Quality sport 04

QUALITY SPORT

NOS GUSTA EL DEPORTE

4NÚMERO

A B R I L 2 0 1 2 - 3,95 €w w w.qual it yspor t.org

“Valerón es un grande y morirá grande”. (Pep Guardiola)

Juan Carlos ValerónLA SONRISA DE UN MAGO

RedacciónNacho LabargaPablo BerraondoEduardo Fernández - AbascalLuis LabargaÁlvaro RamaAdrián CalviñoCarlos ZúmerDaniel GonzálezJavier MarquerieMiren IzquietaJavier BrizuelaAndrés ArmeroJavier LorenteDani Martínez AntónMaría Sorribes

ArtePedro SalazarIzaskun PérezDavid GutiérrezDaniel Monreal

FotografíaJuan FlorÁlvaro Pérez

Diseño webEmma BadíaMiguel Barrenechea

Han colaborado en este númeroBea MorenoEduardo BuenoSantiago SigueroLaura GalianaArantxa ReyesSara NavaridasÁngel LicerasMª Mercedes CorralesRodrigo Álvarez EcharriSilvia Zabalza

Dpto. [email protected] Alonso

EditaQuality Multimedia S.L.Paseo de la Castellana 266, 6º C28046 - [email protected]

Distribuye LogIntegralAvenida de San Luis 2528033 - Madrid

ImprimeAltair. Impresia IbéricaAutovía A-4 p.k. 36 a Seseña. 45223 - Seseña (Toledo)

Nos avisaron. Nos lo dijeron de mil maneras diferentes. Nos atribularon

con panoramas desoladores. Y, ciertamente, nosotros bien que lo sabíamos:

Irrumpir en el mercado editorial en los tiempos que corren no era empresa

fácil, más bien tenía visos de convertirse en un salto al vacío. Pero la

publicación que usted lee ahora, a base de cultivar la fe en sí misma desde el

hiperrealismo ante lo que acontece en nuestro país, ha conseguido en poco

tiempo crearse un espacio propio. El reto de rescatar los grandes valores del

Periodismo, añadido al objetivo de transmitirlo a través de las múltiples vías

de comunicación que ofrecen las nuevas tecnologías, va cimentándose mes

a mes en Quality Sport.

Sabemos que, pese a las complejas teorías que se elaboran en torno a

las nuevas formas de comunicación, nuestro papel sigue siendo el de un

emisor que lanza un mensaje a un receptor, cuanto más interesante y bien

elaborado, mejor. Los múltiples canales por los que hacer llegar dicho

mensaje son, para nosotros, una gran oportunidad para estar más cerca

de nuestros lectores. Por esta razón, además de agradecer las favorables

cifras de venta y el impacto que hemos generado en los medios deportivos,

nos alegramos de igual manera por la acogida en las redes sociales y

por las visitas recibidas en nuestra embrionaria web. Y, entendiendo

que este panorama comunicativo puede generar algo más que miedo

e incertidumbre, en este número queremos dar un paso más allá en la

‘emisión’ de nuestro ‘mensaje’.

Por ello, y de la mano de Callaghan, os presentamos una ilusionante

iniciativa por la que usted puede disponer de este número de Quality

Sport en su ordenador, tablet o dispositivo móvil, en cualquier momento

y lugar, aprovechando las oportunidades que nos brindan los perfiles de

nuestra publicación en redes sociales, así como nuestra página web y las

aplicaciones para dispositivos móviles que llegarán en fechas próximas.

Leernos nunca ha sido tan sencillo.

Deseamos disfrutar de esta oportunidad que nos brinda Callaghan para

expandirnos y poder llegar a todos aquellos lugares o personas donde

todavía no habíamos estado. El deporte no para, nosotros tampoco. Por eso

esperamos estrechar relaciones antes de volver puntualmente a los kioscos

el próximo mes de mayo.

¡Nos gusta el deporte!

QS04 y el reto del periodismo totalE D I T O R I A L

@qualitysport_es

www.qualitysport.org

QUALITY SPORT

SUMARIOABRIL2012

CULTURA

ENTREVISTAS

FOTOGRAFÍA

12. MANU SAINZ ‘La magia de Arguineguín’.

102. MIGUEL SERRANO ’La madurez de Márquez’.

94. JUANITO 20 años sin el primer ‘7’ blanco.

96. LA HUELLA DEL TIEMPO Calcutta Cup.

100. NUEVO PERIODISMO Aires nuevos en los medios de comunicación.

REPORTAJES

24. CIENFUEGOS Un volcán en nuestro círculo.

52. CÁSTOR FANTOBA Amor desmedido a la aviación.

70. Amaya ValdemoroLa princesa del baloncesto español

PERFILES

76 Juanma LilloEl inventor del 4-2-3-1. El padrino de Guardiola nos explica por qué el fútbol se terminó en los 90

30.Marc MárquezEmpieza el Mundial de motociclismo y el piloto catalán vuelve a aspirar a lo más alto del podio

91. Dennis Rodman, el suicidio del ángel caídoRepasamos los incidentes protagonizados por el díscolo jugador de la NBA

48. CARLOS MOYÁ Rey de reyes en el circuíto senior.

39. Bienvenidos al NorteLas clásicas de primavera desvelan el infierno belga

OPINIÓN

ENPORTADA

14. Juan Carlos ValerónHablamos con el eterno ‘21’ del Deportivo de La Coruña. El capitán del regreso a la gloria

60. FotoperiodismoMiguel Ángel Morenatti: Él estuvo allí. Fotografía y deporte van de la mano

6. RADAR La previa más visual del deporte nacional.

32. ESTRUCTURAS El Allianz Arena. Escenario de la final de la Champions.

Juan Carlos Valerón posa en las gradas de Riazor (página 14)Foto: Álvaro Pérez.

98. VUELO 751 El accidente que pudo terminar con la vida de Svensson.

46. HISTORIAS DEL TOUR El día que Armstrong se hizo el muerto.

84. SURCANDO LAS OLAS Berta Betanzos navega hacia Londres 2012.

R A D A R

España comenzó su buena racha de resul-tados el pasado 10 de noviembre tras su victoria agónica ante Uruguay en el campo central de la Universidad Complutense de Madrid por 16-13. Desde entonces, la selec-ción no ha parado de encadenar resultados positivos.

RB World Seven Series. Tras la consecución de la clasificación para las de 2013, la selección española de rugby a 7 disputará la Serie Mundial de Glasgow el próximo fin de semana del 5 y 6 de mayo. En el sorteo realizado por la IRB, la selección que dirige José I. Inchausti ha quedado encuadrada en el grupo B en el que se medirá a Nueva Zelanda, Francia y Samoa.

R A D A R

España ha logrado 9 medallas desde los primeros mundiales celebrados en París en 1921. Manuel Pereira, en 1989, y el equipo

femenino de espada (compuesto por Taimy Chappé, Carmen Ruiz Hervías,Cristina Vargas

y Rosa Castillejo) en 1994, consiguieron el oro. Más recientemente, Pirri, medallista olímpico en 2008, logró un bronce en el

Mundial 2009 disputado en Turquía.Foto: Real Federación Española de

Esgrima.

Esgrima. El campeonato del Mundo por equipos (sable femenino y espada masculina) se celebrará los días 13 y 14 de abril en Kiev, Ucrania. En esta ocasión, al coincidir con año de Juegos Olímpicos, solo estarán presentes las modalidades que no tendrán presencia en Londres 2012.

R A D A R

Esta temporada, en el partido de ida en el Pabellón Universitario, el duelo quedó en tablas (28-28). Matías Schulz, portero de Anaitasuna, paró un penalti con el tiempo cumplido. El próximo 21 de abril se verán las caras de nuevo, en La Catedral, en un parti-do para el que no sirven los pronósticos y en el que se espera un ambiente extraordinario.Foto: Marta Contín.

Balonmano. 31 años después se celebra un derbi navarro en La Catedral. El último, en la jornada inaugural de la temporada 79-80, cayó del bando local (25-21). Anaitasuna fue el primer equipo navarro en jugar en la máxima categoría en 1968. La riva-lidad con San Antonio comenzó cuando los anaitasunistas Ortigosa y Baquedano ficharon en 1972 por los antonianos.

12 QUALITY SPORT � ABRIL 2012

La magia de ArguineguínP O R M A N U S A I N Z

* Manu Sainz es redactor del diario As en la sección del Real Madrid.

Tengo que empezar esta columna dejando claro que todo lo que aquí pueda decir se haya dicho o se diga en un futuro sobre la figura de Valerón jamás llegará a la altura de lo que es como futbolista y como persona.

El ‘Flaco’, al que se le puede aplicar eso de que se juega al fútbol como se vive, es una de esas personas que tienen luz. Me explico. Valerón es capaz de iluminar a sus compañeros dentro de un terreno de juego con pases y acciones al alcance de muy pocos jugadores en el mundo. Y ese don se puede extrapolar a su vida cotidiana. Basta una simple charla con él para que haya un antes y un después en la vida de una persona a partir de ese instante por la bondad que transmite. Sé de lo que hablo porque tengo la fortuna de poder aplicar el calificativo ‘amigo’ cuando me refiero a él. Hemos compartido grandes momentos y también malos. Y les aseguro que en todos ellos, Valerón ha sido el mismo. Y es que lejos de lo que pueda parecer, posee una gran fortaleza mental, que le permite mantener el equilibrio en cualquier circunstancia, ya sea favorable o adversa. Y le ha servido para superar los sinsabores que le ha dado el fútbol, que todo sea dicho de paso: no ha sido justo con él. Para muchos, entre los que me encuentro, es uno de los mejores futbolistas que ha dado España. Y sin embargo, ha tenido que sufrir en sus carnes la dureza de dos descensos. El primero de ellos con el Atlético en la temporada 99-00. Y el segundo, la temporada pasada con el Depor. Precisamente, a La Coruña llegó tras la hecatombe rojiblanca. Y allí permanece para liderar el regreso de cuadro gallego a Primera. Hace pocas semanas, con motivo de la visita del Depor a Alicante para enfrentarse al Hércules, estuve charlando con él. Y le noté feliz. “Estoy disfrutando muchísimo”, me aseguró. Paradojas de la vida. Lo que para muchos es el ‘infierno’ de Segunda, para Valerón está siendo un motivo de goce y disfrute. Cómo no podía ser de otra forma, la presencia del ‘Flaco’ da lustre a la categoría de plata del fútbol español. Y así se lo agradecen en todos los campos que visita el Depor. Raro es el caso de la afición que no recibe o despide a Valerón puesta en pie. Pero el fútbol no puede ser tan cruel con el ‘mago de Arguineguín’ como para que sus últimos pases los diera en Segunda. Y de ahí que todavía seguirá una temporada más en activo y colgará las botas en la elite del fútbol nacional.

“ES CAPAZ DE ILUMINAR

CON PASES Y ACCIONES

AL ALCANCE DE MUY

POCOS JUGADORES”

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Sula representa un nuevo concepto gastronómico que auna productos de máxima calidad y un local distribuido en espacios diferentes para gustos y

públicos diferentes.

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O P I N I Ó N

14 QUALITY SPORT � ABRIL 2012 JUAN CARLOS VALERÓN 15

JUAN CARLOSVALERON´

TEXTOADRIÁN CALVIÑO

FOTOGRAFÍASÁLVARO PÉREZ

“EL DESCENSO ME HIZOSENTIR PEOR QUE LAS

LESIONES.CUANDO TE ROMPES

SOLO SUFRES TÚ, MIENTRASQUE CUANDO BAJAS TERMINA

INFLUYENDO ENMUCHA GENTE”


E N T R E V I S T A

El eterno 21 llega al encuentro por su propio pie, parándose ante los aficionados que le inquieren con una sonrisa. Sencillo, cercano y muy alejado del arquetipo actual de futbolista. Casi más gallego que canario y persona que futbolista, Juan Carlos Valerón Santana (Arguineguín, Gran Canaria, 17 de junio de 1975), se ha convertido en uno de los gran-des talentos del fútbol español en los últimos años. ‘Regateador’ de polémicas, le gusta moverse entre líneas, jugar al espacio. Relajado, con una mirada puesta en el Atlántico, charla con Quality Sport: — “Ahora ponga una cara seria para las fotos, que siempre sonríe”.— “Va a ser complicado…”Arsène Wenger le describió como un jugador excepcional que nunca ha tenido la recompensa que merece.Sí que la he tenido, siempre me he sentido muy reconocido. Me creo un privilegiado y he estado jugando en Primera durante muchos años, en equipos muy buenos. He disfrutando jugando la Champions o el Mundial.¿No piensa entonces que ha sido infravaloradodurante toda su carrera?No. He estado donde tenía que estar y las cosas

¿Le hubiera gustado jugar en un club más grande?Nunca se llegó a dar la posibilidad. Estoy contentocon los equipos en los que he jugado, pero si hu-biera ido a otro tipo de club, lo hubiera afrontado de la misma manera y me habría adaptado. En mis años buenos era tan feliz aquí en el Depor y en Coruña que no necesitaba otra cosa. Cuando eres joven eres un poco más impulsivo y siempre quie-res ir para aquí y para allí, pero a medida que van pasando los años, tu forma de ser va siendo más estable, más equilibrada, le vas dando importancia a otras cosas, no solo a la parte económica o fut-bolística. En el Depor, se ha dado esa mezcla entre vida deportiva y personal, aquí soy muy feliz.¿Nunca sintió atracción por jugar en el extranjero, como Silva en el City? ¿Cómo ve a su paisano?Nunca tuve la oportunidad, pero tampoco creo que me hubiese adaptado bien. David es un jugador con una categoría excepcional. Lo que ha hecho con la edad que tiene es impresionante. También es cierto que ahora los tiempos han cam-biado un poco y al jugador español no le cuesta tanto salir fuera. Se ha modificado la mentalidad.

han pasado porque han sido así. Incluso cuando la gente me comparaba con Zidane, yo pensaba que era una barbaridad. ¡Cómo vas a comparar a Zidane, alguien que lo ha ganado todo, conmigo! Yo no soy ese tipo de jugador.Guardiola ha dicho más de una vez que hubiera encajado perfectamente en este Barcelona y que usted era uno de esos jugadores con los que se entendía solo con mirarse.A mí no me gusta mucho hablar de eso porque vatodo de momentos y épocas. Pero claro, ¿a quién no le hubiese gustado jugar en este Barça? Y sí, creo que habría encajado ahí. Pero mi forma de ser es muy sencilla y no me preocupo por esas cosas, por dónde podría haber jugado y dónde no, simplemente disfruto viéndolos.

Es un chico con mucha personalidad dentro del campo.¿Lo ve a mayor nivel que usted?No es lo que ha conseguido sino lo que le queda por conseguir. Llegar a Inglaterra y triunfar como lo está haciendo no está al alcance de muchos.Usted sabe lo que es dar lecciones por los esta-dios de Europa y ahora tiene que sufrir en los incómodos campos de Segunda. ¿La ilusión es la misma o existe cierto sentimiento de nostalgia?Nostalgia nunca. La ilusión es la misma. Todo se basa en cómo afrontes las cosas. Desde pequeño siempre he tenido una cosa muy clara: el fútbol es la gente. Lo aprendí de mi padre. Si estás jugan-do en un sitio y hay gente viéndote, esa gente se merece el respeto de que ofrezcas tu mejor fútbol

“CÓMO VAS A COMPARAR A ZIDANE,ALGUIEN QUE LO HA GANADO TODO, CONMIGO.¡ES UNA BARBARIDAD!” y lo hagas lo mejor que sabes. El fútbol no son solo

los grandes estadios, es la gente, y da igual jugar ante 80.000 o 400 personas; es igual de importan-te. La ilusión de que vayan a ver un partido donde tú estás jugando, eso es lo más bonito que le puede pasar a un futbolista. Siempre he dicho que, para mí, como jugador, lo máximo es que vayas por la calle y alguien te pare para decirte que ha disfru-tado viéndote jugar ese día o el día anterior. Eso no se paga con dinero.Usted sale aplaudido de los campos. ¿A qué se debe tanto cariño?La verdad es que te da una satisfacción grande y te ayuda a seguir con la ilusión de siempre. Pro-bablemente sea un poco por la época en la que es-tuve lesionado. Soy un futbolista que le gusta dar mucha normalidad a las cosas y ser muy cercano a la gente; y cuando la gente se percata de eso deja de verte tan mediático. Te ven como una persona

normal, no tanto como futbolista, supongo que te cogen otro cariño.Diez años hace del Centenariazo, era su segun-do año en Coruña.No diría que el mejor momento de mi vida porque a nivel personal tienes ciertos momentos marca-dos que no tienen por qué ir asociados a los éxitos deportivos. A nivel de títulos y grandes momentos competitivos, sí podría quedarme con esa Copa del Rey ganada en Madrid.¿Podría decirse que el fútbol sigue en deuda con el Deportivo y con Valerón?No, para nada. No siento que sea así. Si miro hacia atrás me considero un privilegiado por estar donde estuve y vivir lo que viví. Cuando llegué a Coruña, el Deportivo me dio todo lo que yo soñaba como jugador: tener un equipazo, disfrutar mucho sobre un terreno de juego y, además, tener una vida muy feliz fuera del mismo.

E N T R E V I S T A

¿No le pesa mucho no conquistar un títulode Liga? ¿O aquella Champions de 2004 que estuvo tan cerca?Claro que me gustaría poder conseguir algún títu-lo más, pero también podría no haber conseguido nada, no haber logrado jugar a tan alto nivel.¿Qué tenía aquel equipo?El secreto era tener una plantilla impresionante, con unos jugadores de un nivel y una categoría increíble. Tener a Jabo aquí fue un lujo. Era un grandísimo míster.

¿Era Mauro Silva la pieza fundamental?Había jugadores de mucho talento, pero quizá él era el hombre clave, sobre el que se sustentaba todo. Y ya no solo como jugador, sino por lo que suponía dentro del vestuario.¿Ha sido uno de sus referentes?Por supuesto. Como jugador, cuando eres joven, son los veteranos los que están ahí llevando el equipo, los que te influyen para bien o para mal de cara a un futuro. En el Depor había jugadores como Mauro, con un nivel humano increíble en

pasado peor con los descensos del Atlético o del Depor. Con las lesiones eres tú el que lo pasa mal, pero los descensos influyen en tanta gente… Es lo que te llevas contigo, ver a esas personas defrau-dadas. A mí, por lo menos, eso me hizo sentirme peor que las lesiones.¿Le dolió no haber contado mucho para Lotina?Siempre ha estado un poco condicionado a que cuando él llegó, yo todavía estaba recuperándome de la lesión y llevaba bastante tiempo sin jugar. Al principio creo que influyó mucho eso. Además, Lotina tenía su forma particular de ver el fútbol y fue haciendo su equipo, su plantilla. Podría de-cirse que no encajaba en esa filosofía y que había otros jugadores que podrían adaptarse mejor a esa forma de ver el fútbol.Pero con Caparrós encajó…También me costó lo suyo, pero es verdad que poco a poco fui ganándomelo y acabé teniendo mucho protagonismo en aquel Deportivo. Con Lotina quizás fue diferente pues, una vez recupe-rado, seguía confiando en otro tipo de futbolista.Ahora con Oltra vuelve a tener peso en el equipo.Con la edad que tengo sabes que es más compli-cado. No me esperaba tener tanta presencia en el equipo, pero el míster ha confiado desde el primer momento en mí y estoy respondiendo. Me siento muy identificado con su filosofía futbolística.

pasó en aquel partido en Riazor.Algunas veces se dice que los jugadores no sien-ten los colores, pero viendo sus lágrimas sobre el campo aquel día…Tanto Manuel como yo y otros jugadores que llevamos aquí mucho tiempo lo sentimos como algo nuestro. Fue una situación muy dura, difícil, triste... Pero a todos los jugadores les afectó. ¿Puede haberle venido bien el descenso?Es evidente que un descenso no es bueno pero, si todo salen bien, el descenso no habrá sido tan malo como podría. Es un año muy importante para el equipo. A lo mejor no más importante que los de los títulos, pero sí más necesario.¿Piensa en la retirada?Todavía no me lo he planteado seriamente. El año pasado también podría haber sido mi último año, pero al final me encontré bien y continué. La decisión depende de varias cosas. La primera es verse con nivel suficientemente bueno para seguir en el campo. Después, hay que tener en cuenta la decisión del club y del entrenador y ver que todo sea muy normal, muy natural. Pero ese tipo de reflexiones me gusta hacerlas en su momento, que suele ser a final de temporada.Hablando ya de fútbol en general… ¿Cómo ve alAthletic de Bielsa?Nos está sorprendiendo un poco a todos. Sobre todo por esa intensidad y esa forma de jugar al

“¿A QUIÉN NO LE HUBIESE GUSTADO JUGAR EN ESTE BARCELONA?

