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República de Cuba UNIVERSIDAD AGRARIA DE LA HABANA “Fructuoso Rodríguez Pérez” Obtención y evaluación de grasas de sobrepaso a partir de residuales de aceite de palma y sebo ovino en la suplementación de bovinos Tesis en opción al Grado Científico de Doctor en Ciencias Veterinarias Autor: Ing. Fredy Bladimir Proaño Ortiz, MSc. San José de las Lajas, Mayabeque 2015

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República de Cuba

UNIVERSIDAD AGRARIA DE LA HABANA

“Fructuoso Rodríguez Pérez”

Obtención y evaluación de grasas de sobrepaso a partir de

residuales de aceite de palma y sebo ovino en la

suplementación de bovinos

Tesis en opción al Grado Científico de Doctor en Ciencias Veterinarias

Autor: Ing. Fredy Bladimir Proaño Ortiz, MSc.

San José de las Lajas, Mayabeque

2015

República de Cuba

UNIVERSIDAD AGRARIA DE LA HABANA

“Fructuoso Rodríguez Pérez”

Obtención y evaluación de grasas de sobrepaso a partir de residuales de

aceite de palma y sebo ovino en la suplementación de bovinos

Tesis en opción al Grado Científico de Doctor en Ciencias Veterinarias

Autor: Ing. Fredy Bladimir Proaño Ortiz, MSc.

Tutores: Lic. Justiniano René Stuart Montalvo, Dr. C.

Lic. Bertha B. Chongo García, Dr. C.

San José de las Lajas, Mayabeque

2015

República de Cuba

Instituto de Ciencia Animal

Obtención y evaluación de grasas de sobrepaso a partir de residuales de

aceite de palma y sebo ovino en la suplementación de bovinos

Tesis en opción al Grado Científico de Doctor en Ciencias Veterinarias

Por

Ing. Fredy Bladimir Proaño Ortiz, MSc.

San José de las Lajas Mayabeque

2015

AGRADECIMIENTOS

A la Secretaria Nacional de Ciencia y Tecnología, SENESCYT por el apoyo económico que se

concedió para mis estudios doctorales.

Al Instituto de Ciencia Animal, ICA por abrir sus puertas a mi formación científica.

A la Escuela Superior Politécnica de Chimborazo, ESPOCH de la cual provengo y a la que

retornaré con todo entusiasmo.

A mis tutores Lic. Justiniano R. Stuart Montalvo Dr. C. por el apoyo incondicional que me

brindó y a la Lic. Bertha Chongo García Dr. C. por su comprensión, respaldo, formación

humana y científica que me supo brindar en forma desinteresada.

Al Ingeniero Hernán Patricio Guevara Costales MSc. y al Ingeniero Jeremy Córdova MSc. por

su colaboración en la formulación de las raciones utilizadas en los experimentos de esta tesis

de grado.

A Fernanda Yubaille, Dany Romero y Fabio Mazabanda, por haber compartido momentos de

estudio e investigación.

A todos los científicos que fueron oponentes y miembros de los tribunales de esta tesis en las

distintas instancias, por la orientación y el mejoramiento sustancial de este documento de tesis.

Agradezco a todas las personas de Cuba y Ecuador que estuvieron relacionadas con mi

formación doctoral.

DEDICATORIA

A mis hijos Tania, Ginna (QEPD), Alexander y Nicolay que son la inspiración de mi vida.

A todas mis hermanas y hermanos que me han apoyado siempre; en especial a Mery, que

asumió el rol de mi madre y a Oscar que junto a mi madre, trabajó muy duro para apoyarme.

A mis sobrinos y sobrinas, con la esperanza de que esto sea un ejemplo de estudio, dedicación

y superación.

A los estudiantes de Ecuador que se interesen es esta temática.

ABREVIATURAS

AG Ácidos Grasos

AG cis Ácidos grasos con dobles enlaces en un mismo lado de la cadena de

carbonos

AG trans Ácidos grasos con dobles enlaces por lados alternos de la cadena de

carbonos.

AGV Ácidos Grasos Volátiles

BS Base seca

BEN Balance energético negativo

ºC Grados Celsius

Ca Calcio

CC Condición corporal

C.V. Coeficiente de variación

D.E. Desviación estándar

DBO Demanda bioquímica de oxígeno

DMO Digestibilidad de la materia orgánica

DMS Digestibilidad de la materia seca

DEE Digestibilidad del extracto etéreo

DELN Digestibilidad del extracto libre de nitrógeno

DFC Digestibilidad de la fibra cruda

DPRO Digestibilidad de la proteína

EE Error estándar

ELN Extracto libre de nitrógeno

EN Energía neta

FB Fibra bruta

FDA Fibra detergente ácido

FDN Fibra detergente neutro

FSH Hormona folículo estimulante

g Gramos

g*(mL)-1

Gramos por mililitro

h Horas

HCl Ácido clorhídrico

HDL Lipoproteínas de alta densidad

K Potasio

kg Kilogramo

kg.animal-1

Kilogramo por animal

kJ Kilojoules

KOH Hidróxido de Potasio

L Litro

LDL Lipoproteínas de baja densidad

LH Hormona luteinizante

LN Latitud Norte

LO Longitud Oeste

mg Miligramo

mg.dL-1

Miligramo por decilitro

min Minuto

mm Hg Milímetros de mercurio

MS Materia seca

m.s.n.m. Metros sobre el nivel del mar

mSiems/cm Conductividad eléctrica del agua en micro Siemens (mg*L-1

*0.6)

Na Sodio

ng.mL Nano gramos por mililitro

P Fósforo

PB Proteína bruta

PV Peso vivo

P4 Progesterona

RAP Residuos de aceite de palma

RAPPCa Grasas cálcicas de residuos de aceite de palma

RAPPK Grasas potásicas de residuos de aceite de palma

RAPPNa Grasas sódicas de residuos de aceite de palma

SO Sebo ovino

SOPCa Grasas cálcicas de sebo ovino

SOPK Grasas potásicas de sebo ovino

SOPNa Sebo ovino protegido con sodio

SÍNTESIS

El objetivo de esta tesis fue crear nuevas grasas de sobrepaso para la suplementación

energética de vacas lecheras, a partir de evaluar las características químicas de RAP y SO, los

métodos de saponificación posibles de aplicar para proteger las grasas contenidas en ellos ante

la hidrogenación y en forma preliminar, evaluar los efectos productivos ejercidos por la

suplementación alimentaria con grasas de sobrepaso elaboradas con RAP y SO en las vacas

Jersey en Ecuador.

Se determinó que los RAP y SO presentan características suficientes para su utilización como

alimento animal. Se demostró que las grasas contenidas en RAP y SO pueden ser saponificadas

mediante la utilización de hidróxido de Ca, K y Na.

Los estudios in situ e in vivo demostraron que los tratamientos químicos aplicados en materias

primas grasas de RAP y SO fueron adecuados y que no interrumpen la digestibilidad de la MS

y la MO contenidas en una dieta típica de pastura de alta calidad de la Sierra ecuatoriana, y que

las grasas tratadas con Ca(OH)2 ofrecen mejores posibilidades de utilización en la alimentación

de rumiantes.

El suministro de grasas tratadas con Ca(OH)2 a vacas Jersey desde el octavo mes de gestación

hasta el día 75 posparto, mostró efectos similares a una grasa comercial y mejoró los

indicadores de algunas variables productivas.

Se concluyó que los procedimientos empleados para saponificar las materias primas estudiadas

fueron adecuados, al ser protegidas de la hidrogenación ruminal redujeron su solubilidad a

nivel de rumen y con un patrón de respuesta confiable. El estudio de digestibilidad in vivo

indicó que las grasas RAPPCa y SOPCa no disminuyeron la digestibilidad de la MO hasta

niveles del 5 y 3 %, respectivamente. Por último, la inclusión de RAPPCa en la

suplementación de vacas Jersey en términos productivos mostró resultados superiores a una

grasa comercial y una relación beneficio costo favorable.

Tabla de contenido

Introducción ......................................................................................................................... 1

Problema de Investigación .......................................................................................................... 2

Hipótesis de la Investigación ....................................................................................................... 3

Objetivo General ......................................................................................................................... 3

Objetivos específicos ............................................................................................ 3

Novedad científica ....................................................................................................................... 3

Aportes científicos ................................................................................................ 4

Importancia teórica y práctica .............................................................................. 4

Capítulo I. Revisión de literatura ......................................................................................... 5

I.1. Materias primas grasas .......................................................................................................... 5

I.2. Industria aceitera de palma, sebo ovino y contaminación ambiental .................................... 8

I.2.1. Industria aceitera de palma africana ............................................................ 8

I.2.2. Producción de sebo ovino ......................................................................... 10

I.2.3. Contaminación ambiental por grasas ........................................................ 11

I.3. Obtención de grasas de sobrepaso ....................................................................................... 12

I.4. Grasas que se utilizan en la producción ganadera ............................................................... 13

I.5. Sales de calcio de ácidos grasos .......................................................................................... 15

I.6. Efectos productivos de las grasas de sobrepaso .................................................................. 16

I.6.1. En el período de transición en vacas lecheras .................................................................. 19

I.6.2. Balance energético en vacas lecheras............................................................................... 20

I.6.3. Balance energético y perfil metabólico en vacas lecheras ............................................... 23

Capítulo II. Materiales y métodos generales ..................................................................... 26

II.1 Localización y principales características climáticas del área experimental. ..................... 26

II.2 Materias primas utilizadas .................................................................................................. 27

II.3 Análisis de laboratorio ........................................................................................................ 27

II.3.1 Análisis realizados al SO .......................................................................... 28

II.3.2 Análisis realizados al RAP ....................................................................... 28

II.3.3 Estudios in situ e in vivo ........................................................................... 28

II.3.4 Efectos productivos de las grasas de sobrepaso obtenidas ....................... 29

II.4 Especies animales utilizadas ............................................................................................... 29

Capítulo III. Caracterización bromatológica y perfil de ácidos grasos de RAP y SO ....... 30

III.1 Introducción ...................................................................................................................... 30

III.2 Materiales y métodos ........................................................................................................ 31

III.2.1 Localización ........................................................................................... 31

III.2.2 Procedimiento y diseño experimental. ................................................... 31

III.3 Resultados y discusión ..................................................................................................... 32

III.3.1 Análisis de RAP ..................................................................................... 32

III.3.2 Análisis de SO ........................................................................................ 36

Capítulo IV. Evaluación de la composición bromatológica, dureza y costos de grasas de

sobrepaso de RAP y SO .................................................................................................... 40

IV.1 Introducción ..................................................................................................................... 40

IV.2 Materiales y métodos ....................................................................................................... 41

La ubicación y condiciones generales de esta investigación se especificó en el

capítulo II de la presente tesis. ........................................................................... 41

IV.2.2 Procedimiento y diseño experimental .................................................... 41

IV.2.3 Análisis estadístico ................................................................................. 42

IV.3 Resultados y discusión ..................................................................................................... 42

Capítulo V. Evaluación ruminal in situ e in vivo de las grasas de sobrepaso elaboradas con

RAP y SO .......................................................................................................................... 48

V.1 Introducción ....................................................................................................................... 48

V.2 Materiales y métodos ......................................................................................................... 49

V.2.1 Solubilidad in situ de las grasas de sobrepaso ......................................... 50

V.2.2 Degradabilidad in situ de una mezcla forrajera ....................................... 51

V.2.3 Digestibilidad in vivo de una mezcla forrajera ........................................ 52

V.2.4 Análisis estadístico .................................................................................. 53

V.3 Resultados y discusión ....................................................................................................... 53

V.3.1 Solubilidad in situ para la MS y MO de las grasas .................................. 53

V.3.2 Degradabilidad in situ de la MS y MO contenidas en la mezcla forrajera

............................................................................................................................ 57

V.3.3 Digestibilidad in vivo de las grasas RAPPCa y SOPCa ......................... 60

Capítulo VI. Suplementación con grasas de sobrepaso RAPPCA, SOPCA y comercial en la

producción de vacas jersey. Prueba biológica. .................................................................. 67

VI.1 Introducción ..................................................................................................................... 67

VI.2 Materiales y métodos ....................................................................................................... 68

VI.2.1 Localización ........................................................................................... 68

VI.2.2 Procedimiento y diseño experimental .................................................... 68

Resultados y discusión .............................................................................................................. 72

Peso de las vacas y sus crías ............................................................................... 72

Indicadores sanguíneos ....................................................................................... 76

Indicadores productivos y de rentabilidad .......................................................... 86

Conclusiones ...................................................................................................................... 89

Recomendaciones .............................................................................................................. 90

Referencias bibliográficas ................................................................................................. 91

Índice de tablas

Tabla 1. Condiciones meteorológicas de la ESPOCH, Riobamba – Ecuador….……………27

Tabla 2. Análisis bromatológico de RAP antes y después de filtrado.................................….33

Tabla 3. Calidad del agua resultante de la filtración de RAP………………………….......…33

Tabla 4. Estadística descriptiva del perfil de ácidos grasos en RAP filtrado …………………35

Tabla 5. Análisis bromatológico de SO antes y después de la extracción de la grasa…………36

Tabla 6. Ácidos grasos en SO extraído a distintas temperaturas…………………...……..…..37

Tabla 7. Componentes, identificación y código de las grasas en estudio……………………..42

Tabla 8. Análisis bromatológico de grasas protegidas por efecto del método de saponificación

y tipo de grasa…………………………………………………....…………….…...43

Tabla 9. Consistencia de jabones de SO y RAP…………………………….……….………...45

Tabla 10. Beneficio costo de jabones de SO y RAP (USD/5 kg)………………………….…..47

Tabla 11. Concentrado para vacas con adición de grasas protegidas……...........................…..51

Tabla 12. Composición bromatológica estimada de la mezcla forrajera henificada…………..51

Tabla 13. Solubilidad de la MS y MO de las grasas RAP y SO (%)………..………………...53

Tabla 14. Degradabilidad de la MS y MO de una mezcla forrajera por acción de las grasas

RAP y SO (%)………………………………………………………………………57

Tabla 15. Efectos de diferentes niveles de grasas RAPPCa y SOPCa en el consumo y

digestibilidad in vivo……………………………………………...…………….…..60

Tabla 16. Interacción de los niveles de inclusión y tipo de grasas en la digestibilidad in vivo de

la materia orgánica……………………………………………………...…..………63

Tabla 17. Interacción de los niveles de inclusión y tipo de grasas en la digestibilidad in vivo del

extracto libre de nitrógeno……………………………………………….………....65

Tabla 18. Formulación del concentrado experimental (kg)…………………….………….…..70

Tabla 19. Peso de las vacas suplementadas con grasas de sobrepaso, antes y después del

parto………………………………………………………………………………...73

Tabla 20. Condición corporal de vacas suplementadas con grasas de sobreoaso, antes y después

del parto…………………………………………………….…….….……………..75

Tabla 21. Concentraciones de colesterol total (mg.dL-1

) en vacas suplementadas con diferentes

grasas de sobrepaso, antes y después del parto …………………………..….……..79

Tabla 22. Concentraciones de LDL en vacas suplementadas con grasas de sobrepaso, antes y

después del parto………………..……………………………………………..……82

Tabla 23. Parámetros productivos de vacas suplementadas con grasas de sobrepaso .………..86

Índice de figuras

Figura 1. Mapa político del Ecuador…………………………………….………….…………26

Figura 2. Mapa político de la Provincia de Chimborazo………………………….........……...26

Figura 3. Solubilidad de la MS y MO de las grasas de RAP y SO, en función del tiempo de

exposición en rumen……………………………………………………..…………56

Figura 4. Degradabilidad de la MS y MO de la mezcla forrajera por acción de las grasas de

RAP y SO en función del tiempo de exposición en rumen ………..………………..59

Figura 5. Curva de tendencia de RAPPCa en relación a la digestibilidad in vivo de la MO......63

Figura 6. Curva de regresión de SOPCa en relación a la digestibilidad in vivo de la MO ……64

Figura 7. Curvas de tendencia de las concentraciones de glucosa plasmática en vacas

suplementadas con diferentes grasas de sobrepao……………………………………77

Figura 8. Curvas de tendencia de las concentraciones de colesterol en vacas suplementadas

con grasas de sobrepaso……………………………………………………………...79

Figura 9. Concentraciones plasmáticas de P4 al inicio del experimento y al finalizar la

gestación de vacas Jersey…………………………………………………………….83

Lista de anexos

Anexo No. Título

1 Composición bromatológica de la mezcla forrajera de la hacienda la Virginia

2 Vista de la planta central de la fábrica TEOBROMA

3 Toma de las muestras RAP antes del ingreso a las lagunas de oxidación en

TEOBROMA

4 Ingreso de los RAP a las lagunas de oxidación en TEOBROMA

5 Lagunas de preoxidación de TEOBROMA

6 Lagunas de oxidación de la planta TEOBROMA

7 Jaulas metabolicas para el estudio de la digestibilidad in vivo

8 Vista de uno de los potreros de la hacienda La Virginia

9 Sala de ordeño de vacas Jersey en la hacienda La Virginia

10 Corral de descanso de vacas Jersey de la hacienda La Virginia

1

Introducción

El crecimiento de la población humana y como consecuencia las necesidades de alimento,

especialmente de origen animal, hacen pensar en el desarrollo de métodos, procedimientos y

alternativas que optimicen la productividad de los rumiantes, en particular la de los bovinos

lecheros, en países desarrollados y aún más en países en vías de desarrollo. En este sentido, es

de interés el uso de recursos alimentarios que no compitan con la alimentación humana.

Los eficientes programas de alimentación requeridos por los rumiantes parten de un adecuado

aporte energético (Almeyda 2013). La alimentación con grasas se basa en la necesidad de

incrementar la densidad energética de las raciones (NRC 2001).

El suministro de grasas a rumiantes influye en la fisiología ruminal, por lo que se han

desarrollado procedimientos destinados a limitar efectos colaterales negativos mediante la

protección de las grasas (Palmquist y Jenkins 1980) para lo cual se trataron las materias

primas grasas con agentes alcalinos, especialmente sales cálcicas para producir jabones inertes

en el medio ruminal (Gagliostro y Chilliard 1992).

Entre las materias primas para la producción de grasas protegidas, se encuentran los aceites de

palma africana (Elaeis guineensis) (Grummer 1988) que se destinan a la alimentación

humana y a la elaboración de otros productos valiosos, lo que limita las posibilidades de

utilización como alimento animal.

En Ecuador existe una creciente agroindustria de producción de aceite de palma con fines

industriales, la cual genera una gran cantidad de residuos que provocan contaminación al

aportar una alta carga orgánica (Rodríguez et al. 2011). Sin embargo, estos residuos son ricos

en grasa lo que posibilitaría su utilización en la alimentación bovina para aportar mayores

ingresos económicos (Zurita 2011).

Rivas (2011) señaló que del total de aceite rojo de palma producido en Ecuador, el 9 %

corresponde a lodos. Además, Chacha (2011) consideró que el crecimiento en esta rama de

2

actividad industrial fue del 34.25 % anual. Lo señalado permite estimar que para el año 2015,

deberán producirse 295 002 toneladas de lodos de aceite de palma.

Otro producto con posibilidades de utilización es el SO. Yubaille et al. (2013) estimaron que

en la ciudad de Riobamba, Ecuador, en el año 2012 existieron 25.44 toneladas de este tipo de

sebo. Si se considera el crecimiento de la población ovina en Ecuador (INEC 2009), se estima

que para el año 2015 podría existir en la ciudad de Riobamba 36.08 toneladas de SO, para lo

que no existen estudios de su uso en alimentación animal.

Sin embargo, se informa que el sebo bovino (análogo al sebo ovino), incrementó la producción

de leche, el crecimiento de los terneros, el peso y condición corporal de las vacas, las tasas de

preñez (Espinoza et al. 2010) y no inhibió la digestión de la fibra cuando se suministró en

forma de sales insolubles de calcio (Palmquist 1996).

Los lodos de aceite de palma (RAP) y el Sebo Ovino (SO), pueden ser fuentes energéticas para

la alimentación de rumiantes por contener niveles de grasa elevados, que al ser protegidas de la

degradación ruminal se pueden constituir en una alternativa en la alimentación bovina y dejar

de ser contaminantes ambientales.

En el año 2009 en Ecuador existía una población ganadera de 5 194 725 animales (INEC

2009) que de utilizarse estos productos en la alimentación bovina, probablemente se hubiese

superado el déficit de cerca de 700 toneladas de leche por año que existió en el país y se habría

alcanzado el consumo humano mínimo establecido por la FAO (FAO 2002). De esta forma, se

refleja el déficit de información que existe en este aspecto.

Problema de Investigación

En Ecuador, los RAP y SO constituyen agentes contaminantes medio ambientales, por el

desconocimiento de sus posibilidades de uso como grasas de sobrepaso en la dieta de

rumiantes, en particular de los bovinos lecheros.

Por lo mencionado, se propuso la siguiente hipótesis de trabajo:

3

Hipótesis de la Investigación

Si se comprueban las posibilidades de uso de los RAP y SO en dietas de vacas lecheras como

grasas de sobrepaso, se lograrán beneficios productivos, condiciones económicas ventajosas y

reducción de contaminantes.

Para comprobar esta hipótesis, se propone los siguientes objetivos:

Objetivo General

Obtener grasas de sobrepaso a partir de dos residuos contaminantes de Ecuador (RAP y SO),

evaluar su idoneidad ruminal y los efectos productivos en vacas Jersey.

Objetivos específicos

Para cumplir el objetivo general, los Objetivos Específicos fueron:

1. Determinar el potencial de los RAP y SO como materias primas para elaborar grasas de

sobrepaso destinadas a la alimentación de rumiantes, mediante caracterización

bromatológica y perfil de ácidos grasos.

2. Determinar la composición bromatológica, dureza y costos de los jabones de RAP y SO

obtenidos mediante saponificación con NaOH, KOH y Ca(OH)2 y su comportamiento

como grasas de sobrepaso.

3. Evaluar el comportamiento ruminal de las grasas de sobrepaso elaboradas con RAP y

SO mediante estudios in situ e in vivo, para selección delas de mejor efectividad.

4. Comparar en prueba biológica, los efectos productivos de la suplementación con grasas

de sobrepaso RAPPCa y SOPCa en vacas Jersey y en condiciones de pastoreo.

Novedad científica

La novedad de este trabajo radica fundamentalmente, en la obtención de dos grasas de

sobrepaso (RAPPCa y SOPCa) a partir de residuos contaminantes y su uso en dietas de

rumiantes, hasta ahora no informados.

Se demostró en prueba biológica con vacas Jersey en pastoreo, que las grasas de sobrepaso

RAPPCa y SOPCa mejoraron el peso de las crías al nacimiento y la producción de leche de las

4

vacas, redujeron las pérdidas de peso y condición corporal de las vacas en el posparto

temprano y la relación beneficio costo fue favorable. Esto constituye un primer reporte.

Aportes científicos

Se definieron las características bromatológicas y perfil de ácidos grasos de los RAP y SO al

igual que el de las grasas de sobrepaso elaboradas con estas materias primas; se seleccionaron

las grasas de mejores resultados y se propone su uso en dietas para rumiantes.

Se demostró, que el uso de las grasas de sobrepaso RAPPCa y SOPCa en el suplemento de

vacas Jersey, tuvieron mejores resultados productivos en un sistema de pastoreo, lo que

contribuirá a su utilización en otros sistemas y a la mejora ambiental.

Importancia teórica y práctica

La importancia teórica y práctica de este trabajo radica fundamentalmente en que se

comprobó con criterios actuales, que dos grasas de sobrepaso creadas en esta investigación,

son comparables a los productos que hoy se comercializan en Ecuador.

La secuencia experimental permitió armonizar la caracterización química y bromatológica de

las grasas de sobrepaso obtenidas, con estudios fisiológicos, productivos y económicos

preliminares, que permitirán su introducción en la ganadería ecuatoriana.

Por otro lado, con el empleo de las dos grasas de sobrepaso en la alimentación animal, es

posible reducir los residuos contaminantes y se ofrecen las bases suficientes para continuar con

estudios aplicativos en vacas lecheras y otras especies animales.

5

Capítulo I. Revisión de literatura

I.1. Materias primas grasas

Las grasas o lípidos son compuestos orgánicos formados de carbono, hidrógeno y oxígeno, con

predominio del hidrógeno y capaces de producir grandes cantidades de calorías si se someten a

combustión. La grasa animal está contenida principalmente en las zonas adiposas del cuerpo de

los animales, en cantidades que varían según la especie, raza, sexo, tipo de alimentación y

estación del año, entre otros aspectos (Müller, 1988).

Los lípidos que están presentes en los alimentos, se identifican como grasa de la dieta y

contienen ácidos grasos (Martínez et al. 2012). Las grasas también se encuentran en las

membranas celulares en forma de glicolípidos o glucolípidos (compuestas por un lípido y un

grupo glucídico o hidrato de carbono) y fosfolípidos (compuestos por una molécula de glicerol

al que se le unen dos ácidos grasos y un grupo fosfato (Mark et al. 2007)

Pinos (1999) también definió como lípidos a los esteroles (colesterol o fitoesterol), lecitinas,

colorantes (carotenos, clorofilas, xantofilas) y a determinados hidrocarburos, consideró que la

mayor parte de estas sustancias son insaponificables.

A los ácidos grasos libres, fosfolípidos, glicolípidos y trigliacilgliceroles, Anrique et al. (2013)

los identificaron como los principales constituyentes de las grasas y puntualizaron que los

trigliacilgliceroles se encuentran en algunos cereales, semillas de oleaginosas y grasas;

mientras los glicolípidos se encuentran en forrajes verdes, los fosfolípidos en las membranas

celulares de los vegetales y animales, y los ácidos grasos libres en los principales componentes

lípidos de origen industrial.

