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Revista Archè “Por el principio de una verdadera Libertad de Expresión”
Colima, México. 10 de Marzo del 2014 Número 11 Año 4
Fotografía de: José Francisco Rivas Valencia
INDICE:
EDITORIAL
“EL REGALO”
Jaime Sandoval Sandoval.
LA ESCRITURA
Salvador Díaz P ineda
¿VALDRÁ LA PENA?
Sergio Francisco Chapela Preciado
LUJURIOSA
Nelly García
POR QUÉ NO ESTALLA UNA REVOLUCIÓN
GAZZETTA DEL APOCALIPSIS
MI ETERNA COMPAÑERA
Isabel Valencia (A.C.P.E.)
EL CONTRATO QUE UNA MADRE EXIGIÓ A SU HIJO PARA TENER UN IPHONE
EN CONTRA DE LA EDUCACIÓN TRADICIONAL
Luis Hernández M
RETROSPECTIVA DEL SNTE
Roberto Godínez Soto
RESPETEMOS AL OTRO...
Claudio Valerio
LA FABULA DE LOS CERDOS ASADOS
Gustavo G. J. Cirigliano
LOS CAMINOS HACIA UNA LIBERTAD EDUCATIVA SEGÚN PAULO FREIRE Y MATTHEW LIPMAN
Claudia Gabriela Camacho Andrade
EL DERECHO AL DELIRIO
Eduardo Galeano
Revista Archè “Por el principio de una verdadera Libertad de
Expresión”
E D I TO R I A L
2014, movimientos sociales estudiantiles, Ucrania, Venezuela y en
México guardias comunitarias en 13 estados de la Republica, nos
hace recordar la década de los 60s del siglo XX; El mayo francés, en
Estados Unidos las protestas contra la guerra de Vietnam, la
primavera de Praga (Checoslovaquia), España con movimientos
antifranquistas y por supuesto el movimiento estudiantil mexicano.
Están operando en México, con perfil bajo, los movimientos
ciudadanos como el YO SOY #132; los zapatistas; pero los guardias
comunitarios están en plena acción, cansados de los problemas
sociales, como la corrupción y el narcotráfico.
Las redes sociales dan cuenta de la inconformidad de la sociedad en
relación a las políticas del gobierno ya sea federal o estatales, es ahí
donde podemos darnos una idea muy general de la problemática que
cada estado vive, de las políticas inhumanas y sobre todo la
incongruencia de los políticos en el decir y el hacer.
Recordando a Octavio Paz. “Existe un México antes del 68 y un
México después del 68”; podemos decir que se quedo corto ya que
existe un mundo antes del 68 y otro después del 68.
Todos los problemas sociales giran alrededor de la EDUCACIÓN, por
lo tanto debemos de poner nuestro granito de arena, para que en las
aulas los alumnos sean críticos y con fundamentos den ideas para
resolver las diferentes problemáticas que aquejan a la sociedad.
No basta con solo decir que está mal, debemos opinar dando
soluciones viables y reales, en esta perspectiva Archè, se consolida
cada día, al ser una ventana de información, análisis, crítica y
promotor de ideas para el cambio.
Además los escritos presentados, nos hacen reflexionar interiormente,
para que primero cambiemos nosotros mismos y luego poderlo hacer
extensivo a la sociedad.
“EL REGALO”
Por: Jaime Sandoval Sandoval.
Centavos, ¡que valen los centavos en esta época tan devaluada! ya ni siquiera
existen las monedas de a un centavo. Mi abuelo
me platica con mucha nostalgia, que en su
niñez, él llegó a comprar “colaciones” y
“garapiñados” con un solo centavo; «pero ahora
a nadie le importan los centavos» le oí decir.
Hoy en día solo existen monedas de cinco,
diez, veinte y cincuenta centavos. En mi corta
vida he recibido mis domingos de puros
centavos; dos monedas de a cincuenta, tres
monedas de veinte y cuatro monedas de diez
centavos logran alcanzar la fabulosa y envidiable
cantidad de dos pesos. Creo que solo en dos ocasiones he tenido la fortuna de
tocar con mis dedos dos monedas de cinco centavos.
No había sacado la cuenta, faltaban catorce domingos para el cumpleaños de
mi mamá. Ella siempre ha platicado que cuando era niña (ya llovió por cierto)
había leído con gran ahínco todas las revistas de un tal Memin Pinguín, y no sé
porqué fuerzas sobrenaturales, como el ave fénix,
han comenzado a circular nuevas ediciones; y, es
más, a salido a la luz pública tres ediciones
especiales con un disco compacto, cada una de
ellas por la cantidad estratosférica de treinta
pesos, y yo, que ya había gastado parte del
tesoro tan anhelado y esperado por siete largos y
agobiantes días, en un delicioso chicle en la
cantidad estratosférica de ¡veinte centavos!
Tenía que sorprender a mamá, no había mejor
regalo que una de estas tres ediciones
especiales; y como un usurero avaro y tacaño, fui
guardando en mi alcancía cada centavo de mis domingos; no hubo uno solo en el
que, claro está, quise romper esa alcancía antes de tiempo y, enseguida, darle
rienda suelta a mis antojos, y que mi mamá se conformara con un grande y fuerte
abrazo de su adorado hijo; pero siempre había algo dentro de mi diciéndome que
no era capaz de realizar semejante monstruosidad, tuvo razón.
El último domingo recibí con gran desesperación mis centavos, fui, rompí en mil
pedazos esa martirizante alcancía; recogí una por una cada moneda, las conté
con suma ilusión de que completaran los treinta pesos; pero, ¡oh cruel realidad!
Veintinueve pesos con ochenta centavos fue el saldo registrado en el corte final de
mis ahorros… No importa, me dije, por veinte centavos no me iba a desquebrajar y
abandonar catorce domingos de austeridad (porque el primer domingo, por un
mísero chicle de ¡veinte centavos! creo que también cuenta). Pensé entre mi «Le
regateo al vendedor, le pongo la cara más angelical que tengo y con eso lo
convenzo de que me haga un descuento».
Salí corriendo y llegué sumamente agitado al puesto de revistas, al poner el
primer pie dentro, apareció una luz cálida y radiante, volteé para ver de donde
procedía y, como en un pedestal de cristal, ahí estaba la anhelada revista. Sentía
cómo cada rayo de su luz, me jalaba como suaves manos de seda fina hacia ella.
No me atrevía a tomarla con
mis manos, había sido tanto el
sacrificio que me parecía
impuro el tocarla. Estaba aún
absorto en su esplendor,
cuando escuche una bella,
dulce y melodiosa que me dijo:
- Hola jovencito ¿deseas
algo en especial?
Volteé, y fue cuando la vi;
era una Hada con una hermosa
sonrisa, unos bellos ojos
brillantes y claros y un cuerpo delineado y transparente.
- Quisiera la revista especial de Memin Pinguín.- Le respondí muy ilusionado
y a la vez anonadado por su belleza.
- Tan sólo treinta pesos y será toda tuya.- Me susurró cariñosamente.
Saqué de la bolsa del pantalón todo el puño de monedas y le alcé la mano.
Ella las tomó entre sus delgados y delicados dedos, y fue contando una por
una cada dorada y brillante moneda, con una sonrisa aún más angelical.
- Creo que te faltan veinte centavos.- Al decirlo me dirigió una mirada
penetrante y pura que me hizo enternecer.
- Sí, quisiera saber si me la deja en eso.- Le contesté tratando de poner la
cara de lo más tierna e inocente que pude.
Como quien detiene de golpe un disco que está emitiendo su sonora melodía,
se detuvo por un momento el tiempo, no se escuchó el trino de los pájaros, el
rechinar de llantas en la calle y escuche una voz como salida del averno.
- ¿Qué? Y, ¿me hiciste contar todas estas cochinas monedas, para decirme
que no la completas pedazo de mocoso?- Me dijo escupiendo chinches y
alacranes.
Entonces comprendí el engaño…
Todo era una alucinación. Poco a poco los rasgos delicados y finos de la Hada
se fueron transformando en toscas formas oscuras, el rostro se convirtió en una
enorme masa negra con ojos hinchados y rojos, con una cara demacrada y
cacariza, y, un cuerpo corpulento y robusto, dio paso a una terrible y vejestoria
ogra.
- ¡Aquí no es ninguna beneficencia pública! Trae el dinero completo si
quieres comprar algo.- Vociferó echando espuma por la boca.
Salí corriendo espantado. Ni en mi peor pesadilla he estado tan aterrado, y no
sólo por el espectro que acababa de avistar, sino también, porque no había
logrado mi objetivo: adquirir el regalo de mamá.
Me senté a la orilla de la banqueta, una horrible angustia empezó a invadir todo
mi ser. Estaba derrotado, vencido por la fatídica e irrisoria cantidad de veinte
centavos. No había nada que hacer, todo mi esfuerzo, como desecho repulsivo, se
iba a la basura. Excepto que… Como una estrella fugaz, se me vino
repentinamente una idea a mi cerebro: podía ayudar a alguna ancianita a cargar
sus cosas y ella
amablemente me daría
unas monedas por ello, y,
con eso, ¡completaría mi
hazaña!
No lo pensé más, me
levanté tal cual un cabo se
cuadra ante su capitán y
comencé a observar
detenidamente a mi
alrededor; entre tanta gente
debía haber más de alguna
señora que añorara mis
servicios. Y, como
telescopio que hace que las cosas lejanas se acerquen claras y precisas, observé
a lo lejos una bella ancianita sumamente cargada con bolsas del mandado; la miré
cómo buscaba alrededor suyo a ese ser celestial que viniera en su auxilio, y me
dije: ¡esa es mi presa!
Avancé hacia ella con paso firme y decidido, le miraba a los ojos fijamente
como diciéndole: «No espere más, he llegado en su ayuda; soy su superhéroe
salvador».
Ella se detuvo al instante al verme acercar, me miró detenidamente; como al
valiente caballero, que vestido en su reluciente armadura, se espera se enfrasque
en desigual y gloriosa batalla. Corrí estirando mi mano hacia su bolsa, que creí
más pesada; ella, levantó su mano, y, cual bella Dulcinea, agitó ávidamente su
pañuelo en señal de desbordante alegría al ser rescatada por su vigoroso salvador
del castillo que la tiene aprisionada.
Tomé su bolsa firmemente con mis manos; un objeto largo y puntiagudo zumbó
al hender el aire estrellándose estrepitosamente en mi espalda.
- Ratero abusivo, crees que no puedo defenderme sola, largo de aquí.-
Escuché todavía aturdido por el golpe.
- Yo sólo quiero ayudarle – insistí asiendo la bolsa ferozmente.
Escuché otro zumbido por mi oído izquierdo y, al voltear, un paraguas se
impactó en mi rostro lanzándome a tres metros de distancia. Me levanté como
pude, y puse pies en polvorosa, oía a mis espaldas zumbar el paraguas a diestra y
siniestra para darme alcance, como quien, en una noche de insomnio, trata
desesperadamente derivar con la almohada al latoso zancudo que ha estado
como kamikaze tratando de picarnos.
Ya estaba bastante lejos y aún podía escuchar las imprecaciones proferidas
por la anciana, y, ¡eso que se veía que no podía ni con su propia alma! Y más que
la golpiza que me propino, me dolía más el no haber podido sacarle los centavos
que me hacían falta; tenía que buscar otra forma de conseguirlos.
Otra de mis brillantes ideas cruzó por mi mente; muchos niños se ponen en las
esquinas, y, al frenar los
carros, les limpian los
parabrisas; por ello les dan un
puño de monedas, y, ¡eso es
fantástico!; con un solo carro
podía completar la revista.
Puse en marcha mi plan, fui
a la esquina más próxima,
tenía en mi bolsa un pañuelo
que sería la herramienta
principal; me faltaba el
segundo, el agua; pero eso no
sería impedimento, ya sabía con que suplirlo. Esperé pacientemente, cual león
que acecha a su presa; más pronto que ya, se detuvo un carro; me lancé
ferozmente hacia su cofre, le lancé tremendo escupitajo al vidrio, pero antes de
sacar mi pañuelo, unas fuertes manos me asieron de la ropa.
- Mocoso cochino, ¿qué modales te enseñan en tu casa?- Protestó indignado el
chofer del carro aventándome hacia la banqueta.
Observé el cofre que despedía agua hacia el parabrisas, y, maquinalmente, los
limpia-parabrisas hicieron su trabajo. El chofer arrancó provocando tremendo
rechinido con las llantas.
