Proceso Del Juez Garzon

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Se examina el proceso penal iniciado contra el Juez español Garzon relacionado a su intervencion en los crimenes del Franquismo

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EL DELITO DE PREVARICATO. CASO BALTASAR GARZON

VICTOR JIMMY ARBULU MARTINEZ1

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Egresado de la Universidad de San Marcos. Con estudios de Maestra en Derecho Civil y Comercial y Maestra en Ciencias Penales en la Universidad de San Marcos. Post Ttulo en Derecho Procesal Constitucional PUCP. Juez Superior (p) de la Corte del Callao. Autor de los Libros Temas de Derecho Informtico y Estudio Crtico de los Precedentes Vinculantes Penales de la Corte Suprema. Este articulo fue publicado en la Revista Actualidad Juridica de la Editorial Gaceta Jurdica Lima, Agosto del 2010

PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA El Juez del Juzgado Central de Instruccin N 5 de la Audiencia Nacional Madrid, Espaa, conocido por los casos contra Augusto Pinochet, la organizacin terrorista ETA, los grupos paramilitares GAL (Grupos Antiterroristas de Liberacin) que actuaron bajo el cobijo de algunos dirigentes del PSOE, fue denunciado por organizaciones de personas vinculadas al franquismo y suspendido el 14 de mayo del 2010 por el Consejo General del Poder Judicial de Espaa fundando esta decisin en los artculos 383 y 384 de la Ley Orgnica del Poder Judicial espaol en atencin a que el Tribunal Supremo Espaol ha emitido un auto de enjuiciamiento por el cargo de prevaricato. El Consejo se ha defendido de la opinin pblica indicando que slo ha cumplido con la ley. En la instruccin sobre los crmenes del franquismo durante la guerra civil espaola 1936 - 1939 y ampliada hasta el ao 1951 El Juez espaol se excedi en sus funciones? Cometi delito de prevaricato o tuvo una inconducta funcional? Pese a que era incompetente tena una excusa frente a la averiguacin de la verdad? Justifica el principio de justicia universal el haber radicado competencia en este caso? Ensayamos una respuesta y decimos que Baltasar Garzn no es un juez prevaricador, y que si ha cometido errores de orden procesal, los mismos tienen que ser valorados en funcin de las motivaciones que lo llevaron a realizar su labor instructora y la problemtica generada por una investigacin de hechos delictivos de antigua data. Las defensas que he odo en algunas conferencias apelan mas a la parte sentimental y no a la jurdica como debe corresponder, pues esa es la forma con la que se ha venido defendiendo el propio imputado.

EL CASO La acusacin contra Garzn se deriva su intervencin en los casos vinculados a la Guerra Civil espaola. Este conflicto comenz en julio de 1936, a raz de la sublevacin de un sector del Ejrcito contra el gobierno de la II Repblica Espaola, y concluy el 1 de abril de 1939 con la victoria de los rebeldes. El triunfo de stos permiti la instauracin de un rgimen dictatorial encabezado por el general Francisco Franco, principal dirigente militar y poltico de los sublevados, que sustituy al sistema parlamentario republicano. Sin embargo en el curso de la investigacin el periodo que abarcara el objeto de esta se amplio de 1936 a 1951 tal como lo seala expresamente en su auto de 16 de octubre de 2008: El hecho de acotar el mbito de esta investigacin en el perodo reseado (1936-1951) no excluye otros casos, siempre que se demuestre que los mismos no son hechos aislados, asimismo delictivos, sino que se hallaban integrados en el plan sistemtico de desaparicin, objeto de investigacin en esta causa. 2 El Juez Garzn ante denuncia de parte asumi competencia en esta investigacin dictando una serie de resoluciones que han sido consideradas objeto material del prevaricato por sus juzgadores

LA QUERELLA El 26 de mayo de 2009 el sindicato Manos Limpias present una de las tres querellas contra Garzn acusndolo de prevaricato porque el Juez se excedi en sus competencias durante la investigacin de los crmenes del franquismo. Los otros querellantes fueron Libertad e Identidad y la Falange Espaola. La querella fue acogida por el la Sala Penal del Tribunal Supremo que determin que sea el magistrado Luciano Varela2

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quien instruya en esta causa N 20048/2009. Con fecha 3 de febrero del 2010 seguida contra Baltasar Garzn se dicto un auto en el que se fijaba la imputacin por prevaricacin en razn de: la adopcin de plurales decisiones que por mltiples motivos se califican como opuestas al ordenamiento jurdico, desde la conciencia de dicha antijuridicidad y, por ello, eventualmente constitutivas de un delito de prevaricacin3 El delito de prevaricacin se encuentra tipificado en el artculo 446 del Cdigo Penal Espaol y dice: El Juez o Magistrado que, a sabiendas, dictare sentencia o resolucin injusta ser castigado: Con la pena de prisin de uno a cuatro aos si se trata de sentencia injusta contra el reo en causa criminal por delito y la sentencia no hubiera llegado a ejecutarse, y con la misma pena en su mitad superior y multa de doce a veinticuatro meses si se ha ejecutado. En ambos casos se impondr, adems, la pena de inhabilitacin absoluta por tiempo de diez a veinte aos. Con la pena de multa de seis a doce meses e inhabilitacin especial para empleo o cargo pblico por tiempo de seis a diez aos, si se tratara de una sentencia injusta contra el reo dictada en proceso por falta. Con la pena de multa de doce a veinticuatro meses e inhabilitacin especial para empleo o cargo pblico por tiempo de diez a veinte aos, cuando dictara cualquier otra sentencia o resolucin injustas. La modalidad aplicable al Juez Garzn es la descrita en el ltimo prrafo que alude a una resolucin injusta. Desde una perspectiva de teora del delito de prevaricato, podemos hacer las siguientes precisiones. El vocablo prevaricato proviene del latn prevaricatus que significa segn el diccionario de la Real Academia de la Lengua Espaola como accin de cualquier funcionario que falta a los deberes de su cargo. Etimolgicamente3

