Revista COPYRIGHT - PPL 2016

8
© PLAGIO EXPERIMENTAL Un escritor argentino publicó un experimento literario: “El Aleph engordado”. Tomó “El Aleph”, de Jorge Luis Borges, completo y agregó palabras e ilustraciones para “engordarlo”. De ahí “El Aleph engordado”, por Pablo Katchadjan. Fue acusado por plagio y sobreseído por el juez. PLAGIO: acción de «copiar en lo sustancial obras ajenas, dándolas como propias». Desde el punto de vista legal es una infracción al derecho de autor acerca de una obra artística o intelectual de cualquier tipo, en la que se incurre cuando se presenta una obra ajena como propia u original. FUENTE: Wikipedia COPYRIGHT REVISTA ÚNICA DE DIVULGACIÓN SOBRE EL DERECHO DE AUTOR EN ARGENTINA.

description

TP 2 - Practica Profesional y Legislación 2016 FADU - UNL

Transcript of Revista COPYRIGHT - PPL 2016

vs©

vsplagio eXperimentalUn escritor argentino publicó un experimento literario: “El Aleph engordado”. Tomó “El Aleph”,

de Jorge Luis Borges, completo y agregó palabras e ilustraciones para “engordarlo”. De ahí “El

Aleph engordado”, por Pablo Katchadjan. Fue acusado por plagio y sobreseído por el juez.

PLAGIO: acción de «copiar en lo sustancial obras ajenas, dándolas como propias». Desde el punto de vista legal es una infracción al derecho de autor acerca de una obra artística o intelectual de cualquier tipo, en la que se incurre cuando se presenta una obra ajena como propia u original. FUENTE: Wikipedia

vsCOPYRIGHT

REVISTA ÚNICA DE DIVULGACIÓN SOBRE EL DERECHO DE AUTOR EN ARGENTINA.

las organizaciones abajo fi rmantes hacemos saber nuestra preocupación por el proyecto de ley que aumenta en Argentina el plazo de derecho de au-tor de las fotografías.En Argentina actualmente las foto-

grafías entran en dominio público 20 años después de publicadas. El proyecto de ley presentado por los diputados nacionales Liliana Mazure, Gloria Bidegain, Susana Canela, Gastón Harispe, Héctor Recalde y Eduardo Seminara, busca extender el plazo de derecho de autor de las fotografías hasta los 70 años posteriores a la muerte del autor.Comprendemos y nos parece loable la inten-ción de proteger a los trabajadores de la cul-tura. La falta de protección que sufren estos trabajadores en su quehacer cotidiano es un problema largamente conocido que necesita

ser abordado de manera multidimensional, para asegurar contratos justos, ingresos acordes y seguridad social, en línea con los derechos conquistados por los trabajadores de otros sectores.Sin embargo, esto no es lo que el proyecto de ley actual propone. Por el contrario, la ampliación del plazo de monopolio sobre las fotografías desatiende los problemas centra-les de la profesión, no redunda en benefi cios para los fotógrafos y, de manera añadida, le-siona el interés general de acceder a la cultu-ra y a la memoria histórica.Es bien conocido que en la mayoría de los ca-sos los titulares de las obras fotográfi cas no son los autores, sino los editores y los medios de comunicación a quienes ellos las ceden. Al extender el plazo del monopolio sobre las obras fotográfi cas, los principales benefi cia-

rios serán, por tanto, las empresas titulares de los derechos. De este modo, el proyecto no guarda relación con el objetivo de garantizar un nivel de vida digno a los creadores.Las fotografías guardan un especial interés público, dado que dan cuenta de los proce-sos históricos y culturales de una sociedad. Representan las costumbres de épocas pa-sadas, fi jan en la memoria colectiva sucesos históricos y retratan a sus personajes prin-cipales. La indisponibilidad de las imágenes del pasado difi culta el ejercicio de la memo-ria histórica afectando el interés común de la sociedad.De aprobarse el proyecto de ley, miles de imágenes de Argentina deberán ser elimi-nadas de Internet y de otros lugares donde estén a disposición del público, dado que la extensión del plazo operará retroactivamen-

PROYECTO DE LEY PARA AMPLIAR EL COPYRIGHT DE FOTOGRAFÍAS EN ARGENTINA

Contra la privatizaCión del patrimonio fotográfiCoen argentinaDesde Creative Commons Argentina

nos unimos a distintas organizaciones

culturales, artísticas y de defensa de

derechos digitales y fi rmamos una

declaración contra la privatización del

patrimonio fotográfi co en Argentina.