No protesté, ni expliqué mi acción; había sido todo, me encontraba sentado,
agazapado y acurrucado con mis manos al filo de la banqueta, mirando al infinito
cielo. Me había resignado regalarle a mamá unos mugrosos chicles; ¡que cruel
suele ser la vida!, entre más te empeñas por hacer las cosas bien y honestamente,
¡más te salen mal y desastrosas!
Estaba abatido por estos pensamientos; en eso escuché un leve y pequeño
tintineo. Una diminuta y brillante moneda llego rodando sinuosamente hasta
estrellarse en mis zapatos.
- Mira papá, se te cayó una moneda.- Escuché la voz de un niño a mis
espaldas.
- Es una moneda de veinte centavos, déjala, no vale la pena levantarla.- Dijo
indignado el señor.
Mis ojos miraron fijamente el despreciado y pequeño objeto. Una paz recorrió
todo mi cuerpo. Tomé con mis dedos la moneda, la miré detenidamente y pareció
decirme «Soy tu hada madrina, he venido a salvarte».
Me levanté serenamente, una paz repentina me había invadido todo mi ser, fui
caminando lentamente en la compra
de la tan anhelada revista. La
vendedora se encontraba sentada
detrás del mostrador, como
atrincherada en su puesto; cada que
respiraba, de sus fosas nasales
despedía tremendos chorros de
vapor.
- Ahora sí completo la revista.- Le
dije tranquilamente.
- Espero que estés seguro.- Dijo
arrebatándome de las manos las monedas.
Contó nuevamente una por una cada brillante y delirante moneda; y, al final,
como un hechizo de magia blanca, la ogra fue adquiriendo con una luz pura y
radiante, su forma de Hada mágica.
- Creo que esto es la que tanto quieres- Me dijo melodiosamente acercándome
la revista.
- Sí. - Asentí con la cabeza.
- ¿Quieres algo más? – Me susurró dulcemente.
- ¡Una bolsa por favor! -. Contesté emocionado, con una amplia sonrisa en mí
boca.
- Pero, claro que sí. - dijo cariñosa – Aquí la tienes.
Metí dentro de la bolsa la revista y, dándole las gracias, salí corriendo
extasiado con mi regalo tan aflictivo.
No puedo describirles las expresiones llenas de alegría de mi mamá al recibir el
regalo, sólo puedo decirles que aún me duelen la cara y el cuerpo de tantos besos
y abrazos que me dio emocionada al recibirla.
Centavos que valen los centavos, a nadie le importan los centavos,
simplemente los tiran y andan rodando por las calles sin que nadie se moleste en
levantarlos; hasta que, un día, te los encuentras, y sirven para comprar; ¡un buen
regalo de treinta pesos!.
NUEVA REVISTA DE UNILAES: www.revista-rhetor.com.
LA ESCRITURA
Por: Salvador Díaz Pineda
Todo aquel que no dice lo que piensa,
no se atreve a pensar en sí mismo .
S. D.
Los hombres modernos cambiamos el cincel por la pluma; la
cantera por el papel, dejamos de ser juglares porque nos anclan
los l ibros, conjuntando las palabras con la forma de parir las
ideas.
Si la razón es la preponderancia del ser
humano para conocer y pensar lo que le
permite crear ideas, juicios y
representaciones de la realidad en la
mente y relacionarlas entre sí. También
debe encontrar sus propios mecanismos
para transformarlas en herramientas y
poder hacerse entender entre sus semejantes.
Por lo tanto; escribir, viene siendo una herramienta imprescindible
que todo ser humano
debe cultivar y
perfeccionar, a manera
de pulir su propio esti lo,
como conducto para
llegar al propósito
planteado. Es el al imento
del espíritu, es el
vehículo que te hace
viajar en el t iempo y el
espacio de las ideas,
expresión histórica de la
humanidad, diálogo con
la ausencia y oración de
lo sublime, al imento de la
angustia y la desesperación para llegar al punto del razonamiento.
Es el arte de ordenar las ideas, para después con observancia a
las reglas, expresarlas de
acuerdo a la técnica que se le
aplique. La escritura es el
comentario, el monologo o la
voz del pueblo, lengua de los
escogidos que logran desafiar y
domar el miedo de hacerlo.
¡Prueba hermosa de la superf lua
grandeza de toda obra humana!
Con el lo se t iene la posibi l idad
de interrogar a los testimonios directos de la experiencia, con el
único propósito de darle veracidad al razonamiento de las ideas y
derramar la esperada luz del conocimiento a la humanidad
profana.
Al preguntarle al escrito sobre la esencia de la narración, estamos
analizando la forma de plasmar primero y luego de expresar las
ideas, siempre de un modo diferente. Todo aquel que sigue un
solo est i lo o técnica, se convierte en una máquina de escribir y no
de razonar.
Todos los razonamientos deben ser diferentes, aunque tratamos
de imprimirle nuestro propio est ilo, ninguno es igual a otro, hay
escritos que carecen absolutamente de contenido, en cambio
habrá otros que manif iesten la verdadera forma de ser del autor,
dice Octavio Paz que “Cada «teoría» es un objeto único, creado
por una «técnica» que muere en el momento mismo de la creación.
No es transmisible, porque no
está hecha de recetas y sólo sirve
a su creador.”1 A fin que sirva a
otros, necesita aprobar arduas
pruebas de razonamiento,
permear en las conciencias.
Un escrito que contiene las ideas
paridas del autor, se puede
considerar una obra literaria, sin
importar su extensión, no así la tarea de copiar o resumir, cruel
martirio de que son objeto muchos trabajos en la actualidad, “El
esti lo es el punto de partida de todo intento creador; y por eso
1 Octavio Paz. El Arco y la Lira. Cap. 1
mismo, todo artista aspira a trascender ese est ilo comunal o
histórico”2. a dispersión de las ideas en mil formas podría
incl inarnos a construir un
monstruo. La conjunción de
estas, por sí mismas nos arroja
un caudal de opciones para
crear cada vez, una mejor
propuesta del conocimiento que
pretendemos compartir.
La diversidad de estas ofrece
un universo más vasto para su
disertación, aún cuando
sabemos que toda sociedad engendra su propio estilo, la
aplicación y las diferencias son el resultado del fruto de cada
integrante de ella, ya que en todas las historias, el esti lo es
indivisible con la técnica, le da a la idea el carácter de única,
aislada e irreductible, por lo tanto, t iene su propia vida y perdura
en la medida que su creador tenga la capacidad de
retroalimentarla y fortalecerla haciéndola crecer.
Aplicando la razón, ninguna idea puede sustituir a otra, para que
esta sea permanente no debe prevalecer, ni imponerse por la
fuerza, todas las ideas universales han obtenido esta categoría
por medio del raciocinio de un conjunto de ellas.
Entonces, el escritor t iene la tarea de dibujar sus ideas
conpalabras, para que pueda
proyectarlas a un auditorio
determinado, según el nivel de la
audiencia se puedan entender,
para eso debe emplear técnicas,
ritmo y est ilo, sin ello no habrá la
comunicación deseada. Octavio
Paz en su libro el Arco y la Lira
manif iesta que “Los esti los nacen,
crecen y mueren. Las ideas
permanecen y cada una de el las
constituye una unidad
autosuficiente, un ejemplar aislado
2 Octavio Paz. El Arco y la Lira. Cap. 1
que no se repetirá jamás.” El carácter de irrepetible es aplicable a
todas las bellas artes.
Muchos escritores util izan vocablos a sabiendas que carecen de
sentido, “desprovistos de significación: tocados por la mano del
hombre,”3 es por eso que debemos cuidar que la intención del
trabajo, sea la que queremos transmitir y no solamente la
repetición de las ideas de otros, por el simple hecho que así es y
nos parece aceptable, no porque está escrito, así debe ser
siempre.
El escritor guiado por su razón, aparentemente atenta contra lo
establecido, se enfrenta al rechazo para lo que ya está hecho, por
eso su originalidad se convierte en la etiqueta que le permitirá
vender sus ideas.
Todas las diferencias
entre las formas de
expresión son muy
diferentes, el peor
asesinato que
podemos cometer es
el de las ideas, peor
cuando ellas nos
llevan a construir
mejores estadios de
desarrol lo. Hasta las
piedras t ienen un
punto vulnerable y
todas sin excepción pueden ser pulidas y moldeadas de acuerdo
con la forma quiera darle el autor, artista, artesano o el of icio que
quieran.
Lo único que se requiere es la perseverancia, es d ecir,
preparémonos para la lucha intelectual, abrevemos y razonemos el
conocimiento que nos heredaron, los conductos están a nuestra
disposición, dejemos la modorra y abandonemos nuestro confort
para hacernos dignos merecedores de él. Leer nos vulnera el
pensamiento y nos transforma la razón, que invariablemente
nos lleva a la escritura, como medio de evolución.
3 Octavio Paz. El Arco y la Lira. Cap. 1
¿VALDRÁ LA PENA?
Por: Sergio Francisco Chapela Preciado
Mientras las drogas prostituyen las tierras más fértiles de cultivo de alimentos,
dándonos a cambio veneno; y su tránsito, de los sitios de producción a los lugares
de consumo, van dejando una estela de violencia, corrupción y miseria; y los
gobiernos gastan millones de dólares (que se podrían estar utilizando en
investigación científica y tecnológica) en combatir su producción y distribución; y
otro tanto en construir y mantener sistemas penitenciarios para mantener
confinados a los que las producen y trafican, más otro tanto en construir y
mantener sistemas de desintoxicación física y psicológica para los consumidores y
sus familias; mientras las drogas prostituyen a los sistemas económicos, políticos
y judiciales de todas las sociedades del mundo, cientos de millones de mentes
débiles seducidas por el hechizo del placer espurio de las sensaciones extremas,
esperan anhelantes la próxima fumada, la próxima inhalada, la próxima inyección,
la próxima pastilla que les ayude a evadir la realidad e internarse en la utopía de
una falsa libertad…
¡Qué estupidez más ingrata!
No saben que el cerebro es una máquina tan
perfectamente bien elaborada, que no
necesita drogas externas, está tan
extraordinariamente bien hecho, que cuenta
con todo lo necesario para producir sus
propias drogas: la endorfina, por ejemplo, o
droga del amor, que nos inhibe desde el
hambre hasta los “efectos de la gravedad”, que nos permite sentir compasión por
una persona en condiciones de precariedad o por un animal, o una planta, o la
naturaleza, o el planeta mismo; que nos permite tener una autoestima bien
abonada; que nos permite entregarnos en cuerpo y alma a proyectos en los que
nuestra creatividad se expande al máximo para crear belleza y/o bienestar para
nosotros mismos y para los demás, o incluso, para tratar de agradar a Dios; que
nos permite extasiarnos con un atardecer, con el canto de los pájaros, con una
noche de luna llena, con el arrullo de las olas, con una buena lectura o un
concierto de música, etcétera. Y si esto no fuera suficiente, habría que practicar un
deporte o simplemente hacer ejercicio. La sensación de placer y plenitud después
de ejercitar el cuerpo y recibir un confortable baño, es simplemente insuperable.
Si no hubiera mentes débiles esclavizadas por las drogas, no habría
consumidores, y en consecuencia no habría productores, ni distribuidores, ni
necesidad de tantas cárceles, ni de tantas clínicas de rehabilitación, ni de tanto
gasto en sistemas de detección y captura, y ese dinero que hoy estamos tirando al
caño como naciones, se podría aprovechar en promover el desarrollo social. Nada
más veamos el caso del tabaquismo, un fumador
afecta no nada más su salud, sino también la de
las personas que lo rodean, y que sin deberla ni
temerla, ingieren las substancias nocivas
(cancerígenas) del tabaco, pero el asunto no
para ahí, ya que cuando se acaba el cigarro, la
colilla va a parar a la basura, donde se mezcla
con todos los demás residuos domésticos, luego,
en los tiraderos, las colillas o filtros, sueltan los
químicos que retuvieron por efecto de la lluvia y
éstos van a dar al suelo, o a ríos, lagunas y al
mar, donde también contaminan el ambiente. Recordemos que la producción,
distribución y consumo del tabaco es legal, al igual que el alcohol, y sin embargo
eso no quita que el tabaquismo cause importantes mermas a la economía de las
naciones, entonces si ya tenemos este problema de drogadicción como una fuerte
carga social, ¿a qué le tiramos legalizándola? Por otra parte, si se legaliza la
marihuana, esto no garantiza que se acabe el narcotráfico y su ola de violencia, ya
que los narcotraficantes simplemente darían un giro de mercado, impulsando más
el consumo de la cocaína y sus derivados, las metanfetaminas y tantas drogas
más que ahorita se están inventado, lo que provocaría que el estado vaya
corriendo como el burro detrás de la zanahoria, porque luego habría que legalizar
el consumo de la cocaína, luego el de las metanfetaminas y así sucesivamente
con las que vayan invadiendo los mercados… Cada peso que entra a la compra
de una droga, distribuye su valor en el enriquecimiento de la miseria humana:
Había una vez un buitre que se tragó su propia carne, porque ya estaba podrida.