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proviene de dos voces latinas prae (delante) vicare (abrir las piernas) o sea el que da un traspis, quien invierte el orden lgico de las cosas y en el caso del Juez que coloca su capricho por sobre la ley4. La doctrina esboza las diferencias entre un juez injusto y un juez prevaricador. El Juez que ve crmenes por todos lados donde la razn fra no puede hallarlos, ser un juez injusto pero no un juez prevaricador, quien ser aquel que conociendo la injusticia que comete, la verifica y la lleva a efecto porque se propone vengar un resentimiento o favorecer a quien pueda darle una ventaja. En este caso es aceptable que el error en la eleccin de la norma aplicable, en la interpretacin realizada o la mera ilegalidad que pueda ser corregida en las va de los recursos no integra el concepto de injusticia a efectos penales (27-05-1996)5 El bien jurdico que se tutela es el correcto funcionamiento de la administracin de justicia. Tambin consideramos que el comportamiento prevaricador importa un dao a la imagen del poder judicial porque involucra un gravsimo menoscabo a la confianza pblica en el ejercicio de la potestad judicial6. Lo que se castiga en va penal son los incumplimientos ms graves de los deberes jurisdiccionales de los jueces y fiscales. En cuanto a los hechos no punibles que puedan cometer, responden tambin en va civil y disciplinaria7 Para Sebastin Soler el delito de prevaricato tutela, si bien genricamente la administracin de justicia, tambin la rectitud, la legalidad y la honestidad en el cumplimiento de los actos en que consiste la actividad de administrar justicia8

RESOLUCIONES OBJETO DEL PRESUNTO DELITO DE PREVARICATO Y OTROS

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SALAZAR, Alonso. El prevaricato en el derecho penal costarricense. Revista de Ciencias Jurdicas N 117 setiembre diciembre del 2008. Edicin digital extrado de http://www.latindex.ucr.ac.cr/ciencias-juridicas-117/ciencias-juridicas-117-05.pdf. p 126 5 CALDERN CEREZO, A y CHOCLAN MONTALVO. Derecho Penal. Parte Especial. Tomo II. Bosch. 2da Edicin. Barcelona. 2001. p. 543 6 FRISANCHO APARICIO Manuel. Delitos contra la Administracin de Justicia. Jurista Editores. Lima. 2000. p. 172 7 CALDERN CEREZO, A y CHOCLAN MONTALVO. Op. Cit. p. 543 8 Enciclopedia Omeba. Tomo XXIII. Editado por Driskill. Argentina. 1991. P. 97

El Magistrado Varela desarrolla su imputacin estableciendo los elementos objetivos del tipo penal de prevaricato, esto es las resoluciones, sin embargo le agrega otros que si bien son medios de prueba estos no tienen el mrito para constituir elementos del prevaricato y en todo caso seran para construir la tipicidad subjetiva. Las resoluciones consideradas por el Juez Supremo Varela como objeto material de prevaricato son las siguientes: 1.- El Auto dictado por el Juez Baltasar Garzn del 19 de diciembre de 2006 incoando diligencias previas. 2.- El Auto de 16 de octubre de 2008, en el que el querellado asume la competencia a pesar de los problemas de la irretroactividad de normas, la prescripcin de delitos y la extincin de responsabilidad penal por razn de la Amnista, y adems, autoriza exhumaciones. 3.- El Auto de 18 de noviembre de 2008, dictado luego que el Ministerio Fiscal interpuso recurso de apelacin contra la anterior resolucin de 16 de octubre del 2008, en el que, se inhibe a favor de mltiples Juzgados tras declarar extinguida la responsabilidad de diversas personas por el delito contra altos organismos de la Nacin y forma de Gobierno Los medios de pruebas exhibidos por el Magistrado Supremo al parecer para acreditar el dolo son: 1.- El informe del Ministerio Fiscal de 1 de febrero de 2008 contrario a la competencia y a la decisin de admisin de las sucesivas denuncias que seguan presentndose sobre los mismos hechos, el cual se fundaba en la plena aplicabilidad de la Ley de Amnista 46/1977 y en la falta de competencia objetiva de la Audiencia Nacional. 2.- La magnitud de la informacin recabada por el Magistrado-Juez Central de Instruccin, antes de resolver sobre la propia competencia, mediante mltiples provedos, que ordenaban a numerosas Instituciones la remisin de informacin sobre desaparecidos y anunciaban el ulterior control de las exhumaciones. Podemos adelantar una critica a

este supuesto puesto que el recabar informacin no es un elemento de la estructura tpica del prevaricato, sin embargo es tenido en cuenta por Varela para justificar el auto de procesamiento contra el Juez Garzn

EL MAGISTRADO VARELA FIJA LA DOCTRINA JURISPRUDENCIAL DEL DELITO DE PREVARICACIN JUDICIAL El Juez Supremo en su Auto de la causa N 20048/2009, de fecha 3 de febrero del 2010 hace un recorrido por la jurisprudencia espaola para sustentar su posicin frente a la conducta del juez Garzn. Respecto del delito de prevaricato indica que es un delito especial y el magistrado es un agente cualificado, distinto a un funcionario en general de la siguiente forma: a) Separada ahora de la tipificada para los funcionarios en general, responde al reconocimiento constitucional del Poder Judicial como un poder del Estado y de ello se derivan dos consecuencias importantes (STS n 2338/2001 de 11 de diciembre) : 1.- La mayor gravedad de la prevaricacin judicial respecto a la del funcionario y 2.-Que no cabe trasladar a la judicial la exigencia representada por los adjetivos -"esperpntica" o que "pueda ser apreciada por cualquiera"- solamente requeribles cuando se trata de la prevaricacin de los funcionarios. Un Juez, que tiene la mxima cualificacin jurdica, no puede ser tratado como un funcionario (STS 2/99 de 15 de Octubre) [a la hora de valorar la razonabilidad de sus decisiones9 Varela tambin establece que el juez siendo un tcnico del derecho busca con el discurso encubrir la antijuridicidad de su acto, esto es pare desviar la atencin. Se considera que esta apreciacin tiene cierta validez toda vez que el juez por su formacin conoce la ley y por ende la forma de ir contra la voluntad de ella. As desarrolla esta idea de un delincuente con altos conocimientos jurdicos lanzando una advertencia: b) Previene sobre el subterfugio del prevaricador, tcnico del derecho, que busca en la desmesura del discurso velar la9

