RESEÑAS - revistadelauniversidad.unam.mx · concluía Raymond Aron en 1967 su in ... confinó a su...
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RAYNI0ND ARON,ACTOR
CONTEMPLATIVO" M is conclusiones pertenecen a la escuela inglesa. mi formación provienesobre todo de la escuela alemana": 'asiconcluía Raymond Aron en 1967 su introducc ión a Les étapes de la penséesociologique. En cierto modo estabadestacando la singularidad del lugarque ocupa en la inteligencia francesa.una singular idad que sus obras posteriores y la evolución del campo culturalfrancés no han hecho más que acentuar . Impregnado de tradiciones muydiferentes de las de su admirado Alexisde Tocqueville. Aron comparte más deun rasgo con su mentor espiritua l. entrelos cuales quizá no sea el de menorsign ificación precisamente éste. el deconst ituir un ejempla r sol itar io en elpaisaje intelectual de su país.
Una confluenc ia de factores podráquizás estos días. si no reducir la impre sión de soledad de Aron -que. comoTocqueville. podría escribir que tiene"parientes. vecinos y amigos. pero su(mi) espíritu no tiene familia ni patria" -. por lo menos hacerlo conocermejor al gran públ ico francés y extranjero . Enefecto . una serie de tres programas de telev isión y la simultánea aparición de este libro. que recoge 24 horasde conversaciones con el autor de Elopio de los intelectuales. perm itirán. sinduda una reflexión sobre la obra deAron y su influencia en la vida política ycultural de Francia. Otra circunstanciaprop icia para esa reflexión quizá laconstituya el hecho de que desde mayode 1981 Aron seha convertido en el crít ico más riguroso de la nueva opos ición. un papel que parece acomodarsemejor a su naturaleza que el de conciencia vigilante del Príncipe. que ejerció tantos años con fortuna diversa yque en todo caso acepta con filosofía("me encuentro aislado y opositor. dest ino normal de un auténtico liberal ").
Ji,. Ravmond Aron : Le spectateur engag9. En·tretiens avec Jean-Louis M issika et DominiqueWolton. Paris . Julliard. 340 pp.
RESEÑAS
Ordenado cronológicamente en tresgrandes etapas (1930-1947 ; 19471967 y 1967-1980) y constru ido entorno a tres ejes fundamentales -lasideas y la actitud de los intelectuales. lasociedad francesa y su clase dirigente yla política internacional Le spectateurengagé ofrece el itinerario singular deeste admirable conocedor de Marx y deWeber. de ese representante ejemplarde lo que en Francia podría pertinentemente llamarse " temperamento polít ico moderado" que es Aron. La formación y situación de los entrev istadores-Jean-Louis Missika y Dom iniqueWolton- aparecen ideales a prime ravista. impresión que la lectu ra del libroy el desarrollo del programa televisadono hacen más que confirmar: economista el primero. sociólogo el segundo .judíos de sensibilidad de izquierda ypertenecientes a la generac ión quecumpl ió 20 años en 1968 ambos . todo .en suma . predisponía a que el productoresultara un diálogo entre generac ionesy lecturas diferentes de la realidad apartir de un tronco común de preocupa ciones.
Desdeñosamente descartado en1968 por los treintañeros de hoy en
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tanto que pensador político de la derecha. Aron se ha convert ido con el pasode los años en el principal interpelantede una inteligencia de izquierda que.entre tanto. ha dejado de ser marxista.
Como el libro ha recibido -y quedescartamos seguirá recibiendoabundantes y just ificados elogios por loque dice. por como fue concebido y porla manera en que los diálogos fueronconducidos. quizá convenga comenzaraquí por formu lar algunos reparos entorno a lo que allí se omitió. En efecto .después de haber recorrido las 340 páginas de entrevistas . el lector se seguirápreguntando en vano cómo y dóndetrabaja Aron, cuál fue el humus culturalde su infancia. cómo es su circunstancia social inmediata (familia. amigos).su modo de insertarse en la vida activa.El personaje se presta mal a las confesiones personales. se dirá con razón.pero hay mil maneras indirectas de daral público una visión más directa e inmediata que la racional que el propioAron contr ibuyó seguramente a imprimir. Repleto de ideas. apasionante pormomentos . Le spectateur engagé carece -por falta precisamente de un mayor espesor psicológico- del calor y del
Nbor que respiran otros libros de reportaje (pienso, por ejemplo, en Un historien du dimllllche. que recoge lasconversaciones que Michel Winockmantuvo con Philippe AriIs, otro ejemplar raro si los hay de la vida culturalfrancesa).
El reparo va. en realidad, bastanteINSallá del maro desdén por las condiciones de 'vida inmediatas de Aron yapunta a una dimensi6n capital: en el f
a",lisis de la producci6n intelectual seolvida demasiado a menudo las conCliclones en que la misma se elabora. Siuna obra es -como diría Ortega y Gasset- un diálogo con la circunstancia, la'circunstancia de un intelectual se compone de un co".'Plejo manojo de facto-
. res que WoIton y Missika bien .podrianhaberdejado entrever: un sistema educativo y una prensa. por empezar, quepagan tanto por ta'ntas horas de trabajo. pero también un vasto público consumidor de libros cuya demanda atienden (¿yde qué manera?) las casaseditoriales. En sínte.sis, Le Sptletllteuf engllgé no subraya con fuerza suficienteel lugar desdedonde Aron miró la pcilí!ica y desde el cual teji6 su'compromiso, una situaci6n que nada tiene deneutral ni de .irrelevante. .
