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45 Relevamiento de Higiene, Seguridad y Ambiente de Trabajo – 28/07/16* En la visita se observó en general regular estado de mantenimiento del edifico y múltiples contravenciones referentes a condiciones de trabajo y normativas de higiene y seguridad laboral. Se evaluaron algunas áreas de trabajo en primer y segundo piso, sub suelo y dependencias recientemente habilitadas. Se adjuntan imágenes de la planta baja, ala Belgrano, donde de traslado recientemente la Secretaria 1ra. del Dpto. de Procedimientos Legales Aduaneros, sin una correcta planificación previa a la mudanza del personal. No se consideró el factor de ocupación, áreas de circulación ni la cantidad y el volumen de material de trabajo (expedientes en trámite) y estado de deterioro de los muebles, sillas y escritorios. Presenta irregularidades en el cableado informático y eléctrico con periscopios rotos y desprendidos y deficiente ventilación. Asimismo gran improvisación al proseguir con la mudanza de las demás secretarias de ese departamento. Insuficiente metraje para áreas de trabajo, hacinamiento, cableado expuesto y sin protección, falta de espacios libres para circulación y eventual evacuación, ante un siniestro. Otras imágenes de mal estado de los sanitarios y bloqueo con muebles de las vías de escape ante una emergencia. La falta de cumplimiento de las normativas se ha observado en la mayoría de las dependencias, facilitando la ocurrencia de siniestros y accidentes.
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Relevamiento de Higiene, Seguridad y Ambiente de Trabajo – 28/07/16*
En la visita se observó en general regular estado de mantenimiento del edifico y múltiples
contravenciones referentes a condiciones de trabajo y normativas de higiene y seguridad
laboral. Se evaluaron algunas áreas de trabajo en primer y segundo piso, sub suelo y
dependencias recientemente habilitadas. Se adjuntan imágenes de la planta baja, ala Belgrano,
donde de traslado recientemente la Secretaria 1ra. del Dpto. de Procedimientos Legales
Aduaneros, sin una correcta planificación previa a la mudanza del personal.
No se consideró el factor de ocupación, áreas de circulación ni la cantidad y el volumen de
material de trabajo (expedientes en trámite) y estado de deterioro de los muebles, sillas y
escritorios. Presenta irregularidades en el cableado informático y eléctrico con periscopios
rotos y desprendidos y deficiente ventilación.
Asimismo gran improvisación al proseguir con la mudanza de las demás secretarias de ese
departamento. Insuficiente metraje para áreas de trabajo, hacinamiento, cableado expuesto y
sin protección, falta de espacios libres para circulación y eventual evacuación, ante un siniestro.
Otras imágenes de mal estado de los sanitarios y bloqueo con muebles de las vías de escape
ante una emergencia. La falta de cumplimiento de las normativas se ha observado en la mayoría
de las dependencias, facilitando la ocurrencia de siniestros y accidentes.
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(* Dr. Juan Sancineti. C. P. Higiene, Seguridad y Ambiente de Trabajo – SUPARA-DGA)
5.6- Terminal Sur – Puerto de Buenos Aires
Se constató en la visita que a primera vista que las instalaciones son adecuadas. El hecho que
las mismas sean propias de la Aduana, simplifica su adaptación a las tareas y funciones.
Varias personas entrevistadas han estado sujetas a alta exposición, con grave daño personal,
como consecuencia del tráfico de drogas. En todos los casos se evidencia una altísima
vulnerabilidad del empleado o empleada de aduanas, ya sea frente a las acciones violentas de
los criminales, como a las acciones de la policía y el Poder Judicial, que los colocaron en
situación de sospecha con presunción de culpabilidad, llegando en algún caso a ser detenidos.
Los/as verificadores entrevistados mostraron in situ, las dificultades prácticas y técnicas para
revisar intensivamente los camiones, ya sea por carecer de los elementos para descargar las
mercaderías, como por la exigencia y las presiones constantes de celeridad para despachar la
mercadería, que se extrema en el caso de mercadería perecedera. La imposibilidad de cumplir
simultáneamente con las exigencias (y presiones) de celeridad en los despachos y verificación
detenida de la mercadería, es un factor principal de stress.
Al igual que en Ezeiza, en muchos casos han sido llamados a declarar judicialmente y todas las
personas entrevistadas conocen casos de compañeros o compañeras que han sido imputados y
hasta detenidos por error judicial, en causas de tráfico de drogas. Se reitera el estado de presión
psicológica ante la posibilidad de no detectar un traslado de droga.
Se reiteran las quejas sobre la presunción de culpabilidad, la insuficiencia técnica de los
escáneres, el desconocimiento judicial de la tarea aduanera, la falta de capacitación para el uso
de escáneres para el examen de equipaje y cargamento, las presiones para que el personal
aduanero oriente su tarea a la represión del tráfico de drogas -tarea que no corresponde a la
Aduana-, la falibilidad de la detección frente a las sofisticadas maniobras que utilizan las
bandas de traficantes, la exigencia de celeridad en los despachos aduaneros, etc.
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Se verificó in situ la operación de los escáneres de containers y camiones, resultando las
imágenes incomprensibles para una persona no entrenada.
El escáner es operado por radiólogos y no radiólogos. Ninguno ha recibido capacitación
específica para interpretar imágenes provenientes de equipajes y cargamentos.
Niveles de estrés total en la Terminal Sur
En este caso, recopilamos 13 cuestionarios, todos completados de modo que pudieron ser
evaluados. Siete fueron respondidos por mujeres y seis por hombres. La edad promedio de las
personas que respondieron los cuestionarios es de 49 años y la antigüedad media en la Aduana
es mayor de 21 años.
En estos trece casos encontramos tres que muestran indicadores de niveles intermedios de
estrés.
5.7- Aduana La Quiaca
Nos recibe en el aeropuerto de Jujuy el funcionario de Aduanas que nos trasladará hasta La
Quiaca a 290 kilómetros en su vehículo, un auto de reciente estreno. El ascenso hasta la Puna
por la Quebrada es relativamente veloz, pero obliga a algunas paradas para tratar de amortiguar
los efectos de la altura en el organismo. Algo que, al final del día, resultó ocioso porque el
apunamiento igual se cobró su tributo. Los 3442 metros de altura sobre el nivel del mar
demandan a los forasteros un esfuerzo de adaptación que no encaja en los plazos breves de
nuestra visita.
1- Zona de Vigilancia Especial - Resguardo Tres Cruces
Hacemos un alto en Tres Cruces, primera localidad de La Puna, a la que se accede desde el sur,
a través de la Quebrada de Humahuaca. Con casi 3700 metros de altura, es la segunda localidad
más elevada de Jujuy.
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Niveles de estrés total Terminal Bs. Aires
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Allí realizan sus tareas, a unos cien kilómetros de La Quiaca, cuatro aduaneros que se reparten
tareas entre un puesto en la ruta y un punto de verificación de camiones situado a unas cuadras,
dentro del poblado.
Cumplen períodos de una semana, que culmina el viernes a las 16 horas, cuando son
reemplazados por otro contingente proveniente de La Quiaca. Aquí deben asegurar una
presencia continua en la ruta, donde se rotan cada seis horas, y estar disponibles 9 horas los
días de semana y 4 los sábados para los controles de camiones. En un trailer situado al costado
de una vieja casa cedida por Mina Aguilar como vivienda transitoria, tienen montada una
oficina.
La vivienda es de tres ambientes, dos dormitorios que se comparten y un comedor- estar,
Modesta y antigua, tiene las comodidades mínimas. No se pueden hacer refacciones ni
ampliaciones porque no se trata de un inmueble de la repartición.
La imagen es elocuente del pobre equipamiento disponible. Por la altura, el lugar tiene un clima
continental riguroso, con fríos intensos, pero la “oficina” no cuenta con calefacción.
Mejor suerte disfruta quien está apostado en la ruta, en las inmediaciones del control de
Gendarmería. Allí se han provisto los propios trabajadores de una salamandra a leña (un
artículo poco abundante por esas geografías).
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Uno de los trabajadores entrevistados relata los efectos de la organización del trabajo sobre su
vida familiar:
GC: me decías que la casa donde pernoctan..., ¿cuántos días por la semana?
T: Una semana. De viernes a viernes. Los cambios de guardia son desde las 16 del viernes
hasta el otro viernes.
GC: ¿Y cuántas horas tienen de jornada de trabajo?
T: Y... A ver, acá en lo que es... En realidad, son más de doce horas... Porque estamos de 7 a
diecinueve acá, el que está encargado acá, del área de control donde se hacen las
declaraciones juradas. Y después, el control en la ruta, las veinticuatro horas. Nos vamos
turnando entre tres guardas, seis horas digamos. Seis horas sube uno, después el que está
arriba baja a descansar y el otro, el tercero que queda, se queda acá ayudando al que está
haciendo las declaraciones juradas, haciendo el control físico de los camiones. O sea que yo
calculo que unas doce horas, o un poco más, unas catorce horas por días, más o menos.
GC: ¿Y esas horas extraordinarias, fuera de la jornada, del horario estricto, te las pagan
aparte?
T: Si, si. O sea. No reconocidas en su totalidad. Es como que hay un cupo, viste. En la aduana
de La Quiaca hay un cupo de, si mal no recuerdo, de 2900 horas mensuales. Las cuales se
distribuyen, a razón de 280 horas semanales acá en Tres Cruces, Y eso se reparte entre los
cuatro guardas. Resultando, más o menos, 70 horas extraordinarias, digamos, por compañero.
Más o menos son dos fines de semana al mes que trabajamos, y dos libres. Más o menos.
Ahora, porque hubieron unos últimos ingresos. Antes yo sé que los compañeros de la aduana
de La Quiaca tenían un fin de semana libre, con suerte, al mes.
GC: ¿Cuántos años hace que estás?
T: ¿En la repartición? ¿En la Aduana? Yo estoy desde el 2009.
GC: Ah! Hace poco... ¿Y cómo ingresaste?
T: Yo ingresé por..., este... Por... Mi padre era..., aduanero y él falleció estando en servicio.
GC: Y te dieron este puesto.
T: Exacto. Ahí en el convenio colectivo del sindicato se encuentra amparado el derecho...
GC: O sea que fuiste hijo de aduanero...
