REGISTROS PALEOBOTÁNICOS DE NAVARRA

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REGISTROS PALEOBOTÁNICOS DE NAVARRA(el número corresponde al indicado en el mapa)

1. Abauntz

2. Berroberría

3. Zatoya

4. Aizpea

5. Los Cascajos

6. Turbera de Belate

7. Turbera de Atxuri

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NAVARRA Abauntz 179

La cueva de abauntz (arraiz, Navarra) está situada en el vallede la Ulzama a 600 m s.n.m. (43º 00’ N, 01º 38’ o), en el senode la cuenca mediterránea navarra, pero muy cerca de la

divisoria de aguas cántabro-mediterránea (Fig. 196). se ubica en elbarranco de abauntz, del que recibe su nombre, por el que discurreel arroyo Zaldazáin poco antes de desembocar en el río Ulzama,perteneciente a la Cuenca del Ebro. su estudio polínico (López-García, 1982) deparó una secuencia que incluye información paralos niveles magdalenienses, epipaleolíticos, neolíticos, calcolíticos y romanos (Fig. 198).

Las tres muestras basales del registro polínico correspondenal Magdaleniense, datado en 15.800 años BP. En ellas, el po-len dominante es el pino, con porcentajes muy altos, siendotestimonial la presencia de aliso, abedul y quercíneas. Entre lasherbáceas, dominan las gramíneas y asteráceas. En su conjunto,estas muestras estarían refiriendo un paisaje típico del Tardiglacialpirenaico occidental, con dominio de coníferas sobre pastiza-les xerofíticos.

Las muestras epipaleolíticas, procedentes del nivel aziloide (9530años BP), refieren un medio muy arbolado, similar al del Preborealeuropeo, dominado por los pinos y en mucha menor medida por losavellanos, abedules, alisos y robles. La alta frecuencia de polen deasteráceas (Cardueae y anthemideae) reflejaría un uso frecuente dela cueva en este intervalo. Las condiciones más húmedas habríanpermitido la proliferación del bosque templado, aún cuando el pinarseguiría siendo la formación forestal más significativa.

Durante el Neolítico antiguo, datado en torno a 6910 años BP,el paisaje sigue siendo forestal, con abundancia de pinos, avellanos,abedules, alisos, robles y olmos, sin indicios de antropización delpaisaje. En estos momentos, el pinar empieza a retroceder y son elavellano y el abedul las especies que van tomando cada vez másimportancia. a partir del Neolítico medio-final (muestras 8, 9 y 10),datado en 5390 años BP, ya se observa un cambio sustancial,pasando a dominar Corylus sobre Pinus, a la vez que progresan los abedules y se hacen constantes los tilos, alisos, castaños yolmos. En resumen, no hay indicios palinológicos evidentes que

ABAUNTZValle de la Ulzama, Lantz, Navarra

Tardiglacial-Holoceno (15.800-4240 años BP)

Figura 196. Valle de la Ulzama, donde se estudió la secuencia de Abauntz

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180 Abauntz NAVARRA

Figura 198. Diagrama polínico de la cueva de Abauntz. Redibujado de López-García (1982)

estén hablando de un medio antropizado durante el Mesolítico y elNeolítico. Esta situación es comparable con la de otros depósitoscercanos y contemporáneos del Pirineo navarro, como los proce-dentes de las cuevas de Zatoya y aizpea.

a lo largo del Calcolítico en abauntz, y hasta el periodotardorromano, el pinar vuelve a cobrar cierta importancia aunque laavellaneda, en franco descenso, sigue siendo el bosque predo-minante, son mucho más abundante ahora en alisos y tilos,reduciéndose el abedul y las quercíneas.

La mayor representatividad de Ericaceae y Plantago inducea pensar en una presión pastoral más importante, que segura-mente puede tener algún tipo de relación con el altísimo por-centaje de las esporas de Polypodium vulgare, helecho que común-mente se ha utilizado como lecho de cama.

Más información

López-García (1982, 1986, 1987), Boyer-Klein (1989), sánchez-Goñi(1993, 1994), Iriarte (2001), López-sáez et al. (2006, 2007-2008)

Figura 197. Vista panorámica del Valle de la Ulzama

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181NAVARRA Berroberría

Berroberría es el nombre de una de las cuevas localizadas enel barrio de alquerdi del municipio de Urdax (Navarra), y queforma parte del complejo “Cuevas de Urdax”. se sitúa en la

zona septentrional de Navarra, a pocos km de la frontera conFrancia (43º 16’ 06” N, 01º 30’ 30” o). La cueva permanece cerradadesde 1996, cuando se realizó la última excavación arqueológica.

