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ASOCIACIÓN ESPAÑOLA DE ENFERMERÍA VASCULAR Y HERIDAS editada por: MAquetación: Nº1- DICIEMBRE 2017 Revista de Enfermería Vascular REVISTA OFICIAL DE LA ASOCIACIÓN ESPAÑOLA DE ENFERMERÍA VASCULAR Y HERIDAS

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ASOCIACIÓNESPAÑOLA DE ENFERMERÍA VASCULAR Y HERIDAS

editada por: MAquetación:

Nº1- DICIEMBRE 2017

Revista deEnfermería VascularREVISTA OFICIAL DE LA ASOCIACIÓN ESPAÑOLA

DE ENFERMERÍA VASCULAR Y HERIDAS

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ÍNDICE DE CONTENIDOS

Editorial 3

Monografía: Microinjertos en sello de heridas crónicas recalcitrantes

Casos clínicos:Compresión inelástica en una paciente con úlcera mixta

El láser como coadyuvante en el tratamientos de las úlceras 11 Tratamiento de un caso complejo de úlceras por incontinencia (Primer premio a la mejor comunicación tipo póster del XXVIII CN de la AEEVH)

Artículos originales: Aplicación de Terapia de Presión Negativa en pacientes de la Unidad de Cirugía Vascular del Hospital Central de Asturias Estudio descriptivo

Análisis de las complicaciones de las heridas quirúrgicas en pacientes vasculares del Hospital Universitari de Bellvitge

Información para los Autores Política Editorial Revista de Enfermería Vascular

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EDITORIAL

En el año 2000, la Asociación Española de Enfermería Vascular se propuso como objetivo editar un boletín informativo donde se publicarían actividades en las que participaba la asociación así como otro tipo de noticias y artículos de interés científico. El primer boletín se editó, en formato papel, en el año 2001, y desde ese instante hemos ido trabajando, año tras año, para dotarlo de mayor contenido y relevancia.

Los integrantes de esta família, que desde 2012 se denomina Asociación Española de Enfermería Vascular y Heridas, seguimos con el mismo entusiasmo que el primer dia, y buena prueba de ello es que este año hemos querido dar un paso más, y nos hemos lanzado a la aventura de transformar nuestro modesto boletín en una auténtica revista científica. De esta manera nace la publicación digital” Revista de Enfermería Vascular”, con la vocación de fomentar y contribuir a la formación y a la difusión de la actividad científica de nuestros socios, y con la ambición de convertirse en un medio de referencia entre los profesionales de la enfermería vascular de habla hispana. Somos conscientes de que el único camino que lleva a la visibilidad y al prestigio de una publicación pasa por conseguir el aval que supone la inclusión en algunas de las bases bibliogáficas más relevantes del sector, y por ello estamos absortos en un proceso de mejora científica y editorial que no ha hecho más que comenzar.

Agradezco la ayuda y colaboración de todos aquellos que han hecho posible este nuevo enfoque, y os animo a todos a seguir participando con vuestras aportaciones, porque son ellas, en definitiva, las que dotan de sentido a este proyecto.

Así pues, mi mayor deseo es que podamos seguir avanzando todos juntos, con el orgullo de pertenecer a una asociación que se hace cada vez más grande y que, desde hoy, tiene la satisfacción de editar una revista de calidad.

Esther Armans MorenoPresidenta de la AEEVH

MIEMBROS DEL COMITÉ EDITORIAL

Director: José Mª Rozas Martín

Subdirectora:

Mª José de la Torre Barbero

Editora: Raquel Contreras Fariñas

Evaluadores externos: Mª José Carmona Barranco

Marcos González RuizRaquel Manuel Garijo

Teresa Mariscal Maestre

ÍNDICE DE CONTENIDOS

Editorial 3

Monografía: Microinjertos en sello de heridas crónicas recalcitrantes

Casos clínicos:Compresión inelástica en una paciente con úlcera mixta

El láser como coadyuvante en el tratamientos de las úlceras 11 Tratamiento de un caso complejo de úlceras por incontinencia (Primer premio a la mejor comunicación tipo póster del XXVIII CN de la AEEVH)

Artículos originales: Aplicación de Terapia de Presión Negativa en pacientes de la Unidad de Cirugía Vascular del Hospital Central de Asturias Estudio descriptivo

Análisis de las complicaciones de las heridas quirúrgicas en pacientes vasculares del Hospital Universitari de Bellvitge

Información para los Autores Política Editorial Revista de Enfermería Vascular

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Laura Pérez Jerónimo, Elena Conde Montero, Alicia Peral Vázquez, Soledad Guisado Muñoz, Mª. Paz Villar Espantoso, Mª Isabel Izquierdo Nazar Centro de especialidades Vicente Soldevilla Hospital Universitario Infanta Leonor

Correspondencia:Laura Pérez Jeró[email protected]

RESUMENLas heridas crónicas disminuyen la calidad de vida de los pacientes que las padecen, incidiendo significativamente en su estado de salud y agravando su pronóstico general. La elevada incidencia y prevalencia de las úlceras en pierna, así como su alta cronicidad y recidiva, suponen un impacto psico-socio-sanitario elevado, con un alto gasto sanitario y una importante carga personal, familiar y social asociadas. La cicatrización de estos defectos representan un reto terapéutico para el personal sanitario, tanto en el primer eslabón asistencial como en hospitales.La cobertura de las heridas crónicas con microinjertos cutáneos en sello es una técnica eficiente, con muy buenos resultados3. Disminuye los tiempos de cicatrización y los costes del proceso, especialmente si se realiza de manera ambulatoria. Es una técnica sencilla, beneficiosa per se para la epitelización por la cantidad de factores de crecimiento, células y otras moléculas que de los pequeños fragmentos de piel, se liberan sobre el lecho de las heridas. Otro de los beneficios que podemos atribuir a los microinjertos autólogos en sello es su efecto analgésico desde las primeras horas de su colocación.

INTRODUCCIÓNLa cicatrización de heridas sigue siendo un reto para el personal sanitario en el siglo XXI. Las úlceras vasculares presentan una prevalencia que oscila entre 0.10%-0.30%, con una incidencia entre 3 y 5 nuevos casos/1000/año. Estas cifras se duplican en segmentos de población mayores de 65 años. Destaca su alta cronicidad y recidiva. El 40-50% permanecen activas entre 6 meses y 1 año y un 10% alcanzan los 5 años de evolución1. También es destacable que las úlceras de pie diabético son la primera causa de amputación no traumática en el mundo1.

El cierre de las heridas crónicas supone una alta tasa en cuidados de enfermería, sobre todo en heridas de difícil cicatrización, debido a la falta de respuesta a los tratamientos aplicados y a la elevada prevalencia del proceso2.

Todas las heridas crónicas, y en especial las recalcitrantes, disminuyen la calidad de vida de los pacientes que las padecen. No sólo por el dolor o la limitación funcional que de ellas se derivan, sino también por la repercusión significativa que tienen sobre el estado de salud del paciente, agravando su pronóstico general3.

El impacto psico-socio-sanitario de las heridas crónicas es elevado, con un alto gasto sanitario y una importante carga personal, familiar y social asociadas1.

La cobertura de las heridas crónicas con injertos es una técnica muy utilizada en otros países con muy buenos resultados 2,4.

En la consulta de heridas del centro de especialidades Vicente Soldevilla, dependiente del equipo de dermatología del Hospital Universitario Infanta Leonor, se utilizan los injertos autólogos en sello, de piel parcial y corte fino.El objetivo de este monográfico es hacer una descripción de la técnica y sus principales indicaciones.

¿Qué son los injertos autólogos en sello?Los microinjertos autólogos en sello (MAS) son injertos de espesor parcial, fragmentos dermo-epidérmicos más o menos circulares u ovalados, que se obtiene ,sin profundizar más allá de la dermis papilar, tras anestesiar localmente la zona donante, habitualmente el muslo5. Los tipos de injertos que se pueden utilizar para cubrir heridas, los podemos clasificar, en función de su origen:

• Autoinjerto o injerto autólogo: piel obtenida de una zona donante del propio paciente

• Aloinjerto o injerto heterólogo: piel obtenida de otra persona

• Xenoinjerto o heteroinjerto: piel procedente de otras especies, como el cerdo

• Sustitutos cutáneos sintéticos: manufacturados en un laboratorio o industria. Pueden ser epidérmicos (cultivos de queratinocitos), dérmicos o dermoepidérmicos (piel artificial)Sólo se consideran permanentes los autoinjertos. El resto, ya sea por su composición (degradables por el huésped) o por su origen (rechazados por la respuesta inmune del huésped), sólo aportan una cobertura temporal, durante unas semanas.En función de su espesor, se clasifican en4:

• Injerto de piel total: incluye dermis y epidermis. La incisión se realizar hasta el tejido subcutáneo y se obtiene una cuña de piel. Los bordes del defecto resultante en la zona dadora se aproximan mediante sutura directa.

• Injerto de piel parcial: su grosor está entre 0.2-0.4 mm. El plano de corte se encuentra por encima de los folículos pilosos que, al mantenerse en la zona dadora, permiten que ésta cierre por segunda intención. Se dividen en finos y gruesos.

• Injerto epidérmico: formado únicamente por epidermis.

MONOGRAFÍA

Microinjertos en sello de heridas crónicas recalcitrantes

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¿Qué técnica utilizamos habitualmente para obtener injertos autólogos de piel parcial?Es una técnica muy sencilla que requiere un instrumental quirúrgico básico, unas pinzas y tijeras serían suficientes. En nuestra consulta se utiliza una cureta dermatológica o un sacabocados para obtener los MAS.

El procedimiento se realiza de manera estéril, con una pequeña mesa quirúrgica para el material, dos campos estériles, uno en la zona donante y otro en la receptora, y un equipo formado por tres personas. En nuestro caso, un dermatólogo y dos enfermeras, siendo el dermatólogo el encargado de extraer los fragmentos de piel, y la enfermera se encarga de emplazarlos en el lecho de la herida. La tercera persona haría las funciones de enfermera circulante.

En primer lugar se selecciona la zona donante, que debe estar libre de cicatrices, telangiectasias u otros defectos, generalmente de la cara anterior del muslo. Tras la infiltración del anestésico, lidocaína al 1%, diluida al 50% con suero fisiológico, se marca la superficie cutánea con el sacabocados y se extraen los fragmentos de piel con ayuda de las pinzas y el bisturí (Imagen Nº 2). A la vez que se obtienen, se van colocando sobre la herida a modo de tesela de mosaico, con una separación que oscila entre los 2 y los 5 mm, dependiendo de la extensión de la herida a cubrir y de la calidad del lecho a injertar.

Posteriormente, la enfermera se encarga de cubrir la lesión injertada con una interfase no adherente como apósito primario y un apósito absorbente como secundario, que se selecciona en función del exudado previo. Se presta gran atención a la protección de la piel perilesional, puesto que durante los primeros días posteriores al procedimiento, al establecerse la angiogénesis, se produce un incremento del exudado.

La zona donante se cubre con una lámina de alginato, que se retirará el mismo día que se levante por primera vez la cura de la zona injertada. Dependiendo de la evolución de la herida quirúrgica, se dejarán al aire o se volverá a colocar algún apósito absorbente.

Para un adecuado prendimiento del injerto, es esencial la presión local e inmovilización del miembro con reposo para evitar el desplazamiento de los fragmentos cutáneos hasta la neoangiogénesis. Para ello, se realiza un vendaje de sujeción o compresivo en función de la etiología de la lesión o del ITB de la extremidad inferior, e incluso una descarga o un dispositivo portátil de terapia de presión negativa (TPN), si la patología o la localización lo requiere.

La primera cura se realiza entre 3 y 7 días después de la intervención, dependiendo de la extensión, localización y el exudado previo.Las heridas de la zona donante cicatrizan por segunda intención. El riesgo de sangrado y sobreinfección de la zona de la que se obtienen los injertos es mínimo.

La técnica es muy eficiente puesto que disminuye los tiempos y los costes de cicatrización, especialmente si se realiza de manera

ambulatoria, como es nuestro caso, ya que se evita el ingreso del paciente y la utilización de quirófano.

La enfermera juega un papel fundamental en todo el proceso, desde la preparación del lecho, la educación sanitaria, la disposición de los MAS, la cobertura de la lesión injertada y la planificación y realización de las sucesivas curas. Es función de la enfermera transmitir y asegurarse de que el paciente ha entendido las recomendaciones de deambulación y anti-edema que se le entregan. Estas pautas, consistentes en reposo con piernas ligeramente elevadas (posición antiedema) y deambulación progresiva desde el tercer día, influyen directamente en un éxito mayor de la técnica.

Otro de los beneficios de esta técnica es el efecto analgésico que posee. Diferentes estudios así lo demuestran4,5,7 y nuestra experiencia así lo constata. Hemos realizado un estudio con 29 pacientes, que actualmente estamos ampliando, tratados con MAS, donde se midió la intensidad del dolor con una escala visual analógica (EVA) y se registró el dolor en el momento previo al procedimiento (t0) y en las tres primeras visitas de seguimiento (t1, t2 y t3). La reducción del dolor tras la aplicación de los microinjertos cutáneos fue clínica y estadísticamente significativa. El estudio fue presentado en el congreso de AEEVH de 2017 bajo el título, Reducción del dolor en heridas crónicas tratadas con microinjertos cutáneos. Corroboramos el poder analgésico de la técnica, cualidad que la hace muy útil en la úlcera isquémico- hipertensiva de Martorell, una entidad muy dolorosa .

¿Cuándo es injertable un lecho?La preparación del lecho es, sin lugar a dudas, la parte más complicada del proceso. Requiere un trabajo multidisciplinar y un abordaje holístico del paciente. Hay que comenzar por realizar una buena historia clínica, valorando tanto los factores generales del paciente (edad, comorbilidades, medicación o estado nutricional) como los factores locales (etiología, extensión, localización, tiempo de evolución, tejido presente en el lecho), puesto que son variables esenciales a tener en cuenta para establecer un tratamiento convencional que nos lleve a obtener el mejor lecho.Cuando contamos con un buen tejido de granulación, hay control del exudado y de la carga bacteriana, y la herida es superficial, la técnica tiene mayor probabilidad de éxito. Sin embargo, en la práctica diaria conseguir este lecho ideal no siempre es sencillo o alcanzable a corto plazo, por lo que, en muchas ocasiones, injertamos lechos de características subóptimas. La experiencia nos dice que, aunque no prendan todas las piezas, se produce una aceleración del proceso de cicatrización y una disminución del dolor, un factor extremadamente limitante para el paciente.

