Revista de Historia Naval Nº74. Año 2001

download Revista de Historia Naval Nº74. Año 2001

of 124

Transcript of Revista de Historia Naval Nº74. Año 2001

  • 8/13/2019 Revista de Historia Naval N74. Ao 2001

    1/124

    R VIST

    HISTORI N V L

    INSTITUTO DE HISTORIA Y CULTURA NAyALARMADA ESPAOLA

    Ao Nm

  • 8/13/2019 Revista de Historia Naval N74. Ao 2001

    2/124

    INSTITUTO DE HISTORIA Y CULTURA NAVALARMADA ESPAOLA

    REVISTADEHISTORIA NAVAL

    Ao XIX 2001 Nm. 74

  • 8/13/2019 Revista de Historia Naval N74. Ao 2001

    3/124

    REVISTA DE HISTORIA NAVALCoNsmo RECTOR:Presidente:Vicepresidentey Director:Redactor Jefe:Vocales:

    Redaccin, Difusin yDistribucin:Administracin:

    Fernando Riao Lozano, contralmirante, director del Instituto deHistoria y Cultura Naval.Rafael Estrada Gimnez, coronel de Intendencia.Jos Antonio Ocampo Aneiros, coronel de Mquinas.Jos Cervera Pery, general auditor y periodista; Hugo ODonnell yDuque de Estrada, de la Comisin Espaola de Historia Martima;Enrique Martnez Ruiz, catedrtico de Historia de la UniversidadComplutense de Madrid.Isabel Hernndez Sanz, Ana Berenguer Berenguer, Isabel SurezZaccagnini.Jos Luis Fernndez Puertas, comandante de Intendencia de la Armada; Roco Snchez de Neyra Espuch.

    DIRECCINY ADMINIsTRACIN:Instituto de Historia y Cultura Naval.Juan de Mena, 1, 1.aplanta.28071 Madrid (Espaa).Telfono: 91 3795050Fax: 913795945

    EDICINDELMINIsTERIODEDEFENSAIMPRIME:

    Servicio de Publicaciones de la Armada.Publicacin trimestral: tercer trimestre de 2001.Precio del ejemplar suelto: 650 pesetas (3,91 euros).Suscripcin anual:

    Espaa y Portugal: 2.600 pesetas (15,63 euros).Resto del mundo: 4.000 pesetas (24,04 euros).Depsito legal: M. 16.854-1983.ISSN-02l2-467-x.NIPO: 076-01-024-X.Impreso en Espaa. - Printed in Spain.CUBIERTAANTERIOR:Logotipo del Instituto de Historia y Cultura Naval.CUBIERTAPOSTERIOR:Del libro Regimiento de Navegacin, de Pedro de Medina. Sevilla, 1563.y logotipo de la Comisin Espaola de Historia Martima.

  • 8/13/2019 Revista de Historia Naval N74. Ao 2001

    4/124

    SUMARIOPgs.

    NOTA EDITORIAL. 5Conmemoracin de la batalla de Trafalgar, por Femando RiaoLozano7Trafalgar en el recuerdo, por Jos Cervera Pery13Aproximacin iconogrfica a la batalla de Trafalgar, por Femando

    Gonzlez de Canales19El sistema naval espaol en el siglo XVI las armadas del Imperio,por Esteban Mira Caballos39Estructura y organizacin de la produccin en los arsenales de laMarina espaola del siglo XVIII, por Juan Torrejn Chaves55La conquista de las Malvinas por Bouganville y su rocambolesco

    bautizo del Ecuador,por Juan B. Olaechea Labayen83El hundimiento del Konsomol, por Femando y Salvador Moreno deAlborn y de Reyna97La historia vivida: Un ilustre marino almagreo en la batalla deTrafalgar, por Manuel Martnez Cerro101Documento: Carta del almirante Jervis al almirante Mazarredo103La Historia Martima en el mundo: La batalla de Trafalgar: Sntesisbibliogrfica (II), por Jos Antonio Ocampo107Noticias Generales111Recensiones121

  • 8/13/2019 Revista de Historia Naval N74. Ao 2001

    5/124

  • 8/13/2019 Revista de Historia Naval N74. Ao 2001

    6/124

    NOTA EDITORIALComo anuncibamos en el nmero anterior, comienzan ya a incluirse ennuestra REVISTA algunas referencias y consideraciones sobre el venidero acontecimiento del segundo centenario del combate de Trafalgar.En este lapso de tiempo que ha de transcurrir hasta el ao 2005, pretendemos aportar fuentes de informacin acerca de los hechos previos y de lascircunstancias que culminaron en ese acontecimiento blico.El almirante Riao, director del Instituto de Historia y Cultura Naval,participa activamente en este nmero de la REVISTA con su Introduccin, quetitula Conmemoracin de la batalla de Trafalgar, en la que explica la gnesis del estudio propuesto en su da en la CEHISMI por el profesor Prez deTudela y al que ya hicimos referencia en el nmero anterior.Hacemos especial nfasis dentro del sumario en el artculo de Jos CerveraPery, titulado Trafalgar en el recuerdo;el interesante estudio a travs de lapintura de Femando Gonzlez de Canales y relativo tambin a Trafalgar, titulado Aproximacin iconogrfica a la batalla de Trafalgar, y un trabajo deapoyo a los estudiosos y eruditos en la historia naval, realizado por Jos Antonio Ocampo y que aporta bibliografa sobre el mismo tema.Incluye tambin este nmero los trabajos siguientes: El sistema naval

    espaol en el siglo xvi: las armadas del Imperio, por Esteban Mira Caballos;Estructura y organizacin de la produccin en los arsenales de la Marinaespaola del siglo xviii, por Juan Torrejn Chaves; La conquista de las Malvinas por Bougainville y su rocambolesco bautizo del Ecuador, por Juan B.Olaechea Labayen, y El hundimiento del Komsomol, por Fernando y SalvadorMoreno de Alborn y de Reyna.Igualmente ven la luz las secciones habituales de La historia vivida: Unilustre marino almagreo en la batalla de Trafalgar, por Manuel MartnezCerro; Documento; La Historia Martima en el mundo: La batalla de Trafalgar:sntesis bibliogrfica (II), por Jos Antonio Ocampo, Noticias generales yRecensiones.

  • 8/13/2019 Revista de Historia Naval N74. Ao 2001

    7/124

    CONMEMORACINDE LA BATALLADE TRAFALGAR 2001-2005)Introduccin

    Fernando RIAOLOZANODirector del Instituto de Historia y Cultura Naval

    Es la primera vez, desde que me hice cargo de mi actual destino, quetengo la oportunidad de dirigirme con un objetivo concreto desde estas pginas de la REVISTA DE HISTORIA NAVAL, a la querida y entusiasta asamblea desus lectores.Se trata de informarles sobre el planteamiento de un gran proyecto: laconmemoracin del 200. aniversario de la batalla de Trafalgar.En primer lugar, la gran pregunta: por qu Trafalgar? Qu razones hanllevado al Instituto de Historia y Cultura Naval a plantearse, en la primaverade 2001, abordar esta gran batalla cuyas consecuencias fueron funestas para laArmada y para Espaa?El motivo fundamental ha sido concederle a este combate naval la categora de punto de inflexin, de gozne histrico, en el que los factores negativospreexistentes, algunos slo apuntados, eclosionan bruscamente y originan unviolento giro que en breve tiempo desemboca en acontecimientos decisivos ytrgicos.El arco cronolgico en el que debe encuadrarse Trafalgar se abre en el1763, ao que, con la Paz de Pars, seala un hito en la pugna colonial entreFrancia e Inglaterra. A partir de esa fecha el poder de la talasocracia britnicase ir imponiendo, en detrimento de las aspiraciones francesas y, por la va delos Pactos de Familia, tambin de los ms vitales intereses espaoles. Dichoarco podra cerrarse en 1824, fecha de la batalla de Ayacucho, smbolo de laemancipacin casi total de la Amrica hispana.Respecto a Espaa, este convulso perodo de unos sesenta aos supusopara nuestro pas participar o asistir, con mayor o menor implicacin, en lossiguientes acontecimientos: cuatro guerras contra Inglaterra, de naturalezanetamente naval aliados con Francia, casi todas ellas con resultadosdesfavorables, si no catastrficos; el proceso de independencia de los EstadosUnidos de Amrica, con algunos aspectos favorables a nuestros intereses; laRevolucin francesa, suceso crucial en la historia del mundo y umbral, generalmente reconocido, de la Edad Contempornea; conflictos con la recinnacida Repblica francesa; dependencia suicida de los designios de Napolenderrota de Trafalgar incluida y, como consecuencia mediata, el terribleAo 2001 REVISTA DE HIsT0IUA NAVAL

  • 8/13/2019 Revista de Historia Naval N74. Ao 2001

    8/124

    FERNANDO RIAO LOZ4NOperodo de la guerra de la Independencia. Las revoluciones encadenadas denuestras enormes posesiones americanas son el colofn, por no decir el epitafio, de la calamitosa trayectoria hispana en el perodo considerado.

    El haber acotado un espacio temporal tan amplio para tratar el temacentral de Trafalgar nos da la clave, y por tanto la explicacin, de la pregunta que al principio plantebamos. La conmemoracin de la batalla naval, delos doscientos aos transcurridos desde aquel sangriento y tambin glorioso21 de octubre de 1805, tendr lugar dentro de cuatro aos y medio, en elotoo de 2005. Pero, por lo anteriormente apuntado, hemos visto que setrata de un hecho de armas singular, relacionado con toda una serie decomplejos antecedentes histricos de gran importancia, y seguido de unaconcatenacin de consecuencias asimismo trascendentales para nuestrodevenir nacional.Por tanto, se trata de una efemride que hay que abordar con la debidaamplitud de visin, mediante un estudio escalonado y coherente de todos losaspectos relacionados con ella, tanto los que la antecedieron como los que lasubsiguieron.A mediados del ao 2000, el profesor Prez de Tudela, prestigioso acadmico de la Real de la Historia y entraable valedor de las instituciones culturales de las Fuerzas Armadas, tuvo la certera iniciativa de plantear, en el senode la Comisin de Estudios de los tres Institutos de Historia y Cultura Militares, la propuesta de conmemoracin que nos ocupa. Pero no se limit a lanzarla iniciativa, sino que elabor un lcido programa de actos para desarrollarlosdurante el perodo 2001-2005.Merece la pena detenerse brevemente a comentar cules son las actividades relativas a la efemride previstas para el ao 2001 dentro del mbito de laArmada.Se iniciaron con las XXI Jornadas de Historia Martima, celebradas enMadrid deI 24 al 26 de abril de 2001, consistentes en un ciclo de conferenciasque han servido de umbral para todo el proyecto y que por ello se ha tituladoTrafalgar: marco doctrinal y cientfico.