Geográficamente el macizo calizo que la contiene se sitúa abaja cota altitudinal (156 m s.n.m.) en la zona de cabecera del ríoNivelle o Ugarana, a unos 20 km de la línea de costa y al pie delpuerto pirenaico de otxondo. se trata por tanto, de una zona detransición entre los Pirineos y el litoral atlántico. El clima de la zonaes templado atlántico, la precipitación media se sitúa en torno a1900 mm anuales y las lluvias se reparten bastante unifor-memente a lo largo del año. La temperatura media anual rondalos 14 ºC. El paisaje es bastante abierto, con suaves formas de

relieve cubiertas por prados y salpicadas con parches de bosquecaducifolio donde dominan Fagus, Ulmus y Corylus. En el interiorde la cueva se ha encontrado numerosa industria lítica que sitúa la ocupación humana más antigua conocida en el Magdale-niense superior.

La secuencia polínica de Berroberría comienza, según Boyer-Klein (1984), en el interestadio templado Bølling-allerød. En latransición entre ambos se registra un pequeño deterioro climático,atribuido al antiguo Dryas II, en el que Pinus desciende a porcentajesque varían entre el 20 y el 30% y las esporas de helechos hasta el10%. sin embargo, este cambio en la tendencia general, no es tanmarcado como en otras zonas más cercanas a la costa.

Tras este pequeño cambio, comienza el allerød, bienidentificado por un incremento del polen arbóreo, el cual llega

BERROBERRÍAPirineo navarro, Urdax, Navarra

Pleistoceno superior-Holoceno (~14.430-8000 años BP)

Figura 199. Espelotemas de la Cueva de Berroberría

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182 Berroberría NAVARRA

al 70%, siendo el pino el taxón arbóreo dominante, acompa-ñado por alisos y sauces. Corylus, Quercus y Betula, quedansiempre por debajo del 5%. Para la autora, la mejora en las con-diciones de humedad de este periodo queda corroborada por elaumento exponencial de las esporas de helechos en el sedi-mento.

Tras la mejoría climática del allerød, se registra unaimportante degradación de la cobertura arbórea. No obstante,esta fase fría, correspondiente con el antiguamente conocidoDryas III, no acarreó la desaparición total de las especiestermófilas, ya que Quercus y Corylus siguieron presentes en el

área, así como también se mantuvo un porcentaje muy alto de lasesporas de helechos. Durante esta fase se registran dentro de lacueva restos de industria lítica atribuidos al aziliense.

según Boyer-Klein (1988), la humedad heredada del allerødse mantuvo en Navarra durante el Dryas III y, al menos, las zonassituadas al abrigo de los vientos pudieron servir de refugio deciertas especies caducifolias.

Más información

Boyer-Klein (1984, 1988)

Figura 200. Diagrama polínico sintético de la Cueva de Berroberría. Redibujado de Boyer-Klein (1988)

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183NAVARRA Zatoya

Tabla 45. Dataciones radiocarbónicas de

la secuencia de la cueva de Zatoya. Cali-

braciones según Reimer et al. (2004)

(Calib 5.0, intervalo de probabilidad

95.4). Boyer-Klein (1989)

La Cueva de Zatoya se localiza en el municipio de Jaurrieta (42º54’ 11’’ N, 01º 10’ 03’’ o; 900 m s.n.m.), en un valle excavadopor el río Zatoya antes de su desembocadura en el río salazar,

afluente del Ebro. se sitúa en el norte de Navarra, entre cumbresque rondan los 1400 m, lo que determina un clima muy húmedo yfrío en invierno y calido en verano. El entorno vegetal de la cuevaestá dominado por bosques caducifolios de roble, avellano y fresno,junto con extensiones de pino albar y hayedos con boj.

El yacimiento, descubierto en 1975, ha sido sometido a diversascampañas de excavación arqueológica, que han documentado

niveles de ocupación adscritos culturalmente al auriñaciense,Magdaleniense avanzado, Magdaleniense final o aziliense, Epipa-leolítico y Neolítico, con algunos hallazgos del Calcolítico o Edad delBronce en un nivel funerario parcialmente removido.