Al término de la lectura. y todo bienpesedo. ¿qué queda de Le sptlCtllteur
. engagé para un lector no francés? Senos ocurre que pueden retenerse tresaspectos. tres niveles diferentes. Enprimer lugar. un tono . Sobre cualquiera delos temas abotdados hay un modo peculiar de leer la política en Aron que lees propio, un talante racional ("pourpenser la politique. iI faut atre le plus rationnel possible. mais pour en faire ilfaut inévitablement utiliser les passionsdes autres hornmes. L'activité politiqu~
est donc impure .et c'est pourquoi jeprefere la penser"). frío por momentos.un horror al agravio, un marcado gustopor situarse en el lugar del adversario ytratar de analizarlo -más que de combatirlo- a través de su propia l6gicaintema. una actitud que -huelga casiseI\8larlo- lo distanció no sólo de sucompaftero de estudios Jean-Paul sartre ("un moraliste d'un styIe tres différent du type habituel, moraliste de I'autenticité et pas du toot du conformismebourgeoia dont iI &Vait horreur"). sinode casi toda la familia intelectual franceu de los aftos 60 y 80. Esetono elaborado seguramente en la marcha. te-
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I'lidode escepticismo y que deja traslucir cierta repugnancia por -la accíón-:habría de pesar de varias maneras en laobra aroniana: por serie fiel siempre leestuvieron vedados los panfletos. la actividad política partidaria. la conducciónde una escuela. y en cierto modo loconfinó a su papel de conciencia vigilante pero aislada. respetada pero marginada. de la derecha liberal.
En segundo término, queda en relieve una trayectoria intélectual construida desde el periodismo y la cátedra. nutrida de ambas v_ertientes y marcadaspor urgencias diferentes. El comentariode actualidad. ya fuera en Le Figaro(mástie un lector descubrirá sorprendido que su tribuna bien pudo haber sidoLe Monde) o en I.os últimos años enL'Express. oblig6 a Aron a seguir y revisar casi a diario la evolución francesa einternacional: la cátedra sirvió de basea la mayoría de los libros duraderos deAran. Ambas actividades se nutrieronrecíprocamente. se imbricaron en unamirada que, alerta sobre el acontecimiento puntual. se preocupó permanentemente por guardar el sentido delas proporciones. por discernir, más alláde la excitación momentánea. las tendencias profundas: La unidad fundamental de esa doble trayectoria me parece derivar de una opción radical deAron que puede resumirse así: dos concepciones de la economía. de la sociedad y del ~r se disputan el mundo.mis críticas y mi acción se ejercen dentro del campo occidental. en un combate entre "lo preferible '1. lo detestable "que no excluye los matices. Si esta opci6n radical ha convertido -a Aron enuno de los escasos analistas polfticosfrancases escuchados por la derechalatinoamericana, el hecho no pareceimputable al propio ~ron. sino explicable por la inanidad intelectual. la faltade rigor V la proclividad a hac~r lecturasselectivas de esa derecha. que retieneloa aspectos más fáciles de sus escritosy deja cuidadosamente de lado los másexigentes: la bipolaridad del mundo actual. la defensa de la democracia occidental suponen respeto a valores y empel'los concretos que van bastante másallá de la mera defensa del status quasocial.
Por último, Le $peciateuf engagéofrece un vasto panorama de la vidapotrticafrancesa y sus imbricaciones intemacionales desde los años 30 hasta
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nuestros días. así como de los principales debates intelectuales en los queAron part ic ipó de un modo u otro (conSartre y Merleau-Ponty . principal perono únicamente). Al respecto. el lectorno fam iliarizado con este dominio encontrará en este diálogo un proli jo resumen de las posiciones de una derechamoderna. realista. abierta (en el sentidode no hexagona l). cuidadosa de la unidad nacional. pero con escasa percepción de las dimensiones sociales y culturales de la vida política (capitalespara comprender fenóm enos como elFrente Popular de 1936 o el movimiento de mayo de 19681.
Las tres líneas retenidas aquí no pretenden obv iamente agotar 01 libro y tienen algo de caprichosas. En todo caso.soslayan del iberadamento lo que porestos días se ha dado un llamarse elaronismo . concepto sin duda abusivo.contra el cual comienzan a oírso airadasprotestas (el prol ll ico Burnnrd·HenryLévy se preguntaba haco poco on L8Mlltin de PII';S d dóndo provrune estavoluntad de " transtormur un Ulgantedel pensam iento a un hombro dol quetodo el mundo sobo. urnpuznndo por élmismo. que quedará sobro todo por sustalentos de periodista y do vulgarizador") . La om isión so uxpncn sin dificultad: el repentino red scubnrruento deAron -curiosamento cierta Ilqulerdano esperó esta mini-moda pura ver enél a uno de sus críti cos más estimables- se inscribe en 01vasto marco dela crisis de las esperanzas do los años60 y de las cert idumbres do 10 5 eños70. una historia que nada nene de fácily que. de alguna manera. también esotra historia.
