Revista Economía Social N°4

32

description

La Revista ES de Economía Social nació hace cinco años ante la necesidad de las organizaciones, movimientos sociales y espacios universitarios en publicar lo que se realiza desde la práctica en economía social tanto sea en trabajo autogestionado, autocontrucción de vivienda, comercio justo, consumo responsable, tecnologías sociales, mercados solidarios, monedas sociales. Con la Coordinación General del proyecto Trabajo Autogestionado-UNQ a cargo de Mag.Claudia Alvarez. Se imprime en la empresa recuperada, Cooperativa Unión Solidaria de Trabajadores de Wilde Avellaneda. Diseño y diagramación de Pablo Ismael Carballo Culebrón Timbal Conformada por un Consejo Editorial participativo

Transcript of Revista Economía Social N°4

Page 1: Revista Economía Social N°4
Page 2: Revista Economía Social N°4

3 - EditoRial

7 - mEGA-MINERIA A CIELO ABIERTOEL ATAQUE A LA NATURALEZAES UN ATAQUE A LA ECONOMIA SOCIAL

13 - SE PUEDE TRABAJAR DE OTRA MANERA

PRODUCIENDO SIN AGROQUIMICOS

16 - EN ECUADOR: EL SISTEMA

ECONOMICO ES SOCIAL Y SOLIDARIO

25 - DE QUE HABLAMOS?CUANDO HABLAMOS DE

CONSTRUCCION COLECTIVA

CONSEJO EDITORIAL

El Culebrón Timbal (Moreno) • Cooperativa Unión Solidaria de Trabajadores (Avellaneda) • BePe (Catamarca) • Cooperativa Consumo y Vivienda Quilmes (Quilmes) • Club Federal (Rosario) • Club Luchador (Rosario) • Bodegón Casa Cultural de Pocho (Rosario) • Instituto para la Inclusión Social y el Desarrollo Humano/INCLUIR • Tecnicatura Economía Social-Ma Auxiliadora/Sgo del Estero • Asociación Familias con Identidad Huertera-(AFIH) • Proyecto Trabajo Autogestionado–Secretaría Extensión Universitaria-Universidad Nacional de Quilmes

ESCRIBEN EN ESTA EDICION

Coordinación General: Proyecto “Trabajo Autogestionado” – SEU / UNQ

Se imprime en: Cooperativa UST (Unión Solidaria de Trabajadores) - Ortega y San Vicente, Villa Domini-co, Avellaneda Fotos: Sitios Web y archivo de las organizaciones promotoras.

Diseño y Diagramación: Pablo Ismael Carballo

EDICIONES ANTERIORES en Red de Educación y Economía Social y Solidaria http://educacionyeconomiasocial.ning.com/[email protected]

5 - 3ER FORO HACIA OTRA ECONOMIA

CON TINTES SANTIAGUENOS:MANTA DE TELAR, SOL Y ALGARROBA

Mario BarriosClaudia ÁlvarezRicardo EsquivelDavid Burín

Ana HerasCamila GancedoJulieta Sfara

Page 3: Revista Economía Social N°4

3

La disputa es permanente y la lucha es el caminoPor Mario Barrios - Presidente Cooperativa UST / ANTA-CTA Los movimientos sociales adquirimos en estos tiempos una importancia central porque vivimos momentos de incertidumbre. Estamos así las organizaciones y movimientos sociales desafiados a demostrar que somos autogestivos y que el campo de la autogestión muestra también las disputas de un modelo de producción y distribución.

Somos movimientos nacidos de organizaciones y experiencias autogestionarias alternativas. Venimos de fábricas recuperadas, de movimientos de desocupados, cooperativas de vivienda, asambleas en defensa del medio ambiente y el hábitat, movimientos de mujeres; dispuestos a constituirnos en debate y lucha, tanto en las relaciones de producción como en toda la cadena económica de intercambio, distribución y respeto por nuestra naturaleza, por nuestra madre tie-rra. Experiencias que son impensables sin la participación directa de los propios trabajadores en la dirección, administración y toma de decisiones. A su vez, fuente de tensiones porque vivimos en un mundo donde las formas del capitalismo no son sólo económicas sino que se traducen en las relaciones entre compañeros, entre pares, donde vivimos atravesados por el individualismo y la mezquindad. Son procesos complejos y contradictorios en los que se juegan relaciones de poder y dominación.

Surgimos a partir de la disconformidad con el sistema económico político y cultural actual, a partir de algo básico: recuperar la dignidad. Vamos disputando distintas instancias gobernativas porque cada cosa te lleva a la construcción de poder popular. Nosotros arrancamos por la de-bilidad de quedarnos sin trabajo, otros lo hacen desde lo productivo o cuestiones de medioam-biente. La lucha es la búsqueda de un proyecto de integralidad que implica la reproducción de la vida misma. No hay un movimiento que tome la integralidad. Lo que hay es una búsqueda permanente por abarcar la integralidad de la vida. El caso del MST en Brasil disputa la educación y las formas de trabajo, de la producción de alimentos, su génesis fue “queremos tener derecho a la tierra”.

En los escenarios internacionales hay resistencia permanente de los movimientos sociales, de or-ganizaciones latinoamericanas y mundiales. Una demostración de la resistencia fue que se haya ido Kosiko en Famatina, eso es producto de la lucha. Hay una agenda que salió de Rio + 20 que tiene como destino la capacidad de juntarnos y la Ley del Cuidado de los Bienes Naturales propuestas por Houtart, trabajada en más de 100 países y con una propuesta de distribución en adelante. Esto reafirma que la disputa es permanente y la lucha es el camino. Los K le pusieron precio a la naturaleza, y mientras para ellos es una mercancía, para nosotros la prioridad es la reproducción de la vida y no la comercialización de los bienes naturales.

Ed

ito

Ria

l

3 - EditoRial

7 - mEGA-MINERIA A CIELO ABIERTOEL ATAQUE A LA NATURALEZAES UN ATAQUE A LA ECONOMIA SOCIAL

13 - SE PUEDE TRABAJAR DE OTRA MANERA

PRODUCIENDO SIN AGROQUIMICOS

16 - EN ECUADOR: EL SISTEMA

ECONOMICO ES SOCIAL Y SOLIDARIO

25 - DE QUE HABLAMOS?CUANDO HABLAMOS DE

CONSTRUCCION COLECTIVA

CONSEJO EDITORIAL

El Culebrón Timbal (Moreno) • Cooperativa Unión Solidaria de Trabajadores (Avellaneda) • BePe (Catamarca) • Cooperativa Consumo y Vivienda Quilmes (Quilmes) • Club Federal (Rosario) • Club Luchador (Rosario) • Bodegón Casa Cultural de Pocho (Rosario) • Instituto para la Inclusión Social y el Desarrollo Humano/INCLUIR • Tecnicatura Economía Social-Ma Auxiliadora/Sgo del Estero • Asociación Familias con Identidad Huertera-(AFIH) • Proyecto Trabajo Autogestionado–Secretaría Extensión Universitaria-Universidad Nacional de Quilmes

ESCRIBEN EN ESTA EDICION

Coordinación General: Proyecto “Trabajo Autogestionado” – SEU / UNQ

Se imprime en: Cooperativa UST (Unión Solidaria de Trabajadores) - Ortega y San Vicente, Villa Domini-co, Avellaneda Fotos: Sitios Web y archivo de las organizaciones promotoras.

Diseño y Diagramación: Pablo Ismael Carballo

EDICIONES ANTERIORES en Red de Educación y Economía Social y Solidaria http://educacionyeconomiasocial.ning.com/[email protected]

5 - 3ER FORO HACIA OTRA ECONOMIA

CON TINTES SANTIAGUENOS:MANTA DE TELAR, SOL Y ALGARROBA

Mario BarriosClaudia ÁlvarezRicardo EsquivelDavid Burín

Ana HerasCamila GancedoJulieta Sfara

Page 4: Revista Economía Social N°4

4

Si bien hay una institucionalidad en derechos del buen vivir que se fue ganando en países como Ecuador, Venezuela y Bolivia en defensa de bienes comunes con la propuesta de los pueblos pluriculturales, con centralidad en el derecho a la vida, sigue estando en disputa por permitir la continuidad de políticas extractivistas en sus territorios.