El estudio palinológico del yacimiento (Boyer-Klein 1989) secentra en los niveles de ocupación adscritos desde el Magdaleniensefinal-aziliense al Bronce, ya que no se muestreó la parte inferior del perfil arqueológico (Fig. 202).

Para los momentos correspondientes a la ocupación delMagdaleniense, se documentan varias fases en lo que se refiere ala vegetación existente en el entorno de la cueva. La primera, en labase del diagrama, refleja un paisaje relativamente boscoso, conpresencia de Quercus, Corylus, Pinus, Alnus y Betula, lo que, unidoa los elevados valores que alcanzan las esporas, sugieren para estemomento la existencia de un clima templado y húmedo. Lasegunda fase supone un cambio importante en el paisaje vegetal,ya que se produce un retroceso acusado del bosque; fase fría yrelativamente húmeda, de corta duración, relacionada con elDryas reciente. Por último, la tercera fase refleja la recolonizaciónarbórea, dominada sobre todo por Pinus y Corylus, y en menormedida Alnus y Betula, lo que indica el inicio de una fase de climatemplado, posiblemente relacionada con los comienzos delHoloceno. Tras un hiato polínico, durante el Epipaleolítico seaprecia que el paisaje estaba dominado por bosques de tiporobledal mixto, con presencia destacada de Quercus y Corylus,junto con Alnus y Fraxinus. Los espacios abiertos estaban

ZATOYAPirineo navarro, Jaurrieta, Navarra

Pleistoceno superior-Holoceno (28.870-6320 años BP)

Ref. Lab. Prof. (cm) Años BP Años cal. BP Material

Ly. 1397 I 6320 ± 240 7192 Neolítico antiguo

Ly. 1398 Ib 8150 ± 220 9072 Epipaleolítico

Ly. 1497 Ib 8269 ± 550 9239 Epipaleolítico

Ly. 1458 II 10.940 - Magdaleniense-aziliense

Ly. 1399 II 11.480 ± 270 13.350 Magdaleniense-aziliense

Ly. 1599 II 11.620 ± 360 13.511 Magdaleniense-aziliense

Ly. 1400 II 11.840 ± 240 13.701 Magdaleniense-aziliense

GrN. 23998 IIb 12.205 ± 90 14.077 Magdaleniense avanzado

GrN. 23999 IIbam 28.870 ± 760 33.329 auriñaciense?

Figura 201. Vista panorámica desde la cueva de Zatoya

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ocupados por formaciones como Cichorioideae y Poaceae. Los bajosporcentajes que alcanzan las esporas en este momento sugieren unarelativa sequedad ambiental. Durante el Neolítico se aprecia laexistencia de dos fases diferenciadas; la primera fase está dominadade nuevo por el robledal mixto con gran desarrollo de Tilia, en lasegunda fase, se produce el retroceso de elementos arbóreos,mientras que aumentan elementos arbustivos como Juniperus yEricaceae.

En los niveles del Calcolítico-Bronce, se aprecia en el diagramauna fase de expansión arbórea protagonizada por Pinus, mientrasque el resto de taxones arbóreos (Corylus, Quercus, Tilia y Betula)retroceden ligeramente. Destaca la tendencia descendente de losprincipales elementos herbáceos como Poaceae y Cichorioideae,mientras otros como Caryophyllaceae, Chenopodiaceae y Liliaceaeregistran ligeros aumentos en sus porcentajes, junto a un signifi-cativo aumento de Juniperus y Ericaceae.

