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1 El par irlandés Lord Kingsborough (1795-1837) hizo una importante contribución a los estudios mesoamericanos al dar inicio, financiar, recopilar y editar los nueve volúmenes de Antiquities of Mexico (Las Antigüedades de México) (Kingsborough 1831-1848). Su importante legado sigue vigente, dado que su obra aún se toma como referencia en muchas publicaciones relativas a la antigua Mesoamérica. Por desgracia, su extraordinaria pasión y dedicación por recolectar y mandar a hacer copias de los manuscritos mesoamericanos fueron factores que lo llevaron a una muerte prematura. Aunque se han escrito artículos sobre su persona, aún no existe ninguna biografía exhaustiva de este notable y enigmático hombre. ¿Quién fue Lord Kingsborough y qué motivó a este hombre a invertir una gran parte de su vida coleccionando, editando y organizando la elaboración de copias de los antiguos manuscritos mesoamericanos? En tanto que su capacidad para administrar sus propias finanzas y reputación parecen cuestionables, el presente estudio se propone investigar la motivación y los métodos de Kingsborough para producir Antiquities of Mexico, así como los factores que evitaron que la importancia de su obra recibiera el reconocimiento apropiado. Antiquities of Mexico (Las Antigüedades de México) Los nueve volúmenes de Antiquities of Mexico presentan facsímiles y textos que describen los antiguos manuscritos y pinturas mexicanas conservados en las bibliotecas reales de París, Berlín y Dresde, en la Biblioteca Imperial de Viena, en la Biblioteca Vaticana, en el Museo Borgia de Roma, en la Biblioteca del Instituto de Bolonia y en la Biblioteca Bodleiana de Oxford. Incluyen, entre otras cosas, facsímiles de dieciséis manuscritos importantes, tales como el Códice Mendoza (Figura 1), el Códice de Dresde (Figuras 2-3) y el Códice Telleriano-Remensis. También incluye facsímiles de los dibujos de Monumentos de la Nueva España, de Dupaix (ver frontispicio del Volumen 1 de Antiquities of Mexico). Se considera que los tres primeros volúmenes de Antiquities of Mexico contienen facsímiles de casi todos los manuscritos y pinturas antiguos de México a los que Kingsborough tuvo acceso en esa época (Glass 1975: 22). Sin embargo, parece que a Kingsborough se le negó el permiso de publicar una copia del manuscrito azteca llamado Códice Borbónico, que se conserva en la Biblioteca de la Asamblea Nacional, en París (Glass, 1975: 22). La producción de estos volúmenes fue una obra de proporciones monumentales. Cada gran volumen de Antiquities of Mexico mide unos 57 x 57 cm y peso alrededor de 29.5 Kg. A Kingsborough le tomó aproximadamente dieciocho años producir los nueve volúmenes, a un costo de unas cuarenta mil libras esterlinas. La magnitud de esta suma puede entenderse mejor si se considera que una familia de la época podía subsistir razonablemente bien con alrededor de quinientas libras esterlinas por año (Goodkind, 1985: 54; Goodwin, 2004). Power (2000: 96) escribe que el primer volumen se imprimió en 1830, publicándose seis volúmenes más en 1831. No obstante, una reseña de dichas obras registra una fecha de publicación más temprana (Foreign Quarterly Review, 1832: 90; Graham, 1977: 50). Los últimos dos volúmenes de Antiquities of Mexico se publicaron después de la muerte de Kingsborough. Se había planeado la publicación de un décimo volumen, pero éste no se terminó nunca (Power, 2000: 96). Esta extraordinaria empresa exigió muchísimo en términos de tiempo y recursos. Kingsborough la pudo llevar a cabo gracias a su posición y educación privilegiadas. Historial familiar El nombre de nacimiento de Lord Kingsborough era Edward King. Era el mayor de cinco hijos nacidos en el seno de una rica dinastía aristocrática irlandesa. Su familia era dueña de varias propiedades en Irlanda, especialmente en el Condado de Cork (Power, 2000: 10- 27). Robert (1754-1799), abuelo de Edward King, fue el segundo Conde de Kingston de los pares de Irlanda. A la muerte de Robert, el padre de Edward, George King (1771-1839) heredó el título de Conde de Kingston. La Sylvia D. Whitmore Lord Kingsborough y su contribución a los estudios de la antigua Mesoamérica: Las Antigüedades de México Publicaciones en línea de PARI 2005 Traducción de “Lord Kingsborough and his Contribution to Ancient Mesoamerican Scholarship: The Antiquities of Mexico.” The PARI Journal 9(4):8-16. Esta traducción: www.mesoweb.com/pari/publications/journal/904/Kingsborough.pdf.

