reflexiones practica mejoradas

12
Facultad de Educación Pedagogía Básica con Especialización Taller Pedagógico VIII Reflexiones Práctica Pedagógica

description

aqui hay reflexiones pedagógicas mejoradas

Transcript of reflexiones practica mejoradas

Facultad de Educación Pedagogía Básica con Especialización

Taller Pedagógico VIII

Reflexiones Práctica Pedagógica

Reflexión práctica 29 de agosto 05 de septiembre 2012

Un aula escolar es un contexto social, el cual se muestra con una gran diversidad

tanto como en las personas que la componen como en las relaciones e interacciones que allí

se dan, donde quizás una de las relaciones más importantes son aquellas que nacen entre el

docente y sus estudiantes, ya que de acuerdo a la calidad de estas relaciones dependerá el

aprendizaje de los estudiantes y del docente, puesto que como los estudiantes van

construyendo aprendizajes con ayuda de su profesor o profesora, de igual manera estos

últimos van construyendo aprendizajes en base a las relaciones e interacciones que tienen

con cada uno de sus estudiantes, entendiendo que si en una aula de clases las relaciones

entre docentes y estudiantes no tiene un grado de confianza y respeto entre ambos

participantes, difícilmente se logrará construir un clima el cual sea apto y propicio para la

construcción de aprendizajes, señalando que para que pueda existir confianza dentro del

aula escolar y en cualquier contexto social, es importante que todas las personas que allí se

encuentran puedan sentirse respetadas, comprendidas y acogidas, dentro de un contexto el

cual sea capaz de ofrecer relaciones dialogantes y respetuosas. Carrera (2001), entendiendo

que el respeto es una de las bases de toda relación e interacción social.

De acuerdo a esto, es posible señalar que muchas veces hay docentes los cuales

constantemente se quejan de que los estudiantes no saben respetar, ante esto es que yo me

pregunto si estos docentes se han detenido alguna vez a reflexionar y preguntarse por qué

estos estudiantes supuestamente no saben respetar, será que este valor siempre se les ha

hecho conocer a través de las palabras y nunca a través de vivencia diaria o que quizás

estos estudiantes no respetan simplemente porque a ellos no se les respeta. No podemos

exigir a los demás lo que nosotros nunca hemos dado, por tanto si docentes en ejercicio y

docentes en formación quieren cultivar aulas donde florezcan las relaciones empáticas

(MINEDUC, 2001), el trato equitativo y el respeto a la diversidad, debemos reflexionar y

ver si yo como docente le estoy dando el trato y respeto que cada uno los y las estudiantes

se merece como derecho y no como un privilegio, entendiendo que así como yo he de tratar

a los demás, de igual forma los demás me trataran a mí.

Reflexión práctica 26 de septiembre 2012

Hoy en día muchos docentes en ejercicio y en formación, suelen creer que para

mantener el orden en la sala de clases es necesario utilizar reiteradamente el tono de voz

alto, así también como el recurrir constantemente a las amenazas y sanciones, como citar el

apoderado de los estudiantes, enviarlos a la inspectoría y escribir una anotación negativa en

la hoja de vida del educando, hechos los cuales no potencian que el estudiante comprenda

la importancia de mantener el orden y respeto en el aula, sino que algunos lo hacen solo por

el miedo que les provoca ver a él o la docente enojado, por ello suelen mantener un orden

solo cuando el docente se encuentra observándolos y quizás controlando. Ante esta

situación, es importante pensar si los docentes y algunos docentes en formación creen que

todas esas medidas son una herramienta positiva a la hora de crear un ambiente propicio

para el aprendizaje, lo cual puede deberse a que estos no logran comprender que el

mantenimiento del orden en el aula clases no depende de cuan fuerte se hable y de cuan

duros sean los castigos o amenazas, sino más bien de la capacidad que tenga el o la docente

de entablar una conversación con los estudiantes, donde se reflexione sobre la importancia

de las normas de convivencia en la sala de clases, las cuales no hay que olvidar deben ser

propuestas de forma consensuada entre educador y educando, pues ello permite al

estudiante comprender que si no existe respeto, silencio (en los momentos requeridos) y

disposición a aprender, difícilmente lograran construir aprendizajes verdaderos y

significativos.