Más información

Boyer-Klein (1989)

Figura 202. Diagrama polínico de la secuencia de Zatoya. Redibujado de Boyer-Klein (1989)

184 Zatoya NAVARRA

Figura 203. Corte interior (izda.) y corte vestíbulo (dcha.) de la cueva de Zatoya

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185NAVARRA Aizpea

Aizpea es un pequeño abrigo que se sitúa en la vertiente surdel Pirineo occidental al final de un cañón del río Irati en elmunicipio de aribe en Navarra (42º 56’ 47’’ N, 01º 15’ 20’’ o;

720 m s.n.m.). El abrigo se encuentra muy próximo al río, a unos 30m de distancia horizontal y a unos 10 m por encima del mismo. setrata de una zona límite entre la vegetación atlántica, que sedesarrolla con la altitud y la proximidad al mar, la mediterránea, quese extiende hacia el sur y la pirenaica que se extiende hacia el este.Corresponde a una zona de ombrotipo hiperhúmedo, con más de1400 mm de precipitación media anual. Las temperaturas mediasdel invierno son frías (0-1 ºC) y los veranos son frescos (21-23 ºC). Lalocalización de aizpea en un medio topográficamente xérico, asícomo la orientación (sur-suroeste) de la ladera condicionan tambiénel tipo de vegetación que allí se instala. En la actualidad el entornodel abrigo está dominado por formaciones de roble pubescente(Quercus humilis) y boj (Buxus sempervirens) (Loidi & Bascones 1995).

El yacimiento se hallaba muy alterado cuando comenzó la ex-cavación, que se realizó bajo la dirección de a. Cava. sólo quedabaintacta una superficie de unos 8 m2 dispuestos en una banda estre-cha a lo largo de la pared del fondo del abrigo. aizpea cuenta conuna secuencia de tres niveles: a (superficial y en gran parte estéril),b (desde el Mesolítico final en la base hasta el Neolítico), y c (base dela estratigrafía del abrigo, arqueológicamente estéril) (Barandiarán& Cava 2001).

se han realizado diversos estudios arqueobotánicos en esteyacimiento, tanto palinológicos (Iriarte 2001) como antracológicosy carpológicos (Zapata 2001, Zapata et al. 2001) que dan infor-mación tanto de las especies vegetales que formaban parte delbosque circundante como de la relación con las mismas de losseres humanos que vivían en el abrigo en el nivel b (Mesolíticofinal-Neolítico (Figs. 206 y 207).

AIZPEAPirineo occidental, Aribe, Navarra

Holoceno (8570->5000 años cal. BP)

Figura 204. Proximidades al Abrigo de Aizpea en Aribe

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Figura 205. Pomo mesolítico carbonizado (Malus sylvestris/Sorbus domestica)

Tabla 46. Dataciones radiocarbónicas

del abrigo de Aizpea basadas en mate-

riales óseos. La edad calibrada se tomó

como el punto medio del intervalo de

probabilidad (95.4%, 2 sigma)

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Ref. Lab. Años BP Años cal. BP Años cal. BP Muestra Método(intervalo)

GrN-18421 6370 ± 70 7171-7423 7306 12-13 Convencional

GrN-16622 6830 ± 70 7571-7826 7670 17-18 Convencional

GrN-16621 7160 ± 70 7850-8161 7983 21 Convencional

GrN-16620 7790 ± 70 8411-8851 8570 30 Convencional

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186 Aizpea NAVARRA

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187NAVARRA Aizpea

El estudio palinológico (Fig. 206) fue realizado por Iriarte (2001) y en él se analizaron 18 muestras recogidas en una columna estra-tigráfica correspondiente al nivel b (cuadros 8a/8B). En el diagramapuede observarse cómo el estrato arbóreo tuvo al inicio de la secuenciauna presencia más importante (con porcentajes superiores al 50%),que al final de la misma, en donde se observa una clara disminuciónde los porcentajes arbóreos en las muestras más recientes (33-40%). Elprincipal componente del estrato arbóreo fue el avellano (Corylus

avellana), aunque su representación decrece progresivamente mien-tras aumenta la importancia de otros taxones como Tilia, Alnus yQuercus caducifolio. Por consiguiente, aumenta la representación delrobledal mixto en la mitad superior del diagrama, probablemente deQuercus robur, sin que en general se observen cambios drásticos en lacomposición del paisaje vegetal en su conjunto.

