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Proyecto de Ley Orgánica de Educación Elaborado por la Asociación Civil Asamblea de Educación y la Federación Nacional de Sociedades de Padres y Representantes (FENASOPADRES) a ser presentado por iniciativa popular, ante la Asamblea Nacional de la República Bolivariana de Venezuela

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Proyecto de Ley Orgánica de Educación

Elaborado por la

Asociación Civil Asamblea de Educación

y la Federación Nacional de

Sociedades de Padres y Representantes

(FENASOPADRES)

a ser presentado por iniciativa popular,

ante la Asamblea Nacional

de la República Bolivariana de Venezuela

Caracas, noviembre 2007

Exposición de motivos

“Las naciones marchan hacia el término de su grandeza con el mismo paso con el que camina su educación”, dijo Bolívar y también podemos decir, completando el pensamiento, que ellas marchan hacia su ruina si su educación se estanca o retrocede. He allí nuestro propósito como sociedad: que tal como dice la nueva Constitución Nacional, la educación sea un proceso fundamental para alcanzar la justicia y la paz, el bienestar del pueblo y el respeto a la dignidad de las personas.

Nuestros retos en materia educativa son múltiples y las dificultades son muy grandes. Pero debemos empinarnos por encima de nuestros problemas para luchar por una educación para todos, por una educación de calidad, por una educación eficiente y por una educación que nos ayude a ser libres y solidarios.

La tarea es de todos. Si queremos tomarnos en serio nuestro futuro, tenemos que responsabilizarnos todos de nuestra educación, tal como lo señaló Simón Bolívar al indicar que la educación era el “primer deber” de la sociedad. Se trata de nacionalizar, esto es, hacer propia de la nación, a la educación, no de estatizarla o privatizarla. Que toda la nación se comprometa con la educación es la única manera de enfrentar nuestros retos.

Se trata, además, de hacer efectivo en el campo educativo el principio constitucional de la democracia participativa. Pero la sociedad no participa cuando simplemente sigue las instrucciones de los funcionarios del Estado. Porque los mandatarios públicos no deben ser “mandamases” sino funcionarios que cumplen el mandato de la sociedad.

Asumimos muchos principios cardinales de la Constitución Nacional de 1999. En ella se lee que el pueblo tiene el derecho a participar en la “formación, ejecución y control” de la gestión pública. La educación es un servicio social prioritario, del más alto interés público. En relación con ella, el Estado, según el artículo 62 de nuestra Constitución, está obligado a garantizar el protagonismo de la sociedad.

Por eso, el principal y más novedoso aporte de este Proyecto es el título referido a los actores del sistema educativo. En él presentamos un cuadro de deberes y derechos en cuanto a la participación académica y comunitaria de los educadores, los estudiantes y los padres y representantes.

Queremos explicar, finalmente, a qué grandes preguntas responden los títulos de este Proyecto, a través de un sencillo esquema.

El qué y el para qué de la educaciónTítulo I: Disposiciones Fundamentales

El cómo se organiza y se realiza la educaciónTítulo II: De los principios y estructura del sistema educativo

Título III: Del régimen educativo

Quiénes participamos en la educaciónTítulo IV: De los actores del sistema educativo

Con qué recursos apuntalamos la educaciónTítulo V: Del financiamiento, uso y control de los recursos económicos

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INDICE DEL PROYECTO DE LEY ORGÁNICA DE EDUCACIÓN

Titulo I: Disposiciones fundamentales

Título II: De los principios y estructura del sistema educativo Capítulo I: Disposiciones generalesCapítulo II: De los nivelesCapítulo III: De las modalidades

Título III: Del régimen educativo Capítulo I: De los planteles educativosCapítulo II: Del tiempo de trabajo escolarCapítulo III: Del currículo y la evaluación del rendimiento estudiantilCapítulo IV: De los certificados y títulos oficialesCapítulo V: De las equivalencias y reválidasCapítulo VI: De las transgresiones a las normas y el debido proceso para las sanciones.

Título IV: De los actores del sistema educativo Capítulo I: De los educadoresCapítulo II: De los estudiantesCapítulo III: De los padres y representantesCapítulo IV: De las comunidades educativasCapítulo V: De las empresas y organizaciones de la sociedadCapítulo VI: De los órganos del Poder Público

Título V: Del financiamiento, uso y control de los recursos económicos Capítulo I: Del financiamiento y uso de los recursos Capítulo II: De la rendición de cuentas

Título VI: Disposiciones transitorias y derogatoria

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Título I: Disposiciones fundamentales

Artículo 1. La presente Ley establece las directrices y bases de la educación entendida como el proceso de formación integral de las personas en el que, a través de toda su vida, se interrelacionan las etapas formales de escolaridad con todo tipo de experiencias vitales, como las laborales, sociales, culturales, estéticas, deportivas, políticas, religiosas y de interacción con los medios de comunicación e información. La educación como proceso democrático, integral y de calidad, es aquella que tiende a desarrollar todo el potencial de la personalidad de todos los seres humanos.

Artículo 2 La educación constituye un derecho humano primordial; un deber irrenunciable de las familias; un proceso social fundamental para lograr la construcción de una sociedad libre, justa, solidaria, pacífica y democrática. Es un servicio público, cuya prestación corresponde tanto al Estado como a los particulares que se encuentren habilitados para ello conforme a las normas constitucionales y legales. La rectoría de la educación la asume de manera indeclinable el Estado, quien estará obligado a reconocer y estimular la participación protagónica y responsable de las familias y de las organizaciones del magisterio y de la sociedad en los procesos de formulación, ejecución y control de la gestión educativa pública.

Artículo 3. Los fines últimos de una educación libre, democrática, integral y de calidad, son: formar a personas libres, críticas y solidarias, que ejerzan una ciudadanía responsable y participativa y que, como trabajadoras, sean capaces de promover un desarrollo económico sustentable, en armonía con relaciones sociales basadas en la justicia y la equidad.