En nuestra consulta consideramos esencial la educación sanitaria del paciente y su familia, ya que es la forma de asegurar la adherencia a la compresión terapéutica. Somos especialmente insistentes en las medidas anti-edema y en la pro-actividad del paciente, sin olvidar el abandono de los hábitos poco saludables relacionados con sus patologías.

[Laura Pérez Jerónimo, et al] MICROINJERTOS EN SELLO DE HERIDAS CRÓNICAS RECALCITRANTES

Rev Enferm Vasc 2017: diciembre; 1(1): 4 - 7

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¿Qué tipo de heridas se pueden injertar?No existe limitación de la técnica en cuanto a etiología de la lesión a excepción del pioderma gangrenoso. Esta limitación no es por la colocación de los MAS en la herida, sino por el riesgo de que se produzca un fenómeno de patergia en la zona dadora. El fenómeno de patergia consiste en la aparición de lesiones nuevas de pioderma gangrenoso tras traumatismo, en este caso quirúrgico.

El resto de las heridas que no requieran una intervención previa, como puede ser una revascularización o una resección quirúrgica, son todas microinjertables.

¿Se pueden combinar con otras técnicas?Antes de realizar microinjertos podemos tratar las heridas de los paciente con terapias convencionales o avanzadas, como oxigeno hiperbárico, terapia de presión negativa, sustitutos cutáneos.

Una vez realizados los MAS, y durante unas semanas, lo más recomendable es no modificar el microambiente creado por los injertos. En este momento, sólo recomendamos control y limpieza de la piel perilesional.

El uso combinado de los MÁS y TPN, tiene gran interés, ya que la aplicación de presión negativa promueve la formación de tejido de granulación, con reducción del exudado y de la carga bacteriana y, por tanto, facilita el prendimiento de los injertos. Además, la aplicación de TPN sobre la zona receptora después de la técnica puede mejorar el porcentaje de prendimiento, ya que la TPN reduce el exudado y mejora el sellado del injerto, con la consiguiente disminución del cizallamiento y una menor aparición de seromas y hematomas. Por otro lado, se ha propuesto que el estiramiento mecánico que produce la presión negativa puede estimular las vías de señalización que promueven la mitosis de los queratinocitos y activar la neoangiogénesis al aumentar el flujo microcirculatorio en el lecho y los bordes de la herida8-9.

El uso combinado de MAS y TPN es muy recomendable en lechos muy senescentes, heridas de personas mayores con piel fina (dermatoporosis), localizaciones anatómicas complicadas, úlceras por presión y pie diabético.¿Qué beneficios tiene?La técnica es beneficiosa per se para la cicatrización de heridas, puesto que se liberan gran cantidad de factores de crecimiento epidérmicos y otras moléculas y células que acortan mucho los tiempos de epitelización (Imagen Nº3) y producen también una disminución del dolor desde las primeras horas, reduciendo por estos motivos los costes del proceso5-7.

Dado que la técnica se realiza con material económico, es sencilla y se puede realizar de manera ambulatoria, se puede considerar un procedimiento altamente eficiente.

¿Cuáles son las limitaciones de la técnica?Para aumentar la eficiencia del procedimiento, se necesita práctica y trabajo en equipo. Sin duda, el conocimiento anatómico de la piel y la experiencia son claves para realizar el

procedimiento de manera sistemática y rápida.

Por otro lado, cuando la superficie a injertar es extensa, la larga duración del procedimiento en posturas no siempre ergonómicas, puede impactar en la tolerancia del paciente.

Finalmente, a veces hay que repetir el procedimiento, dado que el lecho que se trata no siempre es óptimo y puede precisar varias sesiones de MAS para conseguir un prendimiento y cierre completos.

Rev Enferm Vasc 2017: diciembre; 1(1): 4 - 7

[Laura Pérez Jerónimo, et al] MICROINJERTOS EN SELLO DE HERIDAS CRÓNICAS RECALCITRANTES

Imagen Nº1: Evolución de la zona donante

Imagen Nº2: Extracción de MAS

Imagen Nº3: Epitelización completa en 6 meses

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BIBLIOGRAFÍA

1. Asociación Española de Enfermería Vascular y Heridas. Guía de práctica clínica: Consenso sobre úlceras vasculares y pie diabético. Tercera edición. Madrid: AEEVH, 2017. Disponible en : https://www.aeev.net/pdf/Guia-de-Practica-Clinica-web.pdf

2. Pérez Vega Francisco J, Gutiérrez Vázquez MT, Lorenzo Peñuelas JR, Domínguez Bermúdez JF, Armario Hita JC, Castro Maqueda G. Alternativa al cierre de heridas crónicas mediante injertos de Reverdin y factores de crecimiento en cirugía menor ambulatoria. Gerokomos [Internet]. 2015 [citado 2017 Oct 26]; 26 (1): 34-39. Disponible en: http://dx.doi.org/10.4321/S1134-928X2015000100008.

3. Servicio Madrileño de Salud. Recomendaciones para el tratamiento local de las úlceras cutáneas crónicas de la Comunidad de Madrid. Madrid: Comunidad de Madrid. Consejería de Sanidad; 2010.

4. Revol M, Servant JM. Greffes cutanées. In: Encycl Med Chir (EMC).Techniques chirurgicales. Chirurgie plastique reconstructive et esthétique. Issy-les-Moulineaux: Elsevier- Masson; 2010: 45-70.

5. Fourgeaud C, Mouloise G, Michon-Pasturel U, Bonhomme S, Lazareth I, Meaume S et al. Interest of punch skin grafting for the treatment of painful ulcers. J Mal Vasc. 2016; 41:323-328.

6. Dagregorio G, Guillet G. A retrospective review of 20 hypertensive leg ulcers treated with mesh skin grafts. J Eur Acad Dermatol Venereol 2006; 20:166.

7. Nordström A, Hansson C. Punch-grafting to enhance healing and to reduce pain in complicated leg and foot ulcers. Acta Derm Venereol. 2008; 88:389-389.

8. Llanos S, Danilla S, Barraza C, Armijo E, Pineros JL, Quintas M, et al. Effectiveness of negative pressure closure in the integration of split thickness skin grafts. A randomized, double-masked, controlled trial. Ann Surg 2006; 244(5):700-705.

9. Azzopardi EA, Boyce DE, Dickson WA, Azzopardi E, Laing JH, Whitaker IS, Shokrollahi K. Application of topical negative pressure (vacuum-assisted closure) to split-thickness skin grafts: a structured evidence-based review. Ann Plast Surg. 2013; 70(1):23-29.

Rev Enferm Vasc 2017: diciembre; 1(1): 4 - 7

[Laura Pérez Jerónimo, et al] MICROINJERTOS EN SELLO DE HERIDAS CRÓNICAS RECALCITRANTES

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Raquel Contreras Fariñas Enfermera de familia Unidad de gestión clínica Amante Laffon. Distrito SevillaCorrespondencia:Raquel Contreras Fariñ[email protected].

RESUMEN En el contexto clínico de la atención a pacientes con úlceras de etiología venosa, la compresión con vendas o medias se plantea como la principal herramienta terapéutica, con una evidencia científica de nivel 1A. Tradicionalmente, la existencia de algún componente de insuficiencia arterial en el paciente, lo que se corresponde con un Índice tobillo brazo menor a 0’8, se ha considerado una contraindicación para el uso de terapia compresiva. Sin embargo, en nuestra realidad profesional nos encontramos en determinadas situaciones clínicas en las que es preciso revisar nuevamente todas las alternativas para poder brindar al paciente la mejor atención posible.

En este artículo se plantea el caso clínico de un paciente con úlceras venosas en ambas piernas y con índice tobillo-brazo de 0.55, donde todos los intentos terapéuticos previos habían fracasado.

Los objetivos planteados a la hora de diseñar este estudio fueron:

o General: Encontrar una alternativa terapéutica para un paciente con úlceras de etiología mixta, alto nivel de exudado e ITB de 0.55

o Específico: Revisar el nivel de evidencia disponible que respalde el uso de la terapia compresiva (TC) cuando existe patología arterial concomitante

Para ello se realizó una búsqueda bibliográfica en bases de datos nacionales e internacionales, y posteriormente se realizó la extrapolación de los resultados encontrados a la práctica clínica

Tras las búsquedas realizadas se obtuvieron diversos artículos que respaldan el uso de la terapia compresiva con baja elasticidad en casos de insuficiencia arterial.

Tras la aplicación de la misma, los beneficios en cuanto a los distintos parámetros como exudado, biofilm y cicatrización fueron evidentes. Estos resultados confirman los hallazgos encontrados en la bibliografía.

Se puede decir que existe evidencia científica que respalda el uso de la contención, o compresión inelástica, como alternativa eficaz y segura para el tratamiento de úlceras de etiología mixta.

PALABRAS CLAVEÚlcera de la pierna, Vendajes, Enfermedad arterial periférica.

INTRODUCCIÓNLas úlceras de origen venoso suponen el 75-80% de todas las úlceras de la extremidad inferior (UEI), con una prevalencia del 0,8 al 0,5 % , y una incidencia entre 2 y 5 nuevos casos por mil personas y año1.La terapia compresiva es la herramienta por excelencia para el tratamiento de este tipo de lesiones, pero tradicionalmente se ha considerado como contraindicación absoluta para usar este tipo de terapia la existencia de un índice tobillo-brazo (ITB) por debajo de 0.61. Sin embargo, existen pacientes con úlceras venosas y un cierto de grado de isquemia arterial que también necesitan una respuesta del sistema sanitario, para que al menos su calidad de vida sea la mejor posible y no se sientan desahuciados por los profesionales que le atienden. Es por ello por lo que se plantean los dos objetivos principales de este caso clínico:

o General: Encontrar una alternativa terapéutica para un paciente con úlceras de etiología mixta, alto nivel de exudado e ITB de 0.55

o Específico: Revisar el nivel de evidencia disponible que respalde el uso de la terapia compresiva (TC) cuando existe patología arterial concomitante

Presentación del caso clínico: Paciente varón de 68 años con antecedentes de macroangiopatía diabética (ITB 0.55), amputación de varios dedos de ambos pies, insuficiencia venosa e Insuficiencia renal crónica. Desde hace un año era candidato a amputación supracondilea bilateral que el paciente rechazó. Respecto a las heridas, presentaba úlceras en el miembro inferior izquierdo:

- Lesiones isquémicas secas no complicadas en dedos de los pies

- Úlcera venosa de etiología mixta en la zona tibial (Ilustraciones 1 y 2), desde el interior a la zona latero-externa de la pierna. Exudado muy abundante. Piel perilesional macerada

Pauta de curas previas- Lesiones necróticas de los dedos: cura seca- Úlcera pretibial: curas 3 veces al día por el excesivo

exudado con compresas y venda de crepé, lo que le impedía salir de casa con el consiguiente aislamiento social

CASO CLÍNICO

Compresión inelástica en una paciente con úlcera mixta

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En Atención especializada no tenía más citas de revisión dado que el paciente había rechazado la amputación propuesta, por lo que era atendido únicamente en atención primaria, donde sus profesionales de referencia se veían obligados a tratar las úlceras con un enfoque paliativo y no eran capaces de gestionar el excesivo exudado.

En sesión clínica se decidió hacer una revisión exhaustiva de los factores influyentes en la evolución de las heridas para para que el paciente se sientiese respetado y apoyado en su decisión sobre el curso de su enfermedad y la no amputación, y para poder brindarle cuidados de calidad hasta el último día de su vida.

Se decidió también que el paciente fuese llevado por una única enfermera especialista en heridas que valorase otras alternativas terapéuticas para el abordaje de la úlcera mixta que no se hubieran puesto en marcha hasta el momento.

MÉTODO El presente artículo describe un caso clínico.

Revisión bibliográfica en bases de datos nacionales e internacionales: PubMed, Scopus, Cochrane, Cuiden y CINAHL. Se utilizan los siguientes descriptores: Leg ulcer, Compression bandages and Ischemia

Extrapolación de los resultados encontrados a la práctica clínica

RESULTADOS Tras la búsqueda bibliográfica realizada se obtuvo la

siguiente información con la que ir tomando las decisiones terapéuticas:

1. Los calcetines de compresión de 25 mmHg son una alternativa segura y eficaz en pacientes diabéticos y con edemas (Ensayo de doble ciego) 2

.

2. Mejora del flujo arterial y curación de úlcera arterial con aplicación de TC (Caso clínico y Estudio descriptivo retrospectivo) 3,6

.

3. La compresión con vendaje inelástico es una alternativa para las úlceras venosa pura y mixta. Resulta eficaz para la cicatrización de estas úlceras aunque persista el compromiso arterial (Estudio descriptivo retrospectivo) 4

.

4. La TC a 40 mmHg en pacientes con úlceras de pierna de etiología mixta y un ITB ≥ 0.5, no impide la perfusión arterial y puede llevar a la normalización de la función de la bomba venosa (Estudio descriptivo retrospectivo) 5

.

Una vez obtenida la información de la revisión bibliográfica, se optó por la aplicación de terapia compresiva con dos vendas

de baja elasticidad desde la base de los dedos hasta debajo de la rodilla. Durante la primera semana hubo que seguir realizando curas diarias por el alto nivel de exudado, que se espaciaron a curas cada 48 horas en las semanas siguientes. Dado el componente arterial presente en los miembros inferiores, y para ejercer la TC con seguridad, se precisó de la implicación del paciente y se le instruyó sobre los signos y síntomas que pudieran alertarle de un compromiso crítico de la circulación arterial: cianosis de los dedos, disminución de la temperatura distal y aumento significativo del dolor.

A las 72 horas del inicio de la TC, se empezaron a observar los beneficios en la herida:

- Menor edema y maceración de la piel perilesional- Primer puente de epitelización a los pocos días de

iniciar la TC- Disminución del exudado- Disminución del biofilm

A los dos meses, todo el lecho de la herida estaba cubierto por tejido de granulación sano y había aparecido tejido de epitelización en los bordes (Ilustraciones 3 y 4)

A los seis meses:

- El paciente refería mejoría en su calidad de vida y mayor autonomía.

Se había producido la cicatrización del 80% de la lesión (Ilustraciones 5 y 6)

DISCUSIÓNEn este caso clínico, la aplicación de terapia compresiva con baja elasticidad en un paciente con un ITB de 0.55 ha resultado ser una adecuada herramienta para la mejoría de sus lesiones, lo que corresponde con los resultados encontrados en la revisión bibliográfica que se había realizado previamente.

