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Cantos de A1120r y Esperanza

********* CANTOS DE AMOR Y ESPERANZA

°1 0 SAP 0 S TO L E S "

Frisly Escobar Gomez

Quetzaltenango, Guatemala C A

**********

Cantos de Arnor y Esperanza

Esta publicaci6n ha sido financiada par las Facultades de Quetzaltenango de la Universidad Rafael Landfvar.

14 avenida 0-43, zona 3, Quetzaltenango Tels: 763-1707, 761-6176

Disefio de portada: Rinna Mejia diagramaci6n: Grafika' s Cel.: 512 8322

Impreso en ARTEC Tel.: 2562419

Primera Edici6n 1,000 ejemplares

PROHIBIDA SU VENIA

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Cantos de Amor y Esperanza

PRÓLOGO

Para mi es un privilegio en mi calidad de Director General de las Facultades de Quetzaltenango de la Universidad Rafael Landívar, hacer la introducción de los Cantos de Amor y Esperanza: "Los Apóstoles", escritos por mi amigo y catedrático de esta casa de estudios el Lie. Frisly Escobar Gómez.

La vida de don Frisly como cariñosamente lo llamamos los que nos consideramos sus amigos, camina con la permanente esperanza de que mujeres y hombres podamos vivir bajo principios solidarios y premisas que sólo con el hecho de hablar con don Frisly nos damos cuenta que están allí.

Los Apóstoles a que se refiere el autor en esta obra, son seres extraordinarios que han sido ejemplo de vida en los últimos siglos. Cada uno de ellos ha dejado huella en el autor. Las obras de estos "Apóstoles" tiene que ver con un modo de vida al servicio de su prójimo, con un sacrificio personal, con solidaridad a los que más sufren, con una misión que Dios les dio para su paso por la vida.

Algunos de ellos son personajes que usted conoce, pero la mayoría de ellos trabajaron en el anonimato y, es don Frisly Escobar que se los está presentando.

Leyendo éstos Cantos de Amor, nos vamos a dar cuenta de la grandeza que en cada uno de ellos existió. Cada Canto nos presenta un modo diferente de vida de cada "Apóstol", que a la larga nos servirá para reflexionar sobre nuestra propia existencia y de lo que con ella estamos haciendo para ayudar a nuestros hermanos.

Cantos de Amor y Esperanza

Las injusticias de la vida, el hambre, la miseria, la desesperanza son elementos que nos acompañan día a día. Algunos de nosotros somos más sensibles que otros en cuanto a los mismos. Seguramente, usted tiene algo que comer, tiene salud, tiene un techo donde vivir. Que la lectura en homenaje a estos "Apóstoles", sea un motivo para sensibilizarnos con los que más sufren en este mundo.

Don Frisly Escobar, ha tenido la paciencia para investigar algo más de cada uno de estos apóstoles y tiene el don para presentárselos a usted amigo lector.

Por eso, las Facultades de Quetzaltenango de la Universidad Rafael Landivar a través mío, presenta a usted esta obra con la esperanza de que sea una invitación a fortalecer sus principios y a ser solidarios con los demás.

Quetzaltenango, enero del 2002.

Dr. Luis Felipe Polo Calvez

Director General

Cantos de Amor y Esperanza

Cantos de Amor y Esperanza

Cantos de Amor y Esperanza

(Introito)

El pueblo es un vagón de incertidumbre,

la palma de la mano está cerrada, la

ambición sustituye a la plegaria;

el corazón limita sus ángulos sensibles,

hay hambre, dolor y desventura.

El mendigo rebota en los portones,

en el campo la tierra se reduce,

hay mucha para pocos, y a la inversa;

la desnutrición y el paludismo acampan

en el seno de la casa apretujada por

el puño opresor de la injusticia.

Pero en el áspero palpitar del mundo,

los Apóstoles encienden una lámpara,

una oración, una voz, una palabra:

vienen regando la simiente,

llegan redimiendo al hombre.

Cantos de Amor y Esperanza

(Albert Schweitzer)

Alberto Schweitzer Señor!

sembrador de luz en Lambarene,

descubridor de llagas putrefactas,

purulentas, malolientes, en los

Jantasmas" leprosos africanos.

