¿Profesionistas Del Futuro o Futuros Taxistas Los Egresados Universitarios y El Mercado Laboral en...

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Profesionistas del futuro o futuros taxistas?Los egresados universitarios y el mercado laboral en MxicoWietse de Vries y Yadira Navarro

Wietse de Vries [email protected] en Educacin por la Universidad Autnoma de Aguascalientes. Profesor-investigador de tiempo completo en la Benemrita Universidad Autnoma de Puebla, Mxico. Miembro del Sistema Nacional de Investigadores, nivel II. Temas de investigacin: polticas pblicas en educacin superior, evaluacin, financiamiento, efectos en actores (instituciones, acadmicos, estudiantes, egresados).

Resumen El aporte que hace una universidad al futuro de sus estudiantes es un tema controversial. Informes oficiales acostumbran perfilar a la educacin superior como el impulsor para el desarrollo econmi-co y social, pero al mismo tiempo ponen esta aseveracin en duda, al sealar que muchos egresados se encuentran desempleados o trabajando como taxistas.

Este artculo presenta el anlisis de los datos de un proyecto internacional de seguimiento de egresa-dos en el que participaron nueve universidades mexicanas. Los datos revelan que efectivamente exis-ten problemas de desempleo, pero tambin que las razones detrs de estos problemas son complejas y no siempre bien entendidas por los hacedores de polticas.

Palabras clave: egresados, educacin superior, mercado laboral, Mxico.

Yadira Navarro [email protected] en Educacin por la Universidad Autnoma de Aguascalientes. Profesora-investigadora de la Benemrita Universidad Autnoma de Puebla, Mxico. Temas de investigacin: el uso de tecnologas de informacin y comunicacin, mtodos de enseanza-aprendizaje y cuestiones de gnero.

Profissionais do futuro ou futuros motoristas?Os recm-formados e o mercado de trabalho no Mxico

Resumo A contribuio de uma universidade ao futuro de seus estudantes ponto de controvrsia. Os relat-rios oficiais normalmente representam educao superior como o motor para o desenvolvimento econmico e social, mas ao mesmo tempo colocam em dvida esta asseverao, ao destacar que muitos formados esto desempregados ou trabalhando como motoristas de taxi.

Este artigo apresenta a anlise dos resultados de um projeto internacional de acompanhamento de recm-formados no qual participaram nove universidades mexicanas. Os dados revelam que efeti-vamente existem problemas de desemprego, mas tambm que as razes detrs destes problemas so complexas e nem sempre bem entendidas pelos geradores de polticas.

Palavras chave: recm-formados, educao superior, mercado de trabalho, Mxico.


Future professionals or future taxi drivers?University graduates and the labor market in Mexico

Abstract The contribution of universities to the future of its students is a controversial topic. Official reports usually profile higher education as the driver for economic and social development, but at the same time they cast doubt upon this assertion pointing out that many graduates are unemployed or work as taxi drivers.

This article presents the data analysis of an international project to follow-up on university graduates with the participation of nine Mexican universities. The data reveal that unemployment problems indeed exist, but also that the underlying reasons for these issues are complex and not always well understood by the policy makers.

Key words: university graduates, higher education, labor market, Mexico.

Recepcin: 29/11/10. Aprobacin: 23/02/11.

Profesionistas del futuro o futuros taxistas?...Wietse de Vries y Yadira Navarro / pp. 3-27


IntroduccinLa educacin superior mexicana ha estado envuel-ta, durante dos dcadas, por un ambiente bipolar: en el polo manaco u optimista, la educacin su-perior es considerada como el eje central para el desarrollo econmico y social del pas, como la instancia indicada para resolver problemas de competitividad y empleo, o casi cualquier tema emergente (Task Force on Higher Education and Society, 2000; cepal-unesco, 1992). Bajo esta ptica, se estableci como una meta gubernamen-tal aumentar la cobertura hasta el 30% en 2011, amn de iniciativas para incorporar nuevos grupos de jvenes. Este polo del debate enfatiza la impor-tancia de aumentar el subsidio pblico, abrir ms instituciones y carreras, introducir becas para estu-diantes y mejorar la calidad de las instituciones p-blicas. Se suele observar que la universidad, a pesar de las recurrentes crisis econmicas, sigue brindan-do importantes beneficios para aquel que logra ter-minar estudios terciarios (Flores y Muoz, 2009).

Sin embargo, en el polo depresivo, encontramos declaraciones de distintos actores que plantean que las universidades aparentan ser ms bien fbricas de desempleo. A modo de ejemplo, en 2009, el subsecretario de Educacin Superior observ que: el 45 por ciento de los ms de 7.8 millones de profesionistas nacionales no realizan actividades relacionadas con su carrera y se han tenido que conformar con trabajos de taxistas, comerciantes o empleos marginales (La Jornada, 2009).

La tasa de desempleo entre recin egresados, segn declaraciones oficiales, se situara en al-rededor del 11%, tres veces ms que la tasa de desempleo oficial entre la poblacin econmica-mente activa (pea) en general (Flores y Muoz, 2009). Por si eso fuera poco, el mercado laboral para varias carreras estara saturado, particu-larmente para opciones tradicionales como Ad-ministracin, Contadura, Medicina o Derecho (Cabrera et al., 2008).