Vamos perdiendo la pelea en el medio con gobiernos que aíslan, cooptan y dividen. La estrategia del poder ha sido la cooptación y la fragmentación de las organizaciones y de hecho lo vienen logrando en nuestro país y en Latinoamérica. Como muestra tenemos el ANTA (Asociación Nacional de Trabajo Autogestionado), nace con la intención de transfor-mación, de recuperar el trabajo y hoy está en agonía. El sistema capitalista es el enemigo a derrotar sino estamos siempre empezando una misma disputa.

La CTA (Central de Trabajadores de la Argentina) debate con las Centrales sindicales mun-diales que agrupan cientos de centrales sobre cómo garantizar los derechos ante la globa-lización de la política y la economía. Consideramos como diagnóstico que el sistema está agotado y que estamos peor que hace 10 años atrás. Hay necesidades manifiestas y los gobiernos no ayudan. La debilidad organizativa va de la mano de la desestabilidad econó-mica. Hay una necesidad de contar con el Estado para sobrevivir, pero en cambio el Estado subsidia la General Motors.

Por eso los movimientos sociales estamos desafiados a demostrar que Otro Mundo es Posible. Somos los que cuestionamos el sistema. La autogestión es la herramienta para demostrar que hay otra forma de producir, de repartir, distribuir, organizar el trabajo, otra forma de vivir, somos los que dijimos No al ataque del agua en la naturaleza, los que dijimos NO a la explo-tación del trabajo ajeno, los que cortamos las rutas y defendimos a nuestros herma-nos de pueblos originarios y lo seguiremos haciendo •

Ed

ito

Ria

l

Page 5: Revista Economía Social N°4

5

con tintes santiagueños: Manta de Telar, Sol y Vainas de AlgarrobaEn Santiago del Estero las organizaciones sociales, huerteras, movimientos campe-sinos, educadores populares hacia otra economía, junto a diferentes instituciones, Universidades y grupos autogestionados, organizaron el 3er Foro Nacional Hacia Otra Economía 2013, los días 7 y 8 de noviembre. Será un momento para afianzar la construcción colectiva, la autonomía y la identidad de los actores y organiza-ciones de la otra economía como paradigma alternativo al modelo dominante de desarrollo.

Con truequeada en los territorios e intercambio multi-recíproco de bienes y servicios haremos un abrazo de resistencia al Mercado Armonía. Trabajaremos en talleres sobre la Ley de Economía So-cial y Solidaria, comunicación, educación y consumo. Habrá debates sobre los bienes comunes de la humanidad como son tierra, agua, semilla.

Con un mapa de actores a nivel nacional que visibilice los procesos socioeconómicos alternativos al sistema económico capitalista nos preguntaremos: ¿Qué nos falta fortalecer en nuestra región? ¿Qué correspondencia encontramos en relación a los aportes de nuestros abuelos? ¿Seguimos reproduciendo ejes dominantes en cuanto a canales y patrones de producción y de consumos? ¿Seguimos reproduciendo patrones hegemónicos respecto a la forma que asume el desarrollo?

Será un momento para la construcción de conocimiento, de diálogo con trabajadores-as de em-presas recuperadas y múltiples experiencias de marcas colectivas, medicina alternativa y sistemas educativos populares con metodologías de alternancia.

El Foro Hacia Otra Economía nació con un grupo de organizaciones y universidades que se jun-taron en el 2010 buscando promover un escenario donde desde las verdaderas prácticas de los territorios, desde las genuinas acciones socioeconómicas alternativas al sistema dominante, se diera la reflexión y el debate, para volver así nuevamente a las prácticas que nutren los territorios.

3E

R FO

RO

HA

CIA

OT

RA

EC

ON

OM

IA

Page 6: Revista Economía Social N°4

6

Así fue como el 1° Foro Hacia Otra Economía transcurre un 30 de abril de 2011 en la Universi-dad Nacional de General Sarmiento con participación de 380 integrantes y el 2° Foro Hacia Otra Economía del 10 al 12 de mayo de 2012 en el Centro de Congresos y Exposiciones “Emilio Civit” en Mendoza con presencia de alrededor de 3800 personas.

El camino recorrido hasta ahora nos ofrece la oportunidad y nos plantea la exigencia de seguir apostando en la construcción de un movimiento hacia otra economía, un movimiento que vaya permitiendo afianzar las experiencias socioeconómicas, autónomas del capital y del poder político en políticas públicas participativas, con miradas y lógicas de los grupos agroecológicos, de arte y cultura comunitaria, autoconstrucción de vivienda, servicios y transporte sociales, radios comunitarias, autogestión del trabajo, sistemas de intercambios alternativos, redes de comercio justo, consumo responsable y alfabetización socioeconómica.

A diferencia de los Foros anteriores que sólo se hicieron una vez al año y a nivel nacional, du-rante 2013 se realizaron cinco Foros Locales/Temáticos ó Pre Foros al nacional. Serán el insumo que irá construyendo un entramado hacia el foro de fin de año. El primero comenzó en abril en el mismísimo Sgo. Del Estero: Protagonismo y Organización para la soberanía alimentaria. El segundo fue en José C. Paz (Bs.As) bajo el lema “Las Cooperativas como Herramienta de

Cambio Cultural” organizado por Mutual Primavera. El 3er, también en junio, fue el Foro local de Agroecología con ejes en la lucha de la tierra, contra las semillas transgénicas y por la soberanía alimentaria, estuvo organizado por la empresa recuperada Cooperativa Unión Soli-daria de Trabajadores de Wilde/Avellaneda (bs as). El cuarto ocurrió en julio en la localidad de Cuartel V, Moreno, con Intercambio de Bienes Culturales, organizado por Fundación Oasi y Culebrón Timbal (Bs.As). El quinto y último fue en octubre 2013 en Catamarca con el Foro local hacia Otra Economía organizado por la Red de Economía Social y Solidaria “Cooperación y Trabajo”.

Por eso Santiago del Estero es una esperanza, de construcción desde los territorios y con el protagonismo de las organizaciones. Otra Economía con tintes santiagueños; Manta de Telar, Sol y Vainas de Algarroba...Ya late en Santiago del Estero este 3er Foro Hacia Otra Economía •

Page 7: Revista Economía Social N°4

7

“El ataque a la naturaleza es un ataque a la economía social”Santiago Machado Aráoz y Sebastián Pinetta integran la Asociación Civil BePe, en Catamarca. Desde allí se han sumado a los pueblos en la defensa de la naturaleza y los modos de vida, luchando contra la megaminería y la desintegración económica que esta actividad genera en nuestro país. En esta entrevista, comparten un profun-do análisis de las causas y consecuencias del modelo extractivista, las estrategias de lucha y organización de las comunidades y las posibilidades de construir una eco-nomía social en el Noroeste argentino.

Entrevista realizada por Claudia Alvarez-UNQ y Ricardo Esquivel-Culebrón [email protected][email protected] • www.bepe.org.ar

Santiago Machado Aráoz: Soy de BePe y estoy involucrado en un proyecto en defensa de los pueblos afectados por la megaminería y abriendo así el tema del extractivismo que se inició en la Argentina por minera Alumbrera. Estamos terminando un estudio epi-demiológico de salud, sobre la incidencia que tiene el tema de la megaminería en Andalgalá, departamento piloto donde se hizo el estudio. Hace 50/40 años tenía 5000 campesinos productores. Hoy no llegan a 400. Esto fue un deterioro paulatino: primero fue el olivo, después escasez de agua, que se destinó a las urbes y ya no a los campesinos. Luego, la gran promesa de que la mega-mineria iba a salvar la población, iba salvar Catamarca, el NOA y un poco más la Argentina.