Y mientras toda esta hecatombe ocupa las primeras planas de la prensa, los
educadores tenemos la titánica tarea de concientizar a la niñez y a la juventud
para que comprendan que no hay libertad posible en las drogas, que la falsa
utopía de la libertad por medio del placer, no es más que un espejismo para
atraparlos, la verdadera libertad radica en el conocimiento, en el amor a la verdad
y en la práctica de los valores más sublimes que nos distinguen de los demás
seres vivos, como seres inteligentes.
Así es que ¿valdrá la pena seguir gastando saliva sobre la legalización de las
drogas? ¿O mejor le destinamos más recursos a la educación para la libertad?
LUJURIOSA
Por: Nelly García
La curiosidad en amores
es como buscar venenos más peligrosos.
Nicolás era un joven atractivo, viril y galante, que después de fugarse de
una prisión pensó: No hay nada más agradable después de estar en abstinencia
de placeres, que un relajante baño, una botella y una mujer. No es que no lo
hubiera pensado antes, pero en prisión, siendo “bonito”, es mejor no ponerse
sensual, sí se quiere salir inmaculado.
Al entrar Nicolás en la taberna Teresa lo miró de arriba abajo y supo su
necesidad, (Teresa, mesera hermosa de suave tez morena y piernas largas como
un sueño, poseía un especial instinto para descubrir
en el hombre su avidez de mujer) para servirle se
acercó y preguntó:
¿Qué quiere tomar?
De tus labios bebería hasta veneno dijo
Nicolás, seductor y sonriendo descaradamente.
Simpático respondió Teresa desdeñosa,
como para hacerse la difícil, pero después de un
suspiro, coqueta preguntó:
¿Entonces va a querer algo?
Tus mieles, tu saliva, tu sudor. Lástima que
no cuento con plata para motivar tu tentación.
Mi madre me ha inculcado buenos sentimientos. Dice que todo buen
cristiano debe hacer la caridad sin esperar recompensa, y me quiero salvar del
infierno.
Pues sí tenía deseos de ir al cielo. Quizá Nicolás no tuviera las llaves del
paraíso, pero Teresa, extasiada, clamó a Dios mientras estuvo en sus brazos.
Al esposo de Teresa, (el tabernero) un envidioso le avisó lo que ocurría. Por
el bullicio que se escuchó, Nicolás, escurridizo, salió por la ventana con sus
prendas en la mano.
Tiempo después, mientras Teresa fornicaba con uno de sus amantes fue
asesinada por su marido; “el sancho” se infartó en ese momento. Por la
eyaculación se sabe que murió feliz.
En la antesala del cielo, San Pedro, indignado, reprendió la desvergüenza
de Teresa por estar ahí. Ella a grandes voces replicó:
¡No puede ser, soy buena cristiana! Sólo seguí las indicaciones de
nuestro Señor ¿Acaso no dijo: “Quién quiera ir en pos del Padre, tome su cruz y
sígame?” Yo he traído mi Cruz.
Ciertamente era así, ese era el nombre de su también occiso amante.
Presentación de la revista Rhetor, de izquierda a derecha: Salvador Díaz Pineda, José Manuel Rodríguez Hernández, Fernando Francisco Hensler Blanco, Roberto Godínez Soto, Carlos Maldonado Villaverde, Norma Gutiérrez Flores, Oscar Sánchez Cuevas y Eduardo Medina.
POR QUÉ NO ESTALLA UNA REVOLUCIÓN
Por: GAZZETTA DEL APOCALIPSIS4
¿Te has preguntado alguna vez porqué nadie reacciona ante la infame oleada de
opresión y abusos de todo tipo que estamos sufriendo?
¿No te produce perplejidad el hecho de que tras tantas y tantas revelaciones
sobre casos de corrupción, injusticias, robos y burlas a la ley y a la población en
general, a la cual se le ha robado literalmente el presente y el futuro, no suceda
absolutamente nada?
¿Te has preguntado por qué no estalla una Revolución masiva y por qué todo el
mundo parece estar dormido o hipnotizado?
Estos últimos años se han hecho públicas informaciones de todo tipo que deberían
haber dañado la estructura del Sistema hasta sus mismísimos cimientos y sin
embargo la maquinaria sigue intacta, sin ni tan solo un arañazo superficial.
Y esto pone de manifiesto un hecho extremadamente preocupante que está
sucediendo justo ante nuestras narices y al que nadie parece prestarle atención.
El hecho de que SABER LA VERDAD YA NO IMPORTA
Parece increíble, pero los acontecimientos lo demuestran a diario.
La información ya no tiene relevancia
Desvelar los más oscuros secretos y
sacarlos a la luz ya no produce ningún
efecto, ninguna respuesta por parte de la
población.
Por más terribles e impactantes que sean
los secretos revelados.
Durante décadas hemos creído que los
luchadores por la verdad, los informadores
capaces de desvelar asuntos encubiertos o
airear los trapos sucios, podían cambiar las
cosas.
4 http://gazzettadelapocalipsis.com/
Que podían alterar el devenir de la historia.
De hecho, hemos crecido con el convencimiento de que conocer la verdad era
crucial para crear un mundo mejor y más justo y que aquellos que luchaban por
desvelarla eran el mayor enemigo de los poderosos y de los tiranos.
Y quizás durante un tiempo ha sido así.
Pero actualmente, la “evolución” de la sociedad y sobretodo de la psicología de las
masas nos ha llevado a un nuevo estado de cosas.
Un estado mental de la población que no se habría atrevido a imaginar ni el más
enajenado de los dictadores.
El sueño húmedo de todo tirano sobre la faz de la tierra: no tener que ocultar ni
justificar nada ante su pueblo.
Poder mostrar públicamente toda su corrupción, maldad y prepotencia sin tener
que preocuparse de que ello produzca ningún tipo de respuesta entre aquellos a
los que oprime.
Ésta es la realidad del mundo en el que
vivimos.
Y si crees que esto es una exageración,
observa a tu alrededor.
El caso de España es palmario.
Un país inmerso en un estado de
putrefacción generalizado, devorado hasta los huesos por los gusanos de la
corrupción en todos los ámbitos: el judicial, el empresarial, el sindical y sobretodo
el político.
Un estado de descomposición que ha rebosado todos los límites imaginables,
hasta salpicar con su pestilencia a todos los partidos políticos de forma
irreparable.
Y sin embargo, a pesar de hacerse públicos de forma continuada todos estos
escándalos de corrupción política, los españoles siguen votando mayoritariamente
a los mismos partidos, derivando, como mucho, algunos de sus votos a partidos
subsidiarios que de ninguna manera representan una alternativa real.
Ahí está el alucinante caso de la Comunidad Valenciana, la región más
representativa del saqueo desvergonzado perpetrado por el Partido Popular y
donde, a pesar de todo, este partido de auténticos forajidos y bandoleros sigue
ganando las elecciones con mayoría absoluta.
Una vergüenza inimaginable en cualquier nación mínimamente democrática.
Y desgraciadamente, el caso de Valencia es solo un ejemplo más del estado
general del país: ahí tenemos el indignante caso de Andalucía dominada desde
hace décadas por la otra gran mafia del estado, el PSOE, que junto con sus socios
de los Sindicatos y el apoyo puntual de Izquierda Unida han robado a manos
llenas durante años y años.
O el caso de Cataluña con Convergencia y Unió, un partido de elitistas ladrones
de guante blanco, por poner otro ejemplo más.
Y es que podríamos seguir así por todas las comunidades autónomas o por el
propio gobierno central, donde las dos grandes familias político-criminales del
país, PP y PSOE, se han dedicado a saquear sin ningún tipo de recato.
Y a pesar de hacerse públicos
todos estos casos de
corrupción generalizada; a
pesar de revelarse la
implicación de las altas
esferas financieras y
empresariales, con la
aquiescencia del poder
judicial; a pesar de
demostrarse por activa y por
pasiva que la infección afecta
al Sistema en su generalidad,
en todos los ámbitos, imposibilitando la creación de un futuro sano para el país; a
pesar de todo ello, la respuesta de la población ha sido…no hacer nada.
La máxima respuesta de la ciudadanía ha sido “ejercer el legítimo derecho de
manifestación”, una actividad muy parecida a la que hace la hinchada cuando su
equipo de fútbol gana una competición y sale en masa a la calle para celebrarlo.
Es decir, nadie ha hecho nada efectivo por cambiar las cosas, excepto picar
cacerolas.
Y el caso de la corrupción política desvelada en España y la nula reacción de la
población es solo un ejemplo de entre muchos tantos a lo largo y ancho del
mundo.
Ahí está el caso del deporte de masas, azotado como está por la sospecha de la
corrupción, de la manipulación y del dopaje y por la más que probable adulteración
de todas las competiciones bajo el control comercial de las grandes marcas…y a
pesar de ello, sus audiencias televisivas y su seguimiento no solo no se ve
afectado, sino que sigue creciendo cada vez más y más y más…
Pero todos estos casos empequeñecen ante la gravedad de las revelaciones
hechas por Edward Snowden y confirmadas por los propios gobiernos, que nos
han dicho, a la cara, con luz y taquígrafos, que todas nuestras actividades son
monitoreadas y vigiladas, que todas nuestras llamadas, nuestra actividad en redes
sociales y nuestra navegación en Internet es controlada y que nos dirigimos
inexorablemente hacia la pesadilla del Gran Hermano vaticinada por George
Orwell en “1984”.
Y lo que es más alucinante del caso:
una vez “filtradas” estas informaciones,
nadie se ha preocupado de rebatirlas.
¡Ni mucho menos!
Todos los medios de comunicación, los
poderes políticos y las grandes
empresas de Internet implicadas en el escándalo han confirmado públicamente
este estado de vigilancia como algo real e indiscutible.
Como mucho han prometido, de forma poco convincente y con la boca pequeña
que no van a seguir haciéndolo…
¡Incluso se han permitido el lujo de dar algunos detalles técnicos!
¿Y cuál ha sido la respuesta de la población mundial cuando se ha revelado esa
verdad?
¿Cuál ha sido la reacción general al recibir estas informaciones?
Ninguna.
Todo el mundo sigue absorto con su smartphone, sigue revolcándose en el dulce
fango de las redes sociales y sigue navegando las infestadas aguas de Internet sin
mover ni una sola pestaña…
Así pues, ¿De qué sirve saber la verdad?
En el caso hipotético de que Edward Snowden o Julian Assange sean personajes
reales y no creaciones mediáticas con una misión oculta, ¿De qué habrá servido
su sacrificio?
¿Qué utilidad tiene acceder a la información y desvelar la verdad si no provoca
ningún cambio, ninguna alteración, ni ninguna transformación?
¿De qué sirve saber de forma explícita y documentada que la energía nuclear solo
nos puede traer desgracias, como nos demuestran los terribles accidentes de
Chernobyl y Fukushima, si tales revelaciones no surten ni el más mínimo efecto?
¿De qué nos sirve saber que los bancos son entidades criminales dedicadas al
saqueo masivo si seguimos utilizándolos?
¿De qué nos sirve saber que la comida está adulterada y contaminada por todo
tipo de productos tóxicos, cancerígenos o transgénicos si seguimos comiéndola?
¿De qué nos sirve saber la verdad sobre cualquier asunto relevante si no
reaccionamos, por más graves que
sean sus implicaciones?
No nos engañemos más, por duro que
sea aceptarlo.
Afrontemos la realidad tal y como es.
En la sociedad actual, saber la verdad
ya no significa nada
Informar de los hechos que verdaderamente acontecen, no tiene ninguna
utilidad real.
