Revista electrónica #1 Josefina Sanguinetti
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Transcript of Revista electrónica #1 Josefina Sanguinetti
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Índice: Editorial……………………………………………………………………………………………………….. Página 3
Artículos Cruzando fronteras, transgrediendo esquemas………………………… Página 4
La sinergia del autor y el receptor……………………………………………… Página 7
Observa, no todo está dicho……………………………………………………… Página 9
Críticas ¿Cómo? ¿Un libro sin texto? Las palabras no lo son todo………….. Página 12
Mismo nombre, distinta identidad……………………………………………… Página 13
¿La excepción de la regla, o un cuento moralizante más?............. Página 14
Trailers Cómo atrapar una estrella…………………………………………………………. Página 15
Los duraznos………………………………………………………………………………. Página 16
Si tienes un papá mago………………………………………………………………. Página 17
Propuestas pedagógicas La temible niñasaurio……………………………………… Página 18
Juan sin miedo………………………………………………... Página 19
El príncipe feliz………………………………………………… Página 20
Referencias bibliográficas……………………………………………………………………………. Página 21
3
Editorial:
Parece evidente sacar la ropa chica del closet o cortarse el pelo de tanto en tanto para
renovarse, pues bien, creemos que es igual de importante actualizar nuestra visión de la literatura
infantil y juvenil. Nos interesa partir aclarando que nuestro principal fundamento sobre esta nueva
LIJ, hace alusión a las distintas esferas sociales cuyas praxis dan vida a los distintos géneros
discursivos con los que debiésemos dialogar; distante de la limitada visión aristotélica. Pues
entonces, teniendo claro que existen distintas prácticas sociales que motivan e interesan a
nuestros lectores, queda evidenciado la lectura debe ir orientada a un lector objetivo y no
adaptado a este. De no ser intencionada para los lectores, los estaríamos subestimando,
concibiendo su rol como algo meramente pasivo alejado de la función activa que les otorga la
nueva LIJ en la construcción de significado. No creemos en una literatura instrumentalista ni
mucho menos moralista, no creemos tampoco que el goce y valoración de la literatura debe estar
asociado exclusivamente al rol de la escuela; es por esto mismo que nuestra revista intentará
presentar y analizar exclusivamente relatos donde los fundamentos de la nueva LIJ se hagan
presentes.
Esta evolución en la literatura infantil, producto de varios años de evidente desarrollo,
inicia con llegada de la visión ficcional de la literatura, dejando atrás la visión iluminista que no
hacía más que avalar el control absoluto sobre la lectura de nuestros niños. Al otorgarle un valor
equivocado a la literatura, se le tildó de creadora de ideologías, lo único que debíamos hacer era
mirarla como una obra de arte más. Así mismo, se entienden ciertas censuras (desde la
concepción iluminista), al pensar que nuestros jóvenes no fuesen capaces de leer de todo por el
puro placer de apreciar el arte.
Es por esto mismo que con el vuelco en la concepción literaria se observan ciertos cambios
pertinentes con la visión contemporánea, como lo son ‘De lo sacro a lo cotidiano’ o ‘De la primacía
del código verbal al ícono verbal’. Te invitamos a descubrir de qué se tratan estos cambios y a
unirte al placer de la lectura como el goce personal más puro. Es por eso que adoptamos el
nombre Mielikki, Diosa de la mitología finlandesa capaz de curar toda clase de heridas; heridas
que dejo la antigua visión de la literatura infantil y que es la nueva LIJ la encargada de sanarlas.
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Se han seleccionados dos textos que
si bien no comparten género, autor o
temática; presentan un ejemplo claro de la
evolución de la LIJ en cuanto al paso ‘de lo
sacro a lo profano’. Hubiese sido impensado
que a principios del siglo XIX, se hubiese
hecho leer a los niños ciertas temáticas tabú
o bien no cargadas de moralidad como debía
ser. “Los siglos XIX y XX han representado
para la regían un momento de eclosión, de
desprendimiento de una literatura didáctica
y de formación moral hacia el
descubrimiento de formas más cercanas a lo
lúdico y a la recreación” (Hanán, 2011, p.6).
