Título: La aparición del paradigma cognitivo: Una cuestión problemática

Autores: Antonio Caparrós & Cabucio Fernando.

Año de publicación: 1986

Publicado en: Revista de Historia de la Psicología, Volumen 7, Núm. 2, 53-58.

Autor de reseña: Roger P. Avila1.

Filiación institucional: Filosofía - Universidad Nacional Mayor de San Marcos.

Psicología - Universidad Privada Telesup.

LA APARICIÓN DEL PARADIGMA COGNITIVO: UNA CUESTIÓN PROBLEMÁTICA

1 Estudiante de Filosofía y Psicología, ha participado como ponente en el III Coloquio de estudiantes de Filosofía (2013) organizado por la Universidad Antonio Ruíz de Montoya, así mismo ha de presentarse bajo la misma modalidad en el V Coloquio de estudiantes de Filosofía (2015) con el título “La epistemología de Kuhn y su aplicabilidad: Sobre su funcionalidad interna y externa”.Contacto: 12030169@unmsm.edu.pe

CAPARRÓS, A. & CABUCIO, F. (1986)Revista de Historia de la Psicología, Volumen 7, Núm. 2, 53-58.

Perteneciente al conjunto de artículos que describen la evolución intelectual de Caparrós, en este, junto a F. Cabucio, se plantea en cinco puntos que la aparición de la comunidad adscrita a la psicología cognitiva y su identificación como paradigma, adquiere una serie de cuestiones en el uso del término que impiden su uso como instrumento metodológico y conceptual, por lo que se espera el planteamiento de sus soluciones empíricas.

1. Con la aplicabilidad de la noción paradigma a la psicología cognitiva, esta adquiere -parcialmente- una red semántica expuesta en el modelo de La estructura de las revoluciones científicas, de T. Kuhn. Por lo que el paradigma cognitivo implicaría no menos que analógicamente su propio reconocimiento de status de ciencia madura.

2. Las hipótesis de partida radican en la crisis del paradigma conductista de los años cincuenta. El paso del conductismo clásico al neoconductismo y el surgimiento del cognitivismo, serían las manifestaciones del aumento de anomalías. Parece ser que el proceso de reajuste, en aquel momento histórico, no se diferencia mucho de este último, por lo que se entiende que los intentos resolutorios de los problemas y anomalías no surgen del debate interparadigmático, grafica tal situación la polémica Chomsky-Skinner.

3. Existe la posibilidad de categorizar al proceso de revolución en términos de hibridación. El surgimiento y establecimiento del paradigma cognitivo podría caracterizarse como fuentes externas respecto a la comunidad del paradigma conductista, o como desarrollo externo, donde se investiga problemas desde unos supuestos paradigmáticos nuevos pero sin haber llegado a esos problemas desde el seno mismo de una situación estructurada revolucionariamente. Esto no excluye las relaciones del nuevo y del viejo paradigma, ni que la interpretación cognitivista se autocomprenda en términos de origen de crisis, aunque el contexto del descubrimiento parezca tener intereses presentistas, la vieja tentación de los que han ganado.

4. Debe estudiarse desde qué punto los escritos de Bruner, Miller, Broadbent, Newell, Simon, Shaw, los inspirados en la obra de Piaget, incluso los de Festinger, pueden interpretarse como respuesta de la crisis conductista, además de cuándo y cómo tal influencia pudo forjar la autoadscripción profesional-institucional del paradigma cognitivo.

5. La reformulación de la noción de paradigma en "matriz disciplinaria" y "ejemplar", tomaría cuerpo en este último en algún logro teórico-científico importante, concretizando los supuestos de la matriz. En el paradigma cognitivo no existe tal logro, por lo que la manera de conferirle existencia en la actividad real sería explicitar a la matriz, la cual en su caso vendría a ser de algún modo la famosa “metáfora del ordenador”.

Se concluye que cualquier noción teórica debe ser usada, en la medida que genera problemas significativos, interesantes y, mediatos o inmediatamente resolubles, y que la noción de paradigma es una de ella.