Page 8: Revista Economía Social N°4

8

EL

AG

UA

VA

LE

MA

S Q

UE

EL

OR

O

Desde hace 40 o 50 años que se vienen destruyendo los procesos productivos autóctonos de la comunidad. Allí, los campesinos se autosustentaban y la megamineria hizo un corte en esas ca-denas productivas. El Secretario de Producción de la Municipalidad nos contaba que actualmente los productores de tomate de las zonas afectadas no pueden vender sus productos porque el que compra tiene desconfianza. La megaminería fue transformando el modelo productivo de la mano del crecimiento del modelo extractivista y de la mano de obra estatal. Catamarca tiene el 37 % de la mano de obra activa en el estado y éste no tiene estrategias productivas.

Sebastián Pinetta: Estamos discutiendo cuáles son las alternativas productivas que te-nemos. Catamarca NO es minera, es una identidad que se nos impone ahora, estamos denunciando estos procesos extractivos para ver cómo salimos de esto, defendiendo el campesinado y las formas de vida. Catamarca tiene una forma de producir que no es depredatoria, a través de un vínculo con la naturaleza. Han intentado convencernos que Catamarca es minera, y nosotros queremos debatir este discurso, porque si habla-mos de 20 años atrás podemos decirles que los pueblos se han desarrollado con otra producción.

¿Cómo afecta y qué nivel de contaminación sufre el pueblo catamarqueño con estos pro-yectos megamineros?

SMA: Hay distintos niveles de afectación, nosotros consideramos que la mayor contaminación que genera la megaminería es social y más si viene con todo el aparato del Estado. El Estado socio de la empresa tanto en su formato discursivo como represivo. El Estado se asocia con la em-presa en el modelo extractivista que imponen y en lo económico. Los catamarqueños que viven la ciudad ya saben que Catamarca sigue siendo la provincia más pobre del NOA y del país. Con un alto porcentaje de desocupados sumándole a la asignación familiar y los planes de empleo que la provincia mide como si fuera empleo genuino.

Es mentira que el modelo mega-minero genera trabajo. No genera progreso, no genera ingreso, no genera siquiera el circulante del sistema tradicional capitalista. Después tenemos las comu-nidades más cercanas a la mina donde, a favor de la empresa, la gente se queda sin el recurso generador de vida que es el agua. Los niveles de uso de agua que utilizan estas empresas para sus proyectos dejan a las poblaciones y las comunidades sin agua. Despojar de agua a las comu-nidades es despojar del poder productivo, después la despojás de la vida. Sin agua no hay vida.

Page 9: Revista Economía Social N°4

9

Muchos catamarqueños son más concientes que el agua vale más que el oro y que el oro que ellos prometieron no vale como ellos decían porque no genera riqueza para los pueblos.

SP: Alumbrera no se está yendo, se está transformando. Estas promesas no se cumplieron nunca pero sin embargo hay impunidad para volver a los mismos discursos y a las mismas promesas.

Minera Alumbrera se fue de Catamarca pero ahora se reedita con otros proyectos, se trató del pri-mer y más grande proyecto de explotación a cielo abierto en este país: una mina de cobre y oro controlada por la empresa que insume millones de litros de agua diarios para sus procesos de lixi-viación y transporte de concentrados y obviamente dejando a las comunidades sin agua, además de contaminación ambiental. Se reedita con Agua Rica, la empresa ha incurrido en la remoción y destrucción de glaciares.

SMA: El problema del agua no es sólo de Catamarca, es un problema de todo el país porque todas las nacientes de agua dulce que van al grifo de toda la argentina, son de la cordillera. El agua dulce que se utiliza nace en la cordillera proveedora del agua en todo el país. La OFEMI (Orga-nización Federal de Estados Mineros), donde están todas las provincias cordilleranas, está firmando un tratado donde dicen “queremos que nuestras provincias sean mineras”. Mendoza va dejar de producir vinos para empezar a producir minería. Por eso el conflicto de Mendoza es muy fuerte a partir de los intereses económicos. En cambio, en Catamar-ca no hay tanta visibilización porque el estado, que es el mayor proveedor de mano de obra está como socio de la empresa. Claramente tiene una participación económica en la explotación, ha tomado partido. Los proyectos megamineros no se pueden hacer con agua salada, sólo con agua dulce.

SMA/SP: los gobiernos insisten en llevar adelante proyectos extractivos en contra de la voluntad de sus poblaciones. En el caso del Pueblo de Famatina, amenazada por un nuevo contrato de explora-ción entre el gobierno de La Rioja con una empresa canadiense, se levantaron las comunidades en distintos puntos de la ruta minera, con la intención de impedir el suministro de los insumos tóxicos a Minera Alumbrera, controlada por una empresa suiza ante el nuevo proyecto, Agua Rica, que tiene la resistencia del pueblo de Andalgalá.

Page 10: Revista Economía Social N°4

10Con esta realidad ¿cómo se hace para trabajar una propuesta de economía social?

SMA: Recreando los modelos productivos, haciendo memoria en la historia de Catamarca con las herramientas de economía social, el problema es que este modelo de país es parte de una eco-nomía del Estado, entonces se debe generar conciencia para que la gente le reclame al Estado. Vinculamos las experiencias del trabajo agroecológico con productores urbanos y que sea una economía que además de vender, diga cosas y denuncie. No podemos descuidar la relación entre los bienes comunes y el territorio; con las personas y las economías.

SP: Es clave compartir experiencias de nuestros frentes de lucha, la economía social es clave y la defensa de los bienes naturales en contra del extractivismo también, porque el ataque a la naturaleza afecta a la economía social. No puede haber economía social con el mercado de la megamineria. Nuestro desafío es hacer una sola lucha con los militantes y compañeros que vienen defendiendo la pachamama. Muchas veces quedamos de espalda con nuestros compañeros por-que estamos debatiendo pero también estamos haciendo. No somos hippies, queremos discutir en serio el desarrollo, pero un desarrollo donde el crecimiento sea para todos.

¿Estas luchas y estrategias que vienen construyendo con quiénes son desde lo local y a nivel latonomaericano?

SP: Estamos trabajando con la UAC (Unión de Asambleas Ciudadanas), que son grupos de vecinos autoconvocados, organizaciones autónomas no partidarias ni vinculadas al aparato estatal y ciu-dadanos en general reunidos en defensa de los bienes comunes, la salud y la autodeterminación de los pueblos, seriamente amenazados por el saqueo, la contaminación y el avance de dife-rentes emprendimientos económicos. También con las Asambleas Campesinas. Venimos parti-cipando de los juicios a las empresas transnacio-nales. Las comunidades fueron en algunos casos testigos para desnudar falsas promesas. Estamos pensando regionalmente y en lo local, constru-yendo conocimiento.

Page 11: Revista Economía Social N°4

11

A nivel latinoamericacano venimos encontrándonos con hermanos que trabajan contra el extrac-tivismo y la megaminería, nos estamos vinculando con comunidades afectadas. Nos interesa saber cómo han operado y ver también cómo han operado con la criminalización de la protesta. Sabe-mos desde la historia los procesos de legislación: el mismo proyecto que aprobó Perú luego aprobó Chile, en los 90 Argentina, Ecuador, Bolivia. Estamos pensando una estrategia latinoamericana común apuntando a la visibilización del un problema que fue implementado en otros países, con el mismo resultado de pobreza.

SMA: Creo que tenemos que aprender a pensar una economía social por fuera del Estado porque el Estado de derecho nació para mantener el poder hegemónico, el Estado es la herramienta de este modelo, el Estado es nece-sario para el extractivismo. Hay que empezar a construir en paralelo porque este Estado es la herramienta del extractivismo.

