¿Quiénes son republicanos?El republicanismo

rousseauniano y su influencia en Kant

Asignatura: Republicanismo Ayudante: Diego Córdova

Universidad Diego Portales

La búsqueda de un gobierno que sea seguro,

pero a la vez legítimo. El hombre nació libre y por todas partes se

encuentra encadenado. Las fuentes de autoridad ilegítimas, dadas por

legítimas: contradicción derecho/hecho. Sólo los pactos acordados de manera mutua

son fuentes legítimas de derecho. El contrato social y la construcción de la

voluntad general.

Rousseau y la libertad civil

Reemplazo de la libertad natural por la

libertad civil. Libertad civil como una superación de la

libertad natural: le entrega moralidad a nuestros actos.

Libertad civil se sustenta en el ejercicio del autodominio: en la sumisión de los intereses particulares por los del cuerpo: la voluntad general.

Sólo soy libre en la medida que obedezco los designios de la voluntad general, que, en último término, son mis designios.

«Quién rehúse a seguir los lineamientos de la voluntad general será obligado a obedecerle por todo el cuerpo, lo que no es otra cosa que forzarlo a ser libre»

• La obligación política legítima. Sólo se es libre cuando mi individualidad está resguardada del arbitrio de los más poderosos.

• En el Discurso sobre el origen de la desigualdad entre los hombres señala que nadie debe ser tan rico como para comprar a alguien, ni nadie tan pobre como para venderse.

• Esto puede regularse mediante la voluntad general.

Ser forzado a ser libre

El pueblo como soberano absoluto, la voluntad

general como rectora de todos los actos. La imposibilidad representativa en Rousseau. La soberanía indivisible y la desconfianza en

los partidos. No obstante, su desconfianza en la

democracia y su cuestionamiento respecto del manejo del poder legislativo y ejecutivo en las mismas manos.

¿Incoherencia teórica en Rousseau?

…pero, ¿es Rousseau un republicano?

El fin de la paz perpetua sólo puede concebirse en tanto las

naciones adopten constituciones republicanas. Es aquélla establecida bajo los 3 principios republicanos

(Teoría y práctica):1. Libertad en cuanto hombres.2. Dependencia de todos respecto a una única legislación (*

difiera con lo expuesto en Teoría y Praxis: Independencia en cuanto súbditos).

3. Igualdad de todos ante la ley en cuanto ciudadanos. Así se funda una constitución civil bajo la guía del derecho

público (ius civitatis). Todas las personas que se ejerzan influencias entre sí deben

pertenecer a una constitución civil.

Kant, republicano

Sólo en una constitución republicana se deriva de una idea de

contrato originario y sobre la que deben fundarse las normas jurídicas de un pueblo.

Sólo una constitución republicana puede tender a la paz perpetua. El republicanismo se funda en la división de poderes, en la

soberanía popular y en el mecanismo representativo. En el plano internacional, la consecuencia de la tendencia hacia la

paz está sustentada en que la decisión racional de una soberanía popular, en tanto una pluralidad de voluntades racionales para convencer, hace mucho más difícil la tendencia a la discordia. Al ser ellos los depositarios de la soberanía no la pondrán en riesgo en escenario de guerra.

La división de poderes sirve para proteger a los ciudadanos contra el régimen mismo.

En la medida en que Kant afirma la tesis del

carácter popular de la soberanía y la necesidad de que todo poder legítimo debe ejercerse con base a leyes que reflejen o expresen la voluntad general de la comunidad política, podríamos afirmar que efectivamente se trata de un pensamiento inspirado en el republicanismo.

La preeminencia de la libertad: un estado libre y racional está dado por la legalidad republicana: leyes que un pueblo se da a sí mismo mediante sus representantes.

Kant distingue entre un estado republicano y un

gobierno que puede ser monárquico, aristocrático o democrático.

La diferencia radica en que el ejercicio del poder político debe estar basado en la voluntad popular expresada en leyes, como resultado de la voluntad general y con una clara división de poderes.

La democracia jamás puede cumplir dicho propósito pues confunde poder legislativo con ejecutivo (tesis rousseauniana).

Libertad hombre Igualdad súbdito Independencia ciudadano

Son los principios únicos para que sea conformado un estado de manera racional externa.

Los tres principios republicanos

“Nadie me puede obligar a ser feliz a su

modo… sino que es lícito a cada uno buscar su felicidad por el camino que mejor le parezca, siempre y cuando no cause perjuicio a la libertad de los demás para pretender un fin semejante, libertad que puede coexistir con la libertad de todos según una posible ley universal” (Kant, 2005: 113).

En base a esto emerge la crítica al gobierno paternalista.

1. Libertad en tanto hombre

La perspectiva de que cada hombre puede

buscar su felicidad individual, siempre y cuando respete los márgenes de la ley que permiten la vida exterior.

Un gobierno que intente promover un tipo de felicidad y trate a los gobernados como niños es el más despótico de todos los gobiernos.

Es una constitución que suprime la libertad del súbdito.

El gobierno indicado es el patriótico, que es el

único capaz de concebir hombres capaces de tener derechos.

“es aquel modo de pensar en que cada uno sólo se considera autorizado para preservar sus derechos mediante leyes de voluntad común, pero no para someter a su capricho incondicionado el uso de todo ello. Este derecho de libertad le asiste al miembro de la comunidad en cuanto hombre… de un ser que…es capaz de tener derechos” (Kant, 2005: 113).

Todos quienes viven dentro de un estado son

súbditos de la ley. Todos los súbditos son iguales ante las leyes. Sin

importar su condición o posición. Sólo se exime de ésta el jefe de estado, ya que el

es el fundador o conservador de la sociedad y no puede castigarse a sí mismo.

