pasado reciente, lo que implicara una insercin y relevancia de dichos discursos en la trayectoria de los organismos de derechos humanos en la Argentina.

La crisis del marxismo y la transicin democrtica en Controversia.

La condicin exiliar y la derrota hacen eco en la crisis del marxismo que se reflej en un nivel particular por la cuestin argentina, y adems por el fracaso de diferentes experiencias revolucionarias y desilusiones sobre la evolucin de las experiencias del bloque sovitico. Y por otra parte, la voluntad de asumir la derrota del proyecto revolucionario propio. El marxismo como planteo terico y prctico devendr en uno de los temas centrales en Controversia. Tal como explica Emilio pola:

Al llegar a Mxico me encontr con que all ya haban comenzado una crtica en grande a la experiencia revolucionaria de los sesentas y setenta, y sta sin dudas vino a afectar ciertos aspectos de mi visin del marxismo. [footnoteRef:42] [42: Entrevista realizada por Javier Trmboli, en La izquierda Argentina, Buenos Aires, Manantial, 1998, Pg. 157.]

Las discusiones presentes crearon una interaccin entre la coyuntura internacional y la realidad argentina. La derrota latinoamericana pas a dialogar con los debates mundiales que van de la socialdemocracia a las nuevas izquierdas, tal como da testimonio Nicols Casullo:

Se discute en Controversia: () La crisis de marxismo como crisis de la revolucin terica, poltica, ideolgica. O sea el fin de una poca. En el marco de lo que atraviesa Europa Eurocomunismo, el 68 parisino- Nosotros situamos una derrota latinoamericana.[footnoteRef:43] [43: Entrevista realizada por Vernica Gago a Nicols Casullo en Buenos Aires, Mayo del 2005. En: Vernica Gago, Controversia: Una Lengua en el Exilio, Buenos Aires, Biblioteca Nacional, 2012. Pg. 84.]

Gran parte de estos artculos estn ligados a nombres de los Cuadernos de Pasado y Presente, aunque tambin de otras publicaciones cuyo anlisis sobrepasa a las intenciones de este texto pero no por eso mismo se consideran menos relevantes[footnoteRef:44]. Algunos de los ms representativos en Controversia fueron: Jos Aric[footnoteRef:45], Oscar del Barco[footnoteRef:46], Oscar Tern[footnoteRef:47], Juan Carlos Portantiero, Ludolfo Paramio y Jorge Reverte[footnoteRef:48], entre otros. Muchos de estos debates estarn en los 80 relacionados con otro tipo de transicin que no es la socialista, sino la democrtica. La revista posee una seccin denominada La democracia difcil, que bas su discusin sobre la revalorizacin de la democracia. Aric, ya desde el primer nmero y en consonancia con estos dos temas desarrollados, present una apertura al debate de la crisis del marxismo para pensarlas desde la prxima transicin democrtica: [44: Un caso muy relevante son la coleccin de Cuadernos Polticos, y por otra parte se podra armar de una lista bastante extensa, que conviene revisar detenidamente sobre la trayectoria intelectual de cada uno de ellos. Algunos ttulos relevantes son: Aric Jos La cola del diablo. Itinerario de Gramsci en Amrica Latina, Punto Sur, 1988; Aric Jos Marx y Amrica Latina, CEDEP, Lima, 1980; Portantiero Los usos de Gramsci. Estado y poltica en el debate de entreguerras. Edit. Folios, Mxico, 1981.] [45: Aric Jos, La crisis del marxismo, en: Controversia N1, Octubre de 1979. Mxico. Pg. 13; Aric Jos, Amrica latina como unidad problemtica, en: Controversia N14, Agosto de 1981. Mxico. Pg. 19.] [46: Del Barco Oscar, Observaciones sobre la crisis del marxismo, en: Controversia N2-3, Diciembre de 1979. Mxico. Pg. 12.] [47: Portantiero Juan Carlos, De socialismos, marxismos, y naciones, en: Controversia N7. Julio de 1980. Mxico. Pg. 20; Portantiero Juan Carlos, Algn marxismo, ciertas morales, otras muertes, en: Controversia N14, Agosto de 1981. Mxico. Pg. 17.] [48: Paramio Ludolfo y Reverte Jorge, Razones para una contraofensiva, en: Controversia N1, Octubre de 1979. Mxico. Pg. 13-15; Paramio Ludolfo y Reverte Jorge, El marxismo y el minotauro, en: Controversia N5, Marzo de 1980. Mxico. Pg. 20.]