¿Cuáles son las próximas acciones a realizar?

SP/SMA: En primer lugar seguir acompañando Andalgalá, Santa María, Tinogasta que son comunidades afectadas por procesos megamineros del Noroeste Argentino. Estamos trabajando en el fortalecimiento a las organi-zaciones, generando información en salud, en conflictos socioambientales y en asesoramiento jurídico. Las organizaciones y comunidades de base de diferentes grupos de sectores populares de la región han recuperado un pro-tagonismo de fuerte denuncia. Organizaciones campesinas, comunidades de pueblos originarios, poblaciones afectadas, vienen generando y desarrollando nuevas estrategias de resistencia vinculadas a la defensa de sus derechos y, en particular, al acceso y control de sus territorios y recursos naturales. Nosotros acompañamos en procesos de formación y sensibilización, intercambio con organizaciones y comunidades de base, seguimiento en movilizaciones y di-fundiendo las luchas extractivistas en radios comunitarias, populares y medios alternativos que tomen el tema •

Page 12: Revista Economía Social N°4

12

DERECHOS DE LOS PUEBLOSEl 29 de agosto se llevó a cabo en el Auditorio "Eva Perón", de la ciudad Autónoma de Buenos Aires el 1° Semi-nario Internacional "Desde el extractivismo a la re-construcción de alternativas". El seminario convoco a más de 300 personas, para debatir las alternativas al actual modelo de despojo impuesto a nuestros pueblos. Referentes de más de 70 organizaciones sociales, activistas, investigadores, movimientos sociales y público en general, se reunieron, con el firme propósito de seguir denunciando este escenario, para compartir, reflexionar y caminar hacia la construcción colectiva de alternativas populares.

El seminario se enfocó sobre tres escenarios: en primer lugar el marco de la actual crisis por la que atraviesa el modelo extractivo. El segundo escenario propone un debate en torno a la violación sistemática de los derechos de las comunidades y pueblos a sus tierras, territorios y recursos por parte tanto del Estado como de las empre-sas transnacionales. El tercer escenario propone un encuentro con las prácti-cas y resistencias de los movimientos sociales, generadores de alternativas acerca del desarrollo, que no estén en-focadas en la extracción de recursos naturales •

Page 13: Revista Economía Social N°4

AG

RO

EC

OL

OG

IA E

N G

UE

RN

ICA

13

“Se puede trabajar de otra manera, produciendo sin agroquímicos” Desde el Centro Agroecológico “Ashpa” consideran que se puede trabajar de una manera que sea no contaminante. De una manera ecológica para que naturaleza sea mejor, sin caer en el desierto verde. En esta entrevista, Oscar afirmó que “podemos ofrecer una alternativa promoviendo la agroecología. Queremos demostrar que se puede revertir una producción basada en agroquímicos en una producción agroeco-lógica”.

por Julieta Sfara y Camila Gancedo • Estudiantes del Proyecto Trabajo Autogestionado de la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ)

Guernica, ciudad de la provincia de Buenos Aires, es la cabecera del partido de Presidente Perón, unos 30 km al sur del centro porteño. Las estudiantes Camila y Julieta del Proyecto de Extensión Universitaria Trabajo Autogestionado-UNQ visitan el Centro agroecológico Ashpa y conversan con uno de sus miembros, Oscar Barilá.

Oscar nos recibe en la huerta agroecológica para contarnos como surge y de qué manera trabaja el centro agroecológico Ashpa (“tierra” en quechua). Sus impulsores buscan aprender a amar y cuidar a esta Madre que nos provee todo para vivir, tal como hacían nuestros an-cestros de pueblos originarios. Por eso una de las formas de lograrlo es generando espacios de reflexión en los barrios, abriendo talleres y cursos gratuitos que funcionan en distintas unidades de capacitación coordinadas por vecinos, estudiantes, jóvenes y productores.

“Debido a la crisis del 2001, un grupo de vecinos de Guernica que nos interesaba el tema de la ecología y que teníamos inquietudes ante la crisis, nos juntamos para ver que podíamos hacer de manera conjunta, así surge el centro agroecológico ASHPA”. En un principio fue integrado por tres productores, dos docentes y una bióloga. Luego fue incorporándose más gente pero en general está formado por docentes y productores. “La actividad que venimos desarrollando desde el 2001 hasta ahora es de formación. Por un lado, tenemos el taller de

Page 14: Revista Economía Social N°4

14

huerta con el apoyo del INTA por otro lado, nos dedicamos a la apicultura”.

“Los talleres de huerta se realizan entre dos y tres veces al año y el taller de apicultura es uno extenso que dura entre 5 y 6 meses, desde el comienzo de la temporada hasta el final que se preparan las colmenas para la invernada, yo estoy encargado de este proce-so”. Durante los 10 años transcurridos se han formado aproximadamente 300 personas, con muchos de ellos se sigue manteniendo contacto y trabajando. De esta forma surge un grupo comunitario que se hace llamar Cooperativa de Trabajo.

En septiembre del año pasado, la asociación tuvo un gran avance al presentarse la opor-tunidad de conformar una cooperativa real. Se hizo a través de un Programa Nacional, Trabaajo Autogestionado, dirigido principalmente a las empresas recuperadas. Por una cuestión organizativa, la cooperativa trabaja en tres brigadas, durante la semana trabaja una brigada cada día ocupándose del mantenimiento y los sábados por la mañana se reúnen todos los miembros.

“Si bien desde diciembre hasta hoy nos dedicamos principalmente a la formación, porque la mayoría desconocía del criterio agroecológico, se lograron resultados muy buenos, con muy buenos niveles de producción. Incluso para la temporada invierno-verano ya es-

tán sembrados los bancales y el gran salto se va a dar en la próxima tem-porada primavera-verano. Además hoy estamos pensando en movernos a otro terreno porque este ya está todo sembrado, solo hay que hacer mantenimiento. Todo lo producido se viene utilizando para el autocon-sumo, no comercializamos”.

En el año 2009 Ashpa empieza a tra-bajar, en conjunto con los docentes, en la Escuela Secundaria Nº 3 dando talleres para los chicos y trabajando

Page 15: Revista Economía Social N°4

15

en el predio donde hoy es la huerta. Estos talleres recibieron un apoyo del Ministerio de Edu-cación dentro del plan de centro de actividades juveniles y son abiertos a toda la comunidad. El centro de talleres funciona el sábado por la tarde y hay talleres de huerta, karate, murga, teatro, plástica y folclore. Al mismo tiempo Ashpa se pone en contacto con un movimiento cultural, “Los Otros” y empiezan a trabajar sobre el mismo tema, el ambientalismo.

En el año 2010, a través de una iniciativa del barrio Las Lomas, se desarrolla una campaña contra los agrotóxicos. Ambas organizaciones (Ashpa y la Escuela Secundaria Nº3) “empeza-mos a investigar, a hacer encuestas en el barrio para ver la magnitud del daño y a convocar gente porque los vecinos ya estaban cansados de las fumigaciones y de que las autoridades no cumplan la norma vigente. Hablamos con la municipalidad, nos reunimos con el con-sejo deliberante e hicimos marchas. Producto de estas movilizaciones y de hablar con las autoridades logramos que una comisión bipartita en conjunto con 3 secretarios del sector municipal de garantía de que se va a lograr un seguimiento del campo y de que los inspec-tores corroboren con que se va a fumigar con productos no tóxicos. Como conclusión de esta movida el dueño del campo dejó de cultivarlo y hoy en día está lleno de floración natural, la naturaleza se recobró”.