Parte de la apertura a la visión ficcional de la
que escribe Vargas Llosa (1990), permite que
desde hace algún tiempo ya y hasta ahora, la
multiplicidad de temas tratados sin censura o
blanquiamiento, expanda y nutra el espectro
de la literatura para niños (Hanán, 2011).
Por un lado tenemos ‘El libro de los
Cerdos’ de Anthony Browne y por otro a
‘Lucía Moñitos, corazón de melón’ de PePe
Pelayo. Ambos libros tratan temáticas que se
pueden categorizar como denuncias sociales
urgentes a tratar, disfrazadas de simbolismos
y humor (características propias de la nueva
LIJ). “[…] dando paso a una tendencia lúdica
de experimentación formal. (Hanán, 2011, p.
8). Y más adelante Hanán (2011) sostiene
que: “El predominio de la denuncia social […]
y la abundancia de formas poéticas hacen de
nuestra oferta para niños un bien de
consumo poco digerible” (p.9).
El primero de los libros mencionados
responde evidentemente a una crítica sexista
que permite al lector cuestionarse frente al
rol social que cumple la mujer y la aparente
supremacía del género masculino. Este libro
álbum cuenta la historia de la familia De la
Cerda compuesta por marido, mujer y dos
hijos. Tanto en el código escrito como en el
pictórico, se observan ciertos símbolos
rupturistas que llaman la atención.
Haciendo referencia al libro mismo,
tenemos este estereotipo de mujer que lava,
plancha, limpia y cocina, una mujer que no
tiene tiempo para descansar por atender a
su familia; y que además hoy trabaja.
También, tres hombres que ensucian lo
5
lavado y que yacen frente a la televisión sin
hacer nada. La señora De la Cerda abandona
el hogar cansada de esta dinámica estática,
aquí observamos la primera denuncia. Las
imágenes complementan la información
simbolizando a los hombres de la familia
como cerdos (literalmente), que también
responde a una crítica social.
Y por último hay una evolución en los
personajes donde los roles sociales se
invierten y esquemas tradicionales se
rompen; la mujer (quien se le muestra hacia
arriba para engrandecerla) vuelve a casa y
son los cerdos quienes se arrodillan para
suplicarle que vuelva. Finalmente a ella se la
representa como aficionada a los autos y a
los hombres realizando los quehaceres del
hogar.
Encontrando la tercera denuncia,
respecto al rol preestablecido frente a lo
femenino y lo masculino. Es a través de una
expresión poética y artística que se manda
un mensaje social potente.
En cambio el segundo libro
mencionado, que corresponde a una novela
infantil, centra su temática en la donación de
órganos y la inconsciencia adulta frente a
este tema. Lucía (una niña de 12 años),
protagonista de este relato, quiere averiguar
cómo realizar una campaña que promueva la
donación de órganos, para que los adultos
dejen su egoísmo. Es por eso que comienza
una búsqueda incesante sobre cómo hacerlo,
preguntándole a todo aquel que encontraba.
El autor a diferencia del anterior,
estructura su discurso de modo más lúdico,
pero sin perder la crudeza del tema
denunciado. La novela trata temas como: el
tráfico de órganos, la negligencia médica de
algunos hospitales para conseguirlos, la poca
cultura de donación que existe y hasta la
explotación humana frente a los animales.
Se tratan temas escatológicos tanto
ascendentes como la muerte, como
descendentes, como por ejemplo “[…] que
cuando uno se muere se lo comen los
gusanos […] se comen nuestra carne hasta
6
los huesos… Pensándolo bien no es tan
asqueroso porque eso mismo se lo hacemos
nosotros a los pollos y no somos gusanos”.
Sin que la temáticas se parezcan en
lo absoluto vemos cómo: “El predominio de
los temas sociales no sólo refleja una
realidad impostergable, y a veces
descarnada, de las agudas diferencias
sociales que son corrientes en nuestros
países” (Hanán, 2011, p. 10). Además del
elementos escatológico descendente que
comparte, en cuento a la trata de ciertos
tabúes.