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'SENDAS DE J APÓEN TABLADA
Después de la muerte de José Juan Tablada (igual que después de la muertede otros -muy pocos- artistas) siguieron ocurriendo grandes episodios en elmundo. como antes. cuando vivía.Siempre hay episodios en el mundo.Nunca tienen importancia directa parala historia de la literatura. Lo importan-
"" Atsuko T.nabe: El ¡."on/smo d. Jos. Ju.nTablMl.. UNAM. Mi.leo . 1981 .
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te es el vivir del Poeta (porque hay algo" que sólo el Poeta mira cuando cierralos ojos" . pensaba Tablada). Y la únicahuella que queda de este acontecimiento es su obra. Aunque también quedanmiles de episodios ocurridos mientrasél vivía. algunos mencionados en lashistorias generales. De tal manera. noes difíc il imaginar la siguiente escena:una mañana. mientras el artista escribeun poema. alrededor de su rnornentánea torre de marfil una fecha memorable transcurre . Al enterarse del hecho.¿qué artista corregiría su poema paraadaptarlo al acontecimiento? Creo quetal lujo es inalcanzable para el Poeta.Sucedería que si un poema hubiera sidoescrito antes de esa fecha y publicado.tendría que reeditarse con enmiendas.como si el Poeta fuera un legislador" atento a la voz del pueblo". como situviera que esperar una guerra para escribir un poema épico. Pero algunos necios. llamados sociólogos de la literatura en los últimos tiempos. han escritolibros donde ejecutan extraños malaba rismos verbales. ilusiones ópticas depalabras que tratan de hacernos creerque los episodios del mundo y la literatura pueden convivir en algo así comouna socioratura. burla estúpida. y el artista que rechazó en vida los juegos de
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ALA ~oMBRA DE UN HERMEg
la violencia de estos enamorados delpoder más que del arte. generalizadoresde la historia. ya muerto no se salva delhostigamiento o. peor. de la reticencia :es evocado con odio por quienes se niegan a reconocer su valor absolutamente literario.Atsuko Tanabe ha escrito un libro. El¡aponismo de José Juan Tablada. en elque ha sabido observar la distinción entre el episodio circunstancial y la vidaartística. "Es de notarse que el año de1904 -dice. por ejemplo- justamentecuando (Tablada) deja (temporalmente)su carrera de poeta . marca otra épocaen el japonismo en general. pues eneste año el Japón sale victorioso. antela asombrada mirada occidental. en laguerra ruso-japonesa." Por esa distinción. Atsuko registra que "en el mundoliterario de México. Tablada no ha sidoapreciado debidamente hasta ahora porun 'error político'. Se ha confundido unerror cometido en política con un errorartístico que. en realidad . el poeta no cometió nunca".
Después de la muerte de Tabladaninguna malevolencia impedirá que seareconocido como el más grande poetadel siglo XX en México. junto con Octavio Paz (a pesar de las consignas deciertos periodistas a los que se aplica lo
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que Tablada decía de la crítica : "paraella mi poesía es y será mucho t iempotan inaccesible como intangible yo asus necios comentarios y a sus torpesinsinuaciones"). El exilio y la destrucción de algunos de sus escritos e incluso de su casa volvieron monstruoso eltamaño de su "error" . En 1928. bajo elorgullo de ser el autor de Hiroshigué (libro acerca de un pintor japonés. "escrito con valor de testamento". según Atsuka). Tablada declaró que ello servíapara aplacar sus "escrúpulos de conciencia por haber realizado una obra deuna atmósfera de odio y de destrucción" . aludiendo a "aquellos congojosos y adversos días de 1914". Y puestoque son tantos los honores debidos aTablada. estas palabras -recuperadasen apéndice por Atsuko- deben parecer insufic ientes a los cronistas. arbitrarios y persistentes destructores.
Resulta claro ahora que este episodio de la vida del poeta es mucho menosimportante que la ampliación de la líricaenespañol lograda por Tablada gracias asu curiosidad por la cultura japonesa.
Elhallazgo de los haikais es el aspecto que ha sido mejor reconocido en laobra del poeta. Es interesante. por tanto. referirse a otro costado no menosimportante: el de los caligramas. hacialos que he notado desdén de parte de lacrítica. Es natural que en el estudio deAtsuko. que sigue el itinerario y la evolución del poeta dentro del japonismo.la última parte. la única en la que semuestra un tanto intolerante. es precisamente en la de los caligramas -llamados en realidad poemas ideográficospor Tablada.
