Recopilación de Leyendas en La Raya (Recuperado)
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Recopilación de leyendas en la zona de la Raya
Asociación cultural
Diz lá
Colegio cristo crucificado
Leyendas en la Raya
ÍNDICE:
1.- LEYENDAS ZONA ESPAÑOLA
-BADAJOZ
-OLIVENZA
-TÁLIGA
-VALVERDE DE LEGANÉS
-CHELES
2.- LEYENDAS ZONA PORTUGUESA
-ELVAS
-CAMPO MAIOR
Leyendas en la Raya
LEYENDAS
ZONA
ESPAÑOLA
Leyendas en la Raya
LA CALDERA DEL PORTUGUÉS (Elvas/Badajoz)
Se cuenta, que hace ya mucho tiempo, en Badajoz existía la costumbre de preceder la procesión
del Corpus Christi, con un hombre portando una enorme caldera de hierro, que era conocida por el
pueblo como la Caldera del Portugués. De la misma forma se celebraba esta fiesta en la ciudad de
Elvas (Portugal), pero en lugar de un caldero precedía la procesión una bandera llamada
popularmente “El Estandarte de Badajoz”
Y es que cuenta la leyenda que en el siglo XIV, tras el llamado "Tratado de Elvas" que puso fin a la
III Guerra entre Portugal y Castilla, las relaciones entre pacenses y portugueses se suavizó y los
habitantes de Elvas olvidando por un momento las eternas rivalidades, atravesaban la frontera
para celebrar la festividad del Corpus Christi en Badajoz. Entre los muchos festejos que existían en
la ciudad en torno al Corpus, el pueblo tenía especial predilección por las representaciones
teatrales y por las carreras de caballos. Uno de estos festejos premiaba al caballero más fornido
capaz de dar el mayor número de vueltas seguidas a un trayecto circular convenientemente
señalizado portando en su mano derecha el pesado estandarte de la ciudad de Badajoz, insignia
con que las tropas de Alfonso IX entraron en Badajoz en 1230 conquistando la plaza a los
musulmanes.
En la Sala de Armas del castillo de Elvas, en el año 1384, en la víspera de esta festividad, se
reunieron frente al Gobernador de esta ciudad varios jóvenes elvenses, uno de ellos Juan Páez
Gago sobrino suyo, que en un alarde de bravura y gallardía apostó ser capaz de secuestrar la
bandera o estandarte de Badajoz, y traerlo al interior de la ciudad portuguesa. El intrépido
portugués acompañado de varios compatriotas llegó a Badajoz el día que se celebraba esta antigua
tradición y se inscribió en el torneo. Cuando llegó su turno empuñó el glorioso estandarte y al
galope dio la primera vuelta, la segunda vuelta la dio con menos brío y cuando iba a realizar la
tercera en lugar de seguir el trayecto señalizado emprendió al galope una precipitada huida
estandarte en mano dirección a Portugal, mientras gritaba: ¡O estandarte levo! ¡O estandarte levo!
Los pacenses ante este insólito suceso tardaron en reaccionar, cuando lo hicieran partieron al
galope varios caballeros en su persecución movidos innegablemente por un vehemente deseo de
venganza ante una acción tan ruin. El Gobernador de Elvas al ver el gran número de caballeros
españoles que se aproximaba en dirección a su plaza y con cierto temor mandó cerrar las puertas
de la ciudad y dejar a su sobrino fuera. Juan Páez que les llevaba gran ventaja a los españoles se
dirigió a una de las puertas para entrar en Elvas, pero el puente levadizo se encontraba levantado,
Leyendas en la Raya
cansando se dirigió a otra puerta, pero también estaba cerrada, viendo el valeroso caballero
portugués que muy pronto sería alcanzado por las espadas españolas, arrojó el glorioso estandarte
por encima de las murallas exclamando al caer junto a su caballo al foso: "¡Morra o home!… ¡Fique
a fama…!" (Textualmente: "Muere el hombre, pero obtiene la fama.")
Los caballeros españoles se lanzaron todos sobre él, hiriéndole de gravedad en aquel mismo lugar
con sus lanzas y espadas, posteriormente fue conducido malherido a la ciudad de Badajoz donde
fue ejecutado públicamente y su cadáver arrojado a una caldera de aceite hirviendo.
De ahí la antigua costumbre de preceder la procesión del Corpus Christi en Badajoz con una
caldera y en Elvas con un estandarte. El periodista masón pacense, Nicolás Díaz y Pérez estuvo
investigando esta leyenda en el siglo XIX y nos cuenta que el caldero fue custodiado hasta el siglo
XVI en las antiguas casas consistoriales levantadas en la Plaza Alta de Badajoz pero a partir de ese
momento se le perdió la pista.
LA DAMA BLANCA DEL GUADIANA (Badajoz)
Ni truco ni trato. Todo pacense que se precie debería saber que si se quiere ver de cerca a la bella
Dama Blanca del Guadiana solo tiene que nadar bajo el Puente de Palmas una noche en que la
luna llena se refleje en sus aguas. La Dama Blanca, sin duda, acudirá a la cita, aunque el precio para
contemplarla sea la muerte.