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El par irlandés Lord Kingsborough (1795-1837) hizo una importante contribución a los estudios mesoamericanos al dar inicio, financiar, recopilar y editar los nueve volúmenes de Antiquities of Mexico (Las Antigüedades de México) (Kingsborough 1831-1848). Su importante legado sigue vigente, dado que su obra aún se toma como referencia en muchas publicaciones relativas a la antigua Mesoamérica. Por desgracia, su extraordinaria pasión y dedicación por recolectar y mandar a hacer copias de los manuscritos mesoamericanos fueron factores que lo llevaron a una muerte prematura. Aunque se han escrito artículos sobre su persona, aún no existe ninguna biografía exhaustiva de este notable y enigmático hombre. ¿Quién fue Lord Kingsborough y qué motivó a este hombre a invertir una gran parte de su vida coleccionando, editando y organizando la elaboración de copias de los antiguos manuscritos mesoamericanos? En tanto que su capacidad para administrar sus propias finanzas y reputación parecen cuestionables, el presente estudio se propone investigar la motivación y los métodos de Kingsborough para producir Antiquities of Mexico, así como los factores que evitaron que la importancia de su obra recibiera el reconocimiento apropiado.

Antiquities of Mexico (Las Antigüedades de México)Los nueve volúmenes de Antiquities of Mexico presentan facsímiles y textos que describen los antiguos manuscritos y pinturas mexicanas conservados en las bibliotecas reales de París, Berlín y Dresde, en la Biblioteca Imperial de Viena, en la Biblioteca Vaticana, en el Museo Borgia de Roma, en la Biblioteca del Instituto de Bolonia y en la Biblioteca Bodleiana de Oxford. Incluyen, entre otras cosas, facsímiles de dieciséis manuscritos importantes, tales como el Códice Mendoza (Figura 1), el Códice de Dresde (Figuras 2-3) y el Códice Telleriano-Remensis. También incluye facsímiles de los dibujos de Monumentos de la Nueva España, de Dupaix (ver frontispicio del Volumen 1 de Antiquities of Mexico). Se considera que los tres primeros volúmenes de Antiquities of Mexico contienen facsímiles de casi

todos los manuscritos y pinturas antiguos de México a los que Kingsborough tuvo acceso en esa época (Glass 1975: 22). Sin embargo, parece que a Kingsborough se le negó el permiso de publicar una copia del manuscrito azteca llamado Códice Borbónico, que se conserva en la Biblioteca de la Asamblea Nacional, en París (Glass, 1975: 22). La producción de estos volúmenes fue una obra de proporciones monumentales. Cada gran volumen de Antiquities of Mexico mide unos 57 x 57 cm y peso alrededor de 29.5 Kg. A Kingsborough le tomó aproximadamente dieciocho años producir los nueve volúmenes, a un costo de unas cuarenta mil libras esterlinas. La magnitud de esta suma puede entenderse mejor si se considera que una familia de la época podía subsistir razonablemente bien con alrededor de quinientas libras esterlinas por año (Goodkind, 1985: 54; Goodwin, 2004). Power (2000: 96) escribe que el primer volumen se imprimió en 1830, publicándose seis volúmenes más en 1831. No obstante, una reseña de dichas obras registra una fecha de publicación más temprana (Foreign Quarterly Review, 1832: 90; Graham, 1977: 50). Los últimos dos volúmenes de Antiquities of Mexico se publicaron después de la muerte de Kingsborough. Se había planeado la publicación de un décimo volumen, pero éste no se terminó nunca (Power, 2000: 96). Esta extraordinaria empresa exigió muchísimo en términos de tiempo y recursos. Kingsborough la pudo llevar a cabo gracias a su posición y educación privilegiadas.

