Reconocimiento de Las Convivencias en Materia de Responsabilidad Extracontractual

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RECONOCIMIENTO DE LAS CONVIVENCIAS EN MATERIA DE RESPONSABILIDAD EXTRACONTRACTUAL María Magdalena Bustos Díaz Sin perjuicio que en Chile las convivencias carecen de una regulación orgánica, la jurisprudencia y doctrina nacional han reconocido en el último tiempo ampliamente a los convivientes la titularidad activa para ejercer la acción de responsabilidad extracontractual en caso de muerte o lesión del otro conviviente. Para analizar esta materia y el reconocimiento que se ha efectuado en Chile a este tipo de uniones, el artículo revisa los siguientes temas: (i) La delimitación del problema de la titularidad activa de los convivientes para el ejercicio de la acción de responsabilidad civil extracontractual tras la muerte, incapacidad o enfermedad del otro conviviente; (ii) Daños que son susceptibles de ser resarcidos en el ejercicio de la acción de responsabilidad civil extracontractual por parte de los convivientes. (i) El problema de la titularidad activa de los convivientes para el ejercicio de la acción de responsabilidad extracontractual tras la muerte, incapacidad o enfermedad del otro conviviente. Este texto tiene origen en una exposición efectuada en el seminario “Convivencias y pactos de unión civil” realizado en la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile el 19 de noviembre del año 2009, posteriormente completada y anotada por la autora. Abogada, Licenciada en Ciencias Jurídicas y Sociales Universidad de Chile, Profesora Asistente Facultad de Derecho de la Universidad de Chile, correo electrónico: [email protected] 1

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La convivencia genera problemas jurídicos y es necesario estudiarlos especialmente considerado la responsabilidad

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RECONOCIMIENTO DE LAS CONVIVENCIAS EN MATERIA DE RESPONSABILIDAD EXTRACONTRACTUAL

RECONOCIMIENTO DE LAS CONVIVENCIAS EN MATERIA DE RESPONSABILIDAD EXTRACONTRACTUAL(Mara Magdalena Bustos Daz(Sin perjuicio que en Chile las convivencias carecen de una regulacin orgnica, la jurisprudencia y doctrina nacional han reconocido en el ltimo tiempo ampliamente a los convivientes la titularidad activa para ejercer la accin de responsabilidad extracontractual en caso de muerte o lesin del otro conviviente. Para analizar esta materia y el reconocimiento que se ha efectuado en Chile a este tipo de uniones, el artculo revisa los siguientes temas: (i) La delimitacin del problema de la titularidad activa de los convivientes para el ejercicio de la accin de responsabilidad civil extracontractual tras la muerte, incapacidad o enfermedad del otro conviviente; (ii) Daos que son susceptibles de ser resarcidos en el ejercicio de la accin de responsabilidad civil extracontractual por parte de los convivientes.

(i) El problema de la titularidad activa de los convivientes para el ejercicio de la accin de responsabilidad extracontractual tras la muerte, incapacidad o enfermedad del otro conviviente.

Tradicionalmente se ha sealado por la doctrina nacional que los elementos de la responsabilidad civil extracontractual son: a) Accin u omisin culpable o dolosa; b) la existencia de dao; c) y una relacin de causalidad entre el dao y la accin u omisin del agente.

En cuanto al dao, la doctrina sigue en general un concepto basado en la lesin a un inters del demandante, y se entiende que lo hay cuando una persona sufre una prdida, disminucin, detrimento o menoscabo en su persona o bienes o en las ventajas o beneficios patrimoniales o extrapatrimoniales de que gozaba.

Concebir al dao como la lesin a un inters del demandante es de suma importancia, pues dentro de este concepto no slo se considera a los derechos subjetivos. As, no solo quien tena un derecho de alimentos puede demandar la reparacin de quien provoc la muerte del alimentante, sino tambin quien de hecho reciba permanentemente un sustento sin ttulo legal y puede asumirse que lo habra seguido recibiendo en el futuro.

