Rapsodia, de Luis Alberto Ávila

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EDITORIAL CRÓNICA JALISCIENSE Incomprensión rodante Guadalajara sufre, hoy en día está convertida en la ciudad del insulto, de la mentada de madre, de la discordia entre sus habitantes. Le duele mirar la falta de comprensión entre quienes han optado por la movilidad motorizada y aquellos que tomaron por opción el uso de la bicicleta. Durante muchos años lidió con el embate de la modernización, el urbanismo de principios del siglo XX trajo consigo la llegada de vehículos de motor, recuerda con nostalgia el tránsito de las carretas y su suplantación por los coches, no está segura si esta convivencia de medios de transportes fue tan dolorosa. Recuerda y vive algunos encuentros significativos, sobre todo entre la llegada de nuevos medios de transporte como el tren ligero y el arribo de esos autobuses azulitos que llamaron “macrobus”, sin embargo, la costumbre fue lo que amainó el problema. Tal vez esta sea la solución para el actual conflicto, tener un poco de paciencia y espera que la costumbre apacigüe los ánimos Pero mientras tanto, ¿qué puede hacer?, esta incomprensión ha cobrado varias víctimas en lo que va de este 2015. Es consciente que no está preparada para hacer de la bicicleta el principal medio de movilidad, reconoce que sus calles pueden ser trampas mortales para su circulación. Además ella conoce a su gente, sabe que no existe una cultura vial, tanto en automovilistas y motociclistas, como en ciclistas y peatones. Un buen día, le pintaron algunas esquinas de verde, aparecieron unos módulos rojos cargados de bicicletas, creció el número de ciclistas, aparecieron los conflictos. Mientras sus autoridades aseguran que la ciudad tiene las condiciones para convertirse en una urbe sustentable, Guadalajara sabe que su gente, entre ellos sus gobernantes, no tiene ni idea de lo que ello representa, sufre. Primer y último recuerdo Torres en azul y blanco se visualizan desde la carretera al llegar a la cabecera del municipio de Ameca, si viene de Guadalajara, esta es una de las primeras edificaciones que se distinguen con claridad. Se trata del Santuario de Guadalupe, localizado en el barrio conocido anteriormente como el de “la otra banda” hoy conocido como “El Santuario”. Ameca es una ciudad con profundo respeto a la identidad barrial, en el que cada barrio tiene sus lugares que sirven de referente al propiciar un carácter común que identifica a sus pobladores. En este caso, para el otrora barrio de “la otra banda”, fue la edificación del Santuario lo que serviría para reconocer a quien por ahí habitaban. Podría decirse que ser del barrio del Santuario les daba cierto “cache” a sus habitantes, antes conocido, tan solo, por residir en la otra banda, es decir, al otro extremo del río Ameca, mismo que separa al primer cuadro de la cabecera municipal de las orillas de la ciudad. Por encima de la creencia religiosa, El Santuario, a lo largo de su historia se ha constituido junto con la parroquia de Santiago Apóstol o del Señor Grande de Ameca, como ícono de la estampa amequense. Su ubicación a la salida de la ciudad hace que sus torres sean el último recuerdo de su tierra, de aquellos que migran al país vecino en busca del llamado “sueño americano”. LO NECESARIO Se acaban de enterar En días pasados el periódico Reforma publicó una encuesta sobre la percepción de la corrupción en México. De acuerdo a los resultados el 60 por ciento de los mexicanos, tiene la sospecha que los niveles de corrupción han aumentado. En ese mismo tenor, el estudio arrojó que la corrupción es concebida como el principal problema del país y, por si tenían la duda, el 92 por ciento de los encuestados consideró que las propiedades que han comprado nuestros gobernantes y exgobernantes provienen de dinero tomado “prestado” durante sus administraciones. Para rematar, la gente desconfiada dice que los partidos políticos son las instituciones más corruptas, ¿puede creer eso? Ya se imaginarán cómo estarán nuestros políticos de preocupados, aunque, en realidad, creo se acaban de enterar. DESCANSO Somos tan extraños que mientras más pensamos en el futuro, más nos aferramos al pasado. RAPSODIA

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Trabajo final realizado en el curso Periodismo y Creatividad del Centro de Formación en Periodismo Digital.Universidad de GuadalajaraSistema de Universidad VirtualCentro de Formación en Periodismo Digita Av. de la Paz No. 2453, Col. Arcos Vallarta, Guadalajara, Jalisco. C.P. 44140Tels. 3268-8888 / 3134-2222 ext. 18849Nacional (0133), Internacional (+5233)Larga Distancia, República Mexicana01800 5819 111Sitio web: http://www.centroperiodismodigital.org/

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Page 1: Rapsodia, de Luis Alberto Ávila

EDITORIAL

CRÓNICA JALISCIENSE

Incomprensión rodante

Guadalajara sufre, hoy en día está convertida en la ciudad del

insulto, de la mentada de madre, de la discordia entre sus habitantes. Le

duele mirar la falta de comprensión entre quienes han optado por la

movilidad motorizada y aquellos que tomaron por opción el uso de la

bicicleta.

Durante muchos años lidió con el embate de la modernización, el

urbanismo de principios del siglo XX trajo consigo la llegada de vehículos

de motor, recuerda con nostalgia el tránsito de las carretas y su

suplantación por los coches, no está segura si esta convivencia de medios

de transportes fue tan dolorosa.