Historial familiar El nombre de nacimiento de Lord Kingsborough era Edward King. Era el mayor de cinco hijos nacidos en el seno de una rica dinastía aristocrática irlandesa. Su familia era dueña de varias propiedades en Irlanda, especialmente en el Condado de Cork (Power, 2000: 10-27). Robert (1754-1799), abuelo de Edward King, fue el segundo Conde de Kingston de los pares de Irlanda. A la muerte de Robert, el padre de Edward, George King (1771-1839) heredó el título de Conde de Kingston. La

Sylvia D.Whitmore

Lord Kingsboroughy su contribucióna los estudios de la antigua Mesoamérica:Las Antigüedades de México

Publicaciones en línea de PARI

2005 Traducción de “Lord Kingsborough and his Contribution to Ancient Mesoamerican Scholarship: The Antiquities of Mexico.” The PARI Journal 9(4):8-16. Esta traducción: www.mesoweb.com/pari/publications/journal/904/Kingsborough.pdf.

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Figura 1. Página facsimilar del Códice Mendoza en Antiquities of México (fotografía y retoque de Marc Zender).

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madre de Edward King fue Lady Helena Moore (1773-1847), hija única de Stephen Moore, primer Conde de Mountcashell. Después de que George, padre de Edward, se convirtiera en conde en 1799, Edward recibió el título de cortesía de Vizconde de Kingsborough (Goodwin, 2004). Sin embargo, se le conocía más comúnmente como Lord Kingsborough. Por desgracia, aunque su posición era privilegiada, la fortuna de su familia resultó inestable. George, su padre, estaba muy involucrado en la política, lo que contribuía a sus extravagantes gastos (Power, 2000: 59; Todd, 2003: 178, 280-298, 334). En 1823, George recibió una gran herencia a la muerte de su madre. También pidió prestada una importante cantidad de dinero para construir un magnífico castillo en Mitchelstown, en Cork, al estilo del Castillo de Windsor. George era fuerte partidario de la monarquía (Todd, 2003: 256). Por ello, una de las razones de esta extravagancia era impresionar al rey Jorge IV, para

alentarlo a que lo visitara en Irlanda. Este proyecto hizo que acumulara deudas de unas cuatro mil libras, suma mucho mayor a su capacidad de pago (Power, 2000: 71-85; Todd, 2003: 334-335). Esta deuda es importante, pues algunos autores consideran que fue uno de los factores que contribuyeron a la muerte en prisión de su hijo Edward, Lord Kingsborough, a la edad de cuarenta y un años (Goodwin, 2004; Munby, 1967: 122).

Educación

Poco se sabe de los años tempranos de la vida de Kingsborough, antes de que entrara en la Universidad de Oxford. Se considera que fue educado en Eton antes de asistir a Oxford (King-Harman, 1959: 84). Los registros indican que se matriculó en el Colegio de Exeter, Oxford, el 25 de junio de 1814, y que en el período de Michaelmas ganó una segunda clase en el estudio de los clásicos. No

Figura 2. Hojas facsimilares (4-7) del Códice de Dresde, tomado de Antiquities of Mexico.

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terminó sus estudios (Foster, 1891: 794; Goodwin, 2004). Fue probablemente en Oxford en esta época que conoció a Sir Thomas Phillipps, estudiante de licenciatura (Graham, 1977: 46).

Sir Thomas PhillippsLa amistad entre Phillipps y Kingsborough evidentemente continuó después de que éste dejara Oxford, según se desprende del intercambio epistolar entre los dos, en los años 1826 a 1830 (Graham, 1977: 45-50). Phillips era un bibliófilo y se dice que acumuló entre cincuenta y sesenta mil libros en el curso de su vida (Graham, 1977: 45). Por ello, es posible que la obsesión y entusiasmo por los libros y los manuscritos antiguos de Phillipps hayan inspirado y motivado a Kingsborough. Phillipps escribió que Kingsborough discutió con él sobre el desarrollo del proyecto de Antiquities of Mexico y que el primero lo alentó en su empresa (Graham, 1977: 45-46; Munby, 1967:122). Además, Phillips anotó en su propio catálogo de manuscritos que dio a Kingsborough una carta de presentación dirigida al Dr. Bandinel, de la Biblioteca Bodleiana de Oxford (Graham, 1977: 53, n. 3). La intención de esta introducción era la de permitir a Kingsborough ver varios manuscritos mexicanos que se conservaban en la Biblioteca Bodleiana, incluyendo una copia del Códice Mendoza (Graham, 1977: 49). Algunos autores consideran que ver la copia del Códice Mendoza inspiró a Kingsborough a desarrollar y publicar posteriormente Antiquities of Mendoza (Goodkind, 1985: 54; Goodwin, 2004; King-Harman, 1959: 84; Munby, 1956: 11; Somerville-Large, 1990: 205). Kingsborough incluyó un facsímil del Códice Mendoza en el primer volumen de Antiquities of Mexico, incluyéndose la interpretación en español del códice en el Volumen Cinco. Sin embargo, Ian Graham considera que el interés de Kingsborough en las antigüedades mexicanas existía desde antes de que tuviera la oportunidad de examinar el Códice Mendoza. Graham (1977: 46) cita una nota en el catálogo personal de manuscritos de Sir Thomas Phillipps, indicando que Kingsborough ya había contemplado o incluso iniciado su trabajo sobre Antiquities of Mexico desde antes de ello.