Esta ptica tambin produjo diversas polticas para atender los problemas aparentes: se crearon nuevas instituciones, como las universidades tec-nolgicas y las politcnicas; hubo exhortaciones a las universidades pblicas de limitar el ingreso a las carreras saturadas y de crear nuevas opciones, me-jor orientadas hacia el mercado laboral. Al mismo tiempo, se desregul la autorizacin de institucio-nes privadas. Al interior de las instituciones se forta-leci la infraestructura, se implement el Programa del Mejoramiento de Profesores con el objetivo de contar con ms profesores de tiempo completo con posgrado, y se revisaron los planes de estudio.

A raz de estas acciones se produjeron cambios notables. En cuanto al crecimiento, la matrcula creci de un milln en 1990 hasta casi 2.5 millo-nes de estudiantes en 2008, pasando de una tasa de cobertura del 16% del grupo de edad (20-24 aos) en 1990 hasta un 25% en 2010 (Rodrguez, 2010). Adems de crecer, el sistema se diversific de dis-tintas maneras. La primera es institucional. Hacia finales de los ochenta, el sistema contaba con 719 instituciones, de las cuales 401 eran pblicas y 318 privadas. A finales de 2005 ya existan 1 892 ins-tituciones, de las cuales 713 eran pblicas y 1 179 privadas. Si adems incluimos a las sucursales, el sistema mexicano de educacin superior cuenta actualmente con alrededor de 2 500 instituciones registradas. Al mismo tiempo, la proporcin de la matrcula atendida por el sector privado, que era del 18% en 1990, lleg al 33% en 2000 (De Vries y lvarez, 2005), donde se estabiliz hasta 2010.

A la par, ha habido una enorme diversificacin de carreras. Hasta 1990, una universidad pblica sola tener una veintena de carreras y muchas uni-versidades privadas nacieron ofreciendo de cuatro a cinco opciones. A partir de 1990, sin embargo, la oferta de muchas universidades pblicas y pri-vadas empez a crecer para situarse por encima de 50 licenciaturas. Como resultado, mientras que al inicio de los noventa la Asociacin Nacional



de Universidades e Instituciones de Educacin Superior (anuies) registraba 4 038 programas de licenciatura y 1 686 de posgrado, en 2005 haba 7 849 licenciaturas y 3 437 posgrados (De Vries y lvarez, 2005).

Sin embargo, estos cambios no parecen haber resuelto la problemtica relacin entre la educa-cin superior y el mercado laboral. Ms bien, el crecimiento y la diversificacin del sistema agrega-ron nuevos factores al debate (Machin y McNally, 2007). Si el sistema educativo se expandi rpida-mente, podemos explicar parte del problema del desempleo por una sobreoferta de egresados? En cuanto a su preparacin, estn sobrecalificados los egresados o existe un resquicio entre lo apren-dido y lo requerido por el mercado laboral? Exis-ten diferencias por reas de conocimiento? Estn los estudiantes eligiendo las carreras equivocadas? Sigue influyendo el gnero? Hasta dnde impac-ta el pasado familiar? Hasta qu punto influye el tipo de institucin en que el egresado se form?

Para responder a estas interrogantes, revisa-remos en este artculo cul ha sido la suerte de los egresados de nueve universidades mexicanas. En la primera parte analizaremos datos generales sobre el empleo; en la segunda, revisaremos los distintos factores que podran influir sobre la si-tuacin en el mercado laboral.

MetodologaEste artculo explora los interrogantes antes ex-puestos a partir de un proyecto de investigacin internacional llamado El profesional flexible en la sociedad del conocimiento o proflex. Este proyecto retoma la experiencia del seguimiento de egresados en la Unin Europea, llamado reflex, (The flexible professional in the knowledge socie-ty new demands on higher education in Europe).

Desde 2006, proflex, bajo la coordinacin de la Universidad Politcnica de Valencia, ha incor-porado a ms de 50 instituciones latinoamericanas

y se han aplicado ms de 10 mil cuestionarios. En el caso mexicano, participaron nueve universida-des, tres privadas y seis pblicas: por un lado, la Universidad del Valle de Mxico, la Universidad La Salle y el Centro de Enseanza Tcnica y Su-perior (cetys)-Universidad, y por el otro, las uni-versidades pblicas estatales de Guadalajara, San Lus Potos, Nuevo Len, Puebla y Veracruz, y el Instituto Tecnolgico de Sonora.

Las universidades mexicanas participantes en el proyecto representan una parte importante de la matrcula nacional: se trata de universidades p-blicas y privadas de mediano a gran tamao, casi todas con ms de 50 mil estudiantes de licenciatura.

En el caso mexicano, se aplicaron 4 260 cues-tionarios a los egresados de licenciatura (isced 5a). Para fines comparativos internacionales, se entrevistaron personas que haban egresado cinco aos atrs: los cuestionarios se aplicaron en 2007 y 2008, a aquellos que haban terminado sus es-tudios en 2002 y 2003. Se trata de un muestreo aleatorio estratificado, proporcional a la pobla-cin por rea geogrfica y rea de estudio de cada universidad. Para cada universidad se defini una muestra representativa a partir del egreso repor-tado en 2002 y 2003. El margen de error es de 0.311% para los datos globales, considerando p=q y un margen de confianza del 95.5 por ciento.