Artículo 4. Para obtener el logro de los fines últimos de la educación se requiere que ésta promueva progresivamente los siguientes objetivos: dotar a las personas con los saberes básicos y especializados de la cultura humanística, científica y tecnológica; estimular el deseo y las capacidades de aprender y crear con afán de excelencia; fortalecer la sensibilidad estética y ecológica y promover un sano desarrollo emocional; preparar para el cambio continuo en todas las esferas de la vida y formar para trabajar en equipo; capacitar para producir y para emprender; incitar a la participación en la vida social y política en marcos democráticos; enfatizar la dimensión moral de la personalidad, estimulando el desarrollo de una libre y recta conciencia y la apertura hacia el sentido trascendente de la existencia, promoviendo el respeto y la solidaridad hacia los demás seres humanos; procurar un sano equilibrio entre la necesaria apertura a las distintas culturas de Latinoamérica y del mundo, por una parte, y el arraigo dinámico en los valores históricos de la propia localidad, etnia, región y nación, por la otra.

Artículo 5. Todas las personas tienen el derecho a educarse, con el apoyo de su familia, el Estado y la sociedad. Tal derecho no tendrá más condicionantes que los derivados de sus aptitudes, vocación y aspiraciones y estará en armonía con las exigencias del desarrollo nacional, regional y local.

Artículo 6. El Estado creará y sostendrá centros y servicios educativos suficientemente dotados y competentemente atendidos para asegurar el acceso, la permanencia y la culminación en el sistema educativo de las personas, en igualdad de condiciones y oportunidades. Igualmente, los particulares, cuando hayan cumplido con los requisitos éticos, académicos, económicos y de infraestructura, necesarios para fundar y mantener centros y servicios educativos privados, impartirán educación bajo la permanente inspección y vigilancia del Estado. Las organizaciones de la sociedad y el Estado deben, además, diseñar e instrumentar programas masivos, experimentales, para enfrentar la problemática de los excluidos del sistema educativo, con el

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propósito de ofrecerles canales de reinserción en los estudios regulares y de proporcionarles capacitación para su inserción digna en la vida productiva.

Artículo 7. Todas las personas tienen el deber de educarse y de educar a sus hijos. En virtud de tal deber, la educación es obligatoria, desde su fase inicial hasta el nivel medio o secundario. El Estado se obliga a ofrecer educación gratuita en los centros que administre directamente, desde el nivel inicial hasta el nivel secundario. La educación superior de pregrado administrada por el Estado también será gratuita. Los estudiantes del nivel superior deberán demostrar, mediante su adecuado rendimiento académico, que poseen las aptitudes y actitudes necesarias para realizar tales estudios.

Artículo 8. Los medios de comunicación social son instrumentos esenciales para la educación de los ciudadanos, al igual que las distintas organizaciones culturales, las redes informáticas y, en general, los avances tecnológicos. El Estado debe garantizar servicios públicos en las áreas culturales, de información y de comunicación para permitir el acceso universal al conocimiento y al uso y aprovechamiento de los nuevos códigos, tecnologías y productos culturales y científicos.Las empresas que gerencian tales medios tienen la obligación de presentar programaciones de la más alta calidad con finalidades informativa, educativa, cultural y recreativa. Dentro de tales programaciones, al menos tres horas diarias deben estar dirigidas al público de niños y adolescentes.

Artículo 9. Los procesos relativos a la educación y el trabajo estarán estrechamente vinculados, puesto que uno de los fines de aquélla es preparar los productores que sostengan el desarrollo económico nacional y, por otra parte, todo trabajo debe ser fuente y oportunidad de aprendizajes permanentes. Los distintos agentes económicos deberán prestar su cooperación para coadyuvar en la formación laboral de los cursantes de los niveles secundario y superior y, en reciprocidad, sus contribuciones con los proyectos y programas educativos serán estimuladas mediante distintos mecanismos.

Artículo 10. En el marco de un sistema educativo laico, el Estado garantizará el derecho de los padres a que sus hijos menores de edad reciban la educación religiosa que esté de acuerdo con sus convicciones en el seno de todo tipo de planteles educativos, fuera del currículo oficial pero dentro del horario escolar, siempre que no promueva valores antipatrióticos o intolerancia hacia otras religiones o hacia los no creyentes.

Artículo 11. En las actividades educativas y en los planteles escolares, desde el nivel inicial hasta el nivel secundario inclusive, no podrán transmitirse mensajes de proselitismo partidista o de propaganda política a los niños y adolescentes. En los centros de educación superior, en aquellas actividades extracurriculares que tengan contenido político partidista, se deberá garantizar el respeto a la libre expresión de todas las corrientes del pensamiento.

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Título II: De los principios y estructura del sistema educativo

Capítulo I: Disposiciones generales

Artículo 12. El sistema educativo es un conjunto orgánico de servicios, regido por políticas que garanticen la coherencia, continuidad y calidad de los procesos educativos escolares, en vinculación con otras experiencias individuales y colectivas en todos los ámbitos de la vida social, a lo largo de la vida de las personas. El sistema educativo se fundamenta en principios de unidad, coordinación, descentralización, flexibilidad e innovación, a cuyo efecto:

1. Se estructurará sobre la base de un régimen técnico–administrativo común y de los regímenes especiales que sean necesarios.

2. Se establecerán las conexiones e interrelaciones entre los distintos niveles y modalidades del sistema para facilitar la movilidad y transferencias horizontales.

3. Se establecerán las condiciones para que el régimen de estudios sea revisado y actualizado periódicamente.

4. Se fijarán las normas para que la orientación educativa y profesional se organice en forma continua y sistemática.

5. Se tomarán en cuenta las peculiaridades regionales, estadales, municipales y locales del país.

6. Se establecerán las estructuras y programas necesarios para que la experimentación y la investigación sean factores de renovación de los procesos educativos.

Artículo 13. El sistema educativo comprende niveles y modalidades. Son niveles: la educación inicial, la educación primaria, la educación secundaria y la educación superior. Son modalidades: la educación especial, la educación para las carreras artísticas, la educación para la carrera militar, la educación para la carrera eclesiástica, la educación de adultos, la educación intercultural bilingüe y la educación bilingüe.

