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LA COMUNICACIN INTELIGENTEAntonio Paolasso CAPTULO INTRODUCCIN QU ES EL HOMBRE? MENTE Y CUERPO LA ESTRUCTURA DE LA FUNCIN MENTAL QU ES COMUNICAR? ARTE DE LA COMUNICACIN: EL LENGUAJE INTELIGENCIA COMUNICATIVA Pg. 1 14 33 48 61 70 89-103

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INTRODUCCIN El hombre que recibe al siglo XXI est enfermo, pero a su vez sumergido en la nueva sociedad o nuevo mundo, su enfermedad le parece connatural, como algo que es parte de l y por lo tanto le es normal padecer algn malestar. No puede distinguir entre lo esencial y lo superfluo, dado que lo esencial se interpreta como superfluo. Su vida es el descalabro mismo que padece no conociendo otro esquema vital, a tal punto que si fray Luis de Len quisiera escribir hoy su Oda a la vida descansada (que descansada vida la del que huye del mundanal ruido), difcilmente hallara un hombre que quisiera, que supiera o que pudiera descansar lejos del mundanal ruido. Ilgicamente es tanta la habituacin al disrritmo o antirritmo, que cuando se pretende restablecer un ritmo presuntamente normal o natural, este hombre aunque opte por la luz natural, el reposo nocturno y el silencio, en su mente persistir acuciado por el tiempo y el disrritmo e imaginariamente le acosan los fantasmas de la luz artificial (la que percibe en la oscuridad) y el ruido mundanal (el que sigue oyendo en pleno silencio). En medio del reposo y lejos de la urbe, en mbito callado, sigue con insomnio y escuchando sonidos discordes. No puede encontrar, ya sea por largo tiempo o toda la vida, un ciclo natural de actividad/reposo.

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Est acorralado por las distintas neurosis del vaco del fin de semana, vaco de las vacaciones, vaco de la jubilacin, es decir, cuando deja de llevar su tren habitual de vida, siente una ausencia o vaco que le enferma. No puede prescindir del hbito de la noche o del hbito del ruido, los que funcionan como adiciones compulsivas porque cuando cesa esa actividad cotidiana, rutinaria, anormal, siente una especie de vaco existencial y surge la compulsin del retorno al esquema enajenador. La vida espiritual de este hombre desquiciado radica en el ritmo del quehacer intenso, extenso y acelerado, debe hacer mucho y rpido. Este es el ritmo acelerado de la vida moderna. Qu ha pasado? Las grandes y sbitas transformaciones de los sistemas industriales y laborales y los cambios econmicos consecuentes, en general, y la tremenda tecnologa en particular, han producido nuevas necesidades y otras motivaciones. Pero estas nuevas necesidades y motivaciones son genuinas ?. Antes de proseguir, estimamos que se impone hacer una pequea digresin sobre el sentido absoluto del trmino necesario, que sera aquello que no puede dejar de ser. Con esta aclaracin podremos distinguir mejor a qu nos referimos cuando hablamos de lo necesario. Los cambios ocurridos han sido muy vertiginosos porque primero se dieron en dcadas, despus en lustros, luego anuales y hoy (1998) pueden ser en das u horas. El hombre en estas condiciones, no pudo asimilar social y orgnicamente estos cambios, con la misma velocidad que se producen. Algunos investigadores mdicos, como el cardilogo norteamericano Eliot (vctima tambin de estos cambios) reflexion que, en rigor, lo que produce estrs no son los cambios en s sino el nmero y magnitud de esos cambios que cada uno puede asumir en la unidad de tiempo. Esta conclusin refuerza nuestra aseveracin de que al hombre de este presente le falta tiempo siendo este factor el motor de la aceleracin que se pretende imprimir a la vida cotidiana y este hombre desorientado pierde la nocin de tiempo y espacio y pretende introducir la hora dentro del minuto. La destemporalizacin o trastorno de la nocin del tiempo fsico, lleva al desequilibrio del tiempo existencial, de ese tiempo propio del hombre que no depende del almanaque ni del reloj. Pero tambin hay un tiempo interior que est relacionado con su biologa y por esto aparece una nueva forma de estudio: la cronobiologa o tiempo de la vida. Ese tiempo vital, orgnicamente, est marcado por el ritmo circadiano, que en realidad son un conjunto de ritmos que durante las 24 horas del da rigen el sueo, el metabolismo y todas las funciones orgnicas. Si bien los cambios han afectado el tiempo fsico y existencial del hombre, ms fundamental que el tiempo vital, son los cambios referidos al espritu, a la esencia del hombre mismo (lo que el hombre es en s). La esencia (ser) del hombre, no es conocida totalmente sino que opera como un ser cifrado en alguna medida, al que para descifrarlo algunos filsofos como Heidegger proponen abordarlo por sus manifestaciones. Por los aos de existencia de la humanidad, al menos los conocidos por el desarrollo histrico y social, se sabe que no es un ser solitario sino un ser gregario, que no es insensible sino afectivo y, sobre todo, racional. Esta descripcin global y sinttica del ser del hombre no resalta otras notas

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fundamentales que el hombre tiene, pero las sealadas son las ms bsicas y universales, pues marca definitivamente al hombre la racionalidad y bajo la connotacin de la misma, el modo como desarrolla su afectividad y sociabilidad. Estos modos particulares le diferencian del animal y le permiten desarrollar un mundo, fenmeno nico en la escala biolgica, por lo que puede llegar a lo poltico y lo econmico, otras actividades propias del hombre. Pero, qu ha pasado en el hombre de fin de siglo XX ?. La vida individual y comunitaria acelerada que se ha impuesto, le aleja cada vez ms de sus notas esenciales: no tiene tiempo de ser sociable pues no cultiva la vida familiar (al permanecer pocas horas en su hogar, en compaa de sus familiares), ni la vida amistosa dado que carece de amigos con los cuales compartir tiempo y actividades. Le cuesta establecer una relacin de pareja y en muchos casos si lo logra, se estropea. Estas condiciones alteran la vida afectiva y se observan dos fenmenos: uno de superficialidad porque tiene afectos pocos profundos y otro de anestesia afectiva porque a veces manifiesta ausencia de sensibilidad afectiva. Todo ocurre como si el hombre fuera disminuyendo o anulando sus sentimientos afectivos, operando primero un cambio en l y luego en quienes le circundan, surgiendo un doble sufrimiento: por un lado la incapacidad de dar afecto y por otro lado una especie de aislamiento al no recibir afecto. Colocado en esta situacin, la primera defensa es la indiferencia y resulta que el esquema afectivo de las clsicas relaciones esposo-esposa, padres-hijos, lazos parentales, noviazgo, amistades y otros lazos afectoamorosos, se desintegran o se deforman y el valor amor se desnaturaliza, se diluye o se pierde. Esta incapacidad afectiva que se ha iniciado es transferible a las generaciones que subsiguen y los nios y jvenes reciben modelos carentes de amor o de amor deformado. Se pierde el centro, el equilibrio de este sentimiento esencial del hombre y aunque siga latente la tendencia y la necesidad del afecto amoroso, no se encuentra la manera de cmo manifestarlo y recibirlo autnticamente. En este remolino de cambios nace otra cuestin: la autenticidad, aquello que es propio de cada hombre en forma personal, su sello individual, su sinceridad, su realidad en cuanto a su capacidad de manifestarse tal cual se es. El modo de vivir contemporneo hace difcil ser autntico porque los modelos vividos o heredados son inautnticos. Tampoco hay escuelas de vida que enseen qu es lo esencial, lo realmente autntico y necesario y en el caso hipottico de que abrieran esas escuelas, es probable que se careciera de profesores (nadie puede ensear lo que no sabe o carece de ello) y de alumnos (la indiferencia acentuada y profunda impide el inters de aprender o de cambiar). En alguna medida, antes las escuelas de vida lo eran el hogar, la familia y las instituciones educacionales, culturales, religiosas y, an, las laborales. Hoy estas instituciones estn deterioradas, al punto que no permiten el anclaje o sedimentacin necesaria para conseguir una ubicacin existencial sincera y autntica.

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Una de las consecuencias ms serias e inmediata de esta desubicacin, es la prdida de la autoestima. No se halla la forma o la capacidad para quererse a s mismo autnticamente, es decir, sin caer en el narcisismo, la soberbia o el egosmo. En estas circunstancias, el mandato cristiano de ama a tu prjimo como a ti mismo es un concepto que se transforma en fetiche (algo de moda que est vaco de sentido y contenido, que se usa o se nombra sin sentirlo ni vivirlo). Empero, lo ms grave no es la prdida de la autoestima y del amor al prjimo. Lo realmente trgico es la prdida del sentido y del amor a la vida. Esta prdida lleva a dos caminos visibles: a despreciar la vida propia (autodestruccin por las adiciones, el suicidio y el descuido personal) y el desprecio de la vida ajena (prdida de la caridad, la solidaridad y el asesinato de una o varias personas como ocurre con la delincuencia y el terrorismo). Es tremendo reconocer que el hombre pierda el sentido y el valor de su vida y la ajena, porque el amor a la vida es un sentimiento ms que fundamental de su esencia. La vida es el valor supremo, el eje de todos los otros valores y si ste no existe por lgica caen todos los dems y a los otros vacos existenciales se suma el vaco axiolgico. As, el fenmeno ms intenso de esta vida moderna reside en esta cuestin: la prdida del sentido de la vida. Los cambios profundos y acelerados del modo de vivir actual han retrotrado los valores tradicionales por considerarlos obsoletos, esquemticos y convencionales. Muchos sectores juveniles no aceptan o rechazan de plano y activamente los valores sociales, ticos, estticos, morales e, incluso, los usos convencionales de urbanidad que nuestros antecesores tuvieron hasta mediados del siglo XX. La protesta juvenil frente a estos usos de antes se manifiesta con las modas y el lenguaje, en donde predomina lo absurdo, el abandono personal, la falta de aseo, lo chabacano, lo pornogrfico y lo soez. Se considera una manera drstica de romper con lo tradicional. Todo lo considerado culto es el centro de un ataque intenso tanto en lo ideolgico como en las costumbres. Estas actividades culturales o intelectuales, tildadas de impopulares, elitistas, estriles, decadentes, burguesas, artificiales, son objeto de resistencia directa, burla o ignoradas y muy pocos tienden a desarrollarlas. No son un valor apetecible y por esto se dejan de lado (se soslayan). No es infrecuente que se alteren tambin los valores intelectuales del hombre vindose disminuida su creatividad, especialmente la intelectual, porque est afectado su lenguaje y trastocadas las vas de la comunicacin por lo que se peca de exceso de informacin, de informacin vacua en la generalidad, y la anestesia afectiva se ampla tambin con una especie de anestesia receptiva. El hombre de hoy tiene incapacidad manifiesta para recibir, interpretar y asimilar diferentes estmulos. Luego, tambin se afecta su forma de pensar. Cules son los nuevos valores ?. Es una pregunta harto difcil de responder ya que no existen modelos expresados a nivel filosfico o sociolgico. Hay muchos escritos en revistas, comentarios en medios de comunicacin social (o masiva ?) pero la nica forma de acercarse a una respuesta es observar lo que se da, en mayor o menor grado, en todas las sociedades del mundo. As, apelando a la forma notoria del comportamiento juvenil ( y no tan juvenil) se destaca: el lenguaje zafado o soez, la vestimenta estrafalaria o grotesca o desaliada, el uso de aditamentos

