Prof. Camila López Echagüe Ficha 1 ¿Qué es la Filosofía? · Me pareció. Pero todo está en...

14
¿Qué es la Filosofía? “El Relámpago”- Italo Calvino Me ocurrió una vez, en un cruce, en medio de la multitud, de su ir y venir. Me detuve, parpadeé: no entendía nada. Nada de nada: no entendía las razones de las cosas, de los hombres, todo era insensato, absurdo. Y me eché a reír. Lo extraño para mí era que nunca antes lo hubiese advertido. Y que hasta ese momento lo hubiese aceptado todo: semáforos, vehículos, carteles, uniformes, monumentos, aquellas cosas tan separadas del sentido del mundo, como si hubiera una necesidad, una consecuencia que las uniese una a otra. Entonces la risa se me murió en la garganta, enrojecí de vergüenza. Gesticulé para llamar la atención de los transeúntes y « ¡Deténganse un momento!», grité. « ¡Hay algo que no funciona! ¡Todo está equivocado! ¡Hacemos cosas absurdas! ¡Este no puede ser el camino justo! ¿Dónde iremos a parar?» La gente se detuvo a mi alrededor, me observaba, curiosa. Yo estaba allí en medio, gesticulaba, me volvía loco por explicarme, por hacerles partícipes del relámpago que me había iluminado de golpe: y me quedaba callado. Callado porque en el momento en que alcé los brazos y abrí la boca, fue como si me tragara la gran revelación y las palabras me hubiesen salido así, en un arranque. -¿Y qué? -preguntó la gente-. ¿Qué quiere decir? Todo está en su sitio. Todo marcha como debe marchar. Cada cosa es consecuencia de otra. ¡Cada cosa está ordenada con las demás! ¡Nosotros no vemos nada de absurdo ni de injustificado! Yo me quedé allí, perdido, porque ante mi vista todo había vuelto a su lugar y todo me parecía natural, semáforos, monumentos, uniformes, rascacielos, rieles, mendigos, cortejos; y sin embargo aquello no me daba tranquilidad sino tormento. -Disculpen -respondí-. Tal vez me haya equivocado. Me pareció. Pero todo está en orden. Disculpen -y me abrí paso entre miradas ásperas. Sin embargo, todavía hoy, cada vez que no entiendo algo (a menudo), instintivamente me asalta la esperanza de que esta vez sea la buena, y que yo vuelva a no entender nada, a adueñarme de aquella sabiduría diferente en un instante encontrada y perdida. Las preguntas filosóficas: problematizar lo cotidiano Adaptado a partir de: Guía de Estudio de Filosofía. Educación de Adultos. Parte 1. Secretaría de Educación. GobBSAS Ficha 1 Prof. Camila López Echagüe 2ºBD. Colegio: _______________________________ Nombre del alumno:__________________________ Fecha de entrega:____________________________ Esta ficha es individual. En caso de plagio, se anulará con calificación 1.

Transcript of Prof. Camila López Echagüe Ficha 1 ¿Qué es la Filosofía? · Me pareció. Pero todo está en...

¿Qué es la Filosofía?

“El Relámpago”- Italo Calvino Me ocurrió una vez, en un cruce, en medio de la multitud, de su ir y venir. Me detuve, parpadeé: no entendía nada. Nada de nada: no entendía las razones de las cosas, de los hombres, todo era insensato, absurdo. Y me eché a reír. Lo extraño para mí era que nunca antes lo hubiese advertido. Y que hasta ese momento lo hubiese aceptado todo: semáforos, vehículos, carteles, uniformes, monumentos, aquellas cosas tan separadas del sentido del mundo, como si hubiera una necesidad, una consecuencia que las uniese una a otra. Entonces la risa se me murió en la garganta, enrojecí de vergüenza. Gesticulé para llamar la atención de los transeúntes y « ¡Deténganse un momento!», grité. « ¡Hay algo que no funciona! ¡Todo está equivocado! ¡Hacemos cosas absurdas! ¡Este no puede ser el camino justo! ¿Dónde iremos a parar?» La gente se detuvo a mi alrededor, me observaba, curiosa. Yo estaba allí en medio, gesticulaba, me volvía loco por explicarme, por hacerles partícipes del relámpago que me había iluminado de golpe: y me quedaba callado. Callado porque en el momento en que alcé los brazos y abrí la boca, fue como si me tragara la gran revelación y las palabras me hubiesen salido así, en un arranque. -¿Y qué? -preguntó la gente-. ¿Qué quiere decir? Todo está en su sitio. Todo marcha como debe marchar. Cada cosa es consecuencia de otra. ¡Cada cosa está ordenada con las demás! ¡Nosotros no vemos nada de absurdo ni de injustificado! Yo me quedé allí, perdido, porque ante mi vista todo había vuelto a su lugar y todo me parecía natural, semáforos, monumentos, uniformes, rascacielos, rieles, mendigos, cortejos; y sin embargo aquello no me daba tranquilidad sino tormento. -Disculpen -respondí-. Tal vez me haya equivocado. Me pareció. Pero todo está en orden. Disculpen -y me abrí paso entre miradas ásperas. Sin embargo, todavía hoy, cada vez que no entiendo algo (a menudo), instintivamente me asalta la esperanza de que esta vez sea la buena, y que yo vuelva a no entender nada, a adueñarme de aquella sabiduría diferente en un instante encontrada y perdida.

Las preguntas filosóficas: problematizar lo cotidiano

Adaptado a partir de: Guía de Estudio de Filosofía. Educación de Adultos. Parte 1. Secretaría de Educación. GobBSAS

Ficha 1 Prof. Camila López Echagüe 2ºBD. Colegio: _______________________________ Nombre del alumno:__________________________ Fecha de entrega:____________________________ Esta ficha es individual. En caso de plagio, se anulará con calificación 1.

