INFORME: PROPIEDAD INTELECTUAL

KEVIN ALEJANDRO ESCOBAR LÓPEZ

UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA

FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS

MEDELLIN

2013

Como propiedad intelectual, podemos hablar de invenciones propias, que pueden

ser de tipo literario, simbólico, artístico, entre otros. Y que, además, se pueden

agrupar en dos categorías: la propiedad industrial (invenciones, modelos,

patentes…) y los derechos de autor (obras literarias y artísticas). Los derechos de

autor, son “derechos” adquiridos por los creadores sobre sus creaciones. Estos le

permiten al creador: adquirir protección sobre su creación, tener un

reconocimiento y poder decidir lo que hace con su propiedad intelectual. De esta

forma la propiedad intelectual del autor esta garantizada, para que no sea víctima

de plagio y sea debidamente citado (en lo que respecta al ámbito académico) por

los autores que lo utilicen en obras de cualquier tipo.

En lo que a Colombia respecta, existen dos artículos enunciados en el código

Penal, que protegen los derechos de autor y castigan a quien los violen o

defrauden. Encontramos de esta manera en los Artículos 270 y 271 del Código

Penal Colombiano, penas entre dos a cinco años y una multa de veinte a

doscientos salarios mínimos legales mensuales (en el caso de violación) o de

veinte a mil salarios mínimos (En el caso de defraudación), a quienes violen o

defrauden los derechos morales o patrimoniales de autor.

El artículo 270 de código penal también es claro al decir: “Si en el soporte material,

carátula o presentación de una obra de carácter literario, artístico, científico,

fonograma, videograma, programa de ordenador o soporte lógico, u obra

cinematográfica se emplea el nombre, razón social, logotipo o distintivo del titular

legítimo del derecho, en los casos de cambio, supresión, alteración, modificación o

mutilación del título o del texto de la obra, las penas anteriores se aumentarán

hasta en la mitad”. Esto significa que aquel que publique, inscriba o modifique

cualquier tipo de material que tenga un titular con legítimo derecho, además de ser

propenso a la imputación de las penas ya mencionadas, se le podrán aumentar

estas hasta la mitad, si su delito cumple las condiciones anteriormente dichas.

Pasando ahora a nuestro ámbito particular, es evidente que tanto el

desconocimiento, como la falta de recursos que proporcionen un conocimiento

adecuado tanto de profesores como de estudiantes, ha hecho que el número de

violaciones a la propiedad intelectual aumenten cada día más, como lo indica el

artículo: “El paraíso del copie y pegue” del espectador, el cual habla no solo de

este preocupante fenómeno, sino de la falta de control por parte de las

universidades cuando los estudiante inciden en este tipo de casos.

Aunque hay personas que creen en la educación y la formación (en lo que a estos

temas respecta), como la salida más viable para mejorar la situación, hay otros

que por el contrario argumentan que lo más adecuado sería hacer cumplir las

penas instauradas tanto en los reglamentos estudiantiles de las Universidades,

como en el código penal, lo que les enseñaría a los estudiantes la gravedad de la

falta que cometen y las consecuencias que el “plagio” (como lo llaman

comúnmente) acarrea.

Es común encontrar casos en los cuales las personas que violan la propiedad

intelectual y la hacen pasar como suya, sin otorgar reconocimiento al autor, salen

impunes y tan solo se les sanciona verbalmente o con alguna rebaja en la nota,

pero en ningún momento, se les educa o sanciona de manera óptima, lo cual

hace que el estudiante crea que esta falta es cotidiana en la vida universitaria,

pensando así que no es el único y teniendo la seguridad de no ser sancionado

fuertemente. Esto a la larga no solo perjudica a la universidad, sino al estudiante

mismo, volviéndolo mediocre e ignorante.

Es así como en nuestro país no se está cumpliendo y se están pasando por alto,

los artículos que sancionan a las personas que incurran en violación de derechos

de autor. Y no solo eso, además, es claro que a los estudiantes tanto en el colegio

como en la universidad les están “alcaguetiando” este tipo de ilícitos, sin brindarles

los conocimientos necesarios, ni aplicando las correcciones correspondientes para

cada caso.

Lo que en realidad se debería hacer, es mezclar un poco de las dos cosas. Esto

es: En primer lugar educar a los jóvenes sobre lo que es propiedad intelectual y

derechos de autor, brindándoles conocimientos sobre su importancia y sobre los

castigos que la institución y la nación tienen en contra de las personas que los

violen. En segundo lugar aplicar las penas correspondientes en cada caso, para

que el estudiante y las personas del común vean lo importante que es respetar la

propiedad intelectual del otro y se concienticen de no hacerlo sin el previo

reconocimiento del autor. Es así, como se construye una verdadera protección a la

propiedad intelectual y se brindan los parámetros a seguir para que las personas

vivan una vida ética, reconociendo el esfuerzo del otro y valorando el suyo.

Bibliografía:

Código Penal Colombiano. Artículo 270, Artículo 271

Ayala, C; Figueroa, D; Donzales, G. (2112, Enero, 5). El paraíso del copie y

pegue. El espectador