Prosperidad Económica en 1956 - .:: REVISTA DE...

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2 e EXPANSION ECONOMICA EN EL AÑO PASADO. e NUESTRA INDUSTRIA PETROLERA DE 1953 A 1956. e INCREMENTO DEL COMERCIO CON CA- ' NADA. Prosperidad Económica en 1956 1\l iL NOVECIENTOS CINCUENTA Y SEIS fue otro año de prosperidad para México. l' Esto puede afirmarse aún cuando no se dispone de las estadísticas finales. Los datos parciales y las estimaciones, confirman los nuevos niveles máximos de la actividad económica mexicana el año próximo pasado, pudiéndose agregar que 1956 ha sido mejor de· lo es- perado y que la producción nacional alcanzó una cifra muy cercana a los $100 mil mi- llones. El sostenido progreso de nuestra economía en 1956, halló su apoyo en la estabilidad de la economía internacional y, sobre todo, en las continuas condiciones de auge en los cen- tros industriales del mundo; pero, además, la política del gobierno ha creado un ambiente propicio y estimulante de la expansión económica en que la iniciativa privada ocupa un lugar preponderante. La estabilidad monetaria fue otro factor determinante de nuestra bo- nanza. El desequilibrio que en nuestra actividad económica provocó la fijación del nuevo tipo de cambio en 1954 ha desaparecido por completo. El Banco de México puso en prác- tica ciertas medidas antiinflacionarias que, en general, han dado los resultados apetecidos, controlando en buena parte las presiones inflacionarias, y logrando que el peso mexicano sea considerado como una de las monedas más estables de América Latina. Las estimaciones del producto nacional bruto llevan a la conclusión de que la econo- mía de México se expandió en casi 10% durante 1956, hecho similar al oculTido en 1955; además, en la década 1946-1956 el volumen físico de la producción nacional de bienes y servicios, ha aumentado en 64%, o sea un avance medio de 6% anual. Esta tasa de desarrollo económico es una de las más altas de Latinoamérica. En el ciclo agrícola 1955/56 casi todas las principales cosechas fueron mayores que en el ciclo anterior; se levantaron 4.4 millones de toneladas de maíz; 1.3 millones de to- neladas de trigo y casi medio millón de toneladas de frijol. Por segundo año consecutivo, México ha logrado ser autosuficiente en alimentos. La producción de artículos agrícolas ex- portables -excepto el algodón- registró incrementos sobre el ciclo anterior que, como en el caso del café, fueron muy importantes. · En 1956 siguió creciendo la inversión nacional y la población económicamente acti- va superó los diez millones de trabajadores, lo cual hizo posible un mayor consumo en el mercado nacional. El 54% de la población económicamente activa, es absorbido por la agri- cultura y, por tanto, esta actividad puede considerarse sustentadora del mercado interno. La capacidad de consumo del agricultor ha sido fortalecida merced a los precios de ga- rantía, a la ampliación del crédito y por el establecimiento del seguro agrícola. La expansión industri al puede juzgarse por los fuertes incrementos en el consumo de energía eléctrica, en el vo lumen de carga tra nspor tad a y en la crecient e producción de las industrias básicas. D urante 1956 se establecieron múltiples nu evas plantas manufactureras Comercio Ext erior

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e EXPANSION ECONOMICA EN EL AÑO PASADO.

e NUESTRA INDUSTRIA PETROLERA DE 1953 A 1956.

e INCREMENTO DEL COMERCIO CON CA-' NADA.

Prosperidad Económica en 1956 1\li L NOVECIENTOS CINCUENTA Y SEIS fue otro año de prosperidad para México. l' Esto puede afirmarse aún cuando no se dispone de las estadísticas finales. Los datos parciales y las estimaciones, confirman los nuevos niveles máximos de la actividad económica mexicana el año próximo pasado, pudiéndose agregar que 1956 ha sido mejor de· lo es-perado y que la producción nacional alcanzó una cifra muy cercana a los $100 mil mi-llones.

