Programación Neurolinguística. Desarrollo Personal

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I'JWvJEnA EDIClON. ~ l ¡\YO DF. I997

DERECH OS RESER VADOS il) T ílu lo origi nal : PROG RA MAC iÓ N NUERO I.lNGÜ ISTICA _ Copyright ID 19%, EdilOr;11 Ll IISA. M; lddd, Espaiw-Copyrighl O I ~J4)G, por EdilOri;¡1 Di;!!", . S. A. dc C.V. - Rouc l'lo C;'yol 12 19, Colonia Del V:dlc, México. D.F., G.P. O~11 00.

IM /' /U;;SO /':N ¡\//~'XfCO _ PlUNTflJ IN MfXICO

I'rolt ilJida /n "/!!JI'O'¡ucü6,¡ tolal o !I{l/úal JÍ'¡ a 11 loriuuióII !JOr ¡'le,.ilu d .. In ca.m /::d ¡10m.

/

INDICE GENERAL

INTRODUCCIÓ N ............................................. ....... ..................... ...... ..... 5

CAPíTULO 1 - INICIACIÓN A LA PROCRAMAClÓN NEUROUNGuíSTICA .. 7

¡QuÉ ES Y EN QUÉ LE AYUDARÁ LA PNl? ........ .... .... .... ...... ...... ...... .. PNL Y EL APR ENDIZAIE ...................................... .... ....... ....... ............ . . LOS . ESTADOS. Y EL APRENDIZAJE ................. .......... ...................... .

Dispos ic iones emoc iona les dificultndoras del aprendizaje ............. . Dispos ic iones emoc ionales fuci l il ador;¡s del ;¡prcndi za je ....... ........ .. Cómo podemos aprender a aprender ... ..... ........ .. ...... ...... ...... ........ . ..

LAS CUATRO ETAPAS DEL APRENDIZAJE ............... ...... .. .................. .. La fin alidad del ;¡prendizaje . ........ ....... ... ..... .... .... ...... ......... ... ......... .

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" " I 2 12 13 14 16

CAPíTULO 2 • LOS MAPAS MENTALES .... ..................... .. .. ...... .. .... .. ........ 17

CÓMO HACEMOS LOS MAPAS MENTALES. .... ........ .... .... ...... ...... ....... 17 Un puente hacia 1;:1 real idad. ........................................................... 18 Los fil tros mayores. ...................................................... .... .... ....... .... 19 Sislemas representaciona les. ........................................ .... ............... 20 Pred icados. ................... .................................................................. 21 Favorecer la comunicación. ............................................................ 22 Abrir los canales de percepción y emisión. ..................................... 24 Accesos ocu lares. ........................................................................... 25 Sistemas de estructuración de la experiencia. ............... .. ................. 29 Mejore los resul tados del trabajo en grupo. ..... .. .. ..... .. .... .. ............... 3 1

CAPíTULO 3 - LA COM UNICACIÓN ...... ........ ...... ...... .......... .. ...... .. .... .... JJ

CÓMO MEJO RAR LA COMUNICACIÓN ........... .. .... .. .. .... ...... ..... ~ ...... .. Comprender la comunicación no verbal. ...... .. ........ .. ...... .... ....... .... . Acompasamiento, el secreto del lenguaje corpora l. ...................... .. . Rapport , pnra log rilr una rel:lc i6n completa ................ ...... .. ... .... .... . Cómo l iderilr una relac ión .............................. ....... ... .. .... .. .......... ... .

CAPíTULO 4 · LA COM UNICACiÓ N VERBAL .. ...................... .. .. ........ .. .. .

MODELOS DE LA COMUNICACIÓN VERBAL ......... .. .. .... .. .... .... .. .. .... . Generalizaciones, omisiones y d istorsiones . ........... ........ ...... .... ... ... . Ejerci lar el metamodelo .... ..... ........... ..... ......... ... ... ..... ... ........... ..... .. Log-o ele ob,,,, ,,,o, .......... ........... . , '"v ........................................... .. · ...... · Modelo para la defi nición correc ta de las metas ......... .. ......... ...... .. .

3J 37 38 40 4 1

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CAPíTULO 5 .. LOS CAMBIOS DESEADOS .............................................. 53

CAMBIO GENERATIVO. ......................... .. .... ... .................................... 53 Información por medio de los sentidos. ........ ........... ....... ..... ............ 54 Forma de pensar, más importante que lo que pensamos. ................. 56 Ca mbio rápido de estados emocionales. .............. ........................... 56 Recartogr<tfiar experiencias. ............................................................ sq El logro de objetivos. ...................................................................... 62 Generador de comportamientos. ..................................................... 64

CAPíTULO 6 - UTILIZAR El TEATRO DE LA M ENTE ............. ............ ...... 67

Las posic iones perceptivas ....... .. .......... .... ..... .. ........... .... ............... . . Posici.oncs percep.ti vas habiluales .... ..... ...... ............ ........ ................ . SoluCión de confli ctos . ......... ...... ...... ............ ........ ....... ................... . La intenc ión positiva de los comportam ien tos . ... .... ..... ......... ........ .. . Integra -::- ión de pa rtes de conflictos internos .... ............. ................... . Reorganización de la familia interior. .. ... ......... ........ .... ..... .... ......... ..

CAPíTULO 7 .. CÓM O OBTENER LOS RECURSOS PARA EL CAM BIO .. ...

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BO

Cómo crear un ancla je efi caz. ........ ..... ..... .. .......... ...... ... ................ . 81 Apil<lmient o de ancla jes. ........ ... ...... .... .......... ......... ..... ... ................. tl2 Colapso de anclajes. ........ ......... ...................... .... ... ............... ....... ... 85 Encadenamiento de anclajes. ... ......... ... ... ..... ..... ......... .......... ........... 66 El cambio de hábitos. .. ........ ................ ..... ............................... ........ 88 El reencuadrc de condUelas y slnlomas. ...... .. .. ..... .......... ................. 91

CAPíTULO 8 .. LA ECOLOGíA DE LOS SISTEMAS EN LOS QUE VIVI MOS 94

EL CAMPO UNIFICADO DE LA PNL. .................................................. 95 El sistema de crcencii\s. ................. .................... ............................. 97 El sistema de vi\ lores. .......... ........................... ......... ... ..................... 99 jerarqu li\ de valores. ........ ......... ...................................................... 102 Cómo jerarquizar los valores. ................... .... ................................... 104

CAPíTULO 9 .. EL TIEMPO EN NUESTRO CEREBRO .... .......... ...... .... ...... .... ......... 107

CÓMO ORGAN IZAR EL TIEMPO. ........ .. ........ ........ ...... ...... ................. 107 Distintos modelos de organización temporal: pasado, presente y

no fll t ~l ro ......................................... ... ....... ... ............. .......................... . Concl usión sobre nuestro modelo del ti empo interno . ..................... 1'13

I I I 3 Cómo instalar una nueva creencia o Vil oro ... ......... ......... .... ............ . Disefi<l r el futuro. ..... ..... ... .................. .... .... .... .............. .. ............. .... 11 5 Cómo superar historias traumáti cas. miedos y fob ias. ... ................... 11 7

CONCLUSiÓN ....... ............ ............ .. ..... ... ..... ................ ........ ...... ............ 12 1

íNDICE DE EJERCICIOS ......... ..... .................... ...... ........ ..... ............. ....... . 125

Il tn, r' . . . . . . .. ............ . . . . . . . . . . .. . ............. ............. ..... . 127

INTRODUCCIÓN _Todo debe hacerse lo más sencillo posible.

pero no m,1s 5imfJ/~.1 Albert Einsleir

¿Alguna vez usted se ha detenido a pensar cómo piensa ? ¿Alguna vez usted se ha preguntado si todos los seres humanos pien·

san igual ? No le preguntamos sobre e¡ origen neuro (¡sio lógico, todavía deseo·

nacido, de nuestro pensam iento. la pregunta es más simple: ¿Piensa usted en imágenes, o utiliza pensamientos abstractos o palabras,

o bien sus pensamientos tienen su origen en sensaciones y emociones? Todos los seres hllm;¡nos utilizamos estas tres (ormas de pensar, pere

una de ellas constitu ye IJ ba Se! de nuestra (arma de pensa r, de ser y actuar en el mundo.

y usted puede decir: Bien, es muy curioso saber si pienso en imá· genes o en ideas i1bstrac tas ; pero, aparte de lo anecdótico, ¿p:Jra qué me sirve sílber cómo pienso?, ¿qué ut ilidad tiene?

y aquí es tá la clave de este libro. Usted podrá:

Averiguar IJS repercus iones que tienE: en su vida la (ormn en que organb:: <l su pensJmiento.

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Da rse cuenta de cómo est ructura inlernamente sus exper iencias. y conocer cómo influye lodo esto, lan lo en su comuni cac ión con 105 demás y en la formación de su conducla y hábi los - de pensar, senlir y actuar- , como en el logro de sus objetivos y, en definit iva, en IOda su forma de vida.

Usted podrá comprender lodo eso a través de la teorí3 y, fund a­mentalmente, de los ejercicios que contiene este libro. Tiene en sus manos un resumen práctico de las lécnicas que han revo lucionado el mundo del conoc imiento y desarrollo personal: la PROGRAMACI ÓN NEUROLlNcü fsTICA.

Y, sobre todo, en es te libro no so lamente tendrá las cl aves de cómo funciona su mente, sino que fundamenta lmente obtendrá las herra­

mientas para:

Generar nue vos comportamientos en cUCllquier área de su vida (fami liar, soc iCll , IClborCl I, de estudios, ete.) y modificCl r las conduc­tas no deseadas (hábitos, miedos, fobias, etc.). Solucionar los problemas de comunicación (dificultades de expre­sión en púb lico, timidez, hacerse entender mejor y comprender bien lo que le d icen, ete.). Fac ilitar el logro de sus objetivos en cualqu ier ámbito (persona l, laboral, soc ial, de es tud ios, etc .) .

Todas éstas no son falsas promesas . Desde hace más de veinte años la Programación Neurol ingüística ha revolucionCldo el mundo de 1<1

comun icac ión, tanto con uno mismo, como con los demás. Sus abun­dantes aplicac iones en el mundo de la ter3pia, la educac ión, los depor­les y 1<:1 empresa , demuestnln que es uno de los modelos de más éx ito dentro del conjunto de técnicas de la Psico logía Humanísti ca .

Le invito a comprobar en usted mismo la aplicación de la frase de Albert Einste in. Aprenderá a hacer las cosas de forma más senc illa ... y

meJor.

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Capítulo 1

INICIACIÓN A LA PROGRAMACIÓN NEUROLINGÜÍSTICA

La programación neurolingUística (PNl), cuyo campo de estudio

es la est ructu ra de la experiencia subjetiva, no pretende ser una teoría

• • silla que más bien tiene el estatus de modelo.

Podemos definir a un modelo como :

Conjunto de procedimientos cuya utilidad es la medida

de su va lor.

Es to significa que no p l ~.nteamos teorías acerca de qué es la pe rso~

nalidad, o qué es el hombre, etc. Cada uno de nosotros puede le-

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ner una respuesta d ist inta a estas y muchas otras preguntas sobre el ser humano y, sin embargo, cada uno con su idea puede apli ca r las ' técnicas de la PNL, porque fun ~ ciona como un modelo c ientí­fico.

Hasta el día de hoy los c ientí­fi cos siguen buscando la. partícu la que or igina la gravedad, o una exp licac ión completa de todos los fenómenos que envuelve la elec­tri cidad.

Tenemos muchos más interro­ga ntes en todas las áreas de las ciencias y, aunque reconozca rn os nuestra ignorancia, la humanidad

Javier Alejandro
Resaltado
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Cusr.wQ IJerrolollo V.lllés

ha creado modelos para ut il izar la electricidad y hacer que los moto­res funcionen. Nuestra forma de vida aclUal sería imposi ble sin ella. No hemos esperado a enten­der qué es la electricidad para generar modelos que nos permi ­tan utilizarl a.

Con la fuerza de la gravedad sucede lo mismo. Generamos modelos para hacer que nuestros aviones vuelen o para poder lle­gar hasta otros planetas y, sin embargo, seguimos sin saber qué es la gravedad.

Por eso dec imos que la PNl presenta modelos que son útil es y que ése es su va lor, má s all á de toda teoría. Y si uno de estos modelos no funciona, o funcio­na defectuosamente, podemos probar otro y otro, hasta que encontremos el que mejor se adecua al objet ivo que queremos logra r.

la PNl presenta herram ientas y técnicas específi cas que pue­den ser aplicadas para organ izar o reorganizar nuestra experien­c ia con la finalidad de defini r y asegurar cualquier resultado con­ductual propio. Esto nos permit irá obtener respuestas adecuadas a los objetivos que nos fij emos.

No se trata de técnicas nuevas o exlrañas a nuestro comporta­miento cotidiano.

Se trata de conocer y emplea r nuestro propio código de comuni­cac ión, pero emplearlo adecuada-

mente para conseguir una respues­ta positiva en cualquier medio: personal, profesional y social; hu­mano en cualquier caso.

La PNl es el arte y la ciencia de la iiexce lencia» personal. Deri­va del es tudio de cómo algunas personas obt ienen resultados so­bresalientes en di sti ntos ámbitos de la activ idad humana.

Es un ARTE porque cada uno da su toque único, personal y de estilo a lo que esté haciendo, y esto nunca se puede expresar con pa labras o técnicas.

Es una CIENCIA porque hay un método y un proceso para descu­brir los modelos y habilidades que nos permiten pensar y actuar de forma efectiva en el mundo.

Los modelos y técnicas de la PNL pueden ser utilizados por cua lquier persona, cualquiera que sea su filosofía y creencias. El pro­pósito de la Programación Neuro­l ingüísti ca y de es te l ibro, es ser útil, incrementar las opc iones per­sonales y mejorar la ca lidad de vida de quien practique sus téc­nicas.

¡QUÉ ES Y EN QUÉ LE , AYUDARA LA PNLl

Aun antes de nacer, mientras nos desplazamos apaciblemente por el vientre materno, empezamos a ejercer los primeros rud imentos

en el arte de la comun icación, carrera que abrazamos con o sin vocación para toda la vida, sin matrícu la ni diplomas. Y es que nunca es bastante lo que se aprende para enfrentar las peripe­cias co tidianas del encuentro con los demás.

Cuántas veces le habrá tocado vivi r situaciones en las que, po­niendo lo mejor de sí mismo, trató de llegar con su mensaje a otra persona y pareda que todo era en vano, que ante cada esfuerzo el diálogo se embrollaba cada vez más.

Ta l vez también experimentó la paradOja de sentir desagrado en compañía de alguien, a pesar de que aparentemente se trataba de un encuentro amable; o bien la confu­sión por sentirse at raído por otro que aparentaba indiferencia. O qu izás, alguna vez, se preguntó cómo algunas cosas «le sa len» bien y otras «le resultan» un desastre.

Mucho se ha escrito, dicho y hecho ante preguntas como éstas y muchas otras más; pero sucede que, en general, estas explicaciones no nos sirven en el momento en que nos encontramos sumergidos en la bruma de una comunicación defectuosa con nosotros mismos y con los demás.

Hace poco más de dos décadas dos hombres curiosos, el doctor en informáti ca y en aquel entonces estudiante de psicología, Richard Handler y el lingüista John Grinder,

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se preguntaron si sería posible detectar de qué manera se condu­cían las personas que eran recono­cidas por su eficacia y habilidad en los campos de su actuación específica, y si se podría transformar esta información en herramienta práctica para que pudiera ser apli­cada por otra persona en cualquier área.

Animados por esta idea con­formaron un equipo mult idisc ipli ­nario y se pusieron a trabajar durante varios años, filmando y estudiando a los mejores comuni­cadores del mundo, a aquellos que sobresa lían de forma exce­lente en su profeSión en todas las ramas de las ciencias, las artes y los negocios.

El resultado dio nacimienlo a la Programación Neurol ingüística (pN l l, como un acercamiento nuevo, diferente al arte de la co­municación y el desarrollo de la excelencia personal.

Este nombre tiene el siguiente signifi cado :

Programación: Porque progra­mar as organrzar de forma efi cien­te los campo· nentes de un sis­tema para lograr el resultado ade­cuado.

Neuro: porque tocio com­portamiento es

Javier Alejandro
Resaltado
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Cu,-t.wo /krt%"o v .. o/M,

Lingüfslica :

el resultado de procesos neuro­lógicos.

Porque los pro­cesos neurológi­cos son expresa­dos mediante un lenguaje verba l y corporal.

Por lo tanto, la Programación Neurollngüísti ca nos permite ordenar los componentes de nuestro pensamiento y organizar nueSlra experiencia de lal forma que, a través de los procesos neurol6gicos, logremos produci r los comport am ientos adecuados a los objet ivos que queremos alcanzar.

Para util izar las técnicas y herra­mientas ideadas por la PNL no neces itamos grandes y ted iosas sesiones de aprendizaje ni contratar a costosos expel10s. Simplemente bastará con que nos adentremos en la manera en que orga nizamos nuestro propio comportamiento cotidiano, nuestro código particular de comunicac ión, y lo ordenemos adecuadamente para lograr los resul1ados que deseamos en cual­qu ier ámbi to: personal, profesional y social.

Por eso 1<1 PNL es úti l y prácti­ca, y se transforma en un arte

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cuando somos ca paces de inte­grarla en nuestra vida co tidiana. Conoc iendo cómo funciona nues­tro pensamiento y de qué manera nos comun icamos con noso tros mismos y con los demás, la PNL perm ite programar libremente las causas adecuadas a los efec tos que perseguimos .

Pero, como lo importante no es hablar del camino sino el echa rse a anda r, este libro le ofrece breves expl icaciones sobre cada uno de los temas y ejercicios individuales y grupales, a fin de que, indivi­dualmente, o comparti endo la experiencia de comunicac ión con otros, pueda transcurr ir en la senda del desarrollo persona l. Es tos son algunos de los frutos que podrá recoger en esta nueva . . expenencla:

• Explorar su mundo interi or para comprender mejor sus lim ita­ciones y confli ctos, y desa rro­ll ar jreas y capaC idades no aprovechadas que le permitan rea l izar los cambios deseados.

• Mejorar las relaciones con el entorno inmediato : famil ia, pa­reja, entorno laboral, amista­des.

• D iseñar Su fu turo con un enfo· que ecológico, logrando armo· nía en la sociedad en que vive.

• Determinar los sistemas con que las personas reciben, pro~ cesa n y emiten la in(ormil ción y util iza rl os para enriquecer el

mundo propiO y el encuentro con otros seres .

• Conectarse con el otro a través de mensajes no verbales, sin neces idad de tener que hacer interpretaciones que oscurecen la comun icación .

• Detectar el (( impacto» que su mensaje produce en el otro para reorgJ niza rl o según el objetivo deseado.

• Mejorar la ca lidad de la infor­mación que rec ibe y emite para faci litar el lidera zgo.

PNL Y EL APRENDIZAJE

«Crl."O que es muy apropi.ldo describir /.1 PNL como un proceso educalivo.

IMsic.1tllenle desarroll,1/llOs l11aner,1S de ensetlolr ;1 1,1 gen /e :, US,lr SU propia

c" bez:u Richard Uandlcr

Desde que nacemos, aprendemos sin que nadie nos di ga cómo hJcerlo, y así seguimos aprendien­do y desaprendiendo de ma nera consc ient e e inconscien te. Esta c.lpac idad de aprendizaje conti· nUQ hace que la mayorí<'l de las personas so lamos preocuparnos más sobre qué aprendemos que en cómo lo hacemos.

La falta de comprensión que tenemos sobre nues tra forma de aprender nos h<l ce C<ler - al me­nos- en dos problemas :

Uno: No se centra la atención en el hecho de que hny muchas

"

áreas de nuestra vida en las que desarrollamos resistencias al apren­dizaje y conlinuamos rea liza ndo acciones inefi caces. Cometemos conlinuamente los mismos errores, siguiendo los mismos patrones y enfren tando las mismas d ifi cul ­t<'ldes.

Dos : dejamos de apreciar el hecho de que, aunq ue aprende­mos, lo podríamos haber hecho meJor.

Aprender a aprender es una capacidad que puede cambiar nuestras vidas en forma funda­menta l. Una capac idad que afecta a toda nueSlra forma de se r, qu iénes somos, qu iénes hemos sido y quiénes pode. mos se r.

Comprend iendo la importan· c ia de es te tema, la pregunt'a que nos surge es : ¿Cómo podernos aprender mejor?

LOS ,ESTADOS, Y EL APRENDIZAJE •

Lejos de lo que comú nmente se entiende por aprender, el aprendi . zaje no es un producto exclusivo eJe la capacidad intelec tual; la dis­posic ión emoc iona l juega aqu í un p.J pel prepondera nte.

Para <lprcnder tenemos que estar sumergidos en un est.Jdo ndecuado.

Javier Alejandro
Resaltado
Javier Alejandro
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G llq"VO /h'tto/Qlto V.11I~

Estado es la suma total de la experiencia humana en una situación determinada. Com­prende los procesos in telectua­les, emocionales y físicos que se producen en esa si tuación.

Disposiciones emocionales dificul ladoras del aprendizaje

H ay muchas razones po r las cua­les la gente pierde oportu nidades de aprender en el momento en que se encuentra con algo nuevo. D istinguiremos algunas de esas emocIones:

a) Cuando no se ve lo nuevo como nuevo.

• Certeza: . esto ya lo séll, o «esto es lo mismo que i!<!uello D •

• Arroganc ia: en este est<l do no es tamos d isponib les para aprender porq ue dec imos: «yo sé todo lo que se puede saber acerca de esto y no hay qu ién pueda enseñar­me».

b) Cuando podemos ver lo nuevo como nuevo.

• FaJt;¡ de auloconfiamw: ((nunca aprenderé esto » o «esto es muy compl icado para mk

• Confusión : «estos nuevos co­noci mientos me producen confusión y eso no me gusta ».

A l actuar de esta m.mera la con­fusión es negativa. Sin emb<lrgo, los momentos de confusión pue­den ser el germen del aprendizaje si se aprende a considerarlos co­mo una oportun idad.

• Rechazo: «esto es nuevo para mí pero no me gustall .

Disposiciones emocionales facilitadoras del aprendizaje

Éstas so n algunas de las emocio­nes que puede fac i litarnos el aprend iza je:

• Curiosidad: «quiero saber más, O algo, sobre esle lema ».

• Apenura: «esta es una oportun idad para desarrollarme o enrique~ cerme».

• Asombro: aquf podemos ver 10 nuevo como la expa nsión de lo que será posible en el fu tu­ro. Es como decir : «esto es nuevo y me gusta, es maravil loso».

Para que comprenda la impor-tanc ia de la d isposición emocio­nal en el momento de aprender, le sugeri rnos que haga el siguien te

. . . eJercIcIo.

Ejercicio I Emociones y aprendizaje

Individual .

l . Recuerde al menos tres situaciones en las que aprendió "Igo. Cuando

las tenga determinadas cierrC' los ojos, elija una de ellas y traTe de volver mentalmente a ese momento «como s i ~ estuviera volviéndolo " vivir. Tómese su tiempo, imagine que está viendo con sus propios ojos lo que veía , escuchando con sus oídos lo que oía, haciendo lo que hacía y reviviendo las sensa­dones. Después abra los ojos y escriba las condiciones que rodea­ron ese aprendizaje respondiendo a las siguien tes pregun tas:

a) ¿Por decisión de quién inic ió el aprendiza je?

b) ¿Cuá l era su estado emocional? e) ¿Cómo describi rfa el resultado?

Repita el ejercicio con las otras dos situaciones.

2. Ahora recuerde tres situaciones en las que no aprendió algo por más que [o intentó. Vuelva a lepetir el proceso anterior y conteste a las mismas preguntas .

3. Compare los resultados y determine en su propia experiencia cuáles son las emociones que le han faci litado y dificul tado el aprendizaje.

Cómo podemos aprender a aprender

Para aprender cualquier ha bili­dad, en cualquier área de nuestra vida, hay cualro requisitos bás i ~ cos que, si los cumplimos, nos fac i l itarán enormemente el apren­dizaje:

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l . Reconocer que no sabemos o que todavía tenemos mucho que aprender. Asumi r nuestra ignorancia es ponernos en el umbral del aprend izaje.

2. Encontrar a alguien de quien podamos aprender, alguien que nos pueda enseñar, y asumir que será nuestro profesor en esa área. Puede ser que esa misma persona no nos sirva como pro­fesor en otras áreas, y lo mismo puede hacerse con un libro.

3. M antener una di sposición emoc io nal favorecedora del aprendiza je.

4. Co menza r con la práctica constante de las habilidades que se quieran incorporar. Sin práctica no existe aprend izaje, porq ue no se produce una mod i ficación neuronal q ue cambie la conducla anterior.

Ejercicio 2 Cómo facilitar cualquier aprendizaje

Individual.

l . Determine cuál es el tema o área de aprendizaje en el que usted quiere tener más conocimientos . Tome consciencia de que todavfa puede aprender más cosas y piense en los beneficios que obtendrá con estos nuevos conOCim ientos.

2. Determine con quién puede apren­der esos conocimientos: puede ser una persona o un libro.

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3. De las tres experierKias anteriores que usted recordó y en las cua les aprendió algo, elijJ la que para usted tuvo IJ carg;¡ emocional m<'is a~radable. Vuelva a conectarse con esa experiencia .. como si . estuviera volviéndola ;¡ vivir, como si estuvie­ra viendo con sus propios o jos lo que ver" en esa oportunidad, escu­chando lo que J1egabJ a sus oídos, dándose cuenta de lo que pensaba y reviviendo la:. emociones de ese mornento.

4. CU:.1ndo yJ esté cll1 ociol1 nlmente cOncctado imagfnese como si estu ­vi cr.:! .:!prcndiendo el nucvo tema, viendo con sus o jos todo lo que le rodea. escuch:.1ndo los sonidos que le lIeg<r n a sus oíd05, y deje que la emociór' (<lci lit <r dor:.1 envuelva est;'1 nucv.' cxperiencia de su vid <r . Ima­gínese llevando a la práctiCi! los conocimientos adquiridos y c6mo se va a beneficiar de los nuevos conocimientos que se deriv;¡n del ,'prend izaje .

5. Abra los o jos y. si es posib le, dedí­quese en ese mismo momento a estudiar y practica r ese tema.

Esta práctica la puede re;tlizar en cUJlqu ier momento en el que quiera moti va rse pilril ClIalqu ier aprendizaje.

LAS CUATRO ETAPAS DEL APRE NDIZAJE

Éstas son las etapas por las que pasa rnos en el proceso del apren­d izaje:

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Incompetencia inconsciente

Cuando alguien li no sabe que no sabe». Por ejemplo, cuando nos vamos de lIna comunidad a otra , generalmente no conocemos la forma en que la gente se compor­ta en esa comunidad.

Actuamos según nuestras co!'­lUmbres an tiguas, sin darnos cuen­ta de que hay cosas que deberían hacerse de manera diferenle. Para los integrantes de la nueva comu­nidad, que saben cómo deberían hacerse, los recién IlegJdos se mues tran inCOrl"lpetenLes . Pero estos no son ni siquiera conscien­tes de que hay a l ~un as llcciones que no se están rell li za ndo y olms que se rea lizan de forma equivo­cada según los códigos de la nueva comunidad.

Incompetencia consciente

Cuando «reconocemos que no sa­bemos». Aqu í el juicio de que no sa bemos lo hacemos noso tros mismos y es to nos sitúa en el umbral del aprendi za je.

Ésta es una etllpa difíci l, porque descubrimos las l im itaciones pro­duc idas por nues tros antiguos hábitos (físicos, intelec tuales y emoc ionales). Requ iere mucha práct ica, atención y perseverancia para no abandonar el aprendi­zaJe.

Competencid consciente

Cuando «comenzamos J ser míni ­mamente competentes» en lo que estamos aprendiendo. Nos move­rnos con gran atención sobre cada una de las acciones que real iza­moS. Se ha aprendido una habi li­dad y comprendido sus reg las, pero todaví<1 no se la domi na tota l­mente.

Competencia incollscien te

Ésta es 1;] finalidad del aprendiza­je, cuando lodos esos palrones que hemos aprend ido de forma lan concienzuda se íl rmonizan en una suave unidad de conducta. Se actúa con un grado pequeño de refl ex ión, en un fl ujo de acciones. Sólo las situaciones inesperadas obl igan a interrumpir ese fl ujo. La IXlrte consciente fi ja el objetivo y deja que el inconsciente lo lleve a cabo, liberando su atención pa ra otras cosas.

Ejercicio J ¿Cómo hizo para aprender?

Individual.

Recuerde algo que aprendió en cual. quier momento de su vida; puede ser 1l1U y simple, como montar en bici­det", o bien rn:í s complicado. como Conduci r un automóvil o utiliz"r una Computadora.

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Recuerde cómo ¡LIt:! pas.lndo por las etapas de la incompercncia conscientc (n ." 2) a la de compelenci" incons­(,.icnrc (n." 4).

1. Describa cuJI fue la mayor diíicul­tad que tuvo que super" r en la ct;lpa n." 2.

2. Describa en qué parte del proc~o tuvo que insistir mjs en la etapa n." 3.

3. DcscribJ alguna si tuación en la etapa n." 4 que le hizo abandonar la comp~tenci a inconsciente y, qui . zjs . vo lver a la etapa n." 2.

A l rnvés de su propia experjenci<l se ha dacio cuenta de cómo ha pasado por estas elapas cuando aprendió algo .

Ahora bien, si el aprend iza je se apl ica a alguna hab i l idad que impl ica una transformación o desarrollo personal, esa habilidad que se ha transformado en hábito inconsc iente tiene el riesgo de haberse asentado sobre hábitos que qu izás no sean los más efica­ces para rea l izar esa tarea. Nues­tros filtros (creencias. cri terios, valores, ete.) pueden habernos hecho perder alguna iLl (ormación importante.

Se tendrá erll'onces qlle dar marcha atrás en las elapas del Jprendizaje hasta la «incompe­tencia consciente)) . Se ti ene que « desJ prender ~ anles de «reapren­der». Le1 única razón para hacer esto es la de construir nuevas opciones, modelos más eficc1ces.

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A P R E N O [

R

Incompetencia consciente

Competencia consciente

Competencia inconsciente

o E S A P R E N O E R

Toda persona que quiera estar en constan te evolución y desa­rrollo ha de estar dispuesta a pasar por un proceso constan te de aprend izaje, que pasa por el (lujo de desaprender y aprender.

La finalidad del aprendizaje

Cerramos el ciclo del aprendiza­je con el reconocim iento de que

ahora somos capaces de hacer lo que antes no pedramos hacer. Cuando esto sucede, sabemos que sabemos, y sabemos que hCI:nos aprend ido. A través del apre~dl za­je nos diseñamos nosotros mismos, llegarnos a ser alguien, diferente.

Expandiendo la acción que rea­li zamos estamos lransformando el quién soy en un proceso ~ue da más co nsc ienc ia y rea lidad a nuestra vida.

Por lo tanto:

Aprender él aprender es una de las activ idades ,más importantes que podemos rea lizar en nuestra VIda.

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--------------...

Capítulo 2

LOS MAPAS MENTALES

CÓMO HACEMOS LOS MAPAS MENTALES

Cuántas veces habrá dicho o escuchado expres iones como:

«L<l noti ciJ me cayó corno una bomba», «Su rostro parecía llll ar­Co iris», o «Su voz es una hermosa melodía». Es/a (arma de utili zar el lenguaie es muy naturil l y frecuen­te y, lógicJrllenle, hablamos en un sentido «figurildo».

¿Alguna vez tra tó de experimen­tar CÓmo se sentiría una bomba estil llando en su estómago o la cabeza? ¿O se imagina encontrán­dose en la CJl le Con alguien que va

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ca minando por la ciudad Con un arco iris por cara? ¿O alguien que habla cantando?

Cuanclo tomamos estas expre­siones en sentido lileral nos pa­recen ridrcul ils. Sin embargo, se ori ginan en una sensación que reneja fielmente la experiencia de la persona que las el ige para expresa rse. y es que, i1unque co­rnúnrnen le creemos que todos los seres humanos seleccionamos las palabras con el mismo criterio o indistintamente pa ra tra nsm i tir nues tros pensilm ientos, en rea li ­dad son elegidas de ilcuerdo a ciertos tamices por Jos que inter-

Page 10: Programación Neurolinguística. Desarrollo Personal

G,,,:r.wú Ikrwlorw v.lllt,",

pretamos nuestro acontecer en la vida .

Todos conocernos los trucOS de comparar imágenes en las que hay que ad ivinar cuál es la !fnea más gruesa o qué imagen es la más alta, y en las que, en general, nuestra percepción resulta d istor­sionada.

En el siguiente ejercicio vamos a incu rsionar en lo aparente y lo no ev idente, jugando con una fotografía.

Ejercicio 4 Exploración visua l

Individual o en grupo:

l . Se entrega una fotograffa a cada uno de los parti cipantes. (Tanto la figura como el fondo deben ser nítidos.)

2. Cada participante se cubrirá uno de los o jos con la palma de la mano.

3. Se comienza prestando atención a la fOlograffa (con el o jo descubier­to, por supuesto), fijándose en cada uno de los pequeños deta ll es duranle 20/30 segundos.

4 . Pasado este ti empo se fija rá la mi ra­da en un punto más o menos cen­tral de 1<1 fotogr<1ffa (procurar que el ojo permanezca fijo en el punto) . Se prestará nlención la" lo a la folo­grafra como a la experiencin del ojo wpado.

