Realidad y Perspectivas N 30

7/18/2019 Realidad y Perspectivas N 30

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Abril de 2014, N° 30



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• CORTEJANDO A CHINA

• PARLAMENTARIOS A DIETA



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uvo que estallar una guerra para que el mundoomara conciencia de la importancia geopolítica yeoeconómica de las Malvinas / Falkland. No es raroues, vistas en el mapa, lucen como una insignificante

manchita del test de Rorschach.

obrevolándolas, la manchita muta en una extensa yesarbolada reserva planetaria. Más de 12.000 km2 delas, islotes y peñones musgosos, que se deshilachanntre vientos huracanados y un océano a punto deongelación. El link es automático: ahí abajo hay faunaustral, poca gente, mucho petróleo y, a diferencia de

a Antártida, las condiciones para explotarlo ya están.n tierra firme, uno empieza a decodificar los dosrandes interrogantes del futuro: ¿Cómo hará eleino Unido para garantizar la autodeterminación de

os isleños? ¿Cómo se están organizando éstos paraquilibrarse entre una independencia real y la necesidade protección?

El dato estratégico es demográfico. Según el últimoenso, los isleños permanentes son 2.562. De éstos,.120 viven en Stanley, la capital, y 352 en el campo,ue es todo lo demás. En los asentamientos de mayorensidad, esto significa entre 40 y 16 personas. En unango menor está la isla Pebble, con sólo 3 permanentes

3 multitudinarias colonias de pingüinos. Otro datomportante: esas cifras eventualmente disminuyen. Esna sociedad que envejece.

n ese contexto, la población económicamente activaabe, holgada, en una sala de cine grande. Stanley luceomo el pulcro pueblo del filme “The Truman show” yl visitante pronto comienza a saludar conocidos enoad Ross, su calle principal. También descubre que

odos lucen celosos de su “falklands way of life”, al

cual definen como lo haría cualquier miembro de unapequeña comunidad rural en un Estado en forma:“aquí nos conocemos todos”, “no cerramos las casascon rejas”, “podemos dejar el auto fuera con la llavepuesta”, “no hay peligro en las calles”. Podrían agregarque están libres de perros vagos: los canes tienentrabajo en la policía o cuidando ovejas en el campo.

Esa sensación autocomplaciente, consolidada por un

per capita que algunos calculan sobre los US$ 50.000y un empleo casi pleno –“quienes no trabajan soninempleables”- escuché a una autoridad local-, los haceconservadores y cortoplacistas. Contra la necesidadde aumentar su masa crítica, privilegian su temor antecualquier eventual desborde de trabajadores afuerinose inmigrantes. A los matarifes chilenos, de contratacióntemporal, les asignaron un conjunto habitacional enlas afueras de Stanley. Y no es fácil obtener carta depermanencia. Las solicitudes son de trámite lento yse publican en el Penguin News, para que los lectoresdenuncien a los inaceptables.

Pese a todo, los “falklanders” se perciben como“país” y (sin decirlo) sueñan con un Estado entre laCommonwealth y la independencia plena. En esalínea, no confraternizan con los militares británicos de

Mount Pleasant –su base está a 60 km. de la capital-emiten moneda, sellos postales y construyen unademocracia parlamentaria. Se han dado una AsambleaLegislativa con diez representantes, que operan comolos “american founding fathers” .

Sin partidos políticos que los encuadren, esoslegisladores deciden por consenso y el chalet dondefuncionan tendría espacio de sobra en el antejardín dela residencia del gobernador británico. Todos valoran su

identidad isleña, sin mengua de su cultura ancestral. LaHonorable Phyl Rendeel incluso es un pelín polémica,cuando agradece la defensa militar del Reino Unido:“es su responsabilidad por su pasado colonial”. Elmédico Barry Elsby, miembro del comité ejecutivo dela Asamblea, políticamente sofisticado, no disfrutaesa frase y prefiere endosar el talante colonial a losargentinos. De paso, informa que los chilenos son lacuarta identidad nacional reconocida por los isleños,tras ellos mismos, los británicos y los originarios deSanta Helena.

En síntesis de postdata, las islas son un laboratoriosociopolítico fascinante, donde se reproducen a escalalas instituciones del Reino Unido y se estudia la viabilidadde un micro Estado con base social excluyente, sinmengua de un medio ambiente espectacular. La esenciadel desafío es mantener intacta la ecuación entreese hábitat con leones marinos, ballenas, pingüinos,petreles y cormoranes protegidos por los isleños, y unafuerza militar, técnicamente extranjera, para proteger aesos isleños.

La mala noticia viene con el impacto inminente de lasmultinacionales petroleras. Susan Cuningham, ejecutivasenior de Noble Energy, la primera en llegar, ya advirtió

al Penguin News, en onda de Rey Midas, que “aquellosa quienes tocamos, también podrían disfrutar del éxito”.Más allá de esa retórica promocional, la experienciadice que la industria del petróleo produce efectosmultiplicadores imprevisibles en los países periféricos.Entre ellos puede estar el de una legión extranjera quepor “derrame” haga más ricos a los isleños, pero quetermine con la virginidad de su paraíso austral.

JRE

El descubrimiento del Heartbleed ha causado un verdadero remezónred. A diferencia de la mayoría de las amenazas informáticas existeesta falla no se debe a un virus sino a una laguna de seguridad.

permite la transmisión en línea de datos encriptados y el accepaquetes de información confidenciales almacenados en servidorla red. El problema se debe a una deficiencia en el estándar de seguusado por muchos sitios web del tipo Open SSL (Open Security SoLayer, de acceso gratuito). Al contrario de los virus, la solución nopor una actualización que permita detectar al intruso sino pocorrección de la programación del servidor. Mientras ésta no se efel hacker puede robar información sin dejar rastro. Según algcompañías de seguridad como McAfee, la amenaza podría extendedos tercios de los sitios en línea. Compañías como Google y Facebohan tomado medidas preventivas.

Heartbleed

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