“…todos, en cuanto súbditos, son iguales entre sí, porque ninguno puede coaccionar a otro sino por medio de la ley pública (y a través de su ejecutor; el jefe de Estado) (Kant, 2005:114).

2. Igualdad en cuanto súbdito

Igualdad en cuanto súbditos que pueden ser

coaccionados por las leyes. Sólo el jefe de la comunidad no puede ser

coaccionado, ya que él es quien tiene que hacer efectivas las sanciones.

Y si se castigara a sí mismo sería un círculo infinito.

También es lícito con esta condición de igualdad que cualquier súbdito pueda escalar en la sociedad de acuerdo a donde le lleven sus talentos.

Nadie puede suprimir o renunciar sus derechos. Ni

tampoco ser obligado externamente. Nadie puede reclamar un derecho de superioridad

innato. Los ciudadanos nacen en una posición de igualdad. argumento contrario a las castas hereditarias (ilegítimas).

Sí existe un derecho innato en donde cada súbdito convive con los albedríos de los demás súbditos, sabiendo que sus márgenes de acción para ser libres son el respeto a no atentar con el de los demás.

"Ahora bien: como el nacimiento no es una

acción por parte del que nace, y consiguientemente no puede acarrear a éste ninguna desigualdad de estado jurídico ni sometimiento alguno a leyes coactivas... resulta que no puede haber ningún privilegio innato de un miembro de la comunidad -en cuanto cosúbdito - sobre otro; y nadie puede legar a sus descendientes el privilegio de la posición que tiene dentro de la comunidad" (Kant, 2005: 115)

En definitiva, un hombre puede ser feliz, a

pesar de no ser socioeconómicamente igual al resto, sabiendo que tiene una igualdad de derechos u que sólo depende de su capacidad o sincera voluntad el alcanzar a los más aventajados.

La independencia de cada miembro de la

comunidad en cuanto ciudadano se refiere a su rol de colegislador.

Sólo aquellos que posean cierta independencia de juicio pueden formar parte del estado.

Esto es, todos quienes viven en una comunidad pueden ser libres en cuanto hombres, iguales en cuanto súbditos, mas sólo los independientes pueden ser ciudadanos.

3. Independencia en cuanto ciudadano

Con independencia se refiere a independencia

económica que deriva en independencia política.

Sólo aquellas personas que puedan valerse de sí mismos y no dependan de alguien más para vivir pueden tener una opinión política formada, proclive al bien común.

Sólo aquéllas pueden estar libre de corrupción o de cooptación de su voluntad.

Ahora bien, ninguna voluntad particular puede

ser legisladora para una comunidad. “a esta ley fundamental, que sólo puede

emanar de la voluntad general (unidad) del pueblo, se le llama contrato originario” (p. 118).

Aquel que tiene derecho a voto en la legislación se le llama ciudadano. La única cualidad exigida para ello es ser dueño de sí mismo o su propio señor.

“Mas he ahí un contrato originario, el único

sobre el que se puede fundar entre los hombres una constitución civil, legítima para todos sin excepción, el único sobre el que se puede erigir toda una comunidad” (p.120).

este contrato es una mera idea de la razón, que no puede esperar ser encontrado en los libros de historia, pero que nos ofrece presupuestos legítimos para entender cómo se construyen las sociedades.

La idea de un contrato originario

Las ideas fundadas en el contrato originario son

para entender que tipo de regulaciones han de ser las legítimas. Aquellas que emanaron de la voluntad de todo un pueblo.

Estas legislaciones emanan para exponer qué es lo justo. No busca la felicidad, ya que ésta última es muy variable y no existen principios para delimitarla.

Son principios de justicia, y deben ser aceptados por los súbditos, a pesar de que piensen que atente contra su felicidad.

Se debe tener en claro que los principios de justicia

que emanan nos ponen a todos en una igualdad ante la ley. La felicidad de cuada habitante de la comunidad debe ser buscada en cuanto es libre como hombre para perseguir el fin que estime conveniente siempre y cuando no interfiera con la libertad del otro.

Nadie puede resistirse a una ley legítima ni oponerle resistencia al estado al hacer práctica dicha voluntad.

Atentar contra el estado es el mayor de los crímenes.

“…y no hay comunidad jurídicamente constituida sin tal

poder, sin un poder que eche por tierra toda resistencia interior, pues ésta acontecería conforme a una máxima, que, universalizada, destruiría toda constitución civil, aniquilando el único estado en que los hombres pueden poseer derechos en general” (p.123).

“…todo levantamiento que estalle en rebelión, es el delito supremo y más punible en una comunidad, porque destruye sus fundamentos” (p.123)

No se puede oponer el pueblo incluso si el Jefe de Estado está cometiendo actos tiránicos y violando el contrato originario.

Actuar de esa manera es suprimir el estado

jurídico y retornar al estado de naturaleza. Ninguna constitución podría sobrevivir si sus

súbditos pudieran, en relación a sus impulsos, atentar contra el estado.

Es importante entender que la instauración de un contrato que deriva en la construcción del estado se basa en principios de justicia y no de felicidad.

“Asimismo, resultará comprensible que, antes

de existir voluntad general, el pueblo no posee ningún derecho de coacción contra quien le manda, porque sólo a través de éste puede aquél coaccionar jurídicamente; pero si existe esa voluntad general, tampoco puede ejercer coacción alguna contra él, pues en ese caso el pueblo mismo sería la autoridad suprema; en consecuencia, nunca corresponde al pueblo un derecho de coacción (una facultad para oponerse, sea de palabra o de obra) contra el Jefe de Estado” (Kant, 2005: 126).