Comunicación Efectiva con el Público y los Medios Masivos El importante Rol de los Voceros
Revista EcoEEccooEco topía 333322227777 · se iniciará el año que entra; los voceros oficiales...
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RRRRevista evista evista evista EcoEcoEcoEcotopía topía topía topía 333322227777 UNES: 26 años de Lucha
Ambientalista
por una Sociedad Justa y Sustentable
En esta edición:
-Un cuento chino.
Sueños de opio en el faraónico proyecto del Gran Canal Interoceánico de Nicaragua. Por
Sergio Ramírez. La Jornada.
-Declaración de Quito
Seminario internacional sobre crisis civilizatoria, ecosocialismo y buen vivir.
-Llamamiento de Yakarta.
Llamamiento de la VI Conferencia de la Vía Campesina Egidio Brunetto.
ECOBREVES
El AdA es más de lo mismo.
Pueblos Indígenas exigen disculpa pública ante discriminación.
El Salvador. Población rural: El rostro más vulnerable de la roya en el parque cafetero.
Segunda quincena de junio de 2013.
UUNN CCUUEENNTTOO CCHHIINNOO
SSUUEEÑÑOOSS DDEE OOPPIIOO EENN EELL FFAARRAAÓÓNNIICCOO PPRROOYYEECCTTOO DDEELL GGRRAANN CCAANNAALL IINNTTEERROOCCEEÁÁNNIICCOO
DDEE NNIICCAARRAAGGUUAA
Sergio Ramírez. La Jornada
Managua, Nicaragua. Carlos Fernando
Chamorro preparaba su programa de
televisión Esta Semana en Managua, y
antes de grabar el segmento con la
entrevista sobre mi nuevo libro de
narraciones Flores Oscuras, le tocaba
comparecer al doctor Jaime Incer
Barquero, el más reputado de los
científicos nicaragüenses y lúcido defensor
de nuestro patrimonio ecológico cada vez
más disminuido y abusado. Desde el
estudio mismo donde aguardaba me
dispuse a escucharlo lleno de expectativa,
pues iba a hablar sobre el proyecto de
construcción del Gran Canal interoceánico
que hoy acapara, una vez más, la atención
del país.
Un tema recurrente de nuestra historia,
que yo diría vicioso, una especie de sueño
maléfico que nos aparta de todo lo demás
para arrastrarnos hacia esa eterna panacea
entre brumas de opio. Pobreza, ignorancia,
marginalidad, injusticia económica, todo
queda cubierto una y otra vez por este velo
mágico. El estrecho dudoso, que viene
desde los tiempos de la conquista, cuando
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se buscaba el paso entre los océanos para
llegar a las tierras del Gran Kan, y que ha
desmedrado nuestra soberanía a la hora de
firmar tratados como el Chamorro-Bryan
con Estados Unidos en 1914, el epítome
nacional de la aversión antimperialista.
El presidente Daniel Ortega ha enviado a la
Asamblea Nacional una ley que otorga una
concesión por 100 años para la
construcción del Gran Canal a una incierta
compañía china, HK Nicaragua Canal
Development Investment Co, presidida por
un misterioso personaje, Wang Jing. El
consorcio de papel se halla establecido en
algún lugar de la vasta Hong Kong, pero
está inscrito en Gran Caimán, y se ha
comprometido a invertir 40 mil millones de
dólares en la obra, que además del canal
acuático incluye líneas ferroviarias de costa
a costa, puertos en ambos océanos,
aeropuertos, carreteras de alta velocidad,
etcétera. Otra Nicaragua de ciencia ficción,
la de los sueños de opio.
Un proyecto sin el aval ni la participación
del gobierno de China. Durante su reciente
visita a Costa Rica, el presidente Xi Jinping
declaró que su país privilegia los proyectos
de cooperación con aquellos países con los
que tiene relaciones diplomáticas, que no
es el caso de Nicaragua, pues Ortega las
mantiene con Taiwán. Y un canal
interoceánico es necesariamente, además,
un proyecto geopolítico, en el que ni
siquiera los países del Alba encabezados
por Venezuela parecen mostrar interés, ya
no se diga Estados Unidos.
La dichosa compañía china, dueña absoluta
del Gran Canal según esta extraña ley, que
sin duda será aprobada por la Asamblea
que Ortega controla ampliamente, irá
cediendo anualmente al estado de
Nicaragua el 1% de las acciones, de modo
que dentro de medio siglo llegaría a
compartir el canal por partes iguales.
Una gigantesca obra que, según se anuncia,
se iniciará el año que entra; los voceros
oficiales han informado que el PIB del país
alcanzará dentro de dos años el 15 por
ciento de crecimiento y la tasa de
desempleo quedará reducida
prácticamente a cero. De este sombrero de
mago, por lo que se ve, saldrán infinidad de
gordos y alegres conejos.
Pero oigamos al doctor Incer, asesor
presidencial para asuntos ecológicos y
protección del ambiente, aunque no ha
sido consultado, ni la Asamblea Nacional lo
ha llamado para que opine. Lo hace a
través de este programa de televisión, uno
de los últimos independientes que quedan
en Nicaragua, y lo primero que dice, con
sobrada extrañeza, es que toda la batería
de estudios necesarios, ecológicos,
batimétricos, sísmicos, oceánicos, y de las
distintas especialidades de la ingeniería, no
habiendo siquiera empezado, tomarían no
pocos años en llevarse adelante, y para ello
se necesita del concurso de firmas
especializadas de diversas partes del
mundo.