T: Si. Mi padre falleció en un accidente. Estaba yendo justamente al paso fronterizo y bue...
GC: Escuchame. Vos, como hijo de aduanero, ¿cómo te acordás que era la vida familiar?
T: Bueno, o sea. Yo ya lo tengo asumido... Siempre. De hecho.
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GC: Que el padre no está...
T: Un padre ausente. Va, que viene. Siempre... Pero en ese sentido, mi mujer también es hija
de aduaneros. O sea que, en mi caso, no hay ese problema. Es como que... Yo lo veo en otros
compañeros que, cuando tienen que viajar, es un problema viste, la separación... Conlleva
muchas cosas...Pero en mi caso, en mi situación particular, creo que es algo que ya está muy
asumido, digamos.
2- El Puente
La localidad de La Quiaca, con sus 20 mil habitantes conforma con Villazón (Bolivia) de 45
mil, un conjunto urbano apenas separado por el cauce seco del río La Quiaca, que muchos
pobladores transitan diariamente a pie. Sobre el mismo río se encuentra el Puente Internacional.
El administrador nos muestra cómo, a trescientos metros hacia un lado o el otro, se organiza el
tránsito irregular de mercaderías. Ingresamos con la camioneta en Villazón y nos acercamos a
varios de esos puntos, en los que es posible observar vehículos cargados que se aprestan a
realizar el pasaje, apenas caiga el sol.
Las instalaciones del paso fronterizo son pobres. Un techo a mediana altura cubre las oficinas
ubicadas a ambos lados de una calle de doble tránsito, por la que circulan las personas y
vehículos que transitan de una localidad a la otra (La Quiaca-Villazón). El área misma de
trabajo es en la calle techada, sin abrigo frente a los vientos y las temperaturas extremas de la
región, tanto en invierno como en verano, y escasa protección en caso de lluvias.
A un costado, en paralelo a la calle, un pasaje peatonal es transitado intensamente por
changarines que trasladan, de un lado a otro, mercadería, básicamente productos de almacén
de origen argentino y de consumo popular en Bolivia. Los changarines son todos integrantes
de cooperativas de trabajo que los representan ante las autoridades argentinas y que se
diferencian entre sí por los colores de sus chalecos.
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El único equipamiento del que disponen los aduaneros para la revisión de los equipajes de los
turistas son unas mesas bajas. Cuando se trata de revisar lo que traslada un vehículo, los bultos
se depositan directamente en el piso. El lugar cuenta con un escáner montado en un vehículo
de trasporte pequeño, sin inscripciones, pero dicen que es “prestado”, pues corresponde a otra
área de Aduana. No se lo pudo observar en funcionamiento. La revisión de las personas, cuando
es necesaria, pone en juego las diferencias culturales existentes. La situación es relatada como
un problema debido a los olores corporales. “No tienen nuestra costumbre de bañarse”, dicen
los aduaneros argentinos.
Para las acciones administrativas existen unas pequeñas oficinas, abarrotadas de
documentación, muebles y enseres, dotadas de equipamiento informático anticuado, cableados
a la vista y sanitarios deficientes. Los techos evidencian filtraciones. El edificio no pertenece a
la institución, la que no puede decidir por sí adecuaciones, reformas o mantenimiento.
Un tema aparte es el espacio en el que deben revisarse los camiones, ubicado a un centenar de
metros del paso. Completamente a la intemperie, carece de pavimento y de escaneador. No
tiene ninguna infraestructura y ni iluminación. En caso de lluvia, se convierte en un barrial.
En la primera entrevista que realizamos, el trabajador, nos muestra sus manos. Las tiene
enrojecidas, con la piel agrietada, entumecidas por el frío de la zona.
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Se trata de una persona nacida en el lugar, donde habita con su familia. Las extensas jornadas
que cumplen los hacen decir que pasan más tiempo con sus compañeros que con su familia,
aunque varias parejas se forman entre compañeros de trabajo. Trabajan con sus propias
herramientas. Las ropas que provee la institución no son adecuadas al clima extremo y variado,
y ellos deben proveerse sus uniformes haciendo compras colectivas en Bolivia.
Partos y extracciones de muelas se atienden en Jujuy. Aprovecha vacaciones para hacer las
consultas médicas que requiere. Las dificultades para la atención de la salud son habituales y
se reiteran en otros puntos fronterizos de la región. Los trabajadores deben trasladarse muchos
kilómetros, hasta las capitales provinciales, para encontrar el tipo de prestaciones médicas que
requieren. Esta es una dificultad compartida con las poblaciones donde se localizan los pasos
de frontera.
3- Sede Administrativa
Radicada en una edificación antigua, de galería cubierta que comunica las diferentes
habitaciones de amplias dimensiones, la sede administrativa ofrece una imagen reposada y
acogedora, pese a las huellas del tiempo y de las sucesivas reparaciones sin mucho criterio, que
fue padeciendo a lo largo de su existencia.
Se ubica en un terreno amplio que, al fondo, incluye un galpón en el que se amontonan bultos
de mercadería requisada, a la espera de su destino final. En el lugar trabaja un número más bien
pequeño de personas, en condiciones modestas, pero más bien adecuadas. El equipamiento de
oficina es antiguo y escaso. Los papeles se amontonan por debajo y por encima de los
escritorios. El personal que realiza la limpieza en el lugar no percibía su remuneración desde
comienzos de año al momento que realizamos nuestra visita (19 de julio de 2016), pese a lo
cual continuaban con sus tareas.
Una historia que escuchamos semanas más adelante nos vuelve en la memoria a una de esas
habitaciones, tratando de recordar el rostro de las señoras mayores con las que allí hablamos.
No fue ella la que nos relató su situación.
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Al finalizar una jornada, contabilizada la recaudación del día, colocó el dinero en su cartera y
se despidió de sus compañeros. Cuando fue a entregarla, la plata no estaba. Alguien la había
sustraído. Eso contó ella. El organismo sospechó y le inició un sumario disciplinario. Con los
años, fue sancionada. ¿El trabajador es culpable de la precariedad con la que trabaja la
institución? ¿Qué medidas de seguridad se toman para evitar esos riesgos?
Recorriendo aduanas, encontramos que el manejo del dinero que ingresa por cobro de tasas
siempre supone tránsitos sin custodia de un personal que no tiene una preparación especial en
la materia y muchas veces usa vehículos propios. Salvo un caso, en Horcones, que sube un
camión trasportador de caudales para recolectar la recaudación, en el resto de los pasos de
frontera, la situación es parecida a La Quiaca. No es un tema del que se hable espontáneamente,
pero agrega otros dos factores de riesgo a la actividad. Ser robado y que te crean culpable.
Autopercepción de estrés total La Quiaca
En esta aduana jujeña recogimos trece cuestionarios, todos adecuadamente completados. Siete
hombres y seis mujeres estuvieron entre quienes los respondieron. La edad media de los
respondentes es 39 años y tienen una permanencia media en la institución de catorce años.
Cuatro de ellos presentan niveles de estrés (un nivel superior al 30 por ciento).
Relevamiento de Higiene, Seguridad y Ambiente de Trabajo – 19/07/16*
El Puente Internacional La Quiaca -Villazon permanece abierto de 07:00 a 24:00 hs,
prestando servicios diariamente un promedio de 15 trabajadores, en un predio sin cerramiento,
en precarias condiciones de infraestructura, sanitaria y reducidos espacios de trabajo. En época
invernal la temperatura llega a los 15 - 20º bajo cero, con vientos constantes y en época estival
altas temperaturas y precipitaciones que convergen en este Puesto de Control, anegándolo
completamente.
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Por Nota de Origen N° 257/2015 y Actuación SIGEA 12684-123-2015 se solicitó con prioridad
la construcción del cerramiento en la pasarela como así también un techado para el scanner ya
que cuando llueve se debe estacionar dentro del tinglado entorpeciendo el tránsito vehicular.
Otro tema pendiente es la construcción de caniles en el puente para el descanso de los canes y
no permanecer dentro de los vehículos de los guías. Respecto al playón de control de camiones
ubicado a 150 metros del puente, está a la intemperie, sin ninguna infraestructura, sin
iluminación y en superficie de tierra que dificulta y hace riesgosa la tarea.
Respecto a la Zona de Vigilancia Especial - Resguardo Tres Cruces, además de lo ya
mencionado en el informe, cabe destacar la necesidad de reubicar la oficina instalada en el
derruido contenedor, en un casilla bien equipada o construcción adecuada. La casa habitación
lindante ofrece las mínimas condiciones de habitabilidad; con temperaturas de menos 15-20 °C
y más de 35 °C en verano cuentan los aduaneros con solo una salamandra a leña y ventiladores.
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Hay continuos problemas de comunicación informática y de señal telefónica celular,
encontrándose aislados ante cualquier emergencia y situación de inseguridad.
Sobre la RN N°9, sin veredas y ningún tipo de protección que evite accidentes viales, se halla
el puesto de control con similares condiciones y deficiencias mencionadas.
En síntesis, de las entrevistas realizadas surgieron temas que son de preocupación para los
aduaneros y afectan las condiciones laborales, entre ellos: inseguridad, sobrecarga de trabajo,
antigüedad de los trabajadores en frontera, condiciones críticas climáticas y la precariedad de
las instalaciones, deterioro y/o falta de elementos de trabajo, son los más significativos.
(* Dr. Juan Sancineti. C. P. Higiene, Seguridad y Ambiente de Trabajo – SUPARA-DGA)
5.8- Aduana de Orán
Nuestra recorrida por el noroeste nos condujo de Jujuy a Orán, Salta. Un camino de unos 250
kilómetros interrumpido en ese momento por un corte sobre la ruta nacional 34 a la altura de
Libertador General San Martín (Jujuy) en protesta por la anterior represión policial de una
movilización sindical, sucedida días antes.
Orán disputa con Tartagal el segundo puesto entre los departamentos más poblados de Salta,
después de la misma capital provincial y bordea unos 100 mil habitantes, siendo uno de los 40
mayores aglomerados urbanos del país. Centro de una importante región productiva,
caracterizada por su producción agrícola, forestal y ganadera, es zona de tránsito hacia el
oriente boliviano (Santa Cruz de la Sierra), aunque se halla más próxima a Tarija, capital del
departamento boliviano fronterizo con nuestro país.