De acuerdo a ello, es necesario señalar que para que todo esto sea posible se

requiere indudablemente que el docente comprenda realmente que “una clase con buen

ambiente es aquella en que todos entienden lo que se espera de ellos; las normas

establecidas son apropiadas a la edad y al nivel de desarrollo de los alumnos y el profesor

mantiene un "ojo vigilante" sobre lo que ocurre. Pero también el profesor, dada la

complejidad que significa ejercer su autoridad, cuando se ha equivocado en algún juicio, lo

admite.” (MINEDUC, 2001), hecho el cual nunca podrá ser logrado si docentes en ejercicio

y en formación no comprenden la importancia de conocer a sus estudiantes y de buscar

metodologías de enseñanza las cuales permitan a los educandos desarrollarse de forma

integral y no solo recibir contenidos tanto conceptuales y actitudinales de forma arbitraria y

poco significativa para estos.

Un docente comprometido con sus estudiantes es aquel que reflexiona sobre su

actuar pedagógico, identificando y analizando tanto sus fortalezas como aquellas

debilidades que intervienen a la hora de guiar a sus estudiantes hacia la construcción de

aprendizajes. De acuerdo ello, es importante señalar que muchas veces estas debilidades en

son las causantes del fracaso escolar de muchos niños y niñas de nuestro país, por eso la

importancia de las reflexiones de la praxis pedagógica.

Reflexión práctica 03 de octubre 2012

Actualmente, es posible ver como en nuestras escuelas la violencia y brotes de

agresividad entre los y las estudiantes, se han constituido en un hecho o en un fenómeno

cada vez más frecuente, fenómeno el cual según Martínez y Pérez (2005) es quizás un

reflejo de lo que está ocurriendo con nuestra sociedad, donde las acciones antisociales

exhibidas por varias personas (niños, adolescentes y adultos) son más frecuentes y graves

de lo que hubiésemos imaginados hace un tiempo atrás, ya que si bien es cierto en nuestras

escuelas siempre se han presentados episodios de violencia, hoy puede verse, cómo en

numerosos centros educacionales la convivencia escolar se quiebra constantemente,

llegando hasta el punto de hacerse imposible la formación.

De acuerdo esto, Martínez y Pérez (2005), nos señalan que las principales causas del

aumento de ésta violencia escolar podrían ser: “1-Los medios de comunicación en general,

y la televisión en particular, influyen sobremanera en los escolares, con frecuencia de

modo perjudicial; 2- La penetración de la cultura de la violencia en los centros escolares,

que lleva al sector infanto-juvenil a resolver sus problemas con arreglo a lo que ven a su

alrededor; 3- La facilidad para consumir alcohol y drogas y 4- Violencia intrafamiliar.”

Donde este último es quizás uno de los principales causantes de la violencia escolar, ya que

muchos niños y niñas los cuales sufren violencia en sus casas tienden a replicar esta

conducta en su escuela, creyendo tal vez, que ésta es la única forma de resolver los

conflictos o problemas que los aquejan en su vida escolar y personal. Ante esto Villanueva

(2007), nos señala que “si estas formas de violencia reales no se ven, no se dicen, ni se

denuncian, ni se revierten, no esperemos adolescentes encantados con la vida y el mundo.”

Ya que como bien sabemos la violencia solo engendra más violencia. Por lo tanto somos

nosotros los docentes en conjunto con las familias y la comunidad educativa en general

quienes deben ponerle un alto a ésta terrible situación que aqueja gravemente nuestra

convivencia escolar, ofreciéndoles a nuestros estudiantes e hijos un ambiente que los

escucha y contiene, que los protege y cuida de la vulnerabilidad y por ultimo un ambiente

que les ofrezca expectativas de un futuro mejor, ya que según Villanueva (2007), una

familia y sociedad la cual incluya a los adolescentes y una escuela responsable la cual

responda por estos, podrían ser las dos soluciones más importantes y relevantes para

mejorar ésta creciente situación de violencia tanto escolar como social.