Esta gama de temas con los que
podemos tratar en la actualidad, es lo que
mantiene viva y llena de personalidad a la LIJ
contemporánea. “Rasgos nítidos identifican
diferentes tendencias, que sobrepasan y
desbordan estereotipos y visiones más
angostas. Un futuro aún más fructífero será
posible en una literatura con rasgos mestizos
y proclive a la experimentación” (Hanán,
2011, p. 12).
7
Uno de los aspectos fundamentales
para la comprensión significativa de los niños
es la construcción de sus propios
significados. Esto supone por ende, que cada
individuo tendrá distintas comprensiones
frente al mismo texto, esto ocurre porque las
experiencias lectoras, receptoras y culturales
varían entre una persona y otra. Mendoza
Fillola (s/f) llamó a estas experiencias,
intertexto; y plantea que hay dos tipos:
discursivo y lector. Por lo tanto es igual de
importante el papel que cumple el autor y el
lector, ya que si uno busca intencionar
ciertos mensajes y el otro no los logra captar
por falta de experiencia, no se logra
adecuadamente la finalidad del texto en
cuanto a la interpretación, clave
fundamental para la optima comprensión.
“La presencia de de esas evocaciones marca
la orientación receptora que necesita de la
complicidad del lector, a partir de los de los
saberes copartidos entre el mensaje y un
determinado tipo de lector previsto”
(Mendoza, 2003, p. 21). Entendiendo
entonces este rol compartido entre autor y
receptor, nos enfrentamos a dos textos
infantiles que comparten su género
discursivo, la novela. ‘El soldadito rojo’, llega
de la mano de Marcela Paz y ‘Dónde está mi
almohada’ con Ana María Machado.
Antes de embaucarnos en el análisis
de las obras presentadas, sería bueno definir
ciertos conceptos desde se trabajará.
Intertextualidad en palabras de Mendoza
(2003) es: “un fenómeno de reelaboración,
de recreación a partir de referentes
retomados de diversas manifestaciones del
entorno cultural”. Como se advirtió, el autor
menciona la existencia de dos
intertextualidades las que define como: “El
intertexto discursivo se compone de las
conexiones que contienen las obras; el
intertexto lector reconoce esas conexiones
que se dan entre esas obras” (Mendoza,
2003, p. 27).
Ahora sí, ¿Dónde está mi almohada?,
relata la historia de Isabel una niña que está
lista para ir a dormir, cuando se percata que
no tiene su almohada. Isabel sabe que no
podrá dormir hasta encontrarla por lo que
decide ir en busca de ella. Es así como la
8
novela crea un mundo ficticio donde Isabel
pasea buscando su almohada por varios
cuentos, encontrándose con sus
protagonistas. En el camino pasa por
Rapuncel, Blancanieves, Cenicienta, La bella
de la bestia, la bella durmiente, Caperucita
Roja y Aladín. Pues bien, todos los cuentos
mencionados son parte del intertexto
discursivo, este, son todas las referencias o
relaciones que se encontraron en potencia
dentro del texto. Estas que pueden haber
sido o no intencionadas por el autor, y están
en un plano textual y discursivo. “El
intertexto discursivo es el conjunto de textos
(uno o más), que el lector debe conocer para
comprender una obra literaria” (Mendoza,
2003, p. 28). Hasta aquí está la mitad del
trabajo hecha, ya que ¿de qué sirve hacer
referencia a otros textos si el lector no las
reconoce? Tal como ya se mencionó hay un
rol que es completamente compartido y es
aquí donde aparece el intertexto lector “[…]
el lector habrá de saber reconstruir, a través
del reconocimiento de modelos o referencias
que subyacen en el discurso, el significado y
la intencionalidad del mensaje” (Mendoza,
2003, p. 28).
