Publicación Sociocultural...

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01 Publicación Sociocultural Matamalteca EL REFUGIO DEL DRAGON Asociación Erroble Matamala (Segovia) https://erroble.wordpress.com/ [email protected] El Refugio del Dragón C/ Castillejo, 19, Arcones (Segovia) Tlf.: 669 42 35 94 https://elrefugiodeldragon.wordpress.com/ La Serranilla Proyecto cooperativo de ganadería ecológica https://laserranilla.wordpress.com/ [email protected] Nuestras Ramas: Febrero 2015

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nº01

Publicación Sociocultural Matamalteca

EL REFUGIO

DEL DRAGON

Asociación ErrobleMatamala (Segovia)https://erroble.wordpress.com/[email protected]

El Refugio del DragónC/ Castillejo, 19, Arcones (Segovia)Tlf.: 669 42 35 94https://elrefugiodeldragon.wordpress.com/

La SerranillaProyecto cooperativo de ganadería ecológicahttps://laserranilla.wordpress.com/[email protected]

Nuestras Ramas:

Febrero 2015

nº01

nº01

Hoy nace “La Bellota”, una nueva publicación que brota como lo hace el fruto de una rama de Erroble.

Cada tres meses intentaremos llenar de contenido estas páginas (están todos invitados a participar siempre que quieran); de momento nuestra intención es, nada más y nada menos, abrir nuevos lugares desde la autonomía y la independencia, para que todas aquellas personas que quieran decir algo, puedan hacerlo; no importa qué, no importa cómo, desde “La Bellota” ofreceremos una variedad de espacios literarios, sociales, políticos y culturales, donde poder decir aquello que queramos compartir. Por eso, aunque todo puede cambiar en esta vida, hemos dividido La Bellota en varias secciones que serán, esperamos, del gusto de todos; “A fuego lento”, un espacio para hablar de los movimientos sociales que, despacio y con buena letra, están transformando nuestra realidad cotidiana; “La internacional”, que se encargará de dar a conocer alguna situación global de actualidad desde un punto de vista diferente al que los medios comunes nos ofrecen; “El bosquete”, donde tendrán cabida temas medioambientales y de gestión de los recursos naturales de nuestro entorno; “El tintero”, una sección literaria para que cualquiera pueda dar rienda suelta a su creatividad; “La agenda”, donde informaremos de los eventos cercanos (en tiempo y en espacio) que más interesantes nos parezcan; y, por último, “El arcón”, una especie de cajón desastre donde podamos dar cabida a aquello que no sepamos donde meter.

¿Y porqué ahora? Ahora porque estamos siendo partícipes directos de un precioso cambio en nuestro pueblo, porque siempre hemos sido muchas personas intentando recuperar espacios y costumbres que respetamos y amamos y que no queremos que se pierdan de ninguna manera, porque queremos hacerlas crecer con todos los conocimientos y los sentires que traigamos de nuestros viajes, porque siempre hemos creído que el camino es construir red; porque tenemos una gran familia que llena de ilusiones, de ganas y de proyectos nuestro pueblo; Erroble, La Bellota, La Serranilla, el Refugio del Dragón y tantos otros proyectos que desconocemos y queremos conocer, que aún no existen y que queremos crear.

Esperamos recorrer este camino aquí, en nuestra sierra, y con todos los que viven a nuestro lado, esperamos que el tiempo haga crecer este fruto y todos los frutos, que sigamos apoyando, intercambiando y construyendo otras maneras de hacer las cosas.

Esperamos que llegue a Madrid, a Segovia o a Valladolid, pero sobre todo esperamos que se quede cerca, en los caminos y en las sombras de los robles, en las piedras y en los ríos, en la plaza, en la Dehesa y en el Palancar; porque el cambio es siempre ahora y aquí.

Esperamos que lo disfrutéis, que lo compartáis, que lo creéis con nosotros.

Bienvenidos a este viaje.

Jesús Suárez

nº01 ACTIVIDADES

INVIERNO-PRIMAVERA

CSAR “La Casa” (Matamala):_________________

• 7 y 8 de marzo “Bicifolk”• 18 de abril “Fiesta de Primavera”

Albergue “El Refugio del Dragón” (Arcones):__________________________________

• 28 de febrero taller de Acro-Yoga y masaje Tailandes

• Futuras actividades:

• Marzo: curso de elaboración de lacteos• Abril: rutas por la zona• Mayo: curso de setas de primavera• y más adelante: talleres de cuero,

jabón, agricultura ecológica, hierbas medicinales, rutas por las hundas, etc...

CSA “Sacajos” (Segovia):_____________________

• Taller de deportes acrobáticos todos los martes y jueves de 17:00 a 19:00

• Rocódromo libre

CSA “La Nave” (Segovia):____________________

• Taller de circo todos los martes y jueves de 17:00 a 19:00

• Taller de yoga todos los martes y jueves de 19:00 a 20:00

Conciertos Crika producciones (Segovia):_____

• 27 de febrero “Envidia Kotxina” sala Beatclub• 6 de marzo “Potato” y “Fhin Brau” sala Beatclub• 14 de marzo “La Habitacion Roja” sala Beatclub• 21 de marzo “Rapsusklei” sala Boss• 1 de abril “Belako” sala Beatclub

2EDITORIAL| | AGENDA CULTURAL| |11

SABÍAS QUÉ.......?

¿Sabías qué al principio todas las ovejas eran negras y que raramente nacía alguna blanca?

Se empezó a dar preferencia a la cría de oveja blanca porque su lana se teñía mejor. Por eso ahora los rebaños son blancos. Pero como la naturaleza y la genética son ingobernables, siempre, en cada pueblo y en cada rebaño, seguirán naciendo ovejas negras.

AGENDA CULTURAL

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¿Qué es un grupo de consumo? Cada vez hay más a nuestro alrededor. Incluso en nuestro pequeño pueblo hay uno,

(grupoconsumovillacorta.blogspot.com). Últimamente brotan como champiñones por todos lados pero mucha gente aun no sabe de qué se trata.

Un grupo de consumo no es más que un grupo de personas que, preocupadas por lo que consumen y no contentas con lo que el mercado convencional ofrece, deciden juntarse para buscar alternativas y consumir otro tipo de productos. Generalmente uno de los objetivos de la mayoría de los grupos es consumir productos ecológicos, es decir, productos provenientes de cultivos en los que no se hayan usado productos químicos ni venenos como pesticidas, plaguicidas, fungicidas, etc.

Existen diferentes motivos por los que la gente decide consumir productos ecológicos. Posiblemente el primero de ellos sea la salud. Es normal que haya gente que empiece a preocuparse por este tema. A nuestro alrededor se ha disparado el número de casos de enfermedades relativamente nuevas como las alergias o el cáncer y la alimentación podría ser uno de los factores a tener en cuenta. Otra razón para consumir productos ecológicos es que, aunque sean un poco más caros, indudablemente están mucho más ricos. Tod@s sabemos que no hay ni punto de comparación entre un tomate de supermercado y un tomate recién cogido de la huerta. Pero aparte del cuidado de un@ mism@ hay otros motivos que impulsan a la gente a consumir de un modo diferente. El cuidado del medioambiente es uno de ellos, por eso apuestan por el consumo local y de temporada evitando consumir productos que vengan de lugares lejanos. De este modo, además de evitar la quema de combustible provocada por miles de barcos y camiones que a diario no paran de mover productos de unas partes a otras del planeta, se apoya a un agricultor de la zona colaborando con el desarrollo de la economía local.

Las condiciones en que viven los animales en las explotaciones ganaderas es otra de las cuestiones que preocupan a estos grupos, por eso prefieren consumir productos de granjas en las que los animales vivan en condiciones medianamente dignas.

Y por ultimo, quizás el motivo más importante por el que alguien comienza a preocuparse por lo que consume es porque entiende que las pequeñas acciones, como el consumo, son las que finalmente componen y construyen el mundo en el que vivimos y no podemos descuidarlas.

Cuando se compra un producto se esta apoyando inconscientemente todo un sistema económico y un modelo de producción. Por ejemplo, cuando se compra un producto “made in China”, Tailandia, Vietnam, etc, se está fomentando las condiciones laborales bajo las que se produjo, en la mayoría de los casos totalmente indignas siendo una práctica habitual la explotación infantil.

Igualmente, cuando se compra en un supermercado de una empresa multinacional, se está fomentando el desarrollo de un modelo económico piramidal en el que los beneficios revierten sobre una sola persona que se enriquece a costa de explotar a cientos o miles de emplead@s por todo el mundo. Sin embargo cuando compras a una pequeña empresa familiar o a una cooperativa basada en una estructura horizontal, sin jerarquías, en la que no existen superiores ni subordinados, lo que estás fomentando es un modelo económico justo y sin sufrimiento, y ese es el mundo que estas creando a tu alrededor.

Está claro que el consumo, pese a que nos lo solemos tomar bastante a la ligera, es un acto muy importante que puede acarrear consecuencias considerables pues es el que mueve la economía mundial. Cada un@ sabrá como lo hace. Yo lo tengo claro. Yo consumo, con sumo respeto.

Kike Hernanz

310EL ARCÓN| | A FUEGO LENTO| |

A fuego lento....

sión, consiguen que vendamos nuestras vidas, dedicándolas no a vivir, no a disfrutar del tiempo y de las relaciones, sino a una búsqueda constante de intercambios dinero-bienes que nunca queda satisfecha porque nunca tiene fin.

Y es en este nuevo engaño en el cual el capital se apropia del Estado, convirtiéndole en el mediador entre esclavista y esclavo. Un Estado que nos vende humo, ofre-ciendo derechos “liberadores” tan sólo a cambio de nuestra libertad; una libertad secuestrada por leyes que benefician al poder establecido y enjaulada en cárceles repletas de pobres; un Estado que ejerciendo el monopolio de la violencia (en todas sus formas) nos roba no sólo la tierra, sino toda posibilidad de autonomía, de autogestión, de autogobierno, apropiándose de todo, desde los saberes hasta la posibilidad de acción.