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corporales (cadenas, amuletos, tatuajes, cintas, etc.), la tendencia al azar y al orculo (horoscopomana), el ya destacado desprecio a lo clsico (que termina siendo el privilegio de una lite cada vez ms reducida o de grupos snobs), el amor al ruido (se expresan en voz alta, escuchan msica ruidosa y de gran estruendo, prefieren el escape libre en automotores), desdeo o desidia en las buenas costumbres (nadie quiere usar reglas de urbanidad) y una conducta anmica (aquella que no respeta la ley a la cual no cumple o burla, ni los cnones y reglas sociales establecidos). La vida acelerada lo es en todos los aspectos: se quiere todo y ya. En este contexto las cosas deben adquirirse con el menor esfuerzo posible, sin sacrificios. Como el espacio y los bienes no alcanzan a satisfacer la explosin demogrfica, cada vez hay ms gente y menos bienes y se da el fenmeno que Ortega y Gasset llam el hombre-masa. Este hombre-masa es tal por haber perdido la personalidad. Esa despersonalizacin le impulsa a vivir como una cosa: est ah, en un lugar que no le es propio, que no tiene sentido, no tiene mundo (ese mbito personal que sealamos como el que cada uno instala en el espacio en que vive). En cierto modo est peor que una simple piedra a merced de las leyes naturales o que un animal en medio de una manada, la que a veces desboca en estampida, como si no tuviera nocin clara de qu hacer y en qu direccin moverse. Por eso le molestan las reglas o leyes que le impiden tener lo que desea en las condiciones que le plantea la vida moderna: rpido y sin esfuerzo y, a su vez, estas normas no condicen con el vrtigo que le rodea, y le vuelven inalcanzables los bienes y servicios que apetece ya. En esta coyuntura, se interpreta que todo ocurre en una competencia feroz, en la cual es posible que cuando otro tiene u obtiene lo que cree que le corresponde a l, lo siente como una usurpacin. Cuando no se pueden asir las cosas por la va comn, muchos creen que deben usar la violencia o el mtodo anmico para lanzarse sobre esas cosas, atropellando para tomarlas por la fuerza. Para esto no debe reconocer el derecho ajeno y, mucho menos, el derecho adquirido ni el derecho de propiedad. Tampoco se admite que alguien posea algo simplemente por antigedad (por haber llegado antes) y esas creencias motivan para apelar a diversos medios: o al despojo o apropiacin indebida o a imponer leyes que socaven los derechos establecidos. La adquisicin de bienes ajenos que estima como propios le lleva a establecer una especie de ley de la selva en la cual el joven desplaza al viejo (pasando los 40 aos de edad es difcil obtener una ubicacin social o laboral sino se posee medios especiales); quien detenta el poder obtiene posicin social y econmica privilegiada nada ms que por estar en esa esfera del poder, como ocurre con la clase poltica, aunque para ello deba apelar a la corrupcin abierta. Esta ley de la selva, en ciertos medios, permite la impunidad, es decir, no se castigan ni se reprimen las conductas irregulares o delictivas. En este punto, se abren slo dos caminos para llegar a la posesin de las cosas: o la obtencin directa de riqueza (bienes y servicios) o la posesin del poder. Si no se tienen medios econmicos suficientes, heredados u obtenidos por el trabajo o profesin quedan tambin dos medios de lucha directos: la delincuencia o la poltica (o la combinacin de ambas) para llegar sin sacrificios y rpidamente a tener riqueza (bienes y servicios). Estas ltimas alternativas sealadas solo pueden fincar en la corrupcin. As se acumulan fortunas o capitales amasados

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con deslealtad, engaos o actividades al margen de la ley o por acomodo. Cuando la corrupcin es generalizada y se encarama en todos los estratos sociales, acaece el encubrimiento, la tolerancia y reina la impunidad, lo que alienta an ms a sumarse a una actividad corrupta. La riqueza de algunos significa el despojo de muchos y se acentan los niveles sociales de marginamiento econmico, aumentando el nmero de pobres y de villas miserias, cerrando un crculo vicioso que padece la sociedad actual. Estos hechos signan las prioridades falaces que constituyen los objetivos inmediatos de una sociedad moderna marcada por el vaciamiento existencial, axiolgico, espiritual y afectivo. El hombre de aqu y ahora totalmente despersonalizado e incapaz afectivo, vive a cualquier precio. Instintivamente, en el fondo aora los valores ticos y morales que debieran regir su vida y entonces acude a tapar su corrupcin con un barniz que simule una fachada de honor y honradez o virtud. En estas condiciones, tica y moral son fetiches que se manejan en forma referencial y dialctica pero inexistentes en la conducta social en general (hay excepciones individuales pero no pesan lo suficiente en el nmero social). Mediante declaraciones pblicas se finge ser cabal. Incluso los polticos en el poder simulan imponer reglas, leyes que tratan de coercitar en los dems una conducta tica pero que ellos, bajo cuerda, burlan con negociados escandalosos, asociacin con la mafia o el narcotrfico para obtener apoyo social y econmico que le costean las elecciones y llegar as al poder o mantenerse en l indefinidamente, cambiando los cargos. Lo que se hace o se vive es todo lo opuesto a lo que se declama. No hay conviccin personal en lo que se aconseja sino un divorcio total entre lo que se dice y se hace. Entre la lucha por la posesin de bienes y el poder y la falta absoluta de conviccin en leyes, normas y buenas costumbres aparece esa conducta anmica que ya hemos sealado y explica la abulia por cumplir preceptos nobles. Esto no sirve porque quien vive respetando la ley al pie de la letra no obtiene aparentes beneficios, sino supuestos perjuicios. Lgicamente esto se admite intrnsecamente pero se niega pblicamente mientras se pretende seguir con el pregn vaco de que la ley debe cumplirse. En este devenir, el hombre lucha por prolongar su vida y mejorar la calidad biolgica de la misma, cosas que va consiguiendo al combatir con eficiencia las enfermedades, disminuir el desgaste del envejecimiento y elevar la calidad de vida tanto en la salud como en el confort. Pero al mismo tiempo vive la cruel paradoja de si bien cada vez est mejor biolgicamente, social y afectivamente su vida carece de sentido. Con el cuadro en general de una juventud desconectada de lo autntico y desorientada, de una generacin intermedia corrompida o desalentada y de una generacin senil desplazada y no respetada, se pinta una sociedad insatisfecha. El saldo es que los que usufructan privilegios los viven en un aparente estado de plenitud pero que interiormente saben que no estn en lo correcto y los que no tienen beneficios estn amargados de forma tal que esencialmente nadie quiere lo que vive o lo usufructa sin convicciones.

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En este contexto advertimos que se interrumpe la comunicacin autntica la que es remplazada por una comunicacin inautntica o, en el mejor de los casos, no hay comunicacin de ninguna especie. Se da el fenmeno de un hombre que viviendo entre muchos est solo. Su vaco espiritual le da vaco existencial y este le lleva a la orfandad o desconexin de todo: de s mismo, de la sociedad, del mundo y de la naturaleza. No se siente ligado a nada. Richard, un investigador mdico, advierte que las personas chocan, sufren y enferman por las situaciones sociales inmanejables. En medio de este panorama poco alentador quedan oasis de esperanza. Basado en la experiencia de conocer personas y grupos sociales aislados que transcurren su vida con amor y alegra en este medio catico, creo que las soluciones trascendentales deben buscarse gradualmente y en lo bsico: reeducar a los educadores y volver a llenar de contenido los valores vaciados. Esta revalorizacin debe basarse en la educacin recuperando para esta palabra su verdadero sentido: hacer manifestar con autenticidad lo que cada uno es en s. Educar es llevar hacia afuera . Qu es lo que hay que llevar afuera ?: lo que est dentro de cada uno, en la mismidad (en s mismo). La educacin, trmino inventado por los latinos como un equivalente del paidos griego, igual que en los pueblos grecos, est ligada al concepto de desarrollo del ser, el que deber manifestarse a travs de la personalidad. Provisoriamente, a fin de acordar una connotacin conforme con la intencin de este escrito, utilizar el concepto de personalidad que usa Allport, en el sentido de mecanismos internos que permitan desarrollarnos frente a conflictos externos. Estos mecanismos internos postulados por Allport serviran para estructurar el desarrollo existencial autntico, como luego estudiaremos. Luego, educar es lograr que cada uno manifieste o exteriorice lo que verdaderamente es (ser autntico), mediante una personalizacin capaz de equilibrarlo armnicamente con el medio ambiente en que vive, a fin de que se tenga una existencia real y no enajenada. Estas observaciones son las que nos llevan a afirmar que el hombre, y con l la humanidad de este fin de siglo XX, no es un paradigma de satisfaccin en el orden universal. El hombre que asoma al siglo XXI no es tan libre ni desarrollado como se cree. Mas bien est inmerso en una profunda crisis espiritual que le provoca su propio vaco existencial, su deshumanizacin y su soledad en medio de un montn de gente que le rodea. Su crisis se manifiesta en el arte, en la filosofa y en todo lo referente a su espritu. La deshumanizacin no slo ha provocado su aislamiento individual entre la muchedumbre, sino tambin un dao social superando otras pocas inhumanas de la historia de la civilizacin. Las guerras y sus secuelas de degradacin, se han repetido a lo largo del siglo XX en una escala mayor: dos grandes contiendas mundiales, superando la segunda a la primera en actos crueles y las guerrillas incesantes que aisladamente sacuden parte de Europa, frica, Asia y Amrica, es decir, el mundo. En el ltimo lustro del siglo XX no hay una confrontacin mundial formal, pero las guerrillas y el terrorismo y conflictos internaciones aislados (ex-Yugoeslavia, frica, Oriente y Medio Oriente) con sus