A usted tampoco le hace falta alzar la voz, es el líder silencioso de este equipo.Intento ser normal y creo que nunca me he senti-do líder. Sí es cierto que la gente que llevamos más años, como Manuel Pablo o yo, tenemos una res-ponsabilidad que no deben tener los más jóvenes. Hay que cumplir con el rol que te corresponde en la dinámica de una plantilla.¿Recuerda ese día fatídico frente al Valencia?Aquella jornada no se me va a olvidar nunca. Fue muy triste, me resulta muy difícil hablar de lo que

fútbol, tratando bien el balón, combinando mu-cho, saliendo jugando desde atrás... Creo que el mérito no es solo de Bielsa. Caparrós ha tenido mucho que ver. Soy de los que piensa que las cosas no salen de un día para otro así por las buenas. Hay mucho trabajo y mucho esfuerzo detrás. Biel-sa ha llegado al equipo necesario en el momento justo.¿El toque y la pausa del Barcelona de Guardiola o la verticalidad y la intensidad del Madrid de Mourinho?

ese aspecto, que te influyen para bien y te ayudan para cuando tú tengas que asumir ese rol.¿Cuál sería su partido perfecto? Highbury, Milán, el Centenariazo, Munich…Me quedaría con Highbury, por el do-minio absoluto que tuvimos, y con el del Centenariazo, por todo lo que significó.¿Qué tal se llevaba con Djalminha? ¿Cree que hubieran podido jugar jun-tos con más regularidad?Genial, aunque por jugar en la misma posición en la calle siempre había esa especie de debate. Pero nosotros nos llevábamos muy bien. Era muy cariñoso, todo el mundo lo quería. Tuve el gran privilegio de haber venido al Deporti-vo y compartir vestuario con Djalma. Aprendí mucho a su lado. En cuanto a lo de jugar juntos, no lo sé, es complica-do saberlo. Jabo tenía su forma de hacer las cosas y lo respeto totalmente.¿Makaay o Tristán?¿De verdad tengo que elegir uno? Vaya dos delanteros… ¡Eran una maravilla!Las lesiones le han lastrado mucho o pueden ser la razón por la que ahora se encuentra tan bien a esta edad .Hombre, tiene su parte mala parar en un momento bueno de tu carrera. Por otro lado, sí es verdad que eso ha hecho que llegue a este momento de mi carre-ra sin tanto desgaste, más entero. Y se pasa muy mal, pero tampoco me afecta-ron tanto; siempre tuve buena predis-posición al trabajo, siempre pensé en recuperarme y buscar la mejor solución para volver, no en la retirada. Lo he

YO CREO QUE HABRÍA ENCAJADO”


Me identifico más con el fútbol del Barcelona por su forma de entender el juego. Juegan de forma muy combinativa y con jugadores de un perfil muy específico, de mucho nivel y calidad, necesa-rios para llevar a cabo esa idea futbolística. Aun-que ahora mismo el Madrid ha llegado a competir de tú a tú al Barcelona y eso tiene mucho mérito. En años anteriores estaba por debajo, pero ahora la cosa está muy igualada.¿Tienen rival en Europa?Si jugaran una Liga Europea, la ganarían alguno de los dos sin problemas.¿Es la selección heredera directa del ‘estilo Barça’?El estilo, en todas las selecciones, lo marcan los jugadores. Si tienes muchos jugadores del Barce-lona, del Madrid, o de quién sea y aún por encima la idea del entrenador es parecida, pues todo va rodado. Pero no creo que la idea de la selección vaya ligada al estilo del Barcelona, sino que son los jugadores los que lo marcan. No es que el en-trenador quede en un segundo plano, porque es él quien apuesta por ese tipo de jugadores e intenta transmitir una idea, pero al final, lo importante es

otro Xavi o alguien que haga su función. Aunque si te pones a mirar a las categorías inferiores, hay gente de calidad, jugadores que te hacen pensar que se puede continuar esto durante muchos años.¿Llevaría a Torres a la Eurocopa o no le beneficia el sistema?Hay veces que los entrenadores valoran el estado de forma, otras veces valoran lo conseguido ante-riormente… Nunca se sabe. Eso sí, lo del sistema, no tiene nada que ver. El problema es que Torres no está bien, pero él cuadra perfectamente en el esquema y en la forma de jugar. Cuando está bien es perfecto. Es ese delantero que se mueve arriba, que termina las jugadas, que participa en el juego. El fútbol es así. Si estás en buen estado de forma, eres capaz de adaptarte a lo que sea y dar tu mejor versión en el esquema que sea.¿Es Messi el mejor del mundo?Sin duda.¿Tiene mucho que ver jugar con Iniesta y Xavi al lado?Ya no solo por ellos dos, sino por todo el engrana-je del Barcelona, que es espectacular. Es evidente

llar su mejor fútbol, pero, si goza de confianza, va a estar todavía mucho mejor y le va a aportar grandes cosasa al Real Madrid. Es un jugador que me gusta personalmente, alguien por el que pago una entrada, aunque sé que no es el mejor en la actualidad. El mejor es Messi y sería el tercero de esos jugadores que elegiría.¿Podría configurar un ‘once histórico particular’?Puerta para Iker. Roberto Carlos en el lateral izquierdo. Centrales: Naybet y Koeman. Lateral derecho: Alves. Medio centro único: Mauro Silva.

No, no soy muy de leer. Mi lectura diaria es la Biblia.¿Es muy común esa religiosidad en el mundo del fútbol?Sí, es muy común, pero no solo en el fútbol, sino en cualquier área de la vida. Distinto es que la gente de fuera pueda conocer más o menos de unos u otros futbolistas, de tu forma de ser o de actuar. Pero sí es común.¿Le preocupa a los futbolistas la situación del país o la mayoría viven en una burbuja?A nivel económico sí es evidente que las


“LO MÁXIMO ES QUE VAYAS POR LA CALLE Y ALGUIENTE PARE PARA DECIRTE QUE HA DISFRUTADO VIÉNDOTE JUGAR. ESO NO SE PAGA CON DINERO”

el equipo. Si no tienes los jugadores, por mucho que intentes jugar de una forma, va a ser muy difí-cil, por no decir imposible, que lo consigas.¿Es mucho mejor esta selección que la que ustedvivió en primera persona?La liga española ha subido mucho. Antes los ‘cracks’ venían más de fuera y se convertían en líderes de sus equipos; ahora los líderes son na-cionales e incluso salen fuera. También por eso la mentalidad ha cambiado, se empezó a creer más, los futbolistas españoles empezamos a creer que podíamos competir contra los demás.¿Cree que los éxitos se van a prolongar durante varios años?Hay épocas y generaciones que son muy difíciles de repetir. Con el tiempo se verá, pero yo creo que va a ser muy difícil. Es muy complicado conseguir

que se está beneficiando de ese juego. Pero, aun así, es el mejor. Y lo sería en otro sitio.¿Quién ha sido el rival que le ha impresionadoespecialmente sobre un terreno de juego?Me impresionó mucho Roberto Carlos. Su intensi-dad, rapidez, esa fuerza…¿Alguien que recuerde que le haya marcado como nadie?Mario Álvarez, contra el que nunca me han salido bien las cosas.Se convierte en presidente de un club multimi-llonario. Puede fichar a los tres futbolistas que quiera para comenzar a armar el equipo…El primero sería Iniesta, sin duda. El segundo, Kaká, que siempre me ha encantado por su forma de jugar. Lo he admirado mucho y lo sigo admi-rando. En España todavía no ha podido desarro-

Por delante, Iniesta y Kaká. Arriba: Laudrup, Romario y Messi.¿Cómo es Lendoiro?Es complicado explicarlo con pala-bras, pero podría decirse que es un hombre de fútbol, con todo lo que eso conlleva. Siempre ha estado vinculado al fútbol desde peque-ño, al fútbol modesto también. Es alguien que valora mucho a la gente de la base y tiene a muchas personas trabajando en el club que viene del fútbol modesto. Es una persona que en los últimos años he tenido el privilegio de conocer más a fondo. Me siento muy a gusto con su forma de entender el fútbol y su forma de hacer las cosas. Sé que mucha gente tiene sus dudas, pero porque también es muy difícil estar al frente de una institución durante tantos años y que todo el mundo esté de acuerdo con todo lo que haces. Me siento muy identi-ficado con él, con cómo funciona tanto Lendoiro como el club.

LOS OTROS PASES DEL 21¿Por qué eligió el 21?Cuando subimos de 2ªB a Segun-da con Las Palmas fue el primer año en que se empezaron a poner dorsales propios en las camisetas. No sabía cuál coger, tenía 21 años y cogí el 21. Con ese me quedaré para siempre.Sabemos que su libro de cabecera es la Biblia pero, ¿lee algo más?

E N T R E V I S T A

posibilidades de un jugador le hacen estar más tranquilo, pero hay que darse cuenta de que un jugador también tiene familia y amigos. Que no te afecte directamente no implica que no conozcas la situación y seas consciente del día a día de la gente. Aunque también dependerá de cada uno y su forma de ser. Hay gente que es más cercana y otra que menos, pero creo que en general los jugadores somos conscientes de la realidad que nos rodea.¿Sigue algún otro deporte?Me gustan todos los deportes. Cuando llegan las Olimpiadas, el Mundial de baloncesto, balonmano o de lo que sea, me encanta verlo. Y la Fórmula 1. Si la carrera es las siete de la mañana y tenemos libre ese día, me levanto para verla aun habiendo llegado tarde de jugar el día anterior.La música es una de sus pasiones e incluso se anima a tocar en ciertas ocasiones...Es cierto. Me encanta la música, cualquier estilo. Para eso soy un poco como mi forma de ser, no me decanto. En mi Ipod puede haber desde rock hasta bachata siempre que sea buena. También aprendí a tocar un poco la guitarra y el bajo. Me divierte mucho y cuando voy a Las Palmas toco con mis hermanos como divertimento, que también son muy aficionados.

para soportar todo lo que conlleva mediáticamen-te, la presión… Por eso hay mucha gente que no termina de triunfar, porque la fortaleza mental es una parte muy importante.¿Qué les diría a los jóvenes futbolistas que lu-chan por su sueño de alcanzar la élite?Más que a los niños, yo creo que habría que hablar y concienciar a la gente que está a su alrede-dor, como sus padres o sus entrenadores. Voy a charlas con equipos, con niños, y siempre pregun-to: ¿Cuándo una charlas con los padres, con los entrenadores? Para mí la clave está ahí. Los niños son muy influenciables y se les puede influir para bien y para mal. La experiencia y la sensación que tengo es que es necesario que la gente que está a su alrededor sea capaz de llevarlos por el buen camino.¿Para cuando los hijos de Valerón sobre el césped?Eso va a estar complicado. Ahora estoy soltero y no se me pasa por la cabeza otra cosa. Estoy en un momento de mi vida donde mi trabajo, mi familia y todo lo que me rodea se lleva todo mi tiempo y mis preocupaciones. Estoy bien y feliz así.Decían que su hermano podría haber llegado muy alto, pero una lesión truncó su carrera…Sí, era un futbolista muy bueno y destacaba sobre-

E N T R E V I S T A


“LOTINA TENÍA SU FORMA PARTICULAR DEVER EL FÚTBOL Y FUE HACIENDO SU EQUIPO.PODRÍA DECIRSE QUE NO ENCAJABA”

Televisiones, dirigentes, marcas deportivas, impagos, etc. ¿Se están ‘cargando’ el fútbol?El fútbol no se lo puede cargar nadie, hagan lo quehagan. Eso sí, hay cosas que cambian y hubo un momento en el fútbol donde se dio un gran impul-so económico, se invirtió mucho dinero y los clu-bes podían tener equipos de mucho nivel. Ahora se está pagando un poco toda esa burbuja. Decía algún compañero suyo que ser futbolista era todavía más difícil que una oposiciónEs duro llegar. Hay una diferencia muy grande entre el fútbol semiprofesional y el profesional porque, además de tener un nivel futbolístico alto, requiere tener una personalidad muy importante

manera en las categorías inferiores y también en la UD. Las Palmas. Además, era muy complicado por aquel entonces que un chico del sur se fuese a la Unión Deportiva, pero él lo consiguió, dio el salto y a partir de eso me surgió a mí la oportuni-dad de ir. Me abrió el camino. Tuvo unas tempora-das muy buenas hasta esa lesión de tobillo que ya prácticamente lo retiró; siguió jugando, pero ya de una manera diferente.¿Quién era el ídolo de Juan Carlos Valerón cuando era niño?Maradona. Él es el mayor recuerdo que tengo, pero tampoco tenía la posibilidad de verlo tanto como podría hacerlo un niño ahora

CIENFUEGOS, Un volcán en nuestro círculo

TEXTO ANDRÉS ARMERO

FOTOGRAFÍAS BEATRIZ MORENO

R E P O R T A J E

EL ATLETA QUE QUIERE LANZAR EL MARTILLO MÁS ALLÁ DE SUS SUEÑOS

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La universalidad del atletismo puso sus ojos en aquel niño. Javier Cienfuegos (Montijo, Badajoz, 1990) tuvo las agallas suficientes para responder a la llamada.

“Me negué a participar en una carrera de campo a través”, introduce. Su físico era el idóneo para una especialidad hasta entonces desconocida en su pueblo. Y él no quería tirar su don a la basura.

El lanzamiento de martillo llegó a Montijo con sigilo, casi en la clandestinidad. El entrenador An-tonio Fuentes comenzó a buscar jóvenes interesa-dos. Un encuentro casual con la madre de Cien-fuegos convenció al muchacho para probar aquel experimento. El judo, el tenis o el fútbol, donde jugaba de portero, pasaron a formar parte de su pasado. Su futuro estaba ahí, en la jaula. El círculo de los lanzadores se convertiría con el tiempo en su nuevo planeta y, en un momento puntual de la historia, él sería su sol.

El 17 de junio de 2009 pasará a la posteridad como el día en que un español rompió un récord del mundo júnior. Javier Cienfuegos llegó a las instalaciones del colegio Tajamar de Madrid para participar en un control preparado para él. Aquel miércoles, tras volver de clase, el pacense no se sentía cómodo. Y llegó el último lanzamiento. “Ce-rré los ojos y pensé en lo que siempre me había di-cho mi primer entrenador”, explica. La consigna era clara: “¡Javier, disfruta!”. Un lanzamiento de 82,97 metros con el martillo de 6 kilos lo convertía en la referencia de su categoría. Era su tercer año en la Blume a las órdenes del ex atleta Rául Jimeno. España ya tenía su tridente.

El discóbolo Mario Pestano y el lanzador de peso Manolo Martínez esperaban con ansia la llegada de alguien que levantase la especialidad de martillo. “Cuando me presentaron a Manolo en la Blume recuerdo que me comentó que era un placer cono-cerme”, apunta Cienfuegos. Su reacción le salió del alma: “¡No, no, el placer es mío!”. El extremeño se recrea en aquel encuentro. “Para mí fue lo máxi-mo, Manolo es lo más grande que ha parido esto”, concluye.

Cienfuegos no sabía que la vida le tenía reser-vada una sorpresa. “En la primera internacionali-dad es tradición compartir habitación con el más veterano. Ese era Manolo”. Aquel día, un percance provocó que llegasen tarde a su primera reunión técnica: “Yo me asusté mucho. Era mi debut”. No pasaba nada, el pacense se cobijó en la imperial sombra del leonés.

La vida del lanzador de martillo ha estado re-pleta de decisiones prematuras. No es fácil salir de casa con 15 años para ir a vivir a una residencia de deportistas de élite, a 375 kilómetros de tu hogar. Su padre quiso sentar las bases de lo que sería su incipiente madurez: “Me da igual lo que lances con el martillo, como no apruebes todo te vuelves para el pueblo”.

Es difícil toparse con un joven tan comprome-tido con su deporte y respetuoso con su pasado. Estudiante de INEF, Cienfuegos pasó las últimas Navidades encerrado, preparando la madre de to-das las asignaturas, Anatomía. “Me acuerdo que co-mencé a estudiarla el día de Nochebuena”. La mis-ma determinación que muestra al pisar el círculo le valió para solventar su examen más comprometido. Sin embargo, el atleta no se deja llevar por euforias: “Tengo que seguir estudiando duro. Todavía no soy nadie en el deporte y hay que labrarse un futuro”.

El suyo pudo ser diametralmente opuesto de ha-ber aceptado una propuesta al otro lado del Atlán-tico. La prestigiosa Universidad de Harvard le ofre-ció una beca para estudiar y seguir con el atletismo. Cienfuegos tenía ante sí la encrucijada más difícil de su itinerario: “Puede que me arrepienta toda la vida, pero dije ‘no’, estaba bien aquí”

Sus padres le dieron plenos poderes para ele-gir lo que más le convenía. Una confianza que el lanzador nunca traicionó. Pese a su corta edad, su veteranía en la residencia es un hecho. Y allí es feliz, aunque sus instalaciones le jueguen ma-las pasadas. “Como aquel día que se fue la luz y se cortó el Skype justo en el momento que iba a conocer a la vallista norteamericana Lolo Jones”, se lamenta.

“Puede que me arrepienta, pero dije ‘no’ a Harvard“


En un gimnasio anexo a la Residencia Joaquín Blume se faja durante cuatro horas al día para que 134 kilos en un molde de 1.93 metros parezcan lo que son, un monumento a la proporción. Su prime-ra cita olímpica le aguarda y en ella viejos conoci-dos: “Estuve viendo el otro día la final de Sídney 2000 y siguen los mismos en cabeza. ¡Algún día se

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tendrán que retirar, digo yo!”.Cienfuegos estará al acecho para acumular una

experiencia que le permita hacer ese lanzamiento que lo consagre en categoría absoluta. Porque “en martillo lo difícil es llegar, más fácil es mantener-se”. En el Mundial de Berlín 2009 se asustó, a sus 19 años, ante la presencia de tanta cámara en la jau-

la. “Parecía que me iban a ametrallar”, apunta. En Daegu no se adaptó en ningún momento a las parti-cularidades de una competición en Corea.

En las próximas citas internacionales, el extre-meño quiere seguir aprendiendo para algún día volver a cerrar los ojos y asombrar al mundo. Tam-poco descarta un viaje a los países del Este para analizar de cerca sus métodos de entrenamiento,

“aunque las incompatibilidades del calendario aca-démico son una traba”. En su punto de mira, Río 2016 y Madrid 2020. Allí tendría 30 años, el doble de cuando llegó a la capital desde Montijo. La edad perfecta para un lanzador. Sus piernas hercúleas saben que han nacido para enviar el martillo al otro lado de sus sueños. Su corazón y su cabeza lo reafir-man. Algún día Cienfuegos entrará en erupción

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Marc Márquez (Lleida, 17 de febrero de 1993) guarda inocencia en su mirada aunque sabe que va a hacer historia en el motociclismo español. Su precoz llegada a los grandes premios choca con su desparpajo y valentía sobre la moto. Su velocidad en la pista y su atrevimiento le permitió ser segundo la última temporada en el Mundial de Moto2, en su primer año en la categoría. Una caída en Malasia le privó de las últimas carreras, sólo pudo disputar 15 Grandes Premios. Ganó 7 y 4 veces más subió al podio. Con cinco años disputó su primera carrera, ahora busca llegar el primero en Moto2 para hacerse un hueco en el Olimpo de MotoGP.

“Me he perdido gran parte de la pretemporada no se puede hacer nada. He estado en casa viendo al resto entrenando, avanzando, y sé que irán por delante. Me daba impotencia, pero he entrenado duro físicamente, y una vez bien del ojo he llegado contento y con muchas ganas”.

“Voy a luchar por los primeros puestos desde el principio porque quiero llegar al final de temporada con opciones de luchar por el título”.

“Trabajaré al cien por cien cada carrera para luchar por el podio o la victoria”.

“Lo más importante es la regularidad, en eso tenemos que trabajar”.

“He recuperado al cien por cien la visión y poco a poco hemos ido reencontrando la confianza con la moto. La verdad es que fue increíble volver a subirse a la moto”.

“Siempre me he fijado en Dani Pedrosa y en Valentino Rossi. No toca compararme con Dani, me queda mucho trabajo para intentar ser como él”.

“Hay que ver las cosas, das el salto cuando te ves preparado físicamente y a nivel de pilotaje. Esto se ve en el día a día, el salto no me lo planteo de momento”.

“Sería un sueño ser compañero de Dani Pedrosa en MotoGP en 2013, pero tengo que centrarme en ganar el título de Moto2”.

“2011 fue un año de adaptación a la categoría. No me siento el campeón moral del año pasado, fui el más rápido en algunas carreras, pero el más regular y más fuerte fue Bradl y por eso ganó”.

“Lo que importa es quién tiene más títulos mundiales y no quién ha hecho la carrera más espectacular”.

“Da igual que sea un chico o una chica, puede ir rápido igual que nosotros y el tiempo lo dirá, cualquiera puede ir rápido y Elena Rosell lo puede demostrar”.

“Doy las gracias al equipo por su paciencia todo este tiempo, a los patrocinadores y a la afición que me han dado todo el cariño”.

EL NIÑO QUIERE LLEGAR PRIMEROTEXTO PABLO BERRAONDO

Marc Márquez afronta su quinta temporada como integrante del equipo Repsol. Ha disputa-do en total 61 Grandes Premios, tres temporadas en 125 cc y ahora afronta su segundo Mundial en Moto2.

E S T R U C T U R A S

El Allianz Arena, que acogerá el próximo 19 de mayo la final de la 57ª edición de la Champions League, está compuesto por 2.874 paneles romboidales metálicos de copolímero de etileno-tetrafluoretileno en el exterior. Cada panel puede iluminarse de manera independente de color blanco, rojo o azul. Para su construcción se utilizaron 120.000 m³ de hormigón y 22.000 toneladas de acero. Las proporciones del recinto deportivo son de 258 metros de largo, 227 de ancho, y 50 de alto. Las proporciones de su césped son de 105 x 68 metros.