En el caso del soldadito rojo, el
intertexto discursivo no es tan evidente
como antes. O más bien las experiencias
lectoras que supone tener este lector
previsto, a mi juicio parecen ser mayores. Si
bien, la historia que se relata en esta novela
no se parece a la del soldadito de plomo, se
repite la figura del soldado, existiendo una
referencia directa a un personaje clásico.
Marcela, es una niña que tiene viruela, está
aburrida de estar en cama y quiere jugar.
Rascándose una de sus costras le sale un
poco de sangre y al dársela al soldadito
estampado en su pijama, este cobra vida.
Podría establecerse que otro intertexto
discursivo pudiese ser Toy Story, historia que
Disney plasmó en una película donde los
juguetes cobran vida.
De no conocerse ciertas relaciones
que el autor quiera o no establecer en su
discurso, la interpretación y la comprensión
(entendida como reelaboración) por parte
del receptor, no será hecha en su máxima
expresión. “La reiterada dificultad […] para
establecer e identificar correlaciones […] se
debe, en gran medida, al hecho intrínseco de
que los textos apelan al lector, a sus
conocimiento y sus habilidades” (Mendoza,
2003, p. 30). De más está decir entonces el
rol activo e igualmente necesario por parte
de los dos individuos (autor y lector) en la
construcción de esta nueva LIJ.
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El libro álbum, abrió una enorme
puerta hacia un horizonte desconocido.
Entendiendo que en la contingencia
recibimos información y mensajes desde
distintos código, no solo el escrito, parece
muy inteligente utilizar el álbum como un
género de códigos mixtos. Es así que la
construcción de una proposición estará
repartida en dos elementos del texto, lo
icónico y verbal. Esto no es sólo mirar la
imagen que acompaña al texto, NO, ya no
acompaña, sino que cuestiona, ironiza,
complementa y lleva al lector al límite de sus
capacidades enfrentándose a esta dualidad
de códigos. Carmen Maturana, experta en
multimodalidad, nos regala un texto que se
enfoca justamente en esta dualidad, a la que
llamaremos doble codificación.
Para responder adecuadamente a la
contingencia, la formación de lectores ha
cambiado, necesitamos hombres con
competencias discursivas. Es por esto que los
niños de hoy, no solo deben aprender a leer
las palabras, sino que también las imágenes;
ya que será decodificando ambos que se
logrará la comprensión significativa a la que
se aspira. “[…] lograr un conocimiento
relevante respecto de cómo trabajan las
imágenes en el libro álbum, pero no solo
desde una consideración artística, sino que
desde la comprensión de cómo estas se
despliegan en la interpretación de un texto”
(Maturana, 2013, p.1).
Para entender mejor la importancia
de esta doble codificación tenemos dos
libros que coincidentemente son álbumes y
que ayudarán a entender este concepto.
‘Las bombillas que se encienden y se apagan’
de Ramón Trigo y ‘El misterioso caso del oso’
de Oliver Jeffers, son libros que si les
quitásemos el código pictográfico no serían
en lo absoluto lo potentes que son. El
primero se trata de un hombre, Lusco, que
encuentra tarros de pintura en su casa y
tiene la brillante idea de pintar un cuadro.
Cada vez que se le ocurre que hacer en su
cuadro, una ampolleta se enciende en su
cabeza. Esta situación se repite a lo largo del
texto, pero en ningún lugar se señala con
palabras cuál es la nueva idea de Lusco,
simplemente las bombillas se encienden o se
apagan, dándose a entender que algo trama
10
el protagonista. En otra de las ilustraciones
por ejemplo, se muestra un tarro de pintura
azul con un bote flotando y al otro lado a
luzco una bombilla en la cabeza; escrito sale
“Lusco vio el bote de pintura azul… Y la
bombilla se encendió de nuevo”. Esto
advierte la nueva idea de Lusco sobre pintar
el mar con un bote en el agua; suposición
que sin las imágenes no se hubiese podido
hacer. “[…] la motivación que los niños
experimentaron al leer estos libros
ilustrados, además de las respuestas
intelectuales, afectivas y estéticas que
engendraron en niños de distintas culturas y
habilidades lingüísticas. Las ilustraciones les
ofrecieron a todos por igual una entrada a la
historia y a ideas que de otra manera sería
de difícil acceso […]” (Arzipe, 2002, p. 10).