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antijuridicidad de su comportamiento, de suerte que, "....en la motivacin de las resoluciones prevaricadoras predominan los argumentos encubridores del carcter antijurdico del acto (SSTS)10 El magistrado supremo expone su toma de partido con la concepcin objetiva del delito de prevaricato, apartndose de una concepcin subjetivista. A esta ltima la concibe as: c) la inaceptabilidad de una concepcin subjetivista del delito de prevaricacin (STS 102/2009 de 3 de febrero) que requiera que el juez aplique el Derecho o dirija el procedimiento conscientemente en contra de su conviccin respecto del Derecho aplicable, en contra de la interpretacin del Derecho que l mismo asume pero de la que se aparta 11 El instructor se adhiere a la concepcin objetiva del delito de prevaricato as: d) cmo la concepcin objetiva, que exige la aplicacin del Derecho sustantivo o procesal de forma que no resulta objetivamente sostenible, con una indudable infraccin de aqul, habra de matizarse con las aportaciones de la denominada teora de los deberes, que salva las crticas a la formulacin objetiva respecto de las normas de contenido impreciso. En estos supuestos, y en los de decisiones sobre facultades discrecionales, se afirma la posibilidad de decisin prevaricadora cuando el juez excede el contenido de la Autorizacin, y decide motivado por consideraciones ajenas al ordenamiento jurdico, o cuando el juez se aparte del mtodo de interpretacin y valoracin previsto en el ordenamiento o usual en la prctica jurdica;12 El delito de prevaricato se le considera como la activa obstruccin beligerante para impedir la efectiva aplicacin de la voluntad legislativa. Dentro de un contexto de separacin de poderes es entendible que esta sea una orientacin, sin embargo hay ciertos lmites, puesto que sino no habra interpretacin judicial.10 11

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Otra regla en la jurisprudencia espaola respecto al carcter injusto de la resolucin prevaricadora, y dentro de una perspectiva objetiva, es que la injusticia radica en que la resolucin lo es, cuando no se encuentra dentro de una opinin jurdicamente defendible. En la siguiente cita todava es mas clara la tesis de Varela que afirma: En palabras de la sentencia ya citada, el carcter objetivo de la injusticia supone que el "....apartamiento de la funcin judicial propia del Estado de Derecho se da cuando, como ya se dijo, la aplicacin del derecho se ha realizado desconociendo los medios y mtodos de la interpretacin del derecho aceptable en tal Estado de Derecho...."13 Varela afirma que el elemento objetivo de la resolucin injusta, solo puede ser definido desde el punto de mira de la legalidad porque la prevaricacin comienza con el abandono de dicho principio, y no desde las propias convicciones del Juez, porque en tal caso la subjetivizacin del delito de prevaricacin conduce a la justificacin de cualquier decisin judicial. Respecto al argumento de defensa en el sentido que otros jueces no estimaron la existencia del prevaricato el magistrado Varela dice: h) la irrelevancia de que otros jueces, relacionados con el proceso en que se comete la prevaricacin, no estimasen que sta hubiera tenido lugar (Sentencia de este Tribunal Supremo 2/1999 de 15 de octubre). 14

EL MAGISTRADO SUPREMO VARELA Y LA GARANTIA DE IMPARCIALIDAD El deber de imparcialidad exige, que el Juez consciente de sus pensamientos o ideas que colisionan con los del instruido, deba dejar la causa para que otro haga el trabajo de instructor. Por ejemplo en la causa N 798/2007 contra Adolfo Francisco Scilingo Manzorro Scilingo, el juez Varela desarrolla en un voto singular su posicin respecto de la aplicacin del Derecho Penal Internacional asumiendo la tesis de la mayora del Tribunal Supremo que los tipos13 14

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penales se aplican previa transposicin por ley a efectos que se pueda aplicar en Espaa. Desde ya el pensamiento de Garzn estaba muerto frente a esta postura conocida del magistrado supremo que debi inhibirse. El Tribunal Supremo Espaol en el caso Scilingo establece que las normas del derecho penal internacional no se aplican directamente por lo que es necesaria una previa transposicin operada segn el derecho interno. As lo seala en el siguiente prrafo: 4. Sin embargo, ello no conduce directamente a la aplicacin del Derecho Internacional Penal, siendo necesaria una previa transposicin operada segn el derecho interno, al menos en aquellos sistemas que, como el espaol, no contemplan la eficacia directa de las normas internacionales. La Constitucin, artculos 93 y siguientes, contiene normas dirigidas a la incorporacin del derecho internacional al derecho interno, que deben ser observadas. En este sentido, los Tribunales espaoles no son ni pueden actuar como Tribunales internacionales, solo sujetos a las normas de este carcter y a sus propios estatutos, sino Tribunales internos que deben aplicar su propio ordenamiento. No obtienen su jurisdiccin del derecho internacional consuetudinario o convencional, sino, a travs del principio democrtico, de la Constitucin Espaola y de las leyes aprobadas por el Parlamento. El ejercicio del Poder Judicial se legitima, as, por su origen. Por lo tanto, no es posible ejercer ese poder ms all de los lmites que la Constitucin y la ley permiten, ni tampoco en forma contraria a sus propias disposiciones.15

Adems en dicha causa el magistrado Luciano Varela emiti un voto singular asumiendo una tesis contraria y radical al de la mayora de magistrados del TS y a la tesis de Garzn en cuanto a la jurisdiccin espaola en delitos de lesa humanidad y a favor de Adolfo Francisco Scilingo Manzorro quien haba participado en crmenes de la dictadura argentina de los aos 70 as: Al asumir la jurisdiccin para instruir la causa, primero, y juzgar, despus, los rganos jurisdiccionales espaoles, ampliaron el mbito territorial de aplicacin de la ley penal, y15

www.derechos.org/nizcor/espana/juicioral/doc/sentenciats.htlm

de las procesales limitadoras de derechos, en el tiempo, a hechos anteriores, y en el espacio, fuera del mbito de la soberana espaola en que rigen nuestras leyes, atendiendo a que los hechos imputados, en tiempo muy posterior a su comisin, se consider delito por la ley penal espaola, lo que, adems de incurrir en irretroactividad constitucionalmente vetada (art. 9 Constitucin Espaola), implica vulneracin del principio de legalidad, contra la garanta constitucional del art. 25 de la misma Constitucin Espaola16 Otro aspecto que se evala en este magistrado es el trato irrespetuoso contra el querellado Garzn. El juez Varela exuda una fuerte dosis de animadversin como puede apreciarse en el prrafo siguiente donde cuestionando la posicin de aquel respecto de la amnista de 1977 dice: Pero sugerir que equivale a un indulto general (titulo del fundamento jurdico dcimo primero del Auto de 16 de octubre de 2008) constituye una ignorancia inexcusable sobre el alcance de ambos conceptos, tan jurdicamente grosera que no merece mayor aclaracin. (Auto del 03-febrero2010)17 El Juez Garzn consider que el magistrado Varela estaba parcializado porque "El instructor ha mostrado su inters en que las partes acusadoras mejoraran sus escritos de acusacin". Esto es verdad porque en un hecho calificado de inslito el Juez Varela dispuso que los querellantes Manos Limpias y Falange corrigieran su acusacin para declararla admisible.