    Dado que, cuando esta introduccin vea la luz, ya se habr publicadoprobablemente el cuaderno monogrfico correspondiente a estas Jornadas, consu transcripcin completa, no merece la pena entrar en detalles, pero sirvacomo indicio su simple enunciado: Tratadismo del arte naval Tradicin einnovacin; Avance cientfico y navegacin; Cartografa nutica, Centros ymodos de enseanza y Las Ordenanzas de la Armada. Con este temario se hatratado de profundizar en el mbito de la doctrina naval estratgica y tctica;abordar el apasionante campo de las ciencias de la navegacin, incluida lacartografa; estudiar los nuevos centros docentes y de formacin naval y, porltimo, analizar las ordenanzas por las que se rega la Armada en ese perodocrucial de la segunda mitad del siglo xviii y principios del xix que precede alenfrentamiento de Trafalgar.En consonancia con las jornadas, en el presente nmero de la REVISTA DEHISTORIA NAVAL,dedicado de forma preferente al tema de Trafalgar, adems8 REVISTADE HISTORIA NAVAL Nm. 74

  • 8/13/2019 Revista de Historia Naval N74. Ao 2001

    9/124

    CONMEMORACIN DE LA BATALLA DE TRAFALGAR (2001-2005)de la introduccin que el lector tiene ahora en sus manos, se abordan lossiguientes aspectos:

    Conmemoracin del Primer Centenario de Trafalgar en 1905. Actosinstitucionales. Publicaciones y Prensa. Trafalgar. Estudio bibliogrfico y de fuentes. (En la seccin HistoriaMartima en el mundo.)Iconografa de Trafalgar. En una serie de artculos sobre el particularque se publicarn en sucesivos nmeros. Poesa sobre Trafalgar. Como brees apndices a los artculos sobreiconografa.Estas dos iniciativas se enfocan desde un punto de vista exclusivamentenaval, pero, por supuesto, no son ms que el principio de la serie prevista deactos. El plan conmemorativo propuesto por el profesor Prez de Tudela yaceptado por la comisin presidida por el director del Centro de EstudiosSuperiores para la Defensa Nacional (CESEDEN) tiene mucha ms amplitudy profundidad y, desde luego, un carcter sistemtico.As, el ciclo de conferencias diseado para el cuatrienio lleva el ttulo indicativo de La Defensa de la Monarqua hispana (1763-1805) en la madurez dela Ilustracin.En el presente ao, las actividades de la Armada, ya descritas, sern

    complementadas por las VII Jornadas de Historia Militar, programadas para elmes de noviembre, en las que, bajo el ttulo genrico De la paz de Pars aTrafalgar, 1763-1805. Gnesis de la Espaa Contempornea, se impartir lasiguiente serie de conferencias: Los caracteres de la fase mundial (1736-1805), por el profesor Prezde Tudela; La formacin del oficial en el siglo xviii, por el profesor ODonnell yDuque de Estrada;El coronel Cadalso: un oficial patriota y crtico, por el general debrigada don Miguel Alonso Baquer; Fbulas, leyendas y tradiciones de la aeronutica hasta el siglo xix,por el coronel don Adolfo Roldn Guilln.Para el ao 2002 el ciclo de conferencias se ampara bajo el enunciadogeneral de La Organizacin, y se proponen los siguientes temas: La organizacin de la Defensa y la vicisitud poltica; Las estructuras de la organizacin naval. Desanollo portuario y de la

    construccin naval; Los navos de la Ilustracin. Tipos y funciones; Ingeniera y arquitectura militar. Fortificacin; El mercantilismo colonial y el orden internacional. Los problemasjurdicos y organizativos del trfico martimo.

    Ao 2001 REVISTA DE HISTORIA NAVAL

  • 8/13/2019 Revista de Historia Naval N74. Ao 2001

    10/124

    FERNANDO RIAO LOZANOEn el ao 2003, bajo el epgrafe de Las bases de la potencia hispana, seprevn las siguientes conferencias: Bases y posibilidades econmicas. Demografa y movilizacin (veterana y miliciana); Los reinos y provincias de Ultramar y su autodefensa. La militarizacin de la Amrica espaola; Las reformas carolinas para Amrica y sus consecuencias; El avance del espritu y postulaciones revolucionarias en su dobleescenario, Amrica y Europa; La ltima progresin de las fronteras hispanas. Mentalidad y consecuencias del cientifismo expedicionario.En el ao 2004, y ante la proximidad de la fecha conmemorativa, lapropuesta se ir centrando en los aspectos propiamente militares. El ttulogeneral sera: El acontecer blico y sus protagonistas. Lecciones y proyecciones, con el siguiente desglose temtico: Las acciones blicas en la mar; Las acciones blicas en tierra en los diversos escenarios; El militar y el marino ilustrado y la motivacin patritica; Las proyecciones sobre el arte coetneo. Iconografa, medallstica,etctera; La literatura coetnea y posterior. La estela artstica; El honor de las armas como nervio espiritual e ideolgico.El ao 2005 lo protagoniza lgicamente Trafalgar, y el ciclo propuestotrata todos sus aspectos principales: la trayectoria napolenica y el acontecerde Occidente, los navos, el armamento y las dotaciones, el combate, losprotagonistas, las consecuencias, estelas artsticas y literarias de Trafalgar.Como se ve, el ciclo de conferencias planificado proporcionar una pers

    pectiva amplsima y esclarecedora sobre el perodo histrico considerado y sumotivo central, y por ello me ha parecido importante adelantar esta informacin, aunque sea de forma esquemtica y superficial.No obstante, las conferencias, a pesar de su importancia, constituyen unelemento ms dentro de la variada gama de iniciativas culturales que permitendotar a una conmemoracin dada de la mxima difusin, el enfoque ms riguroso y la dignidad histrica que se merece.Por ello, es intencin de la Comisin Espaola de Historia Militar(CEHISMI) solicitar del ministro de Defensa el patrocinio y los apoyos necesarios para llevar adelante este proyecto en toda su magnitud.De forma muy general, habr que propiciar la publicacin de estudiosmonogrficos, impulsar la recopilacin de documentos, hacer reedicionesfacsimilares de obras importantes, dirigir la poltica de adquisicin de fondosde museos e institutos a este fin y, por ltimo, organizar una exposicin dignade tal evento.10 REVISTADE HISTORIANAVAL Nm. 74

  • 8/13/2019 Revista de Historia Naval N74. Ao 2001

    11/124

    CONMEMORACIN DE JA BATALLA DE TRAFALGAR (2001-2005)Concretando algo ms, y desde el punto de vista de nuestro Instituto,considero del mayor inters dar prioridad a la publicacin de las fuentesdocumentales. Esta sera la principal contribucin que podramos ofrecer

    para arrojar nueva luz sobre aspectos de aquella campaa que an permanecen oscuros o que han sufrido deformaciones con el paso del tiempo. Ademstendra efectos trascendentes en la futura produccin bibliogrfica del mundofrancs y, sobre todo, del anglosajn, y sera muy bien recibida en generalpor los investigadores extranjeros, dada la pobreza y antigedad de las fuentes espaolas.En definitiva, debe redactarse y publicarse el corpus documental de lacampaa de Trafalgar en los archivos espaoles. Estara estructurado de lasiguiente manera: una introduccin rigurosamente objetiva, sin juicios devalor, sobre toda la documentacin incluida en el corpus; a continuacin, unatranscripcin de los fondos documentales recopilados tras una investigacinexhaustiva en archivos institucionales oficiales y particulares; por ltimo, lacompilacin se completara cpn unos ndices onomstico, geogrfico y debuques. Ello requiere la formacin de un equipo con dedicacin preferente ysu edicin en espaol, ingls y francs.La segunda gran publicacin ineludible sera la titulada Los navos espaoles en Trafalgar Constara de una introduccin muy completa en la que serecogeran todos los aspectos tcnicos, tcticos y estadsticos de las fuerzasnavales presentes en el combate y el anlisis comparativo de stas. Se aadiraun extenso apndice con las caractersticas, dotaciones e historiales de los15 navos espaoles que intervinieron en la accin, as como las hojas deservicio de los generales y comandantes de las unidades presentes. Se incluiratambin la iconografa existente en Espaa y unos ndices onomstico,geogrfico y de buques. La importancia del proyecto exigira tambin unaedicin trilinge, en espaol, ingls y francs.He querido extenderme un poco en el plan de ambas publicaciones porqueentiendo que, en definitiva, sern el fruto ms perdurable e influyente de todoel conjunto de actos conmemorativos. Siendo conscientes de esta importancia,habra que dotar del necesario apoyo econmico a los dos proyectos sobretodo al primero, pues se trata de iniciativas inabordables para los presupuestos ordinarios del Instituto y del Museo.En otro orden de cosas, se pretende emprender la reedicin facsimilar delas dos obras siguientes:

    El combate de Trafalgar, de Manuel Marliani, publicada en 1850 envindicacin de los errores vertidos por el francs Adolphe Thiers en suHistoria del Consulado y del Imperio. Aunque ha quedado anticuada, setrata de una obra estimable. El combate de Trafalgar, de Pelayo Alcal Galiano, publicado en laRevista General de Marina a partir de 1908 y luego en dos volmenesen 1908 y 1930. Es lo mejor escrito en espaol sobre este acontecimiento.

    Ao 2001 REVISTADEHISTORIANAVAL

  • 8/13/2019 Revista de Historia Naval N74. Ao 2001

    12/124

    FERNANDO RIAO LOZANOOtro tema sugestivo podra ser el anlisis y glosa de las memorias deGodoy. La obra consta de cuatro tomos y fue publicada en Pars en 1837, esdecir, poco tiempo despus del fallecimiento del autor. Se tradujo al francsdirectamente del manuscrito original, y en el ltimo tomo trata con bastantedetenimiento de la situacin poltica, diplomtica, financiera, cientfica ycultural de Espaa en los aos inmediatamente anteriores a Trafalgar. Describe a continuacin las vicisitudes previas a la batalla de la campaa martimade la flota combinada, para pasar a analizar el combate en s y sus consecuencias. Todo ello impregnado, naturalmente, de un fuerte subjetivismo exculpatorio. No obstante lo anterior y el papel nocivo desempeado por este nefastopersonaje en esos conflictivos aos, no se le puede negar que actu comoprincipal protagonista y responsable y, por tanto, pudiera resultar de inters

    histrico el anlisis de sus memorias.Termino esta Introduccin con un breve comentario sobre la pertinencia uoportunidad de conmemorar hechos histricos manifiestamente perjudicialespara Espaa.Esta reflexin es an ms necesaria, en la estela viva de las grandes celebraciones recientes de los reinados de Carlos Y y Felipe II, de las que todosnos hemos sentido legtimamente orgullosos, que, unidas a las no muy alejadas del Descubrimiento, configuran una sntesis de acaecimientos gloriososque representan el apogeo histrico de Espaa. Por ello, resulta en principiodoloroso este cambio brusco en el ejercicio del recuerdo que nos obliga arememorar perodos menos halageos de nuestro pasado. Pero el compromiso es ineludible. Lo exige la imparcialidad y coherencia que siempre debenpresidir los estudios histricos.Sentado esto, quiero terminar transcribiendo unas acertadsimas palabrasdel profesor Prez de Tudela que justifican y aclaran todo lo antedicho:

    Por fortuna cabe hacerlo sin dificultades mayores, con servicio a la vez ala objetividad cientfica y a la dignidad pretrita de Espaa, en la medida enque la trayectoria de 1763 a 1824 hay que verla en absoluta dependencia de lagigantesca y convulsiva marejada que vivi por esas fechas el mundo entero.No para efectuar as una transferencia de culpas que no tiene sentido para elhistoriador comprensivo, sino por exigencias del compromiso explicativo. Ycon tanta mayor razn cuanto ms pretendamos acercarnos como debemoshacerlo a procurar explicaciones de sntesis fidedignas y destinadas alentendimiento general.

    Como director del Instituto de Historia y Cultura Naval, confo plenamenteen que esta iniciativa sea as entendida y reciba el amistoso apoyo de todosnuestros lectores mediante colaboraciones y sugerencias, a fin de llevar a buenpuerto el ambicioso proyecto emprendido.

    12 REVISTADE HISTORIANAVAL Nm. 74

  • 8/13/2019 Revista de Historia Naval N74. Ao 2001

    13/124

    TRAFALGAR EN EL RECUERDO(Conmemoracin del primer centenario)

    Jos CERVERA PERYCorrespondiente de la Real Academia de la Historia

    In memriamHan transcurrido cien aos desde que Espaa vio hundirse en Trafalgar su

    podero martimo. Los hroes de la Armada espaola con sus gloriosos hechosperduran en las memorias de las generaciones, y en medio del dolor queproduce el recuerdo de aquel desastre, sirve de consuelo ver que no han sidoolvidadas sus hazaas y sus sacrificios.Con estas frases ciertamente retricas, a tono con la poca, pero no menoscarentes de autenticidad, abra la revista Vida Martima su artculo Trafalgar 1805-1905, correspondiente al mes de noviembre de ese ltimo ao, ypasaba despus a un breve anlisis de cmo se haba conmemorado el centenario en los distintos foros institucionales, y qu reaccin haba suscitadodicha conmemoracin en los numerosos medios de opinin, tanto periodsticos como profesionales, de aquellas fechas, por lo que basndose en ello seredacta este artculo, cuando los actos conmemorativos del segundo centenario de la batalla estn ya en trance de iniciarse.De la conmemoracin en los distintos estamentos navales se sabe que elda 21 de octubre se celebr una misa en el Panten de Marinos Ilustres deSan Femando, en sufragio de quienes sucumbieron en la batalla. Al trminode la ceremonia, oficiantes, clero castrense y coro de la capilla, seguidos delas comisiones de todos los Cuerpos de la Armada, presididas por el comandante general del arsenal de La Carraca, se trasladaron al mausoleo quecontiene los restos del heroico marino Gravina, y all se rez un responso.El mismo da la ciudad de San Fernando, por conducto de su alcalde, enviun telegrama al almirante de la Armada en el que se expresaba que identificada con la Marina de guerra se asocia a ella para conmemorar la gloriosa derrota de Trafalgar, en donde el vencido prob su herosmo y amor a la patria,telegrama que fue contestado, en nombre de la Armada, por el almiranteBernger con otro, uniendo sus votos a los de la heroica ciudad de SanFemando en conmemoracin del combate de Trafalgar, donde la Marinasupo sacrificar sus vidas con gloria en holocausto de la patria.