En la ciudad funciona desde hace más de tres décadas una sede regional de la Universidad
Nacional de Salta, además de instituciones terciarias. La Aduana de Orán tiene bajo su
jurisdicción el control de los siguientes pasos internacionales:
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- Aguas Blancas – Bermejo, abierto las 24 horas. Operatorias Aduaneras
Habilitadas: Tráfico Vecinal, régimen de equipajes, cargas de 08 a 19 hs.
En la web de Gendarmería se informa que el paso “Comunica a la República Argentina
con la República de Bolivia a través de la Ruta Nacional Nº 50, uniendo las localidades
de Aguas Blancas (Argentina) de aproximadamente 3.000 habitantes y la de Bermejo
(Bolivia) de alrededor de 27.000 habitantes. Temperatura extrema en
verano: 43º. Temperatura extrema en invierno: 5º.”
- Puerto Chalanas. de 07.00 a 24.00 Horas (Aduana). Operatorias aduaneras
habilitadas durante el horario de 7 a 19 horas: tráfico vecinal fronterizo y régimen
de equipajes.
- Zona de Vigilancia Especial - Km. 28 – Sobre Ruta 50: 07 a 19 hs. y de 19 a 07 hs.
Recorremos primero las instalaciones administrativas en la ciudad de Orán. Son instalaciones
amplias, modernas y acogedoras. Se encuentra dividida en varias dependencias separadas, lo
que posibilita ambientes de trabajo cómodos.
Esta Aduana cuenta con un plantel de 44 trabajadores, siete de ellos ingresantes el año pasado.
Hablamos con uno de los nuevos, con dos carreras universitarias en su haber. Comenta que
sufrió un “apriete” en un boliche bailable al que concurrió un fin de semana, cuando fue al
baño. Lo rodearon varios tipos que le recriminaron la requisa realizada a un auto de una familia
de relativo poder local, en la que él intervino. Lo menciona en el contexto de hablar sobre los
riesgos que tiene hacer este trabajo. Se le pregunta si no es posible ir a bailar (es joven y soltero)
a otra localidad. Responde negativamente. La más próxima (Pichanal) es un tercio de Orán y
queda a unos 30 kilómetros al sur por una ruta en malas condiciones para transitar de noche.
Se pregunta: “¿Cómo se cuida al agente por el tipo de riesgo que implica este trabajo?”
Otra persona con la que hablamos afirma que el edificio del puente (se refiere al paso Aguas
Blancas-Bermejo, aledaño a un puente que atraviesa el río Bermejo en la serranías 50
kilómetros al norte de Orán) “lo hemos hecho nosotros”, es decir con aportes de los
trabajadores. En otro pasaje de la conversación afirma que “Nadie valora el trabajo que hago”.
Refiere sentir mucha presión emocional. Preguntada por los controles médicos, refiere hacerlos
en Salta, a 270 kilómetros de distancia.
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La presión emocional no es asunto individual. Para el Administrador, los problemas de
seguridad se conjugan con un alto porcentaje de divorcios y adicciones.
1. Puesto km 28 Ruta 50
Aquí dos aduaneros permanecen durante 12 horas diarias, por turno, siete días a la semana.
Controlan declaraciones juradas de exportación. Hacen un turno diurno de 7 a 19 horas y otro
nocturno de 19 a 7. El baño existe es compartido con Gendarmería. No cuentan con calefacción
ni refrigeración en una zona en la que la temperatura máxima promedio en verano es de 43º.
Trabajan a la intemperie, salvo un pequeño contenedor adaptado a casa habitación, de muy
precarias condiciones.
Hablamos con una de las personas que allí se encontraban. Menciona que los cargos jerárquicos
no llegan a las mujeres, con es su caso. También menciona que se hace difícil compatibilizar
el trabajo con la maternidad, sobre todo con hijos chicos. “Las parejas no resisten”, afirma. La
suya es una situación especial. Acordó con su pareja que él criara a los niños.
2. Área de Control Integrado Las Chalanas
La pequeña localidad salteña de Aguas Blancas tiene enfrente, cruzando el Bermejo en un
tramo bastante ancho, la población boliviana llamada también Bermejo. Salvo en época de
crecidas, el río no tiene mucha profundidad y su corriente es mansa. Las chalanas son grandes
botes que cruzan de un lado a otro, pasajeros y carga. Están habilitadas para ello por las
autoridades. Pero tienen una competencia “ilegal”, a la vista de todos. Botes de goma que
esquivan los controles aduaneros y de migraciones. Nos lo señala el Administrador de la
Aduana de Orán y no es difícil verlo. Desde 2013 tiene un ACI, que funciona donde antes era
sólo Aduana argentina.
Luego volveremos a ver los caminos alternativos del contrabando vecinal en la ruta, con
campamentos informales en los que se descargan vehículos con mercadería no declarada, la
que es cargada por changarines que la llevan sobre sus espaldas caminando por el costado de
la ruta, sorteando el puesto de Gendarmería situado en ella, para emerger otra vez en el camino
un kilómetro más allá, donde vuelve la carga a sus vehículos. Cada pasada le reporta al
changarín, dicen, unos 500 pesos. Con tres diarias, cinco días a la semana, redondea un ingreso
mensual de 30 mil pesos. Mucho dinero en Orán, que además compite con el poco trabajo que
genera la zona. ¿Cómo se enfrenta eso?
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El lugar de trabajo del personal está en una situación lamentable. Carece de agua potable, según
nos indican, aunque no hacen referencia a algún análisis. Pese a la cantidad de personas (nos
informan que son unas 4000 cada día) que circulan por el lugar, no hay baños públicos y los
que están a disposición de los empleados no están en condiciones decorosas de uso.
No se trata sólo del agua o de los baños. Todas las instalaciones son de un sorprendente grado
de precariedad y configuran en muchos casos verdaderas amenazas latentes a la seguridad
personal de los trabajadores. Con cansancio, los trabajadores refieren que las autoridades de la
Aduana están al corriente de la situación. Refacciones no terminadas, conexiones inseguras de
gas, instalaciones eléctricas con cables sueltos que atraviesan zonas de tránsito.
Para colmo, toda esta zona de noroeste está afectada por diversas enfermedades como dengue,
chicunguña, zika, paludismo, leishmaniasis. También en esto el personal de Aduana está a la
intemperie. Uno de los que entrevistamos nos refiere que, habiendo padecido un cuadro de
leishmaniasis, tuvo que adquirir la medicación en la vecina Bolivia, ante la imposibilidad de
obtenerla con rapidez en Orán.
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Diario El Tribuno (Salta) Sin servicio de chalanas por la crecida
16 DE DICIEMBRE 2014 Durante el fin de semana se registraron 154 mm de precipitaciones. Vecinos de la localidad fronteriza de Aguas Blancas criticaron el accionar de las autoridades fronterizas, por cortar el servicio de chalanas, fundamentando la crecida del caudal de las aguas en el río Bermejo. Al no trabajar las chalanas, los taxis de Bermejo se ven favorecidos ya que deben transportar mercaderías y personas desde el puente internacional hasta la ciudad. Las cooperativas de chalanas que acatan las órdenes de las autoridades fronterizas de no trabajar porque el puerto no está habilitado expresaron su malestar porque los gomones que transportan mercaderías y personas hacia ambos lados del río, realizando una tarea clandestina y ante los ojos de las autoridades del puerto, trabajan con total normalidad. A esto se debe sumar el servicio de transporte de pasajeros y taxis locales del lado argentino que aumentan sus tarifas desde Aguas Blancas hasta el puente, debiendo soportar los usuarios el desorden, desprolijidad, incomodidad y la falta de frecuencia en dichos viajes. El malestar también se hizo sentir en los carreros que también vieron afectados sus intereses. Hasta el momento ninguna autoridad de Orán se acercó al lugar para escuchar a los vecinos que habitan la zona fronteriza. Desde hace un par de años los vecinos de Aguas Blancas piden que se extienda el horario de paso con chalanas. Actualmente funciona de 7 a 19 hs., quedando a partir de esa hora la localidad totalmente aislada y sin ninguna actividad comercial. La comunidad de Aguas Blancas está a 50 kilómetros de la ciudad de Orán y a un kilómetro por chalana de Bermejo.
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2. Área de Control Integrado Aguas Blancas- Bermejo
Es el punto de control de los vehículos que entran al territorio nacional desde Bolivia,
atravesando el puente sobre el Río Bermejo que prolonga la ruta 50 hacia el territorio de la
nación hermana. Las instalaciones con la que cuentan los aduaneros para realizar sus tareas
durante once horas diarias son mínimas y además, una violenta tormenta voló un tinglado que
les servía de relativa protección del sol subtropical. Cuando los vimos, unos gazebos de uso
familiar provistos por el funcionario a cargo de la dependencia en Oran, brindaban a una
módica área de cobertura.
No sólo la edificación existente para resguardo del personal fue hecha por los aduaneros, según
nos dijeron en Orán. El tinglado tampoco fue provisto por la institución. Se trató de una
donación hecha por una empresa petrolera argentina que operaba en Bolivia. Una foto antigua
nos permite apreciar lo que el viento se llevó.
Los controles de todos modos se hacen sobre la ruta, ahora con el agregado que, empezando la
estación húmeda, el personal se expone a lluvias recurrentes, todo en un ambiente semi
selvático con una fauna diversa. Mientras charlamos al aire libre con los trabajadores, somos
convidados a colocarnos repelente de mosquitos, que ellos mismos se proveen, el que
compartimos comunitariamente. El temor a las enfermedades que portan algunos de ellos es
notorio. Todo el equipamiento está bastante deteriorado y aquello que tiene desperfectos queda
mucho tiempo fuera de servicio. Los cortes de luz recurrentes agregan una dificultad adicional.
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En retorno hacia Orán por la estrecha ruta 50, nos detenemos en el puesto de Gendarmería de
Aguas Blancas, en el que funcionan dependencias de Aduanas. Allí la precariedad de las
instalaciones no es excepción.
Más adelante cruzamos el “by pass” con el que se sortean los controles. Todo un mundo de
personas ocupadas en el tránsito ilegal. No se trata de una novedad para las autoridades. De
hecho, aparece de vez en cuando en los diarios porteños.