Las imágenes además en este caso dejan
abierta la ventana de la interpretación e
identificación en la última página. Al mostrar
que Lusco finalmente pinta sus sueños y se
observa el cuadro en blanco, dejándose un
espacio al lector para imaginar y ‘pintar’ el
cuadro con sus propios sueños.
El otro texto, ‘El misterioso caso del
oso’, por su parte trata de un oso que
comienza a intervenir el bosque en el que
habita, trayéndole consecuencias negativas
al resto de los habitantes. Ellos se dan cuenta
que alguien ha cortado los árboles del
bosque donde viven y que está abusando de
ellos para fabricar papel. Aquí comienza una
búsqueda por encontrar al culpable, que es
el oso que quiere practicar para un concurso
de aviones de papel. Claro que el diálogo
entre los personajes no solo se da a través
del texto escrito, sino como en el caso
anterior, son las ilustraciones las que están
encargadas de mostrarnos ciertas pistas
literarias para la comprensión del libro.
Como en la imagen del principio del álbum
donde hay un búho flotando en el aire, bajo
él hay líneas punteadas que representan una
rama cortada y más adelante aparece el
mismo búho muerto; mientras que el texto
solo señala que últimamente hay cosas raras
pasando en el bosque.
Muchas veces son las imágenes las
capaces de relatarnos cosas contextuales
imposibles de describir con palabras. En el
caso recién mencionado, la imagen prevenía
un suceso que ocurriría, favoreciendo el
planteamiento de hipótesis fundamental
11
para el aprendizaje significativo. “Toda
imagen es capaz de representar aspectos dl
mundo y de la experiencia. El estudio del
significado ideacional proporciona
herramientas para analizar una imagen
dentro de un contexto social” (Maturana,
2013, p. 5).
Además vemos como en ambos
casos las imágenes codifican, representan y
simbolizan ciertos elementos claves para la
interpretación de lo leído. Todos estos
elementos también están narrando acciones,
los que están ordenados por relaciones las
que se conocen como vectores: “[…] acción o
proceso que tensiona fuerzas dinámicas,
conecta a los participantes y permite en
definitiva, la representación visual narrativa
[…]” (Maturana, 20013, p. 5). Estos vectores
que encontramos en ambos casos son los
que nos hacen reparar en ciertos aspectos
centrales de la ilustración para tensionarlos
con el código escrito y ver qué información
extra me está brindando lo visual.
Es así como en ambos álbumes,
queda clarísima la importancia que adquiere
el código visual y, por ende, la doble
codificación en la nueva LIJ.
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¿Cómo? ¿Un libro sin texto?
Las palabras no lo son todo.
Título: Zoom
Autor: Itsvan Banyai
Editorial: FCE
Páginas: 24
Parece algo casi utópico pensar en un libro que no contenga ninguna palabra, esta ilusión
se hace realidad al enfrentarte a Zoom. Si bien un libro álbum nunca está completamente
codificado por imágenes, en este caso, está cargadísimo el canal icónico y prácticamente
impermisible el escrito. Este libro álbum nos demuestra la importancia que adquiere la imagen en
la literatura, mostrándonos como una cosa cambia totalmente su significado cuando se le mira
desde otro plano o perspectiva.
El álbum consta de una página negra a la izquierda (que simboliza lo conocido) y a la
derecha una ilustración que representa lo nuevo. Este es la superposición de imágenes desde
distintos focos, por lo que a medida que volteas la página se va abriendo el plano permitiéndote
entender mejor el escenario completo, tener una ‘vista panorámica’ luego de haber conocido el
más mínimo detalle. De aquí el nombre del álbum, parte en el máximo Zoom ‘insertándote’ en lo
más profundo del texto, hasta permitirte ver con mayor claridad desde fuera, teniendo en cuenta
todos los detalles más profundos que conociste al inicio.