    De la conmemoracin en los restantes departamentos navales Ferrol yCartagena hay pocas noticias, pero s de la misa celebrada en Motrico,ciudad natal de Churruca, en sufragio del hroe y de cuantos con l perecieronen el desafortunado combate, pronunciando una exaltada homila un capellnsuperviviente a la gesta.Ao 2001 REVISTADE HISTORIANAvAL

  • 8/13/2019 Revista de Historia Naval N74. Ao 2001

    14/124

    JosCERVERA PERYEl recuerdoen la prensa

    La prensa espaola, en general, tribut un carioso recuerdo fnebre a laMarina de guerra espaola al cumplirse el primer centenario de Trafalgar. ElDiario de la Marina dedic el 21 de octubre su primera pgina a la conmemoracin del combate naval, publicando trabajos alusivos con las firmas dePalinuro y Adamar, pseudnimos de dos prestigiosos jefes de la Armada.Por su parte, el Diario de Cdiz public el mismo da, con el ttulo deTrafa1gar , un artculo pstumo del capitn de navo don Pedro Guarro,que terminaba con unas expresivas palabras: Lo primero que debe pensarseantes que en recriminaciones es que cada uno tiene su misin en el mundo, ypocas tan honrosas y llenas de exposicin como las de quienes trabajan porlos intereses y el porvenir de la patria luchando en paz o en guerra por eldominio del mar. Hace ya todo un siglo.., y nada hemos aprendido .Ejrcito y Armada, en un enjundioso artculo de Paqun, lamenta quenuestra generacin apenas haya sacado de la escuela un confuso conocimientode lo que significa Trafalagar en nuestra historia, sin que haya llegado a encarnar en la conciencia del pueblo ni la grandeza ni la verdadera enseanza quede ese episodio se desprende, y subraya: Un centenario de Trafalgar nopodra celebrarse con festejos sino con la confesin plena de nuestras gravesculpas y el rezo fervoroso por los sacrificados.L Correspondencia Militar y otras publicaciones castrenses incluso lasde ms exacerbado terricolismo tambin dedicaron al centenario trabajosllenos de consideracin y respeto a los marinos que sucumbieron en Trafalgar.El ilustre periodista Mariano de Cavia cuyo nombre prestigia hoy unimportante premio escribi en El Imparcial una patritica exhortacin, a finde que los organismos oficiales y las corporaciones obligadas a ello no dejaran transcurrir el 21 de octubre sin dedicar un solemne recuerdo de piedad yadmiracin a los esforzados e infortunados espaoles que sucumbieron frentea las costas de Tarifa en tal da como aqul cien aos atrs; y, en la vspera decumplirse el centenario, el eximio periodista escriba estas sentidas palabrasen las columnas del popular diario:Los peridicos, cada cual a su manera, dedicarn maana sendos artculosa la luctuosa efernnde; tal vez en algn Centro se celebre una pequea veladaconmemorativa; quiz en el Panten de Marinos Ilustres se diga alguna misarezada; y paren ustedes de contar. Ni el corazn ni el pensamiento dan params. Con eso habrn de contentarse las gloriosas sombras de Gravina,Churruca, Alcal Galiano, Alava y Alsedo, mientras que la Gran Bretaa celebra con sin par fastuosidad y pblico entusiasmo la victoria de Trafalgar y lamemoria de Nelson. Tristes vaticinios As ha ocurrido.

    El Heraldo de Madrid concedi tambin atencin preferente al centenariode Trafalgar, dedicando gran parte de su nmero correspondiente al 21 deoctubre a conmemorar aquel combate; y, adems de una serie de artculosalusivos y de tono patritico, public vietas, alegoras, retratos y reproduc14 REVISTADEHIsToluA NAVAL Nm. 74

  • 8/13/2019 Revista de Historia Naval N74. Ao 2001

    15/124

    TRAFALGAR EN EL RECUERDOciones de cuadros de Sans y Ruiz de Luna, as como modelos de los navosque tomaron parte en la batalla. Y en das anteriores, con motivo de los preparativos que se hacan en Inglaterra para la glorificacin de Nelson en el primercentenario de su muerte, se expresaba de este modo en un editorial:

    Acordaos de Trafalgar (...). De grandes enseanzas, no ya por el contrastre doloroso que resulta entre la manera como en la Gran Bretaa se enaltecela memoria de su victorioso almirante, y el olvido en que Espaa tiene a susdos grandes capitanes de mar, Gravina y Churruca, sino porque siendo para laprimera el centenario de Trafalgar una fiesta de gloria para la segunda debeserlo de dolor y de arrepentimiento (...). Si no hubieramos olvidado durante unsiglo el nombre de Trafalgar, no tendramos que acordarnos ahora de Santiagode Cuba y de Cavite, nombres tristes que tambin parece que estamos todosempeados en dar al olvido....

    El editorialista termina diciendo: dganse misas en toda la nacin;pnganse las banderas a media asta, contraste nuestro dolor con el jbilo a queInglaterra se prepara, y si fuera posible solemncese este centenario poniendoen los muelles de los puertos, en el saln de conferencias del Congreso y delSenado y en las puertas de los ministerios este rtulo: Espaoles: Acordaosde Trafalgar.El Diario Universal dedica tambin un emotivo recuerdo a Trafalgar,dolindose de que, mientras que en Londres se han preparado festejos durantetres das en conmemoracin de su victoria, aqu los hroes, de Trafalgar setendrn que contentar con los recuerdos que los peridicos y revistas les dediquen y que se olvidarn al da siguiente de ledas, para pensar en recibir y veral jefe de la nacin, cuyos navos perecieron tambin luchando contra laescuadra de Nelson.La Epoca consagr un nmero especial al centenario, con ilustraciones a lreferidas, artculos del publicista Juan Prez de Guzmn y otras conocidasfirmas, retratos de los hroes del combate y reproducciones fotogrficas debarcos, modelos y episodios de aquel combate memorable. Por su parte, ElUniverso dedic su primera plana a la efemride, con expresin de un axiomairrebatible: ... fuimos a la lucha en cumplimiento de un deber, aunqueconvencidos de la catstrofe (frase que desgraciadamente se repetir casicien aos ms tarde).La Ilustracin Espaola y Americana, la famossima revista de Abelardode Carlos, con un elevado censo de lectores, dedic los cuatro nmeros delao -(los 36, 37, 38 y 39) a la glosa y recuerdo del combate, con un importanteestudio de Juan Prez de Guzmn, Gravina y su muerte, ms otro excelentetrabajo de Larrubiera titulado Trafalgar. El trimestrario incluy tambinmuchos y buenos grabados de poca con los retratos de Gravina, Alcal Galiano, Churruca, Alsedo, Alava y Valds. Asimismo, reprodujo el cuadro de SansLos nufragos de Trafalgar unas acuarelas de Monlen referentes tambin alsuceso y otro cuadro de Cortellini, ms una serie de fotografas de objetos yprendas pertenecientes a Gravina, Uriarte y Borja.Ao 2001 REVISTADE HIsT01uA NAvAL

  • 8/13/2019 Revista de Historia Naval N74. Ao 2001

    16/124

    JOS CERVERAPERYEntre lo que puede considerarse como mejor, y ms completo, de lo publicado en Espaa, Francia e Inglaterra en conmemoracin del centenario, figurael trabajo de la revista Por esos Mundos, que relata exactamente el combate

    naval y contiene retratos de los almirantes, jefes y buques combatientes.Tambin los nmeros conmemorativos de Nuevo Mundo y ABC casi acabado de nacer de la mano de don Torcuato Luca de Tena, y que a lo largo deltiempo se consolidara como una de las ms importantes publicaciones espaolas dejaron la impronta de su huella conmemorativa con sobriedad ybuen estilo.Los peridicos del litoral

    No slo los principales rotativos madrileos se ocuparon del tema, sinoque tambin la prensa del litoral sum sus pginas al homenaje del centenario.La Tribuna, de Barcelona, lamentando que en Trafalgar se acabara el podermartimo espaol, escribe: Vayamos con tiento en los sueos: El Trafalgarmartimo fue un desastre al que an sobrevive la nacin; el Trafalgar econmico podra ser la muerte.El Diario de Cdiz, adems del artculo ya citado del capitn de navoGuarro, publicaba un sentido artculo de Carlos Casanueva, cronista de laprovincia, lleno de citas y antecedentes curiosos; el Diario de San Fernandoofreca toda una primera plana en honor y gloria de los hroes, con poemasen su interior a Gravina y Churruca. Tampoco dejaron de ocuparse de laefemride el Diario Ferrolano, El Correo Gallego de Ferrol, Cantbrico deSantander, La Voz de Guipzcoa de San Sebastin, Mercantil Valenciano,Mediterrneo de Cartagena..., todos unidos a la conmemoracin por el nexocomn de la evocacin y el sentimiento.Otros muchos folletos, opsculos y hasta hojas parroquiales, que seraprolijo enumerar, salieron a la luz dedicando pginas conmemorativas deaquel combate que tanto influy en el porvenir de Espaa.Dos revistas marineras

    Hemos dejado para el final de esta revisin de urgencia dos publicacioneseminentemente marineras: la Revista General de Marina, de tan dilatadapermanencia, y Vida Martima, que en su primera poca constituy un esplndido exponente del periodismo naval. La primera de ellas, en su nmero denoviembre de 1905, public un extenso artculo de Pelayo Alcal Galiano titulado El combate de Trafalgar, que concluy al mes siguiente, y que fue labase del excelente libro que con el mismo ttulo fue lanzado al mercado editorial poco tiempo despus. Pero el tema de Trafalgar ha estado presente enotras colaboraciones -estiidioso conclusiones de la veterana publicacin,y posiblemente se har tambin cumplido eco en la conmemoracin delsegundo centenario.16 REVISTADE HISTORIANAVAL Nm. 74

  • 8/13/2019 Revista de Historia Naval N74. Ao 2001

    17/124

    TRAFALGAR EN EL RECUERDOEn cuanto a VidaMartima, en su nmero de noviembre de 1905, realiz laapretada sntesis que ha sido nuestro referente, ensalzando igualmente todoslos recuerdos pblicos del combate de Trafalgar en su centenario y agregando

    a ellos con veneracin (as lo escriben) su homenaje a los heroicos marinosque lucharon a las rdenes de Gravina. Recuerda a todos los espaoles que, alhundirse en Trafalgar la Armada nacional del siglo XIX como en Santiago yCavite la del siglo xx (apreciacin algo aventurada), perdi con ellos dosveces la nacin integridad, prestigio y riqueza; y que slo con armadas navales dignas de tal nombre podr mantener y fomentar los escasos restos de suherencia histrica y vivir vida prspera, sirviendo las lecciones del pasado deprovechosa enseanza para el porvenir. Y esto, escrito en 1905 con atisbospremonitorios, no deja de tener su mrito.Un centenario para la reflexin

    Si el primer centenario conmemorativo de la batalla de Trafalgar transcurri dentro de un marco de sobria discrecin, todava la efemride puededespertar un amargo sabor en el recuerdo pues, a pesar de todo cuanto se hadicho y se ha escrito sobre aquella desdichada fecha, en el amplio horizontede la historia quedan siempre caminos para nuevas singladuras. Para losespaoles del milenio, Trafalgar debe significar algo ms que un desastrenaval donde Espaa, por circunstancias ajenas, tuvo que pagar los vidriosrotos de una mala poltica exterior, porque, si en el aspecto material seperdi una batalla predestinada por los errores y vacilaciones de un marinofrancs, sus aspectos morales con la talla de los hombres que la mantuvieron, savia renovada de la Marina ilustrada superaron las cimas de la lealtad y el herosmo.La batalla de Trafalgar escriba un historiador de la poca fue lainmolacin de nuestras fuerzas navales a la poltica de una potencia extranjeracontraria a los intereses nacionales. Porque la realidad es que Trafalgar noslleg de rechazo, empujado por los vaivenes de una poltica desarcertada y atono con una alianza que no favoreca en absoluto los intereses espaoles. Yas, Espaa, caprichosamente convertida de enemiga en aliada de Francia,sufri la servidumbre del Prncipe de la Paz en sus ambiciones personales ysoport la enemistad anglo-francesa que la arrastraron inevitablemente a laguerra. La historia es harto conocida. Los ingleses atacan los barcos espaolesdondequiera que los encuentren. Napolen se impacienta y plantea con urgencia su guerra martima, y el resultado de todo ello es el enfrentamiento, cuando las dos escuadras, la francoespaola y la inglesa, entran en orden de batallaen el cabo de Trafalgar, muy cerca de la Tarifa de Guzmn el Bueno.