Un proyecto de ley presentado por los

diputados Liliana Mazure, Gloria Bide-

gain, Susana Canela, Gastón Harispe,

Héctor Recalde y Eduardo Seminara,

propone extender el dominio priva-

do sobre las fotografías de 20 años

post-publicación a 70 años post-mor-

tem, generando así un enorme perjui-

cio para el dominio público. A conti-

nuación, reproducimos el comunicado

de las diferentes organizaciones.

FUente http://www.creativecommons.org.ar

en argentina aCtual-mente las fotografías entran en dominio pÚbliCo 20 aÑos despuÉs de publiCadas.

la indisponibilidad de las imágenes del pasado difiCulta el eJerCiCio de la memoria HistóriCa afeCtando el interÉs ComÚn de la soCiedad.

te. En caso de no retirar las fotografías, las instituciones y personas que las pongan a disposición podrían enfrentar procesos civi-les y penales.Entre las entidades afectadas por el proyec-to de ley se encuentran los museos, archivos y bibliotecas públicas y populares, que cada vez más frecuentemente digitalizan sus acervos y los ponen a disposición de la ciu-dadanía en Internet. Proyectos como la bi-blioteca digital Trapalanda, de la Biblioteca Nacional, y los esfuerzos de digitalización y puesta a disposición del Archivo General de la Nación de Argentina van a verse seve-ramente afectados por la medida, debiendo retirar grandes cantidades de fotografías del acceso abierto y público en Internet.Otra de las iniciativas que más sufrirá será Wikipedia, la enciclopedia comunitaria y sin

fines de lucro a través de la cual todos actual-mente accedemos al conocimiento de mane-ra libre y gratuita. Miles de fotografías de Ar-gentina que ilustran artículos enciclopédicos de enorme importancia deberán ser elimina-das, afectando principalmente a los usuarios que día a día utilizan Wikipedia para acceder al conocimiento y aprender.Por último, la demora en la entrada en do-minio público de las obras fotográficas plan-tea dificultades para la preservación de las mismas. Para preservar fotografías es nece-sario poder realizar copias y distribuirlas de modo eficaz, lo cual bajo este proyecto de ley será imposible a menos que se cuente con la autorización expresa del autor. Más que con ningún otro formato de obra, las fotografías tienden especialmente a convertirse en obras huérfanas, es decir, que se vuelve imposible

localizar a sus autores. A la luz de esta dificul-tad habitual, la extensión del plazo de dere-cho de autor desde 20 años post-publicación a 70 años post-mortem impondrá sobre los es-fuerzos de preservación una enorme barrera.En definitiva, el proyecto actual afectará el acceso a la cultura y la preservación de la memoria histórica, dificultará el trabajo de las instituciones culturales y, en lugar de beneficiar a los fotógrafos, favorecerá a las empresas intermediarias, desatendiendo las soluciones reales que los trabajadores cultu-rales necesitan.Las organizaciones firmantes les pedimos a los legisladores de Argentina que retiren el proyecto de ley y que abran un debate pú-blico tendiente a mejorar las condiciones generales para la circulación de los bienes culturales en Argentina.