Este, no es un texto como cualquier otro, aprovecha al máximo los recursos
pictográficos siendo capaz de transmitir poética, minuciosa y delicadamente la
columna vertebral del texto. “El objetivo fundamental de los autores es entender la
naturaleza de los significados que pueden ser transportados por las opciones visuales
del libro álbum” (Maturana, 2013, p. 1). En este caso Banyai cumple a cabalidad con
dicho propósito siendo capaz de prescindir de palabras gracias a genialidad artística y
literaria. Se recomienda en un cien por ciento este álbum que será toda una caja de
pandora sorprendiendo página a página.
13
Mismo nombre, distinta identidad.
Título: Juan sin miedo
Autor: Recogido por Enrique Cox, narrado por Ramón Olate.
Editorial: Colección Cuento Contigo
Páginas: 10
Juan sin miedo, originalmente es un cuento clásico de los hermanos Grimm, sin embargo
esta es una versión adaptada y reconstruida cargada de identidad chilena. No es una simple
coincidencia que el origen de la historia reescrita por Olate sea contraria a la de antaño. En este
caso es el rey que necesita un hombre que no le tema a nada y no hay una búsqueda incesante
por conseguir que Juan sienta miedo. No hay discurso totalmente puro o carente de subjetividad,
porque todo aquello que se nos ocurre, ya lo ha dicho o pensado alguien antes. Donde está la real
clave es en saber reelaborar una idea de tal que sea única, pero si repetible.
Un rey tenía una casa que no podía habitar ya que penaban incansablemente, con su
paciencia agotada decide ofrecer una recompensa a aquel hombre de que pasara la noche en la
casa y fuese capaz de expulsar a las almas. Quien hiciese el trato con el rey y no cumpliera su
parte, moriría inmediatamente degollado por el ejército. Pues nunca se tuvo que asesinar a nadie
ya que todo aquel que entraba con vida a la casa, salía muerto al día siguiente por el susto que
había pasado; todos, menos Juan. El protagonista representa un huaso chileno, muy acampado,
amante de la carne, el fuego y la bebida, quien no solo pasa la noche en la casa sino que logra
saber que querían las ánimas a cambio de dejar al rey vivir tranquilo en su hogar. Logrando así la
hazaña que hasta ese entonces nadie había sido capaz de hacer.
La cercanía que produce el lenguaje adaptado a nuestras raíces, sumado al
cambio de foco en el conflicto, hacen que esta versión totalmente remasterizada
del cuento clásico, no tenga nada más que el nombre en común. Este Juan sin
miedo de Olate, no sería todo lo sabroso e irreverente si no existiera el de los
hermanos Grimm. Quien lea este cuento debe tener un humorístico sentido crítico,
ya que es desde la genialidad de la parodia, que este texto es recomendable.
14
¿La excepción de la regla, o un cuento
moralizante más?
¿Cómo se determina la delgada línea entre lo novedoso y más de lo mismo disfrazado de
novedad? Esta pregunta surge, luego de leer La bella y la bestia de Mme. Le prince de Beaumont.
Evidentemente para 1986, año donde fue escrita esta obra, debe haber sido muy rupturista la
llegada de un anti-príncipe, uno que no cumplía con los cánones de belleza y tenía la perfección
necesaria para ser un príncipe común de un cuento de hadas. Desde esta perspectiva, se concibe a
la bella y la bestia como una excepción.
Este cuento relata la historia de un padre que tiene seis hijos, tres hombres y tres mujeres,
los hombres han partido a la guerra, mientras que las mujeres no. Dos de las tres hijas no muy
ambiciosas y poco bondadosas, la única conocida por ser compasiva es Bella. El mercader (padre)
pierde todo su dinero y un día llega a la mansión de la Bestia, arranca una flor de su jardín y
cuando la Bestia se percata, hacen un trato de pertenencia. Es así como Bella llega a vivir a la casa
de la Bestia y sin darse cuenta se va enamorando de este ser monstruoso, que no era más que un
buen hombre refugiado en una coraza bestial. Una vez que deciden casarse, se rompe el hechizo
que tenía la Bestia y aparece un príncipe encantador por dentro y por fuera, es así como la bella se
convierte en reina.