A los lípidos se los puede encontrar en forma de aceites y grasas. Los aceites tienen ácidos

grasos (AG) de menos de diez carbonos, con uno o más dobles enlaces y son normalmente de

origen vegetal. Las grasas tienen AG saturados de diez o más carbonos y suelen ser de origen

animal (Martínez 2011). Por otro lado, García (2002) indicó que por lo general, la densidad

de los lípidos varía entre 0.88 y 0.96 g*(mL)-1

.

6

De acuerdo con lo señalado por Martínez (2011), los AG se clasifican en volátiles (cadena de

2 a 4 carbonos), de cadena corta (6 a 10 carbonos), de cadena media (12 a 16 carbonos) y de

cadena larga (16 carbonos y más). También se pueden clasificar en saturados (carecen de

dobles enlaces en su cadena) e insaturados (contienen dobles enlaces en su cadena). Los AG

insaturados pueden ser a su vez mono, di, tri o poli insaturados y según la posición del primer

doble enlace se identifican como omega 3, 6, 9, etc. Además, se conocen ácidos grasos cis (con

dobles enlaces en un mismo lado de la cadena de carbonos) y trans (con dobles enlaces por

lados alternos de la cadena de carbonos).

Los forrajes también contienen cantidades variables de lípidos. En términos analíticos estas

forman parte del denominado extracto etéreo junto a ceras y sustancias lipoides. En general, su

concentración fluctúa entre 4 y 12 % de la MS (Anrique et al. 2013), en dependencia de su

estado de madurez.

En los forrajes verdes predominan los AG linolénico y linoleico, mientras que en los forrajes

conservados, como el heno y el ensilaje, el contenido de linoleico y oleico es mayor que el de

linolénico. En los cereales predomina el linoleico y en las semillas de oleaginosas y sus

subproductos predominan los AG de cadena media y los de 18 carbonos (Martínez et al.

2012).

Por otro lado, los AG linoleico, linolénico y otros poli insaturados, se identifican como

esenciales debido a que la mayoría de los animales no los pueden sintetizar y deben estar

incluidos en la dieta que consumen (Mondragón et al. 2005).

De acuerdo a lo señalado, la principal fuente de lípidos para los rumiantes son los pastos y

forrajes, especialmente en explotaciones bajo condiciones de pastoreo.

Plascencia et al. (2005) informaron que los lípidos de los forrajes se encuentran

principalmente en forma de AG poliinsaturados esterificados como galactosilglicéridos, en

cuya forma rara vez superan el 1.5 % de la MS de la dieta. En cambio, los AG contenidos en

7

cereales, semillas oleaginosas y grasas libres (extraídas desde la fuente que las contienen) es

más elevado y están en forma de triglicéridos.

De lo citado anteriormente se desprende que son fuentes grasas los forrajes, los cereales,

semillas de oleaginosas, grasas libres y las de sobrepaso.

Las grasas contenidas en los cereales traen consigo dificultades en cuanto a su utilización en la

alimentación de rumiantes, como la acidosis ruminal producida por cambios en la relación

acético – propiónico y la disminución de la digestibilidad de la fibra mencionadas por

Schroeder et al. (2004).

Las semillas enteras de soja, girasol, algodón y otras, contienen AG muy activos en el rumen,

se deben suministrar en cantidades muy pequeñas y pueden liberar aceite. Para evitar estas

limitaciones, se someten a la acción del calor para obtener grasa extruida, a un proceso de

encapsulación de la grasa con un recubrimiento proteico o a un tratamiento con formaldehído.

Sin embargo, las cápsulas se pueden romper durante la liberación de grasas y los

procedimientos resultan caros (InfoCarne 2008).

Los aceites y sebos se utilizaron en la suplementación de vacas (Palmquist y Jenkins et al.

1980). Sin embargo, se observó una disminución en la digestibilidad de la fibra, del consumo

voluntario de alimentos, el volumen de leche producida y el contenido proteico de la leche

(Gagliostro y Schroeder 2007).

Son varias las fuentes grasas libres sin protección de la hidrogenación ruminal que se han

estudiado, especialmente en la alimentación de bovinos de razas de carne. Entre ellos destacan

los estudios con la grasa amarilla (Ramírez y Zinn 2000; Zinn et al. 2000), el sebo de ganado

bovino (Elliott et al. 1997; Beam et al. 2000), algunos extractos de jabón (AFOA 1999) y las

sales de Ca de AG (Coppock y Wilks 1991; Palmquist 1991; Wu et al. 1991).

Las sales de calcio de AG, que se consideran grasas de sobrepaso, permanecen inertes en el

rumen y son totalmente digeribles en el tracto inferior, por lo que se pueden emplear para

8

completar el consumo total diario de energía, por su alta densidad energética y bajo costo, sin

afectar la digestibilidad de la fibra (InfoCarne 2008).

El hecho de no afectar la degradabilidad ruminal de la fibra es importante para los rumiantes

porque la fibra mantiene un funcionamiento normal del rumen, estimula la rumia, mantiene un

pH ruminal adecuado e incide en la capacidad de consumo voluntario y la calidad de la energía

disponible para los animales (Cruz y Sánchez 2000).

Los efectos de las grasas en la digestibilidad de la fibra se deben fundamentalmente a que se

puede adherir a las partículas fibrosas y dificulta la colonización microbiana y el ataque de las

enzimas microbianas a este sustrato (Flores y Rodríguez 2006).

Varios lípidos se han utilizado para elaborar grasas de sobrepaso. En este sentido, es de interés

profundizar en el uso de RAP de palma africana (Elaeis guineensis) y el SO.

I.2. Industria aceitera de palma, sebo ovino y contaminación ambiental

I.2.1. Industria aceitera de palma africana

La palma aceitera es originaria del África (Golfo de Guinea) y se introdujo en el Ecuador entre

los años 1953 y 1954. En 1967, la extensión cultivada superó las 1 000 hectáreas y para 1999

las superficies sembradas superaron las 100 000 hectáreas (Ramos et al. 2007).

En el año 2008 existían 41 fábricas extractoras de aceite rojo de palma, que masificaron el

consumo humano e influyeron en un crecimiento acumulado del 34.26 % de las áreas

destinadas al cultivo desde el año 2000 al 2008 (Chacha, 2011). Para el año 2011, Ecuador

produjo un promedio de 12 toneladas por hectárea de fruta de palma africana y un rendimiento

de 200 kg de aceite por tonelada de fruta.

La palma africana produce el aceite rojo proviene de la pulpa de las frutas y el aceite de

almendras o palmaste que proviene de la almendra de la fruta. El primero se utiliza en Ecuador

en la industria de alimentos, la industria química y la farmacéutica, y el segundo se emplea

como materia prima de alimentos balanceados para animales, porque contiene cerca del 15 %

de proteína bruta y más de un 10 % de grasa (Moran y Ramírez 1993).

9

Los pedazos de endocarpio que quedan luego del proceso de separación de la almendra, se

utilizaron para obtener un producto similar a la madera, con resistencia a la abrasión y

humedad (Vela 1980).

Con la finalidad de obtener información de los tipos de microorganismos existentes en el

residual del efluente de una extractora de aceite rojo de palma africana, se realizó el

aislamiento e identificación de varios hongos y bacterias que se puedan utilizar como agentes

bioremediadores. Se encontró que es posible aislar microorganismos nativos y usarlos en la

degradación de la carga orgánica, puesto que los hongos y bacterias aislados, mejoran el olor

característico del agua residual y remoción del color (Rodríguez et al. 2011).

Gómez (1999) informó que el promedio de residuos líquidos (RAP) de las extractoras de aceite

de palma fue de 0.82 m3 de lodos por tonelada métrica de fruta procesada, mientras que Rivas

(2011) advirtió una alarmante cantidad de lodos (9 % de la producción total) generados por las

empresas dedicadas a la producción de aceite de palma africana, que ocasionaron un elevado

índice de contaminación.

En Tumaco, Colombia, la empresa Palmar Santa Elena construyó biodigestores para el

tratamiento de los lodos de su extractora de aceite de palma, el efluente lo utilizaron como

bioabono para la ferti irrigación de la palma y el biogás para generar electricidad de la propia

fábrica. Todo ello aportó ingresos económicos importantes y extras para la empresa

(Piedrahita y Conil 1991).

También se estudió la inclusión del 10, 20 y 30 % de RAP en dietas para engorde de novillos;

se señalaron incrementos de peso del 48.02 %, 65.50 % y 61.77 % respectivamente, en

comparación con el tratamiento testigo, lo cual implicó un rendimiento económico del 11.59 %

en animales con el 20 % de inclusión de lodos de la industria aceitera de palma africana en la

alimentación de los novillos en estudio (Zurita 2011).

Se establece que los RAP son contaminantes ambientales. Sus posibilidades de utilización

agropecuaria e industrial han sido abordadas por el campo investigativo, que propone varias

10

formas de utilización aún no implementadas en forma masiva. Sin embargo, no se encuentran

estudios que consideren la utilización del contenido graso presente en los RAP y menos en la

alimentación animal, opción que podría interesar al campo industrial y ganadero del planeta.

I.2.2. Producción de sebo ovino

En una proyección realizada para el año 2011, la población ovina total en Ecuador fue de

742967 animales (INEC 2009). Puesto que esta producción estuvo destinada a la obtención de

lana y carne, el faenamiento de los animales que ya no servían para la producción de lana,

rinde un alto contenido graso (SO) en las canales (Guijarro 2012).

En el Cantón Riobamba, cerca de 5 000 ovinos se faenan mensualmente, con un peso vivo

aproximado de 40 kilogramos (Cabrera 2008), un rendimiento de la canal de 40 a 49 % (Peña

2002), y un 3.03 % de grasa pélvico – renal (Martínez et al. 2000).

Ibarra et al. (2008), presentaron una recopilación de información relacionada con las

características generales de la grasa animal proveniente de mataderos y establecieron que el

sebo presentó un punto de fusión mayor a 40 °C, un contenido de humedad e impurezas menor

al 1.5 %, menor contenido de AG libres en comparación con otras fuentes de grasas y

finalmente, que este tipo de grasas se podían utilizar en la fabricación de jabones.

Chacha (2011) consideró como criterios de clasificación de grasas al color, título, porcentaje

de AG libres, contenido de humedad, materia insoluble y materia insaponificable; e indicó que

el “título” es el punto de solidificación de los AG contenidos en una grasa, de tal modo que una

grasa cuyo título excede los 40 ºC se clasifica como sebo y si el título es menor a esa

temperatura entonces se considera como grasa o manteca. Además, el sebo de alto título

produce jabones duros y el de título bajo jabones blandos.

Plasencia y Zinn (2004) compararon sebo de res y grasa amarilla en dos experimentos. Las

respuestas fueron similares y positivas para ambas fuentes de grasa en el primer experimento,

mientras que en el segundo experimento el consumo voluntario y la ganancia de peso de los

11

novillos que recibieron las dietas que contenían grasa amarilla fueron menores que con la dieta

que contuvo sebo con niveles de 6 % o más

Ávila et al. (2000) evaluaron tres métodos de adición de grasa (ácidos grasos de sebo añadido

al grano, al forraje y a la ración completa), con tres niveles de inclusión (3, 6 y 9 %) y

observaron que el aumento del nivel de grasa disminuyó el consumo voluntario, la ganancia

diaria de peso y la energía neta (EN) de la grasa en forma lineal.

Con el incremento de saturación de una fuente de grasa disminuyen los efectos negativos en la

fermentación ruminal, pero también se reduce la digestibilidad intestinal de los ácidos grasos.

En ese sentido, se han demostrado disminuciones en la digestibilidad de los ácidos grasos de

sebo animal desde 74 a 37 % en sebo altamente hidrogenado (Elliott et al. 1997).

En la literatura consultada, no se encuentran estudios que propongan la utilización del sebo

ovino en la alimentación animal y que contribuya a disminuir su potencial impacto ambiental

negativo. Sin embargo, el sebo bovino puede ser considerado un producto análogo al SO y sus

posibilidades de uso podrían ser similares.

I.2.3. Contaminación ambiental por grasas

La degradación de aceites y grasas vegetales en ambientes acuáticos de desecho, implica una

alta demanda de oxígeno, lo cual constituye una amenaza ambiental y una potencial afectación

a la salud humana, especialmente si llegan a contaminar el agua de bebida, causan la muerte de

peces y la disminución de la fauna (Buitrón 1998).

En humanos la aparición de alergias, fiebre tifoidea, cólera, disentería y gastroenteritis, pueden

producirse por aguas contaminadas; en las que además, se han identificado sustancias

complejas denominadas alteradores endocrinos que retrasan los procesos de crecimiento y

diferenciación de tejidos, los que producen malformaciones y afectan la duración del embarazo

en mujeres (Llopis et al. 2014).

Los desperdicios de plantas extractoras del aceite de palma, el humo y los gases despedidos en

los procesos de extracción, también son altamente contaminantes (Buitrón 1998).

12

A pesar, de los esfuerzos técnicos y científicos realizados para evitar la contaminación

provocada por los desechos de la industria aceitera ecuatoriana, no se ha podido evitar la tala

de bosques, ríos envenenados y conflictos sociales enunciados por Hazlewood (2010). La

implementación de prácticas sociales y ambientales apropiadas produce rentabilidad y

aumentan la competitividad, a diferencia de aquellos casos en que el interés está basado en sus

necesidades de crecimiento económico solamente (Serrano y Herazo 2011).

Un litro de cualquier aceite doméstico contamina 100 000 litros de agua, o lo que es lo mismo,

1 m3 de aceite contamina 100 000 m

3 de agua (Calanog et al. 1999). Esto puede causar

impactos serios en el sistema de alcantarillado público (DPA 2011) y si se llegara a formar

manchas de aceite en los ríos o el mar, es un indicador de una descarga de cantidades dañinas

(EPA 1987).

El SO puede ser un contaminante ambiental, puesto que sus usos ancestrales en la alimentación

humana y fabricación de jabones domésticos están actualmente limitados. En este contexto, es

importante proponer usos alternativos de este tipo de grasas proveniente de la industria cárnica.

I.3. Obtención de grasas de sobrepaso

Martínez (2011) cita como características físicas de las grasas a la descomposición térmica,

enranciamiento, reacciones de adición, hidrólisis y saponificación. La descomposición térmica

separa los glicéridos de la glicerina, mientras el enranciamiento es la hidrolisis bacteriana y la

oxidación de los dobles enlaces. Las reacciones de adición convierten en grasas sólidas a los

aceites por adición de hidrógeno a los dobles enlaces. La hidrólisis divide a la grasa en glicerol

y AG por acción de ácidos, bases, vapor sobrecalentado o lipasas. Por su parte, la

saponificación divide el glicerol de las sales alcalinas de los AG, cuando una grasa es tratada

con una solución alcalina fuerte.

La reacción química entre un AG y una base permite obtener la sal de dicho ácido (Mateos et

al. 1996); las bases pueden ser hidróxido de Na, K (González y Bas 2001; Bernardini 2009)

o de Ca; Herrera y Calleja 2011).

13

Los jabones duros se fabrican con hidróxido de Na en aceites y grasas que contienen AG

saturados, mientras que los jabones blandos se elaboran con hidróxido de K en aceites y grasas

que contienen AG insaturados (Bernardini 2009).

Al saponificar con hidróxidos de Fe, Ca, Mg, Pb, Cu y otros metales, se obtienen jabones

insolubles que no tienen acción detergente (Tegeder 2011). Este autor informó que, la reacción

química que se efectúa por acción de tres iones OH en un triglicérido da como resultado tres

moléculas de jabón y una de glicerina.

El índice de saponificación indica la cantidad de hidróxido de K necesario para saponificar un

gramo de grasa. Para ello, se multiplica el índice de saponificación de cada grasa por la masa

molar del hidróxido sódico y se divide por la masa molar del hidróxido potásico. Así, el índice

de saponificación para el aceite de palma es de 0.142 en NaOH y 0.199 en KOH y para el sebo

es de 0.138 en NaOH y 0.193 en KOH (García 2002).

Los hidróxidos de sodio, potasio y calcio son las principales sustancias utilizadas en la

saponificación de las grasas. El NaOH, conocido como sosa cáustica, es higroscópico, libera

calor y es muy corrosivo (Tegeder 2011). El KOH es susceptible se disuelve con la humedad

del aire y al hacerlo desprende calor; además es fuertemente alcalino. El Ca(OH)2 es cáustico y

puede descomponerse en óxido de calcio y agua (si se calienta a 512 °C), es una base fuerte

que reacciona violentamente con ácidos y ataca varios metales (García 2002).

El contenido relativamente alto de grasa presente en RAP y SO, conduce a pensar en las

posibilidades de su utilización en alimentación animal, a través de la saponificación de las

grasas contenidas en estas materias primas.

I.4. Grasas que se utilizan en la producción ganadera

En la producción ganadera son conocidos cuatro tipos de grasas inertes que se pueden utilizar

para la alimentación animal: las recubiertas con proteínas y enfriadas mediante pulverización,

las grasas endurecidas hidrogenadas, las semillas intactas y las sales de calcio de los ácidos

grasos (Cabrera y Carpio 2007).

14

Las semillas enteras, como las de algodón y soya, se consideran grasas inertes al permitir una

tasa de liberación del aceite lo suficientemente lenta para que la población microbiana pueda

manejar y tolerar los efectos negativos de los ácidos grasos insaturados en ellos (Cabrera y

Carpio 2007).

Sin embargo, la semilla de algodón se debe usar con precaución pues su contenido de gosipol

afecta la fertilidad y el consumo y a su vez la semilla de soya presenta factores anti

nutricionales tóxicos y alta degradabilidad de la proteína a nivel ruminal, por lo que se

calientan antes de suministrarlas a los animales (Gallardo y Gaggiotti 2005).

Las grasas hidrogenadas son de diferentes fuentes lipídicas, se someten a un proceso donde se

hidrogenan parcialmente los dobles enlaces para elevar su punto de fusión y hacerlas

insolubles y disminuir su actividad en el rumen. El inconveniente que presentan estas grasas es

que su digestibilidad en el intestino delgado desciende al ser parcialmente saturadas y los

trabajos de inclusión en las raciones para vacas lecheras son escasos (Mateos et al. 1996).

Las grasas protegidas no se fermentan en el rumen por lo que no incrementa la temperatura

corporal y disminuyen el estrés calórico. Al ser absorbidas en el duodeno, incrementan la

producción lechera, mantienen una adecuada condición corporal (CC) e incrementa el nivel de

grasa en la leche (Pinos et al. 2012). Esta protección es efectiva a un pH ruminal de 6.0 a 6.3

en el cual son insolubles y por tanto inertes. A nivel de abomaso el pH disminuye, lo que

permite disociarlas y dejar libres a los AG para ser digeridos.

La mayoría de las grasas protegidas se fabrican a partir de AG de aceite de palma, se mezclan

fácilmente en los concentrados puesto que se comportan como aglomerante y no recubren la

fibra en el rumen ni inhibe la acción de los microorganismos. El coeficiente de digestibilidad

de una grasa fresca fue del 93.3 ± 0.74 % (Jiménez et al. 1992).

Giraldo (2011) informó que la protección de grasas con formaldehido busca reducir la

hidrogenación de la grasa en rumen, dado que las partículas de grasa se recubren con una capa

externa de formaldehido, la cual es inerte al ataque microbiano.

15

La suplementación con grasas de sobrepaso se presenta como una alternativa para incrementar

la densidad energética en la ración suministrada a vacas, sin comprometer la actividad

celulolítica de las bacterias, al ser sometidas a procesos previos que les permiten ser inertes en

el rumen y totalmente digestibles en el tracto intestinal inferior (Mateos et al. 1996).

El uso de grasa de sobrepaso en Colombia mostró aumentos de 10 % en la producción y mayor

persistencia de la curva de lactancia, con dosis de 0.5 kg por vaca y por día (Saborío 2007).

Las vacas con altos niveles de producción utilizan de manera más eficiente la energía en

comparación con las vacas de baja producción, y a su vez la respuesta a la energía de la ración

es más alta en la lactancia temprana que a finales de la misma (Duske 2009).

En resumen, varias son las grasas y lípidos que se utilizan en alimentación animal, así como las

formas de tratamiento físico y químico posibles de aplicar a las materias primas grasas, para

optimizar su utilización con estos fines.

I.5. Sales de calcio de ácidos grasos

La literatura consultada no muestra resultados de la utilización de sales de sodio y potasio en la

obtención de jabones destinados a la alimentación animal. Cruz y Sánchez (2000) refirieron

que los jabones de Ca se ensayaron experimentalmente en 1982 en la Universidad de Ohio y se

les identificó como grasas protegidas, puesto que son inertes a nivel ruminal por lo cual se les

utiliza en la fabricación de raciones concentradas para rumiantes.

Las sales de calcio de los ácidos grasos se obtienen por medio de un proceso de saponificación,

donde los ácidos grasos libres se unen con iones de Ca y forman una sal o jabón, por lo que

también se identifican como jabones de Ca. Estas sales presentan un punto de fusión alto y su

solubilidad se presenta a pH inferior a 5.5 y por lo tanto no se disocian en el rumen, ni se

disuelven en el líquido ruminal. El abomaso en cambio presenta un pH de 2 a 2.5 el cual le

permite a esta sal disociarse y liberar las moléculas de ácidos grasos y el Ca para que sean

digeridas en el intestino (Salvador et al. 2009).

16

Los jabones cálcicos permiten que una mayor proporción de ácidos grasos insaturados ingresen

al intestino, por lo que la digestibilidad intestinal de la grasa aumenta, pero al ser jabones

requieren un periodo de adaptación (Mateos et al. 1996).

Los jabones cálcicos de palma tienen un perfil de ácidos grasos apropiado para rumiantes y su

punto de fusión coincide con la temperatura corporal del animal (Cabrera y Carpio 2007), lo

que da la posibilidad de manipular la composición de la leche, mejorar los parámetros de la

reproducción y metabólicos en vacas (ADM 2014).

Los jabones de Ca tienen un alto porcentaje de AG libres, 50 % son saturados principalmente

ácido palmítico y 50 % insaturados, de los cuales más del 40 % es oleico. Contienen además

Ca disuelto en forma de carbonatos y de sales ácidas (Cruz y Sánchez 2000).

En forma más específica, Bustamante (2001) destacó la presencia de α y β carotenos, de 43 a

54 % de ácido Palmítico, de 32 a 42 % de ácido oleico y de 8 a 13 % de linoleico; elevado

contenido en antioxidantes (vitamina E) y altos aportes vitamínicos (Staples et al. 1998).

Las sales cálcicas de ácidos grasos, constituyen la forma más utilizada para obtener grasas de

sobrepaso destinadas a la alimentación de rumiantes. Sin embargo, los métodos de tratamiento

de las grasas no están suficientemente documentados, lo que requiere estudiarse en forma

específica y comparativa.

I.6. Efectos productivos de las grasas de sobrepaso

Las vacas en lactancia temprana utilizan la mayor parte de la energía suministrada para la

producción de leche, mientras que en la lactancia tardía utilizan menos energía para producción

y almacenan la que no se consume en forma de grasa corporal. Por esta razón, el uso de grasa

sobrepasante se recomienda en animales con niveles considerables de producción de leche y

durante el inicio de la lactancia, donde la demanda de energía es más alta (Duque et al. 2011).

La suplementación con grasa protegida permite disminuir la concentración de ácidos grasos

libres y previenen la incidencia de cetosis, pues los ácidos grasos de cadena larga son

17

absorbidos dentro del sistema linfático sin pasar por el hígado y proporcionan, energía para los

tejidos y la glándula mamaria (Duque et al. 2011).

La grasa sobrepasante redujo las pérdidas de peso durante los primeros 100 días de lactancia,

mejoró la persistencia en la producción de leche, incrementó el contenido porcentual de grasa

en la leche al menos en 2 décimas (Villegas 2007) y mejoró el perfil de ácidos grasos que la

componen, particularmente los niveles de ácido linoleico conjugado (Angulo et al. 2005).

Palmquist (1996) y Salvador et al. (2009) mencionaron que las grasas de sobrepaso tuvieron

un alto valor energético (6 Mcal ENL.kg-1

de MS), tres veces superior al de los cereales, la

inclusión de lípidos en las raciones de rumiantes lecheros permite flexibilizar la formulación,

aumentar la densidad energética de las raciones y aportar ácidos grasos preformados que pasan

en parte a la leche.

Pol et al. (2001) informaron que las ovejas lecheras suplementadas con jabones cálcicos de

aceite de palma, mostraron importantes incrementos de grasa en la leche, fue rica en ácidos

grasos insaturados y sus efectos fueron más evidentes al utilizar dosis elevadas.

El uso de grasa sobrepasante extendió su importancia a la composición de ácidos grasos, con el

fin de mejorar la reproducción y los parámetros metabólicos en la vaca (Villegas 2007).

Thatcher (2006) afirmó que la suplementación con grasa a base de AG insaturados en época

seca y en el posparto, mejoró la salud reproductiva, disminuyó la incidencia de mastitis,

metritis y retención de placenta, aumentó la tasa de preñez y el desarrollo embrionario.

La suplementación con grasa sobrepasante aumentó la concentración de progesterona en

sangre, lo cual se explica por un incremento del colesterol y por el aumento en el tamaño de los

folículos al suplementar con grasa, también los AG insaturados de la grasa sobrepasante

inhibieron o potenciaron la síntesis o liberación de prostaglandinas (Espinoza et al. 2010).