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batallas focales y extendidas en todo el mapamundi, bien podran constituir una especie de tercera guerra mundial. La represin poltica y militar de muchos totalitarismos pblicos o encubiertos, practican actos que cuando se dan a luz horrorizan por la bestialidad de los mismos. Tampoco se puede desconocer la deshumanizacin de los polticos que acceden al poder y manejan planes socioeconmicos en los que se enseorea una aparente eficiencia de no provocar o cerrar dficits, aunque esto signifique hambre, desocupacin y aumento de los niveles de pobreza o por el contrario, la corrupcin y la dilapidacin de los fondos pblicos con el aumento de las deudas interna y externa. Otra deshumanizacin est en profesionales, comerciantes, productores y fabricantes, que con el afn de lucro desnaturalizan su rol de dadores de servicios y bienes para bienestar de la sociedad. Todo obra de modo tal que deja la impresin de que hay deshumanizacin en todas las esferas de la conducta humana. Estos fenmenos llevan a pensar que quizs no sea tan excntrico considerar una nueva educacin, la que primordialmente debe ser hominizada (hominizar es un neologismo que se usa con el significado de aparente perogrullo de humanizar al hombre). El propsito de una educacin hominizada, nos lleva al tema que abarcaremos en este trabajo, que es la comunicacin humana, la que exige conocer una aproximacin al ser real o a la esencia verdadera del hombre, para buscar desarrollar esa esencia, dndoles a los educandos los valores acordes con esa esencia (autenticidad) e inducirlos a que manifiesten, comuniquen esos valores con voluntad, firmeza, conviccin y decisin (autoridad). La hominizacin repersonaliza al hombre y le permite actuar socialmente con seguridad, eficiencia, autoridad, autenticidad, caridad y en equilibrio consigo y los dems. El equilibrio le armoniza con el medio y sus cambios, actuando a la luz de la inteligencia y la afectividad y no por la impulsividad. La revalorizacin de s mismo (autoestima) permite tambin volver a valorizar a los dems en el respeto y el amor hacia ellos, considerndolos como a s mismo (caridad). La preocupacin por el otro es la base, no solo de la caridad, sino tambin de la comunicacin. El amor es el primer valor a ensear bajo sus formas de autoestima, caridad y sentido de la vida. Despus pueden rescatarse otros valores como la responsabilidad, la tica y la cultura y reinstalar la urbanidad, dndole otro sentido a la vida. Como en una especie de nuevo Renacimiento hay que volver a la fuentes y rever la belleza del mundo y de la obra del hombre, reencontrndose con Dios. Los dos polos, mundo y hombre, son los ejes posibles de llenar de sentido a la vida, pues de la meditacin adecuada sobre ellos se llega a la transcendencia metafsica de la filosofa o la religin. No se puede cristianizar sin previamente hominizar. Por ms que se quiera bautizar a un animal o cosa, no se podr cristianizar jams y el hombre inhumanizado es como un animal o cosa, pues no tiene manifiesta su esencia. Cristianizar es educar en el amor y amor hemos insistido, es una nota esencial del hombre autntico. Por esto lo primordial es construir el hombre y sobre l se edificar lo dems. No se puede obviamente, colocar un techo sin tener la pared, ni armar una pared sin cimiento. En nuestra cuestin especfica, el hombre es el cimiento para desarrollar sus notas esenciales. Tambin,

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sin l no hay comunicacin humana obviamente. Esta es la razn por la que nuestro trabajo arrancar con la definicin ontolgica del hombre, en una visin de filosofa antropolgica o de antropologa filosfica. Un hombre espiritualmente mutilado no es receptivo de una transcendencia filosfica o religiosa. El hombre educado, cabal y culto es el hombre que devela su ser con autenticidad y autoridad y est debidamente preparado para instrumentar su mundo. Para que los propsitos enunciados dejen de ser utpicos, debe usarse la educacin, y su instrumento inmediato, la comunicacin, para equiparlo para los cambios, pero sin alterar su ser, puesto que los cambios deben afectar usos y costumbres pero nunca lo esencial, de modo tal que toda su obra se adapte obligadamente a su naturaleza autntica. Sin hesitar, lo necesario est en la direccin del ser del hombre y no fuera de l. Cuando un cambio crea necesidades bastardas que no hacen a este ser, aparece el conflicto, ste no puede ser manejado y presiona tanto que termina desmoronando al hombre. En nuestros trminos, el estrs es la presin o tensin del conflicto y desde ese punto de vista es un disociador del hombre y la sociedad tal cual est planteado por el ritmo moderno acelerado. Para detener esta aceleracin se impone la serenidad interior y para lograrla, de alguna manera, tambin es importante la serenidad exterior, lo que sencillamente sera sacar el pie del acelerador. Aminorar la marcha para poder pensar mejor. Quizs uno de los mayores estrs de este hombre de hoy, es que piensa mucho pero no correctamente. El pensar incorrecto es el que le llena de ansiedad, angustia, temor y finalmente, de pnico. Muchos educadores piensan que el lenguaje, base de la comunicacin y su signo o palabra, es la herramienta para llevar al hombre a recuperar un recto pensamiento. Los investigadores luchan con toda la tecnologa a su alcance para explorar el sistema nervioso en busca del conocimiento de los mecanismos que llevan a estos comportamientos irracionales incompatibles con un ser pensante e inteligente, al mismo tiempo que esos investigadores tambin intentan hallar respuestas para inhibir esos mecanismos y restaurar la normalidad o la serenidad para que este hombre conflictuado pueda completarse como debe ser, fundamentalmente a travs de una educacin y de una comunicacin eficiente. Sin embargo, el sondeo cientfico se refiere con todo lo que describe, al vehculo y sus partes mecnicas, lo que oficia como si se pretendiera indagar en el motor de un auto porqu se pas un semforo en rojo. Esta metfora grosera sirve como ejemplo para poner en evidencia ciertas acciones y sus consecuencias porque as como es inconcebible culpar al motor de una accin del conductor, en nuestro caso significa que no se deben buscar los orgenes de la vida trastocada del hombre de hoy en su cuerpo, sino en su espritu. Esta cuestin traslada el centro de la investigacin de la ciencia mdica o psicolgica, a la filosofa (como meditacin trascendental). La reflexin profunda sobre s mismo (autoreflexin) debe complementarse con una voluntad real (querer de verdad) para lograr un encuentro con la armona y el equilibrio entre un autntico ser interior y su personalidad (como manifestacin exterior).

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Uno de los medios posibles que esta reflexin debe tener en cuenta, es el basamento en su propio afecto (como autoestima o amor correcto a s mismo) y el afecto a los dems (caridad con el prjimo). Si esto lograra comprenderse o explicitarse en su verdadera dimensin, podra nuevamente ser un principio de solucin o freno a los males que hemos comentado. No debemos olvidar que Cristo revolucion (en el buen sentido de la palabra) a su mundo contemporneo con estos principios cuando predic ama a tu prjimo como a ti mismo por amor a Dios. Este esquema cristiano, tan fcil de enunciar y tan simple aparentemente para comprender, no ha resultado as. Por qu no se logra una correccin ?. Hay una especie de bloqueo de mente, voluntad y afectividad que revista un cierto grado de gravedad. Se ha popularizado la frase no se quiere, no se puede y no se sabe como una suerte de muletilla que esgrime ante el fracaso de encontrar la conducta reparadora del conflicto. Puede que ocurran las tres cosas juntas o al menos algunas de ellas, por lo que cualquiera de las tres posibilidades, por s sola, interrumpe toda accin eficaz. El hombre es como una unidad sellada donde cuerpo, mente, voluntad y afecto estn ntimamente coordinados y conectados como en serie a un circuito. Si una de estas partes falla, hay cortocircuito y las otras no funcionan debidamente. Por su naturaleza de ser global e indisoluble, el hombre no puede ser escindido para ver cmo a travs de sus partes funciona el todo. Ac el misterio es que no hay dualismo de cuerpo y alma sino una funcin integral que parece ser una carnalidad espiritual indivisible, lo que lo diferencia de otras carnalidades biolgicas. Luego, el secreto para condicionar o reacondicionar al hombre, estriba en su espritu y en nuestro caso, ste es el comando que debe reactivarse. Si hay que evitar el estrs que lo condiciona y lo enferma o degrada, la lucha debe comenzar por las notas fundamentales de ese espritu en las que destacan, insistimos, la racionalidad, la afectividad y la voluntad. Para lograr una reconversin del dao por estrs debe primero querer, luego amar lo que quiere y, finalmente, pensar para conseguirlo. Estos instrumentos se manifestarn slo cuando haya un fin adecuado, entendiendo por esto que sea claro, autntico y necesario (en el sentido absoluto de estos trminos). El pensamiento es el fundamento slido para el cambio y el pensamiento est indisolublemente ligado a la comunicacin y a los cdigos lingsticos de la misma. Acto seguido iniciaremos una especie de resumen final para acabar esta introduccin, el que puede ser muy reiterativo en las ideas y redundar en conceptos, pero esto debe interpretarse como algo hecho a propsito para que quede bien grabado lo que se considera como elemental. Pedimos disculpas si el texto, por iterativo, resulta pesado o aburridor, pero las vueltas que hemos dado al tema son para que no queden dudas de aquello que se propone como inicio de un camino que conduzca a un restablecimiento real del hombre apaleado por el estrs. Hay otras sendas a caminar y eso es lo que debe ser explicado por aquellos que conocen o han encontrado esos itinerarios a fin de que se sumen a este esfuerzo de ayudar a los prjimos entrampados en el estrs. Hemos insistido a lo largo de la exposicin que la educacin tiene por funcin el desarrollo del ser autntico, pero no hay un modelo de educacin nica para todos como no hay un solo proyecto

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existencial. Cada uno tiene su propio modelo al que encontrar, conocer y vivir, porque aunque parezca de perogrullo, todo el meollo de la cuestin es vivir la vida en lugar de vivir el estrs y el conflicto. En este punto reflexivo, vivir es un verbo que cuando se pretende asir para desentraar su sentido individual, se nos escapa igual que cuando pretendemos tomar una gelatina con la mano: se diluye y zafa, dejando una sensacin de contacto pero con la frustracin de una aprehensin nula. Y llegando a esto es lcito preguntar que significa todo lo expuesto hasta ac como problema y, es un anlisis pesimista que debe concluir con un no hay solucin ?. De ningn modo. Si bien describimos lo que acontece ahora, que s es para pesadumbre, tambin esbozamos algunas metas como es centrarse en acceder correctamente a nuestra mente, con toda nuestra voluntad y todo el amor posible en esta tarea, con la regla sine qua non de no caer en lo falso, sino que impere la sinceridad por sobre toda otra intencin y que la bsqueda debe ser responsable. No se trata de bsquedas que estn de moda, sean apresuradas o superficiales, sino que deben ser intensas y profundas (aunque esto provoque un trabajo inenarrable). La caracterstica fundamental de este proyecto es que puede hacerse, y en esta virtud finca la esperanza que obra como motor que nos debe impulsar frente a todos los fracasos eventuales. Explorar un camino oculto o desconocido requiere probar muchas sendas. Si nos internamos en las que no son correctas (a las que conoceremos porque no nos llevan al fin anhelado), no debe interpretarse como fracaso, sino como un mero descarte de pistas falsas, que es natural y necesario transitar para llegar a conocer el camino verdadero. Este quehacer de buscar puede durar toda la vida, como tambin puede ocurrir que nunca se encuentre la va que corresponde totalmente, pero la satisfaccin estriba en la pasin de haber buscado con amor y ahnco que seguramente depara cosas positivas. El anhelo de encontrarse a s mismo es una actividad que en s justifica un sentido de la vida y evita ser un nmero ms en la masa humana que vive deshumanizada. Todos tenemos algo parecido a una brjula interior que nos gua hacia el camino debido. Cmo debemos interpretar esta brjula ?. En esto reside el secreto de no desviar el camino y la dificultad de leer correctamente el norte interior. Uno de los mtodos ms sencillo y directo est en el mensaje bblico con aquello de que el rbol se conocer por sus frutos. Cuando transitamos nuestra existencia debemos aprender a evaluar que lo que hacemos no debe causar dao a nosotros ni a otros, mxima que seala la buena ruta. Otro fruto es que nuestro obrar debe satisfacernos profundamente cada da ms y darnos paz, equilibrio y armona interior. Estas cosas deben mantenerse y acentuarse en cada balance o examen de conciencia que debemos, obligadamente, hacer en las distintas etapas etarias de nuestra vida. Si se cumplen las condiciones antepuestas, finalmente debemos sentir que no hay cambio ni conmocin alguna en nosotros por vivir nuestro proyecto existencial a travs de los proyectos cotidianos sino ms bien una profunda alegra y optimismo.