Se ha señalado a lo largo de la revista, la importancia del intertexto lector y la
influencia de los clásicos en la ampliación de este conocimiento diverso, sin embargo,
teniendo en cuanta la mirada de la nueva LIJ puramente ficcional, cultural y artística; la
bella y la bestia no es recomendable. Esto al sentir que el trasfondo que sostiene a esta
obra es moralizador y cliché y serían algo parecido a: ‘la belleza que realmente importa
es la de adentro’, ‘a todo aquel que hace el bien, le pasan cosas buenas’. Estos vestigios
pasados, de los que se intenta desligar la LIJ actual, no favorecen a la interpretación libre
que supone se debiese promover en los lectores, quedando una clara moraleja o un
aprendizaje valórico post lectura.
18
Justificación:
“[…] ha operado una transformación paródica, o sea, se ha retomado un texto conocido
para darle una significación nueva” (De Amo, 2005, p. 76). Los estudiantes fortalecen su
comprensión a través de la reelaboración de un mismo texto, pero cambiándole el final y
expresando el mismo mensaje desde distintas expresiones artísticas. La actividad está pensada
para lectores principiantes, por lo que el rol del profesor debe ser mucho más imponente, siendo
capaz de intervenir activamente es este proceso de modelaje. “El lector implícito, en este caso, no
es tanto el niño como el adulto que sirve de mediador entra aquél y éste” (De Amo, 2005, p. 63).
Género Discursivo: Novela
Título: La temible niñasaurio
Autor: Barbara Bottner
Objetivo de
Aprendizaje:
Demostrar comprensión de narraciones que aborden temas que les
sean familiares:
- Extrayendo información explícita e implícita.
- Respondiendo preguntas simples sobre los textos.
- Recreando personajes a través de distintas expresiones artísticas.
- Estableciendo relaciones entre el texto y sus propias experiencias.
Objetivo de la
propuesta hipertextual:
Realizar una parodia con títeres sobre el novela leída de modo que los
alumnos pueden hacer un cuadro comparativo con diferencias y
semejanzas entre La temible niñasaurio y la parodia realizada por la
profesora.
Terminar la actividad con un video de Los Rugrats a modo de
hipertexto, donde se muestre un fragmento donde Angélica se está
comportando como Betti Botines. Pedirle a los alumnos que en grupos
de 5 recreen la escena vista, pero cambiándole el final, por lo tanto
creando un hipertexto nuevo a partir de lo visto.
Objetivo de propuesta
para la creación de una
comunidad de lectores:
Abrir un especio de diálogo donde los estudiantes, sentados en círculo,
cuenten públicamente cuando se han comportado como Betti Botines y
cuando les ha tocado ser más parecidos a la protagonista.
Una vez recogidas ciertas anécdotas se modelará la escritura de una
novela, escribiendo un fragmento de una con las ideas puestas en
común. Para esto en un papelógrafo grande la profesora en conjunto
con los estudiantes irá revisando y escribiendo en conjunto.
19
Justificación:
De Amo (2005) señala la importancia de la relación temprana de los niños con el
hipertexto, brindándole la posibilidad de conocer ciertos hipotextos que amplíen su intertexto
lector. “[…] que el niño vaya construyendo a lo largo de sus lecturas un intertexto que le permita
apreciar la tupida urdidumbre de dependencias y relaciones con otros textos […]” (p. 63). Por lo
mismo la actividad de encontrar una noticia cumple con el objetivo de trabajar el hipertexto y el
hipotexto, y donde además se quiebra el esquema tradicional al buscar ciertas relaciones textuales
en distintos géneros discursivo.
Género Discursivo: Cuento
Título: El niño maligno.