Estas son las etapas evolutivas de Ashpa. Se ha conformado una cooperativa grande de agri-cultores y una pequeña cooperativa de apicultores, pero sus miembros están esperanzados de solidificar las dos y conseguir un subsidio para la cooperativa, para poder comprar herra-mientas y seguir creciendo. Por eso presentamos un proyecto reflejando el gran avance que tuvimos hasta hoy •

Page 16: Revista Economía Social N°4

16

Constitucionalmente, el sistema económicoes social y solidario”Jeannette Sánchez, titular del Ministerio Coordinador de Política Económica (MCPE), de Ecuador, recibió a la Revista ES en exclusiva. En una charla sin des-perdicio, desarrolló los conceptos y prácticas que llevaron al gobierno de Rafael Correa a darle rango constitucional a la economía social. Historias ancestrales y originarias, organización popular y producción e intercambio solidarios como herramientas para el futuro.

Por Claudia Álvarez Directora Proyecto Trabajo Autogestionado -Universidad Nacional de Quilmes*

-CA: Le agradecemos ministra la amabilidad de su tiempo para recibirnos desde la Universidad de Quilmes y la Revista ES de Economía Social y preguntarle por el marco sociohistórico de la economía social y solidaria en Ecuador

- J.S.: Es importante comentar que primero hay una historia del movimiento social y de las or-ganizaciones de Ecuador, tal vez por su cultura o por bastantes factores que han ocurrido en

términos históricos, aquí existía un movimiento muy enraizado ya de Economía Social y Solidaria, en términos de la emergencia de cooperativas, por ejemplo el cooperativismo fue algo muy importante, luego la organización comunitaria, por nuestra población indígena sobre todo del área andina, también ha sido un referente de organización de unidades económicas diferentes, que también es importante. También tenemos, de hecho, en la costa organización alrededor de la propiedad de la tierra, muchas cooperativas surgieron así, y el Cooperativismo

* P.Praxis-Dirección de Vinculación Social-Secretaría de Extensión Universitaria-UNQ-Desgrabación de Audio Jorge Acosta-Asociación Civil Ore Tape

Page 17: Revista Economía Social N°4

17

de Ahorro y Crédito, que tiene una trayectoria casi tan antigua como la de Europa. Entonces esas son como circunstancias particulares de nuestra historia. Lo que ha pasado es que nunca hubo… en la historia oficial no aparece porque nunca fue objeto de preocupación de los distin-tos gobiernos. Estaban como yo he dicho, invisibilizado totalmente, en sus estadísticas, en sus instituciones, en sus normas.

Lo que teníamos era, una ley de cooperativas, bien anacrónica digamos, ya bien antigua, y no se reconocían otras unidades económicas aparte de las cooperativas que era la más clásica y las más formal tal vez. En las otras, las asociaciones, las bancas comunales, otros tipos de organiza-ciones, no tenían ningún reconocimiento. Entonces, tal vez, uno de los hechos más importantes que han ocurrido en esta reciente coyuntura, de este gobierno, es darle una importancia en su discurso político, en su discurso jurídico (ya práctico), importante. No que hemos resuelto todo, pero creo que si tuvimos un rol muy importante en hacer una visibilización, política incluso, muy fuerte, empezando por la Constitución.

CA: La Constitución en sí misma comienza diciendo “el sistema es económico social”…

J.S.: Así es, en sí misma empieza diciendo que el sistema económico es social y solidario, en-tonces ya eso nos guía un poco. Y la misma Constitución dice, hay tres factores en economía que todos necesitan ser por su puesto, regulados, controlados, pero también tener políticas de fomento diferencial. Entonces dice: la economía pública, la economía privada y la economía popular y solidaria. Entonces de aquí surge toda la respuesta de normatividad, operativa y de política pública que vino después. Yo fui Ministra de Inclusión Económica y Social, y desde ahí, si tu quieres, me correspondió por esa función, liderar un poco esa operativización y ba-

Page 18: Revista Economía Social N°4

18

jarla a un instrumento legal, crear una institucionalidad. Con el mismo José Luis (Coraggio) discutimos mucho de estos temas, entonces él es parte de esta historia. Él es parte de esta historia, siempre muy respetuosas diferencias también, lo cual es normal, siempre se pretendía lo mejor, arreglos diferentes, pero de todos modos este fue el ensayo, una aproximación que es perfectible además, y que depende de la realidad de cada país. A veces tienes trayectorias un poquito diferentes.

C.A.: Un ensayo, qué en cinco años de gobierno está saliendo bastante bien

J.S.: Si, nosotros diríamos… todavía creemos que es insuficiente, pero creemos que pusimos los temas más duros ya en el tapete, entonces, te digo, la creación de la Ley de Economía Po-pular y Solidaria, el Reglamente, inmediatamente después…toda una arquitectura institucional con una Superintendencia que va a ser en control, una Junta de Regulación, dos instancia políticas de promoción y fomento, la una de servicios no financieros, la otra de servicios finan-cieros. Si, es una institucionalidad difícil, imposible de pensar en otro gobierno que no fuera éste. Por supuesto, las políticas todavía están en construcción, y tal vez siendo autocríticos, y creo que es la realidad de toda América Latina, nos falta trabajar y ahí necesitamos cuadros, por eso veo muy bien la formación.

En esta economía nos faltan cuadros, talentos, que acompañen el análisis del conocimiento, el apoyo a la construcción de los sistemas de información, el pensamiento activo de las políticas públicas, en definitiva hemos tenido que ir al mismo tiempo creando cuadros. Otros ya existían en las unidades económicas y redes de las organizaciones, pero ha sido para nosotros difícil, y recién se empiezan a crearse carreras. En Argentina con la maestría en economía social fue más rápido el pensamiento y el debate académico de lo que aquí.

C.A.: En Ecuador comenzaron por la acción…

J.S: Exacto. Era la gente real de las organizaciones, de las redes. Esto es lo que es un poquito diferente, y tal vez nosotros desde la gestión somos como catalizadores, entonces vinimos y dijimos: “bueno, hay todo este movimiento, esa es una economía tan real como la otra”. Necesita importancia, necesita normatividad, necesita reglas también, y necesita políticas de

Page 19: Revista Economía Social N°4

19

promoción porque está en una situación de desventaja en acceso a mercados, en poder eco-nómico real, respecto al otro sector. Entonces aquí hay una clara apuesta que hacer. Entonces, eso, desde el punto de vista político creo que fue muy importante, pero por supuesto queda pendiente, es un proceso de construcción, el ir generando las posibilidades y las políticas reales que debe hacer el Estado, ver a las organizaciones, hasta dónde vamos… esto ya es un proceso de debate y de discusión de construcción, pero yo digo “están sentados los cimientos”, están las bases colocadas. Y mira que hemos generado, incluso en el ambiente académico, intelectual, toda una discusión. Los que critican duramente porque quieren ver que las cosas fueran más fuertes… pero está bien, hemos armado el debate.

C.A.: es necesario, es parte de la construcción

J.S.: Es necesario, exacto. Y ahí, mira que ya se han motivado los cursos, las especializaciones. Muchas universidades, aquí en Quito, en Cuenca, en Guayaquil, empezaron ya a generar co-nocimiento y para nosotros eso es clave porque necesitamos una generación de pensadores y también de constructores de políticas públicas en este tema. El país está ausente, como te digo, salvo la experiencia real de la gente que ha estado en estas unidades, en las redes, en las organizaciones de este tipo.

C.A.: ¿Cuales son las grandes tensiones que existen en este momento?

J.S.: Tensiones respecto a Economía Popular y So-lidaria, yo diría en la tensión a nivel más político, por supuesto, siempre es una disputa latente con todos los otros actores económicos, entonces hay ahí una voluntad clara, pero hay que darle todavía contenido. O sea, la pelea es en la cancha y dis-putando las políticas, disputando la asignación de recursos, disputando la normatividad, controlando

Page 20: Revista Economía Social N°4

20

los excesos de concentración, también promocionando la expansión de la parte solidaria de las mismas empresas. Porque, para no catalogar como un actor “de pobres”, sino entrar a dispu-tar en las empresas, en las grandes industrias también, en el sistema financiero también, este espacio que hay que construir, ya pensando más sistémicamente un espacio de mayor solida-ridad, en esa vocación de esas economías que ciertamente tienen organizaciones diferentes, pero la disputa es ganarle en esa lucha con los temas de solidaridad donde se construye un sistema de economía social.