    Pudo haberse ganado Trafalgar? La contemplacin objetiva del suceso,pasados casi dos siglos, podra descubrirnos errores de estrategia, fallos detctica o deficiencias de logstica, por utilizar el lenguaje de la problemticanaval de nuestros das. En un piano ms sencillo, posiblemente, si hubiese sidoAo 2001 REVISTA DE HISTORIA NAVAL

  • 8/13/2019 Revista de Historia Naval N74. Ao 2001

    18/124

    JOS CERVERA PERYGravina y no Villeneuve el almirante de la escuadra combinada, el resultadohabra sido distinto. El plan de Nelson atacando en columnas paralelas apoyadas por otra volante para cortar la retaguardia espaola era una maniobra habilsima, digna de un gran marino, que no intuy Villeneuve, pero que otro granmarino, Gravina, capt perfectamente. Por ello pidi por el telgrafo de sealesautorizacin para maniobrar con independencia. No se le concedi y la tcticaequivocada del francs llev a la derrota de la escuadra combinada, aunquealgo se compensara con las bajas inglesas, la prdida de sus buques y, sobretodo, la muerte en la accin del almirante Nelson, su mejor marino.La victoria inglesa de Trafalgar es, sobre el plano martimo, una victoriadecisiva porque Inglaterra, liberada as de toda amenaza de invasin, controlacon sus escuadras todas las rutas del comercio mundial y se puede permitir ellujo de bloquear todos los puertos y comunicaciones. Napolen, sin embargo,con falta de mentalidad naval, trat de quitarle importancia: La tempestadnos ha hecho perder algunos buques despus de un combate imprudentementecomprometido dir al Cuerpo Legislativo en marzo de 1806. Naturalmentelos xitos de Ulm y Austerlitz le parecen ms importantes.Cada nuevo aniversario de Trafalgar, para cuyo bicentenario quedan pocosaos, debe servir de reflexin y considerar la importancia de contar con unabuena poltica naval, acorde a los tiempos que se viven en plena integracineuropea, serenamente orientada y dirigida, sin sensacionalismos ni falsaselucubraciones, y sin ataduras a intereses ajenos contraproducentes. La creacin de una conciencia nacional estratgica es imprescindible en los daspresentes, pero de ella debe surgir una responsabilidad colectiva de maneneral da la mentalidad naval. -Se pregunta el almirante Alvarez Arenas uno de los ms ilustres tratadistasdel pensamiento naval contemporneo, en su fabuloso libro El espaol anteel mar, si se ha hecho alguna vez en Espaa verdadera polftica naval con sinceridad y conciencia, y resume la respuesta en una frase de justa apreciacin: Undeseo siempre frustrado de querer volver a ser. No puede caber un juicio msacertado en tan pocas palabras. El querer volver a ser ser siempre una constante histrica que refleja el espritu del siglo xix. No se vive exclusivamentedel recuerdo, pero habr de recordarse necesariamente cuanto se viva. Si tras labatalla de Trafalgar parece que Espaa ha dejado de influir en el mar, el mar, sinembargo, seguir influyendo en la vida y en la historia de Espaa. Quiz cuestetrabajo encontrar una explicacin racional y no sea cosa fcil, pero ya se sabeque la Historia se resiste a entregar sus secretos y a presentarlos de forma claray convincente. De aqu que tengamos para los prximos aos, todo un bicentenario para el recuerdo, pero tambin para la reflexin.

    18 REVISTADE HIsToiuA NAVAL Nm. 74

  • 8/13/2019 Revista de Historia Naval N74. Ao 2001

    19/124

    APROXIMACIN ICONOGRFICAA LA BATALLADE TRAFALGARFemando GONZLEZ DE CANALESCapitn de navo

    IntroduccinLas dos batallas navales ms importantes de la Marina espaola, Lepanto yTrafalgar, zenit y nadir de su historia, ocupan el lugar ms sobresaliente en lasrepresentaciones iconogrficas espaolas; si bien la primera dio lugar, hasta

    mediados del siglo XVIII, a numerosas realizaciones que se pueden contemplaren los lugares ms inslitos de la geografa espaola, las recreaciones de lasegunda, sensiblemente menores en cantidad, no se exhiben ms que encentros muy ligados a la Armada y su ejecucin se ubica cronolgicamente enel siglo xix, a partir de su segunda mitad.Al estimar que la iconografa estara imcompleta si slo abarcara elcombate en s, se ha extendido a los retratos de los hombres y navos y, porltimo, a las alegoras relativas al combate. En esta primera aproximacin alas obras existentes, se ha dado preferencia a las pictricas, aunque sin desdear el estudio de los grabados, litografas y estampas, si bien en este punto elesfuerzo ha sido menor. En general, en el anlisis de las obras se han omitidolas consideraciones histricas y artsticas, y slo se ha procedido a incorporaruna pequea descripcin que permita al lector conocer el alcance de la representacin. Por ltimo, en lo referente a los retratos de los buques, se hanincorporado los modelos de navos de la poca que obran en poder del MuseoNaval de Madrid, por entender que su conocimiento puede ser de utilidad parael estudioso del tema.

    De las batallas y combates navales y su representacin pictricaEn un sentido amplio, batalla naval es un choque sangriento entre dosescuadras o armadas, y combate es el encuentro entre dos o tres buques. En larepresentacin de las batallas se aprecian las formaciones tcticas comosepuede observar en distintas versiones de Lepanto y Trafalgar. En la representacin de los combates se recoge la encarnizada lucha entre los contendientes. No obstante, a lo largo de la Historia no es fcil de encontrar unadiferencia tan ntida, ya que los historiadores han designado batalla o combateen cada momento como as les ha convenido para relatar el hecho. As que, sinentrar en otro tipo de consideracin, se han mantenido los ttulos que los autores dieron a sus obras.Hasta el siglo xvi no se encuentran verdaderas representaciones de batallasnavales en las que se puedan apreciar las formaciones tcticas; las composiAo 2001 REVISTADE HISTORIA NAVAL

  • 8/13/2019 Revista de Historia Naval N74. Ao 2001

    20/124

    FERNANDO GONZLEZ DE CANALESciones giran en torno a los buques combatientes, que transportan a loshombres provistos de arma y pertrechos para el combate. Es a partir delsiglo XVII cuando en las batallas navales, unas veces se recoge el caoneo adistancia y las formaciones tcticas, y otras, el combate entre dos unidades osu mutuo abordaje final. En algunos casos se refleja el instante del hundimiento de un buque, en cuyo caso cobra gran importancia compositiva el combateentre las embarcaciones menores y entre los nufragos, como se puede observar en el cuadro de Juan de la Corte (1597-1660) Combate naval entre espaoles y turcos en el siglo xvii (1).Tanto en la batalla como en el combate naval, los protagonistasson las escuadras, las flotas y los buques. hiicialmente su representacin era la transposicindel combate terrestre a la mar, donde los protagonistas eran los hombres quecombatan, pasando a un segundoplano los buques, que slo servan como plataforma en que asentaban sus pies los combatientes,y el mar no era sino la prolongacin de la lucha que se desarrollaba a bordo. La batalla naval manierista, quegira alrededordel tema de Lepanto,va a definir el arquetipo de esa representacin.En ella se conjugan la accin y el fin de la representacin.A finales del siglo XVII los tratadistas establecan los siguientes fines en lasrepresentaciones pictricas: narrativo; laudatorio, para ensalzar un linaje opersonaje; religioso; ejemplar, para entusiasmar a los hombres en nuevasgestas, mostrar las consecuencias de la guerra y meditar sobre ellas, y esttico (2). Palomino deca que el fin de la pintura era delinear historias; proponer ejemplos; expresar virtudes; imitar pases; formar retratros; para estmulode la virtud; incentivo de la devocin; recreo del nimo; adorno de palacios ycasas de prncipes, y ejemplo a la imitacin de los hroes ilustres; prncipesesclarecidos, inmortalizados en la muda respiracin de un tabla (3).

    (1) leosobre lienzo de 149 x 245,5 cm. Museo Naval de Madrid. GONZLEZ DE CANALES, Fernando: (atlogo de Pintura del Museo Naval, tomo IV, Ministerio de Defensa, Madrid,2001, n. 2.3. En l se recoge la accin de dos galeras turcas que intentan abordar un galenespaol. Abundan en l los detalles para que el observador pueda tener una cabal representacin visual de las incidencias de un combate entre naves de la poca.(2) Narrativo: al representar los sitios, las regiones, las provincias, los reinos y todo elmundo, y poner ante los ojos todas las cosas que deseamos ver (PACHECO,Francisco: Arte de laPintura, Instituto Valencia de Don Juan, Madrid, 1956, p. 204) y tambin lo es la Milicia, en laartificiosa variedad de las batallas, asedios, marchas, acampamentos, fortificaciones, ataques,bloqueos y otros actos de guerra que frecuentemente expresa PALOMINODE CASTRO Y VELASCO,Antonio Asciclo:El Museo Pictrico y Escala Optica.Editorial Aguilar. Madrid, 1947, p. 198).Laudatorio: la pintura es prvida, mediante la imitacin, para la perpetuidad del individuo, vivificando los hroes, ya difuntos, y eternizando su fama en la inmortal delineacin desus imgenes PALoMINo: Op. cit., p. 223).Religioso: como acto supremo de virtud, mirando la eterna gloria; y procurando apartarlos hombres de los vicios los induce al verdadero culto de Dios Nuestro Seor PACHECO:Op. cit., p. 214).Ejemplar: libros de las vidas heroicas (...) ejemplar de las vidas presentes y pronsticos deglorias venideras (PALOMINO:Op.cit., p. 227).Mostrar las consecuencias de la guerra: Aquel funesto espectculo, un laberinto de horrores y una Babel formidable de lamentos PALoMINo: Op. cit., p. 217).Esttico: que nace por la imitacin de la hermosura y variedad de los colores que se refleja, por ejemplo, en las armas PACHECO:Op. cit., p. 205).(3) PALoMINo: Op. cit., p. 132.20 REVISTADE HISTORIA NAVAL Nm. 74