La encuesta se realiz por medio de un cues-tionario de preguntas cerradas. La aplicacin se efectu va entrevistas telefnicas, visitas domici-liarias y a travs de una pgina web.

LimitacionesEn primer lugar, la muestra no considera da-tos sobre algunos sectores del sistema educativo mexicano, como las universidades tecnolgicas, los institutos tecnolgicos o el amplio sector de pequeas universidades privadas.

En segundo lugar, la muestra es confiable por reas de conocimiento, pero no en cuanto a las



carreras especficas. Un problema importante para estudios de egresados consiste en que casi todas las universidades de tamao medio o grande actual-mente ofrecen ms de 50 opciones de licenciatura, algunas con pocos estudiantes y egresados, lo cual complica organizar un estudio representativo para todas las opciones. La agrupacin de carreras sigue la acostumbrada en la Unin Europea.

El mercado de trabajoA la luz de los datos alarmantes sobre el desempleo

de los egresados mexicanos, la pregunta ms apre-miante es: efectivamente preparan las universida-des para el desempleo?

La tabla 1 revela que efectivamente existe un pro-blema de desempleo. Del total de los entrevistados, el 14.5% no tena un trabajo remunerado en el mo-mento de la entrevista, lo cual concuerda con los datos alarmantes. En comparacin con otros pases donde se aplic proflex, Mxico reporta el ma-yor desempleo: la media europea es del 10.0%, la de Amrica Latina del 11.4% (Mora et al., 2010).

Tabla 1. Porcentaje de graduados en situacin de desempleo (tasa bruta), por pas y rea de estudio

Fuente: datos reflex y proflex.



Tasas netas y brutasLos datos mencionados arriba, sin embargo, reflejan tasas brutas de desempleo: simplemente reportan a los que no estn trabajando. Como tal, incluyen a personas sin empleo que posiblemente no buscan trabajo. Por ejemplo, el 38.6% de los entrevistados reporta haber seguido estudios de posgrado, lo cual podra implicar que pospusieron su ingreso al mer-cado de trabajo. Sin embargo, al revisar los datos de los egresados, no parece ser as: de los que siguieron estudios posteriores, el 14% reporta no estar traba-jando, pero el porcentaje es igual para los que no emprendieron estudios de posgrado.

Una forma distinta de medir el desempleo es la tasa neta o el desempleo abierto, que contabiliza slo aquellos desempleados que indican estar bus-cando trabajo. Al considerar solamente aqullos, Mxico reporta una tasa de desempleo de la pea en general del 4.32% (El Economista, 2009), la me-nor dentro de la Organizacin para la Cooperacin y el Desarrollo Econmicos (ocde). Si considera-mos este criterio para los egresados universitarios, la tasa de desempleo baja hasta el 6.6%. As, se sita en el mismo orden que en otros pases.

En trminos de desempleo, Mxico muestra pro-blemas serios, aunque no tan graves como algunas declaraciones indican. Sin embargo, resulta preocu-pante que Mxico presenta las mayores tasas de des-empleo para egresados, al mismo tiempo que registra la menor cobertura en educacin superior, dentro de la muestra de pases que participaron en proflex.

Diferencias por reasPor otra parte, la tabla 1 indica que hay diferen-cias importantes entre reas del conocimiento. La tasa bruta de desempleo llega hasta el 27% en el caso de las Ciencias, frente al 10% en el caso de Tcnicas. Obviamente, operan diferentes lgicas: las carreras tcnicas suelen preparar directamente para el mercado laboral, mientras que en las cien-cias se suele seguir hacia el posgrado.

En comparacin internacional, algunas reas tie-nen datos similares. La tasa de desempleo es alta en Humanidades en prcticamente todos los pases. Sin embargo, tres reas destacan como problemticas en el caso mexicano: Tcnicas, Salud y Ciencias.

Se pueden observar adems serios problemas en el mercado laboral si consideramos las tasas netas de desempleo. En Economa y Empresas la tasa neta se sita en 5%, en las Tcnicas en 5.4%, en Salud en 5.7%. En el otro extremo, las Sociales tienen un des-empleo abierto de 7.9%, las Humanidades un 8.2%, y las Ciencias 12.8%. En un nivel intermedio estn Derecho con 6.8% y Educacin con 6.7 por ciento.

Estos datos contradicen los sealamientos pbli-cos acerca de la saturacin de las carreras tradiciona-les y la necesidad de reorientar a los estudiantes hacia sectores como las Ciencias. Llama la atencin que las reas de menor matrcula (Humanidades, Cien-cias) demuestran las tasas netas ms elevadas de des-empleo, un dato que coincide con estudios anteriores en el caso mexicano (Cabrera et al., 2008).

Los salariosSin embargo, es posible que algunas reas ofrez-can mayores oportunidades de empleo, pero con salarios inferiores. Para ello, comparamos los in-gresos mensuales reportados por rea de estudio.

El rea peor pagada es Educacin, seguida por Salud y Ciencias. En cambio, Economa y Empre-sa, las carreras Tcnicas y, sobre todo, Derecho, tienen mejores remuneraciones. Cabe reparar que puede haber diferencias importantes incluso al interior de cada rea. Como sealbamos ante-riormente, la muestra no admite comparaciones confiables entre carreras individuales, solamente por reas de conocimiento. Sin embargo, dentro del rea de la Salud, los mdicos suelen obtener ingresos ms elevados que las enfermeras.