Autor: Anton Chejov
Objetivo de Aprendizaje: Comprender textos, aplicando estrategias de comprensión lectora;
por
ejemplo:
› relacionar la información del texto con sus experiencias y
conocimientos
› visualizar lo que describe el texto
Objetivo de la propuesta
hipertextual:
Repartir el cuento impreso a cada estudiante, para que de modo
colectivo se vaya leyendo y todos puedan practicar la lectura. Una
vez termina da la lectura, realizar un voz alta la revisión del
vocabulario nuevo y alguna idea del texto poco clara.
Dividir al curso en dos y encomendar la tarea de reescribir el cuento
leído, pero cambiando de estilo, los estilos elegidos son novela
futurista y novela picaresca.
Objetivo de propuesta
para la creación de una
comunidad de lectores:
Terminar repartiendo diarios escritos para distintos segmentos
sociales y encontrar algún hecho policial donde al igual que en el
cuento leído el personaje maligno sea atrapado como en el caso de
Kolia.
20
Justificación:
La mezcla de los distintos discursos hace que se entienda de mejor manera que no hay un
orden tan estable en los géneros discursivos. Estos son tan variados como la praxis humana por lo
que hay tantos géneros como intereses en el mundo (Bajtín, s/f). Desde este punto de vista
relacionar la música (letras de canciones) y los cuentos, parece pertinente. Sobre todo, cuando se
sabe que: “[…] un niño- lector que sólo haya leído cuentos tradicionales se convierte en un lector
competente en este género […] pero si se pretende crear lectores hábiles en cualquier texto
literario, resulta oportuno que el lector pueda dialogar en una amplia y diversa gama de obras […]”
(De Amo, 2005, p. 68).
Género Discursivo: Cuento
Título: El príncipe feliz
Autor: Oscar Wilde
Objetivo de
Aprendizaje:
Leer independientemente y familiarizarse con un amplio repertorio de
literatura para aumentar su conocimiento del mundo y desarrollar su
imaginación;
por ejemplo:
› poemas
› historias breves
› textos con una estructura predecible.
Objetivo de la
propuesta
hipertextual:
Con el fin de promover y practicar la lectura independiente, siempre es
bueno generar en clases una actividad que modele lo que debiese
suceder en la casa, generándose un espacio para el goce de la lectura.
Repartir a los estudiantes el cuento El príncipe feliz, al final adjuntar una
ficha con preguntas del tipo textual, inferencial y personal.
Una vez terminado esto, poner la canción El príncipe feliz de Avalanch y
comentar en voz alta que parte de lo escuchado les suena como parte del
hipotexto leído.
Objetivo de
propuesta para la
creación de una
comunidad de
lectores:
Esto sería algo así como jugar a ser cantautores, en parejas realizar una
nueva letra que contenga aquellos aspectos que la letra de Avalanch no
mencionó y que son claves según los estudiantes desde una profunda
comprensión del Príncipe feliz. Hacer una canción que conste de tres
párrafos.
21
Referencias Bibliográficas:
Arizpe, E. & Morag, S. (2002). ¿Cómo se lee una imagen? El desarrollo de la capacidad visual y la
lectura mediante libros ilustrados. En: Lectura y vida. Revista Latinoamericana de lectura.
Año 23
Bajtín, M. (1982-1993). El problema de los géneros discursivos. En Estética de la creación verbal
(pp. 248- 292) España: Siglo Veintiuno Editores.
Banyai, I (1995). Zoom. FCE.
Bottner, B (2004). La temible niñasaurio. SM.
Browne (1995). El libro de los cerdos. FCE.
Chejov, A (2004). El niño maligno. Cuento contigo.
De Amo, J. (2005). El papel del álbum en el desarrollo del intertexto lector. Campo abierto, 28, pp.
61-80.
Hanán, F (2011). Literatura infantil latinoamericana. Peonza. No 96. (pp. 4-14)
Jeffers, O (2006). Como atrapar una estrella. FCE.
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