Pero no todo está perdido. Frente a todo esto existe una lucha por crear espacios colectivos, autónomos, libres y nuevos, existe una lucha basada en recuperar nuestras vidas, nuestras tierras y nuestros tiempos, alejándonos de la prisa y del productivismo, del consumo y del pensamiento individualista.

Así es como colectivos de personas están recuperando los pueblos, que poco a poco hemos ido dejando morir, para llevar una vida distinta basada en los principios de la sen-cillez voluntaria, de la autogestión integral, del crecimiento compartido, la comunidad y el apoyo mutuo; basada en la importancia del entorno, en el respeto a la naturaleza y el trabajo con ella para poder adquirir lo que realmente hace de nuestra vida una vida plena; que se nutra de belleza, de arte y alegría, vidas llenas de color, de juego y de sonrisas, porque nuestros espacios son lugares hermosos dónde todas las personas tenemos cabida, donde cada una tiene algo que aportar y entre todas somos más fuertes y sabias. Por-que es en el acceso directo a la tierra y a la cultura, en la au-togestión de nuestras necesidades y nuestros aprendizajes, en la recuperación de relaciones sanas y libres, igualitarias y colectivas, donde podremos crear una resistencia real a todo eso que está acabando con nosotras y nuestra tierra. La recuperación de pueblos abandonados, el establecimiento de comunidades autogestionadas, la formación de coope-rativas ecológicas, la permacultura, y un sinnúmero más de ejemplos que llenan poco a poco el espacio de aquello que nos robaron, están tejiendo una nueva red que sueña con la creación de ese mundo nuevo que nos permita vivir nuestra vida, decidiendo a cada paso lo que queremos ser, lo que queremos hacer, siempre desde la igualdad, el respeto y el cuidado por todo lo que nos rodea, por todas las personas que nos rodean. Porque sólo en ese entorno sano, hermo-so y fértil que la naturaleza nos ofrece podemos recuperar lo esencial, podemos recuperar nuestra propia vida y tener tiempo, por fin, para vivir.

Llevamos un mundo nuevo en nuestros corazones y ese mundo está aquí, está ahora.

Jesús Suárez y Carmen Tomé

El retorno al campo como forma de lucha.

La imposición del sistema capitalista se basa en el establecimiento de un modelo de trabajo asalariado; este sistema, para poder perpetuarse y crecer, necesita convertir a los seres humanos en esclavos de un empleo. Y esta tram-pa comienza con un robo, comienza con la expropiación por parte de los grandes capitalistas de las tierras comuna-les, de los espacios colectivos que sostenían una economía solidaria y familiar organizada en pequeños núcleos pobla-cionales; porque cuando nos lo han robado todo sólo nos quedan nuestras manos, y es con ellas con las que acudi-mos a un mercado de trabajo en el que entran en juego modelos de explotación como los que vivimos actualmente. Intentemos imaginar cuántas personas acudirían a un empleo sin sentido, venderían su tiempo y su fuerza por un salario siempre injusto, en condiciones de libertad y rodeadas de la posibilidad de una autogestión total de sus vidas.

Es en este escenario en el que comienzan a crearse los grandes núcleos urbanos, configurados en torno al empleo y al consumo, con extrarradios obreros y centros financieros que atraen cada día a más personas en busca de algo a lo que agarrarse. Porque sólo en circunstancias de necesidad se crean las condiciones perfectas para la explotación.

Pobreza, exclusión, paro y desigualdad no son problemas para el sistema capitalista, sino oportunidades para que la rueda continúe girando cada vez más rápido, cada vez más cruel. Es el éxodo de lo común a lo privado.

Pero el robo de esos espacios comunales conlleva también el robo de nuestra forma de organizarnos, de relacionarnos, de vernos y vivirnos colectivamente, permitiendo que se den unas nuevas condiciones basadas en el enfrentamiento, la individualidad y el egoísmo. Es la falsa sensación de esca-sez, la falsa sensación de necesidad la que nos hace enfren-tarnos a unos contra otros; porque cuando se limita el acce-so a la vida, a los recursos, a los conocimientos, cuando se impone la idea de que no hay de todo para todos también se está alimentando la idea de que es necesario agarrar todo lo posible para que la persona que tengo al lado no me lo arrebate. Es así como se perpetúa el robo de nuestra fuerza común. Es el éxodo de lo colectivo a lo individual.

Las ciudades se configuran así como los escenarios per-fectos, aunque no los únicos, para que este modelo funcio-ne. Sin acceso a recursos naturales comunes, sin opción de vida más allá del consumo, todo se convierte en productos de compra-venta; la comida, la vivienda, la formación, la sanidad, el ocio, todos los elementos que salen de forma gratuita de la naturaleza o que provienen de la cultura y el saber popular, se transforman, de repente, en productos que tienen que ser comprados con dinero; nos lo quitan todo y luego nos lo venden a precio de esclavitud. Y no sólo eso, sino que la necesidad que nos ata a este modo de vida da una vuelta de tuerca más mediante la constante creación de falsas necesidades; y ya no sólo tenemos que esclavizarnos a cambio de alimento o techo, sino de una televisión de plasma, de un nuevo coche o un teléfono inteligente; de esta forma consiguen que sea la propia ciudadanía quien re-clame más empleo, más recortes, más seguridad, más repre-

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Queremos compartir la situación de gran parte de la población agraria de Colombia. Un país con la misma población que España, en el doble de superficie y que tiene al 10% de su gente (4.300.000 personas) desplazada por la fuerza y la violencia, de sus casas y parcelas. Colombia es, después de Sudan, el segundo foco de población desplazada de la humanidad. Para comprender el drama, se han adaptado los nombres de localidades, lugares y organizaciones a los de nuestro entorno, colocando la realidad del conflicto de Colombia en nuestras cercanías. Los textos provienen de circulares emitidas por Organizaciones de derechos humanos y de la propia Comunidad de Paz de San José de Apartadó.

El viernes 30 de mayo de 2014, hacia las 01:20 horas, se registraron varios disparos con arma de largo alcance en inmediaciones del casco urbano de Matabuena. Hace ya mucho tiempo que el lugar está sometido a una constante zozobra por tiroteos y explosiones continuas. El sábado 31 de mayo 2014, paramilitares que han hecho presencia en los últimos días en el barrio Cotanillo, de la pedanía de Aldealuenga de Pedraza, donde mantienen un fortín, han amenazado a las familias de la cooperativa que habitan en los barrios Cañicosa, El Villar y Matamala y en propio pueblo de Matabuena, anunciando un exterminio total de las personas de la cooperativa, aduciendo que la maquinaria agrícola que el Ayuntamiento ha venido adquiriendo para facilitar los retornos de matabueneses emigrados por la violencia de los últimos años, son maquinarias de la guerrilla y al servicio de la agrupación insurgente.

El lunes 2 de junio de 2014, hacia las 9:25 horas, fue detona-do un artefacto explosivo, y una hora más tarde, exactamente a las 10:35 horas, fue detonado un segundo artefacto en el casco urbano de Matabuena. El martes 3 de junio de 2014, hacia las 11:00 y posteriormente a las 11:20 horas, fueron detonados dos artefactos explosivos otra vez en el casco urbano, junto a los espacios e instalaciones de la escuela. En ese instante se realizaban jornadas estudiantiles en la escuela.

El día 02 de agosto a las 8:00 horas de la mañana, tropas de la Brigada Móvil 24 de la Fuerza de Tarea Conjunta del Nudo del Paramillo- séptima División, asesinaron a la menor Yerit Magali Muñoz de 17 años de edad, quien quedó en medio de las ráfagas que el ejército disparaba contra presuntos guerrilleros, cuando se dirigía desde su barrio (Castillejo), hacia el casco poblado de Matabuena a recibir a una hermana suya que venía a visitar a sus padres. Aunque los padres de la menor acudieron al lugar donde quedó sin vida e hicieron el reconocimiento de su hija identifi-cándola plenamente ante los militares, el cuerpo de la niña fue llevado en un helicóptero militar y luego fue presentada como una “guerrillera sin identificar dada de baja en combate”. Yerit Magali Muñoz era madre de un bebe de 11 meses y reiteramos que no era combatiente, ni era parte de grupo armado alguno y vivía con sus padres y su pequeño bebe. Se dedicaba a cuidar de su pequeño hijo y a ayudar a su padre en las labores agrícolas de su parcela y a

Ocurre en Colombia

su madre en los quehaceres del hogar.Las afrentas que soporta la cooperativa de Matabuena tienen una

frecuencia más que diaria.

El sábado 25 de octubre de 2014 se registraron combates entre un grupo de las FARC y los Paramilitares asentados desde hace tiempo en La Dehesilla, en cercanías del poblado antiguo de Rebollo, donde tienen un gran centro de operaciones.

Nuevamente el territorio de Matabuena es convertido por los actores armados en escenario de guerra y el paramilitarismo sigue siendo una realidad inocultable que desbarata los falsos discursos del Estado acerca de su “desaparición”.

Los días 29 y 30 de octubre un grupo de paramilitares en trajes civiles y portando armas de largo alcance, hicieron presencia en el barrio Cañicosa de Matabuena, a escasa distancia del asentamiento de la cooperativa. Ya van multitud de incursiones paramilitares en este sitio.

El 31 de octubre se distribuyeron panfletos en lugares concretos de la ciudad de Segovia, en los que se tilda a la cooperativa de “organización guerrillera”.