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Hay que comprender que todos los proyectos cotidianos son meros horizontes que fijan un rumbo y una meta, pero de ninguna manera deben ser un fin en s mismos. Es un modo de ejercitar el vivir y cada uno de estos modos marcan el estilo de vida que se elige, el cual depender ntimamente del proyecto existencial definitivo que se tenga. Cada proyecto existencial tendr un toque particular. As habrn hombres abiertos hacia un principio superior y sern religiosos siendo Dios y la religin el eje del proyecto existencial. Otros se inclinarn por el altruismo para dedicarse a vivir por los dems, con diferentes formas para servir al prjimo. Opuestamente algunos sern anacoretas. Hay quienes son atrados por lo esttico y se proyectarn a las artes, mientras otra parte de la humanidad se encamina al desarrollo intelectual e incursionan en las ciencias o la metafsica.. Luego, hay mltiples proyectos existenciales pues cada hombre tiene el propio que desarrolla en sus proyectos cotidianos. Adems de la religin, el servicio al prjimo, las artes o la ciencia, hay proyectos de una simple aspiracin a una cotidianeidad feliz: tener una familia, un trabajo y un esparcimiento. En otra tesitura, existe la posibilidad de que un hombre slo pueda tener proyectos cotidianos mltiples y dedicarse a ser religioso, artista e intelectual a la vez, porque todo hombre tiene la factibilidad suprema de poder desarrollar todas sus posibilidades de ser, en el mximo de su vitalidad creativa. Toda persona en sus actividades puede descollar o no. Si esto ocurre debe ser fortuito, coyuntural o secuencial. De ninguna manera el fruto de un fin especfico de vivir debe ser lograr el prestigio social, porque quien vive para esto no vive realmente sino est lejos de una vida autntica y resultar un extrao para s mismo. Sobresalir socialmente debe ser consecuencia de los mritos de un proyecto autntico que no busc por resultado la notoriedad. La idea de triunfo no debe centrarse en el mero reconocimiento de los dems, sino que intrnsecamente debe ser la aspiracin de encontrar plena satisfaccin de lo hecho en s, lo que ser independiente de nos aplaudan o critiquen o pase inadvertido a los otros. Otra brjula interior, que a veces es visible y a veces no, es la vocacin o llamado interior hacia un proyecto existencial determinado. Quienes conocen con nitidez su vocacin terminan con la angustia que genera una bsqueda. Es probable que la vocacin se conozca por las tendencias que cada uno tiene a determinadas actividades y de la meditacin detenida de las variables del gusto y aptitudes. Muchas veces hay tendencias fuertes por una vocacin marcada, pero no pueden realizarse por un defecto fsico o psquico. As, es improbable que un ciego de nacimiento pueda ejercer la medicina, pero puede pintar porque la mente del hombre convencido de su vocacin luchar contra todo impedimento. No es infrecuente que un sordo componga msica o un lisiado participe en una competencia deportiva. Prcticamente es imposible conocer o explicar racionalmente cmo operan estos mecanismos de conmocin interior intensa que conducen a conductas o hechos que pueden calificarse de milagrosos (sucesos propios de un acto de poder divino o algo superior al orden natural y a las fuerzas humanas). Slo el hombre tiene la virtud de superarse a s mismo y al orden natural que lo rodea. Este inmenso

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potencial que lo acerca al milagro le hace partcipe de una naturaleza casi identificada con lo divino, porque su carnalidad espiritual est llena de una energa ligada indisolublemente a la creacin de Dios. Ponemos punto final a esta meditacin personal plasmada en este trabajo, resaltando que el tema esbozado como telegrama es mucho ms amplio. Pero pese a las imperfecciones de lo escrito, la intencin inmediata fue llamar la atencin sobre la ausencia de una comunicacin sincera y efectiva, real y llena de sentido. Este trabajo es slo una revisin bibliogrfica prolija con una determinada seleccin de textos y contextos y un ordenamiento de conceptos para unificar el conocimiento y los criterios sobre las formas y mecanismos de la comunicacin humana. No es fcil convivir con los dems, pero manejando una correcta comunicacin podremos lograr esa convivencia tan necesaria para nuestra naturaleza, nuestro ser, que exige vivir con otros y por lo tanto debemos buscar la comunicacin como la nica herramienta vlida para la convivencia excelente. Nuestro pensamiento debe mejorar con la creatividad ante las nuevas exigencias de esta acelerada vida moderna, que nos impone corregir las desviaciones, siempre por amor a nosotros y a los otros, para vivir sin daarnos ni daar a otros. La comunicacin perfeccionar nuestros pensamientos y como dijo Einstein: PARA QUE LA HUMANIDAD PUEDA SOBREVIVIR NECESITAMOS CON URGENCIA UNA MANERA ESENCIALMENTE NUEVA DE PENSAR.

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QU ES EL HOMBRE? El ser del hombre A la pregunta qu es el hombre nos enfrentamos de lleno con el ser del hombre. Cul es ese ser ?. Evidentemente nadie puede responder de pleno a esta pregunta en forma directa. Slo podemos parafrasear a Dios, diciendo el hombre es lo qu es. Obviamente, esto no dice nada sobre la naturaleza del ser. Heidegger, un filsofo alemn contemporneo, intent acercar una idea del ser del hombre y logr un mtodo filosfico que consisten en acercarse al ser del hombre en forma indirecta. Ya que no se puede acceder directamente a la esencia del hombre, aprehenderemos a la misma a travs de los modos de ser del hombre. Qu entendemos por modos de ser del hombre ?. Dichos modos son las diversas formas cmo se va manifestando el ser del hombre a travs de todas las conductas de todos los hombres. De ellas abstraemos el concepto de ser. El primer modo de ser del hombre es a travs de notas constitucionales y la ms inmediata de estas notas es la razn o inteligencia. Ningn otro ser viviente fue dotado de la facultad de razn e inteligencia como lo ha sido el hombre. Las otras dos notas constitutivas del hombre, motivo del libro de Heidegger, son el espacio y el tiempo. Todos los seres vivientes comparten el mismo espacio o medio ambiente. Este es el medio estimlico o espacio fsico donde todos conviven sujetos a la misma condicin natural y biolgica. Pero el hombre no vive en el espacio de la misma forma que los otros seres animados o inanimados. Mientras los otros seres estn meramente en lugar, movidos por factores fsicos, el hombre instaura un espacio lleno de sentido. Con su inteligencia ilumina y comprende a las cosas en forma distinta a los otros seres y les da un sentido diferente. As, una piedra que al animal slo le sirve para orinar y marcar un territorio, o un impedimento al que debe eludir en su marcha, para el hombre la piedra es un instrumento que puede convertir en un arma, una herramienta o una obra de arte. La instrumentacin del medio ambiente es la cultura. Al instrumentar el espacio donde vive el hombre lo culturiza y comienza a vivirlo a la luz de la inteligencia. Al culturizarlo y llenarlo de sentido, el espacio estimlico pasa a ser ese espacio lleno de sentido que es el mundo. La instauracin del mundo es la primera transcendencia del hombre. En ese mundo, el hombre vive otra nota fundamental que es el tiempo. Si bien no puede eludir el tiempo fsico que el ambiente estimlico trae con el ciclo da/noche (luz/sombra) y el ciclo de las cuatro estaciones que determina el movimiento alrededor del sol y que el hombre mide con el almanaque a travs de das, semanas, meses y aos, y con el reloj como segundos, minutos y horas, tiene otra nocin de tiempo que es el tiempo existencial aqul que el hombre vive en el transcurso del tiempo fsico. Este tiempo

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del hombre no est medido ni con reloj ni con almanaque y, en el mismo lugar e instante, es distinto para cada hombre. Valga como ejemplo el hecho de estar asistiendo a una clase: algunos alumnos siente que la clase pasa rpidamente y otros como que no pasa nunca es interminable. Esta sensacin ntima de que un tiempo es rpido, o es lento, o es inmvil, es personal para cada hombre, cuya vivencia del tiempo no es igual a otros y es intransferible. Cmo vive el hombre su mundo ?. El hombre puede vivir el mundo y su vida de tres modos: 1. ensimismado 2. fuera de s mismo 3. enajenado Dijimos que el ser del hombre es un ser desconocido. Es como si estuviera dentro de un crculo al cual no se puede entrar. Es un ser encerrado en s mismo (sistencia del ser). Esta sistencia o mismidad, cuando no es transcendida por el hombre, ste queda convertido en un ser encerrado, ensimismado que no convive en el mundo. Es el caso de ermitaos o eremitas que se encierran en una cueva y rehusan vivir en sociedad. Por esto, el ser ensimismado, el que no se manifiesta, no constituye un hombre propiamente dicho, por lo que Aristteles piensa que el hombre que vive solo o es Dios o es bestia. El hombre para manifestar su ser debe salir de esa mismidad o sistencia, es decir, llevarla afuera lo que significa ex-sistencia (ex= fuera; sistencia = de s). Es decir, que el hombre cuando sale de su sistencia, de su mismidad, comienza su existencia o sea que comienza a vivir fuera de s. Pero fuera de s no es la expresin que se usa corrientemente para indicar a un hombre iracundo sino que en este caso significa que el ser sale de su encerramiento sistencial o mismidad, para existir y se convierte en un ser abierto. Esta es otra de las notas fundamental del ser del hombre. Y necesariamente, al ser abierto es cuando comienza a ser con otro seres. Este ser con... es otra nota fundamental del hombre que lo lleva a convivir con otros seres humanos como condicin fundamental de su ser. As, el hombre es un ser social. Una vez que ha establecido su mundo, llenndolo de sentido, a travs del espacio y del tiempo humano, donde vive como un ser abierto o social en comunin (comunicacin) con otros seres iguales, el hombre, con su razn o inteligencia, pasa a establecer un criterio, un pensamiento crtico de su mundo, donde juzga su existencia mundana. Este juzgamiento o pensamiento crtico, debe elevarse sobre el espacio fsico del mundo e ir a un plano que va ms all de lo fsico y que constituye la metafsica. A travs de la metafsica, el hombre establece un pensamiento crtico o transcendente y puede hacerlo a travs de la razn nicamente y llega a la filosofa o bien a travs del sentimiento o fe que profesa con la religin. Esto constituye una segunda transcendencia: el hombre con su razn o su sentimiento a travs de la fe transciende su mundo fsico, accede a lo metafsico y se encuentra