El sostenido progreso de nuestra economía en 1956, halló su apoyo en la estabilidad de la economía internacional y, sobre todo, en las continuas condiciones de auge en los cen-tros industriales del mundo; pero, además, la política del gobierno ha creado un ambiente propicio y estimulante de la expansión económica en que la iniciativa privada ocupa un lugar preponderante. La estabilidad monetaria fue otro factor determinante de nuestra bo-nanza. El desequilibrio que en nuestra actividad económica provocó la fijación del nuevo tipo de cambio en 1954 ha desaparecido por completo. El Banco de México puso en prác-tica ciertas medidas antiinflacionarias que, en general, han dado los resultados apetecidos, controlando en buena parte las presiones inflacionarias, y logrando que el peso mexicano sea considerado como una de las monedas más estables de América Latina.

Las estimaciones del producto nacional bruto llevan a la conclusión de que la econo-mía de México se expandió en casi 10% durante 1956, hecho similar al oculTido en 1955; además, en la década 1946-1956 el volumen físico de la producción nacional de bienes y servicios, ha aumentado en 64%, o sea un avance medio de 6% anual. Esta tasa de desarrollo económico es una de las más altas de Latinoamérica.

En el ciclo agrícola 1955/56 casi todas las principales cosechas fueron mayores que en el ciclo anterior; se levantaron 4.4 millones de toneladas de maíz; 1.3 millones de to-neladas de trigo y casi medio millón de toneladas de frijol. Por segundo año consecutivo, México ha logrado ser autosuficiente en alimentos. La producción de artículos agrícolas ex-portables -excepto el algodón- registró incrementos sobre el ciclo anterior que, como en el caso del café, fueron muy importantes. ·

En 1956 siguió creciendo la inversión nacional y la población económicamente acti-va superó los diez millones de trabajadores, lo cual hizo posible un mayor consumo en el mercado nacional. El 54% de la población económicamente activa, es absorbido por la agri-cultura y, por tanto, esta actividad puede considerarse sustentadora del mercado interno. La capacidad de consumo del agricultor ha sido fortalecida merced a los precios de ga-rantía, a la ampliación del crédito y por el establecimiento del seguro agrícola.

La expansión industrial puede juzgarse por los fuertes incrementos en el consumo de energía eléctrica, en el volumen de carga transportada y en la creciente producción de las industrias básicas. Durante 1956 se establecieron múltiples nuevas plantas manufactureras

Comercio Exterior

y se expandieron, mejorándolas, las facilidades de transporte. Puede afirmarse que el proce-so de nuestro desenvolvimiento económico ha cristalizado en el crecimiento industrial. La industria mexicana tuvo un incremento neto del 9% en 1956 -10% en 1955- que fue determinado por las condiciones internas y continuó desarrollándose el programa de inte-gración industrial.

La industrialización de México recibió con>'iderable impulso al contar en 1956 con la energía eléctrica que requería. El Estado invirtió $371 millones en electrificar al país en 1956. La capacidad total de energía, instalada a la fecha, supera ya los 2 millones de kilovatios, aun cuando esa meta se esperaba alcanzar hasta 1958.

En 1956 no hubo restricciones al servicio eléctrico a pesar del aumento en el consu-mo y la Comisión Federal de Electricidad continúa la construcción de plantas cuya capaci-dad será de 563,819 kilovatios para tratar de satisfacer el ritmo creciente de la demanda de energía eléctrica del país.

La nemanda de productos petroleros aumFmtó de 180.600 barriles diarios en diciem-bre de 1952 a 238,800 barriles por día en 1956 y el consumo de gas se elevó de 146 millones de pies cúbicos por día a 180 millones.

Las buenas condiciones de los negocios hicieron posible que los ing-resos federales aumentaran sobre las estimaciones y que la haciend!'l. pública cetTal'!'l. el11ño 1956 con leve superávit presupuesta!, aplicado a reducir la denrh pública interior. El índice de prec:os al mayoreo apenas aumentó 5.3 puntos durante 1956. lo colocó a México entre los países que mantuvieron mayor estabilidad económica en el mundo entero.