Dice también que todas las rutas
propuestas para el Gran Canal que
conectará al mar Caribe con el océano
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Pacífico, y por el que circularían los
grandes buques post Panamax, pasan a
través del Gran Lago de Nicaragua, cuya
superficie se acerca a los 10 mil metros
cuadrados. Pero contra lo que los profanos
pensamos, el lago es sumamente
superficial, y su escasa profundidad no es
apta para esos megabarcos que cargan
hasta 15 mil contenedores y tienen un
calado mínimo de 20 metros. Esto
significaría que dentro del lago mismo
debe abrirse un canal de al menos 45
metros de hondo, en un trayecto de al
menos 90 kilómetros. Un canal del canal.
La remoción de sedimentos de semejante
dragado enturbiaría las aguas del Gran
Lago de tal manera que dejarían de ser
potables y la vida de toda su fauna llegaría
a su fin. Una catástrofe, según el científico.
Y aún otra, sólo para apuntar dos: el paso
del canal por los ríos de la cuenca del
Caribe necesitaría de la protección de los
caudales, lo que sólo puede conseguirse
con la reforestación de miles de kilómetros
hoy dedicados a los pastos para ganadería,
uno de los más importantes rubros de la
economía de exportación del país. Árboles
en lugar de ganado, si no no habría canal,
lo que en términos de la pequeña
economía de Nicaragua significaría un
violento vuelco, y la ruina de miles de
ganaderos.
Y otro vuelco demográfico, pues en un país
donde la pobreza certificada alcanza la
mitad de la población, esas obras
faraónicas serían un potente imán de
atracción desordenada: el país entero se
trasladaría a vivir a las cercanías del Gran
Canal. Pero la mano de obra ociosa, de
ninguna manera especializada, sería inútil
para las complejas tareas de construcción.
Cuando la entrevista termina y el doctor
Incer baja del set, me acerco a darle las
gracias. En apenas 15 minutos de
respuestas certeras y ponderadas ha
demostrado que semejante proyecto, tan
desproporcionado y estrafalario, no es sino
el mismo ardid de siempre para encender
falsas esperanzas.
Puedo entonces seguir viendo al
recurrente canal por Nicaragua como
novelista, fascinado por los grandes mitos
nacionales, éste el primero de todos,
destinados, dichosamente, a no cumplirse
nunca. Nuestra vieja linterna mágica
descompuesta, que proyecta siempre las
mismas viejas imágenes.
Masatepe, junio 2013.
DDEECCLLAARRAACCIIÓÓNN DDEE QQUUIITTOO
SSEEMMIINNAARRIIOO IINNTTEERRNNAACCIIOONNAALL SSOOBBRREE CCRRIISSIISS CCIIVVIILLIIZZAATTOORRIIAA,, EECCOOSSOOCCIIAALLIISSMMOO YY BBUUEENN
VVIIVVIIRR
Un grupo de militantes, activistas,
profesoras y profesores de diferentes
países americanos, africanos y europeos
nos hemos reunido en Quito del 10 al 12
de junio de 2013, en tres intensas jornadas
de debate y elaboración colectiva sobre
“Crisis civilizatoria, ecosocialismo y Buen
Vivir”. Agradecemos al Instituto de Altos
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Estudios Nacionales (una institución
ecuatoriana que se halla en pleno proceso
de refundación para poder contribuir
mejor a las transformaciones que busca la
Revolución Ciudadana en Ecuador) esta
ocasión de encuentro, que hemos tratado
de aprovechar para profundizar en mutuos
aprendizajes y diálogos de saberes.
Valoramos de manera positiva el
acercamiento entre las propuestas
ecosocialistas y los desarrollos vinculados
al Buen Vivir (así como otras nociones
análogas). Pues estamos convencidos de
que se trata de respuestas muy cercanas,
por no decir hermanas, frente a la
catastrófica crisis ecológico-social de la
moderna civilización capitalista mundial.
Es importante que este seminario
internacional tenga lugar en América
Latina, un continente donde las
resistencias populares, indígenas,
campesinas, ecologistas y de las mujeres
contra la expansión destructiva de las
multinacionales capitalistas han avanzado
mucho; y también un continente donde las
ideas del Buen Vivir y el ecosocialismo han
conocido un desarrollo notable entre
muchas fuerzas de la izquierda de la
región, con el acompañamiento y
protagonismo de los movimientos sociales.
También nos parece significativo que este
seminario internacional haya tenido lugar
en Ecuador, país que ha adoptado una
iniciativa ejemplar, a escala mundial, para
indicar cuál debería ser la estrategia contra
las emisiones de gases de efecto
invernadero y el calentamiento global:
dejar el petróleo y los demás combustibles
fósiles debajo de la tierra, respetando al
mismo tiempo a las poblaciones locales y
encauzando la sociedad hacia la era post-
carbono. Se trata de la Iniciativa Yasuní-ITT,
la cual –creemos– debería ser
profundizada, fortalecida e imitada en
otros lugares como una política pública
ecosocialista.
Somos harto conscientes de los enormes
obstáculos que tuvieron y tienen que
superar las luchas sociales y ecológicas en
países como Venezuela, Bolivia o Ecuador
para modificar las correlaciones de fuerzas
–en lentos procesos que a menudo
duraron decenios– y finalmente disminuir
el poder de las oligarquías vinculadas al
capitalismo neoliberal, despertando
inmensas esperanzas en el mundo entero.