S. Continuar el ejercicio siendo cons-

ciente de las va ri aciones que ocu­rren en la percepción de la fOlogra­fía (cambios de bri llo, intensidad de los colores, sensación de profundi ­dad. relieve. nitidez, CIC.). En el momento en que se empiecen a observar estas variaciones ya no es necesano que el ojo permanezca fijo.

Un puenle hacia la realidad

Los senti dos son nuestro puente ha cia el mundo ex terio r, co n ell os lo ex ploramos y del imita­mos . Dado que el mundo es una infinidad de posibles impres iones sensibl es, só lo somos capaces de percibir una pequeña parte de é l. Esta porción ele real idad es filtrada después por nuestra ex­periencia ('míen, cul tur<l, lengua­je, creenc ias, va lores, intereses y suposic iones.

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Con el auxi l io de todos estos filtros el mundo exterior cobra un sentido par ti cular en cada ind iv iduo. Cada lino vive en una rea lidad única, construida por sus prop ias impres iones sensi­bles y ex per iencias individu ales de vida, y ac tuamos de <lcuerdo a lo que perc ibimos. Ése es nues­tro «modelo perso nal del mlHl­do» .

Uno de los presupuestos bási ­cos de In PNL afirma que «:e l mapa no es el terr itorio que des­cribe», porque hacemos caso de

aquellos aspectos del mundo que nos interesan e ignoramos otros. Los fillros que ponemos a nuestras percepc iones determinan en qué clase de mundo vivimos. Extrae­mos de la real idad nuestra inter­pretación y construimos nuestro mapa personal.

la Programación Neurolingüís· cica también tiene un mapa que le es propio desde el cua l inlerpre ta la comun icac ión y el comporta­miento humano. A estos filt ros los llamamos princip ios y constituyen una gufa o modelo pa ra lener en cuenta al acercarnos al (Irte y ciencia de la Programación Neu­ro lingüíst ica.

Algunos de los principios m<is importantes de la PNL:

1. El mapa no es el territorio. 2. Procesamos la in formac ión

a través de los cinco senti ­dos.

3. Tocio comport'amienlo se orien-ta hacia la adaptación. ' .

4. Aceptamos con mayor faci lidad lo conocido.

5. Las personas lenemos dos niveles de co muni cac ión: consciente e inconsc iente.

6. En la comunicación no exislen fracasos, só lo resultados.

7. Para reconocer las respuestas es preciso tener los canJ les sensoriales limpios y abiertos.

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Esto implica evitar las inter­pretaciones.

8. Las personas poseen en sf mismas todos los recursos necesari os para realizar los cambios que deseen en sus vi­das.

9. Todo comportamiento tiene una intención pos it iva.

10. Rapport es el encuentro de las personas en el mismo modelo del mundo.

Es tos prin c ip ios Jos explicando a lo largo de l ibro.

Los filtros mayores

Iremos todo el

La PNL ent iende que «proce­samos la información a través de los c inco sentidos». Es una afir­mación en la que la PNL desa­rro l la y ex tiende aún más lejos la idea hab i tual de que nos conectamos con el mundo exte­rior a través de Jos c inco senti­dos. Afirma que, además de eso, también se leccio namos, entre los sent idos, el prefer ido y lo transform arnos en un filtro pre­ferencial a través del cua l tam ­bién procesamos la in fo rmac ión inlern amente y la ret ran smit i­mos al ex teri o r.

Estos filt ros mayores constitu­yen 1 .. primera red de se lección a través de la cual organ izamos

-

Page 11: Programación Neurolinguística. Desarrollo Personal

nuestro mundo, ideas y manifes­taciones. Exploremos con la prác­ti ca.

Ejercicio 5 Exploración de los sistemas representaciona les

Individua l o en grupo.

,. Los parti cipantes se ubican cómo­damente provistos de un cuaderno.

2. El gura les indica que recorran con la mirada el nmb iente en el que se encuentran dur()nte un minuto. Cuando el gura indica el cumpli­miento del pinzo, los pnrtic ipantcs escriben de una so la vez , sin mirar, só lo recordnndo, y durante un minu­to, unn lista de seres, cosas, colores y todo aquello que hubieran percibi­do en su recorrido.

3. El guín ind ica a los p;:¡rtl clpnntes que ci erren los ojos y realicen una exploración tác(il y auditiva del ambien te. Tr<lnscurridos dos minu­tos les pide que finalicen 1<1 explo­rac ión.

4. Los explor<ldores regres<ln a sus lug<lfes y, durante dos minutos y sin detenerse, h<lcen dos l is tas de sus percepciones tác til es y audit i­vas.

S. Una vez que terminen, los explora­dores comparan las listas.

Ta nto si ha real izado el cio so lo o acompañado,

. . eJercJ-habrá

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perCibido que alguna de las l istas fue más exhaustiva que otra, O

que alguna de las exploraciones resultó más fáci l.

Es un hecho conocido que allr donde cua lquiera ve un puente, un arquitecto puede d iferenciar estructura, fina l idad, peso que so­porta, estilo, materiales, conjunto urbanísti co, desa rro llo estéti co y un sinnúmero de d istinciones más . Lo mismo sucede con la sen­sibil idad de los pintores a los co lores, un botánico ante una hoja , un chef ante un sélbo r. Cuando nos adentramos en un tema hacemos d iferenciac iones cada vez más precisas.

A lgo pareCido sucede con la percepc ión. Los seres humanos habitualmente desarrollamos un sentido más que los otros, nos hacemos más sensibles a la vista, el oído o lo kinestésico, es decir, tacto, gusto y o lfato.

Sisfemas representacionales

Este senUdo preferenc ial para per­c ibir el 't-entorno sirve también parél explicar nuestra exper iencia y construir nuestro modelo del mundo. En PNL los llama mos sis­temas representacionales, porque con ellos nos representamos la experienc ia interna o ex terna que es tamos viv iendo. Existen tres sistemas representa­ciona les básicos:

V: Visual:

A: Auditivo:

que implica Ii! capacidad de recordar imágenes vistas con anterioridad y la pos ibilidad de crear aIras nLJevas, así como de transformar las ya vistas.

que es la capaCIdad de recordar palabras y sonidos escuchados con an terioridad y de formar otros nuevos.

K: Kinestésico: aquí se inclLJyen las sensac ione!i corpora les, táctil es, viscerales y las propioceptivas (la sensac ión del r~vimi e nlo de los músculos, por ejemplo), las emociones, sabores y olores.

Toda nues tra experiencia (inter­na y ex terna) puede codificarse como constitu ida por algun<l com-

..

21

I'roll" In l. ";I<!'.!..!.!!!,,ml i" i/i II~ r le .1 . D<-S.l rrollo "'!n>On.ll

binación de estas clases sensoria­les y representarse eficazmente en térm inos de esos sistemas.

EstJS clases perceptivas consti ­tuyen los parámetros es tructur<l les de la experiencia humana .

En PNL los sistemas representa­ciona les tienen mucho mJyor sig­nificado funcional del que se les atribuye en los modelos clás icos, en los que los sen tidos se consi­deraban como meca ni smos pasi­vos de en trada.

Co nviene seña lar qu e usamos todos los se ntidos, aunque ten­gamos un sistema preferente él

la hora de procesa r la informa­c ión.

Asf como un visual desa rrol la mayor sensibil idad a los coJores, un .1uditivo prestará mayor aten­ción a los ruidos, los silencios, lél s pa labras, y un kinestés ico a todo lo que se relacione con la experien­d a del taclo, el movimiento, la sensación visceraL

Predicados

¿Cómo podemos da rn os cuenta de cuáles son los sistemas repre­sentac ionales prefer idos, propios y ajenos?

Un pr imer paso es prestar aten­ción a lo que se dice . Estél percep­c ión preterenciéll se traduce en pa labras especfficas <l l<ls que lla­maremos «pred icados» .

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G" ".WQ lJi:rlQlotto v.,I/&.I

En PNL llamamos «predicadoslI a 105 elementos del lenguaje mediante los cuales se manifiesta el sistema representacional preferido por cada ser humano.

Ejercicio 6 Descubrir predic~ldos

Individual o en grupo.

1. El guíí:1 remite a Jos partic ipantes a un í:1 experiencia trivi al, como el último vií:1 jc en ,:¡ utobús. Les pide que se rela jen, c ierren los ojos y se concentren en ese último vi,:¡je. Los guf<l pam que vayan recordando todos los detalles de esa experien. d a: cuándo subieron, el trayecto, cuándo descendieron ... Al cumpl irse dos minutos, invit<l a los participan­tes <l <lbrir Jos ojos.

2. Los part icipantes escriben durante cuatro minutos un breve relato de esa experiencia y los detalles senso­ri ales que pud ieron recordar.

3. Consultando la lista de pred icados que fi gu ra a continuación de este ejercicio, los participantes marcan en sus relatos con una V lodos aquellos pred icil dos que tengan relil ción con la experiencia vi sual, con un;] A la ¡juditiva y con una K la kincstésica.

4. Los part icipantes hacen un rCCllen­to de cuáles fueron los pred icados más lIsados y los ordenan en prime·

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ro, scgundo y tercer lugar según la frecuencia.

5. Intercambio de experiencias.

Si bien este ejercic io nos puede dar una idea de cuál es nueslro sis· tema represenlacional preferido, es posible que los predicados varí· en de acuerdo a la naturaleza de la experiencia. Por ejemplo, si relata· mos una situ<lción traumática es posible que - independientemen. te de nuestro sistema preferido­hagamos especial hincapié en lo kinestés ico; si hacemos referencia a un paisa je, lal vez apelemos más <J I uso de los predicados visuales. Aunque muchas veces decirnos «el día era tri sle)), cuando nos referi · mos a un día nublado.

Favorecer la comunicación

Como venimos diciendo, las pala· bras que utili zamos marcan cuál es el aspecto de la rea l idad al que cada persona concede más impor· tancia. Esta misma razón puede ser fuente de p"rob lemas en la comunj· cación y en las relaciones huma· nas. Por eso, es importante que aprendamos a ulil i.lar los pred ica M

dos que estén de acuerdo con el sistema represenlaciona l preferido de nuestro interlocutor.

No se trata de estar expresá nclo· se continuamente en el sistema del otro, que puede que no coin·

ALGUNOS PREDICADOS QUESE UTILIZAN DE FORMA FRECUENTE

VISUAL AUDITIVO

VER ESCUCHAR

Imagen Me suena PantalJ azo Mencionar Aparecer Me pregunto

Mirar Estar a tono Imaginar Resonante Enfocar Remarcar Claro Gritar

Bnunoso Nota fals<l Perspectiva Oral Panorama Hacer eco Apariencia Soy todo ardas Esclarecer Hablar Horizon te O ír voces Mostrar Decir Escena Suena fuerte

Observar Armonía Ver la película Te escucho

M irar por encima Eso hará ruido A primera vista Prestar oídos

Ver la vida de color Oídos sordos de rOsa Eslar al son que

más se bai la

cida con el nuestro, porque eso sería fal so y forzado, con el consi· guiente resultado de enfado.

Dos buenos momentos para Ile· var a la prácti ca es ta habilidad, de uS¿,r los pred icados del otro, son el comienzo de la comunicación

KINESTÉSICO NEUTRAL

SENTIR PENSAR

Cálido Decidir Aburrido Moti var

Algo firme Entender Presionar Planificar Apretar Conocer Frialdad Considerar

Estrés Aconsejar Insensible Deliberar

Mueve Desarrollar Adormecido Crear

Tornar Dirigir Rudo Anticipar

Áspero Reprender Emot ivo Amonestar Só lido Activar Pesado Actuar Suave Comprender

Mullido Explicar Con los pies en la ti erra In terpretar El corazón en la mano

Estar al sol que más ca lienta

y cua ndo surja alguna dificullad o incomprensión; de es ta fo rm ¿, conectamos con el mapa del olro hac iendo más comprensib le lo que queramos transmitirle.

Vamos ahora a ejerc itar es ta habilidad.

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GU.l f./VI) IJ<'(fOlo/(u V~IIé5

Ejercicio 7 Predicados: reinventar y traducir

Esle ejercicio eSlá descri to para cua­tro participantes (A, B, e y D) pero puede hacerlo una so la persona pasando por los CU<l tro papeles . Recor­dar que las letras V-A-K sign ifican Visu<l l, Auditi vo y Kineslésico. Inst rucc ión : Un pilrti cipanlc lee una frase de las que siguen, otro la reinven­la en el mismo sistem<l y los otros dos la traducen en los olros dos sistemas.

Ejemplo:

A. (V) Lo que me esper<l en el horizon­te es un poco brumoso para m f.

B. (Reinventa en V): Hay una espec ie de niebla que me impide ver clara­mente mi futuro.

C. (Traduce a K): Tengo una sensación de pesadumbre acerca del futuro.

D. (Traduce a A): Algo me dice que mi futuro va a ser disonante.

l . (V) Quiero obtener un enfoque cla ro de mis problemas.

Reinventar en V. Traduci r 'a K Y A.

2. (A) Me suena como una buena idea.

Reinventar en A. Traducir a K y V.

3. (K) Su actitud me huele mal.

Rc irwentar en K. Traduci r a V y A.

4. Los part ici pan les, por tu rno, inventan frases y se repi te el mccilnismo hasta obtener fl uidez

en el manejo de los sistemas re­present ac ion<:l les.

Ahora que uSled ha practicado el reinventar y traduci r predicados de una forma general, le invita­mos a que haga la misma práctica en situac iones cotidi anas.

Quizás ya se ha dado cuenta de los sistemas representac ionales que utilizan algunas personas cer­canas: famil iares, compañeros de trabajo o estudio, amigos, etc. Practique ahora intentando decir las mismas cosas de siempre, pero utilizando di stint os predicados. Seguro que le entenderán mejor.

Ejercicio 8 Mejorar la comunicación habitual

Individual O en grul)O.

t . Elegir situaciones habiluales de comunicación O transmis ión de Ii! informac ión en un ámbito especffico: laboral, f::lm ili í:lr, afect ivo. elc. y elegir frí:lses que digamos habitualmente.

2. Expresa rl as en los tres sistemas representaciona les. Si el ejercicio se hace de forma ind ividual, escri­bi rlo. Si se hace en grupo, uno por vez se dirige a los demás expresán­dose en cada uno de los sistemas.

Abrir los canales de percepción y emisión

A parti r de estos ejercIcIOS, los participantes habrán podido darse

f cuenta de que en alguno de los sistemas se expresa n con más flui ­dez que en los otros.

Esto demuestra una habilidad y, al mismo tiempo, una lim itac ión. Cua ndo uti l izamos un sistema con más énfas is que los olros dos, hay dos terceras part es de la reali ­dad que lomamos menos en cuenta, así como dos terceras par­les de la humanidad con la que nos comun icamos con trabas.

Tener los canales sensori ales lim­pios y abiertos signi fi ca poder acceder a mayores niveles de la exper iencia, ser más completos y estar en condiciones de poder comunicarnos mejor con el resto de las personas.

El camino es sensibi lizarnos en los sistemas que tenemos poco desarrollados . Incorporar lodos aquellos predicados que nos son poco habituales, abrirá nuestros canales y ampliará nueslra expe­riencia. Cuando diga: veo, veré; siento, sent iré; y cuando diga: escucho, escucharé.

Accesos oculares

Si observa atentamente a su inter­locutor mient ras dialoga, se dará cuenta de que en el transcurso de la conversación rea liza movi­mientos en los ojos que son recu-

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rrentes y que parecen no tener relación con el hecho de fijar la atención en algún lugar determi· nado o con el desarrollo de lo que se habla.

Bandler y Grinder, en su inves­tigación sobre la excelencia en la comunicación humana, prestaron especia l atención a es tos movi­mientos involuntarios de los ojos y descubrieron que nos proveen de pistas ciertas acerca de cómo organizan su pensamiento las per­sonas. A este descubrimiento le llamaron «claves de acceso ocu­lares».

Las personas, sa lvo contadas excepciones, buscamos la infor­mación visual en la línea alta del espacio, por enci ma de la línea de nuestros oídos; la auditiva en el plano horizonta l de nues tros oídos, y la kinestésica y el diálogo interior en el plano in fe rior. De modo que, si observamos a nues­tro interlocutor, el movimiento de sus ojos nos dará la pista de cómo rec ibe, procesa y em ite la in for­mación siguiendo diferentes com~ binaciones de los tres sistemas, y cuál es la influencia de su sistema representacional preferido en ese proceso.

De este modo, a Iravés del movi­mienlO de los ojos, los seres hu­manos integramos la experiencia filt rada por los diferentes sistemas en un todo único que llamamos sistemas neufológicos integrados y, también a través de los accesos,

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G1I<I,"'(I 111~wlo1lO V,lIlA

podemos pedi r a nuestro cerebro que nos provea de una informa­ción faltnnte en un sistema deter­minado.

Por ejemplo, podemos recordar una imagen con mayor faci lidad si e levamos los ojos; recordar mejor palabras y sonidos con los

;

o jos en horizonta l, asf como revi ­v ir mejor las sensac iones cuando d irigimos los ojos hacia abajo.

Si part imos de una situac ión en la que nos encon tramos frente a frente con nuestro interl ocutor, el significado de sus claves de acce­so ocu lares será el siguiente:

Accesos oculares

Derecha Izquierda

Vc Vr

Ac Ar

K Ai

Vr - Visual recordado. Ver imágenes vistas anteriormente y de la manera en que se vieron . Ve - Visual construido. Ver imágenes de cosas nunca vistas anteriormente, o bien de cosas

que ya se han visto pero diferentes de como se veían. Ar - Audilivo recordado. Recordar palabras o sonidos escuchados antes. Ac - Auditivo construido. Escuchar palabras o sonidos no oidos antes, o sonidos ya escu­

chados, pero no' oídos exactamente igual. Formar nuevos sonidos O frases . K - Sensaciones kine5tésic.1.$. Incluyen las emociones, las sensaciones táctiles, viscerales,

s.l bores, olores y las propiocept ivas (la sensación de movimiento de los músculos, por ejemplo).

Ai - Auditivo interno. Es la modalidad que uno emplea cuando habla consigo mismo o cuando está abstraído en un «diá logo interno •.

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La mayor parte de los seres humanos, cU<lndo dirigimos los ojos hac ia la izquierda, estamos busca ndo información de nuest ro pJsado, y cU<ll1do llevamos los o jos hac ia la derecha pens<lmos acerca del futuro.

Tener invertido este sistema de re­presen tación del tiempo no tiene rcl<:lc ión con el hecho de ser zurdo o diestro, ni tampoco representa ninguna dificultad. Es un producto de nuestra experienc ia de v ida, y I<l n natural como tener el cabel lo de co lor casl<lño O rub io.

Lo que import<:l es saber que todos los seres humanos move­mos inconscientemente los ojos cuando pensamos y habla mos para buscar la info rmac ión en nuestro cerebro. Entrenarnos en es ta percepción nos ayudará enormemente a determinar cómo se representa la rea lidad nuestro interlocutor.

Le inv itamos a que busque un compañero y que practiquen jun­tos el sigu iente ejerc icio:

Ejercicio 9 Delectar los accesos oculares

En parejas.

Util iza r las preguntas que figumn a continuación de este ejercicio.

t. A Formu la n B las seis primeras preguntas de cada grupo. Tome ta precaución de observar atent:t -

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mente a B mientras formula ta pre­guntn para no perder detalle de su re:tcciÓn.

2. /3 no contesta verbalmente, sólo deja que sus ojos busquen intern a­mente la respuesta a la pregunln y, cunndo la ha encontrado, hace una señal con la cabeza. Recuerde que son movimientos involunta­ri os.

3. A toma nota del movim iento de los ojos de IJ a través de fl echas que indiquen esos movimientos y la secuencia en que se produjeron.

4. Una vez que completó el cuesti o­nario, A h<lce un recuento de las respuestas y la proporción en que B ut il iza cada uno de los sistemas.

5. tntercambian sus papeles. Siguien­do lns mismas instrucciones 8 le hace a A las otras se is preguntas.

Preguntas visuales

1. ¿Cuáles son los co lores de la bandera de Greci<l ?

2. ¿De qué co lo r son los ojos de tu madre?

3. ¿Cuál de tus amigas lleva el cabello más corto?

4. Construye men talm ente un mueble que sirva para guar­dar los o lores.

5. Deletrea la palabra «descu ­br imien to ll al revés.

6. Visualíz<l le vest ido/a de roc­kero.

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G" .<I, " '() ¡kIl% lla V;df«s

7. ¿Qué forma len fa la mesa en la que com fas cuando eras niño?

8. ¿Cuál es el pa isa je que más te gustó en tu último viaje?

9. ¿Cuál es la habitación má s oscura de tu casa?

l a. Imagina un animal mezcla de hormiga y águi la.

11. Describe con dt! ta l le la ca ra de una persona de tu fami ­I i a.

12. Imagina a algún am igo tuyo vistiendo ropas de mujer.

Preguntas auditivas

1. Escucha a un bebé l lorando. 2. Recuerda la voz de tu madre

ll amándote cuando es taba enfadada.

3. ¿Cuál de tus amigos tiene la voz más agradab le?

4 . Escucha hablar a tu anima l preferido. ¿Qué te diría ?

5. Ta rarea internamente la ca n­ción favorita de tu adol es­cenCia.

6. ¿Cómo sonarfa la voz de, tu jefe si hablara como el Pato Dona ld?

7. ¿Qué sonidos de la natura leza te agradan más?

8. ¿Cuál es la séptima pa labra del ({ padre nuestro ))?

9. ¿Cómo sonarfa la voz de un fantasma ?

l a. Escucha a una amiga tuya habla ndo con voz de hombre.

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'11. Recuerda una canción que escuchabas en tu niñez.

12. Escucha la voz de alguien que te quiere pronunciando tu nombre.

Preguntas kinestés icc1S y de diálogo interno

1. Siente un trozo de hielo derr i­tiéndose en tu espalda.

2. ¿Qué se siente al cam inar desca lzo sobre la arena ca­l iente?

3. Rec ita para ti mismo una ora· ción.

4. Recuerda cómo te sentías un día en el que estabas muy cansado.

5. Si pud ieras íormu lar le una pregunta a Abraham Linco ln, ¿qué le pregurllarías?

6. Es tás en una cuadra de caba· 1I0s, ¿qué hueles?

7. Recuerda el sabor de una com ida que te guste.

8. ¿Cuál es la pregunta más importanle que le harías a Cristóbal Colón'

9. ¿Cómo huele el ca fé recién mol ido? \

10. ¿Cuáles son las palabras más irnportanles que t'e han dicho en tu vida?

11 . ¿Cuál es la part e de tu cuerpo en la que más sientes el enfa­do?

12. Siente una aHombra muy sua· ve acari ciando tu pie.

Seguramente usted habrá adverti · do que aunqu e le es tuviera haciendo a su compañero una pregunta aud itiva, él pudo haber levantado los ojos o haberlos ba jado. Eso significa que pr imero tuvO que ver la imagen o rev ivir una sensación pa ra poder encon· trar el sonido por el que usted le preguntaba.

De forma pareCida puede haber sucedido con otras preguntas . A través de las anotaciones que us ted ha efectuado puede darse cuenta elel Sistema Representacio­nal Preferido de su compañero de experi encia.

Debemos advert ir que, al hacer este ejercicio, por el hecho de sélber lo que estamos hac ienelo y de que nos observan, podemos de jar de ser espontáneos y mante­ner los ojos fij os, sin moverl os . l e sugerimos que siga observando los ojos ele la gente cuando habla si n sa berse observada. De esa fo rma comprobará el automati s­mo de esos mov imientos.

Otra práct ica que recomenda­rnos es la de utiliza r el vieleo para entrenarnos en la percepc ión de los predicados y accesos ocu la­res.

Se trata de grabar entrevistas en direc to, preferiblemente que muestren pr imeros pl anos del entrevistado para poder ver sus ojos . Después efec túe una prime­ra visión de lo grabado prestando atención única mente a los predi-

)

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cados. Puede repetir este paso var ias veces. A continuac ión, deje sin sonido la grabación y dedí­quese a C¿¡ plar los movimientos de los ojos. Finalmente vea y escuche al mismo tiempo.

Con un poco de prácti ca llega rá a la etapa de competencia incons­ciente en la percepc ión de cuál es el sistema representac iona l prefe· rido ele su inter locuto r.

Esta habil idad, junto con las prácticas del próximo capítu lo, le asegurarán una notable mejora en su comunicac ión.

Sistemas de estructuración de la experiencia

Otro detalle muy importante para comprenelernos mejor a nosotros mismos y a los demás es que según sea nues tro sistema repre­senlacional preferido, pensamos y estructuramos nuestras exper ien· cias de formas diferentes.

Es importante recorda r que los seres humanos uti lizamos los tres sistemas representtlc ionales al mismo tiempo, aunque uno de ellos sea el preferido. Por lo tan to, el modelo que aquí presentamos es una genera l ~ a c i 6 n y, como toda general izac ión, tiene el ri es­go de ser inexacta y l imitativa.

Sin embargo, según sea nuestro sistema representacional prefer i· do tenemos las siguientes tenden-

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cias en nuestra forma de pensar y estructurar las experiencias:

Cómo piensan los visua les (sistema circular)

Piensan en imágenes que represen ­tan ideas. Pueden crear imágenes de vari as ideas al mismo tiempo, mover esas imágenes alrededor del tema centra l, ponerlas en secuen­cia, agregarle más imágenes, unir dos imágenes para hacer una nueva, etc.

La velocidad con que cambian las imágenes les permite pensar en varias cosas al mismo tiempo. Por esa misma velocidad, algunas veces parece que no terminan los ra zonamientos, porque en su cabeza ha apareCido una nueva imagen que ha desplazado to tal­mente a la anterior.

Cómo piensan los auditivos (s istema lineal)

Los pensadores aud itivos uti li zan bien las ideas abstractas. Suelen concentrarse en una so la idea a la vez y luego la mueven para darle espacio a la sigu iente. Su pensa­miento es l inea l, una idea cont i­núa a la otra. Puede mo lestarl es el cambiar de lema sin haberlo ter­minado de tra tar.

Son personas que interpretan bien los tex tos e instrucc iones. Se

JO

expresan bien oralmente y al escribir buscan las pa labras exac­tas para lo que quieren decir.

Su ritmo puede parecer más lento que el de los visua les, pero sus ra zonamientos pueden ser mas completos.

Cómo piensan los kin es tésicos (s istema de red)

Los pensadores kinestésicos cons­tatan las informaciones que les llegan desde el exterior con sus sensac iones y emoc iones. Sus sen tim ientos, sensac iones e intui­ciones pueden confundirlos. Ellos consideran las repercusiones de sus ideas evaluando cómo se sen­ti rán él, u otras person;:ts, en cada ci rcu nst<t ncia .

El ambiente y la comodidad in fluyen sobre su concentrac ión. Si está n bien pueden sumergirse en un tema y con tinuar concen­trados en medio de un ambiente ru idoso y caót ico.

En su proceso de pensamien lo uti lizan imágenes e ideas abstrac­las y de vez en cuando pueden quedarse abstra ídos en un tema. Suelen tener impulsos de intu i­ción que les perrn iten llegar a conclusiones sin haber rea li zado un análisis lógico.

Le sugeri mos que verifique estas informaciones en su propia experiencia y pregunte a los demás cómo piensan. Este cono-

cim iento le será muy úti l para fJcili tarle la comunicación.

Mejore los resultados del trabajo en grupo

Vea mos una apl icac ión para (ar­mar grupos de trabajo eficaces:

Teniendo en cuenta las d isti ntas CJracterísticas ele cómo estructura sus pensamientos cada grupo de pensadores, es conveniente, para faci litar el funcionamiento de los equipos de trabajo, util izar predi­cados de los tres sistemas repre­sentacionales, visual, aud itivo y kinestés ico, así como tener en cuenta los sistemas de estructu ra ­ción de la experiencia.

Pueden surgir d ificultades e irri ­lación entre los integrantes de un eq ui po cuando algunos de ellos u1i licen sistemas distintos, muy «purOSD y con poca fl ex ibil idad.

Pongamos un ejemplo del tra­ba jo entre dos personas, socios o di rec ti vos y es tudiemos cuáles son las in lerferencias que pueden producirse cuando tienen siste­mas representadonales que son di ferentes.

U no exam ina visualmente el material sobre el que hay que loma r una decisión. Su criter io impl ic<t ver un gráfico, O a Ir<tvés de imágenes constru idas interior­mente. El otro comprueba de Jcuerdo a «cómo se siente o có­mo piensa» que el resultado de la

J I

decisión hJrá sen tir a aquellos que es tén afectados por el/a.

El proceso de toma de dec isión requerirá una comparación del crit eri o visual de uno con el kinestésico del otro, imágenes con sensaciones.

l as dos personas de este equipo, en el proceso de toma de decisión, operarán a través de la discusión, negociando y luchando hasta que las discrepancias en las representa­ciones combinadas se hayan re­suelto o cambiado, en un proceso que puede resul l<t r largo y costoso.

De esta (orma, los diferentes sis­temas representacionales ele los dos individuos pueden servir como un recurso positivo para ellos y para el sistema u organización de los que ellos (arman parte, o bien, como un impedimento.

Por es to, tiene una enorme importancia comprender cuál es el sistema representacional preferido de las personas con quienes co la­boramos, y los conocimientos de la Programación Neurol ingü ísti ca se vuelven de gran ut ilidad para acompasa r, traducir y negociar con las personas que tienen distin ­tos sistemas represent~cionales.

Al conocer estas ca racterísticas, usted puede converlirse en el «tri1 ductor» que permita l<l mejor comprensión entre los miembros del equ ipo. Guíe la d iscusión por medio de pregunlas y anime a los pensadores de cada sistema a que expresen sus opiniones e in tuido-

Page 17: Programación Neurolinguística. Desarrollo Personal

G ,,<I.IYO fI~·,IQI()IIQ V.,U&<

nes. Cada uno puede aportar una opción vá l ida y disti nta sobre los temas que se tratan.

En el momento de las conclusio­nes, recuerde presentarlas tenien­do en cuenta las característi cas de los tres sistemas.

Ejercicio 10 Cómo comunicarse mejor con un grupo

(Una o más personas)

1. los part icipantes escriben un breve discurso ut ili zt'l ndo los tres sistemas representa e i on a I es.

2. Cada uno de los pt'lrtieipan tes lee su discurso al resto en t'lct itud convin-

cente. El auditorio manifiesta el efecto que el mensaje ha tenido sobre cada uno de los oyentes.

3. Siguen leyendo y comentilnc!o hilsta completar la ronda.

4. Si usted ha hecho este ejerc icio de forma individual. ensaye diferentes versiones trat t'l ndo de equilibrar el mensaje con los tres sistemas.

Ahora ya tiene muchas más herram ientas para {acili tar su comun icación en cualquier área de su activ idad. Nuestro consejo sigue siendo el mi smo: PRACTI­QUE constantemente para llegar a la incorporación inconsc iente de estas habilidades.

Capítulo 3

LA COMUNICACIÓN . Si se fes da /<I re<J de describir una intefólcción entre un ~iIIO y 1m pcrro, /xxlr¡fn hacer .motaciones como: "el gato cscupe ... el perro mUC51rí1 los dientes ... el 8"'0 .1fqUC,1 su

csp,1Ida ... el perro ladm .. . (.'18.110 ... " Tall imporr"nIC como las acciones p;rrticul:lrcs dcscrit.1S es 1.1 secuencia en la que ocurren y, en algunil medida, cu,1lcluier condllct;¡ del

81110 se l!.1ce comprensible únicalllcnte cn el contexto dc 1.1 conducti/ del perro .•

CÓMO MEJORAR LA COMUN ICACIÓN

Existen diferentes definiciones acerca de lo que es y no es

comunicación. Como a la PNL le interesan los resultados concre­tos, lo que podríamos preguntar­nos es ¿cómo detectamos que dos o más personas se están comuni­ca ndo?, ¿qué es lo específi co que podernos observar en las personas que interac túan ?, ¿qué es lo que nos indica la exiSlencia de comu­nicación?

Si pres tarnos atenc ión a lo que Ocurre en una interacción nos da-

De so/pos a p ríncipes John Grinder y Richard l3Iandlcr, 1980

mos cuenta de que las acc iones de uno só lo tienen sen tido en el co ntex to de las acc iones de l olro u Olros. Independi enlemen­te del modo de comuni cac ión en juego (pa labras, gestos, etc.) ex iste siempre una fo rma de coord inación entre los seres 111 -

vo lucrados. •

Com uni cac ión es e l pro ceso donde la acc ión o experiencia de ll l1 a persona (animal, ser, elc.) y la acción y ex peri enc ia de la Olra-Olras se dan en forma coor­dinada.

Page 18: Programación Neurolinguística. Desarrollo Personal

Una de las metáforas más útiles cuando hablamos de coordinación es la de la danza, en la que las par­tes involucrados pueden llevar el compás con cierto ai re y belleza. En este baile hay veces en que uno de los danzarines guía al olro o a olros, hay veces en que es el aIro el que le guía a él, e incluso hay ocasiones en las que nadie guía a nadie.

Cuando Bündler y Grinder deci­dieron estudiür lü comunicación, só lo hicieron algo muy simple: estu­diar lo que hacían los buenos comu­nicildores, es deci r, aquellos que eran capaces de comunicarse con diferent es Lipos de personas, en dife­rentes contextos y en varios niveles, y ser cüpaces de obtener respuestas que otros no sabían cómo logra r.

En base a sus estudios propusie­ron esle principio básico de la comun;cüción:

En comunicación no ex isten fra­casos, sólo hay resultados.

Es decir, para la PNl siempre existe comunicación. Puede ser que no estemos satisfechos con los resul tados obtenidos, pero los datos que recogemos en nuestro inlento de comunicación nos servirán para mejorarla. En esle capítu lo apren­deremos él comunicarnos mejor.