Su construcción se decidió por referéndum en Baviera, con un apoyo del 66% de los votos. Los 341 millones de euros fueron financiados por los dos clubes que hacen uso del estadio, el TSV 1860 Múnich y el FC Bayern Múnich, aunque el principal socio es la firma de seguros alemana Allianz, que pagó para que el estadio llevara su nombre los próximos 30 años. Sin embargo, durante el Mundial de 2006 pasó a llamarse Estadio de la Copa Mundial de la FIFA de Múnich porque la FIFA no permite ningún tipo de publicidad en el nombre de los estadios. La misma restricción impone la UEFA y en los encuentros de Champions pasa a llamarse Múnich Arena. La propia UEFA lo reconoce como estadio de máxima categoría (categoría 4).

Capacidad: 69.901 personasInauguración: 30 de mayo de 2005Diseño: Herzog & MeuronCoste: 341 millones de euros

AllianzArena

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Allianz Arena


Allianz Arena

La primera piedra del estadio la colocó Franz Beckenbauer el 21 de octubre de 2002 y la obra finalizó en abril de 2005. Tuvo dos partidos inaugurales: el primero, el 30 de mayo, en un encuentro entre TSV 1860 Múnich y el FC Nürnberg; el segundo, el día siguiente, en un partido entre el FC Bayern Múnich y la selección alemana de fútbol.Se ubica en el barrio de Fröttmaning, al norte de Múnich. El Allianz Arena es conocido popularmente con el sobrenombre de “Bote Inflable” por su forma.


Allianz Arena

4 formas de viajar, dormir y entrar en el campo. elige la que más se adapte para tu bolsillo:

CÓMO VIAJAR

1. EN AVIÓNClase: Business Compañía: LufthansaVuelo: Madrid-Munich (directo) (2h 35´)Precio: 828 eurosSalida: 18 mayo Regreso: 20 mayo

Clase: TuristaCompañía: IberiaVuelo: Madrid-Múnich (2h 30´)Precio: 607´29 eurosSalida: 19 mayo Regreso: 20 mayo

2. EN COCHEMadrid-Múnich: 18 horasPrecio: 700 euros

3. EN AUTOBÚSMadrid-Múnich: 36 horasPrecio: 140 euros.Compañía: Alsa

PRECIO ENTRADASCategoría 1: 370 €Categoría 2: 260 €Categoría 3: 160 €Categoría 4: 70 €

DÓNDE DORMIR245 euros la noche en el Westin (5 estrellas)38 euros la noche Westend ex Kurpfalz (3 estrellas)75 euros la noche Best Western Hotel Cristal (4 estrellas)12 euros la noche Wombats City Hostel (albergue)

élgica es un país extraño, agradable, acogedor, lejano en muchas ocasiones a pesar de ser uno de los fundadores de lo que resta de Unión Europea. Un

lugar en el que dos vecinos de siempre pueden no llegar a entenderse si extienden su lucha idiomá-tica a la rutina diaria. Francófonos y flamencos. Un lado y otro. Dos formas de entender una vida enraizada en la noche de los tiempos y expuesta durante demasiado tiempo en todos los medios de comunicación internacionales tras varias docenas de meses de crisis gubernamentales intermina-bles. En el mes de marzo de 2010 los políticos de aquel país mostraban al mundo su incapacidad para formar un gobierno estable; visto desde fuera, desde la periferia, una situación comple-tamente incomprensible para los no iniciados en el funcionamiento de un país que forma frontera con Francia, Alemania, Luxemburgo y Holanda. Bien. En aquel mes de marzo de 2010, mientras los representantes parlamentarios elegidos demo-cráticamente por el pueblo eran ridiculizados por la mayor parte de analistas políticos del mundo, el Ayuntamiento de Brujas decidió proponer al Tour de Flandes como candidato a formar parte del Patrimonio Inmaterial de la Unesco.

El Tour de Flandes. Para muchos el principio y el final de la temporada ciclista. Hasta que llega la cita belga, marcada la fecha en el calendario por clasicómanos profesionales y de cuneta, nada ha ocurrido aún en el calendario internacional. Apenas carreras y vueltas de una semana destina-das en opinión de los puristas a preparar exclusi-vamente el gran día, la gran cita, una de las pocas competiciones deportivas en las que una victoria puede justificar en sí misma toda una carrera encima de la bicicleta. Una carrera para la leyenda, la fiesta nacional de Bélgica, el lugar donde los sueños de los espigados ciclistas flamencos co-mienzan a engrasarse. Los sueños de Boonen, de Gilbert, de Merckx, de Museew, de Van Petegem. Forjados a fuerza de entender el pavé, el adoquín, el maldito elemento, junto a la lluvia, que carac-teriza este tipo de carreras. Después de Flandes, para esos puristas, el abismo del calendario. Ya solo piensan en la siguiente De Ronde van Vlaan-deren. En volver a ver el sufrimiento de los profe-sionales al pie del muro Koppenberg, 600 metros, centenario adoquín, 22 por ciento de desnivel. Un destrozanovatos implacable que obliga a la mayo-ría a echar el pie a tierra como si de ciclocross se tratara, situado en el ecuador de una competición de 256 kilómetros que en el libro de ruta de 2012

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contenía 16 muros (altos, cotas, tachuelas), 10 de pavés, dos menos que en 2011. Una leyenda que une las ciudades de Brujas y Oudenaarde.

Flandes, celebrada el primer domingo de cada mes de abril, es el segundo ‘monumento’, en escru-puloso orden cronológico, de los cinco que forman el calendario de los clásicos de un día junto a la Milano-San Remo, la Paris-Roubaix, la Liége-Bas-togne-Liége y el Giro de Lombardía. Un calendario que se abre con ‘La primavera’, ‘La classicissima’, la carrera que lleva a los ciclistas desde el frío invierno de la Lombardía hasta la cálida primavera de la Liguria, al lungomare Italo Calvino, antes Via Roma. El ‘monumento’ más largo de la temporada, la Milano-San Remo, donde Óscar Freire se ha convertido en algo más que una leyenda pocas ve-ces reconocida al sur de los Pirineos. Tres triunfos (2004, 2007 y 2010) suma el cántabro en la Rivie-ra italiana, igualando a maestros históricos como Fausto Coppi y Roger de Vlaeminck, aunque aún por debajo de Erik Zabel y Gino Bartali (cuatro victorias), Constante Girardengo (seis triunfos) o Eddy Merckx (siete victorias).

Los ‘monumentos’ provocan curiosos sentimien-tos entre los seguidores de este tipo de carreras. Aficionados que consideran al Tour de Francia no como una competición menor, pero sí sobrevalo-rada, y que no entienden por qué ciclistas como Valverde desechan la idea de cursar una carrera deportiva de leyenda en el norte para buscar la gloria de los Campos Elíseos. Gente especial, olvi-dada por los mass media españoles que sin embar-go son capaces de recordar el vertiginoso descenso desde el Poggio hacia la nada, pequeña tachuela al final del recorrido y clave en cada edición de la Milano San Remo, que protagonizó Sean Kelly en 1992 para dar caza a Moreno Argentin y adelan-tarle en plena Via Roma para lograr su segunda victoria en ‘La Primavera’. O el primero de los tres triunfos de Freire, en 2004, superando a golpes de clase, inteligencia y talento a Zabel y O’Grady. O la escapada de Cancellara en 2008, con la que se rompió la teoría de que una buena ‘classicissima’ ha de acabar al sprint. El suizo lo volvió a intentar en la última edición, pero su ambición puso la victoria en bandeja a Simon Gerrans, un corredor que entró en la historia por delante del campeón helvético y de Vincenzo Nibali.

Clásicas del norte. Clásicas del mediterrá-neo. Destinadas a ciclistas especiales, tácticos,

UNA CARRERA PARA LA LEYENDA, EL LUGAR

DONDE LOS SUEÑOS DE LOS ESPIGADOS CICLISTAS FLAMENCOS COMIENZAN

A ENGRASARSE

SUPERHOMBRES CAPACES DE TOMAR DECISIONES

CLAVE SOBRE ADOQUINES EMBARRADOS O

ESTRECHAS CARRETERAS

Foto:BBDO SPORT

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inteligentes. Superhombres capaces de tomar decisiones claves para sus carreras deportivas con el ácido láctico atenazando sus gemelos, a 60 kilómetros por hora, sobre adoquines embarrados o estrechas carreteras. Con la lluvia golpeando en la frente durante siete horas. Pensando en los últimos miles de metros, en la selección final. Un golpe de pedal reservado para los elegidos. Para Tom Boonen, Philippe Gilbert, Peter Sagan, Alejandro Valverde, Boason Hagen, Fabian Cance-llara, Vinokourov, Freire, Hushovd, Chavanel. Un ramillete acostumbrado a verse las caras en cada final de recta, en cada final de muro. Que se vigila incansablemente entre los meses de febrero y abril. Un grupo obsesionado con la gloria.

Como la obsesión de Juan Antonio Flecha, ci-clista nacido en Buenos Aires y habitante de Sit-ges aunque con Bélgica como país de adopción. Al norte, como ave migratoria, viaja el ciclista del Sky cada mes de enero. A estudiar cunetas, analizar adoquines, adaptarse a la lluvia, al barro. A comer su comida. A pasear sus paseos. A ser un belga más, un holandés más, para intentar entrar entre los elegidos, que es como decir entrar en la historia del ciclismo. Sueña Flecha, apellido predestinado a grandes logros (Flecha Valona, Flecha Brabanzona), con levantar los brazos en Roubaix, en Liége, en Flandes. Allí es un tipo reconocido, alguien que firma autógrafos en la panadería y en el supermercado. Sin embargo, el español continúa con una espina clavada que puede convertirse en espada. Semidios para el aficionado medio del norte, Flecha nunca ha conseguido levantar los brazos en una grande. Suma podios en Roubaix, en Flandes, en Gante-Webelgem, pero nunca ha alcanzado el primer escalón. Siempre le ha faltado ese golpe de pedal, esa lectura diferente de la carrera, esas fuer-zas guardadas en la costura del calcetín. Sigue soñando Flecha. En 2012 suma un nuevo podio, tercero en la Omloop Het Niewsblaad, la primera en enseñar el adoquín al mundo cada temporada. También soñó Miguel Poblet en los años cincuen-ta. En esa oscura España escondida de Europa y acostumbrada a otro tipo de ciclistas. Pero Poblet fue diferente, un pionero. Dos Milano-San Remo (1957 y 1959) contemplan al genio de Moncada. Dos ‘primaveras’ y un segundo puesto en Roubaix que considera como una victoria. “Solo me fal-taron 15 centímetros”, recuerda. Como también reconoce la calidad de su gran adversario de entonces, Rik van Steenbergen.

Dicen los puristas que después de Flandes solo queda pensar en el siguiente Flandes, pero lo cier-to es que hay vida más allá de la De Ronde Vlaan-deren. Otro monumento, casi demoníaco podría decirse, épico en todas y cada una de sus edicio-nes, que llega todos los años un domingo después de la gran cita belga. ‘El infierno del norte’, ‘La última locura’, La París-Roubaix, que une la capi-tal gala con los llanos eriales del noreste francés, donde las guerras mundiales cambiaron el rumbo de la historia y que se disputará este año el domin-go 8 de abril. Con el velódromo de Roubaix sueña sin descanso Juan Antonio Flecha, junto a Poblet el español que más cerca ha estado de incluir este ‘monumento’ en su palmarés. Lluvia, barro, frío, interminables tramos adoquinados en los que cada cuneta es diferente, especial, susceptible de convertirse en la excusa perfecta para un ataque. Pasión en las cunetas, también en los libros. Y en el cine. Para el recuerdo queda ese maravilloso docu-mental que mezcla el poderío de Boonen, Cance-llara, Flecha, Hushovd, Ballan o Pozzatto, con el sufrimiento de otros, más humildes, gregarios para los que llegar al mítico velódromo es suficiente.

LlegarEs el caso de Litu Gómez, retirado obrero de las dos ruedas, habitual en el Norte durante varias temporadas y protagonista secundario de ese ma-ravilloso documental que lleva por título ‘Road to Roubaix’. Ahí aparece Litu, la cara negra de barro reseco, con el maillot escondiendo al patrocinador por culpa del polvo acumulado. Una carrera en la que, una vez finalizada, los participantes compar-ten vetustos vestuarios con duchas de otra época. El campeón y el gregario. Ambos con la gloria a cuestas. Cada uno con su sueño cumplido.

LeyendaA finales de abril llega el desasosiego del purista. Mayo se abre con el Giro de Italia y el Critérium du Dauphiné y con él la previa del Tour, la gran vuelta por etapas, fagocitadora del deporte en el mes de agosto. La carrera del gran público. 21 días en los que la señal de televisión congrega a los aficionados de siempre con los aficionados del Tour. Pero antes de ver las primeras rampas de los Alpes el calendario continúa con el último ‘monumento’ a celebrar antes de la ‘grande boucle’: ‘La Doyenne’. La decana, la Liège-Bastogne-Liège, cuya primera edición se remonta a 1892. Una carrera que circula íntegramente por Valonia, dueña de La Redoute, ese fantástico muro

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Fotos: Movistar Team

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a cuyos pies ascendió Phiippe Gilbert y donde el belga se confirmó como fenómeno universal. Será el 22 de abril cuando se dé la salida a una cita en la que España ha brillado gracias a los dos triunfos conseguidos por Alejandro Valverde (2006-2008; segundo en 2007) y a la fuerza de David Etxebarria que a punto estuvo de lograr el reconocimiento planetario a principios de siglo, con un segundo puesto en 2000, únicamente superado por Bettini, y un tercero en 2001. También Purito Rodríguez estuvo a punto de colocar la bandera española en el palmarés de ganadores en Lieja, pero Andy Schleck fue mucho más rápido en los metros finales, donde el ahorro de energía empleado en los 260 kilómetros anteriores muestra la diferencia entre los

ganadores y los simples habitantes del podio. ‘La Doyenne’ circula entre los recuerdos de

la Segunda Guerra Mundial, en las Ardenas, de nuevo sobre estrechas carreteras de rudimenta-rio asfalto y habitualmente cierra el calendario más purista del ciclismo internacional. Antes de Lieja los grandes aficionados también habrán disfrutado de la Amstel Gold Race (15 de abril) y la Flecha Valona (18 de abril). Después de eso, el abismo del calendario. Tras Giro, Tour y Vuelta será el momento de volver a desconectarse de la vida real para algunos de los más especiales afi-cionados. El Campeonato del Mundo (este año en Valkenburg, Holanda) y el Giro de Lombar-día, el último ‘monumento’, cerrarán la tempo-rada. Pero eso ya será septiembre, no abril.

CALENDARIO

1 de abril. Tour de Flandes. (Monumento)8 de abril. París-Roubaix. (Monumento)15 de abril. Amstel Gold Race.18 de abril. Flecha Valona.22 de abril. Liège-Bastogne-Liège. (Monumento)23 de septiembre. Campeonato del Mundo en Ruta (Valken-burg, Holanda)29 de septiembre. Giro de Lombardía. (Monumento)

PALMARÉS ESPAÑOL

Milano-San Remo. Óscar Freire (campeón en 2004, 2007 y 2010). Miguel Poblet (campéon en 1957 y 1959; segundo en 1958).Tour de Flandes. Juan Antonio Flecha, tercero en 2010.París-Roubaix. Miguel Poblet (segundo en 1958 y tercero en 1960). Juan Antonio Flecha (segundo en 2007 y tercero en 2010).Liège-Bastogne-Liège. Alejandro Valverde (campeón en 2006 y 2008). David Etxebarria (segundo en 2000, tercero en 2001). Iban Mayo (segundo en 2003), Joaquim ‘Purito’ Rodríguez (segundo en 2009).Giro de Lombardía. Miguel Poblet (segundo en 1958, tercero en 1959). Marino Lejarreta (tercero en 1988). Samuel Sánchez (segundo en 2006 y 2009 y tercero en 2007). Pablo Lastras (tercero en 2010) y Joaquim ‘Purito’ Rodríguez (tercero en 2011). Foto: Movistar Team

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Alpe D’Huez encendió los petardos del Tour 2001. Era una etapa de enjundia con La Madelaine y El Glandon de por medio y con la montaña de los holandeses como final en

alto. El Tour empuñaba armas después de su semana de asueto y se llegaba a los Alpes con las hostilidades por comenzar. Todo el mundo esperaba una actuación relámpago de Lance Armstrong, tal y como le gustaba hacer al corredor tejano en el primer gran día de mon-taña. En su libreto figuraba escrito claramente: primer final en alto, primer golpe de efecto, con el amarillo como botín ideal. Fue su estilo ganador durante años y el modus operandi por el que pasó a cuchillo a todos sus rivales, una verdadera Blitzkrieg de dominación ciclista. Pero aquel 17 de Julio de 2001 parecía ocurrir algo inesperado, algo tan habitual en ciclismo como impensable en Lance Armstrong: el vigente bicampeón del Tour tenía un mal día.

Rodaba al final del pelotón arropado por sus compa-ñeros. Afrontó las larguísimas subidas a la Madelaine y al Glandon enganchado al vagón de cola, muy escon-dido en la grupeta entre camisas azules. Contra toda costumbre reciente, el Telekom de Ullrich marcaba el paso. Armstrong desplegaba un buen repertorio de muecas, gestos y otros guiños de flaqueza. No agoniza-ba, pero verle rodar tan atrás y a su equipo dejando hacer -el tatcheriano US Postal de Bruyneel- eran circunstancias muy extrañas. Todos los aspirantes lo miraban de reojo y se relamían. Los directores fundie-ron los pinganillos informando de la ganga aunque los propios corredores pudieran verlo por ellos mismos. Mutaron las estrategias, se afilaron las tácticas. Todo el mundo caló la bayoneta pero nadie, sin embargo, se atrevió a moverse de momento.

podía haber sino sorpresa y fatalidad. El hombre Co-fidis Andrei Kivilev se agarraba con méritos mientras el resto escalaba a la zaga buscando establecer con-tacto. Entonces, cuando apenas había dado tiempo a asentar nada, Armstrong cabeceó hacia atrás, de pie, miró todas las caras, expectantes, ya genuflexas, y se lanzó hacia delante en solitario. Arrancó la moto y puso a girar el molinillo, 26 revoluciones de turbina norteamericana. Continuó sin piedad un órdago que Rubiera aún pudo ver, a lo lejos, culminarse, mientras se dejaba caer con el deber cumplido. Nadie pudo seguirle, ni siquiera Jan Ullrich, a cada crepúsculo con más cara de Poulidor. Aquella era una canción conocida pero con preparación insólita, la asonada de costumbre cocinada de forma diferente. Treinta minutos después Lance coronaba y ganaba la etapa, sacando más de dos minutos a unos rivales que gestionaron la subida minimizando la pérdida y ata-cándose entre ellos. Otra vez les había ganado lo más importante: la iniciativa. Por descontado Armstrong ganó ese Tour, también por amplio margen, como siempre haría salvo en el año 2003.

“Sabíamos que actualmente todos los equipos llevan una televisión en el coche…”

Demostró no sólo ser el más fuerte sino también el más listo. Dominaba tan bien los resortes de carrera que hasta se atrevía a jugar de farol, aunque aquello no casara mucho con su naturaleza depredadora. En adelante ni lo volvió a hacer ni falta que le hizo. Arm-strong iba tan sobrado que hasta le alcanzaba para jugar y hacerse el muerto, tal era su vanguardia y su dominio. A él y a Johan Bruyneel nunca se les escapó que la tecnología y la organización jugaban un rol cla-ve en el ciclismo moderno, el ciclismo de la táctica y la

A faldas de Alpe D’Huez Telekom tensó el ritmo hasta que las primeras rampas descubrieron la co-media. Se produjo el hachazo de Chechu Rubiera, de súbito, que hundió pedales con Armstrong a rueda olisqueando sangre. El ataque enfiló a un pelotón atónito. Las casacas rosas del Telekom se desvanecieron de un plu-mazo y sólo unos pocos aguantaron el arreón. Ullrich, Beloki, Kivilev y Sevilla sufrían para no perder comba. Rubiera

estrategia, el del bloque de 9 autómatas y el co-che del director como ínsula, el ciclismo del

hotel como cuartel general de campaña, el del autocar como torre de marfil im-penetrable, el del equipo como única patria durante la carrera. El US Postal de los siete Tour consecutivos era

poco menos que la Tercera de Beetho-ven con un tejano tuitero –también

fue por delante en esto- en lugar de un

se vació por tiempo de un minuto y Armstrong que-dó solo al frente con el destrozo a medio hacer entre las manos. El tiempo se detuvo un momento. Ullrich estaba a su rueda, ceñudo, pedaleando sentado y enfundado en el maillot de campeón de Alemania. Detrás de su gesto tosco y de sus gafas blancas no

corso advenedizo. Nunca hicieron amigos: ganaban, cenaban, dormían; ganaban, cenaban, dormían. Arrasaron con la moral de todos y además vencieron. En Alpe D’Huez, Armstrong se apoderó de un Tour 2001 que luego simplemente ganaría en París. Y aún lo haría cuatro veces más hasta sumar siete

El día quE armstrong sE hizo El muErto

Carlos zÚmEr

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El 14 de marzo de 2010 Carlos Moyà (Pal-ma de Mallorca, 1976) tenía partido en California. Allá, entre las montañas que guardan el Valle de Coachella, debía en-

frentar al brasileño Bellucci en el último turno de la pista 4. No saltó al cemento. Once meses atrás había sido operado de una artrosis en el dedo gor-do del pie derecho que arrastra desde los 20 años. Para no forzar la zona, había modificado los apo-yos. Llegó incluso a cambiar de plantillas para no forzar en exceso la articulación. A pesar de ello, todo derivó en una tendinitis que motivó una nue-va parada. Su motivación, como la de tantos otros,

responde bien. Lo que yo no podía hacer era lle-var la rutina de entrenar mañana y tarde y tener partidos casi cada día. Ahora juego una semana, el siguiente compromiso puede ser una exhibición dentro de veinte días, luego igual no compites en otro torneo hasta dentro de un mes. La exigencia para el pie no tiene nada que ver con la etapa pro-fesional. Por ahora, repito, responde bien” remarca el mallorquín.