Es ste el concepto de dao como lesin a un inters del demandante el que ha sido reconocido por nuestros tribunales de justicia. La reparacin del dao no est sujeta en el derecho chileno al requisito de que el actor acredite la lesin de un derecho subjetivo.

Respecto a este inters dispone la doctrina que debe ser legtimo y relevante, y en cuanto a los otros requisitos del dao, ste debe ser adems cierto, personal y directo. Detengmonos un momento en la legitimidad y relevancia del inters. Que el inters sea relevante o significativo excluye las meras molestias o molestias normales, por ejemplo en materia de vecindad. Que el inters sea legtimo justific en algn momento por parte de la doctrina y jurisprudencia nacional, la exclusin o rechazo de la accin de indemnizacin de perjuicios por responsabilidad extracontractual interpuesta por uno de los convivientes, pues sta se opondra a las buenas costumbres y como consecuencia de ello no podra considerarse al inters del conviviente como legtimo.

El problema de la titularidad de la accin de responsabilidad extracontractual de los convivientes, puede resumirse as, en un problema de determinacin de la legitimidad del inters que stos tienen como titulares activos de la accin de indemnizacin de perjuicios tras la muerte, incapacidad o enfermedad de su respectivo conviviente. La pregunta es entonces tienen los convivientes un inters legtimo para accionar por responsabilidad extracontractual?

En el derecho nacional, y segn lo ha expuesto el autor Javier Barrientos pueden advertirse tres momentos respecto de la responsabilidad extracontractual en las convivencias. a) De la ilicitud del inters y de la exclusin de la indemnizacin; b) De la inocuidad del concubinato en la indemnizacin; c) De la licitud o legitimidad del inters.

En la primera etapa denominada De la ilicitud del inters y de la exclusin de la indemnizacin, propia de la primera mitad del siglo XX, la doctrina chilena se inclin por considerar a las uniones convivenciales como inmorales o ilcitas. Como exponente de esta postura encontramos a Arturo Alessandri, quien sostuvo la improcedencia de la accin del conviviente en atencin a la ilicitud de la relacin convivencial. En efecto, literalmente puede leerse del referido autor lo siguiente Pero en todo caso es menester que la ventaja o beneficio de que el hecho doloso o culpable prive a la vctima sea lcito, esto es, conforme a la moral y las buenas costumbres, en otros trminos, que aquella pueda invocar un inters legtimo; la ley no puede amparar situaciones ilcitas o inmorales. Por esta razn la concubina no podra, en nuestro concepto, demandar indemnizacin por el dao que puede causar la ruptura del concubinato, sea por obra de su concubino, o la causa de la muerte de ste por el hecho de un tercero; su accin se fundara en la ilicitud de la situacin lesionada, puesto que invocara su propia inmoralidad. Como se aprecia, durante la primera mitad del siglo XX, las convivencias se encuentran consideradas ilcitas alejadas de lo moralmente aceptable y de las buenas costumbres, y como consecuencia de ello, el inters del conviviente para accionar como titular de la accin de responsabilidad civil por la muerte, lesin o enfermedad de su conviviente era considerado ilegtimo. En todo caso, ntese que el concepto de buenas costumbres de principios del S. XX est asociado exclusivamente a la privacidad de las personas, a la orientacin de una determinada conducta o moralidad sexual, as como en la organizacin de una sola forma familiar basada en la unin matrimonial.

En un segundo momento del derecho nacional respecto del reconocimiento de las convivencias, encontramos la etapa denominada De la inocuidad del concubinato en la indemnizacin. Esta etapa coincide con la segunda mitad del siglo XX y est caracterizada y representada por aquellos autores que consideran que las uniones convivenciales resultan poco interesantes apara el derecho, o inofensivas. Como exponente de esta etapa encontramos a Ramn Meza Barrros quien sostiene que: El concubinato no es ilcito, para el legislador es inocuo.