Es más, la mayoría de la población ha llegado a tal nivel de degradación
psicológica que, como demostraremos, la propia revelación de la verdad y el
propio acceso a la información refuerzan aún más su incapacidad de respuesta y
su atonía mental.
La gran pregunta es: ¿POR QUÉ?
¿Qué nos ha conducido a todos nosotros, como individuos, a este estado de
apatía generalizado?
Y la respuesta, como siempre sucede cuando nos hacemos preguntas de este
calado, resulta de lo más inquietante.
Y está relacionada, directamente, con el condicionamiento psicológico al que está
sometido el Individuo en la sociedad actual.
Pues los mecanismos que desactivan nuestra respuesta al acceder a la verdad,
por más escandalosa que ésta resulte, son tan sencillos como efectivos.
Y resultan de lo más cotidiano.
Simplemente todo se basa en un exceso de información.
En un bombardeo de estímulos tan exagerado que provoca una cadena de
acontecimientos lógicos que acaban desembocando en una flagrante falta de
respuesta. En pura apatía.
Y para luchar contra este fenómeno, resulta clave saber cómo se desarrolla el
proceso…
¿CÓMO SE DESARROLLA EL
PROCESO?
Para empezar, debemos entender que
todo estímulo sensorial que recibimos
está cargado de información.
Nuestro cuerpo está diseñado para
percibir y procesar todo tipo de
estímulos sensoriales, pero la clave
del asunto radica en la percepción de información de carácter lingüístico,
entendiendo por “lingüístico”: todo sistema organizado con el fin de codificar y
transmitir información de cualquier clase.
Por ejemplo, escuchar una frase o leerla implica una entrada de información en
nuestro cerebro, de carácter lingüístico.
Pero también lo implica ver el logo de una empresa, escuchar las notas musicales
de una canción, ver una señal de tráfico u oír la sirena de una ambulancia, por
poner algunos ejemplos…
Una persona en el mundo actual, está sometida a miles y miles de estímulos
lingüísticos de este tipo a lo largo de un día normal, muchos de ellos percibidos de
forma consciente, pero la inmensa mayoría percibidos de forma inconsciente, que
deben ser procesados por nuestro cerebro.
El proceso de captación y procesamiento de esta información lo podríamos dividir
básicamente en 3 fases: percepción, valoración y respuesta
Percepción
Sin lugar a dudas, formamos parte de la generación con mayor capacidad de
procesamiento de información a nivel cerebral de la toda historia de la humanidad,
con muchísima diferencia, sobre todo a nivel visual y auditivo.
Es más, a medida que nacen y crecen nuevas generaciones, éstas adquieren una
mayor velocidad de percepción de información.
Una muestra de ello la podemos encontrar en el propio cine.
Visualiza un antiguo western de John Wayne, en una secuencia cualquiera de
acción, como por ejemplo, un tiroteo.
Y después visualiza una secuencia de un tiroteo o de una persecución de coches
en una película actual.
Cualquier secuencia de acción de una película actual está trufada de sucesiones
rapidísimas de planos de corta
duración.
En tan solo 3 o 4 segundos verás
diferentes planos: la cara del
protagonista conduciendo, la del
acompañante gritando, la mano en el
cambio de marcha, el pie pisando el
pedal, el coche esquivando un peatón,
el perseguidor que derrapa, el malo
que agarra la pistola, como dispara
por la ventanilla, etc.… y cada plano habrá durado apenas décimas de segundo.
Las imágenes se suceden a toda velocidad como los disparos de una
ametralladora.
Y sin embargo eres capaz de verlas todas y procesar el mensaje que contienen.
Ahora ponte la película de John Wayne.
No encontrarás sucesiones de planos a ritmo de ametralladora, sino sucesiones
de planos mucho más largos en duración y con mayor tamaño de campo visual.
Probablemente, un espectador de la época de John Wayne se habría mareado
viendo una película actual, pues no
estaría acostumbrado a procesar tanta
información visual a tanta velocidad.
Esto es un ejemplo sencillo del
bombardeo de información al que está
sometido el cerebro de alguien en la
actualidad, en comparación con el de una persona de hace tan solo 50 años.
Añádele a esto todas las fuentes de información que te rodean, como la televisión,
la radio, la música, la omnipresente publicidad de todo tipo, las señales de tráfico,
los diferentes y variados ropajes que viste cada una de las personas con las que
te cruzas por la calle y que representan, cada uno de ellos una serie de códigos
lingüísticos para tu cerebro, la información que ves en tu móvil, en la tablet, en
internet y añádele, además, tus compromisos sociales, tus facturas, tus
preocupaciones y los deseos que te han programado tener, etc, etc, etc…
Se trata de una auténtica inundación de información que debe procesar tu cerebro
continuadamente.
Y todo ello en un cerebro del mismo tamaño y capacidad que el de ese espectador
de los westerns de John Wayne hace 50 años.
Por lo visto, parece que nuestro cerebro tiene capacidad suficiente para percibir
tales volúmenes de información y comprender los mensajes asociados a esos
estímulos.
Ahí no radica el problema.
De hecho parece que nuestro cerebro disfruta con ello, pues nos hemos
convertido en adictos al bombardeo de estímulos.
El problema aparece en la siguiente fase.
Valoración
Es cuando debemos valorar la información
recibida, es decir, cuando llega la hora de
juzgar y analizar sus implicaciones, que nos
topamos con nuestras limitaciones.
Porque, literalmente, no disponemos de tiempo
material para hacer una valoración en
profundidad de esa información.
Antes de que nuestra mente, por sí misma y
con criterios propios, pueda juzgar de forma
más o menos profunda la información que recibimos, somos bombardeados por
una nueva oleada de estímulos que nos distraen e inundan nuestra mente.
Es por esta razón que nunca llegamos a valorar en su justa medida, la información
que recibimos, por importantes que sean sus posibles implicaciones.
Para comprenderlo mejor, vamos a utilizar una analogía, en forma de pequeña
historia.
Imaginemos a una persona muy introvertida, que pasa la mayor parte de su
tiempo encerrada en casa.
Prácticamente no tiene amigos ni entabla relaciones sociales de ningún tipo.
Ahora supongamos que esa persona baja al supermercado a comprar una botella
de leche y cuando va a pagarla, se le cae al suelo y la rompe, causando gran
estruendo y manchando su ropa a ojos de todos los clientes y de la cajera.
Cuando esa persona vuelva a su casa, aislada de toda relación y estímulo social,
probablemente dará un gran valor a lo acontecido en el supermercado.
Se preguntará por qué le cayó la leche y qué movimiento en falso realizó para que
eso sucediera; se preguntará si fue culpa suya o fue culpa de la botella que era
demasiado resbaladiza; analizará en su cabeza la mirada de la cajera y los gestos
y comentarios de todos y cada uno de los clientes; incluso observará las manchas
en su ropa e intentará adivinar lo que pensaban sobre ella las demás personas al
verla en esa situación.
Se sentirá ridícula y juzgará aquel acontecimiento meramente anecdótico como
mucho más importante de lo que realmente es.
Simplemente porque para ella, ese ridículo en el supermercado será el gran
acontecimiento social del día o de la semana.
Y quizás no lo olvide nunca más en su vida.
Ahora sustituyamos a la persona introvertida y sin relaciones por un modelo
opuesto. Una persona extrovertida, que pasa el día entero rodeada de gran
cantidad de personas y acontecimientos, interactuando frenéticamente con
clientes y compañeros de trabajo, hablando por teléfono, concertando citas,
comprando, vendiendo, haciendo reuniones, riendo, enfadándose y rematando el
día tomando copas con los amigos.
Supongamos que esta persona va a comprar la leche y también se le cae
causando gran estruendo y manchándose la ropa.
La valoración que hará del hecho será meramente anecdótica, pues representará
un evento más de entre los muchos
acontecimientos de carácter social que
experimenta a lo largo de la jornada.
Y en pocas horas se habrá olvidado
de lo sucedido.
Una persona en la sociedad actual se asemeja mucho al segundo modelo,
sometido a gran cantidad de estímulos sensoriales, sociales y lingüísticos.
Para nosotros, toda información recibida es rápidamente digerida y olvidada,
arrastrada por la corriente incesante de información que entra en nuestro cerebro
como un torrente.
Porque vivimos inmersos en la cultura del twit, un mundo donde toda reflexión
sobre un evento dura 140 caracteres.
Y esa es la profundidad máxima a la que llega nuestra limitada capacidad de
análisis.
Es por esta razón, por nuestra impotencia a la hora de valorar y juzgar por
nosotros mismos el volumen de información al que estamos sometidos, que la
propia información que nos es transmitida lleva incorporada la opinión que
debemos tener sobre ella, es decir, aquello que deberíamos pensar tras realizar
una valoración profunda de los hechos.
Es decir, el emisor de la información le ahorra amablemente al receptor el
esfuerzo de tener que pensar.
Ese es el procedimiento que utilizan los grandes medios de comunicación y en un
mundo con individuos auténticamente pensantes sería calificado de manipulación
y lavado de cerebro
La televisión es un claro ejemplo de ello.
Fijémonos en un noticiario cualquiera.
Todas las noticias de todas las cadenas están narradas de forma tendenciosa, de
manera que contengan en su redactado y presentación no solo la información que
debe ser transmitida, sino la opinión que debe generar en el espectador. O más
claramente aún, el ejemplo de las omnipreentes tertulias políticas, donde los
tertulianos son calificados como “generadores de opinión”.
Es decir, su función es generar la opinión que deberías fabricar por ti mismo.
Así pues, el bombardeo continuo e incesante de información en nuestro cerebro
nos impide juzgar adecuadamente el valor de los hechos, con criterio propio y
según nuestros códigos internos.
Nos quita el tiempo que deberíamos tomarnos para sopesar las consecuencias de
un acontecimiento y lo fragmenta en pedacitos de 140 caracteres y con ello,
convierte en breve y superficial cualquier juicio que emitamos sobre una
información recibida.
Resumiendo: nos hace pensar “en titulares” y por norma general, esos titulares ni
tan solo los pensamos nosotros mismos, sino que nos son inoculados con la
propia información.
Respuesta
Una vez reducido a la mínima
expresión nuestro tiempo de
valoración personal de los hechos,
entramos en la fase decisiva del
proceso, aquella en que nuestra
posible respuesta queda anulada.
Aquí entran en juego las emociones y
los sentimientos, el motor de toda
respuesta y acción.
Y es que al fragmentar y reducir nuestro tiempo dedicado a juzgar una información
cualquiera, también reducimos la carga emocional que asociamos a esa
información.
Observemos nuestras propias reacciones: podemos indignarnos mucho al conocer
una noticia cualquiera, ofrecida en un noticiario, como por ejemplo el desahucio
forzoso de una familia sin recursos, pero al cabo de unos segundos de recibir esa
información, somos bombardeados por otra información distinta que nos lleva a
sentir otra emoción superficial diferente, olvidando así la emoción anterior.
Para decirlo de forma gráfica y clara: de la misma manera que nuestra
capacidad de juicio y análisis queda reducida a un twit, nuestra respuesta
emocional queda reducida a un emoticono.
Y aquí es donde reside la clave del asunto.
Es en este punto donde queda desactivada
nuestra posible respuesta.
Para comprenderlo mejor, volvamos a la
analogía de las personas introvertida y
extrovertida que rompían la botella de leche en
el supermercado.
La persona introvertida encerrada en su hogar,
que ha otorgado un valor más profundo a los hechos acontecidos en el
supermercado seguirá dándole vueltas al asunto una y otra vez.
Es decir, no olvidará fácilmente las emociones vinculadas al ridículo que sintió en
ese momento y con mucha probabilidad, esa exposición continuada a sus propias
emociones acabará desembocando en un sentimiento de incomodidad ante la
posibilidad de volver al lugar de los hechos.
Así pues, es muy posible que esa persona no vuelva durante un tiempo a comprar
en ese supermercado, aunque eso implique que ha que ir bastante más lejos a
comprar la leche.
Hasta el punto de llegar a fabricar un sentimiento de repulsa hacia el propio
establecimiento y las personas que la vieron hacer el ridículo.
Es decir, la energía emocional que habrá volcado
sobre ese hecho concreto, habrá terminado
desembocando en una reacción efectiva ante el
hecho en sí.
Sin embargo, la persona extrovertida volverá sin
ningún problema al supermercado a comprar leche,
pues en su mente, el suceso llevará asociada muy
poca carga emocional.
Como mucho, quizás se ruborice un poco al ver a la
cajera o a algún cliente.
