Resumen_articulo_Downes

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Resumen del artículo de Stephen Downes El artículo empieza con un ejemplo introductorio breve, pero muy interesante y claro y que a mí me ha servido mucho para entender qué es un OA (objeto de aprendizaje) y por qué son necesarios. Básicamente dice lo siguiente: Hay miles de universidades, las cuales enseñan todas, por ejemplo, introducción a la trigonometría. Si a cada una le da por hacer un recurso pedagógico en línea sobre la función seno, con explicación, ejercicios y todo, bien hecho, a cada una le cuesta, pongamos, $1000. Como lo hagan mil universidades, tenemos que en conjunto, se han gastado $1.000.000 para una sola lección de un solo curso. Si en cambio, va una y hace un objeto que las otras mil puedan reutilizar, está claro. A cada una le ha salido por $1. Sigue Downes diciendo que los OA no son cursos y que no se trata de compartir cursos. Estamos hablando de algo diferente. Tampoco de otras cosas que se comparten, como los mapas, ni de libros de texto, que encima casi siempre tienen capítulos que no se utilizan o hay que usar más de un libro en un curso o algún capítulo suelto: de ahí tanta fotocopiadora en las bibliotecas de las universidades. Continúa diciendo que, si vamos a empeñarnos en crear todos los cursos universitarios en línea desde cero, el coste habitual estimado por Bates, va a ser de $24.000 como poco para cada uno, va a ser ofrecido a unos pocos estudiantes cada vez y al final va a ser tan caro como el de una universidad tradicional. Así que hay que reducir esos costes sin rebajar el valor de la educación. Hay que hacerlo extrayendo lo que los cursos tienen en común (cursiva del propio Downes) y haciendo que estos elementos comunes estén disponibles en línea. 1 1 ¿Y qué son estos elementos comunes, disponibles en línea? Exacto. Objetos de Aprendizaje. No puedo dejar de subrayar lo suficiente la importancia de la frase anterior. Disculpadme por dar ahora mi definición de OA en esta nota a pie de página pero es que lo que acaba de decir Downes me parece clave. Y es lo que me ha

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Traducción resumida en tres páginas del artículo de Stephen Downes titulado: Learning objects: resources for distance education worldwide.

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Resumen del artículo de Stephen Downes

El artículo empieza con un ejemplo introductorio breve, pero muy interesante y claro y que a mí me ha servido mucho para entender qué es un OA (objeto de aprendizaje) y por qué son necesarios.

Básicamente dice lo siguiente: Hay miles de universidades, las cuales enseñan todas, por ejemplo, introducción a la trigonometría. Si a cada una le da por hacer un recurso pedagógico en línea sobre la función seno, con explicación, ejercicios y todo, bien hecho, a cada una le cuesta, pongamos, $1000. Como lo hagan mil universidades, tenemos que en conjunto, se han gastado $1.000.000 para una sola lección de un solo curso. Si en cambio, va una y hace un objeto que las otras mil puedan reutilizar, está claro. A cada una le ha salido por $1.

Sigue Downes diciendo que los OA no son cursos y que no se trata de compartir cursos. Estamos hablando de algo diferente. Tampoco de otras cosas que se comparten, como los mapas, ni de libros de texto, que encima casi siempre tienen capítulos que no se utilizan o hay que usar más de un libro en un curso o algún capítulo suelto: de ahí tanta fotocopiadora en las bibliotecas de las universidades.

Continúa diciendo que, si vamos a empeñarnos en crear todos los cursos universitarios en línea desde cero, el coste habitual estimado por Bates, va a ser de $24.000 como poco para cada uno, va a ser ofrecido a unos pocos estudiantes cada vez y al final va a ser tan caro como el de una universidad tradicional. Así que hay que reducir esos costes sin rebajar el valor de la educación. Hay que hacerlo extrayendo lo que los cursos tienen en común (cursiva del propio Downes) y haciendo que estos elementos comunes estén disponibles en línea.1

1 ¿Y qué son estos elementos comunes, disponibles en línea? Exacto. Objetos de Aprendizaje.No puedo dejar de subrayar lo suficiente la importancia de la frase anterior. Disculpadme por dar ahora mi definición de OA en esta nota a pie de página pero es que lo que acaba de decir Downes me parece clave. Y es lo que me ha permitido entender qué es un OA y por qué los estudiamos. Es cualquier elemento que cualquier curso (o unidad didáctica) en línea tiene en común con otros, normalmente de la misma área temática y que es susceptible de ser reutilizado en otra unidad, gracias, como se verá más adelante a su estructura y a sus metadatos.

La siguiente parte del artículo de Downes la titula él mismo como “los OA desde una perspectiva teórica” y empieza por explicar la necesidad de que la construcción de cursos en línea tenga en cuenta el concepto llamado Diseño Rápido de Aplicaciones, en inglés, RAD. Downes nos dice que, en el fondo, un curso en línea es como cualquier otro programa y hace mucho tiempo que los programadores saben que es muy ineficiente escribir un programa desde cero. Conviene aprender y utilizar la RAD. Básicamente, se trata de que un programador tira de unos componentes ya hechos de antemano para no tener que hacer desde cero ninguna cosa que ese programa pueda tener en común con otros ya hechos hace mucho y que tiene ya preparados junto con las herramientas que utiliza. Downes pone ejemplos como los de un mecánico con todas las piezas a su disposición o un chef que lo tiene todo a mano para cuando le encarguen unos crepes suzette. (Viendo la foto de Downes no me extraña el ejemplo ).