Creemos que entre las cuestiones clave
para apoyar y fortalecer las iniciativas
ecosocialistas de los gobiernos de izquierda
(a veces más ambiguamente llamados
“progresistas”) en América Latina se
encuentra desde luego la superación de las
situaciones poscoloniales de pobreza y
exclusión, pero sostenemos que hacer
frente a esas inmensas necesidades
sociales no debe dar alas a un
neodesarrollismo extractivista que ignore
otras cuestiones básicas:
• La relación constructiva –y
respetuosa de su autonomía– con las
luchas populares y los movimientos
sociales que reivindican la defensa de los
bienes comunes, la esfera de lo público, la
supervivencia y emancipación
• El estímulo de las iniciativas
comunales y comunitarias a escala local,
nacional y regional (resultan inspiradores
los avances en la construcción de un
Estado comunal en Venezuela, la Red
Brasileña de Justicia Ambiental, el
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movimiento anglosajón de Ciudades en
Transición o las ecoaldeas en Europa y
otros lugares)
• La aceptación de los límites
biofísicos y ecosistémicos para la
producción material
• La lucha contra la mercantilización
de la naturaleza, los ecosistemas y los
bienes comunes
• La defensa de la biodiversidad y la
frontal lucha contra la maquinaria
corporativa que busca apropiarse de la
misma mediante manipulaciones
genéticas, patentes y otras formas de
privatización del conocimiento
• El camino para la superación del
extractivismo depredador, con planes
concretos para cambiar la matriz
energética basada en hidrocarburos fósiles
y reducir el despilfarro de recursos
• La integración regional
latinoamericana (con iniciativas como
CELAC, Unasur, el Banco del Sur, ALBA-TSP,
Petrocaribe…), para una inserción
mancomunada en la economía mundial en
pos de un verdadero internacionalismo
ecosocialista, que favorezca la cooperación
Sur-Sur y contribuya a la modificación de
las desiguales relaciones Norte-Sur
• El reconocimiento de los saberes
ancestrales y su fortalecimiento
• La lucha contra los modelos
consumistas, la construcción de
subjetividades antagonistas y la concreción
del Buen Vivir en las prácticas cotidianas.
Queremos reafirmar nuestro compromiso
con los esfuerzos que en todo el mundo, y
especialmente en América Latina, tratan de
materializar los principios del Buen Vivir, el
ecosocialismo, el ecofeminismo, la ecología
política radical, la Justicia Ambiental y las
demás corrientes emancipatorias. Pedimos
el respeto a la autodeterminación de los
pueblos y la integridad de sus territorios,
de manera que se intensifiquen las
condiciones de paz y armonía que deben
existir entre los pueblos hermanos.
Recomendamos un esfuerzo especial para
crear las condiciones que permitan el
ejercicio de la prospectiva y la previsión a
largo plazo. Y reafirmamos igualmente
nuestra voluntad de tejer las redes
internacionales que nos permitan afianzar
todos estos esfuerzos.
En Quito, a 12 de junio de 2013
LLLLAAMMAAMMIIEENNTTOO DDEE YYAAKKAARRTTAA
LLLLAAMMAAMMIIEENNTTOO DDEE LLAA VVII CCOONNFFEERREENNCCIIAA DDEE LLAA VVÍÍAA CCAAMMPPEESSIINNAA EEGGIIDDIIOO BBRRUUNNEETTTTOO
- 9 AL 13 DE JUNIO
(Yakarta, el 12 de Junio de 2013) Nosotros,
la Vía Campesina, venimos a extender
nuestro llamado urgente a tejer hilo a hilo
la unidad a nivel global entre
organizaciones del campo y la ciudad para
participar activa, propositiva y
decididamente en la construcción de una
nueva sociedad, basada en la soberanía
alimentaria, la justicia y la igualdad. Nos
encontramos aquí convocados por el
espíritu de nuestros de nuestros amigos y líderes y todos aquellos cuyo coraje y
compromiso con nuestras luchas nos
inspiran. La Vía Campesina, un movimiento
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internacional campesino que reúne a más
de 200 millones de organizaciones de
campesinas y campesinos, pueblos
indígenas, pescadoras, recolectoras,
trabajadoras agrarias, y con la creatividad
de las mujeres y el entusiasmo de nuestros
jóvenes venimos de 183 organizaciones y
88 países. Estamos en Asia, hogar de la
mayoría de campesinas y campesinos del
mundo para festejar nuestros primeros
veinte años de lucha.
Comenzamos nuestro camino en Mons
(Bélgica) en el año 1993 y articulamos
nuestra visión radical de la Soberanía
Alimentaria en 1996 en Tlaxcala (México)
en 1996 logrando reposicionar al
campesinado, hombres y mujeres como
actores sociales centrales en los procesos
de resistencia a la agenda de comercio
neoliberal y en la construcción de
alternativas. Los pueblos de la tierra somos
actores indispensables en la construcción,
no sólo de un modelo de agricultura
distinto, sino de un mundo justo, diverso e
igualitario. Somos nosotras y nosotros los
que alimentamos a la humanidad y
cuidamos la naturaleza. Las generaciones
futuras dependen de nosotros para el
cuidado de la tierra.
Hoy más que nunca, otro mundo es
urgente y necesario. La destrucción de
nuestro mundo a través de la
sobrexplotación y desposesión de los
pueblos y la apropiación de los bienes
naturales está produciendo la actual crisis
climática y profundas desigualdades que
amenazan a la humanidad en su conjunto y
a la vida misma. La Vía Campesina dice un
rotundo NO a esta destrucción impulsada
por las corporaciones.