C.A.: Traccionando a las empresas más allá de la filantropía

J.S.: Exacto traccionando las relaciones asimétricas para que sean más democráticas. Esa es una parte de la lucha fuerte ¿no? Hay que construir, hay que ir proponiendo, hay que ir pensando, como cambian las regulaciones, como concretas esos incentivos o limitas los otros campos, depende. Ahí hay la posibilidad de pensar en muchas políticas, pero ahí hay una veta abierta. La otra es ya con la gente de base, porque por supuesto, y la misma izquierda más radical. Por-que ellos tienen la expectativa de que esto sea el inicio de la revolución y el cambio completo de las condiciones de poder, y quieren ver que eso ocurra mañana mismo. Entonces siempre hay también la otra lucha, es decir “compañeros, esto es una transición” No es que la decisión política no está, lo que pasa es que hay que construir, las tarimas, las instituciones, las reglas,

apostar financiamiento, y esta es la lucha de to-dos. O sea, no es pedir cuentas al gobierno de que resuelva todo, esta es la lucha de todos en cuan-to arrimamos el hombro cada uno, en esta lucha, en esta construcción. Entonces creo que esos son como dos frentes más bien a nivel político, que es importante.

Otra cosa que no es menor es el tema de la aca-demia y lo técnico, la parte de construcción de ingeniería, de respuestas concretas, es un nivel también que es fundamental y que hay que ir

Page 21: Revista Economía Social N°4

21

construyendo. Como te digo, podemos estar todos de acuerdo pero si no sabemos cómo ha-cerlo, no pasa nada. Entonces, por eso, el tema de la academia es muy importante. El tema de estructurar capital humano para que haga esta lucha, y tenga esa capacidad de innovar de pro-poner políticas concretas y de hacer instituciones solidas que se mantengan en el tiempo. Creo que por ahí es más o menos, el como nosotros, como vemos la experiencia y los desafíos, y las luchas reales que tenemos actualmente.

C.A.: Dos cosas quería preguntar, una relacionada con los movimientos sociales y el acompa-ñamiento concreto y reflexivo sobre estas políticas del Buen Vivir y como ven ustedes la nece-sidad de estrategias comunicacionales. En este caso, nosotros desde la Universidad de Quilmes, con una revista de economía social, donde empezar a dialogar fluidamente, desde una red de economía social. Es una red internacional donde rápidamente podemos saber qué es lo que está ocurriendo en Ecuador. Porque Ecuador es nuestro norte.

J.S.: bueno gracias me encanta que digas que somos un referente, pero quiero devolver el piropo y decir que Argentina fue un referente también para nosotros en el tema ya de procesamiento mas académico, digamos, para reelaborar nuestra propia experiencia. Respecto a la relación con los movimientos sociales, yo te diría, en todo el proceso de construcción hubo una participación muy grande, de todas las redes de economía popular, de economía solidaria, y esto nos permitió hacer una construcción colectiva, por tanto hay una fuerte co-autoría de estos movimientos. Porque te digo, no había demasiada reflexión en los otros niveles, entonces fueron los propios actores los que acompañaron el proceso. Entonces, esta sí es una historia que me satisface mu-cho porque fue construida de esa manera, con los actores también. Por supuesto, en el medio queda la parte de la frustración que era la que “pongan esto”, “y por qué no pusieron acá”. Y cada grupo tiene interés, porque también debemos reconocer que también son grupos de in-terés. Tienen intereses diferentes, y nosotros vamos a tratar dar mayor poder y todo, pero son finalmente también actores de interés. Entonces el grupo cooperativo tiene unas ambiciones, el otro grupo asociativo tiene otras…

Entonces claro, en el medio siempre hay este desgaste natural digamos, de lo que es la cons-trucción colectiva. Entonces, yo creería que en ese sentido hay muy buenas relaciones. El mismo movimiento indígena, que en parte tuvimos mucha cercanía, a muchas organizaciones. Pero por

Page 22: Revista Economía Social N°4

22

supuesto, no necesariamente se traduce en su postura política respecto al gobierno, o sea, ahí por supuesto ya son las cosas diferentes, pero en la construcción de esta área la gente fue muy propositiva, aportó, yo diría, y creo que ha sido una buena señal para ellos.

En el tema más de la relación con la parte de comunicación y cómo podemos difundir las ideas, mira parte de los temas importantes de la lucha, no son solo los hechos reales sino los hechos culturales, entonces ahí juega un papel fundamental la comunicación. El hecho de decir, bueno, la Economía Popular y social existe, está viva, no es algo extraordinario, que nadie sabe, que solo es producto de poca gente radical, no, no, es la economía de la gente.

Es importante que lo reconozcamos y que lo conozcamos, y como cualquier economía, es una economía que debe ser reconocida. Para empezar debe ser reconocida, visibilizada. Y ya que tiene esta particularidad de conectarse, digamos, de manera más democrática con los individuos, merece ser fomentada. Y aprender además las lecciones para el resto de los actores de la arena económica ¿no? Porque no pretendemos decir que “todo lo éticamente correcto está acá”, porque también hay muchos temas a debatir, pero que en el agregado, nosotros estaremos de acuerdo que en esta lucha intestina digamos, y salvaje que mantiene el capitalismo, por el lado empresarial no vamos a producir sociedades viables, incluyente, porque la tendencia es concentradora.

Entonces, mientras más diálogo, y más vayamos cambiando las reglas, e impulsando los posibles lazos de solidaridad con el resto de actores, pues construiremos una sociedad más vivible para todos.

C.A.: Además que el capitalismo no es solamente la concentración de poder, sino que el ca-pitalismo se traduce en prácticas de los sectores más populares también

J.S.: Exacto, el capitalismo salvaje de la misma Economía Popular, por ejemplo entonces, si es también una disputa cultural que hay que hacerla, y que es necesaria, que creo que nos favorece a todos como sociedades.

Page 23: Revista Economía Social N°4

23

C.A.: y en esta percepción de que siempre lo bueno viene de la empresa, y entonces si la empresa se fue de Ecuador, entonces nos estamos quedando sin empleo, pero resulta ser que esa empresa no generaba trabajo. Entonces ese imaginario, esa percepción…

J.S.: hay que deconstruirlo, exacto. Hay que deconstruir y hay que poner en el tapete otros valores y entrar a la economía dura, sustantiva ¿no? En ese sentido decir a ver, tenemos unos imaginarios creados por un sistema de dominación político, donde se ha creado unos códigos, y unos referentes. Hay que entrar a la disputa de sus referentes, y bueno, valorar la economía de la gente que en lo fundamental tiene que llevar a reproducir su vida de manera digna, y de manera adecuada donde todos podamos vivir bien.

No estamos cuestionando las capacidades de innovación, las posibilidades que también nos trae el otro mundo, pero en un encuentro adecuado de los mundos, y ahí sí como decía soy muy apegada a tratar de irme a este tema del eclecticismo metodológico, yo te digo, teniendo en clara la idea, la visión, la misión de la construcción de una sociedad más justa, más igualitaria, todas sus instituciones deben reflejar eso. Y no vamos a matar la innovación, y al desarrollo tecnológico, y al conocimiento.