An as, los salarios promedio de los egre-sados mexicanos son mucho ms bajos que en otros pases, incluso en Amrica Latina. Segn



los datos de proflex, el salario promedio men-sual de un egresado universitario en Mxico se sita en 859 dlares de Estados Unidos (US$) (en 960 US$ con trabajos adicionales), frente a 1 703 US$ en Chile o 1 752 US$ en Uruguay (Mora et al., 2010).

Se puede argumentar que el salario de un egre-sado en Mxico es ms bajo, porque labora en un pas donde los salarios en general son bajos. Para comprobar esta conjetura, comparamos los sala-rios con el Producto Interno Bruto (pib) per capi-ta, ajustando los montos por la Paridad de Poder

Adquisitivo (ppa), un factor que toma en cuenta el costo de vida.

Los egresados mexicanos ganan poco en com-paracin con sus colegas en otros pases, pero re-ciben el 21.59% ms que el pib per capita, ajustado por ppa. As, los egresados reciben ingresos muy superiores a los de sus contemporneos sin estu-dios superiores, en un contexto nacional en el que alrededor de la tercera parte de los jvenes se en-cuentra sin trabajo o ha conseguido trabajo pero en condiciones tan precarias que sigue viviendo por debajo de la lnea de pobreza (Mrquez, 2008).

Tabla 2. Cul es aproximadamente tu sueldo mensual bruto?Sueldo base regular (pesos mexicanos de 2008)

Fuente: datos proflex.

Tabla 3. Ingresos anuales comparados con el pib per capita


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Tipo de trabajo actualEl hecho de que los salarios sean bajos puede deri-varse de que los egresados se ven obligados a acep-tar puestos que no corresponden a sus estudios. Es decir, posiblemente trabajan como taxistas.

Cabe preguntarse entonces en qu tipo de pues-tos estn trabajando los egresados. La tabla 4 indi-ca que la mayora de los puestos se corresponden con estudios universitarios. El 15% ha llegado a ocupar puestos directivos, mientras que el 45% trabaja como profesional cientfico.

Sin embargo, esta descripcin de puestos es muy general. Revisamos si el trabajo corresponde con su nivel de estudios y con el tipo de estudios que cursaron.

Para la inmensa mayora de los egresados, su trabajo actual requiere de estudios de licenciatura o superiores. Slo el 5.2% indica que su trabajo no requiere de ellos. As, no parece darse el fenme-no de que los egresados se vean obligados a acep-tar puestos que no corresponden a sus estudios, como taxista. Ms bien, llama la atencin que

Tabla 4. Cul es tu ocupacin o puesto?


Tabla 5. Segn tu opinin cul es el nivel de estudios ms apropiado para el trabajo que realizas?



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poco menos de la mitad de los entrevistados indi-ca que su trabajo precisa de estudios de posgrado.

Lo anterior se confirma cuando preguntamos por el rea ms apropiada para su trabajo. Para el 87% de los entrevistados, su puesto requiere de una pre-paracin como la de su rea de estudios o semejan-te. Slo el 5.6% indica que no requiere estudios de ningn rea en particular. Sin embargo, es posible que la forma de trabajo haya cambiado. El mercado laboral tradicional se caracterizaba por egresados de las carreras tradicionales que ejercan su profesin de

manera independiente, o que ingresaban a las filas del aparato estatal. Las permutas polticas y econ-micas haran suponer que esta situacin ha cambia-do sustancialmente: ha habido una reduccin del Estado como empleador, tanto por la reduccin de puestos de funcionarios como por la privatizacin de empresas estatales. Al mismo tiempo, el tradicional ejercicio independiente podra haber sido remplaza-do por personal contratado por empresas. Aunque se han producido cambios, los datos indican que no son tan grandes como hara suponer la literatura.

Tabla 6. Segn tu opinin, cul es el rea de estudio ms apropiada para este trabajo?


Tabla 7. Trabajas por cuenta propia?Fuente: datos proflex.


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En reas como Derecho y Salud, ms del 30% de los egresados trabaja por cuenta propia (como trabajo principal). En el caso de las Humanidades, la cifra llega a 27%. Es decir, permanece en gran medida el panorama donde los contadores, abo-gados, dentistas o mdicos establecen su propio consultorio o despacho para prestar sus servicios. Dentro del conjunto de pases que participaron en proflex, Mxico registra el porcentaje ms alto de egresados que trabajan por cuenta propia, con un 21.2%, frente a Chile (10.8%) o Espaa (9.2%).

El 30% de los egresados trabaja en el sector pbli-co. En el caso de Derecho y de Salud, sigue habiendo un gran porcentaje de empleados pblicos, lo cual es consistente con un empleo en la burocracia, y con el hecho de que gran parte de la atencin mdica en Mxico sigue siendo pblica. Debe llamar la aten-cin, sin embargo, que tanto los egresados de Educa-cin como los de Ciencias estn encontrando empleo mayoritariamente en el sector privado, no obstante que la educacin y la investigacin cientfica solan ser un terreno dominado por el sector pblico.