La PNl considera que h<l Y dos formas de comuni cación:

Interna: Constituida por las cosas que nos representamos, decimos y sentimos en nuestro fllero interno.

)-,

Externa: l a que establecemos con los demás por medio de la palabra, expresiones del rostro, posturas corporales y ademanes.

Aun cuando el ámbito de lo interno se consideraba inalcanza­ble en términos de observación externa, la PNl descllbrió que hay signos visibles que permiten va lo­rarla y que más adelante ejerci tare­mos con el nombre de ca l ibrar.

Ya sabemos que toda comuni­cac ión, interna o ex tern a, genera conductas y la PNl formula la siguiente definición:

Conducla: Todas las represen ta~

ciones sensori ales que una per­so na expe rim enta y ex presa (interna y/o externamente) y de las que hay evidencia disponi ­ble para un observador externo.

Por eso la PNl d iferencia la con­ducla en dos nive les:

M acroconducla : Fácilmente ob­servable, como conducir un vehí­culo, hablar, pelear, marearse o montar en bicicleta .

Microconducta : Incluye fenóme­nos más sutiles aunque igualmente importantes, como el ritmo cardía­co, tono de voz, cambios en el color de la piel, etc, Estos fenómenos se producen cuando la persona gene­ra imágenes menti1 les, se h;:¡bliJ a sr misma o recuerda sensaciones.

la observación precisa de estos cambios es muy importante en el

I I~

proceso de comun icación y la II¡¡ ­mamas «calibrar ».

Para cal ibrar observa mos las variaciones neuro(¡siológicas que pueden produci rse, en tre otros lugares, en:

• ri tmo de la respirac ión • pos ición de la respiración (alta,

media, baja) • movimiento de las alelas de la nariz • tonalidad de la pie l • di latación de los poros • movimiento y tamaño de los labios • movimien to de los músculos en

las mandíbu las • dilatac ión y contracción de pu­

pilas • movim ien to de los o jos, veloc i­

dad del parpadeo • posición del cuerpo • ritmo cardíaco (se puede ver en

el cuello o latera les de la frente)

• pequeiios movimientos gestos incli nación de cabeza, ~IC. '

En el proceso de calibrar es importan te tener en cuenta que hay un punto donde la percepción es inexacta, en el que se nos esca­pan detalles de acuerdo a los fi l~ tras persona les que ut ilizamos. También podemos veri ficar este fenómeno físicamente: cuando fi­jamos la vista, hay un punto que aparentemente debiera estar den­tro de nuestro campo visual y, sin embargo, no podemos alcanzar a percibir lo que en él se presenta.

l e invitarn os a que haga la s i ~

guiellte experiencia:

EjerCicio 77 El punlo c iego

tndividual.

El punto ciego

+ •

+

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Gusr.lVo /Jerto/afro ViJ /Jés

Con la mano izqu ierda tape el ojo del mismo lado y observe fijamente con el ojo derecho la cruz que repro­ducimos en la parte superior de la hoja. Vaya modificando la distancia entre su ojo y la cruz hasta encontrar un lugar en el que el punto que está en el lado derecho desaparece de su campo visual.

Repita el ejercicio con la cruz de la parte inferior de la página y nolará que al desaparecer el drculo queda visible una linea entera .

A continuación vamos a experi­mentar con la prácti ca de ca librar. Es indudable que en un comienzo no vamos a poder obselVar todos los detalles, pero podemos practi car un aspecto cada vez en nuestra vida cotidiana para ir haciendo una incorporación paulatina . Lograre­mos, como consecuencia de nuestra constancia, una mayor agudeza sen­sorial y la apertura de nuestros cana­les de percepción en los aspectos en que tengamos mayor dificultad.

En el ejercicio siguiente explora­remos, a través de la calibración, cuáles son las frases que pueden facilitar a olra persona una viviencia más profunda de una experien­cia pasada, y cuáles son los predi­cados que nos fa cilitan ese trabajo.

Ejercicio 12 Inducción de un estado de concentración

Tres personas: gura, explorador y obser­vador.

En este ejercicio uno de los p::utici ­paotes actúa como observador, a fin de aportar al gula más elementos en el momento de realizar el trabajo, ya que, como dijimos antes, puede haber aspectos de la calibración que se le escapen.

1. El explorador pensará en alguna experiencia pasadOl que encaje con la siguiente descripción:

Una si tuación en la que se sienta profundamente impl icado, con la atenc ión lotalmente cen tr<lda en la experi encia.

Ejemplos: Practi car algún deporte, hacer «fooling», leer un libro, ofr música, ver una pelfcula, conducir durante un largo viaje, etc.

2. El explorador dará únicamenle el nombre de la experiencia, sin entrar en detalles. Se sienta, cierra los ojos y hace como que revive 1<1 experiencia.

3. l a tarea de guía consiste en pensar aquello que neces.1f;<,menle lendría que formar parte de la experiencia del explorador en términos de moda­lidades sensoriales, e irá diciendo las frases que se le ocurran.

3'

Por ejemplo, si la eXl)eriencia elegi ­da por el explorador es la de "pasear por la playa., el guía puede decirle: «escucha el sonido del mar. y observa la reacción del explorador. Si la frase coincide con la experien­cia del explorí1dor podrá nOl,use que se conecta mejor cor, ella. Si el gu ra dice: «Sienle el ca lor de l so l. y se calibra que el explorador se desco­necta de la experiencia, es un síntoma de que en la vivencia elegida no

hnbía sol. Puede ser un paseo noc­lurno por la playa.

4. El explorador deberá notar qué fra­ses son las que le permiten introdu­cirse más en la experiencia y cuáles son las que lo hacen más di ffcil, sin responder verbalmente a las frases dichas por el guía.

5. El guía y el observador calibran al explorador y advierten cómo va respond iendo (de (orma no verbal) a lo que se le dice.

6. Se inlercarnbian 105 papeles.

Duración aprox imada: 5 minutos cada uno.

Con este ejerciciO habrán teniclo una primera aproximación a la experiencia de verificar cómo fun ­ciona una persona en relación con sus percepciones internas. A conti ­nuación, avanzamos un poco más en el desarrollo de nuestra agude­za sensorial.

En este caso, uno de los parti ci ­pantes elige diferentes estados, mientras que el otro liene que aprender a identi fi carl os por los signos exteriores de la macro y la microconducta del explorador.

Comprender la comunicación no verbal

Ejercicio 13 Aprendiendo a calibrar

1. Dos personas: un gura y un explorador.

37

I"u¡:r."" ... <:!,ó" 'It.'UroJ;n¡:ürsrir:~. IJe$o,rrollo PCl$Ofl,ll

2. El explorador selecciona en su memoria, sin decir nada verbal ­mente, tres experiencias intensas y di ferentes que ha ya vivido (no trau­máticas). Pueden ser de cll<llqu ier momento de su vida y bien distintas entre sr. las numera 1, 2 y 3.

3. El explorador elige la experiencia número 1, cierra los ojos y se conecta con el momento y lugar en que sucedió mientras el guía le dice: . Mira lo que miras, escucha lo que escuchas y sien te lo que sientes, como si estu vieras allf •. El gufa observa, cali bra y reg istra las mod ificaciones corporales que se producen en el explorador y des­pu és le interrumpe distrayéndole con una pregunta u observación ajena al ejercicio (estado interrup­tor). El gufa puede tomar unas bre­ves notas sobre lo que observa .

4. El explorador se conecta con la situación número 2, mientras el guía le dice: . M ira lo que miras, escucha lo que escuchas y sienle 10 que sientes, como si estuvieras allí •. El guía observa, cal ibra y registra las modificaciones corpora­les que se producen en el explorador y después provoca un estado inte­rruptor.

5. El explorador se corft:!cta con la situación número J, mientras el glJÍa le dice : «Mira lo que miras, escucha lo que escuchas y sien te lo que sienles, como si estuvieras allf~ . El gura observa, calibra y registra las modificaciones corpora­les que se producen en el explorador y después provoca un estado in te­rruplor.

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6. El explorador elige una de las tres situaciones y, sin decir cuál es, se conecla con ella igual que lo hilO antes. Después de que pase por lo menos un minulo, el guia dice el numero de la situación con la que se conectó el explorador y explica cuáles han sido los cambios fi sioló­gicos que observó. Si el numero de la si tuación que dice el guía no es el correcto, el explorador vuelve a conectarse con otra sin deci rle al gufa cuál era la siluación en la que pensó.

7. El explorador continua reviviendo las tres si1u ac iones, en cualqu ier orden, has1a que el gufa las pueda identifi car correcttlmcnte.

8. Se hacen comentarios y después se intercambian los papeles.

Segu ramente, después de realizar los dos ejerciciOS an teriores, usted habrá podido darse cuenta de cuáles son los aspectos de la microcon­duela que le resultan más evidentes y cuáles son los que presentan más dificultad en su caso personal. Puede dedicarse, entonces, en su vida cotidiana a observar a las per­sonas con quienes interactúa, para desarrollar aquellos aspectos de la ca l ibración que le resultan más dificultosos.

Acompasamiento, el secreto del lenguaje corporal

Cuando las personas enlabian una comunicación re~'d , se produce,

J.

más allá de las palabras, una sen­silc ión de comodidad o bienestilr que se refl eja a nivel corporal. Esta manifestación conductual que se produce inconscientemente, pue­de ser reproducida a nivel cons­ciente gracias a la detección de los signos exteriores que lo manifies­tan y que fueron ev idenciados por la PN L.

Además de desarrol lar agudeza sensorial para detectar las res­puestas de nuestro interl ocu tor, el seglJl1do paso en el proceso de la comun icación es manejar las téc­nicas del acompa sam ienlo para logra r una especie de m imetismo en la conducta, que en PNL se conoce como acuerdo o relación.

Se acompasa teniendo en cuen­ta los sigu ientes aspectos:

• refl ejar la postura corpora l • reflejar los movimientos • la comunicación establecida a

la misma al tura favorece el acercamiento (sentado, acosta­do, en cucl i llas)

• m irar a los ojos, no obsesiva­mente

• adecuarse al ritmo de la respira­c ión (respirar con)

• acompasar con la voz teniendo en cuenta las caracteríSli cas de t.imbre, tono, r it mo, volumen, etcétera .

la incorporación de las técnicas de acompasamiento es un paso importantísimo en el dominio del

lenguaje no verbal para l legar <l la otra persona. Tal vez, al principio, n OS sintamos corno monos locos inli tando gestos y nos dé temor pensar que los demás crean que n OS burlamos de el los.

En cuanto empezamos a apli­carl as y, si somos cuidadosos, descubriremos no sólo que el ot ro asume con natural idad nuestros cambios y «espejeo» corno parte de la comunicación, sino además el poder enorme que tiene el acompasam iento para estab lecer -o romper- el encuenlro con los demás.

Una vez que desa rro l lemos agLldeza sensori ;:iI a través de la ca librac ión y manejo de las di s­tintas pOSibilidades de mimetismo en la conduc ta, podremos se lec­cionar algunos de los elementos que nos parezcan más naturales para nosotros y más adecuados para nuestro interlocutor.

Sin embargo, no hay que olv i­dar que todos son recursos d ispo­nibles para cua lquier circunstan­cia y es importante manejar con flui dez todas las técnicas, po rque en comunicación nos ponemos en función de la efi cacia del men­saj e.

En el próximo ejerc ic io vamos a trabajar con un instrumento impor­tantísimo en el arle de la comuni­cac ión, que es el acompasamiento Con la modulación de la voz. Se trata de imitar - no rid iculizar­las carac terísti cas de la voz de

nuestro in1erloculor como punto de partida para establecer mejores condic iones para la comunica­ción, sobre todo cuando no 1ene­mos a la otra persona a la vista para reflejar otros aspectos.

A trabajar entonces ...

Ejercicio 14 LlevM el compcis COIl la voz

!'tlra 1r;'1 ba¡tlr en ptlre jas: guía yexp lo­rador.

J9

1. Se sientan en sillas, de forma que se den la esptlldíl sin tocars(!.

2. El guía simulará hacer una Jl tl rn adtl telcfónic;l al explorador para ven ­derle algo.

J. Cuando el explorador responda, el gu ltl deberá ca librar y acomp:Jsar el tono, volumen y velocidad de la voz del explorador.

4 . Después de unos minutOS el guía clesacompasa las características de la voz del explorador y calibra la repercusión que esto tiene sobre Itl comunicación.

5. Se hacen comentarios y después se in1ercambian 105 pap<ttes.

le recomenda mos que siga ejerc i­tándose individua lmente, acompa­sando y desacornpasando cuando se le presente la oportunidad de hablar por teléfono.

Esta técni ca es de gr an impor­tancia y puede ayudarnos en

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I

situac iones difíc iles o en el caso en que nuestra actividad laboral o profes iona l dependa en gran pa rte de la util ización de la comunica­ción telefónica.

El ejercicio siguiente significará una experiencia in teresante para descubrir de qué manera funciona la comunicación no verba l, al punto de que lo no evidente se transforma en evidente.

Ejercicio 15 A través del espejo

Tres l}CrsQnas: un explorador y dos guras.

Nolil: Serfa conven iente que, por lo menos en Ii! primera experienc ia, el explorador no sepa qué es lo que har<ln los guías.

1. Se sientan los tres sin objetos que interfieran entre ellos (mesa, etc.)

2. El explorador contará una historia cualquiera durante cinco minutos y la (undón de los guías será escuchar sin responder ni en tablar diá logo. Ambos deben mirar al explorador (no obsesivamente).

3. Uno de los guías deberá espejear corporalmente sin escuchar. Puede concentrarse en sus propios pensa­mientos rnientms <l hace~ que escuchJ.

4. El otro gur<'l deberá escuchar srn espejear co rporil lmente.

S. Al cabo de los cinco minutos el explorador dirá por cuál de los gulas se _sintió_ más escuchado.

40

6. Se explica al exp lorador lo que hizo cada gufil y después se intt!rctlm­bian los papeles para que lodos pasen por la experiencia.

Si se hizo bien el acompasamiento y ambos guías miraron al explora­dor de una (arma similar, la res­puesta del explorador habrá sido que se sint ió más escuchado por quien en realidad «no le escucha­ba ». Esto nos demuestra la enorme importancia del lenguaje no verba l.

Le aconsejamos que practique el acompasamienlo en las interaccio­nes coridi zlIlas ca librando la reac­ción que produce. Podrá verificar que la comunicación interpersonal utili za canales no convenciona les y, a veces, hasta sorprendentes.

Rapporl, para lograr una relación completa

Cuando hemos logrado ser e{ecti ­vos calibrando y acompasando a nuestros interlocutores, podemos lograr un estado de relac ión O

empalía al que llamamos rapport. Estar en rappor! es estar - al

menos en parte- en una misma emoción . Es algo que se logra o no se logra. Podemos usar las téc­nicas de acompasam iento para consegu irlo, pero el encuen tro es algo que depende de la re liJción . Cuando esto sucede la coordina­ción se mantiene so la, a nivel in­conscien te.

Más que una técnica es un arte, porque la c?municación .no se consigue haCiendo un reflelo me­cánico de las posturas y gestos de la otra persona. Hay que estar all í con el «alma », sa l iendo por un ins­tante de nuestro propio mapa para contactar con el modelo del mundo de la otra persona. Hay que acompasar algunos aspectos del otro, no tocIos sus movimien­tos, pero sí es muy importante el acompañar con el ritmo respirato­rio.

Si usted se toma el ti empo de observar a las personas con las que inleractlla en su vida co tidi a~ nil, podrá percibir la fue rza del acompasa miento y el rappor1. Puede ejerc itarse observando los encuentros casuales en la calle, las reuniones fam iliares o las con~ versaciones en el bar.

Verá claramente que las personas apl icamos estas técnicas narural ~ mente para acercarnos o separarnos de los demás. Por ejemplo, cuando esté en una reunión observe al conjunto y verá que, en la medida en que se va creando el clima de grupo, los parti cipan tes comien­Zan a reflejarse corporalmente. El aporte de la PNL es que ha sido capaz de descubrir que esto suce­de, decodificarl o y ofrecérnoslo como instrumento par.., mejorar nuestra comun icación y ca lidad ele vicia.

Los elementos más importan1 es para ca l ibrar y acompasar iJ los

efec tos de establecer rapport son: gestos y posturas corporales, res­piración, cariJcterísticas de la voz, sistemas representacionales, pala­bras o frases repetit ivas (muleti­llas), expresiones o movim ientos facia les, distancia de comodidad para la otra persona .

El acompasam ien to también puede hacerse cruzado: cruzar los brazos mientras el otro cruza las piernas, por ejemplo.

Cómo liderar una relación

Una vez que haya lograclo el rap­port , el nuevo escalón para el comunicador eficaz es ser ca paz de l iderar.

Liderar: Es ser capaz de crear un mundo al que la gente quiera pertenecer. Es un proceso a tra­vés del cual podemos influir en los otros a través de acciones. experiencias, creencias, va lores y formas de ser que nos llevan a compartir un objetivo.

Para poder liderar, es funda­menlal lograr el rapport y lener un objetivo definido. En el es tableci­miento del rapport respetarnos el mapa de nuestros inlerl ocutores, que ¡ncluye pensam ientos, emo­cIones y acciones; es decir, un estado.

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Es rnu) portante recalcar la diferencia fil tre inr1u ir y manipu­lar. Corno;eres p<lrl icip<lntes en el mundo ro podernos dejar de influir sí podemos elegir la , forma en ~e lo vamos a hacer. Manipular en cambio, consiste en ejercer influencia sin tener en cuenta al ,Jro .

Ejercicio f6 ESM blecefr<lppOrl Y liderar

En cu ,1 I qu~ de sus re lac iones inter­personales calibre ;) su interlocutor, (¡Camp;lSe • logre el rapport. Luego tome la in ,Jtiv,1 en los movimientos, es decir c3'lilie SlJaVemcnte de postu­ra y, si ha ~eguido el rapporl, verif i­car;\ que ~ interl ocutor rea li za el

42

mismo cambio postu ral que usted h" efectuado.

Ése es el mejor momento para tr"smi­tirle a la otra persona lo quc usted quiera comunicarte, scgún se" el obje­tivo que tenga en mentc.

Observando reuniones y sigu iendo estas pautas t>Odd saber quién lidera a qu ién en cada momento de 1" relación.

Si usted ha realizado los ejerci­cios propuestos en estos dos pri ­meros capítu los de este l ibro tiene todas las herramientas en sus

. . manos P¡Jril me¡or<l r su comunica-ción en cualquier ámb ito de las relac iones humanas.

Prepárese ahora para conocer qué es lo que rea lmente decimos cuando hablamos.

Capítulo 4

~

LA COMUNICACION VERBAL

MODELOS DE LA COMUNICACIÓ N VERBAL

Así como los predicados denotan los sistemas representacionales a través de los cuales fil tramos la información que recogemos de la re.d idad como experiencia, a su vez, fil tra mos la experiencia él través del lenguaje, de acuerdo a la for­ma que elegimos para translllll lf la información a los demás y a nosotros mismos.

Cuanto más precisa y cercana a la experienc ia es la (arma en que la transmitimos, más efecliva es nuestra comunicación. Pero suce-

4J

de con frecuencia que, al hablar con nosotros mismos y con los demás, uti l izamos muchas suposi­c iones o transmi ti mos un reflejO deformado de lo que tenemos en nuestro interior.

Justamente, para detec ta r las distors iones en las que incurr imos al querer comunicarnos, :a PNL cuenta con un modelo de preci­sión II <lmado <<Illetamodelo del lenguaje)) .

El metamodelo es una téc nica que nos fac ili ta clarifi ca r lo que decimos, nos alerta para que no nos autoengaiiemos, nos facilita el comprender qué queremos

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C",r"w/ lkrroloIlO v.IIIC",

deci r con lo que decirnos y para vo lver a conectar el lenguaje con la experiencia.

El modelo de precisión divide los «principios del rnodelado >J en el lenguaje en tres grandes gru­pos: om isiones, distorsiones y generalizaciones. Por ejemplo, si yo digo que _nadie me quiere», por un lado estoy cometiendo una omisión, porque no informo de a quién hago referencia espe­cíficamente. Al mismo tiempo, es toy hac iendo una gener<l l iza­ción, porq ue englobo a todos los seres humanos y a toda la Crea ­ción, y no doy espacio a las ex­cepciones. Es asr que una misma frase puede inc luir una o más infracc iones al sentido de la ex-. . penenCla.

A continuación, describiremos algunas de las distinciones que hace el modelo de precisión del lenguaje, debiendo advert ir que lo hemos reducido y comprimido dadas las características de este l ibro.

Generalizaciones, omisiones y distorsiones

En el lengu<l je colid iano es muy frecuente recurr ir a expresiones muy general es a la hora de expre­sa r nuestro pensamiento. Las palabras más utilizadas parJ este caso son:

44

SIEMPR E TODO

NUNCA NADA

JAMÁS NAD IE

Estas palabras se ut i lizan en {rases corno las siguientes:

- siempre tengo problemas con . .

mIS vecinos - nunca hago nada bien - nadie me comprende

Consecuencias: La uti l ización de estas frases di ficulta la compren­sión, porque son imprec isas e ignoran excepciones que repre­sentan alternati vas pa ra elegir. Preguntas aclaratorias: Para encon­trar diferentes posibi lidades, una forma consiste en exagerar ut ilizan­do la misma palabra generalizadora :

- ¿siempre has tenido proble­mas con tus veci nos?

- ¿nunca, nunca has tenido la experiencia de hacer algo bien?

- ¿nadie te ha comprend ido en tu vida?

Otra forma de in fracción con­siste en (rases en las que las per­sonas o sujetos no aparecen de forma clara. Por ejemplo:

- no me escuchan - qu isieron engañarme - ahora me va n a oír

Consecuencias: Estas genera liza­ciones pueden con fundirnos sobre

las personas que originan la si tua ­ción O a las que van destinadas las respuestas. Preguntas acfaratorias: Destinadas a identificar el pronombre no espe· cificado:

- ¿quién especfficamenl'e no te escucha?

- ¿quiénes quisieron engañarte? - ¿qu ién qu ieres que te oiga?

Comparaciones

Todos sabernos que hacen fa lta por lo menos dos elementos si quere­rnos hacer comparaciones. Sin embargo, con frecuencia nos en­contramos con (rases como las siguientes:

- esto es lo mejor para mí - éstas son las manzanas más

baratas - Juan es el peor jugador

Consecuencias: En todas estas fra­ses {alta uno de los elementos de comparación, que puede ser un conjunto, al que se refiere la afir­mac ión. la publicidad recurre mucho a es te tipo de comparacio­nes cuando dice por ejemplo «x lava ~más" blanco» . Preguntas acfaratorias: Destinadas a r~cuperar datos para la compa­ración y aclarar los lím ites de la realidad del mapa donde se encuentra .

45

I'w¡¡r://II://: I&I Ilcuro/¡"Rill$fi(a '-'~- " roll" I __ ........ ~ "l'cn;Oll.l

- ¿mejor comparado con qué? - ¿más baratas que cuáles? - ¿peor comparado con quién?

Imprecisiones

Todos ut ilizamos frases en las que no se especifica claramente el cómo, cuándo y dónde de una situación concreta. Por ejemplo:

- Susa na me rechazó - no qu ieren darme una opor-

tunidad - voy a mejorar la comunicac ión

Consecuencias: En estas impreci­siones aparecen pa labras cuya sig· nificación varfa sensiblemente según quienes las utilicen y en el contexto en que sucede la acción. Preguntas acfaratorias: Es necesa­rio aclarar estas imprecisiones para recuperar la información expecífi ­ca acerca de la experiencia.

- ¿cómo te rechazó especf(¡ca­mente?

- ¿quiénes no quieren darle una oportunidad ?

- ¿qué significa para ti mejorar la comunicac ión?

juicios y creencias

Utilizamos declaraciones y ju icios que consideramos como verdades acerca del mundo y que pueden

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C"".,VO 1!III/Ololm V"II~<.;

ser vividas como imposIciones a uno mismo o hacia los demás. También establecemos vínculos de causa y efecto que generan malen­tendidos y problemas en la comu­nicación. Por ejemplo:

- los hombres no llora n - es malo ser con fi ado - su voz me irrita

Consecuencias: La utilización de . . . es tos JU ICIOS que aceptamos muchas veces sin preguntarnos su origen, di stors ionan nues tras rela­ciones y nos crean límites a las opciones que podrían ex isti r para hacer las cosas de otra fo rma. Estos juic ios y creencias se mue­ven entre las dua l idades:

I.)ueno / malo correcto / incorrecto verdadero / falso

que son cri terios relat ivos y perso­nales que no deben general izarse. Preguntas aclarMorias:

- ¿qu ién dice que los hombres no lloran?

- ¿para quién es malo ser con­fi ado?

- ¿cómo te irrita su voz?

Incapacidad u oblig.1ción

Utilizamos pa labras que indican límites o imposibi lidad sin dar infor-

46

mación relal'iva a la manera en que funciona ese límite. Por ejemplo:

- tengo que ir al cumpleai;os de Lola.

- no puedo discut ir contigo. - debo cambiar de coche.

Consecuencias: Estas expresiones limi tan nuestra toma de decisio­nes y acc ión generando la idea de «necesidad » o «imposibi I idad» . Acl arar es tas situaciones nos per­mite recuperar las causas perd i­das por la genera l ización y med ir los resultados y consecuencias de nuestras acciones. Preguntas ,1c1arMorias:

- ¿qué pasaría si no fueras? - ¿qué te impide discutir COIl-

migo? - ¿qué sucederfa si no lo hicie­

ras? - ¿qué te obl iga a cambiar de

coche?

Lectura de mente

Olra distorsión que hacemos en nuestro lengua je proviene del fenómeno que l leva a las perso­nas a hacer como si supieran lo que los otros piensa n o creen. Por ejemplo dec imos:

- ya sé lo que estás pensa ndo. - él debería saber lo que yo

me esfl lcrzo.

_ sé por an ticipado lo que va a decir cuando vuelva.

En todos estos ejemplos no hay ninguna indicación referida a la manera en que la persona poelrfa probar lo que afirma. Esta especie de «adivinación» es tan frecuente, que suele paSe,r inadvertida y puede lle­varnos a muchos errores de juicio.

A (in de faci l itar la utilización de las dist inciones del melamodelo, ofrecemos el cuadro resumen de la página 49 con las principales in­fracc iones y las preguntas que se utilizan para desa fi adas:

Ejercitar el Oletamodelo

Dada la importancia de este tema sugerimos, uti l izando el cuadro resumen como ayuda, ejerci tar el modelo de precisión del lenguaje hasta lograr fluidez en su manejo:

Ejercicio 17 Metamodelo del lenguaje

En grupo.

l. lOS p~rl ic ip~n tes se turmn p~ r~ leer un~ de las fmses que siguen, mientras los dermis I~ s desafían con las pre­guntas del metamodelo del lenguaje.

a) El malestar me ilgobia . b) Una de cada cinco estrellas de

cinc lo USa.

el El SIDA es mortal.

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d) E' mejor de los ingenieros estuvo en la reunión.

el No volveré a verla jamás. fJ Cuando vuelva sabrán de mi. g) Todos me dicen que es así. Ir) O lvidé que tengo que llamarle. j) Yo sé que él piensa que lodo está

bien. j) Hay días en los que tengo que

eilntar.

2. Una vez terminada la lista, los partici· pantes inventan, I>or lurno, una frase incsl>ccffiea y los demás la desafían.

J. Continuar hastil desarrollar fluidez en {" utilización de las pregunl:ls.

Habrá notado que, en la medida en que ejercita estas preguntas, se le van haciendo más natura les. El objetivo más importante de estas práclicas es incorporar estas pre­guntas para uno mismo, para que funcionen de una forma casi auto­mátka en nuestro interior y nos per­mi tan aclarar nuestros pensamien­tos y ampliar los límites que muchas veces nos autoimponemos.

Tendrá una demost ración de lo que decimos practi cando el pró­ximo ejercic io.

EjerciCio 18 Autoaplicaci6n del metamodelo del lengu(1j e

Individua l.

'l . Escriba ráp idamente y sin meditar­lo el desa rrollo o descripción de un problema o preocupación. No

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GlI<r.WO liCUO/oliO V.1 1/o's

omi la pensamicnlos que surjan al respecto. Es un ejercicio personal y luego puede quemar la ho ja. Es imporlanle que respete lo que sa lga de dentro y la (orma en que surge. Escriba sin delenerse duran te cinco minulos como mfnimo o hasta que su inspiración fun cione.

2. Relea con atención lo que escribió y, en hoja aparle, vaya escribiendo las preg.untas que desa fíen sus afi .. • maciones, todas las que se le ocu· rriln ante cada (rase.

3. Desarrolle el pr imer escrito con el apoyo de las preguntas que (ue anotando ante c;¡da imprecis ión.

Ver ifi que si hubo cambios impor· ¡antes en la exposición y si le aportó claridad respecto del tema que le preocupa.

Con el ejercicio anterior habrá podido comprobar que el meta· modelo reconecta el lengua je con la experiencia real.

Bás icZl mente puede ulilizZl r el melamodelo para:

• Recoger in formación de al la ca lidad cuando sea importante entender exactamente lo que los demás qu ieren deci r.

• Aclarar significados, puesto que cada persona tiene dist intos mapas de la realidad y no pode· mos saber lo que signifi ca n muchas de sus palabras.

• Identificar limitaciones y abri r nuevas opciones. Los límites que imponemos a la real idad a través

48

de nuestras palabras pueden ser eliminados a través de las pre· guntas adecuadas.

Ex iste el peligro de reun ir dema· siada información ZI través de estas preguntas, por eso debe lener claro cuál es su objetivo Zlntes de apli· C<lr ind iscriminadamente el meta· modelo.

También debe tenerse en cuenta que pueden uti lizarse las impugna· ciones dentro de un contex to de sintonía y con preguntas que no tienen por qué ser direclas y dUfZls como en un examen. En vez de preglltl tar «¿s iempre has tenido prob lernas con tus vecinos?», se puede decir «¿alguna vez has teni· do un vec ino con el que te llevas·

b' , te len. ». Por {dl imo, le pedimos que

tenga en cuenta esta advertencia : Nuestra cornun icación colidia·

na se basa en generalizaciones, omisiones y distorsiones. Si util iza constantemente las preguntas del rnetamodelo correrá el riesgo de quedarse sin am istades y de le· ner problemas con toda su famil ia. Si hace eso se convertirá en una meta monstruo, como dice John Grinder.

Logro de objet ivos

ElltsO del meta modelo nos permi· te desnudar las distorsiones que uti l izamos permanentemente al

ALGUNAS DISTORSIONES DEL lENGUA/E

SIEMPRE NUNCA /AMÁS TODO NADA NADIE

SIEMPRE tengo problemas con mis vecinos. NUNCA hago NADA bien. NADIE me comprende.

SUjETO DIFUSO

No me escuchan. Quisieron engañarme. Ahora me van a oir.

ME/OR r\o\Á5 PEOR

Esto erlo MElaR para mf. Estas sOrl las manz,lnas MÁS baralas. luan es el PEOR jugador.

IMPRECISIONES

Susana me re<hazó. No quieren darme una oportunidad. Voy a mejorar la comunicación.

BUENO-MALO VERDADERO-FALSO CORREGO-INCORREGO

los hombres no lloran. Es MALO ser confiado. Su voz me ¡rrila.

TE NGO PUEDO DEBO

TENGO que ir al cumpleaños de lo/a. No PUEDO discll!ir cont igo. DEBO cambiar de coche.

ADIVINACIÓN

ya sé lo que estás pensando. El. debería .~ber lo que yo me esfuerzo. Sé por anl lctpado lo que va a decir cuando vuelva.

PREGUNTAS

¡Siempre? ¡nunca? ¡jamás?

¡SIEMPRE haslenido problemas con lus vecinos? ¡NUNCA has tenido la experiencia de hocer alb'O bie!1? ¡NADIE te ha comprendido en 1U vida?

¡Quién especíllcamenle?

¡QUIÉN específicamente no le escuchal jQUI~NES quisieron engañarte? . ¡QUIEN quieres que te oiga?

¡Comparado con qué?

¡M90R comp~ rado CO rl qué? ¡MAS baratas que cuáles? ¡PEOR comparado con quién?

Cómo cuándo dónde qué quiénes

¡CÓ¡\~O le rCl:hazó especlficamenter ¡QUI.ENES no quieren darte una oprtunidad? ¡QUE significa para li mejorar la comunicación?

Quién para quién cómo

¡QUIÉN dice que los hombres no lloran? ¡PARA QUIÉN es malo ser confiado? ¡CÓ¡\\O te irri la su voz?

¡QU( PASARlA! ,QUÉ TE IMPIDE! ¡QUE SUCEDERIA SI .. ,!

¡QUÉ PASARíA SI no (ueras? iQU~ TE IM PIDE discutir cOrlmigo? ¡QUE SUCEDERIA SI no lo hicieras!

¡Cómo lo Silbes?

¡CÓMO lO SABESI ¡CÓ¡\.jO m,ia saber lo que tú te esfuerzas? ¡QUIEN E LO DI/O!

49

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C,,~r.,vo /k'H%uo V.l/ Iés

expresarnos con nosotros mismos y con los demás. Esta deforma­ción en los mensajes no solamen­te afecta la ca lidad de nuestra comunicación, si no que, además, puede llegar a transformarse en una fuente de l imitaciones cons­tante en la medida en que la uti l i­cemos, inconscientemente, cuando hablamos de nuestros sueños, objetivos y proyectos.