Contra la privatizaCión del patrimonio fotográfiCo en argentina

Firmantes

Acceso Libre – Venezuela

ACI-Participa – Honduras

Ártica – Centro Cultural Online – Uruguay

Asociación para el Progreso

de las Comunicaciones – Internacional

Asociación por los Derechos Civiles – Argentina

BaixaCultura – Brasil

Casa 13 – Argentina

CasaFractal – Colombia

Colectivo Espika – Uruguay

Creative Commons Argentina

Creative Commons Colombia

Creative Commons Uruguay

Derecho a la Cultura – Uruguay

Derechos Digitales – Chile

Electronic Frontier Foundation – Internacional

El eje: creatividades colaborativas – Colombia

FOSS Lawyers Institute – Ecuador

FotoLivre – Brasil

Fundación Imagen – Bolivia

Fundación Karisma – Colombia

HackLab Cochabamba – Bolivia

Hiperderecho – Perú

IPANDETEC – Panamá

LibreBase Córdoba – Argentina

Medionegro – Argentina

MiSoL Misiones – Argentina

Proyecto mARTadero – Bolivia

Public Knowledge – EUA

Red Panal – Argentina

Ruwashayku, Comunicación y Cultura – Perú

SuenaLibre – Chile

Sursiendo, Comunicación y Cultura Digital – México

TEDIC – Paraguay

TeléfonoRoto – Colombia

Telartes – Bolivia

Vía Láctea Ediciones – Uruguay

Wikimedia Uruguay

Zuma Ecosistemas Culturales – Colombia

COPYRIGHT ©

en la mayoría de los Casos los titu-lares de las obras fotográfiCas no son los autores, sino los editores y los medios de ComuniCaCión

en lugar de benefiCiar a los fotógrafos, favoreCerá a las em-presas intermediarias

EXPERIMENTO LITERARIO O ROBO DISFRAZADO

Otra vez el derecho de autor entra en boca de

los medios, y otra vez María Kodama, heredera

de los derechos intelectuales de Jorge Luis Bor-

ges, sale a la defensa de su patrimonio.

Un escritor argentino publicó un experimento

literario: “El Aleph engordado”. Tomó “El Aleph”,

de Borges, completo y agregó palabras e ilus-

traciones para “engordarlo”. De ahí “El Aleph en-

gordado”, por Pablo Katchadjan.

FOTOMONTAJE I Kodama Vs. Katchadjian en Forcejeo Legal

en mayo de 2015 se conocía la noticia de que la justicia penal sobreseyó a los dueños del popular sitio Taringa! de una denuncia presentada por Koda-ma. En aquel caso la viuda de Borges había denunciado a los dueños del

sitio web por ofrecer la descarga de varias obras de Jorge Luis Borges, acus’andolos de ser penalmente responsables del delito de infracción de la ley de propiedad intelectual.La justicia determinó que Taringa! es un in-termediario, una plataforma que permite a sus usuarios compartir contenido que ellos, y no la plataforma, suben. A fi n de cuentas la causa terminó sobreseída.Esta es una muestra más de los baches que existen hoy en la justicia argentina y la regu-lación en cuanto a la violación de la propie-dad intelectual en los medios digitales.

Cada año, el informe de la IIAP (Iternational intellectual Propiety Alliance) pone hincapié en esta problemática de nuestro país, indicando por ejemplo en su última estadística de 2016 que el índice de piratería digital en Argentina es del 95% (para más información puede léase la nota editorial de contratapa). Volviendo al tema, en esta nueva ocasión, Pablo Katchadjian, un escritor argentino, fue acusado de plagio por María Kodama por su obra “El Aleph engordado”, un experi-mento literario (según la defensa) que con-sistió en tomar el cuento completo de Bor-ges “El Aleph” y “engordarlo” con palabras e ilustraciones. Para la defensa, lo que Katchadjan hizo fue tomar un texto ajeno, protegido por la pro-piedad intelectual y reproducirlo.A esto, el acusado aseguró: “Lo que yo hice fue trabajar con el cuento de Borges y tra-bajarlo de manera que se convirtiera en un

texto más largo. Tenía 4 mil palabras y ahora tiene 9600” (más del doble).A continuación repasaremos algunos aspec-tos legales en relación derecho de autor:Uno de los límites del derecho de autor es la cita; para esto se debe indicar la fuente, ha-ciendo evidente que pertenece a otra perso-na y no debe superar las mil palabras.Como antes mencionaba el acusado, el tomo el texto completo de 4 mil palabras, por lo tanto ya no hablamos de una cita.Por otro lado, en términos legales se consi-dera plagio cuando se presenta una obra aje-na como propia u original. En este caso, no se menciona a Borges en la tapa o es las páginas de adelante, sino al fi nal, en las páginas 49 y 50 en una post data del libro con una aclaración del autor donde explica que “el texto de Borges está intacto pero totalmente cruzado por el mío”.En relación a la explotación de la obra con