Capítulo II: De los niveles

Artículo 14. La Educación Inicial comprende la etapa Maternal, para niños hasta los tres años de edad, preferentemente proporcionada en el seno familiar, y la etapa Preescolar, dirigida a niños entre los cuatro y los seis años de edad. La sociedad y el Estado quedan obligados a crear y fomentar los servicios necesarios, a través de distintos mecanismos y formas convencionales y no

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convencionales, para atender esta fase educativa, la cual deberá estimular el desarrollo piscomotriz, afectivo y moral de los niños, su integración social, sus capacidades de aprendizaje y su creatividad.

Artículo 15. La Educación Primaria comprende seis grados que se corresponden con la etapa de la niñez y se cursará preferentemente a partir de los seis años de edad. Tales grados podrán agruparse en etapas, de acuerdo con criterios flexibles en cuanto a lo pedagógico, lo psicológico y lo administrativo. La Educación Primaria debe perseguir el logro progresivo de todos los fines y objetivos señalados para la educación en esta Ley. La aprobación de la Educación Primaria otorga el derecho al certificado correspondiente.

Artículo 16. La Educación Secundaria tendrá una duración entre cinco y seis años y reforzará el logro de los fines y objetivos educativos alcanzados por los egresados de la Educación Primaria, haciendo énfasis en la capacitación concreta del estudiante para su inserción en la vida productiva. Por otra parte, deberá proporcionar la orientación y capacitación adecuadas para la prosecución de estudios en el nivel de la Educación Superior. La aprobación de la Educación Secundaria, según sus distintas especialidades, otorga el derecho al título de Bachiller o de Técnico Medio, ambos equivalentes a los efectos de prosecución de estudios.

Artículo 17. La Educación Superior comprende los estudios conducentes a la obtención de los títulos de técnico superior y de licenciatura o sus equivalentes, en cuanto a la formación profesional de pregrado, y los estudios conducentes a los títulos de especialización, de maestría, de doctorado, y estudios de postdoctorado, en cuanto al área de los postgrados. La Educación Superior asume tres misiones, a cumplir con distintos énfasis por los diferentes tipos de institutos, a saber:

1. Formar profesionales y postgraduados, cuya formación integral esté regida por los fines y objetivos de la educación, las necesidades del desarrollo de la nación y el progreso científico, humanístico y tecnológico.

2. Fomentar la investigación científica y humanística y las innovaciones tecnológicas, en pro del desarrollo independiente de la nación y el progreso de la humanidad.

3. Difundir los conocimientos y experticias que maneje a toda la sociedad.

Artículo 18. Son institutos de educación superior: las universidades, los centros de investigación de alto nivel, los colegios universitarios, los institutos tecnológicos y politécnicos, los institutos universitarios y los institutos de formación de oficiales de la Fuerza Armada, de formación docente, de formación religiosa, de formación para las carreras artísticas y, en general, todos aquellos que se ajusten a los requerimientos que establezca la Ley que se dicte para regular este nivel.

Artículo 19. Todos los institutos de educación superior, de acuerdo con su naturaleza, funciones y grado de desarrollo, se regirán por el principio de la autonomía para planificar, organizar, elaborar y actualizar sus programas de investigación, docencia y extensión; al igual que para darse sus normas de gobierno y funcionamiento y para elegir a sus autoridades; y para cualquier otro ámbito de autonomía que establezca su Ley específica; todo ello sin menoscabo del deber de responsabilidad social que les incumbe, el cual supone la periódica rendición de cuentas que deberán presentar al Estado en cuanto a la administración de los recursos que éste les otorgue y la oportuna información a la sociedad en cuanto a la cuantía, pertinencia y calidad de los productos de sus labores.

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Capítulo III: De las modalidades

Artículo 20. La Educación Especial estará orientada hacia el logro del máximo desarrollo de las personas cuyas características físicas, intelectuales o emocionales sean de tal naturaleza que se les dificulte adaptarse a la dinámica de los ambientes educativos regulares en los diferentes niveles del sistema escolar. El Estado garantizará la creación de los servicios adecuados y suficientes para la atención preventiva, de diagnóstico y de intervención de las personas con necesidades especiales, entendiéndose que éstas tendrán derecho a ser integradas en el sistema regular de estudios en el que, mediante el reconocimiento respetuoso de sus diferencias y el apoyo de servicios interdisciplinarios, se les debe facilitar el desarrollo de sus potencialidades.

Artículo 21. Los institutos y los programas específicos de formación para las Carreras Artísticas estarán destinados a las personas cuya vocación, aptitudes e intereses estén dirigidos a la creación artística y/o a su promoción y gerencia, asegurándoles la formación necesaria para el ejercicio profesional en este campo. Por su parte, la educación para la Carrera Militar estará regida por todas las disposiciones fundamentales de esta Ley, además de aquellas normas específicas de la institución militar. Y la educación para la Carrera Eclesiástica, tanto de los ministros de cada confesión como de las personas dedicadas a la vida religiosa, se regirá por las disposiciones fundamentales de esta Ley, por una parte y, por la otra, por las normas que dicten las autoridades religiosas competentes.

Artículo 22. La Educación de Adultos está destinada a las personas mayores de 15 años que, estando fuera del sistema regular de escolaridad, deseen adquirir, ampliar, renovar o perfeccionar sus conocimientos, habilidades y destrezas, y obtener diplomas, certificados y títulos que acrediten oficialmente tales competencias. Tiene por objetivos, según el caso, proporcionar la formación que capacite a tales personas para la vida social, el trabajo productivo y la prosecución de sus estudios. En virtud de su alto interés social, se estimularán diversas experiencias y ensayos de Educación de Adultos, mediante convenios, entre las empresas productoras de bienes y servicios y el Estado. Para la admisión de alumnos, la organización y régimen de estudios y en los procesos de evaluación de aprendizajes, se tomarán en cuenta los conocimientos, destrezas y experiencias, el grado de madurez y los intereses y actividades de los cursantes.