Reflexión práctica 10 de octubre 2012

Las expectativas que tenemos de cada uno de los estudiantes son muy importantes

para la confianza y valoración que estos sienten por sí mismos. Los estudiantes perciben

cuando un docente no les quiere o no les brinda la misma atención que a sus demás

compañeros, provocando en ellos cierta represión, la cual muchas veces influye

considerablemente en su desempeño escolar. Por lo tanto, es importante que como

docentes efectivos seamos capaces de respetar y valorar a cada uno de los estudiantes,

independientemente de cómo sea su comportamiento y desempeño en el aula, señalando

que si uno de estos no se comporta bien y no tiene un buen desempeño, quiere decir que el

docente a cargo no está realizando un buen trabajo, realmente no está analizando y

reflexionado sus prácticas y por ende simplemente no está realizando una enseñanza

efectiva, pues “la enseñanza efectiva requiere consideración cuidadosa y reflexiva acerca de

lo que hace un maestro y sobre los efectos de sus acciones en el aprendizaje social y

académico de sus estudiantes” Arends (2007, p.20), entendiendo que todos los seres

humanos somos distintos los unos de los otros y por ende somos portadores de

innumerables cualidades, capacidades y habilidades que nos permiten desarrollarnos y

presentarnos ante la sociedad de una determinada forma, ante esto es que Suárez (1999) nos

señala que todos ser es original y único, por lo cual tiene sus intereses y motivaciones,

cosas que les gustan y disgustan, señalando de esta manera que un docente el cual conozca

y maneje estos elemento podrá entender y ayudar a cada uno de sus estudiantes, además de

poder realizar sus planificaciones de forma contextualiza y coherente a la realidad escolar.

Los estudiantes, sobre todo los más pequeños necesitan que sus docentes le motiven

e impulsen a crecer y creer en cada una de sus capacidades, formando de esta manera

estudiantes felices e integrales, los cuales valoran y respetan cada una de sus capacidades y

cualidades, las cuales los hacen seres únicos e incomparables con los demás..

De acuerdo con lo anterior, es posible señalar además que un docente el cual valore

y respete a sus estudiantes, entenderá que “la crítica debe ser hecha en privado y a quien

corresponda. La represión y sobre todo el ridículo público, perjudica tanto a quien lo hace

como a quien lo recibe” (Suárez, 1999:78), pues muchas veces los docentes tienden a

criticar a sus estudiantes ante todo el curso, lo que causa que estos se sientan ridiculizados y

humillados ante los demás.

Reflexión práctica 17 de octubre 2012

Un docente comprometido con el aprendizaje y desarrollo integral de sus

estudiantes, es aquel que nunca deja de buscar estrategias y metodologías de enseñanza, las

cuales sean distintas e innovadoras, estrategias las cuales permitan al estudiante ser

protagonista de su propio aprendizaje. Ante esto, se puede señalar que los proyectos de

aula puede ser considerados como una de las mejores estrategias de enseñanza activa, pues

esta metodología de enseñanza se centra específicamente en los intereses de cada uno de los

estudiantes, convirtiéndolos de esta manera en los protagonistas de sus aprendizajes.

Los proyectos de aula permiten indudablemente desarrollar y potenciar múltiples

habilidades en los estudiantes, por lo cual pueden concebidos como un excelente

instrumento de planificación de la enseñanza, los cuales tienen un enfoque global de ésta,

pues al momento de crear un proyecto de aula se tiene el especial cuidado de tomar en

cuenta todos los componentes del currículo nacional y así también los intereses y

necesidades tanto de los estudiantes como los de la escuela, todo esto con el único fin de

proporcionar una educación innovadora y mejorada en cuanto a calidad y equidad.

ROMAN (1999). señalando que esta calidad y equidad nunca podrá ser lograda si los y las

docentes no tienen el cuidado de tratar a cada uno de sus estudiantes de forma igualitaria y

equitativa, entendiendo y reconociendo cada una de sus diferencias, las cuales pueden ser

de género, culturales, étnicas o económicas.

De acuerdo a todo lo anterior, se puede decir que un docente efectivo y

comprometido con el aprendizaje de sus estudiantes, es aquel que aparte buscar nuevas

estrategias de enseñanza, (como lo son los proyectos de aula), procura siempre potenciar las

habilidades y capacidades de todos sus estudiantes por igual, pero sobre todo procura

motivar y potenciar a aquellos estudiantes a los cuales les cuesta un poco más que a los

demás, brindándoles confianza y seguridad para que estos se atrevan a participar y disfrutar

construyendo aprendizajes. (MINEDUC, 2001).