  • 8/13/2019 Revista de Historia Naval N74. Ao 2001

    21/124

    APROXIMACIN ICONOGRFICA A LA BATALLA DE TRAFALGAREn el mismo siglo, los tratadistas ya dan una serie de indicaciones de cmose ha de pintar un cuadro blico. As, se indica el lugar que debe ocupar elhroe: el de mayor luz y ocupando el punto de atencin del cuadro; se reco

    mienda el uso de maniqu de tamao natural para que le caiga bien el traje ylas armas; que los paos tremolantes muestren violencia y ligereza en laaccin, que los rostros muestren al hombre valiente, al cobarde, al animoso,etctera. Palomino da unas recomendaciones a este fin y Leonardo seala queen las batallas han de aparecer innumerables torsiones y flexiones de los quetoman parte en esa lucha (4) y otros, como Francisco de Pacheco, JusepeMartnez y Vicente Carducho tratan el tema con gran profusin (5). La obraannima del siglo XVII La revelacin a San Po V de la victoria de la SantaLiga en Lepanto es un bello ejemplo de cuanto venimos diciendo (6).Con la aportacin de la escuela holandesa, los buques y la mar, que hastaeste momento no haban tenido papel importante, se transforman en los protagonistas de los cuadros. El mar, agitado o calmo, se cubre de velas y mstilesde buques que combaten disparando sus caones, cuyos humos y fuegos seelevan al cielo oscurecindolo, para all mezciarse con nubes de cromatismosgrises y marrones que se confunden con una mar realista. Los buques, lamaniobra, los hombres y cualquier otro elemento de la accin se dibujan conprecisin miniaturista y real, de tal manera que el espectador pueda contemplarla representacin como si hubiera tomado parte en ella. La batalla de Gibraltarentre espaoles y holandeses de 25 de abril de 1607, recogida en tres cuadrosde Cornelis Claes van Wieringen (1580-1633), y especialmente el tituladoExplosin del buque insignia espaol en la batalla de Gibraltar, son un ejemplo claro (7). A partir de este momento, la representacin de las batallas ycombates navales va a seguir los derroteros de la pintura martima y la impronta dejada en sta por las escuelas inglesa y francesa y la de los Pases Bajos.Una representacin de las batallas y combates navales, ms cerca a lapintura de historia martima, es la narrativa; en ella el autor trata de narrar lshechos atenindose a la exactitud topogrfica, disposicin de las fuerzas

    (4) DA Viiqci,Leonardo: Tratado de Pintura. Akal, Madrid, :1993,p. 365.(5) Pi.oMINo: Op. cit. PACHECO:Op. cii. MARTNEZ,Jusepe: Discursos practicables delnobilsimo arte de la pintura. Akal, Madrid, 1998. CARDUCHO,Vicente: Dilogos de la pintura.Turner. Madrid, 1979.(6) leo sobre lienzo de 300 x 536 cm. Museo Naval de Madrid. GONZLEZ DE CANALES,Fernando: Op. cii., n. 2.1. En l se destaca la figra del papa san Po V en actitud orante en unlado de la escena. En el centro se recoge el enfrentamiento de las naves capitanas, resaltando lasfiguras de los almirantes. A su alrededor, el combate, cuerpo a cuerpo, de hombres en embarcaciones menores con ensaamiento, nufragos, restos de arboladuras, en una puesta en escenallena de dramatismo. Los rostros de los personajes reflejan sus sentimiento ms ocultos.(7) Oleo sobre lienzo, 137,5 x 188 cm. Rijksmuseum, Amsterdam. leo sobre tabla, 49 x115 cm. Coleccin privada, Holanda. leo sobre lienzo, 180 x 490 cm. Nederlands Scheepvaartmuseum, Amsterdam. En ellos los buques navegan airosos y se disparan en una mar tempestuosa y envueltos en brumas, con admirables juegos de luces y formas entre banderas queflamean al viento, donde abundan los pequeos detalles marineros en la descripcin de lasembarcaciones; algunos preciosistas, como representar algunos marineros intentando ponerse asalvo. Hombres que vuelan por los aires en la explosin y cualquier otro detalle que puedacautivar al espectador como distintos actos de una misma funcin.Ao 2001 REVISTA DE HISTORIANAVAL

  • 8/13/2019 Revista de Historia Naval N74. Ao 2001

    22/124

    FERNANDO GONZLEZ DE CANALEScombatientes, haciendo hincapi en algn hecho anecdtico, restos flotantes,buques ardiendo, etc., o aadiendo en muchos casos cartelas que reseanaspectos tales como el nombre de las unidades, escuadras, personas, etc. Unamuestra de lo anterior la encontramos en la serie de cinco cuadros de Juan dela Corte (1597-1660) sobre la Campaa de Lope de Hoces en Brasil y lasAntillas (septiembre de 1635-febrero 1636), y El combate de Trafalgar vistageneral, 21 de octubre de 1805, de Jos Halcn y Mendoza (siglo xix) (8).Durante el siglo XVIII, caracterizado por la aparicin de un arte ms biendecorativo de suave gracia cortesana, que huye de las estridencias del combatey de la realidad ms cruda, las obras sobre tema blico en la pintura espaolason prcticamente nulas. Si bien en la pintura de historia encontramos en elPatrimonio Nacional la obra de Domenico Maria Sani (1686-1786) Reconquista de Orn. Desembarco de las tropas espaolas en el lugar llamado delas Aguadas (29 de junio de 1732) (9) como una representacin de las batallasnavales, no es una obra ubicable en su contexto que venimos tratando y,adems de ello, el autor, aunque afincado en la corte espaola, es italiano. Laserie de seis estampas grabadas del Combate de Toln (22 de febrerode 1744), que se exhiben el Museo Naval de Madrid, podra considerarsecomo una muestra del hacer en este siglo (10).El siglo xix, caracterizado por la obsesin de la intelectualidad y los artistaspor la historia pasada, el folclore y el exotismo, centuria en que lo cotidiano ylo contemporneo, en un deseo loco de avadirse de vulgar realidad, se mirabancomo algo indigno de que los artistas le prestaran su atencin, da lugar a unaexaltacin de los sentimientos y valores patriticos. La admiracin por unpasado idealizado, al que se mira con ojos nostlgicos, se traducirn en unapintura que recoger las ms hermosas historias patrias, en las que se exaltanlos valores ms nobles de los hombres. Nos referimos a la pintura de historia,gnero en que tantas obras de belleza sinpar produjeron los pintores espaoles.Hasta mediados de este siglo no existe en Espaa ninguna obra sealadaque podamos encuadrar dentro del gnero al que nos venimos refiriendo. EsAntonio de Brugada (1804-1863) el primer pintor espaol catalogable comopintor del mar. Brugada toma como protagonistas a los buques y su actitudcombativa, aunque aadiendo de forma anecdtica hombres, objetos, restosdel combate, botes, piques, boyas, etc., elementos que incorpora a la composi

    (8) Campaa de Lope de Hoces en Brasil y las Antillas (septiembre de 1635-febrero1636). Oleos sobre lienzo 165 x 247 cm (promedio). Museo Naval de Madrid. GONZLEZIDECANALES,F.: Op. cit., n. 2.14-216. En ellos se indica la situacin tctica de las unidades y elnombre de stas.Combate de Trafalgar. Vista general (21 de octubre de 1805). Tmpera sobre papel 63 x 95cm. Museo Naval de Madrid. GONZLEZDE CANALES, F.: Op. cit., n. 2.46. Representa la faseinicial del combate y la disposicin tctica de las escuadras franco-espaola e inglesa indicndose la situacin de cada uno de los navos.(9) Recoge con todo detalle el movimiento buque-tierra en un anticipo de la modernatctica de desembarco. Ruiz ALCN, Mara Teresa: Temas marinos en la pintura del Patrimomo Nacional, en Reales Sitios, n. 17, 1968, pp. 56-66.(10) GONZLEZ-ALLER, Jos Ignacio: Catlogo-Gua del Museo Naval de Madrid. Ministerio de Defensa. Madrid, 1996, p. 73.22 REVISTADE HISTORIA NAVAL Nm. 74

  • 8/13/2019 Revista de Historia Naval N74. Ao 2001

    23/124

    APROXIMACIN ICONOGRFICA A LA BATALLA DE TRAFALGARcin para obtener un mayor realismo de la accin desarrollada e incrementarel valor esttico de la obra. Todo esto se refleja en sus leos El navo Pelayoacude en auxilio del Santsima Trinidad (14 de febrero de 1797) y La batallade Trafalgar, cuya escena central, desarrollada alrededor del combate entrevarios buques, se acompaa con nufragos y restos de arboladuras (11). Y porltimo, cuando el mar y el buque son slo visibles en mnimo grado o sesobreentiende y slo tienen valor como escenario para sustentar el argumentode la obra, consecuencia de la accin naval. El pintor ingls Samuel Drummond (1765-1844) fue el creador de esta tcnica compositiva con su obra Thedeath of Nelson at the battle of Trafalgar 21 oct 1805 (12). En la pintura espaola cultiv esta forma de composicin Antonio Muoz Degrain (1841-1924),en obras como Momento en el que cae herido el brigadier Casto MndezNez en el puente de lafragata Numanciafrente a los fuertes de El Callao (2de mayo de 1866) 13), o Francisco Sans y Cabot (1828-1881) en Episodio dela Batalla de Trafalgar.En el siglo xx la pintura espaola de historia martima y, dentro de ella,la de batallas y combates navales es escasa en cuanto a autores y obras, y haseguido las pautas de los informadores grficos de los hechos navales tan enboga a finales del sigloxix y principios del siguiente, en clara competencia conla incipiente fotografa. En esta lnea se encuadran los pintores-conservadoresdel Museo Naval Rafael Monlen y Torres (1843-1900), Antonio de Caula yConcejo (1842-ca. 1927), Angel Cortellini Snchez (1852-1912), y otroscorresponsales ilustradores de la prensa en El Mundo Naval Ilustrado, La Ilustracin Espaola y Americana o Mundo Nuevo. En general, en detrimento delleo, ha predominado la acuarela, en cuya ejecucin se ha buscado ante todo elefecto decorativo, aunque no quiera decir esto que, por encima de la plasticidad, los autores no hayan acompaado la obra de un estudio argumental delcombate y de un excelente retrato de los buques participantes en la accin.El combate de Trafalgar en la pintura espaola

    Jos Lasso de la Vega escriba a mediados del siglo pasado, con motivo dela presentacin del cuadro de Antonio Brugada La batalla de Trafalgar:(11) Combate de San Vicente. El navo Pelayo acude en auxilio del navo Santsima Tnnidad (14 de febrero de 1797), leo sobre lienzo 286 x 488 cm. Museo Naval, GONZLEZ DE CALES, Fernando: Op. cir., n. 2.39, y La batalla de Trafalgar, leo sobre lienzo 150 x 300 cm. Patrimomo Nacional. En ambos no se pone nombre ni se individualiza a sus protagonistas, los buquesyios hombres annimos que luchan en defensa del honor de la Real Armada y de la patria.(12) Cuatro leos del mismo autor recogen el hecho: los nmeros BHCO 543, 547, 550y 551 del Catlogo del National Maritime Museum de Londres. En ellos se representa en el

    centro de la composicin a Nelson herido de muerte en la cubierta de su buque insignia, rodeado de sus hombres, recogiendo la fiereza del combate al realzar la figura del hroe.(13) leo sobre lienzo de 164,5 x 267 cm. Museo Naval de Madrid. GONZLEZ DE CANALES, Fernando: Op. cit., n. 2.70. En el centro de la escena Mndez Nez, herido, es sostenidoen el puente de la fragata por sus subordinados, en medio de la destruccin, el humo y fuego delos caonazos, en apasionada representacin de admiracin y respeto al hroe.Ao 2001 REVISTA DE HISTORIA NAvAL