McNamara (2003) concluyó que la grasa sobrepasante suministrada a animales de alta

producción produjo el inicio temprano de la actividad luteal después del parto, favoreció la

18

involución uterina y conllevó a una reactivación ovárica temprana que optimizó el desempeño

productivo del animal.

La secreción de hormona luteinizante (LH) y el crecimiento folicular están regulados

parcialmente por el estado energético del animal. Vacas productoras de leche y de carne

suplementadas con grasas, mostraron mayor aumento en el tamaño de los folículos

preovulatorios, número de folículos y secreción de LH, en comparación con animales sin

suplementación (Funston 2004).

El efecto energético está relacionado con la mayor cantidad de energía que aportan los lípidos,

lo que contribuye a disminuir el balance energético negativo (BEN) durante el posparto

temprano que influye en a una mayor producción de hormona luteinizante (LH) y de hormona

folículo estimulante (FSH) por la hipófisis, que genera a su vez, un mayor crecimiento y

desarrollo folicular y favorece la ovulación (Díaz et al. 2009).

Los efectos no energéticos tienen que ver también con el incremento de los niveles de

colesterol (particularmente la fracción HDL o “colesterol bueno”), efectos directos a nivel

ovárico y uterino, con incremento de los niveles de progesterona (P4), regulación de la

producción de prostaglandinas (en particular PGF2α), efectos directos en factores de

crecimiento involucrados con la actividad reproductiva y productiva especialmente si se

utilizan AG poli insaturados omega 6 u 3, o ambos (Hernández y Díaz 2011).

Mattos et al. (2003) informaron que los AG poli insaturados omega 6 estimulan la síntesis de

las prostaglandinas (PGF2α), en tanto que los omega 3 estimulan la síntesis de prostaglandinas

de la serie 3, a las que se les atribuye un efecto de bloqueo en las primeras, específicamente de

la PGF2α, por inhibición competitiva de las enzimas que regulan su proceso de síntesis.

Staples et al. (2002) en una revisión de 18 estudios hechos en vacas lecheras suplementadas

con grasa, 11 encontraron un incremento del desempeño reproductivo porque se mejora la tasa

de concepción al primer servicio y por incrementos en la tasa de concepción.

19

Hernández y Díaz (2011) encontraron incremento en la rentabilidad y en la eficiencia

reproductiva al suplementar con grasa sobrepasante. Además, el intervalo parto – primer celo

se redujo en un 20 % en vacas Brahman suplementadas con grasas de sobrepaso.

Calvopiña y León (2007) mencionaron que el suministro de grasa sobrepasante aumentó el

peso después del parto, ayudaron a los animales en inicio de lactancia a mantener o aumentar

la CC y evitaron la movilización de reservas grasas.

Las vacas con altos niveles de producción utilizan de manera más eficiente la energía en

comparación con las vacas de baja producción y a su vez la respuesta a la energía de la ración

es más alta en la lactancia temprana que a finales de la lactación (Hernández y Díaz 2011).

A pesar de la existencia de resultados no muy favorables en relación a la utilización de grasas

de sobrepaso, la gran mayoría de investigaciones concuerdan que es posible obtener mejoras en

los aspectos productivos de los rumiantes suplementados con grasas.

Si es posible obtener nuevos productos que aporten grasas de sobrepaso en la alimentación de

rumiantes, estas deben demostrar efectos positivos en las variables productivas de las especies

en las que se utilicen, especialmente en la cantidad y calidad de la leche.

I.6.1. En el período de transición en vacas lecheras

Se considera que el período de transición es donde ocurren los mayores cambios a nivel

metabólico, endocrino y nutricional en la vaca. Este período de transición está comprendido

entre las tres semanas antes y tres semanas después del parto y durante este, el animal se debe

adaptar a las nuevas condiciones que le generan el pasar de un estado de preñez sin producción

de leche a un estado de no preñez con elevada producción de leche. Sí el animal no se llega a

adaptar rápidamente a esos cambios, se corre el riesgo de que se presenten alteraciones

productivas y patológicas que repercuten en el futuro reproductivo, productivo y metabólico

del animal (Fernández 2009).

Al acercarse la lactancia se incrementan los requerimientos energéticos del animal hasta en un

23 % para el último mes de gestación. Paralelo a este suceso, el consumo de alimento se

20

disminuye hasta en un 30 %, lo cual ocasiona un desbalance entre los nutrientes requeridos y

consumidos lo que lleva a la vaca a un BEN, el cual comienza desde un mes antes del parto y

puede llegar hasta la séptima semana después del parto (Ceballos 2002).

La reducción en el consumo de MS se debe al rápido crecimiento del feto al final de la

gestación, que al ocupar un gran espacio abdominal reduce el espacio del rumen. Es más

rápido el aumento en el tamaño del feto que la reducción del consumo, lo cual indica que otros

factores diferentes pueden influir en el comportamiento alimenticio, tales como el consumo

hídrico, efectos endocrinos y termogénicos, inducidos por la progesterona (Fenwick 2008).

Correa (2004) consideró que el animal después del parto puede aumentar el consumo de MS y

da como resultado la reducción de la frecuencia de señales de hambre en los nervios vágales

eferentes que van hacia el hipotálamo, lo cual hace que el animal reduzca el consumo de

alimento y movilice tejido adiposo que implica un incremento de AG libres.

Los aspectos reproductivos de las vacas lecheras se pueden analizar desde varios vértices, uno

de ellos es el período de transición de las vacas lecheras. En este período, finaliza el período de

gestación de las vacas y comienza un nuevo que requiere el desencadenamiento de reacciones

hormonales adecuadas para garantizar una nueva gestación. El balance energético presente en

el período de transición, podría ser un indicador de la acción de las grasas de sobrepaso.

I.6.2. Balance energético en vacas lecheras

El balance energético en un animal es la diferencia entre la cantidad de energía que ingiere y la

cantidad de energía que gasta (Beam et al. 2000). Entre otros factores, está influido por la

producción de leche y la ingestión de alimentos (Bach 2001).

Durante el período posparto la vaca cumple varias funciones fisiológicas como la lactación,

involución uterina, el reinicio de la actividad cíclica ovárica, entre otras, que demandan altos

niveles de energía; la deficiencia energética ocasiona problemas de salud y reproductivos en

vacas de alta producción, relacionados con el BEN, el cual se relaciona a su vez con la CC al

parto y con desbalances nutricionales durante el posparto (Montaño y Ruiz, 2005).

21

Al presentarse el BEN, el animal destina los nutrientes hacia las funciones vitales prioritarias,

como la lactación y deja en un segundo plano la actividad reproductiva; a este fenómeno se le

conoce como partición de nutrientes el que prioriza las funciones de lactación y deja relegadas

las de recuperación de peso y actividades reproductivas como: involución uterina, reinicio de la

actividad cíclica ovárica, concepción y la generación de una nueva gestación (Bach 2001).

Las vacas que durante el posparto tienen un mayor BEN presentarán un estado de estrés y

deficiente desarrollo folicular ovárico. El estado de estrés genera disminución en la secreción

de la hormona luteinizante (LH) causada por una baja secreción de la hormona estimuladora de

las gonadotrofinas (GnRH), a nivel hipotalámico y por lo tanto folículos antrales, que

dependen de la concentración y secreción de LH. Estos no pueden madurar y terminan en

atresia y se genera un retraso en el reinicio de la actividad cíclica ovárica (Gallo 2009).

Bach (2001) mencionó que la CC es una herramienta sencilla, rápida y económica, que permite

cuantificar el nivel de reservas energéticas corporales. Una pérdida severa de la CC durante el

posparto (más de 1 punto de CC), provoca un incremento del intervalo parto–primera

ovulación posparto, el intervalo parto–primer celo posparto, el número de servicios por

concepción y por lo tanto los días vacíos. En el ganado de leche y doble propósito se considera

como el valor adecuado una condición corporal de 2.5 (escala de 1 a 5) (Garmendia 2002).

En los actuales sistemas de producción, con vacas especializadas en producción de leche y por

consiguiente con altas necesidades de aporte energético extra en la dieta, se presenta el reto de

mejorar el desempeño reproductivo de los animales, que se basa en la comprensión de los

procesos bioquímicos y fisiológicos que acompañan la etapa reproductiva posparto y el inicio

de la lactancia (Thatcher 2006).

Para disminuir los problemas ocasionados a partir del desbalance energético del animal se

deben integrar factores de manejo nutricional con una suplementación estratégica adecuada,

mejores sistemas de manejo reproductivo y el control de las situaciones de estrés que el animal

presenta (Thatcher 2006).

22

Concentrar los nutrientes aportados en la dieta podría ser una opción para disminuir el BEN,

pero el uso excesivo de concentrados a base de granos predispondría al animal a sufrir acidosis

ruminal. Por otro lado, el suministro de altas cantidades de alimentos concentrados en las

últimas dos semanas antes del parto podría conllevar a una sobrealimentación del animal, que

genera adiposidad en la mayoría de sus tejidos, lo que dificulta el proceso de parto (Ingvartsen

2006).

Por lo anterior, se ha intensificado el uso de nutrientes protegidos o bypass, que escapan a la

degradación ruminal y son absorbidos a nivel intestinal, con prevención de daños en el

ambiente ruminal. Estos lípidos permiten aumentar la energía en la dieta, minimizar los efectos

del BEN, disminuir la pérdida de CC y mejorar el desempeño reproductivo (Salas 2011).

El tiempo establecido para el intervalo parto-parto es de 12 a 13 meses y para que este

supuesto se cumpla la vaca debe quedar preñada en los tres meses siguientes al parto, es decir

que la reanudación de la actividad ovárica debe darse lo más pronto posible después del parto

(Garmendia 2002).

La síntesis y secreción de hormonas, la ovulación de un folículo y el sostenimiento de un

embrión en desarrollo presentan costos energéticos mínimos en comparación con los costos de

la lactancia. Las señales endocrinas y metabólicas involucradas en el balance energético

negativo, afectan la reanudación de los ciclos ovulatorios, la calidad de los ovocitos del

embrión y el establecimiento y mantenimiento de la preñez, y disminuye la eficiencia

reproductiva en los hatos lecheros (Santos 2009).

La vaca en BEN está en alto riesgo de presentar anestro anovulatorio, debido a que a pesar de

que se desarrolla un folículo dominante, este no ovula. Los aumentos recurrentes de FSH cada

7 a 10 días después del parto permiten la aparición de ondas foliculares que dan desarrollo al

folículo dominante, aunque este no produce la concentración suficiente de estradiol para

inducir un aumento en la GnRH, lo cual lleva a la disminución en la frecuencia de pulsos de

LH y evita que se presente la ovulación (Roche 2000).

23

La disminución de GnRH durante el balance energético negativo también esta mediada por la

leptina, hormona que participa además, en la regulación de la reproducción, modula los aportes

de energía dirigidos a las funciones reproductivas, y está altamente correlacionada con la

concentración de PGF2α, el cual es un conocido indicador del balance energético del animal

(Ingvartsen 2006).

Otro factor que afecta el proceso reproductivo debido al balance energético negativo, es la

reducción en la concentración de progesterona en el posparto temprano. Esta hormona es

necesaria para la regulación de los cambios en el ambiente uterino, dado que propicia el

crecimiento y desarrollo del embrión (Roche 2000).

Para estimar los requerimientos de energía en las vacas, se deben tener en cuenta las pérdidas

que se dan en orina, heces, gases de fermentación y calor durante el proceso de digestión y

metabolismo, para así obtener la energía metabolizable que es la que está disponible realmente

para el animal y que son de 490 kJ para mantenimiento y 293 kJ por kg de PV 0,75

para

lactación (Jouany 2006).

El balance energético resulta un aspecto importante en la alimentación de los rumiantes,

especialmente el desencadenamiento de eventos productivos y reproductivos y su relación con

el perfil metabólico de las vacas lecheras, aspecto que se analiza a continuación.

I.6.3. Balance energético y perfil metabólico en vacas lecheras

La producción de leche puede ser tan elevada durante la primera etapa de la lactancia, que

resulta difícil satisfacer los requerimientos nutricionales de las vacas (Ayala et al. 2001). La

máxima producción ocurre de 4 a 6 semanas después del parto, mientras que el mayor

consumo de alimento se alcanza hasta 8 a 10 semanas después (Muller 1992).

El estudio del perfil lipídico, probablemente fue uno de los aspectos de mayor interés para el

campo investigativo, por la relación que pudiera existir entre los AG presentes en el alimento

animal y la salud humana. El sector agroalimentario facilita alimentos que cumplan estas

24

características, con materias primas ricas en AG poliinsaturados, entre los que se encuentran

los omega 3 y el ácido linoleico conjugado (Pau 2013).

El perfil metabólico sanguíneo, tiene una alta correlación con el nivel de producción de leche y

con el tipo de dieta del hato, por lo que es una herramienta útil para el diagnóstico del estado

metabólico y nutricional del ganado lechero (Payne et al. 1970).

Una de las alternativas para evaluar el nivel nutricional de los animales es la implementación

del perfil metabólico, que evidencia la respuesta del animal ante una dieta particular y los

posibles problemas de origen metabólico que puedan estar presentes (Bedoya et al. 2012).

Una experiencia de medición del perfil metabólico sanguíneo es el de Alonso et al. (2009),

quienes en Colombia, observaron relaciones entre la concentración de colesterol, lipoproteínas

y glucosa; por lo que propusieron un modelo de predicción de la subfertilidad en vacas.

Larsen et al. (2010) refirieron que el incremento de los niveles de glucosa en vacas

suplementadas en el posparto, redujo el consumo de alimento, pero no afectó la concentración

plasmática de hormonas peptídicas.

Se encontró una correlación significativa entre los niveles séricos de colesterol y la CC en el

periparto de vacas, pero no significativas para los niveles de glucosa y la CC (Villa et al.

2011). Además, Ceballos (2002) encontró correlaciones positivas entre los niveles de

producción de leche y las concentraciones séricas de glucosa y colesterol, al igual que entre las

concentraciones séricas de colesterol y glucosa.

Sin embargo, Barboza et al. (2014) recientemente informaron que las vacas lecheras en

condiciones de pastoreo que mostraron alta CC en el preparto, presentaron mayor movilización

de lípidos y glucemia superior durante el período de transición. Estos resultados contrastan con

los estudios mencionados anteriormente, en los que no se encontró relación entre la CC y los

niveles de glucosa plasmática (Villa et al. 2011).

Por su parte, Barrios et al. (2013), realizaron una comparación de los rangos medios de varios

parámetros bioquímicos sanguíneos encontrados por ellos en Venezuela y su relación con otros

25

estudios. Estos autores informaron que todos los parámetros estuvieron dentro de los rangos

referenciales conocidos, con excepción de la glucosa, lo que se pudo deber a difusión pasiva de

la glucosa hacia el interior de los glóbulos rojos.

Si bien los niveles de glucosa pueden variar por la causa descrita, se conoce que la

concentración sérica de glucosa varía según la dieta que recibe la vaca, debido a factores no

dietéticos, o por estrés (Villa et al. 2009). Los niveles de glucosa también pueden depender del

nivel proteico de la dieta y de la formación del propionato en rumen, y pueden tener un efecto

positivo en la liberación de la hormona LH (Moyano y Rodríguez 2014).

Los niveles plasmáticos de colesterol son indicadores adecuados del nivel de lípidos en plasma,

pues se mantienen en una proporción aproximada del 30 % de los mismos (González et al.

2011). El exceso de colesterol en los tejidos extra-hepáticos se transporta por los tejidos

periféricos hasta el hígado en forma de HDL. Este a su vez se transforma en sales biliares

(Nelson y Cox 2002).

Los niveles de triglicéridos, no pueden ser considerados como indicativo de lipomobilización

(Nelson y Cox 2002), dado que se conoce que los niveles de triglicéridos sanguíneos no varía

aunque se varíe ampliamente los niveles de lípidos en la dieta (Rizzo et al. 2014).

Esta revisión de literatura contribuye a sustentar la hipótesis de que jabones de RAP y SO, se

comportan en forma similar a las grasas de sobrepaso comerciales en la mejora de los niveles

productivos de vacas lecheras, contribuye a la reducción de contaminantes y a la sustitución de

importaciones.

26

Capítulo II. Materiales y métodos generales

II.1 Localización y principales características climáticas del área experimental.

La caracterización química y bromatológica de RAP, SO y la evaluación de los tratamientos

con agentes alcalinos de las materias primas grasas, como métodos de saponificación para

protección de las grasas ante la hidrogenación ruminal; se realizó en el Laboratorio de Ciencias

Químicas de la Facultad de Ciencias Pecuarias de la Escuelas Superior Politécnica de

Chimborazo, Riobamba, Ecuador.

Los estudios in situ e in vivo para evaluar la viabilidad ruminal de los métodos de protección

aplicados a las materias primas grasas; se realizaron en dos unidades académico-investigativas

de la Facultad de Ciencias Pecuarias de la Escuela Superior Politécnica de Chimborazo,

Riobamba, Ecuador.

La comparación preliminar de los efectos productivos de la suplementación con grasas de RAP

y SO frente a una grasa de sobrepaso comercial, se realizó en una explotación ganadera

particular ubicada en el cantón Chambo, ubicado a 12 km de distancia de la ciudad de

Riobamba, provincia de Chimborazo.

Las coordenadas de ubicación geográfica de la ciudad de Riobamba son 1°40′27.65″ S,

78°38′53.86″, entre los 22º 53 LN y los 82º 02 LO y a 2750 m.s.n.m. (Vega y Jara 2009) y las

coordenadas de ubicación geográfica de la ESPOCH son: Longitud 78 o40’ 59’’ W; Latitud 01

o38’ 51’’ S; Altitud 2850 m. s. n. m. (Anuario Climatológico 2013).

En la figura 1 se muestra el mapa político del Ecuador y los límites con Colombia, Perú y el

Océano Pacífico. En esta se muestra la ubicación de la Provincia de Chimborazo. A su vez, en

la figura 2 se muestra el mapa de la Provincia de Chimborazo, la ubicación de las ciudades de

Riobamba y Chambo, en el centro norte de la provincia, cantones en los cuales se desarrolló la

presente investigación.

Figura 1. Mapa político del Ecuador

Figura 2. Mapa político de la Provincia de Chimborazo

27

En la tabla 1 se muestra el comportamiento de algunas variables climáticas de la Escuela

Superior Politécnica de Chimborazo, entre el año 2011 y 2014. Cabe resaltar que el promedio

de horas de luz mensual estimado en los últimos 4 años es de 151.69 ± 2.94 lo que tiene

relación con la temperatura media que es relativamente baja; con la precipitación y humedad

relativa medias, que son relativamente altas.

Tabla 1. Condiciones meteorológicas de la ESPOCH, Riobamba – Ecuador

INDICADORES AÑOS

MEDIA D.E. C.V. 2011 2012 2013 2014

1

Temperatura media, °C 13.4 13.8 13.6 13.4 13.6 0.17 1.25

Humedad relativa media, % 64 63.2 60.9 62.9 62.8 1.14 1.82

Velocidad del viento, m.s-1

2.2 2.1 2.2 2.1 2.1 0.05 2.38

Precipitación media anual, mm 490.8 465 385.4 415.9 439.3 41.13 9.36

Horas de sol. Media mensual 150.7 151.3 156.4 148.3 151.7 2.94 1.94

Presión atmosférica, mm Hg 548.3 548.3 548.2 548.4 548.3 0.05 0.01 Fuente: Anuario Climatológico (2011, 2012, 2013) 1 Valores estimados a partir de Estación Agro meteorológica (2014) de la FRN. ESPOCH.

II.2 Materias primas utilizadas

Las materias primas utilizadas fueron los RAP y SO en su estado primario definido como

lonjas de sebo. Los RAP se tomaron de la extractora de aceite de palma TEOBROMA, ubicada

en el Km 34 vía Santo Domingo – Esmeraldas Provincia de Santo Domingo de los Tsachilas.

El SO se compró en los distintos mercados y el Camal Municipal de la ciudad de Riobamba.

Los hidróxidos de sodio, potasio y calcio, el etanol y el cloruro de sodio, se adquirieron en

forma comercial para lo cual se cumplió con los respectivos permisos legales requeridos.

II.3 Análisis de laboratorio

Con los laboratorios que se especifican a continuación, se trabajó en forma comercial. Todos

los análisis bromatológicos (MS, cenizas, grasa, proteína, FB y ELN) se realizaron por

triplicado según los procedimientos propuestos por AOAC (2005).

28

II.3.1 Análisis realizados al SO

En el Centro de Servicios Técnicos y Transferencia Tecnológica Ambiental (CESTA) de la

Facultad de Ciencias, de la Escuela Superior Politécnica de Chimborazo, se analizó la

composición bromatológica de las lonjas de SO y del sebo extraído desde las lonjas.

El Laboratorio Instrumental de la Universidad Politécnica Nacional (Quito) caracterizó el

perfil de AG contenidos en SO extraído de las lonjas con distintas temperaturas (Cromatógrafo

de gases dotado de un detector de ionización), mediante el procedimiento propuesto por

Rodríguez et al. (1998).

II.3.2 Análisis realizados al RAP

El Laboratorio CESTA de la Facultad de Ciencias de la Escuela Superior Politécnica de

Chimborazo realizó el análisis bromatológicos de los RAP tal como se obtuvieron y después de

24 horas de filtración.

El agua resultante del proceso de filtración fue sometida a un análisis de calidad en el

Laboratorio de Análisis de Aguas SAQMIC de la Facultad de Ciencias, de la Escuela Superior

Politécnica de Chimborazo, por la norma APHA-AWWA-WPCF (1999) y los resultados se

compararon con los límites de descarga al sistema de alcantarillado público de la legislación

ecuatoriana (TULAS 2000).

El Laboratorio Instrumental de la Universidad Politécnica Nacional (Quito) caracterizó el

perfil de ácidos grasos (AG) contenido en los RAP obtenidos después del proceso de filtración

(Cromatógrafo de gases dotado de un detector de ionización), mediante el procedimiento

recomendado por Rodríguez et al. (1998).

II.3.3 Estudios in situ e in vivo

El Laboratorio de Nutrición Animal y Bromatología de la FCP – ESPOCH realizo análisis de

la mezcla forrajera, concentrado alimenticio y heces recolectadas en el estudio in vivo. Este

mismo laboratorio realizó el análisis bromatológico del concentrado alimenticio y mezcla

forrajera henificada utilizada en el estudio in situ.

29

II.3.4 Efectos productivos de las grasas de sobrepaso obtenidas

El Laboratorio de Nutrición Animal y Bromatología de la FCP – ESPOCH realizó el análisis

bromatológico de la mezcla forrajera y el concentrado utilizado en este estudio.

El Laboratorio de Servicios Analíticos, Químicos y Microbiológicos (SAQMIC), de la ciudad

de Riobamba, realizó los análisis correspondientes a la bioquímica sanguínea de vacas Jersey

suplementadas con RAP y SO protegidos de la degradación ruminal con Ca y utilizó varios

métodos de análisis según la variable sanguínea correspondiente, lo que se especifica en

materiales y métodos específicos del capítulo VI.

II.4 Especies animales utilizadas

Para los dos estudios in situ, se utilizaron vacas mestizas Holstein alta cruza, con cánula

ruminal. Se emplearon vacas multíparas con una edad de 7.67± 1.25 años y un peso vivo de

727.33± 43.44 kg.

Para el estudio in vivo, se utilizaron 6 ovinos mestizos Rambouillet x Merino criollo, de 6

meses de edad y un peso vivo promedio de 21.38 ± 2.39 kg.

Para comparar los efectos productivos y reproductivos de vacas suplementadas con grasas

RAPPCa y SOPCa, frente a una grasa comercial, se utilizaron 12 vacas Jersey puras con

registro USA, 8 meses de gestación, de entre 2 y 3 partos y peso promedio de 420 ± 3 kg.

30

Capítulo III. Caracterización bromatológica y perfil de ácidos grasos de RAP y SO

III.1 Introducción

Bajos niveles de producción y pobres índices reproductivos son comunes en explotaciones

lecheras bajo condiciones de pastoreo en Ecuador, lo que requiere una suplementación

energética que evite el déficit energético especialmente el inicio de la lactancia referido por

Bargo et al. (2002) y la movilización de reservas grasas advertido por Caldari et al. (2011),

sobre todo al existir escasez de pastos (Zambrano 2003).

El empleo de grasas protegidas de la degradación ruminal demostró efectos positivos en la

producción y reproducción de vacas lecheras (Espinoza et al. 2010; Gilmore et al. 2011). Una

de las formas de protección de lípidos ante la fermentación ruminal fue la saponificación de

grasas a través del empleo de sales básicas de Na, K y Ca (InfoCarne, 2008, Herrera y

Calleja 2011), con la utilización de varias fuentes grasas cuya caracterización bromatológica y

perfil de AG ha sido referenciada. Por ejemplo, Mateos el al. (1996) informó el perfil de AG

del aceite de palma pero no el contenido bromatológico, mientras en Ecuador se informó la

composición bromatológica del Palmiste y la cáscara de maní, pero no el perfil de AG

(Murillo et al. 2013).

La industria aceitera ecuatoriana experimentó un crecimiento tecnológico y económico

importante; pero no ha resuelto el problema contaminante de sus residuos, conocidos como

lodos de aceite, entre ellos los RAP.

En Ecuador se dispone de importantes cantidades de SO proveniente de la industria cárnica,

cuyas utilidades prácticas disminuyen paulatinamente con el desarrollo de la industria aceitera

y cosmetológica, lo cual contribuye a tener una fuente muy alta de contaminación ambiental.