El análisis antracológico y carpológico del mismo yacimientofue realizado por Zapata (2001). En la secuencia antracológica la au-tora ha diferenciado tres zonas diferentes (Fig. 207). La Zona 1(8570-7983 años cal. BP) se caracteriza por los altos porcentajes dePrunus spinosa, la presencia de Pinus y de varios taxones mesófilos(Alnus, Fraxinus, Quercus y Corylus), así como de Rhamnus. En cam-bio, en la Zona 2 (7983-7306 años cal. BP) desaparecen los carbonesde Pinus, disminuye la frecuencia de Prunus spinosa, aumenta la deQuercus y se documenta la presencia de Taxus y Buxus. Por último,en la Zona 3 (a partir de 7306 años cal. BP), Taxus y Buxus son los ta-

xones más frecuentes al inicio de la zona, mientras que Quercus yTaxus decrecen hasta desaparecer al final de la misma a la vez queaumentan los valores de Buxus. Las muestras palinológicas 1-18 (lasmás superficiales de la Fig. 206) se corresponden, aproximada-mente, con las antracológicas 7-22.

Entre las plantas recolectadas documentadas en el registrocarpológico, los hallazgos se concentran en el nivel b y destaca lapresencia de cáscaras de avellana, así como de pomos de rosáceasde dos tipos, tanto de pequeño tamaño (en torno a 6-8 mm de Ø)del género Sorbus, como de mayor tamaño (en torno a 17-20 mm deØ) clasificados como Malus sylvestris/Sorbus domestica (Fig. 205)(Zapata 2001, Zapata et al. 2002).

se recuperó, así mismo, el enterramiento mesolítico de unamujer de unos 30 años de edad en el momento de su muerte, conuna datación de entre 7430-7569 años cal. BP. Diversos análisisquímicos así como el estado de la dentadura sugieren que elconsumo de proteína animal de esta persona fue bajo y que losalimentos vegetales constituyeron la parte principal de su dieta (Dela Rúa et al. 2001).

Más información

Iriarte (2001), Zapata (2001), Zapata et al. (2002)

Figura 207. Diagrama antracológico de Aizpea. Modificado de Zapata (2001)

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El yacimiento arqueológico de Los Cascajos se encuentra si-tuado al sur del término municipal de Los arcos (Navarra) enuna zona transicional entre el alto y el medio Valle del Ebro

(42º 32’ 14’’ N, 02º 11’ 45’’ o; 445 m s.n.m.) y está emplazado sobreuna terraza del río odrón cuya superficie se encuentra a 6 m sobreel nivel del actual cauce (García Gazólaz & sesma sesma 2001). Elyacimiento se localiza en una zona de gran diversidad ecológicaextendiéndose por una superficie de más de 14 ha. El clima de lazona es mediterráneo con importantes influencias continentalessiendo los veranos muy cálidos y los inviernos fríos y secos, te-niendo, por lo tanto, características semiáridas. Los alrededoresdel yacimiento presentan un paisaje antropizado y abierto endonde las extensiones herbáceas y arbustivas, junto con superfi-cies dedicadas al cultivo son los elementos más importantes. Lavegetación esteparia herbácea es la más importante, encontrán-

LOS CASCAJOSValle del Ebro, Los Arcos, Navarra

Holoceno (7082-5823 años cal. BP)

Figura 208. Estructura circular correspondiente a una cabaña en Los Cascajos, Navarra

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Figura 209. Enterramiento de un individuo en posición fetal en el yacimiento de

Los Cascajos

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188 Los Cascajos NAVARRA

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189NAVARRA Los Cascajos

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190 Los Cascajos NAVARRA

dose tan sólo algunos parches con arbustos xerófitos, Pinus hale-

pensis, Quercus coccifera y Juniperus thurifera entre el escaso com-ponente arbóreo-arbustivo.

Los trabajos de excavación se iniciaron con carácter de urgen-cia tras la destrucción de una parte del yacimiento debido a la ins-talación en la zona de una cantera de gravas en los años setenta. Deforma sistemática, el yacimiento se empezó a excavar en 1996 pro-longándose los trabajos durante varias campañas (García Gazólaz &sesma sesma 1999). Los trabajos arqueológicos pusieron de mani-fiesto la existencia de diferentes estructuras: cabañas con diferentestipos de cubierta (Fig. 208), enterramientos (Fig. 209), estructuras decombustión (tanto hogares como manchas de fuego), depósitos dealmacenamiento y depósitos rituales (García Gazólaz & sesmasesma 2007). El yacimiento posee varias dataciones radiocarbónicasrealizadas sobre elementos de vida corta que oscilan entre 7082-5823años cal. BP y se han identificado niveles desde el Neolítico antiguohasta la Edad del Hierro.

El estudio arqueobotánico realizado por Peña-Chocarro et al.

