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  • Planificacin energtica rural para zonas aisladas utilizando energas renovables

    Polticas sobre energas renovables en Argentina

    Microfinanzas, subsidios y electrificacin rural

    Formacin y capacitacin en energa elica

    Hidrored: avances y perspectivas

    2009

    HIDR REDR E D L A T I N O A M E R I C A N A D E M I C R O H I D R O E N E R G A

  • ISSN: 0935-0578

    Comit ejecutivo de Hidrored:

    Teodoro Snchez, Practical Action (Reino Unido)Rafael Escobar, Soluciones Prcticas (Per)

    Carlos Bonifetti, MTF (Chile)Walter Canedo, CINER (Bolivia)

    Orlando Audisio, Universidad Nacional del Comahue (Argentina)

    Comit editorial de la revista Hidrored:

    Javier Coello, Soluciones Prcticas (Per)Rafael Escobar, Soluciones Prcticas (Per)

    Walter Canedo, CINER (Bolivia)Orlando Audisio, Universidad Nacional del Comahue (Argentina)

    Ariel Marchegiani, Universidad Nacional del Comahue (Argentina)Enric Velo, Universidad Politcnica de Catalunya (Espaa)

    Coordinacin:

    Francis Salas, Pamela lvarez

    Diseo y diagramacin:

    Vctor Herrera

    Supervisin grfica:

    Carmen Javier

    Correccin:

    Mario Cosso

    Impreso por: Forma e ImagenImpreso en el Per, febrero de 2010

    Hidrored es una revista editada por la Red latinoamericana de microhidroenerga. La red tiene su sede oficial en el Centro de demostracin y capacitacin en tecnologas apropiadas (Cajamarca, Per). Soluciones Prcticas apoya y auspicia la publicacin de la revista Hidrored.

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    Siguiendo el camino de bsqueda permanente por mejorar e incrementar el acceso universal a la energa (que se ve refle-jado entre otros indicadores, en los coeficientes de electrifi-cacin rural), los diferentes actores que promueven el sector

    energtico en Amrica Latina, especialmente los gobiernos, vienen realizando muchos esfuerzos para redefinir el panorama energtico en nuestra regin, especialmente en lo que se refiere a la poblacin pobre y aislada.

    Para lograr esta tarea, los gobiernos y empresas realizan un proceso de revisin y aporte a las polticas energticas que tienen que ver con este sector. A pesar del esfuerzo an se mantiene una brecha impor-tante entre los sectores rural y urbano.

    Muchos factores influyen en la existencia de esta brecha, entre ellos la verificacin de que en la medida que la electrificacin avanza con mecanismos convencionales (redes), los costos y dificultades tec-nolgicas y sociales que conllevan hacen que en muchos casos su asimilacin a poblados rurales sea inviable. En tal sentido, hoy ms que nunca, las energas renovables tienen el reto de ser la forma de acceso de la electrificacin a espacios inaccesibles y con poca demanda energtica.

    Bajo esta dinmica, durante el periodo 2009-2010 la Red latinoa-mericana de microhidroenerga (Hidrored), a travs de sus socios, se ha dedicado a aportar en el debate, anlisis y desarrollo de energas renovables.

    El presente nmero de la revista Hidrored da cuenta de los cambios producidos en polticas energticas en aos recientes y sus efectos en el desarrollo de las energas renovables. Tambin presentamos notas de aplicacin de metodologas y mecanismos que permitieron promo-ver la participacin de gobiernos subnacionales, empresas locales y usuarios finales de los sistemas energticos en esquemas financieros de implementacin de energas renovables.

    Adems, se relatan experiencias realizadas en Per y Centroamrica en el fomento de procesos de planificacin energtica para zonas no incluidas en los planes nacionales de electrificacin rural (con un enfoque de abajo hacia arriba) y la aplicacin de mecanismos finan-cieros innovadores. Sin duda, importantes aportes a la bsqueda de nuevas formas de incrementar el acceso y mejorar la economa rural.

    Al constante esfuerzo de produccin de conocimiento y alternativas energticas de Hidrored se han sumado instituciones como la Organi-zacin latinoamericana de energa (OLADE), que co-ejecut experien-cias de desarrollo de capacidades y aplicacin de proyectos.

    Finalmente, queremos aprovechar estas lneas para dar la bienvenida a los nuevos socios de la red, especialmente aquellos pertenecientes a organizaciones centroamericanas, regin donde se realizar el XIV Encuentro latinoamericano y del Caribe de pequeos aprovechamien-tos hidroenergticos (ELPAH).

    Editorial

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    Problemtica energticaEn el Per, de los cerca de 28 millones de habitan-tes, ms de 6 millones no tienen acceso a servicios de energa elctrica. La mayor parte de esta pobla-cin vive en zonas rurales aisladas y de baja densi-dad poblacional. Esta realidad se expresa en el 45 % de coeficiente de electrificacin a nivel rural.