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En la caliente frontera norte la droga se cruza por mil dólares Los narcos usan un paso abierto por los contrabandistas de ropa; los bagayeros disimulan la cocaína entre la mercadería que llevan sobre sus espaldas en bolsones; hay tráfico de personas, sobre todo, chinos
Gabriel Di Nicola
LA NACION. LUNES 02 DE NOVIEMBRE DE 2015
En el paso fronterizo Puerto Chalanas, en Aguas Blancas, los bagayeros vuelven legalmente a Bolivia con
mercancía argentina. Foto: LA NACION / Hernán Zenteno.
AGUAS BLANCAS, Salta.- Ya había cruzado el río Bermejo, la frontera entre la Argentina y Bolivia. Sobre sus espaldas, el "pasero" salteño, de 25 años, llevaba una lona con 80 kilos de mercadería. Le faltaba la parte más difícil: sortear el control de la Gendarmería. Sabía cómo hacerlo: caminar dos kilómetros por "el murallón", como le dicen los bagayeros a un camino que abrieron en campos privados, que corre paralelo a la ruta 50 y que se utiliza para eludir a los gendarmes. Pero a pesar de su conocimiento no pudo seguir camino. Le cortaron el paso dos uniformados, que le secuestraron 8,75 kilos de cocaína que llevaba camuflados entre la ropa que transportaba. Fue a las 14.05 del miércoles pasado. El cielo estaba gris, pero la temperatura rondaba los 30 grados. No fue el único detenido. Los gendarmes del puesto 28 de Julio, en la ruta 50, también aprehendieron a un ecuatoriano de 50 años, acusado de ser el dueño de la droga. Ambos quedaron a disposición del juez federal de Orán, Raúl Reynoso.
Aguas Blancas, Orán, Tartagal y Salvador Mazza forman la frontera caliente del contrabando: por sus pasos no habilitados, en el límite con Bolivia, no sólo se trafica cocaína -en pequeñas y grandes cantidades- y mercadería que va a parar a las "saladitas" de todo el país, sino divisas (pesos, dólares y euros) y también personas, en general chinos que son explotados después por compatriotas dueños de supermercados. "El murallón" fue hecho por las organizaciones dedicadas al contrabando de ropa, juguetes, calzado y artículos de bazar. También se lo llama "by-pass", una suerte de postas que hacen los paseros o bagayeros a campo traviesa hasta el lugar elegido para subir la carga a vehículos.
Para atacar el contrabando de mercadería que ingresa ilegalmente por Aguas Blancas desde Bolivia y que termina siendo vendida en La Salada y las otras "saladitas" el secretario de Seguridad, Sergio Berni, implementó desde junio de 2014 operativos sorpresa en distintas rutas del interior del país. Se tomó esa decisión después de graves hechos de violencia ocurridos en Orán, a 50 kilómetros de Aguas Blancas, cuando gendarmes intentaron hacer operativos para secuestrar la mercadería de los "tours de compras". El Paso Internacional Aguas Blancas-Bermejo volvió a ser noticia el martes pasado, cuando el fiscal federal de Orán, José Luis Bruno, aconsejó construir allí un muro o un terraplén. "La zona permite hacer muchos negocios ilegales. Solicitamos la construcción de un murallón que sirva para encauzar el caudal del Bermejo y, de paso, sea un obstáculo más para los contrabandistas", explicó Bruno a LA NACION.
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Autopercepción de estrés total
En Orán fue difícil para los trabajadores completar el cuestionario. Sólo seis de los que vimos
pudieron disponer de tiempo y mostraron interés en hacerlo. De ellos, dos no respondieron a
todo el cuestionario, por lo que no pueden ser evaluados. Fueron tres mujeres y tres varones
los que tomaron los cuestionarios y un varón y una mujer no lo completaron.
La edad media del grupo fue de 49 años y su permanencia en la Aduana en promedio es de 18
años. Los que completaron los cuestionarios no evidencian niveles de estrés de acuerdo a la
escala utilizada.
Relevamiento de Higiene, Seguridad y Ambiente de Trabajo – 20/07/16*
Complementando el informe precedente la Aduana de Oran tiene en su jurisdicción varios
puntos de control, presentando cada uno distintas problemáticas y deficiencias. Dotación 44
aduaneros.
- Paso Fronterizo Internacional Aguas Blancas-Bermejo: A 50 Km de Oran por ruta
peligrosa e insegura, son criticas las condiciones de trabajo por la destrucción del
tinglado a causa de un temporal. Las temperaturas extremas de la región que en
septiembre ya se elevan y la frecuencia de lluvias, harán imposible la atención del
tránsito vehicular y turistas que circulan por dicho paso, considerado de alto riesgo para
el contrabando y narcotráfico. Actualmente se trabaja precariamente bajo unos gazebos
que adquirió el Sr. Administrador. En la Actuación SIGEA N° 17747-6-2016 y Nota
N° 289/2016 (AD ORAN) se solicita con urgencia la construcción del techado, sin
respuesta hasta la fecha.
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Niveles de estrés total Orán
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- El resguardo Aguas Blancas presenta gran precariedad y falta de mantenimiento, con
muebles, sillas y escritorios deteriorados, instalaciones eléctricas inapropiadas y de
riesgo, sin calefacción adecuada ni refrigeración, aberturas sin mosquiteros, baños en
mal funcionamiento, roedores por los techos y rodeado de malezas que genera alto
riesgo afecciones tropicales. (Dengue, leishmaniasis, etc).
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- Control Integrado Puerto Chalanas: Por este control de TVF circulan aprox. 4000
personas diariamente. Las imágenes son representativas del estado de abandono y
desatención de este puesto de control, donde confluyen contravenciones e
incumplimientos con alto riesgo de producir siniestralidad (eléctrica, térmica,
biológica, etc.). Situación en conocimiento de la Afip en Actuación SIGEA 10180-25-
2015 y Nota N° 283/2015 (CPHSAT)
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Tanto en Aguas Blancas como en Puerto Chalanas, es muy grave la situación sanitaria y
preocupa la ausencia Institucional, siendo la zona determinada por el Ministerio de Salud
Nacional y Provincial como epidémica para Dengue, Chicunguña, Zica, Paludismo,
Leishmaniasis y zoonosis, entre otras. Los aduaneros viven con constante preocupación y
temor de enfermarse ellos y sus familias y se sienten abandonados por la Institución.
- Zona de Vigilancia Especial - Km. 28 – Sobre Ruta 50: En este punto de control
adaptado sobre un contenedor y espacios reducidos trabajan 2 aduaneros en banda
horaria de 07 a 19 hs. y de 19 a 07 hs. No cuentan con calefacción ni refrigeración y
deben compartir sanitarios con Gendarmería ubicados cruzando la ruta. Como se ilustra
las condiciones de trabajo y habitabilidad son de una precariedad manifiesta.
- Área de Control Integrado Aguas Blancas-Bermejo: Presta servicios de 08 a 19 hs.
Como en otras dependencias se observa deterioro de las instalaciones, techos en mal
estado con roedores en el interior, tendido eléctrico fuera de normativas, espacios
reducidos de trabajo, sanitarios inadecuados y la falta elementos de protección personal.
(* Dr. Juan Sancineti. C. P. Higiene, Seguridad y Ambiente de Trabajo – SUPARA-DGA)
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5.9- Aduana de Salvador Mazza (Pocitos)
De Orán a Salvador Mazza, pasando por Tartagal, recorremos unos 185 kilómetros por terrenos
del chaco salteño, en un entorno de serranía subtropical, cubierta por densa vegetación. La
cabecera del departamento es una ciudad populosa (casi 70 mil habitantes en el último censo)
y toda la región tiene una significativa vida económica, en especial por su actividad petrolera y
gasífera, pero además maderera y agrícologanadera.
Estrechamente vinculada con el oriente boliviano, la 34 por la que arribamos desde Pichanal
enlaza con la ruta 9 de Bolivia y conecta directamente la fronteriza localidad boliviana de
Yacuiba con Camiri, localidad conocida como la “capital” del petróleo de ese país y, poco más
allá, con Santa Cruz de la Sierra.
Sobre este corredor vial que, partiendo desde Rosario, enlaza el norte argentino con el sector
más dinámico económicamente de Bolivia, se sitúa la Aduana de Salvador Mazza, que tiene
en su jurisdicción varios puntos de control aduanero como el Paso Salvador Mazza - Yacuiba,
Puesto Fijo de Control Aguaray, el Puesto Fijo de Control Fiscal Vové y el Paso Internacional
Misión La Paz – Pozo Hondo, con la República de Paraguay. En total, de la Aduana de Salvador
Mazza tiene una dotación de 56 trabajadores aduaneros.
1. Puesto Fijo de Control Aguaray
Este Puesto, ubicado sobre el kilómetro 1466 de la RN N° 34, a la altura de la localidad del
mismo nombre, tiene turnos de atención de 07 a 19 y de 19 a 07 hs y se corresponde con
Destacamento Aguaray de Gendarmería.
El área de contralor es a la intemperie, apenas resguardada por un breve tinglado sobre la ruta.
Para los trámites administrativos, cuentan con un edifico al costado, que se encuentra
deteriorado e inseguro, con muy pobres condiciones para trabajar, en especial por el déficit de
las instalaciones eléctricas, precarias y riesgosas. Pese a que deben cumplir tareas las 24 horas
y los frecuentes cortes de suministro eléctrico, no tienen luces de emergencia.
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Los trabajadores cuentan sólo con un baño en la edificación y otro en el contenedor
acondicionado como vivienda que usa el jefe de turno. El deterioro de la casilla, que se
encuentra al borde la ruta, es evidente.
En ninguna de las instalaciones cuentan con equipos climatizadores y todas las instalaciones
eléctricas son precarias y peligrosas. Además la provisión de agua potable para consumo de las
personas que allí trabajan, se abastece de una cisterna ubicada en las proximidades de un pozo
ciego que desborda sus líquidos.
2. Puesto Fijo de Control Fiscal Vové
También sobre la ruta 34, pero más próximo a Salvador Mazza, se ubica este nuevo Puesto sin
nombre oficial por el momento, salvo el modismo coloquial lugareño que le impuso un ex
Administrador. Se ubica en instalaciones desarrolladas por una empresa de trasporte, con una
buena edificación modular de origen canadiense y una extensa playa aledaña de maniobra con
camiones.