Finalmente, en una tercera etapa denominada De la ilicitud o legitimidad del inters, la doctrina moderna chilena de los ltimos aos reconoce la licitud o legitimidad del inters del concubino. Como exponente de esta tendencia encontramos al profesor Mauricio Tapia, quien seala que en razn de la evolucin que ha tenido el concepto de buenas costumbres y el mayor reconocimiento legal del concubinato, producto de las transformaciones sociales en materia de familia, auque no puede identificarse una tendencia jurisprudencial categrica en ese sentido algunos fallos han aceptado la indemnizacin del dao provocado al conviviente por la muerte de su pareja. En este mismo sentido Ren Ramos Pazos ha sealado que en esta materia ha habido un cambio radical. Desde luego es claro hoy da- y ha sido resuelto por varios fallos- que el concubinato no es ilcito.

Bajo esta postura que considera lcito o legtimo al concubinato es innegable el reconocimiento de la titularidad activa del conviviente para accionar en un juicio de responsabilidad civil tras la muerte, lesin o accidente de su respectivo compaero.Ahora bien, no slo la doctrina nacional ha avanzado en el reconocimiento de la legitimidad del inters del conviviente al que se ha hecho referencia, sino que adems, la jurisprudencia nacional. As, a modo de ejemplo destaca la sentencia de Corte Suprema de 31 de julio del ao 2007 en la que se acogi la demanda de indemnizacin de perjuicios por dao moral interpuesta por la concubina o conviviente tras la muerte de su pareja en un accidente de trnsito, que se ocasion por el atropello que efectu de manera descuidada el conductor de un camin a una motocicleta que conduca la vctima, pareja de la demandante.

El reconocimiento de la legitimidad del inters de los convivientes para accionar como titulares activos de la accin de responsabilidad extracontractual es hoy una tendencia indiscutible. Ahora bien, cabe destacar que este reconocimiento no solo importa desde el punto de vista de considerar legitimado activo al conviviente, sino que importa desde el amplio reconocimiento que se ha efectuado por la jurisprudencia nacional a las convivencias como una manifestacin de la familia reconocida y amparada por la Constitucin.

En este sentido, pese a que se trata del ejercicio de la responsabilidad civil emanada por accidente del trabajo que ha trado por consecuencia la muerte del trabajador, conforme al artculo 69 de la ley N 16.744, la Corte Suprema, 13 de noviembre de 2003, Rol 2334-2003, ha dispuesto de manera explcita que la Constitucin Poltica de la Repblica establece en su artculo primero que la familia es el ncleo fundamental de la sociedad, concepto constitucional que no admite discriminacin entre familias matrimoniales y no matrimoniales.

Cabe destacar por ltimo a este respecto que el concepto de convivencia o concubinato al que venimos haciendo referencia se extiende por ahora nicamente a la pareja heterosexual. As al menos lo ha sealado la jurisprudencia nacional. En este sentido la Corte Suprema con fecha 24 de marzo de 2008 ha sealado que: No existiendo en el derecho civil positivo chileno ninguna definicin respecto de qu debe entenderse por unin de hecho no matrimonial, la jurisprudencia y la doctrina han convenido en afirmar que se trata de una unin lcita entre un hombre y una mujer fundada en un hecho que consiste en la convivencia efectiva con contenido sexual y a la que el derecho reconoce ciertos efectos.

No obstante ello, no existe inconveniente jurdico alguno para extender lo ya sealado respecto de la responsabilidad civil extracontractual y la legitimidad del inters lesionado a las parejas homosexuales. Sobre todo teniendo en consideracin que el fundamento para considerar titulares activos a los convivientes heterosexuales es el mismo que para la pareja homosexual. Cmo distinguir el dolor o la afeccin entre una pareja heterosexual y una pareja homosexual? El dao patrimonial se excluye necesariamente por la existencia de una relacin convivencial homosexual? El estado de necesidad en que pueden encontrarse los convivientes sean parejas heterosexuales u homosexuales es el mismo tras la muerte o accidente de su pareja si ste es el que funcionaba como sustento de la familia comn. Este es un tema que sin duda podr ser objeto de otra investigacin.