Artículo 23. La Educación Intercultural Bilingüe está dirigida a los ciudadanos venezolanos que pertenecen a los distintos pueblos indígenas. Ella tiene como objetivo fomentar la defensa y difusión de sus específicas tradiciones culturales, que se expresan, entre otros elementos, en la transmisión de sus propias cosmovisiones y lenguas, en el marco de los fines establecidos para la educación en esta Ley. Cada etnia tendrá participación en el proceso de planificación y diseño curricular de su respectivo régimen Intercultural Bilingüe.

Artículo 24: Se podrán fundar planteles bilingües en los que los estudiantes cursarán los planes y programas oficiales de estudio en idioma castellano y, complementariamente, aprenderán la lengua, historia y cultura de otros países. Dichos planteles estarán sometidos a todas las normas de esta Ley.

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Título III: Del régimen educativo

Capítulo I: De los planteles educativos

Artículo 25. El servicio educativo que presten tanto los centros estatales como los privados estará sometido a las normas y regulaciones que, en desarrollo y aplicación de esta Ley, dicte el Estado a través de sus órganos competentes. Son planteles estatales los fundados y sostenidos por el Ejecutivo Nacional, por los Estados, los Municipios, los Institutos Autónomos, las Empresas del Estado y cualesquiera otros órganos político-administrativos que se crearen. Son planteles privados los fundados y dirigidos por los particulares, sean éstos personas naturales o jurídicas, debidamente autorizados por el Ministerio de Educación.

Artículo 26. El Estado venezolano, a través de sus órganos competentes, autorizará la creación y el funcionamiento de los planteles privados, los cuales estarán sujetos a su permanente inspección y vigilancia. Para ejercer el derecho a impartir educación, mediante la fundación de centros o servicios, los particulares o las organizaciones sociales deben demostrar previamente y de manera permanente que poseen una trayectoria intachable en el plano ético; que tienen la capacidad de contar con un equipo de profesionales de la educación y de otras disciplinas con suficiente experiencia; que disponen de los recursos económicos que aseguren que los espacios físicos del plantel reúnan las condiciones de habitabilidad, salubridad y adecuadas características para su uso pedagógico, además de contar con los medios instruccionales necesarios.

Capítulo II: Del tiempo de trabajo escolar

Artículo 27. Se establecerá un calendario escolar anual con un mínimo de ciento noventa y cinco días de actividades académicas. Se promoverá la ampliación del tiempo diario de trabajo escolar en los niveles obligatorios y modalidades del sistema escolar, con el propósito de apoyar y reforzar las capacidades de estudio e investigación del estudiante y su incorporación a actividades culturales, deportivas y, en general, a todas aquellas dirigidas al desarrollo integral de su personalidad. Para apoyar esa ampliación del tiempo diario de trabajo escolar, el Estado creará servicios de alimentación en los centros educativos para los estudiantes y los trabajadores de la educación.

Capítulo III: Del currículo y la evaluación del rendimiento estudiantil

Artículo 28. Los planes y programas de formación, elementos del currículo escolar, han de renovarse periódicamente para adecuarse a los avances científicos y humanísticos. El Estado propiciará la incorporación de todos los sectores de la sociedad en la elaboración y reformulación de tales planes y programas, atendiendo a los criterios de unidad nacional, de participación y de adaptación a las peculiaridades regionales y locales. Los planes y programas de formación constituirán la guía de trabajo de los educadores, quienes los desarrollarán con autonomía profesional, tomando en cuenta las características socio-culturales y psicológicas de sus estudiantes.

Artículo 29. La enseñanza del castellano, la educación ambiental y la educación física y el deporte son de obligatoria inclusión en los planes de formación de todos los niveles y modalidades de la educación, desde el nivel inicial hasta el nivel secundario. Igualmente, la enseñanza de la geografía y de la historia de Venezuela, dentro de la cual se destacará el ideario de Simón Bolívar,

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en cuanto fundamentos de la nacionalidad, son de obligatoria inclusión en los planes de estudio, desde la Educación Inicial hasta el nivel de la Educación Secundaria y en todas las modalidades del sistema escolar. Los educadores que impartan la docencia en las asignaturas vinculadas a la nacionalidad, deben ser venezolanos. La efigie de Simón Bolívar y la Bandera y el Escudo Nacional deben ocupar lugar preferente en todos los planteles. Similarmente, el canto del Himno Nacional debe iniciar todos los actos solemnes en los institutos de todos los niveles y modalidades del sistema escolar.

Artículo 30. La evaluación del rendimiento estudiantil será continua, integral y participativa. Determinará de modo sistemático los logros en materia de los fines y objetivos de la educación. La evaluación deberá registrar, de manera permanente, el progreso de los estudiantes en todas las dimensiones de su personalidad, en lo intelectual, instrumental, afectivo, actitudinal y ético. Tal evaluación tendrá como propósito orientar las estrategias de formación y enseñanza de los educadores y las de autodesarrollo y aprendizaje de los estudiantes, y servirá para la promoción de los estudiantes. También deberá permitir la evaluación del rendimiento estudiantil, realizada bajo patrones similares en todo el país y en concordancia con estándares internacionales, obtener insumos para la elaboración y reajuste de políticas educativas nacionales, regionales y locales.

Capítulo IV: De los certificados y títulos oficiales

Artículo 31. Los certificados y títulos oficiales que acrediten la formación académica, profesional o técnica correspondientes a cualquier nivel o modalidad del sistema escolar, serán otorgados por los distintos órganos competentes del Estado, ya sean del ámbito municipal, estadal o nacional.

Capítulo V: De las equivalencias y revalidas

Artículo 32. A quienes realicen o hayan realizado estudios en Venezuela, se les facilitarán los mecanismos de transferencias entre los distintos niveles y modalidades de formación y entre los distintos planteles o institutos, a través de un régimen de equivalencias centrado más en las competencias adquiridas que en las formalidades. En cuanto a los estudios realizados por venezolanos en el extranjero, en institutos debidamente calificados a juicio de los órganos competentes del Estado venezolano o de los institutos oficiales de Educación Superior, según el caso, tendrán validez en Venezuela siempre que el interesado compruebe ante las autoridades competentes la culminación de tales estudios, a fin de que dichas autoridades otorguen la reválida o equivalencia respectiva.