  • 8/13/2019 Revista de Historia Naval N74. Ao 2001

    24/124

    FERNANDO GONZLEZ DE CANALESCiertamente la pintura se complace en la fiel representacin de lo bello yagradable que la naturaleza y las artes han prducido a lo largo de los tiempospasados y presentes; pero nunca creemos que ha llenado mejor su objeto quecuando se ha empleado en reproducir los hechos sublimes de edades pretritas,pues en tal caso la abnegacion y el herosmo que en ellas nos ofrece, aun privados de la corona del triunfo, pueden servir, no slo de reminiscencias dignas deadmiracin y de aplauso, sino como tiles lecciones para el futuro. De aqu quelas mejores pginas en que leer el pasado sean las obras que han dejado losgrandes maestros del arte, verdaderos monumentos en que las bellezas y losdefectos instruyen mejor que largas disertaciones. La pintura, pues, no slo estdestinada a representar la naturaleza y sus bellezas artsticas, llevando al nimodel espectador al aplauso y la admiracin; sino que tambin ha de aspirar a

    instruir y reflexionar elevando el alma a estadios superiores donde se perpetala grandeza y la memoria de los grandes hechos gloriosos (14).Desde este punto de vista, nada hay ms cierto que el hecho de que algunospintores espaoles del siglo XIX dedicaran su arte a la tristemente clebre,aunque gloriosa batalla, hecho de armas que tuvo una influencia decisiva en laReal Armada y los hechos histricos que se derivaron a la prdida del poderonaval espaol. En aquella accin naval en que la Armada careci de voz propia,siendo desentendida en el consejo, pero aliada fiel a los compromisos y sometida a la voluntad extranjera slo le qued el derecho a morir con honor.Hasta la segunda mitad del siglo xix la pintura espaola relacionada con lamar ha sido escasa y en absoluto es comparable con la realizada en otrospases, ni en pocas anteriores, ni durante aquel siglo ni siguientes. Espaa,tierra de genios de la pintura, donde sta es el arte por excelencia, y cuyahistoria discurri por todos los mares y ocanos del orbe, a bordo de todo tipode embarcaciones y cuyo destino se forj muchas veces en la mar o a travsde ella, y an hoy lo sigue siendo, ya que la mar es l elemento vital para lavida espaola, parece confirmar el tpico de que Espaa ha vivido de espaldas a la mar, lo que no es totalmente cierto, ya que.siempre hubo una

    conciencia de la importancia martima, pero la llamada al rumor de las olas noha sido escuchada por la gran parte del pueblo, quiz debido al gran pesoespecfico de Castilla, forjadora de la nacin, en medio de la meseta y muyalejada de una mar donde ni se escucha, ni se huele, ni se siente en el corazn,en resumen, no se conoce.La dedicacin de los pintores espaoles a la mar vino propiciada ms poruna moda que por una genuina vocacin marinera; y resulta paradjico que,cuando Espaa ya haba dejado de ser una potencia martima, y de su imperiono le quedaban ms que los restos, se inicie el cultivo de esta pintura. Quizmelancola, aoranza, recuerdos, afn de estar a los aires del momento, elmimetismo de las proezas inglesas An hoy en da, el nmero de marinistases nfimo dentro de la plyade de los pintores existentes en Espaa.

    (14) LASSODE LA VEGA, Jos: Marina. Bellas Artes. Crnica Naval, n. 4, p. 212.24 REVISTADE HIsToRL NAVAL Nm. 74

  • 8/13/2019 Revista de Historia Naval N74. Ao 2001

    25/124

    APROXIMACIN ICONOGRFICA A LA BATALLA DE TRAFALGARDurante el primer tercio del siglo XIX reinan todava los cnones delsiglo anterior y los neoclsicos, sin que se produzca ninguna aportacinnotable. Y es a partir de la segunda mitad del siglo cuando la tendencia

    realista se empieza a notar, si bien continan en vigor las concepcionesromnticas el sentido panormico, connatural con la pintura martima,adquieren carta de naturaleza la pintura de historia y la costumbrista, queinfluirn decisivamente en la marinista, a la vez que la mar aparece en elrepertorio iconogrfico, concentrndose ms en la ancdota que en el hechohistrico (15).Desde Brugada a mediados de siglo hasta Justo Ruiz Luna (1865-1926) afinales, pasando por otros como Monlen y Cortellini, abundantes marinistasrecogieron el hecho histrico de Trafalgar en distintas composiciones, dondedejaron la impronta de su arte. La exquisitez artstica de algunas de dichasobras llega a lo sublime, y son dignas de figurar en la plyade de las obrasms importantes sobre tema blico y casi nicas en la pintura de batallasnavales. Los cuatro marinistas ms insignes de la pintura espaola de historiamartima Brugada, Monlen, Cortellini y Ruiz Luna, en mi opinin, handejado la impronta de su arte y genio artstico, en un hecho que, aunquelamentable para las armas espaolas, es altamente glorioso para la Real Armada del siglo XIX y, no sera mucho pretender, que por lo menos un cuadrosobre este hecho figurara en el Museo del Prado, no slo por su innegable altovalor artstico, sino por recoger un ejemplo de lealtad y abnegacin del puebloespaol, del mismo modo que los que se exponen en la Rotonda de Entrada(ala norte) referentes a otros hechos de las armas de nuestra historia (16). Eslamentable la escasez, por no decir casi nula representacin, de escenas decombates navales en la pinacoteca, ni siquiera una muestra de la batalla deLepanto, de la que tan excelentes obras existen olvidadas a lo largo y anchode Espaa (17).La batalla

    Antes de seguir adelante conviene recordar, a modo de sntesis, cmotranscurri la batalla.La Armada combinada hispanofrancesa se compona de 33 navos (18franceses y 15 espaoles) al mando del vicealmirante Villeneuve (navo(15) La exposicin celebrada en Madrid a finales del ao 2000 lo confirma, en su propiottulo: A la playa. El mar como tema de modernidad en la pintura espaola, 1870-1936.Madrid, 14 de noviembre de 2000-21 de enero de 2001. Fundacin Cultural MAPFRE.(16) Recuperacin de la isla de San Cristbal (n. 654), de Flix Castell; El socorro de

    Gnova por el segundo marqus de Santa Cruz (n. 7126), de Antonio de Pereda; Recuperacinde San Juan de Puerto Rico (n. 653), de Eugenio de Caxs o Cajes; Defensa de Cdiz contralos ingleses (n. 656), de Francisco de Zurbarn, y Recuperacin de Baha del Brasil (n. 885),de fray Juan Bautista Mano.(17) Una tabla annima holandesa (37 x 58 cm) sobre un combate naval, y alguna escenams marinera parecen poca representacin para un pas que ha escrito su historia en la mar. SobreAo 2001 REVISTADE HISTORIANAVAL

  • 8/13/2019 Revista de Historia Naval N74. Ao 2001

    26/124

    FERNANDO GONZLEZ DE CANALESBucentaure, 80 caones) y del teniente general Gravina (Prncipe de Asturias,de 118). La inglesa, mandada por el almirante Nelson (Victorv, de 100), secompona de 27 navos.

    La escuadra combinada inici su salida el da 19 de octubre, formada encuatro divisiones: el Centro, mandado por Villeneuve, la Vanguardia, almando del general Alava (Santa Ana, de 120 caones), la Retaguardia, acargo del contralmirante Dumanoir (Formidable, de 80), y la de Observacin, al mando de Gravina (Prncipe de Asturias, de 118), el conjunto y laprimera divisin, y el contralmirante Magon (Algeciras, 74), la segunda divisin. Antes de transcurrir el da 20, las fragatas sealaron la escuadra inglesa.Villeneuve orden que Gravina se incorporara y que entrasen en lnea todaslas unidades y, a las ocho de la maana del 21, virar en redondo y arribarsucesivamente para quedar alineados, ciendo el viento por la amura de baborcon las proas al norte; cambiando as el orden, la vangardia se converta enretaguardia y viceversa. Apelotonronse los navos para tomar sus puestoshasta quedar formada una lnea irregular de 5 millas y de 33 navos. Gravinapide permiso para maniobrar con independencia, solicitud que se le deniegapor razones inexplicables.Los ingleses dividieron su escuadra en dos columnas: la de ms al nortela guiaba Nelson (Victory, de 100), la otra, Collingwood (Royal Souvereign, de 100). Largando todo el aparejo naveg la primera a cortar elcentro, y la segunda a envolver la retaguardia, maniobra muy comn enellos y que ya practicaron con xito en 1782 en la victoria del almiranteRodney sobre el francs Grasss. Cerca del medioda empez el combate.Nelson gobern sobre el Bucentauro; Collingwood se enfrent con elSanta Ana. Trabse el combate y los ingleses cortaron la lnea. El Victoryabord al Redoutable, resultando muerto Nelson. Rota la lnea, se sostuvieron muchos combates parciales con terribles abordajes. En el momentocrucial, Dumanoir emprendi la huida con cuatro navos. Ello tal vezacab de decidir la suerte del combate, que concluy cuando el Bucentauro y el Santsima Trinidad (insignia del general Cisneros) tuvieron querendirse. La nica insignia que qued fue la de Gravina, y en torno a ellase agruparon 11 navos franceses y cinco fragatas y dos bergantines espaoles, que tomaron durante la noche el fondeadero de Rota. Espaa perdi10 navos, 29 oficialesmuertos y 43 heridos de todas las graduaciones;y 1.256 muertos y 1.241 heridos de tropa y marinera. Los francesesperdieron nueve navos y sufrieron ms de 4.000 bajas. Los ingleses,1.690 bajas. Para Espaa supuso la aniquilacin de su Marina; para Napolen, la causa lejana de su cada y, para Inglaterra, librarse de la amenazade cualquier tentativa inmediata de invasin.Lepanto, ARTIANOY GALDCANO,Gervasio de: Arquitectura Naval Espaola (Madera).Madrid, 1920, recoge una amplia relacin sobre cuadros de esta batalla en diferentes lugares deEspaa. Sealamos como muestra: Valds Leal, en la iglesia de la Magdalena, de Sevilla; Juande Toledo, en la iglesia de Santo Domingo, de Murcia; Rafael Pea, en la iglesia de la Asuncin, de Bujalance o annima del Museo Naval de Madrid, ya citada.26 REVISTADE HISTORIANAVAL Nm. 74

  • 8/13/2019 Revista de Historia Naval N74. Ao 2001

    27/124

    APROXiMACIN ICONOGRFICA A JA BATALLA DE TRAFALGARIconografa de la batalla

    Con vistas a abarcar en toda su amplitud la iconografa de la batalla, se hadividido la exposicin en varias vertientes: la batalla, los retratos de loshombres, los retratos de los buques y, por ltimo, las alegoras que contal motivo se realizaron.Es comprensible que en un artculo no se puedan abarcar todos los aspectos que hemos sealado, as nos limitaremos a enumerar las obras, sin entraren su interpretacin histrica ni en su estudio artstico, slo un breve comentario que comprende ambos aspectos.Se han.podido analizar .17obras, entre leos, acuarelas ,y dibujos coloreados aunque algunas son copias de otras, y cinco estampas litografiadas:seis se resean en el Catlogo de Pintura del Museo Naval, tomo IV; una enla Zona Martima el Cantbrico; una en el Palacio Real; una en el Palacio delSenado; una en el Ayuntamiento de Cdiz; tres en la coleccin Manuel GmezMoreno, y cuatro en los fondos del Museo Naval de Madrid.Desde el punto de vista de su composicin y temtica, las hemos divididoen varios grupos.Un primer grupo de cuatro obras, basado en una tmpera sobre papel, quese exhibe en el Museo Naval de Madrid, del pintor Jos Halcn y Mendoza(mediados del siglo xix), presente en la batalla. La serie se realiz entre losaos 1830-1833 por orden del entonces secretario de Marina, Luis Mara deSalazar. En ella se representa la fase inicial del combate y la disposicin tctica de las escuadras francoespaola e inglesa. Todas ellas, pertenecientes alMuseo Naval, llevan el mismo ttulo: Combate de Trafalgar. Vistageneral. 21de .octubre de 1808. Corresponden a los autores siguientes: el ya citadoHalcn, Rafael Monlen Torres, Juan Cuende (?-1878) y annima. De lascuatro, la de ms valor artstico es la de Monlen, que se expone en el MuseoNaval; sta es bastante fiel al original, eliminando elementos e introduciendootros que equilibran la composicin, aumentando su belleza plstica y consiguiendo una obra didctica que combina el arte con la historia.Un segundo grupo de obras que representan escens puntuales del combate: una perteneciente al Patrimonio Nacional, de Antonio de Brugada, con ttulo La batalla de Trafalgar. En sta se recogen los combates de tres navos, elespaol Santsima Trinidad, el francs Bucentaure y el ingls Victory,a bordo del que cae mortalmente herido Nelson. Obra del ms puro estiloromntico, donde el humo de la artillera corre sobre las nubes en una marllena de animacin y se adivinan todas las escenas horribles del espectculode un combate dado entre el cielo y el mar, en que se huele a plvora y elruido de, los caones y la fusilera slo es sofocado, por las rdenes delosmndos y ls oraciones de los heridos. Obra de extraordinaria calidad artstica.Otra,, en el Musdo Naval, con, el ttulo: Combate de Trafalgar,,vista de laaccin eiure el navo espqol Santa Ana yel britnico Royl Sovereign, 21 de,ociubre de 1805, de Angel Cortellini Snchez. En ella el autor recoge confidelidad histrica el herosmo del Santa Ana rodeado de enemigos, aadiendoAo 2001 REVISTADEHISTORIANAVAL