El 1° de noviembre un poblador del barrio de Cañicosa fue privado de su libertad por hombres fuertemente armados quienes se identificaron como integrantes de las AUTODEFENSAS GAITANISTAS y le dijeron que “esa h. p. Cooperativa era una manada de guerrilleros y que ya tenían luz verde para arreciar los ataques contra ella y exterminarla”.

El siguiente día, 2 de noviembre, hacia las 13:00 horas en el mismo barrio a 10 minutos la Cooperativa, por espacio de dos horas, un grupo de paramilitares fuertemente armados vestidos con prendas militares retuvieron a un civil, a quien amenazaron de muerte si informaba a alguien sobre su presencia, conminándolo a trabajar con ellos ofreciéndole jugosas sumas de dinero.

El lunes 3 de noviembre, en la mañana una delegación de aproximadamente 90 miembros de la Cooperativa y acompa-ñantes internacionales, se reunió en Cañicosa, con el fin de rescatar a dos adultos y 6 niños que se encontraban en situación de confinamiento por las amenazas de muerte de paramilitares contra la familia. Allí se observaron los restos del campamen-to de paramilitares, y se conoció que se habían dirigido hacia la Cooperativa. Se evacuó a la familia y se recuperó a una niña de 3 años quien se encontraba en el sitio.

El martes 4 de noviembre confirmó la pérdida de un toro en la finca del Señor Hernán Guisao, de Cañicosa. Se deduce por los restos encontrados que los paramilitares lo sacrificaron para comérselo.

El 6 de noviembre se comprobó la presencia de un grupo de

INTERNACIONAL| |

-¿Estás seguro ? Asentí.-Entonces -dijo recogiendo las agujas- tendremos que vivir en este lado. Yo cebaba el mate con mucho cuidado, pero ella tardó un rato en reanudar su labor. Me acuerdo que tejía un chaleco

gris; a mí me gustaba ese chaleco.

Los primeros días nos pareció penoso porque ambos habíamos dejado en la parte tomada muchas cosas que queríamos. Mis libros de literatura francesa, por ejemplo, estaban todos en la biblioteca. Irene extrañaba unas carpetas, un par de pantuflas que tanto la abrigaban en invierno. Yo sentía mi pipa de enebro y creo que Irene pensó en una botella de Hesperidina de muchos años. Con frecuencia (pero esto solamente sucedió los primeros días) cerrábamos algún cajón de las cómodas y nos mirábamos con tristeza.

-No está aquí.Y era una cosa más de todo lo que habíamos perdido al otro lado de la casa.Pero también tuvimos ventajas. La limpieza se simplificó tanto que aun levantándose tardísimo, a las nueve y media por

ejemplo, nos daban las once y ya estábamos de brazos cruzados. Irene se acostumbró a ir conmigo a la cocina y ayudarme a preparar el almuerzo. Lo pensamos bien, y se decidió esto: mientras yo preparaba el almuerzo, Irene cocinaría platos para comer fríos de noche. Nos alegramos porque resulta molesto tener que abandonar los dormitorios al atardecer y ponerse a cocinar. Ahora nos bastaba con la mesa en el dormitorio de Irene y las fuentes de comida fiambre.

Irene estaba contenta porque le quedaba más tiempo para tejer. Yo andaba un poco perdido a causa de los libros, pero por no afligir a mi hermana me puse a revisar la colección de estampillas de papá, y eso me sirvió para matar el tiempo. Nos divertíamos mucho, cada uno en sus cosas, casi siempre reunidos en el dormitorio de Irene que era más cómodo. A veces Irene decía:

-Fíjate este punto que se me ha ocurrido. ¿No da un dibujo de trébol?Un rato después era yo el que le ponía ante los ojos un cuadradito de papel para que viese el mérito de algún sello de

Eupen y Malmédy. Estábamos bien, y poco a poco empezábamos a no pensar. Se puede vivir sin pensar.

(Cuando Irene soñaba en alta voz yo me desvelaba en seguida. Nunca pude habituarme a esa voz de estatua o papagayo, voz que viene de los sueños y no de la garganta. Irene decía que mis sueños consistían en grandes sacudones que a veces hacían caer el cobertor. Nuestros dormitorios tenían el living de por medio, pero de noche se escuchaba cualquier cosa en la casa. Nos oíamos respirar, toser, presentíamos el ademán que conduce a la llave del velador, los mutuos y frecuentes insomnios. Aparte de eso todo estaba callado en la casa. De día eran los rumores domésticos, el roce metálico de las agujas de tejer, un crujido al pasar las hojas del álbum filatélico. La puerta de roble, creo haberlo dicho, era maciza. En la cocina y el baño, que quedaban tocando la parte tomada nos poníamos a hablar en voz más alta o Irene cantaba canciones de cuna. En una cocina hay demasiado ruido de loza y vidrios para que otros sonidos irrumpan en ella. Muy pocas veces permitíamos allí el silencio, pero cuando tornábamos a los dormitorios y al living, entonces la casa se ponía callada y a media luz, hasta pisábamos más despacio para no molestarnos. Yo creo que era por eso que de noche, cuando Irene empezaba a soñar en alta voz, me desvelaba en seguida.)

Es casi repetir lo mismo salvo las consecuencias. De noche siento sed, y antes de acostarnos le dije a Irene que iba hasta la cocina a servirme un vaso de agua. Desde la puerta del dormitorio (ella tejía) oí ruido en la cocina; tal vez en la cocina o tal vez en el baño porque el codo del pasillo apagaba el sonido. A Irene le llamó la atención mi brusca manera de detenerme, y vino a mi lado sin decir palabra. Nos quedamos escuchando los ruidos, notando claramente que eran de este lado de la puerta de roble, en la cocina y el baño, o en el pasillo mismo donde empezaba el codo casi al lado nuestro.

No nos miramos siquiera. Apreté el brazo de Irene y la hice correr conmigo hasta la puerta cancel, sin volvernos hacia atrás. Los ruidos se oían más fuertes pero siempre sordos, a espaldas nuestras. Cerré de un golpe la cancel y nos quedamos en el zaguán.

Ahora no se oía nada. -Han tomado esta parte -dijo Irene. El tejido le colgaba de las manos y las hebras iban hasta la cancel y se perdían

debajo. Cuando vio que los ovillos habían quedado del otro lado, soltó el tejido sin mirarlo.. -¿Tuviste tiempo de traer alguna cosa? -le pregunté inútilmente. -No, nada.Estábamos con lo puesto. Me acordé de los quince mil pesos en el armario de mi dormitorio. Ya era tarde ahora. Como me quedaba el reloj pulsera, vi que eran las once de la noche. Rodeé con mi brazo la cintura de Irene (yo creo

que ella estaba llorando) y salimos así a la calle. Antes de alejarnos tuve lástima, cerré bien la puerta de entrada y tiré la llave a la alcantarilla. No fuese que a algún pobre diablo se le ocurriera robar y se metiera en la casa, a esa hora y con la casa tomada.

LITERARIA| |

CASA TOMADAJulio Cortázar

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hombres fuertemente armados, con prendas militares, en una parcela de Matabuena ubicada entre La Dehesilla y Los Bardales, en terrenos de uso de la cooperativa. Retuvieron a dos jóvenes que iban a trabajar a sus parcelas; les quitaron sus herramientas y sus teléfonos, revisándolos minuciosamente, amparados en la violencia de las armas.

El mismo día, civiles de Rades de Pedraza fueron aborda-dos por reconocidos paramilitares quienes les mostraron fotografías de varios miembros de la dirección de la cooperativa cuando participaron en una reunión con los militares, evidenciando la estrecha unidad entre militares y paramilitares en la zona.

Este mismo viernes 7 de noviembre de 2014, tropas del ejército que se estacionaron en el paraje de La Dehesa de Cañicosa impi-dieron que miembros de la Cooperativa realizaran labores agríco-las en las zonas comunitarias. En esa misma zona un mes después (entre el 6 y el 8 de diciembre) han derribado árboles y muros que son sustento y patrimonio de las familias de la comunidad, lo que equivale a los crímenes de pillaje y de destrucción de los elementos de supervivencia de la población civil, contemplados en el Derecho Internacional Humanitario (DIH).

En los últimos días se han escuchado detonaciones de artefactos explosivos en los parajes de La Guija, Los Bardales, La Dehesilla, y varios lugares de Colladillo y de Las Rades donde la cooperativa tiene asentamientos propios. Hasta el momento se desconocen los daños ocasionados a la población civil.

“En la Comunidad de Paz de San José de Apartadó y al campe-sinado de su entorno más cercano les han asesinado en estos 17 años más de 300 integrantes, la mayoría en forma terriblemente cruel; que la comunidad ha recibido 348 amenazas de muerte y destrucción y ha sufrido 100 casos de tortura y 200 montajes judi-ciales confeccionados con la más refinada perversidad; que ya van más de 50 desplazamientos colectivos dentro del territorio; que en 324 ocasiones los paramilitares han ocupado los espacios íntimos en estrecha coordinación con el ejército (….); que en otras 186 ocasiones ha sido la fuerza pública la que ha ocupado sus recintos privados en abierta violación de las leyes y con aterrador desprecio de la dignidad humana; que para arrebatarles sus tierras, militares y paramilitares asesinaron entre 2001 y 2003 a varios conductores para que nadie les transportara comida y que luego asesinaron a todo el que tenía alguna venta de alimentos en el trayecto de los 12 kilómetros de carretera entre San José de Apartadó; que la comu-nidad ha sufrido incineraciones de viviendas y cultivos, abusos sexuales, otras muchas campañas de difamación incluida aquella que la Corte Constitucional obligó a la Presidencia de Colombia a retractarse sin que lo haya hecho de manera completa; empa-dronamientos ilegales, profanación de cadáveres; robos de sus animales de carga; pillaje de sus despensas y asalto a sus pobrísimos productos que sacan a la venta; destrucción de sus menajes y elementos de supervivencia y, casi no vale mencionarlo por lo ya

muy conocido, masacres tan terribles como la del 21 de febrero de 2005 con descuartizamiento de niños hasta de 18 meses...”