¿Tiene la vida humana un sentido?

¿Qué podemos conocer?

¿Es posible que nuestros sentidos nos engañen?

¿El ser humano es libre o sus actos están determinados por Dios o el destino?

¿Cómo debemos actuar?

¿Por qué algunas personas encuentran hermoso lo que otras encuentran feo?

¿El mundo es eterno, o tuvo un comienzo y tendrá fin?

En todas las épocas, los seres humanos se han hecho preguntas de este tipo. No se conoce ninguna cultura que no se haya preocupado por saber quiénes son los seres humanos y de dónde procede el mundo. Preguntarse, dudar, buscar respuestas con curiosidad, a veces con angustia, son características propias de los seres humanos. Sin embargo, las urgencias de la vida cotidiana, o la convicción de haber encontrado una respuesta satisfactoria pueden hacer que olvidemos tales preguntas. El pensamiento filosófico exige abandonar la actitud cotidiana que acepta lo dado sin revisarlo, para asumir una actitud crítica que cuestione lo obvio (lo que se da por supuesto o se considera evidente).

Por eso, decimos que la Filosofía PROBLEMATIZA: es decir, toma aquello que en general no nos preguntamos (por la rutina, porque lo asumimos como “obvio”, o porque no nos es útil a corto plazo) y lo convierte en un problema. Por ejemplo: en general no nos preguntamos si las cosas que nos rodean (mesas, sillas, árboles...) son reales, o si son como las veo. La Filosofía transforma eso que parece evidente en un

problema: ¿existe una “realidad” independiente a mí? ¿Es lo “real” tal como lo veo? ¿Por qué? O, por ejemplo, solemos tener una serie de valores que recibimos en nuestra educación y no cuestionamos (ciertas cosas que creemos que están bien, y otras están mal). La Filosofía, de nuevo, viene a molestarnos un poco y preguntar: ¿por qué considero que ciertas conductas están bien? ¿Qué quiere decir que algo esté “bien”? ¿En qué se fundamenta el “bien”? Así, lo que antes era algo que no suponía ninguna complicación, se empieza a volver un problema...

Los problemas filosóficos

Un problema es un obstáculo, un conflicto, o más exactamente, algo que se presenta ante mí y que tengo necesidad de resolver para continuar.

Ahora bien, no todo problema es un problema filosófico. En nuestra vida cotidiana tenemos problemas que no son filosóficos. Por ejemplo: mi despertador no suena y me levanto más tarde de lo que debía, cuando se supone que tengo que llegar temprano al liceo porque tengo un examen. Eso es un problema, porque es un obstáculo que me preocupa y tengo que resolver de algún modo, pero no es filosófico.

Un problema filosófico es un conflicto a resolver, pero que tiene ciertas características específicas:

“…la Filosofía es un proceso que empieza por generar una pregunta y se desarrolla en un intento por responderla, que supone repreguntarla, reelaborarla y generar nuevas preguntas. La filosofía no sólo pone en cuestión respuestas dadas sino que también cuestiona preguntas.”

Cerletti, A., Kohan, O. La filosofía en la escuela. Bs. As.: UBA, 1996, pp. 97-98

Debe referir a cuestiones universales, que importen a todos los seres humanos, que no busquen lograr alguna utilidad práctica sino satisfacer el simple deseo de saber, buscar un fundamento último de las cosas. Es decir, va más allá de nuestros intereses personales, o nuestro contexto particular, situándose en un lugar más global.

Es polémico y difícil de resolver. Pero por más difícil que sea hallar una respuesta definitiva a tales interrogantes, son tan importantes que la Filosofía continúa examinando todo lo que nos aproxima a aclararlas. Intenta responder a ella con argumentos racionales.

Apunta a buscar los fundamentos, los por qué de las cosas, aún de las más “obvias”: por eso, el intento de aclarar problemas filosóficos nos permite ser más autónomos, nos libera de prejuicios.

Y lo más importante: siempre se presenta en forma de PREGUNTA

Pero no cualquier tipo de pregunta, sino PREGUNTAS DE INDAGACIÓN…

Las autoras Splitter y Sharp (Splitter, L., Sharp, A. La otra educación. Filosofía para niños y la comunidad de indagación, pp. 75 a 79), diferencian tres tipos de preguntas:

1) Preguntas corrientes. Las usamos en la vida cotidiana. Son cerradas, esperan obtener cierta información. El ejercicio de preguntar se cierra cuando esta información es dada, cuando la pregunta es satisfecha. Por ejemplo: ¿Cómo llego a X calle?

2) Pregunta de indagación. Son abiertas y buscan explorar, investigar, no esperan una respuesta de “cierre absoluto” (Sí o No, por ejemplo), sino iniciar una indagación, un proceso de búsqueda. La respuesta va a dar lugar a más preguntas. Quien pregunta no supone que el otro tiene la respuesta. A veces, una pregunta de indagación es generada a partir de una pregunta corriente. Estas son las preguntas propias de la Filosofía. Por ejemplo: ¿qué significa “verdadero”?

3) Pregunta retórica. No es problemática ni desconocida. Es cerrada, y espera saber si el otro sabe una respuesta (ejemplo: en una prueba en el liceo, o en un programa de preguntas y respuestas). No fomenta la indagación, y presupone una “superioridad” de quien pregunta, que ya tiene la respuesta antes de preguntar. Por ejemplo: ¿Cuál es la capital de Brasil? (sabiendo ya la respuesta)

Las autoras llaman a construir, en clase, “comunidades de indagación” donde predominen las preguntas de indagación.