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con la filosofa o la religin. Estas dos condiciones marcarn distintos modos de ser. El pensamiento transcendente o crtico establece una nueva forma de comprender a s mismo o comprenderse. El hombre se juzga a s mismo y revela su forma de ser con el pensamiento transcendente. Una vez que el hombre establece o alcanza su segunda transcendencia con el modo de pensar crtico, vuelve al mundo con esa distinta forma de juzgarlo y establece as un nueva o tercera transcendencia. El regreso al mundo con el pensamiento transcendente, permite al hombre indagar sobre el ser de las cosas a fin de develar (quitar el velo) a ese ser y comprender ms profundamente su ser y el de otros. As el hombre va descubriendo los que las cosas son y quiere llenar con un nuevo sentido existencial a su mundo, buscando la autenticidad (mostrar su ser verdadero) . La verdad no es otra cosa que las cosas se revelen con su propio ser, es decir, lo que las cosas son. Cuando las cosas no revelan su identidad o ser real, aparecen (parecen ser) como falsas. No son en s, sino parecen ser otra cosa. Luego, la falsedad es lo que las cosas parecen ser pero no son. El hombre autntico adquiere autoridad : hace las cosas por s mismo (hacer con autenticidad) con su ser verdadero, y as como autenticidad es manifestarse con verdad, autoridad es hacer con verdad. Munido de autenticidad y autoridad, el hombre puede ahora antelar su existencia. La antelacin de la existencia es cuando el hombre mira hacia el futuro estableciendo un horizonte donde desarrollar su existencia. Este lanzarse hacia adelante hacia el futuro es proyectarse. Cuando el hombre busca proyectarse antelando el futuro, es el momento en que establece su proyecto existencial, la forma en que desarrollar toda su existencia a travs del tiempo y el espacio. El proyecto existencial es distinto del proyecto cotidiano. El proyecto existencial es la razn de toda la existencia del hombre. El proyecto cotidiano es con el cual el hombre desarrolla en forma inmediata su cotidianeidad, es decir, su existencia da a da. El proyecto existencial es mediato y abarca toda la existencia. El proyecto cotidiano es inmediato, cmo el hombre vivir su da o ir llenando de sentido al mismo. Un proyecto cotidiano es estudiar, casarse, desarrollar una profesin, adquirir una posicin, etc. El proyecto existencial abarca todos los proyectos cotidianos, pero siempre est por encima de ellos y no depende de los mismos. Incluso, el hombre puede tener un proyecto existencial que no finque en los proyectos cotidianos o, simplemente, basar su existencia en simples proyectos cotidianos, sin ninguna otra transcendencia. Del proyecto existencial depende la existencia autntica. De los proyectos cotidianos puede depender una existencia inautntica. El proyectar es otra de las

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notas constitucionales del hombre. Slo el hombre puede ir al futuro y desde ste volver al presente (proyectarse) instaurando su proyecto existencial. Finalmente, en el anlisis del ser hombre y sus notas fundamentales o modos de ser, debemos referirnos al sentido de las cosas. El ser del hombre es un ser descubridor o develador del ser de las cosas, del sentido de las mismas. Cuando el hombre conoce las cosas, las instrumenta y las llena de sentido, establece el cosmo. Todas las cosas no conocidas que quedan fuera del cosmo constituyen el caos. El ser del hombre es un ser que se ocupa de penetrar el caos buscando conocer lo desconocido (dar sentido al caos y traerlo al cosmo). El caos es una especie de nada filosfica o nada absoluta (ausencia total de cosas y del sentido). Naturalmente esta nada es irreal, es simplemente la existencia de la inexistencia, por lo que constituye un contrasentido totalmente desprovisto de sentido. Por lo tanto no pasa de ser algo que el hombre imagina pero que no tiene existencia real. En cambio puede ocurrir que aparezca la nada existencial que se da cuando el hombre pierde la nocin del sentido de las cosas y se encuentra de repente ante un mundo vaco en el que las cosas pierden su esencia, su sentido, y se produce un vaco de sentido (nada existencial) Luego la existencia se transforma en caos. El hombre enfrenta un mundo inhumano, sin sentido, sin la luz de la inteligencia, sumido en la oscuridad del caos. Esto le despierta un sentimiento de angustia o pnico. Dijimos que el hombre establece horizontes sobre los cuales va desarrollando su proyecto existencial. Una vez que supera un horizonte va buscando otros. Esto hace que las cosas sean posibles. Cada horizonte es una posibilidad. La existencia se transforma as como el mbito de las posibilidades. Hasta dnde llega este mbito ?. Naturalmente la extensin del mbito es la vida del hombre y mientras el hombre vive tiene infinitas posibilidades. El fin de la vida del hombre es la muerte. La muerte puede ser considerada bajo dos puntos de vista: como el fin absoluto en que es simplemente una aniquilacin total (prdida absoluta del ser) o bien puede ser mirada como la culminacin de las posibilidades. El hombre autntico es el que mira a la muerte slo como la culminacin de todas sus posibilidades o sea, como la cumbre de su existencia. Luego, as proyectado constituye una nueva nota fundamental: ser para la muerte. Es el nico ser vivo que puede antelar su vida en funcin de su muerte. Es el nico que llena de sentido a la muerte y la incorpora como algo fundamental de su existencia. No es una nada como aniquilacin total. El ser autntico es aqul que sabe escapar de las nadas que atentan contra la existencia del hombre. Luego no es un ser que vivir con pnico ni temor. Descarta la nada absoluta porque la comprende como un producto ideado por la imaginacin, elude la nada existencial porque vive llenando de sentido la

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existencia y enfrenta a la muerte, no como una nada de aniquilacin de entes o cosas, sino como algo connatural de su existencia, como la culminacin de la misma. Luego su mundo es un mundo total, pleno de sentido, en donde no tiene lugar la nada. Cuando el hombre vive la nada en cualquiera de sus formas, imaginaria o real, pierde el sentido de su existencia y vive enajenado, como si en su lugar fuera otro, no l mismo, sino alguien ajeno a l. La existencia enajenada es una manifestacin de inautenticidad. No es propia del hombre, puesto que en ella el hombre pierde o no manifiesta las notas fundamentales de su ser. Al establecer su existencia y querer llenar de sentido el mundo, el hombre mira a las cosas de formas diferentes. Cuando su mirada es envolvente, totalizadora, inquisidora con el pensamiento transcendental, logra penetrar y develar el ser de los entes. Descubrir lo que los entes son y llenarlos de sentidos. Pero a veces su mirada es parcial y enfoca una parte de las cosas, a las que considera un objeto de observacin, para describir el fenmeno de aparicin de ese ente o cosa. El objeto puesto as ante los ojos y ante las manos, es manipulado por el hombre, el que se limita a describir su exterior, buscando a travs de l inquirir sobre el interior, pero no con el abordaje indirecto de su pensamiento transcendente, sino como un acceso directo, violento. Y decimos violento porque en este intento de conocer al ente, lo objetiva para manipularlo en su exterior. Esta forma de acceder al conocimiento de las cosas, es lo que constituye el punto de vista o aspecto que se encuentra muy lejos de poder llegar en forma inmediata al ser verdadero de las cosas. El punto de vista se conforma slo con describir lo que las cosas parecen ser. Nunca es totalizador, nunca llega al ser de las cosas. Es una forma meramente descriptiva de una parte del todo, al que nunca llega a conocer dado que siempre mira una parte. Esto es propio del pensamiento cientfico que slo busca conocer lo inmediato: lo que est ante los ojos y a la mano, sin ir ms all. Es un pensamiento rgido, no transcendente, que necesita una estructura condicionada (parmetros) para estar siempre igual ante la contemplacin de un ente o cosa. Si las condiciones del ente observado como objeto (parmetros) no son siempre iguales la ciencia los rechaza, no los admite dado que no pueden ser reproducidas exactamente igual en un laboratorio. Todo enfoque de un ente que no pueda ser objetivado con la observacin rgida que somete a la deduccin y es ponderado (medido y pesado), es desechado por no ser cientfico. En manera especial siempre pensamos y hemos sostenido que lo que se da en la realidad no siempre es la verdad. Esta asercin es fcil de comprender dado que lo real o realidad es el conjunto de las cosas y las formas como estas se manifiestan en el mundo, pero hemos advertido que las cosas no siempre aparecen como son y su verdadero ser debe ser develado. Luego, las cosas pueden tener apariencia falsa, no manifestarse como son realmente. Es muy importante esta distincin porque sino se cae en la tentacin de confundir realidad con verdad o de creer que la verdad es lo que se ve.

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Hemos aclarado previamente que lo que se ve aunque tenga una tangibilidad indiscutible es simplemente punto de vista y ste, al no ser totalizador, induce engao sobre el verdadero ser de la cosa vista. Todo lo que se ve es lo que aparece a la luz (fenmeno) y as debe consignarse: simplemente; decir es lo que aparece a la luz. En absoluto, el carcter de real da carcter de verdad. Tampoco el hecho de ser un fenmeno significa que sea real (las visiones o alucinaciones son fenmenos que aparecen como reales y son imaginarios). Porqu no todo lo que se percibe como real puede ser tal o verdad ?. La percepcin depende de la integridad funcional de nuestra mente y nuestros sentidos. Cualquier falla en ellos nos da una percepcin anormal o deformada. No es infrecuente que muchas percepciones que creemos reales sean imaginarias. Tambin nuestro punto de vista est, no slo condicionado por la integridad de los sentidos y la mente, sino por nuestras convicciones, cultura y forma de pensar. Si no balanceamos todo esto, es fcil caer en el error, el cual se agrava cuando creemos que nuestro error es la verdad. Hay que ser muy cauteloso antes de aceptar por real y verdad cualquier fenmeno que nos impacta. Nuestra mente debe realizar una especie de autocensura y autocrtica, con una estricta comprobacin (chequeo) de que nuestra percepcin no es anormal y no est teida por preconceptos. Esta forma de control es lo que constituye el juzgar correcto y la adquisicin de criterio (buen criterio), ambas cosas necesarias para el pensar y el actuar autntico. En filosofa se confa a la lgica la funcin de formacin de un juicio correcto. El punto de vista o aspecto es slo un abordaje parcial de las cosas y viene a ser como una especie de captacin relmpago de una parte de la cosa. No capta el todo. Como es parcial y rpida es una especie de flash que capta y congela la parte observada. No es pensamiento fluido, envolvente, totalizador. El pensamiento totalizador es propio del hombre autntico y es el que alcanza la plenitud de las cosas. Contrariamente el pensamiento objetivador, aspectual, es inautntico, rgido. Slo cambia, cuando se busca otro punto de vista y, a veces, el nuevo aspecto de una cosa contradice el anterior. Naturalmente est enfocando algo distinto. Otra parte distinta. Luego el pensamiento aspectual es contradictorio. Slo el pensamiento totalizador llega a la verdad y es propio del ser abierto del hombre autntico. El pensamiento aspectual es inautntico e induce ms a la falsedad que a la verdad. Es fundamental para nosotros destacar la diferencia de ambos pensamientos, dado que el hombre muchas veces cree que el pensamiento aspectual es absoluto, mientras que el totalizador es relativo. Y all cae en la confusin de creer que la ciencia es el camino ms vlido para el conocimiento de las cosas. La educacin autntica debe mostrar que la ciencia es uno de los caminos para llegar al conocimiento pero no es el mejor. El pensamiento crtico o totalizador, siempre estar ms cerca de la verdad.