Nosotros estamos construyendo nuevas
relaciones entre los seres humanos y con la
naturaleza sobre la base la solidaridad, la
cooperación y la complementariedad. En el
corazón de nuestra lucha esta en la
formulación de una ética para la vida que
atraviesa todas nuestras acciones y
búsquedas. La Vía Campesina se ha
comprometido a dar visibilidad a todas las
luchas locales alrededor del mundo,
asegurando que sean entendidas desde
una perspectiva internacional y contribuye
a involucrarlas en un gran movimiento
global por la soberanía alimentaria, el
cambio social y la autodeterminación de
los pueblos del mundo.
Llamamos a todas nuestras organizaciones,
a nuestros aliados y amigos, amigas,
hermanas y hermanos en la lucha, y a
todos aquellos comprometidos con un
futuro mejor a continuar caminando juntos
y juntas y a rechazar la agenda de la
“Economía Verde” y a continuar
construyendo la Soberanía Alimentaria.
Nuestras luchas
Soberanía Alimentaria Ya – Transformando
el mundo
La Soberanía Alimentaria que es el eje
central de la lucha por un proyecto de
justicia social que hoy convoca a amplios
sectores del campo y la ciudad. La
soberanía alimentaria es el derecho
fundamental de todos los pueblos,
naciones y estados a controlar sus
alimentos y sus sistemas alimentarios y a
decidir sus políticas asegurando a cada uno
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alimentos de calidad, adecuados,
accesibles, nutritivos y culturalmente
apropiados. Ello incluye el derecho de los
pueblos para definir sus formas de
producción, uso e intercambio tanto a nivel
local como internacional.
Durante las últimas dos décadas nuestra
visión de la Soberanía Alimentaria ha
inspirado a una generación de activistas
comprometidos con el cambio social.
Nuestra visión del mundo implica una
revolución agrícola que significa profundas
transformaciones agrícolas,
socioeconómicas y políticas. La Soberanía
Alimentaria ha enfatizando la importancia
crucial de la producción local y sustentable,
el respeto por los derechos humanos,
precios justos para los alimentos y la
agricultura, comercio justo entre países y la
salvaguarda de nuestros bienes comunes
contra la privatización.
Hoy estamos frente a la mayor crisis de
nuestra historia y la misma es una crisis
sistémica. Las crisis alimentaria, laboral,
energética, económica, climática,
ecológica, ética, social, política e
institucional están llevando al colapso en
muchas partes del mundo. En simultaneo
la crisis energética se agudiza día a día
frente al agotamiento de los combustibles
fósiles y es enfrentada con falsas
soluciones que van desde los agro-
combustibles a la energía nuclear, la cual
ha demostrado ser una de las peores
amenazas para la vida sobre la tierra.
Rechazamos el capitalismo, que en este
momento se caracteriza por un agresivo
flujo del capital financiero y especulativo
hacia la agricultura industrial, la tierra y la
naturaleza. Esto ha generado un inmenso
acaparamiento de tierras, la expulsión de
campesinas y campesinos de su tierra, la
destrucción de pueblos, comunidades,
culturas y sus ecosistemas, creando
migraciones y desempleo masivos. Esto
genera masas de migrantes económicos y
refugiados climáticos y desempleados,
incrementando las inequidades existentes.
Las transnacionales en complicidad con los
gobiernos y las instituciones
internacionales están imponiendo bajo el
pretexto de la Economía Verde,
monocultivos de transgénicos, la
megaminería, las grandes plantaciones
forestales, la imposición de plantaciones de
agrocombustibles, la construcción de
grandes represas, el fracking y los
oleoductos o la privatización de nuestros
mares, ríos, lagos y nuestros bosques. La
Soberanía Alimentaria arrebata el control
sobre nuestros bienes comunes
devolviéndolos a manos de las
comunidades.
La Agroecología es nuestra opción para el
presente y para el futuro
La producción de alimentos basada en la
agricultura campesina, el pastoralismo y la
pesca artesanal sigue siendo la principal
fuente de alimentos en el mundo. La
agricultura campesina de base
agroecológica constituye un sistema social
y ecológico que está conformado por una
gran diversidad de técnicas y tecnologías
adaptadas a cada cultura y geografía. La
agroecología elimina la dependencia de los
agrotóxicos; rechaza la producción animal
industrializada; utiliza energías renovables;
permite garantizar alimentación sana y
abundante; se basa en los conocimientos
tradicionales y restaura la salud e
integridad de la tierra. La producción de
alimentos en el futuro estará basada en un
creciente números de personas
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produciendo alimentos en forma diversa y
resiliente.
La agroecología protege la biodiversidad y
enfría el planeta. Nuestro modelo agrícola
no solo puede alimentar a toda la
humanidad sino que también es el camino
para detener el avance de la crisis climática
enfriando el planeta a través de la
producción local en armonía con nuestros
bosques, alimentando la biodiversidad y la
reincorporación de la materia orgánica a
sus ciclos naturales.
Justicia social y climática y solidaridad
A medida que avanzamos y construimos a
partir de nuestra diversidad cultural y
geográfica, nuestro movimiento por la
soberanía alimentaria se ve reforzado
integrando la justicia y la igualdad social.
Practicando la solidaridad por sobre la
competencia, rechazamos el patriarcado, el
racismo, el imperialismo y luchamos por
sociedades democráticas y participativas,
libres de explotación de las mujeres, los
niños, los hombres o la naturaleza.
Demandamos justicia climática ya mismo.
Quienes más sufren este caos climático y
ecológico no son los que lo han provocado.
Las falsas soluciones de la economía verde
para continuar el crecimiento capitalista
están empeorando la situación. Se crea una
deuda ecológica y climática que debe ser
corregida. Por esta razón demandamos la
inmediata detención de los mecanismos de
mercados de carbono, geoingeniería, REDD
y los agrocombustibles.