Cuando estamos aplicando TC en pacientes con tal grado de insuficiencia arterial, es fundamental la implicación del paciente en su proceso terapéutico para que pueda dar la voz de alarma en el caso de síntomas críticos que pudieran poner en riesgo la viabilidad del miembro.

CONCLUSIONES1. Existe evidencia científica que respalda el uso de la

contención, o compresión inelástica, como alternativa eficaz y segura para el tratamiento de úlceras de etiología mixta

2. La contención o compresión inelástica contribuye significativamente a la mejoría de la lesión, observándose disminución del edema y del exudado desde el inicio del tratamiento

Rev Enferm Vasc 2017: diciembre; 1(1): 8 - 10

[Raquel Contreras Fariñas] COMPRESIÓN INELÁSTICA EN UN PACIENTE CON ÚLCERA MIXTA

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Ilustración 1. Noviembre de 2016

Ilustración 2. Noviembre de 2016

Ilustración 3. Enero de 2017

Ilustración 4. Enero de 2017

Ilustración 5. Mayo de 2017

Ilustración 6. Mayo de 2017

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[Raquel Contreras Fariñas] COMPRESIÓN INELÁSTICA EN UN PACIENTE CON ÚLCERA MIXTA

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Eneritz Diez Alcorta*, Naiara Ibarra Diez***Fisioterapeuta, Hospital de Galdakao-Usansolo. **Enfermera, UAP OSI-Barrualde.

Correspondencia:Naiara Ibarra Diez. [email protected]

RESUMENEntre el 75% y el 80 % de las úlceras de la extremidad inferior son de etiología venosa. Además, constituyen un gasto económico sanitario elevado , lo que nos lleva a plantear la necesidad de encontrarles una solución costo-efectiva. Las úlceras venosas tratadas con láser de baja potencia evolucionan satisfactoriamente en un corto espacio de tiempo, lo que demuestra la efectividad de dicho tratamiento aunque todavía no hay suficiente evidencia que avale su uso. El principal objetivo de este estudio era mostrar la eficacia del láser en el tratamiento de úlceras de difícil cicatrización. Para ello, se presenta el caso de una mujer que presentaba úlceras venosas de 5 años de evolución en ambas extremidades inferiores que no habían mejorado con los cuidados de enfermería habituales.Tras uno y seis meses respectivamente de tratamiento conjunto enfermería-fisioterapia, ambas lesiones cicatrizaron.

PALABRAS CLAVESkin ulcer; Low-level light therapy; Nursing.

INTRODUCCIÓNUna úlcera cutánea es una pérdida de sustancia que afecta a la epidermis, la dermis y, en ocasiones, a planos más profundos, con extensión, forma y profundidad variable (1).

Una herida crónica es una lesión de la piel con una escasa o nula tendencia a la cicatrización mientras se mantenga la causa que la produce (2). Se considera que una herida se cronifica cuando no ha culminado el proceso de cierre de la misma en un período de 6 semanas (3)

Las úlceras pueden ser(2) por presión, por humedad, arteriales, neuropáticas, neoplásicas, venosas o por otras causas.

Las úlceras venosas son debidas a un inadecuado retorno veno-so que provoca una insuficiencia venosa que desemboca en una hipertensión venosa y finalmente en úlcera.

Según los datos extraídos de la Conferencia Nacional de Consenso sobre Úlceras de la Extremidad Inferior (CONUEI) se estima que la prevalencia de úlceras de extremidades inferiores es de entre 0,10% y 0,30% con una incidencia de 3 a 5 casos nuevos por mil personas y año (4). Estos datos deben multiplicarse por dos cuando se considere el segmento poblacional de más de 65 años (4). Entre el 75% y el 80 % de las úlceras de la extremidad inferior son de etiología venosa siendo su prevalencia entre el 0,5% y 0,8% y su incidencia de 2 a 5 casos nuevos por mil personas y año (4).

La aplicación de compresión externa inicia diversos efectos fi-siológicos y bioquímicos complejos que afectan a los sistemas venoso, arterial y linfático. Siempre que el nivel de compresión no afecte adversamente al flujo arterial y se apliquen las técnicas y materiales correctos, los efectos de la compresión pueden ser drásticos, reduciendo el edema y el dolor a la vez que favorecen la curación de úlceras causadas por insuficiencia venosa (5).

Las úlceras venosas de extremidades inferiores constituyen un gasto económico sanitario elevado (4-6), lo que nos lleva a plan-tear la necesidad de encontrar una solución costo-efectiva.

Las úlceras venosas tratadas con láser de baja potencia evolu-cionan satisfactoriamente en un corto espacio de tiempo, lo que demuestra la efectividad de dicho tratamiento(7-8-9-10).La palabra láser es el acrónimo de “Light amplification by stimu-lated emission of radiation”(8). Algunas de las características de la luz láser son las siguientes

(7-8-9):

No divergencia: La luz normal se dispersa 360º, pero en el pro-ceso de obtención del láser se depura el haz de tal forma que solo salga en una determinada dirección.

Monocromatismo: Todos los fotones de un mismo aparato son iguales,y eso hace que cada haz sea de una sola longitud de onda y, por tanto, se observe un solo color.

El cuerpo humano tiene una serie de receptores de ondas como los ojos (luz visible) los oídos (sonidos) y los receptores táctiles de vibración. Las células de nuestro organismo están preparadas para obtener energía del medio, incluída la radiación infrarroja de la luz solar.

En fisioterapia se utiliza un tipo de láser de baja intensidad, en inglés Low Intensity Laser Therapy (LILT) o Low Level Laser The-rapy (LLLT) (11), el cual, no calienta la zona a tratar de forma de-tectable (7).

El tratamiento de heridas abiertas y úlceras representa la aplica-ción fundamental de los aparatos de láser de baja intensidad. (7)

La fotobioactivación(la estimulación de diversos eventos biológi-cos que utilizan energía de la luz pero sin cambios significativos de temperatura(11)) es un término de uso común en relación con LILT. La investigación ha demostrado que el láser frio puede esti-mular estructuras intracelulares y sus funciones” (7-8-9-11-12-13-14-15-

16-17-18). El láser aporta energía para que las células optimicen el proceso de cicatrización. Aunque aún queda mucho por estudiar sobre qué longitud de onda es la ideal para favorecer la cicatri-zación de heridas, en fisioterapia se utilizan longitudes de onda entre 600 y 1064 nm, dependiendo del método de obtención del láser y de la forma de aplicación (7). Las dosis bibliografiadas consensuadas para el tratamiento de heridas son entre 4 y 10 julios/cm2 (7), pero en lesiones generales de tejidos blandos se admiten dosis de 30-40 J/cm2 (7) siempre y cuando la frecuencia de aplicación no sea mayor a una vez por día de tratamiento.

CASO CLÍNICO

El láser como coadyuvante en el tratamientos de las úlceras

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Además el láser también es efectivo en el tratamiento del dolor (7-8-14-16-17) que a veces acompaña a este tipo de heridas.

El presente trabajo se planteó, como principal objetivo, mostrar la eficacia del láser en el tratamiento de una paciente que pre-sentaba dos úlceras venosas de difícil cicatrización.

MATERIAL Y MÉTODOSe presenta el siguiente caso, que fue tratado en lo que actual-mente es la Organización de Servicios Integrados de Osakidetza (OSI-Barrualde), concretamente en una de las consultas de en-fermería de atención primaria de esta OSI, en colaboración con la unidad de fisioterapia del Hospital de Galdakao-Usansolo.

Caso clínico: Mujer de 65 años de edad, con hipertensión arte-rial, obesidad e insuficiencia venosa que presentaba úlceras ve-nosas de 5 años de evolución en ambas extremidades inferiores que no habían mejorado con los cuidados de enfermería habi-tuales. Había sido valorada por cirugía vascular en el 2008, sin seguimiento ni tratamiento por su parte. Pasó a estar a cargo de la enfermera que realiza este trabajo en mayo del 2010. En ese momento se le realizó una valoración global del estado de salud y se inició educación sanitaria para que perdiera peso. Asímis-mo, se valoró el sistema vascular: mantenía pulsos periféricos y no presentaba signos de infección.

Al inicio del tratamiento la paciente presentaba las lesiones que se detallan a continuación:

Extremidad Inferior Izquierda:

- Úlcera de aproximadamente 9 cm x 6 cm con signos de contaminación crítica, bordes mal delimitados y piel perilesional dañada

Extremidad Inferior Derecha:

- Úlcera grande (10 cm x 5 cm en sus zonas más larga y ancha), en la zona anterior-media de la pierna

- Úlcera pequeña (1 cm x 1 cm), encima del maléolo interno. Reabierta y resistente al tratamiento

En ese momento se realizaban curas con hidrogel para posibilitar el desbridamiento, y como apósito secundario espuma de poliure-tano sin reborde, que gestionaba bien el exudado y aseguraba una retirada poco traumática. Además se realizaba vendaje de compre-sión en ambas extremidades.

En el mes de Julio se observaron signos de infección (coloración más amarillenta del lecho de las heridas, aumento del dolor, mal olor, etc). Se comenzó tratamiento antibiótico oral según antibio-grama y a nivel local se empezó a usar apósito de hidrofibra de hidrocoloide con plata. Una vez controlado el brote infeccioso se reajustó el tipo de cura y se realizaron cultivos de control para descartar nuevos brotes.

Como el tamaño de las heridas no disminuía y la paciente refería mucho dolor se decidió añadir terapia láser al tratamiento.

El 1 de septiembre del 2010 comienza la colaboración enferme-ría-fisioterapia. Para aplicar el tratamiento láser la fisioterapeuta necesita levantar el apósito de la cura, con lo cual los cuidados de enfermería deben ser también diarios y posteriores al trata-

miento fisioterápico. En todo momento se mantuvo la compre-sión terapéutica.

Como la úlcera es una herida abierta y no debe manipularse más de lo estrictamente necesario, el método de elección de aplicación de la luz láser es un cañón, que crea un rayo de luz que mediante un juego de espejos puede dirigirse a la zona a tratar.

Consideraciones especiales en el uso del láser: Paciente y profe-sionales deben cubrirse los ojos con gafas especiales para evitar quemaduras. No debe aplicarse en embarazadas(7-9) ni en pa-cientes con cáncer(8-9). En colecciones infecciosas o en heridas infectadas tampoco debe aplicarse si el proceso se manifiesta como florido, pero en procesos larvados frecuentemente los te-jidos reciben el empuje necesario para la reactivación del siste-ma defensivo(8).

En este caso se decidió aplicar láser infrarrojo de baja intensi-dad, con una longitud de onda de 795 nm, 5 veces por semana, con una dosis de 25 julios/cm2 de herida (con un láser de cañón se delimitó la zona que iba a recibir el tratamiento, que fue aplicado en forma de barrido de manera que cada centíme-tro cuadrado de herida recibiese la misma cantidad de energía). La decisión del uso de estos parámetros se tomó teniendo en cuenta la antigüedad de la lesión y el intenso dolor que presen-taba la paciente en ese momento.

RESULTADOS

Tras 79 sesiones y 6 meses de tratamiento conjunto la herida de la extremidad inferior izquierda cicatrizó por completo (Imá-genes 1-2-3).

Tras realizar 27 sesiones de tratamiento conjunto fisiotera-pia-enfermería las heridas de la extremidad inferior derecha ci-catrizaron (Imágenes 4-5-6).

Después de casi 7 años desde el comienzo del tratamiento las úlceras permanecen cerradas. En la EII se desarrolló una nueva úlcera en abril de 2014, tras herida traumática, pero se resolvió satisfactoriamente tras realizar nuevo tratamiento conjunto.

El tratamiento, desde entonces y hasta la fecha de redacción del presente artículo (Junio de 2016), ha sido resolutivo y no se han requerido sesiones adicionales de tratamiento fisioterápico ni otros cuidados de enfermería; sólo se han pautado autocuida-dos como vigilancia diaria de la integridad de la piel, secado co-rrecto de las extremidades inferiores, hidratación de las mismas y uso de medias de compresión de forma continua durante el día para evitar recidivas.

DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES

En este caso, la actuación conjunta de enfermería, con sus cui-dados, y fisioterapia, con el uso del láser, ha hecho posible la cicatrización de unas úlceras que no respondían al tratamiento habitual.

El láser de baja intensidad parece una herramienta eficaz en el tratamiento de úlceras de difícil cicatrización, pero hacen falta más estudios de magnitud en este campo que aporten mejor

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[Eneritz Diez Alkorta, et al] EL LÁSER COMO COADYUVANTE EN EL TRATAMIENTO DE LAS ÚLCERAS

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evidencia científica, ya que hasta el momento solo hay referen-cias a experiencia clínica.

AGRADECIMIENTOS

Queremos mostrar nuestro más sincero agradecimiento a todas las personas que, gracias a su apoyo, han permitido que este trabajo fuera posible:

A doña Arantza Zabala, jefa del servicio de fisioterapia del Hospi-tal de Galdakao, por facilitar el tratamiento de nuestra paciente en las instalaciones de las cuales ella es responsable; al equipo médico rehabilitador de dicho hospital, especialmente al doctor don Francisco Javier López de Muniain, médico que se hizo cargo de la paciente de este caso clínico; a doña Maria Teresa Intxausti, auxiliar y colaboradora por su inestimable ayuda y a doña Belén Diez Alkorta, microbióloga y profesora, por su lectura crítica y aportaciones en la elaboración del trabajo escrito.

Y a todo el equipo de fisioterapeutas y auxiliares, por facilitar nuestro trabajo diario, por ser fuente de conocimiento y apoyo, pero sobre todo, por enseñarnos que el bienestar del paciente es lo primero. Gracias.

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[Eneritz Diez Alkorta, et al] EL LÁSER COMO COADYUVANTE EN EL TRATAMIENTO DE LAS ÚLCERAS

Imagen Nº1: 01/09/10 Imagen Nº2: 22/10/10 Imagen Nº3: 03/02/11

Imagen Nº4: 01/09/10 Imagen Nº5: 22/09/10 Imagen Nº6: 15/10/10

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[Eneritz Diez Alkorta, et al] EL LÁSER COMO COADYUVANTE EN EL TRATAMIENTO DE LAS ÚLCERAS

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Mª José Portillo Gañán¹, Esther Cifuentes Mora², Maribel Forteza Gómez³, Ana Isabel Martínez Asensio4, Àngels Muñoz Clavero5, Pilar Ballesteros Aín6, Beatriz Guerrero Román6, Laura Arbonés Fincias5, Àngels Fenández de la Fuente2 1 EAP Santa Eulàlia Nord, 2 EAP Castelldefels, 3 Smith&Nephew, 4 EAP Santa Eulàlia Sud, 5 EAP Viladecans 1, 6 EAP Viladecans 2

RESUMENVarón, 41 años. Antecedentes personales de interés: parapléjico por espina bífida, hipertensión, insuficiencia venosa crónica y doble incontinencia, con dificultad por parte de la familia para mantener una higiene adecuada.El paciente presenta en la zona sacra dermatitis del pañal y úlcera profunda de 4x2cm, situada en pliegue cutáneo cerca del ano.