Con la publicación del libro de haikais, Un día.. .. Tablada sorprendió almundo poético hispanoamericano. refiere Atsuko. Al año siguiente sacó a laluz otra forma poética. causando mayorsorpresa. La crítica tradicional ha querido entender los caligramas de Tabladacomo un juego del que tuvieron la culpalas vanguardias europeas de principiosde siglo. Es posible. Pero el afán de Tablada. en sus fundamentos iluminadopor el sol de Japón. no fue ingenuo. Según Atsuko. luego de ilustrar la riquezadel arte de la caligrafla. "Tablada estaba ansioso por encontrar algún mediopara expresar el arte poético de modomás dinámico. como unificación de todos los intentos que hasta entonces había realizado. En cuanto al poema ("U-
Po"), desgraciadamente su experimento no resultó satisfactorio. Dejando a unlado el valor artístico del poema escritodentro del ideograma, esta caligrafíapuede tener un valor estético. ademásde sufrir equivocación en los rasgos".Lamisma Atsuko cita un artículo anónimo publicado en El Universal /lustradoen 1919, que auguraba -con burlapropia de cronistas de una literaturaque les es ajena- que "tal vez, antes demucho, logre Tablada en un soneto larealización plástica de la cuadratura delcírculo".
Ese año, nos recuerda también Atsuka, López Velarde, con respeto y admiración, había dudado de estos "experimentos" del poeta, en los que veía algoconvencional". López Velarde, "sin embargo,'estaba seguro de que el genio deTablada triunfaría "aun en los procedimientos más desusados de la belleza".
Quizás la última interpretación acer- .ca de este problema no se le permita alcrítico hasta la publicación. ya inaplazable, de todos los escritos. de Tablada.Por lo pronto, de la contestación delpoeta se desprende que para una expresión "simultáneamente lírica y'gráfica" (las comillas son del propio Tablada, lo que crea otra interrogante: en la"exégesis prematura" que practicabaen su respuesta, la quién citaba?). nosólo había seguido el desarrollo de supasión por la cultura japonesa, sino elde otras fuentes, la conoc ida de Mallarmé ("Imiter le Chinois .. ."). además dela de 'Jules Renard tanto como la deApollinaire. Aunque causa 'un V1ayorasombro la siguiente referencia :
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" Hace muchos años leí en la Antolo-. . gia griega de Panude. que un poeta
heleno había escrtto un poema enforma de 'ala' y otro en forma de 'altar': supe por mis estudios chinosque en el templo de Confucio se canta cierto himno cuyos caracteres escriben con el movimiento de la danza.los coreógrafos, sobre el pavimento,"
Recuérdese aquí el "Ex voto a LópezVelarde", de 1921 , y algunas formas dela poesía-acción contemporáneas. Resulta entonces que, por un lado. el pensamiento de Tablada abarcaba un universo literario mayor que el que hasta ahora se le ha reconocido.
Jerome Peignot publicó en 1978(Editions du Chene, Paris) una recopila-
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ción, de caligramas que se inicia mu- .chos años antes de nuestra era en diversas regiones, en Oriente y en Occidente.
Ante la afirmación de Atsuko de que"es imposible que una escritura fonética tenga el mismo efecto que una ideográfica como la japonesa", quizás Tablada habría' replicado con nuevos intentos e ideas y, sobre todo, c~n poemas. Creo que la gran pregunta en estecaso trataría de saber por qué la poesíafonética ha tenido un desarrollo muchísimo más vasto que el de la poesía visual. Atsuko concluye con justicia: "Tablada fue el primer poeta en introduciren la poesía hispanoamericana el ritmovisual -el efecto gráfico- de la poesía,tema que actualmente inquieta profundamente a los poetas de nuestros días.., y en ello, el japonismo jugó un papelimportante: por medio del arte japonés(pintura, poesía y caligrafía) Tabladaaprendió la simplificación, la simboliza ción, la concisión y la sintetiza ción de lapoesía".
Por lo demás, después de la lecturadel libro de Atsuko Tanabe, y pensandosin cesar en José Juan Tablada, me invadió una gran curiosidad por el paísdesconocido que Tablada supo encontrar y amar: "Tablada fue asimismo elprimer mexicano que mostrara un interés serio por el Japón de nuestra era: elprimero en hacer esfuerzos por establecer una imagen no distorsionada delJapón; el primero en aproximarse alcampo de la japonología con una erudición comparativamente rica. Sus obras[aponlstas son el resultado de no pocoesfuerzo.. ...
Jaime G. 'Velázquez
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ALVARO MUTIS: LASAGA DE MAQROLL
Alvaro Mutis nace en Bogotá (Colombia). en el año de 1923. Hijo de diplomáticos, pasa gran parte de su niñez yprimera juventud en Bélgica . Así, pues,los años más importantes de su vidatranscurren en escenarios radicalmentedistintos. Meses de estudio entre las
• Alvaro Mutis: Cereven.ery. Fondo de Cul·tura Económica, México, 1981.