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Desarrollo de su intelectualidad El intelecto que es el entendimiento, potencia cognoscitiva racional del alma humano, es el efecto directo de aplicar la inteligencia, a la cual est ntimamente ligado por ser una manifestacin de ella. La intelectualidad es el conjunto de todos los efectos o acciones del intelecto. Nosotros destacaremos del intelecto, una de las notas de la inteligencia, lo referido al aspecto de habilidad, destreza y experiencia y en ese sentido entenderemos en parte lo que es el desarrollo intelectual. Naturalmente, el desarrollo intelectual implica primero que el instrumento inteligencia est indemne y aguzado o preparado. El hombre debe entrenar su pensamiento inteligente para evitar desvos o conclusiones racionales falsas. Asimismo su entendimiento no debe tener vicios de juicios apriorstico. Debe adoptar una forma de pensar abierta, afectiva, con pleno uso de los mecanismos racionales, para captar la realidad sin deformaciones e indagar a travs de ella la esencia de las cosas, buscando lo que las cosas son en s, en su esencia verdadera para no errar sus criterios o forma de juzgar. Esto exige predisponer la voluntad para querer con intensidad lograr estas condiciones de mirar sin escrpulos previos a la realidad y no dar significados anticipados ni meditados a los hechos que se dan o se observan. Aunque casi necesariamente toda teora cientfica debe basarse en algn tipo de ideologa o preconcepcin (hiptesis, teora, tesis) estas deben tener algn fundamento, Pero tanto las ideas preconcebidas sin sustento, como los fanatismos, no tienen cabida en el terreno de la ciencia. Quien desea escudriar la realidad con mentalidad de cientfico debe aproximarse a ella y rodearla caminando en su entorno o observarla con una cierta ingenuidad, intentando profundizar en el conocimiento de la esencia de las cosas. Los datos que esta observacin le proporciona deben ser investigados en el sentido de que sean lo menos deformados posibles y no susceptibles de error por defecto de percepcin. Comprobada la calidad de esos datos debe aceptarlos, tanto si estn de acuerdo con lo que l piensa del objeto observado, como si no lo estn. Esto elimina lo subjetivo de la observacin y permite reformular el sentido de la cosa observada con una visin ms objetiva, dada por los diferentes puntos de vista. La aceptacin de los elementos con los que se est de acuerdo y tambin con los que no se est de acuerdo, hacen al pensamiento totalizador envolvente, sagaz, que indaga con inters y curiosidad, sin caer en la tentacin de conformar la realidad segn se piensa y no segn se da. Una hiptesis, de la cual puede partir una observacin meditada de algn hecho, es un mero instrumento del quehacer de la investigacin cientfica, pero no debe apasionar al investigador a tal punto de querer adaptar la realidad a la hiptesis, convirtiendo a sta (hiptesis) en el fin absoluto. No sera infrecuente que se comience investigando con una hiptesis y se descubran cosas diametralmente opuestas a ella y doblemente ms interesantes que lo propuesto hipotticamente.

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Cuando se cae en la tentacin y la tozudez de no leer correctamente los datos objetivos de la realidad y de consumar el intento de imponer la hiptesis por sobre lo real, se cae netamente en el extremismo, el fanatismo o el fundamentalismo de principios rgidos intelectuales pero no reales. Esto ocurre cuando la realidad defrauda una expectativa hipottica y genera una actitud irracional de aceptar e imponer, generalmente por la violencia, una idea preconcebida, asignndole virtudes crpticas o una inspiracin divina o una fuerza ancestral aunque todo ello vaya contra la misma razn. Nosotros conocemos en detalle las propuestas dada por psiclogos y otros investigadores, sobre la formacin del intelecto en el sentido de gentica y ambiente. De que la gentica pueda tener o no una injerencia directa en el grado de inteligencia de una persona o la conformacin de la misma, es una afirmacin ambigua que sera algo imprudente manejar como necesaria dado que no hay un estudio gentico comprobado que diga tal gen es el gen de la inteligencia, como se dice para algunas patologas genticas. Es indudable y no controvertible que muchas patologas genticas pueden influir sobre la inteligencia y de hecho lo hacen. Pero esto no indica totalmente que la inteligencia dependa exclusivamente de lo gentico. S podemos afirmar, sin ambages, que hay diferencias intelectuales en todas las personas. Ningn individuo es totalmente igual a otro ni gentica ni intelectualmente. Partiendo de esta premisa fctica se puede decir que hay personas ms concentradas o ms dispersas que otras; que hay individuos con mayor o menor contraccin al trabajo; que algunos son ms despiertos que otros; que unos poseen ms rapidez que otros para captar e interpretar. Y as sucesivamente se pueden desgranar habilidades y destrezas. Tampoco dudamos que el entrenamiento y la oportunidad tienen mucho que ver con la formacin de habilidades, destrezas y capacidades. Hay gente que tuvo la oportunidad de adquirir mayor y mejor conocimiento, hay otros que tuvieron ocasin de ser sometidos a entrenamientos de diferentes grados e intensidad y as formaron su capacidad intelectual y cultural, independiente de un mayor o menor cociente intelectual. Es innegable que aquellos que posee naturalmente una mejor condicin intelectual tendrn mayores y mejores chances, pero esto no es bice para que todos los individuos, normalmente constituidos, alcancen metas satisfactorias en la adquisicin de capacidad intelectual a travs de instrumentos culturales diversos, de adquisicin de habilidades y destrezas. La instruccin correcta y el aprendizaje aplicado y bien guiado, pueden habilitar a cualquier persona para adquirir diferentes habilidades y destrezas, conocimientos y entrenar un modo de pensar. Estos conceptos de ninguna manera significan que aceptamos que la inteligencia es un producto del medio ambiente, pero s reconocemos que ste tiene algn grado de injerencia en la formacin de la capacidad intelectual. Pero el rumbo definitivo de cada uno estar dado por desconocidas brjulas internas que dan el norte a cada persona en forma diferente. Una de estas brjulas que siempre sealamos es la vocacin. Este trmino est referido a una especie de

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llamado interior (convocacin, llamamiento) o inspiracin interior que hace que una persona sea conducida a realizar una determinada tarea o a adquirir un determinado estado o profesin. Es una particular disposicin que cada uno tiene para desarrollarse socialmente en una determinada direccin relativa al quehacer vital a desarrollar, a la actitud hacia la vida. El intelecto se gua por estas brjulas interiores que dependen de lo que cada uno es en esencia. El desarrollo intelectual estar en relacin directa al conocimiento que se tenga de s mismo. Cmo se adquiere este conocimiento ?. En esta cuestin, el eje pasa por el pensamiento reflexivo. La reflexin es el pensamiento concentrado, ordenado y dirigido voluntariamente hacia nuestro interior, sobre s mismo, para indagar nuestras tendencias y deseos, para formar las decisiones, para realizar crticas y para hacer anlisis y sntesis. Es la primera arma que nos llevar al conocimiento profundo, a develar el primer contacto con las cosas para darle un primer sentido mundano. Es tambin lo que permite conocer la vocacin y ayuda a iniciarla. Es lo que permite el proyecto cotidiano y el estilo de vida a adoptar. La reflexividad es una propiedad indisolublemente vinculada al carcter relacional del sujeto reflexivo y sin ella no cabra concebir la nocin de s mismo ni hacer juicio alguno de valor, acerca de la misma. Mediante la reflexividad el hombre es capaz de tomarse a s mismo como objeto de percepcin y puede percibirse como una parte de la realidad. En este caso la reflexividad mira una realidad interna pero en relacin a una realidad externa o realidad de otros. La diferencia esencial entre esas dos posibles formas de acceso a la realidad radica en el contexto: los dems me perciben en un contexto (semitica) de realidades (signos) externas que contribuye a hacer inteligible mi conducta en la propia percepcin uno mismo dispone de un contexto ms amplio: el de todas las vivencias habidas en el discurrir biogrfico personal. Vivencias que a su vez estn sujetas a una valoracin subjetiva por las connotaciones afectivas de las mismas. La reflexividad permite a un individuo conocer sobre s mismo, pero este conocimiento o saber, en alguna medida, depende o sucede de la representacin verbal. Toda idea interna o externa se hace patente a travs del signo o significado de una palabra. An para referirme a m mismo, en mi mismidad, autorefirindome a m en mi pensamiento, necesito hacerlo con palabras. La reflexividad es til slo si el ser reflexivo puede concretar sus sensaciones internas (recodificacin) en algo anlogo al lenguaje verbal, es decir, si encuentra la palabra apropiada para definir sus sensaciones ntimas. Slo al formularse una idea clara de su interior a travs de su lenguaje o cdigo conocido tendr para s y para otros el conocimiento de sus circunstancias psquicas o espirituales, sobre todo, las vinculadas al rea instintiva y emocional y as podr verbalizar lo inconsciente. Dems est decir que lo que posee en el rea inteligente o intelectual ser expresable por su propio peso si la reflexin fue lo suficientemente eficaz para recoger, conocer y expresar las sensaciones profundas de la mismidad.

