Resumen

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RESUMEN Tradicionalmente, el recurso de la metáfora de la máquina y del ser vivo ha permitido analizar el funcionamiento de las organizaciones. Veamos, ahora, cada una de estas metáforas que están en la base de diferentes concepciones de la organización. LA ORGANIZACIÓN CONSIDERADA COMO UNA MÁQUINA La imagen de la maquina ha ganado un nuevo impulso con la Revolución Industrial, donde los estilos de vida, son marcadas por el predominio atribuido a la máquina. Sin embargo, el pensamiento mecánico presenta limitaciones, más aun al subrayar la estructura física de las organizaciones, no se ha tenido en cuenta otras dimensiones también importantes, como es la dimensión simbólica, no existen pautas comunes en las reacciones de los actores sociales y como tal no puede ser previsible su comportamiento, ni controlado con la misma seguridad, en principio, que una máquina, pues esta puede también estar sujeta a algún imprevisto, aunque mínimo. La metáfora de la máquina descuidó la capacidad de cambio de las organizaciones y su carácter evolutivo, pues esta considera a la organización como algo estático, un sistema cerrado. El enfoque mecanicista recae sobre la gestión racional, la eficiencia técnica del funcionamiento de los diversos elementos/piezas que componen la organización, de manera que sea posible lograr los objetivos. A partir de este marco descriptivo, el determinismo tecnológico encuentra aquí su fundamento, y la intervención tecnocrática, su legitimación. La metáfora de la máquina está imbuida de una concepción optimista y simplista de la naturaleza humana. Se piensa que se pueden igualar 1os comportamientos de 1os trabajadores al funcionamiento de las piezas que componen las máquinas. La capacidad de sustitución, la de precisión, la de previsibilidad y la de control que aquellas

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RESUMEN SOBRE LAS METAFORAS DE LA ORGANIZACION

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RESUMEN Tradicionalmente, el recurso de la metfora de la mquina y del ser vivo ha permitido analizar el funcionamiento de las organizaciones. Veamos, ahora, cada una de estas metforas que estn en la base de diferentes concepciones de la organizacin.

LA ORGANIZACIN CONSIDERADA COMO UNA MQUINA

La imagen de la maquina ha ganado un nuevo impulso con la Revolucin Industrial, donde los estilos de vida, son marcadas por el predominio atribuido a la mquina. Sin embargo, el pensamiento mecnico presenta limitaciones, ms aun al subrayar la estructura fsica de las organizaciones, no se ha tenido en cuenta otras dimensiones tambin importantes, como es la dimensin simblica, no existen pautas comunes en las reacciones de los actores sociales y como tal no puede ser previsible su comportamiento, ni controlado con la misma seguridad, en principio, que una mquina, pues esta puede tambin estar sujeta a algn imprevisto, aunque mnimo. La metfora de la mquina descuid la capacidad de cambio de las organizaciones y su carcter evolutivo, pues esta considera a la organizacin como algo esttico, un sistema cerrado.

El enfoque mecanicista recae sobre la gestin racional, la eficiencia tcnica del funcionamiento de los diversos elementos/piezas que componen la organizacin, de manera que sea posible lograr los objetivos. A partir de este marco descriptivo, el determinismo tecnolgico encuentra aqu su fundamento, y la intervencin tecnocrtica, su legitimacin. La metfora de la mquina est imbuida de una concepcin optimista y simplista de la naturaleza humana. Se piensa que se pueden igualar 1os comportamientos de 1os trabajadores al funcionamiento de las piezas que componen las mquinas. La capacidad de sustitucin, la de precisin, la de previsibilidad y la de control que aquellas posibilitan, se pretende trasladarlas a 1os individuos. En este contexto, hombres, materiales y soportes tcnicos son 1os recursos, 1os inputs que la organizacin, tomada como mquina, cambia en funcin de sus necesidades.La organizacin y gestin del trabajo subyacente a esta metfora nos conduce a un marco taylorista, donde el mecanismo y el tecnicismo se asumen como variables fundamentales del xito econmico de las organizaciones.