Murmuran los vecinos que miran al Guadiana, que en las noches de plenilunio se ve a una bella
mujer de blancos ropajes que, flotando sobre el agua y musitando una bella melodía, busca
hombres a los que ahogar en las profundidades del río.
Hay quien afirma que la bella ahogada, se llama en realidad Leonor, habitó en el Badajoz
decimonónico y quedó huérfana muy pronto, cuando sus padres, que tenían la extraña costumbre
de pasear todas las noches en calesa, mueren ahogados en el Guadiana al quedarse el conductor
dormido y caer el coche de caballos al río.
Queda pues la bella Leonor huérfana pero acaudalada y al cuidado de una tía suya, y se
acostumbran los pacenses a verla, siempre sola y siempre de blanco, bella como una estatua,
erguida en el balcón de su vieja y blasonada casona, con la puerta enrejada cerrada a cal y canto
como su alma.
Leyendas en la Raya
Hasta que una mala tarde pasa por debajo de su balcón un vecino de Olivenza que viene a hacer
negocios y queda, como no, prendado de su inocente y frágil belleza. Tras insistir el apuesto y
resistirse la bella acaban citándose en secreto en la cabecera del Puente de Palmas.
Tras este primer encuentro llegan otros, y pasan los días escondiéndose y las noches deseándose,
hasta que una noche de primavera Leonor cede a los ruegos de su amado y se entrega a sus
brazos.
A partir de entonces, la historia cambia y el oliventino comienza a espaciar sus visitas hasta que un
día ya no vuelve más a Badajoz. Con los ojos hinchados de llorar y el alma rota en mil pedazos, a
Leonor aún le quedan los oídos para escuchar, de lenguas amigas y enemigas, que aquel al que
ella ha entregado la honra bajo promesa de matrimonio tenía ya familia en Olivenza.
Leonor, más altiva que nunca, vestida de blanco como aquel primer día de su cita, se dirige al
puente de Palmas con la mirada perdida, y a la altura de la cuarta pilastra se arroja al vacío,
perdiéndose su bello cuerpo de vista entre los remolinos del río.
Nunca apareció el cuerpo, pero todos conocen la leyenda.
Y cuentan que no hace mucho una noche de luna llena un joven envalentonado nadó hasta la
cuarta pilastra. Al volver vio flotando cerca de él a una bella mujer vestida de blanco. El joven
intenta nadar hacia el embarcadero, pero siente que algo o alguien tira fuertemente de él hacia el
fondo del río. Sus compañeros, que lo observaban desde la orilla, lo salvan por los pelos. Medio
ahogado, solo acierta a balbucear que la ha visto, que ha visto a la Dama Blanca… En sus pupilas
puede verse el horror más absoluto. Y en sus tobillos, claramente marcadas, las huellas
inconfundibles de unos dedos de mujer.
EL BARRANCO DE BADAJOZ O LA NIÑA DE LAS PERAS (Badajoz)
La leyenda de la Niña de las Peras es una de las más populares y a la vez la que ha sufrido más
transformaciones a lo largo del tiempo. Según las referencias encontradas podemos situar el inicio
de los hechos entre 1890 y 1910. Unos padres enviaron a su hija al Barranco en busca de fruta
pero la niña desapareció. Es de suponer que la zona fue minuciosamente rastreada por los vecinos
del lugar sin embargo la niña no apareció. Al menos no en aquellos años.
La niña regresó a su casa varias décadas más tarde, sin embargo para ella apenas habían pasado
Leyendas en la Raya
unas horas y cuando lo hizo seguía manteniendo el mismo aspecto que tenía el día en que
desapareció. La versión que la niña contó después de su reaparición fue la siguiente: Al parecer fue
hasta el Barranco en busca de la fruta que sus padres le habían encargado, supuestamente peras, y
se quedó dormida al pie de de un peral donde más tarde fue despertada por un ser muy alto
vestido de blanco. Este ser no le inspiró ningún miedo por lo que accedió sin reparos a la invitación
que éste le hizo de que lo acompañara. La niña siguió al Ser hasta el interior de una cueva en la
que había unas escaleras por las que descendieron. Al finalizar del descenso se encontraron en un
jardín en el que había más seres como el que la había guiado hasta allí, todos vestidos de blanco.
La niña se entretuvo unos minutos charlando con ellos hasta que al fin su extraño acompañante la
guió de nuevo a la salida de la cueva y se despidió de ella. Algunas personas han asegurado que la
Niña de las Peras sigue viviendo aún en el mismo barrio (San Juan), pero no ha querido nunca
darse a conocer.
La denuncia de la desaparición de la niña de las peras debió de ser destruida transcurrido el
tiempo establecido por la Ley.
También se escuchan variantes de esta historia como que la niña realmente no se durmió sino que
mientras recogía la fruta un ser con forma humana y vestido de blanco se presentó ante ella y se
pusieron a conversar, este ser acompañó a la niña a ver su mundo y luego ante la necesidad de
esta querer volver con sus padres, se marchó del lugar volviendo a su casa, para ella no pasó ni una
hora, la realidad es que pasaron décadas.