CUESTIONAMIENTO A LA POSICION DE GARZON FRENTE A LA COMPETENCIA DEL 5 JUZGADO CENTRAL DE INSTRUCCION

Se le imputa a Garzn Real que forz la competencia en base a la figura de actos contra las formas de Gobierno que es un16 17

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supuesto contemplado por el artculo 65 de la Ley Orgnica del Poder Judicial espaol para la intervencin de los jueces de la Audiencia Nacional. Para entender cual es el mbito de competencias de esta instancia jurisdiccional espaola veamos cuales son los supuestos en las que se fundan: Artculo 65 La Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional conocer: 1. En nica instancia, del enjuiciamiento de las causas por los siguientes delitos: a) Delitos contra el titular de la Corona, su Consorte, su Sucesor, Altos Organismos de la Nacin y forma de Gobierno. b) Falsificacin de moneda, delitos monetarios y relativos al control de cambios. c) Defraudaciones y maquinaciones para alterar el precio de las cosas que produzcan o puedan producir grave repercusin en la seguridad del trfico mercantil, en la economa nacional o perjuicio patrimonial en una generalidad de personas en el territorio de ms de una Audiencia. d) Trfico de drogas o estupefacientes, fraudes alimentarios y de sustancias farmacuticas o medicinales, siempre que sean cometidos por bandas o grupos organizados y produzcan efectos en lugares pertenecientes a distintas Audiencias. e) Delitos cometidos fuera del territorio nacional, cuando conforme a las leyes o a los tratados corresponda su enjuiciamiento a los Tribunales espaoles. Esta postura de Garzn es cuestionada por Varela apoyndose en el Informe del 1 de febrero de 2008 del Ministerio Fiscal que establece aunque sin vincular al Magistrado querellado, que no procede admitir a trmite las denuncias y, adems, advierte que la Audiencia Nacional carece de competencia para conocer de las mismas y que la tipificacin de los delitos de lesa humanidad no es susceptible de aplicacin retroactiva y que la Ley de Amnista es aplicable en toda su amplitud y que no cabe atribuir competencia a la Audiencia Nacional, ni siquiera ex delicto laesa humanitatis no incluido en el artculo 65 de la Ley Orgnica del Poder Judicial, dado que no era tampoco aplicable el fuero por persecucin universal, ya que los delitos denunciados se habran cometido en Espaa. La incongruencia de Varela es que mide con doble rasero al Ministerio Fiscal, porque mientras le da validez al informe del 1 de Febrero del 2008 que cuestionaba la competencia del Juez Garzn; sin embargo el Ministerio Fiscal por

informe del 22 de abril del 2010 consider que Garzn no haba cometido delito de prevaricato, y cuestionaba la legitimidad de los grupos franquistas para promover la querella, y sin embargo esta posicin no fue tenida en cuenta por el magistrado supremo. Garzn asume competencia por Auto de 16 de octubre de 2008 pese a los escollos tal como as lo seala el mismo, que representaba la irretroactividad de normas, la prescripcin de delitos y la extincin de responsabilidad penal por razn de la Amnista, y en el tambin ordena la prctica de exhumaciones. Esta es la principal resolucin cuestionada por los querellantes. Garzn da sustento a su decisin de radicar competencia luego de realizar un examen del alzamiento contra la II Republica as: De lo dicho anteriormente y de los hechos que acontecieron posteriormente al 18 de Julio de 1936, se constata que el alzamiento o insurreccin armada que se materializ en esa fecha, fue una decisin perfectamente planeada y dirigida a acabar con la forma de Gobierno de Espaa, en ese momento, atacando y ordenando la detencin e incluso la eliminacin fsica de personas que ostentaban responsabilidades en los altos Organismos de la Nacin y ello, como medio o al menos como paso indispensable para desarrollar y ejecutar las decisiones previamente adoptadas sobre la detencin, tortura, desaparicin forzada y eliminacin fsica de miles de personas por motivos polticos e ideolgicos, propiciando, asimismo, el desplazamiento y exilio de miles de personas, dentro y fuera del territorio nacional, situacin que continu, en mayor o menor medida, durante los aos siguientes, una vez concluy la Guerra Civil, y cuya realidad pretende concretarse en esta investigacin, as como los autores, en cada caso, con el fin de individualizar las conductas y los responsables de las mismas, y resolver sobre la extincin de su posible responsabilidad penal, de haber fallecido18 En dicho auto Garzn fue consciente que haba una serie de problemas para el curso de la investigacin fijado y as lo seala en18

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el considerando sptimo de la resolucin del 16-10-2008 habindole denominado escollos que en su momento fueron tomados peyorativamente por el Magistrado supremo Varela: SEPTIMO.- Los principales escollos que se plantean en el caso de autos son, a parte de la caracterizacin de la conducta como crimen cometido en el marco de un crimen contra la humanidad, los siguientes: 1. El de la irretroactividad de la ley penal que recoge el delito citado con posterioridad a la comisin de los hechos y su conflicto con las normas consuetudinarias de derecho penal humanitario que han sido ratificadas por Espaa y que forman parte del denominado ius cogens y que ya han sido citadas. 2. La cuestin de la permanencia o no permanencia delictiva de los hechos, esencialmente de detenciones ilegales (desaparicin forzada de personas) en las cuales an no se ha dado razn cierta del paradero de las vctimas y su incidencia sobre la prescripcin. 3. El de la posible aplicacin de la amnista a los hechos denunciados. 4. La competencia de este Juzgado y de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, en funcin del concurso de delitos que puede darse. 5. Identificacin de las personas posibles responsables de los mismos delitos a los que se refieren las denuncias presentadas. 19 6. La proteccin de las vctimas de estos hechos. LA POSICION DE GARZON RESPECTO DE LA APLICACIN TEMPORAL DE LA LEY PENAL EN LOS DELITOS DE LESA HUMANIDAD. Sobre la tipificacin de los delitos de lesa humanidad Garzn reconoce la doctrina jurisprudencial del TS as: La sentencia del Tribunal Supremo en el caso Scilingo establece, ciertamente, que los crmenes contra la humanidad no pueden aplicarse a conductas anteriores a su tipificacin, y19