El ejercicio anterior nos ha ser­vido pa ra delec tar las imprecisio­nes comunes en nuestro lenguaje. Cuando se tra ta de logro de obje­tivos, este modelo de precisión cuenla con un cuestionario espe­cífico que es una gufa efi caz para que, al definir lo que queremos, no nos transformemos en nuestro saboteador principa l.

Bien sabido es que cuando hemos podido defi nir claramente lo que queremos, la mitad del cam ino está recorrido. Si me digo: «No qu iero ser más gorda», o «Qu iero ser fe liz», estoy propor­cionando a mi cerebro datos de lo que NO quiero ser o información muy difusa sobre lo que sí quiero.

Para evitar imprecis iones y deli­near claramente lo que queremos lograr, aplicamos el cuestionario de la página 51.

Una vez rea lizado es conve­niente preguntar si el individuo quiere mantener su formulación inicial o si quiere volver el plante­ar su objetivo. En este último caso se vuelve a pasar el cuestionario.

50

-Ahora lIevéllloslo a la práctica.

El ija un objetivo y aUloaplfquese el cuest iona rio para obtener obje­ti vos.

Ejercicio 19 Trabajar mi objetivo

Individual .

r. Tornando como base la descripción del problema o dificultad con que ejercitó el rnetamodelo del lenguaje, responda :1 1 cuestiOl1:1rio p:lra el logro de objeti­vos.

2. Verifique h:lst.1 qué plin to se modifica su estado y su percepción del tern(l :11 formu l:lrlo de 1ll.1ller.1 cI .1 r<l, precisa y posit iv<l.

Modelo para la definición correcla de las melas

Sintetizando lodos los elementos que nos provee el meta modelo del lenguaje y el cuestionario para el logro de objetivos, contamos con un esquema básico que podremos aplicar cada vez que decidamos una meta o acción.

Este modelo de fáci l uti l izac ión va a apoyar a partir de ahora los diferentes traba jos que hagarnos con PNL. Con él podremos verificar la fuerza de la decisión del cambio y si esa transformación es ecológica para el universo de la persona. Suele suceder que, a veces, n05 planteamos metas que son incon-

CUESTIONARIO PARA OBTENER OBJETIVOS

CONDICIONES

EXPRESADO EN FORMA POSITIVA

Implica lo que uno qui ere hacer, no lo que no quiere hacer.

DEMOSTRABLE EN FORMA SENSORIAL

Represen tar el objetivo al menos en los tres sistemas representac ionales principa-les IV, A, KI.

ESPECIFICADO y CONTEXTUAlIZADO

De finir en qué contex tos se desea yen cuá les no se desea.

INICIADO y MANTENIDO POR EL SUIETO

El log ro del ob jetivo debe basa rse en nuestros propios recursos y no en los de ninguna otra persona.

CHEQUEO ECOlÓGICO

El objetivo a alcanzar debe ser coherente en dos sentidos: Por un lado, con las creen. cias y otros objetivos del individuo; y por olro, debe tene r en cuenta el co nl exto irl terpersonal en el que se mueve la perso· na pa ra evitar posibles confliclos.

gruentes con otros aspectos funda­~enta les de nuestra vid<t corno, por ejemplo, nuestro entorno, nuestras creencias o nuestros va lores. Este

51

rr

PREGUNTAS

lQué es lo que específicamente quiere o desea?

¿Cómo se daría cuenta de que obtuvo el objetivo? ¿Qué vería, escucharía, sentiría? ¿Cómo se daría cuenta otra persona?

¿Cuá ndo, dónde y con quién lo quiere? ¿Cuándo, dónde y con quién no lo quiere?

¿Qué necesitaría para lograrlo? (recursos) ¿Qué le impide lograrlo? (limitaciones)

¿En qué le benefi ciaría si Jo lograra? ¿Qué podría perder al lograrlo? ¿Cómo afedaría a su entorno si lo lograra? ¿Cómo cambia ría o afectaría a su vida el consegu irlo?

cuestionario nos ayuda a delectarlo y es, entonces, cuando podremos decidir a conciencia si nuestro objetivo tiene mayor o menor peso

j

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que las consecuencias que acarrea­rá el conseguirlo.

Muchas veces es conveniente tra­bajar con otra persona que tenga conocimiento de estas herramientas que nos brinda la PNl, puesto que una visión externa puede ayudar­nos a aclarar nuestro propio mapa de la rea lidad.

l e sugerimos que practique el siguiente ejercicio con otra perso­na que sepa ut il izar el metamode­lo y el cuestionario del logro de objetivos.

Ejercicio 20 Logro de metas

1. Se reúnen A y 8.

52

2. A define algún objetivo, meta o ac­ción que quiera lograr.

3. 8 le formula el cuestionario del logro de objetivos y aplica los patro­nes del metamodelo cuando haya imprecisiones o distorsiones.

4. Al final del trabajo 8 pregunta a A si quiere reformular su objetivo .

5. Se hacen comentari os sobre los descubrimientos más import an tes y después se intercambian los pape­les.

Una vez que usted haya definido bien su objetivo, le será más fácil alcanzarlo. Para eso prepá rese pa ra trabajar con las técnicas de los próximos capítulos.

Capítulo 5

lOS DESEADOS

CAMBIO GENERATIVO

Muchos de los principios de la PNl reflejan lo que, con frecuencia, sucede en nuestras actuaciones cotidianas. Por lo genera l, ev ita­mos o cuestionamos lo que nos es diferente, aquello que no ha (arma­do parte de nuestra experiencia. C.Onsideramos enemigos a quienes PIensan de otra manera, criti ca rnos il qUienes no actúan corno noso­tros, apelamos a la imitación de nUestras conductas a los seres que nos rodean.

El reverso de la moneda es que aceptamos lo que nos es affn ,

53

consideramos verdadero lo que se adecua a nuestros pensamientos, historia y creencias, nos sentimos cómodos con qu ienes pensamos que son nuestros iguales.

Estas rormas de actuar inciden con fuerza en nuestro proceso de aprendizaje, generando emocio· nes que lo facilitan o lo dificultan . Una situación traumática pasada nos sirve para just ificar las limita­ciones presentes, y esa ceguera cognitiva nos impide p lanl ear objetivos para el futuro, con lo cua l, eternizamos la limitac ión.

Una de las principales dificultades que surge ante un comportam iento

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C"'I.W<J I/(VlO/OIlO V.Ii/6

dado es que, al actuar, nos encon­tramos lanzados a una situación y, en medio de ella, no podemos generalmente inventar al ternativas para cambiar su curso. Actuamos automát icamente. Sólo cuando la situación ya pasó podemos evaluar lo que pOdríamos haber hecho; pero lamentablemente es tarde y no pudimos transformar la pauta indeseada.

Tambi én en este aspecto, la PN L tomó lo habitual en la con­ducta humana -el moverse con natu ral idad en lo conocido- , y lo transformó en el trampolín para potenciar logros persona les. ¿De qué manera ?

• Nos centramos en el logro del objetivo en lugar de en los pro­blemas y sus causas.

• Nos centramos en las opciones y recursos de las personas, por­que la PN L entiende que:

If Las personas poseen lodos los recursos necesarios p(lra hacer fos cambios que deseen.»

• Generamos alternativas de ac­c ión y experiencia, crea ndo la experienc ia de la situación, que es nues tro obj etivo, como ya vivida, para que luego nuestro inconsciente lo dispare automá­ti camente. Es decir, que lo re­gistramos en el archivo de lo conocido.

54

• Este contexto interno de expe_ ri encia nos permite hacer Uso de una facultad natural de los seres humanos y que nos dife_ rencia de otras especies: actuar con independencia de lo que sucede en el exterior.

La PNL denomina a este proceso cam bio generati vo, e impl ica enfocar el logro de objetivos y desarro llarlo en nues tro propio tea tro de la mente, un escenario inter ior en el que nos podemos mover ca mbiando de papeles, desde el de director-observador al nuestro propio, o bien asumir el papel de otros persona jes y expe­rimentar desde ese lugar.

También podemos alterar el escena rio creando diferentes ambientes y siwaciones, o bien detener la obra en una escena determinada, dar marcha atrás, ralent izarla y acelerarl a. Es decir, tenemos la l ibertad de hacer de nuestra vida nuestra propia obra maestra.

I"formación por medio de los sentidos

Anteriormente puntu alizamos que procesamos todas las informacio' nes a lravés de los cinco sent idOS y nos representamos la experien' cia a través de lo que en PNL Ila' mamos:

Modalidades. Experimentamos el mundo en (orma de sensacio­nes: visual , audi tiva, kinestés ica (olfativa, gustati va), y si queremos recuperar un recuerdo almacena­do en nuestra mente o imaginar algo para el fu turo, nos lo repre­sentamos a través de estos filtros.

Ahora comenzaremos a experi ­mentar con las pequeñas partes de cada modalidad y a compren­der la importancia que tienen en el momento de recuperar las experiencias de nuestra vida y de cambiar las emociones asociadas a dichas vivencias. A estas peque­ñas parles las ll amamos:

Submoda lidades: Distinc iones dentro de cada una de las moda­l idades que sirven para definir lo que ocurre en el ex terior y lo que nos representa rnos in terior­mente .

Las submodalidades son un recurso de gran importancia en el manejo de nuestros estados. Para reconocerlas, incursionemos en una aventura en nuestro mundo IIlterno:

Ejercicio 21 Investigación de nuestros recuerdos

tndividual o en pMejas.

1. Si lo hace de form ;, individual , lea primero COn atención el ejercicio para cumpli r después con las pau­l;,s sin interrupciones.

55

2. Siéntese cómodamentc, en form a relajada, dispuesto a entrar en con­tacto profundo con su interior.

3. Busque en su recuerdo una situa­ción medianamente desagradable o molesta. Recuerde que debe ser s610 un poco desagradable, porque usted va a ponerse en contacto con su experiencia profunda.

4. Retrocediendo en el tiempo, traiga esa situación al presente, recupere la imagen, los sonidos, las sensacio­nes . Preste atención a los siguier' tes detalles para recordarlos:

¿Está usted dentro del escenario o es un observador externo, o biel' ambJS cosas? ¿Cuáles son las car<lcterfsticas de la imagen en tamaiio, contorno, luz, color, intensidad, movimien­to o fotografía, contraste, etc? ¿Cuáles son las caracterfslicas de los son idos, los hay, de dónde surgen, niveles, elc.? ¿Cuáles son las sensaciones, tem­peratura, textura, peso, etc.?

5. Trans(orme ese escenario interior en su taller de teatro o cine experimen­tal y, sobre la base de la primera representación del recuerdo, vi sual, auditiva y kinestésica, vaya va riando una a lllla las características. Experimente si se producen cam­bios en la emoc ión. Es importante hacer las variaciones de una en una para determinar cuál dc esas carJC­terfsticas - a las que llamamOS sub­moda lidades- tiene mayor impor­tanciCl dentro de su teatro de la mente para variar la emoción.

Page 29: Programación Neurolinguística. Desarrollo Personal

6. Una vez que haya experinlenlado todo lo que su creatividad fue capaz de inventar, modifique la representa­ción inicial incorporando las sub­modal idades que hacen que su recuerdo ya no le moleste.

7. Cuando esté sat isfecho, vuelva al prescnte con este aprendiz.aje.

Seguramente, en esta incursión en su escenar io interior ha pod ido descubrir muchas cosas sobre sí mismo. Es preciso aclarar que cada persona tiene un sistema propio para almacenar la información y no hay formas correctas o inco­rrec tas, só lo es así.

El descubrimiento más impor­tante de este trabajo es que noso­Iros no permanecemos indemnes ante nuestros recuerdos. No pode­mos cambiar lo que rea lmente ocurrió, pero sr podemos trabajar con las marcas que nos deja para hacer que cada dfa merezca ser vivido en plenitud.

Forma de pensar, más importante que lo que pensamos

En las representaciones hay dos nive­les en los que podemos cambiar:

_ Lo que nos representamos. _ La forma en que nos lo repre­

sentamos.

Por ejemplo, si en su recuerdo hay una voz que le resulta espe-

cialmente desagradable, puede introducirla en un aparato de radio y bajar el vo lumen o apa­garlo; o bien poner una cinta plás­lica en la boca de quien habla. Si en la imagen aparece un<l fi gura amenazadora, puede reducirla en tamaño y vest irla de payaso. Si la sensación desagradable está liga­da al frro, puede agregar ti bieza e incluso el so l o una chimenea .

A título indicativo en el cuadro de la página 57 presentamos algu­nas de las submodalidades con las que las personas nos represen­tamos la experiencia.

Cambio rápido de estados emocionales

Apelar a las submoda lidades es un recurso senc illo y sumamente efi caz para trabajar cot id iana­mente con la forma en que nos represenlamos la experiencia. De este modo, cuando nos en contre~ mas ante una situación recurren ­te, el recuerdo trans formado va a lograr que nuestra reacción exter~

na sea diferente. Un elemento de especial impor­

tanc ia en el trabajO del teatro de la mente es nuestra ubi cación res~ pecto de la acción: si somos los protagonislas o los espectadores. Comprobemos la imporlanci<l de estos dos puntos de vista real izan· do el sigu iente ejerc icio.

56

[ LISTA DE POSIBLES SUBMODALlDADES

VISUAL AUDITIVO KIN~STJCO

BRILLO VOLUMEN INTENSIDAD

Oscuro-Bril1ante Alto-Bajo Fuerle-Débil

COLOR TONO A'EA Blanl»Negro Grave-Agudo Grande-Pequeña

MOVIMIENTO TIMBRE TEXTURA

Rápido-Lento-Parado Calidad de la voz Suave-Rugoso

DISTANCIA TIEMPO DURACiÓN

Cerca-lcjos Rápido-Lento Constante·lntermitente

FOCO DISTANCIA TEMPERATURA

Nítido-Borroso Cerca·Lejos Caliente-Frío

PROFUNDIDAD RITMO PESO

Plano-3 dimensiones Regular-Irregular Pesado-liviano

LOCALIZACiÓN CADENCIA FLUJO

Ángulo de obscrvación Continuado-tnlerrupci6n Dirección

TAMAÑO INFLEXIONES LOCALIZACiÓN

Na tural-Grande·Pcqueño Palabras en(atiladas Lugar

TAMAÑO DELOSOBJETOS LOCALIZACIÓN MOVIMIENTO

Relativos entre sí Lugar-Procedcncia Rápido-Lento-Parado

CONTRASTEYLUMINOSIOAD SENSACIONES

CaraClerísticas Honnigueo-Presión

EN PAISAJE O ENMARCADA TENSiÓN MUSCULAR

Si existe marco, forma, Lugar-Fuerza

color, tamaño, elc.

OLOR y SABOR

Agradable-D<.'Sagradable

Características espeáficas

57

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CU,<I,'\lQ /kll%lro V,, // t'<

Ejercicio 22 La montaría rusa

lnd ividunl

1. Uti l iznndo In experiencin nnterior, vnmos n renliznr un vinje ni pnrque de ntracciones. Usted recorre el lugar y se detiene nnte la montaña rusa.

a) Experimente la vivencia de ser espectador. Imagínese que se está viendo a sí mismo subido a la montaña rusa y rea li zando todo el recorrido. ¿Qué característi cas ti e­ne esta experiencia, cu:íles son sus sensaciones?

b) Ahora usted sube a la montaña rusa. Sienta el peso de su cuerpo contra el asienio, mire cómo le colocan la barra de seguridad, escuche coma va subiendo su coche hasta la parte m:ís alta de la montaña rusa, mire lo que ve desde allí arrib.:,. Y ahora comience a descender sintiendo el aire en su cara, las sensacio~ en la boca del estómago, y real ice el viaje vert iginoso hasta el final. ¿Cu:í les han sido las sensaciones de estn vivencia?

2. Vuelva al presente, abriendo los ojos y mirando a su alrededor.

3. Escriba lo que experimentó desde los diferentes lugares en que se colo­có en la situación, como espectador y como p.uticipante.

Posiciones perceptivas

Con este viaje hemos experimen­tado dos de las posic iones per-

ceptivas: asociado y disociado, y se refi eren al modo de participa­ción de la persona en la escena o contexto que se está representan­do.

Asociado: La persona es tá viviendo la escena desde adentro. Responde de forma kinestésica a las imágenes (visual) y son idos (audi ti vo) como si estuviera en la situación.

58

Oisociado: La persona toma el papel de observador, ve las imáge­nes y escucha los sonidos desde fuera de ella, pudiendo evaluar lo que sucede desde una cierta (( dis­tancia».

A nivel externo, la diferencia entre es tos dos estados puede observarse a través de la macro y microconducta del individuo, ya que éste tiende, en el caso de la asociación, a realizar los movi­mientos y cambios fi sio lógicos que verfamos si estuviera . real­mente» en la experiencia. En el caso de la disociación, la respues­ta que ca libramos es la de alguien que eva lúa y observa distanciado de la escena.

El poder manejar a vo luntad el asociarse o di sociarse, tanto de una escena del pasado como de un evento presente, nos da una gran libertad. Por un lado, podemos alejarnos de las situaciones que nos molestan él lravés de la di ­soc iación, transformándonos en observador. Por otro lado, vivien­do con toda intensidad las situa-

ciones agradables que nos poten­cian y hacen nuestra vida mejor.­

Ahora le sugerimos que busque un compañero y rea lice el siguien­te ejercicio.

Eierci~io 23 Expenmen tar la asociación/disociación

1. Dos personas: un gura y un explo­rador.

2. El guía pide al exp lorador que encuentre una escena ngr<Jdnb le de su p<Jsado que pueda comentar, y que se asoc ie con ella de tn l forma que tenga la sensnción de que est~ ocurriendo ahora, de que 1<1 est:í reviviendo en el presente.

3. El guía d ice: . Mira lo que miras, escucha lo que escuchas y siente lo que sientes, como si estu vieras allí». El guía le pide al explorador que describa la experienci a en tér­minos de imágenes, sonidos y sensac iones. El gura cnl ibra y anota lo más importante.

4. El gura le pide al explorador que se imagine que est:í sentado en un cine y en la pan tal la aparece el mismo recuerdo anterior con él mis­mo como actor. Pídnle que descri­ba la escena y ca libre.

S. Pida al explorador que abrn los ojos y pregúntele qué fu e cambian­do en su experiencia kinestésica en la Primera y segund<l situación, y que Comente si fue congruente con Jo que usted observó. Es decir, si

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estuvo realmente asociado y diso­ciado.

6. El guía le pide al explorador que recuerde una experiencia de nlgo un IlOCO molesto (j)Qr favor, .sólo un poco»). le dice: eMira lo que mi­rns, escucha lo que escuchas y siente lo que sientes, como si estu­vierns allí.. El guía le pide al explo­rndor que describa la experiencia en términos de imágenes, sonidos y sensaciones. El guía cnlibra y anota )0 m:ís importante.

7. El gura le pide ,,1 explorador que se imagine que está sentado en un cine y en la pantalla aparece el mismo recuerdo an terior con él mis­mo corno ilctor. prelare que descri ba In escena y calibre.

8. Pida al explorador que abra los ojos y pregúntele qué fue cambian­do en su experiencia kinestésica en la primera y segunda situación. Se hacen comentarios para compro­bar si fue congruente con lo que usted observó, es decir, si estuvo rea lmente asociado y disociado.

9. Por último, se le pide al explorador que vuelva a conectarse con la es­cena del principio, la agradable, de forma asociada y que se quede unos instnnles disfrutando de las im:ígenes, sonidos y sensaciones placenteras.

10. Se intercambian los papeles.

Recartografiar experiencias

Esta prácti ca nos permite diferen­cIar claramente entre los elos

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G,,~r G,,~' .WQ (krwlQtw V.,¡¡~

esto estados: asocindo y disociado. Tor Tomando como base esa expe­riel rienda podemos tratar lodos los rec recuerdos placenteros haciéndo­los los más intensos, más presentes, ase asociándonos a ellosi y los dis­pi é! placenteros toma ndo distancia, cl is disociándonos y apl ica ndo las su l. submodalidacles que los debili ­ten ten. En este sentido es muy im­po porla nte el uso del humor, ya que aql aquello que rid iculizamos deja de de afectarnos de manera nega­tiv. ti va .

I Lo idea l entonces, es estar aso-cia ciado a las experiencias agradables ye y di sociado de las desagradabl es . Di Di cho es to es en términos gene­ra l rales, porque a veces neces ita­m( mos lomar di stancia en una sil l si tuación agradable para actuar co con mayor objetividad . Por otra pa parte, no está de más aclarar nu nuevamente que éstas son gene­ral rali zac iones . Puede haber alguna pe persona que siente cómo se inl intensifica su sensación de una ex experienCia en la medida en que se se aleja de ella, por eso no hay qu que olvidar que es necesario res­pe pelar las particularidades indivi­du duales.

Le invitamos ahora a que prac­tic tique, preferiblemente con otr,a pe perso na, los siguient es ejercl­CI I c ios, donde traba jaremos algu­na nas submodalidades dividid as en lo los tres sistemas representacio­n;: nales: visual , auditivo y kineslé-511 SICO.

Eje" .,. I . SubnXXÚ /acles Visuales

t . Dos~as: Uf' gufa y un explorador.

2. El ~dor busca una experien. c ia ~b l e y se conecta con ella.

3. El gyi¡ va dirigiendo para que carilit· una en una las sigu ientes subllllXidadcs visuales:

_ 1JiIoscuro/lx i l lantel _ /IlO'iiento (rápido/lentolp"rado) _ cokn lanco/negro) _locoftido/lJorroso)

Hacerlcr,tamente en cada di rec· ciÓll ro el momento en que el sentrmto comienza <l cambiar (umbri:ada vez que se llega a un unJbr¡!¡lver a la imagen con la submoldad origina l.

4. Mienlrl gura cal ibra, el explorador registrt.i l de estas submodalidades resu1tl. s efectiva para cambiar la in1CflS1: de la experiencia .

5. Para fllzar, el explorador le pone a 13 ~n original todas las sub­moda les visuales que le hacen más _able el recuerdo.

6. El ex;¡dor toma notas de lo que regist, hacen comentarios y des­puéSStercambian los papeles.

60

Ejercie~ Subn1Cx:/acJes iluditivas

1. DOS Pnas: Uf' guía y un ex.plora­dar.

2. El explorador busca una ex.periencia auditiva desagradable, por ejemplo, algo que le d ijeron y que al recor­darlo aún le causa daño. Conectarse con ella.

3. El gura le va dirigiendo para que cambie de mM en uIlt1 1as siguientes submodalidades audit ivas:

_ loca lización (ir cambiando el so-nido de Jugar)

_ distancia (cerca/lejos) - volumen (al to/bajo) _ tono (agudo/grave)

Hacerl o len tamente en cada d irec­ción hasta el momento en que el sentimi en to comienza a cambiar (umbra l). Cada vez que se ll ega a un umbra l volver al recuerdo con la submodalidad original .

4. Mientras el gura ca libra, el explorador registra cuál de estas submodalidades resulta más efectiva para cambiar la intensidad de In experiencia.

5. Para finalizar, el explorador le apli ca a la experiencia ori ginal todas las submodalidades audi tivas que le hacen más agradable el recuerdo.

6. El explorador toma notas de lo que registró, se hacen comentarios y des­pués se intercambian los papeles .

EjerCicio 26 5ubmoclalidades kinestés icas

' . Dos personas: un gula y un explorador.

2. El explorador busca una experien­cia que aún le produce una sensa-

6 1

ción desagradable y se coneCla con ella. También puede elegir un dotor actua l.

3. El gu la le va dirigiendo para que cambie de un.1 en una las siguientes submodalidades kines1és icas :

- locn lización (cambiarl a de lugar) - intensidad (fuerte/débil ) - temperatura (ca liente/frro) - tamailO (agrandar/empequeñe-

cer) - peso (pesado/liv iano)

Hacerlo lentamente en cada direc­ción hastn el momen10 en que el sentimiento comienza a cambiar (umbral). Cada vez que se ll ega a un umbral volver a la imagen con la submodalidad original.

4. Mientras el guía cal ibra, el explorador registra cuál de estas submodalidades resulta más efecliva para cambiar la intensidad de la experiencia.

5. P;¡ ra finaliza r, el explorador le apJi ­cn a la experienc ia original todas l<ls submodal idades auditi vas que le hacen más agradable el recuerdo.

6. El explorador toma notas de lo que registró, se hacen comenl<lrios y se intercambian los papeles.

Después de haber experimentado el poder que tienen las submoda­lidades para cambiar la respuesta emocional de nuestras experien­cias, vamos a aplicar estas mis­mas características para recuperar una experiencia pOSitiva de nl/es-

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CUq.wo IicrrO/Olto v,." ,,,,,~,-__

tra vida, un logro importante, para poder traerla al presente y apl icar­la en los momentos en que la ne­cesitemos.

El logro de objetivos

Toda la información que se arch i­va como recuerdo es un «estado» que a veces nos limita y otras nos potencia. El miedo, por ejemplo, es un es tado que incluye un cú mulo de impresiones sensibles que se conjuga n en <l Igo que lla­mamos «miedo» .

Es por esto, por lo que decirnos que al hablar de estado estamos aludiendo a la su ma total de la experiencia humana englobada bajo una determinada identificación. Ese nombre, «miedoll , «fel icidad», «ansiedad», «depresión», nos per­mite recurr ir al conjunto emocio­nal que recrea el estado.

Sucede que, a veces, esos esta­dos se presentan sin que los llame­mos -como el temor- a I menos conscientemente, mientras que otras en que los necesitamos pare­ce que desaparecen de nuestra vida. Afortunadamente, en la medida en que la PNL descubrió la manera de investi gar el ({CÓmO», ahora podemos apelar a los esta­dos que necesitemos en el mo­mento adeclI<Jdo.

A modo de ejemplo, tr<Jb<Jja­remos con el estado de logro, entendiendo por tal la disposición

62

emocional que experimentamos cuando sent imos el impul so de hacer algo con la certeza de que lograremos nuestro objetivo. Y co­mo estas palabras desconectadas de la experiencia no dicen nada y para cada persona la fórmula es diferente, le invitamos a traba jar para descubrir en su experiencia cómo organiza su estado ele logro personal.

Ejercicio 27 Rectlperar el «estado ele logro»

Se reúnen dos personas: 8 ser<Í el gura y A el exp lorador.

1. 8 le pide a A que recuerde un estado anterior, en el pasado, en el que logró algo importante par;) él o tuvo la sen­sación de «impulso para lograrlo~ .

2. B le pide a A que reviva la situación diciéndole: «Mira lo que miras, escucha lo que escuchas, siente lo que sientes y permanece all(. .

B le pide a A que registre en su cuerpo esa sensac ión de «logro .. o de «puClloJl y le guía por medio de preguntas que están destinadas a que A describa la sensación de la forma más completa pos ible:

- Adopta la postu ra corpora l que tenfas en ese momento.

- ¿En qué lugares del cuerpo está localizada esa sensación? (que A descri ba cada lugar. )

- ¿Qué color tiene ? ¿Es uniforme O

tiene distintas tonalidades?

_ ¿Qué forma o formas tiene? _ ¿Tiene movimientos? ¿De qué

tipo? ¿Oc dónde vienen y hacia donde van ?

_ ¿Qué temperatura tiene? ¿Es un i­forme o cambia?

_ ¿Percibes algunJ senSJción de sabor u olfato?

_ ¿Escuchas algún sonido o músi~

ca? _ Si hay palabras, ¿de donde vie­

nen, dónde est<Ín, de qu ién son? (Que A diga si son externJS o internas.)

Nota para el guía: es importante que en la experienc ia part icipen sen­sac iones (K), co lores (V) y sonidos O palabras (A). Si en este momento ya est<Ín los tres ingred ientes pasa r al punto 3. Si fa lta algo lea lo si­guiente:

- Ponle un co lor adecuado a la sensación.

- Une ese color a fa sensación. - Haz que surja un sonido que

armon ice con el color y la sen­sac ión.

- Repi te la experiencia hasta que color, sonido y sensac ión sean una mIsma cosa.

3. ¿Q ué p;¡fabras te d ices a ti mismo en este momento de logro o de impulso? (Por ejemplo, LO LOGRÉ, VOY TRAS ELLO, ESTO ES Mío, etcetera.) Cuando A ha terminado la descrip­ción, 8 le hace desconectarse de la experiencia y se hacen comentarios que ayuden a A en la comprens ión y descripc ión de lo que sintió, vio y escuchó.

&3

4 . IJ le pide a A que piense en el obje­tivo quc desea alcanzar, hacia el cual va a aplicar el estado de logro.

5. Ahora B guía a A f)<1ra que vuelva a colocarse en el csl<1do de logro. Hay que logrnr que A reviva ese estado, y para eso vuelve a recordar cU<Índo sucedió y todos los detalles que mencionó anteriormente. Cuando Jo logra se le dice: Ahora imagina que te ves a ti mismo alcanzando el objet ivo que te has propuesto (quc lo describa con submodalidades) ... ; dite a ti mismo que lo has alc<l nzado ... ; siente que has podido hacerl o ... ; y cuándo lo has visto ... , pensado ... y sentido ... rcpftete en voz: alta y con la misma fuerza que antes las pala­br<lS que te dices cuando logras al go importan te.

6. Cuando A ha hecho esto termina el ejercicio. Se hacen comentarios y se intercambian los papeles.

Con este ejercicio tiene permanen­temente a su alcance los recursos necesarios cuando necesite estar motivado para alguna situación. En ese momento recurra a las imá­genes, sonidos y sensaciones del estado ele 10ero y podrá recuperar­lo corno un recurso permanente.

De la misma manera en que hemos detectado el es tado de logro, podemos traba jar con otros estados Que deseemos recuperar pa ra nuestro aV<J nce persona l, corno decisión, armonía, creati vi ~ dad, bienestar, etc. Podrá enri­quecer la lista tanlO como sea

Page 33: Programación Neurolinguística. Desarrollo Personal

GU<I.W(J lJl'ffQIQIIQ V/lllés

capaz de variar en la identifica· ción de los estados que pueden ayudarle en la vida cotid iana . Recuerde que la PNL es un arte en la medida en que usted se lrans· (arme en un art ista .

Generador de comportamientos

Tal como señalamos al hablar del teatro de la mente, la PNL utiliza los recursos naturales de la perso­na para crear un contexto interno fam iliar, para que el comporta ­miento que se quiere incorporar se transforme en un componente natura l del sistema .

De es te modo, el inconscien te disparará la conducta deseada de manera automática y el cerebro le guiará hacia la meta por los cami­nos adecuados.

El generador de comportamien­tos es un trabajo específico que crea el estado deseado y el cami­no posible para lograrlo. Partiendo del estado actual, el explorador de­termina las instancias intermedias que considera que deberá transi­tar hasta la mela. Después de apli ­carles las submoda li dades que considere adecuadas, irá asociá n­dose con cada una de las etapas hasta que sienta que el proceso está incorporado con naturalidad.

En este ejercicio establecemos una nueva conducta en dirección a un objetivo específico. Comen­zamos observando desde fuera

una situación deseada con el objeto de eva luarla y lue¡.;o en tra­remos dentro de ella para apre­henderla.

Esta técnica puede aplicarse para faci li tar el logro de cualquier objeti vo, entre los cua les puede incluirse la generación de nuevos hábi tos de conducta, por ejem­plo, el de alimenta rse de una forma distinta.

Ejercicio 28 Generador de nuevos comporramientos

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,. Dos pe rsonas: un explorador y un guía.

2. El gufa aplica el cuest ionario del logro de objetivos para determinar el coml>orta miento u objetivo de­seado.

3. Se ponen de pie de fo rma que el explorador tenga espac io p<lra

moverse .

4. El gufa pregunta hacia qué lado imagina el futuro el explorador.

5. El exp lorador construye un a imi.! ­gen o película del comportamien­to desei.!do mirando hac ia el fu ­turo . El ex plorador debe estar disoci,1do. El gura puede pregun­tar : ¿Có mo te verfas si ya tuvieras este comportamien to, o bien si hubieras alcanzado este objetivo~ Establecer las submodalidades rela­cionadas con el «estado deseadOJ.

6. El explorador construye una ima­gen o película del _estado presen­te. (con relación al «estado desea­do.). Debe estar disociada y colocada delante de él. Establecer las submodalidades.

7. El explorador mira ambas imáge­nes y crea dife rentes escenas (cua­tro como máxi mo) que le permi­ten llegar del _estado presente_ al . deseado.. Siempre permanece disociado y describe las submoda­lidades de cada escena.

8. El exp lorador mira todas las im á­genes y determina si quiere agre­Sar o ca mb iar algo.

9. Ahora el explorador se coloca en el si tio del «estado presente ~, mira la escena con los ojos h,1cia arriba. Después va dando un paso hacia el futuro para entra r en las siguientes escenas y te rmina en el «estado deseado • . Siempre puede cambiar o enriquecer cua lquier escena con submoda lidades. Al fina li zar e l recorrido se le distrae, se hacen comentarios y después se vuelve al lugar del «estado presente_o

10. Ahora e l explorador rea liza el mismo recorrido con los ojos en horizontal. Puede hacer cambios. Al finalizar el recorrido se le distrae , se hacen comentarios y después se vuelve al ~eslado presenle~.

11. El explorador hará e l mismo reco­rrido de forma asoci"da. El guía le ayuda di ciéndole «Mira lo que mir,1s, escuclw lo que escu­chas y siente lo que sien/es, como si estuvieras al/(_.

65

f'lfJIIf.l m.1cldn nCUIQ/I,18iJ(Slk .. . DesMIO/lQ o,

Al fina li zar, se le distrae, se hacen co mentarios y, si desea hacer cambios en cua lquier escena, se coloca ffsicamente en e l lugar que le corresponde y hace los cam­bios, primero disociado y luego asociado.