Slo a modo de referencia, podemos sealar que por el momento, en el ao 2007 la Corte de Apelaciones de la Serena,respecto de la aplicacin de la ley de violencia intrafamiliar, fall que El concepto de conviviente incluye en forma extensiva, a aquel unido a otro en una relacin de convivencia homosexual, a quien se considera adems como integrante del grupo familiar. La ley no distingue si quien tenga o haya tenido la calidad de conviviente con el autor de maltrato familiar ha de ser una persona de distinto sexo del ofendido, o puede ser del mismo sexo, por lo que no corresponde al intrprete desatender el tenor literal de la norma a so pretexto de consultar su espritu. En lo dems, los efectos patrimoniales que la jurisprudencia ha reconocido a las convivencias se limitan a las conformadas por parejas heterosexuales.

(ii)Daos que son susceptibles de ser resarcidos en el ejercicio de la accin de responsabilidad extracontractual por parte de los convivientes.

Habiendo despejado el problema de la legitimidad del inters lesionado para que los convivientes puedan accionar como titulares de la accin de responsabilidad extracontractual, corresponde sealar cules son los daos susceptibles de ser resarcidos en el ejercicio de esta accin de responsabilidad civil extracontractual que emana del hecho que provoc la incapacidad, enfermedad o muerte de uno de los convivientes. As, corresponde determinar si los daos que puede solicitar el conviviente son los daos sufridos por la vctima directa (el otro conviviente) o si slo stos se limitan a los que sufre el conviviente como vctima por rebote o repercusin. A su vez, debemos identificar si los daos que puede solicitar el conviviente comprenden slo los daos patrimoniales o si resultan tambin indemnizables los daos morales. La regla general en materia de responsabilidad civil es que el dao sea personal, esto es, slo puede ser demandado por la vctima directa, es decir, quien ha sufrido directamente el perjuicio o dao. Slo por excepcin se permite que terceros persigan la responsabilidad civil del autor. Ello ocurre principalmente en dos casos: a) Cuando la accin la ejercen los herederos de la vctima, pues sta ha fallecido; b) En los casos de dao por rebote o por repercusin. El primer caso es ms bien una excepcin aparente al requisito de que el dao debe ser personal, pues, la accin que ejercen los herederos de la vctima es la misma accin que tena la vctima directa. Los herederos de la vctima recogen su crdito de indemnizacin de perjuicios, nacido el da en que se produjo el dao.

En cambio, el dao por repercusin es el sufrido por las vctimas mediatas de un hecho que ha causado la muerte o lesiones a otra persona. ste s es un dao cuyo titular es distinto de la vctima inmediata y las acciones que se ejercen son tambin distintas, y es aqu donde los convivientes pueden intervenir. Los convivientes no son herederos entre s, y por tanto, quedan excluidos del ejercicio de cualquier accin que le hubiese correspondido a la vctima directa, restringindose a su respecto la discusin de los daos indemnizables, al ejercicio de la accin de responsabilidad extracontractual del dao por rebote o repercusin.

En sntesis, la responsabilidad extracontractual en las convivencias slo puede presentarse en el mbito de la responsabilidad que se persigue en contra del autor del dao por los perjuicios que ste caus al conviviente por rebote o repercusin, se trata siempre entonces de daos personales. En ningn caso los convivientes podrn ejercer las acciones de la vctima directa del dao, en tanto, los perjuicios sufridos por sta en su faz patrimonial podrn ser perseguidos en principio por sus herederos (hijos, ascendientes, etc.), y los perjuicios en su faz moral son intransmisibles por el causante. As lo ha sostenido reiteradamente la jurisprudencia nacional. Dentro del dao por repercusin o rebote que puede solicitar el conviviente afectado, nos corresponde analizar ahora especficamente si el conviviente podr solicitar tanto daos patrimoniales como morales. Para ello debemos realizar la siguiente distincin:

1.- Si el hecho del agente que ha causado el dao trajo por consecuencia una enfermedad grave, incapacidad o invalidez del conviviente.2.- Si el hecho del agente que ha causado el dao trajo por resultado la muerte de uno de los convivientes.1.- Si el hecho del agente que ha causado el dao trajo por consecuencia una enfermedad grave, incapacidad o invalidez del conviviente, lo usual ser que la vctima directa del dao sobreviviente solicite la reparacin de los gastos mdicos, prdida de ingresos, etc., es decir, corresponder a ella la accin de responsabilidad civil extracontractual por dao emergente, lucro cesante, y dao moral.