Elección al Parlamento Kingsborough siguió la tradición familiar, establecida por su abuelo, y fue electo como Miembro del Parlamento por el Condado de Cork, en 1818 y en 1820 (Cokayne, 1982, 3: 297-298; Goodwin, 2004). Sin embargo, a diferencia de su padre y de su abuelo, no tenía mucho interés en la política. Renunció a su asiento en 1826, sin duda para no verse involucrado en las dificultades que creaba la situación política de Irlanda y para poder dedicarse a su interés de estudiar manuscritos para Antiquities of Mexico (Goodwin, 2004). En 1825, antes de renunciar al Parlamento, Kingsborough contrató al artista Agostino Aglio para que realizara ilustraciones para los tres

primeros volúmenes de su gran obra (Graham, 1977: 50). Tras renunciar al Parlamento, se hizo algo solitario y pasaba la mayor parte de su tiempo enfrascado en sus investigaciones en la Torre del Caballero Blanco en el Castillo de Mitchelstown, en donde residía la totalidad de su valiosa colección de libros y manuscritos (Power, 2000: 95).

ColeccionismoUno de los resultados de la Revolución Francesa (1789-1799) fue que muchas colecciones de libros y manuscritos fueron desmembradas y dispersas por toda Europa, lo que representó una oportunidad para los coleccionistas ingleses (Graham, 1977: 45; Munby, 1967: 15). Además, tras la guerra de independencia de México, en 1821, que acabó con el gobierno de España, comenzaron a aparecer en Londres libros sobre la antigua civilización precolombina. Alrededor de esta época, el acceso a los sitios arqueológicos prehispánicos se hizo más fácil, lo que despertó un considerable interés entre exploradores extranjeros (Tripp, 2004: 32-35). Kingsborough buscó en muchas colecciones de Europa, localizando manuscritos en París, Berlín, Dresde y el Vaticano (Goodkind, 1985: 54). También envió al agente Obadiah Rich a España en 1830 y 1831 para obtener manuscritos relativos a la historia antigua de América (Graham, 1977: 50). Rich aparentemente llegó a un acuerdo con el rey Fernando de España para que diez escribas copiaran todos los manuscritos relativos a América que había en las bibliotecas españolas. A cambio, el rey Fernando de España acabaría recibiendo una copia de Antiquities of Mexico (Graham, 1977: 50). Kingsborough jamás viajó a México (Somerville-Large, 1990: 205). Sin embargo, sí dio su apoyo a algunas exploraciones en esta región.

WaldeckEn 1834, Kingsborough financió una expedición a Yucatán, misma que llevó a cabo el pintoresco y enigmático explorador francés Jean Frédéric Maximilien Waldeck (Coe, 1992: 76-77). No se conocen con exactitud la fecha y circunstancias en las que se conocieron Kingsborough y Waldeck. Waldeck viajó originalmente a México en 1825 en calidad de ingeniero, aunque no tuvo éxito en esta ocupación. Más tarde, en 1828, fue empleado por el nuevo Museo Nacional Mexicano como artista y grabador, puesto que ocupó por seis años. En sus años finales en México, pintó y dibujó varios sitios arqueológicos en Yucatán. Se dice que bautizó a su dibujo de la Pirámide del Adivino en Uxmal como “La Pirámide de Kingsborough,” en honor de su benefactor (Tripp, 2004: 32-41).