Extracto de carta escrita por el padre jesuita Javier Giraldo, dirigida el 11 de diciembre de 2014 a un medio de comunicación de Colombia

La Comunidad de Paz de San José de Apartadó (Colombia) exige:

Al Estado Ministerio de Defensa - Brigada Móvil 24 de la Fuerza de Tarea Conjunta del Nudo del Paramillo- séptima División, exigerespeto y acatamiento de los principios básicos y demás normas del Derecho Internacional Humanitario, particularmente de aquellas que consagran la protección de la población civil, tales como el principio de distinción, respeto y reconocimiento de las personas y bienes protegidos por el derecho internacional, en consecuencia de ello:

Exige a las guerrillas insurgentes y al Estado colombiano como un gesto de verdadera voluntad de paz, para que en el marco de la mesa de diálogos de paz de la Habana, se dé desde ya, inmediatamente, un cese al fuego bilateral a fin de parar la tragedia sangrienta entre compatriotas que enluta, horroriza y ofende la conciencia del pueblo colombiano y la humanidad.

Para más información visitar la página: http://cdpsanjose.org/

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Juan Klet

Nos gustaba la casa porque aparte de espaciosa y antigua (hoy que las casas antiguas sucumben a la más ventajosa liquidación de sus materiales) guardaba los recuerdos de nuestros bisabuelos, el abuelo paterno, nuestros padres y toda la infancia.

Nos habituamos Irene y yo a persistir solos en ella, lo que era una locura pues en esa casa podían vivir ocho personas sin estorbarse. Hacíamos la limpieza por la mañana, levantándonos a las siete, y a eso de las once yo, le dejaba a Irene las últimas habitaciones por repasar y me iba a la cocina. Almorzábamos a mediodía, siempre puntuales; ya no quedaba nada por hacer fuera de unos pocos platos sucios. Nos resultaba grato almorzar pensando en la casa profunda y silenciosa y cómo nos bastábamos para mantenerla limpia. A veces llegamos a creer que era ella la que no nos dejó casarnos. Irene rechazó dos pretendientes sin mayor motivo, a mí se me murió María Esther antes que llegáramos a comprometernos. Entramos en los cuarenta años con la inexpresada idea de que el nuestro, simple y silencioso matrimonio de hermanos, era necesaria clausura de la genealogía asentada por los bisabuelos en nuestra casa. Nos moriríamos allí algún día, vagos y esquivos primos se quedarían con la casa y la echarían al suelo para enriquecerse con el terreno y los ladrillos; o mejor, nosotros mismos la voltearíamos justicieramente antes de que fuese demasiado tarde.

Irene era una chica nacida para no molestar a nadie. Aparte de su actividad matinal se pasaba el resto del día tejiendo en el sofá de su dormitorio. No sé por qué tejía tanto, yo creo que las mujeres tejen cuando han encontrado en esa labor el gran pretexto para no hacer nada. Irene no era así, tejía cosas siempre necesarias, tricotas para el invierno, medias para mí, mañanitas y chalecos para ella. A veces tejía un chaleco y después lo destejía en un momento porque algo no le agradaba; era gracioso ver en la canastilla el montón de lana encrespada resistiéndose a perder su forma de algunas horas. Los sábados iba yo al centro a comprarle lana; Irene tenía fe en mi gusto, se complacía con los colores y nunca tuve que devolver madejas. Yo aprovechaba esas salidas para dar una vuelta por las librerías y preguntar vanamente si había novedades en literatura francesa. Desde 1939 no llegaba nada valioso a la Argentina.

Pero es de la casa que me interesa hablar, de la casa y de Irene, porque yo no tengo importancia. Me pregunto qué hubiera hecho Irene sin el tejido. Uno puede releer un libro, pero cuando un pulóver está terminado no se puede repetirlo sin escándalo. Un día encontré el cajón de abajo de la cómoda de alcanfor lleno de pañoletas blancas, verdes, lila, estaban con naftalina, apiladas como en una mercería; no tuve valor de preguntarle a Irene qué pensaba hacer con ellas. No necesitábamos ganarnos la vida, todos los meses llegaba la plata de los campos y el dinero aumentaba. Pero a Irene solamente la entretenía el tejido, mostraba una destreza maravillosa y a mí se me iban las horas viéndole las manos como erizos plateados, agujas yendo y viniendo y una o dos canastillas en el suelo donde se agitaban constantemente los ovillos. Era hermoso.

Cómo no acordarme de la distribución de la casa. El comedor, una sala con gobelinos, la biblioteca y tres dormitorios grandes quedaban en la parte más retirada, la que mira hacia Rodríguez Peña. Solamente un pasillo con su maciza puerta de roble aislaba esa parte del ala delantera donde había un baño, la cocina, nuestros dormitorios y el living central, al cual comunicaban los dormitorios y el pasillo. Se entraba a la casa por un zaguán con mayólica, y la puerta cancel daba al living. De manera que uno entraba por el zaguán, abría la cancel y pasaba al living; tenía a los lados las puertas de nuestros dormitorios, y al frente el pasillo que conducía a la parte más retirada; avanzando por el pasillo se franqueaba la puerta de roble y más allá empezaba el otro lado de la casa, o bien se podía girar a la izquierda justamente antes de la puerta y seguir por un pasillo más estrecho que llevaba a la cocina y al baño. Cuando la puerta estaba abierta advertía uno que la casa era muy grande; si no, daba la impresión de un departamento de los que se edifican ahora, apenas para moverse; Irene y yo vivíamos siempre en esta parte de la casa, casi nunca íbamos más allá de la puerta de roble, salvo para hacer la limpieza, pues es increíble cómo se junta tierra en los muebles. Buenos Aires será una ciudad limpia, pero eso lo debe a sus habitantes y no a otra cosa. Hay demasiada tierra en el aire, apenas sopla una ráfaga se palpa el polvo en los mármoles de las consolas y entre los rombo! de las carpetas de macramé; da trabajo sacarlo bien con plumero vuela y se suspende en el aire, un momento después se deposita de nuevo en los muebles y los pianos.

Lo recordaré siempre con claridad porque fue simple y sin circunstancias inútiles. Irene estaba tejiendo en su dormitorio, eran las ocho de la noche y de repente se me ocurrió poner al fuego la pavita del mate. Fui por el pasillo hasta enfrentar la entornada puerta de roble, y daba la vuelta al codo que llevaba a la cocina cuando escuché algo en el comedor o la biblioteca. El sonido venía impreciso y sordo, como un volcarse de silla sobre la alfombra o un ahogado susurro de conversación. También lo oí, al mismo tiempo o un segundo después, en el fondo del pasillo que traía desde aquellas piezas hasta la puerta. Me tiré contra la puerta antes de que fuera demasiado tarde, la cerré de golpe apoyando el cuerpo; felizmente la llave estaba puesta de nuestro lado y además corrí el gran cerrojo para más seguridad.

Fui a la cocina, calenté la pavita, y cuando estuve de vuelta con la bandeja del mate le dije a Irene:-Tuve que cerrar la puerta del pasillo. Han tomado la parte del fondo. Dejó caer el tejido y me miró con sus graves ojos

cansados.

CASA TOMADAJulio Cortázar

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manera natural, si nadie les hubiese desmochado, serian árboles altísimos. Sin embargo, al ser desmochados, abren la copa formando un árbol bajito, que da buena sombra y a cuyas ramas siempre se puede acceder fácilmente con ayuda de una simple escalera.

El desmoche es una técnica sostenible de extracción de leña, pues permite aprovechar la máxima cantidad de leña del árbol de manera continuada sin llegar a matarlo. Lógicamente, aunque no se llegue a matar al árbol, el árbol sufre bastante pues se trata de una forma de poda muy agresiva. Con cada corte que se le aplica al árbol se le provoca una herida que raramente llega a cicatrizar. Durante este proceso le pueden entrar enfermedades e insectos, aparte del agua que se queda estancada en los muñones pudriendo poco a poco su interior. A esto se debe que nuestros robles estén huecos, es la pudrición acumulada herida tras herida realizadas generación tras generación.

Ahora la mayoría de gente se ha pasado al gas-oil o a otros combustibles no sostenibles ni ecológicos y se han olvidado de estos abuelillos que nos han dado calor desde que este pueblo existe a base de dejarse mutilar una vez tras otra. Pero no olvidemos que los combustibles fósiles no son infinitos y tienen sus días contados. No hay petróleo para muchos años más. Es un bien que comienza a escasear. Hace años que se están invadiendo países e inventando guerras para saquear las reservas. A medida que escasee aumentará su valor, como ya esta sucediendo, hasta que alcance precios inaccesibles y solo haya petróleo para quien pueda pagarlo. Además no se produce aquí y dependemos de complicadas relaciones internacionales para obtenerlo. Cualquier conflicto con los países productores podría cortar el suministro de la noche a la mañana como ha pasado alguna vez en otros lugares. Quizás entonces todo el mundo quiera volver a la leña y ya sea de-masiado tarde.

Desde la asociación cultural “Erroble” apostamos por el uso de leña como combustible ecológico, sostenible y autónomo, pues se produce en el propio pueblo y si se hace un buen plan de regeneración es un recurso infinito.

Este pueblo no podría haber sobrevivido todo este tiempo en la sierra sino es gracias a la leña y al ganado. Se debe encontrar un equilibrio que permita la compatibilización de ambos aprovechamientos como se ha hecho durante siglos. Ahora mismo la balanza esta descompensada y debido al sobrepastoreo existente nuestros ancianos robles mueren sin ver regeneración alguna. El ganado, que dio forma a este paisaje, es ahora el que no permite su continuidad.