El siguiente párrafo que escribe Downes vuelve a ser muy importante: Un curso en línea, visto como un programa, puede ser visto como una colección de rutinas y aplicaciones reutilizables. Un curso en línea, visto como una colección de objetivos de aprendizaje, puede ser visto como una colección de materiales de aprendizaje reutilizables. La esencia de la “economía de los objetos de aprendizaje” (expresión del propio Downes) es la fusión de estos dos conceptos: es ver a los materiales de aprendizaje reutilizables como rutinas y aplicaciones reutilizables. Downes dice que hace tiempo que esto se utiliza por los que enseñan para empresas o a programadores.

El siguiente apartado es una explicación sobre un concepto que procede de la programación: el diseño orientado a objetos.

Brevemente, en él, el prototipo más básico se construye primero (por ejemplo, “animal”) y luego los más detallados (por ejemplo, “humano”, a su vez, dentro de él, por ejemplo, “estudiante”) van heredando sus propiedades y añadiendo otras, cada vez más específicas y así sólo hay que definir éstas. Los prototipos de los objetos tienen también funciones típicas como “apuntarse a un curso” y cuando el objeto “curso” se relaciona con el objeto “estudiante”, ejecuta la función “añadirlo”. Los objetos se relacionan de muchas formas entre sí y una de las más importantes es la de contenerse. Por ejemplo, un curso contiene estudiantes, un curso contiene unidades, una unidad contiene un test, un test se relaciona con una escala de notas y así.

El siguiente concepto es el del uso de estándares abiertos, es decir, que sean entendidos por todos, como el HTML, para que los documentos escritos en ellos puedan ser leídos y transmitidos por cualquier programa o aparato.

A continuación, Downes habla de los protocolos IMS y SCORM, una iniciativa de estándares abiertos para que los objetos similares sean definidos de la misma forma y también sus interacciones, para que puedan ser utilizados internacionalmente y entendidos por todos, y así sea posible así su reutilización. Para que sea posible entenderse, IMS ha creado un lenguaje llamado XML que permite estructurar la información como el HTML estructura los documentos. Downes dice que el XML permite que todos los elementos de la economía de los objetos de aprendizaje puedan ser descritos, incluso estudiantes, aulas y libros y puede ser leído por cualquier ordenador, como pasa ahora con el HTML.

La siguiente parte del artículo de Downes habla de cómo crear objetos de aprendizaje y empieza por hablar de las dos facetas que tienen. Una es el contenido del OA y otra son sus metadatos. Downes dice que para que un OA sea portátil, su contenido tiene que estar estructurado y estar separado de la presentación de esa información, lo que es posible en XML, porque la presentación viene en un fichero aparte, pero no en HTML, por lo que considera un paso importante crear materiales en XML en vez de en HTML.Piensa que empezarán a surgir más aplicaciones como la popular Hot Potatoes, que sirve para crear ejercicios en línea y que servirán para poder hacer cursos, lecciones, estudios de caso, etc. dentro del estándar XML.

Luego habla sobre los metadatos, en resumen, dice que se podrán escribirlos sin grandes conocimientos y termina con otros dos conceptos interesantes. Uno, el paquete, que junta varios objetos. Lo define como un representación estructurada de una serie de objetos independientes y que es descrito en XML. Otro, el manifest, que es como la etiqueta de envío del paquete y que dice lo que hay en él.

Todo esto funcionaría de la siguiente manera, que es lo interesante. El interesado escoge, por ejemplo, el paquete “lección”, que se rellena automáticamente con las características comunes a todas las lecciones, en cuanto le dices el curso o el objetivo de la lección. El sistema te busca en una base de datos de objetos de aprendizaje los recursos válidos para esa lección y tú los escoges y así pones los textos o vídeos adecuados. Dichos objetos no se guardan. Sólo sus metadatos, que dicen dónde están. Esos metadatos son los que se insertan en el paquete “lección” y en poco tiempo la tienes y al final tienes el curso.

Downes pasa a cómo se verían los objetos, gracias a la combinación de XML y de otro fichero aparte, el XSL, que contendría la descripción de cómo debe verse y que también es un estándar abierto. Como el fichero XML y el XSL van aparte, los datos del XML, que es donde va el contenido, pueden utilizarse para ser visto de muchas maneras, según sea necesario. Por ejemplo, el mismo contenido se puede ver en una página web gracias a un XSL, o en un PDF gracias a otro XSL distinto.

Downes termina por entrar en polémica. Así titula su último apartado: la Economía de los Objetos de Aprendizaje: una polémica. En él viene a decir lo siguiente. ¿Necesitamos que se siga haciendo curso tras curso de Shakespeare desde cero, con todos sus costes o a un estudiante de primero le vale con un módulo de Hamlet, se supone que hecho de objetos de aprendizaje, si quiere saber algo sobre la obra? ¿Podemos permitirnos que mucha gente no pueda acceder a la educación superior debido a sus costes o es mejor la segunda opción? Downes concede que es mejor el pan hecho a mano que el de un supermercado (otra vez con esos ejemplos ) pero recuerda que al que tiene hambre no se le puede imponer que compre lo caro o que se quede sin ello. Y que sólo el tiempo dirá si muchos o pocos profesores de artes y humanidades tendrán que repensar lo que hacen o serán expulsados del mercado por caros.