Incluso en caso que un tercero, sea ste el cnyuge, el conviviente, u otro familiar cercano asumiera la carga de cuidar gratuitamente a la vctima directa incapacitada o enferma, ese dao debe ser considerado como personal de la vctima directa. No es un dao por repercusin.

Ms an, si los terceros prximos a la vctima (hijos, cnyuge o conviviente) sufren la prdida de la ayuda que sta les prestaba (pensemos en el caso que producto del accidente la vctima directa ya no puede trabajar y como consecuencia de ello ya no puede solventar los gastos de la familia) tambin ese dao (dao emergente) quedar comprendido dentro del dao que puede solicitar la vctima directa a ttulo de indemnizacin de perjuicios. Ahora, respecto del dao moral por rebote o repercusin que puedan sufrir los terceros cercanos a la vctima directa, dentro de los que podramos considerar al conviviente, por los sufrimientos afectivos provenientes de la contemplacin de los padecimientos, del deterioro fsico y de la dificultad de la vctima directa para sobrellevar la incapacidad o enfermedad, cabe considerar que en nuestro pas, la jurisprudencia ha dado lugar a este tipo de indemnizaciones siempre que los sufrimientos morales de la vctima por repercusin alcancen una gravedad excepcional. Lamentablemente no contamos con antecedentes respecto de este tipo de indemnizaciones solicitadas por convivientes, stas se refieren principalmente a cnyuges, padres e hijos. Sin perjuicio de ello, su procedencia al menos desde el punto de vista de la titularidad activa del conviviente no estara en discusin. Sin perjuicio de los sealado, cabe siempre la posibilidad para quien ha sufrido un dao como causa de un hecho de un tercero - reunindose los dems requisitos de la responsabilidad civil extracontractual - de solicitar que stos se le indemnicen si es que los ha sufrido a ttulo personal, por ejemplo si uno de los familiares de la vctima directa o incluso el conviviente, ha soportado gastos mdicos o gastos hospitalarios de la vctima directa. En tal caso ya no estamos frente al dao sufrido por la vctima directa que por rebote o repercusin lo sufre tambin un familiar cercano o el conviviente, sino que derechamente estamos frente a un dao personal que se rige por las reglas generales de la responsabilidad civil extracontractual.

2.- Si el hecho del agente que ha causado el dao trajo por resultado la muerte de uno de los convivientes.

Los daos que podrn solicitar los convivientes como titulares activos de la accin de responsabilidad extracontractual son: dao patrimonial (tanto dao emergente como lucro cesante), y dao extrapatrimonial o moral.

Dao emergente por los gastos de hospitalizacin o funerarios que haya tenido que soportar el conviviente tras la muerte de su pareja. Este tipo de dao no resulta indemnizable en atencin a la condicin particular del conviviente, sino que es indemnizable para cualquiera que lo haya soportado. Ntese que este dao resulta siempre indemnizable para el conviviente en el evento que lo haya sufrido personalmente, esto es, en el caso que directamente se haya hecho cargo de desembolsar una cantidad de dinero para solventar los gastos derivados de la muerte de su pareja. No se trata en consecuencia de un dao por repercusin o rebote. Si se tratara de daos patrimoniales sufridos por la vctima directa, segn hemos sealado, stos no son transmisibles a los convivientes, pues no tienen ellos en nuestro pas la calidad de herederos de sus parejas. Si se tratara de daos morales sufridos por la vctima directa, segn tambin ya sealamos son stos derechamente intransmisibles. Daos morales por el perjuicio de afeccin sufrido por el conviviente tras la prdida de su pareja como producto de un hecho ilcito imputable al autor. A este respecto cabe destacar que la jurisprudencia nacional ha aceptado ya en reiteradas oportunidades la titularidad del conviviente para solicitar se le indemnice el dao moral que ha sufrido por repercusin o rebote.En este sentido la Corte Suprema el 24 de diciembre del ao 2003 fall que En Chile, ante el silencio de ley, la prctica de los tribunales ha sido conceder el derecho a la accin a los parientes cercanos de la vctima directa y sostenindose incluso la presuncin de dolo o sufrimiento para ellos, de forma de no requerirse prueba, pues se concede accin a todos los familiares, sean o no sucesores y cualquiera sea su filiacin y aunque no exista tal filiacin reconocida.