LA ORGANIZACIN COMO UN SER VIVO

La comparacin de la organizacin a un organismo, se basa en el carcter dinmico de aqulla, sometida a cambios constantes. Estos Cambios adquieren un cariz vital para su supervivencia y eficacia. Considerada como una entidad dotada de vida propia, como un sistema abierto, est sujeta a distintos condicionantes, entre los que se destacan los de naturaleza tecnolgica, los ambientales y gestionarios. Se tiene en cuenta en este modelo, no solo las relaciones internas, que se producen en el seno organizativo, sino tambin la relacin que se establece con el entorno, en una bsqueda de equilibrio constante. Para sobrevivir, la organizacin necesita adaptarse continuamente al entorno con el cua1 interacta. Un entorno que se caracteriza por una ausencia de estabilidad y previsibilidad, teniendo al revs una naturaleza, cambiante.Este enfoque de la organizacin ha tenido repercusiones en el contexto organizacional en general y especficamente en el abordaje sistmico, en el sistema sociotcnico, en la teora contingencial; y en los estudios de Hawthorne, al nivel del comportamiento organizacional.A diferencia de la metfora de la mquina, 1o que resalta aqu no es una visin esttica, controlada, previsible de la organizacin, centrada en su estructura fsica. El nfasis recae, ahora, en la gestin de los interfaces de los diferentes rganos que constituyen el ecosistema organizativo. A la vez que son fundamentales para su estabilidad y supervivencia.A nivel de esta metfora se reconoce que los actores sociales que animan las organizaciones no son fcilmente sustituibles como las piezas de una mquina, donde se nota una cierta recuperacin de la dignidad de los trabajadores, y en consecuencia una toma en consideracin de la dimefisin humana. Sin embargo, la visin organizativa que ella posibilita es tambin insuficiente. Continuamos estando presentes ante marcos explicativos segmentados.

3. La organizacin como culturaLa metfora de la organizacin como cultura (Morgan, 1980, 1983, 1986; Jelineck y otros, 1983; Lundberg, 1985), cuyo surgimiento es posterior a las anteriores metforas, ha suscitado un gran interts y discusin en las ciencias sociales y sobre todo en las ciencias de la gestin y en la sociologia de las organizaciones. Independientemente del nfasis que pongamos tanto en la revisibilidad paradigmtica, en el sentido khuniano, que esta metfora pueda representar, comoen su planteamiento como un fenmeno de moda, el hecho es que la cultura se configura como un importante instrumento heurstic0 para la inteligibilidad de 10s comportamientos organizacion:des (Smircich, 1985). Si la teoria de las organizaciones ha (centrado, desde el inicio, su atencin enla dimensin formal, racional de la vida organizativa, ejemplificada en las metiforas de la mquina y del organismo, a partir de finales de 10s setenta se ha producido una inflexin en este campo. El lado informal, simblico, con su lenguaje propio, sus historias, mitos, rituales, hl:oes, villanos y valores, son, ahora, tomados en consideracin por su capacidad aaructurante de las organizaciones. Se pasade una gestin controladora, que intent1 eliminar o reducir 10s errores, las imperfecciones, las incertezas con que aqullas se confrontan, a otra mis atenta al conocimiento de 10s sistemas humanos y ms comprehensiva en relacin con las lirnitaciones, en el sentido que no son algo natural, sino constructos generados, habitados y animados por seres dotados de capacidad de simbolizacin, como bien han visto Berg (1985), Bertalanffir (1982) y Smircich (1985). Su enfoquecomo robots u organismos adaptativos (Morgan, Frost y Pondy, 1983) es, asi, rechazado. Son ellos que dan forma y rnantienen estas realidades sociales a travsde sus acciones, de su trabajo conjunto, regido por pautas incentivadas, aceptables, formales e informales de conducta, bajo el escenari0 de la cultura organizacional.En este desplazarniento de la atencitin hacia una concepcin simblica de la organizacin ven muchos autores la marca de un cambio epistemolgico de gran alcance. Aspectos que habian sido descuidados o ignorados por 10s abordajes tradicionales adquieren derecho cle ciudadania sociolgica con esta nueva metfora. Una metfora que no invalida las contribuciones mecanicista y organismica, sino que las complementa, estimulando nuevas soluciones, siendo una metfora generativa. Las explicaciories unidimensionales son evitadas en este conrexto, ya que son reductoras de las potencialidades significantes de la realidad social. La singularidad de una organizacin, que contribuye a la respectiva identificacin, remite, pues, a su dimensin cultural, simblica. A travs de simbolos, rotos, un lenguaje propio y 10s valores comunes compartidos se genera un microcosmos. Discrepamos de la conc:epcin que la metfora de la organizacin como cultura sea un fenmeno dle moda que, al ser considerado de esta manera, tendria poc0 significado en el pensarniento organizacional. No es indiferente comprender una organizacin recurriendo o no a su dimensin simblica o cultural. El resultado seria sociolgicarnente poco fecundo. En un articulo titulado ((Symbols and sensemaking: the realization of a frameworka, Dafi (1983) nos invita a imaginar esta situacin: una organizacin sin simbolos o sin cultura. ((Una organizacin donde solo existiesen objecos tangibles, explicitos y instrumentales. Una organizacin sin nombre, logotipo o emblema; sin historias ni bromas; sin mitos sobre su pasado o sin proyectos para el futuro; una organizacin reducida a un sistema mecnico donde se ha barrido el error, asi como las imperfecciones humanas; una mquina perfecta capaz de producir bienes o prestar servicios de forma tan eficiente como un robot)). Estariamos, entonces, ante una organizacin que ((seria humanarnente inhabitable. Seria un sistema donde no se podria vivir, una pesadilla (Gomes, 1994: 284). A partir de esta hiptesis, queda bien evidente la influencia innegable de la dimensin cultural, como una de las determinantes del comportamiento organizativo.