Ramas de la Filosofía

La Filosofía se divide en diversas subdisciplinas o ramas específicas que se reparten los distintos problemas para que sea posible su estudio. Las principales ramas de la Filosofía son:

Metafísica: Filosofía sobre lo que existe y sobre la esencia de las cosas existentes. Lo que Aristóteles llamó “filosofía primera” y luego se llamó “metafísica”, tiene dos grandes temas de estudio:

1. “El ser en tanto que ser”: en este primer sentido, el tema de estudio de la metafísica es el “ser” en toda su generalidad, independientemente de qué clase de “ser” se trate.

1- A continuación, se enumeran algunas preguntas filosóficas. Indica a qué rama de la Filosofía pertenecen, escribiendo al lado de cada una el número correspondiente.

2- ¡Cuidado! Alguna de las preguntas no son filosóficas. Mira con atención y descubre cuáles son. Explica qué criterios tuviste en cuenta para distinguir estas preguntas no filosóficas de las preguntas filosóficas.

2. El otro tema de estudio de la metafísica es el de la causa primera, es decir, aquel ser principal del cual dependen los demás seres (tradicionalmente, pero no exclusivamente, dios).

Teoría del conocimiento: Estudia el problema del conocimiento en general: su definición, fuentes y límites. Al estudiar el conocimiento, reflexiona también sobre las cuestiones relativas a la Verdad.

Epistemología: Estudia los problemas relativos al conocimiento científico y la ciencia en general: cuál es su método, qué diferencia a lo que es ciencia de lo que no lo es, etc.

Lógica: Es el estudio de la estructura formal de los razonamientos. Es decir, el procedimiento sistemático y fundado que nos permite diferenciar un razonamiento correcto, o válido de otro incorrecto, o inválido.

Ética: Es la reflexión filosófica sobre la moral (es decir, la reflexión sobre los valores concretos que los seres humanos adoptan para orientar su conducta). Mientras la moral propone acciones concretas en casos concretos, la ética se remonta a la reflexión sobre las distintas morales y sobre los distintos modos de justificar racionalmente la vida moral.

Filosofía política: Reflexiona sobre cuál es la mejor forma de gobierno, en qué se fundamenta el Estado, qué es lo que hace que algo sea político. De modo que se pregunta sobre temas como la justicia, el derecho, el poder.

Antropología Filosófica: Estudia al hombre (en griego, anthropos) de manera general, global; principalmente se pregunta acerca de la esencia del hombre -¿qué es el hombre?-.

Estética: Reflexión sobre la belleza o el arte: qué es lo bello.

Filosofía del Lenguaje: Estudia las cuestiones relativas a la relación entre el lenguaje, los pensamientos y la realidad.

a. ¿Qué es la verdad?

b. ¿Cuándo tuvo origen la revolución industrial?

c. ¿Qué tipo de organización social es la mejor para el hombre?

d. El mundo que percibimos, ¿existe realmente?

e. ¿Con qué criterios se determina cuándo un conocimiento es científico?

f. ¿Existe un modelo universal de belleza?

g. ¿Cómo está compuesta la Suprema Corte de Justicia en Uruguay?

h. ¿Cómo se distingue un razonamiento válido de uno inválido?

i. ¿Qué es el hombre?

j. ¿Existe Dios?

k. ¿Qué escultura es más bella: el David o la Venus de Milo?

l. ¿Es la ciencia objetiva?

m. ¿El hombre es libre?

n. ¿Es posible conocer?

ñ. ¿Deben las leyes del Estado ser siempre acatadas incondicionalmente?

o. ¿El lenguaje puede transformar la realidad?

p. ¿Cuándo una acción es buena?

q. ¿Qué es el mal?

La respuesta a las preguntas: una búsqueda racional y argumentada

Hasta ahora, lo que sabemos es que la Filosofía realiza preguntas de indagación y PROBLEMATIZA, cuestiona, revisa lo que en general consideramos “obvio”. Bien. Pero debemos seguir aclarando el concepto de Filosofía:

una vez que se realiza estas preguntas, no termina la tarea. Hay que elaborar respuestas. No vale solo preguntar; si bien las respuestas serán difíciles, polémicas, abiertas y discutibles, si preguntamos es ciertamente porque queremos saber la respuesta. La Filosofía indaga reflexivamente los problemas, e intenta realizar esta búsqueda de modo preciso y riguroso, fundado en argumentos racionales. Con esto lo que queremos decir es que toda respuesta a una pregunta filosófica debe basarse en razones, es decir, en argumentos, y no en una autoridad (como un partido político, una iglesia, una persona, un libro...) ni en una creencia infundamentada (no vale responder “porque sí”, “porque lo dice Fulano”, o “porque a mí me parece”: ¡tiene que haber una justificación coherente, completa y desarrollada!). Por otra parte, indagar en los problemas filosóficos supone estudiar con mucho cuidado y profundidad no solo las características del problema sino lo que otros filósofos ya han dicho de él (como las preguntas son tan universales, seguro que no somos los primeros que las hacemos), e intentar delimitar con precisión y detalle cuáles son los conceptos implicados en el problema.

Sin embargo, es momento de hacer una distinción. Con los datos que tenemos hasta ahora, bien podríamos confundirnos y pensar que la Filosofía es una ciencia: hace preguntas, busca la verdad, indaga en los problemas de forma precisa y rigurosa... Sin embargo, pese a estas semejanzas, es importante aclarar una cosa:

¡la Filosofía NO es una ciencia!