Recuerda y vive algunos encuentros significativos, sobre todo entre

la llegada de nuevos medios de transporte como el tren ligero y el arribo

de esos autobuses azulitos que llamaron “macrobus”, sin embargo, la

costumbre fue lo que amainó el problema. Tal vez esta sea la solución para

el actual conflicto, tener un poco de paciencia y espera que la costumbre

apacigüe los ánimos

Pero mientras tanto, ¿qué puede hacer?, esta incomprensión ha

cobrado varias víctimas en lo que va de este 2015. Es consciente que no

está preparada para hacer de la bicicleta el principal medio de movilidad,

reconoce que sus calles pueden ser trampas mortales para su circulación.

Además ella conoce a su gente, sabe que no existe una cultura vial, tanto

en automovilistas y motociclistas, como en ciclistas y peatones.

Un buen día, le pintaron algunas esquinas de verde, aparecieron

unos módulos rojos cargados de bicicletas, creció el número de ciclistas,

aparecieron los conflictos. Mientras sus autoridades aseguran que la

ciudad tiene las condiciones para convertirse en una urbe sustentable,

Guadalajara sabe que su gente, entre ellos sus gobernantes, no tiene ni

idea de lo que ello representa, sufre.

Primer y último recuerdo

Torres en azul y blanco se visualizan desde la carretera al llegar a la cabecera del municipio de

Ameca, si viene de Guadalajara, esta es una de las primeras edificaciones que se distinguen con

claridad. Se trata del Santuario de Guadalupe, localizado en el barrio conocido anteriormente como el

de “la otra banda” hoy conocido como “El Santuario”.

Ameca es una ciudad con profundo respeto a la identidad barrial, en el que cada barrio tiene

sus lugares que sirven de referente al propiciar un carácter común que identifica a sus pobladores. En

este caso, para el otrora barrio de “la otra banda”, fue la edificación del Santuario lo que serviría para

reconocer a quien por ahí habitaban.

Podría decirse que ser del barrio del Santuario les daba cierto “cache” a sus habitantes, antes

conocido, tan solo, por residir en la otra banda, es decir, al otro extremo del río Ameca, mismo que

separa al primer cuadro de la cabecera municipal de las orillas de la ciudad.

Por encima de la creencia religiosa, El Santuario, a lo largo de su historia se ha constituido junto

con la parroquia de Santiago Apóstol o del Señor Grande de Ameca, como ícono de la estampa

amequense. Su ubicación a la salida de la ciudad hace que sus torres sean el último recuerdo de su

tierra, de aquellos que migran al país vecino en busca del llamado “sueño americano”.

LO NECESARIO

Se acaban de enterar

En días pasados el periódico Reforma publicó una encuesta

sobre la percepción de la corrupción en México. De acuerdo

a los resultados el 60 por ciento de los mexicanos, tiene la

sospecha que los niveles de corrupción han aumentado. En

ese mismo tenor, el estudio arrojó que la corrupción es

concebida como el principal problema del país y, por si

tenían la duda, el 92 por ciento de los encuestados

consideró que las propiedades que han comprado nuestros

gobernantes y exgobernantes provienen de dinero tomado

“prestado” durante sus administraciones. Para rematar, la

gente desconfiada dice que los partidos políticos son las

instituciones más corruptas, ¿puede creer eso? Ya se

imaginarán cómo estarán nuestros políticos de

preocupados, aunque, en realidad, creo se acaban de

enterar.

DESCANSO

Somos tan extraños que

mientras más pensamos en el

futuro, más nos aferramos al

pasado.

RAPSODIA

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Saca pa’ andar iguales

La participación de Mónica Huarte durante la inauguración de la FICG 2015, tan solo fue

un triste reflejo del otrora festival cinematográfico más importante de México. Ridícula,

fingida, irreal y con poco lustre, así luce la FICG, perdón, lució la actriz

EN IMÁGENES

Loco de grandes historias

Apareció una vez por las calles que marcan la

frontera entre la colonia Alcalde Barranquitas y el

populoso barrio del Retiro. Nadie sabe cómo

llegó, incluso ninguno parece conocer su nombre,

tan solo lo llaman como él mismo decidió:

“Sparring”.

En un principio su presencia causaba temor entre

los vecinos ya que aparentaba estar en otra

dimensión, tal vez por “mariguano” se quedó en

un viaje aseguraban algunos, o bien su nivel de

cordura era inalcanzable para los simples

mortales. Nunca fue violento, o cuando menos,

nunca se supo de alguna agresión hacia alguien

que no hubiera osado tocar sus pertenencias.

Desde su repentina aparición en un pequeño

parque de la calle Sangangüey llenó de colorido

esta parte de la colonia. Su casa improvisada

mostraba una gran gama de colores, que iban

desde el blanco, azul y rojo de la Pepsi, el rojo con

café de la Coca Cola hasta el amarillo con negro

de Sabritas; su arquitectura y diseño daban

muestra de su brillante locura.

Los pequeños de la colonia siempre fueron

advertidos por los adultos: ¡No debes acercarte!

¡Te va a llevar!, cosa que no parecía importarles y

caían rendidos ante las disparatadas historias de

“El esparrin”. Contador de historias, llegó a

convertirse en protector de los niños, los

inmuebles y de aquellos que alguna vez le

temieron.

Un día llegó, un día se fue. No había casa, no

había color, no hubo más historias.

PERSONAJE DE CIUDAD

CONVERSACIONES

Ser mayor

Cuando era niño podía mirar al mundo

como una gran caja de juguetes. Ayer

volví a mirarle así, olvide jugar.

URGENTE

Ayuntamientos tapatíos buscan

funcionarios corruptos, crecen

denuncias; ordenan quitar espejos

Pensamientos sin hilar