El TPP-rlio se incrementó en menos del 6 % en 1956, al pasar de $10.500 $11 .113 millones. pero ello fue debido a la exp9.nsión económica y demuestra

inrlnbitahlemente ane ha sido posible controlar las presiones inflacionarias que padece todo país en proceso de desarrollo.

Rqtisfactoria también fue la posición económica de México en lo internacional. al ce-rr!'l.l' 19fín. La reserva monetfl.ria fuP. considet"l.blemente más alta que en 1955 al sumfl.r más de Dls. 460 millones - superior en Dls. 60 a la existente a principios de 1956. El comercio exterior alcanzó. de nuevo. niveles récord: de e11ero a noviembre de 1956 las ex-pm·taciones mexic!'l.nas sumaron $9.279 mi.llones frente a $8,44 7 mi.llones en igual período de 1 9111) v $6.918 millonec:; nurante 1954. Las imuortaciones comerciales de enero a noviembre de 1956, snmaron $12.149 millones contra $10,030 millones en el mismo lapso de 1955 y ... $8.926 millones en todo el año de 1954. Las cifras anteriores revelan que en los once pri-

mec:;es de 1 95n el comercio de exportación e importación de México, fue mayor que en todo e1 año de 1954. Al no ocurrir ningún cambio extremo en los niveles de precios in-ternacionales de 1954 a 1956, las cifras anteriores bastan por sí mismas para corroborar la expansión del comercio exterior mexicano, desde la recesión de 1953. Además, los esfuerzos realizados por México para diversificar el origen de las importaciones y el destino de las exportaciones, han dado resultados satisfacto ríos.

LaR buenas perspectivas económicas p9.ra México en 1957 son atentamente observa-das en el extranjero, asegurándose que continuará el auge en virtud de una excelente cose-cha agrícola; nuestro comercio con el exterior estHblecerá nuevo máximo en 1957; se aumen-tarán las compras de bienes de producción; el peso mexicano será fortalecido y nuestro pro-greso económico estará respaldado por la explotación de nuevos recursos minerales, por la aplicación de una mejor técnica en todas las actividades productivas, por la presión del cre-cimiento demográfico que obligará a increme:1tar la productividad para satisfacer nuevas necesidades y por existir una creciente disposición a ahorrar e invertir.

lVotahle Progreso de Nuestra 1 ndustria Petrolera LA reciente información hecha -enero 10- por el director general de Pemex, señor don

Antonio J. Bermúdez, revela que nuestra industria petrolera ha acelerado considera-blemente sus actividades desde la inauguración de la actual administración, en 1953. En los últimos años, la producción de petróleo crudo, la capacidad de refinación, la distribu-ción interna del petróleo y derivados, así como las exportaciones de petróleo crudo, se han incrementado de año en aíi.o y alcanzado mtevos niveles máximos en 1956.

Enero de 1957

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El desenvolvimiento de la industria y su participación en el desarrollo económico del país, puede inferirse de las siguientes cifras, que cubren los últimos cuatro ai'íos:

1) La producción de Pemex durante el período 1953-1956, alcanzó a casi 345 millones de barriles de petróleo crudo de los que corresponden: 74.1 millones a 1953; 85.2 millones a 1954; 91.2 millones a 1955; y, 94.2 millones a 1956, o sea ésta última la dfra máxima de producción petrolera en M éxico des-pués de 1926, y 27% mayor que el promedio de los tres aiios previos.

2) La demanda nacional de productos petroleros aumentó de 180,600 barriles diarios en diciem-bre de 1952, a 238,800 barriles diarios en diciembre de 1956, o sea un 32% más, lo cual es consecuencia del desenvolvimiento económico general del país.

3) Las actividades de exploración están desarrollándose continuamente, habiéndose perforado durante los cuatros Q./ios 1,388 pozos, de los cuales resultaron productivos el 65% , o sea uno de los más altos coeficientes del mundo, revelador de la gran riqneza potencial de petróleo en el país. Las perfora-ciones realizadas a partir de 1955 superaron a las de cualesquiera otros años de la historia petrolera de México.