El saber filosófico, al igual que el científico, también es resultado de una búsqueda sistemática y racional. No es, como el conocimiento ordinario o cotidiano, un saber espontáneo y azaroso, sino que es producto de una investigación intencional. Pero, a diferencia del científico, esta investigación no recurre a la contrastación empírica, sino que es una investigación teórica. No verifica sus postulados con la experiencia; y esto es así por el carácter del objeto de estudio de la Filosofía. Este objeto ya no es particular como en la ciencia, sino universal: no es una porción delimitada de la realidad, sino que estudia conceptos más generales. Por ejemplo: la verdad, la justicia, la realidad. Es por ello que su principal herramienta es la argumentación: es decir, la exposición de fundamentos para demostrar sus tesis.

Por estos motivos, no vamos a referirnos a la Filosofía como una ciencia sino como una “disciplina”, término que designa a un cuerpo sistemático de conocimientos no necesariamente científicos.

La argumentación en la Filosofía

De acuerdo a lo que venimos diciendo:

filosofar consiste en problematizar (cuestionarnos con actitud crítica aquellas ideas que habitualmente no nos preguntamos, porque las naturalizamos) y, una vez delimitado el

problema, investigarlo intentando clarificar las supuestos y conceptos sobre los que éste se fundamenta, con el fin último de aumentar nuestro conocimiento sobre el tema.

Para este proceso de clarificación, revisión de los conceptos que fundamentan un problema, y construcción de respuestas a las preguntas filosóficas que guiaron nuestra búsqueda, es imprescindible ARGUMENTAR. De hecho, la argumentación es tan importante en Filosofía que la seguiremos explorando durante el año y los años sucesivos, intentando mejorar nuestras habilidades como argumentadores. Filosofar también argumentar y aprender a analizar los argumentos que se nos presentan (los de otras personas, o los nuestros) para detectar sus fortalezas y debilidades.

ciencia

filosofía

«Dar un argumento» significa ofrecer un conjunto de razones o de pruebas en apoyo de una conclusión. Aquí, un argumento no es simplemente la afirmación de ciertas opiniones, ni se trata simplemente de una disputa. Los argumentos son intentos de apoyar ciertas opiniones con razones. En este sentido, los argumentos no son inútiles, son, en efecto, esenciales. (Weston. Las claves de la argumentación)

Ya dedicaremos más tiempo en clase para trabajar sobre argumentación en detalle. Sin embargo, dado que es tan importante para la disciplina, debemos empezar a manejar desde ya algunas nociones acerca de qué es un argumento y por qué es importante argumentar.

¿Qué es un Argumento?

Argumentar es brindar un conjunto de razones, llamadas premisas, que justifican o apoyan determinada afirmación, llamada conclusión.

La argumentación es esencial en Filosofía porque:

• Nos permite JUSTIFICAR una determinada creencia para no quedarnos meramente con “opiniones” injustificadas.

No se trata en esta disciplina de intercambiar creencias injustificadas u opiniones, sino intentar aumentar nuestro conocimiento de determinado concepto o problema (recordemos que la “filosofía” se vincula al amor a la sabiduría, a la búsqueda constante del saber). Una creencia es una actitud o estado psicológico por el que nos adherimos a la verdad de un enunciado. Ahora bien, nuestras creencias pueden estar justificadas o no; es decir, puedo tener buenas razones para sostener una creencia, o no. Tradicionalmente, en Filosofía a este tipo de creencia no justificada le llamamos OPINIÓN. Una opinión es una creencia que se considera verdadera, pero sin buenas razones.

En cambio, si tenemos una creencia que suponemos es verdadera y está debidamente justificada, con buenas razones, ya es una creencia racional más segura que la mera “opinión”. Tradicionalmente, en la historia de la Filosofía a este tipo de creencia verdadera y justificada se le llama “conocimiento”.

Claro que esta distinción tiene sus problemas y ha sido largamente discutida, sin embargo por el momento nos interesa destacar que en la Filosofía no se busca simplemente intercambiar opiniones –no se trata solamente de “decir lo que pienso”- sino construir ARGUMENTOS que permitan JUSTIFICAR las creencias que sostenemos para refinar nuestro conocimiento de un determinado problema.

• Nos permite COMUNICAR nuestra postura y contrastarla públicamente con otros mediante el DIÁLOGO o DEBATE.

La filosofía no es una actividad individual sino colectiva. No basta con que ejercitemos nuestro pensamiento y nuestros razonamientos: también debemos aprender a comunicarlos con claridad y discutir, con respeto y apertura hacia la diferencia, con un interlocutor. Sócrates, uno de los primeros y más célebres filósofos de la historia de la Filosofía, ya decía que el diálogo era el medio imprescindible para alcanzar la verdad. Del griego, “diálogo” significa encuentro entre

3- EJERCICIO DE ARGUMENTACIÓN

dos logos (por ahora, digamos encuentro entre dos discursos racionales). Contrastar argumentos con otras personas nos permite clarificar, detectar posibles errores o debilidades de los argumentos, incorporar nuevos puntos de vista que no se nos habían ocurrido, en definitiva nos enriquece y fortalece nuestro saber sobre determinado asunto.

Los diálogos o debates filosóficos, sin embargo, no deben confundirse o derivarse en debates políticos o religiosos, por ejemplo, ya que de lo que se trata es buscar

los supuestos o fundamentos de determinado problema, y no simplemente expresar puntos de vista personales y concretos sobre el mismo. Por ejemplo: no es un diálogo filosófico aquel que discute sobre cuál debe ser el candidato a presidente que debe gobernar el país, pero sí aquel que discute sobre cuáles son las condiciones que debería contemplar un Estado ideal.