    El Estado, a travs del Ministerio de Energa y Minas, sigue realizando esfuerzos para mejorar esta situa-cin, pese a esto, los avances en mejorar el acceso al servicio de electricidad son muy lentos.

    Se calcula que 45 000 comunidades y poblados an no disponen este vital servicio. Su difcil incorpora-cin a planes de electrificacin mediante sistemas convencionales es explicada por su pequeo tamao en trminos poblacionales, alta dispersin y econo-mas pobres.

    El plan nacional de electrificacin rural (2009-2018) establece la meta de un coeficiente de elec-trificacin de 84.5 %. Para lograr esta meta, es ne-cesario un gran esfuerzo y el aporte instituciones no gubernamentales para promover la electrificacin.

    Planificacin energtica rural para zonas aisladas utilizando energas renovables. Una propuesta para el desarrollo energtico local

    Rafael Escobar / Soluciones Prcticas (Per)

    2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016 2017 2018

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    76.7 %72.5 % 74.6 %

    37.9 %45.1 %

    57.9 %

    68.8 %

    Figura 1. Proyeccin del coeficiente de electrificacin rural (2009-2018)

    de Energa y Minas, gobiernos regionales y locales, ONG y otras empresas privadas, no responden a un punto de confluencia o meta regional que aporte al objetivo nacional.

    Se hace necesario definir planes locales y regionales de electrificacin con los cuales se mejoren las me-todologas de intervencin y haga ms participativa la formulacin de programas de electrificacin des-de las regiones.

    Es necesario promover la planificacin energtica rural de aquellas localidades aisladas que no estn incluidas en los planes de electrificacin del Estado. En este proceso se incluye a las energas renovables como alternativas tecnolgicas posibles para mejorar la calidad de vida e incentivar una mejor dinmica de la produccin local a travs de la identificacin de cadenas productivas representativas.

    Lo particular de este proceso es que se parte del an-lisis de las necesidades y potencialidades energticas locales con el propsito de aportar al plan regional de electrificacin nacional y con ello al plan nacional de electrificacin. En suma, se pretende aportar in-formacin ms detallada de las caractersticas pobla-cionales, potencial energtico, tecnologas adecuadas para estos contextos y los recursos econmicos que se requieren para su ejecucin; datos valiosos para tener una caracterizacin de la demanda energtica de las zonas aisladas de cada provincia o regin.

    El resultado del plan de electrificacin a nivel pro-vincial debe concluir con la formulacin de un pro-grama de electrificacin rural que se inserte en la estructura funcional, tcnica y financiera de los gobiernos locales (provincial y distrital). A partir de esto es posible dotar de nuevas capacidades a los gobiernos locales, a fin de mejorar la gestin de re-cursos econmicos del Estado y de la cooperacin internacional para mejorar su ejecucin.

    Lamentablemente, cada vez se hace ms evidente la necesidad de concertar esfuerzos para realizar un trabajo ms efectivo en esta perspectiva, pues aquellas intervenciones realizadas por el Ministerio

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    Figura 2. Aspectos metodolgicos del proceso de la planificacin energtica rural aislada

    Criterios metodolgicos Instrumentos utilizados Herramientas de soportes

    Para diagnstico (sistema de informacin geogrfica)

    Para la evaluacin de recursos (sistemas de modelacin)

    Para el diseo e instalacin de sistemas (estndares tcnicos)

    Para el monitoreo y evaluacin

    Evaluacin de necesidades (demanda

    domstica y productiva)

    Familias

    Servicios y produccin

    Evaluacin de potencialidades

    Rercursos

    Lderes y autoridades

    Evaluacin de capacidades

    Organizaciones representativas

    Familias equipos tcnicos de municipalidades

    Encuesta y entrevistas

    Encuesta y entrevistas

    Encuesta y Focus Group

    Focus Group

    Talleres

    En esta perspectiva, el proceso de formulacin del plan, y por consiguiente del programa de electrifica-cin con energas renovables, se soporta en un amplio proceso de participacin institucional y comunitaria. Como resultado, la participacin de las instancias que promueven la electrificacin a nivel de estas zo-nas, tanto privadas como estatales, es muy impor-tante, pues con ello se puede conocer certeramente cul o cules son los planes que existen en el campo de la electrificacin en un periodo promedio de 10 aos. Igual importancia reviste la participacin de l-deres y representantes de las comunidades, pues se busca fomentar el desarrollo de capacidades a fin de que la gestin del programa tenga un soporte local.