4) De un total de 88 descubrimientos logrados desde 1938, veinte fu eron los correspondientes a 1956.

5) Las probadas de hidrocarburos, incluyendo petróleo y gas, alcanzaron al finalizar el año un nivel de 2,955 millones de barriles, en comparación con 2,243 millones a finales de 1952 y l,J85 millones en 1946. En otras palabras, las reservas se incrementaron en una cantidad equivalente a más de dos veces la producción durante el período.

6) A principios de 1957, existen 6,049 kilómetros de oleoductos y gasoductos, de los cuales 1,863 · durante la actual, o sea casi la tercera parte de lo construido duran-

te los 50 G.lios previos. 7) La capacidad de refinación aumentó en un 60% durante los cuatro años. La construcción de

nuevas refinerías ha conducido a una capacidad de producción de 318,000 barriles por día, comparada con la de 197,100 barriles, a fines de 1952.

8)Desde principios de 1953, se ha invertido $3,190 millones en la industria., inversión ésta reali-zada en su casi totalidad con recursos propios de M éxico.

9) Las erogaciones totales por concepto de s r?rvicios sociales a los trabajadol'es de la industria, durante el cuatrienio, alcanzaron la suma de $412 millones.

JO) Desde 1954, Pem ex es un exportador neto de hidrocarburos, es decir, que las exportaciones superaron en volumen a las importaciones. En 1955, última fecha para la que tenemos datos completos, el valor de las exportaciones fue más de dieciséis veces superior al de 1946, medido en moneda nacio-nal, aunque sólo seis y media veces mayor, computándolo en dólares. Pues, mientras en este último año, el país había recibido por sus ventas de petróleo al ex terior $38.3 millones (Dls. 7.9 millones), la ci-fra registrada en 1955 montó a $634.5 millones (Dls. 50.8 millones). La tasa de crecimiento de estas expor-taciones fue particularmente alta en los últimos tres G.lios, ya que la cifra correspondiente a 1953 fue de sólo $223.6 millones (Dls . 25.9 millones), habiendo saltado a las cifras anteriormente mencionadas en los años subsiguientes.

En el futuro inmediato continuará ininterrumpidamente la producción y el consu-mo de petróleo en el país. Se estima que tan pronto como las instalaciones actualmente en proceso de construcción, entren en operación a toda su capacidad, la producción diaria de petróleo crudo se incrementará a unos 400,000 barriles, o sea un incremento de 50% sobre los 265,000 barriles diarios de 1956 y de 100% sobre los niveles de 1953.

Entre las obras más importantes que están construyéndose, muchas de las cuales serán inauguradas en el presente ai'ío, se encuentran las siguientes: a) Oleoducto entre los campos de "Tampico" y "Tamaulipas"; b) Oleoducto entre Zacotla y Alamo, Ver.; e) Oleo-ducto entre Reynosa y Monterrey; d) Plantas de desintegración catalítica en Atzcapotzalco y Ciudad Madero; e) Obras de modernización de la refinería de Arbol Grande, Ver.; f) ta de absorción y reinyección de gas para . 300 millones de pies cúbicos al día, en Ciudad Pemex, Tab.; y, g) Astillero para la flota de Pemex en San Juan de Ulúa, Ver.

Después de 18 ai'íos de nacionalización de la industria, las propias compai'íías pe-troleras extranjeras han comenzado, al fin, a reconocer los t remendos progresos logrados por Pemex. Recientemente, el presidente de la Standard Oil de New Jersey declaró que el desarrollo de la industria petrolera mexicana se compara favorablemente con el de cualquier otro de los principales países productores de petróleo. De acuerdo con recientes informes publicados en la prensa de los E.U.A., el grupo de banqueros que acaba de visitar nuestro país, a principios del ai'ío, mostró particular interés en las posibilidades de una expansión considerable de sus compras, tanto de petróleo como de gas mexicano, para su distribución en los Estados Unidos. Este creciente prestigio en el exterior, junto con la comprensión del pueblo mexicano del papel que juega Pemex en el desarrollo económico del país, anuncia un brillante futuro para nuestra industria petrolera.