Tabla 8. A qu sector pertenece tu organizacin?



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Posibles factores de influenciaEn esta segunda parte revisaremos factores que pueden influir en el desempeo laboral de los egre-sados. Consideramos varios factores, como las competencias con que cuenta el egresado, el tipo de institucin, el gnero o los antecedentes familiares.

CompetenciasUna interrogante importante es si los resulta-dos en el mercado laboral se deben a la falta de competencias. Al final de cuentas, varios exper-tos (Castells, 2004; Perrenoud, 1999) sealan que puede existir un desfase crucial entre las

competencias adquiridas en la universidad y las que el mercado laboral exige. Igualmente, varias universidades han reformado sus currculos para incluir competencias, aunque no queda claro si se trata de adaptarse al mercado o a una nueva moda educativa (Daz-Barriga, 2006). Para revisar este aspecto, el cuestionario proflex solicita al egre-sado evaluar su propio nivel de competencia, el nivel que exige su trabajo y la aportacin que hizo la universidad. El cuestionario contempla 19 com-petencias. La tabla refleja las evaluaciones de los egresados, ordenadas de menos a ms importan-tes, en el terreno de las exigencias laborales.

Escala Likert de 1 (nada) a 7 (mucho) Fuente: datos proflex.

Tabla 9. Competencias propias, exigidas y aprendidas en la universidad


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Un aspecto que resalta en este rubro es que los egresados reportan niveles de competencias que coinciden con o que en ocasiones rebasan lo requerido por el mercado laboral. Indican tambin que no todo se aprendi en la universidad, pero que, por lo general, poseen niveles suficientes.

Un segundo aspecto interesante es que las habili-dades prcticas son calificadas como ms impor-tantes; desde la capacidad para tomar decisiones (que recibe la calificacin ms alta) hasta la capa-cidad de coordinar actividades. Aspectos como el dominio de la disciplina o la capacidad de escribir informes reciben una calificacin menor. Final-mente, resalta que varias competencias que han sido enfatizadas tanto por el gobierno federal como por la mayora de las universidades, resultan ser las menos importantes para el trabajo: para empezar, el dominio de un segundo idioma (generalmente el ingls) es la competencia menos exigida. Le sigue el conocimiento de otras reas (la interdisciplina-riedad) y la predisposicin de cuestionar ideas aje-nas o propias (el pensamiento crtico).

El hecho de que los egresados indican tener un nivel suficiente de competencias frente a las demandas de su trabajo, pero que solamente aprendieron parte de estas competencias en la universidad, hace preguntar en dnde adquirie-ron la parte adicional. Una primera explicacin es que ya posean ciertas competencias antes de ingresar a la universidad. Una segunda es que la educacin no termina al egresar. En efecto, segn la encuesta, dos terceras partes de los egresados realizaron alguna actividad de capacitacin en el trabajo durante el ao anterior a la entrevista.

As, no parece existir un desfase entre las com-petencias que aprendi o adquiri el egresado y las exigencias del mercado laboral. Cabe resaltar, sin embargo, que permanecen discrepancias en-tre lo que la prctica laboral realmente exige y lo que distintos actores proclaman como necesario: a modo de ejemplo, el dominio del ingls recibe

mucho nfasis desde la educacin bsica, opera como criterio de admisin para algunas universi-dades y suele aparecer como exigencia en el pro-ceso de contratacin laboral. Sin embargo, resulta ser la competencia menos valorada en el trabajo cotidiano para la mayora de los egresados.

Diferencias entre institucionesNuestra muestra incluye seis universidades pblicas estatales y tres universidades privadas. Podemos ob-servar diferencias importantes entre ambos sectores? Un primer dato sobresaliente es que los egresados del sector privado reportan ingresos cuatro veces mayo-res que los del sector pblico. Del mismo modo, hay diferencias en la tasa de empleo entre los egresados del sector pblico y del privado (vase tabla 12).

De acuerdo con estos datos, el desempleo es ms grave para egresados de las universidades pblicas que de las privadas. As, nuestros datos confirman las conclusiones de otros estudios (Muoz, 1996) en el sentido de que el sistema educativo mexica-no parece exaltar las desigualdades sociales en vez de atenuarlas. Cabe recordar que la muestra sola-mente incluye algunas de las principales universi-dades pblicas estatales, y algunas universidades privadas consideradas de lite. As, los proble-mas de desempleo y las desigualdades pueden ser ms graves en otros sectores.

Es menester marcar tambin que la fuerte dife-rencia entre los sectores privado y pblico solamen-te se presenta en el caso mexicano. En los dems pases participantes en proflex no se evidencian diferencias importantes entre tipos de institucin. Eso se puede explicar en parte por el hecho que en muchos pases europeos no existe un sector priva-do de lite. Eso plantea la pregunta de por qu pases europeos lograron una cobertura por encima del 50% del grupo de edad, sin tener una estratifica-cin institucional semejante. Una posible explica-cin es la distribucin de la riqueza: la distribucin, medida por el coeficiente gini, es marcadamente


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distinta: Mxico registra 46.1, Espaa 34.7, Ale-mania 28.3 (undp, 2010). As, en Mxico existe una lite econmica, que puede explicar la existen-cia de un sector educativo de lite.