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En este lugar dialogamos con varios empleados de la repartición. Uno tiene cuatro años en
Aduana y pidió el traslado a la frontera. Sabe que es una tarea intensa, de 24 horas. Pero padece
las restricciones de la institución para actuar dignamente. Por caso, señala que los escáneres
estuvieron poco tiempo atrás tres días fuera de juego, por demoras en las reparaciones y que
sólo cuentan con cinco perros para los controles.
Otro señala que no existe fosa para revisar los autos. De familia aduanera, lo sedujo ingresar a
una institución que no solicitaba formación previa. Otro más, universitario y oriundo de la zona
indica como principal preocupación las relaciones de la superioridad con los subordinados.
Este tema vuelve a manifestarse en sucesivas entrevistas. Cuando arribamos, hacía poco que
se encontraba a cargo un nuevo administrador, un hombre enérgico, inteligente y activo pero
distante con sus colaboradores, de los cuales, básicamente, desconfiaba. Sobre él se
acumulaban las quejas en ese momento.
2. Paso Salvador Mazza – Yacuiba
Este es el lugar donde se concentra la mayor cantidad de actividad y de trabajadores. Permanece
abierto las 24 horas y cuenta con una dotación de 37 aduaneros, que trabajan jornadas
habituales de doce horas. Además de un permanente tráfico vecinal fronterizo, se realizan
labores de control de autos, camiones y micros de pasajeros.
Conocida popularmente por el nombre de la antigua estación ferroviaria, Pocitos tiene poco
más de veinte mil habitantes que, sumados a los arriba de noventa de vecina Yacuiba, conforma
un numeroso vecindario que transita a un lado y otro de la frontera, según las conveniencias de
la economía.
Como en otros lugares de la frontera con Bolivia, existe un intenso flujo actual de mercaderías
para consumo masivo que transitan el límite entre las comunidades vecinas. Las instalaciones
son modestas pero funcionales, aunque existen deficiencias en cuanto a los sanitarios y la playa
de contralor de vehículos donde opera el escáner móvil con el que cuentan, no está
pavimentada. En los meses de la estación de lluvias eso agrega una presión ambiental
importante por el barro sobre el que deben transitar camiones y operarios.
Una preocupación es el dengue. Trabajar gran parte del tiempo a la intemperie, multiplica las
posibilidades de contagio de esa y otras enfermedades trasmitidas por mosquitos. Uno de los
trabajadores con los que hablamos refiere haber padecido el año pasado la infección. No es un
problema exclusivo de los aduaneros, así como tampoco que deban trasladarse grandes
distancias para acceder a tratamientos médicos de mediana sofisticación. La obligatoriedad de
largas jornadas y la ausencia de francos o permisos por las carencias de personal, deterioran
más la condición de salud del personal que trabaja en frontera.
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En el momento que visitamos el lugar nos encontramos con una rendición de cuentas de los
aportes que se estaban reuniendo entre el personal para sufragar los costos de la instalación de
Internet y televisión por cable, tanto allí como en los otros dos pasos visitados previamente,
como consta en la hoja.
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Un trabajador, con más de veinte años en Aduana, casi todos pasados en esta frontera, señaló
los inconvenientes del personal con el Administrador por las rotaciones que imponía todas las
semanas. Así, “no pueden anticipar el próximo lugar de trabajo”, afirmó. A las dificultades
para “hablar con él”, se sumaban los malos tratos y la falta de reconocimiento de los esfuerzos
que realizaban. “Muchas exigencias y poca valoración”, sintetizaba.
Otro más reitera la existencia del conflicto. Denuncia que por un problema renal tuvo que
realizar una consulta médica y que, ante la falta de autorización para ausentarse de su trabajo,
le imputaron “abandono de servicio” y lo desplazaron al puesto de operario de uno de los
elementos de contralor existentes en el lugar. Se queja diciendo que no merece ese trato y que
con la rotación de servicios “no podés programar una cena en familia”.
El Administrador, tiempo después desplazado, no estaba ajeno al descontento de los
empleados. Pero insistía en que debía desarmar los “kioskos” que cada uno de ellos tenía y
adjudicaba las tensiones a la pérdida de “facilidades” y “negocios particulares”. El mismo, sin
embargo, destacaba que los principales esfuerzos del tráfico clandestino no estaban puestos en
burlar los controles allí, con la eventual complicidad de algunos de los dependientes del mismo
organismo de control, sino en sortear la frontera por caminos clandestinos abiertos a través del
monte y en la sierra. Recordemos que Salvador Mazza está ubicado en un valle pequeño entre
las sierras de Ipaguazú al este, y la Sierra de Aguaragüe o Sierra de Tartagal al oeste. Un terreno
que facilita esas operatorias.
4. Sede Administración
Un local amplio, luminoso, de antigua construcción pero bastante bien mantenido, ubicado
sobre un predio de una manzana de extensión, es la sede de las oficinas administrativas
centrales de la Aduana de Salvador Mazza. El ámbito de trabajo allí se percibe más relajado y
cómodo. Se observa mayor proximidad del Administrador con sus colaboradores más
inmediatos.
Existe en el lugar un quincho amplio para el personal y espacio para desarrollar alguna
actividad deportiva que ahora debería rehabilitarse; o al menos, eso planeaba la persona que en
aquella oportunidad estaba a cargo. Según nos contó, estimaba que para contar con una
dotación ideal de trabajadores, el plantel se debía estirar de los actuales 56 a 79, un cincuenta
por ciento más.
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Poco tiempo atrás recibieron un contingente de gente joven, varios de los cuales entrevistamos.
Pero no todos se adaptan a la ciudad más norteña del país, su clima subtropical y la fuerte
impronta de las comunidades originarias de la zona. Pocos de los que aquí llegan, vienen a
quedarse. Además el lugar carece de ofertas de viviendas, por los que muchos están obligados
a permanecer largas temporadas en alguno de los pocos hoteles del lugar. Sin contar que la vida
social se encuentra notablemente restringida en una pequeña comunidad donde se convive con
personas que desarrollan actividades ilícitas. La situación los vuelve a todos rigurosos
militantes peronistas: “de casa al trabajo y del trabajo a casa”.
Preguntados por el desarrollo de la oferta educativa en la zona, nos enteramos que cuentan con
una sede regional de la Universidad Nacional de Salta, de la que anualmente egresan decenas
de jóvenes oriundos de la zona que no tienen tantas posibilidades de inserción laboral.
En el lugar tiene estacionado un camión cisterna decomisado por haber sido usado para
trasportar droga. Es un trofeo que exhiben con orgullo. Hallar el escondite usado por los
narcotraficantes exigió todo un esfuerzo de investigación y el escáner se mostró útil cuando se
encuentra en las manos adecuadas de un trabajador entrenado. La imagen devolvía una
variación de densidades al interior del enganche del semirremolque, en la parte posterior del
camión. Sospechando “gato encerrado”, intentaron sondear su interior y, después de varios
intentos fallidos, lograron hacerlo. Había algo oculto nomás, y era droga.
Autopercepción de estrés total
En este caso, quienes tomaron los cuestionarios para completarlos fueron nueve trabajadores,
con un total de cuatro mujeres y cinco hombres. De ellos, siete rellenaron todos los casilleros.
Las dos que no lo hicieron fueron mujeres.
La edad promedio de las personas registradas es 38 años, con una permanencia media en la
institución de 11 años. Salvo un caso, no se registraron niveles de estrés.
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Niveles de estrés total Pocitos
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Relevamiento Higiene, Seguridad y Ambiente de Trabajo – 21 y 22/07/16*
La Aduana de Pocitos, ubicada en la Ciudad de Salvador Mazza, Pcia de Salta, tiene en su
jurisdicción varios puntos de control aduanero (Sede Central, Puente Internacional, Resguardo
II, Aguaray, P. Internacional Misión La Paz). Se visitaron algunos de estos presentando cada
uno distintas problemáticas. Dotación 56 aduaneros.
- Puente Internacional Salvador Mazza – Yacuiba: Opera las 24 hs, en turnos hábiles de
07 a 19 hs. e inhábiles de 19 a 07 hs. con una dotación de 37 aduaneros. Tiene un
permanente TVF, control de vehículos, camiones y micros.
Se han realizado mejoras en las instalaciones estos últimos meses, aunque se han detectados
varias deficiencias. Cuenta solo con un sanitario para hombres y otro para mujeres en regulares
condiciones y uno más en la oficina de control. No tiene baños para discapacitados. Los
espacios son reducidos en las áreas de trabajo no cumpliendo con el factor de ocupación
recomendado, con un mueblario precario e inadecuado. La instalación eléctrica, con empalmes
y sin protección, es un factor de riesgo presente. No cuenta con sector aislado para el descanso
de los canes.
Frecuentemente el scanner de equipaje no funciona por baja tensión. Respecto al camión
escáner no cumple con normas de seguridad al no estar delimitada con una barrera física, el
área de exclusión radiante. Falta además la cartelería de advertencia de Riesgo Radioactivo.
(Ver SIGEA N° 10180-93-2014 – Nota N° 446/14 – CPHSAT-DGA)
74
- Puesto Fijo de Control Aguaray: Emplazado sobre la RN N° 34, con atención en turnos
de 07 a 19 y de 19 a 07 hs. Como se ilustra en las imágenes ya expuestas el edifico se
encuentra deteriorado e inseguro, con básicas condiciones para trabajar. Con alto riesgo
electrocución por el cableado expuesto, sin aislamientos ni protectores. No hay luz de
emergencia. (Denuncias constan en Informe de la CPHSAT del 21/03/16).
- Cuenta con un baño en el inmueble y otro en la casilla modular, donde pernocta el jefe
de turno, la cual presenta un estado deplorable. La cisterna de provisión de agua al
tanque tiene filtraciones y se ubica a pocos metros del pozo ciego, que con las lluvias
se inunda la zona y desborda. Se ha reclamado invertir en la conexión al sistema cloacal
del municipio que se encuentra a menos de cien metros. Hay ausencia de equipos de
refrigeración y calefacción, faltan mosquiteros y elementos de seguridad personal, entre
otras deficiencias. En los caniles se requiere ampliar el techado para protección de los
canes.