Es decir, la persona extrovertida, no emprenderá acciones efectivas y tangibles
derivadas del suceso de la botella de leche.
Más allá de las valoraciones que hagamos sobre estos personajes inventados,
estos ejemplos nos sirven para demostrar que el bombardeo incesante de
información al que estamos sometidos acaba desembocando en una
fragmentación de nuestra energía emocional y por ello acabamos ofreciendo una
respuesta superficial o nula.
Una respuesta que en momentos como el que vivimos, intuimos debería ser
mucho más contundente y que sin embargo, no llegamos a generar porque
carecemos de energía suficiente para hacerlo.
Y todos observamos desesperados a los demás y nos preguntamos “¿Por qué no
reaccionan? ¿Por qué no reacciono yo?”
Y esa impotencia desemboca, al final, en una sensación de frustración y apatía
generalizadas.
Ésta parece ser la razón básica por la que no se produce una Revolución cuando,
por la lógica propia de los acontecimientos, debería producirse.
Se trata pues, de un fenómeno meramente psicológico
Éste es el mecanismo básico que aborta toda respuesta de la población ante los
continuos abusos recibidos.
La BASE sobre la que se sustentan todas las manipulaciones mentales a las que
estamos sometidos actualmente.
El mecanismo psicológico que mantiene a la población idiotizada, dócil y sumisa
Lo podríamos resumir así:
El excesivo bombardeo de información nos impide
tomarnos el tiempo necesario para otorgar el valor
adecuado a cada información recibida y con ello, nos
impide asociarle la suficiente carga emocional como
para generar una reacción efectiva y real
¿CONSPIRACIÓN O FENÓMENO SOCIAL?
Poco importa si todo esto forma parte de una gran
conspiración para controlarnos o si hemos llegado a
este punto por la propia evolución de la sociedad, porque las consecuencias son
exactamente las mismas: los más poderosos harán lo posible por mantener estos
mecanismos en funcionamiento; incluso fomentarán tanto como puedan su
desarrollo, simplemente porque les beneficia.
De hecho, la propia revelación de la verdad favorece estos mecanismos.
A los más poderosos ya no les importa mostrarse tal y cómo son ni desvelar sus
secretos, por sucios y oscuros que éstos sean.
Revelar estas verdades ocultas contribuye en gran medida a aumentar el volumen
de información con el que somos bombardeados.
Cada secreto sacado a la luz crea nuevas oleadas de información, que puede ser
manipulada e intoxicada con datos adicionales falsos, contribuyendo con ello a la
confusión y al caos informativo y con ello a nuevas oleadas secundarias de
información que nos aturdan aún mas y nos suman más profundamente en la
apatía.
Si combinamos esta apatía, fruto de la poca
energía emocional con la que intentamos
responder, con las tremendas dificultades
que el propio sistema nos pone a la hora de
castigar a los responsables, se generan
nuevas oleadas de frustración, cada vez
más acusadas, que nos llevan, paso a paso,
a la rendición definitiva y a la sumisión absoluta.
Así pues, no lo dudes: a las personas que ostentan el poder les interesa
bombardearte con enormes
volúmenes de información lo más
superficial posible
Porqué una vez instaurada en la
sociedad esta forma de interactuar con
la información recibida, todos nosotros
nos convertimos en adictos a ese
incesante intercambio de datos.
El bombardeo de estímulos representa
una auténtica droga para nuestro
cerebro, que cada vez necesita más
velocidad en el intercambio de informaciones y exige menos tiempo para tener que
procesarlas.
Nos sucede a todos: cada vez nos cuesta más dedicar tiempo a leer un artículo
largo cargado de información estructurada y razonada.
Exigimos que sea más resumido, más rápido, que se lea en una sola línea y que
se ingiera como una pastilla y no como un ágape decente.
Nuestro cerebro se ha convertido en un drogadicto de la información rápida, en un
yonqui ávido de continuos chutes de datos que ingerir, a poder ser pensados y
analizados por cualquier otro cerebro, para no
tener que hacer el esfuerzo de fabricarnos una
compleja y contradictoria opinión propia.
Porque odiamos la duda, pues nos obliga a
pensar.
Ya no queremos hacernos preguntas.
Solo queremos respuestas rápidas y fáciles.
Somos y queremos ser antenas receptoras y replicadoras de información, como
meros espejos que rebotan imágenes externas.
Pero los espejos son planos y no albergan más vida en ellos que la que reflejan
proviniendo del exterior.
Hacia ahí se dirige el ser humano de forma acelerada.
¿Vamos a permitirlo?
CONCLUSIÓN
Quizás todo lo expuesto anteriormente no es lo que querías escuchar.
Es poco estimulante y resulta algo complicado y farragoso, pero las realidades
complejas no pueden reducirse a un ingenioso titular en forma de twit.
Para emprender una transformación profunda de nuestro mundo, para iniciar una
auténtica Revolución que lo cambie todo y nos lleve a una realidad mejor,
deberemos descender hasta las profundidades de nuestra psique, hasta la sala de
máquinas, donde están en marcha todos los mecanismos que determinan
nuestras acciones y movimientos.
Ahí es donde se está dirimiendo la
auténtica guerra por el futuro de la
humanidad
Nadie nos salvará desde un púlpito con
brillantes proclamas y promesas de una
sociedad más justa y equitativa.
Nadie nos salvará sólo contándonos la
supuesta verdad, ni desvelando los más
oscuros secretos de los poderes en la sombra.
Como acabamos de ver, la información y la verdad ya no tienen importancia,
porque nuestros mecanismos de respuesta están averiados.
Debemos descender hasta ellos y repararlos; y para conseguirlo, debemos saber
cómo funcionan.
Para ello no será necesario hacer un complejo curso de psicología: observando
con atención y razonando por nosotros mismos podemos conseguirlo.
Porque no se trata de algo esotérico ni fundamentado en creencias extrañas de
carácter Místico, Religioso o New Age.
Es pura lógica: No hay revolución posible sin una transformación profunda de
nuestra psique a nivel individual.
Porque nuestra mente está programada por el Sistema.
Y por lo tanto, para cambiar ese Sistema que nos aprisiona, antes debemos
desinstalarlo de nuestra mente.
¿Tú lo vas a hacer?
MI ETERNA COMPAÑERA
Por: Isabel Valencia (A.C.P.E.)
Cabalgando en el abismo del placer
Apresuro mi urgida ansia de entregarme a ti
En la dulce sensación del abandono.
¡Mi fiel guardiana de todo momento!
Siempre pendiente de mí
Siempre esperando por mí
Siempre, pensando en mí.
Mi compañera de juergas,
Mi cómplice de amantes
Mi fiel consejera en drogas,
¡Te llamo en el peligro extremo!
Te llamo, en momentos de soledad y grandes tristezas
en el abatimiento y debilidad de mi ser.
Te llamo, en la oscuridad de mi ignorancia,
en el dolor de mi alma,
en el abandono del amante.
Y ahí estas, esperando cumplir con mi último deseo.
Esperando pacientemente, me entregue a ti en mi
último aliento.
Vida y muerte.
Tristeza y alegría.
Dolor y placer.
Día y noche.
Frío y calor.
Luz y sombra
Y ahí estás tú
Siempre tú.
Durmiendo conmigo sufriendo conmigo, amando conmigo,
¡Gozando conmigo!
Mi amada, cruel para unos, compasiva para otros
Y consuelo de cobardes
Innombrable en ególatras
Amiga de todos, temida por muchos
Aceptada por mí, mi amiga inseparable
Mi eterna compañera.
EL CONTRATO QUE UNA MADRE EXIGIÓ A SU HIJO PARA
TENER UN IPHONE
Janell Burley Hofmann es una madre americana de cinco hijos (Gregory de 13
años, Brendan 10, Ella 8, Lily 6 y Cassidy 5). Ella es escritora y conduce un
movimiento que pretende educar en el uso responsable de las nuevas tecnologías
en la familia. Amante de la vida y de sus hijos, tiene un blog y es colaboradora
habitual de The Huffington Post y de otros medios americanos.
En sus artículos y post, Janell expone sus reflexiones y los métodos educativos
que aplica a sus propios hijos. En uno de ellos explica cómo su hijo mayor Gregory
(13 años) llevaba suplicando casi un año por tener un iPhone.
Consciente de que el uso de
esta herramienta tecnológica
exige responsabilidad y que
existen unos riesgos, Janell
exigió a su hijo firmar un
contrato para tener su preciado
iPhone. Se lo regaló por
Navidad, porque se lo merecía,
cuenta la madre en su blog.
Pero a cambio, estas fueron las
18 reglas que Gregory tenía que
cumplir, unas normas que, ella
pensó, también le servirán para la vida:
1. Es mi teléfono. Yo lo compré. Yo lo pagué. Yo te lo presto. ¿A qué soy genial?
2. Yo siempre sabré la contraseña.
3. Si suena, cógelo. Di «hola». Sé educado. Coge siempre, siempre, la llamada de
mamá y papá.
4. Entregará el teléfono a mamá o a papá a las 7:30 de la mañana cada día de
colegio y a las 9:00 de la tarde durante el fin de semana. Estará apagado toda la
noche y se volverá a encender a las 7:30 de la mañana. Si no llamarías al teléfono
fijo de alguien, porque pueden responder sus padres, tampoco llames o envíes
mensajes al móvil. Respeta a las otras familias como nos gusta que nos respeten
a nosotros.
5. No te llevarás el iPhone al colegio. Conversa y habla con la gente y con tus
amigos en persona. Los días de media jornada, las excursiones y las actividades
extraescolares requerirán consideraciones especiales.
6. Si el iPhone se cae, se golpea o se estropea, tú eres el responsable. Por tanto,
asumirás los costes de la sustitución o de la reparación. Para ello ahorra dinero de
tu cumpleaños o realiza otros trabajos: corta el césped, haz de canguro... Si el
iPhone se rompe, tendrás que estar preparado.
7. No uses el iPhone para mentir, hacer tonterías o engañar a otro ser humano. No
te involucres en conversaciones que sean dañinas para los demás. Sé un buen
amigo.
8. No envíes mensajes, correos electrónicos o digas nada a través del iPhone que
no dirías en persona.
9. No envíes mensajes, correos electrónicos o digas a alguien algo que no le dirías
en voz alta y en presencia de sus padres. Autocensúrate.
10. Nada de pornografía. Busca en la web información que compartirías
abiertamente conmigo. Si tienes alguna duda sobre algo, pregunta a una persona.
Preferiblemente, a tu padre o a mí.
11. Apágalo o siléncialo
cuando te encuentres en
lugares públicos.
Especialmente en
restaurantes, en el cine o
mientras hablas con otro ser
humano. No eres una persona
maleducada, no dejes que el
iPhone cambie eso.
12. No envíes ni recibas
imágenes íntimas tuyas ni de
otras personas. No te rías.
Algún día estarás tentado de hacerlo, a pesar de tu gran inteligencia. Es
arriesgado y puede arruinar tu vida de adolescente, joven y adulto. Es siempre una
mala idea. El ciberespacio es más poderoso que tú. Y es difícil hacer que algo de
esa magnitud desaparezca, incluyendo una mala reputación.
13. No hagas millones de fotos o vídeos. No hay necesidad de documentar todo.
Vive tus experiencias. Quedarán almacenas en tu memoria para toda la eternidad.
14. A veces conviene dejar el iPhone en casa. Siéntete seguro de esa decisión.
No es un ser vivo ni una ninguna extensión de tu cuerpo. Aprende a vivir sin él.
Tienes que vencer el miedo a perderte algo que está ocurriendo y a estar siempre
conectado.
15. Bájate música que sea nueva o clásica o diferente de la que millones de chicos
como tú escuchan, que es siempre lo mismo. Tu generación tiene un acceso a la
música mayor que cualquier otra de la historia. Aprovecha ese don. Expande tus
horizontes.
16. De vez en cuando puedes jugar a juegos de palabras, puzzles y
rompecabezas.
17. Mantén tus ojos abiertos. Observa el mundo que te rodea. Mira por la ventana.
Escucha a los pájaros. Date un paseo. Habla con un desconocido. Pregúntate si
es necesario buscar en Google.
18. Meterás la pata. Te quitaré el teléfono. Nos sentaremos y hablaremos sobre
ello. Volveremos a empezar. Tú y yo siempre estamos aprendiendo. Somos un
equipo. Estamos juntos en esto.