En cuanto a doa: xxx, conviviente de la vctima, no se discute hoy su derecho a impetrar la accin, siempre que pruebe su calidad de tal y el haber sufrido real y efectivamente su muerte.

Por ltimo, en cuanto al lucro cesante, la respuesta que han dado nuestros tribunales de justicia frente a la prdida de la ayuda que la vctima directa prestaba al conviviente sobreviviente y a su familia en comn, como causa justificante de solicitud de indemnizacin patrimonial por lucro cesante ha sido ms bien de rechazo. Nuestros tribunales de justicia, han considerado (en la generalidad de los casos) que no es posible otorgar el lucro cesante, pues el vivir una persona determinados aos y las eventualidades de trabajos son un evento imposible de determinar; Por su parte la Corte Suprema el 8 de noviembre de 2000 en un caso respecto de responsabilidad por accidente del trabajo, sostuvo que para estimar el lucro cesante, esta Corte estima que no es posible hacer el clculo que hace la actora, pues es improcedente acoger beneficios hipotticos que habran correspondido a la actora, en el caso en que hubiera permanecido unida a su conviviente por el promedio de vida de ste. No compartimos el razonamiento efectuado en dicho sentido por la jurisprudencia nacional, en tanto, no debe confundirse el dao futuro con el dao incierto, no todo dao futuro es necesariamente incierto, y no necesariamente el beneficio que reciba el conviviente sobreviviente de su pareja fallecida es eventual. Tradicionalmente la exigencia de la certidumbre del dao ha sido utilizada por la jurisprudencia nacional para excluir la reparacin de daos puramente hipotticos, pero stos son distintos de los daos futuros. En efecto, para la determinacin de la certidumbre de un dao futuro se exige a ste (lucro cesante) una probabilidad razonable de ocurrencia, esto es, que el dao sea la prolongacin natural del estado de las cosas. Por esto, la determinacin de la certidumbre del dao es una cuestin prudencial y aproximativa, cuya definicin es entregada a los jueces sobre la base de la valoracin de la probabilidad de la realizacin del dao.

El estado natural de las cosas existiendo una convivencia estable es que sta se habra mantenido de no mediar el hecho ilcito que trajo por consecuencia la muerte de la vctima. Son las condiciones que existan al momento de consumarse el ilcito las que se proyectan razonablemente en trminos de estimar cierto el efecto daoso futuro. Si esas condiciones se mantienen de no mediar el ilcito, entonces, no existe impedimento para considerar cierto al dao futuro que se solicita se indemnice. As, consideramos, que si la convivencia estable se interrumpi por el hecho ilcito, que de no haber ocurrido se habra mantenido (prolongacin del estado natural de las cosas), debe considerarse al dao cierto y debe indemnizarse al conviviente el lucro cesante originado tras la muerte de su pareja.

Las razones eventuales del por qu una pareja que vive una relacin de convivencia podra haberse separado o el grado de certeza sobre la estabilidad de la relacin no es un factor relevante, y nada tiene que ver con la certidumbre del dao futuro. No existen buenas razones para envolver a las convivencias de un alo de eventualidad, la ruptura no es exclusiva de las convivencias, y menos an es posible establecer una probabilidad ex ante para excluir la certidumbre del dao futuro en estos casos. Para la procedencia del lucro cesante como dao futuro, deber analizase cada situacin en particular y determinar si el hecho ilcito es el causante directo y en concreto de la interrupcin del estado natural de las cosas. ( Este texto tiene origen en una exposicin efectuada en el seminario Convivencias y pactos de unin civil realizado en la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile el 19 de noviembre del ao 2009, posteriormente completada y anotada por la autora.