En resumen esta historia nos presenta el barranco como entrada a otro mundo, un mundo
subterráneo u otra dimensión, un mundo no tangible a nuestra percepción visual en la cual el
tiempo discurre de manera muy diferente.
Muchos creen que en el barranco se encuentra una puerta o camino entre mundos, una puerta
dimensional la cual fue atravesada por la niña tanto para entrar como para salir.
LA TORRE DE LAS SIETE VENTANAS (Badajoz)
Leyendas en la Raya
La Torre de las Siete Ventanas es una estructura militar de carácter defensivo que forma parte de la
Alcazaba de Badajoz, adosada a la muralla de ésta, es de planta cuadrada y maciza, fue usada
como lugar de ajusticiamiento en los tiempos en que Badajoz era un rico reino taifa.
La Alcazaba de Badajoz es un lugar donde abundan las leyendas, sobre todo las relativas a luchas y
romances entre moros y cristianos, sobre la Torre de las Siete Ventanas actualmente conocemos
dos historias:
En una de ellas se habla de la existencia de un gran tesoro compuesto por monedas de oro, unos
cuentan que dicha fortuna se encuentra oculta en la misma torre y un guardián fantasmagórico se
lía a dentelladas con todo aquel que intenta apropiarse de tales riquezas. Para otros el tesoro está
enterrado varios metros bajo tierra a los pies de dicha torre, protegido por una terrible maldición
que dará muerte a todo aquel que ose encontrarlo.
La otra historia que conocemos es sobre un amor prohibido, allá por el Siglo XII, Zoraida, hija de un
rey de Badajoz se enamora de un caballero cristiano, no siendo aprobada la relación por su padre
y viendo éste que no podría controlar el amor de su hija, mandó encerrarla en una torre de la
alcazaba, con siete ventanas. A pesar de estar encerrada, Zoraida continuaba comunicándose con
su amado por las ventanas, y al ver el rey que la princesa no cesaba en sus amores mandó tapiar
cada unas de las ventanas de la torre. La princesa dejó así de ver a su amado y falleció en la
oscuridad de la torre, sola y enamorada.
Para otros Zoraida no es una princesa, si no la hija del rico mercader Ibrahim, se enamora de Omar,
un capitán de guardia destinado en el cerro del Baxarnal (actual Fuerte de San Cristóbal), el padre
no aprobando dicha relación y al ver que su hija se asoma a la torre para comunicarse con su
amado, la encierra en dicha torre y consigue que tapien todas y cada una de sus ventanas, pero el
valiente Omar logra rescatar a su amada, y huyen cansados de tantos impedimentos y cegados por
el amor.
Algunos cuentan que en las noches frías y oscuras de invierno se escuchan los gemidos de dolor de
Zoraida, la princesa que fue enterrada en vida por entregar su amor a la persona equivocada, dicen
que su alma sigue penando eternamente a oscuras por la Torre de las Siete Ventanas.
EL MILAGRO DEL ARROZ (Olivenza)
El milagro del arroz se produce en plena posguerra, España había estado en guerra civil diez años
Leyendas en la Raya
antes y se pasaba hambre y necesidad. En esos años existían, repartidos por toda la Península,
instituciones, casi todas ligadas a la Iglesia, que ejercían la beneficencia proporcionando alimentos
a los más desfavorecidos.
La Casa de Nazaret del Instituto San José de Olivenza era uno de estos centros benéficos, en que
se alimentaba y educaba a niños y niñas pobres. Pero este centro no solamente se encargaba de
dar comida y educación a estos chicos sino que también funcionaba como comedor social, donde
se alimentaban a todas las personas que padecían necesidad. Los alimentos provenían de familias
bienhechoras del municipio.
El milagro en sí sucedió el día 23 de enero de 1949, cuando la cocinera del centro Leandra Rebollo
estaba comenzando a realizar la comida, se dio cuenta de que la familia que debía haber traído los
alimentos no había aparecido y solamente disponía de 3 tazas de arroz (unos 750 gramos) para dar
de comer a unas 200 personas.
Leandra se dispuso a hacer un caldo con el poco arroz del que disponía en una gran olla, a
sabiendas de que era absolutamente imposible dar de comer a tanta gente únicamente con las 3
tazas de arroz, por lo que mientras echaba el arroz a cocer se acordó del beato pacense Juan
Macías, y exclamó:
"¡Ay, beato...! ¡Y los pobres, sin comida!"
Dejó el arroz al fuego cociendo y continuó realizando otras actividades en el centro, cuando volvió
quedó ensimismada, al ver que la olla en la que había vertido 750 gramos de arroz estaba
completamente llena, sin que se hubiera caído ningún grano. Estaba segura del arroz que había
echado y tenía la suficiente experiencia en la cocina como para saber que lo que estaba
sucediendo no era normal.