(2005), a partir de 101 muestras, incluye carpología (Tabla 47) y an-tracología. El objetivo del estudio fue mejorar el conocimientosobre el papel de la agricultura entre las primeras sociedades cam-pesinas y profundizar sobre el papel de las plantas en la subsisten-cia de los habitantes de Los Cascajos. Los niveles del Neolíticoantiguo, que comprenden enterramientos, y posibles silos y/o ba-sureros, proporcionaron un importante conjunto de semillas (Tabla47), entre las que se identificaron trigos vestidos (Triticum mono-

coccum y T. dicoccum) y cebada vestida de seis carreras (Hordeum

vulgare). La presencia de cereales vestidos está bien atestiguadaen otras zonas del interior peninsular como los yacimientos de LaLámpara y La Revilla en soria (stika 1999) o la Cueva de La Vaqueraen segovia (López-García et al. 2003). Uno de los datos más inte-

resantes del estudio arqueobotánico es la presencia tanto de se-millas como de elementos de la espiga (bases de glumas y horqui-llas de las espiguillas), siendo los últimos los tipos de restos másnumerosos y frecuentes. De hecho, las bases de glumas y las hor-quillas de las espiguillas de T. dicoccum aparecen de forma cons-tante en casi todos los contextos muestreados. La cebada aparecerepresentada por numerosos restos, pero siempre asociada a en-terramientos o depósitos rituales, lo que abre la posibilidad de es-tudiar la asociación de determinadas especies a contextosespecíficos y el posible papel de algunas especies en la esfera reli-giosa y simbólica. Por lo que se refiere a otras plantas cultivadas,éstas están ausentes del registro arqueobotánico de Los Cascajosen este periodo. Entre las plantas silvestres se han identificado ave-llanas (Corylus avellana), una pepita de uva silvestre (Vitis vinifera

var. sylvestris), un fruto del cornejo (Cornus sanguinea) y semillasde Poaceae y Chenopodium.

El análisis antracológico ha puesto de manifiesto un limitadonúmero de taxones probablemente relacionado con la naturalezadel yacimiento (al aire libre) y con los procesos postdeposicionales.Las 10 muestras analizadas hasta el momento muestran poca va-riabilidad de especies; Juniperus es el taxón predominante en los ho-gares, mientras que en otro tipo de contextos como silos y basurerosse documentan, además, otros taxones como Quercus perennifoliosy Prunus avium. En términos ecológicos, la presencia de estas espe-cies concuerda con el tipo de vegetación que conocemos para elvalle del Ebro al final del Holoceno para el que se supone un bosquedominado por Quercus ilex ssp. ballota con Juniperus oxycedrus y Ju-

niperus phoenicea.

Más información

Peña-Chocarro et al. (2005)

Figura 210. Horquilla de la espiguilla de posible Triticum dicoccum encontrado en el yacimiento

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191NAVARRA Turbera de Belate

La turbera de Belate (43º 02’ 51” N, 01º 36’ 54” o; 847 m s. n. m.)se localiza en el puerto del mismo nombre, en el límite entre losmunicipios de Ultzama y Baztán (Navarra) (Fig. 211). Este valle

pertenece al sector occidental de las estribaciones montañosas de losPirineos y se sitúa dentro de la región Eurosiberiana, en el límite entrelas vertientes cantábrica y mediterránea. La turbera fue drenada casien su totalidad para su aprovechamiento ganadero. sin embargo, losprados cubren espesores de turba de al menos 3,5 metros. Bajo laturba se extienden mantos de arcillas grises y rosas.

En la parte activa de la turbera crecen 8 especies de Sphagnum,

Carex hostiana y otras especies características como Drosera

rotundifolia, Eriophorum angustifolium, Erica tetralix, Narthecium

ossifragum y Potamogeton polygonifolius. Ello determinó su denomi-nación como lugar de importancia comunitaria (LIC Es2200028) yactualmente está en proceso de restauración (Cod. UE 7140).

El clima actual de la zona es templado oceánico, con abun-dantes precipitaciones. La vegetación que cubre los montespróximos a la turbera está constituida por hayedos acidófilos(Fagus sylvatica) y praderas en las laderas deforestadas. a más bajaaltitud se extienden, aunque reducidos por la acción antrópica,robledales dominados por Quercus robur.

