Qué Hay Detrás...

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1 Candidato a Magister en Hábitat y Pobreza Urbana en América Latina por la Universidad de Buenos Aires. Licenciado en Sociología de la Universidad Nacional José Faustino Sánchez Carrión, Región Lima, Perú. ¿Qué hay detrás? Disparador para el análisis del espacio electoral peruano. Lic. Wilder Chavarria Diaz 1 . No es cualquier candidato quien determinará mejores condiciones para los ciudadanxs de un país, es lo que está por debajo y la estructura los que definen el cambio nación. Por ello, de propuestas revolucionarias presidenciales solemos pasar con frecuencia a reformas estéticas. Nuestras candidaturas peruanas se descomponen en sus argumentos, porque no tienen trayectoria y las viejas trayectorias políticas se han dejado coludir por el confort y las más modernas mañas. ¿Qué hacer, si realmente queremos un cambio? ... Pues, ese cambio pasa justamente por renunciar a las instituciones del '90, a desmitificar el agro, a descompadecer sus movimientos agrarios, a criticar su inmovilidad y ver, definitivamente ver, en las ciudades y los nuevos movimientos urbano populares (Vivienda - hábitat, LGTB, Protestantes, urbano-ambientales, etc), como la instancia que dialogue para la re-definición de la política social y económica del país, toda vez que éstas dejen de ser reguladas y/o sometidas por el capitalismo democrático. Entonces, la lucha del campo a la ciudad es inviable, porque no hay campo quien la sostenga, porque la fuga aconteció el siglo pasado con la migración y las potencialidades se encuentran en la ciudad y sus herederos. Renunciar, implica, dejar el mal obraje... Entonces, outsider y de los de la vieja data podrán tener tanto verbo, pero de tan poca sustancia que el sentimentalismo se convierte en el movilizador de adhesiones. ¿Que nos augura el 2016 para los peruanos? Pues es simple, por un lado, el sistema de poder que desea mantenerse y neo-movimientos políticos (Hoy llamados alianzas) que aspiran al poder, con muy buenas intenciones, pero que, irán perdiendo "la hoja de ruta", porque es en sí, el modelo quien gobierna, de lo que está por debajo y lo que se visualiza en las estructuras. Ya también lo precisaba Mujica: el gran error del siglo pasado fue confiar en que el revertimiento de las fuerzas productivas iba a reducir la pobreza regional, dejando olvidado, lo cultural en lo económico, político y social. En resumo, una clara propuesta educativa y cultural que trascienda fronteras, que eduque y resocialice, es desde mi perspectiva, las condiciones necesarias que definirán la base para la introducción de un modelo que desprecie centrismos y/o hegemonismos; lo demás es paliativo o intentos con errores frecuentes que no consumen un norte. No obstante, marxistas y neo- marxistas, criticarán, al excluir lo económico, pero, ¿No nos demuestra acaso, la actual realidad latinoamericana que la primacía del dimensionamiento económico en las políticas de los gobiernos progresistas es fallida? La generación del 80, tenemos mucho que decir, nos corresponde, históricamente, analizar nuestra biografía y que ésta dialogue justamente con las políticas de los gobiernos nacionalistas, populares, de derecha y de concertación, pero sobre todo curar la deuda que nos mantienen las generaciones anteriores. Avivo, una voz académica, de los venidos de abajo, de quienes compartieron el comedor popular y hoy son catedráticos, de quienes fuimos subsidiados con el buzo plomo-naranja y de los crecidos con Juntos, sino, entonces ¿Quién va a hablar por los pobres?

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Disparadores de la coyuntura electoral peruana 2015.

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1 Candidato a Magister en Hábitat y Pobreza Urbana en América Latina por la Universidad de Buenos

Aires. Licenciado en Sociología de la Universidad Nacional José Faustino Sánchez Carrión, Región Lima,

Perú.

¿Qué hay detrás? Disparador para el análisis del espacio electoral peruano.

Lic. Wilder Chavarria Diaz1.

No es cualquier candidato quien determinará mejores condiciones para los ciudadanxs de un

país, es lo que está por debajo y la estructura los que definen el cambio nación. Por ello, de

propuestas revolucionarias presidenciales solemos pasar con frecuencia a reformas estéticas.

Nuestras candidaturas peruanas se descomponen en sus argumentos, porque no tienen

trayectoria y las viejas trayectorias políticas se han dejado coludir por el confort y las más

modernas mañas.

¿Qué hacer, si realmente queremos un cambio? ... Pues, ese cambio pasa justamente por

renunciar a las instituciones del '90, a desmitificar el agro, a descompadecer sus movimientos

agrarios, a criticar su inmovilidad y ver, definitivamente ver, en las ciudades y los nuevos

movimientos urbano populares (Vivienda - hábitat, LGTB, Protestantes, urbano-ambientales,

etc), como la instancia que dialogue para la re-definición de la política social y económica del

país, toda vez que éstas dejen de ser reguladas y/o sometidas por el capitalismo democrático.

Entonces, la lucha del campo a la ciudad es inviable, porque no hay campo quien la sostenga,

porque la fuga aconteció el siglo pasado con la migración y las potencialidades se encuentran

en la ciudad y sus herederos. Renunciar, implica, dejar el mal obraje...

Entonces, outsider y de los de la vieja data podrán tener tanto verbo, pero de tan poca

sustancia que el sentimentalismo se convierte en el movilizador de adhesiones.

¿Que nos augura el 2016 para los peruanos? Pues es simple, por un lado, el sistema de poder

que desea mantenerse y neo-movimientos políticos (Hoy llamados alianzas) que aspiran al

poder, con muy buenas intenciones, pero que, irán perdiendo "la hoja de ruta", porque es en

sí, el modelo quien gobierna, de lo que está por debajo y lo que se visualiza en las estructuras.

Ya también lo precisaba Mujica: el gran error del siglo pasado fue confiar en que el

revertimiento de las fuerzas productivas iba a reducir la pobreza regional, dejando olvidado, lo

cultural en lo económico, político y social.

En resumo, una clara propuesta educativa y cultural que trascienda fronteras, que eduque y

resocialice, es desde mi perspectiva, las condiciones necesarias que definirán la base para la

introducción de un modelo que desprecie centrismos y/o hegemonismos; lo demás es paliativo

o intentos con errores frecuentes que no consumen un norte. No obstante, marxistas y neo-

marxistas, criticarán, al excluir lo económico, pero, ¿No nos demuestra acaso, la actual

realidad latinoamericana que la primacía del dimensionamiento económico en las políticas de

los gobiernos progresistas es fallida?

La generación del ’80, tenemos mucho que decir, nos corresponde, históricamente, analizar

nuestra biografía y que ésta dialogue justamente con las políticas de los gobiernos

nacionalistas, populares, de derecha y de concertación, pero sobre todo curar la deuda que

nos mantienen las generaciones anteriores.

Avivo, una voz académica, de los venidos de abajo, de quienes compartieron el comedor

popular y hoy son catedráticos, de quienes fuimos subsidiados con el buzo plomo-naranja y de

los crecidos con Juntos, sino, entonces ¿Quién va a hablar por los pobres?