Herr Alberto Misionero, verbo

encendido de Gracia y de vida, de

renovación, resucitando harapos,

reparador de la carne, que se

iba cayendo a pausas...

Huesos rojos al sol africano,

epidermis carcomida,

labios partidos, sangrantes,

caras deformes, ojos hundidos,

ojos saltados, perdidos...

cuerpos-gusanos, arrastrándose

desde la maleza hasta la cueva,

jungla temblando de asombro,

cubil de desperdicios humanos,

sin Dios, sin esperanza,

fésin aliento, sin consistencia.

Tenebrosa colonia de muertos

viviendo por no poder morir.

Cantos de Amor y Esperanza

Por los caminos torcidos,

ásperas sendas de indolencia,

negros mutilados por la lepra,

cojeando, cayendo, implorando.

Alberto Schweitzer, Caballero!

apóstol del lejano lazareto,

¿cómo pudieron tus manos

tocar las llagas y sanarlas?

tus manos que antes en tu tierra,

en tu Alemania inolvidable,

solo palparon elogios y riquezas,

y fueron intérpretes sublimes

de las místicas Fugas de Bach!

¿Será que Dios te dio un mandamiento,

y aprendiste a amar sin egoismos?

te amaron los negros miserables,

te llamaron Padre y Redentor;

y cuando reunidos comulgando

en la tosca y cálida capilla,

escucharon el órgano profundo,

lanzado más allá de la quebrada,

de la cascada, del río y la montaña,

supieron, -meditando- que tu eras

el Pastor de las manos bendecidas.

Cantos de Amor y Esperanza

Por ello, Alberto generoso,

cantaron contigo en la alborada,

en el tibio amanecer de junio, en el

atardecer que muere de nostalgia;

y unieron sus manos descarnadas

para elevarlas al cielo, en una plegaria

sin palabras.

Por eso siguen llorando,

porque en una tarde te fuiste,

y no hubo música de órgano;

Bach enmudeció en la partitura,

y solo un coro de llanto intermitente,

negro, selvático,espesamente amargo

selló tu ataúd y tu agonía.

Sin embargo, ahora y para siempre,

tus huesos, tus ojos y tus manos,

son semilla de amor en Lambarene;

y en la hora en que el sol desaparece,

un canto distribuye entre las ramas

la plegaria de amor de los leprosos

la oración de amor que difundiste

con la savia inmortal de tu humanismo.

Y quedarás ahí... como

tierra sedentaria:

Cantos de Amor y Esperanza

alimentando el pasto,

la flor y el agua.

Un día serás árbol y montaña,

te besarán las estrellas en los ojos,

y tu verbo volará por las galaxias

para encender una plegaria en

la luz inmortal de los luceros...!!

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Cantos de Amor y Esperanza

( .. .)

La humanidad se desploma

en cada niño sin techo,

en la Madre que reclama

el retorno de sus hijos;

en el Anciano que vaga

por la calle sin final.

En la angustia que cercena

la faz de los olvidados;

en la tristeza infinita

de los niños de la calle.

En la mirada perdida de

una muchacha asomada

a la luz de una vitrina,

del pobre pidiendo un pan,

ante una puerta cerrada,

en el enfermo que ruega

por un poco de piedad.

Cantos de Amor y Esperanza

(Padre Damián)

Allá también en Molokai, el

coral de la isla es un cuchillo

que abre las llagas infectadas.

Seres humanos grotescos,

parálisis y atrofias musculares,

invasión nerviosa asimétrica

minando los cuerpos bamboleantes;

la lepra es un látigo que perfora,

que ulcera y que gangrena!

Un Cura de sotana desgastada,

pisa la playa de la isla prohibida;

se hace hermano de la angustia,

comparte la plegaria y la esperanza.

Se hace faro cósmico, horizonte,

y comulga en el mismo plato,

en la misma copa, en el hueco de la mano.

Habla de un Cristo que es entrega,

testimonio convertido en alimento,

en agua pura, en medicamento,

en pomada que tapona las heridas.

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Cantos de Amor y Esperanza

Le dice a los enfermos: „ mis hermanos"

solidario en la alegría y la nostalgia,

su voz es plegaria que se palpa,

es bendito alimento que levanta;

Cirineo con mil cruces en la espalda,

Misionero de esperanzas renovadas.