- Puesto Fijo de Control Fiscal Integral - Vove: Este nuevo punto de control, cuyas
instalaciones pertenecen a la Empresa Transporte Bolivia, está en adecuadas
condiciones en general, detectándose la falta de sanitarios para discapacitados, el
dormitorio del personal se ubica en un reducido espacio con la turbina central de
climatización dentro la habitación que impide el descanso. Se deberá reubicar.
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- En la visita a la Aduana de Pocitos de han advertido otra situaciones relacionadas a las
condiciones de trabajo. El personal en general refiere agotamiento por sobrecarga de
trabajo debido al reducido personal y mucha antigüedad en zona de frontera, falta de
elementos de protección personal y no provisión por el organismo de ropa adecuada de
trabajo, inseguridad y gran preocupación en lo referente al narcotráfico. También ha
generado mucha preocupación en los últimos años las epidemias de Dengue, Zica y
otras enfermedades tropicales. Se menciona además la ausencia sucursal del Banco
Nación en la ciudad por lo cual tienen que desplazarse hasta Tartagal (50 Km) para
operar en un cajero.
(* Dr. Juan Sancineti. C. P. Higiene, Seguridad y Ambiente de Trabajo – SUPARA-DGA)
5.10- Aduana de Iguazú
Si algo no le falta a Misiones es acceso al Mercosur. Tiene habilitados cinco pasos fronterizos
para el transporte de cargas. Cuatro con Brasil. Uno por frontera seca, entre Bernardo de
Irigoyen (Argentina) y Dionisio Cerqueira (Brasil). Otro través de un puente, entre Puerto de
Iguazú y Foz de Iguazú, por el que circula gran parte del tránsito del Mercosur hacia San Pablo.
Y dos pasos más por medio de balsas. Uno es entre San Javier-Porto Xavier y el otro, habilitado
recientemente, entre Alba Posse-Puerto Mahuá. La quinta unión fronteriza es con Paraguay, a
través del Puente Internacional Posadas-Encarnación.
Paso Iguazú – Foz do Iguazú: Este paso es uno de los principales del área de la denominada
“Triple Frontera”, donde se vinculan Argentina, Brasil y Paraguay. Comunica a la Argentina
con Brasil, a través del Puente Internacional “Tancredo Neves”, que se encuentra sobre el Río
Iguazú con una extensión de casi 500 metros, uniendo la localidad argentina de Puerto Iguazú,
de 20.000 habitantes aproximadamente y la brasileña de Foz de Iguazú, con alrededor de
250.000 habitantes. Además, desde el territorio brasileño, a través del puente internacional “La
Amistad”, se accede a la localidad paraguaya de Ciudad del Este.
La Aduana local presta funciones permanentes en el Puente Internacional, el puerto fluvial y
el free shop, y ocasionales en el Aeropuerto. También tiene un área administrativa en la ciudad,
emplazada en terrenos de la Zona Franca existente.
1. Puente Internacional
El tránsito por el Puente está habilitado las 24 horas, aunque algunas actividades específicas de
la Aduana se realizan con un corte nocturno. El primer comentario que nos hacen al llegar es
que la “gente está cansada, no quiere más extras”. La sobrecarga laboral (cantidad de horas que
se trabajan por jornada) se une a la intensificación del trabajo (cantidad de tareas que se realizan
por unidad de tiempo). Señalan el “agotamiento” que padecen por el “exceso de trabajo”.
Se quejan de no tener “vacaciones cuando corresponde”, porque están supeditados a las
necesidades del servicio. Además, en el control operativo que realizan del tráfico turístico y
vecinal, son largas horas en las que se permanece de pie. “La gente no se puede sentar”, porque
hay que controlar un auto tras otro.
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El control con escáneres de los equipajes de los viajeros está interrumpido en ese momento,
por agotamiento de las baterías. Prosiguieron trabajando cuando hubo un corte del suministro
eléctrico y ahora deben aguardar que venga el servicio técnico a reponerlos en operaciones. Por
lo demás, el personal no es provisto por la dependencia de herramientas para realizar controles
intensivos (“fondeo”, en la jerga profesional de los aduaneros) y no visualizamos la existencia
de fosa o la disposición de espejos para la revisión.
Efectivamente el flujo es intenso y si bien disponen de sillas altas ubicadas entre los carriles de
tránsito, la demanda del trabajo les imposibilita disponer de más tiempo que breves pausas. La
labor se realiza principalmente en el exterior, aunque bajo techo. En las oficinas cuentan con
equipos de aire acondicionado.
Aunque la zona se beneficia de un flujo turístico muy importante12, no es menos significativo
el vecinal. Para atender problemas de salud de alguna significación, no hay mejor equipamiento
que el que oferta Foz do Iguazú. Comer afuera, para los propios aduaneros entrevistados,
muchas veces implica el mismo viaje. De igual modo, nos comenta el delegado que nos
acompaña que lleva a su hijo a Paraguay para hacer sus prácticas de fútbol, pues allí tiene
mejores oportunidades para las aptitudes deportivas en las que el padre tiene cifradas algunas
expectativas. Sólo son algunos ejemplos de cómo los vecinos del área tienen incorporado el
tránsito de un lado al otro de las tres fronteras, dependiendo de qué necesidad busquen
satisfacer, como un recurso a la mano.
Otro tema que provoca tensiones son los “baños malolientes”. Nos explican que los
trabajadores de la empresa mercerizada que habitualmente realizaban la limpieza, no cobraban
desde principios de año al momento de realizarse nuestra visita (2 de agosto de 2016) y habían
dejado de concurrir y realizar sus labores. Por lo demás, el lugar tiene un suministro
intermitente de agua.
12 El 17 de octubre arribó al Parque Nacional Iguazú el turista 1 millón de este año 2016. En la ocasión, las autoridades del
Ministerio de Turismo de Misiones expresaron “Creemos que podríamos cerrar el año en Cataratas con 1 millón 300 mil
visitantes aproximadamente, alzando las expectativas para el 2017”. Serían alrededor de 3600 personas diarias, muchas de
las cuales hacen la vuelta por Foz do Iguazú, para ver las Cataratas del lado brasileño, en especial la famosa Garganta del
Diablo. Sin contar con los que no son amantes de la naturaleza y sólo se acercan para llegar a Ciudad del Este. A esto debe
sumarse el tráfico vecinal.
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Más allá de esto, los baños para el público se encuentran clausurados. Los que usa el personal
son compartidos con los trabajadores del resto de las agencias públicas nacionales que cumplen
allí tareas (Senasa, Gendarmería, Migraciones y Aduanas) aunque todo el mantenimiento de
las instalaciones corre por cuenta de la Gendarmería Nacional. Más allá de la limpieza, el
estado de abandono que padecen en especial los sanitarios es lamentable y no se corresponde
con la relativa modernidad de su construcción ni con la importancia del Paso. Nos comentan
que los empleados están haciendo una “vaquita” para arreglar los baños, pero que tienen que
pedir autorización para realizar las obras a quienes administran las instalaciones.
En el área de control de camiones aledaña al Paso, que opera sobre un piso de tierra, lo que lo
convierte en un lodazal cuando llueve e impregna a todos de polvo cuando no, nos informan
que el volumen del tráfico se multiplicó en los últimos años, pasando de 50 a 500 camiones
diarios. Esta es una consecuencia lógica de la intensificación del comercio internacional, en
especial con los países limítrofes, pero que no parece haber sido acompañada con una
adecuación del servicio de fronteras a ese mayor volumen.
Una consecuencia de esto es que el control de carga de camiones, aunque culmina formalmente
a las 19 horas, finaliza regularmente a las 23 horas, con aduaneros realizando servicios
extraordinarios. Esta tarea se realiza sin apoyo de escáner y transitando continuamente de la
intemperie a las oficinas administrativas.
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No tener horarios, carecer de francos, no poder planificar las vacaciones, impacta en las
relaciones familiares. “Estamos todos separados”, me dice uno de ellos, de familia aduanera.
Y recuerda que de pibe iba al laburo del viejo, “para verlo y jugar un rato”. Una diferencia que
traza dos categorías de aduaneros es la distingue entre los que sólo realizan tareas
administrativas y los “operativos”. Los primeros gozan de la “posibilidad de salir a comer en
casa”, nos dicen.
2. Puerto
Sobre el Iguazú, en las proximidades de su desembocadura en el Paraná, se ubica el puerto
fluvial. El lugar es paradisíaco, pero aledaño a la descarga cloacal de la ciudad (las aguas
servidas se descargan sin tratamiento en el curso de agua). Un tema recurrente de la zona son
las crecidas, por lo que la solución ha sido la disposición de un puesto móvil para el desarrollo
de las tareas del aduanero aquí destacado. Cuando sube el agua, también trepa por la pendiente
de la barranca la casilla acondicionada como oficina. No fue provista por la entidad. Resultó
adquirida a través de una colecta de los aduaneros.
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El control que se hace es de los pasajeros que cruzan el límite fluvial desde Paraguay en lanchas
y el lugar permanece habilitado mientras dura el horario de actividad de las mismas.
3. Free Shop
Destino privilegiado, pues dispone con abundante sistema de aire acondicionado permanente y
una oficina amplia, que cuenta con dos habitaciones. La tarea se limita al control de los
camiones que trasladan la mercadería que allí se vende, toda importada y transportada por tierra
desde el puerto de Montevideo.
Quien se encuentra en el lugar espera jubilarse pronto y destaca la mejora de sus condiciones
de trabajo desde que dejó de hacer tareas operativas (los últimos 6 años).
4. Administración
En la sede de la Administración, un moderno y cómodo edificio provisto por el concesionario
de la Zona Franca, tenemos la posibilidad de hablar con su responsable. Reconoce la falta de
personal que tienen y las falencias en las capacidades estructurales para desarrollar las tareas
de control asignadas. También que, en gran medida, la Aduana “vive de prestado”. Adjudica
este hecho a la cesión de la gestión de los Centros de Frontera al Ministerio del Interior a finales
del gobierno encabezado por Carlos Menem. Señala los problemas de infraestructura que
padecen en Iguazú. Falta de agua potable, cloacas deficitarias y carencias en servicios básicos.