En cuanto a los puestos (tabla 12), nuevamen-te se presentan diferencias: los egresados de las

universidades pblicas indican estar trabajando en su mayora (58%) como profesionales cientficos, mientras que slo el 22.3% de los egresados de las privadas lo hacen. Cuando se trata de puestos di-rectivos, el 7.4% de los egresados del sector pbli-co se califica as, frente al 30.6% del sector privado.

Tabla 10. Cul es aproximadamente tu sueldo mensual bruto? Sueldo base regular (pesos mexicanos de 2008). Sector privado y pblico


Tabla 11. Diferencias en empleo entre sectores



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Tabla 12. Ocupacin o puesto por sectores


Tabla 13. Sector al que pertenece la empresa donde trabajas, en porcentajes



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Los puestos directivos estn destinados en mayor proporcin a los egresados de univer-sidades privadas y las oportunidades para el sector pblico estn en el mbito cientfico pro-fesional. Al mismo tiempo, el 75% de los egre-sados de las universidades privadas trabajan en empresas privadas, ms que los egresados de las pblicas (60%).

En cuanto al tamao de la empresa, el 24.4% de los egresados de la universidad pblica indica trabajar en una empresa con ms de mil emplea-dos o trabajadores, frente al 40.7% de los egresa-dos del sector privado.

Las diferencias hacen pensar que los dos sec-tores podran ofrecer formaciones distintas. Sin embargo, segn los datos, no es as.

Tabla 14. En qu medida se haca nfasis en tu carrera en los siguientes mtodos de enseanza y aprendizaje?

Escala Likert de 1 (nada) a 5 (mucho) Fuente: datos proflex.


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Tabla 15. Egresados por rea de conocimiento


Tabla 16. Calificaciones y duracin de la carrera

*Escala: 1 = 6-6.9; 2 = 7-7.9; 3 = 8-8.9; 4 = 9-10. Fuente: datos proflex.


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Los dos sectores muestran datos muy similares. Destaca que la asistencia a clases es un factor de alta importancia en ambos sectores, lo cual apunta hacia formas tradicionales de enseanza. En cam-bio, las prcticas en empresas o los exmenes de opcin mltiple son poco importantes. Las univer-sidades privadas asignan un poco ms de impor-tancia a los trabajos escritos o al trabajo en equipo, pero eso no parece explicar las diferentes dinmicas en el marcado de trabajo. Estos datos confirman hallazgos de otros estudios que postulan que los sectores privado y pblico constituyen dos mundos distintos, pero que la diferenciacin no se basa en aspectos acadmicos, sino en factores sociales (De Garay, 2002). Revisaremos entonces a que factores sociales se pueden deber las diferencias.

Diferencias por gneroDentro de la muestra, las mujeres constituyen el 57.5% y los hombres el 42.5%. La distribucin por reas de conocimiento evidencia el avance de las mujeres en la mayora de las carreras, un aumento que se debe a dos factores: primero, hacia el ao 2000, la mujer logr rebasar al hombre en el acce-so. Segundo, la mujer demuestra un mejor desem-peo durante la carrera en cuanto a permanencia y titulacin. Con ello, la participacin femenina en el egreso rebas al 50% en casi todas las reas, salvo en las Tcnicas.

El desigual desempeo por gnero se eviden-cia en la calificacin promedio en la escuela pre-paratoria y la universidad. Las mujeres alcanzan mejores promedios (aunque ambos gneros repor-tan altas calificaciones, lo cual apunta hacia una inflacin de calificaciones) y terminan la carrera en menos tiempo. Tambin tienden a interrumpir menos sus estudios: el 10.7% de los hombres indi-ca haber interrumpido la carrera durante ms de cuatro meses consecutivos, contra el 7.2% de las mujeres. Igualmente, para el 71.5% de los hom-bres, el estudio era la actividad principal durante los ltimos dos aos de la carrera, contra el 78.7% de las mujeres. Estos porcentajes son muy simila-res si comparamos el sector privado con el pblico.

Aunque las mujeres rebasaron a los hombres en el egreso, cabe preguntarse si esto se traduce tam-bin en una mayor participacin en el mercado laboral. La tabla 17 revela que est trabajando el 90% de los hombres y el 82% de las mujeres.

Si bien la tasa de desempleo es ms alta entre mujeres, no implica que todas estn buscando tra-bajo. Si consideramos como desempleados slo a aquellos que buscaron trabajo en las cuatro sema-nas antes de la entrevista, la tasa de desempleo abierto baja hasta 6.2% para hombres y 7.5% para mujeres. Esto implica que el 10% de las mujeres con estudios universitarios opta por no trabajar, frente a slo el 3.5% de los hombres. El dato para


Tabla 17. Situacin laboral


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las mujeres desempleadas es el ms alto dentro de los pases participantes en proflex.

La diferencia se puede explicar por la permanen-cia de ciertas tradiciones: la tasa de desempleo para mujeres se eleva hasta un 32.1% para aquellas que tienen hijos (frente a un 14.9% para aquellas que no tienen). Las tasas brutas de desempleo ms ba-jas se dan en el caso de parejas sin hijos: 7.3% para hombres, 10.1% para mujeres. Para parejas con hijos, la relacin cambia hacia 6% para hombres, pero 28.8% para mujeres. En el caso mexicano, el 64.2% de los egresados reporta no tener hijos, pero en el caso espaol es el 89.6% (Mora et al., 2010). As, la participacin de hombres y mujeres en el empleo est mediada no slo por el mercado, sino por razones personales y familiares.