¡Padre Damián, santas manos de miel!

mensaje iluminado, silente testimonio,

catecismo de perfiles inmortales,

espontánea expresión de vida,

trazo que denuncia la ignominia,

reflejo de amor que no se apaga.

Tú si supiste de la gloria, de

compartir la herida lacerante, la

ulcerada piel que se desgarra.

Supiste de la fiebre que atormenta,

que deshidrata y enloquece.

cargaste la cruz de las lesiones

hasta que la muerte fue piadosa

y soltó tus once años de cadenas.

Cantos de Amor y Esperanza

Pero estás en Molokai como una ola,

como el coral, como el árbol milenario;

y en las noches apretadas de silencio,

caminas por las sendas bifurcadas

de tu burdo pero amado lazareto.

Estás ahí, como mística palmera,

y se escucha tu voz y tu palabra,

y en la rústica y borrosa tumba

que fundió tus huesos y tu anhelo,

nace una flor que se despeina

con el húmedo beso de las olas;

para mostrar que tu sangre está vigente

y que naces en cada primavera,

como un nuevo abecedario,

como una vela, como la escarcha,

como la rama que se mece, con el

soplo horizontal del viento.

Y tu mensaje es como un pañuelo

surcando todos los espacios,

para prenderse finalmente,

en la cumbre inmortal del infinito,

donde Dios secará tus lágrimas.

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Cantos de Amor y Esperanza

( .. .) Entre tanto el mundo se revuelve, sentado al borde del abismo. La

libertad es un vocablo intrascendente, la Democracia un burdo espejismo;

la Caridad perdió la luz de sus ejemplos - es mejor el negocio de la guerra -

donde el odio desenfunda su revancha, y la bestia apocalíptica se arrastra, aplastando la bondad y la ternura.

Cantos de Amor y Esperanza

(Hermán Gmeiner)

Hermán Gmeiner, tu armónica sonrisa

se regó por el mundo de los niños,

se hizo techo, pan y certidumbre,

se hizo Caridad y Bienvenida.

Se difundió por todos los senderos,

con un soplo que perfuma y acaricia.

Palpó los semblantes temerosos, los

harapos, el hambre, el abandono,

las sucias y palúdicas mejillas, el

dintel donde el cansancio se desploma.

Llegaste Mensajero, hasta la orilla de

la angustia que atenaza las entrañas,

el estómago vacío, convulso,

el cuchillo vertical de inanición

que en las noches invernales prolongadas,

de la calle desolada por la lluvia

despiadado y falaz hunde su punta.

Llegaste con un nuevo escapulario, y

los niños te llamaron Padre Nuestro;

abriste la puerta de tu aldea,

y rodeado del calor de los pequeños,

pensaste que el amor es trascendente,

que no solo es de Dios, sino es El mismo.

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Cantos de Amor y Esperanza

Un día les hablaste de la guerra,

del horror que desatan los cañones,

de los huérfanos que vagan sin consuelo,

de las viudas agobiadas por el llanto,

de la oscura guadaña de la muerte,

cercenando las ciudades y los campos.

Un día también, tu mano fértil,

comenzó a juntar menudas manos, a

formar un ovillo interminable,

que inundó al mundo de sonrisas,

que se bizo plegaria colectiva,

candil perdurable de esperanza.

Y en la hora en que el sueño se difunde,

en la hora sutil de la plegaria,

los pequeños conocieron de tu muerte;

un candado apretado de nostalgia

ocluyó brutalmente las gargantas

y soltó las compuertas de su llanto.

Cada lágrima espontánea y pmlongada,

convertida en lamento y en suspiro,

convertida en gardenia y en latido,

coronó el universo de amargura,

elevó tu patrístico cariño

y grabó para siempre tu ternura.

Cantos de Amor y Esperanza

Ahora yaces, generoso ciudadano, en

la austríaca mansión de tus abuelos,

en los cerros nevados de Los Alpes; y

allá en Viena un coro de pequeños

rememora con sus voces infantiles, la

actitud solidaria de tu alma.