El resultado
Un año después, Janell escribió un nuevo artículo en The Huffingon Post
reconociendo que el contrato funcionaba, aunque no había sido fácil. Como ella
esperaba, le tuvo que quitar el teléfono y comenzar de nuevo. Pero los resultados
han sido positivos: ella ha aprendido, gracias a su hijo, sobre nuevas aplicaciones
y redes sociales. Aunque no es lo más importante: La familia se ha convertido en
usuarios responsables de la tecnología. Dice Janell «todos tratamos de mantener
los ojos abiertos. Ver cómo el mundo pasa a nuestro alrededor. Nuestras normas
tecnológicas no solo se aplican al iPhone, también a la vida».
Janell da una conclusión final, que parece animar a otros familias. «La tecnología
es una hermosa herramienta, emocionante, de nuestro mundo. Deja que sea
divetido, que sea una herramienta social, creativa y expansiva. Gregory sabe que
nunca podrá sustituir la lectura de un libro o un café con un amigo o un paseo por
el bosque, pero ambas cosas puede coexistir».
Ahora Janell, se enfrenta a un segundo capítulo en esta historia: su hija ya le está
pidiendo su contrato. ¡Bueno, eso no lo vi venir! —dice en el post— ¡Pero me lo
llevo!
Alumnos de UNILAES, Campus Manzanillo.
EN CONTRA DE LA EDUCACIÓN TRADICIONAL
Por: Luis Hernández M5.
Señores especialistas en la enseñanza de las matemáticas: Aarón; mi albañil es
un hombre indígena totonaca de la
sierra norte del estado de Puebla.
A la ciudad llegó buscando a sus
maestros y buscando un mejor
modo de vida.
Supongo que concluyó la
instrucción primaria. Cuando me lo
presentaron, allá por octubre de
1992, le pedí un presupuesto para
construir mi casa.
De la bolsa de su pantalón sacó una libreta sucia y con residuos de cal, con su
metro tomó medidas del terreno y me preguntó lo que quería de construcción. Un
día después, llegó con sus cálculos aproximados: diez millares de tabique, tantos
camiones de piedra, otros tantos de arena, de cal y cemento. De inmediato trazó
con cordeles y cal los cimientos con tal precisión que no daba crédito. Dentro de
los cálculos incluía el salario de sus ayudantes y el propio.
En los días que siguieron fui testigo de la maestría, de la seguridad en los trazos,
en el manejo de las varillas y el alambrón en la construcción de los castillos; en la
habilidad para trabajar con el nivel y la plomada para colocar cada uno de los
ladrillos de los muros de la casa.
Aarón no fue formado por la universidad, por ninguna universidad, pero sabía lo
elemental en cálculo y en el manejo de instrumentos de medición para construir
una casa. Tal vez si ustedes le hubieran aplicado algún examen para desarrollar
complicadas fórmulas, Aarón hubiera reprobado su examen. ¿Qué pasaría si por
su lado, él les entregara sus herramientas de trabajo –a ustedes y a sus alumnos-
para que le demostraran su utilidad en la vida diaria? ¿Sabrían para que sirven y
cómo utilizarlas?
Aarón fue formado en la “educación tradicional”, esa que ustedes desprecian
frente a la “educción obligatoria”, “la educación nueva” que ya cumple los dos
siglos de haberse instaurado en el mundo moderno, en el mundo de la
industrialización. La “educación tradicional” ha cobrado mala fama en los discursos
de varios educadores pretendidamente modernos y actuales; en el Diccionario de
pedagogía de Paul Foulquié, se lee la siguiente nota en relación a la educación
tradicional:
…Conjunto de prácticas educativas basadas en el principio de autoridad y que
tiene por objeto hacer contraer al niño conformes a las exigencias del medio
social. “Se habla más bien de la escuela tradicional”. Lo que en el fondo se oculta,
es el problema de la compleja relación de la teoría y la práctica que no ha podido
resolver la “escuela o la educación nueva”, frente a la educación que se ha
practicado por milenios.
La “nueva educación”, se ha
constreñido a la enseñanza en la
escuela –la escolaridad- en un
artículo escrito por Gustavo F.J.
Cirigliano, se cuestiona de
manera muy puntual en los
siguientes términos:
“la institución escolar consagra la
distinción entre saber y el trabajo,
vida intelectual y tarea
productiva, entre palabra y acción. Y se reserva la vida exclusiva (y excluyente)
del saber, pero para luego beneficiar a sus pupilos en los niveles más altos de la
conducción del trabajo; forma a quienes dirigen el trabajo, porque la dirección
también está separada y el acceso a ella pasa por el saber certificado”.
La “educación tradicional”, la que se aprende en el trabajo del taller, forma también
a los albañiles en sus distintas categorías, esta educación también se rige por un
escalafón de “mandos y de saberes” que se dan de manera simultánea hasta
lograr el grado de “maestro” –o como los “académicos” llaman despectivamente
“maistro”-, que por sus saberes, puede ponerse de acuerdo con los arquitectos en
la conducción de la construcción de la obra. El maestro de albañilería, puede
descifrar los planos de una vivienda o de un edificio en toda su complejidad. El
maestro de albañilería adquiere el respeto y admiración de sus subordinados y el
reconocimiento de sus superiores “en la dirección de la obra”.
Observo a mi carpintero y ocurre lo mismo, maneja el problema del cálculo con
especial destreza mientras los maestros primero en sus discusiones académicas –
y ahora en los acalorados debates políticos- no le encuentran sentido y la
“cuadratura al círculo” del problema de la teoría y la práctica; a la discusión entre
conocimientos teóricos y conocimientos prácticos. En México y en el mundo
moderno, la formación de maestros de “la nueva educación” ha cobrado un interés
especial y forma parte angular de las reformas de nuestro sistema educativo.
Basta con mirar los discursos –académicos- y ahora también políticos sobre la
necesidad anteriormente señalada.
En mis tiempos juveniles, llegué a leer la novela de Máximo Gorki Mis
Universidades, pero creo que la editorial soviética que la distribuía en México la
titulaba: Por el mundo, mis universidades, creo que la novela hacía referencia a
esta otra educación no escolarizada, la “educación tradicional”, en la que
aprendían los maestros zapateros, los artesanos de joyería fina que trabajaban o
trabajan la plata y el oro con especial maestría.
¿Quién recuerda las discusiones de Paulo Freire, el maestro brasileño de
Arrecife? ¿El diálogo entre Paulo y los campesinos y los trabajadores? Se lee en
la separata de su libro Cartas a quien pretende enseñar: Con su revolucionario
método introdujo a los analfabetos en lo complejo del conocimiento como primer
paso para ensanchar el horizonte del mundo, recuperar la dignidad y construir la
esperanza”.
RETROSPECTIVA DEL SNTE
Por: Roberto Godínez Soto6
Hablar del SNTE, necesariamente nos remite a hacer una mirada retrospectiva del
quehacer social de los trabajadores del Sindicato más grande de América Latina,
el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE).
El punto de partida es desde la llegada a la
Presidencia de la República del general Álvaro
Obregón quien crea la Secretaría de
Educación Pública (SEP) en 1921 y nombra
como secretario de esta dependencia el
maestro José Vasconcelos. Quien le da un
carácter eminentemente social a la educación,
es en esas fechas donde aparecen por
primera vez los profesores organizados por
medio de la “Liga de Profesores del D.F.
(1920-1924)”7 así como también la “Liga
Nacional de Maestros en 1920”8 estas
organizaciones son los antecedentes
históricos del actual Sindicato Nacional de
Trabajadores de la Educación.
La importancia de que los maestros estuvieran
organizados en pequeños sindicatos tiene que
ver con la gran categoría que la SEP, le dio a la función educativa, recordemos el
gran impulso que se le dio a la escuela rural mexicana, a las casa del pueblos y
las misiones culturales, donde el maestro era el eje principal del gran movimiento
social que había iniciado el gobierno, como producto de la pasada Revolución
armada de 1910.
Solamente que la aparición de diferentes líderes sindicales no permitía que
existiera la unificación magisterial, por lo tanto se dan una gran variedad de
pequeñas organización, que a saber son: Unión y Ligas de Trabajadores de la
Enseñanza ( ULTE) en 1922; Federación nacional de Maestros (FNM) en 1926;
Unión de Maestros del D. F. (UMDF) en 1927; Federación de Maestros Socialistas
(FMS) en 1928; Unión de Directores e Inspectores Federales de Educación
6 Miembro del ACPE (Asociación Colimense de periodistas y Escritores)
7 GODINEZ Soto, Roberto. La Educación Socialista en Colima 1934-1940. P. 87.
8 Ibídem.
(UDIFE) en 1930; Confederación Nacional de Organizaciones Magisteriales
(CNOM) en 1931; Frente Revolucionario del Magisterio (FRM) en 1931;
Confederación Magisterial de México (CMM) en 1932; Frente Único Nacional de
Trabajadores de la Enseñanza (FUNTE) en 1935; Confederación Nacional de
Trabajadores de la Enseñanza (CNTE) en 1935; Unión Nacional de Encauzadores
Técnicos de la Educación (UNETE) en 1935; Federación Mexicana de
Trabajadores de la Enseñanza (FMTE) en 1937; Sindicato Único de Trabajadores
de la Enseñanza (SUTE) en 1938; Sindicato de Trabajadores de la Enseñanza de
la República Mexicana (STERM) en 1938; Frente Revolucionario de Maestros de
México (FRMM) en 1940; Sindicato Nacional Autónomo de Trabajadores de la
Educación (SNATE) en 1940; Sindicato Mexicano de Maestros y Trabajadores de
la Educación (SMMTE) en 1941; Sindicato Único Nacional de Trabajadores de la
Enseñanza (SUNTE) EN 1941. Ante esta situación resultaba un verdadero
problema para el Estado mexicano enfrentar los distintos planteamientos que
formulaba cada grupo organizado; por esta realidad, los ideólogos del Gobierno de
Manuel Ávila Camacho, decidieron conformar un sindicato nacional del magisterio;
así es como bajo esta presidencia, en el año de 1943, surge el SNTE (Sindicato
Nacional de los Trabajadores de la Educación), con el auspicio del Gobierno
Federal siendo: “…el primer Comité Ejecutivo encabezado por Luis Chávez
Orozco quien renuncia al cargo en 1945 y se continua con el encabezado por
Gaudencio Pedraza (1945-1949)”9
En el ámbito Estatal, en 1944, se crea la sección 6 siendo su primera secretaria
general la profesora Susana Ortiz Silva; cabe resaltar este dato ya que es una
mujer la que dirige a los
profesores federalizados
en nuestro Estado,
porque recordemos que
en Colima y en toda la
República, la mujer no
tenía ni voz ni voto10,
mucho menos los
derechos que en la
actualidad tiene, esto
debido a que por esas
épocas predominaba la
cultura del machismo.
9 SANDOVAL Flores, Etelvina. Los Maestros y su Sindicato. P. 2
10 Es hasta la administración presidencial de Adolfo Ruiz Cortines en el sexenio de 1952 a 1958,
cuando se concedió el voto a las mujeres.
Otro dato digno de análisis es: ¿los maestros Estatales no estaban organizados en
algún sindicato? Esta pregunta surge ya que es hasta 1959 cuando aparece en
Colima, la sección XXXVI del SNTE (sección sindical para los trabajadores del
magisterio estatal) siendo el profesor Alfonso Sánchez Ramírez (1959-1965), su
primer secretario, y es hasta el año de 1967, siendo su secretario general el
profesor Adán Ayala García (1965-1968), que la sección XXXVI se transforma en
la actual sección 39.
La creación del SNTE, tiene sus principios filosóficos en los postulados de los
liberales de la talla de: Don Benito Pablo Juárez García, Francisco Javier
Clavijero; Díaz de Gamarra; Miguel Ramos Arizpe; Dr. José Ma. Luis Mora; Don
Valentín Gómez Farías y varios más, “Por la Educación Pública, Laica, Gratuita
y Obligatoria, al Servicio del Pueblo”, tal como lo que expresa el artículo 3°
Constitucional.