A juzgar por los resultados, responde más que bien. Los registros del balear en el circuito senior son sencillamente espectaculares. El dominio ejer-cido desde el primer duelo es atronador: 20 victo-rias en 22 partidos, finalista en los seis torneos dis-putados –incluyendo cinco títulos-, número 1 del mundo a los cinco meses de ingresar en Champions Tour,… Carlos se sincera, argumenta las posibles ra-zones de su inmediato éxito pero advierte del nivel del circuito. “Al principio era el que menos tiempo hacía que se había retirado [apenas 5 meses des-pués de su retirada oficial, aunque prácticamente llevaba un año sin competir]. Por momento físico me veía favorito. Tenía una cierta ventaja respec-to al resto. Pero todos juegan bien. Todos han sido campeones de Grand Slam, números 1 del mun-do,... Tengo ventaja sobre la mayoría pero no sobre otros. Safin o El Aynaoui están en buena forma. En ese aspecto tengo ventaja de no lesionarme y que me he retirado hace poco. Quizá sea ligeramente favorito pero también hay que competir y te llegas a adaptar al nivel. Al principio notaba que no dan-do todo me servía para ganar pero ahora debo jugar al 100% para seguir sumando victorias” explica.

El propio formato de la competición fomenta en cierta medida la proliferación de resultados ines-perados. La brecha física existente entre unos y otros puede no jugar un papel tan decisivo dan-do mayores opciones a los rivales más veteranos. “Tienen ventaja en el hecho de que el tercer set es tiebreak. Muchos de ellos van a por todas en el pri-mer set para ganártelo, poder descansar el segundo

Veterano MoyàEl tenista mallorquín arrasa en el circuito senior firmando unos registros de impresión

ÁLVARO RAMA

ción de ingresar en el circuito de veteranos. Una alternativa que le permite seguir disfrutando del deporte que ama. Calmando las ansias del animal competitivo que alberga en su interior, puede com-paginarlo con los grandes cambios acaecidos en su entorno más cercano. “Han pasado casi dos años de la retirada y me siento joven, bien físicamente. Tengo una niña, una familia, y me apetece viajar con ellos. Es otra historia. Viajo sin entrenador ni preparador físico. Todo es mucho más relajado. Me encuentro con jugadores con los que jugaba hace diez años. Con los mismos tenistas que disputaba las rondas finales de los Grand Slam, Masters Se-ries y la Copa de Maestros. Me vuelvo a reunir con ellos en un ambiente totalmente diferente, mucho más relajado. Las pistas son más pequeñas pero con mucho público. Es todo mucho más familiar”.

Ritmos más llevaderosLejos del circuito profesional, el régimen de entre-namientos presenta cotas menores de exigencia. No obstante, al encontrarse inmerso en una diná-mica intermitente de competición, la posibilidad de sufrir percances físicos adquiere peso en el día a día del jugador. “Sigo una preparación distinta a cuando estaba en alta competición. Intento mante-ner el tono físico para evitar lesiones. Cuando estás muy entrenado estás bien protegido. Ahora hago mucho estiramiento para reforzar la zona abdomi-nal, todos los músculos que soportan la columna y el hombro, que en su día me dio problemas. Hago ejercicio para mantenerlo fuertes. Joan Forcades me hace el plan físico. Es el preparador de Rafa Nadal y quién llevaba mis últimos años de carrera profesional”.

Una lesión, en sus propias palabras, es el peor broche que un deportista puede poner a su carrera. Queda despojado incluso de la opción de perder. La inferior carga de trabajo proporciona oxígeno a la afección causante de su retirada. Por ahora, aguanta a pleno rendimiento. “De momento el pie

“Entre ex profesionales y deportistas de élite en los genes va el ganar.

Ser número 1 era un objetivo“

era cerrar su carrera jugando los grandes torneos. Dos meses más tarde vuelve para jugar en la capital de España. Sin estar al 100%, la voluntad de com-petir ante su público le hace saltar a la pista. Al su-frir una contundente derrota a manos de Becker, se da cuenta de que el final ha llegado. “Tras perder con Benjamin Becker sabía, aunque lo comunico más tarde, que no volvería a jugar. Oficialmente me retiro en noviembre [en el Masters Nacional dispu-tado en Sevilla] pero ya llevaba desde el torneo de mayo de Madrid prácticamente retirado”, comenta el balear.

Poco después de echar el telón apareció la op-

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y afrontar a muerte el desempate final. Es un poco distinto, pero la calidad se conserva”.

Distintos ambientesEn la élite profesional se pelea por la historia. Co-razones pasados de revoluciones luchan sin de-mora por unos sueños reservados a unos pocos. El tiempo es limitado y todos los días cuentan. Por cada paso que tú no des, habrá decenas de com-petidores dispuestos a imprimir su huella. En este sentido, Carlos reconoce que la tensión deportiva desciende enteros en el circuito senior. Los rivales quizás no lo sean tanto, floreciendo un trato más cercano entre compañeros. “Más o menos conocía el circuito porque en algunos torneos profesiona-les se coincidía con estos eventos. Podía hacerme una idea. Lo conocía por fuera. Es más relajado,


petición sea inferior en circuito senior, pero una mente competitiva siempre fija la victoria como objetivo. Tal vez con el ánimo de revivir sensacio-nes pasadas, coronar la lista de veteranos era una ambición manifiesta. “Entre ex profesionales y de-portista de élite en los genes va el ganar. Siempre que haces algo, siempre que te comprometes con algo, se hace para ganar. Ser número 1 era un ob-jetivo”.

El balear siempre ha despedido una imagen muy cercana. Su estatus de figura deportiva no le ha impedido mantener un trato cálido con la prensa o el aficionado. Quizá por eso en su personalidad se ajusten como un guante los torneos de perfil bajo. Tal vez la gente se acerque a ellos enamorados del deporte y no atraídos por un mero espectáculo. El valor de una grada no la marca la amplitud del afo-ro sino el calor de cada asiento. Rodeado de una grada sincera, el balear se encuentra encantado. “Los torneos pequeños siempre me han divertido más. El trato es más personal, más cómodo. Hay gente a la que le gustan más los ambientes grandes, más impersonales. A mí me gusta que me traten bien, que sea todo más fácil. Los torneos profesio-nales modestos se asemejan al Champions Tour. Estos torneos suelen celebrarse en ciudades o pueblos pequeños, en las que la competición es el evento del año y todo el mundo se vuelca. Son afi-cionados al tenis de verdad y crean una atmósfera especial”, asegura.

Nostalgia y futuroApegado a un deporte desde los 6 años, debe resul-tar complicado decir adiós. Las despedidas siem-pre son difíciles. Hacerlo con una actividad a la que has entregado buena parte de tu vida y en la que has alcanzado la excelencia tiene que ser un ejercicio moralmente doloroso. En este sentido el circuito de veteranos permite experimentar una retirada gradual de la disciplina. En cierto modo apacigua la querencia por la competición. “No

compites cada semana, pero a la que te apetece y tienes ‘mono’, ya tienes torneo. Otros igual se reti-ran y están hartos de competición. No fue mi caso y tengo ese sentimiento. La mayor razón por la que juego es porque sigo amando el tenis. Me retiré y me quedé con ganas de más” recuerda el balear.

No obstante, el balear se muestra convencido de que la competición ocupa un lugar importante aunque no prioritario en su día a día. “Uno ya sabe que su época profesional pasó. Ahora eres más co-sas. Tengo una academia [SD Tennis Academy], un gimnasio en Mallorca… El tenis ya no es el 100% de tu vida. La retirada marca. Al empezar una fami-lia, las prioridades son distintas”. En este sentido, con una vida más estructurada, la permanencia en un circuito está sujeta a multitud de factores que antes no estaban presentes. Su estancia en Cham-pions Tour no tiene una fecha de caducidad mar-cada. “No tengo un plan. No lo sé. Igual me cansa. Ahora tengo tiempo para entrenar, viajar,… Igual llega un momento en que por circunstancias se complica, cambian las cosas y se acabó”.

Uno de los grandes activos de este circuito se-nior lo encarnan los duelos intergeneracionales. Muy llamativo para el aficionado, siempre dado a este tipo de etéreas comparaciones. Pero sobre todo muy atractivo para el jugador, colocado ante un reto que jamás pudo afrontar como profesional. En el último torneo del circuito, celebrado en Florida, Moyà enfrentó a una estrella de los años 80: Ivan Lendl. “Fue divertido. Disfrutamos ambos. Cuan-do tenía 10 años él estaba compitiendo por ganar los grandes torneos. Es uno de los grandes de la historia. Aquí uno puede jugar con sus ídolos. Fue una suerte coincidir con él. Nos llevamos 17 años de diferencia y eso en la pista se nota. Pero ambos disfrutamos. El público también. Me gustaría repe-tir. Hay partidos que me gustaría jugar. Con Rafter, Edberg o McEnroe. Desconozco sus planes para la temporada. A ver si nos vemos”. Sería, desde luego, un evento deportivo digno de ver

también a nivel de relación de jugadores. Hay tíos con los que no habías cruzado dos palabras y con los que ahora tienes más trato. Con un menor ni-vel de exigencia, la gente se abre más. Además se da el caso de que también compites con gente a la que sólo has visto por televisión. Eso añade emoti-vidad. Te enfrentas con algún ídolo de juventud y eso es bonito” destaca el campeón de Roland Garros.

En alguna ocasión Moyà ha etiquetado el ascen-so al número 1 ATP en 1999 como el momento más feliz de su carrera. Una hazaña sin precedente en-tre compatriotas que afianzaba una condición de pionero adquirida tras la final alcanzada dos años antes en Melbourne. Quizá la temperatura de com-

“La mayor razón por la que juego es porque sigo amando el tenis. Me retiré

y me quedé con ganas de más”

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LUCHADORPara ser un as internacional del vuelo acrobático se necesita poseer tesón, un enorme espíritu de superación y constancia a prueba de balas. Y un amor desmedido por la aviación. El navarro Cástor Fantoba reúne todas estas características

CÁSTOR FANTOBA, CAMPEÓN DE VUELO ACROBÁTICO

TEXTO Y FOTOGRAFÍAS JAVIER MARQUERIE

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Palmarés deportivo.Cástor Fantoba nació en Pamplona en 1966. Es Ingeniero Técnico Aeronáutico y comandante de varios modelos de Boeing.En la actualidad compite a los mandos de un Sukhoi 26. Con este poderoso avión ruso ha engrosado su currículo deportivo llegando a ser, en este momento, el cuarto mejor piloto de acrobacia Clásica y segundo en Freestyle en el ranking mundial. En la temporada pasada, además fue campeón absoluto de España, se proclamó vencedor de la FAI Desert Challenge, en Al Ain, y subcampeón de la China Challenge. Fue campeón absoluto del Sebring Aerobatic Contest (EEUU) en 2010, 4 veces vencedor de la Copa Triangular de Vuelo Acrobático (2009, 2006, 2005 y 2004), ganador del Trofeo Vytautas Lape-nas (2009), campeón del World Elite Aerobatic Fórmula (2009), subcampeón de Europa Freestyle y por Equipos (2008), subcampeón del FAI Grand Prix de Motegui, Japón (2008) y subcampeón del Mundo por Equipos (2007), entre otros muchísi-mos trofeos y resultados.

Es junto a sus compañeros de equipo, Anselmo Gámez y Juan Velarde, piloto Breitling. Está distinción solo la alcanzan un pequeño grupo de pilotos de élite a nivel mundial.

Una primera impresión podría llevar a pensar que la acrobacia aérea es un de-porte próximo a la Fórmula 1: ingenios de alta tecnología, con potencias que

superan los 400 cv y velocidades de vértigo, que dejarían muy atrás al resto de vehículos de compe-tición. Pero no. Espectacular es como pocos, cierto, pero la acrobacia aérea es pura precisión. Ángulos, perfección en las rotaciones y ritmo en la ejecución es lo que los jueces de la Federación Aeronáutica In-ternacional (FAI) buscan a la hora de proclamar un


tista? ¿Cómo es la persona que practica una discipli-na que exige tener la resistencia física del luchador, la moral del corredor de fondo, los nervios del por-tero ante un penalti y la precisión de una gimnasta rítmica? Estas preguntas se las dejamos caer a Cás-tor Fantoba, actual campeón de España y segundo mejor clasificado en el mundial de Freestyle de 2011. Para empezar, un piloto acrobático ante todo tiene que amar este deporte. Nos referimos al deporte en estado puro, porque aquí ganar significa ser el me-jor de una competición de la que no se puede vivir

de fondo o la gimnasta rítmica, pero pilotando con aceleraciones de 0 a 350 km/h en siete segundos e insistiendo continuamente en romper los límites de la física y la resistencia del cuerpo humano.

Cástor lleva mucho tiempo dando esos pasitos. Ló-gicamente, éste no es un deporte en el que se empie-za de niño, aunque como a todos los acrobáticos ya le gustaba la aviación desde su infancia. En cualquier caso, su carrera comenzó por sacarse la licencia de piloto y volar todo lo que se le ponía al alcance. Y ese “ponía” está íntimamente ligado al bolsillo, la carte-ra, y las ganas de, nunca mejor dicho, hipotecar su vida por un sueño que nuca tendrá recompensa eco-nómica. Llegados a este punto, y para evitar caer en el tópico de que nos encontramos ante otro caso de abundancia económica y juguetitos caros, diremos que mientras estudiaba ingeniería técnica aeronáu-tica en Madrid, Cástor se sacaba un extra ejerciendo de aparcacoches de discoteca para poder pagarse la licencia de piloto. Y así ha continuado su vida depor-tiva: invirtiendo la práctica totalidad de todo lo que obtiene y posee en su sueño. “Hace años mi mujer y yo elegimos avión antes que casa. Después, avión antes que hijos. Por supuesto nosotros somos lo prio-ritario, y no dudaría en dejar la acrobacia si mi mujer me lo pidiera por una buena razón, pero después de ella está el vuelo acrobático”. Y si para eso hay que hacer un poco de todo y quitar un mucho del resto, se hace y se quita: volar exhibiciones, seguir trabajando en líneas aéreas (lo poco que se puede), extinguien-do fuegos o en lo que sea. Y claro, vacaciones pocas y excesos los mínimos.

El entrenamientoVolar, dedicarse a una pasión… De nuevo todo se asemeja a un mundo idílico donde no parece exis-tir nada que enturbie tanta satisfacción. Pero no es así, claro. Para cada vuelo de competición hay 100 de entrenamiento. Prepararse para este deporte supone machacar una y otra vez lo conocido, lo que ya sabes, lo que has volado antes mil veces. Sin desfallecer. Y al aterrizar hablar largo y tendido con los compañe-ros y con el entrenador sobre los resultados en tal o cual maniobra. Y algunas de esas maniobras son un

auténtico sartenazo en la cabeza para el piloto. Mu-cho se podría decir sobre la fuerza G que tienen que soportar y comparar sus 12G´s con los 4 que sufren los pilotos de Fórmula 1. Pero para que se entienda bien, la mejor referencia, la que todo el mundo en-tiende, son las máquinas de ferias y parques temá-ticos. Allí una atracción difícil de soportar hace que el cuerpo tenga sensaciones muy raras. Ese malestar está causado por 2 o 2,5G. Y ahora repito: 12G´s para los acróbatas del aire. Salir al aire una vez es agota-dor; dos veces en un día de entrenamiento destroza al más preparado; llegar a tres vuelos de 20 minutos al día es sólo apto para un puñado de pilotos. Para lograrlo, Cástor se somete a una cuidada preparación física durante todo el año, incluidos los meses entre el fin de una temporada y el comienzo de la siguien-te. Teniendo en cuenta que es necesario afilar el físi-co y el psíquico, fortalecer el músculo sin restar agili-dad, agudizar los reflejos y minimizar los tiempos de reacción, tampoco hay que olvidar que a pesar de la adrenalina y el dolor hay que permanecer muy aten-to a los parámetros de motor y datos inherentes al hecho del vuelo. Visto así, las opciones no deben de ser muchas. Castor explica cómo aprendió a manejar todas las variables: “Por medio de un amigo, conocí a un entrenador personal que basa el trabajo en el boxeo. Todo el entrenamiento se realiza con técnica y elementos de este deporte: se calienta con comba, se hace sombra, saco y al final se pelea varios asaltos. Para mí, antes de practicarlo, nunca me había lla-mado la atención. Lo veía como un deporte oscuro. Tengo que reconocer que me equivoqué. ¡Y de qué manera! Empecé a ver paralelismo entre acrobacia y boxeo. Por ejemplo, los movimientos que hacemos en cabina son casi golpes, aunque sólo lo hagamos con la derecha, te obliga a ser rápido y a la vez pre-ciso; debes estar pensando permanentemente en lo siguiente; vigilando la ejecución y economizando energía. Además, se ejercitan los reflejos, la resis-tencia física y la potencia. El boxeo te obliga a una introspección muy profunda, a una lucha contra ti, y como la acrobacia, también duele”.

El buen gobierno de la adrenalina, si es que se pue-de gobernar, además de los recursos económicos, hace

“El boxeo te obliga a una introspección muy profunda, a una lucha contra ti, y como la

acrobacia, también duele “

campeón del mundo. Un deporte donde lógicamente el entrenamiento es imprescindible pero en el que, a diferencia de otros, el número de horas de prácti-ca anuales está muy limitado por el desgaste físico y psíquico, provocando que la ascensión a los puestos de cabeza se alargue desesperantemente en el tiem-po. Y todo ello con unos costes tan elevados como en el automovilismo, pero sin los apoyos económicos de marcas y patrocinadores. Así pues, en muchos senti-dos, hablamos del deporte más duro del mundo.

¿Y si así es el deporte, cómo tiene que ser el depor-

y que desde luego no te da gloria social. “Tras dejar perfectamente clara la condición de amateur, el na-varro acerca su especialidad al resto de prácticas, ya que el piloto necesita ser rico en motivación”. “Si se pretende llegar a lo más alto hay que desearlo todos los días: soñar con ello cuando duermes y cuando estás despierto. Además, necesitas ser perseverante. Constancia para ponerte objetivos parciales y fina-les, y seguir pasito a pasito ese camino que sólo tú te puedes trazar y caminar”. Así que sí, efectivamente, es como cualquier otro deportista. Como el corredor

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que los líderes mundiales de este deporte no brillen por una extrema juventud. El dominio de los lógicos impulsos y la lenta asimilación de la materia, modifica-do todo ello por el evidentemente largo y solitario ca-mino en busca de la perfección, hacen que el entorno acrobático tenga un algo zen. La veteranía es un grado y los entrenadores casi se podría decir que adquieren, muy merecidamente, el rango de gurú. En este paisaje, Cástor está situado en un incómodo punto intermedio: su calidad y experiencia le otorgan el papel de “ins-tructor”; pero la modestia indispensable para competir con garantías le empujan a admitir ser todavía un “pe-queño saltamontes”: “Entiendo muy bien cómo trabaja mi entrenador conmigo, como me maneja mentalmen-te para que vaya creciendo poco a poco, igual que yo he hecho con mis alumnos. Y entiendo perfectamente los errores que ellos cometen, replicados casi exactamen-te en los que yo hago. La vida es un círculo. Cuando te parece que por fin sabes algo, estas cosas te devuelven a la realidad. Ser bueno en algo, significa que eres me-diocre en muchas cosas a las que no les has dedicado el tiempo que merecían. Es subir un peldaño para ver que es el primero de la escalera”.

Para añadir más dificultades, este tipo de compe-ticiones obligan a memorizar complejos programas de maniobras en un breve periodo de horas. Una sola equivocación y la competición se va al traste. Así que también hay que prepararse para ello. Y solo hay una forma: visualizar e interiorizar. Para ello realizan una especie de danza que reproduce, con los movimientos del propio cuerpo, las maniobras del avión. Pero como no siempre se puede hacer esto, existe una versión portátil del proceso consistente en cerrar los ojos y con una mano “volar” el programa. “A veces me veo en el sitio más insólito volando mentalmente y moviendo la mano derecha como un avión, intentando repetir o entender una figura o maniobra, que se me acaba de ocurrir, o en la que acabo de pensar. Y como la cabeza es muy libre, el entrenamiento puede ir más allá aún Cuando me voy a la cama, duchándome o cocinado, en cualquier momento puedo entrenar mentalmente una figura. Repaso cada uno de mis movimientos dentro del avión respetando los tiempos entre una cosa y la siguiente. Visualizo la ejecución de programas com-pletos mientras espero en la cola del supermercado. Cuando empieza la temporada de las competiciones internacionales la cabeza la pongo donde tiene que es-tar”. Lo dicho: una vida dedicada a una pasión.