El objetivo de la presente investigación fue:

Caracterizar la composición bromatológica y perfil de ácidos grasos de RAP y SO, para la

determinación de su validez como materias primas potenciales en la obtención de grasas

31

protegidas de la hidrogenación ruminal y su utilización como suplemento energético en la

alimentación de rumiantes.

III.2 Materiales y métodos

III.2.1 Localización

La investigación se llevó a cabo durante 90 días, en la ubicación citada en el capítulo II.

III.2.2 Procedimiento y diseño experimental.

Caracterización química y bromatológica de residuos de aceite de palma

De la extractora TEOBROMA (ver capítulo II) se tomaron 100 L de RAP antes de que se

depositaran en las lagunas de oxidación. En el laboratorio se homogenizó y se tomaron tres

muestras de 2 litros cada una para realizar el análisis bromatológico.

Pruebas preliminares de saponificación con RAP mostraron que el agua presente en RAP

impedía la saponificación de la grasa, razón por la cual se filtraron dichos residuos. Se tomaron

20 litros de RAP del recipiente de homogenización y se sometieron a 24 horas de filtración.

Del agua residual se tomaron 3 muestras de 250 mL cada una y se enviaron al Laboratorio de

Análisis de Aguas de la ESPOCH para su respectivo análisis de pH, conductividad, densidad,

demanda bioquímica de oxígeno (DBO), concentración de fosfatos y nitratos (APHA-

AWWA-WPCF, 1999). Del material filtrado, se tomaron 3 muestras de 2 litros cada una para

realizar el análisis bromatológico.

Otras 3 muestras de RAP filtrado (2 litros cada una) se tomaron para determinar el perfil de

ácidos grasos. Se utilizó diseño completamente aleatorizado con tres repeticiones para los

análisis bromatológicos (ver capítulo II) y para los resultados del perfil de AG se aplicó

estadística descriptiva, en ambos casos mediante el paquete estadístico InfoStat (Di Rienzo et

al. 2012), versión 2012.

Caracterización química y bromatológica de sebo ovino

Se compraron (ver capítulo II) 100 kg de lonjas de SO. De este material se le retiraron todos

los residuos no grasos contenidos en ellas y se congeló a -4 °C para facilitar su troceado. El

32

material troceado se homogeneizó y del volumen total se tomaron 3 muestras de 1.0 kg cada

una para realizar el análisis bromatológico (capítulo II).

El calentamiento de los AG insaturados pueden fijar hidrogeno y convertirse en saturados

(Hernández y Sastre 1999). El calor puede producir isomerización de AG cis a trans,

migración de dobles enlaces, saturación del doble enlace con el H que queda de la hidrólisis de

otros AG (Tegeder 2011). Por ello, las lonjas troceadas se colocaron en Baño María (50 °C

por 3 horas, 92 ºC por 2 horas y a 121 ºC por una hora) para la extracción del SO.

Es conocido que el punto de fusión de sebos está alrededor de 45 °C y; el punto de ebullición

del agua en altitudes de 2500 a 2800 m. s. n. m. es de 92 °C; y que, la máxima temperatura de

fusión posible de aplicar a las grasas es de 121 °C. Estas fueron las consideraciones por las

cuales, se aplicaron los niveles térmicos de extracción de SO.

De cada nivel de temperatura de extracción, se tomaron 3 muestras (1 kg cada una), para

analizar perfil de ácidos grasos.

Del SO extraído desde las lonjas a 121 °C, se tomaron 3 muestras (1 kg cada una) para análisis

bromatológico, puesto que esta temperatura estuvo prevista como normal para extracción del

SO. Se aplicó diseño completamente aleatorizado con tres repeticiones para los análisis

bromatológicos y estadística descriptiva para perfil de ácidos grasos, en ambos casos mediante

el paquete estadístico InfoStat (Di Rienzo et al. 2012), versión 2012. Al existir diferencias

significativas (P< 0.05), se empleó la dócima de comparación de medias (Duncan, 1955).

III.3 Resultados y discusión

III.3.1 Análisis de RAP

Los análisis bromatológicos de RAP antes y después de filtrados se muestran en la tabla 2. La

presencia de cenizas fue similar en RAP antes y después de filtrado.

El contenido de MS, grasa y fibra, fue más alto en los residuos de aceite de palma después de

filtrado. Estos incrementos son lógicos en RAP filtrado por el incremento de la densidad del

material.

33

Tabla 2. Análisis bromatológico de RAP antes y después de filtrado

Indicadores

Tratamientos

EE Significación RAP sin

filtrar

RAP

filtrado

MS, % 15.6 24.5 0.41 P<0.001

Cenizas, % 5.8 5.0 0.55 P=0.349

Grasa, % 61.6 69.5 0.50 P=0.001

Proteína, % 15.6 12.5 0.30 P=0.002

Fibra, % 7.7 10.6 0.28 P=0.002

ELN, % 9.4 2.3 0.61 P=0.001

En Ecuador, Zurita (2011) señaló un contenido medio de MS para RAP similar al encontrado

en el presente estudio; sin embargo, el contenido máximo de grasa (19.85 %) fue muy inferior

al del presente estudio, posiblemente debido a que en este trabajo, la muestra se tomó antes de

llegar a las lagunas de oxidación, por lo que no se cumplió el proceso total de extracción de la

grasa contenida en ese material, que normalmente se realiza por centrifugación.

El contenido de proteína y de ELN fue mayor en RAP antes de filtrarse.

La disminución del contenido de proteína en RAP después del filtrado se pudo deber a la

presencia de nitratos en el agua eliminada por filtración (tabla 3), puesto que de acuerdo con la

AOAC (2005), la determinación de proteína en el laboratorio se basa en la presencia del

nitrógeno.

Tabla 3. Calidad del agua resultante de la filtración de RAP

DETERMINACIONES UNIDADES LIMITES* RESULTADOS

pH Unidades 5.00 a 9.00 4.80

Conductividad mSiems.cm-1

7.50 a 22.50** 8.66

Densidad g.mL-1

nr 1.01

DBO mg.L-1

250.00 15400.00

Fosfatos mg.L-1

15.00 16.30

Nitratos mg.L-1

40.00 6.10 *Límites de descarga al sistema de alcantarillado público. TULAS (2000).

**Conductividad de agua potable. López y De Berreda (2014) nr = no reportado

Además, se mencionó que las aguas residuales de la industria de palma africana, contienen una

gran cantidad de materia orgánica, compuestos oxidables, sólidos disueltos y suspendidos,

aceites y grasas (Rodríguez et al. 2011); por lo que, la concentración de nitratos mostrada en

la tabla 3 (6.1 mg.L-1), podría indicar la presencia de proteínas solubles en agua.

34

Probablemente estas aguas tengan un potencial contaminante, por un menor pH al permitido

por la legislación ambiental ecuatoriana (TULAS 2000).

La presencia de fosfatos fue más alta que la permitida por la legislación ecuatoriana, por lo que

estas aguas podrían ser potencialmente contaminantes. La presencia de fosfatos en el agua

residual, pudo haber influido en su pH, ya que el hidrógeno forma soluciones ácidas o básicas

con distintos minerales y la adsorción de iones metálicos depende de la superficie adsorbente y

de la distribución del metal en la solución acuosa (Tejada et al. 2015)

De acuerdo con APHA-AWWA-WPCF (1999), la demanda bioquímica de oxigeno (DBO)

mide la cantidad de oxigeno consumido al degradar una materia susceptible de ser oxidada. En

este caso la DBO mide el grado de contaminación del agua residual de la filtración de RAP,

que se mostró altamente contaminante.

En lo que se relaciona con la conductividad electrolítica, López y De Berreda (2014)

informaron que está directamente vinculada a la cantidad de sólidos disueltos. El valor normal

para el agua potable se encuentra en un rango de 5 a 50 mSiems.cm-1

. De acuerdo con esto, el

valor de conductividad encontrada en el análisis del agua residual del filtrado de RAP (8.66

mSiems.cm-1

) se encuentra dentro del rango normal del agua potable, aún si este valor es más

cercano al límite inferior que al máximo referido.

Es conocido que la densidad media de un cuerpo es la razón entre la masa y el volumen que

ocupa ese mismo cuerpo. El nivel establecido para este valor es de 1 g.mL-1

, si el análisis se

realiza al agua pura a 4 °C de temperatura ambiental y a 1 atmósfera de presión. Bajo estas

mismas condiciones, la densidad de los aceites varía entre 0.90 a 0.93 g.mL-1

y la del mar es de

1.03 g.mL-1

(Rodger 2010). Esto demuestra que el agua producto de la filtración de RAP (1.01

g.mL-1

) es más cercana al agua salada del mar (1.02 g.mL-1

) que al agua normal (1.00 g.mL-1

),

lo que ratifica que contenía sales disueltas, las que debieron incidir en una la concentración de

minerales en relación al RAP sin filtrar. Los resultados coinciden con Hernández et al. (2003),

quienes refirieron que el agua mostró altas correlaciones entre la densidad y la salinidad.

35

Los AG presentes en RAP filtrado se presenta en la tabla 4. Los AG palmítico y oleico fueron

los predominantes en los residuos de aceite de palma, después del proceso de filtrado.

Al respecto, Zurita (2011) indicó la presencia de los ácidos grasos palmítico y esteárico como

predominantes en RAP, aunque no precisó las concentraciones porcentuales. Los resultados

obtenidos coinciden con este estudio, específicamente para el ácido palmítico.

Tabla 4. Estadística descriptiva del perfil de ácidos grasos en RAP filtrado.

Ácidos Grasos Media,

% D.E. C.V.

C12:0 Laurico 0.3 0.10 33.33

C14:0 Mirístico 0.9 0.10 11.11

C16:0 Palmítico 43.1 0.21 0.48

C18:0 Esteárico 5.0 1.00 20.00

C18:1 Oleico 41.5 0.40 0.97

C18:2 Linoleico 9.2 0.46 4.98

C18:3 Linolénico Traza 0 sd Traza = contenido <100 µg.g

-1 sd= sin determinación

En una grasa hidrogenada de pescado se encontró una menor cantidad (31.5 %) de AG

palmítico, pero el total de AG saturados fue del 97.32 % (David et al. 1999). En el presente

estudio se encontró una mayor cantidad de AG palmítico, pero el total de AG saturados fue

solamente del 50.7 %.

Por otra parte, Guerrero et al. (2014) encontró el 45.2 % de AG palmítico y el 41.8 % de

oleico; además, el porciento de AG saturados fue de 49.9 %. Las referencias anteriores

determinan que los RAP contienen los AG predominantes similares al aceite de palma, al igual

que el total de AG saturados.

Vargas y Zumbado (2003) encontró una relación de 50:50 entre AG saturados frente a

insaturados, lo que coincide con los resultados del presente estudio y con los de Guerrero et

al. (2014) lo que refuerza aún más la similitud de los RAP con el aceite de palma, el cual es

ampliamente utilizado para la elaboración de grasas protegidas de la degradación ruminal,

especialmente con hidróxido de calcio (NRC 2001).

36

Al mismo tiempo, esto indica que las grasas de sobrepaso de RAP, podrían tener un

comportamiento similar a grasas comerciales disponibles en el mercado.

Por otra parte, el análisis bromatológico de RAP no mostró ninguna limitación para que estos

residuos se puedan utilizar como fuente de alimentación animal.

III.3.2 Análisis de SO

El análisis bromatológico de SO antes y después de la extracción de la grasa desde las lonjas,

se presenta en la tabla 5.

El contenido de MS del SO extraído a 121 °C fue superior al encontrado en lonjas. Esta

respuesta se pudo deber a la ausencia de tejido adiposo en el SO extraído y al nivel térmico

utilizado para la extracción.

El tejido adiposo es de tipo conjuntivo, conformado por la asociación de adipocitos que

acumulan lípidos en su citoplasma (Pond 1988), pero gran parte de la célula de adipocitos

contienen agua (y otras sustancias) que se pudo evaporar por el calor aplicado.

Tabla 5. Análisis bromatológico de SO antes y después de la extracción de la grasa.

Indicadores

SO SO

EE Significación en lonjas extraído a 121°C

MS, % 89.2 99.1 0.05 P<0.001**

Cenizas, % 0.2 0.1 0.07 P=0.118

Grasa, % 93.5 96.1 0.15 P=0.003**

Proteína, % 5.4 3.0 0.21 P=0.001**

ELN, % 0.9 0.9 0.06 P=0.983

La concentración de MS encontrada en SO, está respaldada por el estudio de Ibarra et al.

(2008), aunque los mismos se refieren a sebos en general y no específicamente a SO. Esto

sugiere que las características del sebo bovino podrían ser válidas para SO, tal como afirmó

Chacha (2011). Por otro lado, Guerrero et al. (2014) demostraron que la concentración de

MS para grasa de pollo, grasa amarilla y sebo de res, fueron ligeramente superiores al 98 %, lo

que también apoya los resultados del presente estudio.

37

La concentración de grasa fue mayor en el sebo extraído que en lonjas. Esto se podría explicar

porque la temperatura aplicada extrajo la grasa contenida en los adipocitos (Pond 1988) y

desechó los demás componentes de las células y tejido conjuntivo. Por el contrario, la

concentración de proteína fue menor en SO extraído en relación a las lonjas; mientras que para

el ELN las concentraciones fueron similares.

El contenido proteico del SO es alto, posiblemente por la presencia de tejido conjuntivo,

líquido extracelular, proteínas adheridas, fibras de colágeno, elastina y recubrimientos

glicoproteicos (Brandan et al. 2008).

En la tabla 6 se presenta el perfil de AG del SO extraído a 50, 92 y 121 ºC.

Tabla 6. Ácidos grasos en SO extraído a distintas temperaturas.

Ácidos Grasos, %

Tratamientos

EE Significación 50

oC 92

oC 121

oC

C10:0 cáprico 0.1 Traza 0,1 0.01 P=0.315

C12:0 láurico 0.1 Traza 0.1 0.03 P=0.558

C14:0 mirístico 3.2 c 2.5

b 2.0

a 0.05 P<0.001

C14:1 miristoléico 0.6 a 1.1

c 0.9

b 0.04 P=0.001

C15:0 pentadedilínico 0.6 a 0.7

b 0.8

b 0.04 P=0.015

C15:1 5-pentadecenoico 0.2 Traza 0.2 0.04 P=0.855

C16:0 palmítico 20.2 22.3 22.3 0.88 P=0.242

C16:1 palmitoleico 1.0 0.7 0.7 0.27 P=0.672

C16:2 hexadecadienóico 0.33 Traza 0.4 0.02 P=0.340

C17:0 margárico 1.43 1.8 1.7 0.20 P=0.464

C17:1 margaroléico 0.72 0.9 0.7 0.09 P=0.389

C18:0 esteárico 32.7 34.0 33.1 1.01 P=0.659

C18:1 oleico 36.8 b 33.7

a 33.1

a 0.51 P=0.005

C18:2 linoleico 1.1 a 0.9

a 2.3

b 0.12 P=0.003

C18:3 linolénico 1.0 1.3 1.5 0.21 P=0.260 Traza = <100 µg.g

-1.

Medias con distintas letras difieren significativamente a P<0.05 (Duncan, 1955).

La concentración de los AG cáprico, láurico, 5 pentadenoico, palmítico, palmitoleico,

hexadecadienóico, margárico, margaroléico, esteárico y linolénico, no dependieron de las

temperaturas de dilución del SO; sus concentraciones no presentaron diferencias significativas.

38

Por otro lado, a pesar de existir diferencias en las concentraciones de los AG mirístico,

miristoléico, pentadedilínico y linoleico, la concentración de los mismos fue baja comparada

con la de los demás AG presentes.

Los resultados del presente estudio coinciden con lo planteado por Hernández y Sastre

(1999), quienes observaron que la menor concentración de los AG insaturados implicó un

incremento en la proporción de los AG mirístico, 5-pentadecenoico, palmitoleico,

margaroléico y oleico.

El AG oleico tuvo mayor concentración, cuando la temperatura de extracción fue de 50 °C. La

literatura consultada no refiere estudios con SO. Sin embargo, el perfil de ácidos grasos de SO

no coincide con el de sebo bovino señalado por otros autores (Vargas y Zumbado 2003;

Pérez 2007), quienes encontraron concentraciones más altas de AG láurico y linolénico.

Sin embargo, Guerrero et al. (2014) informaron que el sebo bovino, grasa amarilla y grasa de

pollo presenta altas concentraciones de los AG oleico (36.9; 32.5 y 37.5 % respectivamente) y

palmítico (26.5; 25.3 y 26.8 % respectivamente), lo que hace pensar que estas grasas pueden

considerarse como análogas al SO en relación a estos AG.

La proporción de AG insaturados frente a los saturados del SO fue de 40:60, cuando la

temperatura de extracción desde las lonjas fue de 121 °C; 39:61 a 92 °C y 42:58 a 50 °C.

Sin embargo, Ming et al. (2002) observaron que la grasa de pollo presentó una relación 33:67

de AG insaturados frente a los saturados, lo que hace pensar que el SO podría ser mejor a la

grasa de pollo en cuanto a la relación de AG saturados frente a los insaturados.

Las concentraciones de AG en el presente estudio coinciden con lo observado por Hernández

y Sastre (1999), quienes observaron que a temperaturas superiores a 50 ºC se pueden saturar

los AG insaturados; por lo que se podría recomendar la extracción de SO desde las lonjas a

esta temperatura; puesto que además, el punto de fusión de los AG insaturados es bajo de

acuerdo con lo demostrado por Mondragón et al. (2005).

39

Los resultados obtenidos en este experimento demostraron que tanto RAP como SO son

materias aptas para la alimentación bovina, pero que al contener altos niveles de grasa deben

recibir un tratamiento de protección ante la degradación microbiana ruminal y así evitar

problemas relacionados con la degradabilidad de los alimentos en rumen (Palmquist 1996;

Gagliostro y Schroeder 2007; Jenkins et al. 2008; Giraldo 2011; Pinos et al. 2012).

Lo anterior motivó a realizar un estudio en el que se apliquen los métodos más adecuados para

convertir a estos productos en grasas de sobrepaso.

40

Capítulo IV. Evaluación de la composición bromatológica, dureza y costos de grasas de

sobrepaso de RAP y SO

IV.1 Introducción

Cabrera y Carpio (2007) informaron que una de las formas de lograr que las grasas sean

inertes a nivel de rumen, es el tratamiento de los AG con sales de Ca. De esta forma, se pueden

preparar productos grasos que incrementen la densidad energética en raciones que se

suministran a vacas lecheras (Tyagi 2010) y reducir el balance energético negativo luego del

parto (Gallardo 2011).

La saponificación es una reacción química entre un AG y una base, en la que se obtiene como

principal producto la sal de dicho ácido. Los compuestos alcalinos para saponificación pueden

ser hidróxidos de Na o K (González y Bas 2001; Bernardini 2009) y de calcio (InfoCarne

2008, Herrera y Calleja 2011). Todos los álcalis citados tienen un poder cáustico (García

2002; García y Cruz 2011); y permiten resultados similares en cuanto a protección de los AG

ante la degradación ruminal. Las sales de Ca de los ácidos grasos se obtienen por

saponificación, proceso en el cual los AG libres se unen con iones de Ca. Estos compuestos se

solubilizan a pH inferior a 5.5 por lo que no se disocian ni se disuelven en el líquido ruminal,

pero si se disocian en el abomaso y liberan moléculas de AG y Ca disponibles para el animal

en el intestino (Salvador et al. 2009).

En el capítulo III de esta tesis se realizó la caracterización de RAP y SO, presentes en Ecuador

como contaminantes del ambiente. A partir de ella, se consideró que debido a los contenidos de

AG insaturados presentes en estos productos, se podrían aprovechar en la alimentación de

vacas lecheras, para lo cual se requiere proteger los mencionados ácidos de la hidrogenación

microbiana ruminal. Una de las alternativas para ese fin es mediante la formación de jabones

de iones metálicos que se comporten como grasas de sobrepaso.

41

Por tanto, el objetivo de este trabajo fue: Evaluar la composición bromatológica, dureza y

costos de las grasas de sobrepaso de RAP y SO que se obtuvieron por saponificación, mediante

el empleo de las bases NaOH, KOH y Ca(OH)2.

IV.2 Materiales y métodos

La ubicación y condiciones generales de esta investigación se especificó en el capítulo II de la

presente tesis.

IV.2.2 Procedimiento y diseño experimental

Con la asistencia del personal técnico del Laboratorio de Ciencias Químicas de la FCP.

ESPOCH, se definieron procedimientos de saponificación de grasas mediante el empleo de las

sustancias alcalinas: NaOH, KOH y Ca (OH)2.; las cuales se aplicaron para proteger a los RAP

y el SO de la acción microbiana ruminal. Estos procedimientos se pondrán en proceso de

registro de patentes.

A las grasas de sobrepaso se les realizó análisis bromatológico (MS, cenizas, grasa, proteína,

FB y ELN), según los métodos propuestos por AOAC (2005).

Además, se evaluó la consistencia con escala no paramétrica y análisis de rentabilidad

mediante el indicador beneficio/costo (B/C= Ingresos totales/ costos totales).

Al no disponer de una metodología adecuada para el análisis de consistencia de las grasas de

sobrepaso y como se conoce que la solubilidad de cualquier material sólido es proporcional a

su dureza, se consideró necesaria la determinación de la consistencia de los jabones obtenidos,

como criterio previo a la solubilidad; para lo cual se estableció una escala de puntuación de 0 a

4 en donde:

0 = jabones con separación de fases (sin cohesión entre partículas sólidas y líquidas)

1 = jabones pastosos (con cohesión entre partículas, cremoso, viscoso similar a un dentífrico)

2 = jabones blandos (similar a la concepción de suave, dúctil, elástico, flácido, maleable)

3 = jabones semiduros (similar a la concepción maleable, moldeable, que no se rompe)

4 = jabones firmes o duros (no maleable, quebradizo)

42

La calificación de los jabones se realizó con la participación de 6 criterios visuales por

repetición. Se realizaron tres repeticiones por tratamiento para cada una de las 6 grasas

diferentes que se evaluaron, las cuales se especifican en la tabla 7.

Tabla 7. Componentes, identificación y código de las grasas en estudio.

Hidróxido Grasas IDENTIFICACIÓN CÓDIGO

KOH SO Sebo ovino protegido con hidróxido de K SOPK

KOH RAP Residuos de aceite de palma protegido con K RAPPK

NaOH SO Sebo ovino protegido con hidróxido de Na SOPNa

NaOH RAP Residuos de aceite de palma protegido con Na RAPPNa

Ca(OH)2 SO Sebo ovino protegido con hidróxido de Ca SOPCa

Ca(OH)2 RAP Residuos de aceite de palma protegido con Ca RAPPCa

IV.2.3 Análisis estadístico

Se utilizó un diseño completamente aleatorizado con arreglo factorial 3 x 2 para tres métodos

de saponificación y dos materias primas grasas.

A los resultados de los indicadores medidos se les realizó un ANOVA según diseño al azar con

arreglo factorial 3 x 2, para tres métodos de saponificación y dos materias primas. Para los

análisis paramétricos se utilizó la dócima de comparación múltiple de Duncan (1955) y para el

indicador no paramétrico de consistencia de los jabones la dócima de Conover (1999). Todos

los análisis estadísticos se realizaron mediante el empleo del paquete informático INFOSTAT

(Di Rienzo et al. 2012) versión 2012.

IV.3 Resultados y discusión

La interacción entre el tipo de grasa y los métodos de saponificación fue significativa para

todas las variables en estudio (P<0.0001 y P=0.0002), con excepción del ELN. La tabla 8

muestra los contenidos bromatológicos de las distintas grasas estudiadas. El mayor contenido

de MS (P˂0.0001) se encontró en las grasas de sobrepaso elaboradas con RAP (RAPPCa;

RAPPNa; y RAPPK) en comparación con las elaboradas con SO (SOPCa; SOPNa; y SOPK);

43

a su vez las grasas RAPPCa, tuvieron mayor contenido de MS con relación a las RAPPNa y

RAPPK.

La norma INEN 841 del Instituto Nacional de Normalización INEN del Ecuador (INEN 1981)

establece que los jabones elaborados con grasa animal y aceites, deben contener un mínimo de

65 % de MS, lo que indica que los proceso químicos empleados en RAP y SO fueron eficientes

para obtener de ellos las grasas de sobrepaso.

Tabla 8. Análisis bromatológico de grasas protegidas por efecto del método de saponificación

y tipo de grasa.

Variables SOPK RAPPK SOPNa RAPPNa SOPCa RAPPCa EE Significación

MS, % 79.4 f 84.2

c 81.2

e 86.3

b 82.9

d 92.9

a 0.06 P<0.001

Cenizas, % 9.9 e 23.9

a 7.7

f 17.4

c 12.1

d 17.7

b 0.04 P<0.001

Proteína, % 3.7 a 3.4

b 3.1

c 2.4

d 1.8

e 1.8

e 0.05 P=0.002

Grasa, % 86.4 b 68.4

f 89.1

a 74.9

e 85.9

c 78.7

d 0.05 P<0.001

FB, % 0.0 3.7 b 0.0 4.7

a 0.0 1.2

c 0.04 P<0.001

ELN, % 0.1 0.6 0.1 0.5 0.1 0.6 0.10 P=0.857 Medias con distintas letras en la misma fila, difieren significativamente a P<0.05 (Duncan 1955)

Las mayores concentraciones de MS en todos las grasas de sobrepaso RAP podrían ser el

resultado de una mayor presencia de residuos sólidos en la materia prima filtrada (ver tabla 2),

provenientes de residuos de la fruta de palma.