Capítulo VI: De las transgresiones a las normas y el debido proceso para las sanciones

Artículo 33. El sistema educativo debe propiciar por parte de sus actores el cumplimiento de las normas relativas a su funcionamiento. En los casos en que ocurran transgresiones a las normas, se activarán las necesarias actuaciones en el plano administrativo y/o judicial, para determinar las faltas y/o delitos cometidos y sus adecuadas sanciones. En tales casos, toda persona que sea acusada de haber transgredido alguna o algunas normas relativas a la educación o de cualquier otro tipo, habrá de ser sometida al debido proceso, lo cual implica la garantía de todos y cada uno de los derechos que a continuación se enuncian, so pena de la nulidad de lo actuado en su contra:

1. Derecho a la presunción de su inocencia, mientras no se pruebe lo contrario.

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2. Derecho a ser notificada de los cargos por los cuales se le investiga, de acceder a las pruebas y de disponer del tiempo y de los medios adecuados para ejercer su defensa.

3. Derecho a ser oída en cualquier tipo de proceso, con las debidas garantías y dentro de plazos razonables establecidos legalmente.

4. Derecho a ser investigada y juzgada tan sólo a través de los canales y procedimientos regulares previamente establecidos y por funcionarios, comisiones o jueces y tribunales naturales, competentes, independientes e imparciales.

5. Derecho a no ser juzgada o sancionada por hechos u omisiones que no estuviesen expresamente previstos como delitos, faltas o infracciones en normas preexistentes.

6. Derecho a no ser investigada o juzgada por los mismos hechos en base a los cuales hubiese sido investigada o juzgada anteriormente, a menos que se trate de casos de reincidencia.

7. Derecho a recurrir de los dictámenes, decisiones o fallos emitidos en su contra ante las instancias administrativas superiores, o ante los tribunales de la República, o internacionales, si fuese el caso.

8. Derecho de solicitar la reconsideración de las sanciones impuestas, en caso de ser encontrada culpable, en base a la trayectoria de sus actuaciones.

9. Derecho a exigir las reparaciones adecuadas cuando sean lesionados sus derechos por errores, retardos u omisiones injustificados en el proceso que se le haya seguido.

10. Derecho de exigir la responsabilidad personal de los funcionarios que cometiesen cualquier tipo de arbitrariedades o injusticias en el proceso que se le siguiese.

Título IV: De los actores del sistema educativo

Capítulo I: De los educadores

Artículo 34. Son profesionales de la educación los egresados de los institutos y escuelas universitarias con planes y programas de formación pedagógica. Los títulos que recibirán los egresados de tales institutos en el pregrado serán los de maestro, técnico superior, licenciado o profesor y ellos los habilitarán para trabajar profesionalmente en la docencia de los distintos niveles y modalidades del sistema educativo, según el título obtenido, y en áreas como la planificación, la administración y gerencia, la orientación, la supervisión y la evaluación, la investigación, los recursos instruccionales y la capacitación laboral, entre otras.

Artículo 35. La educación estará a cargo de personas de elevado perfil ético y de comprobada competencia académica. Se establecerá el régimen de carrera para los profesionales de la educación, cuyo ingreso y promoción en el sistema educativo se hará mediante concursos de méritos o de méritos y oposición, y mediante la evaluación de competencias en el desempeño de los cargos. El escalafón de méritos a establecer deberá incluir los logros académicos y profesionales, la antigüedad en el servicio y las evaluaciones del desempeño de cada profesional de la educación en cada una de las funciones que haya desempeñado.

Articulo 36. Son derechos de los profesionales de la educación:

1. Aquellos relativos al campo de las relaciones laborales que les reconoce esta Ley y la Ley Orgánica del Trabajo.

2. Recibir un tratamiento respetuoso por parte del personal directivo y de supervisión, de las jerarquías superiores de los órganos educativos estatales, y de los padres y representantes.

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3. Poder disponer de condiciones y facilidades para perfeccionarse profesionalmente a lo largo de toda su carrera.

4. Participar en los procesos de planificación y evaluación de las políticas educativas nacionales, estadales y municipales, al igual que en los relativos a las actividades de los centros en los que laboren.

5. Proponer innovaciones y mejoras en relación con lo pedagógico y organizacional y disponer de mecanismos institucionales para que sus propuestas sean canalizadas.

6. Mantener independencia de criterio en relación con los contenidos que enseñen y con las metódicas de enseñanza-aprendizaje que utilicen, a salvo la conveniente coordinación de la labor pedagógica planificada en los equipos de educadores.

7. Manejar con autonomía profesional y creatividad los programas de enseñanza, que deben ser referentes obligatorios de su actuación pedagógica, pero con la necesaria adaptación a las variadas circunstancias en las que debe desenvolverse cada educador.

8. Elegir con autonomía profesional los materiales de enseñanza que recomendarán y utilizarán, tales como libro de texto, de consulta y demás recursos instruccionales.

9. Disponer del tiempo necesario para planificar sus actividades docentes y para evaluar las asignaciones escolares de sus estudiantes y que este tiempo les sea remunerado.

10. Ser evaluados profesionalmente de manera continua y obtener reconocimientos por sus desempeños.

11. Disponer de unas condiciones físicas y ambientales de trabajo acordes con su función educativa y con su rango profesional.

12. Disfrutar de un sistema de previsión y asistencia social que garantice adecuadas condiciones de vida para ellos y sus familias.

Artículo 37. Son deberes de los profesionales de la educación:

1. Conocer, respetar, cumplir y hacer cumplir los principios establecidos en la Constitución Nacional y en las leyes de la República y, en especial, las normas contempladas en esta Ley y sus reglamentos, las disposiciones de los organismos jerárquicos, al igual que las específicas de su plantel o instituto.

2. Mantener un trato respetuoso para con el personal directivo, docente, administrativo y obrero y, en especial, con los estudiantes.