Reflexión práctica 24 de octubre 2012

Actualmente, podemos ver que las aulas escolares son escenarios donde se

concentran grupos de estudiantes con una gran diversidad la cual se aprecia en diferencias

por razones sociales (niños o jóvenes en situaciones de riesgo social, procedencia de

diferentes ámbitos sociales); étnicas y culturales (alto nivel de alumnos/as que provienen de

otras culturas y distinta lengua), alumnos/as con baja motivación o altas capacidades, con

necesidades educativas especiales, etc. Ante esto se puede decir que un aula escolar es un

contexto social muy diverso y complejo a la vez, complejidad la cual exige docentes los

cuales se encuentren preparados y dispuestos ante esta realidad, de tal forma, poder ofrecer

una enseñanza la cual se ajuste a las necesidades y características de cada uno de los

estudiantes que componen el aula, ya que como lo señala Blanco citada por Marchesi

(2004), la escuela tiene la obligación de ofrecer una respuesta educativa, la cual sea

comprensiva y diversificada, proporcionando una cultura común a todos los alumnos/as, la

cual evite la discriminación y desigualdad de oportunidades, y respetando al mismo tiempo

sus características y necesidades individuales, donde es importante y muy necesario señalar

que estas necesidades pueden ser clasificadas en necesidades educativas especiales y

necesidades educativas comunes, esta última se refiere a las que “son compartidas por todos

los alumnos y alumnas, las que se asocian a los aprendizajes esenciales para su desarrollo

personal y socialización, que están expresadas en el currículo escolar. Sin embargo, no

todos los alumnos y alumnas se enfrentan con el mismo bagaje y de la misma forma a los

aprendizajes en él establecidos, todos los niños y niñas tienen capacidades, intereses,

ritmos, motivaciones y experiencias diferentes que mediatizan su proceso de aprendizaje,

haciendo que sea único e irrepetible en cada caso.” Entonces, tanto como los estudiantes

con NEE y aquellos con NEC, necesitan de una educación la cual les permita acceder a

experiencias de aprendizajes necesarias para un desarrollo y crecimiento integral, por ende,

tanto docentes como la comunidad educativa en general, deben tener siempre presente que

cada estudiante es distinto el uno del otro, y por tanto cada uno de estos manifestará

intereses y necesidades distintas, por ello, es importante generar constantemente

adaptaciones curriculares, además de la búsqueda de estrategias y metodologías de

enseñanza las cuales permitan al estudiante construir aprendizajes de manera significativa y

equitativa, donde el docente cumple un rol fundamental, pues es él quien debe velar por el

desarrollo integral de todos y cada uno de sus estudiantes, como así también velar por una

adecuada atención a la diversidad, ya que muchas de las dificultades de aprendizaje

presentes en la actualidad tienen su origen en una respuesta educativa que no contempla la

diversidad.

Reflexión práctica 31 de octubre 2012

Hoy en día es posible ver múltiples casos de violencia intrafamiliar, donde uno de

los principales afectados son los niños, aunque no sea a ellos que se les maltrate

directamente, ya que cuando en un hogar existe algún tipo de violencia ésta suele darse

principalmente entre padre y madre, donde los hijos o niños que aquí se encuentran suelen

ser testigos mudos de esa realidad que los envuelve y que les causa graves daños en su

crecimiento y desarrollo integral. Pues “aunque los padres afirman con frecuencia que sus

hijos no están al corriente de las disputas familiares, del 40% al 80% están presentes

mientras ocurren y el resto las escucha desde otra habitación o es testigo de sus

consecuencias. Los malos tratos conyugales son, por sí mismos, malos tratos infantiles. En

el 45% al 60% de los malos tratos infantiles existen al mismo tiempo malos tratos

conyugales” (González. s/a). Un niño el cual es testigo de violencia en su hogar y aunque

a él no se le agreda físicamente, no quiere decir que no se le esté agrediendo

sicológicamente, entendiendo que la violencia psicológica puede ser tanto o más perjudicial

que la física, ya que este tipo de violencia puede llevar a muchas personas adultas, jóvenes

y niños a sentirse totalmente desmotivados, deprimidos y desvalorizados como personas.

