Psicología de la mediación y resolución de conflictos en el Perú
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PSICOLOGÍA DE LA MEDIACIÓN Y RESOLUCIÓN DE CONFLICTOS EN EL PERÚ:
REALIDAD Y PERSPECTIVAS
Pablo Valencia Melendez
Universidad Nacional Mayor de San Marcos
1. ¿Qué es la mediación?
La mediación, en tanto alternativa para la resolución de conflictos, no es un invento
actual; por el contrario, esta ha existido en diferentes sociedades y culturas. Así, en
la antigua China, en el Japón tradicional, en África, entre otros, se observa que la
mediación fue la forma ideal en la resolución de conflictos (Folberg y Taylor, 1996).
Asimismo, las instituciones religiosas como la iglesia católica han desempeñado un
papel importante en el desarrollo de la idea de la necesidad de un mediador en la
resolución de disputas; en el caso concreto del cristianismo, en este se presenta a
Jesús como el mediador entre Dios y los hombres (López-Quintana y García-López,
2011). Se observa, pues, que la mediación ha estado presente en distintas formas a
lo largo de la historia. Lo que la diferencia en la actualidad es la sistematización a la
que se ha sometido, en la búsqueda de mejores formas de llevarla a cabo.
Una buena forma de iniciar el estudio de la mediación consiste en preguntarse
qué es esta. García-López (2011) realiza una revisión de varias definiciones dadas
por distintos autores. Al revisar estas, se observan algunos elementos en común: se
menciona, por ejemplo, la participación de un tercero imparcial (mediador), quien
no tiene poder de decisión, pero ayuda a las partes a buscar soluciones para
conflicto surgido entre ellas. De manera similar, Folberg y Taylor (1996) definen
mediación como un “proceso mediante el cual los participantes, junto con la
asistencia de una persona o personas neutrales, aíslan sistemáticamente los
problemas en disputa con el objeto de encontrar opciones, considerar alternativas, y
llegar a un acuerdo mutuo que se ajuste a sus necesidades” (p. 27). Como se
mencionó líneas arriba, la mediación ha estado (y sigue) presente de manera más o
menos informal en las sociedades, por lo que conviene diferenciar esta perspectiva
de la mediación con aquella más sistemática planteada por los estudios recientes.
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Siguiendo esta lógica, Bernal (2011) diferencia entre la mediación coloquial y la
profesional. Ambas comparten una actitud conciliadora, buscando soluciones para el
conflicto sin llegar a la confrontación abierta. Sin embargo, la mediación profesional
se distinguiría porque, además, implica una formación especializada y el requisito
de ser voluntaria, confidencial y extrajudicial.
Tradicionalmente, la mediación ha estado en manos de profesionales más
directamente ligados al ámbito legal (por ejemplo, abogados). Sin embargo, con el
advenimiento de la psicología jurídica se ha hecho evidente que los psicólogos
tienen mucho que aportar en este campo (García-López, 2011). En este sentido,
Hoffman y Wolman (2013) realizan una excelente revisión de diversos aspectos en
los que la psicología puede contribuir a la mediación. Consideran que, para llevar a
cabo la mediación, se necesita conocer cómo las personas piensan y actúan.
Mencionan los sesgos cognitivos, las distorsiones de la memoria, la importancia de
las intuiciones en el funcionamiento de la mente humana; y, en fin, demuestran
cómo los conocimientos de la psicología nos permiten comprender (e intervenir en)
las formas en que las personas actúan.
2. Otras alternativas de solución de conflictos
La mediación no constituye la única forma alternativa de resolver conflictos. De
hecho, esta suele confundirse con términos similares como arbitraje, conciliación y
negociación. A continuación, señalaremos brevemente las diferencias que existen
entre estos procesos y la mediación.
En primer lugar, el arbitraje constituye una modalidad en la que un tercero
interviene como árbitro con potestad de tomar decisiones. En la mediación, en
cambio, si bien existe un tercero que media activamente entre las partes, este no
tiene la posibilidad de tomar decisiones, ni existe un criterio predeterminado (leyes)
en el cual basar la decisión (López-Quintana y García-López, 2011).