“lo Que Hizo fue tomar un teXto aJeno, prote-Jido por la propiedad inteleCtualy reproduCirlo”.

“KatCHadJian no Quiso engaÑar a nadie y no proCuróun luCro indebido,entonCes no Hay dolo”.

plagioeXperimental

esCribe José Martín Pedretti

FOTOMONTAJE II El Borges engordado

fi nes de lucro, se trató de una tirada de 200 ejemplares: “Si vos haces 200 ejemplares, re-galás la mitad y circula de esa manera, quién puede pensar que hay algún tipo de daño a alguien. El libro no dañaba a nadie”, aseguró Katchadjian.Los intelectuales que toman partido por el acusado dicen que a Borges “le hubiera gus-tado” el texto, pero la realidad es otra. Borges ya está muerto y los derechos de propiedad intelectual fueron a parar al patrimonio de la viuda, y ella como apoderada de los derechos es quien determina la posible explotación, reproducción, modifi cación, adaptación y distribución de las obras.Por su parte, Kodama le dio la posibilidad de pagar $1 (un peso) y pedir disculpas, y Kat-chadjan no aceptó esa oferta.Al fi nal, el acusado fue sobreseído, alegando-se que “Katchadjian no quiso engañar a nadie y no procuró un lucro indebido, entonces no

hay dolo”. Luego de la sentencia, María Ko-dama fue muy breve y contundente: “Toma todo el cuento sin pedir autorización. Hemos perdido el respeto a nosotros mismos, por eso no respetamos a los otros. Si uno usa algo que no es propio, lo mínimo que puede hacer es pedir permiso”A modo de conclusión me gustaría relatar la anécdota que dio lugar a esta nota editorial.Mi primera reacción (prejuiciosa) al leer los titulares y ver la foto de Pablo Katchadjian fue decir: “Uhh... si este atrevido ya le robo los bigotes a Nietzsche que va a andar reparando en robarle a Borges”. Fue así que a la hora de diseñar la nota los bigotes se convirtieron en el eje de atención principal para las referen-cias visuales de la nota: “vamos a transgiber-sar el look de Borges y vamos a agregarle los bigotes engordados de Katchadjian.” Mági-camente, este juego me trajo a colación un caso similar y paradigmático de intervención

sobre una obra ajena que hoy es considerada una obra de arte:En 1919, Marcel Duchamp tomó una repro-ducción de la Gioconda de Da Vinci, le pinto un bigote, una barbita y le agrego el título LHOOQ: Tarán!!! Una obra de arte dadaísta.Así como Katchadjian se refi rió a su obra como un experimento literario, en aquel en-tonces Duchamp llamaba a este tipo de in-tervenciones ready made.¿Plagio u obra original? Como con el resto del arte solo el tiempo dirá de que se trata “El Aleph engordado”. La diferencia entre estos dos casos es que la obra de Duchamp fue hecha 400 años des-pués de la muerte de Da Vinci, y Katchadjian debió haber esperado para poder hacerlo li-bremente hasta el 1 de enero de 2056, cuando las obras de Borges entren dentro del domi-nio público por haber transcurrido 70 años desde su muerte.

“Kodama le dio la posibilidad de pagar $1 (un peso) y pedir disCulpas, y KatCHadJan no aCeptó esa oferta”.