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brumas y las tierras bajas de Flandes.horas de lectura en el sosiego de la biblioteca del colegio San Michel. en contraste con los largos días de vacacionesen la finca cafetalera de la familia; ociode juventud inundado con los olores deltrópico mientras se contempla la vegetación cómplice de la lluvia y en la Quese enlazan beneficio y destrucción. Laausencia de los días luminosos de Colombia, los llena el joven poeta con lalectura de autores que alimentan suimaginación.. Entre los cientos de páginas sobre tierras feraces e inhóspitas.hombres rudos y nobles. topon im ias ygeografías remotas. se destacan losnombres de Salgari y Verne. Poco apoco se suman lecturas: la de Conradserá definitiva. En Comad descubre unmundo en el que los hombres se enfrentan a sí mismos y a los elementosnaturales. Los preside un código de ho nor que no acepta deserc iones. En AImayer, dice Mutis, encontré esos ele mentas de destrucción V de tróp ico Quecoinciden con mis experiencias realesde la tierra caliente de mis abuelos.
Mutis se instala en Bogotá para ter minar los estud ios de preparatoria. Allíconoce V se relaciona con Eduardo Carranza. El contacto con este poeta serácentral en la vida de Mutis: decide quela poesía es el medio más apropiadopara expresar lo que sus sueños V lecturas le han sugerido.
Regresemos a la infanc ia de Mutis.En un país vecino. Ecuador. escribe ungran poeta. Jorge Carrera Andrade. Quetiene más de un punto de contacto conCarlos Pellicer . Para ambos el tróp icoes motivo de celebrac ión. Hay algoedénico en la visión de Carrera And rade. Su verso nombra una naturalezaque ante nuestros ojos se hace materiareal. Mutis, a pesar de que el tróp icodebió haber representado la novedadde la patria después de su estancia enBruselas y París, ve el lado oscuro deesa realidad: en el trópico, el calor devastador, las grandes avenidas de losríos y los accidentes del terreno quecercan a las aguas. son los elementosde un desastre que en su caída arras-tran al hombre y sus valores morales. Eltrópico es un desafío. Más tarde el poeta encontrará que ese desafío se da enotras latitudes. donde el tedio y el aburrimiento roen la carne V los sueños.donde los sent imientos más nobles ylas ambiciones más veniales son pues-
Alvaro Mutis.
tos a prueba. Acaso la intensa visión deun trópico que degrada tenga su origenen la experiencia de un mundo someti do a leyes de racional idad que niegan lavalidez del libre tránsito de la imaginación, Bruselas y París expresan un orden. aunque en este último se da elasalto a la razón de Breton y sus ami gos. Mutis toma del surrealismo la libertad de asociación. la complej idad dela metáfora que lo distingue. Lautréamonto Saint- John Perseo Jorge Zalamea. Pablo Neruda . son entonces nom bres que dejaron huella en la escriturade Mutis.
Muy joven aún publica en el periódico El Espectador sus primeros poemasque alcanzan la forma de libro en 1947.con el título de La balanza. Es un libroque también incluye poemas de otro joven. Carlos Patiño. que se olvidó luegode la poesía. El libro fue una edición deautor y quizá abarca dos nombres porque el dinero de uno solo no fue sufi ciente para cubrir los costos . En La balanza hay un poema que encierra el germen de una voz y de lo que sería mástarde la figura central de la poesía deMutis: Maqroll. el gaviero . El poema se
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en Mutis desde sus primeros poemases la fuerte presencia de las criaturasque transcurren por sus páginas y queson como un eco que resuena en lamente del lector.
En el año de 1953 apareció lo queen sentido estricto es su primer libro :Los elementos del desastre. El libro recoge algunos poemas de La balanza,que el autor consideró lo más rescatable. Allí ya se expresa una voz personalen el contexto de la literatura latinoamericana. Y allí hace su aparición Maqroll, el gaviero . Su sitio es la altura. donde conoce la dirección de los vientos.columbra tormentas, y desde el palomayor sabe si van todos a buen puertoo es la incertidumbre la que se eleva enel horizonte. Los poemas están aquímarcados por la desolación . El epígrafeelegido para el poema "Oración deMaqroll " , un verso de René Crevel. "Tuas marché por les rues de Chair" (Hascaminado por las calles de la carne). esla síntesis del mundo que tocó enfrentar al Gaviero. La carne y sus miserias.Maqroll dirá : " ¿Por qué quitaste a losciegos su bastón con el cual rasgabanla densa felpa de deseo que los acosa ysorprende en las tinieblas?". En este libro también aparece otra figura habita-