Cuando los entrenamientos terminan, cuando las competiciones ya han tenido lugar y las exhibiciones

están hechas, entonces es el momento en que Cástor retoma sus otros intereses. A saber: la preparación de pilotos acrobáticos, el fomento del deporte a través del Club Acrobático Central organizando competiciones y cursos, y la colaboración en el desarrollo de proyectos vinculados con, como no, la acrobacia. Y si se le aca-ban los quehaceres, entonces se vuelca con la aviación clásica rusa, su otra afición. Pero siempre cerca de sus amigos y compañeros. Su fidelidad está fuera de toda duda y el equipo, el grupo, es su bien más preciado. “Mi entrenador durante muchos años, Vytas Lapenas, siempre me educó en el espíritu de equipo. Con ello, los veteranos, los que más experiencia tienen, ayudan a la gente que les sigue y los más nuevos ayudan con lo que pueden. La base no es económica, lo que hace la relación extremadamente limpia y positiva. El que

está es porque quiere. La relación asegura también la continuidad, que consiste en devolver al grupo lo que el grupo te dio”. Un pensamiento y una enseñanza es-tos de Vytas dignos de alguien que alcanzó el nivel más alto de esta regla. Un auténtico maestro, que durante años regó con sabiduría los campos de aviación espa-ñoles y que también se preocupó por inculcar su forma de transmitir el conocimiento. “Más tarde, esos a los que tú ayudaste estarán compitiendo contigo por lo más alto. Se puede ver esto como algo negativo, pero la alternativa es separarse del grupo, no enseñar nada y pensar sólo en uno mismo. Conozco a algún deportista que opta por esta línea (…) Yo soy más partidario de ayudar a los que vienen. Si ellos son buenos y fuertes, tarde o temprano te superarán, pero mientras tanto te van a dar una razón más para esforzarte y sacar lo me-

jor de ti”, sentencia Cástor. A este navarro, hecho de dura madera de haya,

no le han ido mal las cosas con esta filosofía de vida. Es una de las personas más respetadas en la aeronáutica española y de elevada reputación en el circuito mundial de competiciones. Depor-tivamente, y desde hace años, se sitúa entre los hombres de cabeza que optan al gran título de Campeón de Mundo. A los mandos de su Sukhoi 26 sus participaciones se cuentan por éxitos, y sus exhibiciones pasan por ser de las más creativas e imponentes.

Cástor Fantoba es uno de los ases del deporte español, pero que compite en una especialidad tan espectacular como desconocida. Doble mérito para él

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F O T O P E R I O D I S M O

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CAMPEONATO FEMENINO DE FÚTBOL

Para Morenatti la clave de la fotografía se encuentra en saber qué quieres contar. En marzo de 2010, se desplazó a Portugal para retratar el Campeonato Femenino de Fútbol Algarve Cup y, a través de de las piernas de las futbolistas, reflejó como las diferencias entre el fútbol masculino y femenino no son tan grandes como se piensa.

Con 15 años, Miguel Ángel Morenatti se ‘construyó’ un laboratorio en el sótano de su casa para revelar en blanco y negro las fotografías que sacaba con su primera cá-

mara, una Zenit. La afición del jerezano se convirtió en trabajo poco más tarde. Se curtió en el Periódico de Guadalete, continúo su formación en Diario de Jerez y de ahí pasó a la Agencia EFE. Después de tra-bajar en El diario 16 y Cádiz Información desembar-có en la delegación del diario AS en Sevilla donde actualmente retrata a diario a los mejores deportis-tas del momento al tiempo que colabora para Asso-ciated Press. Quality Sport recoge en las siguientes páginas algunas de sus mejores fotografías.

ÉL ESTUVO ALLÍ

MIGUEL ÁNGEL MORENATTI

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FOTOPERIODISMO 63

En febrero de 2010 Miguel Ángel Morenatti fotogra-fió a Fernando Alonso du-rante los entrenamientos del Circuito de Jerez. Una foto especial para el fotó-grafo por el protagonista y por el emplazamiento, ya que Morenatti nació en la localidad andaluza donde se disputa el Gran Premio.

FERNANDO ALONSO



FOTOPERIODISMO 65

El apellido Morenatti inspira imagen y fotografía. Mientras Miguel Ángel disfruta retratando instantáneas llenas de vida y felicidad, triunfos y fiestas, su her-mano mayor, Emilio, se juega la vida fotografian-do muertos, guerras y tristeza. En agosto de 2009, Emilio perdió su pie izquierdo en Kandahar, al sur de Afganistán. Por el contrario, Miguel Ángel se ha encontrado con el regalo de tener que mostrar al mundo la época dorada del deporte español. Lue-go él añade su talento para convertir una fotografía en una obra de arte y un momento de felicidad en un instante eterno. “Las fotos deportivas tienen la

Rafa Nadal aportó su granito de arena para que España lograse su quinta ensaladera en la Copa Davis disputada en Sevilla en 2011. El balear se impuso a Del Potro en el partido decisivo.

RAFA NADAL

MUNDIAL DE FÚTBOL DE SUDÁFRICA 2010

Sudáfrica fue el país donde España se alzó con su primer Mundial pero también una oportunidad para que los fotógrafos explotasen la riqueza geográfica del país a través de su cámara.

peculiaridad de que al ser acciones en movimiento requieren una cámara que te permita hacer varias fotos por segundo. Por eso el fotógrafo sabe qué acción está fotografiando. pero nunca el resultado exacto hasta que no ve la foto”, relata Miguel Ángel que descubre el secreto de su éxito: “Lo importante es saber y tener claro qué es lo que quieres contar a través de las fotos”. Eso mismo pensó cuando en el Campeonato femenino de Fútbol del Algarve Cup en 2010 fotografió las piernas repletas de barro de varias futbolistas que peleaban por el balón.

Bajo esa máxima, el menor de los Morenatti ha



La cámara del fotógrafo jerezano ha viajado por medio mundo y no se ha detenido en un deporte concreto. Desde el fútbol hasta el tenis pasando por el golf, como en esta imagen del Masters de Valderra-ma en 2011.

fotografiado también los éxitos del Sevilla, las victo-rias de la Selección Española de fútbol en el Mundial y la Eurocopa, los altibajos de Fernando Alonso con Ferrari y las gestas infinitas de Rafael Nadal, al que considera “el deportista perfecto”. “Todos sabemos el sacrificio y la constancia que han hecho que Na-dal esté rompiendo moldes dentro del tenis, pero si todo viene acompañado por la humildad, hace de Rafa Nadal el deportista perfecto”. En el verano de 2010, mientras Xavi, Casillas, Iniesta y compañía

Morenatti trabaja en la delegación del diario AS en Sevilla y es un asiduo en el césped del Sánchez Pizjuán. Desde ahí fotografió algunas de las gestas recientes del equipo andaluz en la Copa de la UEFA y ahora deja para el recuerdo imágenes especta-culares como las de esta celebración de Trochowski tras un gol.

MASTERS VALDERRAMA 2011

TROCHOWSKI

exhibían su clase en los terrenos de juego de Sudá-frica, Morenatti aprovechaba la riqueza cultural del país para retratar la sombra de un futbolista anóni-mo en un suburbio de Johannesburgo. A Nadal lo capturó con su cámara en la final de la Copa Davis celebrada recientemente en Sevilla: “Fotográfica-mente, Nadal es pura energía. Celebra cada tanto como una victoria, y eso se agradece”, comenta Miguel Ángel que también habla de Alonso, al que fotografió en el circuito de Jerez en 2010. “Fernando

Alonso también tiene una trayectoria profesional muy meritoria pero pienso que ha estado mal ase-sorado en momentos puntuales de su vida profesio-nal, y ha tomado decisiones que le han estancado. No obstante, aún tiene por delante la oportunidad de volver a ser número uno, y seguro que lo va a vol-ver a conseguir”. Un partido cualquiera del Sevilla, con una celebración espectacular de Trochowski, o el Master de Golf de Valderrama demuestran que detrás del fútbol hay algo más que goles y que en un campo de golf no solo hay golfistas. Basta con mirar, ver, observar… y “tener claro qué quieres con-tar”. Entonces descubres algo más. Como muestran las fotos de Morenatti.




Jorge Lorenzo no pudo repetir en 2011 su éxito en el mundial de 2010 y acabó sucumbiendo ante el buen hacer de Stoner.

JORGE LORENZO

AMAYA VALDEMORO

TEXTO JAVIER BRIZUELAFOTOGRAFÍAS DAVID GUTIÉRREZ

“EL BALONCESTO SIEMPRE HA

INTERFERIDO EN MIS RELACIONES

PERSONALES”

AMAYA VALDEMORO 71

Amaya Valdemoro, la mejor jugadora es-pañola de la historia, desgrana su bri-llante carrera para Quality Sport. En febrero volvió a jugar tras romperse las

dos muñecas en el mes de octubre. Reciente sub-campeona de Europa con el Rivas y aficionada del Madrid, reconoce que tiene el mismo carácter den-tro y fuera de la pista: “Luego pido perdón, pero si me enfado que no te pille cerca”

Caer y volver a levantarse. Un proceso inherente al sendero vital de muchas personas. Amaya Valde-moro es una de ellas. Su exitosa carrera se ha edi-ficado en torno a los títulos y los reconocimientos, pero también ha estado emparejada con el dolor y el sufrimiento. El último ejemplo de superación de la jugadora de Alcobendas permanece fresco en la memoria del aficionado. En octubre se rompió las dos muñecas en un partido de Euroliga con su club, el Rivas Ecópolis. Con 35 años y una trayectoria deportiva inmaculada, muchos se hubieran plan-teado la retirada. Amaya también, pero en su dic-cionario de referencia no existe la palabra renun-cia, ni el vocablo rendición. Tras dos operaciones y unos meses de durísima rehabilitación volvió a las canchas a primeros de febrero, en un encuentro contra el Girona. El 1 de abril disputó la final de la Euroliga con el Rivas. Perdió ante Ros Casares, pero ensanchó su leyenda. Valdemoro ha vuelto a levantarse.

“El momento de la lesión lo recuerdo bien. Fue un dolor insoportable. Claro que vi peligrar mi ca-rrera, como tantas otras veces estos años”, afirma la alero madrileña. “Hacía cinco o seis horas de re-habilitación todos los días. Durante estos meses se me han saltado las lágrimas en muchas ocasiones, pero se trata de llevar los bajones de la mejor ma-nera posible”, declara con naturalidad. Una senci-llez que nunca ha perdido a lo largo de un recorrido ejemplar, en lo profesional y lo humano.

Amaya Valdemoro nació en Alcobendas el 18 de

agosto de 1976. El primer deporte al que se engan-chó fue el atletismo, pero no tardó en descubrir sus habilidades con el balón y la canasta. Comenzó a jugar al baloncesto a los 13 años y enseguida per-cibió lo que un tiempo después resultaría eviden-te: “Desde el principio me di cuenta que podía ser buena. Con 15 años ya creía que me dedicaría pro-fesionalmente a esto”. La fe en sus posibilidades transportó a Amaya hacia la elite a una velocidad vertiginosa.

En 1992, con solo 16 años, debutó en Primera Di-visión. El inicio de su idilio con la selección espa-ñola tampoco se demoró. Fue internacional absolu-ta por primera vez en 1993. Han pasado casi veinte temporadas, más de 200 internacionalidades y una secuencia de logros históricos para el equipo na-cional. En síntesis, Valdemoro, con su inseparable cinta rojigualda y el número 13 a la espalda, ha li-derado a España a la consecución de cuatro meda-llas europeas (tres bronces y una plata) y una mun-dial (el increíble tercer puesto en el campeonato celebrado en 2010 en la República Checa). Cinco preseas que ejemplifican la portentosa evolución en nuestro país del baloncesto femenino, corona-da por las participaciones en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 y Pekín 2008. Un progreso impen-sable sin la aportación de la sempiterna capitana, orgullosa de su condición: “He llevado la capitanía con normalidad. No ha supuesto una presión extra, sino un honor y un privilegio. Representar a Espa-ña ha sido lo máximo para mí”.

Apoyada en su carácter indomable y su facilidad anotadora, Amaya ha sido una de las referentes del basket internacional en los últimos lustros. Tam-bién un estandarte de las deportistas femeninas españolas, aunque ella prefiera esquivar este tipo de calificativos. “No me siento una abanderada de nada. Me siento feliz de que la gente me pregunte por ello, pero luego cada uno elige sus estandar-tes”, proclama con modestia, cualidad que no es

“Hacía cinco o seis horas de rehabilitación todos los días. Durante estos meses se me han saltado las lágrimas en muchas ocasiones”

En 1992, con solo 16 años, debutó en Primera División. El inicio de su idilio con la selección española tampoco se demoró.

Fue internacional absoluta por primera vez en 1993

fácil ejercer cuando puedes presentar un currículo como el de Amaya Valdemoro.Títulos en tres países diferentesA nivel de clubes, su palmarés es impresionante. Ha militado en equipos de cuatro países (España, Estados Unidos, Brasil y Rusia). En todos ellos ha coleccionado éxitos, entre los que sobresalen ocho Ligas Femeninas, nueve Copas de la Reina, una Eu-roliga, una SuperLiga rusa, tres anillos de la WNBA y tres Mundiales de clubes. Asimismo, ha obtenido las medallas de Bronce y Plata de la Real Orden del Mérito Deportivo. Poco más que añadir. Si acaso, preguntar si esperaba conseguir todo esto cuando comenzó en el baloncesto. La respuesta de la ma-drileña supone un derroche de sinceridad y una muestra de su genética ganadora: “Quizás no pen-saba llegar tan alto, pero sí intuía que tendría una gran carrera. Suena chulo, pero es así (ríe)”.

Jugó en las Houston Comets de 1998 a 2000. En Rusia estuvo en el Samara (2005-2006 y 2006-2007) y en el CSKA de Moscú (2007-2008). “Fue una experiencia profesional impresionante. Tuve la suerte de vivir en una cultura totalmente dife-rente, aunque el frío y el idioma eran dos barreras muy complicadas. En lo deportivo, es la liga más potente en la que he estado, porque allí competían las mejores americanas y las mejores europeas”, asevera convencida. También participó en el Cam-peonato Paulista con el Unimed Americana (sub-campeona). Tres vivencias en el extranjero que arrojan para Amaya una conclusión contundente: “Como en España, en ningún sitio. Ahora solo quie-ro oír hablar de otros países para ir de vacaciones”.

Es en suelo patrio donde ha afianzado sus me-jores amistades profesionales (Elisa Aguilar y Elsa Donaire) y donde conoció a su técnico favorito, Miki Vukovic. No obstante, su paso por la WNBA copa el anecdotario. Una de las historias que re-cuerda con más cariño tuvo un protagonista afa-mado: Charles Barkley. “Él jugaba en los Rockets

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y nos cruzamos en uno de mis primeros días en Houston, cuando salía del vestuario. Me quedé he-lada al verle. No pude decir nada en ese momento. Luego coincidimos bastantes veces y me cayó muy bien”, rememora con una sonrisa evocadora. Al que no conoció en Estados Unidos fue a Michael Jordan. Charlar con Air es una ilusión que todavía perdura, pese a la distancia.

Amaya Valdemoro se encuentra en el final de su carrera. Echa la vista atrás y le cuesta elegir un mo-mento estelar entre tantos triunfos. Medita unos instantes y responde con el corazón: “Me quedaría con el día que nos clasificamos para Atenas 2004, los primeros Juegos Olímpicos en los que iba a par-ticipar el baloncesto femenino español”. También ha tenido jornadas malas en la pista, entre las que destaca la eliminación prematura en el pasado Eu-ropeo de Polonia, donde problemas físicos lastra-ron su rendimiento y el del resto de la selección. Un resultado inesperado que ha privado a España de jugar este verano en Londres. Sin embargo, lo que más le marcó en su pasado fue el fallecimien-to de su madre, cuando Amaya todavía era joven. Para ella han ido dedicadas todas sus conquistas es-tos años.

Más personalLa jugadora del Rivas Ecópolis se emplea con fuer-za y coraje en la cancha. Un carácter indomable que a veces se traslada a otros ámbitos. “Tengo tanto genio fuera del pabellón como dentro de él. Si me enfado que no te pille cerca. Luego pido per-dón, pero tengo un pronto complicado”, reconoce. Se define como una mujer creyente a medias, emo-tiva y muy sincera, que encuentra en su impacien-cia un defecto a mejorar, una vez que ha acabado

“Me quedaría con el día que nos clasificamos para Atenas 2004, los primeros Juegos Olímpicos en los que iba a participar el baloncesto femenino español”

“Nosotros también tomamos alguna copa de vez en cuando. Quien diga lo contrario, miente”

con sus manías. El baloncesto le ha dado todo, pero también le ha quitado cosas importantes. “Siempre ha interferido en mis relaciones personales”, asu-me. El deporte de alta competición, eso sí, también permite licencias: “Nosotros también tomamos al-guna copa de vez en cuando. Quien diga lo contra-rio, miente”.

Valdemoro disfruta viendo baloncesto por tele-visión. Los sufrimientos los reserva para el fútbol. Es seguidora del Real Madrid: “Soy más hooligan en fútbol, quizás porque entiendo menos”. A con-tinuación, desgrana el resto de sus aficiones: “Me encanta leer y ver series. Me gustó mucho Los Pi-lares de la Tierra. Soy muy friki de las series. He estado enganchada a The Wire, House, Anatomía de Grey, Dexter…”. Amaya podría continuar con la enumeración. No hay duda de que el tema le apa-siona.

Uno se pregunta qué le impulsa a Amaya a se-guir compitiendo cuando lo ha ganado todo, más aún después de su lesión en las muñecas. “El secre-to para mantenerse en la elite muchos años es que hago algo que me gusta. Todavía tengo suficiente baloncesto para no verme rebasada por las chicas jóvenes”, comenta retadora.

Mujer de ideas claras y verbo directo, sabe lo que hará tras su retirada, pero de momento pre-fiere revelarlo solo a medias: “Un proyecto de una fundación. No puedo decir más”. Afirma que no ha pensado sobre el día de su adiós. Tampoco si con-tinuará con la carrera de Magisterio de Educación Física que dejó por los requerimientos del profe-sionalismo. El futuro no le obsesiona. Una vida en el baloncesto da para bastantes enseñanzas. Para aprender a levantarse. Para convertirse en una de las mejores deportistas de la historia

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76 QUALITY SPORT � MARZO 2012 JUANMA LILLO 77

Juanma Lillo no es un entrenador al uso. Su personalidad tampoco es convencional. Y su oratoria mucho menos. Hombre de pensamiento profundo, concreta sus elu-

cubraciones de modo conciso o con una exposición extensa. Lo de menos es la forma, porque fondo hay de sobra. A sus 46 años, el preparador vasco sos-tiene sobre sus espaldas una amplia carrera en los banquillos. Ha llovido bastante desde sus inicios en el Tolosa (el equipo de su pueblo), el Mirandés y la Cultural Leonesa. Su posterior etapa en el Salaman-ca incluyó dos ascensos consecutivos. Partió de Se-gunda B y llegó a Primera División como el técnico más joven en debutar en la categoría (29 años).

Esta plusmarca de precocidad no pasó desaper-cibida. Oviedo, Tenerife y Zaragoza fueron las si-guientes estaciones en una ruta que estuvo a punto de llevarle al Camp Nou. La candidatura a la presi-dencia del FC Barcelona de Luis Bassat, en 2003, incluía a Pep Guardiola en el puesto de director deportivo. El actual míster culé, fiel amigo y ad-mirador de Lillo desde hacía tiempo, propuso su nombre para el banquillo del Barcelona en caso de que el reputado publicista ganase las elecciones. Al final, Laporta fue el vencedor de aquellos comicios y Juanma no pudo dirigir al Barça.

Su tránsito por Ciudad de Murcia y Terrassa, ambos en Segunda División, ejerció como preludio de una de las experiencias que el tolosarra evoca con más cariño: su paso por el Dorados de Sinaloa mexicano. Solo estuvo una temporada (2005-2006), tiempo suficiente para que el fútbol de Dorados impactase a los aficionados del país azteca. La Real

JUANMA LILLO, UN EJERCICIO DE DISPERSIÓN CONSCIENTETEXTO NACHO LABARGA & JAVIER BRIZUELA

Sociedad, el equipo de su corazón, y el Almería han sido los últimos conjuntos a los que ha entrenado. Lleva desde noviembre de 2010 sin pisar un ban-quillo, pero sus inquietudes intelectuales le alejan del tedio o la monotonía. Mientras tanto, ha calma-do su ansiedad futbolística con sus comentarios en Gol Televisión, cadena con la que dejó de colaborar hace unos meses.

Considerado el inventor del 4-2-3-1 y el juego po-sicional, a Lillo no solo le avalan sus sistemas tácti-cos. Los futbolistas que ha tenido a su cargo no du-dan en alabar su carácter y métodos (Paulo Bento, Oli, Makaay o Xavi Aguado son algunos ejemplos). Incluso ha contado con el apoyo explícito de las plantillas a su cargo en momentos complicados, como sus destituciones en Salamanca y Zaragoza. Pero los currículos tienen una importancia relati-va. La hoja de servicios se completa conociendo a la persona y su contexto, vocablo muy del gusto de Juanma.