Sobre los pilares de la idea de socialismo y de democracia puede constituirse esa sntesis de la que requiere el movimiento socialista para reconquistar la unidad entre la teora y la prctica, tica y poltica, ser y deber ser que constituy durante muchos aos su capacidad expansiva y trasformadora. [footnoteRef:49] [49: Aric Jos, La crisis del marxismo, en: Controversia N1, Octubre de 1979. Mxico. Pg. 13.]

La voluntad de encontrar los orgenes de una concepcin menospreciante de la democracia, que operaron con el rigor del puro prejuicio tanto en las organizaciones de los 70 y de gran parte de la sociedad civil, fue como advierte el artculo Discutir una derrota, una actividad sistemtica desde la revista. La vinculacin entre lo antidemocrtico y el funcionamiento interno de las organizaciones polticas y militares fue un punto central de la argumentacin de Elicer pero tambin de la editorial de Controversia:

Educados muchos de nosotros en una izquierda dogmtica y de discutible suerte y eficacia en la historia poltica de nuestro pas, provenientes otros de un movimiento popular en cuyas estructuras reinaba el autoritarismo, instalados todos lejos de la patria, nos resultar difcil comprender la necesidad de prcticas distintas[footnoteRef:50]. [50: Eliecer Javier, Juicios y responsabilidades: pero quin nos quit la democracia?, Controversia N4, Febrero de 1980. Mxico. Pg. 20.]

Por su parte Hctor Schmucler dice:

La democracia no debera ser vista como una debilidad de la sociedad dividida en clases que debe ser aprovechada para eliminarla cuando las clases oprimidas sean dominantes[footnoteRef:51]. [51: Schmucler Hctor, Actualidad de los derechos humanos, Controversia N1, Octubre de 1979. Mxico. Pg. 3.]

Igualmente recordemos que a la reflexin sobre la democracia lleg como resultado de la derrota. La secuencia est explcita en casi todos los argumentos de estos intelectuales. Esto marcar una visin sobre la democracia. Jos Aric en 1984, lo sintetiza as:

Creo que en nuestro pas la reiteracin en torno a esta cuestin es ms resultado directo de la derrota sufrida por el movimiento social argentino que la maduracin de una profunda reflexin cultural y poltica sobre los males de la nacin. Derrota en el sentido que las propuestas de renovacin que guiaron a lo ms vivo del cuerpo social argentino hasta el golpe militar del 76 concluyeron a un camino sin salida, salvo el genocidio.[footnoteRef:52] [52: Entrevista realizada por Daniel Molina a Jos Aric. En: Jos Aric. Entrevistas 1974-1991, Horacio Crespo (Comp.), Crdoba, CEA, 1999, Pg. 245.]

Controversia desde la aceptacin de la derrota trat de algn modo reparar, revertir la carga negativa de la cuestin democrtica. Y lo hizo asumiendo la carga dramtica de ese desencuentro histrico. Dicha reafirmacin de la democracia permiti el reagrupamiento de diferentes intelectuales de trayectorias muy diversas, como socialistas y peronistas, en una causa en comn. Se trat de proyectar la democracia como proceso, como transicin, en la que se debati su vnculo con la izquierda socialista y peronista. Tambin fue interpretada como pacificacin poltica. Sobre la transicin democrtica y el consenso, Jorge Tula seala:

Trasladamos la mirada del pacto social que se daba en Europa entre democracia y capitalismo con justicia social para pensar la Argentina. [footnoteRef:53] [53: Entrevista realizada por Vernica Gago a Jorge Tula en Buenos Aires, Mayo del 2005. En: Vernica Gago, Controversia: Una Lengua en el Exilio, Buenos Aires, Biblioteca Nacional, 2012. Pg. 86.]

La crisis del marxismo junto con los dems elementos mencionados, permitieron reponer significantes nuevos y recuperar antiguos en base al concepto de democracia. Cabe destacar que compartieron con el grueso de los exiliados la visin pesimista en cuanto a la teora de vanguardia revolucionaria y el empleo de la violencia, sumado a la aceptacin de un reformismo democrtico que se aleje de una visin puramente instrumentalista del mismo. En esta misma lnea aparecen las relecturas sobre Gramsci y Maritegui, expresiones de una posible alternativa que establezca lazos sostenibles entre socialismo y democracia. A su vez, la democracia fue presentada como la nica salida del gobierno dictatorial, hecho que explica tambin el alto nivel de expectativas que tenan en ella.