La secuencia polínica que se presenta (Fig. 212) incluye datosde dos sondeos: Belate 1, extraído de la zona drenada, más elevada,y que muestra bajo la turba la existencia de un nivel arcilloso yBelate 3 (los espectros polínicos de la parte superior), obtenido enla parte activa de la turbera; otro núcleo obtenido en la turbera,Belate 5, representa a su vez este período. Las arcillas no pudieronfecharse, pero la base de la turba en esta secuencia tiene una edadde 6600 ± 80 BP (7412-7615 años cal. BP). Las fechas obtenidas paratres niveles de la turba se presentan en la tabla 48. El inicio de laformación de turba alrededor de 7500 años cal. BP sugiere sin dudaun cambio ambiental hacia un clima más templado y húmedo.

El período anterior a 6500 años cal. BP (zona 5) está caracteri-zado por el dominio del polen de Corylus y Quercus. En los niveles an-teriores a 7400 años cal. BP se presentan mayores frecuencias dePinus, que superan a las de Quercus, y resalta la particularidad del es-pectro polínico basal, con porcentajes considerables de Poaceae,Cyperaceae y sobre todo Cichorioideae. Por otra parte, otros espec-tros de la base de la secuencia muestran frecuencias de Fagus cerca-nas al 10%. Esto lleva a plantear la posibilidad de una contaminacióncon sedimentos ante-holocenos (Peñalba 1989). La presencia deFagus antes de 3000 años cal. BP en la cornisa cantábrica ha sido dis-cutida posteriormente, a la luz de nuevos análisis palinológicos y an-tracológicos.

Entre 6500 y 0 años cal. BP se desarrollan las zonas polínicas6, 7 y 8. La vegetación dominante durante la zona 6 es el robledalmixto. Junto al polen de Quercus y Corylus, se asocian Ulmus, Tilia,

Acer, Fraxinus, Ilex, Buxus yTaxus. se registra también la presencia de

TURBERA DE BELATEPuerto de Belate, Baztan, Navarra

Holoceno (6600-2090 años BP)

Figura 211. Muestreo en la turbera de Belate

Ref. Lab. Prof. (cm) Años BP Años cal. BP

Gif-7236 50-60 2960 ± 60 3134

Gif-7235 190-200 5900 ± 80 6725

Gif-7234 212-223 6600 ± 80 7497

Tabla 48. Dataciones radiocarbónicas de la secuencia de Belate 1. Calibraciones

según Reimer et al. (2004) (Calib 5.0, intervalo de probabilidad 95.4)

C. G

oE

UR

y

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192 Turbera de Belate NAVARRA

Phillyrea y Olea. Estos bosques son más termófilos que los que seseñalaban para el período anterior. Por otra parte, Alnus empieza a

tener una mayor representación, denotando su expansión en loshábitats ribereños.

Hacia 3000 años cal. BP se inicia una nueva fase, caracteri-zada por la expansión de Fagus, en paralelo al descenso deCorylus y Quercus. Esta expansión, que en Belate 5 se muestrapor una curva que no es gradual y progresiva, está ligada a cam-bios de concentración polínica total, cambios en Corylus yQuercus, y a la presencia de cereal, lo que parece indicar unanotable acción antrópica. En efecto, si bien el aumento de Fagus

responde a un cambio climático que favorece su expansión y elretroceso del robledal mixto, la acción antrópica es un factor másque conduce a la disminución de la cobertura arbórea en la épocamás reciente.

Más información

Peñalba (1987, 1988, 1989, 1992, 1993, 1994)

Figura 212. Diagrama polínico de la secuencia de Belate. Redibujado de Peñalba (1994)

Figura 213. Núcleo extraído de la turbera de Belate

C. G

oE

UR

y

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193NAVARRA Turbera de Atxuri

TURBERA DE ATXURIValle de Baztan, Baztan, Navarra

Holoceno (2830-1870 años cal. BP)

Figura 214. Panorámica de la turbera de Atxuri

Tabla 49. Dataciones radiocarbónicas de la secuencia de

Atxuri. Calibraciones según Reimer et al. (2004) (Calib 5.0,

intervalo de probabilidad 95,4)

D. G

aLo

P

Ref. Lab. Prof. (cm) Años BP Años cal. BP (intervalo) Años cal. BP

Gif-7237 32-35 1920 ± 80 1692-2060 1870

Gif-7238 50-60 2710 ± 60 2744-2946 2830

La turbera de atxuri se sitúa en el valle de Baztan (43º 15’ N,01º 33’ o; 500 m s.n.m.), en las estribaciones occidentales delPirineo navarro. se desarrolla como turbera de tipo ombro-

trófico en una plataforma de la ladera suroeste del domo de PeñaPlata. a nivel hidrológico se ubica en la vertiente atlántica.