En el Estado una vez que surge la sección 39 del SNTE, su secretarios generales
han sido los profesores: Rigoberto López
Rivera (1968-1971); Crispín Ríos Rivera
(1971-1974); Jorge L. Guzmán Cárdenas
(1974-1977); Rafael Anguiano Iñiguez
(1977-1980); Roberto Silva Delgado
(1980-1983); Jesús Aguilar López (1983-
1986); Enrique Chávez López (1986-
1989) Oscar Luis Verduzco Moreno
(1989-1991); Francisco J. Alcaraz
Gutiérrez (1991-1995); Roberto González
Vergara (1995-1998); Raúl Rafael
Hernández y Pérez de León (1998-2000); Federico Rangel Lozano (2000-2003);
Nicolás Contreras Cortés (2003-2006) y Guillermo Rangel Lozano (2006-2012);
Adrian Orozco Neri (2012-2016).
A través del tiempo cada uno de los secretarios generales han ido imponiéndole
su sello personal a su administración, de acuerdo a las circunstancias y políticas
educativas que se manejan por parte de las autoridades educativas del estado.
No ha existido retroceso, más bien se han adecuado las condiciones que el
México actual requiere, debido a la política de globalización que se maneja a nivel
mundial, tal es el caso del discurso pronunciado por el exsecretario general de la
sección 39.
“El Sindicato nacional de Trabajadores de la Educación ha sido impulsor de
reformas trascendentales en la legislación educativa mexicana, lo que
permitirá que en el futuro inmediato la educación preescolar sea obligatoria,
y que la inversión educativa alcance un mayor porcentaje, hasta llegar al 8%
del Producto Interno Bruto. Se han logrado concertar voluntades al firmar el
Compromiso Social por la calidad de la Educación. Estas acciones son la
base, que permitirán seguir construyendo un sistema educativo con equidad
y calidad, que garantice llegar a todos los mexicanos, y que mejores las
condiciones de vida del magisterio nacional. Es por eso, que resulta una
exigencia el que estas reformas educativas se concreten en realidades”11
Se puede decir que en la actualidad, la sección 39, no tiene deuda con sus
agremiados ya que, se han conseguido bastantes apoyos con las firmas de
convenios entre el Gobierno del Estado y la Sección Sindical, pero no podemos
echar las campanas al vuelo aún falta mucho para poder salir de la crisis
económica que padecemos desde la década de los 70´s, que afectó directamente
a la clase trabajadora.
Pág. Web. www.UNilaes.com.mx @UNilaescolima UNilaes Campus Colima
Tel. celular (044) 312 119 122 6 Tel: 33 040 40 Domicilio: HIDALGO # 106, Colima Centro.
RVOE (en trámite)
Manzanillo:(044) 314 119
6043
Tecomán:
(044) 313 119 3975
11
Mensaje del Prof. Federico Rangel Lozano, ex secretario General de la Sección 39 del SNTE, en la celebración del día del maestro. 15 de mayo de 2003.
RESPETEMOS AL OTRO...
Por: Claudio Valerio12
El presidente de los EE.UU, Abraham
Lincoln, era famoso por la extrema
cortesía que dispensaba a sus
adversarios políticos. La conducta del
presidente no siempre era compartida
por sus propios ministros. Uno de ellos,
un día, le dijo fastidiado: ¿Por qué los
tratas como si fueran tus amigos?
¡Merecerían más bien que los
eliminaras! "Es lo que hago", respondió
Lincoln. "¿Acaso no elimino a un
enemigo cada vez que lo convierto en
amigo?”
“Urbanidad y buenos modales abren
puertas principales”, dice un refrán
español... La convivencia humana se
hace más fácil y agradable si, además
de la sinceridad y sencillez del trato, procuramos no molestar con modales o
expresiones que hieren la sensibilidad de los demás. Una persona afable, serena,
respetuosa es bien recibida
por todos.
Respetar las opiniones del
otro es una de las mayores
virtudes que un ser humano
puede tener. Las personas
son diferentes, por lo tanto
piensan y actúan de modo
diferente. Alguien alguna vez
escribió con acierto:
"Comprender es una palabra
viva y la carne de esa palabra
es amor”... No juzguemos;
tan sólo procuremos comprender.
12
Ciudad de Campana. Buenos Aires. Argentina.
LA FABULA DE LOS CERDOS ASADOS
Por: Gustavo G. J. Cirigliano
Una de las posibles variantes de un viejo cuento sobre el origen del asado de
cerdo es ésta. Cierta vez se produjo un incendio en un bosque en el que se
encontraban cerdos. Estos, a consecuencia del incendio se asaron. Los hombres
que estaban acostumbrados a comer
carne cruda, los probaron y hallaron la
carne asada de cerdo exquisita.
Luego, cada vez que querían comer
carne de cerdo asada, prendían fuego
a un bosque, hasta que descubrieron
un nuevo método.
Pero lo que yo quiero narrar es lo que
sucedió cuando se intentó modificar EL SISTEMA existente pata implantar uno
nuevo. Hacia tiempo que algunas cosas no andaban marchando bien en relación a
la carne asada de cerdo, ya que algunas veces los animales se carbonizaban,
otras veces la carne quedaba parcialmente cruda y otras se quemaba tanto la
carne que era imposible utilizarla. Debido a que el procedimiento que habían
ideado para asar la carne, estaba previsto para una producción a gran escala lo
que preocupaba a muchos y si EL SISTEMA estaba fallando en gran medida, las
pérdidas ocasionadas eran por igual de gran magnitud ya que miles eran los que
se alimentaban de la carne asada y muchos miles también eran los que se
ocupaban en estas tareas. Por todo esto era preciso que EL SISTEMA no fallara.
Pero en la medida en que la producción se incrementaba, las fallas eran mayores
y las pérdidas que causaba.
Como consecuencia de todas estas deficiencias, las quejas de los consumidores
crecían. Ya era un clamor general la necesidad de reformar a fondo EL SISTEMA.
Tanto que cada año se organizaban congresos, seminarios, conferencias y
jornadas para estudiar y discutir el asunto. Pero a pesar de todo esto, no
acertaban en mejorar el mecanismo y así indefinidamente, cada año repetían
congresos, seminarios, conferencias y seminarios sin progresar en la solución al
problema.
Las causas del fracaso del SISTEMA, según los especialistas, se debían a la
indisciplina de los cerdos que no permanecían en el lugar que deberían estar, o
bien a la inconstante naturaleza del fuego tan difícil de controlar, a lo verde de los
árboles, a la humedad de la tierra, o tal vez al servicio meteorológico que no
acertaba con el lugar, momento y cantidad de las lluvias o…
Las causas, como puede verse eran difíciles de determinar, debido a que EL
SISTEMA para asar cerdos era demasiado complejo.
A estas alturas, ya se había creado una gran estructura organizacional con una
gran maquinaria e innumerables variables, la que se había institucionalizado.
En esta gran organización existían los siguientes puestos de trabajo:
Los IGNIFERI, individuos encargados de encender el fuego.
Los IGNIFERI especialistas de sectores o de zona: Norte, sur, este y oeste,
incendiador diurno o nocturno, diurno con especialidad matinal o vespertina, de
primavera, verano otoño o
invierno. Había especialistas
en viento llamados los
anemotécnicos.
Un Director General de
Asamiento y Alimentación
Azada. Un Director de
Técnicas Ígneas con su
consejo general de asadores.
Un Administrador General de Forestación Incendiable. Una Comisión Nacional de
Entrenamiento Profesional en Porcicultura Un Instituto Superior de Cultura y
Técnicas Alimentarias (ISCYTA). El BODRIO o Buró Orientador de Reformas
Igneo - Operativas.
El BODRIO era tan grande que tenía un Inspector de Reformas para cada 7000
cerdos aproximadamente. Y era precisamente el BODRIO el encargado de
organizar anualmente los eventos antes mencionados. Pero éstos lo único que
conseguían era aumentar la burocracia del BODRIO.
Se había proyectado y se hallaba en pleno crecimiento la formación de nuevos
bosques y selvas siguiendo las últimas indicaciones técnicas (en regiones elegidas
según una determinada orientación y donde los vientos no soplaban más de tres
horas seguidas, donde el porcentaje de humedad era el adecuado etc.)
Tenían miles de personas trabajando en la preparación de bosques que luego
habrían de incendiarse.
Había especialistas en
E.U.A. y la UNION
EUROPEA estudiando
asuntos relacionados con
la importación de las
mejores maderas,
árboles, cepas y semillas,
para ver como producir
mejores y más potentes
fuegos y estudiando ideas
operativas como VG:
construcción de pozos
para que en ellos cayeran los cerdos. Había además grandes instalaciones para
mantener a los cerdos antes del incendio, mecanismos para dejarlos salir en el
momento oportuno y técnicos en su alimentación...
Contaban también con expertos en la construcción de chiqueros o establos para
cerdos; profesores formadores de los expertos en la construcción de chiqueros y
establos; universidades que preparaban a los profesores formadores de los
expertos en la construcción de chiqueros y establos para cerdos; investigadores
que brindaban el fruto de su trabajo a las universidades que preparaban a los
profesores formadores de los expertos en la construcción de chiqueros o establos
para cerdos; fundaciones que apoyaban a los investigadores que brindaban el
fruto de su trabajo a las universidades que preparaban a los formadores de los
expertos en…
Las sugerencias y soluciones propuestas por los múltiples eventos organizados
por BODRIO eran las siguientes:
Aplicar triangularmente el fuego, luego de sacar raíz cuadrada de A - 1 por la
velocidad del viento sur.
Soltar los cerdos quince minutos antes de que el fuego promedio del bosque
alcanzara 47 grados C.
Otros decían que era necesario poner grandes ventiladores, los que se utilizarían
para orientar la dirección del fuego.
Y como estas muchas otras soluciones por el estilo, lo que ni siquiera es necesario
decirlo, pero hay que hacerlo, es que muy pocos de los expertos estaban de
acuerdo entre ellos y cada uno de ellos tenían investigaciones y datos para probar
sus afirmaciones.
Un día, un IGNIFER, S-O / D-M / V-Ll (o sea un encendedor de bosques con
especialidad sudoeste, diurno matinal y licenciatura en veranos lluviosos) llamado
JUAN SENTIDO- COMUN, dijo que el problema era muy fácil de solucionar. Todo
consistía, según el, en que primero se mata al cerdo elegido, se le limpiara y
destazara adecuadamente y se le pusiera en un enrejado metálico o armazón
sobre unas brasas hasta que por el efecto del calor y no de las llamas, se
encontrara a punto.
-¿Matar?, exclamó indignado el Administrador de Forestación.
Cómo vamos a hacer
que la gente mate.
Ahora el que mata es el
fuego. Nosotros matar,
nunca.
Enterado el Director
General de Asamiento lo
mandó llamar. Le
preguntó qué cosas
raras andaba diciendo
por ahí y luego de
escucharlo le dijo.
Lo que usted dice está bien, pero solamente en teoría. No creo que funcione en la
práctica. Más aún lo creo impracticable. Veamos, que va a hacer usted con los
Anemotécnicos en caso de que se adopte lo que sugiere.
No sé, respondió Juan.
¿Dónde coloca los encendedores de las diversas especialidades?
No sé.
Y a los individuos que han ido al extranjero a perfeccionarse durante años y cuya
formación ha costado tanto al país ¿los voy a poner a limpiar cerditos?
No sé.
Y los que se han especializado todos estos años en organizar congresos,
seminarios y jornadas para la reforma y mejoramiento del SISTEMA, si lo suyo
resuelve todo ¿qué hago yo con ellos?
No sé.
Se da usted cuenta que la solución que usted propone, no es la que necesitamos
todos. Usted cree ¿que si todo fuera tan simple no la hubieran hallado antes
nuestros especialistas? A ver ¿qué autores dicen todo esto? ¿Qué autoridad
puede avalar su sugerencia? Usted se imagina que yo no puedo decirle a los
expertos en anemotécnica que es cuestión de poner bracitas sin llamas. Y ¿Qué
hago con los bosques ya preparados, los que están a punto de ser quemados , los
que solamente sirven para ser fuego en su conjunto, aquellos árboles que no
producen frutos, aquellos cuya escasez de follaje hace que no sirvan para dar
sombra? ¿Dígame que hago?
No sé.
¿Qué hago con la Comisión
Redactora de Programas de
Asado, con sus Departamentos
de Clasificación y Selección de
Cerdos, Arquitectura Funcional
de Establos y Chiqueros,
Estadística y Población? etc.
No sé.
Dígame, el ingeniero en PORCOPIROTECNIA, Don Juan C. De la Figuración, ¿No
es una extraordinaria personalidad científica?
No sé.
Bueno, el simple hecho de poseer valiosos y extraordinarios ingenieros en
pirotecnia indica que EL SISTEMA es bueno. Y ¿qué hago yo con individuos tan
valiosos?