“si uno usa algo Que no es propio, lo míni-mo Que puede HaCer es pedir permiso.”(Kodama)

plagioeXperimental

COPYRIGHT ©

vsvsvse

l procesamiento de Pablo Katchadjian por plagio de “El Aleph” de Jorge Luis Borges hizo que el derecho de autor vuelva al centro de la noticia y ya hay de-cenas de notas periodísticas a favor y en contra. Una de ellas es de la periodista

Miriam Molero y se titula “Acá lo que importa es la ley. Y la tarasca”. Me quiero concentrar solo en un párrafo de ella:“…sin dudas algo profundamente perverso yace en una sociedad donde los bisnietos y tataranietos de terratenientes pueden vivir de las rentas heredadas (y abultadas por la soja) o de las rentas de propieda-des inmuebles o de las ganancias de empresas indus-triales o de servicios, y que al bisnieto y tataranieto de un autor sólo se le permita vivir de recuerdos”.Como saben, un autor goza de un derecho ex-clusivo para explotar sus obras, derecho que pasa a sus descendientes pero se extingue en algún momento; luego la obra pasa al denomi-nado dominio público, donde cualquiera puede explotarla sin autorización. En el caso argenti-no las obras pasan al dominio público 70 años después de la muerte de su autor.¿Por qué sucede esto? Después de todo, si la sexta generación de Rockefeller puede seguir viviendo de la riqueza de su ancestro ¿Por qué no la sexta generación de Edith Wharton?La respuesta tiene que ver con el hecho de que la propiedad intelectual (derecho de autor pero también patentes) es sobre intangibles y esto la vuelve enteramente distinta a la propiedad de un campo de soja.Primero. Mi bisabuelo, Sisto Terán, era un autor de libros de fi losofía y teología; también tenía una casa de vacaciones. El disfrutó su casa de vacaciones y también sus hijos, nietos y bisnietos (yo pasé mis primeras vacaciones allí); pero en algún momento se volvió anti-eco-nómico que tantas personas tuvieran derecho sobre esa casa. Hoy en día la casa pertenece a uno de mis tíos que la compró a sus tíos.No sucede lo mismo con los derechos de autor sobre sus libros que, por ser intangibles, pasan a los descendientes con más facilidad. Hoy en día unas 7o personas deberían autorizar una reedición de las obras de mi bisabuelo. En eco-nomía, y también en derecho, se llama costo de transacción a todo aquel costo que difi culta una transacción económica; el dominio público, en este sentido, viene a disminuirlos porque en algún momento será más fácil reeditar la obra, cuando nadie tenga derechos sobre ella. En el caso de mi bisabuelo esto sucederá recién en el año 2048, y para entonces sus bisnietos serán abuelos.Segundo. Los autores, y sus herederos por el término de ley, no solo tienen derecho a explo-tar las obras sino que cuentan con una serie de derechos para evitar que terceros se aprovechen de ellas. Es en base a estos derechos que María

Kodama accionó en contra de Pablo Katchad-jian. Tiene sentido que este derecho concluya algún día porque afecta al libre intercambio de ideas. Es muy famoso, en círculos literarios, el caso de Stephen James Joyce, cuyos abusos difi -cultaban la labor de crítica literaria sobre la obra de su abuelo y hasta impedían a las Bibliotecas Públicas mostrar sus cartas manuscritas. El 1 de enero de 2012, todas estas restricciones termi-naron.Borges mismo es un ejemplo de esto. La Ley Ar-gentina autoriza el uso de una obra de terceros, aún protegida, si es con fi nes didacticos, de crí-tica, etc y siempre que no se citen más de 1000 palabras, para el caso de obras literarias. Estoy casi seguro que Borges citó más de mil palabras en sus “Nueve ensayos dantescos” y un Stephen James Joyce podría encontrar otros argumentos en contra de Borges. Pero la Divina Comedia lle-va siglos en el dominio público y su uso es libre.Tercero. En la mayor parte de los casos la utili-dad económica de una obra termina mucho an-tes que su plazo de protección. Por ejemplo, un estudio del profesor Jason Schultz (citado aquí) relevó 10.027 libros publicados en los Estados Unidos en el año 1930; de ese total, solo 174 (el 1,7%), continuaba siendo editado a la fecha del estudio. Extender el plazo de protección para todas las obras, con los problemas antes seña-lados, no tiene entonces mucho sentido para la generalidad de los casos. En realidad no lo tiene para ninguna obra, y ese será mi último punto.Cuarto. Con el paso del tiempo es muy difícil determinar, por ejemplo, quien es el dueño de