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que tal tipificacin, en caso de haberse producido en derecho internacional, tiene que haber sido objeto de incorporacin o transposicin expresa a nuestro ordenamiento jurdico penal para que los tribunales espaoles puedan aplicarlos. En consecuencia, esta sentencia concluye que antes de su tipificacin expresa en nuestro Cdigo Penal, los crmenes de lesa humanidad no eran conductas penalmente tpicas en nuestro ordenamiento jurdico y, por tanto, no pueden ser aplicados a hechos anteriores a la entrada en vigor de la Ley Orgnica 15/2003, de 25 de Noviembre, que los introdujo, por primera vez, en nuestro Cdigo Penal20 Esta tesis anterior que es doctrina jurisprudencial Garzn con cierta coherencia no la comparte sin embargo tiene puntos en comn con la doctrina del Tribunal Supremo que deja entrever en el siguiente prrafo: Pese a todo lo anterior, el Tribunal Supremo reconoci en esta sentencia y lo reconoci, precisamente, a los efectos de reafirmar la competencia de los tribunales espaoles, en virtud del principio de jurisdiccin universal que el contexto de ataque generalizado y sistemtico contra una parte de la poblacin civil en el que se cometen determinados crmenes comunes, como los asesinatos, torturas, detenciones ilegales y otras, es vlido para encuadrarlos en el mbito de los crmenes contra la humanidad, aunque stos no estuvieran tipificados como tales en el momento de la comisin de los hechos. Uno de los mltiples cuestionamientos a Garzn por parte de los querellantes y tomados en cuenta por el mismo Varela es lo que consideran como aplicacin retroactiva maligna de la ley penal. Garzn expone su punto de vista respecto al delito de detencin ilegal o desaparicin forzada en el auto del 16 de octubre del 2008 as: En un delito de consumacin permanente, como la detencin ilegal sin dar razn del paradero de la vctima, no pueden incorporarse hechos que no eran delictivos antes de su entrada en vigor, y, por tanto, aunque en un crimen contra la20

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humanidad reconocido como tal en nuestro ordenamiento penal a partir de Noviembre de 2003, no pueden incorporarse hechos que antes no eran crmenes contra la humanidad, por impedirlo el principio de irretroactividad de las leyes penales desfavorables para el reo, no obstante, tales hechos delictivos estaban ya descritos y penados en el Cdigo Penal de 1932 y, en consecuencia, los cometidos a partir del alzamiento o rebelin militar de 1936 forman parte, indudablemente, del delito permanente de detencin ilegal sin dar razn del paradero, tambin existente en el vigente Cdigo Penal de 1995 (artculo 166 del Cdigo Penal). A estos delitos, debe, pues, aadirse el contexto de crmenes contra la humanidad en que fueron cometidos, dada su naturaleza sistemtica y generalizada, segn la incipiente jurisprudencia del Tribunal Supremo, pero la no vulneracin del principio de irretroactividad penal deriva ante todo del hecho de que, al margen de ese contexto, ya eran conductas delictivas en el momento del comienzo de su ejecucin, poco antes de la guerra civil y siguen cometindose en la actualidad, dada su naturaleza de delitos permanentes. 21 Garzn dice primero que los hechos constituvos de delitos que no era reconocidos como delitos de lesa humanidad antes de la ley de noviembre del 2003 no pueden incorporarse antes de su entrada en vigor; sin embargo para Garzn ya eran delitos antes de la entrada en vigencia. Aqu hay una suerte de juego de palabras que tcitamente va en contra de la doctrina del Tribunal Supremo y considero que Garzn debi ser mas directo y sealar que no comparte dicha posicin porque en el camino de su razonamiento lo que hace el Juez espaol es apartarse de la doctrina jurisprudencial del TS. Este es un choque de posiciones en el que Garzn tiene sustento en las tendencias doctrinarias que buscan que la impunidad no tenga un manto de proteccin por los Estados garantizando la impunidad por eso, la propia tendencia del Tribunal Supremo espaol es cuestionada por organismos de derechos humanos. Entonces el adoptar un criterio a favor de evitar la impunidad no puede ser tenido como delito de prevaricato.

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CUESTIONAMIENTO AMNISTIA

A

SU

POSICION

SOBRE

LA

El juez Garzn considera que los delitos de lesa humanidad en coherencia de reconocerlo como tales a los que no estaban vigentes antes de noviembre del 2003 no pueden ser incluidos en los alcances de la amnista que dispuso la ley 46/ 1977 razonando de la siguiente manera: La Ley 46/1977 de 15 de Octubre, sobre amnista establece en su artculo primero que Quedan amnistiados: a) Todos los actos de intencionalidad poltica, cualquiera que fuera su resultado, tipificados como delitos o faltas con anterioridad al 15 de Diciembre de 1976.

Parece claro que no pueden considerarse incluidos en este artculo, ni en el artculo segundo (delitos de rebelin y sedicin) los hechos y delitos que con arreglo a las normas de derecho penal internacional son catalogados como crmenes contra la humanidad y por tanto, sin naturaleza de delito poltico. Frente a esta naturaleza, ninguna ley de amnista puede oponerse. As se desprende, en el mbito internacional, de la Jurisprudencia emanada por tribunales Internacionales (Tribunal Especial para Sierra Leona, Tribunal Europeo de Derechos Humanos o la Corte Interamericana de Derechos Humanos).22 Garzn va en contra de la amnista que en su momento expres la voluntad de los partidos polticos en el poder legislativo; al excluir de los alcances de esta institucin, a los delitos contra la humanidad, y reconoce que el legislador no estableci excepciones. Es decir por mas horrendos que fueran los crmenes, fue parte de un acuerdo poltico que tena como norte encauzar por el sistema democrtico a Espaa luego de la dictadura franquista y que deba hacerse con un esfuerzo de reconciliacin del pueblo espaol. Que haya personas que han estado en desacuerdo, pues por all va el tema. Garzn al amparo de los instrumentos internacionales que emplea y de la cual se considera un tributario concluye que la22