La conciliación tiene en común con la mediación la presencia de un tercero
sin capacidad de decisión. Sin embargo, en la mediación el papel de este es más
activo, sugiriendo continuamente alternativas a las partes implicadas (Bernal, 2011).
Es importante notar que ambos términos suelen confundirse. Sobre la confusión
entre mediación, conciliación y arbitraje, López-Quintana y García-López (2011)
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ponen el ejemplo del sistema de mediación estadounidense; sobre este dicen que “se
trata más de actos de conciliación que de Mediación propiamente dicha, ya que en la
mayoría de los Estados es obligatoria siendo además necesaria la obtención de
acuerdos aunque sean impuestos por el mediador que se convierte en árbitro, si la
situación lo exige” (p. 102).
Finalmente, señalaremos las diferencias entre los términos mediación y
negociación. Bernal (2011) menciona que muchos abogados sostienen que en
realidad la mediación forma parte habitual de su trabajo. Esto parte del
desconocimiento sobre lo que implica la mediación en su sentido profesional. La
diferencia más evidente entre mediación y negociación es que en esta última no está
presente la figura de un tercero imparcial, sino que ambas negocian directamente
entre sí o a través de sus representantes (abogados). Otra diferencia que señala
Bernal es el hecho de que, mientras que la mediación se preocupa principalmente
por las necesidades e intereses de las partes en conflicto, en la negociación las partes
se centran en rebatir mutuamente sus posiciones.
3. Situación actual en el Perú
En esta sección se explorará la situación actual de los procesos alternativos de
solución de conflictos en el país. Para ello, se echará mano de dos investigaciones:
la realizada por MARC PERU en fecha incierta1, y la publicada por Falconí en 2005.
Ambas investigaciones tuvieron por finalidad conocer cómo se estaba aplicando la
conciliación en el Perú. Como se ha mencionado anteriormente, es frecuente la
confusión entre términos como mediación y conciliación, por lo que, si bien estas
investigaciones se refieren a esta última, bien podrían también estar incluyendo
casos de mediación. De cualquier manera, los datos que estos estudios brindan
permitirán crearnos una imagen de la situación actual en lo que a resolución
alternativa de conflicto en el país se refiere.
MARC PERU (s.f.) realizó un trabajo evaluando los resultados del plan piloto
de la ley de conciliación. Este piloto se llevó a cabo en las ciudades de Arequipa y
Trujillo y a ellas se restringe esta investigación. Un primer dato que llama la
atención es el conocimiento previo que tenían los participantes sobre la conciliación.
1 Por los datos que aporta el texto, se infiere que fue redactada en el año 2001 o posteriormente.
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Este provenía principalmente de la publicidad que en esa época se transmitía en los
medios de comunicación respecto de la conciliación. Este conocimiento previo de
los participantes se agrupaba, principalmente, en dos ideas: 1) la conciliación como
proceso sencillo para solucionar conflictos y 2) la conciliación como opción para no
ir a juicio. El segundo dato que llama poderosamente la atención es la presencia de
abogados de las partes en el proceso conciliatorio. Como señala el reporte:
Se podría decir que esta "necesidad" de las partes por contar con asesoría
legal profesional durante las audiencias, pondría de manifiesto el carácter
“judicial” que, en la percepción del ciudadano común, tiene la
conciliación. En otras palabras, consideramos que el público en general
aún le asigna al proceso de conciliación extrajudicial, características que
son propias de los procesos judiciales tradicionales. (p. 11)
Cuando se preguntó a los participantes de qué forma les ayudó recibir esta asesoría
legal, la mayoría de respuestas giraron en torno a la confianza que el abogado le
daba a la persona, y al hecho de que este le decía qué hacer y qué decir.
En lo que concierne a la efectividad percibida de la conciliación, la mayoría
(alrededor del 80%) manifestó creer que ella es un mecanismo útil para la solución
de conflictos. Alrededor del 50% la calificó como “efectiva”, y alrededor del 15%
como “muy efectiva”. Asimismo, la percepción del conciliador fue muy positiva,
señalando la mayoría que este conocía a fondo el tema y que le confianza. Sin
embargo, también se reportan quejas en lo concerniente a los ambientes donde se
llevaron a cabo los procesos, señalando que muchos de estos no tenían los requisitos
más básicos y que no se garantizaba por tanto la privacidad necesaria para un
proceso de esta naturaleza.