llama "Lástimas por Felipe 11". y está da por el dolor: la dolorosa certeza de laestructurado en forma de cláusulas; destrucción y la batalladan lustre a suson enunciaciones de una vitalidad per- presencia: escribe: "En la muerte des-dida, el recuerdo de hazañas que se cu- cansaré como en el trono de un monar-bren de polvo como cuadros olvidados ca milenario" y luego el poeta señala:en una bodega. y que narran y atesti- "Esto escribió con su sable en el polvoguan un esplendor imposible de resca- de la plaza. Los rebaños borraron las le-tar. Lástimas por Felipe 11 " monarca en- tras con sus pezuñas. pero. ya el gritocerrado en la mansión eficaz y tranquila circulaba por toda la ciudad l ...) Solita-que lentamente bebe su sangre de rep- rio, esperaba el paso de los años quetil indefenso y creyente". Los elemen- derrumbarían su fe. el tiempo bárbarotos dispersos de su memoria son : " cam- en que su floria había de comerciarsepanillas de hoteles de miseria. viejos na- en los hoteles". En medio de todo ellovías cuyos costados de metal hermosísi- aparecen la ciudad. el campo y lasmo carcome el salitre . escarcha de los montañas : pero las analogías que esta-cazadores. hondo disparo de la madru- blece Mutis con los elementos que losgada. humo de carboneros. pozo helado componen señalan la singular idad dede las minas". He aquí a Felipe 11 que sus poemas: " Hoy, cuando el amanecerhabita un paisaje moral semejante al de crece en los parques. el olor de los pi-Maqroll. El gusto por la cláusula, la ne- nos recién cortados . ese aroma resino-cesidad de pronunciar palabras que so y brillante como el recuerdo vago deconvoquen la presencia de otro tiempo una hembra magnífica o como el dolorpara revelar la desdicha y la derrota de de una best ia indefensa" . Entre los pri-,los hombres. queda expresado con ple- "<, meros poemas apareció Maqroll. frag-nitud en el poema "Reseña". en el que <, mentariamente. " No está aquí comple-un arquero de .Flandes "volvió por su ta la oración de Maqroll. el gaviero"mujer y se perdió para siempre en la -con estas palabras inicia su presenta-selva y gritó hasta apagar el rumor de ción.las manadas voraces" . Lo que asombra En Colombia . en la década de los
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i1:1 cincuentas, un grupo de jóvenes cultos
y apasionados por la literatura se dan ala tarea de aerear el ámbito cultural desu país; el arma de su acción: la revistaMito. Jorge Gaitán Durán. FernandoCharry Lara, Alvaro Mutis, entre otros,hacen que Mito se vincule al gran '!1ovimiento de renovación que tenía sus polos más importantes en la Revista Mexicana de Literatura de México, y enOrígenes, de La Habana. Octavio Pazcelebra que en Mito haya riesgo intelectual. Y saluda con entusiasmo laaparición de Maqroll en un breve libropublicado con el pie de imprenta de esarevista. Mutis reuni6 unos cuantos poemas que se refieren a Maqroll en unaedición pobre tipográficamente. Llevaba como título Reseñade los hospitalesde ultramar. Al ocuparse de ellos, Pazdijo de Maqroll: "no es tanto un mundofísico como un paisaje moral". Es difícilno aceptar las observaciones de Paz, yaque no es tanto la relación de hechoscalamitosos ni el recuento de penas y,desdichas lo que importa destacar aMutis. El Gaviero nace para señalar lalepra moral que nos contamina', y quees el origen de los sufrimientos, de laambición, de la violencia y de las vidasextraviadas. Una furia ciega dicta las'acciones de los hombres que se pudrencomo las aguas estancadas. Un ojo ciego y una memoria que recuerda el brillodel oropel. Laaventura no fue coronadacon un epílogo de grandeza. No es la
..,-, muerte heroica la que espera a los seres de Mutis: el ' hospital es ei últimodestino, antesala de una muerte singloria ni,dignidad. En' el recinto del hospital. el Gaviero está dividido entre elsufrimiento y la imposible esperanza. Eleco de lo sombrío llega hasta nosotrosporque la respuesta a la esperanza es elhundimiento en el abandono, la esperade la nada, momentos en los que El Gaviero se sobrevive a sí mismo elaborando "una amplia teoría de males". Laexacta enumeración de males que haceel Gaviero produce una especie de vértigo: Maqroll vive la miseria de un des- •tino, la humillaci6n de un cuerpo , laenervaci6n de los sentidos. Alrededordel Gaviero se colocan los arreos deuna ceremonia fúnebre que sólo la suntuosidad del lenguaje posterga. Lo inquietante de Maqroll es que se nos presenta como una metáfora de nuestrasvidas porque hace ya tiempo que alhombre le es negado un destino glorio-
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so y que de su mundo se' ha borrado eirostro de lo sagrado. Es el autor quienda la mejor definicién de Maqroll. cuando a una preguntaresponde que éste es"una persona de ficci6n que asimilamuchos de mis suei'ios y nostalgias. asícomo mis alegrías y mis tristezas. Esunpersonaje totalmente al servicio de miimaginaci6n". ' '
Seis ai'ios más tarde. en México: adonde emigra el poeta en 1956, aparece Los trabajosperdidos, que incluye laReseña de los hospitales de ultramar.En este libro el poeta ha dado una disposición tipográfica distinta a los poemas, lo que ai'iade eficacia a su lectura.En la serie de Los trabajos perdidos,Mutis cala más hondo en la concienciade exilio y soledad que se desprende dela lectura de sus primeros poemas. Suexperiencia es la del trópico colombia,no'donde ferrnentansustanclas homicidas. Trópico y calor. Vegetación y hastío de horas colmas de .luz que ciega.aromas de las fincas. ríos tempestuo-
,sos;' el poeta elige nombrar esta reali- .dad donde se 'desenvuelve la vida de'unos hombres que fueron piedra de ,fundación y corrupción: "Todo irá desvaneciéndose en el olvido y el grito deun mono. el manar blancuzco de la savia por la herida corteza del caucho. elchapoteo del agua contra la quilla en,viaje, serán asuntos más memorablesque nuestros largos abrazos." Son poe- 'mas , expresados con una actitud romántica que no dejan de asombrarnospor las inesperadas asociaciones que'Mutis convoca : "Cuando le preguntaron por un puerto del Estrecho. mostróel ojo disecado de un ave de rapiñadentro del cual danzaban las sombrasdel canto."