Hay dos maneras de ir incorporando eso es que las empresas empiecen a adoptar estos grupos de elite, que ciertamente también son necesarios en términos de la innovación y todo, de po-nerles incentivos, regulaciones, reglas que empiecen a ser más conscientes a una responsabilidad social más democrática, en ese sentido respecto a la inclusión de las personas, a la mejoría de la comunidad, al cuidado del ambiente, etc. Porque estamos en una sociedad donde queremos vivir todos,

La otra es, mire tanta innovación que hay en el mundo de la economía de nuestra gente, en-tonces no se necesita tener la gran empresa, sino tener esta fuerza de salir adelante y de hacerlo bien. Y estas organizaciones, que nos permiten distribuciones más adecuadas, eso es loable, eso debemos promocionarnos hacia una sociedad mejor. Entonces, y también, claro con el rol de una economía pública, consciente de todos estos actores, empujando los lazos de mayor solida-ridad y limitando lo que pueden ser los factores de exclusión y de concentración •

Page 24: Revista Economía Social N°4

24

Para lograr Otra Economía, Otra Educación, Otra Sociedad es imprescindible pensar en una construcción colectiva, pero…

¿Qué queremos decir cuando hablamos de “construcción colectiva”?A menudo nos encontramos en conversaciones o discusiones grupales donde se usa la frase “construcción colectiva”. Como organización nos preguntamos permanentemente “¿cómo la identificamos?” o “¿cómo la reconocemos?”

Contribución de Ana Heras y David Burin en nombre de Asociación Civil INCLUIRInstituto para la Inclusión Social y el Desarrollo Humano

Sabemos que en algunos ámbitos la frase suena y se repite. Y sabemos que en otros ámbitos —además de sonar y repicar— estas dos palabras remiten a una serie de acciones. En esta nota repasamos brevemente:

• qué entendemos por construcción colectiva, • qué implica que una construcción colectiva esté pensada como tal y se actúe en conso-nancia, y • cuáles son algunos atributos que es bueno identificar para poder reconocerla, selecciona-dos a partir de nuestra experiencia y el análisis de la misma.

Construcción colectiva: cuando participamos como individuos y como organizaciónEn algunos de los espacios donde participamos de una construcción colectiva hacia Otra Sociedad se dan situaciones que nos interpelan individualmente: por ejemplo cuando una persona agrede a otra y nos ponemos nerviosos o incluso tenemos temor de que esa vio-lencia aumente, o que clausure una discusión necesaria.

Page 25: Revista Economía Social N°4

25

Otras situaciones nos interpelan como organización: por ejemplo, cuando no se cumple con un compromiso previamente acordado entre todas las organizaciones o cuando algo que se hace como espacio colectivo no coincide con los acuerdos previos, y contradice lo que la propia organización piensa.

Quienes integramos Incluir participamos a título individual en cooperadoras escolares (con un sentido social-comunitario), en cooperativas de consumo solidarias, en organizaciones que apoyan la educación pública, en organizaciones de arte, música, teatro y cultura comunita-rias, en organizaciones de voluntarios que asisten a gente en situación de calle, etc. En esas organizaciones somos interpelados constantemente como individuos por dos significaciones imaginarias sociales que se imponen mayoritariamente en nuestra sociedad como práctica cotidiana:

a) un régimen de sentido político, económico y social que no nos representa y hacia el que no queremos construir, que llamamos el régimen del capitalismo hegemónico;

b) un modo jerárquico, autoritario, a veces manipulador, de pensar las relaciones entre las personas, que llamamos el régimen heterárquico.

Para dar respuestas a esa forma de pensar, individual-mente, casi todos los miembros de nuestra Asocia-ción vamos eligiendo participar de espacios que con su acción van poniendo en discusión esa idea de que el capitalismo es el único régimen económico-social vigente y esa otra idea de que las relaciones huma-nas necesariamente deben organizarse de manera je-rárquica, alrededor de un líder (o una mesa directiva) que toman las decisiones reales para que los demás las aprueben y acaten. Lo que sucede cuando nos vinculamos individualmente con estas situaciones es que por más que seamos “cada uno de nosotros”, nos

Page 26: Revista Economía Social N°4

26

reconocemos actuando y pensando con un bagaje que fuimos construyendo en nuestra organización, como colectivo.

Como organización también somos interpelados por distintas problemáticas, y respondemos, asociándonos con otros para pensar y hacer. Ejemplos de estas situaciones son: el foro hacia otra economía y el espacio ley de economía social y solidaria, la Mesa de trabajo colectivo para pensar-hacer la auto-gestión como proyecto de autonomía, el Espacio Carlos Mugica –una red de organizaciones pluri-sectorial y pluri-cultural para la defensa de derechos de personas en situación de calle–.

Encontramos común a estos espacios, precisamente, la idea de acción colectiva.

En el caso en que participamos individualmente, lo hacemos porque esta-mos buscando construir nuestra vida cotidiana con otros, junto a otros, y teniendo esa posibilidad de pensar-hacer con otros como referencia: en el día a día, en nuestras casas, con nuestras familias, con nuestras comunidades barriales y con nuestras comunidades educativas y culturales de referencia. Así vamos produciendo una serie de prácticas e ideas sobre esas prácticas que se construyen con otros y para todos los involucrados. Por eso las deno-minamos colectivas.

Cuando lo hacemos como organización nos orienta el mismo sentido de lo colectivo: con otros y para todos. Pero en este caso existen momentos de reflexión dentro de nuestra organización de forma constante y permanente: vamos y venimos del espacio colectivo y pluri-sectorial hacia nuestra organi-

zación y viceversa, discutimos internamente lo que se propone en el espacio colectivo, toma-mos decisiones y analizamos alternativas y las llevamos al espacio colectivo como propuestas.

Los atributos de la construcción colectiva

Pensamos que ese camino de ida y vuelta permanente es una de las características que dis-tinguen la construcción colectiva como nosotros la practicamos y queremos sostener.

Page 27: Revista Economía Social N°4

27

¿Por qué?

Porque ese camino de ida y vuelta permite construir una serie de atributos que describimos a continuación, que son los que nos parecen importantes al pensar en la construcción colectiva:

• Ser claros acerca de dónde y cómo se toman las decisiones. Si estamos construyendo colecti-vamente en espacios pluri-sectoriales, tenemos la obligación como organización, de dar cuenta en nuestra institución de cuáles fueron las formas en que se fueron tomando las decisiones en esos espacios y en qué momentos y lugares. Poder explicarlo dentro de nuestra organización garantiza que los integrantes estén al tanto, por una parte. Por otra que puedan ellos y ellas también proponer ideas o cursos de acción. Y por otro que puedan comprender que a veces no prima la idea que originalmente tenía nuestro grupo, sino una idea tal vez superadora que se construyó con otros/as.

• Respetar los acuerdos orgánicos generados colectivamente. Hemos reconocido que algo que suele atentar contra el proyecto colectivo es la acción por la cual se desconocen los acuerdos orgánicos en los espacios de participación y se generan canales de tomas de decisión que dejan los acuerdos de lado, lo cual nos obliga a analizar qué respuesta dar ante esta situa-ción. Lamentablemente observamos que esta actitud es frecuente. En nuestra organización nos damos el tiempo y los canales de comunicación para explicar cuáles son los acuerdos orgánicos que se producen en los espacios en que participamos y qué debe tener en cuenta nuestra organización para respetar-los. A veces sucede que hay acuerdos de espacios pluri-sectoriales que no son exac-tamente como nuestro grupo los pensó. Y en esos momentos tenemos la posibilidad de revisar nuestra decisión de participar o de proponer nuevamente al colectivo otro curso de acción.