3. Cumplir con responsabilidad y sentido de la excelencia todas las obligaciones correspondientes al cargo que desempeñen.

4. Mantener en toda circunstancia una conducta respetuosa de la ética profesional.5. Procurar su continua actualización y perfeccionamiento profesional, en cuanto al

contenido de las disciplinas en las que trabajen y en cuanto a los métodos de enseñanza-aprendizaje.

6. Cooperar en las actividades de planificación y reflexión pedagógicas propias del plantel en el que laboren e, igualmente, en las iniciativas que vinculen al plantel con la comunidad.

7. Mantener una periódica comunicación con los padres y representantes en relación con la formación de sus representados.

8. Preparar responsablemente sus planes de trabajo, de tal manera que garanticen clases activas, participativas y significativas para sus estudiantes.

9. Cuidar que los textos recomendados a sus estudiantes sean adecuados a sus necesidades, y estar atentos a las incorrecciones que aquellos puedan presentar para evitar transmitir distorsiones en el conocimiento o en los valores.

10. Respetar la autonomía intelectual de los estudiantes, expresada a través de sus opiniones, creaciones y toma de iniciativas.

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11. Ofrecer igualdad de oportunidades a todos los estudiantes, aceptando las diferencias individuales

12. Evaluar a sus estudiantes con sentido profesional, manteniéndoles informados oportunamente de sus avances y problemas.

13. Fomentar, a través del ejemplo, valores democráticos, de solidaridad , cooperación y preservación del ambiente.

Artículo 38. Todos los cargos dentro del sistema escolar se proveerán únicamente por concurso. Ocuparán dichos cargos, con el goce de la estabilidad prevista en esta Ley y con el carácter de personal ordinario, quienes reúnan todos los requisitos y sean designados para ello. Serán interinos quienes sean designados por contrato para ocupar cargos por tiempo determinado, en razón de la ausencia temporal del personal ordinario, o quienes los ocupen mientras se realizan los concursos respectivos. Se garantiza a los profesionales de la educación la estabilidad en el ejercicio de sus funciones, con la clasificación escalafonaria, remuneración, garantías económicas y sociales que les correspondan de acuerdo con esta Ley y la Ley Orgánica del Trabajo.

Artículo 39. Los órganos competentes del Estado garantizarán a los profesionales de la educación un salario digno y competitivo, que no será en ningún caso inferior al que reciban, en promedio, los profesionales con títulos similares al servicio de la administración pública.

Artículo 40. Para proveer al sistema escolar de los profesionales requeridos en cuanto a volumen, calidad y pertinencia, el Ministerio de Educación y los organismos competentes del Estado establecerán convenios y mecanismos de seguimiento de los mismos con los institutos formadores de profesionales de la educación, a fin de asegurar el logro de tales propósitos. Igualmente, el Estado garantizará los recursos necesarios para costear programas permanentes de actualización y renovación académica y laboral de los profesionales de la educación.

Artículo 41. Los profesionales de la educación gozarán del derecho de asociarse en agrupaciones académicas, gremiales y sindicales para participar colectivamente en los procesos de planificación, gestión, supervisión y evaluación de los procesos educativos, y para promover y defender los derechos que les acuerdan esta Ley y la Ley Orgánica del Trabajo. Todos los trabajadores de la educación tienen el derecho a la negociación colectiva de sus condiciones laborales y a celebrar bianualmente convenciones colectivas de trabajo.

Capítulo II: De los estudiantes

Artículo 42. Los estudiantes, sean niños, adolescentes o adultos, tienen el derecho de participar activamente en su proceso educativo, en cuanto sujetos del mismo, para propiciar el libre y pleno desarrollo de su personalidad y la conformación de una cultura democrática. Para asegurar procesos educativos de calidad y con respeto al desarrollo integral de la personalidad de los estudiantes, se establece que éstos tienen derecho:

1. A exigir el nombramiento oportuno de los educadores que trabajen con ellos y a que éstos se distingan por su responsabilidad y calidad profesional.

2. A recibir en todo momento un tratamiento respetuoso por parte de los educadores y directivos de los centros educativos.

3. A participar activamente en las dinámicas de enseñanza-aprendizaje, en las cuales se deben tener en cuenta sus intereses, sus características psicológicas y socio-culturales y sus iniciativas.

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4. A recibir evaluaciones oportunas y con sentido formativo de sus actuaciones académicas y de su comportamiento social.

5. A evaluar, mediante instrumentos adecuados que elaborarán los directivos de cada centro, la actuación de sus educadores y las condiciones de los procesos de enseñanza-aprendizaje.

6. A no ser sancionados desproporcionadamente o en formas humillantes o lesivas a su integridad física y psicológica.

7. A ser asistidos en lo socioeconómico, cuando se amerite, a través de programas de alimentación, de becas y de protección médico-sanitaria.

8. A recibir orientación vocacional.9. A tener presencia y ser escuchados en los consejos escolares o instancias similares de

los planteles y, en el nivel de la Educación Superior y en la modalidad de Educación de Adultos, a tener voz y voto, en las proporciones que se fijen, en los órganos colegiados de dirección académica de sus institutos.

Artículo 43. Los estudiantes, en el aprendizaje de su socialización ciudadana, tendrán el deber de cumplir con sus responsabilidades en materia educativa y ciudadana. En virtud de tal deber, les corresponde:

1. Conocer y respetar las normas de esta Ley y sus reglamentos, y las disposiciones normativas de su plantel o instituto.

2. Mantener un trato respetuoso hacia el personal docente, directivo, administrativo y obrero de su plantel o instituto, y hacia sus compañeros de estudio.

3. Aplicar sus capacidades con perseverancia para aprender y cumplir habitualmente con las tareas de estudio, investigación y servicio comunitario que les correspondan en cuanto estudiantes.

4. Informar oportunamente a sus padres y representantes acerca de su rendimiento y progreso, así como de sus dificultades y problemas al respecto.

5. Contribuir con el cuidado de las edificaciones educativas y de los bienes que en ellas existan.

6. Participar en actividades con el propósito de resolver problemas de las comunidades geográfico-sociales con las que se vincule el plantel en el que estudien.