OBJETIVOMantener la integridad cutánea para evitar la aparición de nuevas lesiones.

Resolución de la úlceras con la máxima eficacia y efectividad Mantener el máximo confort para el paciente.

METODOLOGÍASe realiza limpieza de la úlceras en zona sacra con agua y jabón neutro.Se aplica crema barrera con óxido de zinc para la protección de la piel perilesional.En la úlcera y demás lesiones se pauta plata nanocristalina para protegerlas de la bacterias, principalmente fecales. Se cubre con alginato.Comenzamos las curas en el centro dos veces por semana, asumiendo el familiar realizar las curas en función de la doble incontinencia.

RESULTADOSSe inicia el tratamiento el 04/11/2008Tras los primeros días de tratamiento ya se apreciaba una mejoría en toda la piel. En la úlcera se pudo observar una disminución del tamaño y un lecho de granulaciónTras dos meses la lesión está casi cicatrizada y la piel sigue en buenas condiciones. Se decide aplicar en la úlcera colágeno en polvo combinado con hidrogel para estimular la epitelizaciónUna vez epitelizada la úlcera, se mantuvo crema barrera con óxido de zinc par evitar la aparición de nuevas lesiones

CONCLUSIÓN En este caso se utilizaron diferentes dispositivos para la

incontinencia (colectores, sonda vesical), no siendo bien tolerados por el paciente y hubo de continuar con la utilización de pañales.

La protección de la piel de toda la zona sacra y genital, con crema barrera de óxido de zinc, la cual disminuye el riesgo de formación de lesiones que en ocasiones son difíciles de evitar, teniendo en cuenta la doble incontinencia del paciente.

La utilización de plata nanocristalina aisló la lesión evitando complicaciones infecciosas.

La combinación de diferentes apósitos de cura en ambiente húmedo junto al colágeno nos ha permitido optimizar la cicatrización de la lesión.Cambio de superficie en la silla de ruedas, utilizando un cojín antiescaras.

CASO CLÍNICO MEJOR COMUNICACIÓN EN FORMATO PÓSTER DEL XXVIII CN DE LA AEEVH

Tratamiento de un caso complejo de úlceras por incontinencia

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Rubén Ansorena Cordeu (Supervisor Unidad Cirugía Vascular Hospital Universitario Cen-tral de Asturias (HUCA)Cristina Fernández Antúnez, Julio Cesar Álvarez Rodríguez, Sil-via Vallejo Vigil, Carmen Marcos González (DUE Unidad Cirugía Vascular HUCA)

Correspondencia:Rubén Ansorena [email protected]

RESUMENEl uso de Terapia de Presión Negativa como técnica de cura de heridas está cada vez más extendido, y tanto sus indicaciones como ámbitos de utilización siguen creciendo. Desde hace años también se emplea con frecuencia en la Unidad de Cirugía Vas-cular del Hospital Central de Asturias. El presente estudio ha te-nido como objetivos analizar las características y etiología de las lesiones tratadas con Terapia de Presión Negativa, así como los criterios de aplicación de la técnica, los resultados y las compli-caciones.

Se ha realizado un estudio descriptivo y retrospectivo de heri-das tratadas con Terapia de Presión Negativa en nuestra Unidad durante un periodo de 18 meses en el que se incluyeron 51 casos. Se creó una base de datos ACCES donde se registraron los datos relacionados con las variables de estudio recogidos de las historias clínicas. Para el análisis estadístico se ha llevado a cabo un análisis descriptivo, con cálculo de frecuencias absolutas y relativas para las variables cualitativas, y media con desviación estándar para las variables cuantitativas.

Esta terapia ha demostrado ser un tratamiento seguro (11,76 % de complicaciones leves) y efectivo (5,88% heridas curaron y 76,47% mejoraron) en nuestros pacientes. Hemos distanciado las curas una media de 5,48 días y se ha podido completar el tratamiento a nivel ambulatorio en el 62,74% de casos.

PALABRAS CLAVE

Negative pressure wound therapy; Wound; Vascular disease.

INTRODUCCIÓNEl uso del vacío en el tratamiento de heridas se remonta a la Antigüedad. Ya en la medicina tradicional china se describe la utilización de ventosas en la piel para provocar hiperemia. En 1841, Junod aplicaba presión negativa utilizando vasijas de cristal calentadas en la piel de los pacientes para estimular la circulación. Posteriormente, se usaron dispositivos poco sofisticados como los aparatos de vacío de pared que, a diferencia de los actuales, no garantizaban presiones constantes. En 1989 Louis Argenta y M. Marykwas1, de la Universidad de Wake Forest (Carolina del Norte), aplicaron un apósito de espuma de poliuretano conectado a un dispositivo de succión para realizar estudios de

ARTÍCULOS ORIGINALESAplicación de Terapia de Presión Negativa en pacientes de la Unidad de Cirugía Vascular del Hospital Central de Asturias Estudio descriptivo

curación en heridas de animales. Fleischman et al2, en 1993, probaron estas terapias en pacientes humanos que padecían fracturas abiertas. Son muchos los estudios que sobre su utilidad se han realizado durante el siglo XX, principalmente en EEUU y la URSS.

La Terapia de Presión Negativa (TPN) es un tratamiento local, no invasivo, activo, que promueve la curación de las heridas en ambiente húmedo. Consiste en un sistema formado por un apósito (esponja, gasa…) que se aplica sobre una herida y un dispositivo que provoca una presión negativa (efecto de succión). Ambos están conectados por un tubo de conexión flexible que trasmite la presión desde el dispositivo hasta la herida. La TPN mejora la circulación sanguínea en el lecho de la herida estimulando el tejido de granulación, favorece la aparición de nuevos vasos sanguíneos, acerca los bordes de la herida3, disminuye el edema, reduce el exudado y maximiza el confort del paciente reduciendo el número de curas4. Se le atribuyen otros efectos como el disminuir la carga bacteriana, sin embargo, hay estudios que lo relativizan5. Sus indicaciones y ámbitos de aplicación siguen creciendo. Recientemente se ha ampliado su uso a la prevención de complicaciones en heridas quirúrgicas cerradas6,7,8 y también, en el tratamiento de injertos cutáneos 9,10.

Un aspecto importante a tener en cuenta en la elección de estas terapias es la valoración de su coste-efectividad. Hay una idea generalizada de que son tratamientos caros. Esta idea está fundamentada en el alto precio de los materiales, aunque estos gastos pueden ser compensados a la larga gracias a una cicatrización más rápida, con el consiguiente menor gasto en material, el menor tiempo dedicado por el personal de enfermería en la cura de esas heridas y una menor estancia hospitalaria. A veces se recurre a ciertas estrategias para rentabilizar estos tratamientos, como el distanciamiento de las curas en el tiempo y completar el tratamiento con TPN fuera del hospital a nivel ambulatorio.

La TPN, como cualquier otro tratamiento, no está exenta de complicaciones. En la literatura se citan: maceración de la herida, retención de los apósitos, intolerancia cutánea a la lámina selladora y a los cambios frecuentes de apósitos, erosión del tejido sano, úlcera por decúbito en el entorno de la lesión provocada por el tubo de drenaje, mal olor, dolor y hemorragia3.

La utilización, desde hace ya más de una década, de Terapia de Presión Negativa (TPN), ha revolucionado el tratamiento de las heridas vasculares de los pacientes en la Unidad de Hospitalización de Cirugía Vascular del Hospital Central de Asturias (HUCA). Con el tiempo se ha conseguido, gracias a la generalización de su uso, que muchos más pacientes se beneficien de sus efectos.

Sin embargo, la evidencia científica relacionada con la aplicación de TPN en pacientes vasculares y su rentabilidad sigue siendo escasa11.

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ARTÍCULOS ORIGINALESAplicación de Terapia de Presión Negativa en pacientes de la Unidad de Cirugía Vascular del Hospital Central de Asturias Estudio descriptivo

El presente estudio ha tenido como objetivos analizar las características y etiología de las lesiones vasculares tratadas con Terapia de Presión Negativa, así como los criterios de aplicación de la técnica, los resultados y las complicaciones

MATERIAL Y MÉTODOSe ha realizado un estudio descriptivo y retrospectivo de pacientes vasculares con heridas a las que se les aplicó tratamiento con TPN. Se incluyeron en el estudio todos los pacientes vasculares hospitalizados en unidad 1ºC (Cirugía Vascular) del HUCA a los que se les aplicó la TPN en el periodo comprendido desde 1/08/2015 hasta el 14/02/2017. En caso de pacientes con varias lesiones tratadas, cada una de ellas se cuantificó como un caso independiente. El seguimiento de los casos se realizó hasta la retirada del tratamiento con TPN.

Se utilizaron dos tipos de dispositivos: TPN convencional y TPN de un solo uso. Ambos tienen la misma función y forma de acción, pero hay ciertos matices que los diferencian: El primero tiene capacidad para absorber mayor cantidad de exudado, ya que dispone de un contenedor recambiable, y además permite regular la cantidad de presión y elegir la modalidad de aspiración entre continua e intermitente. El segundo es de dimensiones más reducidas, aplica la succión de modo continuo a una presión fija y todos sus materiales, incluido el dispositivo, son desechables.

Las variables analizadas fueron: Etiología de la herida, localización de la herida, superficie de la herida, tipo de tejido presente en el lecho de la herida, cantidad y aspecto del exudado, exposición ósea/ tendinosa, duración del tratamiento, número de curas, frecuencia de cambio de apósito, tipo de dispositivo empleado, modalidad de aspiración (continua/intermitente), motivo de retirada, complicaciones, y resultados.

Se accedió a la población de estudio a través de los registros de ingreso en la Unidad de Cirugía Vascular. Se recogieron exclusivamente los datos correspondientes a las variables junto con otra información clínica imprescindible para el desarrollo del estudio, respetándose en todo momento la confidencialidad y el anonimato de los pacientes de acuerdo con las normas oficiales vigentes, con las normas de la Asociación Médica Mundial y con la Declaración de Helsinki.

El seguimiento de la evolución de los pacientes que habían sido dados de alta con el dispositivo de TPN se realizó accediendo a los registros de las consultas, ya que a esos pacientes se les citaba cada 5-7 días para realizar las curas necesarias.

La recogida de datos se realizó por parte de dos investigadores que mantuvieron un criterio único previamente acordado.

Para el análisis de resultados se llevó a cabo un análisis estadístico descriptivo, con cálculo de frecuencias absolutas y relativas para las variables cualitativas y cálculo de media con desviación estándar para las variables cuantitativas. El estudio estadístico se realizó con el programa Acces.

RESULTADOSSe incluyeron en el estudio un total de 51 pacientes, con una edad media ± desviación estándar (DE) de 67,8 ± 10,56, con un máximo 85 y un mínimo de 41. El 88,23% (n= 45) eran hombres.

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Los diagnósticos vasculares de base de estos pacientes eran: síndrome de isquemia crónica de miembros inferiores 68,62% (n= 35), síndrome de isquemia crónica de miembros superiores 1,96 % (n= 1), aneurisma de aorta abdominal 7,84% (n= 4), pie diabético 17,64% (n= 9), otras patologías 3,92% (n= 2).

La Figura 1 muestra la localización anatómica de las heridas. Las características de las heridas, incluyendo su etiología, se muestran en la Tabla 1.

El 66,66% (n= 34) de los pacientes presentaba isquemia crítica por enfermedad arterial periférica. De estos, el 85,29% (n=29) fueron revascularizados.

Los criterios para la aplicación de TPN convencional fueron: heridas amplias, profundas, exudativas. Con que se cumpliese una sola de estas características ya se justificaba el uso de TPN convencional. Los criterios de aplicación de TPN de un solo uso fueron: heridas superficiales, no localizadas en o cerca de los dedos (por problemas de sellado) y con poco exudado.

La TPN continua se aplicaba a 120 mm Hg de presión, la TPN intermitente a presiones de entre 120 y 100 mm Hg y la TPN de un solo uso a 80 mm Hg.

En el 60,78% (n=31) de las heridas tratadas con TPN convencional se utilizó aspiración continua, y en el 39,21% (n= 20) intermitente. El tipo de dispositivo utilizado y características de las curas se representan en la Tabla 2.

En un 11,76% (n= 6) de los casos se suspendió el tratamiento por la aparición de complicaciones atribuibles a la técnica: 1 paciente presentó dolor, 2 pacientes presentaron reacción cutánea y 3 pacientes presentaron erosión perilesional. La Fig. 2 recoge los motivos de retirada del tratamiento.

Tras el tratamiento, en 3 casos (5,88%) se consiguió una reducción del 100% de la superficie de las heridas, en 25 casos (49,01%) la superficie de las heridas se redujo entre el 50 y el 99%, en 10 de los casos (19,60%) la superficie de las heridas se redujo entre el 25 y el 49%, en 4 casos (7,84%) la reducción estuvo entre 1y el 24%, y en 9 de los casos (17,64%) no se redujo la superficie.

Al momento de suspender la terapia, el 5,88% (n=3) de las lesiones estaban completamente epitelizadas; el 5,88% (n=3) estaban en fase de epitelización; el 70,58% (n=36) en fase de granulación; el 3,92% (n=2) presentaban tejido de granulación y fibrina; el 5,88% (n= 3) esfacelos; el 1,96% (n= 1) esfacelos y tejido necrótico; y el 5,88% (n= 3) necrosis.

Un 13,72% (n=7) de las heridas precisó desbridamiento quirúrgico.

Una vez que se optimizó el lecho de las heridas mediante TPN, en un 7,84% (n=4) de los casos se realizaron injertos cutáneos, y en un 1,96% (n=1) se realizó cierre quirúrgico.

El resultado final fue que el 5,88% (n=3) de las heridas cicatrizaron con la TPN, el 76,47% (n=39) mejoraron, el 7,84% (n=4) se estancaron y el 9,8% (n=5) tuvieron mala evolución.

Los criterios de mejoría empleados en nuestra unidad durante el periodo de estudio fueron: lecho de la herida cubierto por de tejido de granulación sano (lo cumplieron el 74,55% (n=38),

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y reducción de la superficie de la herida superior al 50%, lo cumplieron el 21,56% (n=11).