Leandra asustada acudió a buscar al párroco del pueblo y a la directora del Instituto, María Gragera
Vargas, que fueron los primeros testigos del milagro, la voz se corrió por el pueblo y una gran
cantidad de personas acudió a ver qué estaba sucediendo.
Leandra, con la ayuda de más personal del centro, preparó más recipientes para transvasar arroz
de la olla que estaba llena a otras, pues no podría cocer tal cantidad de arroz en una sola.
La multiplicación del arroz duró unas cuatro horas y concluyó repentinamente cuando el párroco
vio que todos los necesitados habían comido y exclamó: "¡Basta!". Aquellos que probaron la
comida dijeron haber comido el mejor arroz de su vida, a pesar de no haber cocido como debiera.
Leyendas en la Raya
Los hechos no tardaron en llegar al obispado y el Papa Pío XII puso en marcha una investigación: 14
sacerdotes interrogaron a los 22 testigos por separado, además las muestras de arroz tomadas
fueron analizadas en diferentes laboratorios, el laboratorio de Valencia habló de un arroz
completamente normal.
El Vaticano tardó 25 años en pronunciarse pero en 1974 la Iglesia consideró el hecho como un
milagro y el día 28 de septiembre de 1975 tuvo lugar la canonización del beato San Juan Macías en
Roma.
Hoy aún se conserva en el centro la zona de la cocina y un cazo que se sacó para repartir la comida.
EL CONVENTO ENCANTADO (Olivenza)
Voces, gritos, lamentos, y misteriosas apariciones son solo algunos de los fenómenos extraños que
se han manifestado y han sido recogidos de los testimonios de personas que aseguran haberse
topado con lo sobrenatural en el convento de la Concepción de Olivenza (Convento de San Juan de
Dios)
La historia de este edificio comienza en el siglo XVI cuando Leonor Velha, una dama de la alta
burguesía extremeña decide invertir sus bienes en la construcción de un convento de monjas en
Olivenza. El comienzo de las obras sufrió un gran retraso y no fue hasta 1601 cuando comenzaron,
inaugurándolas 30 años después el obispo de Elvas (Portugal). Aquel año, 1631, las hermanas
Clarisas se asientan en el convento, pero no por mucho tiempo pues la Guerra de Restauración por
la que Portugal se separa de la corona de Felipe IV hace que las monjas sean sustituidas por los
Monjes Hospitalarios de San Juan de Dios, que lo convierten en Real Hospital Militar. Durante dos
siglos el edificio debió impregnarse del miedo, el dolor y la desesperación de los soldados
moribundos que fallecían por falta de recursos y eran enterrados en el propio convento.
Pero la trágica vida del edificio no terminó aquí, durante la Guerra Civil Española, en 1936, el
convento fue convertido en cuartel de la Guardia Civil y sus paredes se tiñeron de rojo por la
sangre derramada de los fusilados. Cuentan que muchos cadáveres fueron arrojados a un pozo y
otros enterrados en improvisadas zanjas.
Bastantes años pasó el edificio abandonado, hasta que fue restaurado para albergar en 1998 la
Escuela de Teatro y de Danza de Extremadura, y durante la reforma del edificio salieron a la luz una
Leyendas en la Raya
gran cantidad de restos óseos de personas que parecían haber sido enterradas y emparedadas.
Al poco tiempo de la inauguración de la escuela, numerosos alumnos y profesores comenzaron a
ser testigos de una serie de fenómenos paranormales:
Cuentan que cierto día que asistían varios alumnos a una asignatura nocturna de teatro en la sala
de actuaciones y en un instante pudieron ver en el telón la sombra de una mano que parecía
acariciar la suave tela, tras asomarse detrás pudieron comprobar que no había nada ni nadie que
produjese tal eclipse.
Otro testimonio, esta vez con nombre y apellidos, fue el de la que entonces era la jefa de estudios
de la escuela, Eulalia Martínez, quien afirmó que algunos días que se había quedado trabajando
hasta tarde y una vez entrada la noche había podido percibir voces extrañas por los pasillos y
sombras cruzando el umbral de su puerta.
Muchos más fenómenos extraños se hicieron notar en el antiguo convento como: un reloj que
detenía siempre sus manillas a la misma hora, sombras inquietantes y extrañas apariciones en las
aulas de ensayo, figuras que vagaban por los pasillos, el canto de una soprano acompañada por el
sonido de un órgano inexistentes o el llanto de un misterioso bebé.
Actualmente el edificio se encuentra cerrado y sin uso, al trasladarse en 2009 la escuela a Cáceres.
LA VIRGEN DE LAS NIEVES (Olivenza)
Según la leyenda, el protagonista de la historia es un muchacho de siete años llamado Joaquín.