Al preguntar por el salario mensual bruto, tam-bin se evidencian diferencias importantes. En general, las mujeres reciben 26% menos en remu-neraciones, lo cual confirmara la persistencia de una fuerte discriminacin en el mercado laboral.

Sin embargo, si analizamos los datos por reas de conocimiento (tabla 18) resaltan contrastes sig-nificativos: en Educacin, Humanidades y Dere-cho las mujeres ganan ya en promedio ms que los hombres. En cambio, las reas que desfavorecen a las mujeres son las Sociales y las Ciencias, seguidas por Economa y Empresa, y Salud. Llama la aten-cin que las Tcnicas discriminan a la mujer en cuanto al acceso, pero mucho menos en el salario.

Destaca que las mujeres en algunas reas pue-den ganar menos que sus colegas varones, pero ms que los hombres en otras reas. Por ejemplo, una mujer que estudi Derecho tiende a ganar ms que un hombre que estudi Ciencias.

La diferencia en ingresos se puede explicar, aunque sea parcialmente, por las horas laboradas. Las mujeres suelen trabajar, en promedio, cinco horas menos a la semana (tabla 19).

Una segunda explicacin es el tipo de puesto: el 17% de los hombres llega a ocupar un puesto

directivo, frente al 11% de las mujeres. En cambio, las mujeres ocupan ms frecuentemente puestos de em-pleada de oficina, con ingresos ms bajos (tabla 20).

En cuanto a la satisfaccin con el empleo, hom-bres y mujeres reportan similitudes: el 1.7% de los hombres est muy insatisfecho, frente al 1.2% de las mujeres. En el otro extremo tenemos al 42.1% de la mujeres muy satisfechas con su empleo y al 40.5% de los hombres.

Aunque las brechas entre gneros se han ido cerrando, todava permanecen diferencias entre hombres y mujeres en el mercado laboral. Aho-ra bien, si consideramos que las mujeres suelen terminar sus estudios en menor tiempo y con me-jores calificaciones, las diferencias aparentemente no se deben al desempeo mostrado en la univer-sidad. Un factor adicional puede ser el origen so-cial y econmico.

El origen familiarDe acuerdo con Pascarella y Terenzini (2005), el ca-pital educativo familiar de un estudiante puede ju-gar un papel importante para su desempeo, tanto en la universidad como en el mercado laboral.

Un primer dato de la encuesta proflex parece confirmar esta conjetura. Si comparamos el nivel de escolaridad del padre del egresado con los ingre-sos reportados por el mismo, resulta una relacin directa: entre ms alta la escolaridad del padre, mayor el ingreso. Es particularmente notable la diferencia entre padres con secundaria o menos, y aquellos con preparatoria o ms (tabla 21).

Ahora bien, surge la pregunta de si esta relacin entre origen y destino est mediada por elecciones educativas. Si comparamos los sectores pblico y privado en cuanto a la escolaridad de los padres, resulta que hay grandes diferencias.

Las tablas 22 y 23 indican que la universidad privada atiende estudiantes con mucho ms capi-tal educativo, expresado en la escolaridad de los padres. Como seala De Garay (2002), el sector


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Tabla 18. Cul es aproximadamente tu sueldo mensual bruto? (pesos mexicanos de 2008). Por gnero y rea de conocimiento



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Tabla 19. Promedio de horas que trabaja por semana


Tabla 20. Cul es tu puesto y cul es aproximadamente tu sueldo mensual bruto? (pesos mexicanos de 2008)



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Tabla 21. Escolaridad del padre e ingreso mensual del egresado (pesos mexicanos de 2008)


Tabla 22. Nivel de estudios del padre y de la madre por sectores (distribucin porcentual)



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Tabla 23. Nivel promedio de estudios de los padres


privado de lite atiende mayoritariamente a los herederos (aquellos estudiantes cuyos padres ya cuentan con estudios superiores), mientras un sector importante de estudiantes en la universidad pblica sigue siendo pionero (los primeros en su familia que acceden a la educacin superior). La diferencia es grande: el nivel de escolaridad de la madre es ms alto en el sector privado, que el nivel de escolaridad del padre en el sector pblico.

Un factor comn para todos los sistemas de edu-cacin superior es que los herederos tienen ms probabilidad de acceder a la educacin superior que los pioneros (Pascarella y Terenzini, 2005). Lo distintivo del caso mexicano es que cada gru-po tiende a atender un sector distinto de educacin superior, y que esta eleccin o seleccin se traduce en fuertes diferencias en ingresos y puestos en el mercado laboral. Otro distintivo es que esta seg-mentacin no se basa en criterios acadmicos, sino

sociales. Es decir, cuando preguntamos por el pro-medio de calificacin en la escuela preparatoria, los estudiantes de ambos sectores reportan el mis-mo dato. Adems, en trminos acadmicos, ambos sectores se caracterizan hoy en da por un proceso de admisin altamente selectivo, admitiendo a me-nos de la mitad de los aspirantes a partir del prome-dio de calificaciones en la escuela preparatoria y de un examen estandarizado de conocimientos.