El ministerio de educación de Chile se encuentra discutiendo la pertinencia de incluir o excluir la enseñanza de la Filosofía del curriculum obligatorio. Así lo explica el periódico “La tercera”:

El Ministerio de Educación se encuentra trabajando en la modificación del currículum escolar para tercero y cuarto medio, es decir, el marco que define los ramos que se imparten en ese nivel educativo. Este cambio completa el proceso de modificaciones curriculares que se inició en 2012 y actualmente se encuentra en un proceso de consulta en distintos colegios del país. Sin embargo, la propuesta ya ha causado preocupación en algunos sectores, principalmente debido a que elimina Filosofía de los ramos obligatorios -plan común-, dejándolo como una de las asignaturas electivas. (...) Según un documento del Mineduc, la propuesta diseña un plan común transversal en el sistema chileno y que aplicará tanto a la enseñanza artística, a la técnica y a la científico humanista. Además, señala que los ramos obligatorios serán Artes, Ciencia, Naturaleza y Sociedad, Educación Física y Salud, Lengua y Literatura, Matemática, Consejo de Curso y Educación Ciudadana. Precisamente esta última asignatura, según explicaron desde la cartera, será la que absorba los contenidos de Filosofía: “Se trabajará Filosofía en Formación Ciudadana, que fue lo que recomendó la Comisión Engel. No es que se vaya a sacar completamente Filosofía como ramo”, explicó Alejandra Arratia, coordinadora de la Unidad de Currículum y Evaluaciones del Mineduc (UCE). CONSIGNA:

1) ¿Cuál es tu postura respecto a la propuesta del Ministerio de Educación chileno de hacer que la Filosofía no sea una asignatura obligatoria? ARGUMENTA utilizando como orientación la estructura de argumentación propuesta en la Ficha 0. Trata de elegir varias estrategias distintas de justificación, al menos tres.

2) Indica qué estrategias de justificación elegiste. IMPORTANTE: NO se busca evaluar la opinión que tengan (es decir, si están de acuerdo o no) sino la ARGUMENTACIÓN que elaboren. Se espera que el argumento sea claro, sólido, convincente, y que

utilice adecuadamente los conceptos pertinentes (ej: la definición de Filosofía).

Ejemplos de una mala argumentación:

1) “Para mí, está mal la propuesta de quitar la Filosofía de la enseñanza secundaria, ya que la Filosofía es una materia muy importante, por lo tanto sería terrible excluirla de la educación.”

“La física sirve para muchas cosas, mientras que la filosofía no sirve para nada. Ya lo dijo conste, un filósofo, el patrón de los filósofos, Aristóteles. Precisamente por eso soy yo filósofo: porque no sirve para nada serlo. La notoria inutilidad de la filosofía es acaso el síntoma más favorable para que veamos en ella el verdadero conocimiento. Una cosa que sirve es una cosa que sirve para otra, y en esa medida es servil. La filosofía, que es la vida auténtica, la vida poseyéndose a sí misma, no es útil para nada ajeno a ella misma. En ella, el hombre es solo siervo de sí mismo, lo cual quiere decir que solo en ella el hombre es señor de sí mismo. Mas, por supuesto, la cosa no tiene importancia. Queda usted en entera libertad de elegir entre estas dos cosas: o ser filósofo o ser sonámbulo.”

Ortega y Gasset (1883 – 1955)

2) “Personalmente, considero que está bien quitar la Filosofía de la enseñanza media. Esta asignatura no sirve para nada; es completamente inútil, no sirve para nada productivo, no tiene ninguna aplicación por lo que es totalmente infructuosa.”

En ambos ejemplos, se expone solamente una opinión (“para mí es importante”, “para mí es inútil”), pero no se dan RAZONES que la justifiquen. Tendría que acompañarse la afirmación de que “es importante” o “es inútil” con las razones por las cuales se justifica eso (“es importante para formar X habilidades en el ser humano..., ya que filosofar permite...”, por ejemplo). En el segundo caso pasa lo mismo pero está un poco más disimulado, porque se repite varias veces la misma idea con sinónimos (es “inútil”, “no sirve”, “infructuosa”), pero sin dar tampoco razones. A veces, con la intención de hacer una respuesta más “desarrollada”, intentamos alargarla usando sinónimos, o repitiendo la misma idea con otras palabras: eso, sin embargo, no hace que esté más desarrollada o mejor justificada. Al contrario: queda de manifiesto que no se tienen razones para sostener lo que se dice. Por tanto, al argumentar tenemos que tratar de ser precisos, no adjetivar mucho, no ser reiterativos, y expresar con claridad y concisión las razones que sostienen nuestras afirmaciones.

El sentido de la Filosofía

Pese a que la filosofía ha sido tan importante para el hombre a lo largo de la historia, cuando uno empieza por primera vez a estudiar filosofía lo primero que se pregunta es:

¿para qué me sirve esto? “La verdadera función social de la filosofía reside en la crítica de lo establecido. Eso no implica la actitud superficial de objetar sistemáticamente ideas o situaciones aisladas, que haría del filósofo un cómico personaje. Tampoco significa que el filósofo se queje de este o aquel hecho tomado aisladamente y recomiende un remedio. La meta principal de esta crítica es impedir que los hombres se abandonen a aquellas ideas y formas de conducta que la sociedad en su organización actual les dicta”

M. Horkheimer, (1895 . 1976)

¿Qué quiere decir ser “crítico”?