Una tarde del mes de febrero salió con sus padres a coger espárragos por la carretera de
Alconchel. Ilusionado con la labor, el chico se fue alejando de sus progenitores, hasta perderse. Y
la noche se avecinaba, acompañada de una niebla que cada vez se hacía más intensa. Desanimado
y lloroso fue a sentarse en una pequeña roca, al lado de un cerro. De repente, Joaquín se percató
de que el tiempo estaba cambiando. El viento cesaba y una luz cada vez más intenta apareció en el
punto más alto del cerro. Luego la luz fue descendiendo hasta detenerse a pocos pasos de él. Y
entre el resplandor de aquella luz cegadora, apareció una señora vestida de blanco, con un manto
azul. “Soy tu madre del cielo” -le dijo la figura-, que añadió: “Ven”. Cuando llegó al lado de la
Señora, ésta le cubrió con su manto azul y le abrazó cariñosamente. Y, de repente, empezaron a
caer copos de nieve, espesos y abundantes. Luego cerró los ojos y se durmió. Y así lo encontraron,
dormido con la cabeza apoyada entre los brazos, cuando al día siguiente sus padres salieron a
Leyendas en la Raya
buscarlo. “Vi una señora que me tapó con su manto y me dormí -explicó Joaquín -. No tuve frío, de
verdad, no tuve frío”…
LEYENDA DE ERNESTO (Olivenza)
Ernesto Andrade Silva un 9 de marzo de 1860 en la calle San Bartolomeu, actual Donoso Cortés.
Hijo de Joaquín y de Antonia, muy pronto quedó huérfano de padre, y su madre tuvo que realizar
todo tipo de trabajos para sacar a su hijo adelante.
Cuando era niño no fue a la escuela y la mayor parte de su infancia la pasó jugando en la calle,
concretamente en los que hoy es el Paseo de San Francisco o la Plaza de la Filarmónica. Ya en esta
etapa de su vida empezó a robar cosas de poco valor (como unos dedales, agujas y otros enseres
de costura para su madre) y a llevarlas a su casa; a veces con la complacencia e incluso incitación
de su madre. A la que por supuesto, jamás consideró culpable de su vida ni de su condena.
Poco a poco afrontó empresas de mayor envergadura con la ayuda de Calisto Romero, y acabó
introduciéndose en una banda con la que asaltaban a los viajeros en los caminos y descampados,
para robarles e incluso asesinarles. Las fechorías que cometió en estas correrías se mezclan con la
leyenda más fantasiosa: desde que violaba y cortaba los pechos a las mujeres, hasta que mataba
por placer de matar.
Pronto se ofreció una recompensa por su captura. Y cuentan que Ernesto, retando a las fuerzas del
orden, se paseaba a menudo por la actual Cruz de los Caídos e incluso llegó a ser visto por vecinos
de Olivenza que no lo delataron por temor a las represalias.
Finalmente, en diciembre de 1889, es traicionado por su amigo Calisto, y cogido en una
emboscada en la carretera de Badajoz, donde hoy está el corazón de Jesús. Ernesto es condenado
a muerte mientras a Calisto se le concede el indulto. Dos años estuvo en la cárcel de Badajoz
esperando él también un indulto, que a pesar de las numerosas influencias que se movieron, no
llegó nunca.
Sus últimas 48 horas las pasó en la capilla de la Santa Casa de Misericordia de Olivenza, donde fue
continuamente atendido por la cofradía de la Misericordia, quien, siguiendo el reglamento de
1885, debería:
Leyendas en la Raya
a) Realizar peticiones de costumbre en ayuda del reo.
b) Que dos hermanos acompañen al reo en capilla cada dos horas.
c) Que la corporación le acompañe al patíbulo y le sirva la comida.
También realizaron grandes esfuerzos para que se arrepintiera y confesara, lo que al final
consiguieron.
La víspera de su ejecución contrajo matrimonio, en prisión, con Victoria Suárez Silva, a la que
regaló un velo negro que luego llevó al patíbulo para cubrirse los ojos. Este acto motiva que
Ernesto haga testamento ante el escribano de la citada cofradía, en el que dejaba todos sus
bienes, 119 pesetas que habían recaudado los hermanos del hospital por las calles de Olivenza,
para misas y a partes iguales entre su madre y su mujer.
El 12 de diciembre fue conducido al lugar de la ejecución en un carro mortuorio, esposado y
seguido por un enorme gentío que había venido de los alrededores. En este trayecto es
acompañado por la Santa Casa, que obligada por sus fines misericordiosos, se dirige a la cárcel de
la villa, donde lo acompañan y guían hasta el lugar de la ejecución.
Ya en el patíbulo las únicas palabras que pronunció fueron: “Muero inocente. Me matan por
dinero: Madres que tenéis hijos, miraos en este espejo y educadlos bien”. Desde luego no
pronunció ningunas palabras contra su madre, a la que adoraba, ni esta presenció el denigrante
espectáculo.
Ernesto fue ajusticiado en las traseras del cuartel de caballería y su ejecución fue comentada
trágicamente por el periódico “Por Telégrafo”. Murió a las 8:40 de la mañana aunque no lo hizo
instantáneamente.
Fue enterrado en el cementerio rural, aunque cuenta la leyenda que se le dio sepultura a la
entrada del mismo para que todos lo pisaran.
Y hasta aquí, la historia de este oliventino que protagonizó la última ejecución pública que tuvo
lugar en la villa.