La falta de personal se acentúa porque tienen que disponer de algunos para cubrir pasos de
poco tránsito como Piraí, en el que tiene destacada una persona para atender 15 pasajeros
diarios.
Hablando con el personal del lugar, pocos se muestran insatisfechos. Las oficinas son amplias,
luminosas, modernas y cuentan con buenos sanitarios. Sin embargo, se acumulan los papeles
y el equipamiento informático no está actualizado.
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Más allá de esto, trabajar en una localidad relativamente pequeña como Puerto Iguazú, obliga
a buscar soluciones a problemas de salud en Brasil, por caso, u otras localidades de Misiones,
como Wanda, El Dorado o Posadas.
En Puerto Iguazú no hay pediatra nocturno y la atención traumatológica puede entorpecerse
por demoras de hasta quince días en la disponibilidad de prótesis. Los aduaneros que cuentan
con la cobertura de un prepago acceden a la atención de un hospital privado en Foz do Iguazú,
pagando un coseguro.
Otro tema que surge con fuerza es el de los traslados y asignaciones de destino que no respetan
las radicaciones familiares. Estos desarraigos forzados tensionan las familias y obliga a
adaptarse a entornos ajenos a la experiencia previa del sujeto.
Autopercepción de estrés total
En este caso fueron trece los cuestionarios completados. Cinco los completaron mujeres (una
de ellas se reservó los datos de la edad y la antigüedad) y ocho fueron completados por
hombres. La edad promedio (de los que la anotaron) fue 44 años y la trayectoria media en la
entidad es extensa: 16 años.
Del total, tres casos presentan niveles intermedios de estrés.
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Niveles de estrés total Iguazú
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5.11- Aduana de Bernardo de Irigoyen
- Paso Internacional Bernardo de Irigoyen – Dionisio Cerqueira
En las pintorescas serranías misioneras y a casi 850 metros de altura sobre el nivel del mar, se
ubica la localidad de Bernardo de Irigoyen, en la provincia de Misiones. La ciudad es el punto
más oriental de la Argentina continental y tiene una frontera seca con las
ciudades brasileñas de Dionisio Cerqueira (Estado de Santa Catarina) y Barracão (Estado
de Paraná), siendo por ello un importante punto de ingreso y egreso de personas al país.
Se trata de una pequeña localidad de pocos miles de habitantes (17.000, según consigna la
Gendarmería) pero sumada a sus dos vecinas brasileñas, conforman un núcleo urbano de unas
40 mil personas, que mezclan sus lenguas y costumbres. En el límite, han conformado a un
costado del puesto de control fronterizo, un parque público con estanques que contienen el
tránsito a pie de un lado al otro.
Bernardo de Irigoyen posee Aduana habilitada en todas las categorías: tránsito vecinal
fronterizo, transporte de carga internacional (el control de hace del lado brasileño) y transporte
de pasajeros. La magnitud y comodidad de las instalaciones que erigieron los vecinos para el
control de las cargas en tránsito, admira a los trabajadores argentinos.
De esta Aduana dependen otros dos Resguardos. Uno, ubicado en la localidad de Comandante
Andresito (a unos 100 kilómetros hacia el norte) en la que, nos informan, existe una casa
habitación en condiciones para alojamiento de quienes deben prestar servicios allí y otro, en la
localidad de San Antonio (ubicada a 30 kilómetros de esa sede, sobre la misma ruta que la
anterior), donde los aduaneros cumplen jornadas de 12 horas y regresan a sus domicilios en
Bernardo de Irigoyen. También nos dicen que en San Antonio los sanitarios son deficientes.
Toda la zona sufre de cortes de luz frecuentes.
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En total, son 39 las personas que prestan servicios en esta Aduana, signada por la tragedia de
la muerte violenta no esclarecida, por lo que nos comentan, de un Administrador llamado
Gabino Sánchez13, hace ocho años. Un crimen que conmocionó a toda la Aduana, tanto que
motivó un paro nacional reclamando el esclarecimiento del hecho. “Tan importante fue el
impacto provocado por el asesinato de Sánchez, que el máximo responsable de la Dirección
General de Aduanas de la Argentina, Ricardo Echegaray, viajó a Misiones. En la capital
provincial, Echegaray manifestó que a Sánchez "lo fusilaron" y no descartó que el homicidio
estuviera vinculado con una serie de irregularidades descubiertas por el funcionario en torno
de operaciones de exportación e importación por sumas millonarias, utilizando el CUIT de
personas fallecidas”, publicó el diario La Nación el 2 de marzo de 200814. Aunque, por cierto,
los más conmovidos fueron quienes se desempañaban con él en esta localidad.
1. Sede administrativa
Visitamos primero la sede administrativa. Una edificación relativamente moderna, pues fue
inaugurada en 1995. El equipamiento parece adecuado y en buenas condiciones de uso. Cuenta
incluso con un aula bastante amplia para capacitación del personal o reuniones de trabajo. Pero
los trabajadores indican que no reciben la formación necesaria. Señalan como ejemplo que
disponen de un escáner para control de equipajes, montado en un vehículo utilitario (mencionan
un escanvan), pero nadie en el lugar hizo ningún curso específico para interpretar imágenes.
Aquí la situación se percibe más distendida que en Iguazú, de dónde venimos. Pero de todos
modos registramos la queja por la recurrencia de guardias de 12 horas que se adicionan a las 8
horas de la jornada habitual.
13 Ver http://www.minutouno.com/notas/98592-el-aduanero-gabino-sanchez-fue-asesinado-narcos-vinculados-al-
contrabando-efedrina. O también http://edant.clarin.com/diario/2009/04/13/policiales/g-01896662.htm
14 http://www.lanacion.com.ar/992179-asesinan-a-un-jefe-de-la-aduana. http://misionesonline.net/2008/05/04/la-
aduana-para-por-el-crimen-de-gabino-sanchez/
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Hablamos con una de las personas que trabajó con Gabino Sánchez. Tiene muchos años de
servicio en la Aduana. La muerte del que fuera Administrador lo conmocionó y refiere que por
el hecho recibe asistencia psicológica. Antes prestaba servicios en otra aduana pero pidió el
traslado agotado de lidiar con la “camarilla que manejaba el giro de los servicios” en aquel otro
lugar. De Gabino recuerda que se manejaba con “mano dura” y que había recibido amenazas.
Percibe su trabajo como riesgoso, en la medida que se enfrentan intereses criminales.
2. Paso Internacional
Las personas apostadas en este lugar las 24 horas deben realizar sus tareas en peores
condiciones. Una parte de la labor se cumple en el exterior, aunque con la protección de un
techo. Pero señalan que los “tinglados con lluvia o neblina no resguardan”, algo frecuente en
este lugar. Los sanitarios de que disponen están en malas condiciones y la oficina donde pueden
descansar padece de infiltraciones de humedad.
Más allá de estas cuestiones edilicias, señalan que se encuentran “faltantes de comunicación”
y se perciben “desamparados en cuestiones de seguridad”. A simple vista, el tráfico vecinal es
menos intenso que en Iguazú, aunque pudimos observar familias que venían de realizar sus
compras en supermercados brasileños.
3. Control de cargas
Esta actividad se cumple del lado brasileño, como habíamos mencionado más arriba. En un
predio de unas cuatro hectáreas, estacionan los camiones que ingresan para control y son
revisados en dársenas especialmente desarrolladas para esa tarea, bajo techo. Todo el terreno
se encuentra pavimentado y las oficinas y sanitarios de los que disponen los trabajadores están
en excelentes condiciones de uso. La mejora de la infraestructura para camiones del cruce
Bernardo de Irigoyen y Dionisio Cerqueira, nos cuentan que fue hecha con una fuerte inversión
del gobierno Estadual de Santa Catarina, Brasil.
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Sin embargo, sucede que la capacidad de este puesto de contralor suele ser desbordada. Tiene
capacidad para supervisar un centenar de camiones por día y receptar dentro de sus
instalaciones unos 200 vehículos. En ciertos momentos esa capacidad se colma y largas filas
de camiones deben esperar para hacer el paso. A veces, hasta tres días.
Autopercepción de estrés total
En esta dependencia completaron el cuestionario diez trabajadores, tres de ellos mujeres y el
resto, hombres. Uno de los cuestionarios tuvo que ser desechado. La edad promedio resultó
ser 39 años y la antigüedad, sólo 10.
Llamativamente, el noventa por ciento de los casos presentó niveles de estrés, en su mayoría,
moderados, salvo dos casos (veinte por ciento) con niveles plenos de estrés.
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Niveles de estrés total Irigoyen
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5.12- Aduana Posadas
- Paso Internacional Posadas – Encarnación
La ciudad de Posadas, capital de Misiones, se encuentra históricamente vinculada con la vecina
ciudad paraguaya de Encarnación. El puente inaugurado en 1990, que las une físicamente,
incluye actualmente el funcionamiento de un enlace ferroviario de pasajeros que recorre los
casi 2600 metros que separan ambas localidades, en apenas 15 minutos. El puente lleva el
nombre de un religioso paraguayo, San Roque González de Santa Cruz, fundador de las
antiguas reducciones guaraníes de los jesuitas que devinieron en las actuales Posadas y
Encarnación.
Entre ambas localidades superan en el presente los 600 mil habitantes, según las últimas cifras
oficiales disponibles, configurando para nuestro país el mayor nucleamiento poblacional de
frontera y propiciando un intenso tráfico vecinal. En estos tiempos el mismo se ha intensificado
por la masiva recurrencia de los argentinos a las adquisiciones en Paraguay de todo tipo de
mercadería. Largas colas de vehículos particulares taponan los accesos a los puntos de control
y las esperas pueden sumar horas. Nos dicen que un promedio de 40 mil personas y más de 9
mil vehículos diarios recorren el puente.
Como en otros puntos de país donde se generaron situaciones similares a lo largo de este año,
el público se queja agriamente de los aduaneros y el tema ocupa lugares en la prensa local y
nacional15. Una parte menor de los que transitan a diario el puente, además de quienes trabajan
en un lado u otro, son los ‘paseros’ o ‘bagayeros’, personas que trasportan mercaderías por
cuenta de otros a través de la frontera, que preferirían la inexistencia de controles. Esto agrega
una presión adicional a la tarea de los “operativos”, ya de por si ardua.