Ratificamos la necesidad y nuestro
compromiso de luchar en forma
permanente contra las corporaciones
transnacionales, actuando entre otras
formas, boicoteando sus productos y
rechazando cooperar con sus prácticas de
explotación. Los Tratados de Libre
Comercio y los acuerdos de inversión han
creado condiciones de extrema
vulnerabilidad e injusticias para millones.
La implementación de estos tratados trae
como resultado la violencia, la
militarización y la criminalización de la
resistencia. Otra consecuencia trágica de
los mismos es la creación de una masa
masiva de migrantes mal pagados, con
trabajos inseguros e insalubres y con
violaciones de sus derechos humanos y
discriminación. La Vía Campesina ha
logrado colocar los derechos de los
campesinos y campesinas en la agenda del
Consejo de los Derechos Humanos de la
ONU y llamamos a los gobiernos a ponerlos
en práctica. Nuestra lucha por los derechos
humanos está en el corazón de la
solidaridad internacional e incluye los
derechos y protección social de los
agricultores migrantes y trabajadores de la
alimentación.
Las luchas por el derecho a la tierra, a la
alimentación, al trabajo digno, contra la
destrucción de la naturaleza, son
criminalizadas. Son cientos los compañeros
y compañeras que han sido asesinados en
los últimos años y otros muchos ven
amenazadas sus vidas o son perseguidos y
encarcelados, frecuentemente con el
apoyo o la complicidad de las autoridades
públicas.
Un mundo sin violencia y discriminación
contra las mujeres
Nuestra lucha es para construir una
sociedad basada en la justicia, la igualdad y
la paz. Exigimos el respeto de todos los
derechos de las mujeres. Rechazando el
sistema capitalista, patriarcal, la xenofobia,
la homofobia y la discriminación basada en
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cuestiones raciales, étnicas, reafirmamos
nuestro compromiso en lograr una
igualdad total entre hombres y mujeres y
hombres y sus derechos a una total
igualdad. Esto requiere el fin de toda forma
de violencia contra las mujeres doméstica,
social e institucional tanto en las zonas
rurales como en las zonas urbanas. Nuestra
Campaña contra la Violencia hacia las
Mujeres está en el corazón de nuestras
luchas.
Paz y desmilitarización
Vivimos un incremento de conflictos y
guerras para la apropiación, proliferación
de bases militares y criminalización de la
resistencia. La violencia es intrínseca a este
sistema capitalista mortal basado en la
dominación, la explotación y el pillaje.
Nosotros estamos comprometidos con el
respeto, la dignidad y la paz.
Nos duele y nos honra los cientos de
campesinas y campesinos que han sido
amenazados, perseguidos, encarcelados,
asesinados por sus luchas. Continuaremos
exigiendo rendición de cuentas y castigo
para quienes violan los derechos humanos
y los derechos de la naturaleza.
Demandamos también la liberación
inmediata de todos los presos políticos.
Tierra y territorios
Defendemos una Reforma Agraria Integral
que ofrezca plenos derechos sobre la
tierra, reconozca los derechos legales de
los pueblos indígenas a sus territorios,
garantice a las comunidades pesqueras el
acceso y el control de las zonas y
ecosistemas de pesca y reconozca el
acceso y el control de las tierras y las rutas
de migración de pastoreo. Esta es la única
manera de asegurar un futuro para los
jóvenes del campo.
La Reforma Agraria Integral, vista como
una distribución masiva de tierras junto
con el apoyo con recursos para la
producción y el sustento, debe garantizar
el acceso permanente a los jóvenes, las
mujeres, los desempleados, los sin tierra,
para complementar a las pequeñas fincas,
a los desplazados y todos aquellos que
estén dispuestos a participar en la
producción a pequeña escala de alimentos
agroecológicos. La tierra no es una
mercancía. Deben reforzarse las leyes
existentes y crear nuevas para protegernos
de la especulación y un marco jurídico que
impida la especulación con ellas y su
acaparamiento. Continuaremos nuestra
lucha en defensa de las tierras y los
territorios.
Semillas, bienes comunes y agua
Las semillas, el corazón de la Soberanía
Alimentaria las enaltecemos con el
principio Semillas Patrimonio de los
Pueblos al Servicio de la Humanidad
reafirmado hoy por cientos de
organizaciones en todo el mundo. Nuestro
desafío pasa hoy por seguir manteniendo a
nuestras semillas vivas en manos de
nuestras comunidades, por multiplicarlas
en el marco de nuestros sistemas
campesinos. Continuaremos la lucha contra
su apropiación a través de diversas formas
de propiedad intelectual y su destrucción
por su manipulación genética y otras
nuevas tecnologías. Nos oponemos a los
paquetes tecnológicos que combinan
transgénicos con el uso masivo de
pesticidas.,
Seguimos hoy enfrentando la Leyes de
semillas que de la mano de los intereses de
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las corporaciones son privatizadas y
mercantilizadas. Seguimos enfrentando a
los transgénicos y luchando por un mundo
libre de transgénicos.
Los ciclos de la vida fluyen a través del
agua y ella es una parte esencial de los
ecosistemas y la vida. El agua es un bien
común y como tal debe ser protegido.
Construyendo desde nuestras fortalezas
Nuestra gran fortaleza es crear y mantener
unidad en la diversidad. Nosotros tenemos
una visión del mundo inclusiva, amplia,
práctica, radical y esperanzada como
invitación a unirnos en la transformación
de nuestra sociedad y la protección de la
Madre Tierra.