12. Una vez que el explorador está confo rme con todas las escenas vuelve a realizar e l recorrido de forma asociada hasta q ue sienta que logrará e l objetivo o compor­tamiento deseado. Al finalizar, en el lugar del ~estado deseado~, el gura le pide que se diga un" pala­bra y halJiI un lJesto con la mano que indique qu e lo co nsigui ó (puede utilizar los mismos de l ejercicio de recu perar el estado de logro mencionado en este mismo ca pítulo).

13. El explorador debe hacer el reco­rrido varias veces, cada vez más rápido, de forma asociada, y cada vez que llega al «estado deseado. se repite la palabra y hace el gesto elegido. l o hace tantas veces como necesite hasta sentirse satisfecho.

14. Se examina el proceso expresando los cambios y el explorador co­menla qué hará para alcanzar cada uno de los pasos hasta lograr el «estado deseado~.

15. Se inte rcamb ian los pa~ele5.

16. Cuando ambos terminan el ejercicio es importante que escriban todo lo que se les ocurra sobre su experien­cia. Hay que aprovechar las ideas que emergen en esos momentos.

Page 34: Programación Neurolinguística. Desarrollo Personal

Es impo rt ante respe ta r las pos i c io~ nes indicadas pa ra las di stintas e tapas de l e je rc icio, porque así como la di sociación nos permite di stanciarnos para eva luar, la aso~ c iación hace que en e l momento adecuado la nueva experiencia se incorpore a nuest ra vida.

También se pueden utiliza r las palabras gestos e imágenes del es­tado de logro en e l mo mento de incorporar e l estado deseado para aumentar la intensidad de la ex~ . . penencla.

Con todas las técnicas mencio­nadas en este capítulo usted tiene

. . en su expenenCla una enorme cantidad de posibilidades para cam­biar sus estados emocio na les rápi ­damente y alcanzar los objetivos que se proponga en su vida.

Tan s610 nos queda repetir el consejo de que no se limite a leer este libro. Sólo mediante la prác­tica de los e je rcic ios descritos se produce la transformación neuro~

lógica. la mera lectura de los mis­mos no produce cambios.

Capítulo 6

UTII IZAR EL TEATRO DE LAMENTE

Las posiciones perceptivas

l a aventura de ac tua r en nuestro tea tro de la mente ti ene múltiples posi bi l¡dades, tantas como sea­mos capaces de imaginar.

En los capítu los ante riores nos asomamos a ese mundo de la crea­tividad y vimos nuevas opciones para avanzar en e l logro de nues­Iros objetivos y mejora r con stan ~

lemenle la ca lidad de vida. Allf, Incursionamos en impo rt antes distinciones:

1. Modalidades y submodalidades: Visua I-aud il ivo-k i nestés ico.

67

2. Asoc iado y di sociado Dentro y fue ra del escenario Ac tor-director.

Ahora experimenta remos vIvir las situac iones desde e l cuerpo de cada uno de los actores, a través de las di stintas ...

3. Posiciones pe rceptivas.

_ , .. IXlsición: Mi punto de vi sta. _ 2: pos ición: Su punto de vis­

la (ident ificac ión con e l otro O en e l luga r de l o tro).

_ 3:' posición o melaposición: El punto de vista de un

Page 35: Programación Neurolinguística. Desarrollo Personal

observador externo (el di­rector de la obra).

En el transcurso de nuestra vida adoptamos inconsc ientemente di­ferentes pOSiciones o puntos de vista, por ejemplo, cuando deci­mos . Yo en tu lugar ... » o . Si tomo distancia de la si tuación ... » . En este capítu lo adqu iri remos la ex­periencia de desplazarnos cons­c ientemente por las di ferentes posic iones y de darnos cuenta de, hasta qué punto, el «meterse en los zapatos» del otro puede lograr que asumamos su manera de mirar el mundo.

El hecho de no considerar estas pos ibilidades como recursos hace que habitualmente ut il icemos nues­tro punto de vista personal sin incluir a los demás en nuestras con­sideraciones. Al no aprovechar es­los recursos, usarnos sólo una pat1e de la lot'al idad de la información

Explorador 3."

disponible, la que podrfa ser de importante ayuda en las actitudes cotidianas y la torna de decisiones.

Lo impot1ante es darnos tiempo para percibi r qué información está a nuestra disposición cuando nos con­vertimos en el «otro» o en un «obser­vador». Este ejercicio incorporado como hábito nos lorna más flexibles, más comprensivos, más ampl ios. En esencia, nos lomamos mucho más «sabios» . Esta capacidad es un enor­me recurso para desarrollar relacio­nes respetuosas y duraderas.

Ensayemos ahora el desplazar­nos por di ferentes posiciones per­cepti vas.

Ejerc icio 29 Experimentar posic iones perceptivas

Es preferib le hacer este ejercicio con otra persona.

La otra persona

Observador imparcial

68

Práctica

[. Se reúnen dos personas: un gufa y un explorador.

2. El guía le ind ica al explorador que busque una situación con fl ict iva con una persona de su entorno (no importa que en el momento del conft icto hubiera más personas, él se va a centrar en el conflicto con un,' persona). Ahora pídale que tome la postura co rporal q ue él (e l exp lorador) ten fa en aquel momento . Si es taban sent ados busca n dos sillas y las colocan en una pos ición sim ilar a la que te­nía n. Ah ora plda!e que ocupe su posición (de pie o sentado) imag i. ne a la otra persona en la pos ición que tenia, y que rev iva la si tu a­ción en primera posición. Puede hacerlo con los ojos cerrados o abiertos, mirando a la otra sil la o lugar.

Déle tiempo para que se conecte y díga le que comience desde el pri n­cipio de la si tuación, viendo, escu­chando y sintiendo lo que sucedió. (No es necesario que el explorador Comente con usted lo que está sucediendo.) Pídale que sea cons­ciente de la información que obt ie­ne, de cómo se siente, qué ve y eScucha ...

Ahora pida le que se fi je bien en la Olra persona, en su postu ra corporal, movim ientos, Su respiración, gestos, el sonido de su voz, etcétera. orga le que cuando piense que ya ha capta-

69

do todo lo que puede desde su punto de vista abra los oios y, des­pués, se hacen comentarios.

3. El explorador se sienta en la otra silla o se pone en la posición del otro y usted le pide que «se ponga en los zapatos_ de la otra persona y se convierta en ell a. Dígale que se tome tiempo para convertirse en el Olro ... , que tome su postura ... , haga sus gestos y movimientos ... , que resp ire como el otro ... , que se vea a si mismo a través del los ojos del otro ... , que se escuche hablando con la voz del otro .. . y que reg istre lo que está sinti endo el otro. (Es muy importante que tra te de poner­se en la misma postura física qllC el otro .) D íga le que se tome todo el tiempo que neces ite para experi ­mentar esa si tuación a medida que la pe lícula va avanzando ... No importa que «realmente_ no eres el otro, simplemente permrtete hacerlo y fíjate en lo que puedes aprender... ¿Qué piensa el otro sobre la situación? .. ¿Qué siente el otro sobre la situación? .. ¿Qué piensa y siente el otro sobre ti ? .. . ¿Cómo te ve, escucha y siente? .. . Olgale que cuando esté sa tisfecho con sus percepciones abra los oj os y se hacen comentarios .

4. Ahora el exp lorador permanece de pie observando las dos sillas o el lugar donde estaban el otro y él mismo, y vuel ve a proyectar la pelf­cula de la situación imaginando a los dos y a las otras personas, si es que las hay ...

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Gu.\r;,vo Uc,rolotlo~V.~,II~",-_

prdule que observe y escuche lu experiencia desde un punto de vista imp.1rci"/, tomando la postura física de un crf!ico, viendo a los dos de forma simultánea y sin tomar part i­do por ninguno.

¿Qué notas acerca de la forma en que esus dos personas hablan y se expresanL. ¿Cómo ves y te suenan las cosas desde esta posición de observador?.. ¿Qué sientes sobre ellos desde esta posición? .. ¿Qué in formació n obtienes desde esta perspectiva?

Cuando el exploróldor considera que ha obtenido todos los datos posibles se hacen comentari os.

S. El explorador comenta en cuál de las posiciones se sintió más cómodo o cuáles le resultaron más fami liares que las aIras. Si lo desea, comenta con el gura algo de lo que experi­mentó y aprendió y después se inter­cambian los papeles.

Posiciones perceptivas habiluales

Cada uno de nosotros se puede beneficiar si se da cuen la de cuál es la pos ic ión que le resulta menos fami li ar y comienza a prac ti ca r el situarse en ella con mayor frecuencia. Al lograr si tuar­nos en las tres posiciones tenemos el Iriple de información y com­prensión que si asumirnos s610 una.

70

Ahora que usted ha ten ido la vivencia de es tar en el lugar de otro desde su mapa del mundo, seguramente habrá podido experi _ mentar que nuestro mundo perso­nal es muy limitado y que no siem­pre, cuando creemos tener la verdad, es asf. Darle un lugar a la óptica del otro en nuestra vida puede ayudar a que vivamos en un mundo mejor, más ecológico y armontOso.

También forma parte de la experienc ia hab it ua l de los seres humanos que, en di stinlos ámbi­tos de nuestra ac tividad, so lamos tener pos iCIones percept'ivas habitu ales y posib lemente di stin ~ las. Por ejemp lo, es pos ible que en el ámbito de las relaciones afect ivas o de pareja una perso­na pueda ejercitar habitualmen ~ le el situa rse en segunda posi­ción, mientras que en el ámbito de trabajO ocupe habitualmente la pr imera posic ión y, en algún otro ámbito tenga por habitual la tercera posic ión, la de observa­dor. Reconocer qué posic iones asumo puede darme una idea de lo que son mis va lores y creen­cias, tema que veremos más ade­lante.

Le sugerimos que rea lice es ta inves ti gac ión, puesto que pu ede ayudarle a comprender muchas situac iones de su vida. Le capa ~ citará para ac tu ar más adecua­damente ante las difi cultades que se presenten al tener mayor

comprensión de sí mi smo y de los demás.

Solución de conflictos

combinando el recurso de las di fe­rentes posiciones perceptivas con el manejo de las modalidades y submodalidades audilivas, kinesté­sicas y visuales, podemos avanzar en la so lución de conflictos con otras personas.

A primera vista, puede resul tar extraño el considerar que, si yo ap lico estas técnicas conmigo rni s~ mo, puedo resolver una traba en una relación con otro. Sin embargo, y reafirmando el principio de la fl e­xibilidad, sucede que el conflicto anida en nuestro interior, y si desa­nudamos el problema internamente estaremos en mejores condiciones y contaremos con mayores OpCIO­nes para resolver la situación que nos preocupa.

Cuando reunimos la informa­ción disponible sobre el problema que nos aqueja obtenemos una mayor comprensión y logramos una vivencia más profunda sobre la vida del otro; aunque muchas veces no llegue a través de una explicación racional, sino por el acceso a una emoción compani­da que facili ta el acercamiento.

Este ejerc icio se realiza con dos personas, aunque una vez incor­porado puede utili zarse indivi ­dua lmente.

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Ejercicio 30 Solución de conflictos con olras personas

Dos personas: un gufa y un explorador

1. El explorador el ige una situación de conflic to con otra persona --que llamaremos X- y que tenga deseos de solucionar.

2. El explorador coloca dos si llas, una para él y otra !h,ra la otra persona, y las acomoda a su gusto. Se sienta en primera posición y se asocia consigo mismo imaginando que en la otra silla está sentado X. Aunque la situa­ción de conflicto sea repetitiva, es preferible que se elija un dra o una situación en part icular. Trate de lomar la misma postura ffsica de ese momento y tómese tiempo para en­trar lo más posible en la situación. El guía le pregunta qué es lo qlJe piensa y siente acerca de X. Después de esto se pone de pie y se distrae un momento antes de ocupar la olra si lla .

3. El explorador se sienta en la otra sil la, en el lugar de X, en segunda posi­ción. Es muy imr>ortante que trate de tomar la misma postura (¡sica que vio anteriormente desde su silla . Colocado _en los zapatos de X. se mi ra imaginariamente a sr mismo y fantasea sobre lo que piensa y sien­te X hacia él. Después de esto se pone de pie y se distrae un momento antes de ocu­par la otra silla.

4. El explorador vuelve a su as iento y se conecta nuevamente con el

Page 37: Programación Neurolinguística. Desarrollo Personal

momento originar. Desde allí ima· gina el entorno personal, (amil iar y laboral de X, tanto del presente co­mo del pasado. Después de esto se pone de pie y se distrae un momento antes de ocu­par la tercera posición.

5. El explorador se coloca en tercera posición, preferiblemente de pie, adoptando la postura (fsica habitual que adopta cuando observa algo de forma desapasionada, sin estar im­plicado emocionalmente. Desde al lf se observa a sf mismo y a X. Comienza a imaginar el color de la luz que tienen ambos. El gufa le pregunl,l: ¿Qué colores tienen? .. ¿De dónde sa len las luces que van de uno a otro? .. . ¿Hay algu­na interrupción? .. Si la hay, ¿cómo es?, ¿dónde estáL. Dime todas las características luminosas de esta comunicación. Después de determ inar con todo detalle el estado luminoso de la comunicación, el gufa va a ayudar al explorador a rea lizar cambios en la luz con el objetivo de mejorar la comunicación. El Bufa dice: Para que haya buena comunicación con la luz ¿necesitas cambiar el color? .. ¿El tono?.. ¿El brillo? .. ¿Hace fal ta poner un fi ltro o intensi fi ca r algún color? .. ¿los cambios deben ser ráp idos o len­tos? .. ¿Es necesario cambiar la direcc ión de la luz? .. ¿Qué otras cosas puedes hacer? .. ¿Quieres cambiar la posición de las sill as? Una vez determinados todos los cambios posibles se distrae al explorador unos instantes.

6. El explorador vuelve a la primera posición y hace las modificaciones

72

que vió desde la pos ición de obser_ vador. Se le distrae unos instantes y luego se coloca en la silla de X para cap_ lar cómo se perciben los cambios desde allf.

7. El explorador vuelve a la tercera posición y verifica si tiene que cam_ biar algo más pma solucionar el conflicto. Es importante que se vaya prestando atención a los cambios de posturas que realizan imaginaria­mente fas dos personas implicadas en el con(Jicto inicial (el explorador y XI.

8. El explorador vuelve a la primera pos ición y cont inúa armonizando las Ifneas luminosas de comuni­cac ión entre él y X. En cada opor­tunidad debe cambiar y volver a ponerse en la posición de x.

9. El explorador pasa por las tres po­siciones, tantas veces como lo necesite, hasta llegar a un acuerdo de luz con X que le perm ita tener un sent imiento de armonfa.

10. Es importante que se rea licen co­mentarios sobre lo sucedido y que el gura ayude al explorador a recor­dar detall es de lodo lo que di jo e hizo durante el ejercicio.

Una vez que haya realizado este ejerc ic io, cuando se encuentre con la persona con la que tenía el pro­blema, puede que sucedan cosas sorprendentes, como que su act i­tud y la del olro cambien, o que la relac ión lome un giro inesperado.

No ca iga en la tentación de lIa~ ma rl o «casualidad ». Es el fru to oe su trabajo de explorar el problema y de tratar de comprender al otro, de encontrarse en su modelo del mundo y de produci r modificacio­nes con todas las técnicas que hasta este momento conoce.

La intención positiva de los comportamientos

La PNl asegura en uno de sus principios que:

"Todo comportamiento ti ene una in lención positi va.»

Esto significa que más allá de las consecuencias desagradables que pueda tener una conducta en nuestra vida y que muchas veces nos avergüenza, nos da có lera O tristeza, nace moti vada por una intención que es posit iva, ya que cuando se originó e incorporó por repet ic ión, fue la mejor respuesta que tuvimos ante una situac ión determinada.

A veces nuestro comportamien­to no nos reporta lo que querfa~ mas y nos sentimos frustrados. Por ejemplo, una madre es tá pre­OCupándose constantemente por Sus hijos, atendiéndolos en sus míni rnos detalles y neces idades. Su «intención pos iti va » es la c/e demostrar su amor por ellos, pero sus hi jos pueden experimentar eS<l

73

ded icación como una intromi sión y sienten que su madre qu iere controlar sus vidas.

Cuando tratamos de «combatir . una conducta sin tener en cuenta su «intención posi ti va", estarnos desoyendo la sabiduría de la voz que encierra una enseña nza im­portante denlro de la ecología de ese sistema. El resultado: genera· mos una res istencia y, en lugar de cambiar el comportamien to, acen· ('uamos Su fuerza.

Por eso la PNL busca la supe· ración de los conflictos, tanto in1e­ri ores como con otras personas, logrando el benefic io de las dos par· tes, traba j<l ndo por crear un lugar de encuentro donde las intenciones pOSitivas de las dos o más concien­cias en conflicto se realicen.

El camino es la negociación, una herramienta fundamenta l tanto en el desarrollo personal como en la búsqueda del crec imiento y la ar~ monfa interpersonal. En la negocia· ción todos ganan, nadie pierde, porque todos tienen algo importan­te que aportar al conjunto gracias a una intención pos iti va que hace valedera su presencia en el siste· m;). la ecuación es ganar-ganar.

A conti nuac ión, haremos un traba jO combinado utilizando las pos iciones percept ivas y pregun· lándonos por cuál es la intención pos it ivfl de una conclucla confl icli · va. La intención positiva no es una explicación, es la motivac ión de lIna actitud o conduela en favor de

Page 38: Programación Neurolinguística. Desarrollo Personal

la persona que la realiza, indepen­dientemente de las consecuencias negati vas.

Ejercicio 3 7 Encontrar '<1 intención positiva en un conflicto

Este ejercic io puede reali za rse indivi­dualmente, o b ien con la intervención de un gufa.

,. Buscar un conflicto con una perso­na y, desde metaposici ón o tercera posic ión, imaginarse a uno mismo en primera pos ición y al lado a la otra persona ocupando la segunda pos ición. Es preferible rea li zar este ejerc icio estando de pie. Es muy importante tratar de imitar perfectamente la l)Qstura corporal de las dos personas.

2. Ent ra r en pri mera posición y meterse en el momento del connicto. Des­pués de estar correctamente asocia­do pregllOtese cuál es la intención I>ositiva que tiene en esta si tuación. Deje que surjan csl>ontáneamente las ideas y quédese con la que sienta como más verdadera. l uego distrá igase un inst;m te y vuel­va a ocupar la metaposidón.

3. Ahora entre en segunda pos ición y ocupe el lugar de 1<1 otra person<l. Trale de imitar su postura física y de convertirse el' ell a por un instante. Después de estar correctamente aso­ciado pregúntese cuál es la intención I>ositi va que tiene en esta situación. Deje que surjan espontáneamente las ideas y qu(>dese con la que sienta como más verdadera .

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l uego distráigase un instante y vuel_ va a ocupar la metaposición.

4. Ahoril que tiene la información de cuál es la intención positiva de las dos partes del conflicto, vuelva a ocupar la primera posición, asócie_ se y recuerde las intenciones positi­vas de los dos. Observe qué cambia en usted al tener estas informaciones. Cómo repercu_ te esto sobre su concluaa o estado. Ima­gínese cuáles serán las nuevas opcio­nes conductuales que usted puede ejercitar respetando las intenciones positivas de las dos panes. Luego distráigase un instante y vuel­v.:l a ocupar la rnetaposic ión.

5. Desde meta pos ición observar los cambios producidos en el contexto de esta relación y, como observa­dor, determinar si pueden existir ai ras opciones conductuales distin­tas de las que usted vio en primera posición y que si rvan para manifes­tar en otrilS experiencias simi lares del futuro. luego distráigase un instante y vuel­va a ocup.)f la primera posición.

6. Desde la primera posición incorpo­re las observaciones que hizo desde meta posición y dec ida cuáles son las conductas que le parecen más adecuadas para manifestar en situa­c iones futuras. Ahora dé algunos pasos h;¡cia adelan­te imaginando que ent ra en et (uturo Y que en situaciones similares a las del connicto <I nterior va poniendo en mar­cha sus conductas aceptadas. Imagfnese lo que verá, escuchará y sentirá al mani festarse de las formas

que usted mismo ha decid ido ejcr-ci tar. Imagínese también distintas si tuacio­nes similares, preferiblemente dando un paso paril cada unO"l de ellas para coloca rse en lugares diferentes.

7. Pa ra fina liza r le sugerimos que, apenas termine este ejercicio, escri­ba todo lo que se le ocurra sobre lo que se ha concienci ado y las inten­ciones posi tivas de las pa rtes en confl icto.

La intención pOSitiva puede ser una creencia, pero, en todo caso, es una creenc ia útil. Nos hace las cosas más fáci les y nos permite tomar conciencia de muchos de­ta lles de las relaciones que de otro modo queda rían en nuestro inconsciente.

En nuestra vida podemos inten­tar hacer las cosas de otra forma, porque siempre serán distintas y nos darán nuevas oportun idades de aprendizaje y experiencia . Intentarlo aIra vez, de olra forma, es un símbolo de fortaleza, no de debi lidad.

Recuerde aquella antigua frase:

~S i in tentas quizás, si no jamás .»

Integración de partes de Conflictos internos

Cuando el conflicto es interno la ~egoci ac i 6 n toma el nombre de Integración ele partes.

7S

la PNl considera que la persona es un sistema en sí, que está inte­grada por distintas conciencias (part es) que además poseen habi ­l idades específicas. Cuando esta­mos sumidos en una contradicción in terna es como si la energía se d ividiese y tironeara de nosotros en direcciones opuestas, por lo que esas diferencias terminan de­bilitándonos y dificultan el logro de nuestros objeti vos.

Recordemos que cada uno de nosotros no es un ser humano com ~

PZlctO y congruente, y que en dife­rentes momentos de nuestra vida hemos tenido experiencias cuyos aprendizajes y conclusiones pue­den ser opuestos, dependiendo de las motivaciones y grado de cons­ciencia que teníamos en cada momento. Por lo tan to, cada parte tiene su intención positiva que, por nuestro bien, debemos respetar.

Por eso es importante establecer una instancia de negociación entre las partes para recuperar la COI1-

gruencia. El primer paso dellraba­jo de «inlegración de parles» es rea lizar una disoc iación de las partes para d iferenciarl as y luego per­sonifica rlas. A parti r de all í se esta ­blece un diá logo que les permite reconocerse entre ellas y detectar las intenc iones positivas y los recursos respectivos. Finalmente se establece lll1 pacto de intercam­bio, de ayuda mutua, en el que las dos partes salgan gananciosas . El corolario es una integración.

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La integración de las partes sucede con mayor o menor fa ci li ­dad, dependiendo de la profun­didad de las diferencias. Puede suceder también que las partes no lo­gren un acuerdo profundo y no quieran unirse. En ese caso se las deja en estado de negociac ión hasta que se den mejores condi­ciones para la un ión.

En el próximo ejercicio incorpo­raremos el concepto de recurso, que será tratado en profundidad en el siguiente capítulo. A modo de adelanto podemos decir que un recurso es una experiencia positiva de nuestra vida. Por ejemplo, en algllll momento tuvimos seguridad, valor, tranqu il idad, creatividad, etc. Pues bien, esas experiencias que hemos vivido son los recursos con los que contamos, y en el próximo capítulo veremos las técnicas que nos permiten recuperar esos recur­sos y traerlos al presente para util i­zarlos cuando los necesi temos.

Hecha esta sa lvedad trabajemos ahora un conflicto interior.

EjerciciO 32 Integración de partes

Inicialmente es preferible rea li za r este ejerciciO con dos personas: guía y explorador, El exp lorador parte de una pos ición sedente con las manos apo­yadas sobre las piernas y las palmas de las manos h;¡cia arr iba.

l. El gufa le pide al explor .. dor que identi fique una situación de conflic-

10 in/emo y que coloque un;¡ parte del conflicto en un .. mano y I;:¡ otra parte en I;:¡ otra mano. Puede estar con los ojos cerrados o abiertos, como lo prefiera. El explorador debe mantener una postu ra disociada, en melaposición. l e prestará su voz a c;:¡da una de las partes en confl icto.

2. El guía ayuda al explorador a des­cribir una imagen en cada mano que represen te a c;¡da una de las p;:¡rtes. Preguntar por todas las sub­modalidades visuales, audit ivas y ki nestésicas (forma, color, sonidos, peso, tacto, olor, etc .). Es importante que la descripción de cada una de las pmt es sea lo más completa posibl e.

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3. Ahora pida al explorador que mue­v;:¡ l igeramente las manos como para hacer que las dos parles se «mirenn, y que les pregunte alterna­tivamente qué p iensa cada una sobre la otra. El guía tiene que intent;¡r que las par­tes no entren en discusión y que el explorador se mantenga disociado. Ahora pídale que expresen qué sien­le cada una sobre la otra.

4. Ahora el explorador le pregunta a cada parte cuál es su intención posi­liva. Si no la encuentra fácilmente, el guia le ayuda dándole opciones, l)Or ejemplo: ¿Qué función tiene cada una ?, ¿qué es lo que quiere conseguir?, ¿de qué te protege/, ¿qué te quiere hacer ver?, ¿qué hace de positivo por ti ?

5. El explorador agr.1dece a cad" p¡¡rte su intención positiv;:¡ y todO

lo que ha hecho por él hast .. este momento de su vid;:¡ .

6. Ahora I.e pregunta a c;:¡da parte, ,lI terna tlvalllente, qué necesila de la otra y qué recursos tiene cada una para aporta rle a la otra. E/ explorador agradece estas apor­taciones.

7. El gura le dice al exp lorador: «¿Te das cuenta de lo que podrfils Cor, ­segu ir si estas dos partes pudieran trabajar juntas, combinando sus recursos para lograr plenamente sus intenciones positivas?.

8, El gura pregunta al exp lorador si esas dos partes aceptan colabo,.,r pa ra ayudarle a vivir con mayor armonía. Si es asf le dice: _deja que tus manos se vayan acercando len­tamente hasta unirse, o casi tocarse, creando una nueva imagen con sonidos y sensac iones incluidas» Pída le que I;¡ describa. .

Nota: Si ex isten diricultades en esta integración y las partes no desean colaborar, d fg;:¡le al explo­rador que haga que las manos se acerquen hasta un lugar en el que ambas partes se sientan cómodas y que les diga que las deja en estado de negociación. A part ir de ese mOmento abre los ojos y se lee el paso 1/ del ejercicio.

9 p' I .. I( a al explofildor que mire la " ~lagcn y que diga lo que piensa y SIente sobre eIJa. Después pregún­~ e le si Considera válida a esta parte Integrada y si desea incorporarl,1 a Su existencia.

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~En el .c;:¡so de que existiera algún rmpedrmen.to pídale que agregue lo que segun él le (a rta a esa inm­gen para que le resulte completa ­mente válida .)

10. Pida al explorador que acerque esa imagen hacia el pecho o cua lquier otra parte de su cuerpo que eri ja hasta integrar'a plenamente en s~ interior. Una vez que las manos han llegado al cuerpo, o cerca de él, drga/e que sienta los cambios que se están produciendo en su interior. Por últ imo, d fga le que imagine una situación del (uturo en la que se v~rá actuando desde esta integra­Ción que ha produc ido.

11. Una vez termi nado el ejercicio se hacen coment;:¡rios y el gura ayuda al explorador a recordar las partes de la experi encia que puedan habérse le olv idado. Es recomenda­ble escribir todo lo que este ejerc i­cio le h;¡ ya sugerido.

l a prácti ca de integración de par­tes puede rea lizarse individual­mente una vez que los diferentes pasos han sido incorporados, y es una herram ienta muy útil en oca­siones en las que nos sentimos confusos respecto a un problema o si tuación, o cuando existen conductas contrapuestas.

CU¿lI1do las dos partes en con­fli cto no desean juntarse e inte­grarse, según hemos indicado, se las deja en estado de negociación. En estos casos se sigue producien­do a nive l interior, inconsciente,

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G U51,lVO lk'f101oilO V;¡II~

un diálogo entre estas partes. Si se vuelve a realizar el ejercicio des­pués de una semana se observa­rán enormes camb ios y, quizás en ese momento, ambas partes dese­en integrarse.

Reorganización de la familia interior

Un trabajo importante para el equi l ibrio personal es el de armo­nizar las partes que consti tuyen nuestra familia interior, a la que muchas veces confundimos con la externa. Sucede que las percep­ciones que hemos acumul ado desde la infancia a parti r de las relaciones que establecimos con los seres más cercanos, las experien­cias que fueron ci mentando nues­tra persona lidad, crean en nuestro interior una reproducción de la famil ia ex terna. Estas vivencias no son la experiencia real, sino la interpretación que hacemos de ella, si tenemos en cuenta lo que hemos afirmado al seña lar que «el mapa no es el territori o».

Sin embargo, muchas veces cometemos el error de atribuir a los seres que nos rodean la res­ponsabilidad por la percepción qu e nosotros tenemos de esa exper iencia.

Por otra part e, aun cuando haya motivos para lamenta rnos por ciertas situaciones traumáticas, el permitir que se mantengan pre-

sen tes a través de nuestra forma de estar en el mundo nos l imita para mejorar nuestra vida, ya que siempre esperamos que se repita esa situación que nos causó dolor.

l a forma de diferenc iarnos de esas vivenc ias es:

Primero: comprender que, nor­malmente, los seres cercanos y que­ridos han hecho lo mejor que podían su trabajo, ya que posiblemente asr fueron tratados ellos a su vez y no conocían otras alternativas.

7B

Segundo: encontrar la intención positiva de esas actitudes y agra­decerl a.

Una vez que llegamos a la com­prensión, podemos liberarnos de la historia y armonizar nuestra fami lia interior.

El ejercicio que sigue sirve para escla recer las motivac iones de nuestros personajes internos y tra­bajar para lograr un entendimiento.

Ejercicio 33 Reorganizar mi familia interior

l . El explorador se co loca de pie, y delante suyo coloca a sus padres, uno a la izqu ierda y el otro a su derecha, los tres equidistantes de un punto central que llamaremos pun­to de encuentro. Después eli ge un lugar enfrente suyo, tnmbién equi­distnn te del punto centrnl, que lla­maremos meta posición. (Ver dibujo al final del ejercicio.)

2. el explorador se asocia con uno de sus I>adres, adoptando una postura

corpora l habi tual en él o ella. Desde allí dice:

• ¿Qué es lo que valora en su hijo/a? • ¿Cuál fue la intención positiva

que tuvo para él/el la ? • ¿Qué piensa sobre él/ella? • ¿Qué siente sobre él/ellJ?

Ahora el explorador sale a meta po­sic iÓn .

3. El explorador se asocia con el otro progenitor y se repite el paso 2.

4. El explorador se asoc ia consigo mismo y, pensando en sus progeni­tores, responde a las siguientes pre­guntas:

• ¿Qué es lo que valoras en él/ella? • ¿Qué piensas sobre él/ella? • ¿Qué sientes sobre él/ella? • En los momentos confl icti vos

¿cuá l es la intención positiva de tu comportamiento hacia él/ella?

• ¿Qué piensas y sientes sobre lo que él/ella ha dicho?

• ¿Qué quieres agradecerle?

~h?ra el exp lorador saje a metapo­slc lÓn.

5. v~elve a su I~gar, se asocia consi o m, lsmo y repi te el paso 4 para Sel O ro progenitor.

6. Desde la meta posición el exp lora_ ~or l~ace comentarios de su expe­rrenCIa y SJca conclusiones. Que reconozca especia lmente la inten­ción positiva de cada ulla de las partes y las creencias que movili­zan a los tres. Si (llera necesario cUJlqu ier dato adicional o aclarar algún aspecto, puede asoc iarse con cua lquiera de ellos y luego volver a melaposición.

7. Una vez que el explorador ha acep­tado In intenc ión positivn de cada parte va a su posición y comienza a caminar lentamente hacia el punto ?e e~cuent ro, al mismo tiempo que Im"srna a sus padres acercándose h"cia el mismo punto. Cad.1 uno /lev.1 su inlención poSiliv.1 y Icrmi­!lan intc¿¡r,indose con el cxplor.1dor a/llcgar a l pUlllO ele cncuenlro.

8. Una vez realizado el encuentro, el explorador rea liza un paseo al {utu­re, es decir, piensa en situaciones de (uturo sobre las cuales puede tener repercu siones este ejercicio imag inando qué puede cambiar e~ su vida gracias a esta integración.

MET APOSICIÓN

PADRE O MADRE ---------r<::::::::::::::::::~--- PADRE O MADRE

PUNTO DE ENCUENTRO

EXPLORADOR

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I

Capítulo 7

CÓMO OBTENER LOS RECURSOS PARA

EL CAMBIO

Otro de los principios bás icos de la Programación Neurol ingüíst ica es el que dice:

«las personas poseen todos los recursos que necesitan para lograr lo que desean. »

y para comprender esto vamos a explicar el concepto de recurso :

Recurso es un estado generado por experiencias pos it ivas del pasado y que podemos recupe­rar y traer al presente para la obtención de un objetivo deter­minado.

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y c uando hablamos de estado nos referimos a la suma to ta l de la experiencia humana en una situa­ción de terminada. Esta tota lidad se conforma por millones de proce­sos neurológicos que suceden simu ltáneamente y que conforman nues tras reacciones físicas, nues­tras emociones y los procesos inte­lectuales.

Nuestra vida misma es un recursO, porque la experiencia del vivi r noS ha serv ido para acumular todo lo que necesitamos para seguir ava n~ zando y hacer nuestra vida mejor.

l a PNl descubrió la fo rma en la que los recursos posi tivos que

están en nuestro inconsc iente pue­den estar a nuestra disposición pa­ra ser uti li zados en el momento en que los necesitemos.

l Oe qué manera podemos re­cuperar rápidamente un recurso?, med iante un anclaje.