Entonces, ¿qué es ser crítico? ¿Es andar quejándose de las cosas, o nombrar lo negativo de todo? ¡Nooooo! Ser crítico es afinar la vista y ver qué es lo que está detrás de las cosas, lo oculto detrás de lo que parece “obvio”. Vivimos rodeados de información que ni cuestionamos, que aceptamos sin más como verdadera o natural, pero si nos ponemos a pensar, a veces encontramos que muchos de nuestros conocimientos y hábitos son cuestionables. Por ejemplo: antes existía la esclavitud. Los esclavos se compraban y vendían como si fueran cosas. Mirá estos avisos que salían en el diario:

Para las personas de la época, esto era normal. Sin embargo, algún pequeño filósofo, alguien con espíritu crítico, podría haberse preguntado cosas como:

¿Es “normal” que se vendan seres humanos? ¿El hecho de que una acción sea “normal”, quiere decir que está bien?

¿Qué es el bien? ¿Acaso las personas negras no son seres humanos?

¿Qué es el ser humano? ¿Cuáles son las características esenciales que debe tener un ser para que lo llamemos “humano”?

¿Cómo sería una sociedad deseable?

“Una crítica NO consiste en decir que las cosas no están bien como están. Consiste en ver sobre qué tipo de evidencias, de familiaridades, de modos de pensar adquiridos y no reflexionados reposan las prácticas que se acepta. Es necesario liberarse de la sacralización de lo social como única instancia de lo real y dejar de considerar con ligereza algo esencial en la vida humana y en las relaciones humanas, el pensamiento. El pensamiento, existe aquí, mucho más allá o más acá de los sistemas o de las construcciones discursivas. Es algo que a menudo se oculta, pero anima todos los comportamientos cotidianos. Hay siempre un poco de pensamiento aun en las instituciones más necias; hay siempre pensamiento aun en las prácticas silenciosas. La crítica consiste en hacer salir este pensamiento e intentar cambiarlo: mostrar que las cosas no son tan evidentes como se cree, procurar que lo que se acepta como evidente ya no sea evidente. Criticar, es hacer difíciles los gestos demasiado fáciles. En estas condiciones, la crítica (y la crítica radical) es absolutamente indispensable para toda transformación. Pues una transformación que conservara el mismo modo de pensamiento, una transformación que no fuera más que cierta manera de ajustar mejor el mismo pensamiento a la realidad de las cosas no sería más que una transformación superficial. En cambio, a partir del momento en que se empieza a no poder pensar más las cosas como se las piensa, la transformación se vuelve a la vez muy urgente, muy difícil y completamente posible. Por lo tanto, no hay un tiempo para la crítica y un tiempo para la transformación, no hay ‘los que critican’ y ‘los que transforman’, los que están encerrados en una radicalidad inaccesible y los que están obligados a hacer las concesiones necesarias a lo real. De hecho, creo que el trabajo de transformación profunda no puede hacerse más que al aire libre y siempre agitado por una crítica permanente.”

Michel Foucault

Si te fijás, a medida que escarbamos, las preguntas se hacen más generales y profundas. Van a lo más hondo, a las raíces, y son preguntas tan universales que no solo son interesantes para las personas que vivían en una sociedad esclavista, sino también para nosotros hoy (¿acaso no es importante para nosotros pensar qué características tendría que tener una sociedad ideal? ¿O qué es lo que nos define como seres humanos?). ¡Ésas son las preguntas filosóficas! Intentá ahora hacer el mismo ejercicio que acabamos de realizar pero con otro aviso publicitario, esta vez más moderno:

Posiblemente todas las mujeres, de niñas, tuvimos algún juguete como éstos, y a todos les pareció normal. Pero seamos ahora un poquito más críticos, más filósofos: ¿qué preguntas te podrías hacer sobre esta publicidad? ¿Qué hay detrás? (ejercicio 4)

___________________________________________________________________________________ ___________________________________________________________________________________ ___________________________________________________________________________________ ___________________________________________________________________________________ ___________________________________________________________________________________ ___________________________________________________________________________________ Señala cuáles de estas preguntas son filosóficas (es decir: cuáles son las más profundas, las más generales, que podrían interesarte tanto a vos como a una persona se dos siglos más atrás o dos siglos más adelante).

¿Y por qué es importante ser críticos? Porque nos permite ser más AUTÓNOMOS, es decir, más LIBRES. Si nunca nos hubiéramos preguntado si era tan “normal” comprar y vender esclavos, seguiríamos creyendo que es lo más obvio del mundo: seguiríamos teniendo esclavos. Al preguntarnos, podemos pensar nosotros mismos si los conocimientos y las conductas que recibimos de la sociedad son correctas, y podemos elegir si cambiarlas o no. Hacer preguntas a las cosas más evidentes nos mueve a pensar por nosotros mismos, nos libera, hace que no seamos prisioneros de lo que nos dicen otras personas. Así, aunque las preguntas sean tan difíciles y sea tan complicado encontrar una respuesta certera, el solo hecho de hacérnoslas ya nos está ayudando a que seamos más libres. Por eso es que las preguntas son tan importantes en filosofía.

La importancia de la Filosofía, hoy “De todo lo visto hasta ahora podemos sacar algunas conclusiones. En concreto, acerca del saber filosófico, que es un saber crítico y riguroso que pretende conocer la estructura fundamental de la realidad y de la razón misma, entendida la realidad como totalidad de lo que hay, también de la vida personal y social del ser humano. A lo largo de la historia se han ido acumulando las grandes preguntas, que son el centro de la actividad filosófica, y también las respuestas y controversias en torno a tales cuestiones. Cabe ahora preguntarnos si tiene sentido filosofar hoy, cuando las ciencias, la técnica y la tecnología, los llamados «saberes positivos», parecen dominar ya la realidad o les falta muy poco para ello; y cuando los cambios sociales se producen con tal celeridad que parece inútil dedicarse a responder las cuestiones más generales y más radicales. Y la respuesta es que, precisamente por estas razones, es muy necesaria la filosofía, porque:

• Los saberes positivos, cada uno de ellos ocupado en una parcela de la realidad, deben ser integrados y valorados desde el punto de vista de su contribución a la felicidad de las personas y a la justicia en los grupos humanos. Esta tarea no la realiza ninguno de los saberes no filosóficos.