Page 28: Revista Economía Social N°4

28

• Imaginar acciones y ponerlas en práctica de modo creativo. Tenemos la experiencia, como organización, de diseñar trayectos de acción y llevarlos a la práctica. Esa experiencia se ha visto enriquecida durante los 10 años de experiencia de nuestro grupo con la participación en espacios con otras organizaciones, ya que cualquier diseño de curso de acción, se ve siem-pre modificado al entrar en contacto con otros grupos. A veces se producen pujas e incluso peleas por el sentido del curso de la acción. Esto sucede porque los términos que usamos (por ejemplo, democracia, participación, evaluación de la tarea, diálogo) resultan no tener el mismo significado para todos cuando los practicamos. Cuando los decimos, parecemos todos hablar de lo mismo, pero cuando hacemos se empiezan a ver, muchas veces, distincio-nes importantes. Nuestra respuesta institucional, que fuimos aprendiendo con el tiempo, es que siempre se puede imaginar un curso de acción diferente si la puja por el sentido parece superar, en ese momento y lugar, la capacidad colectiva. Sin embargo sostenemos que lo importante es poner a discusión cuál es la puja por el sentido y por qué, entonces, debe-ría inventarse, entre todos y colectivamente, una forma nueva. Las instituciones, pensamos nosotros, no existen de una vez y para siempre. Las instituciones son creaciones históricas, sociales, políticas y culturales. No queremos olvidarnos de este atributo de la acción humana cuando pensamos en la construcción colectiva, ya que construir colectivamente, cuando se da con el resto de los atributos que enumeramos, implica una dosis importante de creación y de innovación. Es lo que se da en llamar “la obra institucional”, atributo humano si los hay!

• Identificar nuestras propias contradicciones, aceptarlas públicamente, usarlas para volver a razonar. Un aspecto poco conocido o reconocido como atributo del pensamiento y acción colectivas es el reconocimiento de contradicciones. Las contradicciones pueden ser del or-den mental (por ejemplo, sostener dos razonamientos contrapuestos al mismo tiempo sin percibirlo) o del tipo “contradicción entre lo que se hace y se dice”. En nuestra organiza-ción, internamente, ha habido ejemplos de estos dos tipos, y frecuentemente, hemos podido identificarlos para usarlos y pensar otra vez cómo es la situación. O por qué se produce esa contradicción. Hemos comprobado que poner en evidencia las contradicciones, explorarlas, sopesarlas y volver a pensarlas es un ejercicio sano para nuestra organización, y uno que in-tentamos permanentemente llevar con nosotros cuando participamos en otros espacios. No siempre es bien aceptado ya que para algunos es visto como una agresión personal. Sostene-mos que es un rasgo muy importante del pensamiento colectivo ya que es frecuentemente

Page 29: Revista Economía Social N°4

29

cuando pensamos con otros diferentes a nosotros que nuestras contradicciones tienen más posibilidades de salir a la luz.

En nuestra organización estamos dispuestos a una discusión muy profunda sobre lo que quiere decir construcción colectiva en nuestros actos concretos, que pueden ser obviamente contra-dictorios (somos todos humanos, estamos en continua tensión al convivir con procesos de signos distintos). También estamos dispuestos a sostener esa discusión con nuestros cuerpos.

Sabemos sin embargo que no estamos dispuestos a sacrificar organizaciones si las organiza-ciones no quieren discutir estos temas (entonces podremos corrernos después de haberlo in-tentado a fondo) ni estamos dispuestos a ser usados por intereses que en su accionar se alejan diametralmente de lo que definimos aquí como construcción colectiva.

Los desafíos que enfrenta la construcción colectiva

Creemos que un gran desafío proviene de compartir espacios –donde supuestamente prima esta idea de construcción colectiva– con organizaciones que internamente se gestionan con las pautas del régimen heterárquico y del capitalismo hegemónico aunque parezcan proponerse esta construcción de Otra educación, Otra sociedad. Vemos que frecuentemente no resulta fácil conciliar esta tensión y a veces eso se refleja en la actuación de quienes representan a esas organizaciones en los espacios colectivos.

También creemos contradictorio el argumento que relativiza la importancia de unas organi-zaciones por sobre otras en función de la cantidad de personas a las que representa. Solemos ver que quienes utilizan ese argumento son a la vez quienes menos legitimidad tienen en su representación, es decir, invocan el nombre de la organización a la que representan pero no tie-nen un mandato explícito y muchas veces tampoco una representación formal: son delegados de quien detenta el poder formal de dicha organización pero sus posturas no son discutidas con el colectivo amplio que se dice representar. Nos ha ocurrido en diversas oportunidades que al preguntar frontalmente acerca de esta representación la respuesta termina siendo que en realidad se asiste al espacio a título individual, lo que reafirma la dificultad de pensarse como parte de un colectivo.

Page 30: Revista Economía Social N°4

30

Otra contradicción ocurre cuando se pretende desvalorizar a una organizaciones en relación a otras a partir del argumento relativo a la cantidad de recursos que puede aportar o movilizar cada organización. Creemos que la construcción de otra sociedad, precisamente debe partir de pensar un régimen político donde los recursos, el capital, no pueda ser la categoría que defina el poder político relativo. Así como en las cooperativas de trabajo cada asociado tiene un voto sin importar el capital que haya aportado, en los espacios colectivos cada organiza-ción debería tener el mismo peso relativo a la hora de tomar decisiones.

Por último creemos que la responsabilidad de la construcción colectiva se asume desde el día uno en que se decide participar. A veces, quienes participan de un espacio hace más tiempo creen que tienen una mayor responsabilidad o cuota de decisión ante los problemas que se presentan por haber visto o haber vivido situaciones parecidas en el pasado, y parten de suponer con absoluta seguridad que una determinada opción es la mejor. No ponderan las nuevas propuestas que se hacen o las dis-cusiones que hay que dar. La responsabilidad colectiva comienza desde el día uno en que se decide integrar un colectivo, no tiene “plus por antigüedad”.

Sostenemos que no podemos “volvernos vie-jos” antes de haber agotado nuestra capaci-dad de pensar con otros y por nosotros mismos como colectivo orgánico y organizado •

Page 31: Revista Economía Social N°4

Para afianzar la construcción colectiva, la autonomía y la identidad de los actores y organizaciones de la otra eco-nomía como paradigma alternativo al modelo dominante de desarrollo, mediante la participación en los espacios de encuentro, reconocimiento, reflexión y lucha, en la consolidación de vinculaciones saludablemente justas.

Jueves 7 de Noviembre

09.00: Apertura del Foro10.00: “La gran truequeada de los territorios” (Con semillas, plantas, dulces, libros, abrazos y licor, panes, saberes, artesanías, canciones, masajes, lo que la ima-ginación brinde para conocer otros y otras, etc)13.30: Almuerzo14.30: Se re inician las actividades Colectivas.16.00: Reflexión por regiones en torno al Mapa Na-cional de los Actores de la ESS y las situaciones par-ticulares de cada región (NOA, NEA, CUYO, LITORAL y PATAGONIA).18.00: Talleres de temáticas nacionales:• Taller: La ley de economía solidaria, experiencias provinciales y locales y avances• Taller: Comunicación, educación y consumo.Mesa de experiencias desarrolladas por organizacio-nes del sector: Recupero o nuevas matrices de autono-mía del sector18.30:Merienda19.00: FERIA y Talleres de la comisión cultura/arte22.00: Fogón y Fiesta Cena

Viernes 8 de Noviembre

08.00: Desayuno09.00: El rol de la distribución: problemáticas y poten-cialidades (Colombia)09.30: Talleres Simultáneos y Feria• Bienes vitales y estratégicos, tierra, agua, semilla.• Fabricas recuperadas• Aspectos Bromatológicos y BPM habilitación para emprendimientos familiares• Sistema participativo de garantía. Marca colectiva• Comunicación y Bienes culturales• Educación y consumo• Ley nacional de la economía solidaria• Las organizaciones como proveedores del estado• Mercado colectivo, redes de intercambio y de comer-cialización• Turismo• Salud y medicina alternativa• Ferias y mercado local13.30: Almuerzo14.30: Espacio Pre foros15.30: Plenario Final17.00: Merienda y a la casa!

3ER FORo HACIA OTRA ECONOMIA

con tintessantiagueños!

Page 32: Revista Economía Social N°4