√ Las movilizaciones populares, la
confrontación con los poderosos, la
resistencia activa, el internacionalismo, el
compromiso con los movimientos de base
locales son esenciales para lograr cambios
sociales efectivos.
√ En nuestra heroica lucha por la
Soberanía Alimentaria continuaremos
construyendo alianzas esenciales con los
movimientos sociales tales como los
trabajadores y organizaciones urbanas y de
las periferias, con emigrantes, con quienes
luchan contra la mega minería y las mega
represas, entre otras. .
√ Nuestras principales herramientas
son la formación, la educación y la
comunicación. Estamos fomentando el
intercambio de conocimientos acumulados
hasta el presente con metodologías y
contenidos de formación cultural, política e
ideológica y técnica; multiplicando
nuestras escuelas y experiencias de
educación de nuestras bases y
desarrollando nuestras herramientas de
comunicación desde nuestras bases.
√ Nos comprometemos a crear
espacios especiales para potenciar a
nuestros jóvenes. Nuestra mayor
esperanza hacia el futuro es la pasión,
energía y compromiso de nuestros jóvenes
articulada en los jóvenes de nuestro
movimiento.
Nos vamos de esta VI Conferencia
Internacional de la Vía Campesina dando la
bienvenida a las nuevas organizaciones que
se han integrado a la Vía Campesina,
seguros de nuestras fortalezas y llenos de
esperanzas con el futuro.
¡Por la tierra y la soberanía de nuestros
pueblos! ¡Con solidaridad y lucha
EECCOOBBRREEVVEESS
EELL AADDAA EESS MMÁÁSS DDEE LLOO MMIISSMMOO
Varias organizaciones populares han
reiterado su llamado a no aprobar el
Acuerdo de Asociación con Europa (AdA),
un convenio comercial que fue maquillado
con los componentes de cooperación y
diálogo político para alejar los rechazos
que provoca el Tratado de Libre Comercio
con Estados Unidos (CAFTA, por sus siglas
en inglés).
El AdA fue presentado hace dos meses por
el Ejecutivo a la Asamblea Legislativa,
donde tiene votos suficientes para ser
ratificado sin mayor discusión, a pesar de
los daños causados por el CAFTA: aumento
del déficit comercial, demandas de
empresas mineras en centros de arbitraje
internacional, entre otros.
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Como hemos dicho en editoriales
anteriores, el AdA incluye los mismos
contenidos nocivos del CAFTA como
expropiación indirecta y trato nacional a
empresas extranjeras, que ponen en
desventaja al Estado y a los productores
nacionales frente a las empresas
transnacionales, y representan serios
obstáculos para la implementación de
políticas públicas.
Por eso es oportuna la reiteración del
llamado de la UNES, CEICOM, CDC y demás
organizaciones que han alertado sobre los
peligros del AdA. El acuerdo comercial con
Europa busca otorgar a las transnacionales
europeas beneficios iguales o mejores a los
que el CAFTA asigna a las corporaciones
estadounidenses.
El AdA representa, por tanto, una
continuidad del modelo neoliberal pensado
desde los intereses de las empresas
transnacionales y los países hegemónicos,
modelo que no dio al país los beneficios
que ofrecieron sus promotores: los cientos
de miles de empleos y la exportación
masiva de productos nostálgicos que
pregonaron los ex presidentes areneros
Francisco Flores y Antonio Saca.
Así que el AdA es más de lo mismo, lo cual
contrasta con el axioma de que es
necesario hacer cosas diferentes para
obtener resultados diferentes. Por lo cual
la Asamblea debe valorar el acuerdo
comercial con Europa a la luz de los
resultados del CAFTA, y el Ejecutivo
debería buscar otros rumbos y otro tipo
acuerdos.
Este país socialmente desigual,
económicamente excluyente y
ambientalmente deteriorado no va a
cambiar con más tratados de libre
comercio y nuevas privatizaciones. Fueron
estas medidas, más la dolarización, la
política fiscal regresiva y la
irresponsabilidad de los gobiernos
areneros en la atención de las necesidades
de la gente, las que profundizaron las
inequidades existentes.
PPUUEEBBLLOOSS IINNDDÍÍGGEENNAASS EEXXIIGGEENN DDIISSCCUULLPPAA PPÚÚBBLLIICCAA AANNTTEE DDIISSCCRRIIMMIINNAACCIIÓÓNN
El Consejo Coordinador nacional indígena
salvadoreño (CCNIS), rechaza el contenido
de un artículo de opinión, publicado en un
matutino, al calificarlo de un “claro acto de
discriminación” contra el pueblo indígena y
exige disculpas públicas y al Estado.
Gloria Silvia Orellana. Redacción Diario Co
Latino
Betty Pérez, del Consejo Coordinador
Nacional Indígena Salvadoreño (CCNIS),
expresó su rechazo por el contenido de un
artículo de opinión, publicado en El Diario
de Hoy, al calificarlo de un “claro acto de
discriminación”, contra la población
indígena del país.
El artículo de opinión apareció en las
páginas editoriales el 13 de junio pasado,
afirmó Pérez, al señalarlo como una
afrenta a la identidad de los pueblos
indígenas en el país.
Junto a un grupo de organizaciones
ambientalistas, agrícolas y sociales, se
unieron como movimiento social para
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exigir una disculpa pública del medio de
comunicación y al Estado salvadoreño el
cumplimiento de las normativas que dan
protección a este sector poblacional.