Anclaje es un fenómeno de aso­ciac ión que se crea entre pensa­mientos, ideas, sensaciones o estados y un estímulo determina­do, externo o interno.

Vivimos en un mundo lleno de siw aciones de estfmu lo/respues la y una gran parte del comporta­miento humano consiste en res­puestas programadas inconsc ien­temente.

¿Quién no experimentó alguna vez una sensación especial, au to­mática, al escuchar el chirrido de unos frenos o la sirena de una ambulancia? ¿Quién no se emocio­na cuando escucha «esa» canción especial, o se llena de recuerdos unte un o lor o un paisaje determi­nudo?

El estímulo que dispara automá­ticamente estas vivencias es lo que llamamos ancla je, y logra que se genere un estado específico en c.ualqu ier situación y momento, SU1 necesidad de pensarlo. Si esa vivencia que se recupera es positi ­va, la llamamos {( recurso».

l a PNl lo utiliza como una téc­nica eficaz para canalizar cons-

.1

1"OWitmit!;iótl "<.'urolitlRiJ{SIk:~. Oc$.vrol/o PCNOtt.l l

tructivamente nuestras poderosas reacciones inconscientes, una for­ma prác tica de tenerl as siempre a nuestra d isposición. De este modo, nuestros mejores recursos están siempre a mano cuando los necesitamos.

Para usar los recursos a volun­tad, activamos los estados a través de una estimulación visual, auditi­va o k inestésica.

Veamos cuáles son las cond icio­nes para comenzar a crear ancla· ¡es:

Cómo crear un anclaje eficaz

1. Para que el anclaje sea eficaz, la persona debe h a ll a rs~ ed esta­do totalmente asociado y con­gruente, con intervención de todo su organismo, en el momento en que se le apl ica el estímulo.

2. Se debe suministrar el estf~ mulo en el momento culm inante de la experiencia . Si se ant icipa o se retrasa la intelVención, éste no se ejercerá con plena intensidad.

3. El estfmulo elegido debe ser exclusivo, es decir, que debe enviar al cerebro una seria l diferenciada e inconfund ible.

4 . Pa ra que el ancla je func ione hay que imitarl o exactamente.

Teniendo siempre estas cond i­ciones en nuestra mente comen­cemos las prácticas para aprender a establecer un anclaje kinestés i-

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GUS!.lVl) 1k'f'oIOl,,'~o ~V,~,,~,, ___ _ co mediante un toque. Busque un compañero para esta experiencia y le recomendamos que cuando cumpla el papel de gura se ejerc i­te en ca li brar la microconducta.

Ejercicio 34 Aprender a crear anclajes

Dos personas : un gura y un explorador.

\. El gura determ ina en [a mano del explorador el lugar donde se hará el anclaje, la presión que resulte adecuada y una señal que hará e[ explorador cuando esté reviviendo [os sentimientos. El explorador eligirá una experi en­ci a agradable de su pasado en la que haya experimentado intensamen­te a[egrla, felicidad, éx ito, amor, etc.

2. El gura le pide al explorador que rev iva esa experiencia con todos sus detalles, como si la estuv iera viviendo nuevamente. l e dice: _M ira lo que miras, escucha lo que escuchas, siente lo que sientes y quédate all r. Cuando estés experi ­mentando la sensación haz me la seña I convenida.» M ien tras el explorador se conecta con la experiencia el gufa «calibra» sus respuestas neurofi siológicas.

3. Cuando el exp lorador hace la seilal convenida, el gura efectlJ a el anclaje en el lugar y con la pres ión conveni­da, manteniéndolo durante linos diez segundos.

4. El explorador abre los o jos y se le d ist rae duran te unos minutos . Des-

pués se le pide que cierre nueva­mente los ojos y, sin que piense en nada especia l, se vuelve a apretar el ancla je, en el mismo lugar y con la misma presión, verifi cando a través de la observación (ca librando) si rea parecen los sentimientos positi­vos de la experiencia original. Si eso no se produce, repetir todo el proceso con aIra experiencia dis­tinta.

5. Una vez logrado un resultado posi­tivo se hacen comentarios sobre lo que experimentó el explorador y se intercambian los papeles.

Después de esle ejercicio usted ya sabe que a través del anclaje se pue­den traer al presente las sensacio­nes, imágenes y/o comprensiones de una experiencia del pasado. Vea­mos ahora su utilidad en nuestra vida.

Apilamiento de anclajes

Una vez que usted ha aprendido a instalar un anclaje, puede uti l iza r­lo para acti var sus estados en el momento en que lo necesi te.

Hay momentos en los que, por ejemplo, queremos tener una sensación de segurid ad y al mis­mo tiempo estar relajados y ale­gres. Si queremos asoc iar más de una emoción o estado a una si tuación determinada podemos ut il izar el recurso de apilar an­clajes.

¿De qué manera? Tal como su nombre indica hay que asociarse con cada uno de los estados que queremos tener e ir fij ándolos, uti­lizando siempre el mismo anclaje. Cuando disparemos ese anclaje ob­tendremos un estado que es la suma de todos los demás.

Vamos a experimentar el apila­miento de anclajes con un compa­ñero y, para (ac ilitar su comprensión, daremos un ejemplo de aplicación de esta técnica.

Supongamos que mañana tiene una reunión de trabajO con unas personas con las que ya ha tenido alguna dificultad anterior. Si lo que desea es mejorar los resulta­dos de esa reunión, lo primero que tendría que hacer es recordar la situación anterior donde existió la dificultad y darse cuenta de cuá­les son los «recursos» personales que usted hubiera necesitado tener a su disposición para tener un comportamiento más efi caz.

Digamos que usted se da cuenta de que en aquel momento se pu­so muy nervioso, se le o lvidaron datos y se sin tió inseguro. En este caso los tres recursos que le po­drían hacer falta para vivir mejor la reunión de mañana podrían ser : tranqui lidad, buena memoria y seguridad . Entonces, lo que puede hacer es buscar en su memoria tres experiencias en las que usted haya experimentado dichos recursos. Es decir, una vi­vencia en la que experimentó

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tranquilidad, otra en la que tuvo buena memoria y una tercera en la que se sint ió seguro.

No tiene importancia que estas experiencias nO es tén relaciona­das con el ámbi to donde usted quiere manifestar sus recursos, en este caso el trabajo. Puede elegir el momento de tranquilidad cuan­do usted paseaba por el campo en unas vacaciones, la buena memo­ria que tuvo en un examen y la seguridad que sent ía cuando montaba en bicicleta .

Puede suceder que en una experiencia co incidan dos o más recursos. Por ejemplo, que en el examen en que tuvo buena me­moria también se sentía muy tran­qui lo. En este caso puede utilizar esa experiencia como anclaje para los dos recursos.

Después de encontrar las expe­rienc ias que originan sus recursos procederá a anclarl as una sobre la otra. Notará el efecto de los ancla jes cuando, después de efec­tuados, vuelva a rememorar la experiencia confli ctiva del pasa­do. En ese momento comproba­rá cómo cambian sus emociones y es tado. Y cuando mañana ten­ga su nueva reunión de trabajo, al apretar ese ancl aje automá­ti cam enle tendrá tranqu ili dad, buena memoria y seguridad.

Éste es un ejemplo de la maravi­llosa aplicación de los anclajes. Vamos a comprobarlo y, mientras rea liza el ejercicio en el papel de

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guía, recuerde que debe seguir ejercitando la cal ibración .

Ejercicio 35 Apilamiento de anclajes

1. Se reúnen guía y explorador. El exp lorador busca una situación que le resulle conflictiva en su vida cotidiana. La rev ive en su memoria mientras el gula ca libra sus reacc io­nes fisiológicas y después lo distrae.

2. El explorador busca tres recursos que necesite para superar esa situa­ción y los momentos de su vida en los que manifestó dichos recursos. Después se pone de acuerdo con el gula sobre dónde se hará el anclaje y la presión que se ejercerá, y con­vienen una señal.

3. El gura dirige al exp lorador para que se conecte con un<1 de las experiencias de recurso diciéndole: _Mira lo que miras, escucha lo que escuchas, siente lo que sientes y quédate alU. Cuando estés experi­mentando la sensación hazme la serial convenida~. El gura calibra y, cuando el explora­dor hace la señal convenida, le efeclúa el anclaje en el lugar y con la presión establecida, mantenién­dolo durante unos diez segundos. El exp lorador abre los ojos y se le distrae durante unos minutos.

4. Después se le pide que cierre nue­vamente los ojos y, sin que piense en nada especia l, se vuelve a apre­lar el anclaje, en el mismo lugar y con la misma presión, verificando a

través de la observación (calibran­do) si reaparecen los sentimientos pos itivos de la experiencia ori gi­nal . Si eso no se produce repet ir el paso 3.

5. Volver a repetir el paso 3 para los otros dos recursos, anclando en cada oportun idad sobre el primero, estas veces sin verific.1r y siempre distrayendo al explorador en tre cada ancla je.

6. El explorador revive en su memoria la situación conflictiva y, cuando se ha coneelado con ella, se dispam el anclaje mientras se observan tos cambios fisiológ icos que se produ­cen. Si se da cuenta de que le hace fal ta otro recu rso se api la sobre los anteriores.

7. Si el explorador sabe que volverá a vivi r una experiencia similar a la confl icti va en el futu ro, se le pide que cie rre los ojos y que imagi­ne que la está viviendo, y cuando esté conectado con ese momento del futuro él mismo se dispara su anclaje.

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Después hacen comentarios y se intercambian los papeles.

Ya ha experimentado el poder que tienen los anclajes para cambiar estados emocionales, así que ahora tiene en sus manos una poderosa herramienta de cambio personal. Una vez conocida la metodología del anclaje no se necesita de otra persona para establecerlo. Usted mismo puede efectuar au toanclajes para cada situac ión en que neces i ~

te tener un recurso a su d isposi­ción . Trate de buscar lugares y toques que no sean habitua les en usted y no se preocupe de si se olvida dónde estaba un ancla je, porque una vez que usted lo ha establec ido ya se ha producido el cambio neurológico en su incons­ciente y no necesita estar reacti­vándo lo constantemente.

Veamos ahora otra utilización de los anclajes, esta vez cuando tenemos un ancla je negati vo del que queremos desembarazarnos, por ejemplo, una si tuac ión que se repite a menudo en nuestra vida y que au tomát ica mente nos co loca en un estado emocional negati vo. En este caso uti l izaremos la técni ­ca que llamamos colapso de an­clajes.

Colapso de anclajes

El colapso de anclajes funciona cuando se produce un desequ il i ~ brí o entre dos anclajes, el nega ti ­vo y el pos it ivo. Lograremos la anulación del anclaje indeseado si generamos un est ímu lo positivo Superi or a través de una estimula­ción intensa o por api lamiento de tlncl ajes.

Pongamos nuevamente un ejem­plo. Puede suceder que, an te algo que nosotros decimos o hacemos, una persona de nuestro enlorno inrnedi ato habitualmente hace un

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determinado comentario O pone mala cara, o bien loma una acti ~ tud determ inada. A partir de ese es tímulo nos sentimos mal y des­de ese momento lomamos actitu­des de confl icto o de ignorar a d icha persona.

Si queremos solucionar esta act itud, nuestra respuesta, poe/e­mos acudir al co lapso de a ncla ~ jes. Esta técnica nos asegura que podemos mod ificar nueslro com­po rtam iento para eliminar nuestra respuesta emocional negat iva y, a partir e/e allí, nos será más fác il enconlrar nuevos comportamien­tos que nos perm itan so luc iona r el con fl icto con más fac ilidad . lo experimentará cuando rea l ice la próxima práctica.

An tes de eso queremos .. dvertir­le de que !o más norrna! es que en el momento en el que es té rea li ­zando el co lapso de anclajes se produzca un estado de confusión, porque e! sistema nervioso está tratando de conjugar simu ltánea­mente dos estados incompat ib les. Como no puede hacerlo rompe el molde ant iguo y es tablece nuevos estados y respuesta s. Vamos a comprobarlo.

Ejercicio 36 Colapso de anclajes

1. Se reúnen guíil y explorador. El explorador busca una situación que le reslll1e conffictiv,1 y repetitiv.1 en su vidil cOlidi'lnil. Busca también

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(;""''''0 U"t!oIOl,,"~V~.,~II~,,-_________ _

dos o tres recursos que necesite para superar esa situación y los momen­tos de su vida en los que manifestó dichos recursos. Acuerda con el gura el lugar de los anclajes, unO para el conflicto y olro para los recursos, la presión y la señal. Es importante que los anclajes estén fácilmente disponibles para el guía, por ejemplo, dos nudillos de la misma mano.

2. El explorador se conec ta con la situación conflict iva mientras el guía calibr,l sus reacciones fi sioló­gicas y, al recibir la seña l, se reali­Z:'I el :'Incla;e en el lugar convenido. Se hace una interrupción y despu és se verifica el :'Incla je.

3. El gura dirige al exp lorador para que se conecte con una de las experien­cias de recurso y efectúa el anclaje. Se hace una interrupción y se verifi­ca el anclaje. Si no hay una buena respuesta repetir este paso.

4. Volver a rel>eti r el paso 3 para los otros recursos <1pif"ndo los anclajes, tocios en el mismo lugar, esla vez sin verificar. Se hace una interrupción.

5. Se disparan ambos anclajes a la vez cal ibrando el estado de conrusión. Cuando esa con fusión disminuya suelte el anefa del conflicto mante­niendo 1,1 ele 105 recursos hasta que el explorador estab il ice su fi siología y, en ese momento, suelte este an­cI:'I je. luego ::lbre los ojos y se hacen comentarios.

6. Ahora pida al explorador que pien­se en una situadón del futuro en la

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que pueda repetirse el confl icto y caUbrela. Si aún queda algo negati­vo, o bien si lo desea el explorador, " pile un nuevo recurso en el ancla­je correspondiente y vuelva a caJi· brar. Se repite este paso hasta que desaparezca la sensación de con­fl icto. Se hacen comentarios y se inter_ cambian los p<lpeles.

Encadenamiento de anclajes

Ahora que ya ha experimentado la potenc ia de los anc lajes vamos a apli carlos para generar una nueva condu cta. Los anc lajes pueden encadenarse de ta l forma que uno lleve a l otro para lograr una unión sim i lar a los es labones de una cadena . De esta forma crea­mos una nueva rula neurona l en­tre la señal in ic ial y una nueva respuesta.

Este recurso nos es muy útil cuando el prob lema que tenemos es muy fuerte y está demasiado alejado para reso lverlo de un so lo paso.

Supongamos que usted es una persona que, en determi nadas situac iones, se parali za con una timidez que le resulta muy diH· c i l de m anejar. Una posibil idad podr ía ser que generara un enca· denam iento de estados de seguri· dad-ape rtura~confianza, lo que le permi t iría adecuarse en varias etapas a la situación en la que se

encuentre, poder reaccionar con seguridad y a con ti nuación rel a~ donarse con tranqu i lidad .

O tro ejemplo podría ser el de l ejerc icio anter ior. U na vez supe­rada su respuesta emocional auto­mática usted puede dec id ir paso a paso cuál será el comportam iento deseado .

Antes de rea lizar la práctica de encadenamiento de anclajes, le recuerdo que los anclajes pueden realiza rs!" en los tres si stemas representac ionLdes, por ejemplo:

Visual: puede ser un co lor, una imagen, un símbolo, etc.

Auditivo: un son ido, una pala­bra, una canc ión, una fra se, etc.

Kinestésico: un toque, una sen­sac ión co rpo ral autogenerada , etcétera.

Le sugerimos que vaya practi­cando anclajes en los tres sistemas representacionales y comprobará que, para determinadas situac iones, le resultará más po tente el anclaje en un sistema que en ol ro.

Ejercicio 37 Encadenamiento de anclajes

l . Se reúnen guía y explor<ldor. El explorador busca unn situ<lción que le resulte conflictiv,1 en su vida coti ­dinna y en la que desee cambiar su respuesta. la revive en su memoria In ientras el gura calibm sus reaccio­nes fisiológicas y después lo dislrae.

. 7

/'ro¡;r,"".lCidn tl<:uto/iI'Kii(sticil. Ot.·s.1trollo person,,'

2. El exp lorad or busca dos o t res recursos que necesite para superar esa situación, los momentos de su vida en los que manifestó dichos recursos y el orden en que quiere encadenarlos. Acuerdan con el guía el lugar de los anclajes, la presión y la señal. Es importante que los ancla jes estén fácilmente disponibles para el gura, para que pueda apretar los ancla jes con los dedos de una misma mano.

J . El gura di rige al explorador para que se conecte con una de las experiencias de recurso diciéndole: "Mira lo que miras, escuchn lo que escuchas, sienle lo que sientes y quédate all í. Cuando estés experi ­mentando la sensac ión hazme la señal conven ida • . El gura calibra y cuando el exp lora­dor hace la sella I convenida, el gura efectúa el anclaje. El explorador abre los ojos, se le distrae durante linos minutos y luego se verifica el anclaje. Si no hay una buena res­puesta habrá que repetir este paso.

4. Volver a repetir el paso 3 para el otro u airas recursos anclando en cada oportunidad en un lug<lf dis­tin to y verifi cando cada anclaje.

5. El explorador revive la situación confli ct iva y, cuando se ha conecta­do con ell a, se dispara el primer <1nclaje. Cuando la sensac ión eslé en su punto culminante active el segun­do ,1IJe/aje, mientras lentamente va soltando el primero. Si hay un tercer anclaje actívelo en el momento cul ­minante del segundo mientras suelta éste, también de forma lenta.

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G,,~f;IVO IJcno/OlfO V.]I/~

Abre los ojos y se hacen comen"'­rios e intercambiar opiniones.

6. Volver a repetir todo el proceso dos o tres veces más para que el enca­denamien to quede establecido de forma automática. Se intercambian los papeles.

La conveniencia de anclajes diferentes

Ahora que ya sabe algunas de las aplicac iones de la técnica de los anclajes le pedimos que repase el ejercicio del estado de logro que fi gura en el cap rtulo 5 y se dará cuenta de que all í utilizábamos un anclaje aud itivo, las palabras, y otro anclaje visual, una imagen o color. Con esto queremos ind i­carle que puede uti lizar los ancla­jes. no sólo para superar situacio­nes con fli cti vas, sino también para recuperar todo tipo de esta­dos positivos y tenerl os a su alcance en cua lquier momento de su vida.

Creemos que es una buena práctica el efectuar dos ancla jes diferentes para dos grandes ti pos de estados, los de activación y los de tranquilidad, y hacer para cada uno de ellos distintos ancla jes en los tres sistemas representacio­nales.

Puede elegirse un loque o un gesto para hacer con una mano, por ejemplo, la derecha, un sím­bolo o color y una palabra o soni-

do para anclar estados de activa­ción, fuerza, seguridad, logro, decisión, vo luntad, etc. y olro gesto diferente con la mano iz­quierda con su correspondiente símbolo y sonido para anclar esta­dos de tranqui l idad, relajación, interiorización, discern imiento, etcétera.

De es ta manera tendremos siempre a mano, y nunca mejor dicho, los estados que necesita­mos para cada momento de nues­Ira vida . Los estados pueden anclarse por el método ya conoci­do de recordar experiencias del pasado y también se pueden efec­luar en el momenlo en que se está viviendo una experi encia. Por ejemplo, si estoy en una situación donde experimento seguridad, en ese mismo instante puedo hacer el gesto con la mano elegida con anter ioridad, repelir la palabra y el símbolo. De esta forma, cada experiencia de nuestra vida va reforzando los ancl ajes eSlableci ­dos.

66

Recuerde que la creatividad es una de las característ icas más importantes de la vida de un ser humano. Cada instante es vá lido para ejercitarl a. Invente sus pro­pios anclajes.

El cambio de hábitos

Los hábitos se crean cuando hemos repet ido una conducta un ciertO

número de veces y se terminan incorporando de manera inCOAS­ciente, de modo que perdemos el control sobre su desencadena­miento. Esto sucede con las com­pu lsiones, adicc iones y las conduc­tas que responden a la expres ión «tengo que o quiero hacer X y siempre acabo haciendo v».

Sucede que, en estas ci rcuns­tancias, carecemos de opciones, por eso son compulsiones, hay un solo camino trazado a nive l neu­rológico. El secreto del cambio radica en generar altern ati vas pa ra que el impul so que alimenta esa acción se cana lice hac ia olro objetivo.

La fuerza del trabajo está en imaginar la alternati va con la potencia de la conducta ya insta la­da y, para ello, podemos utilizar cualqu iera de las técnicas de ancla jes antes mencionadas ° , bien utilizar la técnica que en pro­gramación neurolingüísl ica lI ama ~

mos «swish)), que incluye anclajes y submodaliclades.

Es conveniente que antes de rea­lizar esle ejercicio la persona que desea efectuar ese cambio de hábi­lOs responda al cuestionario para obtener objetivos que fi gura en el capítulo 4.

Ejercicio 38 Elllswish» (cambio de hábitos)

Para dos personas: gura y explorador.

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l . El guía determina cuál es la con­ducta o comportamiento que desea cambiar el explorador y efectúa el cuest ionario para obtener objetivos. Una vez que está bien determinado el objeti vo pasar al próximo paso.

2. Ahora el exp lorador constfllye una imagen grande y brillante de lo que ve justo un instante antes de que comience el comportamiento no deseado. Esta imagen, vista con sus prop ios o jos, debe con tener la clave de lo que dispara la acción y debe estar asociad,1. Mientras el explorador describe lo que ve, escucha y siente en ese instan te, el gura ca libra. Después de rea li zada estu descripción se le distme.

3. Ahora el explorador construye una imagen disociad,1 de cómo se verra él mismo cuando logre er objetivo que se ha propuesto. Esta imugen no debe ser simplemente una foto de la persona sin fumar, por ejem­plo, sino una imagen de sr mismo corno una persona más capaz, con más opciones, con todas las carac­terfst icas positivas que sean impor­tantes para el explorador. Es (unda­mentar el asegurarse de que esa imagen produce una fuerte respues­tu posit iva en el explorador, es decir, que se siente realmente mot i­vado para alcanzarla. Después de esto se le distrae unos momentos.

4. Ahora pida al exp lorador que vuel­V;l él la primera imagen, la usociada, y que la imagine grande y brillante. Una vez que la tenga establecida pídale que ponga en el ángu lo ¡nre-

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dor derecho la imagen motivadora que creó en el paso anterior, pero esta vez que la haga pequeña y Oscura.

5. Una vez que tenga bien establecida esta imagen compuesta diga al explorador: _Haz que la imagen pequeña y oscura que está abajo a la derecha se vuelva de golpe grande y bri llan­te, y tape a la otra que. a su vez, se vuelve pequeña y oscura. Al mismo tiempo ensaya un movimien to con las manos que represen te a ese movimiento y haz un sonido que te ayude cn cse cambio». El explorador puede uti)¡ Z;:l r el soni­do swish o cUillquier otro que se le ocurra. Permrt.1le que cnSilyC varias veces h.1sta que h.1ya coordinado el cambio dc imágenes, el movim ien­to y el sonido.

6. Una vez que haya logrado la coord i­nación, díga le que haga el cambio y que se quede unos instantes disfru­tando de la imagen del logro de su objctivo que simboliza el cambio de hábito. Después se le distrae unos instantes haciendo comentarios so­bre el trabiljo y vuelve a repetir el proceso cinco veces más. Entre cada una de ellas hay que distraerlo un instante. Asegú rese de que se inicie el proceso siempre desde ',1 imagen asociada, que tiene abajo a la dere­cha la imagen moti vadora pequeña y borrosa . El guía observa y calibra pa ra com­probar que el encadenamiento ha fun cionado.

7. Ahora se prod uce la comproba­c ión. Pida al explorador que pien -

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se en la primera imagen. ¿Qué sucede? Si el ejercicio está bien hecho le será dificil mantenerla. También se puede comprobar el resultado pMtiendo del estímulo ex­terno y comprobando las reaccio­nes que se producen. Después se hacen comentarios y se interCilmbian los pal>cles.

En este ejerc icio hemos encade­nado un determinado estímulo a una nueva respuesta elegida pOr el explorador. Hemos creaclo una nueva respues ta neurológica cam­biando tres var iables al mismo tiempo: el bril lo, el tamaño y la asociac ión/di soc iación, y uti l i­zando los tres sistemas represen­tac ionales.

Este ejercicio es una demostra­ción de cómo se van uniendo armoniosamente todas las técn i­cas que hemos iclo experimentan­do a lo largo de este l ibro.

Vamos a pract icélf ahora otra técnica muy eficaz para el cam­bio de hábitos que lI <lmamos el reencuadre en seis pasos. Usted se habrá dado cuenta de que exis­ten diferentes técnic<ls que pue­den aplicarse al mismo objeti vo, por ejemplo, el cambio de hábitos o comportamientos. Ésta es la riqueza de 1<.1 PNL. Ofrece dist in­tos modelos par<.1 que C<lda perso­na pueda escoger cuál es el que más le funciona. Si un modelo le es insuficiente puede probar otro y aIro, hasta encontrar el que se adecue más a sus caracterfsti cas.

El reencuadre de conduelas y síntomas

la técn ica del reencuadre trabaja con partes in ternas del individuo para buscar ahernativas de acción que sa tisfagan la intención positi­va de la conducta que se quiere rnod ificar. A diferencia de la inte­gración de parles, no hay dos par­tes enfrentadas al mismo nivel, sino una sola que produce una conducta o síntoma que desea­rnos modificar.

Para uti lizar es ta técnica es fun­damental el reconocim iento de la mot ivac ión que tiene la conducta cuestionada para poder sa ti sfa­cerla con olra diferente que no acarree consecuencias secunda­rias.

Un ejemplo podría ser que, cada vez que me siento incómo­do en una situac ión, la parte que quiere mi b ienestar genera un dolor de cabeza para obligarme a cambiar de escenario. En ese caso, busco internamente suge­rencias de alternativas para lograr el mismo obje ti vo sin tener que pasar por una situac ión de malestar físico. Con seguri ­dad, en alguna situac ión de l pasado, ese mecan ismo func ionó satis fac tor iamente y quedó fij a­do corno conducta inconsciente pa ra zanja r este tipo de situa­ciones.

En estos casos consultarnos a aIra parte interna, a la que atri -

91

buimos el papel de la crea tividad, para que sugiera posibles alterna­tivas y se la o frecemos a la parle responsable de la conducta inde­seada para que pueda optar a otras conductas que sa tisfagan la in tención positiva del anterior comportamiento.

En el reencuadre se presupone que existe:

a) una «parle )) que le hace hacer algo que usted no qu iere hacer o

b) una «parte)) que le impide ha­cer algo que desea hacer.

Si encuentra d ificu ltades en los casos b, trale de transforma rlos en casos a.

Tenga en cuenta que en este ejerCicio se produce una conexión mayor con el inconsciente. Ayude a la otra persona a que confíe en su inconscien te, aunque las infor­maciones que emerjan parezcan ser poco coheren tes.

Ejercicio 39 Reencuadre en seis pasos

Para dos personas: gura y exp lorador.

P<1S0 1: Ident ifique el comportamien­to o la respuesta a cambiar. ,,¿Cuál es el comportamiento que desea ca mbiar?~ Nota: Asegú rese de que el comportamiento o problema esté bien especificado, para

Page 47: Programación Neurolinguística. Desarrollo Personal

C " SI.IVO l!crr% rIO ,V~;'/OJ",-__ _

eso el guía efectúa el cucstio­nario para obtener objctivos.

Paso 2: Establezca comunicación con la «pa rte» que es responsable de ese comportamiento. • . Vaya hacia adentro y pre­

gunte a la ~parte" suya que genera esta conducta cuál será la seña l con la que se comunicará con usted. Pue­de ser algo que vea, oiga o sienta . » Cuando haya recibi do la respuesta pregunte al explo­rador :

• ~Cómo la reconoces? Que lo espec ifique en térm i­nos visua les, auditivos y/o kinestésicos.

• Ahora dé las gracias a la . parte» por su respuesta, por haberse comunicado con usted.

P.1S0 J: Encuen tre la intención posi ti­va del comportamien to no deseado. • " Vaya hacia adentro y pre­

glmtele <l eS<l "parte": ¿Qué es lo que intentas hacer de pos itivo por mI con ese comportamiento?» Una vez encontrad .. 1 .. in­tención positiva pregunte a la l)Crsona:

• ¿Encuentras <lceplable esta intención pos itiva ? Si no es así qlle siga investi ­gando, preguntando, y una vez hallada d fga le:

• «Da las grncias a la "parte" por la información y por

hacer cosas tan importantes por mí.»

Paso ' /: Comunica rse con una «parte. creativa p;Ha encontrar o tras tres opciones que sa tisfagan la intención positiva de la " par­te" que genera el comporta_ miento no deseado. • «Vaya hacia una "parte~ crea­

tiva de usted mismO y prda le que le dé, por lo menos, otras tres alternativas de comportamien to útiles e inmediatamente disponibles y que satisfagan la intención positiva del comportamiento no desci1do.11 Recuerde que existen varias «partes» creativi1S en cada persona. Si una de esas partes no consigue (oclras I .. s olxjo­nes se puede recurrir a otras.

• ~ Agradezca él est;)/s "par­t c s/s~ por las opciones que ha generado .•

P.1.~0 5: Hacer que la . parte» que crea el comportamiento no queri­do acepte la rcspons:1b ilidad de implementar estas nuevas elecc iones . • . Vaya hacia adentro y di­

ga a la ~parte~ que creó el comportamiento no desea ­do que le haga una seri al si desea aceptar y utilizar estas nueva s opciones en forma tan completa como el otro cornportOlmiento. » Si cua lqu iera de las posibili­dades o elecciones no es ilceptada vuelva a la .. parte_

creativa y repita el paso pre­vio.

• «Agradezca a esa "parle~ su aceptación y lo posi tivo quc hace por usted.»

P,150 6: Comprobación ecológica y puente al futuro. Buscar si existen algunas otras partes que se oponen a la util i­zación de estas nuevas elec­ciones. • ~ Vue l vOl hacia adentro y pre­

gunte: ¿Hay algunas otras p .. ,rtes en mí que objetarían que yo util ice alguna de estas nuevas elecciones?-Si ex iste objec ión vuelva al paso número 3 y repita el proceso con esa otra . parte».

Puenfe ,,1 futuro:

«Para finalizar, diga a esa "partc" que generaba el antiguo comportamiento no deseado que utili ce las tres nuevas opciones, o alguna de ella s, en una si tuación ya conocida y que se dé cuenta de cómo se siente al imple­mentar estos nuevos comportamien­tos .•

A través de todas las técnicas experimentadas en este capítu lo usted ha ido produciendo cambios rápidos y fáciles en su comporta­miento. En el próximo capítulo vamos a investigar en los orígenes de nuestras conductas.

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Capítulo 8

LA ECOLOGÍA DE LOS SISTEMAS

EN LOS QUE VIVIMOS

Durante los ú lt imos sig los la humanidad ava nzó en la con­qui sta de lo individual, los dere­chos, el goce, el desarrollo personal, el protagoni smo. El reverso de la moneda fue que olvidamos nues­Ira naturaleza primord ial de orga­nizaciones biológicas, integrantes de un todo natural que habi tamos el planeta Tierra. los dailos pro­ducidos en ese olvido hicieron que en los últ imos años comen­záramos a pensa r en la eco logía, en las leyes que rigen las interac­ciones y la importancia del equ i­l ibrio para la conservac ión del sistema.

Tamb ién nosotros, a nive l in­div idual, co nstitu imos un siste­ma, un conjunto de part es en interacc ión y, al mismo tiempo, formamos parte de uno o más sistemas más ampl ios que nos engloba n.

l as técnicas que ofrece la PNl se basan en la concepción del individuo como un todo comple­jo en el que la modificac ión de una de las partes genera una transform ac ión a nivel globa l. Cuanto mayor sea la importancia del elemento que se mod ifica, mayor será la incidencia que teng;) en el sistema en generJ I.

_______________ '""PffJH""""e'·Ó<. ,,,'ufolill/iD{sri<:óI. Ot.'SiIrrol/o r$C1MI

Uno de los hombres que hizo grandes aportes en el desarrol10 de la programación neuro lingüís­tica, Robert Dilts, trabajó estas distinciones y organ izó los ele­mentos que integran la personali­dad en orden de importancia, basá ndose en los es tudios del destacado científico Gregory Ba­teson, el ecólogo de la comun ica­ción. Les llamó niveles neuro /ógi­COSo

Como siempre que trabajamos estos esquemas o mapas debemos advert ir que tienen que ser toma­dos como un modelo. Este mode­lo nos es útil pa ra averiguar en qué nivel neurológico se presen­tan las dificultades y poder traba­jarl as con mayores probabilidades de éxito.

El CAMPO UNIFICADO DE l A PNl

Uti l izando la idea del gran psicó­logo Car! Gustav JunS, representa­mos al ser humano como un ice­berg, esas grandes masas de hielo que viajan por los océanos. Una parte muy pequeña del vo lumen total, aprox imadamente un 5% es lo que emerge fuera de la superfi ­cie, el resto permanece debajO del agua.

l os estudios neuro lógicos ac­tuales nos dicen que la utiliza­ción consciente que hace el ser

huma no de su cerebro tiene un porcentaje bastante similar a la parte emergente del iceberg, un 5%. El 95% restante está debajo de la superfic ie, en 10 que ll ama­mos el inconsciente.

Lo más consciente en nuestra vida son nuestras conductas y comportamientos, que están cons­tantemente en relación con los entornos en los que vivimos e inte­ractuamos.