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amnista no es aplicable a delitos contra la humanidad y a la grave violacin de derechos humanos; y por eso se apoya en la decisin de la Corte Interamericana que estableci en el caso Barrios Altos de Per, en la sentencia de 14 de Marzo de 2001 que eran inadmisibles las disposiciones de amnista, las de prescripcin y el establecimiento de leyes excluyentes de responsabilidad que pretenden impedir la investigacin y sancin de los responsables de las violaciones graves de Derechos Humanos, tales como la tortura, las ejecuciones sumarias, extralegales o arbitrarias y las desapariciones forzadas, todas ellas prohibidas por contravenir derechos inderogables reconocidos por el Derecho Internacional de los Derechos Humanos. Garzn en su resolucin del 16 de octubre del 2008 tambin cita la sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos en el caso de la Masacre de Mapiripn versus Colombia, del 5 de Septiembre de 2005 que establece una orientacin en el sentido que El Estado tiene el deber de investigar y sancionar de manera seria las violaciones de los derechos humanos, procesar a los responsables y evitar la impunidad. Dicha investigacin debe incluir la identificacin plena de todas las vctimas. Tambin sustenta su tesis contra la amnista en la sentencia del tribunal oral en lo criminal federal nmero 5, de la capital federal Argentina, de 11 de Agosto de 2006, en el caso Turco Julin que se dict despus de la derogacin de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final y que seala que los instrumentos internacionales que fijan los crmenes contra la humanidad y fijan el deber para los Estados de individualizar y enjuiciar a los responsables no admiten que esta obligacin cese por el transcurso del tiempo con amnistas o cualquier otro tipo de medidas que disuelva la posibilidad del reproche. Tambin cita a la Cmara de Apelaciones del Tribunal Especial para Sierra Leona, en el caso Kondewa de 25 de Mayo de 2004, que invalid las especificaciones sobre la amnista del Acuerdo de Lom de 1999 respecto de las normas de este tipo que pudieran beneficiar a los principales responsables de crmenes contra la humanidad y el representante oficial de la ONU que firm dicho acuerdo puso su objecin muy clara al decir que Naciones Unidas interpreta que la amnista no ser aplicable a los delitos de genocidio, crmenes contra la humanidad, crmenes de guerra y otras violaciones de Derecho Internacional. Esta posicin es cuestionada duramente por Varela en forma criticablemente peyorativa al decir sobre l lo siguiente: Con tal tesis el querellado se erige, de hecho, en rbitro tico de la decisin poltica tomada por las fuerzas polticas democrticas en 1977, so pretexto de baremos axiolgicos

extrados de instrumentos de Derecho Internacional.. La tesis de Garzn, tiene una sindresis acorde con el derecho penal internacional y de la casustica de las Cortes Internacionales de Derechos Humanos, por lo que no es una posicin frvola o carente de sustento, y en consecuencia es inadmisible que sea tomado como elemento de delito de prevaricato. Esta postura ha permitido que se tenga jurisdiccin internacional cuando los afectados por crmenes de lesa humanidad estuvieron fuera del territorio espaol. Por eso pudo intervenir en el caso de Pinochet, pese a que sus crticos se alegran porque dicen que fue un fracaso la detencin y liberacin por tribunales ingleses del dictador. Consideramos sin embargo que esto posibilit que se abriera un cauce de investigacin en Chile, y este dictador asesino y corrupto muri cuando tena los procesos judiciales encima y la memoria de los muertos reclamndole por sus atrocidades fascistas. Por eso concluye Garzn con la exclusin de delitos de lesa humanidad de las amnistas as: Parece claro el consenso en el mbito internacional de que las amnistas no pueden absolver de antemano a aquellos que, con sus acciones propiciaron, disearon, ejecutaron todo un plan sistemtico de ejecuciones de personas o la desaparicin generalizada de las mismos por motivos ideolgicos (crmenes contra la humanidad) genocidio o de guerra que suponen las mayores y ms graves violaciones de las leyes internacionales. Esta responsabilidad, por lo tanto, existe con independencia de los cambios de Gobierno y se desarrolla en forma continuada y permanente desde el momento de la comisin hasta que sea declarada ilegal. Es decir, el Estado no puede ni debe borrar sus propios crmenes ni los de sus agentes cuando han ido dirigidos contra sus propios ciudadanos tanto si quien lo pretende hacer es el propio interesado (autoamnistas) como su sucesor. Siempre deber revalecer el derecho de las vctimas a que el Estado, a travs de los Tribunales de Justicia, juzgue a los transgresores.2323

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DEBILIDADES EN LA INSTRUCCIN ABIERTA POR EL JUEZ GARZON Una debilidad de las decisiones del Juez Garzn es la ausencia de responsables y se tiene que el derecho penal persigue sancionar conductas lesivas a bienes jurdicos y si bien l estableci la causa penal contra los que consideraba responsables de los delitos contra las formas de gobierno porque es verdad que el falangismo asalt el Estado deponiendo al rgimen republicano, los agentes de este delito para la fecha ya estaban fallecidos. Entonces desde el punto de vista penal a quien sancionar? A nadie y por una sencilla razn, la accin penal se extingue por muerte como reza nuestro cdigo. Se puede haber cometido los delitos mas atroces pero si muere el imputado el proceso cae por si solo. En este caso los responsables notoriamente estaban muertos, por eso, la verificacin de los responsables era un asunto relativamente fcil. Hagamos un clculo; si un presunto responsable en 1939 tena 18 aos, muy joven para participar en esos arrebatos fascistas, a la fecha tendra 88 aos edad que est por encima del promedio de proyeccin de vida de un ciudadano espaol. Ahora si tenemos que pudo ser un agente hasta los hechos dados antes de 1951 tenemos que en promedio tendra 69 aos, siempre bajo el supuesto que la persona era muy joven. Por eso parece que hubo un forzamiento ante la evidencia que los presuntos responsables estaban fallecidos; adems, pedir informe sobre la muerte de Francisco Franco Bahamonde, que es un hecho notorio y pblico, no mereca prueba alguna, por lo que me parece un exceso del magistrado acusado. Haciendo un smil, es como solicitar la partida de defuncin del ex presidente Snchez Cerro o del ex dictador Odra. Entonces la accin penal por este extremo prcticamente no proceda, tanto es as, que los certificados de defuncin slo sirvieron para archivar lo que era notorio. Es decir los delitos contra las formas de gobierno en conexin con los de desaparicin forzada asumiendo su tesis que estos ltimos no prescriben porque el delito se consuma permanentemente, independientemente de la posicin de la doctrina jurisprudencial espaola, se advierte que estaba invalidada desde que no haba a quien imputar. Esto es lo que me parece lo ms resaltante, dentro de una orientacin de afirmar que