• Es necesario reflexionar para conseguir criterios que nos ayuden a superar los prejuicios y dogmatismos que pueblan el saber ordinario sobre la realidad, de nosotros mismos y de nuestras sociedades.

• Los saberes positivos carecen de instrumentos para cuestionar sus propios prejuicios acerca de la realidad natural y social.

• Además, hoy convivimos con algunas amenazas especialmente peligrosas en cuanto a la

información y el conocimiento, pues la presunta información es muy veloz y supera todas las fronteras, incluso las de la propia intimidad; internet y el teléfono móvil, que tanto nos ayudan en muchos momentos, son, en otros, instrumentos deshumanizadores y que nos alejan de la realidad.

• Es preciso adoptar una posición crítica que nos permita determinar si hay fines razonables para nuestra vida y cuáles son, de lo que se ha ocupado, desde su origen hasta hoy, la filosofía.

• Para todo ello es indispensable conocer los conceptos y argumentos que la filosofía ha producido, y elaborar otros nuevos que nos permitan integrar todos los conocimientos en una visión lo más completa posible.

Es común la experiencia del niño que, a temprana edad, pregunta sin cesar «¿Esto qué es?» y «¿Por qué?». A la primera pregunta suele bastarle con que se le responda el nombre del objeto por el que pregunta, pero la respuesta a la segunda la encadena con otra igual, y con otra, y continúa sucesivamente con la misma interrogación a partir de cada respuesta, hasta que el adulto se cansa y lo distrae con cualquier juego u objeto cercano, lo que nos lleva a pensar que preguntar y preguntarse es inherente a la condición humana, así como a sospechar de quienes, cansados o interesados, intentan distraernos con juegos u objetos para que dejemos de hacerlo. Cuando en un momento histórico o en una sociedad los seres humanos renunciamos a preguntar y a preguntarnos, caemos en la desorientación, aceptamos sin crítica acciones y afirmaciones de dudosa índole, podemos Observatorio astrofísico de Roque de los Muchachos, en la isla de La Palma, Canarias. Está situado a 2.396 metros de altitud, y es un lugar de referencia mundial para la observación del cosmos. Detalle de un fragmento de piel de tiburón observado con microscopio. El mejor conocimiento de la naturaleza y de todos los seres vivos que la habitan debe orientarse al cuidado y a la preservación por solidaridad con las generaciones futuras. 32 deslizarnos hacia comportamientos prejuiciosos y no sometemos a análisis nuestras vivencias y las de aquellos con quienes convivimos y construimos la sociedad. Todo ello conlleva una renuncia a la dignidad de la que estamos investidos por el hecho de ser personas.”

CORTINA, ADELA. Filosofía 1ºBach. Ed.Santillana

Russell: ¿Qué pasaría si no filosofáramos?

“El hombre que no tiene ningún barniz de Filosofía, va por la vida prisionero de los prejuicios que derivan de la "opinión de la mayoría", de las creencias habituales en su tiempo y en su país, y de las que se han desarrollado en su espíritu sin la cooperación ni el consentimiento deliberado de su razón. Para este hombre el mundo tiende a hacerse preciso, definido, obvio; los objetos habituales no le suscitan problema alguno, y las posibilidades no familiares son desdeñosamente rechazadas. Desde el momento en que empezamos a filosofar, hallamos, por el contrario (...), que aún los objetos más ordinarios conducen a problemas a los cuales sólo podemos dar respuestas muy incompletas. La Filosofía, aunque en ocasiones es incapaz de decirnos con certeza cuál es la verdadera respuesta a las dudas que suscita, es capaz de sugerir diversas posibilidades que amplían nuestros pensamientos y nos liberan de la tiranía de la costumbre. Así, al disminuir nuestro sentimiento de certeza sobre lo que las cosas son, aumenta en alto grado nuestro conocimiento de lo que pueden ser; rechaza el dogmatismo algo arrogante de los que no se han introducido jamás en la región de la duda liberadora y guarda vivaz nuestro sentido de la admiración, presentando los objetos familiares en un aspecto no familiar. Aparte de esta utilidad, la Filosofía tiene un valor -tal vez su máximo valor- por la grandeza de los objetos que contempla, y la liberación de los intereses mezquinos y personales que resulta de aquella contemplación. La vida del hombre instintivo se halla encerrada en el circuito de sus intereses privados. Esta vida tiene algo de febril y limitada. En comparación con ella, la vida del filósofo es serena y libre. (…) Para resumir nuestro análisis sobre el valor de la filosofía: la filosofía debe ser estudiada, no por las respuestas concretas a los problemas que plantea, puesto que, por lo general, ninguna respuesta precisa puede ser conocida como verdadera, sino más bien por el valor de los problemas mismos; porque estos problemas amplían nuestra concepción de lo posible, enriquecen nuestra imaginación intelectual y disminuyen la seguridad dogmática que cierra el espíritu a la investigación; pero, ante todo, porque por la grandeza del Universo que la filosofía contempla, el espíritu se hace a su vez grande, y llega a ser capaz de la unión con el Universo que constituye su supremo bien.”

Russell, Bertrand. Los problemas de la Filosofía. Barcelona: Ed. Labor, 1992.

Características del conocimiento filosófico:

-es un conocimiento crítico, porque duda, cuestiona y analiza todo lo que el sentido común considera evidente u obvio

-es universal, porque los temas que abordan interesan al ser humano en general. El cuestionamiento filosófico no es exclusivo de una cultura o de cierto grupo de personas: todas las culturas a lo largo de la historia se han planteado preguntas filosóficas, movidas por la curiosidad y el deseo de saber.