una casa porque los títulos se pierden o se mul-tiplican los herederos. La Ley Civil ha creado varios institutos para solucionar este proble-ma, como la prescripción adquisitiva, que es un medio de adquirir la propiedad aún sin papeles si uno la ha poseído con ánimo de dueño por un determinado plazo (acá un ejemplo de esas difi cultades).Los problemas se multiplican si la propiedad no es física sino intangible. Los registros se pier-den, las sociedades dueñas de derechos de au-tor desaparecen, etc. A medida que más avan-za el tiempo más difícil es determinar quien o quienes son los titulares de un derecho de autor. La solución es el dominio público porque pasado cierto lapso no es necesario hacer esta investigación.Quinto. Una de las razones por las que se argu-menta a favor de extender los plazos de protec-ción es que esta medida creará más incentivos a los autores: el dueño de un campo sabe que existe la posibilidad de que sus bisnietos sigan benefi ciándose de su inversión; el autor sabe que no y por eso tendrá menos incentivos a crear obras. Este es un argumento que conside-ro académico porque nadie hace inversiones a 70 años vista, al menos nadie en Argentina lo hace. Solo por seguir el argumento ¿De cuánta plata hablamos?En 1998 el Congreso Americano extendió los plazos de protección de los autores llevándo-lo, en algunos casos, a 120 años. Un editor de apellido Eldred pidió a la Corte Suprema que declarará inconstitucional esta ley; el bueno de Eldred publicaba libros ya en dominio público y esta ley los devolvía al dominio privado. La Corte falló en contra de Eldred y en contra tam-bién de un los más prestigiosos economistas del mundo que opinaron que esa extensión de plazo carecía de valor presente neto. ¿Que es el valor presente neto? Cualquiera que descontó un cheque lo sabe: la plata hoy tiene un valor más alto que la plata en un futuro y este valor se calcula mediante la formula de va-lor presente neto. Sin inflación y con una tasa de interés del 7% anual invertir 1 dólar hoy me dará 1,07 dólares el año que viene, que es lo mis-mo que decir que 1,07 dólares en un año valen hoy 1 dólar. Y a medida que más avanzamos en el futuro menos vale 1 dólar a futuro. Si lleva-mos este ejemplo a Argentina y analizáramos extender el plazo de protección, por ejemplo, de 70 a 90 años y aplicáramos nuestras tasas de interés (mucho mayor a 7%) y nuestra galo-pante e histórica inflación descubriríamos que el valor presente neto de estos años adicionales probablemente sea negativo.Como conclusión la existencia de un plazo legal de protección benefi cia mucho a los consumi-dores, categoría que incluye a los autores vivos, y no perjudica a los autores muertos ni a sus descendientes.

REPERCUCIONES DE CASO KODAMA VS. KATCHADJIAN.

¿por QuÉ el dereCHo de autor no dura para siempre?

FUente https://entremedios.org/

“en la mayor parte de los Casos la utilidad eConómiCa de una obra termina muCHo antes Que su plazode proteCCión”.

Vasili Vasílievich Kandinski (1866-1944).

Piet Mondrian (1872-1944).

Edvard Munch (1863-1944).

Cada año en los sitios de noticias informan que tal o cual obra pasa al Dominio Público. Está es una guía

práctica sobre que es el dominio público y lo que esto implica. A partir de enero de 2015 las obras de Kan-

disnky, Piet Mondrian, Edvard Munch y Antoine de Saint-Exupéry, entre otros, pasaron al dominio público.las leyes de derecho de autor de Argen-tina y el mundo le otorgan al autor de una obra intelectual el derecho de ex-plotarla hasta su muerte y luego otor-gan este derecho a sus herederos por