Mi parcela está sembrada de pesares,

un niño deambula sin destino, pues

la guerra fertiliza la agonía,

y tú, generoso misionero,

no volverás con tu mirada,

tu nariz larga, tus ojos azules paternales,

a inaugurar el portón de la esperanza.

Pero estás imborrable y perpetuado,

en el canto y en las piamos de las manos,

en las voces de los niños que te aclaman,

en la flor que se despeina en la mañana,

en el trigo, en el maíz, en los frutales,

en la escarcha que resbala de los pinos.

Estás aquí, bondadoso y noble hermano,

¡inmortal, universal, inolvidable!

en la magia de tu místico mensaje,

racional concordancia que vincula

el amor y la paz, -para que seas...

un Apóstol caminando bacía los cielos...!

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Cantos de Amor y Esperanza

( ... .)

Mientras tanto en la ciudad,

en la hacienda, en el palacio,

la gente se diluye y brinda,

y dice que ama a Dios

y a la Patria.,.

Se pregona la Paz

con los dientes apretados;

y en las plazas atiborradas

de muchedumbres sin destino,

los falsos líderes desparraman

su vacía y gastada retórica.

Algunos poderosos arrojan monedas

con un terrible escozor en las manos;

y los pobres se van de regreso

con los hombros encogidos,

creyendo que el Pan Nuestro

' caerá mañana del cielo...!

Cantos de Amor y Esperanza

(Sor Josefina Dávila)

Noble Madre caminando sin descanso en la apática vertiente de la calle, en

la mano extendida que se humilla, en la frase suplicante que se empaña.

Como un copo de luz que se arrodilla fue tu verbo Josefina, una campana,-

una voz atribulada que rogaba: ,,un mendrugo depanpara un hermano'

Silenciosa bajo el sol Sor Josefina, bajo el áspero gotear de los tejados, frente al nulo latigazo de la ofensa, colectando el frijol de los ancianos.

Madre Santa nutrida de oraciones, categórica lección, múltiple hostia, dadivosa misionera de la Gracia,

venerada aparición de la Esperanza.

Yo te vi pasar con tu canasta, vacía, pero siempre solidaria.

Vi tu sed y la angustia de tus ojos, la penosa expresión de tu cansancio.

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Cantos de Amor y Esperanza

Yo te vi pasar como una aurora

donde nace la bondad y la ternura,

y escuché la congoja de tu llanto

en el ángulo oscuro de tu asilo.

El asfalto fue tu ruta cotidiana,

tres palabras tu súplica serena,

las ampollas en tus pies encallecidos

la profunda señal de tu jornada.

Pero fuiste inagotable peregrina en

la senda de Teresa de Calcuta,

en la huella de Jesús El Nazareno,

en la luz del Señor, Sor Josefina.

Fuiste mansedumbre que ilumina,

cadenciosa humildad en cada frase,

venerada imagen limosneando,

por los viejos, Josefina.

La vida fue doblando tu energía,

tu vozsehizodébil, inaudible,

tu cabello se empapó de escarcha,

y el tiempo suturó tus manos.

Tu voluntad mantuvo su hidalguía,

tus ojos piadosos e inefables,

siguieron mirando a las estrellas,

y tufé se hizo pedestal inconmovible.

Cantos de Amor y Esperanza

Un día te marchaste sin adioses,

otra senda bifurcó tus pasos;

nadie prodigó una despedida,

nadie liberó un suspiro.

Pero allá en el Asilo los Ancianos

con su escaza y anudada retentiva,

rememoran la ternura de una Madre,

que hizo humano el ocaso de sus vidas.

Y en un mundo donde todo se termina,

cuando ya ni se odia ni se alaba,

una veladora se eterniza en

plegaria por ti Sor Josefina,

El recuerdo inmortaliza tu figura

en el viejo ambiente de la casa.

Un cáliz de ternura se levanta

a la hora en que el silencio se encadena

al postrer aliento de un anciano.

Un suspiro colectivo que acompasa

la plegaria que clausura la jornada,

la palabra que se queda apretujada,

los recuerdos lejanos desbordados, el

adiós que se quiebra y se desgaja,

el llanto silencioso de las almas,

la penumbra de la noche milenaria

que absorbe la distancia y las miradas,

a esa hora...en que tañe la campana

el último eslabón del Padre Nuestro,..

i ¡una humilde Mujer se vuelve Santa...!!