( Abogada, Licenciada en Ciencias Jurdicas y Sociales Universidad de Chile, Profesora Asistente Facultad de Derecho de la Universidad de Chile, correo electrnico: [email protected]

Barros, E., Tratado de la Responsabilidad Extracontractual, Editorial Jurdica de Chile, Santiago, 2008, p. 221.

Ibdem.

A modo de ejemplo: C. Suprema, 8 noviembre 2000. En lnea: HYPERLINK "http://www.legalpublishing.cl" www.legalpublishing.cl, N identificador: 17529, consulta: 9 de noviembre de 2009. Est acreditado en autos la calidad de conviviente de la actora con el fallecidola relacin de pareja o convivencia, si bien, no est unida por un vnculo matrimonial, significa una vida en comn y la actora, como conviviente por ms de cinco aos y madre de su nico hijo, enfrenta la prdida de su conviviente con el mismo dolor y consecuencias econmicas que si el occiso hubiera sido su cnyuge, ya que haban formado un hogar que era sostenido econmicamente por l. Por ello, en opinin de los jueces sentenciadores, la actora tiene un inters directo en lo econmico al quedar ella y su hijo sin apoyo, por lo cual la demanda en autos parece legtima y adems, ella, como mujer y su hijo como tal, han sufrido un dao moral con la prdida de su pareja y padre.

Tapia, M., Ciento Cincuenta aos de Responsabilidad Extracontractual en Chile, en Kemelmajer, A. (directora), Responsabilidad Civil, Liber amicorum a Franois Chabas, Editorial Rubinzal Culzoni Editores, Argentina, 2007, p. 61.

Ibdem.

Barrientos, J., De las Uniones de Hecho, Legislacin, Doctrina y Jurisprudencia, Editorial Lexis Nexis, Santiago, 2008, p. 88 y ss.

Ibdem., p. 88.

Alessandri, A., De la Responsabilidad Extracontractual en el Derecho Chileno, Ediar Editores Ltda., Santiago, 1983, 2 ed. T. I, pp. 211 y 212.

Este concepto de buenas costumbres hoy en da se vincula ms con el terreno de los deberes recprocos de las relaciones interpersonales, establecindose como el lmite de decencia que impone a la facultad de las partes de regular sus relaciones.

Barrientos, J., De las Uniones de Hechoop. cit., p. 89.

Meza, R., Manual de Derecho de Familia, Editorial Jurdica de Chile, Santiago, 1975, T. I, p. 404.

Tapia, M., Cdigo Civil, 1855-2005, Evolucin y Perspectivas, Editorial Jurdica de Chile, Santiago, 2005, p. 293. La jurisprudencia a la que se refiere el autor es: Corte de Apelaciones de Concepcin, 4 diciembre 2005, confirmada por la Corte Suprema, 5 marzo 2002., RDJ, T.XCIX, sec. 1, p. 27.

Ramos, R., Derecho de Familia, Editorial Jurdica de Chile, Santiago, 2007, 6 ed. T. II, p. 650.

C. Suprema, 31 julio 2007. En lnea: HYPERLINK "http://www.legalpublishing.cl" www.legalpublishing.cl, N identificador: 36922, consulta: 9 de noviembre de 2009.

Tambin C. Suprema, 24 diciembre 2003. En lnea: HYPERLINK "http://www.legalpublishing.cl" www.legalpublishing.cl, N identificador: 29444, consulta: 3 de noviembre de 2009, C. Suprema, 22 noviembre 2001.En lnea: HYPERLINK "http://www.legalpublishing.cl" www.legalpublishing.cl, N identificador: 25293, consulta: 9 de noviembre de 2009.