No sé.
No se da cuenta que con la solución que usted nos propone, no nos ayuda. Lo que
tiene usted que proponer es como formar mejores anemotécnicos, como conseguir
encendedores más rápidamente del oeste, -lo que nos representa una gran
dificultad-, cómo hacer establos y chiqueros de ocho pisos o más, en vez de los de
siete con los que ahora contamos. HAY QUE MEJORAR LO QUE TENEMOS Y
NO CAMBIARLO, Tráigame usted una propuesta para que nuestros becarios en
Europa cuesten menos, o cómo hacer una buena revista para el análisis profundo
del problema a LA REFORMA DEL ASAMIENTO. Esto es lo que necesitamos.
Esto es lo que el país necesita. A usted lo que le falta es sensatez y sentido
común. Dígame por ejemplo ¿qué hago con mi buen amigo y pariente encargado
de La Comisión para el Estudio del Aprovechamiento Integral de los Residuos de
los Ex - bosques?
Realmente estoy perplejo.
Bueno, ahora que ya conoce bien el
problema, no vaya por ahí diciendo que
usted lo puede arreglar todo. Ahora ya
puede darse cuenta de que el problema
es más serio y no tan simple como se
imaginaba. Uno desde abajo y desde
afuera dice "lo arreglo todo".
Pero hay que estar adentro para conocer el problema y darse uno cuenta de las
dificultades. Ahora bien, aquí, entre nosotros, le recomiendo que no insista en lo
suyo, porque le podría acarrear problemas con su puesto. No por mí. Yo se lo digo
por su bien, porque soy comprensivo, pero, usted sabe, puede encontrarse con
otro superior menos comprensivo que yo. Usted bien sabe como son a veces las
personas… eh…
El pobre Juan Sentido - Común no dijo palabra. Sin saludar, entre asustado y
atontado, con la sensación de estar caminando cabeza abajo, salió y no se le vio
nunca más. No se sabe dónde fue. Por eso es que en estas tareas de reforma y
mejora del SISTEMA, lo que falta es sentido común.
LOS CAMINOS HACIA UNA LIBERTAD EDUCATIVA SEGÚN
PAULO FREIRE Y MATTHEW LIPMAN
Por: Claudia Gabriela Camacho Andrade
En un trabajo analítico, la argentina Stella Accorinti se basa en las ideas
educativas trascendentales del brasileño Paulo Freire y el estadounidense
Matthew Lipman. Los dos educadores llegan a conclusiones muy parecidas que
pueden englobarse en la necesidad de dar vida y quitar de ataduras estériles a la
educación a fin de llegar a objetivos verdaderos.
El análisis inicia con algunos datos biográficos de Paulo Freire, refiriendo su lucha
educativo en un contexto político difícil que lo llevan a la cárcel y al exilio de su
país, luego su aportación desde Chile para después llegar a su obra más conocida
“pedagogía del oprimido”
Freire aseguraba que conocer es
leer y reeler el mundo,
transformarlo. Que conocer no es
crear categorías de conocimiento
para pronunciarlos en los foros,
conocer es crear categorías de
pensamiento para comprender el
mundo. Además puntualiza que
conocimiento y deseo están íntimamente ligados ya que no basta crear el hábito
de estudio, sino que lo más importante es crear el gusto por el estudio.
Una idea importante en las aportaciones freirianas es que no es necesario más
sino menos. Menos imposiciones y más construcción de deseos. Asegura que
para innovar hay que conocer, se debe dejar de sobrevivir para poder vivir.
Acumular conocimientos no es aprender y se aprende toda la vida.
Según Accorinti, Freire hace propuesta para la libertad: el fin es la transformación
de la realidad para mejorarla, en donde la educación debe denunciar la realidad
opresiva. Destaca la autora que efectivamente Freire tiene un método pero que el
éxito de éste es que sin proponer nada nuevo ha logrado cambios de otras
propuestas “originales”. No pretender ser originales es la mayor y más auténtica
herencia de Freire.
Según Paulo Freire, el ser humano es libre a través de la praxis ya que nadie
libera a nadie, nadie se libera solo, los seres humanos se liberan en comunión.
Señala que es necesario recuperar la politicidad de la educación pues la
pedagogía y la política están unidas.
Al llegar a esta parte del análisis donde se abordan las ideas de Freire en relación
a las políticas precisamente educativas, la autora destaca que aunque y el sistema
Neoliberal habla de autonomía educativa, los resultados parecen ser muy
opuestos al discurso. Destaca en cambio que la autonomía de la que Freire habla
es aquella que resulta visible con cambios en las escuelas.
Estos cambios se generan mediante la generación de
proyectos pedagógicos y de eso se trata la verdadera
autonomía.
Al final, un dato igualmente relevante es que como
secretario de educación en su país, Brasil, Freire pudo
desplegar en gran medida sus ideas aunque debe
considerarse que en ese tiempo, a finales de los 80s
no existía la política educativa globalizada que sufre
Latinoamérica en la actualidad. En apariencia, las
políticas neoliberales no se oponen al método
freiriano, pero en la práctica sí resultan contrarias.
MATTHEW LIPMAN (Pensamiento Multidimensional)
Accorinti rescata de Matthew Lipman como eje rector de su propuesta educativa el
pensamiento multidimensional que en definitiva es un camino hacia la libertad.
Lipman describe este pensamiento como algo bien organizado, coherente, flexible
y amplio a través del cual se plantean tesis provocadoras que hagan pensar
aunque molesten.
Parte de la idea de que estamos acostumbrados al paradigma del método
científico, sin embargo reitera que el pensamiento multidimensional exige
esfuerzos para considerar todas las ideas, para desafiar todas las doctrinas
establecidas.
Refiere que recibir información enseña a los estudiantes a ser pasivos y para
evitar esta inercia es necesario llegar al disenso razonado, puesto que el
relativismo es una herramienta, se trata de llegar a dislocar el pensamiento.
El pensamiento multidimensional presta atención a tres aspectos: la biografía del
sujeto, al grupo social y al hecho de que el pensamiento acrítico es la
consecuencia de una sociedad en condiciones determinadas.
Agrega que el pensamiento multidimensional tiene muchos matices como los
propuestos por Calvino: levedad, rapidez, exactitud, visibilidad y multiplicidad.
Sobre cada una de estas cualidades y el momento en que se presentan el texto
refiere claros ejemplos.
Más importantes es aún cuando Lipman aclara que lograr un pensamiento
multidimensional no significa unir habilidades, no es enseñar a los estudiantes
cada habilidad o abordarlas en un
taller para luego unirlas como en un
ensamblaje, como una máquina, no.
Es al revés, de las habilidades se
desprende el pensamiento
multidimensional.
Viene entonces, según Accorinti, la
propuesta de Lipman: aprender en
comunidades de investigación y
discutir filosofía son grandes maneras
de apropiarse de un pensamiento
multidimensional. Promover la
discusión, el debate, la indagación y la
sospecha, dentro y fuera de la
escuela.
Existe también otro aspecto importante
en el análisis de la investigadora
argentina en cuanto a la propuesta de Lipman y se refiere a las 3 utopías que
rigen a este pensamiento multidimensional. Se trata de la verdad, el sentido y el
valor.
Atender a estas utopías evita el dar a los estudiantes las habilidades sin un
sentido real, lo cual se ilustra con muchos ejemplos y uno de estos es un martillo
que no martilla o no se encuentran los clavos para hacerlo.
Es preciso Lipman en reconocer que el pensamiento multidimensional no se
enseña pero sí pueden crearse las condiciones para que se desarrolle. Sostiene
que las escuelas deben promover el pensamiento multidimensional cuidando el
juicio creativo y el juicio crítico reiterando que una de las opciones son las
comunidades de investigación.
Hay un contundente señalamiento en cuanto a la necesidad de que se
instrumenten políticas públicas para el incentivo del pensamiento
multidimensional. Que sean políticas reales no de papeles, de reformas sino de
forma, de formación, de mayor autonomía, de más libertad.
Existe en la aportación educativa de Lipman, según refiere Accorinti, una
recurrente insistencia en lo valioso de la filosofía “incluir la filosofía en el currículo
de la educación básica y de nivel superior” como una manera de lograr ese
pensamiento multidimensional, pues la práctica de ésta mejora en un 80% la
capacidad del razonamiento complejo en los estudiantes.
Existe la interrogante sobre si es posible llegar a ese cambio hacia la verdadera
libertad educativa cuando los políticos convocan a expertos en educación. Son
éstos últimos, los expertos en educación, dice Accorinti citando a Lipman, quienes
debieran abrirse a nuevas ideas, de lo contrario será “cambiarlo todo para que no
cambie nada” bloqueando toda posibilidad.
EL DERECHO AL DELIRIO
Por: Eduardo Galeano 13
¿Qué tal si deliramos por un
ratito...?
¿Qué tal si clavamos los ojos,
más allá de la infamia para
adivinar otro mundo posible...?
El aire estará limpio de todo
veneno que no provenga de los
miedos humanos y de las
humanas pasiones.
En las calles, los automóviles
serán aplastados por los perros.
La gente no será manejada por
el automóvil, ni programada por
el ordenador (Computadora) ni
será comprada por el
supermercado ni será tampoco mirada por el televisor…El televisor dejará de ser
el miembro más importante de la familia y será tratado como la plancha o el
lavarropas…
Se incorporará a los códigos penales el Delito de Estupidez, que cometen los que
viven por ganar o por tener, en vez de vivir por vivir nomás… Como canta el pájaro
sin saber que canta… O como juega el niño... Sin saber que juega...
En ningún país se irán presos los muchachos que no quieran cumplir el Servicio
Militar, sino aquellos que quieran cumplirlo… Nadie vivirá para trabajar… Pero
todos trabajaremos para vivir…
Los economistas no llamaran “Nivel de Vida” al nivel de consumo, ni llamarán
“Calidad de Vida” a la cantidad de cosas…
Los cocineros no creerán que a las langostas les encanta que las hiervan vivas...
Los historiadores no creerán que a los países les encanta ser invadidos…
Los políticos no creerán que a los pobres les encanta comer promesas…
La Solemnidad: Se dejará de creer que es una virtud.
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Eduardo Galeano, periodista y escritor; Nació 3 de septiembre de 1940 en Montevideo, Uruguay.
Y nadie… Nadie… Tomará en serio a Nadie… Que no sea capaz de tomarse el
pelo...
La muerte y el dinero perderán sus mágicos poderes.
Y ni por defunción ni por fortuna se convertirá al canalla en virtuoso caballero.
La comida no será una mercancía ni la comunicación un negocio, porque la
comida y la comunicación son derechos humanos. Nadie morirá de hambre
porque nadie morirá de indigestión…
Los niños de la calle no serán tratados como si fueran basura… Porque no habrá
niños de la calle.
Los niños ricos no serán tratados como si fueran dinero, porque no habrá niños
ricos… La educación no será el privilegio de quienes puedan pagarla y la policía
no será la maldición de quienes no puedan comprarla...
La Justicia y La libertad… Hermanas siamesas… Condenadas a vivir separadas,
volverán a juntarse… Bien pegaditas… Espalda contra espalda.
En Argentina… Las madres locas de Plaza de Mayo serán un ejemplo de salud
mental, porque ellas se negaron a olvidar en los tiempos de la amnesia obligatoria.
La Santa Madre Iglesia corregirá algunas erratas de Las Tablas de Moisés y el
sexto mandamiento obligará a festejar el cuerpo.
La Iglesia también dictará otro mandamiento que se le había olvidado a
Dios: «Amarás a la Naturaleza, De la que formas parte».
Serán reforestados los desiertos del mundo… y los desiertos del alma.
Los desesperados serán esperados y los perdidos serán encontrados, porque
ellos se desesperaron de tanto esperar... y se perdieron de tanto buscar.
Seremos compatriotas y contemporáneos de todos los que tengan voluntad de
belleza y de todos los que tengan voluntad de justicia… Hayan nacido cuando
hayan nacido y hayan vivido adonde hayan vivido, sin que importen ni un poquito
las fronteras del mapa y del tiempo…
Seremos Imperfectos… Porque la perfección seguirá siendo el aburrido privilegio
de los Dioses… Pero en este mundo… En este mundo chambón y jodido seremos
capaces de vivir cada día como si fuera el primero y de vivir cada noche como si
fuera la última...
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