la investigacin del juez penal Baltasar Garzn desde una perspectiva humanista estaba extinta cuando orden la incoacin de diligencias previas, por falta de agente a quien sancionar. Tenemos la percepcin que Garzn era consciente de este aspecto, de tal forma que archiva el caso respeto a los presuntos responsables una vez que recab sus certificados de defuncin y reenvi a los juzgados territoriales para que prosigan a la investigacin. Desde el punto de vista reparativo creo que este caso se debi encauzar emplazando al Estado Espaol, que ya ha realizado un avance al emitirse la Ley n 52/2007, Ley de Memoria Histrica que prev una reparacin para las vctimas de la dictadura. Queda todava un camino que puede ser desbrozado mediante acuerdos polticos de las fuerza vivas de Espaa, Partidos, Clero, la sociedad civil, a efectos que pudiera hacerse una Comisin de la Verdad, para que las victimas del franquismo sean reivindicadas. Garzn es responsable de algo? Si lo es, por sus desaciertos procesales y su cuestionada competencia; pero pienso que estos son asuntos de materia formal tranquilamente subsanables a partir de los recursos que tenan el mismo Ministerio Publico que opin por su falta de competencia y la propia Audiencia Nacional que expidi una resolucin por la que le retiraba la competencia a Garzn. Esto es suficiente para condenarlo en la hoguera como prevaricador? pues no, ya que se observa que l, desde sus resoluciones ha realizado una argumentacin jurdica que tiene un sustento en tendencias doctrinarias del derecho penal internacional; pero el problema sigue siendo desde el lado fctico. El tiempo elimina los vestigios y estamos ante hechos que tienen ms de ochenta aos. Creemos que en el aspecto de descubrir la verdad, no era de su competencia, porque repito no haba a quien sancionar. El mismo Garzn frente a casos obvios como de constatar en sus diligencias previas el fallecimiento de los presuntos responsables, antes de iniciar acciones de tutela frente al delito de detencin ilegal, tiene al final que inhibirse puesto que ya no estaba bajo el supuesto de delitos contra Organismos de la Nacin y la Forma de Gobierno, el Rey su Consorte como establece el artculo 65 de la ley Orgnica respecto de la competencia de la Audiencia

Nacional y as lo seala en su auto de fecha 18 de noviembre del 2008: La autoridad judicial competente hasta este mismo momento procesal ha sido el Juzgado Central de Instruccin nmero cinco de la Audiencia Nacional, en virtud de la existencia del vnculo de conexidad que exista con el delito contra Altos Organismos de la Nacin y la Forma de Gobierno, tal como se ha razonado en esta causa. No obstante y como ya se anunciaba en el auto de 16 de octubre de 2008 y ahora se confirma, una vez que se ha constatado la extincin de la responsabilidad por fallecimiento, fehacientemente acreditado a travs de los correspondientes certificaciones e informes policiales, la competencia de este Juzgado y de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, desaparecen, de acuerdo con lo dispuesto en los artculos, 21, 23, 65 y 88 de la Ley Orgnica del Poder Judicial, al no estar en estos artculos el delito de detencin ilegal sin dar razn del paradero de las vctimas en el contexto de crmenes contra la humanidad ocurridos en Espaa a partir del 17 de julio de 1936 en la forma descrita en esta resolucin y en la ya citada del 16 de octubre de 2008. Esto es as, a pesar de la gravedad de los hechos, sin que exista posibilidad de aplicar las normas de competencia a favor de la Audiencia Nacional en virtud del principio de justicia penal universal (art. 23.4 de la LOPJ), al no se necesario, en virtud de lo dispuesto en el artculo 23. 1 de la misma Ley en relacin con los artculos 14, 15, 16, 17 y siguientes de la Ley de Enjuiciamiento Criminal que establecen cual o cuales deben ser los Juzgados que, establecida la falta de competencia para continuar conociendo por ste, y, previa la inhibicin que ahora se acuerda y aceptacin de la misma, correspondan en funcin del territorio en el que se hubieran cometido los hechos, o, el en que se hubieran descubierto las pruebas materiales del delito, o los dems presupuestos, segn la prelacin establecida en el citado art. 15 de la LECr.24

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DEBILIDAD DEL AUTO DEL MAGISTRADO VARELA. LA POSICION DEL MINISTERIO PBLICO EN ESTE CASO La fiscalia a cargo del doctor Luis Navajas Ramos mediante escrito de fecha 22 de abril del 2010 solicit el sobreseimiento de la querella criminal contra el Juez Garzn basado en los siguientes argumentos, de no ser constitutivos de delitos los hechos contenidos en las sucesivas querellas que dieron lugar a la apertura del procedimiento, esto es que la conducta de Garzn es atpica y adems que al amparo de la doctrina sostenida por la II Sala del TS a travs de la sentencia 1045/2007 del 17 de diciembre del 2007 (Recurso de Casacin 315/2007) se opone a la apertura del juicio oral porque los querellantes carecen de legitimacin procesal. Sin embargo advierte el Fiscal que hay otra sentencia de la misma sala 54/2008 del 21 de enero del 2008 que va en direccin contraria por lo que debido a la trascendencia lo pone como un tema controvertido. El Ministerio Pblico se opuso a la apertura de juicio oral al estimar que las acusaciones populares carecen de legitimacin para instarla conforme lo dispuesto en el artculo 782.2 de la Ley de enjuiciamiento criminal. El Ministerio recuerda para sostener su solicitud, la coherencia que debe predominar en un magistrado al sustentar resoluciones y va dirigido contra el Juez Supremo Varela a quien le hace recordar que en la sentencia 54/2008 tesis del TS contraria a la que sostiene el Fiscal, el magistrado instructor en su voto particular tuvo una posicin de defensa de la doctrina contenida en la sentencia 1045/2007 al sealar que la exclusin de la accin popular en el artculo 781.1 de la Ley de enjuiciamiento criminal es una decisin conciente del legislador, no es arbitraria, tiene una justificacin desde una perspectiva constitucional, es razonable en lo concerniente a la organizacin del proceso, al principio de celeridad y equilibra la relacin entre el derecho a la defensa y las mltiples acusaciones. Al final contra su misma postura en un ejemplo de incongruencia desde el punto de vista procesal, no debi el Juez Varela ordenar la apertura de juicio oral, y all tenemos otra evidencia del nimo parcializado de este magistrado contra Garzn.