Quizás una reducción de la cabaña ganadera sea la solución, o tal vez instaurar un vedado rotacional de pastos que permita la regeneración por parcelas, ¿quién sabe? con tan solo invertir 15 o 20 años en regenerar una zona habría robles para otros 300 años. Pero el tiempo pasa y mientras los responsables continúan indiferentes ante esta situación, nuestros robles centenarios están cayendo sin esperanza alguna de regeneración.

Los robles necesitan ayuda y hasta que reaccione quién tenga que hacerlo, si es que reacciona, tod@s podemos hacer algo. Desde aquí animamos a todo

EL BOSQUETE| | | |EL BOSQUETE

el mundo a que, a la par que recoge setas en otoño, recoja también bellotas y las tire entre las zarzas. Asi, si las bellotas consiguieran prosperar compitiendo contra la asfixiante raíz de la zarza, los pequeños robles crecerán sin mucho problema entre la maraña espinosa protegidos de la dura insolación veraniega y del temible diente de la oveja. También animamos a los particulares que quizás tengan alguna tierra abandonada se acojan a alguna subvención para la forestación. A ver si entre tod@s conseguimos que el tapiz de robles que siempre engalanó la falda de Guadarrama perdure y no tengamos que mostrárselo a nuestr@s niet@s en fotografías.

Sin más se despide atentamente y siempre confiando más en la gente que en los políticos “el Amigo de los Robles”.

Kike Hernanz

S.O.S. Robles

Es evidente que nuestros robles están ya muy “viejitos” y necesitan ayuda. ¿Seré el único loco que escucha sus quejidos? ¿Seré el único loco que escucha el estrepitoso estruendo que provoca un majestuoso roble centenario al caer al suelo llevándose consigo siglos de historia y tradición? Creo que no, pero antes de profundizar en el tema hagamos un repaso de la historia de estos robles para conocer como y porqué han llegado al estado en el que se encuentran en la actualidad.

Ni los robles ni la forma en que se hayan distribuidos es natural, todo ha sido manipulado y moldeado por nuestros ancestros desde tiempos inmemoriales. Estos robles son herencia de un modo de vida muy ligado al trabajo y la subsistencia en esta tierra, basado principalmente en la ganadería extensiva.

El modo en que están repartidos no es casual. Representa un modelo de gestión tradicional del monte que compatibiliza el aprovechamiento de pastos con el de leñas, formando lo que se denomina un monte adehesado o una dehesa. De manera natural, nuestros robles, los rebollos (Quercus pyrenaica), formarían bosquetes cerrados donde la luz apenas llegaría al suelo. En algún momento, hace siglos, se comenzó a aclarar esa masa cerrada talando árboles para aprovechar su leña y poder sobrevivir al duro invierno serrano. De este modo, al aclarar la masa, la luz empezó a llegar al suelo y permitió mayor abundancia de pasto para el ganado. La masa nunca se taló totalmente pues la presencia de árboles sueltos y desperdigados permitía, y permite, seguir aprovechando la leña de manera continuada y también aporta frescura y sombra a los pastos, al ganado y al propio pastor en los calurosos y secos veranos castellanos. Además, al final del verano y principios de otoño, cuando mas seco y esquilmado estaba el pasto y los animales no tenían ya que comer, se tiraban abajo las ramas que luego se usarían como leña para que el ganado pudiera ramonearlas y así sobrevivir a esos críticos meses antes de las primeras lluvias otoñales y los primeros rebrotes de pasto.

La forma que adoptan nuestros robles tampoco es casual. Los robles, de

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hombres fuertemente armados, con prendas militares, en una parcela de Matabuena ubicada entre La Dehesilla y Los Bardales, en terrenos de uso de la cooperativa. Retuvieron a dos jóvenes que iban a trabajar a sus parcelas; les quitaron sus herramientas y sus teléfonos, revisándolos minuciosamente, amparados en la violencia de las armas.

El mismo día, civiles de Rades de Pedraza fueron aborda-dos por reconocidos paramilitares quienes les mostraron fotografías de varios miembros de la dirección de la cooperativa cuando participaron en una reunión con los militares, evidenciando la estrecha unidad entre militares y paramilitares en la zona.

Este mismo viernes 7 de noviembre de 2014, tropas del ejército que se estacionaron en el paraje de La Dehesa de Cañicosa impi-dieron que miembros de la Cooperativa realizaran labores agríco-las en las zonas comunitarias. En esa misma zona un mes después (entre el 6 y el 8 de diciembre) han derribado árboles y muros que son sustento y patrimonio de las familias de la comunidad, lo que equivale a los crímenes de pillaje y de destrucción de los elementos de supervivencia de la población civil, contemplados en el Derecho Internacional Humanitario (DIH).

En los últimos días se han escuchado detonaciones de artefactos explosivos en los parajes de La Guija, Los Bardales, La Dehesilla, y varios lugares de Colladillo y de Las Rades donde la cooperativa tiene asentamientos propios. Hasta el momento se desconocen los daños ocasionados a la población civil.

“En la Comunidad de Paz de San José de Apartadó y al campe-sinado de su entorno más cercano les han asesinado en estos 17 años más de 300 integrantes, la mayoría en forma terriblemente cruel; que la comunidad ha recibido 348 amenazas de muerte y destrucción y ha sufrido 100 casos de tortura y 200 montajes judi-ciales confeccionados con la más refinada perversidad; que ya van más de 50 desplazamientos colectivos dentro del territorio; que en 324 ocasiones los paramilitares han ocupado los espacios íntimos en estrecha coordinación con el ejército (….); que en otras 186 ocasiones ha sido la fuerza pública la que ha ocupado sus recintos privados en abierta violación de las leyes y con aterrador desprecio de la dignidad humana; que para arrebatarles sus tierras, militares y paramilitares asesinaron entre 2001 y 2003 a varios conductores para que nadie les transportara comida y que luego asesinaron a todo el que tenía alguna venta de alimentos en el trayecto de los 12 kilómetros de carretera entre San José de Apartadó; que la comu-nidad ha sufrido incineraciones de viviendas y cultivos, abusos sexuales, otras muchas campañas de difamación incluida aquella que la Corte Constitucional obligó a la Presidencia de Colombia a retractarse sin que lo haya hecho de manera completa; empa-dronamientos ilegales, profanación de cadáveres; robos de sus animales de carga; pillaje de sus despensas y asalto a sus pobrísimos productos que sacan a la venta; destrucción de sus menajes y elementos de supervivencia y, casi no vale mencionarlo por lo ya

muy conocido, masacres tan terribles como la del 21 de febrero de 2005 con descuartizamiento de niños hasta de 18 meses...”

Extracto de carta escrita por el padre jesuita Javier Giraldo, dirigida el 11 de diciembre de 2014 a un medio de comunicación de Colombia

La Comunidad de Paz de San José de Apartadó (Colombia) exige:

Al Estado Ministerio de Defensa - Brigada Móvil 24 de la Fuerza de Tarea Conjunta del Nudo del Paramillo- séptima División, exige respeto y acatamiento de los principios básicos y demás normas del Derecho Internacional Humanitario, particularmente de aquellas que consagran la protección de la población civil, tales como el principio de distinción, respeto y reconocimiento de las personas y bienes protegidos por el derecho internacional, en consecuencia de ello:

Exige a las guerrillas insurgentes y al Estado colombiano como un gesto de verdadera voluntad de paz, para que en el marco de la mesa de diálogos de paz de la Habana, se dé desde ya, inmediatamente, un cese al fuego bilateral a fin de parar la tragedia sangrienta entre compatriotas que enluta, horroriza y ofende la conciencia del pueblo colombiano y la humanidad.

Para más información visitar la página: http://cdpsanjose.org/

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Ocurre en Colombia

Juan Klet

Nos gustaba la casa porque aparte de espaciosa y antigua (hoy que las casas antiguas sucumben a la más ventajosa liquidación de sus materiales) guardaba los recuerdos de nuestros bisabuelos, el abuelo paterno, nuestros padres y toda la infancia.

Nos habituamos Irene y yo a persistir solos en ella, lo que era una locura pues en esa casa podían vivir ocho personas sin estorbarse. Hacíamos la limpieza por la mañana, levantándonos a las siete, y a eso de las once yo, le dejaba a Irene las últimas habitaciones por repasar y me iba a la cocina. Almorzábamos a mediodía, siempre puntuales; ya no quedaba nada por hacer fuera de unos pocos platos sucios. Nos resultaba grato almorzar pensando en la casa profunda y silenciosa y cómo nos bastábamos para mantenerla limpia. A veces llegamos a creer que era ella la que no nos dejó casarnos. Irene rechazó dos pretendientes sin mayor motivo, a mí se me murió María Esther antes que llegáramos a comprometernos. Entramos en los cuarenta años con la inexpresada idea de que el nuestro, simple y silencioso matrimonio de hermanos, era necesaria clausura de la genealogía asentada por los bisabuelos en nuestra casa. Nos moriríamos allí algún día, vagos y esquivos primos se quedarían con la casa y la echarían al suelo para enriquecerse con el terreno y los ladrillos; o mejor, nosotros mismos la voltearíamos justicieramente antes de que fuese demasiado tarde.

Irene era una chica nacida para no molestar a nadie. Aparte de su actividad matinal se pasaba el resto del día tejiendo en el sofá de su dormitorio. No sé por qué tejía tanto, yo creo que las mujeres tejen cuando han encontrado en esa labor el gran pretexto para no hacer nada. Irene no era así, tejía cosas siempre necesarias, tricotas para el invierno, medias para mí, mañanitas y chalecos para ella. A veces tejía un chaleco y después lo destejía en un momento porque algo no le agradaba; era gracioso ver en la canastilla el montón de lana encrespada resistiéndose a perder su forma de algunas horas. Los sábados iba yo al centro a comprarle lana; Irene tenía fe en mi gusto, se complacía con los colores y nunca tuve que devolver madejas. Yo aprovechaba esas salidas para dar una vuelta por las librerías y preguntar vanamente si había novedades en literatura francesa. Desde 1939 no llegaba nada valioso a la Argentina.