Conclusiones finales.

Resulta clara la importancia de la derrota en el colectivo de exiliados. En este sentido, el exilio en Mxico sintetiz varios puntos trascendentales del periodo abarcado. La CAS, como mayor organismo representativo del exilio luego de 1979, expres un espritu de poca. Al interior de la misma podemos delinear aspectos que estarn presentes en debates ms amplios. Si bien por un lado, la CAS tuvo como objetivo organizar y crear lazos de solidaridad para el conjunto de los exiliados argentinos, tambin debemos resaltar su rol como colectivo crtico a la experiencia guerrillera y al autoritarismo militar. En su interior buscaron crear y adecuar una nueva prctica poltica. La derrota y el fracaso de la estrategia revolucionaria, volc a gran parte de la militancia de izquierda a resaltar los valores democrticos por sobre el verticalismo y dogmatismo, y a la lucha anti-dictatorial mediante la denuncia por los derechos humanos. La CAS decant en una estrategia reformista con el fin de establecer condiciones adecuadas en las cuales los exiliados volveran a su pas, y las bases en las que se asentara la nueva democracia. Sin embargo, la decisin de optar por determinada estrategia fue tambin fruto de un amplio debate (no siempre claramente resuelto) al interior del colectivo exiliar. Las polmicas que atraviesan todos los nmeros publicados de Controversia funcionan como mdulos de anticipacin: adelantan discursos y prcticas polticas que despus de 1983 lograron hegemonizar la escena argentina. Controversia cre un lenguaje poltico que poblar los aos siguientes del llamado perodo de transicin democrtica. Este espacio de elaboracin marc un punto de viraje en las trayectorias de sus miembros. En primer lugar, a partir de la exposicin de criterios para la evaluacin de la derrota, como parte de una reflexin colectiva y generacional. En segundo lugar, fue afianzado la condicin exiliar como situacin excepcional de pensamiento poltico y produccin intelectual, donde el debate interpel el lugar mismo que ocup el exiliado dentro de la coyuntura poltica. El exilio apareci tensionado entre diferentes visiones. Los mviles particulares de Mxico contribuyeron a que la condicin exiliar fuera tematizada tempranamente, y no slo fuera un lugar de denuncia, sino tambin de organizacin y problematizacin poltica. Por esto mismo, el exiliado, como actor poltico, logr trascender a la espacialidad misma de su pas de recepcin. Un tercer punto decisivo fue la produccin terica y poltica referida a la revalorizacin de la democracia. Esta cuestin estuvo relacionada con los dos anteriores puntos. La derrota de las izquierdas en el marco internacional sumada la reflexin sobre la propia derrota fue la base misma del discurso pro-democrtico presente en Controversia. Estas polmicas no resultaron homogneas al interior de la revista, sino que otro punto de anlisis de intereses surge desde las diferencias, tensiones y afirmaciones que logr agrupar. Fue la conjuncin de estas discusiones los que conformaron un discurso nuevo que nutri al pensamiento poltico de su periodo y al de la transicin democrtica. Adems, el exilio debe ser entendido como una puesta en escena constante en bsqueda del regreso y su consolidacin como sujeto colectivo. De all su carcter anticipatorio y relevancia como factor poltico, terico y cultural para explicar la vinculacin existente entre dictadura, exilio y democracia. Si bien pudimos desarrollar algunas de las auto-definiciones de exilio expuestas en Controversia, considero necesario, por lo menos a modo de hiptesis, repasar sobre el lugar que ocup el exilio durante la transicin democrtica. Retomando los planteos de Vezzetti, dentro de las polticas llevadas a cabo por la nueva democracia, la bsqueda de la reparacin social a travs de la Ley hacia los afectados por el Terrorismo de Estado fue central. El exilio fue un sector de la militancia ubicado en un lugar marginal a la hora de encontrarlos como vctimas. Aunque esto podra explicarse por el fuerte impacto que causaron los relatos de torturas y la figura del desaparecido, resulta trascendente tambin resaltar que el exiliado apareci en s mismo como una figura plenamente poltica y controversial. Esta imagen se opona a la vctima despolitizada u opacada de su pasado poltico. Pero adems, el exilio no estuvo en pugna durante estos aos porque no hay duda de que fue un producto de la derrota, y la derrota no fue un elemento a recuperar por el nuevo rgimen democrtico.

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