El clima de esta región es templado y muy lluvioso (preci-pitación anual superior a 2000 mm), por su situación a la altura dela parte interna del Golfo de Vizcaya. Ello se refleja en la vegetación,compuesta por hayedos (Fagus sylvatica) en las zonas más elevadasy robledales dominados por Quercus robur en los fondos de losvalles, junto con castañares (Castanea) y otras frondosas comofresno (Fraxinus) y avellano (Corylus). sin embargo, los alrededoresde la turbera están deforestados; sólo quedan algunos bosquetes

aislados de hayedos oligotróficos entre 400 y 450 m s.n.m. Lasladeras del monte están cubiertas por helechales de Pteridium

aquilinum, brezales con Erica vagans y Daboecia cantabrica, argo-males con Ulex gallii, y pastos (Festuca). También se evidencia elimpacto humano sobre el paisaje en las repoblaciones de Pinus

radiata. a nivel local, en la turbera crecen Erica tetralix y distintasespecies de Sphagnum, acompañados de Drosera, Carex, Juncus,

Schoenus, Narthecium y Eriophorum.

La secuencia polínica (Fig. 215) (Peñalba 1989, 1994) corres-ponde a un núcleo de sedimento de 150 cm de profundidadextraído con una sonda rusa, que muestra que la turba yace sobreuna capa de arcillas grises. Las dataciones radiocarbónicas (Tabla49) indican que el depósito arcilloso es anterior a 3000 años cal.

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Figura 215. Diagrama polínico de la Turbera de Atxuri. Redibujado de Peñalba (1994)

BP. La zona 6 está dominada por Quercus y Corylus, junto conalgunos taxones del robledal mixto (Ulmus, Tilia, Hedera y Fraxinus).Las frecuencias polínicas de los taxones arbóreos indican un paisajedensamente forestado. La base de la zona contiene Taxus y unamayor proporción de Pinus, mientras que en el final de la zona 6están ligeramente mejor representadas las encinas y alcorno-ques (Quercus tipos ilex y suber). Ello indica el paso a un ambiente más termófilo.

La zona 7 está caracterizada por la progresiva expansión deFagus, en paralelo al retroceso de Corylus y Quercus caducifolios.Estos cambios en la vegetación ocurrieron con anterioridad a 2750años cal. BP, fecha en la que el desarrollo de los hayedos alcanza sumáximo esplendor. se ha discutido la posible interferencia delhombre en el desarrollo de estos bosques (ver la cercana turbera deBelate), además del factor climático.

El dominio de Fagus y la máxima extensión de sus bosques duróunos 1000 años (zona 8) en atxuri, concluyendo hacia 1700 años cal.BP Entonces se registra una caída brusca de sus frecuencias políni-

cas (zona 9); también disminuyen las de Quercus y Corylus, lo que setraduce en una deforestación persistente y en el reemplazo portaxones como Ericaceae, Poaceae, Pteridium y Plantago tipolanceolata que, junto con la presencia de cereales y Castanea,refuerza la idea de una acción antrópica muy intensa que da pie a lainstalación del paisaje actual. La datación radiocarbónica sitúa elinicio de esta fase en los primeros siglos de nuestra era, cultural-mente correspondientes a la época Romana, y posiblemente loscambios se continúan en la época medieval (explotación del bosquepara ferrerías) y en el siglo XVI y posteriores (industria naval).

La última zona (10) no está fechada pero, además de agudizarsela tendencia a la deforestación de especies caducifolias iniciada enla zona 9, se observa el aumento de los porcentajes de Pinus. Laintroducción de Pinus radiata, originario de California, para finesindustriales, tiene lugar en el siglo XX.

Más información

Peñalba (1987, 1988, 1989, 1992, 1993, 1994)

194 Turbera de Atxuri NAVARRA