LA TIA CABALGANTA (Táliga)
Leyendas en la Raya
Esta vecina de Táliga era una mujer de extraordinaria belleza, que durante las fiestas populares (a finales de
septiembre) conoció a un forastero que la engañó y consiguió engatusar con falsas promesas, pero que
finalmente la abandonó. Desde ese momento los vecinos la miraban de muy mala manera, y su carácter
antes afable y simpático se torno arisco y rudo.
La mujer decidió abandonar Táliga y retirarse a vivir en un molino abandonado junto a la rivera, donde dedicó
el resto de sus días a cuidar su rebaño, hacer quesos y trabajar el mimbre; además de alimentar su odio hacia
todos los demás seres humanos. Los pastores y agricultores no sólo la veían trabajar para comer, sino que
también aseguraban haberla visto por las noches removiendo un gran caldero y haciendo pócimas.
Tal fue el odio que sentía hacia los forasteros, que incluso habilitó una estancia en el molino para alojarlos,
pero ninguno salió con vida de allí. La tía Cabalganta los mataba y los enterraba en un huerto cercano.
Una noche de tormenta la mujer desapareció, algunos dicen que por un rayo y otros por la crecida del rió.
Algún tiempo después, algunos vecinos aseguraron haber visto en el huerto donde enterró a sus víctimas a
una mujer hermosa y con la ropa hecha trizas siendo perseguida por los espectros degollados de los cuerpos
que no encontraban descanso al haber sido asesinados tan vilmente, y que están condenados a vagar
eternamente persiguiendo a la mujer que los mató.
LA DIABLA (Valverde de Leganés)
“¡Eres más mala que una diabla y un gato negro!” es una frase que se repite en Valverde de
Leganés, donde La Diabla es una tradición que se repite cada año y desde hace doce, la semana
antes de San Bartolomé.
Ya el día anterior un pregón insta a los vecinos a que permanezcan encerrados en sus casas o a
que lleven amuletos y cruces protectoras. Ese día, las mujeres, portan un enlutado y tétrico
atuendo, constituido la mayoría de las veces por túnicas negras con una lámpara en la cabeza, y
recorren las calles arrastrando las cadenas que las habían mantenido presas. Vagan rápidas y
huidizas, amedrentadoras o lentas otras, pero siempre atemorizantes.
Leyendas en la Raya
Una hora antes de la medianoche se hace la oscuridad en el entorno de la Iglesia de San
Bartolomé: La Gran Diabla y su séquito salen, según la tradición, de una piedra de la torre de la
iglesia y ocupan la plaza.
La Diabla, desafiante y provocadora, indica a las fuerzas del mal el inicio del recorrido por las calles
y plazas con el fin de llevar el miedo a todos los rincones del pueblo. A golpe de palo o escobazo
intentan abrir las puertas, librándose sólo las protegidas con cruces de Caravaca, o calaveras
fabricadas a base de calabazas o sandías descarnadas por dentro, con los huecos de ojos, nariz y
boca, iluminados por la luz rojiza de una vela en el interior.
La Gran Diabla y sus secuaces continúan su avance destructor hacia La Plaza, donde esperan las
Fuerzas del Bien, integradas por ángeles blancos, zangarrones, y, curiosamente, diablillos. Se
produce el enfrentamiento y las Fuerzas del Mal son derrotadas. La Gran Diabla es derrotada, y
encadenada, es conducida a la torre de la iglesia, donde nuevamente san Bartolomé la mantendrá
encerrada hasta el año siguiente.
LA PLAGA DE HORMIGAS (Cheles)
Cheles, población pacense fronteriza con Portugal que se ubica actualmente cerca del embalse de
Alqueva, hace cinco siglos se encontraba situada junto a la Sierra de San Blas, cerca del río
Guadiana, unos kilómetros más al norte de su actual emplazamiento.
En torno al año 1.500, en el siglo XVI, el tercer señor de Cheles, Don Juan Manuel de Villena
decidió, no sabemos por qué motivo, trasladar la ubicación del pueblo más al sur. Sin documentos
que acrediten el por qué de su reubicación, la tradición oral nos habla de posibles epidemias
transmitidas por mosquitos que infectaban las aguas del río Guadiana y de una plaga de hormigas
asesinas que asedió el municipio. Sea cual fuere el motivo lo que si es cierto es que el pueblo
terminó siendo abandonado y sus habitantes tuvieron que establecerse más al sur.
Y precisamente la posible plaga de hormigas asesinas es la leyenda que nos ocupa, como hemos
dicho antes, sin que existan documentos que lo atestigüen, pero con una fuerte presencia oral, se
Leyendas en la Raya
cuenta que “Cheles el viejo” como es conocido el antiguo pueblo fue destruido por una masiva
invasión de hormigas que devoraron todo a su paso.