unos años más ¿Cuántos? Depende de cada legislación. En Argentina el plazo general es de 70 años contados a partir del 1 de enero del año siguiente al de la muerte del autor (Art. 5 Ley 11.723). Este mismo criterio impera en la mayor parte de Europa y América Latina. En otros países, como Australia el plazo es menor y en otr os, como En Estados Unidos, el plazo de protección es mayor. Digo plazo general porque algunas obras en particular tienen un plazo distinto:Obras Anónimas: Las obras anónimas son aquellas que no cuentan con un autor único y han sido creadas por empresas, institucio-nes y otras personas júridicas. El plazo de protección es de 50 años desde la primera publicación.Fotografías: 20 años contados desde la pri-mera publicación.Obras cinematográfi cas: 50 años contados desde el primero de enero del año posterior a la muerte del último colaborador (director, guionista, productor y, en el caso de películas musicales, también su compositor).Cartas misivas: 20 años contados desde el primero de enero del año posterior a la muerte de su autor.Hay que tener en cuenta que si la obra es de un autor extranjero puede aplicar un Trata-do Internacional que establezca un plazo de protección mayor al de nuestra ley. En ese caso se aplica el plazo del tratado y no el de nuestra ley.

¿QuÉ suCede Cuando una obra pasa al dominio pÚbliCo?

Las mismas leyes de derecho de autor que otorgan un derecho exclusivo al autor de una obra para explotarla autorizan a los terce-ros a utilizarlas sin autorización en ciertos supuestos aún cuando todavía este vigente está protección. Por ejemplo, en Argentina, cualquiera puede criticar o reseñar una obra intelectual sin autorización de su titular, con algunas precauciones.Pero una vez que la obra pasa al dominio pú-blico ya no se requiere ninguna autorización y cualquiera es libre de explotar una obra de cualquier forma, aún adaptándola libremen-te, sin ningún tipo de autorización. Sin au-torización no signifi ca gratuitamente ya que si bien las leyes de otros países establecen que el dominio público es gratuito eso no su-cede en Argentina: en nuestro país las obras en dominio público “tributan” al Fondo Na-cional de las Artes.Entonces en nuestro país cualquiera pue-de adaptar, a partir del 1 de enero de 2015, el Principito y las demás obras de Antoine de Saint-Exupéry; pero debe pagar la tasa co-rrespondiente al Fondo Nacional de las Artes.

EN EL CASO ARGENTINO LAS OBRAS PASAN AL DOMINIO PÚBLICO 70 AÑOS DESPUÉS DE LA MUERTE DE SU AUTOR.

“en argentina el plazo general es de 70 aÑos Contados a partir del 1 de enero del aÑo siguiente al de la muerte del autor”.

las obras anónimas son aQuellas Que no Cuentan Con un autor ÚniCo y Han sido Creadas por empresas, instituCio-nes y otras personas JÚridiCas.

¿QuÉ es el dominio pÚbliCo?FUente https://entremedios.org/

COPYRIGHT ©

Según el último informe de IIPA en 2016, Argentina es considera-

da como “un entorno completamente inhóspito para los creado-

res y productores de obras con derechos de autor .“

martín PedrettiDirector Creativo & Diseñador Gráfico Contacto +54 (0342) 155 041 788Belgrano 4115Santa Fe (3000), [email protected]

ClientePractica Profesional y Legistlación

CarreraLic. en Diseño de la Comunicación Visual / FADU -UNL 2016

titularDGCV Abog. Sergio Bentivegna

JtpAbog. Javier Olivera

PasantesJavier Benítez Gisela BurguenerLeonel Ormaechea

PDF DiGitaLEscanea el codigo QR

DiseÑO & maQUetaCiÓn

GRACIAS POR HABER LLEGADO HASTA A ESTE LUGAR

95% DE PIRATERIA DIGITAL

staffla argentina pirata

COPYRIGHT ©

e s t U D i O

WAYRA

la International Intellectual Property Alliance (IIPA) dio a conocer su tradicio-nal informe anual Special 301 que incluye a los países considerados como permi-sivos en lo que respecta a la piratería en