MotivosUna de las motivaciones principales de la apasionada dedicación de Kingsborough a la investigación y

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producción de Antiquities of Mexico era su ferviente creencia en que los indígenas mexicanos eran descendientes directos de las diez Tribus Perdidas de Israel (Goodkind, 1985: 57). La búsqueda de las Tribus Perdidas de Israel había sido fuente de enigmas y misterios durante muchos siglos (Goodkind, 1985: 54; Parfitt, 2004: 1, 100-103). Se trataba de un asunto popular en los siglos dieciocho y diecinueve, comparable con el interés en leyendas tales como la búsqueda del Santo Cáliz (Parfitt, 2004: 102). Kingsborough dedicó una gran sección del Volumen Seis de Antiquities of Mexico a su teoría de que los antiguos mexicanos eran los descendientes de estas tribus perdidas. Este volumen contiene un ensayo escrito por Kingsborough, llamado “Argumentos que muestran que los judíos colonizaron América en épocas tempranas.” En él, cita pasaje bíblico tras pasaje bíblico, en un intento por enfatizar las similitudes entre la cultura y la religión de los antiguos mexicanos y las de los judíos (Kingsborough, 1831-1848, 6: 232-420). Por ejemplo, Kingsborough consideraba que los antiguos templos mexicanos se asemejaban al estilo arquitectónico de los templos judíos. Señalaba que tanto los judíos como los antiguos mexicanos usaban bordes decorados en sus prendas y consideraba que esto subrayaba las similitudes en la vestimenta de las dos culturas respectivas. Además, citaba a Sir William Penn sobre la similitud existente entre la apariencia de los niños mexicanos y la de los niños judíos. Kingsborough citaba incluso ciertas pinturas del Códice de Dresde que él consideraba representaban la historia hebrea de la caída de Satán (Kingsborough, 1831-1848, 6: 109,156, 274, 414-415). Sin embargo, los ejemplos citados de supuestas similitudes entre las culturas judía y mexicana antigua son extremadamente generales o exagerados. Kingsborough no consideró en ningún momento la posibilidad de que los antiguos mexicanos hubieran tenido la capacidad natural de desarrollar su propio conocimiento y habilidades.

LegadoPuede decirse que Kingsborough quería hacerse de un nombre como estudioso y dejar algo a la posteridad. Envió copias de su obra a varias casas reales, así como a las bibliotecas y museos más importantes. Se hicieron cuatro juegos de volúmenes con láminas a color, imprimiéndolos sobre pergamino. Se donaron copias especiales a la Biblioteca Bodleiana de Oxford, al Museo del Louvre, en París, a la Biblioteca Imperial de San Petersburgo y a la Biblioteca Real de Berlín. Por ello, Kingsborough recibió regalos de agradecimiento del Emperador de Rusia y del Rey Federico Guillermo IV de Prusia (Power, 2000: 96). También se donaron copias al Museo Británico (Somerville-Large, 1990:209). Sin embargo, es probable que la fuerza principal que motivó a Kingsborough a invertir su vida en coleccionar antiguos manuscritos mesoamericanos no fuera ni la búsqueda de

fama, mediante la producción de Antiquities of Mexico, ni tampoco el descubrimiento de las Tribus Perdidas de Israel, sino una pasión por coleccionar manuscritos antiguos. También es probable que esta pasión se debieran, al menos en parte, a la influencia del anticuario y coleccionista de libros, Sir Thomas Phillipps. Esta aseveración encuentra apoyo en la importante colección de manuscritos que Kingsborough llegó a reunir. Por ejemplo, era propietario de muchos libros raros, entre los cuales el manuscrito del siglo XVI llamado Memoriales de los Indios de Tepetlaoztoc, que no se incluyó en Antiquities of Mexico (Hunter, 1917: 153). Por desgracia, la obra de Kingsborough quedó inconclusa debido a su prematura muerte, algo en lo que sus propios errores de juicio posiblemente tuvieron que ver.