EFECTOS DE LA APERTURA DEL JUICIO ORAL SOBRE BALTAZAR GARZON Los efectos de la apertura de juicio oral contra un magistrado en Espaa traen como consecuencia la suspensin del cargo que lo dispone el Consejo General del Poder Judicial, un ente de gobierno similar al consejo ejecutivo de nuestro PJ. Por eso Garzn dio la lucha para que no se apertura juicio oral porque saba de los efectos en su situacin como magistrado: El Artculo 383 inciso 1 de la Ley Orgnica del Poder Judicial de Espaa dice que la suspensin de los Jueces y Magistrados slo tendr lugar cuando se hubiere declarado haber lugar a proceder contra ellos por delitos cometidos en el ejercicio de sus funciones. El Artculo 384 en su inciso 1 dice que para el supuesto de apertura de juicio el Juez o Tribunal que conociera la causa lo comunicar al Consejo General del Poder Judicial, quien har efectiva la suspensin, previa audiencia del Ministerio Fiscal y el inciso 3 regla el plazo de la suspensin que se mantendr hasta que recaiga en la causa sentencia o auto de sobreseimiento. El hecho que Baltasar Garzn se coloque del lado de los que exigen que se conozca la verdad, me parece rescatable. Adems ya declin competencia y considero desde una perspectiva del dao o perjuicio, como condicin objetiva de punibilidad, no ha causado ningn resultado lesivo; sino al contrario ha puesto el dedo en la llaga de la conciencia de los espaoles. Garzn no es querido por algunos de sus pares, probablemente porque sus audacias suelen generar envidias. Que Garzn se equivoque desde el punto de vista doctrinario segn la postura del magistrado Varela y que en algunos casos est en contra de la doctrina jurisprudencial del Tribunal Supremo, no es razn suficiente para que deba ser condenado. El debe regresar, quiz con la prudencia que ensea los aos de ser magistrado.

CONCLUSIONES

1.- Por principio de ltima ratio si hay procedimientos correctores de resoluciones contrarias al ordenamiento jurdico, deben ser

privilegiados, y en el caso Garzn podra haberse formulado una declinatoria de competencia. 2.- Antes de proceder a una acusacin por prevaricato contra el magistrado espaol, se debi esperar que se agote la va recursal. 3.- En la medida que las normas que son objeto de colisin de las resoluciones presuntamente prevaricadoras, tienen ms de una interpretacin, la conducta de Garzn es atpica por falta de un elemento descriptivo del tipo 4.- Por poltica criminal al considerar que debe existir un perjuicio como una condicin objetiva de punibilidad en el caso del Juez espaol no hay perjuicio a persona o institucin concreta. 5.- Si bien los acuerdos generales que implicaron la amnista de 1977, que fue resultado de un pacto de las fuerzas polticas de ese entonces, no se puede soslayar los derechos de miles de personas que fueron afectados durante la guerra civil espaola. 6.- Ni la prescripcin invocada por el Magistrado Supremo Varela ni el razonamiento respecto de la aplicacin del derecho penal internacional fundan suficientemente la denuncia del delito de prevaricato contra Garzn.

AnexoCRONOLOGIA 1 de septiembre de 2008. Baltasar Garzn abre diligencias previas y empieza a reunir pruebas para investigar los crmenes del franquismo. 16 de octubre de 2008. Garzn se declara competente para investigar las desapariciones en la Guerra Civil y el franquismo al entender que se trata de delitos de detencin ilegal en un contexto de crmenes contra la humanidad. Tambin autoriza la exhumacin de 19 fosas, entre ellas la que se supone que contiene los restos del poeta granadino Federico Garca Lorca. 27 de mayo de 2009. El Tribunal Supremo admite a trmite la primera querella contra Baltasar Garzn, presentada por la organizacin Manos Limpias por la investigacin de los crmenes del franquismo. Grupos ultraconservadores como Libertad e Identidad o la Falange Espaola de las JONS plantearn meses ms tarde querellas idnticas, hasta sumar 23 iniciativas en este mismo sentido. 9 de septiembre de 2009. Garzn comparece por primera vez ante el Tribunal Supremo durante ms de cuatro horas sobre el caso de la investigacin de los crmenes del franquismo. 18 de noviembre de 2008. El juez Garzn publica un informe con los resultados de sus investigaciones sobre los crmenes del franquismo, entre las que se encuentra una revelacin referente a que durante la posguerra se secuestraron y reeducaron hijos de republicanos. Con la publicacin del informe, el magistrado comunica su inhibicin del caso y su consecuente derivacin a los Tribunales Superiores de Justicia de las Comunidades Autnomas en las que hay fosas comunes para que decidan sobre la exhumacin de los cadveres que hay en ellas. 25 de marzo de 2010. El Tribunal Supremo decide no archivar la causa contra Baltasar Garzn por declararse competente para investigar los crmenes del franquismo. El auto dice que "ni hay certeza sobre la inexistencia del delito, ni es arbitraria, ilgica o absurda una posible calificacin acusatoria por prevaricacin", por lo que la causa debe seguir adelante. 10 de febrero de 2010. El CGPJ pide un informe al fiscal para decidir si debe suspender cautelarmente al juez de la Audiencia Nacional por los procedimientos abiertos en su contra en el Tribunal Supremo. Se trata de un procedimiento rutinario y no vinculante. 23 de marzo de 2010. El Alto Tribunal llama a Garzn para comparecer por segunda vez. La citacin tiene como fecha el 15 de abril de 2010, para la primera vista en relacin con el caso del presunto cobro de fondos para los cursos que el magistrado hizo en la Universidad de Nueva York. 07 de abril de 2010. Baltasar Garzn tendr que sentarse en el banquillo para ser juzgado por un presunto delito de prevaricacin que habra cometido al investigar las

desapariciones durante el franquismo. El magistrado del Tribunal Supremo Luciano Varela ha resuelto la transformacin en procedimiento abreviado de la causa que se sigue en el Tribunal Supremo contra el juez de la Audiencia Nacional, que se enfrenta a una posible condena de multa e inhabilitacin. 10 de abril de 2010. Baltasar Garzn recurre el auto del juez del Tribunal Supremo, Luciano Varela, alegando que las organizaciones querellantes (entre ellas la Falange y Manos Limpias) tienen "motivaciones ideolgicas" contra l, por lo que le pide a Varela que "no preste crdito a esta persecucin ideolgica". 28 de abril de 2010. El juez Varela admite a trmite la recusacin planteada por la defensa del juez Garzn, lo que supone que debe apartarse, al menos temporalmente, de la causa. 7 de mayo de 2010. El magistrado del Tribunal Supremo (TS) Andrs Martnez Arrieta ha rechazado la recusacin planteada por Garzn contra Luciano Varela, por lo que el juez del Supremo vuelve a instruir la causa abierta contra Garzn por declararse competente para investigar las desapariciones durante la Guerra Civil y el franquismo. 12 de mayo de 2010. El magistrado del Tribunal Supremo Luciano Varela ordena la apertura de juicio oral contra Garzn por investigar los crmenes del franquismo. 14 de mayo de 2010. El Consejo General del Poder Judicial suspende al magistrado de la Audiencia Nacional, pero aplaza la decisin sobre el traslado a la espera de recibir cinco informes sobre la decisin. Garzn asegura que la afronta con tranquilidad porque sabe que es inocente.