Es válido resaltar que Rojas y Dormond (1994) señalaron un contenido de MS del 96 % para

un aceite de palma protegido según el procedimiento establecido por los laboratorios

UNIMAR. Por su parte, Guerrero et al. (2014) informaron contenidos de MS para sales

cálcicas de aceite de palma del 98.3 % y para aceite de maíz del 99.2 %.

La superioridad en el contenido de MS de los trabajos citados anteriormente con relación al

valor más alto del presente estudio (92.98 % para RAPPCa), se puede deber a que las materias

primas fueron diferentes; dado que trabajaron con aceites y no con residuos grasos, aspecto en

el que también coinciden Rojas et al. (1996) al encontrar un contenido de MS del 92 % para

desechos o efluentes de la extracción del aceite crudo de palma, elaborada con el

procedimiento establecido por industrias Cerdas Ltda.

44

Mayores concentraciones de cenizas (P<0.0001) mostraron las grasas de sobrepaso elaboradas

con RAP (RAPPK, RAPPCa, RAPPNa), en comparación con las elaboradas con SO (SOPCa,

SOPK y SOPNa) probablemente debido a que la materia prima RAP contiene más cenizas en

relación al SO.

Todas las grasas evaluadas en este estudio mostraron niveles de cenizas más altos que los

obtenidos por Murillo et al. (2013) para Palmiste (4.1 %), que es otro subproducto de la

industria aceitera de palma africana, pero sus características son diferentes a los RAP.

Schils (2015) promociona la grasa comercial de sobrepaso PROFAT®, con un contenido de

cenizas (12.5 %), similar a las grasas de SO y menor al de las grasas RAP, lo que sugiere que

los productos de la presente investigación tendrían un aporte de minerales al menos similar a

esta grasa comercial.

El hidróxido de potasio como material saponificante permitió grasas de sobrepaso con más

altas concentraciones de proteína (SOPK y RAPPK), seguido del hidróxido de sodio (SOPNa y

RAPPNa) y grasas de sobrepaso con menores concentraciones de proteína los mostró el

hidróxido de calcio (SOPCa y RAPPCa).

Se podría afirmar que las técnicas de saponificación, por requerir un tratamiento térmico,

pueden desnaturalizar la proteína contenida en las materias primas. Esta pudo ser la razón por

la que presentaron concentraciones menores de proteína. Esta afirmación está de acuerdo con

otros autores, quienes observaron que en procesos de saponificación se produce una

desnaturalización proteica, debido a los cambios de temperatura y variación de pH, que

provoca la ruptura de los puentes de la estructura terciaria de las proteínas volviéndolas

insolubles en agua (Pérez 2007; Luque 2008).

Volac (2015) presenta la grasa comercial MEGAFAT™, con 12.2 % de proteína, valor muy

superior al encontrado en las grasas del presente estudio, las cuales buscan ser un aporte de

grasa de sobrepaso y no precisamente con un relativamente alto aporte de proteína.

45

Las grasas de sobrepaso elaboradas con SO mostraron mayor (P˂0.0001) concentración de

lípidos (SOPNa, SOPK y SOPCa) comparadas con las elaboradas con residuos de aceite de

palma (RAPPCa, RAPPNa, y RAPPK).

El mayor contenido lipídico de las grasa de SO parece lógica, si consideramos los niveles de

este elemento presente en la materia prima en comparación con RAP. Sin embargo, todas las

grasas estudiadas, presentaron concentraciones lipídicas superiores a la referida por Murillo et

al. (2013) para el Palmiste.

Los contenidos grasos de los productos comerciales MEGAFAT™ (87 %) y PROFAT® (84

%), resultan similares a las grasas SOPCa (85.98 %), pero superiores a las RAPPCa (78.67 %).

La similitud en contenido graso de SOPCa frente a los productos comerciales, permite suponer

iguales aportes energéticos y por tanto una potencial competitividad con ellos.

Las grasas de sobrepaso elaboradas con SO no mostraron presencia de fibra, mientras que las

grasas RAPPNa, mostraron mayores niveles de fibra bruta (P<0.0001), seguidos de las RAPPK

y RAPPCa. Estos resultados se pudieron deber a la presencia de fibra en los residuos de aceite

de palma.

En la tabla 9 se muestran los valores obtenidos para la consistencia de los jabones estudiados,

como premisa para inferir sobre la solubilidad de las grasas de sobrepaso.

Tabla 9. Consistencia de jabones de SO y RAP.

Materia prima RAPPK SOPK

Consistencia 2.7 b 3.7

a

Significancia 0.014 0.014

EE ± y 0.14 0.14

Materia prima RAPPNa SOPNa

Consistencia 3.0 b 4.0

a

Significancia 0.014 0.014

EE ± y 0.14 0.14

Materia prima RAPPCa SOPCa

Consistencia 4.0 a 4.0

a

Significancia 0.014 0.014

EE ± y 0.14 0.14

Medias con distintas letras difieren significativamente a P<0.05 según dócima de Conover (1999)

46

Se encontró que el hidróxido de calcio presentó la calificación más alta de dureza (4 puntos) y

esta fue similar entre los jabones elaborados con RAP y SO como materias primas.

Hamilton (2002) estudió el efecto de dilución (solubilidad) de las grasas por glicerol. Sin

embargo, los lípidos (>85 %) ingresan al intestino delgado en forma no esterificada, lo que

inhibe la tasa de biohidrogenación. Por otro lado, la solubilidad de las grasas también se

presenta en agua. Estos factores determinaron que la técnica citada no se utilice en este estudio.

Se podría suponer que mientras más consistentes fueron las grasas elaboradas en este estudio,

menor sería la solubilidad que pudiera presentarse en rumen, aspecto que se estudia en el

siguiente capítulo de esta tesis.

El estado de dureza encontrado para estas grasas permite pensar en posibles presentaciones

como las que estudiaron David et al. (1999) en forma de escamas y pulverizada. Al saponificar

los RAP con hidróxidos de Na y K, se obtuvieron grasas de sobrepaso blandas, que podrían

presentar problemas de conservación y en la mezcla con los concentrados que se elaboren.

Como referente de la rentabilidad posible de lograr en la elaboración de grasas, se utilizó el

indicador beneficio/costo; cuyos valores calculados se presentan en la tabla 10.

Las grasas RAPPCa mostraron valores más altos en el indicador beneficio costo, seguidos de

las SOPCa y RAPPNa, por lo que la elaboración de grasas de sobrepaso cálcicas resultaría más

rentable, en relación a las sódicas y potásicas.

Se tuvo información de que la grasa comercial GRASETTO® tiene un valor FOB (en el punto

de embarque) de 850 USD por tonelada y otra grasa protegida en forma de escamas, tuvo un

valor FOB de 1000 USD por tonelada (Alibaba 2015).

En Ecuador, el incremento en las importaciones de grasas y aceites con fines agropecuarios y

agroindustriales entre el año 2009 y 2010 correspondió a cerca de 202 millones de USD

(MAGAP 2010).

Según la información presentada por Chacha (2011) y Rivas (2011), se estimó que la

producción de RAP en Ecuador para el año 2015 será de 295 002 toneladas.

47

Tabla 10. Beneficio costo de las grasas de sobrepaso de SO y RAP (USD/5 kg).

CONCEPTO SO RAP

SOPNa SOPK SOPCa RAPPNa RAPPK RAPPCa

Lonjas de SO 1.2 1.2 1.24 0.0 0.0 0.0

Residuos Aceite de Palma 0.0 0.0 0.0 1.1 1.1 1.1

Hidróxido de sodio 0.4 0.0 0.0 0.2 0.0 0.0

Hidróxido de potasio 0.0 1.1 0.0 0.0 0.6 0.0

Hidróxido de calcio 0.0 0.0 0.1 0.0 0.0 0.1

Etanol 0.5 0.5 0.0 0.3 0.3 0.0

Agua destilada 0.3 0.3 0.3 0.3 0.3 0.3

Cloruro de sodio 0.3 0.2 0.0 0.1 0.1 0.0

Depreciación Equipos 0.3 0.3 0.3 0.3 0.3 0.3

Depreciación Instalaciones 0.1 0.1 0.1 0.1 0.1 0.1

Horas por proceso 14.0 12.0 18.0 14.0 12.0 18.0

Costo de la energía eléctrica total 0.3 0.2 0.36 0.28 0.24 0.36

Costo de la mano de obra total 0.2 0.54 0.81 0.63 0.54 0.81

TOTAL COSTOS PRODUCCIÓN 3.4 4.4 3.112 3.210 3.45 2.892

Impuesto a la renta 0.4 0.5 0.37 0.39 0.41 0.35

Costos de embalaje 0.1 0.1 0.1 0.0 0.1 0.1

Costos de comercialización 0.3 0.4 0.3 0.3 0.3 0.3

TOTAL DE COSTOS 3.8 4.9 3.4 3.5 3.8 3.2

Precio de venta estimado 4.0 4.0 4.0 4.0 4.0 4.0

BENEFICIO/COSTO(USD) 1.06 0.82 1.17 1.13 1.05 1.25

El precio de venta de las grasas comerciales de sobrepaso en Ecuador es de 5.6 dólares USA por cada 5 kg.

Lo anterior hace pensar que, si se convertirían todos los RAP producidos en el 2015 en grasas

de sobrepaso cálcicas, correspondería al 51 % del volumen económico total de las

importaciones ecuatorianas efectuadas durante el año 2010, que se usaron para adquirir

materias grasas con fines agropecuarios y agroindustriales.

Este ejemplo puede ser una referencia para identificar la posibilidad ecuatoriana de reducir

importaciones. Es necesario informar que para desarrollar el ejemplo anterior, se consideró las

grasas de sobrepaso de mejor beneficio costo, los costos totales de producción y la diferencia

en el contenido de MS de los RAP (tabla 2)

Sin embargo, se consideró necesario evaluar la efectividad de los métodos de saponificación

empleados, mediante estudios in situ e in vivo, los que a su vez permitan realizar inferencias

sobre la protección ante la hidrogenación ruminal de las grasas que contienen los RAP y SO.

48

Capítulo V. Evaluación ruminal in situ e in vivo de las grasas de sobrepaso elaboradas

con RAP y SO

V.1 Introducción

Una suplementación a base de cereales puede reducir el pH del rumen y la digestibilidad de la

fibra (Elías 1983 y 2000), disminuir la relación acético/propiónico, incrementar los riesgos de

acidosis ruminal y reducir la cantidad de grasa en leche (Bargo et al. 2002).

La inclusión de grasas en la dieta fue la primera alternativa para suplir el bajo aporte energético

de los pastos sin afectar los indicadores citados anteriormente.

La suplementación con grasas no inertes en altos niveles tienen efectos negativos en la

digestibilidad de la fibra en el rumen por inhibición de la actividad microbiana (Arenas et al.

2010), particularmente de los microorganismos celulolíticos y metanogénicos (Devendra y

Lewis 1974; Elías 1983).

La digestibilidad de la fibra también se afecta por la acción directa de los AG en la membrana

celular de los microorganismos o por efectos indirectos, como la reducción de la disponibilidad

de Ca 2+

y Mg 2+

(Davison y Woods 1963; Palmquist 1984).

Este último autor argumentó que la reducción de digestibilidad de la fibra se puede evitar

mediante la adición de minerales a través de la reacción de cationes divalentes con ácidos

grasos libres y la formación de jabones cálcicos que constituyen grasas de sobrepaso.

El consumo y la digestibilidad son indicadores clave en cualquier sistema de evaluación de

alimentos (Naranjo y Barahona 2014) puesto que es posible mejorar el consumo de nutrientes

en los animales, al incrementar la digestibilidad de las fracciones potencialmente digestibles o

la velocidad de paso de las fracciones no digeribles en rumen (Nolan y Dobos 2005).

Los estudios in vivo, proporcionan una medición estándar de la digestibilidad (Naranjo y

Barahona 2014), mientras que la degradabilidad in situ, proporciona valores como tasa y

extensión de la degradación de los alimentos en el rumen (Ørskov et al. 1980).

49

En base a los resultados obtenidos en capítulos anteriores de la presente tesis, se consideró

importante realizar estudios in situ e in vivo, con las grasas de sobrepaso de RAP y SO, antes

de ser suministradas a vacas lecheras en el posparto temprano.

Por lo señalado, los objetivos del presente trabajo fueron:

1. Determinar la solubilidad de las grasas de sobrepaso de RAP y SO y su acción sobre la

degradabilidad de una mezcla forrajera.

2. Determinar el efecto de utilizar diferentes porcentajes de inclusión de las grasas de

sobrepaso de RAP y SO sobre la digestibilidad de los nutrientes de un heno forrajero

mixto de buena calidad.

V.2 Materiales y métodos

La ubicación de esta investigación se especificó en el capítulo II de la presente tesis, al igual

que las características de las vacas con cánula en el rumen que se alojaron en corrales de 15 m2

con comederos individuales y una manga que facilitó su manejo

En los estudios de solubilidad y degradabilidad se empleó la técnica de la bolsa de nailon

(Mehrez y Ørskov (1977) de 14.0 x 8.5 cm y con porosidad de 48 micras, según las

recomendaciones de Lindberg (1985).

Los pesos de las bolsas, grasas y mezcla forrajera se tomaron con una balanza analítica Marca

GENIA, Modelo 2005, con capacidad de 200.0 ± 0.1 g.

Las grasas de sobrepaso y la mezcla del pasto henificado (Avena sativa 37.9 %, Vicia faba 30.5

%, Medicago sativa 25.6 % y Lolium multiflorum 6%) se molieron en un molino Thomas-

Wiley modelo 4, con sus correspondientes tamices.

En los estudios de solubilidad y degradabilidad, las bolsas se sujetaron con hilo de nailon (20

cm de largo) a una cadena de acero inoxidable (10 cm de largo) anclada a la tapa exterior de

cada cánula. Los procedimientos específicos empleados se detallan para cada uno de los

estudios efectuados.

50

V.2.1 Solubilidad in situ de las grasas de sobrepaso

Dentro de cada bolsa de nailon se pesó 2 g de cada grasa de sobrepaso a evaluar. Las grasas

fueron: RAPPCa, RAPPK, RAPPNa, SOPCa, SOPK y SOPNa, las que se molieron a un

tamaño de partícula de 2.5 mm, según las recomendaciones de Nocek (1988).

Las bolsas se introdujeron a través de las cánulas ruminales, para un total de 180 (10 tiempos

de incubación x 6 grasas de sobrepaso x 3 repeticiones). Los tiempos de incubación en rumen

fueron 0, 2, 4, 6, 8, 10, 12, 24, 36 y 48 h y cada vaca con cánula constituyó una réplica.

Todas las bolsas se introdujeron en el rumen al mismo tiempo y se sacaron de acuerdo a los

horarios señalados, una vez extraídas del rumen se lavaron cada una por separado con agua

abundante, para detener el proceso fermentativo microbiano y evitar una posible

contaminación del contenido a través del agua de lavado (Kempton 1980).

El residuo de las grasas contenido en cada bolsa se secó hasta peso constante en estufa eléctrica

(Modelo OGS180 marca THERMO SCIENTIFIC) a una temperatura de 60 °C en períodos de

20 minutos de exposición al calor y una hora de enfriamiento y luego se aplicó el método

gravimétrico descrito por la AOAC (2000).

Con el peso de los residuos de las grasas incubadas en las bolsas de nailon a cada tiempo de

incubación, se calculó la solubilidad de la MS y MO. Para describir el proceso de

solubilización (desaparición de las grasas del interior de las bolsas), se empleó el modelo

exponencial descrito por Ørskov y McDonald (1979) para estudios in situ:

D = A + B (1- e -kd*t

) Dónde:

D = Valor de solubilización a tiempo t

A = Fracción soluble a tiempo cero

B = Fracción potencialmente degradable descrita como una constante cinética de primer orden

(Van Soest 1991) y que el sustrato que queda será degradado como una función lineal de

tiempo en el rumen (Rosales et al. 2006).

51

Kd = Tasa de degradación de B (entre 0.02 y 0.05 por hora)

t= Tiempo de exposición en rumen

La fracción rápidamente soluble se obtuvo mediante la incubación de la muestra en un baño de

agua a 39 ºC durante 30 minutos (López et al. 2011).

Para complementar los resultados de solubilidad, fue necesario realizar el estudio de

degradabilidad de la MS y MO contenidas en una mezcla forrajera considerada la más común

para praderas de buena calidad en condiciones de altura del Ecuador.

V.2.2 Degradabilidad in situ de una mezcla forrajera

Se utilizaron los mismos animales del experimento anterior luego de 21 días de descanso. El

experimento se dividió en dos períodos.

El primer período correspondió a 7 días de adaptación a los concentrados que contenían las

grasas de sobrepaso elaboradas con RAP y 3 días posteriores para el registro de datos de la

degradabilidad de la MS y MO contenidas en la mezcla forrajera, por acción de las grasas de

sobrepaso de RAP.

El segundo período consistió en 7 días de adaptación a los concentrados que contenían las

grasas de sobrepaso elaboradas con SO y 3 días para el registro de datos de la degradabilidad

de la MS y MO contenidas en la mezcla forrajera, por acción de las grasas de sobrepaso de SO.

Entre el primero y segundo períodos, se consideró 15 días de descanso de las vacas.

Los concentrados se realizaron atendiendo la recomendación de Nocek (1988) en el sentido de

que la ración de base deberá incluir un amplio rango de ingredientes, para que exista una

población microbial diversa (tabla 11). Los concentrados se ofrecieron a las vacas 2 veces por

día (8 h 00 y 16 h 00), con 1 kg por suministro.

En cada bolsa de nailon se introdujeron 2 g de la mezcla forrajera considerada típica de las

buenas ganaderías ubicadas en la Sierra de Ecuador, la que estuvo henificada y molida a un

tamaño de partícula de 2.5 mm (Nocek 1988). La composición bromatológica estimada de la

mezcla forrajera utilizada se presenta en la tabla 12.

Tabla 11. Concentrados para vacas con inclusión de grasas protegidas de RAP y SO.

Ingredientes, % TIPO DE GRASAS UTILIZADAS

RAPPCa RAPPK RAPPNa SOPCa SOPK SOPNa

Maíz 36.79 36.79 36.79 36.79 36.79 36.79

Polvillo 18.00 18.00 18.00 18.00 18.00 18.00

Afrecho trigo 5.70 5.70 5.70 5.70 5.70 5.70

Melaza 6.22 6.22 6.22 6.22 6.22 6.22

Palmiste 5.85 5.85 5.85 5.85 5.85 5.85

Pasta de soya 13.21 13.21 13.21 13.21 13.21 13.21

Alfarina 5.91 5.91 5.91 5.91 5.91 5.91

Caco 0.50 0.50 0.50 0.50 0.50 0.50

Fosfato bibásico 2.17 2.17 2.17 2.17 2.17 2.17

Cloruro de Na 0.50 0.50 0.50 0.50 0.50 0.50

Aceite palma 1.66 1.66 1.66 1.66 1.66 1.66

Grasa protegida * 3.00 3.00 3.00 3.00 3.00 3.00

Pre mezcla 0.50 0.50 0.50 0.50 0.50 0.50

Total 100 100 100 100 100 100

Proteína % 14.50 14.55 14.52 14.50 14.56 14.54

EN, Kcal/kg 1600 1600 1600 1640 1640 1640

* Grasa protegida: Se trata de los distintos jabones utilizados en este estudio

Tabla 12. Composición bromatológica estimada de la mezcla forrajera henificada.

Componentes Porciento

Cenizas 8.96

Proteína bruta 13.26

Extracto Etéreo 3.36

Fibra bruta 27.52

ELN 43.95

52

Tanto en el primero como en el segundo período experimental, se introdujeron en cada vaca y

al mismo tiempo 27 bolsas por repetición (3 repeticiones) y se sacaron por horarios, para los

tiempos 0, 3, 6, 9, 12, 24, 36, 72 y 96 h, lo que significó el uso de 162 bolsas en total.

Las bolsas se extrajeron del rumen y se lavaron por separado para detener el proceso

fermentativo microbiano y evitar una posible contaminación del contenido de una funda con

otra a través del agua de lavado (Kempton 1980) y se determinó la degradabilidad de la MS y

MO de la mezcla forrajera (Ørskov y McDonald 1979).

El estudio de degradabilidad condujo a la necesidad de evaluar la digestibilidad de las grasas

de sobrepaso RAPPCa y SOPCa, sobre el supuesto de que fueron grasas adecuadamente

protegidas ante la hidrogenación ruminal.

V.2.3 Digestibilidad in vivo de una mezcla forrajera

Las características de los ovinos utilizados en este estudio, se describieron en el capítulo II de

esta tesis, a los que se les desparasitó (1 ml de Albendazol al 1 % por cada 20 kg de PV) y se

les suministró vitaminas del complejo B (3 ml por animal) en dosis única para los dos casos.

En un período preliminar de adaptación de 7 días, se determinó el consumo voluntario por el

método de oferta y rechazo del alimento. En la tabla 12 se presentó la composición

bromatológica estimada de la mezcla forrajera base compuesta por A. sativa (37.9 %), V. faba

(30.5 %), M. sativa (25.6 %) y L. multiflorum (6 %).

El mínimo consumo determinado se ofreció a voluntad en períodos posteriores del estudio.

Con los datos de consumo, se calculó el aporte de MS de la mezcla forrajera, sobre la que se

adicionó el 3 (tratamiento 1), 5 (tratamiento 2) y 7 % (tratamiento 3) de las grasas RAPPCa y

SOPCa a evaluar.

Durante los siguientes 7 días se acostumbró a los animales a las jaulas metabólicas y en un

siguiente período de 7 días se evaluó la digestibilidad de la MS y MO de la mezcla forrajera sin

adición de grasas (nivel 0 %) que fue el correspondiente al tratamiento testigo. Las jaulas

metabólicas se desinfectaron con iodo al 22.5 %.

53

Cada jaula tuvo una dimensión de 0.60 m2 de superficie, 1.80 m de altura, dotadas de

comedero, bebedero, bandeja para la recolección de heces, y tina para la recolección de orina

(anexo 7).

En adelante, el experimento se dividió en períodos de adaptación y evaluación, cada uno con 7

días de duración y se alternó la adaptación a las grasas con el tiempo de evaluación, lo que

determinó que la duración del experimento fuera de 105 días.

Las muestras de heces se llevaron al laboratorio para el análisis de MS y MO (AOAC 2005).

V.2.4 Análisis estadístico

Para los estudios de solubilidad y degradabilidad in situ se aplicó un diseño completamente

aleatorizado. Se emplearon tres repeticiones por tiempo de medición. Para el estudio de

solubilidad de la MS y MO de las grasas, cada vaca con fistula ruminal constituyó una

repetición. En el estudio de degradabilidad de la mezcla forrajera, las reparticiones fueron las

fundas introducidas simultáneamente en el rumen.

Para la digestibilidad in vivo se utilizó un diseño al azar con arreglo factorial 4 x 2, para dos

grasas de sobrepaso y cuatro niveles de inclusión. Se aplicó dócima de Duncan (1955) para

P<0.05, en los casos necesarios.

V.3 Resultados y discusión

V.3.1 Solubilidad in situ para la MS y MO de las grasas

En la tabla 13 se presentan los valores de solubilidad de la MS y MO de las grasas de

sobrepaso elaboradas con RAP y SO.

La más alta solubilidad de la MS y MO de las grasas RAPPCa, se presentó a las 36 horas de

exposición en rumen. Los valores de la solubilidad aumentaron en forma lineal (R2 = 0.893)

entre 0 a 36 horas. Estos resultados hacen suponer que la solubilidad de la MS y MO es

creciente en función del tiempo de exposición en rumen, llega a su máximo valor a las 36 horas

y luego tiende a disminuir.

Tabla 13. Solubilidad de la MS y MO de las grasas RAP y SO (%).

GRASAS TIEMPOS DE EXPOSICIÓN D = A+B (1- e -kd*t

) EE P˂

0 2 4 6 8 10 12 24 36 48 A B kd

SOLUBILIDAD DE LA MS DE LOS JABONES DE RAP Y SO, %

RAPPCa 16.9 h 48.3

g 59.6 f 66.5

e 66.0 e 78.9

d 83.9 c 90.0

b 96.1 a 82.8

cd 0.169 0.832 0.017 14.65 <0.0001

RAPPK 25.2 f 58.1

e 69.6 d 84.9

c 89.7 bc 91.3

b 94.4 ab 92.1

ab 91.5 b 96.8

a 0.252 0.748 0.016 4.41 <0.0001

RAPPNa 7.5 f 35.0

e 56.7 d 85.6

ab 94.2 a 93.9

a 83.1 c 95.3

b 86.3 ab 86.1

ab 0.075 0.925 0.019 2.63 <0.0001

SOPCa 13.3 e 41.5

d 58.6 c 57.6

c 74.6 b 74.3

b 78.3 ab 78.7

ab 73.5 b 88.6

a 0.133 0.867 0.018 2.43 <0.0001

SOPK 7.3 c 64.8

b 72.4 b 72.8

b 83.5 a 83.7

a 85.9 a 90.5

a 91.9 a 92.4

a 0.073 0.927 0.019 1.83 <0.0001

SOPNa 4.8 d 68.8

c 72.6 bc 84.1

bc 80.0 abc 86.6

bc 88.8 abc 91.8

ab 94.0 ab 95.5

a 0.048 0.952 0.020 13.03 <0.0001

SOLUBILIDAD DE LA MO DE LOS JABONES DE RAP Y SO, %

RAPPCa 7.9 h 42.2

g 55.5 f 63.5

e 62.6 e 77.3

d 82.6 c 89.1

b 95.7 a 86.0

bc 0.079 0.921 0.019 12.05 <0.0001

RAPPK 8.2 f 49.7

e 63.4 d 81.0

c 87.3 b 89.6

b 93.3 ab 90.3

ab 89.9 ab 96.2

a 0.082 0.918 0.019 4.70 <0.0001

RAPPNa 8.6 g 36.1

f 57.9 e 86.1

bc 94.4 ab 94.2

ab 84.2 c 95.7

a 86.7 abc 86.8

abc 0.086 0.914 0.019 2.43 <0.0001

SOPCa 10.7 e 42.4

d 59.3 c 57.7

c 74.8 b 73.7

b 78.3 ab 78.2

ab 74.0 b 88.4

a 0.107 0.893 0.019 2.38 <0.0001

SOPK 9.4 c 67.2

b 73.7 b 74.6

bb 85.1 a 85.2

a 87.3 a 92.1

a 92.4 a 93.2

a 0.094 0.906 0.019 1.82 <0.0001

SOPNa 9.3 d 75.3

c 78.6 bc 87.9

abc 87.1 ab 88.4

abc 90.4 abc 93.1

ab 94.9 a 96.1

a 0.093 0.907 0.019 10.86 <0.0001 a,b,c,d,e,f,g, h

Medias con letras distintas difieren significativamente a P<0.05 (Duncan 1955)

54

Adicionalmente, estos resultados muestran que la solubilidad de la MS de las grasas RAPPCa,

se comporta de modo similar a la de la MO entre 0 y 48 horas de exposición en rumen.