La primera toma de contacto fue algo fría, pero la confianza que emana de toda conversación cordial derriba barreras, también la suya. Con una comida en el restaurante Sula de por medio, Quality Sport departió durante un par de horas con el técnico de Tolosa, incapaz de dejar indiferente a nadie. Sus re-covecos dialécticos le llevan a hablar con el mismo interés de Schopenhauer, Borges o Roberto Baggio. Y de sus queridos Guardiola e Iniesta, claro está. Sus reflexiones parecen dispersas, pero después del caos llega el orden. Para comprobarlo, basta con en-trar en su juego, o al menos intentarlo. Sin especu-lar, como le gusta a Lillo.

FOTOGRAFÍAS JUAN FLOR

EN LOS BANQUILLOS

• Etiqueta: Me han puesto la fama de que he des-cendido a muchos equipos. Incluso han inventado descensos de clubes a los que ni siquiera he diri-gido, en ese afán del ser humano para enfrentar sus prejuicios. A veces llegamos hasta ese punto de inventar realidades a nuestra medida. Nunca he bajado con ninguno, aunque es algo que me puede pasar mañana y eso no me convertirá ni en mejor ni en peor entrenador. Igual que tampoco he su-bido a nadie, sino con alguien. Curiosamente, en todos los casos que me han cesado los números de esos equipos han empeorado, aunque tampoco uso este dato para vanagloriarme.

• Entrenador precoz: Me planteé ser entrenador cuando me dijeron que no podía ser jugador por-que me faltaban condiciones. La misma persona que me dijo eso, Demetrio Terradillos, me comen-tó que me veía como entrenador. Fui técnico con 16 años y tenía que estar pendiente de que fueran bien sentados en el tren chavales mayores que yo. No sé si me dio vértigo ser entrenador en Primera con 29 años. Esas cosas no te las planteas cuando estás en el ajo. Cuando las miras con visión retros-pectiva, puede.

• Víctima de la violencia en el fútbol: Una vez re-cibí un botellazo que iba para el árbitro. También me tiraron un hielo con una piedra dentro. Nunca esperas que te vayan a pasar esas cosas. De todas formas, el padre del chico que me golpeó ahora es buen amigo mío y hablamos de continuo. A las ocho de la mañana del día siguiente estaba en el campo de entrenamiento y desde ahí mantuvimos una relación muy agradable.

• Experiencia mexicana: En América me tienen cariño porque Dorados de Sinaloa jugó muy bien conmigo. Le ganamos al América 2-0 y perdimos tres partidos en todo el torneo. Al llegar a Méxi-co, cuando me preguntaron que por qué había ido a entrenar allí, les dije que veía fútbol mexicano a las 2, a las 4 y a las 6 de la mañana, porque me encantaba. Cuando llegué había visto a nuestro primer rival. Se pensaban que les estaba tomando el pelo. Es verdad que en México hay muchos pro-blemas de inseguridad. Sinaloa es uno de los cen-tros mundiales del narcotráfico, pero también es

el mundo, ver jugar al que hace todo lo posible para que los partidos vayan al lugar donde quie-re. Eso solo se puede conseguir a través del balón, porque pelota solo hay una. Eso lo hace el Barça. Si lo hiciera el Madrid me encantaría el Madrid. Los movimientos que no intervienen en el juego también tienen un sentido: facilitar la situación de juego al que tiene el balón. Es un estilo que lleva mucho tiempo instalado en Barcelona. Además de Guardiola, también Laureano Ruiz hizo muchas cosas en su día. También Van Gaal aportó mucho método.

• Su querida Real: No sé si la Real Sociedad pue-de vivir de la cantera, porque está en el grupo de equipos que si tienen un mal año se van para aba-jo. Pero ahora tiene una gran generación con Iñi-go Martínez, Rubén Pardo, Asier Illarramendi,… Eso por decirte chavales, y como siempre, hay una

generación intermedia (Agirretxe, Xabi Prieto, Mikel González, Griezmann…) que tienen buen ni-vel y los más mayores (Aranburu) rinden bien ade-más de generar lo que cada día se ve menos como el ejemplo de conducta y comportamiento en un colectivo. Eso es un valor en sí mismo.

• Mourinho: No le conozco. Me acuerdo de ha-berle saludado cuando era entrenador asistente en el Barça, y desde entonces no le he visto más. No puedo hablar de él porque no le conozco, pero tie-ne un punto de partida metodológico que compar-to mucho. Víctor Frade también aportó al estilo.

• Del Bosque: Es un genio y una persona muy sen-sata. En Salamanca lo quieren mucho. Hace años no podía esperar todo lo que le ha venido después. Él estaba en la cantera del Madrid y le llamaron para el primer equipo. Y ahí empezó todo.

verdad que en la sociedad actual occidental hemos construido otro tipo de violencias, menos visibles pero igual de dañinas. Hubiese continuado perfec-tamente, estuve a punto de ir a otro grande de allí. Para mí sería muy grato regresar.

REPASO A LA ACTUALIDAD

• Fijación por Chigrinski: En el momento que fi-chó por el Barça era uno de los mejores centrales de Europa, le venía muy bien al equipo porque ya traía el juego de posición aprendido. El contexto no fue amable con él, pero quizá ahora, más madu-ro, le hubiese ido fenómeno.

•¿España campeona de la Eurocopa?: Está claro que ningún equipo va a estar a la altura de España. Le pasa como al Barça. Puede perder contra cual-quiera, porque este es un juego de azar, pero no le puede ganar nadie. Solo hay un balón, pero si hubiese otro en el campo igual también se queda-ban con él.

• Jugadores predilectos: España tiene a casi to-dos. Es interesante que hayan coincidido tempo-ralmente en la zona del campo donde más se juega. Allí donde más se invierte en el juego y donde más cuesta convertir los estilos del equipo. Los me-jores centrocampistas del mundo son españoles. Emociona ver las interacciones que tienen entre ellos y las sinergias que van desarrollando. Hay tanto nivel que futbolistas como Borja Valero, Isco o Arteta (pieza clave en el Arsenal de Wenger) no tienen cabida. En otros países muy pocos jugado-res tienen estas características. Xavi, Cesc, Silva o Xabi Alonso son maravillosos, aunque el que más me emociona puede ser Iniesta por lo que es ca-paz de mejorar los contextos y cualidades de los demás. Messi sin duda es el más eléctrico y casi todos los balones que coge suelen acabar en la red. Por el contrario, no me gustan los jugadores en los que la pelota muere en ellos. Creo que en el fút-bol como en el pádel, que ahora juego, hay que ser pudoroso y jugar de una manera en la que el tanto no acabe en mi raqueta. En la selección da mucho pudor que la pelota acabe en tus pies a no ser que estés rematando.

•¿Madrid o Barça?: A mí me gusta, como a todo

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CON GUARDIOLA

• Guardiola: Después de un Oviedo-Barça, en el que perdimos 2-4, vino al vestuario porque quería hablar conmigo. Me dijo que se notaba que había mucho trabajo detrás de mi equipo y me preguntó si podíamos mantener el contacto. Lo que empezó como una relación profesional ha terminado en gran amistad. A Pep ahora todo el mundo le quiere porque gana, pero también demostró en el pasado su validez cuando le tocó atravesar momentos du-ros como su salida del Barça, la llegada al Calcio o

cuando le acusaron de mala manera con el doping. Esos momentos me tocaron vivirlos muy personal-mente.

ESTILO Y VIDA PROFESIONAL

• Pasión por los libros: Compro libros compulsi-vamente. Soy de los que van a la tienda a elegirlos, nada de comprarlos por Internet. Tengo más de 7.000 libros no deportivos y casi 2.000 deportivos. El problema es que no me da tiempo a leerlos. Al

final, más que disfrutar me agobio. ¿Mis libros fa-voritos? Depende del momento, edad, situación... No paso mucho tiempo delante de las máquinas, hay tantos buenos libros o películas por ver… Me cuentan que hay gente que lee a través de una pan-talla. ¿Cómo lo hacen? ¡Si se pierde toda la esencia! Me gusta mucho el olor y el tacto que poseen los libros.

• Trato con la prensa: Me parece que el perio-dismo como tal ha engullido al periodista como pasa en otros menesteres, incluido el fútbol. El mecanismo es tan grande que está absorbiendo al individuo. Con el periodista tengo buena relación, pero con el periodismo cada vez me cuesta más ponerme ante un periódico. Porque uno ya sabe o conoce los intereses que subyacen detrás. El libro ‘Mentiras, Viaje de un periodista a la desinforma-ción’ de Xavier Más de Xaxas, me ayudó mucho a entender este mundo.

• Culto a las apariencias: Uno alucina cuando va al colegio a dejar a su hijo y ve a mujeres emperifo-lladas para 30 segundos que van a estar ahí. Pien-sas que se han levantado a las seis de la mañana para arreglarse y que el desayuno se lo habrá teni-do que poner el niño. Como dice Dante Panzeri en su libro ‘Fútbol, Dinámica de lo impensado’: “En la lucha por parecer se nos ha olvidado ser”.

• Elogio de la duda: Una vez escuché a Charo López, una mente superlativa, hablar con Jesús Quintero, un fabuloso periodista que es capaz de hacer pasar por inteligente a personas que no lo son. Charo respondió varias veces “no sé”. Es una maravilla que alguien conteste “no sé” sin que le dé miedo aparentar que no sabe. La gente te hace una pregunta para que respondas algo determina-do, lo que quieren ellos. Decir “no sé” me parece la mayor manifestación de inteligencia. Sin embargo quedas como tonto si respondes así. Me asusta ver a la gente contestar con tanta seguridad.

• Apoyo familiar: Nunca ha sido un impedimento en mi carrera. Mi mujer, Cristina, es increíble. To-davía sigue conmigo después de 30 años, así que fíjate si tiene mérito. Ella es la que se merece ser entrevistada. En casa no hablamos de fútbol. Ha-blas de lo que te pasa durante el día, que muchas veces tiene que ver con el fútbol, pero no del jue-go mismo. Yo no inicio conversaciones de fútbol

en mi casa, pero si me pregunta mi crío por algo, cómo no le voy a contestar.

RELACIONES PERSONALES

• Relación con sus jugadores: Tengo buena rela-ción con varios futbolistas.El valor de un entrena-dor se basa en lo que dicen sus jugadores de él.

CULTO AL PASADO

• Nostalgia:. El fútbol para mí tiene un punto de bifurcación en los años 90. ¿Alguien recuerda el Mundial de Italia? ¿Y el de EEUU? En los años 50 y los 60 era una maravilla ver a Hungría. También debió existir una Austria impresionante. La Bul-garia del 66 me entusiasmó. En el Mundial del 70, además de Brasil, me impresionó Rumanía, aunque nadie hable de ellos. Selecciones como Checoslova-quia o Hungría jugaban muy bien al fútbol, de una manera muy asociada. Ahora ves el fútbol de hace 50 años, que es pasado, y sin embargo no sabes lo que va a pasar. En cambio ves los partidos de ahora, que todavía no han sido, y ya sabes lo que va a ocu-rrir. Ahora estoy viendo el Mundial del 70 entero. Es una pasada.

• Históricos predilectos: Al mejor de todos los tiempos, que es Maradona, me hubiese encantado verle sin que él hiciese todo lo posible por no ser el mejor. Diego conspiró contra sí mismo. Potencial-mente no sé adónde hubiera llegado. Beckenbauer me parece que está también entre los más grandes. Disfruté más con él en el Mundial de Inglaterra que en el de México. Luego, en Alemania 74, gana el Mundial cuando juega de líbero, que es cuando peor se encontraba.

REFLEXIONES SOBRE EL JUEGO

• Pionero táctico (4-2-3-1): Ahora me estoy preocu-pando mucho por hacer una interpretación del jue-go de los años 30 para adelante. Quiero que cuando hable de Pelé, Vavá, Didí lo haga con propiedad, y no hacer dictadura del tiempo que hemos vivido. No quiero caer en eso, tampoco quiero enaltecer el tiempo que viví porque en el estudio que estoy ha-

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ciendo todavía no he llegado a mi tiempo. La Hun-gría del 50 y 60 me está gustando mucho, no fue su influencia lo que me llevó a desarrollar el 4-2-3-1 en la Cultural Leonesa, sino otro tipo de cosas. Era el afán por no jugar con mucha gente cerca del área, sino hacerlo con gente que llegara y apare-ciera. Entonces la regla del fuera de juego favo-

recía, no era como es ahora. Tenía preocupación porque jugaran cuatro delanteros juntos pero sin estar juntos. Esas fueron las inquietudes que me llevaron a desarrollar el 4-2-3-1 y el juego posicio-nal. No evalúo el juego desde los sistemas, porque los sistemas no existen. Solo son una ocupación espacial de inicio y ni eso. Para mí defensa y ata-

que como tales no existen. Existe el juego como una unidad funcional y global. Donde la diferenciación semántica divorcia de la mejora de interpretación del juego del futbolista. Ahora, los niños no juegan a fútbol sino que juegan por puestos. “Soy media-punta”, dicen. Y luego nos quejamos de que los ju-gadores no saben leer el juego. El juego se puede interpretar, no leer. Nuestra semántica divorcia. Por eso Iniesta es el mejor jugador del mundo, porque va muy unido al juego. No he visto un equipo que estando bien colocado con balón luego lo esté mal sin él. Este es un matiz para demostrar que la defensa y el ataque en sí no existen. Esa percepción procede de las teorías de deportes colectivos como el basket o el balonmano donde sí aparecen, tanto que ahí hay un tiempo determinado para tirar o hacer los cambios para atacar o defender. En el fútbol es una actitud, aquí se vive donde otros solo transitan. Son dos ca-ras de la misma moneda. El juego es una unidad fun-cional donde hay que tener la pelota para que no te hagan daño.

• Contra los automatismos: Un ser vivo no puede ser automático, como si fuera una máquina. Puede haber una serie de regularidades en su comportamiento, pero no automatismos. Mucho menos en un juego en el que interactúan 22 personas. Nunca puedes pensar la misma cosa con el mismo cerebro, porque ya has modificado aunque sea en un segundo.

• Esencia del fútbol: En el fútbol de hoy la guarni-ción se ha comido al solomillo. Los 90 minutos ya no importan tanto. Los partidos se juegan más para la gente durante la semana en los medios de comu-nicación, que el propio domingo. Si hay algo alejado de su esencia es el fútbol, aunque no menos que la sociedad. No olvidemos que el fútbol no es una isla, es un continente. Saramago decía que si hay opti-mistas es porque les va bien o no se enteran de nada. Yo amo tanto el fútbol, que cada día resulta más di-fícil la convivencia con el mundo del fútbol. Todo lo periférico se ha convertido en núcleo, el juego está más escondido. Al entorno del fútbol cada vez le in-teresa menos el juego.

• Resultados no son valor absoluto: Ningún entre-nador puede asegurar resultados a nadie. El fútbol es lo que tiene. Puedes hacer las cosas bien y tener malos resultados o viceversa

El idilio entre Lillo y Guardiola viene de lejos. En 2003 Pep se enroló en la candidatura de

Luis Bassat a la presidencia del FC Barcelona como director deportivo y públicamente

anunció que llegaría con Juanma Lillo como entrenador del primer equipo. La historia

cambió y en 2006, siendo Lillo entrenador de los Dorados de Sinaloa, en México,

fichó a Guardiola con 35 años antes de que colgara las botas.

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Surcando las olasBERTA BETANZOS NAVEGA HACIA LONDRES 2012

DANI MARTÍEZ - ANTÓN

EDUARDO FERNÁNDEZ ABASCAL

CHAPIFOTO

TEXTO

FOTOGRAFÍAS

R E P O R T A J E

Una llamada cambió su vida. Berta Be-tanzos (Santander, 23 años) ya había decidido dejar a un lado la vela cuan-do recibió una de esas ofertas que son

imposibles de rechazar. Al otro lado del teléfono estaba Alejandro Abascal, director deportivo de la Federación Española de Vela y jefe del equipo olím-pico. Fue él quien pronunció las palabras mágicas que tocaron la tecla exacta para que Berta volviera a las regatas. “Cuando me llamó y me habló de la posibilidad de competir en unos Juegos Olímpicos me dije: ‘Tengo que intentarlo’”, recuerda la cánta-bra que, tras su vuelta a la Vela ha conseguido en-tre otros títulos ganar el Europeo y el Mundial de 2011. Ahora, tras estos éxitos y a escasos meses de las olimpiadas de Londres 2012, no puede ocultar sus ilusiones: “Vamos a intentar conseguir el oro”.

Berta empezó a subirse en un barco a los once años, pero tras tres años aprendiendo las nociones básicas, decidió dejarlo y apostó por el jockey, don-de jugaba con sus amigas y empezaba a ser convo-cada para la selección autonómica. Era una sepa-ración definitiva. O eso era lo que pensaba la joven cántabra en aquel momento. “Había navegado muy poco y técnicamente no era buena, algo que el pro-pio Jane me reconoció”, afirma. Pero con lo que se quedó, lo verdaderamente importante, era lo que venía después. Había una chica buscando compa-ñera para navegar en 470 y ella tenía todo lo nece-sario desde el punto de vista físico y psicológico. Casi sin pensarlo dio el sí porque, como bien le dijo Abascal: “La técnica se puede enseñar”. A partir de ese momento, Berta Betanzos, como corrobora su palmarés, se convirtió en alumna aventajada.

Los frutos de aquel esfuerzo se han visto refleja-dos en la pasada temporada. Junto a su compañera de embarcación, la canaria Tara Pacheco, Berta se ha proclamado campeona de Europa y del Mundo en categoría 470, presentando así su firme candi-datura al deseado oro de las Olimpiadas de Londres 2012. El escenario para cerrar el círculo y poner ‘el broche de oro’, Weymouth, es de sobra conocido. El equipo olímpico ya ha estado en cuatro ocasio-nes en este campo de regatas y la Federación espe-ra volver durante la primavera para terminar el re-conocimiento. Se trata de un pequeño pueblo al sur de Inglaterra, entre Plymouth y Portsmouth, “con buenas condiciones de viento y una ola corta y alta, que tiende a venir de lado, lo que la hace bastante diferente a la del resto del circuito regular”. Aún


R E P O R T A J E


así, Berta confiesa que ya le han cogido el truquillo, sobre todo en popa. En el preolímpico, celebrado allí el pasado verano, concluyeron séptimas. “Era la última gran prueba antes de ir al Mundial y deci-dímos probar un nuevo material, pero no nos senti-mos cómodas”. Porque en vela cada detalle cuenta, y el punto de velocidad que debe aportar el barco puede, en ocasiones, compensar los errores de la tripulación.

Para esta temporada, el objetivo está claro. “Las Olimpiadas son mucho más importantes que un Mundial. A nivel mediático, tiene mucha mayor re-levancia”, comenta una Berta que no puede ocultar su ilusión por debutar en este gran escaparate del deporte. La presión, aunque se afane en ocultarlo, existe, aunque tanto ella como su compañera lo tie-nen muy claro. “Vamos a luchar por el oro, traba-jamos para ello porque como hemos visto que se puede conseguir tenemos que intentarlo”. Intenta-rán impedírselo parejas como la neozelandesa o la inglesa, “principales rivales” que ya se lo pusieron difícil en las pruebas del pasado año. Un peldaño por debajo está el equipo holandés, que aunque ha demostrado una gran irregularidad durante el año

pasado, suele plantar cara en las citas importantes.Echando la vista atrás, la regatista reconoce ha-

ber aprendido de todas las experiencias vividas en el campo de regatas desde que, allá por el 2004, comenzara a “tomárselo en serio”. La progresión en estos 8 años ha sido fulgurante. En 2009, la pa-reja cántabro-canaria se proclamó campeona del mundo juvenil y lograron la segunda plaza en el europeo. Al año siguiente, la victoria se mostró algo más esquiva. “Queríamos ganar cada regata y eso es imposible. Hacíamos cosas sin mucho criterio solo para ganar ese parcial. En vela tiene más importan-cia lograr ser regular, aunque para ello haga falta ser un poco conservador”, afirma Betanzos. Y esa lección la cimentaron a final de temporada, cuando acabaron segundas en el mismo campo de regatas donde se disputarán las pruebas de vela de Londres 2012.

Probablemente, el mayor hándicap de cara a la regata de Weymouth sea la falta de experiencia en unos Juegos Olímpicos y la presión que esto supo-ne. La lesión de su compañera Tara en el mundial de diciembre, celebrado en Perth (Australia) sirvió para soltar lastre y bajar el nivel de autoexigencia

de cara a la general, y fue probablemente esto lo que las hizo más fuertes. “Me fastidia decir que gracias a la lesión estuvimos más relajadas, pero es cierto que eso nos facilitó la victoria”, reconoce Berta.