Pero es de la casa que me interesa hablar, de la casa y de Irene, porque yo no tengo importancia. Me pregunto qué hubiera hecho Irene sin el tejido. Uno puede releer un libro, pero cuando un pulóver está terminado no se puede repetirlo sin escándalo. Un día encontré el cajón de abajo de la cómoda de alcanfor lleno de pañoletas blancas, verdes, lila, estaban con naftalina, apiladas como en una mercería; no tuve valor de preguntarle a Irene qué pensaba hacer con ellas. No necesitábamos ganarnos la vida, todos los meses llegaba la plata de los campos y el dinero aumentaba. Pero a Irene solamente la entretenía el tejido, mostraba una destreza maravillosa y a mí se me iban las horas viéndole las manos como erizos plateados, agujas yendo y viniendo y una o dos canastillas en el suelo donde se agitaban constantemente los ovillos. Era hermoso.

Cómo no acordarme de la distribución de la casa. El comedor, una sala con gobelinos, la biblioteca y tres dormitorios grandes quedaban en la parte más retirada, la que mira hacia Rodríguez Peña. Solamente un pasillo con su maciza puerta de roble aislaba esa parte del ala delantera donde había un baño, la cocina, nuestros dormitorios y el living central, al cual comunicaban los dormitorios y el pasillo. Se entraba a la casa por un zaguán con mayólica, y la puerta cancel daba al living. De manera que uno entraba por el zaguán, abría la cancel y pasaba al living; tenía a los lados las puertas de nuestros dormitorios, y al frente el pasillo que conducía a la parte más retirada; avanzando por el pasillo se franqueaba la puerta de roble y más allá empezaba el otro lado de la casa, o bien se podía girar a la izquierda justamente antes de la puerta y seguir por un pasillo más estrecho que llevaba a la cocina y al baño. Cuando la puerta estaba abierta advertía uno que la casa era muy grande; si no, daba la impresión de un departamento de los que se edifican ahora, apenas para moverse; Irene y yo vivíamos siempre en esta parte de la casa, casi nunca íbamos más allá de la puerta de roble, salvo para hacer la limpieza, pues es increíble cómo se junta tierra en los muebles. Buenos Aires será una ciudad limpia, pero eso lo debe a sus habitantes y no a otra cosa. Hay demasiada tierra en el aire, apenas sopla una ráfaga se palpa el polvo en los mármoles de las consolas y entre los rombo! de las carpetas de macramé; da trabajo sacarlo bien con plumero vuela y se suspende en el aire, un momento después se deposita de nuevo en los muebles y los pianos.

Lo recordaré siempre con claridad porque fue simple y sin circunstancias inútiles. Irene estaba tejiendo en su dormitorio, eran las ocho de la noche y de repente se me ocurrió poner al fuego la pavita del mate. Fui por el pasillo hasta enfrentar la entornada puerta de roble, y daba la vuelta al codo que llevaba a la cocina cuando escuché algo en el comedor o la biblioteca. El sonido venía impreciso y sordo, como un volcarse de silla sobre la alfombra o un ahogado susurro de conversación. También lo oí, al mismo tiempo o un segundo después, en el fondo del pasillo que traía desde aquellas piezas hasta la puerta. Me tiré contra la puerta antes de que fuera demasiado tarde, la cerré de golpe apoyando el cuerpo; felizmente la llave estaba puesta de nuestro lado y además corrí el gran cerrojo para más seguridad.

Fui a la cocina, calenté la pavita, y cuando estuve de vuelta con la bandeja del mate le dije a Irene:-Tuve que cerrar la puerta del pasillo. Han tomado la parte del fondo. Dejó caer el tejido y me miró con sus graves ojos

cansados.

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Queremos compartir la situación de gran parte de la población agraria de Colombia. Un país con la misma población que España, en el doble de superficie y que tiene al 10% de su gente (4.300.000 personas) desplazada por la fuerza y la violencia, de sus casas y parcelas. Colombia es, después de Sudan, el segundo foco de población desplazada de la humanidad. Para comprender el drama, se han adaptado los nombres de localidades, lugares y organizaciones a los de nuestro entorno, colocando la realidad del conflicto de Colombia en nuestras cercanías. Los textos provienen de circulares emitidas por Organizaciones de derechos humanos y de la propia Comunidad de Paz de San José de Apartadó.

El viernes 30 de mayo de 2014, hacia las 01:20 horas, se registraron varios disparos con arma de largo alcance en inmediaciones del casco urbano de Matabuena. Hace ya mucho tiempo que el lugar está sometido a una constante zozobra por tiroteos y explosiones continuas. El sábado 31 de mayo 2014, paramilitares que han hecho presencia en los últimos días en el barrio Cotanillo, de la pedanía de Aldealuenga de Pedraza, donde mantienen un fortín, han amenazado a las familias de la cooperativa que habitan en los barrios Cañicosa, El Villar y Matamala y en propio pueblo de Matabuena, anunciando un exterminio total de las personas de la cooperativa, aduciendo que la maquinaria agrícola que el Ayuntamiento ha venido adquiriendo para facilitar los retornos de matabueneses emigrados por la violencia de los últimos años, son maquinarias de la guerrilla y al servicio de la agrupación insurgente.

El lunes 2 de junio de 2014, hacia las 9:25 horas, fue detona-do un artefacto explosivo, y una hora más tarde, exactamente a las 10:35 horas, fue detonado un segundo artefacto en el casco urbano de Matabuena. El martes 3 de junio de 2014, hacia las 11:00 y posteriormente a las 11:20 horas, fueron detonados dos artefactos explosivos otra vez en el casco urbano, junto a los espacios e instalaciones de la escuela. En ese instante se realizaban jornadas estudiantiles en la escuela.

El día 02 de agosto a las 8:00 horas de la mañana, tropas de la Brigada Móvil 24 de la Fuerza de Tarea Conjunta del Nudo del Paramillo- séptima División, asesinaron a la menor Yerit Magali Muñoz de 17 años de edad, quien quedó en medio de las ráfagas que el ejército disparaba contra presuntos guerrilleros, cuando se dirigía desde su barrio (Castillejo), hacia el casco poblado de Matabuena a recibir a una hermana suya que venía a visitar a sus padres. Aunque los padres de la menor acudieron al lugar donde quedó sin vida e hicieron el reconocimiento de su hija identifi-cándola plenamente ante los militares, el cuerpo de la niña fue llevado en un helicóptero militar y luego fue presentada como una “guerrillera sin identificar dada de baja en combate”. Yerit Magali Muñoz era madre de un bebe de 11 meses y reiteramos que no era combatiente, ni era parte de grupo armado alguno y vivía con sus padres y su pequeño bebe. Se dedicaba a cuidar de su pequeño hijo y a ayudar a su padre en las labores agrícolas de su parcela y a

Ocurre en Colombia

su madre en los quehaceres del hogar.Las afrentas que soporta la cooperativa de Matabuena tienen una

frecuencia más que diaria.

El sábado 25 de octubre de 2014 se registraron combates entre un grupo de las FARC y los Paramilitares asentados desde hace tiempo en La Dehesilla, en cercanías del poblado antiguo de Rebollo, donde tienen un gran centro de operaciones.

Nuevamente el territorio de Matabuena es convertido por los actores armados en escenario de guerra y el paramilitarismo sigue siendo una realidad inocultable que desbarata los falsos discursos del Estado acerca de su “desaparición”.

Los días 29 y 30 de octubre un grupo de paramilitares en trajes civiles y portando armas de largo alcance, hicieron presencia en el barrio Cañicosa de Matabuena, a escasa distancia del asentamiento de la cooperativa. Ya van multitud de incursiones paramilitares en este sitio.

El 31 de octubre se distribuyeron panfletos en lugares concretos de la ciudad de Segovia, en los que se tilda a la cooperativa de “organización guerrillera”.

El 1° de noviembre un poblador del barrio de Cañicosa fue privado de su libertad por hombres fuertemente armados quienes se identificaron como integrantes de las AUTODEFENSAS GAITANISTAS y le dijeron que “esa h. p. Cooperativa era una manada de guerrilleros y que ya tenían luz verde para arreciar los ataques contra ella y exterminarla”.

El siguiente día, 2 de noviembre, hacia las 13:00 horas en el mismo barrio a 10 minutos la Cooperativa, por espacio de dos horas, un grupo de paramilitares fuertemente armados vestidos con prendas militares retuvieron a un civil, a quien amenazaron de muerte si informaba a alguien sobre su presencia, conminándolo a trabajar con ellos ofreciéndole jugosas sumas de dinero.

El lunes 3 de noviembre, en la mañana una delegación de aproximadamente 90 miembros de la Cooperativa y acompa-ñantes internacionales, se reunió en Cañicosa, con el fin de rescatar a dos adultos y 6 niños que se encontraban en situación de confinamiento por las amenazas de muerte de paramilitares contra la familia. Allí se observaron los restos del campamen-to de paramilitares, y se conoció que se habían dirigido hacia la Cooperativa. Se evacuó a la familia y se recuperó a una niña de 3 años quien se encontraba en el sitio.

El martes 4 de noviembre confirmó la pérdida de un toro en la finca del Señor Hernán Guisao, de Cañicosa. Se deduce por los restos encontrados que los paramilitares lo sacrificaron para comérselo.