Después de Los trabajos perdidoshay un largo silencio interrumpido apenas por la aparición de algunos poemasque llevan al título de Lied. que según'Mutis "en alemán significa canción-pero es una palabra que tiene unaconnotación lírica muy especial. No hepodido ni he querido buscar la traducción exacta al español. y creo que no lahay". Hasta la fecha no se ha publicadoel libro de los Lied. En 1973, Barral Editores recogió en un hermoso volumentoda la poesía de Alvaro Mutis con el título Summa de Maqroll, El Gaviero. Alfrente lleva un ensayo esclarecedor ylúcido de J. G. Cobo Borda. Es el testimonio de la constancia poética de un
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hombre que define así su poesía: " Es lasuma de mis nostalgias; en ella estánmis visitas a lugares que frecuenté enmi juventud y que aún siguen en mi memoria,"
A pesar de que para Mutis está superada la frontera entre el verso y laprosa. habría que señalar que sus primeros poemas son narrativos . escr itosen amplios periodos que buscan refle jarla vastedad de lo que nombran : así. hayuna porción de su obra que se inscribeen los cánones de la narrativa. Es brevey fragmentaria. como toda su producción. y en ella se prolonga el mundo quehabita Maqroll. Con ese con junto deprosas se quiere añadir un fragmentomás al paisaje moral de los poemas. Laparte central está formada por el relatoLa mansión de la Araucaíma, publ icadoen 1973. Poster iormente. el libro se
- volvió a publicar acompañado de los relatos que antes habían aparecido en elDiario de Lecumberri. Este diario. enpalabras del autor. es " el testimon ioparcial de, una experiencia y la ficc iónnacida en largas horas de encierro y soledad. La ficción hizo posible que la experiencia no destruyera toda razón devida". Tres son los relatos. En el prime ro el título " Antes de que cante el gallo"alude a la sentencia evangél ica de lanegación del discípulo. Un pescador seune a un predicador que a pesar de laadvertencia de que está proh ibido reu nirse en las calles. propaga su doctrina,La violencia y la insensibil idad al dolorson las pruebas en las que se templa laverdad; el pescador no resiste la pruebay con turbación se reintegra a la med iocridad de su vida. En "Sharaya" el poeta elabora un juego de planos: observa mos y somos observados. Sharaya .santón de Jandripur, sentado a la salidadel pueblo. hace el recuento de las miserias de los hombres: inmóvil. su pre sencia en nada inquieta: las horas demeditación' y ayuno lo han acercado ala sabiduría . Petrificado. casi ausentede la vida . contempla su prop io asesinato. Es la comprobación de que nadase salva del desastre. "La muerte delestratega " es la relación de algunos hechos de la vida y la muerte de Alar elll irio, estratega de la emperatriz bizant inaIrene. que en una especie de estado ausente muere por un imperio que para élha perdido sent ido y por una religiónque de nada salva. No hay heroísmo ensu actitud. Hay la dignidad de cumplir
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con un deber. A estos tres relatos sesuma un fragmento de un ambiciosoproyecto: la biografía de Bolívar. En "Elúltimo rostro" quedan páginas espléndidas sobre el héroe que resumió así subúsqueda de unir voluntades. en palabras que parecen tomadas de Maqroll:"aré en el mar y edifiqué en el aire".
La mansión de la Araucaíma es unbreve relato impregnado del mismo airede desolación y sufrimiento que se desprende de los poemas. La casa del títu lo se ubica en el trópico colombiano.Allí. en una especie de falansterio. ungrupo de hombres deciden que sus vidas las gobierne la inercia de los actoscot idianos. que paulatinamente va imponiendo sus leyes. Es un universo enque las relaciones no tienen fisura. Loshombres de la casa son seres que hanvisto pasar su oportunidad en la vida. Elorden se rompe con la presencia de unamuchacha que traspone el umbral de lamansión. Al principio es un viento fresco que disipa el tedio . Su presenciahace que el sopor de las horas cálidassea menos agobiante. y será como unreactivo que desencadene la pasiónamorosa de los habitantes de la casa.La muchacha está poseída de una carga erótica que conocerá la alucinacióndel placer en brazos de la única mujerque vive en la mansión; el gozo del placer será su condena cuando esa mismamujer la repudie. Sus relaciones sexuales rompen el equil ibrio de la casa. Hayun destino inexorable que todos cumplen: la muerte toma su ración de vida.Don Graci. el dueño de la casa. un viejopederasta. comparte la suerte del Gaviera: la pérdida de un reino. Su casa.semejante a las otras haciendas de laregión. poseía un rasgo que la hacíadistinta : "su injusti ficada y gratuita vastedad que producía cierto miedo" . Acaso alguna vez el Gaviero pisó los patiosde la mansión. y de él tal vez don Graciaprendió las máximas que regían el orden de la casa: "el silencio". decía unade ellas. " es como el dolor. propicia lameditación . mueve el orden y prolongalos deseos" .