Cierto día en torno al año 1.500 millones de voraces hormigas comenzaron a tomar el pueblo, no
solamente destruían la madera que armaba las casas, si no que también terminaban con toda la
vegetación que encontraban a su paso. El pueblo se vio claramente sobrepasado por este suceso,
los más antiguos del lugar aún a día de hoy nos narran el pánico que sufrieron sus antepasados
ante esta terrible invasión. Algunas historias nos hablan de como los padres intentaban proteger a
sus hijos de estos insectos subiéndolos en hamacas que colgaban de las encinas pensando que allí
estarían a salvo. La parte más terrible de la historia es escuchar como las hormigas se cebaban
especialmente con los niños y el ganado, a los que mordían llegando en ocasiones a producir la
muerte.
Los habitantes del pueblo, cierto día decidieron cortar por lo sano y para destruir al enemigo
terminaron también con el pueblo prendiéndole fuego y, tras incendiarlo, huyeron hacia el río para
protegerse de las hormigas. Desde allí observaron, muchos de ellos aún heridos, como el pueblo
era destruido.
Del primer emplazamiento, ubicado en la dehesa junto a la Sierra de San Blas, los únicos vestigios
que quedan son los restos del castillo, dos ermitas y algunas viviendas. Actualmente los únicos
habitantes que existen en el antiguo Cheles son las hormigas.
Leyendas en la Raya
LEYENDAS
ZONA
PORTUGUESA
LENDA DA NOSSA SENHORA DA ENXARA (Campo Maior)
Leyendas en la Raya
De acordo com a tradição da vila alentejana de Campo Maior, a lenda de Nossa Senhora da
Enxara tem origem num brinco de ouro oferecida a uma criança, por uma senhora.
A menina estaria a brincar, enquanto a sua mãe estava a lavar roupa no rio. Quando a menina se
afastou da sua mãe, terá encontrado uma senhora, muito bonita, que lhe ofereceu um brinco.
Quando voltou para junto da mãe, mostrou-lhe o brinco, e ambas foram ao local onde a filha disse
ter encontrado a senhora. Quando lá chegaram, viram a imagem de Nossa Senhora numa pedra
redonda. Esta pedra está, actualmente, na capela de Nossa Senhora.
A notícia do achado chegou rapidamente aos ouvidos da população, que acorreu ao local da
imagem. Esta foi trazida para a vila, e decidiram erguer uma capela, a meio caminho entre o local
do achado e a vila, na margem direita do rio. No entanto, todas as manhãs a imagem desaparecia,
surgindo no local original. Deste modo, a apopulação decidiu que aquele deveria ser o local para a
nova capela.
Habitualmente, na Páscoa, a população desloca-se para o local, designado por Enxara, perto da
Aldeia de Ouguela, para festejar a época Santa.
Normalmente as pessoas vão para a Enxara na sexta–feira Santa e acampam lá dois ou três dias,
regressando apenas na 2ª Feira. A Festa consiste numa missa e procissão campal, tourada e outros
divertimentos.
LENDA DA PEDRA (Campo Maior)
Além da lenda que está ligada à construção da Capela de Nossa Senhora da Enxara, há a registar
uma outra relacionada com a mesma Santa que diz respeito à pedra redonda sobre a qual está
assente, dentro da Capela a imagem Santa. Diz o povo que quando não havia água nem chovia, se
realizava uma cerimónia, um ritual em que os habitantes deitavam, por preces a pedra ao rio, para
que a Nossa Senhora fizesse chover. Tal acontecia, procedendo-se então ao ritual inverso que
consistia em retirar a pedra do rio, colocá-la novamente na Capela e sobre ela recolocar a imagem.
LENDA DO TAMBORZINHO (Campo Maior)
Leyendas en la Raya
No campo militar, refere-se que, estando Ouguela cercada durante uma guerra, não se sabe qual, e
não havendo possibilidade de contactar Campo Maior para pedir reforços, uma criança desceu
pela figueira que se encontra ainda hoje pegada à muralha do castelo, transportando consigo a
Bandeira e uma mensagem escrita. A criança que costumava brincar com um tamborzinho,
conseguiu ultrapassar as linhas inimigas sem levantar suspeitas e correu até Campo Maior onde
entregou a mensagem no hospital. Esta lenda é hoje conhecida pela lenda do "Tamborzinho" e
julga-se ter origem num facto real, não se conseguindo estabelecer a época em que o mesmo terá
acontecido.
AQUÍ SERÁ O NOSSO CAMPO MAIOR! (Campo Maior)
Uma lenda, muito divulgada na região, refere-se ao facto desta região ser vítima de muitos
assaltos por parte dos Mouros, mesmo depois de reconquistada pelos Cristãos. Deste modo, as
famílias da região passavam grandes provações de terror e, muitas vezes, sofriam sérios dolorosos
e fatais ataques. Resolveram, por isso mesmo, reunir-se num local amplo, onde todos se
pudessem albergar, segundo o velho ditado de que "a união faz a força". E, de todos os que se
lançaram na aventura de escolher o sítio desejado, um deles foi mais feliz, ao descobrir um
terreno magnífico, pela grandeza e pelo aspecto natural e paisagístico. Logo, chamou pelos outros:
"Companheiros! Aqui será o nosso Campo Maior! Nele poderemos caber à vontade e dele faremos
um reduto contra os nossos inimigos!" Foi unânime a aceitação das demais famílias. E nasceu, pois,
para o terreno encontrado e povoado (que depressa se começou a desenvolver) o nome próprio
de Campo Maior.