Los criterios de mala evolución utilizados fueron: presencia de fibrina, esfacelo o necrosis, y diagnóstico de infección que requiere amputación. El primer criterio lo cumplió el 7,84% (n=4) y el segundo criterio lo cumplió el 1,96% (n=1).

Los resultados específicos de los pacientes con enfermedad arterial periférica, heridas con exposición ósea y heridas con exposición tendinosa se representan en la Tabla 3.

El 62,74% (n=32) de los pacientes fue dado de alta con TPN ambulatoria. Todos ellos se derivaron a la consulta de enfermería vascular excepto tres casos (dos de ellos fueron a la consulta de heridas crónicas y uno a la de cirugía plástica).

La media de días de tratamiento en el hospital ± DE fue de 7,71 ± 7,02 y de tratamiento ambulatorio 29,59 ± 15,42. El 87,50%(n=28) de las heridas tratadas con TPN ambulatoria presentó mejoría, y tan solo el 3,12%(n=1) tuvo mala evolución.

DISCUSIÓNEn la unidad de cirugía vascular del HUCA, la TPN se utiliza con los mismos criterios que refieren otros estudios consultados: fundamentalmente en heridas quirúrgicas abiertas, pero también en heridas de larga duración, profundas, con un exudado de difícil control, localizadas en un lugar incómodo, resistentes a los tratamientos convencionales, o que requieren una reducción de tamaño para conseguir el cierre quirúrgico12. Acosta et al7 también señalan que tiene un papel central en el tratamiento de heridas quirúrgicas abiertas e infectadas secundarias a cirugía vascular, y que los resultados de su uso profiláctico en incisiones cerradas son prometedores.

Los datos obtenidos sugieren que la TPN es un tratamiento efectivo, ya que casi dos tercios de las heridas de los pacientes presentaron un incremento del tejido de granulación, y en más de la mitad hubo una reducción del tamaño de la lesión superior al 50%. Esto coincide con lo recogido en la revisión sistemática de Gregor et al13, quienes señalaban que los criterios de resultado más frecuentemente utilizados por los investigadores para demostrar la efectividad de la NPT son la cicatrización de la herida, la reducción del tamaño de la herida y la formación del tejido de granulación.

Al valorar estos resultados hay que tener en cuenta que la TPN no se suele mantener hasta la total cicatrización, sino que se retira cuando se ha optimizado el lecho (presenta tejido de granulación sano y uniforme) y la herida ya puede cicatrizar con tratamientos convencionales y de menor coste. Armstrong et al14, en su ensayo clínico aleatorizado con 162 pacientes diabéticos con pies amputados parcialmente, refieren también que con TPN se alcanzó una tasa de cicatrización del 56%, mayor que el 39% conseguido con tratamientos convencionales.

En esta unidad la TPN se aplicó mayoritariamente en heridas localizadas en pies (sobre todo en lechos de amputación de dedos) y con ligero exudado de aspecto seroso o hemático.

En la literatura12,15 se establece que la TPN se debe aplicar en heridas limpias. Sin embargo, durante el desarrollo de este estudio se utilizó, en la mayoría de los casos, en heridas con

presencia de fibrina y esfacelos, observándose que la terapia, aunque no esté diseñada para desbridar, ayuda a eliminar la fibrina y el esfacelo.

Por otro lado, hemos documentado que la TPN también se empleó, como último recurso y previo consentimiento informado, en las heridas de 5 pacientes con isquemia crítica no revascularizable y cuya única alternativa era la amputación. Aunque la literatura contraindica su uso en presencia de enfermedad arterial periférica severa, en tres de estos casos las heridas mejoraron, una empeoró y en otra no se apreció mejoría.

Dumbille et al!6,17,18 en tres estudios diferentes que tratan sobre el uso de TPN en heridas quirúrgicas que curan por segunda intención y en úlceras localizadas en piernas y pies de pacientes diabéticos, señalan que, aunque hay indicios de que esta técnica puede reducir los tiempos de cicatrización, los resultados todavía son inciertos y se necesitan más estudios de investigación y de mayor calidad para determinar la efectividad de la TPN en ese tipo de heridas.

Un 63% de los pacientes fue dado de alta con TPN y completó su tratamiento a nivel ambulatorio. A estos pacientes se les citaba cada 5-7 días con la enfermera de consulta de vascular del HUCA, ya que en nuestra comunidad estos tratamientos no son manejados en Atención Primaria. La evolución de esas heridas también fue muy positiva, lo que sugiere que al utilizar TPN a nivel ambulatorio se obtiene la misma eficacia clínica que en hospitalización, y que no se acompaña de una mayor incidencia de reacciones y complicaciones. Stryja19 en un estudio en pacientes con úlceras de pie diabético, comparó la eficacia de la TPN en pacientes ambulatorios y hospitalizados, observando que ambas terapias presentaban la misma eficacia, mientras que en los pacientes ambulatorios el coste del tratamiento fue menor.

Algunos estudios han analizado la rentabilidad de estos tratamientos. Gutierrez et al.20, en un análisis comparativo, señalan que el tratamiento de úlceras venosas con TPN tiene menor coste que cuando se utilizan apósitos de cura en ambiente húmedo. Palomar et al 21, en estudio analítico de heridas de diverso tipo (úlceras por presión, pie diabético, ulceras venosa y heridas agudas), estiman que el uso de TPN puede suponer un ahorro de hasta el 50% respecto a los tratamientos convencionales. Sin embargo, la European Wound Management Association11 advierte que la evidencia de los beneficios económicos de la aplicación de TPN sigue siendo escasa.

En cuanto a la frecuencia de curas, una de las casas comerciales recomienda hacerlas cada 48-72 horas y en el caso de heridas infectadas cada 12-24 horas12.. Otra casa recomienda cambios cada dos días en el caso de apósito de espuma y cada tres días si es de gasa, ya que de esta manera se evita el crecimiento celular dentro del apósito15. En el caso de la TPN de un solo uso puede estar colocada hasta siete días. A los pacientes incluidos en nuestro estudio se les realizaban las curas, de media, cada 5,48 días.

Los resultados obtenidos también sugieren que la TPN es una terapia segura, ya que tan solo el 11,76% de los pacientes presentaron complicaciones leves que no tuvieron consecuencias graves para la salud de los pacientes. Joseph et al22 señalan, en

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un estudio comparativo, que el número de complicaciones son menores con el tratamiento con TPN (17%) que con curas con gasa impregnadas en suero salino (44%). García et al23, en un estudio con úlceras de pie diabético también concluyen que es una técnica segura donde la mayoría de los efectos adversos se consideran leves y asociados a factores externos.

Este estudio presentaba algunas limitaciones, entre ellas destacar el reducido tamaño de la muestra para una población tan heterogénea y con tan alto número de variables. A pesar de ello, se ha constatado su efectividad y seguridad en el tratamiento de los pacientes ingresados en esta unidad de cirugía vascular durante el periodo objeto de seguimiento. Como otros autores, consideramos necesario realizar más estudios comparativos para establecer su verdadera eficacia y efectividad.

CONCLUSIONESLa TPN es una herramienta clave en el tratamiento de heridas de diferentes etiologías, ya que es efectiva (consigue reducir las dimensiones de las lesiones y preparar el lecho para su epitelización o para realizar cierre quirúrgico o con injertos), útil para los profesionales de enfermería (permite una mejor gestión de los tiempos de cuidados directos) y eficiente para el sistema sanitario (permite completar el tratamiento de los pacientes a nivel ambulatorio reduciendo así costosos días de ingreso).

Nuestros resultados confirman que la TPN es un tratamiento beneficioso para el manejo de heridas de diferente etiología, obteniendo un elevado porcentaje de éxito y un escaso número de complicaciones.

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TABLAS

Clasificación

etiológica

Tejido presente en el lecho

Superficie de la herida

Cantidad exu-dado

Aspecto del exudado

Exposición óseo-tendinosa

Isquemia

(n=4)

Granulación

(n=4)

< 10 cm²

(n=15)

Nulo

(n=1)

Seroso

(n=25)

Ósea

(n=10)

Herida quirúrgica (n=16)

Granulación

y fibrina

(n=26)

10 a 50 cm²

(n=25)

Ligero

(n=32)

Serohemático

(n=7)

Tendinosa

(n=6)

Neuropática

(n=1)Fibrina (n=6)

> 50 cm²

(n=11)

Moderado

(n=16)

Hemático

(n=18)

Ósea y tendinosa (n=3)

Mixta: Quirúrgica + neuropática y/o

isquemia

(n=30)

Esfacelos y/o necrosis

(n=14)

Abundante (n=2)

Purulento

(n=1)

Tabla 1: Características de las lesiones tratadas con TPN.

Tipo dispositivo Heridas tratadasDuración del trata-

miento (días)Número de curas

por heridaFrecuencia de

curas (días)

TPN convencional 32 27,78 ± 16,81 4,9 ± 2,59 5,44 ± 1,07

TPN un solo uso 9 21,11 ± 18,31 3,44 ± 2,5 5,39 ± 1,83

Combinado (con-vencional+ un solo uso)

10 45,3 ± 17,42 8 ± 3,09 5,7 ± 0,57

Total TPN 51 30.03 ± 17,42 5,25 ± 3,01 5,48 ± 1,15

Tabla 2: Heridas tratadas con cada dispositivo, número y frecuencia de curas y duración del tratamiento.

Estado de las lesiones

Pacientes con isque-mia crítica

Pacientes con isquemia crítica revascularizados

Pacientes con isque-mia crítica no revas-

cularizados Heridas con ex-posición ósea

Heridas con exposición ten-

dinosa

Curación 5,88% (n=2) 6,89% (n=2) 0% (n=0) 0% (n=0) 0% (n=0)

Mejoría 70,58%(n=24) 72,41% (n=21) 60% (n=3) 76,92% (n=10) 77,77% (n=7)

Estancamiento 11,76% (n=4) 10,34% (n=3) 20% (n=1) 7,63% (n=1) 11,11% (n=1)

Mala evolución 11,76% (n=4) 10,34% (n=3) 20% (n=1) 15,38% (n=2) 11,11% (n=1)

Tabla 3: Evolución de las heridas complejas.

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FIGURAS

Figura. 1: Localización de las heridas.

Figura. 2: Motivo de retirada.

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Bonilla Aguilar I.1, Cabrera Saavedra E.1, Pous Martínez S.1,Romero Sánchez J.V1, García Santisteban, L.1, Andújar Asensio A.1

1 Diplomado Universitario de Enfermería del Servicio de Angiología y Cirugía Vascular. Hospital Universitari de Bellvitge. Hospitalet de Llobregat, Barcelona.Correspondencia: Bonilla [email protected]

RESUMENLa insuficiencia arterial favorece el desarrollo de complicaciones posoperatorias en las heridas quirúrgicas. A esto se añade la influencia de otros factores como la aplicación de técnicas quirúrgicas complejas e invasivas o una estancia hospitalaria prolongada. Todo esto hace que la probabilidad de sufrir infecciones sea elevada en comparación con el resto de pacientes. Los objetivos principales de este estudio eran:

Determinar la incidencia de complicaciones de las heridas quirúrgicas de los pacientes vasculares del servicio de Angiología y Cirugía Vascular del Hospital Universitari de Bellvitge diferenciando dos grupos: los pacientes intervenidos de revascularización periférica y los intervenidos de cirugía aórtica.

Valorar la resolución de las complicaciones de las heridas quirúrgicas en la primera visita en Consultas Externas.

Para ello se ha realizado un estudio prospectivo, observacional y longitudinal de los pacientes intervenidos durante un período de 16 meses. Se ha utilizado, para el análisis de las variables del estudio, una base de datos tipo Excel, y diagrama de Pareto para el análisis de los factores de riesgo vascular.

La incidencia de complicaciones en pacientes revascularizados ha sido del 53,6%, mientras que en el grupo de cirugía aórtica ha sido del 17%.

Un 86,4% de las complicaciones de las heridas de los pacientes estaban resueltas cuando acudían a la primera visita de control en Consultas Externas.

PALABRAS CLAVE Atención de enfermería ;herida quirúrgica; Complicaciones posoperatorias; Procedimientos quirúrgicos operativos.

INTRODUCCIÓNLa prevalencia de la enfermedad arterial periférica (EAP) ha sido evaluada en múltiples estudios epidemiológicos, reportando valores de entre el 3 y el 18%. Se estima que el 16% de la población americana y europea presenta EAP, lo que supondría más de 27 millones de personas afectadas; de las cuales más de 17 millones presentan la enfermedad de manera asintomática.(1)

ARTÍCULOS ORIGINALES

Análisis de las complicaciones de las heridas quirúrgicas en pacientes vasculares del Hospital Universitari de Bellvitge

La incidencia de la infección como complicación quirúrgica del intervencionismo vascular ha ido disminuyendo a lo largo de los años como resultado de mejora de las técnicas quirúrgicas, de los materiales empleados, de la mayor especialización de los profesionales implicados y de la profilaxis antimicrobiana.(2)

La mayoría de los pacientes ingresados en el servicio de vascular del Hospital Universitari de Bellvitge presentan arterioesclerosis obliterante de los miembros inferiores con la consecuente insuficiencia arterial, la cual favorece el desarrollo de complicaciones. A esto se añade la influencia de otros factores dependientes del medio, como son la aplicación de técnicas quirúrgicas complejas e invasivas o una estancia hospitalaria prolongada. Todo esto hace que la probabilidad de sufrir infecciones sea elevada en comparación con el resto de pacientes.

La revascularización en campos quirúrgicos sépticos supone uno de los mayores problemas para la cirugía vascular por las complicaciones que de ella pueden derivarse, con una mortalidad entre un 15 y 25 % y una tasa de amputación que puede alcanzar el 40 % (3). La bibliografía informa que la región inguinal es donde aparece con mayor frecuencia la infección protésica postoperatoria debido a la proximidad del área perineal, la rica irrigación linfática, la alta incidencia con que los cultivos de esta región resultan positivos y la contaminación a partir de infecciones en los pies.(3)

El Aneurisma de Aorta Abdominal (AAA) es una causa frecuente de mortalidad en la población en general con 15.000 muertes al año, la decimoquinta causa de muerte en Estados Unidos y la décima causa de muerte en hombres mayores de 55 años (4-5), aunque en la actualidad pueden ser tratados con un alto grado de efectividad y seguridad. El consenso sobre AAA de la Sociedad Española de Angiología y Cirugía Vascular señala que el número de AAA estimado en España es de 250.000 casos y que la mortalidad por rotura aneurismática es de 7.000-8.000 casos al año. Los datos de mortalidad por aneurisma abdominal muestran que durante el período 2002-2004 fallecieron en España 2.614 personas mayores de 40 años (2.343 hombres y 271 mujeres) debido a un aneurisma aórtico. (6) Este estudio de investigación espera aportar conocimientos sobre el tipo de complicaciones que presentan las heridas quirúrgicas de los pacientes intervenidos de revascularización periférica y de cirugía aórtica en la unidad de cirugía vascular del Hospital Universitari de Bellvitge. Es muy probable que ayude a determinar los factores de riesgo asociados a dichas complicaciones para así protocolizar medidas de prevención frente al problema y conseguir una recuperación más temprana

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de estos pacientes.