De acuerdo con los criterios de la FAO/OMS (2007), los jabones se caracterizan por su rápida

solubilidad; de acuerdo a esto, las grasas RAPPCa se podrían considerar de baja solubilidad,

puesto que los presentes resultados, requirieron de 36 horas para expresar su máximo valor.

Sin embargo, sobre el 40 % de la MS y MO de estas grasas se solubilizaron a las 2 horas de

exposición en rumen; posiblemente debido a la acción del fluido ruminal, temperatura del

rumen y la presencia de microorganismo lipolíticos (Sterry et al. 2009)

La solubilidad de la MS y MO de las grasas RAPPK, también tuvo un comportamiento similar,

puesto que entre 8 y 48 horas de exposición en rumen, esos valores fueron mayores en

comparación con los demás tiempos de exposición en rumen.

Si bien las grasas RAPPK se disuelven más pronto en comparación con las RAPPCa, esa

solubilidad varió muy poco dentro del rango de tiempo señalado (8 y 48 horas); lo que está de

acuerdo con Bernardini (2009), quien consideró que los jabones más blandos se elaboran con

hidróxido de potasio, aunque los AG saturados influyen en una mayor dureza de los jabones, la

que a su vez se relaciona con la solubilidad de los mismos.

En cambio, para las grasas RAPPNa la solubilidad más alta de la MS y MO se presentó entre 6

y 48 horas, a pesar de que se observó una depresión de la misma a las 12 y 36 horas de

exposición en rumen, la que pudo estar relacionadas con defectos de medición, lavado, secado

de las bolsas, pH del rumen (Palmquist y Jenkins 1980) entre otros.

Estos resultados difieren con lo informado por Bernardini (2009) en relación específicamente

en lo que se relaciona con el agente saponificante (KOH), puesto que las grasas RAPPNa se

presentaron más solubles que las RAPPK.

Esto último podría sugerir que la utilización del NaOH, posiblemente no es adecuada en la

elaboración de grasas de sobrepaso, puesto que se muestran más solubles y posiblemente

pueden interrumpir la degradabilidad de los alimentos; al mismo tiempo, el Ca (OH)2 podría

55

ser la base química más apropiada para esta finalidad, puesto que permitió las grasas de

sobrepaso menos solubles en comparación con RAPPK y RAPPNa. Al respecto, Palmquist y

Jenkins (1980) indicaron que la reacción de cationes divalentes con un ácido graso libre (que

es el caso del Ca), forma jabones insolubles que a su vez no interrumpen la digestibilidad de

los alimentos.

La solubilidad de la MS y MO de las grasas SOPCa y SOPK fue similar en relación al tiempo

de exposición en rumen. Entre 8 y 48 horas, se presentaron los mayores valores de solubilidad.

En cambio, para el caso de las SOPNa, los mayores valores de solubilidad de la MS y MO se

presentaron entre 4 y 48 horas de exposición en rumen.

La relación entre AG insaturados frente a los saturados fue igual para RAP y menor para SO

(tablas 4 y 6), por lo que debían ser las grasas de sobrepaso de SO los más duros e insolubles.

Esta consideración no está de acuerdo con los resultados del presente estudio, especialmente

para las grasas SOPNa, lo que sugiere que el tipo de material saponificante tiene mayor

relación con la solubilidad de las grasas que se obtienen.

Tegeder (2011) demostró que si se saponifica las grasas con hidróxido de calcio (y otros

metales divalentes) se obtienen jabones insolubles, lo que coincide con los resultados de este

estudio, a pesar que los residuos de aceite de palma contienen un menor porcentaje de grasa

(ver tabla 2), con relación al contenido graso del SO (ver tabla 5).

Si se considera el menor contenido graso de los RAP, convendría estudiar un posible

mejoramiento en su saponificación, tomando en consideración lo planteado por Rojas y

Dormond (1994), quienes consideraron que al elaborar jabones cálcicos, se debe controlar en

forma previa el pH, para lograr que estos sean insolubles en un medio acuoso normal.

También es necesario considerar un posible incremento de la materia grasa y la utilización de

igualadores de concentración de AG, tomando en consideración lo que se ha realizado con la

grasa comercial MEGALAC, en la cual se incluyó ácido eicosapentaenóico EPA (20:5) y ácido

docosahexaenóico DHA (22:6), presentes en los aceites de linaza y pescado (Elanco 2014).

56

Además en un estudio reciente (Pellattiero et al. 2015) encontraron que la suplementación con

el AG linoleico conjugado y protegido de la hidrogenación ruminal que contenían los isómeros

cis-9, trans-CLA 11 y CLA trans-10, cis-12, aumentó la presencia de los isómeros CLA en la

leche de ovejas. Esto hace pensar que el mejoramiento en el proceso de saponificación se

podría realizar en posteriores estudios, en los que se pudiera considerar la presencia de los

isómeros cis, trans y CLA.

A pesar de lo señalado, la figura 3 permite observar que la solubilidad de todas las grasas

evaluadas comenzó a mostrar sus mayores valores desde las 4 horas de exposición en rumen, y

las grasas RAPPCa fueron las que se solubilizaron en niveles máximos más tardíamente.

Figura 3. Solubilidad de la MS y MO de las grasas de RAP y SO, en función del tiempo de

exposición en rumen.

La literatura refiere que el suministro de grasas afecta la degradabilidad, especialmente de la

MS de la dieta que consumen los rumiantes y que para evitar este y otros inconvenientes, es

necesario convertirlas en grasas de sobrepaso.

0 2 4 6 8 10 12 24 36 48

RAPPCa

SOPK

SOPNa

RAPPK

SOPK

SOPNa

RAPPK

RAPPCa

Tiempo de exposición en rumen (Horas)

M

A

T

E

R

I

A

S

E

C

A

M

A

T

E

R

I

A

O

R

G

Á

N

I

C

A

RAPPNa

SOPCa

RAPPNa

SOPCa

57

Por lo anterior, si las grasas de sobrepaso creadas en la presente investigación no se

encontraran bien protegidas, transcurridas 12 horas de su ingestión, posiblemente se debería

observar niveles más bajos de degradabilidad de la MS y MO del forraje evaluado e incluso

podría existir la interrupción total de los alimentos (Devendra y Lewis 1974; Elías 1983;

Arenas et al. 2010). Es por esto que el estudio de solubilidad, requería ser complementado con

el estudio de degradabilidad.

V.3.2 Degradabilidad in situ de la MS y MO contenidas en la mezcla forrajera

En la tabla 14, se presentan los resultados del efecto ejercido por las grasas de RAP y SO, en la

degradabilidad de la MS y MO de una mezcla de forrajes henificados.

Los mayores valores de degradabilidad de la MS contenida en la mezcla forrajera, por

influencia de las RAPPCa, se presentaron entre 48 y 96 horas de exposición en rumen; a las 96

horas por acción de las RAPPK y entre 72 y 96 horas por acción de las RAPPNa.

En presencia de las grasas SOPCa, la degradabilidad de la MS contenida en la mezcla forrajera

evaluada, mostró los valores más altos a partir de las 72 horas de evaluación; en presencia de

las SOPK a las 96 horas y en presencia de SOPNa a partir de las 72 horas.

Por acción de las grasas RAPPCa, la degradabilidad de la MO contenida en la mezcla forrajera

que se evaluó fue más alta a las 96 horas de exposición en rumen y por acción de las RAPPK y

RAPPNa entre 72 y 96 horas.

Finalmente, en presencia de las grasas SOPCa y SOPNa, la degradabilidad de la MO de la

mezcla forrajera fue más alta a las 96 horas y en presencia de SOPK de 72 a 96 horas.

Tabla 14. Degradabilidad de la MS y MO de una mezcla forrajera por acción de las grasas RAP y SO (%)

Grasas de

sobrepaso

Horas de exposición en rumen D = A+B (1- e -kd*t

) EE P˂

0 3 6 9 12 24 48 72 96 A B kd

DEGRADABILIDAD DE LA MS POR EFECTOS DE GRASAS DE SOBREPASO DE RAP Y SO, %

RAPPCa 10.4 e 24.7

d 28.2

cd 30.5

cd 33.4

bc 38.3

b 74.9

a 76.2

a 79.8

a 0.104 0.896 0.009 2.21 0.0001

RAPPK 13.0 g 27.8

f 45.9

e 48.5

e 67.6

d 69.7

cd 72.2

bc 75.4

b 79.1

a 0.130 0.87 0.009 1.21 0.0001

RAPPNa 13.2 f 26.7

e 39.8

d 41.3

d 59.6

c 67.4

b 67.1

b 71.1

a 73.8

a 0.132 0.868 0.009 0.94 0.0001

SOPCa 9.4 f 25.0

e 29.5

d 30.7

d 34.3

c 38.9

c 75.1

ab 76.1

a 83.8

a 0.094 0.906 0.009 0.90 0.0001

SOPK 10.2 g

26.0 f 44.3

e 46.7

e 66.4

d 61.4

d 71.4

c 74.7

b 78.2

a 0.102 0.898 0.009 0.78 0.0001

SOPNa 11.5 g 25.9

ef 40.2

de 41.7

de 52.9

d 60.3

c 61.4

c 73.9

ab 74.4

ab 0.115 0.885 0.009 2.08 0.0001

DEGRADABILIDAD DE LA MO POR EFECTOS DE LAS GRASAS DE SOBREPASO DE RAP Y SO, %

RAPPCa 13.0 f

28.1 e 34.2

de 34.6

de 43.4 cd 52.7

c 54.1

b 58.3

b 60.6

ab 0.130 0.870 0.009 2.00 0.0001

RAPPK 6.4 g

31.3 f 41.8

e 41.8

e 55.7

d 56.0

cd 60.9

bc 69.1

ab 72.0

a 0.064 0.937 0.010 1.25 0.0001

RAPPNa 10.0 e

19.6 d 17.6

d 18.4

d 47.6

c 49.1

b 51.9

b 61.8

a 75.1

a 0.100 0.900 0.009 0.90 0.0001

SOPCa 11.6 g 27.33

f 33.8

e 34.6

e 44.4

d 54.2

c 55.4

c 59.1

b 61.8

a 0.116 0.884 0.009 0.89 0.0001

SOPK 3.9 g 28.8

f 41.0

e 34.6

e 55.8

d 56.3

d 61.5

c 68.8

a 72.1

a 0.039 0.961 0.010 0.78 0.0001

SOPNa 7.9 e 18.0

d 20.1

d 22.1

d 50.5

c 53.9

c 56.0

c 64.6

b 77.9

a 0.079 0.921 0.010 1.90 0.0001

a,b,c,d,e,f,g Medias con letras distintas difieren significativamente a P<0.05 según Duncan (1955)

58

Ørskov et al. (1980) mencionaron que el tiempo requerido para la degradación de los

alimentos en rumen es de 12 a 36 horas. Los resultados del presente estudio, difieren con la

anterior afirmación, posiblemente porque ellos se refieren a la degradabilidad de los alimentos,

sin la influencia de grasas de sobrepaso.

Las grasas que se solubilizaron más pronto fueron las elaboradas con hidróxido de sodio (tabla

13); estas mismas requirieron de mayor tiempo para mostrar los más altos niveles de

degradabilidad de la MS y MO de la mezcla forrajera.

Abo-Donia el al. (2010), encontraron que la degradabilidad efectiva y potencial de la MS y

MO de una dieta compuesta por el 75 % de concentrado y 25 % de maíz amarillo fue

significativamente menor en bufalos a los que se les reemplazo el maíz amarillo por sales

sódicas de AG en comparación con el suministro de sales cálcicas de AG.

Lo anterior sugiere que las grasas de sobrepaso sódicas, pudieran afectar la degradabilidad de

la MS y MO del alimento base, por lo que no es posible recomendar su utilización en

alimentación de rumiantes.

De acuerdo con Flores y Rodríguez (2006), la interferencia en la degradabilidad es por

cubrimiento físico de las partículas fibrosas con grasa y las propiedades hidrófobas de las

grasas pueden ejercer un efecto inhibitorio a la acción enzimática bacteriana.

Se demostró que la degradabilidad a nivel ruminal de la MS del forraje Lupinus rotundiflorus,

fue de 32.72 % (Rosales et al. 2006); de M. sativa henificada 55 % (Murillo et al. 2003) y del

pasto Prosopis /eavigliata 51.3 % (Juárez et al. 2001).

Los resultados de la presente investigación, mostraron niveles superiores de degradabilidad de

la MS de la mezcla forrajera estudiada en relación a los señalados en el párrafo anterior. Esto

indica que los métodos de protección empleados para elaborar las grasas estudiadas fueron

adecuados.

59

La figura 5 muestra que los mayores niveles de degradabilidad de la MS y MO de la mezcla

forrajera evaluada se presentaron a partir de las 48 horas de exposición en rumen por acción de

RAPPCa y SOPCa.

Esto ratifica que las grasas estudiadas no afectaron la degradabilidad de la MS y la MO de la

mezcla forrajera; razón por la cual, se puede confirmar que las grasas creadas en la presente

investigación estuvieron adecuadamente protegidas como para ser consideradas de sobrepaso.

Figura 4. Degradabilidad de la MS y MO de la mezcla forrajera por acción de las grasas de

RAP y SO en función del tiempo de exposición en rumen.

Sin embargo, Herrera y Calleja (2011) informaron estudios en los cuales las grasas de

sobrepaso elaboradas a partir del sebo de res (ENERGIVIT®) mostraron una “digestibilidad”

del 85 %, valor que resulta superior a todos los porcentajes de “degradabilidad” encontrados en

el presente estudio, lo que sugiere la necesidad de conducir estudios de digestibilidad de las

grasas elaboradas en esta investigación.

24 48 72 96

RAPPCa

SOPCa

RAPPCa

Tiempo de exposición en rumen (horas)

M

A

T

E

R

I

A

S

E

C

A

RAPPNa

SOPCa

SOPK

RAPPK

RAPPNa

SOPK

RAPPK

M

A

T

E

R

I

A

O

R

G

Á

N

I

C

A

SOPNa

SOPNa

60

V.3.3 Digestibilidad in vivo de las grasas RAPPCa y SOPCa

Los valores de consumo y digestibilidad de la MS, de las grasas RAPPCa y SOPCa que se

muestran en la tabla 15 indican que no hubo interacción significativa entre el tipo de grasa

suplementada y el porciento de adición en la dieta (P>0.05).

Se encontró que las grasas de sobrepaso evaluadas no influyeron en el consumo de alimento de

los animales en estudio, lo que sugiere que ninguno de los productos modificó la palatabilidad

de las dietas, conclusión a la cual también llegaron David et al. (1999), quienes tampoco

encontraron diferencias en los niveles de consumo de un aceite de pescado hidrogenado y una

sal cálcica de AG de sebo bovino.

Tabla 15. Efectos de diferentes niveles de grasas RAPPCa y SOPCa en el consumo y

digestibilidad in vivo.

Indicadores

Niveles de inclusión

(%) EE Significación Grasas

EE Significación

0 3 5 7 RAPPCa SOPCa

Consumo, g 522.0 548.2 519.6 539.8 20.92 P=0.727 512.4 552.4 14.80 P=0.063

DMS, % 49.6 49.3 51.3 51.2 1.28 P=0. 574 49.4 51.4 0.91 P=0.133

DPROT, % 60.2 61.9 62.1 62.0 1.1 P=0.575 60.6 62.5 0.79 P=0.106

DEE, % 83.1 b 73.7

a 73.1

a 76.9

a 1.36 P<0.0001 76.8 76.12 0.96 P=0.614

DFC, % 44.2 46.0 45.8 45.0 1.34 P=0.769 44.6 45.9 1.01 P=0.328

DMS = Digestibilidad de la MS; DPROT = Digestibilidad de la proteína; DEE = Digestibilidad

del extracto etéreo; DFC = Digestibilidad de la fibra bruta,

Medias con distintas letras difieren significativamente a P<0.05 (Duncan, 1955)

Con los tres niveles de adición de RAPPCa y SOPCa en la dieta de los animales en estudio, no

se observaron diferencias estadisticas significativas en la digestibilidad de la MS, aspecto que

resulta concordante con los estudios de Canale et al. (1990), por lo que podemos suponer que

las mismas no afectaron la digestibilidad de MS, con lo cual, posiblemente no se presentaron

retrasos en la tasa de pasaje y tampoco se prevé mayor tiempo de acción enzimática.

Con los valores porcentuales más altos de degradabilidad de la MS contenida en la mezcla

forrajera que se estudió, se calculó la velocidad media de degradabilidad (porciento medio de

61

las degradabilidades más altas dividido para el máximo tiempo de exposición en rumen), valor

que se lo identificó como velocidad media de degradabilidad de la MS.

Flores y Rodríguez (2006) informaron que los carbohidratos estructurales de un heno

estudiado por ellos (contenidos en la MS de ese heno) se degradaron lentamente (de 2 a 5 %

por hora). La velocidad de degradación de la MS en el presente estudio fue de 1.65 ± 0.77 %

por hora, la que está dentro del rango informado y sugiere que las grasas de sobrepaso

estudiadas en esta tesis no interrumpieron la degradabilidad de los carbohidratos contenidos en

la MS de la mezcla forrajera, de modo que la velocidad con que se producen los AGV seria

lenta; y por lo tanto, el pH del rumen es posible que se mantenga alto (pH>6.0), lo cual

favorecería el desarrollo de protozoos, hongos y bacterias celuloliticas que hidrolizarían los

enlaces ß de la fibra (Elías, 1983); es decir, que las grasas obtenidas en el presente estudio, no

provocarían acidosis ruminal ni interrumpirían la degradabilidad de la fibra.

Digestibilidades similares de la proteína bruta fueron observadas con la adición de 3, 5 y 7 %

de SOPCa y RAPCa, lo cual sugiere que no se producen retrasos en la velocidad de pasaje de

la proteína que conllevaría a un igual tiempo de acción enzimática.

Esta explicación está sustentada en lo mencionado por David et al. (1999), quienes

encontraron retrasos en la velocidad de pasaje de la proteína provocados por el aceite de

pescado hidrogenado. Además, Martínez et al. (2012) consideraron que la ausencia de efectos

negativos de la adición de los aceites a la dieta sobre la digestión de la PB es un hallazgo

común en los experimentos de digestibilidad.

En forma independiente al tipo de grasa, la adición de 3, 5 y 7 % de SOPCa y RAPPCa, redujo

la DEE en comparación con el tratamiento testigo.

David et al. (1999) en estudios de digestibilidad de los nutrientes en los que utilizaron una sal

cálcica de ácidos grasos saturados y sebo bovino en vacas Jersey, observaron que la DEE

disminuyó cuando la inclusión de las grasas superó el 5.5 % de la MS consumida, pero se

62

mantuvo constante en niveles más bajos de inclusión de las grasas estudiadas. En esta

reducción pudiera influir la presencia de ciertas cantidades de jabones de calcio en las heces.

Los resultados de DEE por acción de las dos grasas estudiadas en niveles del 3 y 5 %, difieren

del anterior puesto que la adición de 3, 5 y 7 % de grasas de sobrepaso a la ración, provocó

iguales descensos en la DEE. Sin embargo, esa disminución se mantuvo constante en los tres

niveles de adición.

Los niveles de inclusión de SOPCa y RAPPCa, no presentó diferencias en los niveles de DFC.

La adición de grasa no protegidas a la dieta de los rumiantes se relaciona con una reducción de

la digestibilidad de las paredes vegetales (Doreau y Chilliard 1997) por el efecto negativo de

los aceites sobre los protozoos y las bacterias fibroliticas (Yang et al. 2009). No obstante, la

ausencia de efectos negativos de las grasas de sobrepaso SOPCa y RAPPCa sobre la DFC

observada en el presente trabajo, está de acuerdo con los estudios anteriores y permiten

corroborar que las grasas estudiadas no interrumpieron la DFC.

Algunos autores coinciden en que cuando la cantidad de grasa extra añadida a la dieta es

superior al 4 % de la MS que consume diariamente el animal, son frecuentes los efectos

negativos en la digestibilidad de la fibra en rumiantes, con independencia del grado de

insaturación de los AG (Hess et al. 2001; Maia et al. 2006; Martin et al. 2008).

En el presente estudio se observó que la inclusión de RAPPCa y SOPCa hasta el 7 % no

provocó depresión en la digestibilidad de la fibra, lo que se debería a que las materias primas

con las que se elaboraron las grasas de sobrepaso, pudieron influir en las respuestas señaladas.

La interacción entre tipo de grasas de sobrepaso y porcentaje de adición fue significativa para

la digestibilidad de la MO y su valores se presentan en la tabla 16.

Los porcentajes de digestibilidad de la MO por acción de RAPPCa se incrementaron a medida

que el porcentaje de adición también se incrementó de 0 a 5 % y decreció con niveles del 7 %,

incluso a valores más bajos que el nivel 0 % (P<0.0001). La digestibilidad de MO fue similar,

sin la adición de RAPPCa y SOPCa (niveles 0 %).

63

Tabla 16. Interacción de los niveles de inclusión y tipo de grasas en la digestibilidad in vivo de

la materia orgánica.

Indicador % de grasa Tipo de grasa

EE

Nivel de

RAPPCa SOPCa significancia

DMO

0 50.4 ab

50.7 ab

1.49 P˂0001 3 51.2

ab 56.4

cd

5 53.5 bc

48.4 a

7 47.4 a 58.2

d

DMO = Digestibilidad de la materia orgánica

Medias con distintas letras difieren significativamente a P<0.05 (Duncan 1955)

Por estos resultados, se podría recomendar el 5 % como el nivel máximo de adición de

RAPPCa en las dietas bovinas, para evitar una depresión en la digestibilidad de la MO del

alimento. Esto se puede visualizar mejor en la curva de tendencia de la figura 5, en la que se

observa la ecuación cúbica (y = -0.1778 x3 + 1.605 x

2 - 2.9512 x + 50.36) como la de mejor

ajuste y en su R² = 1 pudo influir el número de puntos considerados, que si son tres, se ajusta

mejor a una tendencia cúbica.

Figura 5. Curva de tendencia de RAPPCa en relación a la digestibilidad in vivo de la MO

Por lo observado en la figura 5, es posible recomendar la utilización de niveles del 5 % de

RAPPCa en la suplementación de rumiantes, lo que está de acuerdo con otra investigación

47

48

49

50

51

52

53

54

0 1 2 3 4 5 6 7

Dig

esti

bili

dad

de

la M

O d

e la

mez

cla

forr

ajer

a,

%

Niveles de inclusión de RAPPCa, % de la MS

64

realizada por Plascencia y Zinn (2004) quienes afirmaron que a mayor nivel de inclusión de

grasa en la dieta, menor es la eficiencia de utilización de los ácidos grasos.

Para el caso de las grasas SOPCa, la digestibilidad de la MO fue mayor con el 3 % de adición y

fue menor con el 5 %. Esto sugiere que los niveles máximos de adición de estas grasas de

sobrepaso, no deben ser mayores al 3 %, pero con niveles del 7 % se observó un nuevo

incremento que pudiera explicarse a través de una línea de tendencia.

En la figura 6 se muestra el comportamiento de SOPCa con relación a la digestibilidad in vivo

de la MO; la curva de tendencia fue cúbica (y = 0.483 x3 - 5.0336 x

2 + 12.637 x + 50.72) y se

muestra estable en relación a los niveles de adición, lo que impide una conclusión muy

categórica en este aspecto.

Calsamiglia (2014), informó que los niveles de grasa que se recomendaban utilizar con valores

cercanos al 6 %, se han modificado a niveles más moderados del 4 a 5 %, debido a que los AG

saturados tienen un menor valor energético que los insaturados.

Figura 6. Curva de regresión de SOPCa en relación a la digestibilidad in vivo de la MO

Lo informado por Calsamiglia (2014), podría ser válido para explicar que niveles del 3 % de

SOPCa, influyeron en una mayor digestibilidad de la MO en comparación de niveles del 5 %,

40

45

50

55

60

65

0 1 2 3 4 5 6 7

Dig

esti

bili

dad

de

la M

O d

e la

mez

cla

forr

ajer

a, %

Niveles de inclusión de SOPCa, % de la MS

65

debido a que estas grasas de sobrepaso fueron elaborados a partir de una materia prima con

mayor proporción de AG saturados.