L ENDA DO CAVALEIRO DE ELVAS ou O CAVALEIRO VALENTE DOS ARCOS DA
AMOREIRAdos Arcos da Amoreira (Elvas)
Leyendas en la Raya
Contam as pessoas idosas, que no tempo dos reis, no Castelo de Elvas reinava um Rei e sua
filha. Diz a lenda que a filha do rei conhecera um cavaleiro pelo qual se apaixonou perdidamente.
Naquele tempo não era permitido que a filha do rei se casasse com nenhum rapaz que não
pertencesse à realeza.
Como o cavaleiro e a princesa se amavam, o Rei decidiu, impor uma prova de valor ao cavaleiro .
O rei mandou chamar à sua presença o cavaleiro , dizendo-lhe que se ele consegui-se roubar, o
estandarte de Espanha, e lho trouxesse, lhe concedia a mão da Princesa.
O cavaleiro ouvindo isto, alimentou o seu cavalo durante vários dias a favas.
Quando chegou o dia da festa de Espanha, o cavaleiro partiu cavalgando dia e noite sem parar.
Quando, este chegou à festa roubou o estandarte e regressou cavalgando sem parar.
Ao chegar a Elvas dirigiu-se ao castelo. Para sua surpresa os portões do Castelo estavam fechados
por ordem do Rei, porque do castelo se avistavam já tropas Espanholas.
O cavaleiro não sabendo o que se passava cavalgou todas as muralhas em volta do castelo
procurando uma entrada aberta para escapar mas não conseguiu.
Desesperado fugiu da perseguição dos espanhóis, mas o seu cavalo cansado não resistiu e morreu.
O Cavaleiro, visto não poder entrar no Castelo, resolveu não deixar a sua missão por cumprir, e
enviou o estandarte por cima da muralha, conseguindo assim, realizar o seu objectivo, dando
então hipótese à sua captura e morte. Antes de morrer disse:
Morra o homem e deixe a fama
LENDA DOS AMORES DE D. LOPO (Elvas)
Diz a lenda que, na cidade de Elvas, vivia um jovem fidalgo, de poucas posses, chamado Lopo de
Mendonça. Por alturas da feira de Zafra, cidade espanhola, D. Lopo conheceu D. Mência. Logo se
apaixonaram um pelo outro. Pediu-a em casamento, mas o pai recusou o pedido, pois ela estava
prometida a D. Afonso Ramirez, descendente de uma nobre e riquíssima família. D. Mência foi
encerrada num convento enquanto preparavam a boda com o fidalgo espanhol.
D. Álvaro, amigo do fidalgo português, aconselhou D. Lopo a ir a Zafra para falar com D. Mência.
Se ela o amasse verdadeiramente talvez concordasse em fugir com ele. Assim fez D. Lopo.
Chegado ao convento, pediu a uma noviça, amiga de D. Mência, para marcar um encontro entre
os dois.D. Mência concordou em fugir com D. Lopo, pois não podia viver sem ele. Combinaram,
então, encontrar-se no dia seguinte à mesma hora. D. Lopo estaria à sua espera com um cavalo e
Leyendas en la Raya
um pajem. Chegado o momento da fuga, viu-se rodeado por D. Árias, o pai de D. Mência, e quatro
criados. O pajem contratado era um dos criados de D. Árias e tinha-o traído. Furioso com aquela
emboscada, D. Lopo desembainhou a sua espada e enterrou-a no peito de D. Árias. Aproveitando
a confusão provocada pela situação, conseguiu fugir de Zafra e atingir Sevilha, onde se alistou
numa companhia que partia nesse dia para Nápoles. Não conseguia esquecer que assassinara o
pai da sua amada.Um ano passou, D. Lopo regressou a Zafra e procurou D. Mência. A jovem
professara naquele mesmo convento de Sta. Clara. D. Lopo voltou para os campos de batalha e só
descansou em paz quando morreu.
LENDA DA FONTE DA PRATA (Elvas)
Era uma vez um guerreiro chamado Henriques que tinha uma mulher chamada Maria.
Mas um dia, os soldados do castelo prenderam o guerreiro sem a mulher saber. Noutro dia os
soldados foram à casa da D. Maria, e disseram- lhe:
- O seu marido está na prisão!
Nesse dia ela foi para o castelo e começou a chorar muito, muito... De tanto chorar fez das suas
lágrimas uma fonte que se chama:
Fonte da Prata.
E assim ficou a lenda da fonte que toda a gente conta, e conhece em Elvas.
Este trabajo ha sido realizado por las alumnas que forman la Asociación Cultural Diz
Lá, participantes en el Proyecto Teenemprende 2015:
Marta Benítez
Blanca Borrego
Eva Bravo
Andrea Chacón
Nazaret Correa
Paula Gómez
Sara Guerrero
María Martínez
Magdalena Matito
Lourdes Olivera
Mercedes Parra
Rocío Ramos
Inma Torres