  • 8/13/2019 Revista de Historia Naval N74. Ao 2001

    28/124

    FERNANDO GONZLEZ DE CANALES

    otros mil detalles de la crueldad del combate. Una tercera, annima, copia dela anterior, en la Capitana de la Zona Marftima del Cantbrico. Y, por ltimo,otra que se puede contemplar en la Escuela de Guerra Naval con el ttuloCombate de Trafalgar Rendicin del navo francs Bucentaure (21 de octubrede 1805), de mano de Flix Banis (siglo xix), donde se recoge el momento enque la bandera britnica es izada en el buque insignia francs. Es copia de unalitografa existente en la Biblioteca Nacional.Otro grupo formado por cuatro dibujos iluminados de Juan Bryand yGaliano, bajo el epgrafe de Episodios Martimos, pertenecientes al patrimonio del Museo Naval, con los siguientes ttulos:

    Combate de Trafalgar. leo sobre lienzo, 93,5 x 201 cm, Rafael Monlen y Torres (1843-1900).Museo Naval, Madrid. Sig. 4245.

    Batalla de Trafalgar. Antonio de Brugada Vila (1804-1863). leo sobre lienzo, 150 x 300 cm.Palacio Real.28 REVISTAna HIsToai NAVAL Nm. 74

  • 8/13/2019 Revista de Historia Naval N74. Ao 2001

    29/124

    APROXIMACINICONOGRFiCAA LA BATALLADE TRAFALGAR Vista de querer cortar la lnea de la escuadra combinada del navocabeza de lnea inglesa. Vista de la accin entre el navo espaol Santa Ana y el britnico Royal

    Sovereign. Vista del navo Santsima Trinidad en el acto de ser apresado por losingleses. Vista del navo Santa Ana entrando en la baha de Cdiz remolcado porlafra gata francesa Themis,Otro grupo de seis acuarelas del testigo presencial Jos Toms de Crdoba,pertenecientes ,a la coleccin de don Manuel Gmez Moreno, bajo el epgrafeBatalla de Trafalgar, con los siguientes ttulos:

    La escuadra combinada en tiempo de dar la vela para batir a la inglesa que bloqueaba la plaza. 20 de octubre de 1805. Posicin de la escuadra combinada al avistar a la inglesa. Posicin de la escuadra combinada en lnea de combate e igualmentela inglesa por barlovento. Combate ya emprendido que sustuvieron ambas escuadras enemigas. Escenas de la batalla y tormenta que le sigui. Escuadra espaola y francesa en Cdiz despus de la batalla.Todas ellas citadas por Artillano en La arquitectura naval espaola, quienslo reproduce la tercera, la quinta y la sexta.El penltimo grupo se compone de dos obras aisladas que no han tenid9continuacin: la primera, de la mano del ya citado Francisco Sans y Cabot,

    La batalla naval de Trafalgar.Justo Ruiz de Luna (1865-1926). leo sobre lienzo, 230 x 700 cm.Ayuntamiento de Cdiz.Ao 2001 REVISTADE HISTORIANAVAL 29

  • 8/13/2019 Revista de Historia Naval N74. Ao 2001

    30/124

    FERNANDO GONZLEZ DE CANALESque se exhibe en el Palacio del Senado con el ttulo Episodio de/a batalla deTrafalgar. En ella se recogen las consecuencias de la batalla, en las vctimas,oficiales y marinera, del navo Neptuno, que en la noche siguiente al combatese estrell contra las rocas del castillo de Santa Catalina en el Puerto de SantaMara, como consecuencia de la tempestad sobrevenida despus de sostenersangrienta y desesperada lucha en ayuda de los navos Trinidad y Bucentauro.Los nufragos, en distintas actitudes y expresiones, entre muertos, restos dearboladuras y otros efectos, escriben su propio combate. La segunda, con elttulo deLabatalla naval de Trafalgar, de Justo Ruiz Luna (1865-1926), quese expone en el Ayuntamiento de Cdiz, evoca la fiereza de la pelea y el herosmo. de sus protagonistas, y lo hace en dos planos: en el primero, en escorzo,parte de un navo desarbolado, rotos sus mstiles, silencioso, muerto, sintripulacin que combata, muestra los cadveres sobre cubierta y, en el ltimo,se divisan las lneas de navos en sus disposiciones tcticas, que combatenentre columnas de humo de gran valor evocador.Y, por ltimo, seis estampas realizadas en distintas tcnicas.Retratos de los hombres

    En la larga lnea de fila de la escuadra combinada, segn el diario delmayor general Escao, los navos espaoles ocupaban los siguientes puestos yestaban embarcados en ellos los mandos reseados a continuacin.Retaguardia:

    (E) Neptuno. Brigadier Cayetano Valds.(F) Scipion. Bernger.(E) Rayo. Brigadier Enrique Mac Donneli.(F) Fonnidable. Le Telilier, insignia del contralmirante Dumanoir.(F) Duguay-Trouin. Touffet.(E) San Francisco de Ass. Capitn de navo Luis Flores.F) Monblanc. LaVillegris.Centro:

    (E) San Agustn. Brigadier Felipe Jado Cagigal.F) Hros. Pulain.E) Santsima Trinidad. Brigadier Francisco Javier de Uriarte, insignia delgeneral Baltasar Hidalgo de Cisneros.F) Bucentaure. Magendie, mayor general Prigny, insignia de Villeneuve.F) Neptune. MaistraL(E) San Leandro. Capitn de navo Jos Quevedo y Cheza.F) Redountable. Lucas.

    30 REVISTADE HIsToRIA NAVAL Nm. 74

  • 8/13/2019 Revista de Historia Naval N74. Ao 2001

    31/124

    APROXIMACIN iCONOGRFICA A LA BATALLA DE TRAFALGAR

    Vanguardia:(F) Intrpide. Infernet.(E) San Justo. Capitn de navo Miguel Gastn de Iriarte.(F) Indomptabie. Hubert.(E) Santa Ana. Capitn de navo Jos Gardoqui, general Ignacio M. de

    Alava.(F) Fon gueux. Baudoin.(E) Monarca. Capitn de navo Teodoro de Argumosa.(F) Plutn. Cosmao.Escuadra de Observacin:

    (E) Bahama. Brigadier Dionisio Alcal Galiano.(F) LAigle. Courrge.(E) Montas. Capitn de navo Francisco de Alcedo:(F) Algeciras. Le Tourneur, contralmirante Magon.(E) Argonauta. Capitn de navo Antonio Pareja.(F) Swiftsure. LHospitalire Villemadrin.

    Enrique Mac Donneli. Joaqun Mara Fernn- Antonio Pareja. Annimo espaol, siglo XIX.dez Cruzado (1781-1856). Oleo sobre lienzo, Oleo sobre lienzo, 84,5 x 63,4 cm. Museo64 x 48,3 cm. Museo Naval, Madrid. Sig. 680. Naval, Madrid. Sig. 198.

    Ao 2001 REVISTADE HISTORIA NAVAL 31

  • 8/13/2019 Revista de Historia Naval N74. Ao 2001

    32/124

    FERNANDO GONZLEZ DE CANALES(F) Argonaute. Epron.(E) San Ildefonso. Capitn de navo Jos Vargas y Varaes.(F) Achille. Deniport.(E) Prncipe de Asturias. Brigadier Rafael de Hore, mayor general Antonio de Escao, insignia del teniente general Federico Gravina.(F) Berwick. Camas.(E) San Juan de Nepomuceno. Brigadier Cosme Damin Chunuca.De todos los que estn en negrita se ha encontrado al menos un retrato,ya pintado al leo, ya grabado o litografiado; de bastantes de ellos existe msdeuno.Adems de los anteriores, tambin existe al menos un retrato al leo engrabado o litografa de los siguientes oficiales.

    Navo Santsima Trinidad:Capitn de navo Ignacio de Olaeta y Allende de Salazar, segundocomandante de la escuadra de Hidalgode Cisneros.Capitn de fragata Jos Sartorio yTerol, tercer comandante.Navo Santa Ana:Capitn de navo FranciscoRiquelme y Ponce de Len, segundocomandante.Capitn de fragata Jos Rodrguezde Arias y Alvarez de la Campaa,ayudante del general Alava.Alfrez de fragata Antonio Doraly Anuncibay; dotacin.Navo San Leandro:

    Federico Gravina. Julio Garca Condoy (1889-1977). leo sobre lienzo, 13,8 x 10,3 cm. Capitn de fragata SalvadorMuseo Naval, Madrid. Sig. 734. MenndezBruna, segundo comandante.Navo Bahama:Teniente de navo Roque Guruceta y Aguado; dotacin.Alfrez de fragata Dionisio Capaz Rendn; dotacin.

    32 REVISTA DE HISTORIA NAVAL Nm. 74

  • 8/13/2019 Revista de Historia Naval N74. Ao 2001

    33/124

    APROXIMACIN ICONOGRFICA A LA BATALLA DE TRAFALGARNavo Montas:Teniente de navo Alejo Gutirrez de Rubalcaba; dotacin.Navo San Ildefonso:Alfrez de navo Casimiro Vigodet y Garnica; dotacin.Guardiamarina Jos del Ro Eligio.Navo Prncipe de Asturias:Teniente de navo Manuel Ricardo de ]iava y Esquivel; ayudante deGravina.Teniente de fragata Francisco Javier de Ulloa y Ramrez de Laredo;dotacin.Alfrez de fragata Jacinto Aguilar Tablada y Vlez de Guevara; dotacin.Alfrez de fragata Juan Van Halen y Sarti; dotacin.Sargento de Infantera de Marina Pablo Morillo; dotacin.Navo San Juan de Nepomuceno:Teniente de fragata Joaqun Ibez de Corbera y Escalante; dotacin.Comandante general del Departamento de Cdiz, teniente general JuanJoaqun Moreno de Mondragn y DHontlier.Comandante general del Arsenal de La Carraca, jefe de escuadra JuanJos Ruiz de Apodaca y Eliza, que apresta los navos supervivientes delcombate.En total 30, entre oficiales generales, particulares, guardiamarinas y subo

    ficiales de Infantera de Marina.Retratos de buques

    La tabla que se expone a continuacin, ordenada por el ao de construccin, recoge el nmero de caones y la fecha del final de la vida de los buquesperdidos en la batalla, apresados o naufragados en el temporal del da 23 deoctubre de 1805.Se han encontrado diez retratos, tres del Santsima Trinidad, dos del SanJuan de Nepomuceno y del Santa Ana, y uno del San Ildefonso y Bahama,entre leos y acuarelas realizadas en los siglos xix y xx por los autores que acontinuacin reseamos.Ao 2001 REVISTADE HISTORIANAVAL

  • 8/13/2019 Revista de Historia Naval N74. Ao 2001

    34/124

  • 8/13/2019 Revista de Historia Naval N74. Ao 2001

    35/124

    APROXIMACIN ICONOGRFICA A L4 BATALLA DE TRAFALGARautor denomina Atardecida en Ferrol y precisa que es el navo San Juan deNepomuceno, nos muestra el navo fondeado en Ferrol, visto por la popa, conla bandera de Espaa en el pico del mesana. Se puede contemplar en el Cuartel General de la Armada.

    Navo Santa Ana. Rafael Berenguer y Morenode Guerra (1919). Dibujo. Litografa. MuseoNaval, Madrid.