Comercio Exterior

C,omercio Jl1 éxico-Canadiense

L A de una frontera com_ún Y_ el poco relativo las comunicaciones ma-ntimas entre los puertos canadienses y mexicanos, · son responsables en parte de que-

una proporción muy considerable del comercio entre los dos países se efectúe a través del territorio de los E.U.A. , con o sin la participación de empresas norteamericanas como inter-mediarias. Las estadísticas comerciales de México registran casi siempre el país del primer comprador como correspondiente al país de destino de las mercancías vendidas y señala como origen de las importaciones el país del último vendedor. En consecuencia, gran parte del co-mm·cio entre México y el Canadá aparece en las estadísticas como habiéndose efectuado con los Estados Unidos.

Gracias a la cooperación de las autoridades canadienses es posible presentar a .con-tinuación un cuadro más completo del comercio entre los dos países durante el año que acaba de fenecer. Esta precisión se basa en datos estadísticos recopilados independiente-mente por la Oficina de Estadística de Canadá y por la Dii-ección General de Estádística de México, y señala un progreso muy saludable en el campo del intercambio comercüil entre los dos países. · ·

En 1955 ascendió el valor total del comercio méxico-canadiense a $823.8 millones, es decir, 65.9 millones de dólares canadienses. De estos totales correspondieron Dls. 37.1 mi-llones a las importaciones de México desde aquel país y Dls. 28.8 millones a las exporta-ciones.

Durante los primeros nueve meses del año pasado, México compró del Canadá los por valor de $362.5 millones (Dls. 29 millones) y vendió mercancías por un total de $483.8 millones (Dls. 38.7 millones). Si se supone que este comercio continuó en el tri-mestre final de 1956 a los niveles señalados para el período de enero a septiembre, se ten-dría un gran total de $1,100 millones (cerca de Dls. 90 millones) para todo el año, total éste que representa un aumento de 33% sobre las cifras correspondientes a 1955.

Debe señalarse que para los primeros nueve meses de 1956, se tiene, por primera veze n muchos aii.os, un saldo comercial favorable a México equivalente a $120 millones (Dls. 9.6 millones). El comercio con el Canadá en 1955 produjo un saldo deficitario de .. . $103.8 millones (Dls. canadienses 8.3 millones) y en 1954 este déficit fue mucho mayor.

De acuerdo con las estadísticas canadienses que cubren el detalle de los primeros ocho meses de 1956, las transacciones entre México y el Canadá se caracterizaron en ese pe-ríodo por compras substanciales de algodón mexicano que representó casi las tres cuartas partes de las exportaciones de nuestro país y por muy considerables compras de ciertos ar-tículos canadienses, tales como papel para periódico - 18.1%-, rieles para ferrocarril -16.6%-, productos de celulosa -11%-, maquinaria agrícola -7.3%-, equipo ferro-carrilero -7%- y barras de aluminio -5.2 % . El conjunto de estos artículos representó más de las dos terceras partes de las importaciones mexicanas desde el Canadá.

El crecimiento del comercio entre los dos países representa sólo uno de los aspectos fa-vorables de la evolución de sus relaciones económicas. Recientemente éstas se han visto estimuladas por el acuerdo de aviación comercial firmado en 1955 bajo el cual se establece una comunicación aérea directa entre la ciudad de México y la de Windsor, Ontario, y la costa occidental del Canadá. La expansión del tráfico de pasajeros entre los dos países resultó como efecto inmediato de este acuerdo y ha repercutido en estrechar las relaciones de negocios entre los países y en aumentar el interés del Canadá en las posibilidades de inversión en México. Durante el último año se ha establecido un buen número de socie-dades canadienses o de capital mixto méxico-canadiense que comienzan a operar con éxi-to considerable.

Las economías de México y el Canadá son complementarias en grado apreciable y ambos países pertenecen al área del dólar, por lo que existen condiciones favorables para in-crementar los lazos económicos. Esta posibilidad sería grandemente acrecentada si la pren-sa financiera del país del norte se preocupara mayormente por dar a conocer el panorama económico de México a través de sus representantes.

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