En cuanto a las consecuencias que la violencia intrafamiliar puede causar principalmente en

el desarrollo y formación de niños y niñas que son víctimas de esta situación son

“conductas de interiorización (tristeza, aislamiento, molestias somáticas, miedo,

ansiedad), conductas de exteriorización (agresión, crueldad, con los animales, desafío de

autoridad, destructividad) y trastornos de las relaciones sociales (fracaso escolar, mala

relación con los compañeros, no participación en actividades deportivas o

extraescolares).”(Sánchez, 2002), señalando además, que muchos de estos niños/as

víctimas de violencia o maltrato en un futuro lo más probable que suceda es que estos

muestren predisposición para maltratar o ha convertirse en víctimas de los malos tratos de

su pareja.

De acuerdo a lo anterior, específicamente a las conductas de exteriorización es

importante señalar que muchas veces es posible encontrar este tipo de conductas dentro de

un aula escolar, donde docentes deben enfrentarse a diario con estudiantes los cuales suelen

comportarse de forma agresiva con sus demás compañeros o con los mismos docentes, pero

lo realmente importante aquí no es la conducta de estos niños, sino que él o la docente a

cargo no sea capaz de ver que éstas conductas muchas veces son el grito desesperado de un

estudiante el cual pide urgentemente que se le ayude, ayuda la cual quizás nunca llegue si

éstos docentes hacen oídos sordos a ésta problemática que afecta a uno o más de sus

educandos, ya que a veces a un docente le resulta mucho más fácil sancionar estas

conductas e ignorar la realidad de estos niños que hacerse cargo del problema y buscarle

una solución la cual le brinde a estos pequeños la oportunidad de poder desarrollarse y

crecer de forma integral al igual que sus demás compañeros, pues la violencia intrafamiliar

y el maltrato infantil influyen abrupta y directamente en el correcto y ordenado desarrollo

físico, psíquico y social de éstos (Barreda, 2006), entendiendo que la no denuncia y

búsqueda de solución a éstos hechospriva al niño de sus derechos y su bienestar. Por otra

parte es posible señalar además, que detrás de un niño maltratado hay siempre una persona

que daña y otra que calla y esa persona que calla por ningún motivo o circunstancia puede

ser un o una docente, pues de lo contrario estaríamos vulnerando y pasando a llevar tanto

los derechos de los niños como al principal objetivo de la educación chilena, el cual se basa

en ofrecer a todos los chilenos y chilenas una formación integral, que sea capaz de

“desarrollar plenamente todas las potencialidades y su capacidad para aprender a lo largo

de la vida, dotándolos de un carácter moral cifrado en el desarrollo personal de la

libertad; en la conciencia de la dignidad humana y de los derechos y deberes esenciales

que emanan de la naturaleza del ser humano; en el sentido de la trascendencia personal, el

respeto al otro, la vida solidaria en sociedad y el respeto a la naturaleza; en el amor a la

verdad, a la justicia y a la belleza; en el sentido de convivencia democrática, el espíritu

emprendedor y el sentimiento de la nación y de la patria, de su identidad y tradiciones.”

(MINEDUC, 2002).

Un docente el cual no esté comprometido con el bienestar y desarrollo integral de

cada uno de sus estudiantes, es un ser el cual carece totalmente de vocación, ética moral y

profesional, además de carecer de la competencia reflexiva que todo docente debiese tener

como parte fundamental de su ser y actuar pedagógico.

Reflexión práctica 07 de noviembre 2012

Hoy he vuelto a confirmar lo importante de la observación, pero sobre todo lo

importante del monitoreo donde “el profesor está atento a lo que ocurre durante la clase y a

lo que los alumnos hacen, dicen y preguntan. Revisa trabajos, hace preguntas y presta

atención a señales no verbales que quizá indican que alguien está confundido o que no está

entendiendo la explicación, como así también, a aquellos alumnos que se encuentran

realizando otra actividad ajena a la clase”. (MINEDUC, 2000:p. 36). El monitoreo

constante me ha permitido ver a aquellos estudiantes a los cuales les cuesta entender las

actividades e indicaciones dadas tanto por las docentes mentoras como por las docentes en

formación. Asimismo, he podido identificar a aquellos estudiantes que se encuentran

distraídos, ayudándolos y motivándolos a construir aprendizajes.