El 6 de noviembre se comprobó la presencia de un grupo de

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-¿Estás seguro ? Asentí.-Entonces -dijo recogiendo las agujas- tendremos que vivir en este lado. Yo cebaba el mate con mucho cuidado, pero ella tardó un rato en reanudar su labor. Me acuerdo que tejía un chaleco

gris; a mí me gustaba ese chaleco.

Los primeros días nos pareció penoso porque ambos habíamos dejado en la parte tomada muchas cosas que queríamos. Mis libros de literatura francesa, por ejemplo, estaban todos en la biblioteca. Irene extrañaba unas carpetas, un par de pantuflas que tanto la abrigaban en invierno. Yo sentía mi pipa de enebro y creo que Irene pensó en una botella de Hesperidina de muchos años. Con frecuencia (pero esto solamente sucedió los primeros días) cerrábamos algún cajón de las cómodas y nos mirábamos con tristeza.

-No está aquí.Y era una cosa más de todo lo que habíamos perdido al otro lado de la casa.Pero también tuvimos ventajas. La limpieza se simplificó tanto que aun levantándose tardísimo, a las nueve y media por

ejemplo, nos daban las once y ya estábamos de brazos cruzados. Irene se acostumbró a ir conmigo a la cocina y ayudarme a preparar el almuerzo. Lo pensamos bien, y se decidió esto: mientras yo preparaba el almuerzo, Irene cocinaría platos para comer fríos de noche. Nos alegramos porque resulta molesto tener que abandonar los dormitorios al atardecer y ponerse a cocinar. Ahora nos bastaba con la mesa en el dormitorio de Irene y las fuentes de comida fiambre.

Irene estaba contenta porque le quedaba más tiempo para tejer. Yo andaba un poco perdido a causa de los libros, pero por no afligir a mi hermana me puse a revisar la colección de estampillas de papá, y eso me sirvió para matar el tiempo. Nos divertíamos mucho, cada uno en sus cosas, casi siempre reunidos en el dormitorio de Irene que era más cómodo. A veces Irene decía:

-Fíjate este punto que se me ha ocurrido. ¿No da un dibujo de trébol?Un rato después era yo el que le ponía ante los ojos un cuadradito de papel para que viese el mérito de algún sello de

Eupen y Malmédy. Estábamos bien, y poco a poco empezábamos a no pensar. Se puede vivir sin pensar.

(Cuando Irene soñaba en alta voz yo me desvelaba en seguida. Nunca pude habituarme a esa voz de estatua o papagayo, voz que viene de los sueños y no de la garganta. Irene decía que mis sueños consistían en grandes sacudones que a veces hacían caer el cobertor. Nuestros dormitorios tenían el living de por medio, pero de noche se escuchaba cualquier cosa en la casa. Nos oíamos respirar, toser, presentíamos el ademán que conduce a la llave del velador, los mutuos y frecuentes insomnios. Aparte de eso todo estaba callado en la casa. De día eran los rumores domésticos, el roce metálico de las agujas de tejer, un crujido al pasar las hojas del álbum filatélico. La puerta de roble, creo haberlo dicho, era maciza. En la cocina y el baño, que quedaban tocando la parte tomada nos poníamos a hablar en voz más alta o Irene cantaba canciones de cuna. En una cocina hay demasiado ruido de loza y vidrios para que otros sonidos irrumpan en ella. Muy pocas veces permitíamos allí el silencio, pero cuando tornábamos a los dormitorios y al living, entonces la casa se ponía callada y a media luz, hasta pisábamos más despacio para no molestarnos. Yo creo que era por eso que de noche, cuando Irene empezaba a soñar en alta voz, me desvelaba en seguida.)

Es casi repetir lo mismo salvo las consecuencias. De noche siento sed, y antes de acostarnos le dije a Irene que iba hasta la cocina a servirme un vaso de agua. Desde la puerta del dormitorio (ella tejía) oí ruido en la cocina; tal vez en la cocina o tal vez en el baño porque el codo del pasillo apagaba el sonido. A Irene le llamó la atención mi brusca manera de detenerme, y vino a mi lado sin decir palabra. Nos quedamos escuchando los ruidos, notando claramente que eran de este lado de la puerta de roble, en la cocina y el baño, o en el pasillo mismo donde empezaba el codo casi al lado nuestro.

No nos miramos siquiera. Apreté el brazo de Irene y la hice correr conmigo hasta la puerta cancel, sin volvernos hacia atrás. Los ruidos se oían más fuertes pero siempre sordos, a espaldas nuestras. Cerré de un golpe la cancel y nos quedamos en el zaguán.

Ahora no se oía nada. -Han tomado esta parte -dijo Irene. El tejido le colgaba de las manos y las hebras iban hasta la cancel y se perdían

debajo. Cuando vio que los ovillos habían quedado del otro lado, soltó el tejido sin mirarlo.. -¿Tuviste tiempo de traer alguna cosa? -le pregunté inútilmente. -No, nada.Estábamos con lo puesto. Me acordé de los quince mil pesos en el armario de mi dormitorio. Ya era tarde ahora. Como me quedaba el reloj pulsera, vi que eran las once de la noche. Rodeé con mi brazo la cintura de Irene (yo creo

que ella estaba llorando) y salimos así a la calle. Antes de alejarnos tuve lástima, cerré bien la puerta de entrada y tiré la llave a la alcantarilla. No fuese que a algún pobre diablo se le ocurriera robar y se metiera en la casa, a esa hora y con la casa tomada.

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¿Qué es un grupo de consumo? Cada vez hay más a nuestro alrededor. Incluso en nuestro pequeño pueblo hay uno,

(grupoconsumovillacorta.blogspot.com). Últimamente brotan como champiñones por todos lados pero mucha gente aun no sabe de qué se trata.

Un grupo de consumo no es más que un grupo de personas que, preocupadas por lo que consumen y no contentas con lo que el mercado convencional ofrece, deciden juntarse para buscar alternativas y consumir otro tipo de productos. Generalmente uno de los objetivos de la mayoría de los grupos es consumir productos ecológicos, es decir, productos provenientes de cultivos en los que no se hayan usado productos químicos ni venenos como pesticidas, plaguicidas, fungicidas, etc.

Existen diferentes motivos por los que la gente decide consumir productos ecológicos. Posiblemente el primero de ellos sea la salud. Es normal que haya gente que empiece a preocuparse por este tema. A nuestro alrededor se ha disparado el número de casos de enfermedades relativamente nuevas como las alergias o el cáncer y la alimentación podría ser uno de los factores a tener en cuenta. Otra razón para consumir productos ecológicos es que, aunque sean un poco más caros, indudablemente están mucho más ricos. Tod@s sabemos que no hay ni punto de comparación entre un tomate de supermercado y un tomate recién cogido de la huerta. Pero aparte del cuidado de un@ mism@ hay otros motivos que impulsan a la gente a consumir de un modo diferente. El cuidado del medioambiente es uno de ellos, por eso apuestan por el consumo local y de temporada evitando consumir productos que vengan de lugares lejanos. De este modo, además de evitar la quema de combustible provocada por miles de barcos y camiones que a diario no paran de mover productos de unas partes a otras del planeta, se apoya a un agricultor de la zona colaborando con el desarrollo de la economía local.

Las condiciones en que viven los animales en las explotaciones ganaderas es otra de las cuestiones que preocupan a estos grupos, por eso prefieren consumir productos de granjas en las que los animales vivan en condiciones medianamente dignas.

Y por ultimo, quizás el motivo más importante por el que alguien comienza a preocuparse por lo que consume es porque entiende que las pequeñas acciones, como el consumo, son las que finalmente componen y construyen el mundo en el que vivimos y no podemos descuidarlas.

Cuando se compra un producto se esta apoyando inconscientemente todo un sistema económico y un modelo de producción. Por ejemplo, cuando se compra un producto “made in China”, Tailandia, Vietnam, etc, se está fomentando las condiciones laborales bajo las que se produjo, en la mayoría de los casos totalmente indignas siendo una práctica habitual la explotación infantil.

Igualmente, cuando se compra en un supermercado de una empresa multinacional, se está fomentando el desarrollo de un modelo económico piramidal en el que los beneficios revierten sobre una sola persona que se enriquece a costa de explotar a cientos o miles de emplead@s por todo el mundo. Sin embargo cuando compras a una pequeña empresa familiar o a una cooperativa basada en una estructura horizontal, sin jerarquías, en la que no existen superiores ni subordinados, lo que estás fomentando es un modelo económico justo y sin sufrimiento, y ese es el mundo que estas creando a tu alrededor.

Está claro que el consumo, pese a que nos lo solemos tomar bastante a la ligera, es un acto muy importante que puede acarrear consecuencias considerables pues es el que mueve la economía mundial. Cada un@ sabrá como lo hace. Yo lo tengo claro. Yo consumo, con sumo respeto.

Kike Hernanz

310EL ARCÓN| | A FUEGO LENTO| |

A fuego lento....

sión, consiguen que vendamos nuestras vidas, dedicándolas no a vivir, no a disfrutar del tiempo y de las relaciones, sino a una búsqueda constante de intercambios dinero-bienes que nunca queda satisfecha porque nunca tiene fin.

Y es en este nuevo engaño en el cual el capital se apropia del Estado, convirtiéndole en el mediador entre esclavista y esclavo. Un Estado que nos vende humo, ofre-ciendo derechos “liberadores” tan sólo a cambio de nuestra libertad; una libertad secuestrada por leyes que benefician al poder establecido y enjaulada en cárceles repletas de pobres; un Estado que ejerciendo el monopolio de la violencia (en todas sus formas) nos roba no sólo la tierra, sino toda posibilidad de autonomía, de autogestión, de autogobierno, apropiándose de todo, desde los saberes hasta la posibilidad de acción.