Para llegar hasta aquí, ha tenido que ir comple-tando una larga lista de cosas a las que ha renuncia-do. Casi tantas como satisfacciones le ha producido la vela. “He renunciado a muchas cosas pero no me arrepiento de nada” dice Berta, consciente de que ese es el precio que hay que pagar para avanzar en la profesionalización de este deporte. Aun así, cuenta con una gran ventaja con respecto a mu-chos de sus compañeros: vivir a escasos kilómetros de la sede preolímpica (en Santander), un requisito indispensable para todos los regatistas españoles. En lo que sí está en igualdad de condiciones es en el continuo ir y venir a lo largo de toda la geogra-fía mundial, mucho más en vísperas de unos Jue-gos. “Alrededor de la mitad del año la paso fuera

de casa. Eso dificulta sacar adelante la carrera de Ingeniería Técnica Naval y al principio a mi madre le costaba entenderlo”. La cántabra, no obstante, pronto conseguirá acabar los estudios porque sabe que “de la vela no se vive, y mucho menos si eres mujer”. Reconoce que, al principio “las becas son una gran ayuda, pero llega un momento que todo esto se acaba”, y si no tienes un colchón detrás en el que frenar la caída, te puedes quedar en la estacada.

Y ahora, la chica que cuenta a Quality Sport como de pequeña se caía al suelo cada vez que jugaba al tenis y tenía que ‘aguantar’ como la llamaban “tor-pe”, la que fue picando de un deporte a otro hasta que decidió que su sitio estaba en el mar, es una de las principales esperanzas de medalla de la Armada Española para Londres 2012. En su credencial para lograr este objetivo hay marcadas dos palabras por encima del resto, esfuerzo e ilusión, ambas com-partidas con su compañera de embarcación. “Va-mos a intentar conseguir el oro”, insiste

R E P O R T A J E

DENNIS RODMAN EL SUICIDIO DEL ÁNGEL CAÍDO

TExTO: LUIS LABARGA

con Madonna), por sus enfermizas ganas de captar la atención (sus colores de pelo) y por sus virulentas acciones. Se trataba de un Ala-Pívot de una inque-brantable disciplina cuando luchaba por la victoria de su equipo (peleaba cada rebote como si le fuera la vida en ello) y un desdichado ser humano, sumido en un inquietante desorden vital, cuando abandonaba los vestuarios del equipo tras cada partido.

Dos son los momentos que definen el devenir de la vida de Dennis Rodman. El primero aconteció en la madrugada del 13 de abril de 1993. Acababa de abandonarle su mujer, llevándose con ella a su hija. Esa noche se dirigió al parking del Palace de los Pistons, abrió la puerta de su camioneta y se sentó en el asiento del conductor. La noche pasó lenta, pesada, oscura. Se trataba del primer momento en el que Dennis se paraba a reflexionar sobre el huracán de su existencia desde que había irrumpido en la NBA en 1986. Algo muy amargo le constreñía por dentro que, a pesar de haber conquistado la gloria (sobre todo en Detroit), le hacía sentir un profundo vacío. La noche fue silenciosa, quizá excesivamente silenciosa, y le sumergió en sus pesadillas del pasado, aquéllas que le remontaban a una infancia infeliz, desarrollada en un suburbio de Dallas, marcada por el abandono de su padre cuando apenas tenía tres años y por los esfuerzos de su madre para sacarle del calabozo por algunos robos menores relacionados más con la supervivencia que con la codicia. Todo lo rememoró acariciando un arma cargada y con la mirada perdida en un punto inconcreto. Cuando fue descubierto por la mañana por unos miembros de seguridad, que le quitaron el arma y lo mandaron a casa, se corrió como la pólvora por los pasillos de los Pistons que la estrella había intentado suicidarse. Pero él, que sabía lo que había estado a punto de hacer, lo explicó de otra manera: “Asesiné al viejo Dennis para dejar salir al nuevo”. A partir de ahí, el jugador especial que era se convirtió en un monstruo que, tanto en los éxitos deportivos como en los desastres personales, hizo del dolor y la autodestrucción su particular forma de vida.

Pero volvamos a ese final de la temporada de 1998, con el tercer Anillo conquistado por los Bulls. La fies-ta había sido larga y su carrera se hallaba en la cima. Por supuesto, era el “nuevo Dennis” el que había triunfado de forma tan apoteósica, aunque desde esa tortuosa percepción de las cosas que le llevaba a decir que “le encantaba el dolor del juego”. Su forma de de-fender era casi desesperada, siempre al límite, lo que le llevaba a alcanzar registros demoledores. Con todo, y aunque en los Bulls desató su imagen de showman

(sus cambios de color de pelo llegaron a robarle prota-gonismo al mismísimo Jordan), el soberbio entrenador zen, Phil Jackson, supo mantenerlo concentrado en la ola victoriosa de la dinastía de Chicago y se ganó su confianza al tratarlo como un hijo. Probablemente, Jackson fue el único que supo entender la desesperada necesidad de amor de un chico destinado a perder la cabeza y el único, asimismo, que supo leer en los ojos de su pupilo que cada partido era para él una escapa-toria, una huida hacia adelante. Por eso, cuando los Bulls se desmantelaron tras conquistar el tercer Anillo

(los directivos pensaron que había que renovar por completo al equi-

po), el ‘nuevo Dennis’ perdió la única referencia que le quedaba.

Y este es el segundo mo-mento que, probablemente,

defina la vida de Rodman. Después de esa temporada del 98, una huelga sin pre-cedentes en la NBA alargó sus vacaciones más allá de lo que el ‘nuevo Dennis’ podía soportar. Sin partidos, nada tenía sentido. Y entonces buscó distracciones: el cine, la televisión, el wrestling… Aunque sus verdaderos quehace-res los centró en las fiestas, en las orgías, en las mujeres, en el alcohol. De esa espiral ya no saldría jamás.

Vinieron otros equipos (Lakers, Mavericks y algu-nos de la liga mejicana), pero el jugador, que seguía buscando en cada partido escapar de sí mismo, ya había sido devorado por el enfermizo ‘nuevo Dennis’. Con tal de saciar su incontenible afán de protagonismo (que, en realidad, era su perturbada manera de pedir cariño), no parecía importarle destapar su tormentosa relación con Carmen Electra (que lo abandonó tras pillarle con dos mujeres en un hotel a los pocos días de casado), hacer gala de su travestismo, ocultar su piel

bajo millones de piercings, representar bochornosas tragicomedias en Las Vegas y un largo sinfín de ex-travagancias que, con tal de mantenerle en el foco de atención, protagonizaba con desmesura, denigrando su figura hasta lo grotesco.

Crónica de un final anunciado“Dennis está gravemente enfermo y apenas puede cubrir sus propias necesidades económicas”, expli-có hace pocos días Linnea Willis, su abogada. “Es alcohólico, y por este motivo no encuentra trabajo. Su mujer, pidiéndole el divorcio, lo ha empujado al borde del abismo”, apostilló Peggy Wi-lliams, su consejera financiera, sabedora de que es muy posible que el ex Ala-Pívot ingrese en

prisión 20 días por el impago de una factu-

ra por valor de 808.935 dólares a su tercera mujer,

Michelle Rodman. Esta es la realidad actual de un ídolo caído, de un deportista que logró el depresivo objetivo de su autodes-

trucción y que, tal vez, ande con una desquiciada sonrisa dibujada en

el rostro ya que, al menos, vuelve a copar las portadas de todos los diarios

del mundo.Sin duda, Dennis Rodman es el reverso oscuro del

deporte, el hombre que nunca tuvo valores en los que sostenerse, quizá porque nadie se los enseñó en el pérfido mundo del espectáculo. Pero, a pesar de todo, aún hay quiénes esperamos que enfoque su fortaleza sobrehumana para darse una última oportunidad y nos descubra a ese rebelde capaz de demostrar que puede trascender las normas (especialmente, las que se ha impuesto) y que es capaz de conquistar el mayor de sus éxitos: salvarse a sí mismo.

Está loco”. Ese fue el argumento que el magnate Phillip H. Knight, cofundador de la firma Nike, esgrimió para romper el contrato que unía a la marca con la

estrella de la NBA Dennis Rodman. Era el año 1998 y, después de haber atizado un cabezazo al árbitro Ted Bernhardt, otra brutal agresión, esta vez una patada a un cámara de tv en el Target Center de Minnesota, colmaba la paciencia de sus promotores publicitarios. Y eso que el genial reboteador aún se encontraba en su particular trienio mágico con los Chicago Bulls, a las puertas de las Finales del 98. Sin embargo, su decadencia empezaba a cuajarse en una NBA que le había perdonado demasiadas excentricidades.

Apenas tres años antes, en la temporada 1995-96, Dennis Rodman, que había sido despedido por indis-ciplinas varias de los San Antonio Spurs y traspasado a los Bulls casi con un lazo de regalo, comenzaba la mejor época profesional de su vida. Se había subido al tren de la segunda era dorada de la franquicia de Chicago en la década, que contaba con los míticos Michael Jordan y Scottie Pippen en sus filas, a los que tanto había castigado en defensa durante temporadas anteriores cuando militaba en otros equipos. Entre los tres, arrasaron. Ganaron tres Anillos de la NBA (96-96, 96-97 y 97-98), y, en ese trienio, marcaron el récord de juegos de la historia del campeonato (72 partidos ganados por 10 perdidos), fueron recono-cidos como el mejor equipo defensivo y lideraron los apartados de mejor anotador (Jordan) y mejor reboteador (Rodman). En ese contexto, la constan-te provocación de Dennis, la apabullante forma de amenazar a sus rivales, la abusiva cantidad de faltas cometidas y la violencia de muchas de sus acciones en la cancha (y fuera de ella), eran difíciles de digerir para sus directivos, pero las toleraban por considerar que formaban parte del poderío y del espectáculo del equipo de los toros rojos dirigidos por Phil Jackson.

Pero detengámonos un momento. ¿Quién era Dennis Rodman por aquel entonces?... Había muchas formas de definir a ese portento físico y singular per-sonaje, y todas ellas contradictorias. Por un lado, era uno de los jugadores más exitosos del gran circo de la NBA: Mejor Defensor (1990 y 91), Mejor Rebotador durante siete temporadas consecutivas (1992, 93, 94, 95, 96, 97 y 98), dos veces All Star (1990 y 92), y gana-dor del Anillo en cinco ocasiones (1989 y 90 con De-troit Pistons y 1996, 97 y 98 con Chicago Bulls). Por otro lado, era la personalidad más extravagante de la pistas de basket, siendo conocido por sus distraccio-nes extradeportivas (un tórrido y grosero romance

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JUANITO, UNA VIDA EN DOS MINUTOSTEXTO SANTIAGO SIGUERO

gra noche de hace 20 años, el 2 de abril de 1992, cuando regresa-ba a Mérida tras ver un partido de su Madrid ante el Torino. Él no conducía. Quizá fue la única vez en su vida que no pisó el acelera-dor.

La vida de Juanito fue intensa, y tan ver-tiginosa que bien po-dría resumirse en dos minutos. Uno, eterno, es el que hace el núme-ro siete en cada partido que el Madrid juega en el Bernabéu. Entonces, con precisión litúrgica, la afición del Madrid recuerda a “Juani-to Maravilla”, al que su prematuro fallecimien-to elevó casi de inme-diato a la condición de

realidad, un buen pu-ñado de grandes par-tidos para el recuerdo, porque fue un futbolis-ta grande, con todas las letras, extremo habili-doso y eléctrico en sus inicios, centrocampista de toque y visión privi-legiada en la madurez. Ocurre que, en su caso, las polémicas -que en algunos casos adquirie-ron tintes de vodevil- fueron casi siempre más llamativas que sus goles. Como el bote-llazo que se llevó en el Pequeño Maracaná de Belgrado tras conde-nar, pulgar hacia aba-jo, a la afición yugos-lava el día del famoso gol de Rubén Cano. O como cuando José Luis Núñez, presidente del

Juan Gómez González, Juanito, vivió como jugó: a toda velocidad. Se hizo un nom-bre antes de alcanzar la mayoría de edad, en las inferiores del Atlético, aunque fue el Real

Madrid el club que lo convirtió en estrella. Triunfó rápido, como entendió el fútbol -el ‘Supersónico’, le llamaban-, y con la misma rapidez fue quemando las etapas de su vida: movidas madrileñas, matrimo-nios, éxitos, negocios, errores, paternidades... Futbo-lista genial, de pellizco sureño, no supo domar un carácter que le llevó a acumular las dos sanciones más graves de la historia del club blanco, del que sa-lió por la puerta de atrás. “Me maldigo”, llegó a decir de sí mismo tras la agresión a Matthaus. Pero no supo vivir sin fútbol. Quiso reinventarse como entrenador, pero la carretera acabó con su aventura en una ne-

mito. Aunque no sólo. Quizá ese minuto siete esté conectado con otro, uno de esos instantes en los que el tiempo parece detenerse. Ocurrió en una gélida noche de invierno de 1985. El Madrid acababa de lo-grar el 4-0 ante el Borussia Moenchegladbach -tras perder 5-1 en la ida, en la remontada más legendaria en la historia de la entidad- y Juanito era sustitui-do para agotar el añadido. En teoría, debería haber salido del campo andando, o cojeando, o empleando cualquier otra triquiñuela con tal de perder tiempo. Pero Juanito se fue del terreno de juego corriendo. Corriendo y saltando, agitando los puños, celebran-do como un chiquillo los cuatro goles que obraron un milagro que acabó siendo cotidiano. Casi levitando, como en trance. En pleno éxtasis futbolístico.

Aunque Juanito dejó muchos más minutos. En


Barça, le acusó de “ir por ahí embarazando mujeres”. Seguramente, el constructor vasco jamás digirió que prefiriera los millones del Madrid sobre los suyos.

Una venganza multiplicada por dosJuan Gómez González, hijo de albañil nacido en Fuengirola el 10 de noviembre de 1954, llegó al Ma-drid en 1976, con apenas 22 años. Santiago Bernabéu pagó al Burgos 27 millones de pesetas de la época, una pequeña fortuna, para ganar al Barça en la puja por el futbolista. Una subasta en la que no se permi-tió la participación del Atlético. Lo impidió el propio Juanito, que no olvidó cómo el club del Manzana-res, que le fichó siendo apenas un crío, le dejó tira-do cuando se rompió la pierna durante un amistoso ante el Benfica. Era su debut con el primer equipo. Tenía sólo 17 años.

Abandonado por el Atlético, Juanito encontró en Burgos el hábitat ideal para curar su pierna, restañar su autoestima y relanzar su carrera. Lideró a la es-cuadra castellano-leonesa a la conquista del título de Segunda y el consiguiente ascenso, lo que le sirvió en bandeja la venganza sobre su antiguo club. En la vi-sita liguera al Calderón, destrozó a la defensa del At-lético, liderada por el mejor Luiz Pereira, en un me-morable 0-3. Una humillación en toda regla para el Atleti, campeón de aquella Liga, que Juan completó fichando poco después por el eterno rival pese a que el Barça, se dijo, llegó a ofrecer hasta 50 millones.

Pero Juan había elegido al Madrid. Y del Ma-drid llegó al cielo, aunque no regateó casi ningún des-censo a los infiernos. Empezaron a llegar los títulos, pero no sólo hubo copas. Llegó el glamour de la capi-tal, los primeros grandes contratos, las tentaciones. Llegó la selección, y también la primera gran sanción en la carrera de Juanito, dos años por un puñetazo al colegiado germano-oriental Adolf Prokov tras un partido de Copa de Europa ante el Grasshoppers. Al final fueron 14 meses, pero el jugador quedó marca-do de por vida. Tampoco aprendió de la experiencia. Juanito era desgarradoramente humano, un futbolis-ta a quien seguramente resultaría imposible triunfar en el fútbol actual, dominado por la anodina correc-ción política. Vivía el fútbol con las tripas, y por eso tampoco pudo reprimirse ante Lothar Matthaus, tras una dura entrada de éste sobre Chendo en otro par-tido de Copa de Europa. Ocurrió en el Olímpico de Múnich en 1987, con el personaje ya por encima de los 30. Esa vez, la sanción fue de cinco años. En la práctica, resultó el fin de su carrera en el Madrid.

Se fue de Chamartín dejando legado. Juanito co-nectó el último Madrid de los años 70 -Pirri, Benito, Del Bosque, Santillana o Stielike, con el que tuvo más que turbulencias- con el de los García -subcampeón de Europa en el 81 y de la Recopa en el 83- y disfrutó de los primeros años de la espléndida Quinta del Bui-tre, la generación más exuberante que haya produ-cido jamás la cantera del Real Madrid. Juanito, que junto a Camacho, Santillana o Gallego representaba a la vieja guardia-, apadrinó a los “nenes”, aunque supo antes que nadie que uno de ellos, el de los rizos rubios, acabaría quitándole el sitio. No le importó. Tras el extraordinario gol de Emilio Butragueño al Cádiz, fue el primero que llegó hasta él. Y no para abrazarle. Taurino como era, le salió el impulso de al-zarle en hombros. Nada extraño en un hombre que se ganó una multa por participar en una capea benéfica -algo prohibido de forma expresa por el reglamento del club- y tener los santos bemoles de poner el vídeo en el autocar del equipo. También su primera retira-da fue muy taurina, con el mismísimo Curro Romero cortándole la coleta sobre el césped de La Rosaleda, del que salió, entonces sí, por la puerta grande.

Pero la gloria también escondía miserias. Juanito fue estrella del Madrid y de la selección -dos Mun-diales con España-, pero no se hizo rico con el fútbol. Eran otros tiempos, claro, pero bastaba con tener algo de cabeza para hacer las inversiones adecuadas. Juanito erró en todas. Por eso, tras dos temporadas en el Málaga, fichó por Los Boliches, el equipo de su barriada en Fuengirola. Había que mantener a los hijos, a una ex… Y era la oportunidad de seguir ju-gando. Era lo que, según sus futbolistas, hacía tam-bién en los entrenamientos del Mérida, el club que le dio la oportunidad de iniciarse en los banquillos a cambio de su tirón mediático. Juan hacía los rondos con los jugadores, y hasta algún partidillo. Se seguía sintiendo futbolista. Seguramente por eso, no le dio pereza coger el coche aquella tarde del 1 de abril de 1992 para desplazarse desde la capital extremeña a Madrid y ver jugar a su Real ante el Torino de Martín Vázquez.

Fue un viaje precipitado, ida y vuelta en el día, que a la mañana siguiente había entrenamiento. Juanito dormía cuando un tronco mal amarrado le eligió a él e indultó a los demás ocupantes del co-che. Jamás sabremos qué soñaba Juan aquella no-che. Quizá, que el Bernabéu volviera a corear su nombre. Un deseo que, en cualquier caso, sólo a él le ha sido concedido

C U L T U R A

pares en Londres. En 1910 Francia entra en el torneo, que se conoce como el de las Cinco Naciones.

Hasta 1993, el único trofeo físico que se otorga en el torneo es la Calcutta Cup.

El deporte en las islas Británicas está lleno de pro-tocolo y tradiciones y el rugby, para hacer buena la de-finición de “juego de salvajes jugado por caballeros”, no es menos.

Hasta la manera de celebrar el triunfo tiene su tra-dición y en el caso de la Calcutta, manda que si son los escoceses quienes se la quedan, el trofeo se llene de whisky y si son los ingleses, lo hacen de zumo de na-ranja como amistosa burla hacia el orgullo de los es-coceses con su bebida nacional. Siguiendo esta unión entre balón oval y celebración, el trofeo que la orga-nización creó en 1993 para el Cinco Naciones tiene el volumen exacto de cinco botellas de champagne, una por cada equipo participante.

El tercer tiempo, en el que los jugadores de los dos equipos y el árbitro comentan lo ocurrido en el parti-do con una cerveza en la mano, es una obligación del rugby de la que tampoco se sustrae la Calcutta.

En 1988, en Edimburgo, la copa se llenó de zumo de naranja, pero las jarras de los jugadores de mucha cer-veza. La juerga siguió por las calles de la capital esco-cesa y el 8 inglés Dean Richards, policía de profesión, y el flanker escocés John Jeffery acabaron pateando la legendaria copa, que quedó maltrecha.

Desde entonces, los equipos reciben una réplica y la original permanece en el museo de la RFU en Lon-dres. La federación inglesa sancionó a Richards con un partido, mientras que Jeffery estuvo seis meses sin jugar, castigado por la escocesa.

Pese a que los ingleses la han ganado en 64 ocasio-nes y los escoceses en 39, son estos últimos quienes dan más importancia a levantarla. La última década, el quince del cardo ha tenido que preocuparse más por no obtener la “cuchara de madera”, el simbólico tro-feo que distingue al país que no gana ningún partido en el Torneo, que alegrarse por triunfos.

Pero la motivación con la que los jugadores escoce-ses saltan a Murrayfield para enfrentarse a Inglaterra es la precursora de los grandes enfrentamientos de-portivos. Hay Boca-River, Madrid-Barça o Rangers-Celtic, pero el primero fue el Escocia-Inglaterra.

Con ímpetu de triunfo salieron también el pasado 4 de febrero. Los locales lograron irse al descanso con un 6-3 a favor. Dominaron el juego, pero el ensayo de Charlie Hodgson, el primero de Inglaterra en Edim-burgo, en un error de pateo de Dan Parks volvió a de-

cantar la batalla, como en Falkirk, a favor de los ingle-ses, pese al dominio escocés.

Un deporte de símbolosUna de las peculiaridades del rugby está en los emble-mas que distinguen a los equipos. Mientras otros de-portes usan el escudo nacional oficial, las selecciones de rugby bordan flores, animales y otros elementos en sus camisetas. Argentina es conocida como “los Pu-mas”, la hoja de helecho es mundialmente conocida como escudo de los temidos all blacks neozelandeses e incluso la Federación Española eligió un león bas-tante parecido a los que flanquean la entrada del Con-greso, pero cambiando la esfera de los de la Carrera de San Jerónimo por un balón oval.