7. Responsabilizarse de su actuación académica, absteniéndose de participar en acciones que comprometan la pulcritud y validez de las evaluaciones a las que se sometan.

8. Abstenerse de promover o participar en desórdenes que violen las normas disciplinarias del plantel o instituto, o las de seguridad ciudadana.

9. Abstenerse de ingresar a los planteles drogas o armas de cualquier tipo que puedan poner en riesgo las vidas de las personas. La comisión de este tipo de hechos acarreará la suspensión temporal del derecho al estudio de quienes los cometan, mientras no exista seguridad razonable de que no incurrirán nuevamente en ellos.

Capítulo III: De los padres y representantes

Artículo 44. Los padres y representantes y, en general, las familias tienen el derecho irrenunciable de proteger, criar y educar a sus hijos. En virtud de ello tienen el derecho a:

1. Elegir para sus hijos el centro o instituto de estudios de su preferencia, de acuerdo con sus convicciones y aspiraciones.

2. Supervisar los procesos pedagógicos en los que participen sus hijos y emitir sus observaciones a los educadores y directivos de los planteles.

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3. Ser informados oportunamente de las evaluaciones que se realicen a sus hijos y poder intercambiar puntos de vista al respecto con los educadores.

4. Participar en los procesos de selección y de evaluación de los profesionales de la educación que laboren en el plantel donde estudien sus hijos.

5. Participar, de acuerdo con sus capacidades y disponibilidades, en experiencias pedagógicas o de formación complementaria para sus hijos.

6. Participar en la constitución, organización y funcionamiento de los órganos propios de la comunidad educativa.

7. Decidir si se imparte o no educación religiosa a sus hijos dentro del horario escolar y el tipo de religión que recibirán, sea cual sea el tipo de plantel en el que estudien.

Artículo 45. Los padres y representantes y, en general, las familias tienen el deber irrenunciable de proteger, criar y educar a sus hijos. En virtud de ello tienen el deber de:

1. Tratar con respeto a todos los miembros de la comunidad educativa y, en especial, a sus propios hijos.

2. Garantizar que sus hijos asistan regular y puntualmente a su centro educativo.3. Informarse constantemente de la actuación escolar de sus representados y cooperar

con ellos en las asignaciones de trabajo que reciban.4. Asistir a los actos ordinarios y extraordinarios de sus respectivas comunidades

educativas.5. Participar, en la medida de sus posibilidades, en actividades promovidas por el plantel

para intentar resolver problemas de las comunidades geográfico-sociales.6. Prestar la debida atención y colaboración en la solución de problemas que tuviesen sus

hijos y de los cuales sean notificados por los educadores.7. Prevenir, con la orientación adecuada, la realización de hechos indebidos por parte de

sus hijos y, en especial, los de violencia. En todo caso, constituye su deber el responsabilizarse por cualesquiera daños provocados por sus representados a las personas o a los bienes de terceros.

8. No retirar a sus hijos de los planteles sin causas suficientemente justificadas o sin proporcionarles las alternativas adecuadas.

Capítulo IV: De las comunidades educativas

Artículo 46. Las comunidades educativas son el conjunto de actores que participan en los procesos educativos que se generan en cada centro educativo y las relaciones que se establecen entre ellos. Los actores son los padres y representantes, los educadores, los estudiantes, el personal directivo, el personal de apoyo administrativo y obrero y, además, las personas y organizaciones de la comunidad local que apoyen la labor educativa. Las relaciones que se establezcan entre ellos deben estar normadas en un Reglamento que deje margen a las experiencias y ensayos y que estimule, de manera especial, la participación de los padres y representantes, manteniendo a salvo la misión pedagógica de los centros educativos.

Capítulo V: De las empresas y organizaciones de la sociedad

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Artículo 47. Las empresas productoras de bienes y servicios, de acuerdo con sus características y posibilidades, estarán obligadas a dar facilidades a sus trabajadores en orden a su capacitación y perfeccionamiento profesional y también contribuirán directamente con la educación permanente de los mismos, a través de programas propios de entrenamiento y actualización. También facilitarán sus instalaciones, servicios y personal para el desarrollo de labores educativas, especialmente en programas de pasantías elaborados mediante convenios, de mutuo acuerdo entre las empresas y las instancias competentes del Estado en el sector educativo. El Estado estimulará, mediante desgravámenes específicos al Impuesto sobre la Renta y otros incentivos, esta participación de las empresas en los procesos educativos.

Artículo 48. Las empresas, con la orientación de los órganos competentes del Estado, colaborarán con la Educación Inicial de los hijos de sus trabajadores. Y las empresas o personas que se ocupen de la construcción de unidades de viviendas multifamiliares y cuya magnitud, localización y destino determine el Reglamento de esta Ley, deberán destinar los locales apropiados en cada caso para el funcionamiento de un plantel de Educación Inicial, el cual formará parte de los bienes comunes del inmueble y será ofrecido a los órganos educativos competentes del Estado, preferentemente del nivel municipal, para dicho uso o, en su defecto, a particulares.

Capítulo VI: De los órganos del Poder Público

Artículo 49. A los órganos del Poder Público les corresponde la administración del servicio educativo de carácter estatal, con el propósito de servir a los ciudadanos garantizándoles que este servicio sea democrático, de calidad y ajustado a los valores superiores del ordenamiento jurídico constitucional y a los fines que para él establece esta Ley. Les corresponden a los órganos del Poder Público, en el marco de la democracia participativa y la descentralización, las competencias de planificar, orientar, dirigir, ejecutar políticas, coordinar, supervisar y evaluar al sistema educativo. Deberán coordinarse y armonizarse las competencias concurrentes en materia educativa de los órganos municipales, estadales y nacional del Poder Público

Artículo 50. Se ensayarán distintas modalidades de transferencia de competencias y de recursos para gestionar el servicio público educativo, desde los órganos municipales, estadales y nacional del Poder Público hacia las comunidades, los grupos vecinales organizados y las organizaciones de la sociedad, siempre y cuando ello implique una eficiente prestación del servicio educativo. Cualquier tipo de programas educativos de ensayo o experimentales deben ser supervisados y evaluados por el Ministerio de Educación.