Los objetivos principales del estudio eran:

Determinar la incidencia de complicaciones de las heridas quirúrgicas (HQ) en dos grupos de pacientes, los intervenidos de revascularización periférica y los intervenidos de cirugía aórtica en el servicio de Angiología y Cirugía Vascular (ACV) del Hospital Universitari de Bellvitge (HUB)

Valorar la resolución de las complicaciones de las HQ en la primera visita a Consultas Externas (CCEE) del servicio de ACV.

Como objetivo específico, se buscaba identificar los factores de riesgo vascular que presentan los pacientes que desarrollan complicaciones en sus heridas.

MATERIAL Y MÉTODOSSe ha realizado un estudio prospectivo, observacional y longitudinal de los pacientes intervenidos en el servicio de Angiología y Cirugía Vascular (ACV) del Hospital Universitari de Bellvitge durante el período de junio del año 2014 a octubre del año 2015.

Se han incluído en el estudio todos los pacientes intervenidos de revascularización periférica (incluyendo los bypass aorto-femorales en este grupo) y aquellos intervenidos de cirugía de aorta, bien sea por técnica de endoprótesis o por procedimientos de cirugía convencional.

Todos los pacientes han dado su consentimiento informado y se ha respetado su anonimato y asegurado la confidencialidad de datos en todo momento.

Se han excluído los pacientes intervenidos de angioplastia transluminal percutánea, endarterectomía carotídea, intervenciones de extremidades superiores y las amputaciones de extremidades inferiores.

Las variables incluidas en el estudio han sido: el género, la edad, el peso, la talla, la estancia hospitalaria media, los factores de riesgo vascular, el tipo de intervención realizada, las complicaciones de la herida quirúrgica, la necesidad de reingreso y las complicaciones post-alta del servicio de vascular hasta la primera visita en Consultas Externas de ACV.

Se ha utilizado, para el análisis de las variables del estudio, una base de datos tipo Excel, y diagrama de Pareto para el análisis de los factores de riesgo vascular.

Este estudio también tiene como objetivo valorar si las complicaciones de las heridas quirúrgicas se resuelven durante la estancia hospitalaria, lo que se ha valorado en la primera visita de revisión de los pacientes en las Consultas Externas (CCEE) con el equipo médico de ACV.

RESULTADOSSe ha obtenido una muestra de 266 pacientes (con 299 episodios).

La gran mayoría de los varones entraban dentro del rango de edad de entre 66 y 75 años, siendo la media de edad de

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[Bonilla Aguilar, et al] ANÁLISIS DE LAS COMPLICACIONES DE LAS HERIDAS QUIRÚRGICAS EN PACIENTES VASCULARES DEL HOSPITAL UNIVERSITARI DE BELLVITGE

la muestra recogida de 69,7 años (Fig 1). En el grupo de las mujeres, el rango de edad era mucho más eminente en las edades comprendidas entre los 76 y 85 años, siendo 74,3 años la edad media en este grupo (Fig. 1).

El índice de masa corporal (IMC) medio obtenido en varones era de 26,10 mientras que en las mujeres es de 26.75. En ambos sexos predominaba el sobrepeso (Fig. 2).

Los factores de riesgo vascular que predominaban eran: hipertensión arterial (HTA), con un 7,.6%; dislipemia (DLP) con un 71,5%; sobrepeso con un 41,6% y diabetes mellitus (DM), con un 37,5% sobre el total de la muestra (Fig 3).

El porcentaje total de complicaciones de heridas quirúrgicas entre los pacientes revascularizados ha sido del 53.6% (Fig 5), mientras que en el grupo de cirugía aórtica ha sido del 17% (Fig 6).

La complicación más habitual tras la revascularización de EEII fue la dehiscencia de herida inguinal, con un 39%, seguida de la linforragia con un 22% y del hematoma con un 15%.

Entre las mujeres con sobrepeso de este grupo, la tasa de dehiscencia de herida quirúrgica aumentó hasta un 55 %.

Las complicaciones predominantes tras la cirugía aórtica han sido la linforragia y el hematoma, con un 25% cada una de ellas, seguidas de la dehiscencia de la herida quirúrgica y del sangrado, con un 19%.

La estancia media, fue de 15 días (14 días en varones y 18 en mujeres), pero la estancia media de los pacientes que sufrieron alguna complicación se elevó a 21,5 días.

Los factores de riesgo vascular más prevalentes entre aquellos pacientes que desarrollaron complicaciones durante el posoperatorio eran la HTA, la DLP y la DM. La distribución por sexos de dichos factores de riesgo se puede ver en el siguiente gráfico (Fig. 4).

El 86% de los pacientes que tuvieron alguna complicación, llegaron a la visita de revisión tras el alta en consultas externas (CCEE) con la complicación ya resuelta.

DISCUSIÓNUn porcentaje nada despreciable de pacientes de ambos grupos ha desarrollado complicaciones de sus heridas quirúrgicas, sobre todo de aquellas localizadas en la zona inguinal.

Algunas de las complicaciones descritas en este estudio son debidas a factores intra-quirúrgicos que no se han tenido en cuenta (como el uso o no de profilaxis antibiótica, el tipo de preparación de la piel, el grado de contaminación previo de la zona quirúrgica, etc.), pero a cambio se han estudiado a fondo múltiples factores personales y ambientales clave en la aparición de dichas complicaciones como son la edad, comorbilidades, tipo de intervención quirúrgica, y la zona anatómica de acceso. Por tanto, se han obtenido datos que pueden ser de gran interés y utilidad para mejorar la calidad de la atención que se presta a estos pacientes y para conseguir una reducción en la incidencia de complicaciones de sus heridas quirúrgicas.

Los resultados obtenidos en el estudio muestran que los

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pacientes con cirugías que requieren abordaje inguinal sufren más complicaciones, encabezadas por la dehiscencia de herida. Estos datos concuerdan con otros estudios (2-3) de la bibliografía estudiada, que indican que estas heridas sufren más complicaciones debido a múltiples factores como la humedad, la rica irrigación linfática y la proximidad con la zona perineal. Es por esta razón que, en nuestro estudio, la tasa de complicaciones es mucho más elevada en cirugías de revascularización periférica de las extremidades inferiores que en las cirugías sobre la aorta, ya que este último grupo no siempre requiere acceso inguinal.

El análisis de los datos referentes a factores de riesgo (tanto los datos modificables como los no modificables) también coincide con los resultados de otros estudios consultados (7-8): los pacientes que presentan más complicaciones son los hipertensos, diabéticos y dislipémicos.

Hay un dato que merece la pena destacar: muchos de los pacientes no eran fumadores, y el porcentaje de mujeres fumadoras era mayor que el de hombres. Por otro lado, y aquí hay de nuevo concordancia con la literatura (7-8), el número de mujeres hipertensas es mayor que el de hombres, lo que, podría estar relacionado con la mayor prevalencia del hábito tabáquico en dicho grupo.

Llama especialmente la atención que, según el diagrama de Pareto (Fig 3), un paciente dislipémico con sobrepeso tenga mayor riesgo vascular que un obeso fumador. Sería necesario realizar un estudio más amplio antes de poder formular hipótesis al respecto.

La mayoría de las complicaciones están ya resueltas cuando los pacientes van a la primera revisión tras el alta en CCEE . Los cuidados realizados por enfermería en las curas de las heridas quirúrgicas y la buena coordinación multidisciplinar podrían haber influido en este hecho.

Este estudio ha servido para diseñar y poner en marcha otros proyectos dirigidos a ofrecer unos cuidados de calidad y a mejorar la asistencia a los pacientes que ingresan en la unidad. A la luz de los resultados obtenidos quisimos seguir investigando sobre el papel que puede desempeñar enfermería en la prevención de la patología arterial a través de la educación sanitaria, y para ello se ha realizado un estudio dirigido a estimar el impacto que tienen este tipo de intervenciones enfermeras sobre los factores de riesgo vascular y las consecuencias que de ellos se derivan.

Por otro lado, se ha visto que un alto porcentaje de los pacientes con heridas inguinales padecen linforragia, y este dato nos ha servido de estímulo para implantar un protocolo de estandarización de curas de este tipo de heridas. Otra posible línea de investigación para el futuro podría estar relacionada con la prevención de la linforragia en el posoperatorio de los

pacientes vasculares.

CONCLUSIONESLas complicaciones de las heridas quirúrgicas de los enfermos vasculares aparecen, habitualmente, en el posoperatorio de las intervenciones quirúrgicas que requieren acceso inguinal, y por eso el porcentaje de complicaciones es mayor en pacientes sometidos a procedimientos quirúrgicos de revascularización periférica.

La dehiscencia y la infección de la herida quirúrgica inguinal se presenta más en mujeres con sobrepeso que en hombres.

Los factores de riesgo vascular predominantes entre los pacientes cuyas heridas quirúrgicas presentan complicaciones son la hipertensión arterial, la dislipemia y la diabetes mellitus.

Las complicaciones más comunes en los pacientes intervenidos de revascularización periférica de MMII son la dehiscencia de la herida quirúrgica, la linforragia y el hematoma, mientras que en los pacientes intervenidos de cirugía aórtica son la linforragia y el hematoma.

Cuando los pacientes acuden a la primera visita de control en CCEE la mayor parte de las complicaciones están ya resueltas.

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Tabla 1. Sexo y edad de los pacientes.

Tabla 2. Índice de masa corporal por sexos

Tabla 3. Histograma y Diagrama de Pareto de Factores de Riesgo Vascular.

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Tabla 4. Factores de riesgo vascular por sexo

Fig 5. Complicaciones postoperatorio de revascularización de mmii.

Fig 6. Complicaciones postoperatorio de cirugía aórtica

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Para la publicación de los manuscritos, la revista Enfermería Vas-cular sigue las directrices generales descritas en los Requisitos de uniformidad para manuscritos presentados para publicación en revistas biomédicas, elaboradas por el Comité Internacional de Editores de Revistas Biomédicas, en su versión actualizada de diciembre de 2015 (http://www.icmje.org/icmje-recommen-dations.pdf) y el autor deberá ajustarse a las instrucciones aquí expuestas.

TIPOS DE ARTÍCULOSEl Comité editorial de la revista Enfermería Vascular considerará para su publicación aquellos trabajos relacionados con la espe-cialidad, en su aplicación en cualquiera de los niveles asistencia-les, que no hayan sido publicados total o parcialmente en otros medios y que se encuadren en las siguientes secciones:

• Artículo Originales – Documento que presenta de manera detallada, los resultados originales de proyectos de investi-gacióncompletados.

• Artículo de revisión -Documento resultado de una investi-gación terminada en la que se analizan, sistematizan e inte-gran los resultados de investigaciones publicadas o no publi-cadas, sobre un campo en ciencia, salud o tecnología, con el fin de diseminar los avances y las tendencias de desarrollo. Presenta una cuidadosa revisión bibliográfica de entre 20 - 50referencias.

• Artículo corto - Documento breve que presenta resultados originales preliminares o parciales de una investigación científica, de salud o tecnológica, que por su importancia, requieren de una prontadifusión.

• Casos clínicos - Trabajo fundamentalmente descriptivo de uno o unos pocos casos relacionados con la práctica clíni-ca de los profesionales de enfermería, en cualquiera de sus diferentes ámbitos de actuación, o la exposición del resul-tado de un plan de cuidados llevado a cabo con el paciente, en cuyo caso se recomienda la utilización de la taxonomía enfermera NANDA,NOC,NIC. La extensión debe ser breve y se describirá la metodología de actuación encaminada a su resolución desde el punto de vista de la atención de enfer-mería.

• Monográficos. Incluye monografías sobre temas relaciona-dos con la especialidad, Guías de Práctica Clínica u otros for-matos como protocolos de actuación que estén fundamen-tados en la mejor evidencia científica disponible.

PRESENTACIÓN Y ESTRUCTURA En general la extensión máxima de los manuscritos no

deberá superar las 4.500 palabras, incluidas tablas, figu-ras y referencias bibliográficas. El manuscrito deberá re-alizarse utilizando el programa Word como procesador de textos y Excel o PowerPoint cuando se trate de gráfi-cos y tablas (no se aceptarán si están en formatoimagen)

– Tipo de letra Arial11– Interlineado 1.5 dejando los márgenes laterales,

superior e inferior no inferiores a 25mm– Las páginas se enumerarán correlativamente en el

margen superiorderecho– Si se envían imágenes digitales han de ser adjuntadas

aparte y tener una resolución de 300 dpi y formato .jpg

– Las tablas, cuadros y gráficos también se enviarán en un fichero aparte del texto, cuyo número no excederá de seis en conjunto, debiendo estar numeradas y aco-tadas según su orden de aparición en el texto yconte-niendo título, leyenda o pie de foto, según proceda.Deben estar en Word o programa similar de edición de textos. Se intentarán restringir al máximo las abrevia-turas y siglas, que se definirán cuando se mencionen por primera vez

En la primera página o portada sólo se incluirán, por este orden:

– Título delartículo– Nombre de los autores y sus afiliaciones instituciona-

les (en el orden en que se desea queaparezcan)– Nombre, dirección postal, números de teléfono y fax,

y dirección electrónica del autor responsable de lacorrespondencia

– Número total de figuras ytablas

El texto, cuando se trate de un estudio de investigación, se estructuraráen:

– Resumen (máximo 150 palabras estructuradas en Objetivos, Método, Resultados y Conclusiones)

– Palabras clave (Máximo 4), según la lista del MeSH:-Medical Subject Headings del Index Medicus), o en su versión española (Descriptores en Ciencias de la Salud, DeCS), siempre que seaposible

– Introducción– Método– Resultados– Discusión– Conclusiones– Bibliografía– Agradecimientos

INFORMACIÓN PARA LOS AUTORES

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o Introducción:Debe contener antecedentes y estado actual del fenómeno de estudio (contextualización), así como ele-mentos de justificación y aplicabilidad, para terminar con la definición de los objetivos delestudio.

o Método: Se ha de especificar el diseño, la población y muestra, las variables estudiadas, el/los instrumento/s para la recogida de los datos, estrategias para garantizar la fiabil-idad y la validez de los mismos, así como el plan de análisis, concretando el tratamiento estadístico. Se especificarán, asimismo, los aspectos éticos vinculados a los diferentes diseños. Para garantizar la protección de personas, en los estudios realizados con personas, se debe mencionar que estas han dado su consentimiento informado, se ha res-petado su anonimato y confidencialidad de datos conforme a normas oficiales vigentes y de acuerdo con la Asociación Médica Mundial y la Declaración de Helsinki(http://www.wma.net/es/30publications/10policies/b3/).

o Resultados: Iniciar con una descripción de los sujetos es-tudiados y posteriormente presentar la información perti-nente a los objetivos del estudio. Las tablas, figuras, gráfi-cos, etc., han de ser claras y relevantes, estando acotadas en el texto por orden de aparición. No repetir en el texto los datos expuestosenlastablasográficosydestacaroresumir-sololasobservaciones másdestacables.

o Discusión y conclusiones: Sin repetir los datos expuestos en el apartado anterior, se tendrá que explicar el significado de los resultados, las limitaciones del estudio y las implica-ciones en futuras investigaciones, así comolaposiblegener-alizacióndeloshallazgos. También se compararánlos resulta-dos con otros trabajos similares y, a modo de conclusión, se intentará dar respuesta a los objetivos del estudio.

o Referencias bibliográficas: Los artículos deberán incluir ref-erencias bibliográficas que tendrán que aparecer a cotadas a lo largo del texto, de forma consecutiva,usando numeración arábiga, entre paréntesis, con el mismo tipo y tamaño de le-tra que la fuente utilizada para el texto. Deberán, asimismo, estar referenciadas en su apartado correspondiente (Bibli-ografía), según las Normas de Vancouver:http://www.nlm.nih.gov/bsd/uniformrequirements.htmlen inglés o en es-pañol:http://www.enfermeria21.com/wp-content/uploads/Vancouver-2012.pdf

o Fotografías, Ilustraciones y Figuras: Las fotografías podrán-serpublicadasen color y corresponderán con originales, sin procesar mediante ningún programa de tratamiento de imágenes que retoque o mejore la calidad de las mismas.

