Representación naturalista de un o varios bisontes. Vemos un alto conocimiento técnico y artístico del trazo y del movimiento del animal. Habrá que recordar que la pintura aprovecha los volúmenes de la misma roca para acrecentar su efecto vivo y que su iluminación es mediante el fuego, por tanto la figura posee movimiento (Caverna de Chauvet, Francia 30.000 AC aprox.).

Representación muy vívida de la lucha animal en el Pensamiento Mágico. Es importante notar la tensión en la representación de la escena, lo que devela la profunda observación del mundo natural, del cual el mismo “artista” paleolítico no se diferenciaban en términos de pensamiento y cosmovisión… eran parte de la misma naturaleza. No ejercían un real dominio sobre los acontecimientos naturales y aun vivian en el nomadismo, a pesar de manejar tecnología (herramientas, armas de caza, vestuario, tejido, agujas etc.). Cueva de Chauvet, Francia.

La representación del animal en movimiento era algo ya rastreable en los pueblos nómades que vivían en un paradigma mágico. Una muestra de proto-cine y de un conocimiento en torno a las

fases del movimiento que solo se volverá a desarrollar recién a partir del siglo XIX con la aparición de la fotografía. (jabalí en cueva de Altamira, España)

Acá vemos una representación naturalista del bisonte pero también una mas abstracta del ser humano, esta escena es inquietante por el misterio de su significado y por los distintos elementos que entran en juego: el hombre con cabeza de pájaro, la aparición de un tótem de un ave, el sexo erguido del hombre, el bisonte al cual le cuelgan sus entrañas y lo erguido de su pelo al ser atravesado por una lanza. Esta representación develaría la conciencia de muerte que posee el hombre, y sería un tenue vestigio de la abstracción y su vinculación mortuoria que luego caracterizará el pensamiento mágico religioso de los pueblos sedentarios (como los egipcios). Cueva de Lascaux, Francia.