1. Sede Administración
En las oficinas de la AFIP en Posadas, funcionan las dependencias administrativas de la
Aduana. Allí nos recibe el Administrador, a quien los representantes sindicales y nosotros
mismos le explicamos nuestro cometido.
Las dependencias que ocupan son cómodas, amplias, luminosas y, aparentemente, equipadas
de modo adecuado para las tareas que deben desarrollar quienes allí trabajan. La persona a
cargo relata limitaciones. Entre ellas, que sólo 40 de las 140 personas que cumplen funciones
en la dependencia, aceptan “girar en el Puente”. Asimismo, indica que no todos están
adecuadamente formados. Existen, dice, “aduaneros que no son capaces de hacer control de
cargas”. Informa que en un año tendrán disponible un edificio en la zona de control integrado,
lo que redundará en una mejora de los espacios laborales específicamente destinados a las
tareas de control operativo.
15 El 6 de enero de este año, el diario Primera Edición de Misiones publicaba “El más usado del país: récord de movimiento
en el puente San Roque González de Santa Cruz. Un total de 976 mil personas traspuso el viaducto internacional entre Posadas
y Encarnación durante diciembre, superando de esta manera y de modo histórico al tráfico registrado en el aeropuerto de Ezeiza
y el puente Tancredo Neves, que une Puerto Iguazú con Foz do Iguaçu.
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De esta Aduana depende el control de las embarcaciones con carga que trasponen la esclusa de
la represa binacional Yaciretá Apipé, para lo que se destinan horas extraordinarias cuando
existe un convoy que se dispone a cruzar. El resguardo Ituzaingó (Corrientes), ubicado aguas
debajo de la represa, está a cargo de Prefectura y controla el tráfico fluvial entre esa localidad
correntina y la paraguaya de Ayolas.
Conversamos con algunos de los trabajadores que allí se encontraban. Una persona que ingresó
hace ocho años y que está en pareja, relata que la actividad que realizan, incluyendo los
servicios extraordinarios, generan “tensiones con las familias”. Apunta además, “dormimos
muy poco”. Estos dos factores, consideró, “te quitan calidad de vida”. Señala que no todos se
anotan para hacer los “giros”.
Otro trabajador, ya próximo a jubilarse, refiere “tengo miedo de morirme”. Dice que los
aduaneros “no gozan de la jubilación”. Que “mueren a poco de jubilarse”. Esto le produce un
temor personal y reclama la posibilidad de un retiro anticipado en casos como el suyo, que no
alcanzó la edad mínima requerida y superó en bastante los años de aportes. Señala que hubo
una mejora en la institución con el “paso a la AFIP”, pero que las instalaciones fronterizas son
todas inadecuadas. “La frontera es riesgosa”, dice. Y agrega que “no hace servicios
extraordinarios, porque es muy desgastante”. Indica que la “infraestructura de la zona operativa
está mal y hay que cambiarla”. Un elemento que le genera malestar es el “continuo roce con
los ‘paseros’”, indica.
Una tercera persona relata que la AFIP puso mucha capacitación a disposición en “el campus
virtual, pero no se la utiliza”. Menciona como una preocupación la continuidad del suministro
de electricidad y sus implicancias en el control de la temperatura en la sede. Señala que los
“equipos electrónicos son viejos”. De cualquier forma, no es su principal preocupación. Si, la
imagen de los aduaneros en la ciudad. Siente que son percibidos “como corruptos”. Ella misma
dice haber sido víctima de amenazas. Agresiones físicas, corte de frenos y bomba molotov en
un departamento, todos hechos que denuncia que forman parte del menú de acción del
‘sindicato de bagayeros’ contra los aduaneros.
2. Puente
Primero visitamos en la cabecera paraguaya del Puente Internacional, la Oficina de Tránsito.
Allí se realiza el control de los vehículos de trasporte.
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El lugar en el que se hacen los trámites administrativos es estrecho y cuenta con una pequeña
oficina para el encargado. Cinco personas trabajan aquí por turno. Al finalizar su jornada
retornan por el mismo puente y por la enorme afluencia de vehículos, deben hacer una hora en
promedio de cola para poder ingresar al país y volver a sus domicilios.
Aquí no tienen señal argentina de teléfono y deben hacer llamadas internacionales para
comunicarse con sus familias. Tanto el mobiliario como el equipamiento de la oficina son
deficientes. La falta de insumos muchas veces la remedia la colaboración de los despachantes,
que funcionan como algo así como una suerte de cooperadora informal a la que ellos deben
recurrir y que subsidia a la institución estatal encargada de controlarlos. Los equipos de aire
acondicionado se los han provisto los mismos trabajadores.
Nos informan que para verificar lo trasportado, la descarga de los bultos de mercadería se
realiza en forma manual. No disponen de herramientas para mover los pallets.
Retornamos hacia el lado argentino para conversar con las personas que hacen el control
vehicular. Aquí los sanitarios son bastantes deplorables y, aunque el puente tiene poco más de
25 años de inaugurado, todas las instalaciones se ven deterioradas y carentes de acciones de
mantenimiento preventivo, además de bastante sucias.
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El lugar tiene su propio percance meteorológico: el “viento colorado”. Cuando sopla del
nordeste hacia el río, arrastrando polvo de la tierra colorada, “Todo queda rojo. Lo que te hayas
puesto”, nos dicen. Más allá de eso, el tinglado amengua los efectos del sol que pega fuerte
casi todo el año, pero el calor suele ser agobiante. “Antes teníamos duchadores”, nos dicen.
Fue apenas se inauguró el Puente, porque se anticipó al construirlo que las personas que
trabajarían allí tendrían la necesidad de tomar una ducha cada tantas horas de exposición al
clima subtropical. Pero más tarde el Centro de Frontera los quitó.
Los que acá cumplen tareas manifiestan que perciben poco apoyo de los superiores.
“Desconfían de nosotros”, nos dicen. Señalan que sólo los guardas hacen rotaciones y falta
coordinación entre las distintas agencias públicas que se desempeñan en el mismo lugar.
Cumplen sus servicios extraordinarios en el mismo sector los fines de semana. La gente que
ingresa lo hace con categorías altas, cuando lo que falta es “gente que abra baúles”.
Se recogen quejas por la falta de una carrera profesional y de reconocimiento. También se
expresan reclamos de una mayor presencia del Sindicato. Indican que para dar categorizaciones
no “computan antigüedad”. Más allá de todo esto indican que los espacios de trabajo son
inadecuados y que es deficiente el sistema informático. A simple vista se puede observar que
sólo disponen de algunas mesas bajas donde se apoyan los bultos que han de ser revisados,
unas sillas altas en las que pueden sentarse un momento y, al costado de los carriles de control,
un sector de asientos desvencijados en los que pueden descansar de a ratos y turnándose.
Por último, nos acercamos a la cabecera del breve ferrocarril con que se dotó al Puente. Dos
veces breve. Lo forman apenas dos vagones motorizados provistos y operados por nuestro país
y tiene un recorrido de escasas 35 cuadras entre ambas terminales. El trencito va y viene unas
doce horas diarias por un pasaje bastante económico de ida y vuelta. Al ingresar el país, los
pasajeros atraviesan el control de Aduana, dotado de un escáner de equipajes y otro de
personas.
Las instalaciones fueron inauguradas no hace mucho y lucen adecuadas y suficientemente
espaciosas para las labores que ahí se hacen.
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Autopercepción de estrés total
En Posadas recolectamos 19 cuestionarios, uno de los cuales no fue completado. Los
respondieron doce mujeres y siete hombres, con una edad promedio de 48 años (tres personas,
dos mujeres y un hombre, prefirieron no anotar su edad) y 21 años de antigüedad laboral media.
Casi el 39 por ciento (38,89%, para ser exactos) mostró niveles de estrés, aunque en su mayoría
en marcas intermedias.
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Niveles de estrés total Posadas
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Relevamiento de Higiene, Seguridad y Ambiente de Trabajo – 04/08/16*
- La Sede de la Aduana Posadas se encuentra en el centro de la Ciudad, en un edifico que
comparte con la DGI. Las dependencias aduaneras se distribuyen entre PB y 3° Piso.
Al tratarse de una construcción moderna no se han encontrado deficiencias estructurales
y cumple en general con las normativas de higiene y seguridad.
- El Puente Internacional San Roque González de Santa Cruz (Posadas-Encarnación)
tiene horario de atención de 07 a 19 hs. con altísimo transito vecinal fronterizo y turistas
que ingresan y egresan del país. Se realiza revisión manual y escaneo de equipaje,
control de documentación, detección de drogas con canes y fondeo de vehículos.
La casilla de control de vehículos y equipajes ubicada sobre la pasarela es precaria, sin
protección al tránsito y expuesta a la contaminación por gases de combustión vehicular.
El edificio es moderno y se encuentra en general en buenas condiciones. Tiene adecuada
cantidad de sanitarios, iluminación y ventilación, pero con reducidos espacios en áreas de
trabajo. Hay contravenciones con los extintores que se encuentran mal ubicados y no
identificados. El scanner de equipajes no cumple con normativas de aislamiento y se observa
que el personal no utiliza los dosímetros correspondientes.
Ausencia de un Depósito de Mercaderías:
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El personal no tiene otra opción que requisar las mercaderías decomisadas entre los escritorios,
lo cual dificulta el trabajo cotidiano y genera riesgos por la obstrucción de la circulación. Es
crítica la falta de un depósito de mercaderías, debiendo utilizar las oficinas como lugar de
guarda transitoria y posteriormente acopiarlas en un patio interno, hasta su traslado definitivo
por Tasa Logística. Se iniciaron gestiones para conseguir dos contenedores que cumplan
provisoriamente la función de depósitos.
- Área de Control Integrado: Se trabaja en dos turnos de 07 a 15 hs. y de 11 a 19 hs.
extendiéndose la jornada según demanda. La edificación es precaria, con un solo
sanitario en regular estado, muebles de escritorio y sillas deteriorados. Se inició la
construcción de una nueva sede quedando la obra abandonada. Los extintores no están
ubicados reglamentariamente y presenta irregularidades en la instalación eléctrica, con
empalmes sin protecciones. Hay discontinuidad en el servicio de limpieza, falta de
útiles y elementos de trabajo para el control de cargas en camiones.