MuerteHay informes de que Kingsborough fue a dar a la cárcel por deudas en Dublín en 1837 (Power, 2000: 97). Se ha dicho que la deuda en cuestión era la de su padre George, ya que se supone que Edward era aval de las deudas de éste (Goodwin, 2004). A George se le declaró mentalmente incompetente en 1833 y se le confinó en una institución para enfermos mentales, lo que sin duda ocasionó problemas a sus acreedores (Power, 2000: 93). El financiamiento de la obra que se llevaba a cabo en Mitchelstown debió verse restringido, pues la enfermedad mental de su padre dio como resultado el embargo de las propiedades. Kingsborough recibía una suma por administrar las propiedades y vivir en el castillo. Sin embargo, este dinero era apenas suficiente para cubrir los gastos de administración y no alcanzaba para el financiamiento de sus obras escolásticas. Es muy posible que Kingsborough haya adquirido grandes deudas a su vez, en relación con la preparación de Antiquities of Mexico, pues fue un vendedor de papel quien mandó a arrestarlo y encarcelarlo, supuestamente por una deuda menor (Power, 2000: 97; Somerville-Large, 1990: 209; Todd, 2003: 337). Por desgracia y cuando llevaba apenas unos pocos días en la cárcel, contrajo tifo y murió el 27 de febrero de 1837 (Goodwin, 2004). Irónicamente, se sabe que a la muerte de su padre, acaecida dos años después, Edward habría heredado una gran fortuna (Goodwin, 2004; Somerville-Large, 1990: 209; Todd, 2003: 337). Kingsborough no parece haber pedido ayuda para resolver sus problemas a su amigo, Sir Thomas Phillipps. Phillipps envió una carta a Kingsborough dos meses después de su muerte, en la que le pedía información sobre el avance de Antiquities of Mexico. Esto apunta a que Phillipps no sabía en el momento de escribir la carta nada del encarcelamiento y posterior muerte de su amigo (Graham, 1977: 49). De hecho, King-Harman (1959: 84-85), descendiente de Kingsborough, escribió en un documento publicado de manera privada que era casi impensable que un par resultara encarcelado por

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deudas en la Irlanda de tiempos de Kingsborough. King-Harman sugiere que este episodio bien pudo ser parte de una estrategia deliberada de parte de Kingsborough, con el fin de persuadir al Gran Canciller, depositario del embargo, de que aumentara el financiamiento para la administración de las propiedades de su padre. Esto podría explicar por qué Phillipps no sabía del encarcelamiento de Kingsborough. Es posible que Kingsborough no esperara pasar mucho tiempo en la cárcel o inclusive que pensara que no sería encarcelado en lo absoluto. De esta manera, la carrera de Kingsborough llegó a un abrupto fin. Sin embargo, para todos aquellos interesados en la antigüedad mesoamericana, dejó un legado considerable. Al evaluar este legado, resulta también necesario considerar el papel que jugó el artista Agostino Aglio, a quien Kingsborough le encargó la producción de los numerosos facsímiles.

Agostino AglioEl artista Agostino Aglio fue un contribuyente importante al legado mesoamericano de Kingsborough. Nació en Cremona, Italia, en 1777. En 1787, la familia de Aglio se mudó a Milán, ciudad en la que estudió en el Collegio dei Barnabiti. Posteriormente, estudió pintura con el maestro italiano Andrea Appiani, así como dibujo y diseño con Giocondo Albertolli, en la Academia de Brera, en Milán. Posteriormente, viajó a Roma, en donde trabajó en el estudio del pintor paisajista Luigi Campovecchio. En 1799, fue contratado por el arquitecto William Wilkins, miembro de la Real Sociedad de Artistas Británicos, con el fin de que realizara dibujos durante su expedición de exploración de las antigüedades de Sicilia, Grecia y Egipto (Newton, 2004). En 1803, Wilkins solicitó a Aglio que tomara el puesto de maestro de dibujo en el Caius College, de Cambridge. Aglio aceptó,

Figura 3. Hojas facsimilares (15-17) del Códice de Dresde, tomado de Antiquities of Mexico.

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aunque posteriormente tuvo diferencias con Wilkins y, en lugar de tomar el puesto, fue a Londres, en donde recibió muchos encargos para realizar pinturas. Produjo sus primeras litografías en 1809 (Graves, 1905: 14; Johnson, 1975: 3; Newton, 2004). Aglio fue contratado por Kingsborough en 1825, con el fin de que realizara ilustraciones litográficas para Antiquities of Mexico (Graham, 1977: 50). Sir Thomas Phillips asentó en una nota que Aglio había querido registrar su derecho de autor de Antiquities of Mexico. Phillips consideraba que Kingsborough permitió esto porque era demasiado modesto para poner su propio nombre como autor de la obra (Graham, 1977: 51; Munby, 1956: 11, 1967: 122). Graham (1977: 51) cuenta que parece haber habido un desacuerdo entre Aglio y Kingsborough, posiblemente en relación con el derecho de autor. Aglio bien pudo haber considerado que tenía derecho sobre los volúmenes, en virtud de que había dedicado muchos años de minucioso trabajo al