Nuestros comportamientos se apoyan sobre las ca pacidades que hemos ido desa rro ll ando durante toda nuestra v id a a tra­vés de nues tros aprendi zajes y experi enCias, por lo que es te nive l es tá inmedi atamente deba­jo de la conducta. Todos sa­bemos que en el presente util i­zamos sólo una pequeña pa rte de nues tras ca pacidades, aque­lla s que nos son necesari as pa ra desa rroll ar nu es tras ac tiv idades actuales.

95

A su vez, nuestras capacidades se apoyan en las creencias de lo que somos capaces de hacer y de lo que no podemos hacer. Por lo tanto, algunas creencias son per­misivas y otras son limi ta tivas. Nuestras creencias se formaron en el devenir de nues tra v ida y muchas de ellas, especia lmente en la época de la ni ñez, ni siquie­ra fueron verba l izadas por al­guien, sino que fueron inferidas por nosolros a través de las con­ductas y comportamientos de nues-

il

Page 49: Programación Neurolinguística. Desarrollo Personal

GU"'.lVO Yertolono Vallés

ENTO RNO

CONSCIENTE 1\ -- COMPORTAMIENTO

INCONSCI ENTE

CAPACIDADES

/ CREENCIAS \ IDENTIDAD \

TRANSPERSONAL \

tro entorno familiar y educacio­nal, dicho es to en el sentido más ampliO.

Un nive l todavía más profundo es el de identidad, donde tene­mos establecido el sentido básico de uno mismo. Quizás aquí se originan las respuestas a aquella pregunta fi losófi ca: ¿q ui én soy yo ? Esta comprensión origina unos va lores en los que apoya­mos nuestras creencias, capaci­dades y conductas. Estos va lores

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se man ifi estan constantemente en nuestra vida cotidiana y su apli ­cac ión e importan cia va rían según los entornos en los que estemos.

y en la base del iceberg, en lo más profundo de nosotros mis­mos, la PNL considera que existe el nive l espiritual o transperso­nal, que es donde consideramos las grandes cuestiones metafrs i­cas: ¿por qué estamos aqu í?, ¿de donde venimos?, ¿adónde va-

rnos? La respuesta personal, aun­que sea a nive l inconsciente, que darnos a estas preguntas con­diciona nuestra existencia. Posi­blemente aquí es donde conside­rarnos la repercusión profunda ele nues tras acc iones en relación con la hu manidad. Un cambio en es te nivel produce repercu­siones en todos los demás, como nos lo demuestra n constante­mente personas que han pasado por una ex peri encia espiri tual o experiencias al borde de la muerte.

Los seres hum anos vivimos en un constante proceso de trans­fo rmación y cambio. Nues tras experiencias apoyan O refutan todos y cada uno de los nive­les de es te modelo. Al mismo tiempo hay comportam ientos y capaC idades que ya están en nuestro inconsciente, así como creencias y va lores que se en­cuentran asentados en nues tra consciencia.

Tomemos entonces este modelo con la flexibilidad expresada en uno de los principios bás icos de la PNL, ya comentado en los prime­ros capítu los de es te l ibro :

«El mapa no es el territorio.))

y con esta idea vamos a dedica r­nos a invest.igar y trabajar en dos de los nive les neurológicos que mayor incidencia tienen en nues­Ira vida : las creencias y los valores.

97

l' ro¡¡,.ml •• co'Qn nCIJ,olit,¡;¡¡r"tlCiI. Dll5.1trollo /J<:rson.l l

El sistema de creencias

• El hombre es lo que cree_ Anton Cheio ...

El modelo de sistemas neurológi­cos integrados en un campo unifi­cado nos permite verificar cuáles son los niveles que tienen mayor incidencia para el cambio : el espiri tual, el de la identidad con sus va lores, y las creencias. En el contexto de este li bro vamos a dedicarnos a anali zar y trabajar estos dos últi mos.

Las creencias son los fi lt ros pre­di spues tos de nuestra concepción del mundo, son como los gober­nadores del cerebro que hacen pos ible la acc ión y el comporta­miento, y son, junto con los va lo­res, las fuentes más importantes de la motivación.

Si a través de esos fi ltros juzga­mos cierta una cosa, le damos al cerebro una orden acerca de cómo debe representarse lo que sucede fuera de nosotros mismos, por lo tanto, controlan nuestra realidad fisiológica.

Las creencias se constituyen a través de las experiencias perso­nales grandes o pequeñas, viv idas o f¡:tn l.aseadas, que consti tuyen la historia del ind ividuo. La primera fuente es el ambiente que nos rodea al nacer y los restantes en­tornos en los que hemos vivido, especialmente donde ha transcu­rr ido nuestra adolescencia .

Page 50: Programación Neurolinguística. Desarrollo Personal

Estos mapas de la real idad los utilizamos para alcanzar nuestros objeti vos y, o bien nos inspiran la confi anza para lograrlos, o bien nos boicotean la acción.

Una vez que organizamos el sistema de creencias, cond iciona­mos la percepción de la realidad, por eso son tan poderosas. Condi ­cionan, en primer lugar, la comu­nicación con nosotros mismos y, como consecuencia, la comun i­cac ión con los demás.

Asim ismo, el sistema preserva su mantenimiento a través de la interpretación que hace de las nueva s ex per ienc ias. Si usted cree que el mundo es peligroso, actuará en consecuenc ia y no perCibirá otra rea lidad dife rente a esta idea. Recuerde que el mapa no es el territorio, sino la percep­ción que tenemos de él, y que las cree ncias son los fi ltros más importantes. Por eso obedecemos a las creen­cias de manera imperativa, sea­mos o no conscientes de que eso pasa. Cuando llegamos a cono­cer nuestro sistema de creenc ias podemos perc ibi r con mayor claridad qué cosas nos inciden de manera determ inante. Este paso importante, que es el cons­t ituirnos en observadores de noso tros mismos, nos dará la fl e­xibilidad necesaria para adap­tarnos con mayor l ibertad a las c ircunstancias que se nos pre­senten.

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El primer paso para recuperar la libertad es el reconocer que los sistemas de creencia s no Son inmutables, que pueden cambiar­se a través de la experimentación de una situ ac ión que las refuta o de la modificac ión que se pro­duce in teriormente a través del cambio de nuestras representa­ciones internas. Seguramente us­ted ya ha producido varias veces esta modificación de creencias en su vida.

Una creencia puede resul tar vál ida en determinados ámbitos O

momentos, y en otro tiempo y lugar puede producir resultados no deseados. Por ejemplo, pudie­ra ser que en mi situación perso­nal el creer que «el cambio es vida lll me haya dado el empuje necesario para cambiarme a un traba jo más sa tisfactorio . Sin embargo, si no soy consciente de la existencia de esa creencia, este fundamento puede sabotear mi futura estabi lidad laboral e, inclu­so, si lo apl ico a otros ámbitos como la relac ión de pareja, esa creencia puede impedirme man­tener una relación de pareja es­table.

Por eso, es fundamental cono­cer cuáles son las creenc ias que nos mueven, puesto que serán faci litadoras o l im itantes cuando nos planteemos el logro de nues­tros objeti vos.

Hecha esta in troducción pase­mos a la práctica. l e sugerimos

que se tome un tiempo para reali­zar el próximo ejercicio.

Ejercicio 40 Dererminación de creencias cla ves

tndividual. Piense y escriba las cinco creencias clave que más le han limitado en el pasado.

11 ----------------------------------------------

21 ---------------------------------------------­

) 1 ----------------------------------------------

41 ---------------------------------------------­

SI ----------------------------------------------

Ahora escriba cinco creencias positi­vas que podrfan servi rle para alcanzar sus objetivos (no importa que esas cre­encias no sean suyas en este momen­lo) .

11 ----------------------------------------------

21 ---------------------------------------------­

)1 ----------------------------------------------

41 --------------------------------------------­

SI ----------------------------------------------

Posiblemente ha tenido que rebuscar en la memoria, en su inconsciente, para encontrar las creencias limi tadoras del pasado, y también es posible que no ha­ya identificado alguna de las más importantes. Sin embargo, si

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l 'w1lf;umociót, "curoli''8ü(51ica, (J.:~:mollo pc:,WfI.,l l

a partir de este mOmento se man­tiene alerta en su vida cotid iana , se descubrirá en algún momento pensando O diciendo que no puede o no tiene in terés en hacer esto o aquello. Le sugerimos que preste atenc ión a esos instan tes, porque detrás de esa acti tud puede encontrar alguna creencia o va lor limi tante. Ya habíamos mencionado la enorme importan ­cia que tiene la autoobservación para llevar nuestras creencias y valores del inconsciente al cons­ciente.

Pasemos ahora a ana lizar y com­prender algo más sobre nuestros va lores.

El sistema de valores

la escala de valores varía según los individuos y está di rectamente relacionada con el sistema de cre­encias. Ambos se apoyan mutua­mente y fil tran las experiencias que nos permi timos vivir y las conclusiones que sacamos de ellas.

Si las piezas de un reloj quisie­ran funcionar en el sent ido con­trario pa ra el que están diseña­das, se perdería sincron izac ión Y la máquina terminaría por rom­perse, el sistema estaría en peli ­gro.

l o mismo sucede con el ser humano. Con las técnicas de la

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c .,<I"VO IJcrfolOllo v"II&.r

PNL, o con cualquier otra, pode­mos tra zar el camino pél ra lograr cualquier objetivo y mani festar las conductas deseadas. Pero si esos objet ivos y conductas van en Contra de nuestros va lores, deseos y necesidades más profundas, se generará un confl icto interio r, una incongruencia, que nos debil itará e impedirá el logro del éx ito de­seado.

Puede ser que a fuerza de insis­tir y persever,:¡ r, y uti li zando la fuerza de la vo luntad, alcancemos lo que queremos, el objeti vo fija­do intelectualmente. Pero si en ese momento no obtenemos la plena satisfacción, es un ind ic io cla ro de que algo en nuestro interi or no está totalmente de acuerdo.

l os va lores son las creencias parti culares, persona les e ind ivi ­duales que usted sustenta con respeclo a lo que le parece importante. Normalmente son nominalizaciones, como les lla­mamos en PNl. Para da r algu­nos ejemplos podemos menc io­nar algunos va lores: respeto, independenCia, am istad, segu ri ­dad, fideli dad, confi anza, belle­za, etcé tera.

La materiali zac ión ele los valo­res a través de nuestro comporta­miento nos produce una sensa­ción de congruencia in teri or, por lo tanto nos impulsan a efectuar determinadas elecciones, ya sea para lograr algo o para alejarnos

100

de otras cosas. En defi niti va, los valo res son los fi ltros más profun­dos que aceptan o rechazan cual­quier programa que nuestra meno te proponga.

¿Dónde se o riginan los valores? En general, han sido programados por el sistema de premios (recom­pensas) y castigos. Desde peque­ños el med io nos condiciona y nos señala lo que es aceptable y lo que no lo es. l a vida nos va sumando experiencias y él través de ellas optamos y organ izamos una esca la de valores personales que muchas veces no es cons­ciente.

Recuerde la etapa de la adoles­cencia. Cuando deseaba fo rmar parte de un gru po tuvo que ade· cuar sus va lores a los del conju n­lo. Segura mente usted también infl uyó en los demás trasmitiendo sus propios va lores y todos pasa­ron por la experiencia de refor· mular sus va lores.

No hay éxi lo verdadero si no se respetan los va lo res bás icos. No disc utimos cuáles son los va lo res correctos o equi vocados. l o que sí importa es que conoz· ca mas los va lo res propi os para lograr nues tros obje tivos con mayor fluidez y que reconozca~ mas la l ibertad de los demás pa ra optar por los SllyOS y v ivi r en consonancia.

El reconocer que los va lores ex isten y (arman parte de nuestras decisiones cotidianas nos hace

más responsa bles en nuestras elecciones. Por eso le invitamos a realizar un ejercicio que le servi rá para aclarar cómo se han or ig¡n a~ do sus va lores y creencias. Segu­ramente le resultará muy intere~ sante. Está diseñado para tres personas, con el objeto de que haya más espontaneidad en las respuestas. No obstan te puede hacerlo so lo o en pareja.

Ejercicio 41 Formación de creencias y valores

Tres personas : A pregunt ~, 8 responde y Canota.

l . A le pide a 8 que comen te cuáles son los cuentos, anécdotas o fábu. las que más recuerda de su i nfa n~ cia. ¿Cuáles eran las caracterfsticas de los personajes y qué creencias tenían? Sintetizar la moraleja, ense­Ilanza o conclusión en una (rase o en una afirmación.

2. A le pide a IJ que recuerde a ras personas que más hayan influido en su vida. Recuerde sus enseñanzas y las creencias y va lores que tenían, O

tienen, esas personas.

3. A le pide a 8 que recuerde el libro o libros que más le hayan impaClil. do en la acJolescenci<l. ¿Cuál y cómo era el personil je CO n el que más se ident ifi có? ¿Cuá l era su (ilo· sofía?

4. B recuerda las dos O tres experien. cias vitales más importantes de su

101

1'1l;J¡¡ r;".",cid" 1Icwulil1'ú(Mio, ".. 11 1 " ""'''''/"0 o l>crso",·,

vida. ¿Qué aprend ió y qué conclu. siones sacó de ellas?

5. B recuerda a una persona o perso. naje que admiró profundamente en algún momento de su vida. ¿Cómo era su conducta? ¿Cuáles eran sus creencias y va lores? Pueden ser más de uno.

Se hacen comentarios tra tando de detectar si esos relatos, experiencias, libros, personas y personajes que más recuerdan tienen alguna re lación con sus creencias, valores, actitudes ° elecc iones de la vida adulta. También tra tan de recordar si han efec tuado opciones o tomado dec isiones impor­tantes en base a esos valores y creen· clas.

Se intercambian los papeles.

Si ha rea li zado el ejercic io ante· ri o r con o tras personas hab rá podido entender con más fac i ~ l idad cómo se ha n ido con fo r~ mando nues tros valores y creen­cias desde el mismo momento de nacer.

Podríamos pasarnos mucho más tiempo hablando sobre este lema tan importanle, pero en este libro nos inleresan los aspectos práct icos. Por eso vamos a rea l i­zar otro ejerCicio para introducir· nos en el siguiente tema. l e suge· rimos que busque un proyec· to que tenga muchas ga nas de ver rea l izado y que no se li m ite a contestar «nada )) an te las pre­guntas. Verá compensado su es­fuerzo.

Page 52: Programación Neurolinguística. Desarrollo Personal

Ejercicio 42 Aclarar obstáculos e impedimentos

Puede ser ind ividual o en parejas.

1. Tienes un proyecto que te importa mucho, ¿qué te iml>ediría rea lizar· lo?

... .. -... --_ ............. , ._--_ .. ----_._---" ----

._ .. _--_._ ... _. __ ......... _-_ ........ _--_ ...... _-

2. A pesar de eso, ¿qué te obligada a reali za rlo ?

.,_ ...... _._ ...... _---_ ... _,. __ ... _ ........ ,_ •.. .

_ ... __ .. _ ... _ ......... _---......... _-_ .... , ..... . ............... _--_ .... _ .. _-_._ ....... _._ ....... ,

3. Si el obstáculo que mencionaste en la pregunta 1 se resuelve, ¿qué podrla imped irte rea li zarlo ?

.... __ . __ .. __ . ........ _--_._ . . . . . .. _--_ .. _ .. _-_.-

4. A pesar de este último obstáculo, ¿qué te obligaría a realizar el pro­yecto?

. __ ._---------_.-.-.. _._ .. _. __ ... _ ... _---_ .... _ ..

....... _._----_._---------._----------.. __ ...... .

... ----............. _-----_ .... _._._-------------

102

S. Resuelto el obstáculo de la pregun­ta 3, ¿qué te impedirl<l rea liz<lrlo?

--------_ .... --_ ....... ------------.... -.. _o. _._. .-_ .. ---------._----------_ ..... __ .... _-------.. -

---------------------------------._-----.... _--..

6. A pesar de todos estos obstáculos, ¿qué te obligaría a realizar tu pro­yecto?

Pu ede seguir rep itiendo las mismas pregun tas hasta que la respuesta since· ra sea _nada _o

Las últimas respuestas le darán los va lores o motivaciones más im­portantes para usted . Nues tros valores están jerarqu izados y nor· malmente desconocemos esa cla­si fi cac ión interna que tenemos establecida . Ése es el tema que trataremos a continuación .

Jerarquía de valores

Los seres humanos se leccionamos los va lores con que regimos nues· tra vida, pero no todos tienen el mismo peso y éste es un elemen­to muy importante a tener en cuenta . Existe una jerarquía de valores que es importante respetar para sentirnos sat isfechos.

. . , Pud iera ser que en ITI! Jerarqu la

de valores la crea ti vidad ocupe un lugar secundario respecto a la seguridad . Un d ía me ofre­cen un tra ba jo que recibo con alegrfa porque tendré que dedi ­carle mucho tiempo a crear; sin embargo, no me siento tota lmen­te sa ti sfecho. Si no percibo que en rea lidad me siento mal porque debo dejar una ocupación que, si bien no me resulta placentera porque es monótona sí es impor­tante en la incidencia de mis ingresos, se me creará una con­tradi cc ión interna que podría interpretar de manera equivo­cada .

Por esta razón es tan importan­te conocer cuá les son los v~ l o res que ri gen mi vida, así como saber qué lugar ocupa uno respecto a otro.

Al mi srn o ti empo, muchos de los confli ctos que tenemos en la vida son con fli ctos de va lores, que difi eren en cada persona y so n un elemento fundarn ental para comprender cómo actúan los seres humanos. También es importan te tener en cuenta que la escala de val ores puede no ser la mi sma en el ám bito labo­ral que en el afecti vo o el so­c ia 1.

Para utilizar el procedimiento de jerarquización de valores, tra· bajaremos con un ejemplo en el ámbito de la relac ión de pareja. Este mismo método se puede lIe-

var él cualquier aIro ámbito de la realidad humana.

Ejercicio 43 jerarquía de va lores en la relación de pareja

A continuación menc ionamos algunos de los valores que se manifiestun en las relaciones de pareju. Si algunos de SllS valores no constu en estu li sta colóquelo al fi na l de la misma .

Lea atentamente esta l ista y selecc io­ne los cinco valores más importantes para usted en relución con la pareja. Hay dos listas: una de los valores que usted ofrece a su pareja y otra de los valores que le pide. Puede ser que coi n­ciclan o no. Después de elegidos coló­quelos por orden de importancia en las plani llas correspondientes que figuran más ade lante.

Para que este traba jo le sea vá lido coloque los va lores que rea lmente /ie­ne, manifiesta y le mot iv.1n; no los que le gustada tener, pedir o manifes­tar. Lea varias veces la lista antes de escribir.

Su sinceridad le benef ici a, pues conocer sus va lores le puede ayudar u superar conflictos y a mejorar sus re/a· ciones de pareja.

Valores que ofrezco

1) .......... .... . ... .. ......... . .... ..... .... . ... ...... .

2) ..... ... ....... .. ....... .. ... .... .. ......... ... .... .. .

3) .............. ... ................................... ..

4) ....... .... .... ... ........ ....... ...... ... .... ... .... .

5) ....... ......... .... ... ......... ..... ..... .. .. .. ..... .

103

Page 53: Programación Neurolinguística. Desarrollo Personal

CI/<I;"'O I/e"% tto v.,,'C","'-______ _ -Jerarquía de valores

Respeto Originalidad Personal idad

Generosidad Compai'ierismo Competi tividad

Placer Estatus social Ambición

lndependenci<l Amor Altruismo

Amistad Obediencia Inteligencia

Moral Juego Unidad espiri tual

Formar una fami lia libertad Respaldo

Tolerancia Reconocimiento Confianza

Perfeccion ismo Comunicación Diversión

Compromiso Sent ido crítico Capac idad de acción

Seguridad Gienestar Agresividad

Flexibi lidad Aventura Comodidad

Curiosidad Capacidad de aprendizaje Compart ir

Fidelidad Belleza

Valores que pido

11 "".,.""." """"""""".,,,,, """""".",

2) ..................................... ........ .... .... .

31 """" .. """"",,"""" "".""""". ,,"""

41 .... "",."",., .... , ........ ,.,.",., ............ .. .

51 ... "" ...... . """"" ... " .. " ..... .... ", .. ... , .. .

Cómo jerarquizar los valores

Un<l vez re<l Ji za das las dos l is tas comience a tr<lbajar con los va lores que ofrece, comparando el número 1 con el número 2, y considere cuál es el más importan te. l a preci sión que re ofrece el meta modelo del lengua­je que practicamos en el caprtulo J

Éxtas is

le será de gran ayuda para real izar esta tarea.

Para que este trabajo sea válido ponga situaciones concretas y especr­(¡cas y, si tiene dudas, explfquese a usted mismo lo que sign ifica cada con­ceplo. Esto es especialmente importan­te si se decide a rea lizar este trabajo con su pareja.

Por ejemplo, si el v¡)lor número 1 es «comunicación_ y el número 2 es .. sentirse respa ldado., para saber cuál de ell os es el más importan te plan tée­se una situación de confli cto, hipotét i­ca o rea l, y pregúntese:

104

¿Qué es más importante, tener una buena comunicac ión sin sent irme res­paldado o sentirme respa ldado sin que exista una buena comun icación?

Si todavía tiene dudas pregúntese: ¿qué es para mí una buena comun ica­ción?, ¿cuá l tiene que ser el conten i-

do?, etc. Y haga lo mismo con el sen ­ti rse respaldado respondiendo a: ¿cuándo?, ¿dónde?, ¿con quién?, ¿de qué manera?, etc.

Otra presunta ac!<lfa lOria de gran imp~lftancia en este traba jo es ¿POR QUE es importan te el sentirse respa l­dado? (por ejemplo). Aquf pueden surgir nuevos va lores si la respuesta es de este tipo: . Porque al senti rme respaldado siento que el otro me res­peta». Entonces habrfa que pregun­liH: ¿Qué es más importante, que te respeten o sentirte respaldado? y des­pués seguir comparando la respues ta con la comunicación. En este caso , el va lor respe to ti ene que ser incor­porado a la l is ta in icial, si no lo es té!­bn ya.

Si todavra ex isti era alguna duda h"y que preguntar qué pasada si se retirara uno de los valores. Por ejem­plo: Si nunca fueras a sentirt e respal­dado pero existiera unn buenJ comu­nicación (o viceversa), ¿qué elegi­rías?

Una vez determinado cuál de los dos valores es el más importante, Mgalos compJrando, uno por uno, Con los que ocupan los numeras J 4 , Y 5 .

En el siguiente paso la comparación se hace pa rt iendo del nllmero 2 con el 3. 4 Y S. y después continúe partiendo del 3 y Juego del 4.

H;¡ga lo mismo con los valores que le pide a su pareja.

la defin ición de la propia jerarqufa de valores es uno de los ejercicios que nlás comprensión aporta ,, 1 conoci­l11iento de nosotros mismos en las rela­ciones afectivas.

Si en estos momentos tiene una rel;¡c ión de pareja, hacer este ejerci -

105

cío en coniunto les brind" "' '6 •• r~ Llna comprenSI n profunda do 1', . '" " necesI_ dades mutuas y, en caso de duda o conflicto, cada uno sabrá Conceder prioridad a lo más importante para el o.tro, con lo cua l mejorarán Sus rela ­ciones.

Va lores que ofrezco, esca la revalorada

1) " .. "" .. " ........ " .. .. .... ........ ................ 21 .. " .... " .... "" ...... .... ..... ..................... 31 , ...... , .... "" ..... .. , .... ........ ..... ...... .......

41 """, .. .. .. ..... ....... ", .... " ......... " ... "" ..

51 ." ........ . "",., ........ "", . ...... ...............

Va lores que pido, escala revalorada

1) ................. ......... .. ..........................

21 .......... " ........................................ ..

31 "', ................. ", ................ """ , ..... ,.

41 ... ,"', .... ... , ... .... ... " .................... """

51 .......... " ...... , .... .... .. ... """, .. " ....... ""

¿Qué ha descubierto con es te !ra­bajo? ¿l e pa rece que estas listas reva loradas re fl ejan lo que us ted ya sabía de sí mismo? El entender nues tra propia jerarqufa de va lo­res nos perm ite entender mejor lo que hacemos y qué pretendemos alcanzar con nuestras acciones y comportamienlos.

Page 54: Programación Neurolinguística. Desarrollo Personal

CIJ$I.lVO l/erro/OlIO V.ll1t!~

Como ejercicio adi cional le sugerimos que rea l ice el mis.mo procedimiento con airas ámbItos que usted considere importan tes, por ejemplo, el laboral. SabE;mos que e/ trabajo es largo y l ab~noso, pero posiblemente el tiempo empleado en su real ización le rinda beneficios durante toda su vida.

Desde el momento en el que uno conoce cuál es su jerarqu ía de va lores puede conceder mayor importancia a aquello que más le irn-

-

porta, pues es lo que le producirá verdadera sati sfacción, dejando de lado aspectos secundarios.

Nuestro consejo sigue siendo el mismo : no se limite a leer estos ejercicios, anímese a comprobar lo que decimos.

En el próximo capítu lo real izare­mos una práctica destinada a insta­lar los valores y creencias que usted ha descubierto que le serían úti les y vá lidos para vivir su vida con mayor armonía logrando alcanzar los objetivos que se proponga.

106

Capítulo 9

EL TIEMPO EN NUESTRO CEREBRO

CÓMO ORGANIZAR EL TIEMPO

¿Alguna vez ha pensado de qué manera su cerebro reconoce un pensamiento acerca de/ pasado y cómo lo diferencia de otro que per­tenece al futuro O al presente? ¿Sabe la importancia que esto ti ene en su vida y cómo le condiciona su forma interna de organizar temporalmente sus experiencias? Averiguar todo esto y utilizar adecuadamente esa capacidad será el tema ele este últi­mo capítu lo.

Al tiempo no lo consideramos algo tangible, normalmente Slm-

107

pli ficamos pensando que es, que existe. Desde que Albert Einstein lo incorporó en su teoría de la relatividad, nos hemos acostum­brado a hablar de él como la cuarta dimensión. Más allá de estas consideraciones cada cultu­ra trata el tiempo de una forma disti nta, concendiendo mayor o menor importancia a cada una de sus etapas : pasado, presente y futuro . En Occidente va loramos mucho el presente y lo tenern os reflejado en frases como «el tiem­po es oro », mientras que en O riente el presente pierde su importancia y son capaces de

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«sentarse en la puerta de su casa para ver pasar el cadáver de su enem igo».

Aunque estamos in fluenciados por la cultura en la que nacimos y nos desarrollamos, cada ser humano tiene su propio modo interno de codificar el liempo, lo que le per­mi te reconocer lo que forma parte de su pasado, de su presente o su futuro personal. El modo en que codificamos el tiempo tiene gran impacto en quiénes somos y cómo respondernos ante las circunstan­cias de la vida.

Todos tenemos una manera espec ial de conectarnos con el tiempo. Hay personas que se sienten fe l ices revolviendo pape­les histór icos, remodelando ca­sas antiguas, escribiendo sobre tradiciones. También hay quie­nes viven rumiando el pasado, repi ti endo cvn nostalg ia que «todo tiempo pasado fue me­jor )} o justificando lo que le pa­sa actualmente _porq ue una vez ... ». Hay personas que difícil­mente hacen planes para el fu­turo.

Hay otros seres que sólo pien­san en el ahora, viven comentan­do lo que pasa y lomando deci­siones hasta esa noche. O lvidan lo que pasó y no piensan en lo que vendrá.

Tambi én está n los que anidan en el futuro, todo lo hace n en función de mañana, im agina n ficciones del próx imo siglo, o

108

-viven ahorra ndo «por si aca­so .. . )I, y ra ra vez d isfrutan del presente.

En estas situaciones, en Pro­gramación Neuroli ngüfSlk a, de­cimos que unas personas es tán «orientadas hacia el pasado», otras l orienléldas hacia el pre­sente" y las tercera s «orienta­da s hacia el fut uro)}. Si ana liza­mos los ej emplos anteriores podremos perc ibir has ta qué punto es importante esa elec­c ión, pues to que determina la forma en que vIv imos. Esa s or ientac iones en el tiempo pue­den ser la base de des trezas y recursos persona les, o bien crear­nos limitaciones.

La PNL percibió la importan­cia de la organización interna del tiempo en las personas y creó técnicas que nos perm iten desvelar esa elección y también modificarla si es nuestra vo lun­t.d.

En los ejercic ios siguientes descubriremos los mapas inter­nos de las personas respecto al tiempo y de qué manera pode­mos utili za rlos para el logro de nues tros objetivos personales. Y an tes de seguir hablando del tema le invitamos a hacer una práct ica que pllede rea liza r ind i­vidua lmente o con otra persona. Para rea l izar este ejercic io le vendrá bien tener a la vi sta la lista de pos ibles submodalidades que fi gura en el capítulo 5.

Eiercicio 44 Aprender a diferenciar el tiempo interno

Individual o en pareja.

r . Eli ja un comportamiento sencillo y repet itivo que haga todos los días, como desayunar o comer, trabajar, sal ir de casa por la muriana, peinar­se, etc.

2. Cierre los o jos y piense en un momento del pasado, hace un ario o más, e imugínese u sí mismo rea­Jizundo esa act iv idad.

3. Ahora eli ja otro dfa de su pasado en el que esté real izando la misma activ idad y que por alguna razón usted lo considera como especia l. Por ejemp lo, si ha eleg ido pensar en el momento del desayuno, eliju un día donde su desayuno fue espe­cial, porque eSlaba de vacaciones o desuyunó en buena compuñía, o porque el desayuno le produjo molestias d igestivus, o bien que lo considere especia l por cua lquier mot ivo.

4 . Siga loca li zando las siguientes escenas:

Ahora piense en la mismu silUación hace una semana. Ahora piense cómo lo hizo o hará hoy. Ahora piense c6mo lo harra en este mismo momenlo. Ahora piense cómo lo hará mali<lna. Ahora piense cómo será esa misma situación dent ro de una semana.

109

I'mw.,m.lc,ón "~''''oli''/{IJf'';C I n_., 11 . • . ..... .,..1"0 o ¡>en;o¡o:,1

Ahoru piense Cómo lo hará dentro de un año.

y por (Htimo, imagine la misma Siluil­ción en un entorno _especial . en cual_ qu ier momento del fuluro.

5. Responda ahora a las siguientes preguntas:

¿Cuál es el lugar del espacio donde ha loca lizado las diferen­tes imágenes: a la izquierdu, derecha o al fren te; arriba, abajo o en línea horizontal con sus ojos; detrá s de su cabeza o delan te de su car<.l? ¿Cuál es la d iferencia en lre las imágenes del pasa do, presente y fUI uro? ¿Cómo las reconoce? ¿Cuál es el tamaño de las imáge­nes?, ¿a qué distancia están ? ¿Cuá les son las características de co lor, brillo, movimiento y otras submodalidudes visuales? ¿Recuerda sonidos, pa labras, etc? Si es así, ¿cuáles son sus ca raclerísl icas?

- ¿Exi sten sensaciones de alglÍn l ipa, sabores, olores, etc.?

- ¿Cuáles son las d i ferencias más not<lbles entre las imágenes coti ­d ianas, normales, y las imágenes donde lo habitua l transcurría en un enlomo _especia l .?

6. Por últ imo, le sugerimos que haga un pequeño dibujo de cuál es su formn de organizar y diferenc iar el tiempo en su cnbeza.

7. Como un ,) observaci ón p<lrti culM sea consciente de cómo los aconte­cimientos .. especiales_ se represen-

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G II>I,W O U<.'IWIOlto v;¡lIés

tan de una form a distint a en su memoria , con submodaJidades di ferentes y, qu izás también: en espacios disti ntos. Por eso decimos que el contenido emocional de un recuerdo hace que destaque .de una forma especia l en su memona.

Distin tos modelos de organización temporal: pasado, presente y futuro.

Es muy diffci l generaliza r sobre cuál ha sido el dibujo que ha resultado de este ejerciciO. Ya hemos dicho que cada ser huma­no orga niza el tiempo de una forma diferente aunque, por lo general, en Occ idente, la mayor pa rte de las personas miran hacia la izqu ierda cuando piensan en el pasado, el presente está al frente y el futuro hacia la dere­cha. Si usted recuerda los movi­mientos de los ojos que mencio­namos en el capítulo 2 y los ejercicios real izados en esa opor­tunidad, se dará cuenta de que en ese momento sus OJ os ya expresaban su propia organiza­c ión temporal.

Hay personas que sitú an el pasado a su espalda y el futuro al frente. Otras pueden organiza r su tiempo en forma piramidal, el pasado abajo y el futuro arriba. Otras personas pueden sentir que el tiempo pasa por ell as mientras que otras serán obser-

vadores disociados del tiempo que pasa frente a ellos. Pero sea cual sea la fo rma personal de la línea del tiempo, su modelo per­sonal se convierte en un princ i_ pio orgcJOizador de sus experien_ Cias.

Este principio organizador nos permi te, entre otras cosas, en­cuadrar nuestro comportamiento para que adqu iera un significado correcto en todo lo que hace­mos. Por ejemplo, si lo que nos planteamos es el logro de un objetivo o la modificac ión de un comportamiento, nuestra forma de organizar el tiempo nos influ­ye en la manera que tenemos de percibir, sentir e interpretar nues· tras experiencias y las de los de­más.

Vamos a mencionar rápidamen­te las características y utilidad de las tres percepciones temporales: pasado, presente y futuro.

11 0

El pasado

El pasado es el depÓSito de nues­tra memoria y, aunque estamOS seguros de que lo hemos vivido, apenas guardamos algunos po­cos recuerdos internos de sU ex istencia. La mayorfa de nues­tras experiencias las hemos olvi­dado, aunque su carga emocional sigue existiendo en el presen-

te cond icionando nuestra forma de vIvIr.