El origen, cómo no, está en las islas británicas.

Inglaterra: una rosaA finales del siglo XV la casa de Lancaster y la de York se enfrentaron en una guerra por la corona inglesa. La divisa de los Lancaster es una rosa roja y la de York una blanca. El final de la guerra llevó al trono a la casa Tudor, con Enrique VII, que optó por fusionar los dos símbolos creando una rosa bicolor que luego, en su fundación, la RFU eligió como escudo.

Escocia: el cardoLa leyenda habla de que un destacamento de vikingos daneses intentó invadir territorio escocés aprove-chando la noche. No llevaban calzado para no hacer ruido, pero uno de ellos pisó un cardo, planta abun-dante en las praderas de Escocia, y su lamento desper-tó a los guardianes, que pudieron repeler la agresión. El “cardo guardián” tiene incluso una orden militar que data del siglo XVII.

Irlanda y Gales: tres plumas y un trébolHay quien incluso quiere ver los puerros que los sol-dados galeses usaban en sus cascos para distinguirse de los rivales. Pero la historia británica afirma que las tres plumas pertenecen al adorno del casco del rey Juan de Bohemia, derrotado por Eduardo II de Ingla-terra, que las entregó a su hijo como emblema herál-dico como primer Príncipe de Gales.

La religión ha marcado la historia de Irlanda y tam-bién lo hace en su camiseta verde. El trébol que apa-rece en cualquier pradera irlandesa fue lo que utilizó San Patricio, el primer misionero cristiano que llegó a la isla en el siglo V, para explicar el misterio de la Trinidad; tres personas y un solo dios


Está entre los mejores discursos motivacio-nales de la historia del cine. Mel Gibson, con la cara pintada de blanco y azul aren-ga a las irregulares tropas escocesas en la

batalla de Falkirk. “Nos pueden quitar la vida, pero nunca nos quitaran la libertad”, proclama Gibson, que interpreta al héroe mítico William Wallace.

No es casualidad que la primera vez que se escucha-ra en un campo de juego el himno “Flor de Escocia” fuera antes de un partido de rugby. Fue en 1974, en una gira de los British Lions por Sudáfrica, animados por el ala escocés Billy Steele. Pero los aficionados escoce-ses no olvidarán nunca la primera vez que lo escucha-ron en la catedral de su rugby, Murrayfield. El 17 de marzo de 1990 el quince del cardo cantó “Flor de Es-cocia” antes de empezar el partido contra Inglaterra.

La letra recuerda el triunfo de Robert Bruce sobre Eduardo II “Longshanks” en la batalla de Bannock-burn, para la que Wallace puso los cimientos. Y aque-lla tarde de marzo, Escocia venció 13 a 7 a los ingleses, se llevó el torneo de las 5 Naciones y con Grand Slam, premio que se lleva la selección que gana todos los partidos del clásico certamen del rugby europeo.

Y el equipo liderado por Gavin Hastings levantó la Calcutta Cup, una de las 39 que ha ganado desde 1879, cuando el trofeo, una copa de plata de 45 centímetros de alto, comenzó a disputarse entre las selecciones de Escocia e Inglaterra.

El origen de la copa se revela en su propio aspecto; un cilindro con dos cobras como asas y rematada por un elefante. El día de Navidad de 1872 un equipo de ingleses y otro de escoceses, galeses e irlandeses se enfrentaron en Calcuta. El partido supuso la llegada oficial del rugby a la India, entonces parte del Imperio Británico y la creación del Calcutta Club. Pero el clima indio, mucho más cálido que el de las islas británicas, acabó por desanimar a los deportistas, que optaban por otros deportes más cómodos como el tenis o el polo y el club acabó disolviéndose en 1878. Las ma-las lenguas añaden que el fin de la barra libre tras el partido también tuvo mucho que ver en la decadencia del club. Quedaron 60 libras en la caja al disolverse el CFC y con ellas se encargó una copa, que fue ofrecida

a la Rugby Football Union, la federación inglesa. La RFU barajó una competición de clubes semejan-

te a la entonces naciente FA Cup de fútbol, pero en-tendieron que frente al espíritu competitivo del balón esférico, la del oval debía destacar el carácter amateur y amistoso, por lo que se optó por un partido anual en-tre Escocia e Inglaterra. Tan amistoso que el primer enfrentamiento, en Edimburgo, acabó en empate.

Sólo las guerras mundiales han evitado que ingleses y escoceses se vean las caras anualmente. Contando el último enfrentamiento del 4 de febrero pasado en Murrayfield suman 119 las ediciones de este torneo, el más antiguo de los trofeos internacionales de la histo-ria del deporte, 50 años antes que el primer mundial de fútbol, el de Uruguay.

1883 marca el hito de la primera edición del enton-ces llamado Home Nations Championship, que en-frentaba a las cuatro selecciones de los países británi-cos; Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda. El torneo se repite anualmente y la Calcutta Cup se incluye dentro del calendario, los años pares en Edinburgo, los im-

CALCUTTA CUPDEPORTE DE SALVAJES JUGADO POR CABALLEROSTEXTO JAVIER LORENTE

L A H U E L L A D E L T I E M P O

C U L T U R A


El capitán Stefan G. Rasmussen y su pirmer oficial, Ulf Cedermark, despegan la aero-nave bautizada como Dana Viking, matrí-cula OY-KHO. A bordo llevan cinco sobre-

cargos y 122 pasajeros, entre ellos el gran portero de balonmano Tomas Svensson.

Día gris luminoso, amenaza tormenta de nieve. Hace frío, mucho frío. El termómetro no logra alcan-zar los 0 grados. Está siendo un invierno crudo en Escandinavia. Los pilotos reciben la autorización de la torre de control: “pueden despegar”. Y entonces avisan al pasaje: “abróchense los cinturones, vamos a salir, deseamos que tengan un buen viaje”.

El aparato blanco corre por la pista, coge la velo-cidad necesaria y comienza a elevar la proa. Es el punto de no retorno. Se levantan los trenes de ate-

rrizaje y, de repente, dos impactos en los dos moto-res traseros se suceden al mismo tiempo. El avión se desnivela. Algo está alterando las corrientes de aire en las alas. Sólo llevan 25 segundos en el aire y tratan de desacelerar los motores. No pueden.

Han pasado 78 segundos desde el momento del despegue. Se apagan los dos motores. El capitán Ras-mussen consigue nivelar el aparato tras un picado controlado. Les separan 980 metros del suelo.

“Torre de control de Arlanda, pedimos permiso para regresar de inmediato, nos fallan los dos mo-tores traseros”, grita por radio el capitán. El primer oficial Cedermark y el capitán Holmberg, que se encontraba en el avión como pasajero y que corrió hasta la cabina al percatarse de los problemas, tratan de reiniciar los motores. Las nubes no permiten ver

a qué distancia están de la tierra. Nadie consulta el altímetro.

Se abren las nubes, el suelo está demasiado cerca, a 270 metros. El capitán Rasmussen suda y guarda la calma. Ha visto un claro de bosque a su derecha. Ordena a todo el pasaje que adopte la postura de choque.

El avión cae poco a poco. Los pilotos intentan mantener los frenos aerodinámicos al máximo para que el golpe sea lo menos violento posible. El ala de-recha del avión golpea la copa de los árboles. El im-pacto es inmediato.

La colisión con los árboles provoca que el avión caiga a tierra con la cola por delante. Se desliza con la panza por la nieve como un trineo descendiendo sin control. La nave se parte en tres. El aparato detiene su deslizar descontrolado. Silencio.

Tomas Svensson abre los ojos, mira a izquierda y a derecha. Mira su cuerpo. Mira sus manos. Se frota el rostro. Vuelve a mirar a izquierda y derecha. Reina el silencio. Se incorpora como puede en el asiento. Mira adelante y atrás. Silencio. Las miradas de terror entre los pasajeros desatan la tensión. Gritos, lloros, abrazos, arañazos, golpes, dolor, incredulidad. No hay muertos. Ya son los 129 supervivientes del que se conocerá como “milagro de Navidad”.

Rasmussen, Cedermark y Holmberg lo han con-seguido, son los héroes del accidente de Gottröa. “La fortuna radicó en que las bajas temperaturas y la nieve impidieron que el combustible ardiera y el avión estallase”, recuerda un serio Svensson de mi-rada perdida.

Sirenas, luces, ambulancias, policía, bomberos, hierros, ruido, nieve, frío, caos, milagro. El combus-tible se había helado después de haber estado el apa-rato toda la noche a la intemperie. El hielo transpa-rente cubría todas las alas. La pericia de los pilotos consiguió que tardaran en caer cuatro minutos, cua-tro largos y eternos minutos que salvaron la vida de todos los ocupantes del vuelo 751. “Si has tenido un accidente aéreo es muy difícil volver a tener otro, es casi imposible, es el transporte más seguro. Si viajas conmigo ya no te puede pasar nada”. El guardameta habla como si estuviera vivo por regalo de la diosa

fortuna, aliviado por haber esquivado la guadaña de una muerte casi segura, inmortal en asuntos de vue-lo, impactado por contar una historia con final de-masiado feliz como para ser real. “No me preocupaba el impacto, lo más duro era ser consciente durante esos cuatro minutos de que no íbamos a sobrevivir”.

Hielo, uno fina capa de hielo, capaz de despren-derse golpeando los álabes y dificultando el vuelo. Un cúmulo de trágicas casualidades que salvaron unos pilotos que nunca se habían subido a un simu-lador de vuelo ni tenían la más remota idea de cómo reiniciar los motores. “Cuando viajo en los aviones intento ir al lado de una persona de complexión fuer-te, alguien alto, que pueda dominarme si me entra el pánico”.

En el vuelo 751, en aquel MCDonnell Douglas MD-81 de la aerolínea SAS, Svensson ocupaba el asiento del pasillo. “No veía nada de lo que estaba pasando, me angustiaba, quería saber qué sucedía. Ahora viajo siempre en ventanilla”.

Aquel despegue ha marcado su vida y a punto es-tuvo de poner fin a su carrera: “Tuve que elegir entre mi profesión, que me exige volar, y entre no volar. Elegí mi profesión”. Ahora se ha convertido en un experto en aviación y en ejercicios de relajación para cuando se altera en los despegues y aterrizajes.

El Gottrörakraschen, como se conoce el accidente aéreo de aquel fatídico 27 de diciembre, cambió la filosofía de vida de Tomas Svensson. “Puedes ir ha-cia arriba o hundirte”. El camino que siguió el sueco queda claro. A sus 44 años todavía defiende la por-tería del Reihn Neckar Lowen de la Bundesliga. En su mochila, éxitos en Asobal con Atlético de Madrid, Bidasoa, FC Barcelona, San Antonio y Valladolid. Quizá supo en aquel avión que no era su momento porque no pasó la película de su vida por su cabe-za. No se vio levantando sus dos mundiales, sus dos europeos ni sus tres medallas olímpicas. No se vio levantando sus seis ligas ni sus seis copas de Europa.

Siempre ha dicho que le gustaría llegar a la jubila-ción jugando y, conforme las canas van apareciendo en su pelo, se puede pensar que el bueno de Tomas, cuando lo decía, no estaba de broma: “Los últimos años de mi vida han pasado volando”. Paradójico

“Si viajas conmigo ya no te puede pasar nada. Si has tenido un accidente aéreo es muy difícil volver a tener otro”

Vuelo 751

7 de diciembre de 1991. Aeropuerto de ArlAndA, estocolmo. 6.00 horAs. lA megAfoníA AnunciA que el Avión mcdonell douglAs vA A despegAr destino Aeropuerto de frederic chopin de vArsoviA con escAlA en copenhAgue. hAy riesgo de nieve...

TEXTO MARÍA SORRIBES

C U L T U R A

profundidad en el trato de las informaciones, menos profe-sionalismo, falta de análisis profundo... En general, hay más participación, diálogo y debate, pero con menos profundidad, y se tiende a quedar todo en la superficie”. El pueblo publica, el pueblo decide y, entonces… ¿el periodista qué hace? ¿Cuál es su sentido? ¿Cómo defender su profesión en mitad de este ruido comunicativo?Paradójicamente, en medio de esta ensalada de incertidum-bres, han surgido tendencias que, como mínimo, plantean una corriente alternativa al caos reinante. Se trata de pro-ductos que, con una gran fe en su propia marca y en el universo que pretenden crear en torno a ella (un concepto, un público, un estilo), han organizado en torno a su cabecera una forma de hacer periodismo que se di-semina por todos los formatos y vías comunicativas: papel, web, redes sociales… Según Jorge Latorre, profesor de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Navarra y autor de la prestigiosa colec-ción fotográfica sobre el 11-S Nueva York, antes y después, “ha nacido una variante del tradicional periodismo de-portivo que, defendiendo las esencias de este oficio, apli-ca fórmulas muy contempo-ráneas. Allí estáis Cuadernos del Baket, Jot Down Deportes, Quality Sport… Tal vez, con vuestro ímpetu por asomar la cabeza y aprovechar las nuevas tecnologías, estéis generando algo novedoso”.En opinión de Jorge Latorre, “estos nuevos productos cuen-tan con lectores, usuarios, oyentes y followers. Son leí-dos, escuchados, vistos y tui-teados. No tienen un formato, sino que son un concepto edi-

torial que se reproduce en va-rios formatos. Por ahora no ge-neran grandes ganancias, pero han conquistado ciertos espa-cios de influencia antes veta-dos para ellos. Son como ‘una nueva ola’. Incluso los gran-des grupos pretenden hacer lo mismo, aunque anclados en viejas fórmulas que no les per-miten avanzar… La gran pre-gunta es si esto es Periodismo o Comunicación. O, para ser más exactos, si el Periodismo se ha difuminado dentro de una es-trategia que lo convierte en un formato de comunicación más… Esa es la cuestión. Yo apuesto porque es el germen de un nuevo periodismo”.El reto para las cabezas pen-santes de esta profesión está claro: “Hay que responder a dos dilemas: el primero es el modelo de negocio adecuado en una sociedad de ‘todo gra-tis’ donde hay fuentes de in-formación alternativas que, de alguna forma, han hecho que los medios hayan perdido la exclusiva de dar noticias. Y el otro es la consecuencia de todo esto: la precariedad laboral, con un modelo de negocio que se va a pique y con periodistas por doquier, el auténtico perio-dista ha perdido parte de su va-lor”, señala Juan Manuel Roca.La metamorfosis todavía no ha terminado. El periodista está saliendo de ese sueño in-tranquilo y quizá, como dice Mario Tascón, “con imagina-ción y con otras estrategias diferentes a las que lo han lle-vado a su desaparición el pe-riodismo saldrá de esta crisis. ¿Escuchando a los lectores? ¿Ofreciendo material diferen-te y bien escrito? ¿Siendo res-petados por no tener intereses ocultos?”. De momento, nadie sabe a ciencia cierta de qué manera

uando el perio-dista se desper-tó una mañana después de un sueño intranqui-lo, se encontró

sobre su cama convertido en un @#www140caracterespin. Ni la ficción de Kafka hubiera imaginado una metamorfosis como la que está viviendo el periodismo los últimos años. El oficio había cambiado en un suspiro... ¿O tal vez llevaba co-cinándose desde hace tiempo y en las redacciones nadie intuyó semejante giro? Preguntemos a algunos de sus protagonistas.Mario Tascón conoce de cerca el periodismo clásico, pero no es un nostálgico. Su carrera es muy significativa en este senti-do: es autor de ‘Twittergrafía’ consultor en comunicación digital y posee experiencia en medios como El Mundo y El País, además de dirigir el Manual del español para Internet, redes sociales y nue-vos medios de Fundéu. Él ha decidido huir hacia adelan-te porque “si un periodista es curioso, debería estar conten-to de participar y vivir uno de los cambios más importantes

en esta profesión. No hay que tener miedo al cambio y hay que saber asumir las pérdi-das”. Juan Manuel Roca, doc-tor en comunicación por la Universidad de Navarra, pe-riodista y autor de, entre otros libros, ‘Revolución LinkedIn’, apoya la moción de su compa-ñero y opina que “la web 2.0 y las redes sociales han trans-formado el periodismo de una forma solo comparable a lo que supuso la invención de la im-prenta, pero saldrá reforzado de este profundo debate”.Pero hasta que esto suceda, ¿qué está pasando a los perio-distas? La respuesta es que se están reinventando a sí mis-mos, mudando mesas en las redacciones para convertirlas en eso que llaman redaccio-nes integradas, cambiando la mentalidad del cierre diario, multiplicando su capacidad para absorber información de fuentes nuevas y para escribir con la velocidad que requiere la era 2.0. La perestroika digi-tal no está sólo dando a luz un nuevo tipo de periodista, sino a un cambio de la profesión en sí misma, y por ende, de lo que la sociedad reclama a los

plumillas. El diseñador Javier Mariscal dijo hace unos días durante unas jornadas artísti-cas que la gente “pide a gritos” que la información esté bien ordenada porque los ciudada-nos necesitan la comunicación “como un alimento”.Y ordenada estaba hasta que internet llegó. Ahora es tiem-po de mutar las formas de ha-cer y decir las cosas o, como dice Javier Domínguez, redac-tor jefe de Marca.com, “hay que aceptar las reglas del jue-go y utilizarlas también”. Las nuevas armas son poderosas. Podemos anunciar un gol de Messi tan alto como rápido lo difunde la red social, y multi-plicar el impacto de cualquier noticia. Este es el problema y el reto: saber destacar una en-tre muchas más noticias que hace unos años. Son tiempos para convertir a ateos en la fe del buen hacer periodísti-co, la que practican muchos, aunque la Nube los tape: los periodistas de verdad, los que tienen buenas fuentes y bue-na preparación. De esos, según Domínguez, siempre habrá. Lo que sí se está perdiendo en este tortuoso camino es “la labor de calle, ahora el perio-dismo es de salón, todo te lle-ga al ordenador, al móvil en detrimento del periodismo de investigación”. Tanto tweet, tanta instantenidad y rumores han creado una fórmula mate-mática que da como resultado lo que Roca califica de “tiranía de la última hora”. Según este experto, “hay menos rigor y

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La madurez de MárquezP O R M I G U E L S E R R A N O

*Miguel Serrano ha sido enviado especial de MotoGP con TVE y actualmente es presentador de La Sexta y Marca TV.

Se acabaron los malos tiempos para Marc Márquez. Unos problemas de visión han lastrado la preparación del piloto catalán desde que terminó la temporada pasada hasta el inicio de la nueva. Los amantes del motor

pueden estar tranquilos. Hace poco me confirmó que está recuperado al cien por cien y que no tendrá problemas ni siquiera en su debut.

Tampoco los tendrá en Qatar, donde la nocturnidad de la carrera podría hacernos presagiar posibles dudas acerca de su rendimiento. Bajo estas premisas, Márquez se postula como mi principal favorito para llevarse este nuevo Mundial. Aunque, como él ha comentado en más de una ocasión, correrá bajo el inconveniente de haber tenido una pretemporada más corta que la del resto de sus rivales. Este factor le pone en cierta desventaja frente a los Simón y compañía. Pese a estar un peldaño por debajo, los que conocemos a Marc sabemos que se defenderá incluso en esta primera carrera. Su debut no defraudará.

Mejorará en cada prueba hasta encontrar su mejor nivel. Creo que ya en Jerez rodará en sus mejores condiciones. Si todo fluye con normalidad y Marc no sufre ningún accidente, lesión o circunstancia que le lastre, será campeón de largo. Nadie parece poder plantarle cara si está en plena forma.

Es cierto que su impulsividad puede jugarle buenas y malas pasadas. Es capaz de ganar una carrera en la que haya salido en el puesto número 17, pero en otras ocasiones ese ímpetu le puede provocar riesgos innecesarios. Pero este curso la situación parece que va a dar un giro. Márquez está en ese proceso de maduración en el que va a saber administrar sus fuerzas y energías. Sabe que, en muchas ocasiones, es mejor amarrar un quinto puesto que ir a por el liderato y quedarse sin nada. Si mantiene ese punto reflexivo ganará el campeonato de calle.

Quizás en las primeras pruebas no destaque tanto, pero seguro que pronto encontrará ese nivel en el que será clave su manejo de las circunstancias. Este proceso ya lo vivió Jorge Lorenzo en 2007, cuando comenzaba a entrevistarle. “He aprendido a ser cuarto”, decía. Cuando una frase de este tipo sale de la boca de un piloto es que su proceso de maduración está a punto. Les pasa a todos. Márquez tiene que saber que, en algunas ocasiones, no se tiene que dejar la vida en quedar primero. En cuanto a sus principales rivales, veo a Simón como el más destacado. Puede haber una lucha bonita entre ellos dos.

Si está tranquilo le meterá en muchos problemas a Márquez. Toni Elías también puede entrar en ese grupo, aunque su año será una incógnita después de no haber cuajado en la máxima categoría. No olvidemos que ya ha sido campeón mundial. Por último, Pol Espargaró puede ser la grata sorpresa de un campeonato en el que Márquez cuenta con todas las papeletas para salir campeón.

“MÁRQUEZ SERÁ

CAMPEÓN DE LARGO. SU

IMPULSIVIDAD PUEDE

JUGARLE BUENAS Y

MALAS PASADAS”

O P I N I Ó N

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