“No podemos creer que invoquen a Dios,
para pedirle que desaparezca la lengua
náhuatl, cuando estamos hablando de una
nación”, afirmó en su alegato Pérez, quien
agregó que su pueblo camina en su propio
sendero, construye desde su cosmovisión
su tejido social y honra los saberes de sus
Mayores.
El artículo de opinión trata sobre la
temática que siete mil idiomas y dialectos
podrían estar a punto de desaparecer a
finales de este siglo. El autor valora
también, que aquellos dialectos que solo lo
hablan un “centenar de personas” como el
náhuatl estarían condenados a
desaparecer.
“Esto va a ocurrir con el náhuatl, pese a los
intentos de un ex ministro comunista de
obligar a los jóvenes a aprender sus
rudimentos, aunque no se saca provecho
de poder decir –iré a comprar tortillas- en
náhuatl. Al fenecer el náhuatl, Dios
mediante también se extingan los caites y
los tapescos”, dice el artículo editorial.
Pérez afirmó que “Esta persona olvida la
importancia y valor que tiene nuestro
idioma ancestral y no solo para Cuscatlán,
sino, para otros pueblos originarios;
rechazamos la discriminación racial y
exigimos que este tipo de manifestaciones
sigan apareciendo contra nuestros
derechos, y esto es obligación de todo el
Estado, en general”, reseñó.
Juliana Ama explicó que la nación indígena
náhuatl y pipil, presentaba su reclamo
público ante la sociedad salvadoreña,
porque el artículo en mención ofende y
denigra el interior de la esencia de las
raíces ancestrales indígenas.
“Esta mañana muy iluminada por nuestro
abuelo sol, que es una herencia que nos
pertenece, presentamos nuestra denuncia
porque nuestro primer lenguaje y
comunicación expresiva en nuestras vidas
ha sido el idioma náhuatl, y no es posible
que un periódico que es un medio de
comunicación quiera hacernos más
invisibles, discriminándonos una vez más y
tratando de eliminar lo que
verdaderamente nos pertenece”, expresó.
Mientras, Francisco Gutiérrez, de la Mesa
Agropecuaria Rural Indígena, señaló que
este tratamiento ideológico dado a la
Nación Indígena del país, obedecía a la
reiterativa masacre de sus ancestros como
sucedió en la Colonia y en 1932.
“No olvidemos como hicieron su riqueza
estos potentados, como derramaron la
sangre indígena mientras era explotada
para generarles las ganancias; ahora este
artículo nos reafirma el interés de matar
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siempre a este pueblo indígena, ese
pueblo humilde que les ha generados sus
riquezas a lo largo de la historia”, sostuvo.
Este tipo de opiniones contra la Nación
Indígena es un “insulto a la historia”,
afirmó Carolina Amaya, ambientalista de la
Unidad Ecológica Salvadoreña (UNES), que
demandó de las autoridades de gobierno
un pronunciamiento en contra de estas
posturas ideológicas que lejos de abonar a
la convivencia de paz, revictimiza a todo un
pueblo.
“La cosmovisión del pueblo indígena se
basa en la armonía con los recursos
naturales del planeta y nos enseñan a
preservar este equilibrio; al opinar que
debe extinguirse es consentir acabar con
el planeta.
Como ambientalista apoyamos la visión de
cuidar esta armonía y demandamos justicia
para nuestros pueblos originarios”,
manifestó.
El CCNIS solicitó, además, a la Asamblea
Legislativa ratificar de inmediato la reforma
constitucional aprobada el 25 de abril de
2012, que reconoce la existencia de
Pueblos Indígenas en el país; y la firma y
ratificación de la Convención 169 de la
Organización Internacional del Trabajo
(OIT), que garantiza derechos de la Nación
Indígena.
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Gloria Silvia Orellana. Colatino
El ruido de la sierra eléctrica de Juan René,
es el único sonido que hace eco en la
plantación de café al Occidente del país, la
presencia de la “roya”, un hongo que se
reproduce a través de esporas, debilita el
tallo, hojas y fruto del cafeto, que termina
con su caída, echa a perder la cosecha y
arrebata la subsistencia de cientos de
familia que laboran en las fincas.
La finca Las Mandarinas, en Juayùa,
Sonsonate, es de las pocas, -comentó Juan
René- que está resembrando una nueva
generación de arbustos de café. Esto le ha
permitido, por unas semanas, contar con
un salario temporal, y para él, esta
situación va empeorar en los próximos
meses del año.
Juan trabaja como mozo en las diversas
tareas de cultivo de café, tiene una
experiencia de más de quince años y como
él, aproximadamente más de 300 familias
podrían experimentar esta situación crítica
que deja en riesgo su seguridad alimentaria
y nutrición.
“En esta finca están resembrando las 26
manzanas con los nuevos palitos de café,
pero vamos a tener que esperar como tres
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años, para un trabajo, porque no habrá
cosechas en esos años, aquí todos somos
mozos, no tenemos tierra propia y si no
hay trabajo ¿Qué pasará con nosotros?”,
preguntó.
Los temores de Juan René no son aislados,
un informe reciente del Programa de
Alimentos (PMA) reveló que en
Centroamérica “la industria cafetera es uno
de los principales medios de vida, el cual
genera un estimado de 4.8 millones de
empleos temporales y permanentes en un
año”. Asimismo, reportó que Guatemala,
Honduras, Nicaragua, Costa Rica y El
Salvador cultivan en su conjunto 925 mil
hectáreas del grano del café, que
representa un 9% de la producción mundial
en un año, o sea, 13 millones de quintales
de café oro- uva para exportación.