Sin embargo, el incremento en la digestibilidad de la MO con niveles del 7 % de SOPCa en

relación a 3 y 5 %, se podría deber a la acción de otros factores que requieren ser abordados en

futuras investigaciones; a pesar que parte de esta explicación podría aportar el análisis de los

resultados logrados en cuanto a la digestibilidad del ELN (tabla 17).

Para la digestibilidad in vivo del extracto libre de nitrógeno (DELN) hubo interacción

significativa entre el tipo de grasa y el porcentaje de adición de las mismas. Sus valores medios

se presentan en la tabla 17.

Entre los niveles de adición de RAPPCa no se encontraron diferencias en la DELN; lo que

demuestra que esta grasa no deprimió la misma.

Por su parte, la adición del 3 % de grasas SOPCa mejoró la DELN. Este resultado reafirma la

posibilidad de recomendar el 3 % de inclusión de esta grasa en dietas para rumiantes que se

realizó anteriormente para el caso de la MO.

Tabla 17. Interacción de los niveles de inclusión y tipo de grasas en la digestibilidad in vivo del

extracto libre de nitrógeno.

Indicador % de grasa Tipo de grasa

EE

Nivel de

RAPCa SOPCa significancia

DELN

0 49.0 ª 49.3 ª

1.13 P= 0.004 3 48.8 ª 54.3

b

5 48.9 ª 49.3 ª

7 48.9 ª 49.3 ª

Medias con distintas letras difieren significativamente a P<0.05 (Duncan 1995)

Por otra parte, la adición del 3 % de grasas SOPCa mejoró la digestibilidad del ELN. Este

resultado podría reafirmar la posibilidad de recomendar el 3 de inclusión de esta grasa en

dietas para rumiantes, lo que coincide con David et al. (1999), quienes estudiaron los efectos

de una grasa hidrogenada de pescado frente a otra grasa de sobrepaso elaborada con sebo

bovino.

66

Weisbjerg et al. (1992) encontraron que la digestibilidad del sebo bovino disminuyó a medida

que la ingesta de AG se incrementó de 200 a 900 g.d-1

en relación al consumo de la MS; de tal

modo que la digestibilidad aparente fue mayor al 3 % de la MS en comparación con niveles del

0 %, pero se redujo a niveles del 6 %.

El aumento de la digestibilidad de la grasa en las ingestas bajas (3 %) podría indicar que la

grasa suplementaria es más digerible que la grasa en la dieta basal (NRC, 2001). Además, en

un resumen de 20 estudios realizado por Jenkins (1994) se demostró una disminución de la

tasa de digestibilidad de la grasa a medida que aumentó su consumo.

Los resultados del presente estudio coinciden con estas afirmaciones y son muy cercanos a las

recomendaciones de Hess et al. (2001), Maia et al. (2006) y Martin et al. (2008) quienes

consideraron que las grasas de sobrepaso no se pueden suministrar en niveles mayores al 4 % y

a las de David et al. (1999) que a su vez recomendaron niveles máximos 5.5 %.

La caracterización de RAP y SO, validó a estos como alimentos para uso animal, para lo cual

se transformó dichas materias primas en grasas de sobrepaso debido a su alto contenido graso.

Los estudios de solubilidad, degradabilidad y digestibilidad, confirman la idoneidad de los

procedimientos de protección utilizados, lo que permite recomendar su utilización en la

suplementación energética de los bovinos.

Sin embargo, se consideró necesario comparar en forma preliminar y mediante prueba

biológica, los efectos productivos que pueden tener las grasas de sobrepaso estudiadas, en la

alimentación de vacas lecheras Jersey en condiciones de pastoreo.

67

Capítulo VI. Suplementación con grasas de sobrepaso RAPPCA, SOPCA y comercial en

la producción de vacas jersey. Prueba biológica.

VI.1 Introducción

Una moderada movilización de reservas grasas se considera normal (Arraño et al. 2007). Si el

déficit de energía es mayor, la movilización de grasa excede la capacidad que el hígado tiene

para metabolizarla, lo que produce cambios en la concentración de metabolitos y hormonas del

metabolismo intermediario que interactúan con el eje hipotálamo-hipófisis-ovarios y ocasiona

un retraso en la reactivación fisiológica reproductiva (Galvis, 2005).

Para enfrentar la situación descrita, se consideró primero la suplementación energética a vacas

lecheras con granos de cereales (Pinos et al. 2012) y posteriormente se propuso el uso de

grasas no inertes a nivel ruminal, y finalmente la utilización de grasas protegidas de la

degradación ruminal (Gagliostro y Schroeder 2007), para aprovechar el impacto que tienen

los AG en el metabolismo y la respuesta hormonal e inmunológica (Jenkins et al. 2008) que

mejoran el crecimiento, el desarrollo folicular y favorece la ovulación (Díaz et al. 2009).

Además de los efectos productivos y reproductivos ampliamente estudiados por la

suplementación con grasas de sobrepaso, Salgado et al. (2008) informaron que la relación

entre el peso de los animales y su condición corporal influyó en la producción de leche, perfil

metabólico sanguíneo y salud animal.

Razz y Clavero (2004) mencionaron que el uso de grasas de sobrepaso identificó desbalances

nutricionales y balance energético negativo, que inciden en el desempeño productivo y

reproductivo del rebaño bovino.

Por otro lado, el BEN en vacas se traduce en un retraso de la ovulación posparto, por falta de

metabolitos para secreción hormonal, que afecta la rentabilidad de las producciones lecheras

(Moyano y Rodríguez, 2014).

68

Si las grasas protegidas se obtienen con la utilización de elementos contaminantes, además de

lograr los efectos positivos en la producción lechera, se beneficiaría el medio ambiente al

reducir la contaminación por estos subproductos.

En el capítulo III de esta tesis, se demostró que los RAP y SO son alimentos aptos para la

alimentación animal; en el capítulo IV se determinaron los métodos de saponificación posibles

de utilizar; y en el capítulo V, se definieron los métodos más eficientes de protección en base a

estudios de solubilidad, degradabilidad y digestibilidad. En consecuencia de esto se consideró

necesario determinar de modo preliminar, los efectos productivos, de fisiología sanguínea y

rentabilidad de vacas Jersey.

Por lo expuesto, se propusieron los siguientes objetivos:

1. Comparar de modo preliminar los efectos de la suplementación con RAPPCa, SOPCa y

una grasa de sobrepaso comercial en la producción de vacas Jersey.

2. Valorar los efectos de la suplementación sobre los indicadores de la química sanguínea.

3. Estimar el beneficio/costo por el empleo de grasas sobre pasantes en un hato lechero de

vacas Jersey en Ecuador.

VI.2 Materiales y métodos

VI.2.1 Localización

La hacienda la Virginia (capítulo II) está ubicada a 2780 m.s.n.m., 01° 42’32” de latitud Sur y

78°35’32” de longitud occidental; la temperatura promedio anual fue de 14.1 °C, una

precipitación de 400.1 maeño-1

y la humedad relativa de 67.2 % (Vega y Jara 2009).

VI.2.2 Procedimiento y diseño experimental

De un total de 65 vacas Jersey existentes en la hacienda Virginia, se escogieron 12 vacas puras

con registro, al iniciar el octavo mes de gestación. Además de cumplir con las especificaciones

de peso, edad y número de partos señaladas en el capítulo II de la presente tesis, se

seleccionaron aquellas vacas que en su registro individual constaban como productoras de más

de 15 litros de leche por día.

69

En el anexo 1 se muestra la composición bromatológica del forraje. La composición de la

mezcla forrajera del pastizal fue: L. perenne (20 %), Trifolium repens (25 %), Dactilys

glomerata (20 %), Holcus lanatus (10 %) y M. sativa (25 %).

La mezcla descrita se encuentra establecida en 8 potreros de la hacienda y que se manejan

mediante pastoreo rotacional de 45 días, con apoyo de una cerca eléctrica.

De acuerdo a las recomendaciones de la NRC (2001), se calculó los requerimientos

nutricionales de las vacas para mantenimiento (PV 0.75

) + producción de leche (15 litros por

animal y por día) + contenido graso de la leche (5 %) y + cambio en el peso corporal (-0.5

kg.día-1

).

A los requerimientos nutricionales estimados, se restó el aporte nutricional de la mezcla

forrajera (anexo 1) y para cubrir el déficit nutricional del pasto, se formularon dietas de

concentrado (pienso) en los que se incluyeron RAPPCa (3.3 %), SOPCa (3.1 %) y grasa

comercial (2.7 %), por efectos del balance alimentario (tabla 18).

El hato ganadero total se encontraba dividido en lotes de vacas secas, vacas en producción,

terneras, vaquillas y vaconas.

Los animales que se seleccionaron para este experimento, recibieron un manejo nutricional

cercano a las condiciones normales de la ganadería particular y su diferencia fue básicamente

la suplementación con los piensos señalados anteriormente.

Los tratamientos evaluados fueron:

1. Suministro de concentrado con inclusión de RAPPCa

2. Suministro de concentrado con inclusión de SOPCa

3. Suministro de concentrado con inclusión de una grasa comercial.

4. Tratamiento testigo sin suplemento.

Se incluyó el tratamiento sin suplementos debido a que los ganaderos de la Sierra ecuatoriana,

rara vez suplementan con piensos a sus animales y producen solo en condiciones de pastoreo;

lo que posibilitó realizar inferencias de tipo práctico y de utilidad local.

70

Tabla 18. Formulación del concentrado experimental (kg)

MATERIA PRIMA, kg Grasa comercial SOPCa RAPPCa

Maíz 300.0 300.0 300.0

Polvillo de arroz 200.0 200.0 200.0

Torta de palmiste 150.0 150.0 150.0

Harina de soya al 47 % 145.0 143.0 143.0

Afrecho de trigo 132.0 134.0 135.0

Grasa comercial 27.0 0.0 0.0

SOPCa 0.0 31.0 0.0

RAPPCa 0.0 0.0 33.0

Carbonato de calcio 22.0 18.0 15.0

Melaza de caña 20.0 20.0 20.0

Cloruro de sodio 2.8 2.8 2.8

Sal mineral 2.0 2.0 2.0

TOTAL 1000.8 1000.8 1000.8

Proteína, % 16.0 16.0 16.0

Energía neta, kcal.kg-1

1.7 1.7 1.7

Las variables estudiadas fueron las siguientes:

Peso vivo de las vacas a intervalos de 15 días a partir del octavo mes de gestación

(cinta bovino métrica marca Genia ® según procedimiento de Heinrichs y Lammers,

2001).

Condición corporal posparto (8 horas después del parto) con intervalos de 15 días hasta

el día 75 posparto (escala de 5 puntos propuesta por Edmonson et al. (1989).

Contenido graso de la leche al parto, a los 25 días y 75 días posparto (AOAC, 2005),

las muestras se tomaron por triplicado luego del ordeño de la mañana.

71

Contenido de glucosa (Test fotométrico enzimático GOD-PAP DiaSys, 2012),

colesterol total, colesterol HDL (Fosfotungstato de magnesio DiaSys, 2012), colesterol

LDL (Prueba enzimática CHOD-PAP DiaSys, 2012), triglicéridos (Test colorimétrico

enzimático con la utilización de glicerol-3-fosfato-oxidasa (GPO) DiaSys, 2012). Estas

mediciones se realizaron a nivel plasmático con intervalos de 15 días a partir del octavo

mes de gestación, hasta el día 75 posparto, con los servicios de Laboratorio LACFE

Riobamba-Ecuador.

Concentración de progesterona (P4) al octavo mes de gestación y al parto con los

servicios de Laboratorio LACFE (Progesterone II Cal Set, Roche 2014) Riobamba-

Ecuador.

Intervalo parto primer servicio (días).

Número de servicios por concepción.

Total de producción de leche (L)

Producción de leche por vaca y por día.

Indicador beneficio/costo.

Para las variables glucosa, colesterol, triglicéridos, LDL y HDL fue necesaria una sola muestra

con 20 ml de sangre. Otra muestra de sangre diferente se tomó para el análisis de progesterona.

En todos los casos, las muestras sanguíneas se extrajeron a las 6 h 00, con excepción de la

muestra de progesterona posparto que se la tomó 8 horas después del parto, con la finalidad de

que se exprese el efecto de amamantamiento.

Las vacas se seleccionaron de acuerdo al diseño experimental y se las identificaron por medio

de un collar distintivo plástico de colores. Las vacas se sometieron a un régimen de pastoreo (8

horas por día) y se las suplementó con 1 kg.animal-1

, dos veces al día.

72

Mientras las vacas entraban al octavo mes de gestación, se ofreció el concentrado a las 8 h00

diariamente, mientras que conforme se producía el parto, estas recibieron la suplementación (1

kg.animal-1

.día-1

) previo al ordeño de la mañana (6 h00) y de la tarde (16 h00).

Para cumplir con el análisis estadístico establecido, se buscó que un grupo de 4 vacas cumplan

con las condiciones experimentales; en el que cada vaca recibió uno de los 4 tratamientos

contemplados (1 vaca = una unidad experimental). Cada vez que se cumplió esta condición se

consideró una réplica (3).

Los tiempos de evaluación y sus equivalencias fueron:

Día 1 = día 240 de gestación Día 15 = día 255 de gestación

Día 30 = al parto Día 45 = 15 días posparto

Día 60 = 30 días posparto Día 75 = 45 días posparto

Día 90 = 60 días posparto Día 105 = 75 días posparto

El trabajo de campo tuvo una duración de 120 días, 15 días de adaptación a los piensos y 105

días para las mediciones experimentales.

Los tratamientos fueron distribuidos según un diseño completamente aleatorizado replicado en

tiempo. Los resultados experimentales fueron sometidos a análisis de varianza y la separación

de medias, según Duncan (1955) a los niveles de probabilidad de P ≤ 0.05.

Para el análisis de las medias originales de CC, se realizó estadística no paramétrica con la

prueba de Kruskal Wallis (1957) y se aplicó la dócima de Conover (1999) para la

comparación de los rangos medios. Para las medias que no presentaron variabilidad, no se

realizaron análisis de varianza. Todos los análisis estadísticos se realizaron con el paquete

informático INFOSTAT (Di Rienzo et al. 2012).

Resultados y discusión

Peso de las vacas y sus crías

En la tabla 19 se observa que el peso de las vacas fue similar entre tratamientos al octavo mes

de gestación (Día 0) y 15 días antes de parto (día 15). Al parto (día 30), estos mostraron

73

diferencias entre tratamientos (p ≤ 0.0023) y volvieron a ser similares en los días 15, 30 y 45

posparto.

Las vacas que se suplementaron con RAPPCa mostraron el mayor peso al parto (día 30 de

evaluación), seguido de las vacas suplementadas con SOPCa y grasa comercial, entre las

cuales a su vez, el peso fue similar. Todas las vacas suplementadas con grasas protegidas

presentaron pesos superiores frente a las vacas no suplementadas (testigo).

Al día 60 posparto (día 90 del estudio), el peso de las vacas suplementadas con RAPPCa

SOPCa y grasa comercial fue similar pero superior al de las vacas del tratamiento control.

Tabla 19. Peso de las vacas suplementadas con grasas de sobrepaso, antes y después del parto

y peso de los terneros al nacer (kg).

Pesos, kg

Tratamientos

EE significancia Testigo RAPPCa SOPCa

Grasa

comercial

Día 1 420.3 421.0 419.3 419.7 2.97 P=0.978

Día 15 422.3 423.3 421.0 421.7 2.93 P=0.949

Día 30 376.0 a 391.3

c 384.3

b 385.3

b 1.80 P=0.002

Día 45 375.3 374.0 372.7 372.0 1.93 P=0.640

Día 60 374.7 371.7 377.7 376.7 1.67 P=0.132

Día 75 361.00 364.7 363.0 364.7 1.52 P=0.335

Día 90 355.0 a 361.3

b 361.3

b 360.7

b 1.52 P=0.008

Peso ternero 23.6 a 26.2

c 25.4

bc 24.6

ab 0.49 P=0.023

Medias con letras distintas difieren a P < 0.05 según Duncan (1955)

El mayor peso de las crías al nacimiento fue para las nacidas de vacas suplementadas con

RAPPCa y SOPCa, sin diferencias de peso entre ellas. Similares pesos presentaron las crías de

vacas suplementadas con grasa comercial comparadas con el tratamiento control y el de las

crías de vacas suplementadas con grasa comercial comparados con el peso de las crías de vacas

suplementadas con SOPCa.

Las vacas del tratamiento testigo, que no recibieron grasas protegidas en el suplemento,

mostraron los menores pesos al parto y el menor peso de sus crías al nacimiento. Por otro lado,

el peso de las crías al nacimiento fue similar entre las vacas no suplementadas (testigo) y

aquellas que recibieron grasa comercial en el concentrado.

74

El peso similar de los animales al iniciar el experimento supone la no influencia de éste sobre

el peso de las vacas en posteriores mediciones, hecho que además fue ratificado por análisis de

covarianza.

Se conoce que la suplementación alimentaria durante la gestación influye en el peso vivo de las

vacas al parto (Fandiño et al. 2003).

Los resultados de la presente investigación están de acuerdo con dicha afirmación, puesto que

la suplementación alimentaria con RAPPCa en el preparto influyó sobre menores pérdidas de

peso al parto y sobre un mayor peso de las crías al nacimiento, en comparación con vacas no

suplementadas, inclusive en relación a la grasa comercial evaluada.

Elliott et al. (2011) advirtieron que un eventual descenso del peso y condición corporal en el

preparto, se debe a una disminución en la ingestión de la MS y provoca dificultades al parto.

Estos efectos no se presentaron en el presente estudio, por lo que tal vez sea posible afirmar

que las grasas suplementadas, no se hidrogenaron en el rumen.

Galvis (2005) encontró pérdidas de peso posparto hasta de 27.2 kg para vacas Holstein bajo

pastoreo (Pennisetum clandestinum) y suplementadas con concentrado comercial según los

niveles de producción de leche; el peso fue menor a medida que avanzó la lactancia debido a

que la vaca reduce la ingestión de MS, se elevan los requerimientos de energía y aumenta la

producción de leche.

Una tendencia similar en relación a la disminución del peso y CC de las vacas conforme

avanza el tiempo posparto fue encontrada en este estudio, aun cuando esas pérdidas de peso

fueron menores en vacas suplementadas con RAPPCa.

En la tabla 20 se muestran los rangos no paramétricos, medias originales y desviación estándar

de la CC de las vacas en estudio.

75

La CC de las vacas fue similar desde el octavo mes de gestación (día 1) hasta los 30 días

posparto (día 60). Las vacas que recibieron RAPPCa en el suplemento y durante la primera

evaluación (día 1), no mostraron variabilidad en la calificación de la CC (P>0.05).

Tabla 20. Condición corporal de vacas suplementadas con grasas de sobrepaso, antes y

después del parto.

Día de Tratamientos Significancia

evaluación Testigo RAPPCa SOPCa Grasa

comercial

Día 1

5.50 7.00 2.50

P=0.1214 (3.33) (3.47) (3.60) (3.53)

DE=0.15 DE=0.10 DE=0.06

Día 15

4.83 6.33 7.33 7.50

P=0.7781 (3.30) (3.47) (3.50) (3.53)

DE=0.26 DE=0.21 DE=0.17 DE=0.21

Día 30

4.00 7.50 7.50 7.00

P=0.5731 (3.10) (3.40) (3.37) (3.30)

DE=0.26 DE=0.26 DE=0.35 DE=0.26

Día 45

2.17 9.17 7.83 6.83

P=0.0878 (2.57) (3.40) (3.27) (3.17)

DE=0.21 DE=0.42 DE=0.30 DE=0.21

Día 60

2.00 9.33 8.17 6.50

P=0.0646 (2.30) (3.30) (3.13) (2.97)

DE=0.06 DE=0.30 DE=0.47 DE=0.25

Día 75

2.00 a 10.00

b 8.00

b 6.00

ab

P=0.0444 (2.20) (3.27) (3.00) (2.80)

DE=0.10 DE=0.25 DE=0.53 DE=0.10

Día 90

6.00 ab

9.75 b 7.50

b 2.00

a

P=0.0205 (2.13) (3.35) (3.00) (2.80)

DE=0.12 DE=0.21 DE=0.44 DE=0.10

Medias con letras distintas difieren a P<0.05 según Conover (1999)

() Medias originales DE= Desviación estándar

Las vacas del tratamiento testigo, tuvieron una menor evaluación de la CC al día 45 posparto

(día 75 de evaluación), en comparación con las que se suplementaron con RAPPCa y SOPCa,

pero su CC fue similar a las de las vacas suplementadas con grasa comercial (p ≤ 0.0444).

Al día 60 posparto (día 90 de evaluación), la CC fue similar entre el tratamiento testigo y los

suplementados con RAPPCa y SOPCa; mientras la CC de las vacas suplementadas con grasa

76

comercial fue similar al tratamiento testigo e inferior al de las vacas suplementadas con

RAPPCa y SOPCa.

Galvis (2007) en vacas Holstein observó una pérdida constante de la CC entre 10 y 50 días

posparto y puntualizó que estas pérdidas fueron significativas a los 40 y 50 días posparto. Los

resultados de la presente investigación coinciden con este estudio, puesto que las diferencias se

presentaron a los día 45 y 60 posparto (días 75 y 90 de medición).

Los resultados de este estudio coinciden también con los obtenidos por Cevallos et al. (2001),

quienes encontraron que los valores promedio para la CC en el preparto fueron superiores a los

promedios observados durante el posparto.

Sin embargo, pérdidas en la CC en el preparto pueden estar relacionadas con un desbalance

energético de las vacas que solamente se mantienen en pastoreo (Barboza et al. 2014) lo que

sugiere la necesidad de suplementar a las vacas antes del parto puesto que las vacas no

suplementadas de este estudio, mostraron también pérdidas en la CC en el preparto y que

fueron más drásticas en el posparto. Estas pérdidas pudieron relacionarse con las pérdidas de

peso de los animales, tal como afirmaron Villa et al. (2011).

La relación entre la CC, los parámetros sanguíneos e indicadores productivos, se discuten más

adelante para cada una de las variables en particular.

Indicadores sanguíneos

Las concentraciones plasmáticas de glucosa solo mostró diferencias el día del parto

(P=0.0095). Las vacas suplementadas con RAPPCa mostraron menor concentración de glucosa

(49.04 mg.dL-1

) con relación a las suplementadas con SOPCa (64.43 mg.dL-1

), tratamiento

testigo (66.91 mg.dL-1

) y grasa comercial (68.45 mg.dL-1

), entre los cuales en cambio no hubo

diferencias.

Las concentraciones de glucosa observadas en este estudio, se encuentran dentro del rango

normal (40-80 mg.dL-1

) señalados para bovinos adultos (RAR, 2000).

77

Las concentraciones plasmáticas de glucosa en las vacas suplementadas y no suplementadas

con grasas cálcicas de RAP, SO y comercial, mostraron una tendencia cúbica (figura 7).

Figura 7. Curvas de tendencia de las concentraciones de glucosa plasmática en vacas

suplementadas con diferentes grasas de sobrepaso.

Las tendencias observadas en la figura 7 indican que las concentraciones de glucosa

disminuyen de forma gradual en vacas suplementadas con RAPPCa (y = -0.5516 x3 + 8.2174

x2 - 37.617 x + 105.39) y SOPCa (y = -0.3262 x

3 + 5.0764 x

2 - 24.308 x + 95.482) desde el

octavo mes de gestación hasta el día 7 posparto.

Por otra parte, las vacas no suplementadas (y = 0.2262 x3 - 2.9391 x

2 + 8.5462 x + 61.327)

presentan las menores concentraciones de glucosa en el día 60 posparto, tiempo en el cual las

vacas suplementadas con RAPPCa y SOPCa experimentan un pico ascendente de glucosa.

Las vacas suplementadas con grasa comercial (y = 0.0692 x3 - 0.8894 x

2 + 2.5909 x + 63.176),

presentaron niveles más estables de glucosa en sangre en los diferentes tiempos de medición, a

pesar que la predicción de dicho comportamiento es muy bajo (R2 = 0.193).

40

45

50

55

60

65

70

75

80

1 15 30 45 60 75 90 105

TESTIGO RAPPCa SOPCa COMERCIAL

Días de medición

Co

nce

ntr

ació

n d

e G

luco

sa, m

g.d

L-1

78

En los últimos días de gestación de vacas en pastoreo, Barboza et al. (2014) observaron una

mayor concentración sanguínea de glucosa en vacas con alta CC, en comparación a vacas con

moderada CC. Estos resultados coinciden con los encontrados en la presente investigación.

En períodos posteriores al parto, las variaciones en la CC guardan una relación con la

producción de leche y la glucemia, lo que implica que los niveles de glucosa no siempre son

detectados en sangre. Al respecto, Razz y Calvero (2004) no encontraron efectos de la

suplementación sobre los contenidos de glucosa sanguínea. Sin embargo, Piantoni et al.

(2015) encontraron un incremento en los niveles de glucosa en vacas suplementadas con dietas

que contenían altos niveles de AG saturados.

Por otro lado, los resultados del presente estudio están de acuerdo con Harrison et al. (1990),

quienes afirmaron que los niveles de glucosa se deben al desarrollo fetal en el último tercio de

la gestación y al inicio de la síntesis láctea que se expresa a su vez en el posparto temprano.

Cevallos et al. (2001) observaron que la glucosa presentó un aumento en la segunda semana

preparto, para luego disminuir en forma sostenida hasta la segunda semana posparto,

posiblemente porque ellos observaron una asociación positiva entre los niveles de glucosa y los

de producción de leche, lo que coincide con los resultados del presente estudio.