Entre el 25 (Trujillo) y el 36.6% (Arequipa) mencionó, además, que los
problemas que los llevaron al proceso de conciliación se solucionaron
completamente; y entre un 35.5 y un 38.7%, que se solucionaron parcialmente.
Finalmente, la mayoría (alrededor del 50%) manifestó que, luego del proceso, su
relación con la otra parte se mantuvo igual.
Falconí (2005), posteriormente, realizó un estudio a nivel nacional sobre la
conciliación extrajudicial. Él encontró que, tanto en Lima y en provincias, y tanto en
el sector público como en el privado, la mayoría de conciliaciones concluía en un
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acuerdo total2. A pesar de estos resultados alentadores, el número de inasistencias a
la conciliación sigue siendo abrumador. En el estudio de MARC PERU (s.f.), se
preguntó a personas que no había asistido a la conciliación cuál había sido el motivo
de esto. La mayoría de estas respondió “motivos de fuerza mayor”. Al ser este un
término muy vago, podría estar evidenciando una alta deseabilidad social en estos
estudios.
4. Perspectivas de futuro
De lo expuesto se puede concluir que los medios alternativos de solución de
conflictos son una alternativa prometedora. Sobre todo, en un país con un Poder
Judicial tan congestionado y (acaso como consecuencias de ello) corrupto
(Palomino, 24 de enero de 2014). Sin embargo, también se hacen evidentes las
limitaciones en la implementación de estos sistemas en el país. Por ejemplo, el
estudio de MARC PERU (s.f.) reporta las quejas de los usuarios acerca de pobre
infraestructura de los Centros de Conciliación. El mismo estudio señala que la
mayoría de las personas que acuden a conciliación lo hacen con sus abogados, lo
que pone en duda la naturaleza “extrajudicial” de este proceso.
Sin duda, falta mucho para que se consolide una alternativa al congestionado
Poder Judicial. Es de desear que, con el paso de los años, se incentiven –y, sobre
todo, se implementen con seriedad– alternativas viables para la solución de
conflictos. De momento, algunas iniciativas han surgido de algunas ONG, como
Tierra de Hombres, la cual ha iniciado decenas de procesos de mediación desde la
perspectiva de la justicia restaurativa.
2 El porcentaje más bajo se registró en Lima –sistema privado– en el 2002 (64%); y el más alto, en
provincias –sistema público– en el 2004 (88%).
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REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Bernal, T. (2011). El camino de la Mediación: un modelo de trabajo desde la práctica.
En E. García-López (Coord.), Mediación. Perspectivas desde la psicología jurídica
(pp. 41-93). México: Manual Moderno.
Falconí, M. (2005). La conciliación extrajudicial en el Perú: ilusión o realidad.
Recuperado de
http://www.institutoderechoprocesal.org/upload/biblio/contenidos/LIBRO_DE_CO
NCILIACION.pdf
Folberg, J., y Taylor, A. (1996). Mediación. Resolución de conflictos sin litigio. México:
Limusa.
García-López, E. (2011). Mediación. Perspectivas desde la psicología jurídica. México:
Manual Moderno.
Hoffman, D. A., y Wolman, R. N. (2013). The psychology of mediation. Cardozo
Journal of Conflict Resolution, 14, 759-806.
López-Quintana, M. y García-López, E. (2011). La Mediación como proceso: concepto,
sujetos, comunicación, principios y ámbitos de aplicación. En E. García-López
(Coord.), Mediación. Perspectivas desde la psicología jurídica (pp. 95-158).
México: Manual Moderno.
MARC PERU (s.f.). La conciliación extrajudicial en el Perú: experiencia de la
aplicación del plan piloto de obligatoriedad en las ciudades de Arequipa y Trujillo.
Recuperado de http://www.marcperu.com/pdf/estudio-arequipa-trujillo.pdf
Palomino, A. (24 de enero de 2014). Mediación, una opción para reducir la corrupción
judicial. La República. Recuperado de http://archivo.larepublica.pe/24-01-
2014/mediacion-una-opcion-para-reducir-la-corrupcion-judicial