El artculo 1 de la Constitucin seala: Las personas nacen libres e iguales en dignidad y derechos. La Familia es el ncleo fundamental de la sociedad. El Estado reconoce y ampara a los grupos intermedios a travs de los cuales se organiza y estructura la sociedad y les garantiza la adecuada autonoma para cumplir sus propios fines especficos. El Estado est al servicio de la persona humana y su finalidad es promover el bien comn, para lo cual debe contribuir a crear las condiciones sociales que permitan a todos y a cada uno de los integrantes de la comunidad nacional su mayor realizacin espiritual y material posible, con pleno respeto a los derechos y garantas que esta Constitucin establece. Es deber del Estado resguardar la seguridad nacional, dar proteccin a la poblacin y a la familia, propender al fortalecimiento de sta, promover la integracin armnica de todos los sectores de la Nacin y asegurar el derecho de las personas a participar con igualdad de oportunidades en la vida nacional.

C. Suprema, 24 marzo 2008. En lnea: HYPERLINK "http://www.legalpublishing.cl" www.legalpublishing.cl, N identificador: 38587, consulta: 3 de noviembre de 2009.

C. Apelaciones La Serena, 8 enero 2007. En lnea: HYPERLINK "http://www.legalpublishing.cl" www.legalpublishing.cl, N identificador: 40951, consulta: 3 de noviembre de 2009.

Chabas, F., Cien Aos de Responsabilidad Civil en Francia, Editorial Flandes indiano, Santiago, 2009, p. 84.

Barros, E. Tratado de la Responsabilidadop. cit. p. 345.

Corte Suprema, 27 junio 2006, en lnea: HYPERLINK "http://www.legalpublishing.cl" www.legalpublishing.cl, N identificador: 36631, consulta: 10 de noviembre de 2009, Corte Suprema, 27 noviembre 2007, en lnea: HYPERLINK "http://www.legalpublishing.cl" www.legalpublishing.cl, N identificador: 37723, consulta: 10 de noviembre de 2009, Corte de Apelaciones de Concepcin, 12 diciembre 2007, en lnea: HYPERLINK "http://www.legalpublishing.cl" www.legalpublishing.cl, N identificador: 37966, consulta: 10 de noviembre de 2009.

Barros, E., Tratado de la Responsabilidadop. cit. p. 346.

Ibdem.

Ibdem.

Ibdem., p. 353, cita N 447.

Cumplindose evidentemente los dems requisitos de la responsabilidad civil extracontractual.

Ver nota al pie N 19.

C. Suprema, 24 diciembre 2003. En lnea: HYPERLINK "http://www.legalpublishing.cl" www.legalpublishing.cl, N identificador: 29444, consulta: 3 de noviembre de 2009.

En el mismo sentido: C. Suprema, 22 noviembre 2001. En lnea: HYPERLINK "http://www.legalpublishing.cl" www.legalpublishing.cl, N identificador: 25293, consulta: 9 de noviembre de 2009, C. Suprema, 31 julio 2007. En lnea: HYPERLINK "http://www.legalpublishing.cl" www.legalpublishing.cl, N identificador: 36922, consulta: 9 de noviembre de 2009.

C. Suprema, 13 noviembre 2003. En lnea: HYPERLINK "http://www.legalpublishing.cl" www.legalpublishing.cl, N identificador: 28975, consulta: 3 de noviembre de 2009. (A propsito de responsabilidad civil por accidente del trabajo que solicita la concubina sobreviviente): Que en lo que hace al lucro cesante debe considerarse que no solo es cierto el dao actual, sino que tambin puede serlo el futuro en cuanto a la certidumbre de haberse producido las circunstancias que lo establecen, lo que no importa que esta certidumbre obste a su reparacin.

C. Suprema, 22 noviembre 2001. En lnea: HYPERLINK "http://www.legalpublishing.cl" www.legalpublishing.cl, N identificador: 25293, consulta: 9 de noviembre de 2009.

C. Suprema, 8 noviembre 2000. En lnea: HYPERLINK "http://www.legalpublishing.cl" www.legalpublishing.cl, N identificador: 17529, consulta: 9 de noviembre de 2009.

Rodrguez, M., Cdigo Civil, 1855-2005op.cit., p. 293.

Ibdem.

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