Al observar las concentraciones de glucosa obtenidos por Razz y Calvero (2004), se puede

pensar en una tendencia similar a la encontrada en el presente estudio.

La tabla 21 muestra las concentraciones plasmáticas de colesterol total. En el preparto, no hubo

diferencias entre tratamientos (P>0.05). Este mismo comportamiento se observó en el día 30,

60 y 75 posparto. Por su parte, los niveles de colesterol al parto (día 30) fueron superiores en

vacas suplementadas con RAPPCa, en comparación con los demás tratamientos (P<0.05).

Las concentraciones de colesterol total para el día 15 posparto (día 45), fueron superiores en

vacas tratadas con RAPPCa y grasa comercial, en comparación con las presentadas por vacas

tratadas con SOPCa y el tratamiento testigo (P< 0.05).

79

Tabla 21. Concentraciones de colesterol total (mg.dL-1

) en vacas suplementadas con diferentes

grasas de sobrepaso, antes y después del parto.

Días de

medición

Tratamientos

EE Significación Testigo RAPPCa SOPCa COMERCIAL

Niveles de colesterol, mg.dL-1

Día 1 93.5 117.9 127.6 104.8 13.93 P=0.386

Día 15 97.1 128.2 114.9 89.3 21.05 P=0.581

Día 30 101.9 a 163.8

b 122.6

a 119.2

a 12.51 P=0.042

Día 45 106.8 a 158.7

b 121.0

a 162.5

b 11.04 P=0.017

Día 60 112.3 169.5 135.3 149.9 9.51 P=0.233

Día 75 110.2 a 154.9

bc 129.6

ab 166.1

c 9.51 P=0.013

Día 90 100.8 152.6 138.6 156.2 20.59 P=0.283

Día 105 139.8 165.8 131.1 155.9 24.77 P=0.759

Medias con letras distintas en la misma fila difieren a P<0.05 (Duncan, 1955)

Para el día 45 posparto (día 75), las concentraciones plasmáticas de colesterol total fueron más

altas en vacas suplementadas con grasa comercial en comparación con los demás tratamientos.

Las vacas tratadas con RAPPCa y SOPCa tuvieron concentraciones similares de colesterol,

pero las suplementadas con RAPPCa tuvieron mayores niveles de colesterol que las del

tratamiento testigo (P< 0.05).

La tendencia de las concentraciones de colesterol se muestra en la figura 8.

Figura 8. Curvas de tendencia de las concentraciones de colesterol en vacas suplementadas

con grasas de sobrepaso.

3

8

13

18

23

28

0 15 30 45 60 75 90 105

Polinómica ( TESTIGO) Polinómica (RAPPCa)

Polinómica (SOPCa) Polinómica (Comercial)

Co

nce

ntr

ació

n d

e c

ole

ste

rol,

m

g *d

L-1

Días de medición

80

Se puede observar que las vacas mostraron una tendencia cubica para el incremento de los

niveles de colesterol en todos los casos. La línea de tendencia de RAPPCa (y = -7E-05 x3 +

0.0143 x2 - 0.9252 x + 27.942 y coeficiente de regresión R

2 = 0.911) fue similar a la de SOPCa

(y = -2E-05 x3 + 0.0065 x

2 - 0.6049 x + 25.401 y coeficiente de regresión R

2 = 0.826).

La grasa comercial mostró una tendencia (y = 7E-05 x3 - 0.0072 x

2 - 0.0114 x + 19.166 y un

valor de R2 = 0.858) diferente a SOPCa y RAPPCa al iniciar el experimento, pero para el día

15 posparto, el comportamiento fue similar.

Las vacas suplementadas con RAPPCa presentaron mayores niveles de colesterol total, hasta

rebasar el día 30 posparto, tiempo en el cual estos niveles mostraron una tendencia a ser

superados por la suplementación con grasa comercial. Las mayores concentraciones de

colesterol con SOPCa, mostraron una tendencia a presentarse más temprano (antes del día 15

preparto), en relación con las concentraciones de colesterol en vacas suplementadas con grasa

comercial.

Las vacas que no fueron suplementadas con grasas protegidas, mostraron menores niveles

predictivos de colesterol en todos los tiempo de medición (y = 6E-05 x3 - 0.008 x

2 + 0.2776 x +

16.827 y un valor de R² = 0.099).

Moyano y Rodríguez (2014) observaron que inicialmente, los niveles de colesterol en vacas

que recibieron 0, 200 y 400 g.día-1

de grasas de sobrepaso, sobrepasaron el rango de referencia

(80 a 120 mg.dL-1

), debido quizás a un desbalance energético y proteico en los requerimientos

de los animales. Estos resultados son coincidentes con los del presente estudio, puesto que

todos los tratamientos mostraron altos niveles de colesterol al iniciar el experimento.

Zárate et al. (2011) observaron que una suplementación lipídica en el posparto, además de

aumentar las concentraciones de colesterol, influyó directamente en el incremento de la

concentración de progesterona.

Debido a que en este estudio se suplementó con grasas de sobrepaso desde el octavo mes de

gestación, los niveles decrecientes de colesterol en sangre, se pudieron deber a un incremento

81

de los niveles de progesterona, la que pudo ser necesaria para llevar a mejor término la

gestación de las vacas.

Esta última suposición se basa en lo afirmado por Harrison et al. (1990) quienes consideraron

que el crecimiento fetal en el último tercio de la gestación y la síntesis de leche al inicio de la

lactancia, se caracterizan por una disminución en las concentraciones de glucosa y colesterol.

No obstante, Villa et al. (2011) encontraron que los cambios en el peso y la condición corporal

de las vacas, no se vieron reflejados en los metabolitos sanguíneos relacionados con el

metabolismo energético, entre los que incluyeron al colesterol; efectos similares pudieron

presentarse también en los resultados del presente estudio.

Por otro lado, la concentración de triglicéridos y las concentraciones de ácidos grasos de alta

densidad (HDL) en el plasma sanguíneo de las vacas en estudio fueron similares en todos los

tiempos de evaluación y en todos los tratamientos (P > 0.05).

La similitud en los niveles de los triglicéridos del presente estudio, son similares a los

resultados obtenidos por Giraldo (2011), quienes encontraron que las concentraciones de

triglicéridos para hembras con mayor y menor CC no sufrieron cambios significativos. Los

niveles de triglicéridos se encuentran dentro de los referidos por Bertoni y Picciolo (1999)

para la especie bovina.

Diskin et al. (2003) señalaron que un balance energético negativo prolongado, podría

comprometer el desempeño reproductivo de hembras con bajo peso corporal, como

consecuencia de niveles bajos de HDL. Este efecto posiblemente no se presentó en este

estudio, puesto que no existieron diferencias en las concentraciones de HDL.

Niveles crecientes de aceite de girasol adicionados a las dietas de vacas Jersey, no influyeron

en diferencias estadísticas de la concentración de HDL (Rizzo et al. 2014). Estos resultados

confirman los encontrados en el presente estudio. Osorio (2013) señaló que en bovinos y otras

especies, predominan las lipoproteínas de alta densidad (HDL) y sus incrementos son una

respuesta al aumento de grasas y colesterol en la dieta. Sin embargo, en el presente estudio esta

82

respuesta no se observó, puesto que no existieron diferencias en los niveles de HDL entre

vacas suplementadas y no suplementadas.

La tabla 22 se muestra las concentraciones de LDL.

Tabla 22. Concentraciones de LDL en vacas suplementadas con grasas de sobrepaso, antes y

después del parto.

Días de

medición

Tratamientos

EE Significación Testigo RAPPCa SOPCa Grasa

comercial

Concentraciones de LDL, mg.dL-1

Día 1 66.7 a 85.2

b 84.5

b 90.0

b 2.76 P=0.002

Día 15 67.2 a 85.9

b 83.7

b 86.2

b 3.20 P=0.008

Días 30 65.9 a 92.8

c 84.1

b 86.1

bc 2.36 P=0.002

Día 45 66.1 a 88.3

bc 82.7

b 92.6

c 2.39 P=0.003

Día 60 70.3 a 89.6

b 88.0

b 93.5

b 2.56 P=0.009

Día 75 66.6 a 86.5

b 85.4

b 96.0

c 2.83 P=0.005

Día 90 67.0 a 85.9

b 90.8

bc 100.2

c 3.27 P=0.006

Día 105 72.5 90.3 90.5 99.2 5.79 P=0.060

Medias con letras distintas en la misma fila difieren a P<0.05 (Duncan, 1955)

En el preparto, las concentraciones plasmáticas de LDL fueron superiores en vacas que se

suplementaron con una de las grasas protegidas en estudio, en comparación con las vacas del

tratamiento testigo (P< 0.01). Entre el octavo mes de gestación (día 1) y el día 60 posparto, las

vacas del tratamiento testigo, mostraron menores niveles de LDL, en comparación con las

vacas que se suplementaron con grasas protegidas (P< 0.01).

La concentración de LDL al parto (día 30) mostró que las vacas que recibieron RAPPCa y

grasa comercial tuvieron similar comportamiento, pero presentaron mayores niveles en

relación a las vacas suplementadas con SOPCa y al tratamiento testigo (P< 0.001).

Del día 15 al 60 posparto, las vacas suplementadas con grasa comercial tuvieron mayores

concentraciones de LDL que las suplementadas con RAPPCa y SOPCa.

Los niveles de LDL se encuentran dentro del rango establecido para bovinos por Bertoni y

Picciolo (1999). Por otro lado, Giraldo (2011) al estudiar la relación entre varios parámetros

83

metabólicos séricos en relación a la condición corporal de vacas, concluyeron que las vacas

con mayor CC mostraron mayores niveles de LDL en sangre.

Los niveles de LDL encontrados por Villa et al. (2011) en el pre y posparto de vacas fue

similar y los niveles de LDL oscilaron entre el 16 y 20 % del colesterol total. Estos resultados

difieren de los encontrados en el presente estudio, debido a que en el posparto de las vacas

Jersey, se encontraron niveles mayores de LDL que en el posparto, posiblemente por influencia

de la raza de los animales relacionada con los niveles de producción de leche y la calidad de las

grasas suministradas. En el presente estudio la fracción LDL estuvo alrededor del 60 % que

puede ser un indicador de mayor calidad de la grasa suministrada.

Las concentraciones plasmáticas de progesterona al inicio del experimento (octavo mes de

gestación) se compararon con las encontradas 8 horas después del parto (figura 9).

Figura 9. Concentraciones plasmáticas de P4 al inicio del experimento y al finalizar la

gestación de vacas Jersey

Las concentraciones de progesterona (P4) fueron similares en las vacas que iniciaron el octavo

mes de gestación (P> 0.05) y mostraron diferencias al parto (p ≤ 0.003); tiempo al cual las

vacas suplementadas con RAPPCa mostraron mayores niveles de P4 (14.27 ng*mL-1

), en

9.9 9.5

9.3 9.5

9.8c

14.3a

11.6b

10.7bc

8

9

10

11

12

13

14

15

TESTIGO RAPPCa SOPCa COMERCIAL

P4 inicial, ng.mL-1 P4 final, ng.mL-1

EE= 0.69; P˂0.003

84

comparación con las vacas suplementadas con SOPCa (11.62 ng.mL-1

), grasa comercial (10.71

ng.mL-1

) y el tratamiento testigo (9.81 ng.mL-1

).

La P4, estradiol, testosterona y otras hormonas, son de naturaleza lipídica, por lo que los lípidos

incrementan sus niveles y modulan la producción de prostaglandinas (Hernández y Díaz

2011). Así por ejemplo, las vacas mestizas Brahman alimentadas con dietas ricas en lípidos,

tuvieron una mayor concentración de progesterona (Williams, 1989) y ésta a su vez puede

estar correlacionada con los niveles de estrógenos (17 β-estradiol), si el líquido folicular

presenta alto contenido de ácidos grasos libres (Aardema et al. 2015).

El colesterol es el precursor de la síntesis de P4, en la preñez la secreción de prostaglandinas

(PGF2∞) por parte del útero se inhibe y la concentración de P4 en plasma se incrementa. Sin

embargo, la sensibilización del útero con P4 es necesaria para estimular el descenso de PGF2α

(Filley et al, 1998).

Por lo expuesto, el incremento de colesterol plasmático, dependiente de los niveles de

ingestión de grasa, puede incidir en el incremento de los niveles de P4 que sensibilicen al útero

para una más baja producción de prostaglandinas; y las vacas a su vez, puedan fortalecer su

estado de gestación. Probablemente esta sea la razón para el mayor peso observado en crías

provenientes de vacas suplementadas con RAPPCa, ya que tuvieron las más altas

concentraciones de P4.

Altos niveles de insulina se podrían asociar a la mayor absorción de glucosa y propionato.

Además, la producción de leche y específicamente la producción de grasa y lactosa, demandan

altos niveles de glucosa (Fiol, 2013). Lo señalado resulta concomitante con los resultados

encontrados en este estudio, puesto que las vacas suplementadas con RAPPCa mostraron

menores niveles de glucosa plasmática, pero fueron éstas las que parieron crías más pesadas,

produjeron más leche y mostraron mejores respuestas reproductivas, lo que sugiere que estas

vacas utilizaron la glucosa presente para estos fines.

85

Niveles bajos de glucosa en sangre podrían indicar déficit en el balance energético del animal y

redundar en una disminución de los porcentajes de fertilidad (Rodríguez et al. 2004), aspecto

que se pudo presentar en las vacas suplementadas con SOPCa y grasa comercial, pues en estos

tratamientos se observaron niveles más bajos de fecundidad.

Los valores plasmáticos de glucosa y colesterol varían al cambiar la calidad de la alimentación

(Di Michele et al. 1977). Sin embargo, en este estudio las diferencias en la concentración de

colesterol solo se presentaron desde el parto hasta el día 45 posparto, con mayores niveles para

las vacas suplementadas con RAPPCa y menores al suplementar con grasa comercial.

Kumar et al. (2004), encontraron que los valores normales de concentración de colesterol en

vacas osciló entre 80 y 240 mg.dL-1

. Los valores encontrados en la presente investigación se

encontraron dentro de este rango (89.31 y 169.48 mg.dL-1

).

Moyano y Rodríguez (2014) encontraron que las vacas suplementadas con grasa protegida

evidenciaron un incremento en los niveles de colesterol, y que la inclusión de grasa protegida

en la dieta de vacas recién paridas sirvió de coadyuvante para la producción de hormonas

gonadotrópicas y esteroides que están directamente relacionadas con la próxima ovulación.

Efectos similares se pudieron presentar en el presente estudio, puesto que en ningún caso se

presentaron los valores máximos de concentración de colesterol total referidos por Kumar et

al. (2004), lo que supone su utilización en la respuesta reproductiva expresada en el porcentaje

de fertilidad de las vacas suplementadas con las grasas evaluadas, que en todos los casos

superaron a las vacas no suplementadas.

A pesar de lo señalado, Bedoya et al. (2012) recomendaron medir las concentraciones de HDL

y LDL, puesto que están involucradas en el transporte de lípidos endógenos e intervienen en la

producción de hormonas esteroideas (progestágenos, corticosteroides y hormonas sexuales).

Tal vez esta constituya una explicación válida para sustentar los mayores niveles de

progesterona que se observaron en vacas suplementadas con RAPPCa, en relación a las

suplementadas con SOPCa, grasa comercial y el tratamiento testigo.

86

Rodríguez et al. (1998) encontraron que una escasa capacidad del cuerpo de las vacas para

eliminar triglicéridos, reduce la producción de leche, hecho que no se presentó en este estudio,

puesto que, los niveles de triglicéridos fueron similares entre los tratamientos.

Indicadores productivos y de rentabilidad

En la tabla 23 se presentan los resultados productivos y de rentabilidad, observados en vacas

suplementadas con diferentes grasas protegidas frente al tratamiento testigo (sin

suplementación grasa).

Tabla 23. Parámetros productivos de vacas suplementadas con grasas de sobrepaso.

Variables

Tratamientos

EE Significación TESTIGO RAPPCa SOPCa

Grasa

comercial

Intervalo parto-servicio, días 44.3 51.0 51.7 55.7 6.24 P=0.652

Servicios.preñez-1

, No 1.7 1.0 1.7 1.3 0.29 P=0.363

Producción de leche, litros 1123.7 d 1522.7

a 1184.0

c 1333.7

b 14.39 P=0.0001

Producción ajustada, litros* 1323.2 d 1789.5

a 1415

c 1578.3

b 22.68 P=0.0001

Producción vaca.día-1

, litros 15.0 d 20.3

a 15.8

c 17.8

b 0.19 P=0.0001

Grasa de la leche al parto (%) 5.2 5.1 5.4 5.3 0.16 P=0.534

Grasa de la leche día 52 (%) 5.2 5.1 5.4 5.2 0.16 P=0.627

Grasa de la leche día 105 (%) 5.1 5.4 5.1 5.1 0.13 P=0.497

Costo/kg de leche, USD 0.17 d 0.19 c 0.25

a 0.22

b 0.003 P=0.0001

Beneficio/costo, USD 1.15 1.18 1.12 1.15 Nd nd Medias con letras distintas en la misma fila difieren a P<0.05 (Duncan 1955).

Nd = no determinado *Ajuste del total de producción al 4 % de grasa (NRC 2001)

No se observó efecto de las grasas suministradas como suplemento a vacas Jersey, en el

número de días entre el parto y el primero servicio, al igual que en el número de servicios por

preñez (P > 0.05).

Los mayores niveles de producción de leche los presentaron las vacas suplementadas con

RAPPCa, seguidas de las vacas que se suplementaron con grasa comercial (P < 0.001). Al

mismo tiempo, las vacas suplementadas con SOPCa superaron los niveles de producción de las

vacas del tratamiento testigo.

87

El total de producción de leche ajustada al 4 % de grasa (NRC 2001) y el promedio de

producción por vaca y por día, mostraron el mismo comportamiento del total de producción de

leche sin ajustar.

El mayor nivel de producción láctea correspondió a una producción diaria de 20.3 litros de

leche por vaca en promedio (RAPPCa), seguido de un promedio diario de producción de leche

de 17.8 litros por vaca (grasa comercial).

Las concentraciones de grasa en la leche de las vacas en estudio, fueron similares entre los

tratamientos (P> 0.05) y en los distintos tiempos medidos.

El costo por kg de leche producida fue menor (p ≤ 0.0001) para las vacas que no recibieron

suplemento graso (0.17 dólares USA). Al comparar este parámetro entre los tratamientos de

suplementación grasa, se observó que las vacas suplementadas con RAPPCa mostraron el

menor costo por kg de leche producida y el tratamiento más caro fue el de suplementación con

SOPCa.

Finalmente, el mayor beneficio/costo lo presentó el tratamiento RAPPCa. La utilización de

grasa comercial permitió igual beneficio/costo que el tratamiento testigo y los dos a su vez,

superaron al tratamiento SOPCa.

Staples et al. (1998) mencionan que en una revisión de 18 estudios hechos en vacas de leche

suplementadas con grasa, 11 encontraron un incremento del desempeño reproductivo, bien sea

porque se mejora la tasa de concepción al primer servicio o por incrementos en la tasa general

de concepción o preñez.

Los resultados de esta investigación están de acuerdo con la revisión mencionada, puesto que

el número de servicios por concepción numéricamente fue superior en vacas suplementadas

con RAPPCa en relación a las no suplementadas.

Cowley et al. (2015) encontraron que la restricción de alimentos y el estrés calórico influyeron

en la adecuada utilización de la energía y en consecuencia, en los parámetros productivos de

88

las vacas. Estos factores no estuvieron presentes en la presente investigación, puesto que no

existió estrés calórico (ver tabla 1) y además, las vacas no tuvieran restricción en el alimento.

Se afirma que en Venezuela se evaluó la producción de leche durante 6 meses; se observó un

20 % más de producción, en las vacas suplementadas con Energras® (Hernández y Díaz

2011). Los mismos incrementos en la producción de leche los observó Campos (2011) con la

utilización de Megalac-E®.

En este estudio, se logró superar los niveles de producción de leche citados, puesto que se

logró un incremento del 26.2 % de leche en vacas suplementadas con RAPPCa en comparación

con las no suplementadas, niveles que al mismo tiempo fueron 12.4 % superior al de la grasa

comercial evaluada.

Respecto a los costos de producción por litro de leche, las vacas no suplementadas presentaron

superioridad frente a las suplementadas con grasas protegidas en estudio, debido a que no se

incurrió en gastos de suplementación.

A pesar de ello, el indicador beneficio costo determinó que es más rentable suplementar con

RAPPCa para lograr el máximo rendimiento económico.

Morocho (2014), condujo un estudio con vacas Jersey en condiciones medio ambientales, de

ubicación y alimentación similares al del presente estudio; el beneficio costo logrado por el

mejor de los tratamientos (38 g.día-1

de aceite esencial de orégano + cobalto) fue de 1.23, valor

que es mayor al encontrado en este estudio. La diferencia que se observa se puede deber a que

ellos consideraron un precio de venta de la leche a 0.50 USD, en tanto que en el presente

estudio, se consideró un precio de 0.46 USD.

Por otro lado Guilcamaigua (2014), condujo una investigación en la que se trabajó con vacas

Holestein, en condiciones medio ambientales, de ubicación y alimentación similares a las de la

presente investigación; ella obtuvo el mayor beneficio costo de 1.16, inferior al tratamiento

RAPPCa, pero superior a los demás tratamientos de esta tesis.

89

Conclusiones

1. Para saponificar las grasas presentes en los RAP es imprescindible realizar un proceso

de filtración y sus jabones tienen un comportamiento similar al de una grasa comercial.

2. Las características del SO demostraron su validez en la elaboración de jabones; sin

embargo, requieren de una extracción a 50 °C antes de ser utilizados como materia

prima para convertirla en grasa de sobrepaso.

3. Los contenidos de grasas del RAP y SO los hacen aptos para ser utilizados como

suplementos energéticos de los bovinos y los métodos de saponificación empleados

resultaron adecuados para el fin propuesto.

4. De los métodos de protección empleados, el tratamiento con Ca(OH)2 fue el que mejor

controló la solubilización de las grasas de sobrepaso y la degradabilidad ruminal in situ

del forraje.

5. Los estudios de solubilidad y degradabilidad ruminal, demostraron no interferencia de

RAPPCa y SOPCa en la degradabilidad de la MS y MO del forraje.

6. El estudio de digestibilidad in vivo indicó que las grasas RAPPCa pueden ser utilizadas

hasta niveles del 5 % y las SOPCa hasta niveles del 3 %.

7. La inclusión de grasas RAPPCa en la suplementación de vacas Jersey en términos

productivos, mostró que es posible emplear niveles del 3 % con resultados superiores a

una grasa comercial y una relación beneficio costo favorable, resultados que deberán

corroborarse mediante otros estudios.

8. El empleo de RAPPCa y SOPCa no afectaron los indicadores sanguíneos para la raza

Jersey en sistemas de pastoreo, lo que apoya los indicadores productivos alcanzados.

90

Recomendaciones

1. Se recomienda la utilización de RAP y SO para la elaboración de jabones que aporten

grasas de sobrepaso en la alimentación de rumiantes.

2. Utilizar en la suplementación de vacas lecheras las grasas de sobrepaso cálcicas de

RAP y SO, para mejorar la rentabilidad de las ganaderías, aportar a la

descontaminación ambiental y contribuir a la disminución de importaciones.

3. Utilizar niveles hasta del 5 % de grasas RAPPCa y 3 % de grasas SOPCa en la

suplementación de vacas lecheras en el preparto y posparto.

4. Estudiar la inclusión de aceites de linaza, girasol y otros provenientes de la industria

aceitera, en la elaboración de grasas RAPPCa, para mejorar su dureza y solubilidad.

5. Evaluar si la inclusión de RAPPCa induce variaciones en la calidad de la leche, puesto

que la relación de AG insaturados frente a los saturados fue adecuada.

6. Evaluar aplicaciones biotecnológicas para disminuir los potenciales contaminantes del

agua residual del RAP dado por la presencia de minerales, proteína y ELN.

7. Realizar nuevas investigaciones con RAPPCa y SOPCa en el comportamiento

productivo de las vacas lecheras y otros rumiantes.

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para optar al título de Ingeniero Agropecuario. ESPE. Ecuador. 51 p.

Anexos

Anexo 1. Composición bromatológica de la mezcla forrajera de la hacienda la Virginia

Lolium perenne (20 %), Dactilys glomerata (20 %), M. sativa (25 %) y Trifolum repens

(25 %) y Holcus lanatus (10 %)

Anexo 2. Vista de la planta central de la fábrica TEOBROMA

Componentes Método de medición Porciento

MS PEE/LABCESTA/148AOAC 934.01 20.6

Cenizas PEE/LABCESTA/149AOAC 942.05 10.7

Proteína bruta PEE/LABCESTA/147AOAC 984.13 14.2

Extracto Etéreo PEE/LABCESTA/150AOAC 942.05 3.6

Fibra bruta PEE/LABCESTA/103 INEN 542 28.2

ELN 43.3

Anexo 3. Toma de las muestras RAP antes del ingreso a las lagunas de oxidación en

TEOBROMA

Anexo 4. Ingreso de los RAP a las lagunas de oxidación en TEOBROMA

Anexo 5. Lagunas de preoxidación de TEOBROMA

Anexo 6. Lagunas de oxidación de la planta TEOBROMA

ANEXO 7. Jaulas metabolicas para el estudio de la digestibilidad in vivo

Anexo 8. Vista de uno de los potreros de la hacienda La Virginia

Anexo 9. Sala de ordeño de vacas Jersey en la hacienda La Virginia

Anexo 10. Corral de descanso de vacas Jersey de la hacienda La Virginia