El pasado puede ser utili zado como fuente de l imitaciones o de información y de posibilidades. Lo ut il izamos como limitación cuan­do decimos, por ejemplo, «esto no lo puedo hacer porque nunca lo hice», o «no lo intento porque me sa lió mal en otra oportunidad» o «aquello pasó y ya no hay posibil i­dad de rehacerlo». Au nque toclas estas frases tienen algo de verdad, si nos decidimos a utilizar el pasa­do como fuente de información aprovecharemos el potencial que gua rda cada una de nues tras

PASADO

o A TRAVÉS DEL

TI EMPO

FUTURO

111

/'fO/lf'''''.1CiÓlI 1!~'U(Olin"iJ(sllc" n " 11 1 ... • V<.'$;I((O o pt'fS{)n.l

vivencias, como ya lo experimen­tamos en el capítu lo 7 cuando ejerci tamos la recuperación de recursos.

No podemos cambiar el pasa­do, pero lo que sí podemos hacer es modi ficar la carga emocional de nuestras experiencias, Como lo veremos en algunos ejerciCios de este capítulo.

El presente

El presente de nues tra

es la fuente directa . .

experienCia senso-

DENTRO DEL TIEMPO

FUTURO

i O

PASADO

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C,m,lVO ¡Jerro/Qrto V,l/lés

rial. Cuando pensamos en el pasado o en el futuro tenemos una «representación» de la ex~ periencia, no la experi encia misma. La cal idad de las per· cepciones que tenemos en este momento va rfa de acuerdo a si estoy asoci ado o disociado en este instante, como lo experi­mentamos en los ejercic ios del capftulo 5, o en qué pos ic ión percepti va es en la qu e me encuentro ahora, como lo com­probamos en el capílU lo 6.

Como ya hemos dicho más de una vez, ca da una de es tas caracterfsticas ti ene sus ventajas y desventaja s, según cómo las utili cemos . Si vivo muy asociado al presente posiblemente tenga difi cultades para planifica r el futuro , mientras que si vivo diso­c iado, lamentándome por lo que sucedió en el pasado o proyec­ta ndo siempre el futu ro, será muy poca mi capacidad de d is­frutar lo que la vida me ofrece en es te instante.

El fu/uro

El futuro no existe más que en nuestra cabeza y en nuestros de­seos. Podemos concebirlo como algo fi jo, basándonos en nuestras experiencias del pasado o como algo indetermi nado y lleno de

112

posibilidades. Esta so la opción ya implica una repercusión en nues­tra forma de vivir el presente, pues mientras veamos el fu turo abierto a muchas opciones tenemos espe­ranzas. En cambio, si imaginamos nuestro futuro tan poco cambiable como el pasado, lo que nos ocurre es que nos llenamos de desespe­ranza.

Todos sabemos que lo que sucedió en el pasado influye en lo que estamos haciendo ahora, y que ambas realidades influyen en lo que haré en el futuro. Esto es tan verdadero que podemos pre­decir consecuencias y acciones futuras; aunque el futuro sigue siendo indeterm inado, no esta­mos condenados a repeti r el pasa­do. Recuerde tocio lo que dij imos en el capítulo anterior: un cambio de creencias y valores modifica automát icamente nuestro com­portamiento y, por lo tan to, el futuro.

Sin que pretendamos planificar toda nuestra vida paso por paso, hay aspectos importJntes que sí podemos proyectJ r. Atrevámonos a sofiar, los soñadores y visiona­rios son los que han hecho posible enormes avances de la humani ­dad . El error no está en ser soña­dor, sino en soñar aquello que no tiene ninguna relación con nues­tro presente y que no tiene en consideración nuestras capacida· des actuales.

Conclusión sobre nuestro modelo del tiempo interno

Como resumen de todo lo dicho, nada hay de bueno o de malo en nuestra forma personal de orga­nizar el tiempo. Se trata funda­mentalmente de conocer nuestro modelo y darnos cuenta de sus característi cas para poder uti li ­za rlo según sean nuestras necesi­dades y proyectos . Cuando tra­baje con un objetivo que quiera alcanza r en el fuluro imagínelo en el espacio correspondiente a su fuluro, ya sea a la derecha, centro o izquierda. Puede imag i­nar que despliega un abanico para poder ver simultáneamente los tres momentos tempora les.

Cuando plani fique para alcanzar un objeti vo determ inado, por ejemplo a largo plazo, tenga en cuenta que pueden establecerse objetivos intermedios, y piense en las actividades que tendrá que lle­var a cabo para alcanzar cada uno de ellos. Todas las técnicas que hemos practicado hasta ahora le servirán para poder hacerlo de una forma congruente, y le brindarán las mayores probabi li dades de éxito. Siga mos practi ca ndo ahora .

Cómo instalar una nueva creencia o valor

En el capítulo ant erior menciona­mos que rea liza ríamos una prác-

"'

ti~a para instalar una nueva creen­Cia o valor en nuestra vida. Ahora que ya tiene una noción de lo que significa su línea del tiempo y la importancia que tiene para el logro de sus objetivos, vamos a realizar esta práctica. Recuerde que cada creencia o valor, y es­pecialmente estos úl timos, tie­nen distinta importancia según sea el ámbito de aplicación y los objetivos que quiera alca nzar. El próx imo ejercic. io le servirá para inslalar cualquiera de ellos.

Ejercicio 4S Cómo instalar una llueva creencia o valor

Preferiblemente para dos personas: guía y explorador. El guía ut i liza la palabra creencia o va lor según sea lo que el explorador qu iera instalar. Antes de comenzar el ejercicio, el explorador contesta el siguiente cues­tionario:

• Identifica un objetivo futuro que te gusta ría <tlcanzar y la creencia (o valor) que va a ayudarte a logra rto.

• ¿Esta nueva creencia va a sustitui r a otra creencia tuya? ¿A cuál?

• ¿Qué te aportará de pos iti vo esta nueva creencia?

• ¿Depende solamente de ti el incor· porar esta nueva creencia a tu vida?

• ¿Qué verás, escucharás y senti rá s cuando manifi estes esa creencia ?

• ¿Qué beneficios obtienes de la ere· enCla actual que qu ieres reemp la­zar?

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GII$r;",o 8~'fro!urro V,l /Ms

• ¿Cómo mantendrás esos beneficios con la nueva creencia?

• ¿A quiénes y de qué manera puede afectar esta nueva creencia ?

• Hay alguna si tuación en la cua l esta nueva creencia puede tener efectos negativos?

• Si es as f, ¿qué vas a hacer para pre­venir estos efectos negativos?

1. El explorador imagina en el suelo su Hnca del tiempo, determinando dónde se encuen tran el presente, el pasado y el futuro.

2. Pldale que entre en la linea del ti empo, asociado al presen te y mirando al futuro. Preglmtele cómo será el futuro con la nueva creencia y cómo esta le ayudará a alcanzar su objetivo.

3. Desde el presente pídale que se vuelva mirando al pasado, y que comience a caminar len tamente por la Hnea del tiempo encontrando las experiencias que pueden soste­ner y reforzar la nueva creencia. Diga le también que identifique las personas signi ficativas que pueden ayudarte a desarrollar esta nueva creencra. Si existen personas o experiencias que no refuerzan o sos tienen el objet ivo futu ro y la nueva creencia, pida al exp lor<ldor que las evi te s<l li éndose momentáne<lmerlle de la Jfnea del tiempo.

4. Al enCOntrar la experiencia más antigua que sostiene la nueva cre­encia pídale al explorador qllC se vuelva hacia el presente recogien-

114

do, ,1gmdeciendo y colocando en su corazó/l, las experiencias y per­sonas que van a ayudarle a conse­guir su objetivo. Cuando llegue a las experiencias o personas connictivas, el explorador puede seleccionar lo posit ivo y quedarse con ello, descartando lo negat ivo.

5. Al llegar al presente experimentan­do las memorias y la compañ fa de las personas que van a ayudarle a conseguir su objeti vo, pida le que elija una pal,1bra que para él signi ­fi que triunfo o logro y que la repi ta interiormente, con fuerza, para aso­ciarla a la nueva creenc i,) que y<l está instalada. Ahora pregún te!e: ¿Cómo e.~ tu (uturo con eS /,1 nuev,1 creenci,1?

6. Puente h,1Cia el (uturo. El explora­dor camina por la línea del tiempo hacia el futuro e imagina momen­tos, lugares y ci rcunstancias en las que va a manifestar esta creencia. Pfda le que dis(rute de las experien­cias provenientes de esta nue­va creencia y que en cada una de el las se repita la palabra que eligió. Que se imagine al canzado el obje­tivo propuesto, primero de forma disociada y después asociada , como si lo estuvier<l viviendo, y que descubra las nuev<rs repercllsiones posi tivas que tiene en su vida la creencia insttl lada. Escriba <r hora la nueva creencia con la palabra asociada y 105 bene­ficios que le va a reportar a partir de este momento en el que está incor­porada a su vida.

En este ejerc IcIo hemos practi ca­do las fo rmulac iones teóri cas mencionadas con anterioridad. Si su encuadre es encontrar expe­riencias del pasado que le ayuden a instalar una nueva creencia o va lor, usted ha seleccionado auto­máticamente esos recursos y en ellos basa la incorporación desea­da. Nuestra atención es selecti va, por eso, cuando nuestro estado presente es, por ejemplo, depres i­vo, sin darnos cuenta y de forma automática nos acordarnos de todo lo negalivo que ha sucedido en nuestra vida. Ese es el enorme poder de nuestra menle y por lo que puede transformarse en nues­lro mejor aliado ° nuestro peor enemigo.

Diseñar el futuro

Después de todas las prácticas que hemos realizado hasta este momento, usted está en disposi­ción de utilizar sus habilidades para elegir cómo quiere vivir su fu turo. En este ejercicio lo hare­mos primero de una forma gene­ral y después lo aplicaremos al logro de un objetivo en concreto. Recuerde que la realidad que per­cibimos es aquella que somos capaces de representarnos, y que usted ya ha experimentado el poder que tiene el cambio de las submodalidades por su repercu-

11 5

1'{Ot:"ml"cidll IICIlfOli"IlIJ(5riciI rL . // . ...-..'SiIrro (l pt:rSQn.l!

sión emocional. Todo esto en c?njull~O, I? ~plicaremos en et' pró­xtmo eJercICIo.

Ejercicio 46 Diseñar el futuro

Dos personas: gula y explorador.

Notas :

• El explorador define un objeti vo que desee alcanzar en el futuro, y que puede ser el mismo que pensó en el ejercicio anterior, y contesta el cuestionari o para el logro de objeti ­vos.

• Pida al exp lorador que recuerde el estado de logro (de l capftulo 5) y los ancla jes que le perm iten act i­va rlo.

• También es conveniente que el gu la tenga a la vista la l ista de submoda­Jidades mientras dirige el ejercicio.

l . El explorador imagina en el piso su linea del ti empo determinando dónde se encuentran el presente, el pasado y el futuro .

2. El gu ia le pide al explorador que cierre los ojos y que imagine que se eleva rlotando sobre sr mismo o en un hel icóptero, y que desde alll describa la línea de su vida desde su nacimiento hasta el presente. Cuando la haya vi sto hága le las siguientes preguntas : ¿Cómo es el recorrido?. . ¿De dónde viene y hacia dónde va? ... ¿Hay in terrupciones, puntos oscu­rns, partes más estrechas o amplias

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que el resto? .. (Algunas otras ca racterísticas? .. Ahora pídale que le diga cuáles son las princi­pales submodalidades.

3. Ahora pfdale que, utilizando sub­modalidades, haga ras modifica­ciones que desee en su Hnea del tiempo con el objelivo de hacerl a más congruente, brillante y homo­génea. Pídale que le vaya descri­biendo verbalmen te lo que hace y que continúe efectuando los cam­bios hasta que «se sienta _ satisfe­cho. En ese momento abre los o jos y se hacen comentarios.

4. El gura pide al explorador que entre en la línea del tiempo, aso­ciado al presen te y mi rando al futu ro, y que describa las caracte­rísticas de la línea del tiempo hacia el fut uro: En qué dirección está, si es corta o larga, ancha o estrecha, nítida o borrosa, si es una rrnea única o tiene ramifi ca­ciones, etc .

5. El guía dice: "Com ienza a ensayar unil serie de modos diferentes de ver tu futuro para poder descubrir cuál es el mejor pa ra ti _. «Cilmbia una característica cada vez, por ejemplo. el tamaño, y ve prestando atención a las señales de congruencia o incongruencia que se pueden ir presentando. n

El gura ayuda 01 explorador a rea­li zar esta investi gac ión, comen­tando el efecto de los cambios que va rea lizando y recordándole los deta lles que Comentó al princi­pio del ejercicio.

11 6

6. Cuando el explorador haya encontrado la linea del tiempo hacia el futuro que más le agrade el gura le dice: _Ahora ponle las submodalidades que desees para hacerla más atracti va. Puedes ponerl e más bri ­llo, variar el color, tamarlO o gro­sor, hacerl ;¡ trid imensional, poner­le sonidos agradables, sensa· ciones cálidas, añadi rle punlos de luz, etc. Aplica todo aquello que haga más atract iva la linea de tu vida hacia el fu turo • . El guí¡¡ colabor¡¡ mencionando submodalidades.

7. Cuando el exp lorador haya termi ­nado de experimen tar y se sienta sa tisfecho con los cambios reali­zados dfgale: «Da un paso hacia el fu turo e ima­gina que pasas un día allí. _ Des­pués de un momento le pregunta : «¿Este nuevo fut uro le permite ser la persona que deseas?_ Si el explorador no se siente del todo sil ti sfecho prda le que regrese al lug;¡ r del presen te, que vuelva a hacer las modifi cac iones que desee y que compruebe después el efecto de los cambios.

8. Cuando el explorador esté total­mente satisfecho con Sll línea de la vida hacia el futuro, si túelo en el presente y digale: "Ahora cami n('l hasta ell ugil r en el que Vil S a alcanztlr el objet ivo que te hils propuesto l • . Una vez que haya llegado allí dfgale: «M ira todo lo que ves en tu vida ahora que has ;¡Icanzado este objetivo .. . Escucha lo que escu-

chas y date cuenta de lo que pien­sas y te dices a ti mismo ... Regis· tra lo que sientes al lograr el obje­tivo ... Ahora recupera tu estado de logro, dispara tus anclajes y sien te que lo has alcanzadon.

9. Cuando h;¡ya completado lo ante­rior drgale: «Ahora da un paseo libre por tu futuro observando todas las re­percusiones que tendrá en tu vi­da el h;¡ber alcanzado ese obje­tivo _.

10. Cuando lo hily<1 hecho prdale qlrc vuelva al presen te, se hilcen comentari os y después se inter­cambian los papeles.

Si recuerda lo que mencionába­mos en el capítulo 5, cuando hablábamos sobre el cambio generativo, el ser humano tiene la facultad de generar opciones en su interior y crear nuevas alterna­tivas para su experiencia . Esto es lo que usted ha hecho en el ejer· cic io anterior. De una forma sim­bólica ha res ignificado su vida hacia el pasado y, de la misma forma, ha abierto nuevas opcio­nes hacia el futuro.

También ha podido comprobar Cómo tocl as las técnicas de la Programación Neurolingüfslica que hemos descrito en este libro pueden agruparse de manera armónica para faci l ita rnos el logro de nuestros objelivos y los

11 7

cambios que cada persona desee. Indudablemente existen muchas más técnicas dentro de la PNL, pero es más diffc iltrasm itirlas por escrito. Siempre es conveniente aprenderl as personalmente y diri­gidas por un instructor experi ­mentado.

Como broche fi nal de este libro vamos a real izar una práctica con la que pueden anu larse los mie­dos y traumas que podamos arrastrar desde nues tro pasado. Este trabajo es también muy efi­caz para anular las respuestas f6bicas y es una de las técn icas que más ha ayudado a hacer famosa a la Programación Neu­rolingüística, pues en manos de una persona experi mentada la mayorfa de las respuestas fóbicas desaparece en una so la ses ión de trabajo.

Cómo superar historias traumáticas, miedos y fobias

Muchas personas viven lamentán­dose por cosas que les sucedieron en el pasado y asf el presente se les escurre como agua entre los declos. Ésta es una conduela inha­bil itante muchas veces, pero lo peor es que quedamos anclados en las situaciones traumáticas y las fortalecernos permanentemente.

Éste es un problema que parece no tener solución, puesto que la

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c",r;wo Ikll% rro v."",,,~. ___ _

historia existió y al afectar ni pre­sente también condiciona el fu tu ­ro. Sin embargo, IOdos hemos pasado por situaciones d ifíciles que no nos causaron tan tos pro­b lemas. ¿Cuál será la diferencia entre ambas? ¿U na fue más difíci l que la o lra? Es posib le. Si n embargo, lo que frecuentemente sucede es que, si estamos capaci­tados para enfren tar una situa­ción difícil y esta es só lo una prueba más, no se constilUye en trauma.

Por ejempl o, si un ser humano normal se enfrenta a un experto karnteca en un desafío, segura­mente saldrá bastante - por ser positivo- maltrecho. Pero si am­bos contendientes han sido pre­parados conven ientemente, el encuentro puede transformarse en un buen espectáculo en el que los participantes ponen a prueba sus habil idades. En todo caso, si la preparación es des igual, de todos modos el mas débil tiene recursos básicos para afron tar la situación.

Aprovechando los aprendizajes de todos los ejerc icios an teriores podemos trabajar las fobias, miedos y situaciones traumáti cas. Pode­mos cambi ar la CiHga emoc ional de la vivencia del pasado, con lo que mod ifica remos la forma. en que viv imos en el presente y obten­dremos una repercusión hacia el futuro.

El ejercicio que sigue a con­tinuación constituye una técnica

muy poderosa p;u a mod ificar nuestra vida . Recomendamos tener especial cuidado con las observa­ciones que haremos a continua­ción:

• El guía debe acompasar cons­tantemente al explorador (capí­tulo 3),

• El guía debe actuar en for­ma congru ente duran te lodo el ejerc icio. Es dec ir, ac luar creyendo que el traba ja va a func ionar. Cualquier in con ~ grl lencia de su parte será C<1 p­lada por el exp lorador y d ifi ­cultará el logro del objelivo propuesto .

""

• El exp lorador deberá responder el cuestionario para el logro de objetivos di rigido al logro que desea alcanzar con este ejerci­CIO.

• El guía debe ser muy cuid .. doso con la instalación de los ancla­jes que se mencionan en el ejer­CICIO.

• Lea primero atentamente las instrucc iones. Asegúrese de com­prender bien los cambios de foto en blanco y negro a diapo­si ti va en co lores y posterior­mente <l pelfcul <1 en co lores.

Ejercicio 47 Técnica resumida para miedos, traumas y fobias

Para dos persona s: guía y explorador.

'l. El explorador elige la situación sobre la que quiere trabajar y esta­blece la serla l que le hará al guía cada vez que haya rea lizado lo que le dice y el lugar donde se efectua­rán el anclaje de recursos y el de seguridad. A cont inuación se hace el cuest io­nario para el logro de objet ivos.

2. El guía va a efectuar un ancla je kinestésico de un estado de seguri­dad. Puede ser un toque en una m<:lno o en un hombro, por ejem­plo . El exp lorador revive y se asocin con varias experiencias en las que se sint ió seguro y protegido micnl ras el gura realiZi1 un ap ilamiento de anclajes. Si en algún momento del ejerCicio el explorador se muestra nervioso , con miedo o ansiedad, el gula acti~ va el anclaje de seguridad. Si el estado emociona l es intenso, es conveniente que interrumpa el ejer­cicio, pudiendo reanudarlo cuando el explorador se haya ca lmado o bien en otra oportunidad.

3. Dice el gula : ~Ahora cierra los ojos e imagínate sentado en un cine. En la pantal la puedes ver lInn (oto de ti mismo en bl<1fJCo y /legro un instar'­te antes de tener el confl icto». El guía espera la señal de que lo ha realizado.

4. «Ahora flota fuera de tu cuerpo hasta llegar a la cab ina de proyec­ción del cine. Desde i.1 l1 r puedes ver la foto en la p¡lIltn lla y a ti mismo ser,tado en una butaca del cine • . Esperar la señal.

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5 . • Tú sigues estando en 1 .. e b' d '. • a rna e proyeccrón vréndote a t,' , mrsmo ~"tado en una bUlaca y, al mismo trempo, la pantalla donde está tu folo. Ahora conviertes la foto de la panlalla en una pe/{cula en blanco y negro. Mira esa pelreula desde la cabina de proyección del c ine, desde el principio hasta unos momentos después del final de la experiencia desagradable, cuando ya todo vuelve a eslar bien .• Espe­ra r la señal.

6. «Ahora, en esta últ ima imagen, cuando ya esté todo bien, transfór­mal<J en una diapositiva en cofo­res.n Esperar la señnl. .Salta den tro de la di<Jpos itiva y proyecta una pe/{c(Jf,1 en cofores que se rebobina desde el final haslt1 el principio. Toda la gente va a caminar hacia atrás, lo que se d ice no se entiende porque se habla al revés ... , todo va a suceder al revés, como cuando se rebobina una pell­cula ... y lú eslás denlro de ella. Haz lo en un par de segundos y cuando termines abre los ojos .• Esperar a que abra los ojos. Se distrae al explorador unos ins­tantes y se hacen comentarios de cómo ha vivido la experienci a. Luego dice el guía: ~ Vue lve a cerrar los ojos y a coloca rte nuevamente en In cabina de proyección miran­do nuevamente la diaposi tiva de l final de la pe lfcula~. Esperar la serla l. «Ahora vue lve a sa ltar dentro de la diapositiva y pasa la pe lrcula al revés más rápido que an tes, y al fina liZilr abre los ojos .• O tra vez se le distrae un momento y se vuelve a

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C"51.wO Ik,rolorro V,ll1éJ

repetir el proceso diciendo el gura: . Pasa nuevamente la película al revés, todavra más rápido Y al fina­lizar abre los ojos • .

7. Ahora averiguar qué recursos nece­sita el explorador para estar más seguro de su ~lueva condu~ta y crear un <1pi!;lnl lenIO de anclajes.

8. Veri ficar el resultado haciendo que piense en la si tu ac ión que an tes le prooucfa el problema. Si fuera nece­sario se pueden api lar más recursos.

9. Ahora pida al exp lorador que pien ­se (asociado) en una situac ión del futuro en la que puede volver a repetirse una experiencia similar a la que estuvo traba jando. El guía cal ibra la respuesta neurofi sio lógi­ca y, si fuera necesario, se pueden apilar más recursos.

Muy bien, les felicito a ambos: Al gufa por haber ayudado a un ser humano a l ibrarse de una pesada carga del pasado y al explorador porque, a parti r de ahora, puede disfrutar un poco más de la vida.

Este l ibro termina aquf, pero si he sabido trasm iti rl e el carácter práctico de las técnicas de la Pro­gramación Neuroli ngüís ti ca, se-

guramente su relación con ella seguirá durante mucho tiempo. l a aventura del descubrimiento de sus propias capacidades tiene en estas técnicas un mapa claramen­te cartografiado para ayudarle a descubrir sus propios tesoros.

Le sugiero que vuelva a leer este libro y descubrirá nuevos y apasionantes detalles que antes le pasaron desapercibidos. Recuerde que el objetivo del aprendizaje es llegar a la competencia incons­c iente, cuando ya tiene el conoci­miento incorporado, y esto se logra fundamentalmente a través de la prácti ca .

Ahora tiene más opciones para mejorar sus relac iones personales, comprenderse mejor a sí mismo y a los demás, so lucionar proble­mas del pasado, desarrollar capa­cidades no aprovechadas y dise­ñar su futuro con un enfoque ecológico. Todo está en sus ma­nos, la Programación Neurolin­güísti ca le brinda las herramientas y a usted le corresponde util izar­las. Recuerde:

120

«Usted es el arqu itecto de su propio destino.))

CONCLUSIÓN

Cumplidos ya los objetivos que nos habíamos propuesto para este l ibro, que deseábamos fuera emi­nentemente práctico, y ahora que uSled ha experimentado el poder de sus técnicas, podrá compren­der mejor por qué se dice que la Programación Neurolingüísti ca representa un nuevo paradigma del aprendizaje y la comunica­ción.

Sus campos de aplicac ión son amplios, porque al dedica rse a comprender la experiencia subje­tiva puede ap licarse en cua lquier Jctividad humana. Desde su apa­ric ión se han creado más de 40

121

modelos de excelencia humana con aplicaciones en los negocios, los deportes, la terapia, la forma­ción, la educación, la medicina y otras áreas.

La compatibilidad de la PNL con cualquier olro sistema de (or­mación, terapéutico y de desarro­llo personal ha hecho que:

• Se util icen sus modelos en las empresas más importantes del mundo;

• Muchos deport istas de alto ren­dimiento uti licen sus técnicas;

• Ha revo lucionado el mundo de la publicidad y la in formación;

Page 62: Programación Neurolinguística. Desarrollo Personal

• Se eliminan muchos problemas de aprendizaje en IJ educación;

• Se aceleran los procesos tera­péuticos psico-físicos, y

• Se ha incorporado a los mejo­res sistemas de desarrollo per­sona l.

Como dice RichJrd Band ler, uno de los creadores de la PNl « .. . creo que es apropiado descri­bi r la PNl como un proceso edu­cat ivo. Básicamente desarroll a­mos maneras de enseña r a la gente a usar su propia cabeza» .

Si usted qu iere segu ir apren­d iend o a usar su prop ia ca be­za con la PNl es conveniente que participe en algún seminari o di ctad o por algún in stru ctor autorizado por sus fundadores y convenientemente preparado pa­ra guiarle en esa aventura de des­cubrimiento persona l. Ya existen institutos autorizados en todo el mundo que o torgan dip lomas reconocidos internacionalmente en los dos niveles de formación que tiene la PNl :

_ El Pract itioner, donde se apren­den las técnicas básicas de la PNl, algu nas de las cua les están incluidas en este li bro. Norma lmente, en este nivel también se expl ican aplicac io­nes a lodas las áreas mencio­nadas.

- El Master-Practitioner, donde se perfeccionan las habi I ida-

des adquiridas en el Practitio­ner para llegar a la «maestría personal». Este nivel ensancha y desarroll a los campos de in tervenc ión y permite una profunda experiencia perso­nal en el conocimiento de uno mIsmo.

l a part icipación en estos cursos tiene siempre dos vertien tes: la del «creci miento personal» y la de «desarro l lo profes ional», pues-10 que al pasa r por las experi en­cias de aprend izaje se produce un mayor conocim iento de uno mismo y el desa rrol lo de capaci­dades desaprovechadas o ignora­das. A l mi smo tiempo vamos com prendiendo cómo ap l icar estas técn icas en nuestra actividad cotidiana y se nos abren nue­vas perspectivas que pueden ayu­darnos, muchas veces, a cambiar de profes ión para ejercer aIra actividad que esté más acorde con nuestro propio proceso evo­lu tivo.

Por último, le invi to a que com­parta la información y experien­cias que cont iene este libro con otras personas. Se lo sugiero por dos motivos. El primero es que, al intentar trasm it ir a otros lo apren­dido, tendrá opo rtun idad de adarar par<l sí mismo muchos concept os y hará emerger del inconsciente una gr<l ll ca ntidad de dalaS que ahora no están dis­ponibles para usted. Y el segundO

122

motivo es que, con estas técnicas, podrá ayudar a mucha gente. Todos somos y podemos ejercer de terapeutas. Ayudar a otros a curarse y a mejorar sus vidas es una de las dedicaciones más her­mosas que puede ejercer un ser humano. Nuestro deseo fina l es que a tra­vés de estas páginas usted haya

123

podido comproba r cómo I P . a ro-gramaclón Neurol ingüística cum­p!e c~n aquella frase de Albert ~lI1slem con la que se encabeza la Introducción a este libro:

«Todo debe hacerse lo más senci llo posible, pero

no más simple.,.

Page 63: Programación Neurolinguística. Desarrollo Personal

ORGANIZACIONES DE PNL -EN ESPANA

Para mayor información sobre la Programación Neurolingüística en España, puede dirigirse a la Secretarfa de la Asoc iación Española de Programación Neurolingüfslica (AE.P.N.l. ). Tfno.: (9 11 359 98 98 Fax: (91) 350 10 45

Institutos reconocidos por la Asociación que pueden dar asesoramiento y formación en Programación Neurolingüística :

• Instiful Gesta l! Calabria, 103 (ppal. 2.' ) 08015 Barcelona.

• Insti tuto de Programación Neurolingüíst ica Santa Isa bel, 2 (4.11 Izqda.) 30004 Murcia.

• Instituto Potencia l Humano - Bertolotto y Asociados Colombia, 40 (1.' Al 280 16 Madrid.

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ÍNDICE DE EJERCICIOS

Ejerc icio Ejercic io Ejerc ic io Ejerc ic io Ejercicio Ejerc icio Ejercicio Ejerc icio Ejercicio Ejercicio Ejercic io Ejercicio Ejercicio Ejercicio Ejerc icio Ejerc icio Ejerc icio Ejercic io Ejerc ic iO Ejerc ic io Ejerc icio Ejerc icio Ejerc icio Ejerc icio Ejerc ic io Ejerc ic io Ejercic io

1: Emociones y aprendizaje ............... .... .... ... ........ .... .. . 2: Cómo fac ilitar cua lquier aprendizaje .. .. ... .... .. ......... . 3 C' l ' d , : ¿ omo l iZO para apren er. .................... ...... .. ..... .. .. 4 : Explorac ióll v isual ............................ .. ....... ..... ... .. .. . . 5: Explorac ión de los sistemas representac ionales ... .. .. 6: Descubrir predicados ........................... ................. . . 7: Predicados: reinventar y traduc ir ......... ............ ....... . 8: Mejorar la comunicación habitual .. ........ ........ ....... .. 9: Detectar los accesos oculares ........ .... ...... ....... ........ .

10: Cómo comunicarse mejor con un grupo .... ..... ....... . 11 : El punto ciego ....................................................... .. 12: Inducción de un estado de concentrac ión ............. .. 13: Aprendiendo a calibrar ........................................... . 14 : llevar el compás con la voz ................................. . 15: A través del espejo ............................................... .. 16: Establecer rapport y liderar ................................... . 17: Metamodelo del lenguaje ......................... ......... .. .. . 18: Autoapl icación del metamodelo del lenguaje ...... . 19: Trabajar m i objet ivo ................... .... ........... ... ....... .. 20: Logro de metas ............................... .... ................. . 2 1: Investigación de nuestros recuerdos ......... .. .. ........ · 22: La montaña ru sa ............. .. ..... ............... .. .......... ... . 23: Experimentar la asociac ión/d isociación ........... ... .. 24: Submodal idades vi sua les ............... .. ... .... ·· ···· ···· ······ 25: Submodalidades auditivas ............... ..... .. .. ........... . 26: Submoda lidades kinestésicas ................. ..... .. ...... .. 27 : Recupera r el «estado de logro» .............. · .. · ...... · .. ..

125

12 13 15 la 20 22 24 24 27 32 35 36 37 39 40 42 47 47 50 52 55 58 59 60 60 61 62

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c",¡.wo Berlolorro ~'"",II~,,--____ _

Ejercic io 28 : Ejercicio 29 : Ejercic io 30: Ejercic io 31 : Ejercic io 32 : Ejercic io 33 : Ejercic io 34 : Ejercicio 35 : Ejercicio 36: Ejercicio 37 : Ejerc icio 38 : Ejerci ciO 39 : Ejercic io 40: Ejercicio 41 : Ejercic io 42 : Ejercicio 43 : Ejercicio 44: Ejercic io 45 : Ejercic io 46: Ejercicio 4 7:

Generador de nuevOS comportam ientos. .. .. ..... .. .. .. 64 Experimentar posiciones percept ivas... .. .... .. ..... .. ... 68 Solución de conflictos con otras personas...... .. ... .. 71 Encontrar la in tención positiva en un confl ic to ..... 74 Integración de partes .. ....... ...... ... ..... .. .. ...... .. ......... 76 Reorganizar mi fami lia interior .......... .. ................. 78 Aprender a crear anclajes ......... .. .. ........ ...... .......... 82 Apilamiento de anclajes .. ...... ........... .. ............ .... .. 84 Colapso de anclajes. ....... ...................................... 85 Encadenam iento de anclajes.. ...... .. .. .. .. .. ..... .... ... ... 87 El «sw ishll (cambio de hábitos) ... .... .......... .. ... .. ..... 89 Reencuadre en se is pasos ... .. .. .. ......... ... .. ... ........ .. . 91 Determinación de creencias c laves.... ... ... .. .... ....... 99 Formación de creencias y va lores ..... .. .................. 101 Acla rar obstácu los e impedi mentos ............. .. ....... 102 lerarqufa de va lores en la relac ión de pareja ........ 103 Aprender a di fe renciar el tiempo interno ...... ...... .. 109 Cómo instalar una nueva creenc ia o va lo r ........ .. .. 11 3 Diseñar el futuro .. ........ .... ..... ... ... ........... ...... ......... 11 5 Técnica resum ida pa ra miedos, traumas y fobias .. 11 8

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I

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ESTA ED ICiÓ N DE] 000 UEMPLi\ I{[\S SE TE I~MINÓ DE ¡r ... 1Pll IMIR EL 20 DE MAVO DE 1997 EN LOS

'1 ALLERES DE ¡r ... 1P I{ F.sO I ~I\ PUB UMEX. SA DE c.v. C/I,I.ZI\DA SAN LO I~ENZO 279. LOCAL 32.

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