Internet y violación de derechos de propiedad intelectual, donde Argentina, por 15° vez con-secutiva, vuelve a integrar la lista de países con Vigilancia Prioritaria.Formada en 1984, la International Intellectual Property Alliance (IIPA) es una coalición del sector privado de las asociaciones profesiona-les representativas de las industrias basadas en el derecho de autor de Estados Unidos, que trabajan para mejorar la protección internacio-nal y la aplicación de materiales con derechos de autor.El informe anual Special 301 de IIPA consiste en una lista de los paises a ser vigilados por el go-bierno de los Estados Unidos, y donde Argenti-na conforma la lista de Vigilancia Prioritaria en latinoamerica junto con Ecuadro y Venezuela.A continuación haremos un repaso por los items más significativos que mencionan a la Argentina de los informes Special 301 Argenti-na de los últimos años.En el informe anual de 2014 se mencionaba que ”El Gobierno de Argentina no ha hecho de la protección de derechos de autor y su aplicación de una prioridad, y de hecho, tiene alabado pú-blicamente como “innovadores” individuos que han robado al contenido de los creadores, en violación de la lengua y espíritu de los diversos tratados internacionales que Argentina adhiere a (Convenio de Berna, los tratados de la OMPI digitales, etc.). Esto ha permitido que Argenti-na se convierta en un entorno completamente inhóspito para los creadores y productores de las obras con derechos de autor. Las tasas de piratería digitales superan el 95%, por lo que es casi imposible que los servicios legales puedan desarrollarse, mucho menos florecer.”En el informe anual de 2014 se mencionaba la cultura de la piratería como “firmemente arrai-gado en la población de Argentina”. Incesante en las descargas online de música, películas, videojuegos y software; productos falsifica-dos ampliamente disponibles en los mercados abiertos ; y la poca posibilidad de crecimiento de produccion por la “disponibilidad inmediata de las obras piratas”, con las tasas del 99% en lo que respecta a la música en el mercado digital.

El uso generalizado de software sin licencia por las empresas sigue siendo una forma perjudi-cial de la infracción para el software industria. Una combinación de extremadamente altas impedimentos piratería y el acceso a los mer-cados hace que Argentina uno de los mercados menos hospitalarios para los editores de sof-tware de entretenimiento en la región.

piratería digital

La piratería en línea en Argentina se produce predominantemente mediante descarga direc-ta, por ejemplo de cyberlockers que alojan con-tenidos infractores.El informe Special 301 del año 2014 anunciaba que “El año 2013 fue testigo de un continuo cre-cimiento de las tasas de piratería en Argentina” ocupando el octavo lugar; un crecimiento de manera significativa a partir de su 12º lugar del ranking en 2012 y el 21º en 2011. En cuanto a la piratería de software en Argen-tina, en 2011 fue del 69%, incluyendo el uso de software sin licencia extendida por empresas comerciales, especialmente en PyMEs y agen-cias gubernamentales. El informe de 2014 cerraba con la siguiente conclusión: “Las autoridades tienen una buena comprensión del daño que la piratería causa, no sólo a los propietarios de intelectual de los derechos de propiedad, sino también al propio Estado, ya que los productos piratas evaden im-puestos y no generan empleo legítimo.”Claramente, con la proliferación de internet, el libre acceso a la información terminó desvir-tuandose en un libre uso de las herramientas a las que podemos tener acceso online, indepen-dientemente de que estas tenan o no tengan copyright. El flajelo de la piratería y uso desmedido de productos u obras con copyright se encuentra enquistado en la sociedad argentia bajo una cultura de la piratería.En cuanto a la disiplina del diseño gráfico, estos números antes mencionados pueden mostrar-nos un panorama no solo del uso de softwares de edición pirata, sino también de la fuerte ten-dencia al uso desmedido de elementos visuales como tipografias con licencia, fotografías e de imagenes con copyright dando como resultado el empobrecimiento en la producción de obras de diseño originales, y como resultantes, la fal-ta de estimulos en la inversión local, la creativi-dad, la innovación y el empleo.

esCribe José Martín Pedretti