En caso de fotografías denominadas “antes y después” cor-responderán a la misma posición, lugar e intensidad lumíni-ca. En las microfotografías que muestran heridas deberán tener al margen una escala que indique el tamaño. Si se utilizan fotografías de personas, es necesario proteger la intimidad e identidad del paciente y tener la autorización para su publicación. Las figuras deben numerarse correlati-vamente según el orden de aparición en el texto (en el texto

deberán aparecer citadas entre paréntesis). Si las figuras no son originales, debe mencionarse la fuente original y pre-sentar la autorización escrita del propietario delcopyright.

o Abreviaturas y símbolos: Deben utilizarse los menos posible, adaptándose a la nomenclatura internacional. Ex-cepto en las unidades de medida, en el resto de los casos las abreviaturas deberán ir precedidas del nombre comple-to entre paréntesis la primera vez que se utilicen en eltexto.

o Agradecimientos: tendrán que aparecer en el mismo las personas que no reúnen todos los requisitos de autoría, pero que han facilitado la realización deltrabajo.

Para otros tipos de trabajos, como casos clínicos, proto-colos, programas que aborden la puesta en marcha de activi-dades, reflexiones entorno a un tema,etc., el esquema a utilizar ha de ser decidido en cada caso por los autores, procurando seguir un orden lógico que facilite la comprensión. En líneas generales el manuscrito deberá estructurarse al menos en los siguientes apartados:

– Introducción que contemple en su párrafo final el propósito/objetivo/s del trabajo

– Uno o varios epígrafes que den respuesta a dicho/spropósito/s

– Conclusiones o consideraciones finales

ENVÍO DE MANUSCRITOSLos trabajos se remitirán por correo electrónico a [email protected] Sólo se aceptarán los artículos sino han sido previamente publicados, aceptadospara publicación, o si no están siendo sometidos a evaluación en otrarevista.

La Redacción de AEEVH acusará recibo de los artículos recibi-dos. Los trabajos serán sometidos posteriormente a un proceso de revisión por pares, tras el cual sepodrán proponer modifica-ciones, debiendo los autores remitir el original corregido en un plazo de 10 días a partir de la recepción de dichoinforme.

Los artículos serán revisados y evaluados para su aceptación y quedarán en propiedad de la revista, no pudiendo ser reim-presos sin permiso de AEEVH.

Si el artículo tiene inconsistencias en la forma y/o el estilo, el editor jefe junto con los editores de la revista realizará un pro-ceso de acompañamiento en la revisión y perfeccionamiento del mismo.

En el caso de publicación de las comunicaciones premiadas o de los trabajos científicos de mayor relevancia presentados en el Congreso de la AEEVH, el artículo figurará con los autores que se reflejan en el abstract.

Si el estudio ha sido financiado total o parcialmente, debe indi-carse la fuente de financiación. En caso de no contar con finan-ciación externa se hará constar como “Financiación: ninguna”.

Los autores deben manifestar cualquier relación que tengan que pudiera dar lugar a un posible conflicto de intereses. Los trabajos que se envíen deben ir acompañados de una declaración de los posibles conflictos de cada una de las personas firmantes. De-

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lamisma manera, sino hay ningún conflicto de intereses deberá hacerse constar como “Conflicto de intereses:ninguno”.

El contenido y procedencia de los artículos, ilustraciones, tablas o fotografías es responsabilidad del autor o autores. El autor/res son responsables de obtener los permisos oportunos para reproducir, si fuere el caso, cualquier material ya publicado o su-jeto a derechos deautor.

La AEEVH no se hace responsable del material publicado, ni apoya ni garantiza productos mencionados en los artículos, quedando esta responsabilidad depositada en los autores de los trabajos.

El envío de un manuscrito a la revista implica la aceptación de las presentes normas de publicación y de la decisión final acerca de la aceptación o rechazo para su publicación. A cada autor/a se le enviará un certificado deautoría.

Tras la aceptación definitiva del manuscrito, la revista Enfermería Vascular se reserva el derecho a realizar cambios editoriales de estilo o introducir modificaciones para facilitar su claridad o com-prensión, incluyendo la modificación del título y del resumen, sin que de ello se deriven cambios en su contenido intelectual.

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ÓRGANO EJECUTIVO DE LA ASOCIACIÓN ESPAÑOLA DE ENFERMERÍA VASCULAR

La publicación digital Revista de Enfermería Vascular es un órgano de la Asociación Española de Enfermería Vascular y He-ridas (AEEVH), y constituye un instrumento de difusión del co-nocimiento y de reflexión sobre diversos aspectos relacionados con la profesión enfermera, la investigación y los cuidados que reciben los pacientes vasculares dentro del ámbito de la aten-ción primaria, hospitalaria y sociosanitaria. Al ser publicada en lengua española va destinada a profesionales de todos los paí-ses de habla hispana, aunque está especialmente centrada en la realidad española por los contenidos que aborda. La publicación Revista de Enfermería Vascular aspira a promover una cultura de investigación y a ser el medio de difusión de referencia para la divulgación de la producción científica en el ámbito de la en-fermería vascular y las heridas. Por todo ello, se propone los si-guientes objetivos:

a) Divulgar contenidos relacionados con cualquier aspecto de la investigación sobre los cuidados a personas con problemas vasculares y heridas de diversas etiologías, a nivel nacional e internacional.

b) Aportar conocimiento sobre el estado de la práctica en fermera actual.

c) Difundir artículos originales nacionales e internacionales que marquen las tendencias de la investigación en el área de la enfermería vascular.

d) Proporcionar información que sirva de base para la capa-citación y la formación continuada de las enfermeras vas-culares.

Como revista científica, publica artículos inéditos dentro de las siguientes categorías: Editorial, Originales, Originales breves, Ca-sos clínicos, Revisiones, Cartas al director, Técnicas de Enferme-ría y otras.

La revista publica dos números al año en formato exclusivamen-te electrónico, y sus artículos se someten a un riguroso proceso de revisión por pares. Dispone de ISSN, que se puede consultar en línea.

Todos los contenidos íntegros están disponibles en la Web: ht-tps://www.aeev.net/revista.php, de acceso libre y gratuito.

La revista está dirigida a un público que busque información con-trastada y actualizada sobre los cuidados a personas con pato-logía vascular y/o heridas. Este público estará conformado por profesionales de enfermería y de disciplinas afines de ciencias de la salud, así como estudiantes de pregrado y posgrado, do-centes, investigadores y gestores del campo de la enfermería y el cuidado de las heridas.

POLÍTICA DE ACCESO Esta revista es Open Access: Permite acceso libre e inmediato a todo su contenido, tanto para su lectura como para su descarga, bajo el principio de que poder consultar e intercambiar gratui-tamente los resultados de la investigación contribuye al conoci-miento global.

Todos los artículos están publicados bajo una licencia de Creati-ve Commons que define los usos autorizados: Distribución, co-pia o inclusión del artículo en una obra colectiva siempre que no exista finalidad comercial ni se modifique el artículo, y siempre

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INFORMACIÓN PARA LOS AUTORESPara la publicación de los manuscritos, Revista de Enfermería Vascular sigue las directrices generales descritas en los Requi-sitos de uniformidad para manuscritos presentados para pu-blicación en revistas biomédicas, elaboradas por el Comité In-ternacional de Editores de Revistas Biomédicas, en su versión actualizada de diciembre de 2015 (http://www.icmje.org/icm-je-recommendations.pdf) y, por tanto, los autores deberán ajus-

tarse a las instrucciones aquí expuestas.

TIPOS DE ARTÍCULOSEl Comité editorial de Revista de Enfermería Vascular conside-rará para su publicación aquellos trabajos relacionados con la especialidad, en su aplicación en cualquiera de los niveles asis-tenciales, que no hayan sido publicados total o parcialmente en otros medios y que se encuadren en cualquiera de las siguientes secciones:

1. Artículo Originales – Documento que presenta de manera de-tallada, los resultados originales de proyectos de investigación completados.

2. Artículo de revisión - Documento resultado de una investiga-ción terminada en la que se analizan, sistematizan e integran los resultados de investigaciones publicadas o no publicadas, sobre un campo en ciencia, salud o tecnología, con el fin de diseminar los avances y las tendencias de desarrollo. Presenta una cuida-dosa revisión bibliográfica de entre 20 - 50 referencias.

3. Artículo corto - Documento breve que presenta resultados originales preliminares o parciales de una investigación científi-ca, de salud o tecnológica que, por su importancia, requieren de una pronta difusión.

4. Casos clínicos - Trabajo fundamentalmente descriptivo de uno o unos pocos casos relacionados con la práctica clínica de los profesionales de enfermería, en cualquiera de sus diferentes ámbitos de actuación, o la exposición del resultado de un plan de cuidados llevado a cabo con el paciente, en cuyo caso se re-comienda la utilización de la taxonomía enfermera NANDA, NOC, NIC. La extensión debe ser breve y se centrará en desarrollar la metodología de actuación.

5. Formación Continuada - Incluye monografías sobre temas relacionados con la especialidad u otros formatos como planes de cuidados estandarizados o protocolos de actuación que estén fundamentados en la mejor evidencia científica disponible.

PRESENTACIÓN Y ESTRUCTURAEn general, la extensión máxima de los manuscritos no deberá

POLÍTICA EDITORIAL REVISTA DE ENFERMERÍA VASCULAR

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superar las 4.500 palabras (2.500 en el caso de artículos cortos o casos clínicos), incluidas tablas, figuras y referencias bibliográfi-cas. El manuscrito deberá realizarse utilizando el programa Word como procesador de textos y Excel o PowerPoint cuando se trate de gráficos y tablas (no se aceptarán si están en formato imagen)

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‒ Título del artículo‒ Nombre de los autores y sus afiliaciones institucionales

(en el orden en que se desea que aparezcan)‒ Nombre, dirección postal, números de teléfono y fax,

y dirección electrónica del autor responsable de la co-rrespondencia

‒ Número total de figuras y tablas

El texto, cuando se trate de un estudio de investigación, se es-tructurará en:

‒ Resumen (máximo 150 palabras) no estructurado (en redacción continua) de todo el artículo

‒ Palabras clave (Máximo 4), según la lista del MeSH (Medical Subject Headings del Index Medicus), o en su versión española (Descriptores en Ciencias de la Salud, DeCS), siempre que sea posible

‒ Introducción‒ Método‒ Resultados‒ Discusión‒ Conclusiones‒ Bibliografía‒ Agradecimientos

o Introducción: Debe contener antecedentes y estado actual del fenómeno de estudio (contextualización), así como ele-mentos de justificación y aplicabilidad, para terminar con la presentación de los objetivos del estudio.

o Método: Se ha de especificar el diseño, ámbito (lugar y fe-cha del estudio), la población y muestra, las variables estu-diadas, el/los instrumento/s para la recogida de los datos, estrategias para garantizar la fiabilidad y la validez de los mismos, así como el plan de análisis, concretando el progra-ma y las pruebas estadísticas empleadas. Se especificarán, asimismo, los aspectos éticos vinculados a los diferentes

diseños. Para garantizar la protección de personas, en los estudios realizados con personas, se debe mencionar que estas han dado su consentimiento informado y que se ha respetado su anonimato y la confidencialidad de datos con-forme a normas oficiales vigentes y de acuerdo con la Aso-ciación Médica Mundial y la Declaración de Helsinki (http://www.wma.net/es/30publications/10policies/b3/).

o Resultados: Se realizará una descripción de los sujetos estu-diados y posteriormente se presentará la información sobre los resultados del estudio, que deben estar relacionados con los objetivos planteados. Las tablas, figuras, gráficos, etc., han de ser claras y relevantes, estando acotadas en el texto por orden de aparición. No repetir en el texto los da-tos expuestos en las tablas o gráficos y destacar o resumir solo las observaciones más destacables.

o Discusión y conclusiones: Sin repetir los datos expuestos en el apartado anterior, se explicará el significado de los re-sultados, las limitaciones del estudio y las implicaciones en futuras investigaciones, así como la posible generalización de los hallazgos. También se compararán los resultados con otros trabajos similares y, a modo de conclusión, se intenta-rá dar respuesta a los objetivos del estudio.