Pero no todo está perdido. Frente a todo esto existe una lucha por crear espacios colectivos, autónomos, libres y nuevos, existe una lucha basada en recuperar nuestras vidas, nuestras tierras y nuestros tiempos, alejándonos de la prisa y del productivismo, del consumo y del pensamiento individualista.

Así es como colectivos de personas están recuperando los pueblos, que poco a poco hemos ido dejando morir, para llevar una vida distinta basada en los principios de la sen-cillez voluntaria, de la autogestión integral, del crecimiento compartido, la comunidad y el apoyo mutuo; basada en la importancia del entorno, en el respeto a la naturaleza y el trabajo con ella para poder adquirir lo que realmente hace de nuestra vida una vida plena; que se nutra de belleza, de arte y alegría, vidas llenas de color, de juego y de sonrisas, porque nuestros espacios son lugares hermosos dónde todas las personas tenemos cabida, donde cada una tiene algo que aportar y entre todas somos más fuertes y sabias. Por-que es en el acceso directo a la tierra y a la cultura, en la au-togestión de nuestras necesidades y nuestros aprendizajes, en la recuperación de relaciones sanas y libres, igualitarias y colectivas, donde podremos crear una resistencia real a todo eso que está acabando con nosotras y nuestra tierra. La recuperación de pueblos abandonados, el establecimiento de comunidades autogestionadas, la formación de coope-rativas ecológicas, la permacultura, y un sinnúmero más de ejemplos que llenan poco a poco el espacio de aquello que nos robaron, están tejiendo una nueva red que sueña con la creación de ese mundo nuevo que nos permita vivir nuestra vida, decidiendo a cada paso lo que queremos ser, lo que queremos hacer, siempre desde la igualdad, el respeto y el cuidado por todo lo que nos rodea, por todas las personas que nos rodean. Porque sólo en ese entorno sano, hermo-so y fértil que la naturaleza nos ofrece podemos recuperar lo esencial, podemos recuperar nuestra propia vida y tener tiempo, por fin, para vivir.

Llevamos un mundo nuevo en nuestros corazones y ese mundo está aquí, está ahora.

Jesús Suárez y Carmen Tomé

El retorno al campo como forma de lucha.

La imposición del sistema capitalista se basa en el establecimiento de un modelo de trabajo asalariado; este sistema, para poder perpetuarse y crecer, necesita convertir a los seres humanos en esclavos de un empleo. Y esta tram-pa comienza con un robo, comienza con la expropiación por parte de los grandes capitalistas de las tierras comuna-les, de los espacios colectivos que sostenían una economía solidaria y familiar organizada en pequeños núcleos pobla-cionales; porque cuando nos lo han robado todo sólo nos quedan nuestras manos, y es con ellas con las que acudi-mos a un mercado de trabajo en el que entran en juego modelos de explotación como los que vivimos actualmente. Intentemos imaginar cuántas personas acudirían a un empleo sin sentido, venderían su tiempo y su fuerza por un salario siempre injusto, en condiciones de libertad y rodeadas de la posibilidad de una autogestión total de sus vidas.

Es en este escenario en el que comienzan a crearse los grandes núcleos urbanos, configurados en torno al empleo y al consumo, con extrarradios obreros y centros financieros que atraen cada día a más personas en busca de algo a lo que agarrarse. Porque sólo en circunstancias de necesidad se crean las condiciones perfectas para la explotación.

Pobreza, exclusión, paro y desigualdad no son problemas para el sistema capitalista, sino oportunidades para que la rueda continúe girando cada vez más rápido, cada vez más cruel. Es el éxodo de lo común a lo privado.

Pero el robo de esos espacios comunales conlleva también el robo de nuestra forma de organizarnos, de relacionarnos, de vernos y vivirnos colectivamente, permitiendo que se den unas nuevas condiciones basadas en el enfrentamiento, la individualidad y el egoísmo. Es la falsa sensación de esca-sez, la falsa sensación de necesidad la que nos hace enfren-tarnos a unos contra otros; porque cuando se limita el acce-so a la vida, a los recursos, a los conocimientos, cuando se impone la idea de que no hay de todo para todos también se está alimentando la idea de que es necesario agarrar todo lo posible para que la persona que tengo al lado no me lo arrebate. Es así como se perpetúa el robo de nuestra fuerza común. Es el éxodo de lo colectivo a lo individual.

Las ciudades se configuran así como los escenarios per-fectos, aunque no los únicos, para que este modelo funcio-ne. Sin acceso a recursos naturales comunes, sin opción de vida más allá del consumo, todo se convierte en productos de compra-venta; la comida, la vivienda, la formación, la sanidad, el ocio, todos los elementos que salen de forma gratuita de la naturaleza o que provienen de la cultura y el saber popular, se transforman, de repente, en productos que tienen que ser comprados con dinero; nos lo quitan todo y luego nos lo venden a precio de esclavitud. Y no sólo eso, sino que la necesidad que nos ata a este modo de vida da una vuelta de tuerca más mediante la constante creación de falsas necesidades; y ya no sólo tenemos que esclavizarnos a cambio de alimento o techo, sino de una televisión de plasma, de un nuevo coche o un teléfono inteligente; de esta forma consiguen que sea la propia ciudadanía quien re-clame más empleo, más recortes, más seguridad, más repre-

nº01

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Hoy nace “La Bellota”, una nueva publicación que brota como lo hace el fruto de una rama de Erroble.

Cada tres meses intentaremos llenar de contenido estas páginas (están todos invitados a participar siempre que quieran); de momento nuestra intención es, nada más y nada menos, abrir nuevos lugares desde la autonomía y la independencia, para que todas aquellas personas que quieran decir algo, puedan hacerlo; no importa qué, no importa cómo, desde “La Bellota” ofreceremos una variedad de espacios literarios, sociales, políticos y culturales, donde poder decir aquello que queramos compartir. Por eso, aunque todo puede cambiar en esta vida, hemos dividido La Bellota en varias secciones que serán, esperamos, del gusto de todos; “A fuego lento”, un espacio para hablar de los movimientos sociales que, despacio y con buena letra, están transformando nuestra realidad cotidiana; “La internacional”, que se encargará de dar a conocer alguna situación global de actualidad desde un punto de vista diferente al que los medios comunes nos ofrecen; “El bosquete”, donde tendrán cabida temas medioambientales y de gestión de los recursos naturales de nuestro entorno; “El tintero”, una sección literaria para que cualquiera pueda dar rienda suelta a su creatividad; “La agenda”, donde informaremos de los eventos cercanos (en tiempo y en espacio) que más interesantes nos parezcan; y, por último, “El arcón”, una especie de cajón desastre donde podamos dar cabida a aquello que no sepamos donde meter.

¿Y porqué ahora? Ahora porque estamos siendo partícipes directos de un precioso cambio en nuestro pueblo, porque siempre hemos sido muchas personas intentando recuperar espacios y costumbres que respetamos y amamos y que no queremos que se pierdan de ninguna manera, porque queremos hacerlas crecer con todos los conocimientos y los sentires que traigamos de nuestros viajes, porque siempre hemos creído que el camino es construir red; porque tenemos una gran familia que llena de ilusiones, de ganas y de proyectos nuestro pueblo; Erroble, La Bellota, La Serranilla, el Refugio del Dragón y tantos otros proyectos que desconocemos y queremos conocer, que aún no existen y que queremos crear.

Esperamos recorrer este camino aquí, en nuestra sierra, y con todos los que viven a nuestro lado, esperamos que el tiempo haga crecer este fruto y todos los frutos, que sigamos apoyando, intercambiando y construyendo otras maneras de hacer las cosas.

Esperamos que llegue a Madrid, a Segovia o a Valladolid, pero sobre todo esperamos que se quede cerca, en los caminos y en las sombras de los robles, en las piedras y en los ríos, en la plaza, en la Dehesa y en el Palancar; porque el cambio es siempre ahora y aquí.

Esperamos que lo disfrutéis, que lo compartáis, que lo creéis con nosotros.

Bienvenidos a este viaje.

Jesús Suárez

nº01 ACTIVIDADES

INVIERNO-PRIMAVERA

CSAR “La Casa” (Matamala):_________________

• 7 y 8 de marzo “Bicifolk”• 18 de abril “Fiesta de Primavera”

Albergue “El Refugio del Dragón” (Arcones):__________________________________

• 28 de febrero taller de Acro-Yoga y masaje Tailandes

• Futuras actividades:

• Marzo: curso de elaboración de lacteos• Abril: rutas por la zona• Mayo: curso de setas de primavera• y más adelante: talleres de cuero,

jabón, agricultura ecológica, hierbas medicinales, rutas por las hundas, etc...

CSA “Sacajos” (Segovia):_____________________

• Taller de deportes acrobáticos todos los martes y jueves de 17:00 a 19:00

• Rocódromo libre

CSA “La Nave” (Segovia):____________________

• Taller de circo todos los martes y jueves de 17:00 a 19:00

• Taller de yoga todos los martes y jueves de 19:00 a 20:00

Conciertos Crika producciones (Segovia):_____

• 27 de febrero “Envidia Kotxina” sala Beatclub• 6 de marzo “Potato” y “Fhin Brau” sala Beatclub• 14 de marzo “La Habitacion Roja” sala Beatclub• 21 de marzo “Rapsusklei” sala Boss• 1 de abril “Belako” sala Beatclub

2EDITORIAL| | AGENDA CULTURAL| |11

SABÍAS QUÉ.......?

¿Sabías qué al principio todas las ovejas eran negras y que raramente nacía alguna blanca?

Se empezó a dar preferencia a la cría de oveja blanca porque su lana se teñía mejor. Por eso ahora los rebaños son blancos. Pero como la naturaleza y la genética son ingobernables, siempre, en cada pueblo y en cada rebaño, seguirán naciendo ovejas negras.

AGENDA CULTURAL