    Navo Santsima Trinidad. Alejo Berlinguerode la Marca (1750-1810). Acuarela sobrepapel, 69 x 52,5 cm. Museo Naval, Madrid.Sig. 827.Rafael Berenguer y Moreno de Guerra (1919), tres estampas litografiadas

    en los fondos del Museo Naval de Madrid, correspondientes a los navosSantsima Trinidad, Bahama y Santa Ana, realizadas de modo esquemtico.Adems de los anteriores, se pueden contemplar otras acuarelas de navosde la poca de nombre desconocido:Alejo Berlinguero de la Marca (1750-1810), una acuarela: Navo de dospuentes empavesados visto de popa. Corresponde a la misma serie de las anteriores de este autor.Agustn Berlinguero de la Marca (1746-1805), dos grabados: Navo espaol del porte de 112 caones, fondeado, visto por su mediana o portaln yNavo espaol de porte 112 caones, engalanado, visto por la aleta de baborAmbos en el Museo Naval de Madrid.Por ltimo, en el Museo Naval de Madrid se exhiben, entre otros, losmodelos a escala de madera, metal y piola de los siguientes navos: Rayo, SanJuan de Nepomuceno y un navo de 74 caones.

    Ao 2001 REVISTADE HISTORIANAVAL 35

  • 8/13/2019 Revista de Historia Naval N74. Ao 2001

    36/124

    FERNANDO GONZLEZ DE CANALESAlegoras -

    Se hanvisto tres obras realizadas con distinta tcnica.La primera, un leo de mano de Monlen, se exhibe en el Museo Naval deMadrid; en l se recoge, tomando de fondo una escena del combate, losnombres de las vctimas de la escuadra espaola y las vicisitudes que corrieron los navos despus del combate.La segunda, una estampa litogrfica, representa un navo desmantelado,empavesado con los nombres de los oficiales generales y comandantes de losnavos. Est recogida en el Album Marino, al igual que la tercera.La ltima es un grabado dibujado por R. Balaca y estampado por Capuz enloor de los hroes Gravina, Alava, Cisneros y Churruca. Recoge una escenade nufragos aferrados a restos de arboladuras, mientras contina el combateentre los navos.

    36 REVISTA DE HISTORIANAVAL Nm. 74

  • 8/13/2019 Revista de Historia Naval N74. Ao 2001

    37/124

  • 8/13/2019 Revista de Historia Naval N74. Ao 2001

    38/124

    La REVISTA DE HIsToRIA NAVAL es una publicacin peridica trimestral del Ministerio de Defensa, publicada por el Instituto de Historia yCultura Naval, centro radicado en el Cuartel General de la Armada enMadrid, cuyo primer nmero sali en el mes de julio de 1983. Recogey difunde principalmente los trabajos promovidos por el Instituto yrealizados para l, procediendo a su difusin por cfrculos concntricos,que abarcan todo el mbito de la Armada, de otras armadas extranjeras,de la Universidad y de otras instituciones culturales y cientficas,nacionales y extranjeras. Los autores provienen de la misma Armada,de las ctedras de especialidades tcnicas y de las ciencias ms heterogneas.La REVISTA DE HISTORIA NAVAL naci pues de una necesidad quejustificaba de algn modo la misin del Instituto. Y con unos objetivosmuy claros, ser el instrumento para, en el seno de la Armada, fomentar la conciencia martima nacional y el culto a nuestras tradiciones.Por ello, el Instituto tiene el doble carcter de centro de estudios documentales y de investigacin histrica y de servicio de difusin cultural.El Instituto pretende cuidar con el mayor empeo la difusin denuestra historia militar, especialmente la naval martima si se quieredar mayor amplitud al trmino, en los aspectos que convenga para elmejor conocimiento de la Armada y de cuantas disciplinas tericas yprcticas conforman el arte militar.Consecuentemente la REVISTA acoge no solamente a todo el personal de la Armada espaola, militar y civil, sino tambin al de las otrasMarinas, mercante, pesquera y deportiva. Asimismo recoge trabajos deestudiosos militares y civiles, nacionales y extranjeros.Con este propsito se invita a colaborar a cuantos escritores, espaoles y extranjeros, civiles y militares, gusten, por profesin o aficin,tratar sobre temas de historia militar, en la seguridad de que sern muygustosamente recibidos siempre que renan unos requisitos mnimos decorreccin literaria, erudicin y originalidad fundamentados en reconocidas fuentes documentales o bibliogrficas.

  • 8/13/2019 Revista de Historia Naval N74. Ao 2001

    39/124

    EL SISTEMANAVALESPAOLEN EL SIGLOXVI:LAS ARMADAS DEL IMPERIO

    Esteban MIRA CABALLOSDoctor en Historia de Amrica

    IntroduccinMucho es lo que se ha escrito hasta la fecha en relacin con el sistemanaval espaol en la Edad Moderna y, ms especficamente, sobre la cuestinde las Armadas del Imperio (1). Sin embargo, hasta la fecha, aunque se conoca el modelo multifocal implantado en el siglo xvi, no estaba totalmente claroel panorama naval espaol, as como las armadas vigentes en esta centuria y elpapel desempeado por cada una de ellas. En el presente trabajo intentaremossintetizar y clarificar el modelo naval espaol durante el gobierno de losAustrias Mayores.En la Baja Edad Media tenemos noticias de la existencia de una ArmadaReal de Galeras. Al parecer, fue creada por el rey Alfonso X a mediados del

    siglo xiii, estuvo formada por unas dieciocho galeras y su financiacin sesufrag con los beneficios destinados a tal fin procedentes de una veintena dealqueras (2). Asimismo se cre por esas fechas el rango de almirante, mandoque deba estar al frente de esta primera armada real. Al parecer, dicha escuadra particip en el mismo siglo de su creacin en destacadas actuaciones,concretamente en el ataque al puerto de Sal en el actual Marruecos(1260), as como en la toma de Cdiz, dos aos despus (3).Sin embargo, a partir de ese ao clave en la historia de Espaa que sinduda fue 1492, se experiment un profundo cambio en el devenir de los reinospeninsulares. Pues bien, tambin en lo referente a la navegacin este aomarc una verdadera frontera divisoria. La unin de las coronas de Castilla yAragn, as como el Descubrimiento y Conquista de Amrica, trajeron consi(1) Entre las obra clsicas podemos citar la monografa de CASTROY BRAvo, Federico de:Las naos espaolas en la Carrera de Indias. Armadas y flotas en la segunda mitad del sigloxvi. Editorial Voluntad, Madrid, 1927; FERNNDEZDURO, Cesreo: La Armada espaola desdela unin de los Reinos de Castilla y Aragn. Museo Naval, Madrid, 1972. Entre los estudiosrecientes que han tratado la cuestin podemos destacar las obras de CERVERAPERY, Jos: Laestrategia naval del Imperio. Editorial San Martn, Madrid, 1982; Don Alvaro de Bazn. Elgran marino de Espaa. Enipresa Nacional Bazn, Madrid, 1988, as como CEREZOMARTNEZ,Ricardo: Las Armadas de Felipe II. Editorial San Martn, Madrid, 1988.(2) GONzLEZ,Julio: Origen de la Marina Real de Castilla, Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos, Madrid, 1948, t. LIV, pp. 229-253.(3) PREZ-EMBID,Florentino: Navegacin y comercio en el puerto de Sevilla en la Baja EdadMedia, Anuario de Estudios Americanos. Sevilla, 1968, vol. XXV, p. 51.

    Ao 2001 REVISTA DE HIsTORIANAVAL

  • 8/13/2019 Revista de Historia Naval N74. Ao 2001

    40/124

    ESTEBAN MIRA CABALLOSgo la creacin del primer gran imperio de la Edad Moderna. Por ello, a principios del siglo xvi se sinti la urgente necesidad de crear un modelo navalacorde con la nueva situacin poltica (4).El sistema naval del Imperio

    Ya hemos dicho que, sobre todo despus del Descubrimiento de Amrica,la situacin internacional se vio modificada de forma muy significativa. Yadesde los inicios del reinado de los Reyes Catlicos se comenz a configurarel modelo defensivo multifocal, con el apresto de galeras en el Mediterrneo yla creacin de la Armada de Vizcaya. Dicho modelo, completado y perfilado alo largo de los reinados de Carlos Y y Felipe II, se mantuvo vigente, en loesencial, prcticamente durante el resto de la Edad Moderna.En ocasiones se ha censurado el hecho de que no existiese una armada realcomo tal, sino mltiples escuadras con regmenes, financiaciones y objetivosmuy dispares. Efectivamente, como se ha afirmado, ni Carlos V ni Felipe IIdispusieron de una marina estatal o real uniforme y sostenida a sus expensas (5). Pero ni exista una sola armada real ni poda o deba haberla. En laBaja Edad Media s fue posible que Castilla mantuviese una armada real nicapara combatir en el flanco mediterrneo, que a la sazn era la vertiente realmente conflictiva. Sin embargo, ese sencillo modelo qued totalmente superado despus de 1492, cuando la defensa peninsular requera instrumentar tresreas geopolticas muy diferentes, a saber: la castellano-cantbrica,la mediterrnea y la atlntica (6).Evidentemente estas tres vertientes requeran unos objetivos, unos navosy unas estrategias particularizadas y muy diferentes entre s. La financiacinfue tambin muy diversa, entre otras cosas porque hubiese resultado imposible financiar con fondos regios la defensa de las tres vertientes. Por elloqueremos insistir en que no era posible tener una o varias armadas reales y nitan siquiera resultaba recomendable. Y adelantamos un dato significativo: elmantenimiento de las 15 galeras de la Armada Real del Reino de Granada enla dcada de los treinta supona por s solo un desembolso anual cercano a los200.000 ducados (7). Otras armadas, como la capitaneada en 1550 porSancho de Biedma con destino a las Indias, tuvieron un costo para la Coronade nada menos que 50.000 ducados (8), mientras que las flotas de BlascoNez de Vela y Alonso de los Ros haban importado 80.000 y 60.000 duca

    (4) A este respecto vase la esclarecedora visin que ofrece CERVERAPERY,1.: La estrategia naval del Imperio, p. 43.(5) CERVERAPERY, J.: Don Alvaro de Bazn..., p. 217.(6) MIRA CABALLOS,Esteban: La Armada Guardacostas de Andaluca y la defensa de laCarrera de Indias (1521-1550). Muoz Moya Editor, Sevilla, 1998. pp. 17-21.(7) MIRA CABALLOS,Esteban: La Armada del Reino de Granada (1492-1550): apuntespara su historia, en Revista de Historia Naval, nm. 68. Madrid, 2000, p. 43.(8) Carta de Alvaro de Bazn al Rey, Valladolid 5 de julio de 1550. Archivo General deSimancas (en adelante, AGS), Consejo y Juntas de Hacienda 20-10.

    40 REVISTADE HISTORIANAVAL Niim. 74

  • 8/13/2019 Revista de Historia Naval N74. Ao 2001

    41/124

    EL SISTEMA NAVAL ESPAOL EN EL SIGLO XV1: LAS ARMA DAS DEL IMPERIOdos respectivamente (9). El mantenimiento de todas las armadas del Imperiodebi de superar con creces el milln de ducados anuales, cifras verdaderamente astronmicas e inasumibles por la Corona.Queremos dejar muy claro, pues, que Carlos V supo crear el modelo navalque su Imperio necesitaba, financieramente sostenible y lo suficientementeeficaz para que Espaa continuara dominando los mares durante toda lacenturia. Por ello su hijo Felipe II mantuvo vigente con ligersimos retoquesel modelo de su padre. As pues, el modelo carolino supona la creacin detoda una trama de armadas, ubicadas en lugares estratgicos y con distintassedes: unas radicadas en Italia, otras en la pennsula ibrica y, finalmente,otras en las Antillas Mayores. La Corona fue consciente de la necesidad deelegir unos puntos concretos de vigilancia ya que, como explicaba el experimentado Luis Sarmiento en una carta a Carlos V fechada en 1540, la marera tan larga que aunque se armasen mil naos era por dems pensar de poderestorbar que los franceses no enviasen sin armada a donde quisieren... (10).L