o Referencias bibliográficas: Los artículos deberán incluir referencias bibliográficas que tendrán que aparecer aco-tadas a lo largo del texto, de forma consecutiva, usan-do numeración arábiga, entre paréntesis, con el mismo tipo y tamaño de letra que la fuente utilizada para el tex-to. Deberán, asimismo, estar referenciadas en su apar-tado correspondiente (Bibliografía), según las Normas de Vancouver: http://www.nlm.nih.gov/bsd/uniform_ requirements.html en inglés o en español: http://www.en-fermeria21.com/wp-content/uploads/Vancouver-2012.pdf

o Fotografías, ilustraciones y figuras: Las fotografías podrán ser publicadas en color y corresponderán con originales sin procesar mediante ningún programa de tratamiento de imágenes que retoque o mejore la calidad de las mismas. En caso de fotografías denominadas “antes y después”, corresponderán a la misma posición, lugar e intensidad lumínica. En las microfotografías que muestran heridas de-berán tener al margen una escala que indique el tamaño. Si se utilizan fotografías de personas, es necesario proteger la intimidad e identidad del paciente y tener la autorización para su publicación. Las figuras deben numerarse correlati-vamente según el orden de aparición en el texto (en el texto deberán aparecer citadas entre paréntesis). Si las figuras no son originales, debe mencionarse la fuente original y pre-sentar la autorización escrita del propietario del copyright.

o Abreviaturas y símbolos: Deben utilizarse los menos posi-ble, adaptándose a la nomenclatura internacional. Excepto en las unidades de medida, en el resto de los casos las abre-viaturas deberán ir precedidas del nombre completo entre paréntesis la primera vez que se utilicen en el texto.

o Agradecimientos: tendrán que aparecer en el mismo

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las personas que no reúnen todos los requisitos de au-toría, pero que han facilitado la realización del trabajo. Para otros tipos de trabajos, como casos clínicos, protoco-los, programas que aborden la puesta en marcha de acti-vidades, reflexiones en torno a un tema, etc., el esquema a utilizar ha de ser decidido en cada caso por los autores, procurando seguir un orden lógico que facilite la compren-sión. En líneas generales el manuscrito deberá estructurarse al menos en los siguientes apartados:

‒ Introducción que contemple en su párrafo final el propósito/objetivo/s del trabajo

‒ Uno o varios párrafos que den respuesta a dicho/s propósito/s

‒ Conclusiones o consideraciones finales

Envío de manuscritosLos trabajos se remitirán por correo electrónico a [email protected]

Sólo se aceptarán los artículos si no han sido previamente publi-cados, aceptados para publicación, o si no están siendo someti-dos a evaluación en otra revista.

La redacción acusará recibo de los artículos recibidos. Los tra-bajos serán sometidos posteriormente a un proceso de revisión por pares, tras el cual se podrán proponer modificaciones, de-biendo los autores remitir el original corregido en un plazo de 10 días a partir de la recepción de dicho informe.

Los artículos serán revisados y evaluados para su aceptación y quedarán en propiedad de la revista, no pudiendo ser reimpre-sos sin permiso de la AEEVH

En el caso de publicación de las comunicaciones premiadas o de los trabajos cientifícos de mayor relevancia presentados en los congresos de la AEEVH, el artículo figurará con los autores que se reflejan en el abstract.

Si el estudio ha sido financiado total o parcialmente, debe indi-carse la fuente de financiación. En caso de no contar con finan-ciación externa se hará constar como “Financiación: ninguna”

Los autores deben manifestar cualquier relación que tengan que pudiera dar lugar a un posible conflicto de intereses. Los trabajos que se envíen deben ir acompañados de una declaración de los posibles conflictos de cada una de las personas firmantes. De la misma manera, si no hay ningún conflicto de intereses deberá hacerse constar como “Conflicto de intereses: ninguno”.

El contenido y procedencia de los artículos, ilustraciones, tablas o fotografías es responsabilidad del autor o autores. El autor/es deben obtener los permisos oportunos para reproducir, si fuere el caso, cualquier material ya publicado o sujeto a derechos de autor.

La AEEVH no se hace responsable del contenido u opiniones ver-tidas en el material publicado, y tampoco apoya o garantiza los productos mencionados en los artículos, recayendo esta respon-sabilidad sobre los autores de los mismos.

El envío de un manuscrito a la revista implica la aceptación de las presentes normas de publicación y el acatamiento de la decisión

final acerca de la aceptación o rechazo para su publicación. A cada autor/a se le enviará un certificado de autoría.

Proceso editorialProcedimiento para la recepción y aceptación de Artículos:

1. Los autores deberán enviar su producción en soporte electró-nico, con los criterios anteriormente expuestos, a la siguiente dirección de correo: [email protected]

2. Tras la recepción del archivo, el director/a de la revista envia-rá un email al autor que certifique la recepción del artículo y lo registrará en una base de datos.

3. El comité editorial enviará el artículo a los revisores para su evaluación, estableciendo el tiempo de respuesta, que no será superior a dos semanas,

4. Mediante una carta, se comunicará al autor las decisiones del comité editorial y de los evaluadores, relacionadas con la publi-cación del artículo. De ser aceptada dicha publicación, se realiza-rá el registro pertinente en la base de datos.

5. Si el artículo tiene inconsistencias en la forma y el estilo, los miembros del comité editorial de la revista, realizarán un pro-ceso de acompañamiento en la revisión y perfeccionamiento del mismo. Los autores dispondrán del plazo de diez díasn para adaptar el artículo a las recomendaciones recibidas. Si deciden no realizar alguna de la modificaciones deberán argumentar los motivos.

6. Tras la aceptación definitiva del manuscrito, el equipo edito-rial de Revista de Enfermería Vascular se reserva el derecho a realizar cambios editoriales de estilo o introducir modificaciones para facilitar su claridad o comprensión, incluyendo la modifica-ción del título y del resumen, pero msin que de ello se deriven cambios en su contenido intelectual.

7. Los manuscritos que sean aceptados para su publicación en la revista quedarán en poder permanente de la AEEVH, y no po-drán ser reproducidos total ni parcialmente sin su permiso.

Proceso de evaluación por paresEn el proceso de evaluación de los artículos de Revista de En-fermería Vascular se efectúa un arbitraje científico mediante un sistema de revisión por pares (con decisión final por parte del director en caso de discrepancia), llevado a cabo por expertos en el contenido del trabajo objeto de valoración que desconocen la identidad de los/las autores/as. Así mismo, los /las autores/as desconocen la identidad de las personas que llevan a cabo la revisión de sus trabajos.

El tiempo máximo empleado para la revisión e información al autor de su aceptación o rechazo, será de ocho semanas a partir de su recepción.

Para el proceso de evaluación, Revista de Enfermería Vascular cuenta con la competencia y capacidad profesional de sus revi-sores, siendo el 95% de estos externos a la revista y a la AEEVH, asegurándose así la rigurosidad, confidencialidad, imparcialidad

y honestidad en el desarrollo de esta gestión.

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Estructura de la revista1. Editorial2. Cartas al editor/artículos de opinión3. Investigaciones (Artículos originales)4. Comunicaciones (Artículos cortos)5. Revisión de la literatura 6. Casos clínicos7. Documentos: Se publicarán monografías, guías y pro-

cedimientos que estén fundamentados en la mejor evi-dencia científica disponible

8. Noticias del sector / entrevistas9. Normas de publicación

Las secciones 1, 3, 6 y 9 serán permanentes, las 2, 4,5, 7 y 8 se-rán opcionales. Al menos el 40% de la revista estará destinado a contenidos científicos.

COMITÉ EDITORIALEl comité editorial es el órgano científico de dirección de la pu-blicación. Decide sobre los contenidos, presentación, normativa y normalización editorial de la revista.

Acusa recibo de los textos que se presentan para su publicación, los dictamina en primera instancia, selecciona evaluadores ex-ternos y decide en última instancia sobre la publicación.

Tiene potestad para solicitar y encargar textos para su publica-ción, los cuales no estarán exentos de ser revisados por los ex-pertos.

El comité editorial toma sus decisiones por mayoría de sus miem-bros. En caso de empate, el/la director/a tiene voto de calidad.

Sus funciones son:

‒ Establecer la política editorial de la revista y velar por su cumplimiento

‒ Orientar el proceso editorial con la finalidad de garan-tizar la máxima calidad científica y técnica, en función de los criterios establecidos por las bases de datos y sistemas de evaluación de revistas nacionales e inter-nacionales

‒ Velar por el cumplimiento de las normas éticas de pu-blicación asumidas por la revista según los estándares internacionales

‒ Aprobar las líneas estratégicas de interés para la selec-ción de contenidos, y establecer la agenda de publica-ción

‒ Atender y coordinar el proceso de evaluación de los ori-ginales recibidos

Estructura EditorialLa estructura editorial de Revista de Enfermería Vascular está conformada por un Comité Editorial al que pertenecen los si-guientes miembros:

‒ Director‒ Subdirector‒ Editores‒ Evaluadores

Dirección

En Revista de Enfermería Vascular, las figuras del director y el subdirector son el centro del proceso editorial, lo que conlleva la administración de todo un proceso en el cual están involucrados múltiples sectores: autores, lectores, evaluadores.

Son unos especialistas en la profesión que, además, poseen conocimientos acerca del campo editorial, tanto en lo procesal como en cuanto a las publicaciones. Monitorizan cada una de las fases del proceso editorial: recepción del manuscrito, revisión editorial, selección de evaluadores, proceso de arbitraje, edi-ción-publicación y difusión.

Son funciones que el director desempeña con el apoyo del sub-director:

‒ Definir y redactar (aunque es necesaria la aprobación del/la presidente/a de la AEEVH) la política científica y editorial de la revista, así como velar por su cumpli-miento

‒ Revisar y actualizar periódicamente las normas o guías para los autores y revisores

‒ Suplir las funciones de los editores cuando sea nece-sario

‒ Corregir la redacción, ortografía, sintaxis, sindéresis y gramática, de manera que las ideas estén expresadas de manera correcta, clara, precisa y coherente

‒ Resolver las consultas de los autores‒ Orientar a los/las autores/as en la preparación de su

manuscrito según lo indicado en las normas de la revis-ta con el apoyo, cuando sea necesario, de los editores asociados

‒ Realizar una revisión preliminar de todos los artículos presentados a la revista. Cuando consideren que un artículo no reúne los requisitos mínimos de calidad e interés exigibles, o que este no se ajusta a las normas editoriales, se encargarán de comunicarle a los autores la decisión de no publicación

‒ Revisar en una segunda vuelta (y posteriores cuando sea necesario) las versiones corregidas, verificando que el/la autor/a responsable haya incorporado las ob-servaciones pertinentes de los evaluadores, y de ellos mismos, a la versión original. También evaluarán la respuesta mediante la cual el autor justifique cómo se atendieron (o por qué no) las recomendaciones

‒ Contactar con redes de investigadores para conseguir artículos para la revista

‒ Promocionar los artículos ya publicados con el fin de lograr una mayor citación.

‒ Utilizar las redes sociales y otros medios para fortalecer la presencia y visibilidad de la revista en el campo de la investigación científica

Las funciones específicas del director de Revista de Enfermería Vascular son:

‒ Representar oficial y legalmente a la publicación.‒ Enviar a los autores el acuse de recibo de los trabajos

remitidos, comunicarles la decisión de aceptación o re-chazo y mantenerlos al día sobre el estado del proceso de revisión

‒ Revisar la versión final de los artículos

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‒ Decidir la aprobación o rechazo del artículo‒ Revisar la edición de los artículos, de acuerdo con el

manual de estilo de la revista‒ Dar la orden de publicación de cada número‒ Velar por la continua mejora de los contenidos y estruc-

tura de la revista‒ Servir de nexo de unión y comunicación con

los demás órganos y miembros de la AEEVH

Tanto el director como el subdirector de Revista de Enfermería Vascular serán elegidos por la Junta Directiva de la AEEVH.

El mandato de ambos cargos será de cuatro años, prorrogables a otros cuatro, a propuesta de la junta directiva. Con el fin de ase-gurar la continuidad de sus funciones, prorrogarán su mandato hasta su reemplazo.

EditoresLos editores de Revista de Enfermería Vascular serán propuestos por el director de la revista, y su elección será validada por la junta directiva de la AEEVH.

Colaboran en la revisión de los artículos de su área o disciplina, que le son remitidos por la dirección, y los envían a los evalua-dores.

Entre sus funciones principales se encuentran:

‒ Apoyar al director y subdirector en la designación de los pares revisores

‒ Realizar el seguimiento al proceso de revisión por pa-res, para asegurar la buena calidad de dicho proceso.

‒ Durante el proceso de revisión, resolver las consultas de los pares revisores

‒ Analizar los comentarios de los revisores, preparar las recomendaciones a enviar a los autores y remitirselas a los mismos

Evaluadores externosLos evaluadores son un cuerpo de asesores del comité editorial de la revista. Su rol es aconsejar al comité editorial, no decidir por él, si un manuscrito es apropiado para ser publicado o no. Son denominados comúnmente árbitros o revisores.

Se trata de profesionales clave con sólido peritaje en diversas áreas del saber científico; enseñanza, investigación o práctica profesional activa y experiencia en la publicación de trabajos científicos de calidad. Su labor es anónima y no remunerada, pero la revista publicará la relación total de evaluadores que prestan su colaboración.

Sus funciones consisten en:

‒ Leer y analizar los artículos para determinar la validez de las ideas y los resultados, su impacto potencial en el mundo de la ciencia, y evaluar la calidad científica de los trabajos. En su análisis tomarán en consideración los siguientes criterios generales:

▪ Importancia del tema estudiado;▪ Originalidad y validez del trabajo;

▪ Diseño y metodología del estudio;▪ Relevancia de la discusión;▪ Solidez de las interpretaciones y conclusiones;▪ Organización interna del manuscrito;▪ Calidad de la forma: buena sintaxis, párrafos co-

herentes, ausencia de faltas gramaticales, entre otros aspectos;

▪ Adecuación del resumen

‒ Utilizar el instrumento de evaluación diseñado para documentar los hallazgos de la revisión de los artículos bajo su consideración

‒ Elaborar un informe sobre los méritos y deficiencias del trabajo, la forma de mejorarlo, manejando los co-mentarios de modo que no resulten ofensivos para los autores

‒ Dictaminar una de estas tres opciones:1. Favorable para publicación.2. Publicable pero pendiente de revisión.3. No recomendado para publicación.

‒ Colaborar tanto con el comité editorial como con los autores

‒ En caso de no considerarse competentes para evaluar un trabajo, deberán comunicarlo al director de la publi-cación lo antes posible

Si bien los evaluadores dictaminan sobre los trabajos, la deci-sión final queda en mano del director de la publicación.

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ASOCIACIÓNESPAÑOLA DE ENFERMERÍA VASCULAR Y HERIDAS