En el caso mexicano, esta seleccin se da a partir de niveles anteriores de educacin. En el nivel secun-dario, los estudiantes de las instituciones privadas demuestran resultados ligeramente mejores en los exmenes nacionales de conocimiento, pero estas di-ferencias al parecer se deben parcialmente al origen social (Mexicanos Primero, 2010). Al respecto, una omisin en la encuesta proflex fue no preguntar si los egresados asistieron a una escuela pblica o priva-da previamente a la educacin superior.


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Aun as, al analizar el trnsito de la universidad hacia el mercado de trabajo, destaca que el tipo de institucin, pblica o privada, resulta ser el factor principal de distincin. Por la peculiar organiza-cin del sistema, en muchas ocasiones origen es destino, porque el tipo de institucin juega un pa-pel importante.

ConclusionesLos datos del seguimiento de egresados de pro-flex indican que hay problemas de desempleo, pero que la insercin exitosa (medida en trminos de empleo y de sueldo) es el resultado de una com-plicada interaccin entre el desarrollo de la econo-ma, el rea de conocimiento, el tipo de institucin (privada-pblica), el gnero y el pasado familiar.

Contrario a otros pases (Machin y McNally, 2007), el mercado de trabajo mexicano demuestra algunas seales de sobreoferta de graduados: la tasa de desempleo neta o bruta es ms ele-vada que en pases comparables, mientras que los salarios son los ms bajos en el conjunto de pro-flex, incluso despus de ajustar por la Paridad del Poder Adquisitivo.

Esta situacin se presenta en un contexto donde hay, comparativamente, una baja cobertura. Para-djicamente, la ganancia salarial que brida la educa-cin superior, en comparacin con el PIB per capita, se ubica entre los lugares ms altos, lo cual indicara que el mercado no est saturado (Llamas Huitrn, 2003). Es decir, sigue habiendo ganancias adiciona-les a partir de estudios universitarios, lo cual impli-ca que conviene cursar estudios universitarios.

Al mismo tiempo, no hay seales de que exista un desplazamiento de los egresados hacia sectores de la economa que no requeriran estudios uni-versitarios, como ocurre en otros pases con una cobertura ms amplia. Ms bien, apuntan hacia una situacin en que el mercado profesional s genera empleos, pero con salarios muy diferen-ciados, y de manera insuficiente en ciertas reas

del conocimiento. Parece haber una sobreoferta (o ms bien, una escasez en la demanda) en reas como las Ciencias y las Humanidades, pero no en carreras tradicionales como Derecho, contrario a lo que proclaman varios documentos oficiales.

Hay notables diferencias entre egresados de universidades pblicas y privadas, incluso dentro de carreras prcticamente idnticas. Adems, los egresados sealan la creciente necesidad de con-tar con un posgrado, incluso para puestos con ba-jos ingresos.

Los problemas en el mercado no parecen de-berse a una falta de preparacin en trminos de competencias. La creciente exigencia de posgra-dos ms bien apunta a una fuerte competencia por ingresar a los puestos dentro de un mercado fuer-temente estratificado. El acceso a diferentes estra-tos y puestos depende todava del gnero, pero en este aspecto las brechas se estn cerrando paulati-namente. Sin embargo, las principales brechas se relacionan con el tipo de institucin. A su vez, el acceso a cada tipo de institucin depende del ca-pital educativo y econmico de cada familia. El sistema de educacin superior se encuentra clara-mente segmentado, a diferencia de otros pases, y refleja la polarizacin social y cultural actual.

De este modo, el problema central para el caso mexicano no parece ser el acceso a la educacin superior o la formacin que las universidades brindan. Ms bien, el problema est en la fuerte desigualdad social y econmica dentro del merca-do de profesionistas del pas, combinado con un sistema educativo estratificado. En este contexto, la educacin superior funciona como instancia que ratifica las diferencias, en vez de mitigarlas. Las diferencias se basan en factores sociales, no en diferentes desempeos acadmicos.

Considerando estos factores, destaca que las po-lticas pblicas de las ltimas dos dcadas han con-tribuido poco a mitigar las desigualdades. Acciones como la creacin de nuevas instituciones pblicas,


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las mltiples revisiones curriculares, el freno al in-greso a ciertas carreras, los procesos de evaluacin y acreditacin, o las mejoras en la preparacin de profesores en el sector pblico, han cambiado a lo que se consideran como los indicadores de calidad. Sin embargo, no han transformado las perspectivas de empleo para los egresados.

Un problema crucial en el caso mexicano es que el mercado de trabajo est fuertemente segmenta-do y que las contrataciones se orientan por el tipo

de institucin, ms que por el desempeo acad-mico. El problema para las polticas educativas es que han podido cambiar parcialmente a las institu-ciones educativas, a partir de una idea de que los cambios en los insumos y procesos mejorarn el desempeo en el mercado laboral. Pero al parecer, han tenido pocos efectos en el mercado de traba-jo. En la relacin entre la educacin superior y el empleo, quiz el factor ms problemtico es que el mercado de trabajo sigue siendo muy tradicional.

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Miguel ngel Porra.


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