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Cantos de Amor y Esperanza

( .. ) En el bullicio del barrio,

la plegaria asoma apenas

su temblorosa virtud; el

sonido amplificado como

virutas de vidrio han

silenciado la voz

de una callada plegaria,

de una oración por la paz.

Cantos de Amor y Esperanza

(Hermano Pedro)

Pedro Hermano, generoso mensajero,

con tu sabia letanía repitiendo:

.acordaos hermanos que un alma tenemos"

con tu voz repicando en el ambiente,

a veces rechazada, intrascendente,

despreciada por los necios que ignoraban

el vigor y la luz de tu palabra.

En las calles retorcidas y empedradas,

resbalaban tus sandalias franciscanas,

y una dulce campanilla desdoblaba,

la elocuente verdad de tu mensaje:

,,unalma tenemos y si la perdemos..."

la sentencia auscultaba las conciencias

y tu cátedra de amor ratificando: ,,y si

la perdemos...no la recobramos..."

Pedro hermano del pobre, que en la angustia

de una noche sin pan y sin sonrisa,

clasifica los míseros centavos

devengados en jornales de injusticia.

Sin embargo tu figura perdurable,

se estampó vigorosa en cada calle,

en las puertas que jamás se doblegaron,

en tu humilde actitud de hombre santo,

en la tierna bendición de tu palabra.

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Cantos de Amor y Esperanza

Te has quedado palpitando por los

siglos, como un faro azul, como una

lámpara;

como eterno difusor de la esperanza,

como un santo, callado, como un verbo,

con la frase inconfundible que florece,

que se hace para siempre perdurable:

^acordaos hermanos... acordaos... *

Cantos de Amor y Esperanza

(Raoul Follerau)

Y tu Raoul Follerau

enseñando que el amor

es la misma Caridad;

que ella no es compasión

sino el querer compartir.

Y cuando tu aseveras:

„ la caridad no es dinero, es un acto de amor,

que te sublima,

que paga tu esfuerzo

y tu renuncia con alegría.

Es una Orden de Dios

reflejo de su eternidad..."

Tú, misionero sin fronteras,

recolectando centavos;

y junto a tu afán generoso

en el ideal de la entrega,

tu esposa Madeleine

con su tierno corazón

siguiendo la ruta larga

de tu jornada de amor.

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Cantos de Amor y Esperanza

Con tu equipaje de sueños

vas por lejanos senderos;

los leprosos besan tus manos

en testimonio de amor,

y tu les cubres el llanto

con tu aliento y tu calor.

Te han llamado Vagabundo

de la Santa Caridad.

Por todos los lazaretos

se oye tu voz y tu canto:

Malí, Martinica, India, Camerún,

Madagascar,

Japón y tantos más..,

supieron de tu piedad.

Pero hay cosas Raoul

que muchos ya no entienden,

son dulces apostolados

fuera del ritmo habitual,

de una sociedad de consumo

que programa y clasifica.

Pero ha quedado la imagen

de tu interior dimensión;

ha quedado como un

halo, como una senda de

amor,

por donde vas caminando

hacia las manos de Dios!

Cantos de Amor y Esperanza

( ...... )

El hombre sigue trazando

vericuetos de amargura.

La pólvora funde el ambiente

con tatuajes de terror.

La ambición: semilla germinando

en las débiles conciencias,

la explotación desmedida,

la fé con sus pálidos gestos.

Solidaridad: un desperdicio

que va pasando de moda,

y que se hunde lentamente

en el cieno del olvido.

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Cantos de Amor y Esperanza

(Madre Teresa de Calcuta)

Como una semilla,

sencillamente,

como el polen,

como el rocío que se desliza,

como el rumor de las ramas,

como se abre el botón de una rosa,

así se abrió tu corazón

y tus manos...

Madre Teresa!

Fuiste por todos los senderos,

palpando las cicatrices y las llagas,

las lágrimas -agua de angustia-las

miradas perdidas en el fondo, la

cerrada oscuridad de las palabras, la

angustia de morirse pronto, la fatal

desesperanza.