El monitoreo no es solo una estrategia para mantener el control en el aula de clases,

sino que es una estrategia que permite que el docente motive a los estudiantes a aprender,

potenciado sus capacidades y su autoconcepto, pues para que un niño logre construir

aprendizajes de manera más fácil y sencilla es necesario que este se sienta seguro y capaz

de poder hacerlo, confiando y valorando cada una de sus virtudes o fortalezas, pues como

señala Carrera (2001) “tenemos que enseñar a cada niño desde la infancia a descubrir en su

interior, lo mejor de su personalidad. Cuando más lo tratemos como ser importante y digno

de atención, y se sienta amado y aceptado, mejor auto concepto tendrá” (Pág. 127),

sintiéndose escuchado y valorado por el medio que lo rodea.

Reflexión práctica 14 de noviembre 2012

La vocación, la empatía y la flexibilidad son unas de las principales características

que debe poseer un docente, pues estas nos permiten desarrollar nuestra labor con amor y

compromiso hacia el desarrollo y el aprendizaje de cada uno de nuestros estudiantes,

entendiendo de esta forma que la vocación es ese valor que tienen algunos docente, los

cuales luchan por el bienestar de sus educandos, la vocación es la que nos permite

comprender que un docente no es un mero transmisor de contenidos, sino que más bien un

mediador, un guía el cual debe ofrecer comprensión y atención para sus estudiantes los

cuales muchas veces deben pasar por múltiples dificultades, las que de un modo u otro

afectan o interrumpen el proceso educativo de estos, por lo tanto es muy importante que un

docente trabaje la flexibilidad y la empatía con sus estudiantes, ya que como lo señalaNeva

(2001) “la tarea de los educadores es generar las condiciones para que los estudiantes

puedan tener, en el contexto escolar, la sensación de bienestar que da el sentirse bien

consigo mismo y, desde allí, poder relacionarse libre y fluidamente con los otros”, pues

como podríamos generar un ambiente propicio para el aprendizaje, si el docente no es

capaz de ser flexible y empático con sus estudiantes, entendiendo que establecer un buen

ambiente de relaciones dentro del aula de clases es una condición esencial para el logro de

un clima de aprendizaje (MINEDUC, 2001).

Por lo tanto en base a lo anterior, se puede decir que la necesidad de la empatía y la

flexibilidad recae en que los docentes y la comunidad educativa en general deben

comprender que lo realmente importante no es el estricto cumplimiento de las pautas o el

pasar completamente las unidades de estudio, sino más bien lograr que cada uno de los y

las estudiantes puedan construir aprendizajes los cuales le permitan crecer y desarrollarse

de forma integral.

Reflexión práctica 28 de noviembre 2012

Hoy en mi última práctica pedagógica he podido evidenciar que el amor que un

docente siente por su profesión y por sus estudiantes es una de las mejores virtudes que este

o esta pueda poseer, pues es ese amor lo que nos permite disfrutar plenamente, al ver como

nuestros estudiantes van creciendo y construyendo nuevos aprendizajes cada clase. El

amor y dedicación es algo que los estudiantes perciben y agradecen, pues como señala

Arancibia (1997) “Los niños necesitan sentir que se les quiere y acepta por lo que son pese

a sus errores”, señalando que un docente el cual demuestre amor y compromiso hacia sus

estudiantes será aquel que mejor relación y cercanía tenga con estos, entendiendo que el

establecer relaciones autenticas entre educador y educando es uno de los requisitos previos

para todo lo demás en la enseñanza, Arends (2007).

El amor por la vocación es aquello que nos permite sentirnos comprometidos con

nuestro actuar y desempeño pedagógico, es por eso que reflexionamos y analizamos

nuestras prácticas, entendiendo que la reflexión, el amor y la dedicación son uno de los

elementos más importantes al momento de implementar cualquier tipo de enseñanza. Un

docente reflexivo es aquel que puede ver claramente sus fortalezas y debilidades, por lo

cual se esfuerza en la búsqueda de estrategias de mejora, teniendo siempre presente que

todo error es y siempre será una indudable fuente de aprendizaje tanto para él como para

cada uno de sus estudiantes.