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En una segunda etapa, una vez producido el contacto con la realidad y establecido nuestro mundo pleno de sentido, la meta siguiente es el pensamiento transcendental o meditacin profunda con que el hombre transciende el plano fsico de s mismo y su mundo, para ir ms all, a un plano metafsico por el cual llegar a la filosofa o a la religin. Ambas o una de ellas, le servir para completar el sentido de su vida y de su mundo y formular el proyecto existencial definitivo. El pensamiento transcendente es una deliberacin superior del hombre sobre s mismo y su mundo y el cosmos que le rodea, permitiendo esta deliberacin encontrar una dimensin intelectual suprema. El hombre encuentra con este pensamiento la mxima expresin de su potencia racional elevndolo al mximo nivel de inteligencia racional. Es el pensamiento totalizador, envolvente por excelencia. Es el arma ms certera del hombre para penetrar en su esencia y en la naturaleza de las cosas que le rodean, dndoles un sentido definitivo a la luz de la filosofa o de la religin, o de ambas. No tenemos experiencia sobre personas que alcancen el pensamiento transcendental sin haber pasado primero por el pensamiento reflexivo, dado que para comprender a las cosas, primero el hombre debe comprenderse a s mismo, porque la fuente del sentido es l. Estimamos que la reflexin es el paso primero de la meditacin, en el sentido que nosotros hemos dado a estas palabras. El desarrollo final del intelecto va a depender del conjunto de conocimientos y cultura que cada hombre acumule para s, como de las habilidades y destrezas que desarrolle, siendo este conjunto lo que le d capacidad total. Culminar su desarrollo la adquisicin de un pensar transcendental. Piaget sostiene que la inteligencia estructura la conducta y la afectividad lo emotivo, y el desarrollo intelectual es la historia de la formacin de la personalidad. Resume el desarrollo intelectual en estos puntos: 1. el desarrollo intelectual es un proceso continuo que comienza con el nacimiento y culmina en la adolescencia (nosotros disentimos con Piaget en el sentido de que creemos que no culmina sino que contina durante toda la vida til, mientras el individuo tiene sus facultades intelectuales indemnes) 2. el desarrollo de la inteligencia sigue un orden progresivo comn a la especie 3. cada etapa hunde sus races en la anterior y se contina en la siguiente 4. cada fase es cualitativamente diferente a la anterior 5. los individuos alcanzan diferentes niveles dentro de este proceso, aunque en el cerebro humano sano existe la posibilidad de alcanzar todas las etapas 6. la madurez implica la integracin de los distintos aspectos del desarrollo, afectividad, etc. Piaget introduce la afectividad como una condicin sin la cual no hay desarrollo pleno. En efecto, el hombre como un todo indivisible, funciona con su inteligencia, su afectividad y su voluntad para desarrollarse. Mal puede pretenderse lograr desarrollos separados de estas esferas espirituales. El hombre se desarrolla en bloque. Un hombre muy inteligente pero sin afecto ni voluntad es un ser nulo. Un hombre muy voluntarioso pero sin inteligencia ni afecto, es tambin nulo. De igual modo, un individuo muy afectivo pero carente de

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inteligencia y voluntad tampoco puede desarrollarse. Si una persona desarrolla dos de los tres elementos espirituales tiene desarrollo incompleto y siempre le faltar algo. Ergo, slo ser todo un hombre el que es inteligente, afectivo y voluntarioso. El progreso de la humanidad, tanto en lo cientfico como en lo filosfico depender de que el hombre logre desarrollar nuevas formas de pensar. Y qu es lo nuevo?. De ninguna manera, dijimos, lo nuevo es algo distinto a lo que el hombre es ni se refiere a un ser nuevo. Es el mismo ser de siempre, inmutable en s, pero que adquiere la capacidad de manifestarse de una forma distinta. En esto consiste la creatividad. El funcionamiento de nuestro pensamiento oscila constantemente entre dos polos: 1. el pensamiento realista y 2. el pensamiento imaginativo. El pensamiento realista es el que sigue las reglas de la lgica y est adaptado a la realidad exterior en que el hombre vive. El pensamiento imaginativo es ms difcil de definir, dado que la palabra imaginacin se emplea en tres sentidos: 1. como imaginacin prctica: un individuo que tiene imaginacin para resolver un problema en forma original 2. una imaginacin lingstica o verbal : la imaginacin que califica la originalidad de los medios con que un individuo se expresa a travs de la palabra para producir el efecto que busca en quien ha dirigido su mensaje lingstico o verbal 3. una imaginacin creadora que es la capacidad o facultad de combinar imgenes en conjunto o en sucesiones que imitan los hechos de la Naturaleza, pero que no representan nada real ni existente (definicin aristotlica). Estos conceptos convierten a la imaginacin en una capacidad para utilizar las representaciones de la realidad, sustituyendo a las percepciones sensoriales por los elementos formados en el pensamiento. La imaginacin resulta as un trmino medio entre el pensamiento lgico y el pensamiento sumergido en el mundo interior (casi autismo). Nosotros, en general y en coincidencia con algunos psiclogos, hablaremos de imaginacin creadora cuando un sujeto, situado frente a un problema, descubre una solucin original. Dicho de otra forma: frente a viejos problemas encuentra nuevos enfoques o soluciones y esto es la creatividad. Para ello es necesario que la imaginacin creadora rompa los moldes de la rutina o hbitos de pensamiento y para esto necesita de una cualidad importante o bsica: la flexibilidad. Slo un pensamiento flexible crea. El pensamiento rgido mantiene el statu quo (siempre lo mismo). La flexibilidad es la adaptabilidad del individuo a situaciones nuevas. El pensamiento creativo tiene cuatro etapas: 1. Preparacin 2. Incubacin

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3. Inspiracin 4. Verificacin. La preparacin es una larga fase de adquisicin de conocimientos. La incubacin es un proceso de maduracin de los datos de la informacin recogida. La organizacin de los elementos adquiridos, tanto en forma consciente como inconsciente. La inspiracin es el descubrimiento inconsciente brusco de una solucin y puede llegar en medio de una meditacin, de un sueo e, incluso, en plena dispersin mental. Es un conocimiento intuitivo, inconsciente que bruscamente se hace consciente o inteligible y aparece milagrosamente con la solucin. La verificacin es la comprobacin que se hace de si la creacin inspirada se adecua o no a la realidad, es decir, si es en verdad una solucin al problema y no una mera ilusin. Otros de los elementos del desarrollo intelectual es la memoria. Es una potencia del alma por medio de la cual se retiene y recuerda (sede de los recuerdos): 1. el pasado 2. el conocimiento adquirido 3. los hechos actuales o presentes. La memoria es una potencia intelectual que puede adquirirse y desarrollarse mediante el entrenamiento, mientras haya un aparato psquico o mente normal. La memoria se pierde slo si hay deterioro mental psquico u orgnico. Una de las funciones bsicas de la memoria, cual es la retencin, est ya presente desde el nacimiento, pero la operacin de codificacin o de registro es muy deficiente en los bebs por lo que los nicos estmulos que pueden memorizar son de carcter muy simple y que no necesitan, por tanto, de ningn tipo de operacin de codificacin compleja. Por otro lado, el nmero de estmulos que puede retener un beb es muy bajo por simples que estos estmulos sean. Adems, si bien retienen estmulos sencillos, slo recuerdan (evocan) a los mismos nicamente cuando el estmulo acta. Contrariamente, los adultos normales, especialmente los que realizan entrenamientos mnemotcnicos (mnemotecnia = arte de ejercitar la memoria), tienen gran capacidad de retencin y fcil evocacin, la cual es voluntaria y no slo en presencia de estmulos. La correcta memorizacin (proceso de retencin) exige, adems de una observacin atenta y concentrada o de una lectura en esas condiciones, de un continuo repaso del tema o cuestin a memorizar. Tanto la retencin como la evocacin y el almacenamiento de datos y hechos a recordar, exigen tcnicas y mtodos propios para cada persona. As la memoria tiene algo de congnito pero mucho de aprendido. La memoria guardada de habilidades y destrezas aprendidas, es permanente y ptima cuando se renen dos condiciones: 1. uso continuo 2. automatizacin de los actos aprendidos y memorizados (por ej. conducir, escribir a mquina, etc.)

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Hay diferentes mecanismos de memoria y as hablamos de una memoria sensorial que se desarrolla de acuerdo a necesidades especficas, por ejemplo, un ciego desarrollar una memoria tctil y una memoria auditiva. El sordo desarrolla una memoria visual. Naturalmente, las personas normales tambin pueden desarrollar estas memorias sensoriales segn las necesiten. Otra memoria es la memoria gustativa que desarrollan los catadores. Habra una memoria a corto plazo que retiene la informacin por minutos o segundos o lapsos muy cortos. Es una memoria para uso inmediato, con capacidad muy limitada ya que slo puede mantener una pequea cantidad de informacin al mismo tiempo y por corto lapso. Se le llama tambin memoria activa. Es la que tiende a fallar con el tiempo en la mayora de las personas. Registra hechos recientes. Ejerce control sobre el cerebro al indicarle qu informacin debe tener en cuenta. En una conversacin permite recordar la primera parte de la frase del interlocutor hasta que ste llegue al final. Es asimismo, la base de la atencin mltiple simultnea (memoria mltiple simultnea) que permite atender varias cosas a la vez, por ejemplo, mientras se habla por telfono hojear la correspondencia o una revista, a la vez que se solicite por sea o expresamente algo a una persona que pase en ese momento (pedir un caf, llamar la atencin, saludar, etc.). Esta memoria, naturalmente, comienza a declinar entre los 40 y 50 aos de edad. Si algo le afectara patolgicamente, no se podran ejercer profesiones como comprador de valores de la bolsa o piloto de avin de caza (Richard Mohs). Otra forma de esta memoria, es la memoria episdica (memoria antergrada o de hechos recientes) que tambin guarda hechos y experiencias relativamente recientes (la pelcula vista hace pocos das, donde se dejan los anteojos o estaciona el auto, etc.). Su declinacin comienza alrededor de los 40 aos de edad, pero su decadencia es ms lenta a tal punto que no se advierte, quizs, hasta dos dcadas despus del comienzo de la prdida. As una persona de 50 aos nota la facilidad de los jvenes para estudiar, aprender y memorizar el uso de aparatos electrnicos o un nuevo programa de computadora, actividades que a l le cuestan mucho ms. La capacidad de retencin de esta memoria es menor a medida que aumenta la edad. Esto acarrea problemas en profesiones tales como la medicina en la que la diversidad de conocimientos y su renovacin permanente, es una de las profesiones que ms exige memoria episdica y al disminuir sta, puede hacer que un mdico sea susceptible de incurrir en negligencia profesional, ya que slo se recuerda la mitad de la informacin y se produce el olvido de las dolencias de pacientes en el mismo da en que stos son atendidos. En cambio, cuando la informacin es transferida a la memoria de largo plazo, la capacidad se vuelve ilimitada y en esa memoria, a manera de disco duro de una computadora, se van grabando y acumulando todos los acontecimientos que nos ocurren y los conocimientos que podamos aprender. Todos estos contenidos permanecen, adems, indefinidamente en esta memoria, a la que debemos recurrir siempre que necesitemos recordarlos. La evocacin puede ser rpida o inmediata cuando el conocimiento es manejado asiduamente o de grabacin reciente o puede ser lenta o mediata a medida que los recuerdos son ms lejanos. Abarca la memoria semntica que es la capacidad de recordar el significado de las palabras y los smbolos y es la ms perdurable de todas. Es la que ms se conserva en el mal de Alzheimer (prdida patolgica de la memoria) y es la que