Fuiste sin descanso Madre,

encendido faro y pebetero,

luz que nunca titilaba;

y ante la infame apatía,

ante la absurda inconciencia

de la gente que vegeta y se diluye,

que se desparrama sin sentido,

sin nada iluminado en el cerebro.

Ni en la conciencia...

Cantos de Amor y Esperanza

Ante el desbumanizado discurso,

que no habla del espíritu ni del alma,

hallaste las manos descarnadas,

las voces solitarias y apagadas,

el hambre que cruje y se dilata,

el llamado angustioso de los pobres,

el clamor de las barrigas apretadas,

la sed física que amarga y deshidrata,

la soledad que mutila la esperanza.

Entonces tu mano dadivosa,

tocó las frentes afiebradas,

rescató a los niños de la infamia,

de una muerte voraz y despiadada.

El pan nuestro cotidiano tuvo forma,

tuvo sabor y santidad de hostia,

y los pobres supieron dulce Madre

que todavía asomaba una esperanza

en el túnel de la angustia que sofoca,

en medio del olvido que sepulta.

Y el día que el reloj de arena,

cegó tu voz y tus suspiros,

El Señor llegó a tu encuentro,

con una sonrisa generosa y grande.

28 A

28 B

Cantos de Amor y Esperanza

Yante el silencio sepulcral y amargo,

multitudinarios y callados llantos,

fueron coronando tu sepelio

para decirte venerada Madre,

para decirte... que nos has dejado

con una tristeza profunda y lacerante.

Te marchaste así, sencillamente,

-como llegaste un día de tantos-te

marchaste musitando una plegaria,

con tu serenidad incomparable, con

tu faz de gardenia y amapola, para

viajar eternamente, atravesdel

tiempo y la distancia,

con una lámpara de amor entre las manos,

para iluminar allá en el infinito,

tu imagen bendita y perdurable

ante el cósmico altar de Jesucristo!

Cantos de Amor y Esperanza

(Elisa Molina de Stahl)

La vida era un túnel,

una prolongada escalera

sin sonido, sin tacto,

pesadamente oscuro.

Una nebulosa tarde

se encendió una vela blanca,

se abrieron dos manos

como un catecismo.

Entonces los ciegos

y los sordomudos,

hallaron un lenguaje

en los dedos de las manos;

Braille inauguró una aula,

y supieron que el amor

no es una palabra vana,

sino que trasciende muy alto

cuando viene de Dios;

que es como el Pan

solidario, frugal, bendito.

Por tos rincones solitarios

un bastón labró su tacto,

se hizo brújula y mensaje,

se iluminó como una antorcha.

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Cantos de Autor y Esperanza

Ya no fue la plegaria

una frustrada esperanza;

ni tampoco la indolencia

que sepulta las conciencias,

Y en lo más hondo del surco

ella regó la simiente;

y una explosión de gardenias

iluminó los senderos.

Al final de la jornada

se ¡levó entre sus manos, un

rosario de amapolas, la

sonrisa de los niños, la

callada voz del llanto de

los ciegos y los sordos.

Y allá en el infinito

Elisa es una estrella

iluminando la voz,

que pregona que el amor:

es una suave brisa,

sutil, que cae del cielo,

como regalo de Dios.

Cantos de Amor y Esperanza

( ...... )

ios Apóstoles, sin embargo, sobreviven;

su lección espiritual está vigente;

son testimonio de una relación genuina

entre el hombre renacido y Dios.

Mas allá de sus límites subjetivos

están en la huella de la historia,

en la plegaria que navega con el tiempo,

en los labios que musitan esperanzas,

en la esencia de su origen cosmológico.

Los Apóstoles están por encima

de la absurda y vana creencia

de que hemos sido, somos y

seremos algún día libres.

Están arriba de la erizada pelambre

de una sociedad convulsa de frío,

de las élites que se ufanan a diario

de ser las dueñas de la verdad.

Sin embargo, finalmente:

Los Apóstoles no morirán jamás...1.

son la espiga de la comunión,

la espontánea luz del alma,

la soleada vereda del espíritu, el

último gesto solidario,

la hostia de las muchedumbres,

el cósmico paño de las lágrimas,

el Verbo de la Eternidad...!

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