Ya señalamos que una característicarelevante de Mutis es su afición poratribu ir a sus criaturas pensamientos devastas resonancias dichos en cláusulas.Una retórica cuyo vigor atestigua sumás reciente libro : Caravansary. en elque continúa la saga de Maqroll. y quese vincula con La mansión de la Arau-
~SEÑAS
caíma. La lírica y la épica ejecutan denuevo su canto en las páginas de Caravansary : los hombres expresan la materia de sus sentimientos pero una tramavital dibuja los rasgos del héroe. Maqroll pronuncia otra vez sus cláusulas.Es la palabra del juglar que halla placer.el único placer disponible. en modelarla materia verbal que da la nueva de sudestino . Mutis nos conduce a otras latitudes. nos lleva en el tiempo a mundosque desaparecieron o que agonizan.evocándolos con nombres claves. Conla mención de un nombre significativo.aparecen de golpe. con rasgos precisos.los entornos de otras culturas en lasque los hombres también estuvieron divididos entre el sufrimiento y la esperanza. Mutis sabe que el tiempo y lageografía no borran los secretos y poderosos lazos que unen las vidas de loshombres. Todos somos contemporáneos de Maqroll o de esos nómadasque en su constante ir y venir por las rutas del desierto han confiado a las estrellas que guíen sus destinos. Caravansary es el nombre en inglés del recintopúblico que da albergue a las caravanas. Su nombre en español no es tanafortunado : caravanera. Este edificio seconstruía fuera de las murallas de lasciudades.
El poeta evoca la vida de los nómadas que buscan alivio a la fatiga entrelos muros de garavanzary. en el que semezclan lenguas. sueños. proyectos : unlugar de paso donde se "ventilan losmodestos negocios de los hombres".En la brevedad de la primera parte deCaravansary aparece el abigarrado albergue; se habla de navegaciones. decomercios clandestinos. cargamentospreciosos. muertes infames. de grandeshambrunas. La huella más perdurableque dejan los huéspedes en los patiosson las manchas del betel que escupenmientras conversan y cuyas formas borran los pasos. manchas que se añadena la grasa y a la materia inmemorial quecubren el piso. Encima de la humildaddel piso. sobre la posada. en la clara noche bengalí. las estrellas trazan "su lenta trayectoria inmutable" . Lo de siempre. dice el poeta. Nada altera la inminencia del desastre. Mutis rescata unmundo que los cataclismos han borrado; la perduración de ciertos fragmentos bastan para dibujar la imagen de unentorno donde los hombres vivieronnuestros mismos padecimientos.
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Ya se señaló que la negación de undestino heroico o la falta de valor paracumplir un deseo marcan a los seresque pueblan la imaginación de Mutis-pero en su nobleza. en su mezquindad. en su fracaso nos devuelven nuestra propia imagen. Así. la trama de lavida de un hombre. que soñaba viajespor tierras de fiebre y aventura. está tejida con los vulgares y cotidianos actosde dar lustre a las lámparas de hojalataque sirven a su amo para la caza del zorro. Quizá la exclusión de una realidadmenos vulgar V fascinante exprese mejor el sufrimiento V la amargura: un soldado polaco antes de morir en el campode batalla sólo alcanza a recordar supasión incestuosa por una hermana quenunca se enteró de su asedio.
EnCaravansary está otra vez presente un mundo de objetos y de cosas quenada tiene de extraordinario pero que.gracias a la mirada del poeta. su mismacondición de anodinas se revela misteriosa. Misteriosa en la medida que esosobjetos adquieren una significacióndesconocida en su relación con nosotros. Lo mismo sucede con los hombresy las mujeres más vulgares. o más insólitas. como las reinas egipcias de Bohemia y de Hungría. Pero lo importante esque aquí el poeta amplía y profundizaen la saga de Maqroll. Su destino estáescrito desde su primera aparición :evocar la gloria perdida: el harén y elhospital. La evocación de lugares queMaqroll halló naturales y que para nosotros son sorprendentes: "el fuego. sí.las llamas que lamían con premura las .altas paredes de un castillo de Moravía". "El entrechocar de los vasos en unsórdido bar del Strand, en donde supode esa cara del mal que se deslíe. pausada y sin sorpresa. ante la indiferenciade los presentes" . Navegaba Maqrollpor los esteros de un trópico henchidode sol que bajo la exuberante vegetación. bajo el manto de las aguas feraces. oculta un rostro que adivinó Maqroll era el de la muerte. La fascinacióndel Gaviero deriva de su afin idad con elpersonajede Shakespeare:es un enajenado lleno de sonido y furia. pero su fábula tiene un sentido: la materia verbalde sus evocaciones son los exorcismos que buscan librarnos de la terriblenegación del olvido. Es el rescate deapenas unos fragmentos de la vida.
Miguel Angel Flores
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