-racional, porque se fundamenta mediante razones, es decir, se apoya sobre argumentos y nunca sobre una autoridad (sea ésta una iglesia, un partido político, una escuela filosófica, etc.);

-reflexivo, porque se vuelve sobre sí mismo (por ejemplo, considera la cuestión misma de "qué es la Filosofía")

-radical, porque es una búsqueda reflexiva que no da por concluida ninguna cuestión; la mirada crítica investiga no sólo aquello que se afirma, sino también sus supuestos o fundamentos, lo que le sirve de base o apoyo (en este sentido, "radical" se vincula con "raíz)

-Nos ayuda a ser más AUTÓNOMOS: si no nos preguntamos el por qué de las cosas, simplemente vamos a terminar aceptando lo que nos dicen los demás, lo que nos llega como “natural” u “obvio”. Recordá! En Filosofía, nada es obvio.

La Filosofía es una disciplina que busca desinteresadamente (es decir, sin ninguna utilidad práctica directa, sino por el solo hecho de conocer) responder a las preguntas más generales que conciernen al ser humano en tanto tal. Más que un sustantivo puede comprenderse más fácilmente como un verbo, como un hacer: podríamos decir que filosofar consiste en cuestionar, discutir, argumentar, internarse en la búsqueda de fundamentos acerca de cuestiones universales y elementales que, sin embargo, no solemos cuestionar, sino por el contrario muchas veces asumimos como dadas, como obvias, como naturales. Diariamente utilizamos objetos, vamos y venimos en un mundo particular, lleno de cosas y de humanos; hablamos, nos relacionamos con el mundo. Si nos detenemos unos minutos, y ponemos entre paréntesis nuestra cotidianeidad, nuestra rutina, podemos nos preguntamos, ¿pero, por qué estamos acá? ¿Quién soy? ¿Qué es la vida? ¿Qué son todas estas cosas que me rodean? ¿Qué es real, cómo hago para saber qué es real?, veremos que no es tan fácil responder; de hecho, es bastante inquietante. La filosofía consiste en esa pausa en nuestra rutina, en esa pregunta a partir del sentimiento de extrañeza, de asombro frente al mundo. Preguntas que nos ayudan a ser más conscientes sobre nosotros y lo que nos rodea; nos ayudan a tomar postura reflexiva sobre ello en lugar de simplemente aceptarlo: nos ayudan a ser más libres.

Para entender qué es la Filosofía, antes nos puede ayudar ver qué significa etimológicamente la palabra. “Filo-sofía” significa _____________________________. Es decir que el filósofo no posee la verdad sino que la busca; esa búsqueda de la verdad es, justamente, la actitud filosófica esencial.

La filosofía, entonces, es una ________________ que realiza _______________ a partir de _____________________________. Por eso decimos que la filosofía problematiza; esto quiere decir que _____________________________________________________ _______________________________________________________________________ _______________________________________________________________________. Un problema filosófico se caracteriza por ser ___________________________________ _______________________________________________________________________ _______________________________________________________________________ ________________________________________________________________________ ________________________________________________________________________.

Algunas preguntas filosóficas, por ejemplo, son: __________________________________________________________________________________________________________________________________________________ __________________________________________________________________________________________________________________________________________________

Estas preguntas son _________________ (universales/ particulares) porque interesan a ___________________________. Es decir que los problemas filosóficos no son propios de una cultura en particular sino que_____________________________________________ ________________________________________________________________________ _______________________________________. La curiosidad, el deseo de saber, el asombro frente a lo que nos rodea, es lo que nos caracteriza como seres humanos.

Además, siguiendo la clasificación de Splitter y Sharp, son preguntas _____________________ (corrientes/de indagación/ retóricas) ya que _____________ _______________________________________________________________________ _______________________________________________________________________.

1. Empezar diciendo el significado de la PALABRA: Filo (amor), sofía (sabiduría)

2. Luego: decir QUÉ ES la filosofía (¿una ciencia? ¿una disciplina?) y qué actividad realiza

3. Poner algunas preguntas filosóficas como ejemplo

4. Explicar: ¿a quién le puede interesar las cuestiones que se pregunta la filosofía?

5- EJERCICIO FINAL: Responde esta pregunta de la forma más clara y completa posible, como si estuvieras en un examen. Utiliza la estructura que se detalla a continuación.

Pregunta: ¿Qué es la filosofía? ¿Para qué sirve?

La Filosofía no se limita a hacer preguntas, sino que intenta responderlas. El modo en que elabora las respuestas a estas preguntas es racional, lo que quiere decir que __________ ________________________________________________________________________ ________________________________________________________________________ ________________________________________________________________________.

Si bien el saber filosófico es riguroso, preciso y sistemático, es importante aclarar que no se trata de un saber científico. La diferencia entre ciencia y Filosofía es que ____________ _________________________________________________________________________ ________________________________________________________________________ ________________________________________________________________________ ________________________________________________________________________ ________________________________________________________________________.

Entonces, ¿qué sentido tiene hacer filosofía? El sentido es que nos permite _______________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________. Si no filosofáramos, ___________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________.

En la actualidad, hacer filosofía es una tarea importante porque _________________________________________________________________________ __________________________________________________________________________________________________________________________________________________ _________________________________________________________________________________________________________________________________________________.

5. Comentar cómo son las respuestas a las preguntas ( ¿son racionales? ¿son científicas? ¿son empíricas?)

6. Para finalizar, explicar cuál es la importancia de la Filosofía