Título V: Del financiamiento, uso y control de los recursos económicos

Capítulo I: Del financiamiento y uso de los recursos

Artículo 51. El Estado destinará parte sustancial de la riqueza que le genere la explotación del subsuelo y los minerales a la educación. La inversión prioritaria que toda la sociedad y el Estado deberán hacer en la educación se ajustará, como mínimo, a las recomendaciones de la Organización de las Naciones Unidas. En tal sentido, la inversión educativa del Estado, en sus ámbitos nacional, estadal y municipal, no podrá ser menor a la quinta parte de los presupuestos anuales que se formularen. En la distribución de los presupuestos educativos, según los niveles y modalidades, se debe garantizar la equidad.

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Artículo 52. La administración de los recursos económicos destinados a la educación deberá propender a la máxima eficiencia, en virtud de lo cual toda planificación presupuestaria deberá indicar, en sus respectivos programas, los objetivos específicos a los que están dirigidos, los resultados concretos que se deben obtener y los funcionarios responsables para el logro de tales resultados. El Estado suministrará oportunamente y controlará el uso de los recursos destinados a sus propios centros; los que transfiera a las comunidades educativas u organizaciones sociales que gestionen centros estatales; los que remita a planteles privados que, mediante convenios, se acojan al régimen de subsidios. Los institutos privados que ofrezcan y garanticen educación de calidad impartida gratuitamente a todos sus estudiantes o a un porcentaje de los mismos, serán subsidiados proporcionalmente, mediante convenios establecidos individual o grupalmente.

Capítulo II: De la rendición de cuentas

Artículo 53. Cada persona natural o jurídica responsable de la administración de los recursos públicos en educación, deberá rendir cuentas ante el Estado y la sociedad. Se establecerán los correctivos y las sanciones adecuadas para quienes incumplan con las normas, objetivos y metas establecidos, y el estímulo para quienes los cumplan e incluso los superen.

Título VI: Disposiciones transitoria y derogatoria

Artículo 54. A partir de la promulgación de la presente Ley, el Poder Ejecutivo Nacional elaborará y promulgará su correspondiente Reglamento General en el plazo de un año. Similarmente, en un plazo máximo de dos años, la Asamblea Nacional sancionará las leyes relativas al nivel de la Educación Superior; al Ejercicio de la Carrera Docente; y la que establezca el Fondo de Jubilaciones y Pensiones del Magisterio.

Artículo 55. Se deroga la Ley Orgánica de Educación del veintiséis de julio de mil novecientos ochenta.

Caracas, noviembre de 2007

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NOTA HISTÓRICA

En enero del 2001, siete organizaciones de la sociedad civil presentamos un Proyecto de Ley Orgánica de Educación, con 91.674 firmas de respaldo, ante la Asamblea Nacional. La coordinación de la elaboración de ese Proyecto de Ley y su redacción estuvo a cargo del Dr. Leonardo Carvajal, directivo de la Asociación Civil Asamblea de Educación.

Por el mismo tiempo, la Comisión de Educación de la Asamblea Nacional también presentó un Proyecto de Ley de Educación. Durante seis meses debatimos ambos proyectos a lo largo y ancho del país. Y a finales de Julio del 2001 elaboramos, en trabajo mancomunado con el diputado José Luis Farías, Vicepresidente de la comisión de Educación de la Asamblea Nacional, un proyecto común. Dicho proyecto fue aprobado, por unanimidad, en primera discusión, por la Asamblea Nacional en Agosto del 2001.

Lamentablemente, en Octubre del mismo año, el presidente Chávez, en gesto antidemocrático, amenazó con caerle a batazos a ese proyecto de consenso. Los diputados oficialistas, a partir de esa amenaza, archivaron el Proyecto de Ley. Y a mediados del año 2005, el entonces diputado Luis Acuña modificó radicalmente el Proyecto de Ley aprobado en primera discusión, probablemente atendiendo a las directrices emanadas del Ministro de Educación del momento, Aristóbulo Istúriz.

En el año 2007, la nueva Presidenta de la Comisión de Educación de la AN, diputada María de Queipo, en varias oportunidades ha planteado nuevas y significativas modificaciones al texto legislativo. Con actitud cerrada, plantea que hay que ideologizar la educación e introducir el “estudio del pensamiento del presidente Chávez” en el sistema educativo y se aprestan varios diputados de esa Comisión a aprobar, en los primeros meses del 2008, una Ley que sólo respondería a sus peculiares concepciones.

Por eso, los directivos de la Asociación Civil Asamblea de Educación y de la Federación Nacional de Sociedades de Padres y Representantes (FENASOPADRES), decidimos presentarle al país un Proyecto de Ley de Educación, para que cada quien con su firma lo respalde y así podamos los ciudadanos tener un marco de referencia para luchar por una educación libre, democrática y de calidad.

Este Proyecto de Ley no es del todo nuevo. De los cien artículos que contenía el Proyecto de Ley Orgánica de Educación que presentó la sociedad civil en el 2001, reelaboramos cincuenta y cinco, buscando que este texto legislativo se constituya en ley marco. En esta reelaboración, recortamos y/o fundimos muchos de ellos y, también, modificamos parte del contenido de unos cuantos. El texto acá contenido sólo compromete conceptualmente a las dos organizaciones que lo reelaboramos. Naturalmente, cualquier grupo, organización o institución que desee apoyarlo, será bienvenido.

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Informaciones sobre este proyecto y sobre la recolección y envío de firmas de respaldo:

[email protected]@gmail.com

http://www.asambleadeeducación.org

María Josefina Pantin (0414-320.72.51); Eduardo García, (0416-802.36.93); Jeaneth Fernández (0416-623.00.80); Socorro Molina (0416-440.45.81);

Nancy Hernández de Martín (0414-915.59.49); Olga Ramos (0412-977.37.15)

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