contenido de éstos. Esta aseveración encuentra apoyo en el hecho de que la reseña contemporánea de la edición de 1829 de Antiquities of Mexico menciona a Aglio como su autor (Foreign Quarterly Review, 1832: 90). Está claro que inclusive se entrevistó a Aglio para esta reseña. El artículo indica que Aglio fue extremadamente elogioso de su benefactor, si bien no hace comentario alguno sobre el hecho de que se mencionaba a Aglio como autor y no a Kingsborough (Foreign Quarterly Review, 1832: 90-91). Sin embargo, el motor que se hallaba detrás de la producción de los extraordinarios volúmenes de Antiquities of Mexico eran en realidad la pasión y la dedicación de toda una vida de Kingsborough por los estudios del México antiguo.

Importancia de Antiquities of Mexico

La obra Antiquities of Mexico continúa siendo una valiosa fuente para el estudio de la arqueología mesoamericana,

Figura 4. Página 16a del Códice de Dresde, tomado de Antiquities of Mexico.

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Figure 5. Página 16a del Códice de Dresde, tomado de Förstemann, 1892.

ya que algunos de los manuscritos originales se han deteriorado desde que Aglio hiciera sus facsímiles. Un ejemplo de esto es el facsímil del Códice de Dresde, que se incluye en el Volumen Tres de Antiquities of Mexico y que continúa siendo un material de estudio importante. Ernst Förstemann copió el códice en 1892, valiéndose de la nueva técnica cromofotográfica (Coe, 1992: 107). Sin embargo, resulta evidente que algunos de los detalles del códice que aparecen en la versión de Kingsborough ya no eran claramente visibles cuando Förstemann produjo su facsímil, apenas sesenta o setenta años después. Uno de los muchos ejemplos se muestra en las Figuras 4 y 5, en donde resulta obvio que la versión de Kingsborough es la más clara de las dos. Además de este deterioro temprano del manuscrito, el Códice de Dresde, que se conserva en la Biblioteca de Dresde, en Alemania, sufrió daños por efecto del agua como resultado del bombardeo aliado de la ciudad de Dresde durante la Segunda Guerra Mundial. Esto hacer

aumentar aún más la importancia de la versión de Kingsborough.

Conclusión

Es desafortunado que el legado de Kingsborough no se reconozca plenamente debido a su aparente falta de atención hacia sus finanzas personales, combinada con una ausencia de autopromoción. El encarcelamiento y desafortunada muerte de Kingsborough probablemente fueron causados por su intento de obtener más dinero de los custodios de las propiedades de su padre, pues la falta de financiamiento habría afectado negativamente su pasión por coleccionar y copiar manuscritos antiguos. Es muy probable que esta pasión haya tenido su origen en la influencia de Sir Thomas Phillipps. Aunque no se recordará a Kingsborough como descubridor de las Tribus Perdidas de Israel, su logro de producir Antiquities of Mexico será siempre un legado importante para los

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estudios de la antigua Mesoamérica. Estos maravillosos volúmenes se han utilizado con frecuencia como fuente primaria, especialmente antes de la invención de las técnicas modernas de reproducción fotográfica a color (Goodkind, 1985: 54). El facsímil del Códice de Dresde en particular, incluido en el Volumen Tres de la obra que nos ocupa, será siempre una valiosa fuente de información, sobre todo debido al deterioro sufrido por el manuscrito original, que se conserva en la Biblioteca de Dresde. Por esta razón, se antoja injusto que no haya mención alguna del nombre de Kingsborough en el frontispicio de la edición de 1830. Aunque se incluyó el nombre de Kingsborough en el frontispicio de la versión de 1831, algunas bibliotecas, como la Biblioteca Británica (Graham, 1977: 51) y la Biblioteca Estatal de Victoria, Australia, han catalogado incorrectamente a Aglio como su autor. Por desgracia, esta situación tiende a privar a Lord Kingsborough, quien dedicó la mayor parte de su vida a la creación de estos volúmenes, de su debido reconocimiento.

AgradecimientosLa autora quisiera expresar su agradecimiento al Profesor Peter Mathews por su apoyo y ayuda en la redacción de este estudio, que es una sección editada de la tesis de graduación del autor por la Universidad de La Trobe. Vaya un sincero agradecimiento también al Dr. Ian Graham, quien proporcionó información sobre Lord Kingsborough que no puede obtenerse por ningún otro medio. No obstante lo anterior, toda responsabilidad del producto final es de la autora.

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