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hace difcil olvidar los trminos aprendidos en la juventud y que luego nunca ms se usan, como baile de graduacin o comedor universitario. Tambin es la que graba los smbolos religiosos, las marcas comerciales, las diferencias entre un perro y un gato, etc.. La memoria semntica puede seguir enriquecindose hasta la muerte. Otra parte de la memoria a largo plazo, es la memoria implcita que permite recordar cmo montar en bicicleta, nadar o conducir, aptitudes que dependen del recuerdo automtico (memoria automtica) de una serie de movimientos iterativos y automticos. Es la memoria de los reflejos condicionados que permite, por ejemplo, sacar rpidamente el pauelo ante la sensacin de estornudo inminente. Es una memoria tambin duradera y su prdida es signo seguro de deterioro mental grave. Otro tipo de memoria de largo plazo es la memoria remota (memoria retrgrada) que es la que conserva los recuerdos de la infancia, los conocimientos escolares, los libros, revistas y pelculas que han causado un gran impacto o que han sido vistos o ledos repetidamente, determinadas conversaciones y toda suerte de situaciones vividas muy en el pasado y cuya memoria se conserva a travs de los aos. Esta memoria tambin es difcil de perder, pero en edades avanzadas, a pesar de ser una de las memorias ms conservadas, puede ocurrir que haya dificultad para evocacin o sea traer al presente el recuerdo del pasado. Barry Gordon interpreta a esto como una especie de interferencia ya que al envejecer se debe clasificar una y otra vez la informacin que se va sumando sin cesar a nuestros conocimientos y el recuerdo de la misma puede entrecruzarse con otros recuerdos y no permitir la correcta evocacin, o al menos la evocacin oportuna, y esto sera la interferencia. La llamada memoria fotogrfica que se aplica a las personas que tienen la capacidad de memorizar en forma rpida una gran cantidad de detalles, es mal llamada fotogrfica porque nadie registra los hechos de la manera indiscriminada, grfica y precisa como lo hace una fotografa. La memoria es siempre selectiva (Mohs). Lo que ocurre es que hay personas con mayor capacidad de memoria, quizs debido a una mayor atencin y a un gran poder de observacin que les permite clasificar o seleccionar rpidamente la mayor cantidad de detalles y su capacidad de retencin aumentada, les permite obtener una memoria rpida y completa de hechos observados. La prdida de la memoria es la amnesia. La memoria escasa es hipomnesia. As como se habl de memoria retrgrada y antergrada, igualmente, ante la prdida de la memoria por una lesin cerebral, la prdida de memoria de hechos anteriores al accidente se denomina amnesia retrgrada, la prdida de memoria de hechos ocurridos despus del accidente, se denomina amnesia antergrada. Luego, en la prdida o deterioro de la memoria no slo influye la edad y los procesos patolgicos (accidente cerebrovascular, infarto o Alzheimer y otras patologas) sino que junto con la edad influye la escolaridad ms baja, la falta de ejercicio de la memoria y la mayor dependencia de otros. Las estrategias mnemotcnicas o nemotcnicas (ambos trminos son vlidos e iguales) pueden ser:

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1. sectorizacin del dato: cuando el dato a memorizar es extenso o complicado se le descompone por sectores y se memorizan stos en un orden determinado (tems o chuncks) 2. localizacin visual: sirve para el conocimiento que se adquiere con la memoria visual 3. mtodo de lugares: se visualizan todos los lugares a recordar, buscando detalles especiales de individualizacin de los mismos 4. uso de palabras claves 5. organizacin verbal 6. mtodo de asociaciones: relacin del texto con el contexto, por ejemplo, pez nos lleva a pensar en agua. Finalmente en el desarrollo del intelecto debemos dedicar algunos prrafos los poderes inexplorados de la mente. A medida que la humanidad ha transcurrido en su historia, se han conocido hechos relativos a fenmenos mentales tales como la alucinaciones, imgenes onricas, telepata, hipnosis, percepcin extrasensorial o clarividencia. La telepata es una especie de comunicacin mental a distancia entre dos o ms personas. Las alucinaciones son imgenes irreales creadas y presentadas involuntaria e inconscientemente por la mente. La hipnosis es la provocacin voluntaria o involuntaria, consciente o inconsciente de un estado mental en que el individuo queda en una semiinsconciencia y acta automticamente ante una orden mental o verbal que imparte el hipnotizador. La percepcin extrasensorial, muy estudiada por la parapsicologa se presenta bajo la forma de premoniciones y en ella se produce un fenmeno de telepata en el cual el receptor del mensaje ha acertado la imagen o smbolo emitido por el transmisor teleptico. Ambos, receptor y transmisor, constituyen la pareja teleptica. El receptor es el clarividente. Cuando el clarividente informa de algo fuera del alcance de sus sentidos en un momento dado, el fenmeno se aprecia como una adivinacin. Los mecanismos o esencia de los fenmenos extrasensoriales son desconocidos en s mismos y apreciamos a los mismos slo por sus efectos. Los fenmenos extrasensoriales se comportan caprichosamente, es decir, no son predecibles sino espontneos, sbitos y fugaces, a manera de fogonazos (flash). Estn muy relacionados con el estado de nimo y la emotividad individual. Por esto hay personas ms sensibles a ellos que el resto de los individuos y la voluntad generalmente no interviene en los casos espontneos. S puede intervenir la voluntad en los casos inducidos, lo que suele ocurrir con los llamados mdium o personas que se les atribuye facultades extrasensoriales extraordinarias que les permite, por ejemplo, comunicarse con los muertos o tener videncias de hechos contemporneos, simultneos o futuros (precognicin), o de hechos pasados (retrocognicin). Cuando la percepcin extrasensorial ocurre en una persona comn espontneamente, se observa que se pone en marcha ante situaciones crticas, en

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un momento de angustia y generalmente cuando el estado mental se halla alterado (agitacin). Ocurre como si en ese momento se abriera un canal de comunicacin teleptica, se percibe el hecho generalmente referido a accidentes o muertes de seres queridos o conocidos y luego de ocurrida la comunicacin el canal se cierra y, a lo mejor, nunca ms se repite la percepcin. Tanto al tratar la creatividad como los fenmenos inexplorados de la mente, hemos hecho referencia al pensamiento intuitivo o intuicin. Intuicin es la percepcin clara, ntima, instantnea de una idea o verdad, tal como si se la tuviera a la vista. Generalmente se dice que la mujer es ms intuitiva que el hombre. Tal como se define, la intuicin es una capacidad magnfica que permite antelar la solucin de un problema, adquirir un conocimiento o alcanzar una idea creativa, sin el esfuerzo del razonamiento escalonado o meditado sobre un hecho. Operara como una forma de pensar ms rpida, muy eficiente y de menor esfuerzo. Obviamente, la intuicin no es un patrimonio comn a todos en forma cuantitativa. No todos poseen la misma cantidad o grado de intuicin, sino que es tenida en formas muy diferentes. Incluso en algunos individuos hay diferencia de calidad en sus intuiciones. Pero si existe la voluntad y la concentracin suficiente y eficiente es posible alcanzar un cierto entrenamiento de la intuicin, salvo en las situaciones de alta emotividad en que sta pueda surgir en forma espontnea. La intuicin es lo que vulgarmente se llama corazonada y en opinin de muchos autores bien podra ser el mejor recurso del cerebro, a tal punto que podra considerarse el sexto sentido (o el sptimo ya que se postula para sexto sentido, tambin, al sentido comn). Cualquiera sea el concepto de intuicin esta clarividencia que parece surgir de la nada, tiene mecanismos desconocidos e intrigantes. Malcom Westcott estudi diferentes grupos para averiguar porqu algunas personas entendan ms rpidamente que otros y encontr en los grupos intuitivos que, al parecer, para obtener respuestas correctas los integrantes de esos grupos combinaron la informacin proporcionada por Westcott con fragmentos de conocimiento sacados de su propia experiencia y de ah dedujo que todo ocurre en la intuicin como que su componente clave es el conocimiento y la experiencia que cada uno de nosotros lleva dentro. Con estas observaciones Westcott concluye que intuicin es la capacidad de llegar a conclusiones acertadas, rpidamente, a partir de informacin limitada, basada en el conocimiento y experiencias previos que cada uno lleva dentro Herbert Simon comparte la opinin de Westcott y afirma que en lugar de seguir conscientemente una serie de pasos lgicos, el experto adelanta una solucin rpidamente echando mano de su profundo conocimiento de los problemas Y con la experiencia, las corazonadas del experto se vuelven cada vez ms atinadas Por su parte, el neuropsiquiatra Larry Squirre, estudiando daos en diferentes partes del cerebro, ha descubierto que, incluso cuando una persona no tiene memoria consciente, otro sistema de memoria sigue funcionando y aprende

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como jugando un complicado juego de habilidad. Cuando resolvemos un problema o se aprende a hacer algo se usa el sistema de memoria declarativo. Pero a medida que nuestras habilidades se vuelven automticas, pasan a formar parte del sistema de memoria procesal, constituyendo un conocimiento inconsciente. Existen reglas para el pensamiento intuitivo ?. Los expertos aconsejan: 1. 2. 3. 4. reunir informacin sobre el problema plantearlo a fondo y luego dejarlo confiar en la propia experiencia verificar las intuiciones

El intelecto se relaciona con el arte a travs de la fantasa y el pensamiento mgico. Fantasa es la facultad que tiene el nimo de reproducir por medio de imgenes las cosas pasadas o lejanas, de representar las ideales en forma sensible o de idealizar las reales. Puede ser tambin una fantasmagora, ilusin de los sentidos, pero tambin es un grado superior de la imaginacin en cuanto a lo que inventa o produce. Suele llamrsele fantasa a obras literarias basadas en la ficcin o al pensamiento elevado o ingenioso. Los alcances del trmino fantasa son muy amplios y variados, pero en general la connotacin est referida a lo ingenioso, a lo ficticio o a lo real llevado a lo irreal o a lo irreal trado al plano de la realidad. En este ltimo mecanismo reside el pensamiento mgico que tiene la virtud de traer a la realidad lo irreal, presentndolo como algo real, creando la ilusin de los sentidos. La fantasa es el mundo interpretado por la sensibilidad y se manifiesta con smbolos, mitos o relatos fantsticos. La fantasa, y por ende la actividad mental imaginaria, significa una posibilidad de proyeccin extensa de la vida psquica. En primer lugar la fantasa puede actuar tanto en funcin prospectiva como retrospectiva. Es decir, se puede fantasear tanto acerca del futuro (indagando, explorando, aventurando posibles realizaciones del sujeto) como del pasado (reactualizacin de experiencias vividas, en busca del sentido intencional de nuestras realizaciones