Pero más allá de las pérdidas que podrá
significar la roya a grandes productores, la
inseguridad alimentaria se cierne en los
parques cafeteros del país, sin empleos o
programas de asistencia que les permitan
superar esta amenaza, la población rural es
el rostro más vulnerable del rubro.
Juan René expresó sus temores: “aquí en
Los Naranjos la roya está en la zona y
afectó a todos porque una finca de 50
manzanas, antes empleaban a 150
personas, puestas en tres cuadrillas de 35
personas cada una, ahora no tendremos
esa oportunidad”, declaró.
Los gobiernos locales del Parque Cafetero
del país están realizando sus propias
acciones alrededor del tema, Xenia Palma,
promotora en Seguridad Alimentaria
Nutricional de la Alcaldía de Juayúa,
Sonsonate, afirmó la existencia de líneas de
asistencia a la población que depende
laboralmente de las plantaciones.
“Proveemos a la gente de un paquete de
ayuda alimentaria, se entrega a las
personas que lo necesitan, previa
evaluación que hicimos con las visitas a las
comunidades en diferentes cantones y
caseríos, con el fin de paliar las
necesidades de la gente y garantizar su
seguridad alimentaria, con una canasta
básica, cada dos meses”, dijo.
Palma agregó que existe un censo
poblacional actualizado que les servirá no
solo para entregar el paquete de alimentos
sino para formar comités de formación
técnica para que aprendan otros oficios y
no depender del cultivo solamente del
café.
“Hubo una falta de interés de las partes en
la expansión de la roya en el municipio,
pero como alcaldía vamos a seguir
trabajando por la gente, les vamos a
enseñar a cultivar hortalizas, cultivo de
peces, esto lo hacemos con el apoyo de
Ayuda en Acción que nos colabora con este
proyecto, estamos dispuestos, a buscar
ayudas en otros espacios a fin de garantizar
la seguridad alimentaria de esta población
de escasos recursos económicos”, declaró.
Mientras, el Síndico del municipio de
Apaneca, Ahuachapán, Mario Pacheco
declaró: “para mí, la antracnosis (hongo de
zonas húmedas y calurosas), más que el
efecto de la roya, echó a perder la cosecha
en esta zona”.
El funcionario municipal agregó que la
actracnosis o “lateral” como la llaman, era
la principal causa de la pérdida cafetera,
porque le quita toda la sustancia al fruto,
secándolo, y prácticamente inhabilita la
producción en muchas fincas y otras, que
buscarán recuperarse sembrando una
nueva generación de cultivo.
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“Aquí en Apaneca hay fincas que han
quedado totalmente terminadas, me
alargo a decir que el 90% de la cosecha del
café en la zona se perdió, estamos
hablando de unas 50 a 60 fincas grandes
que han sido afectadas, alrededor de 400 a
500 manzanas”, comentó.
“Algunos se van de vigilantes en empresas,
otros venden pan, y las amas de casa se
van a trabajar a casas de la ciudad como
empleadas de servicio doméstico, ahorita
esos son los rubros, porque las fincas, si
acaso, tendrán dos o tres trabajadores
nada más, estamos hablando de un 80% de
población que vive de esto, son más 600
personas que serán afectadas”, refirió
respecto al daño en los cafetales.
Las acciones del gobierno local incluyen
cursos de panadería y de corte y
confección. “El señor alcalde se está
reuniendo con empresarios chinos y
coreanos para buscar la viabilidad de
instalar una zona de maquila, que no
afecte el medio ambiente, pero que den
una respuesta de empleo a estas
personas”, aseguró.
Mientras, Margarita Morales de la Unidad
Ecológica Salvadoreña (UNES), señaló que
ante esta situación crítica se han creado las
“Plataformas Locales de Soberanía,
Seguridad Alimentaria y Nutricional”, que
tienen como objetivo crear espacios de
discusión de las problemáticas ambientales
relacionadas con la soberanía alimentaria.
“Estamos trabajando en un convenio con
Ayuda en Acción-UNES, para implementar
estas Plataforma en cuatro municipios
Salcoatitán, Juayúa, Apaneca y Tacuba, a
fin de abordar estas problemáticas, con la
colaboración de la Mesa de Soberanía
Alimentaria, para desarrollar planes de
trabajo y dar seguimiento a las demandas
de los gobiernos locales y nacional, así
como exigir marcos legales que permitan la
seguridad alimentaria de la población
rural”, afirmó.
Morales agregó que esperan promover al
menos, los diez mínimos, como el acceso
de las mujeres a la tierra, no a los
transgénicos y otros elementos que
garanticen en los marcos legales la
soberanía alimentaria.
“Hemos analizado los avances en este tipo
de leyes, que no han sido mucho, ya que
gobiernos anteriores se dedicaron a
eliminar toda la autonomía en la
agricultura, por un modelo basado en la
importación de productos; a la gente le
importa la disponibilidad de los alimentos,
aunque no lo relaciona a la seguridad
alimentaria, ahí debemos de trabajar para
buscar esa relación y la gente participe”,
externó.
A Juan René, le quedan solamente dos
semanas de trabajo, al quedar
desempleado tendrá que buscar el
sustento de su familia en otros rubros.
“Antes ganábamos 150 dólares por
quincena si venimos en pareja, solitos solo
logramos 75 dólares, pero ahora no hay
nada de empleo, el mantenimiento a las
fincas no necesita mucha gente… a mi me
preocupan mis hijos, están chiquitos.
Cuando ellos tienen hambre uno se
desespera”, reflexionó.
@UNES_ElSalvador