    En suma, esta experiencia es una de las pioneras por el desarrollo una metodologa que pretende involu-crar aspectos socioeconmicos, tcnicos y financie-ros. Para esto, se ha diseado una metodologa que incluye un conjunto de herramientas para:

    Ordenar la intervencin de las entidades y organismos que promueven la electrificacin rural en la provincia (plataformas de trabajo en el campo energtico)

    Evaluacin de las necesidades y potenciali-dades energticas

    Identificar el potencial econmico local a travs de cadenas productivas que puedan mejorar el ingreso campesino

    Disear un proceso de formacin y capaci-tacin a tcnicos de gobiernos locales que a futuro tendrn la responsabilidad de aplicar y monitorear la ejecucin del plan

    Formulacin de un programa de electrifica-cin incluyendo costos de instalacin, ope-racin, mantenimiento y gestin de los servi-cios a implementar

    Es importante sealar que este proceso se inici a partir de acuerdos formales entre los gobiernos lo-cales y las entidades que promovan esta propues-ta. Luego de un proceso de reflexin y constatacin de la cobertura que tenan los planes nacionales de electrificacin (que no cubran a un amplio sector poblacional de esos territorios, o en todo caso es-taban incluidas en planes que se ejecutaran en un periodo largo de tiempo). Estos acuerdos contem-plaban, adems de participar, colaborar financiera-mente con el desarrollo del plan y prever una parte de la inversin de los futuros proyectos que se iden-tifiquen.

    La experiencia en la provincia de San PabloSoluciones Prcticas (antes ITDG), a travs del Cen-tro de demostracin y capacitacin en tecnologas apropiadas, con el apoyo de Green Empowerment e Ingeniera sin fronteras, ha impulsado el desarrollo de una experiencia piloto de planificacin energti-ca en la provincia de San Pablo (Cajamarca).

    Polticamente, la provincia de San Pablo se ubica al centro-sur de la regin Cajamarca, a una altitud de 2 365 msnm y ocupa una superficie de 672.29 km2. La poblacin provincial tiene aproximadamente 23 513 habitantes, de los cuales 3 269 viven en el rea urbana (14 %) y 20 244 (86 %) en el sector rural. Polticamente la provincia de San Pablo se di-

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    Figura 3. Mapa de la provincia de San Pablo

    Tumbadn

    San Luis

    San Bernardino

    San Pablo

    Figura 4. Coeficiente de electrificacin rural de la regin Cajamarca

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    72.6%

    50.7%

    44.1%

    38.7% 37.6%

    31.4% 30.8%26.3%

    22.3% 21.2% 20.3%17.6% 17.5%

    13.6%

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    segunda, mediante la identificacin de informacin del potencial de recursos hidrulicos, solares, eli-cos y de biomasa existentes en las diferentes depen-dencias del Estado.

    Desgraciadamente, no ha sido posible obtener mu-cha informacin tcnica, especialmente en el campo de la energa elica; por tanto, se decidi instalar pe-queos anemmetros a fin de registrar el potencial de los vientos en zonas estratgicas de la provincia.

    El proceso ha permitido la interaccin con tcnicos de los gobiernos locales que por lo general no cono-can el tema de las energas renovables; y una inten-sa participacin de lderes comunales y representan-tes de las organizaciones de base, quienes a travs de cursos, pasantas y el acompaamiento del desa-rrollo de trabajo de campo, asumieron un rol prota-gnico en la elaboracin del plan, pero fundamental-mente en el conocimiento de herramientas bsicas para la evaluacin y diseo de sistemas energticos utilizando sus recursos naturales.

    El proceso de diseo y formulacin ha demorado un periodo de 8 meses de trabajo intenso a nivel de cam-po, para un programa de electrificacin a ser ejecutado en 10 aos. En l, se incluyen trabajos relacionados a la energa hidrulica, solar, elica y la biomasa.

    Adems, se ha previsto que su ejecucin se sustente en recursos de los gobiernos locales (a travs del presupuesto participativo), del gobierno regional y la cooperacin internacional.

    Resultados y perspectiva Luego de trabajo que exigi coordinaciones interna y externa con los gobiernos locales e instituciones sec-

    vide en cuatro distritos: San Pablo, San Bernardino, San Luis y Tumbadn. Esta provincia es una de las ms pobres a nivel nacional en el campo energti-co. El ao 2007, San Pablo tena un coeficiente de electrificacin rural de 13.6 %.

    Esta experiencia piloto ha posibilitado la participa-cin del gobierno regional de Cajamarca, los gobier-nos locales de Tumbadn, San Luis, San Bernardino y San Pablo, y la empresa elctrica regional Hidran-dina. Esta participacin interinstitucional ha sido el punto clave para dar inicio al proceso de planifi-cacin, por cuanto definir su apoyo y participacin en el plan de electrificacin rural de la provincia de San Pablo y utilizar energas renovables fue posible gracias a un intercambio de informacin de planes y perspectivas de cada institucin para esta provincia en un periodo de tiempo determinado.

    El desarrollo del plan de electrificacin provincial ha tenido como punto de partida la evaluacin e identi-ficacin de las diversas estrategias que tienen los or-ganismos sectoriales (Ministerio de Energa y Minas, Direccin Regional de Energa y Minas) y empresas concesionarias en el campo de la electrificacin para esta provincia. Este mapeo de actores permiti establecer claramente qu comunidades no estn incluidas dentro de sus planes, a fin de impulsar un proceso en donde no haya duplicidad de esfuerzos.

    Otro momento importante del proceso fue la evalua-cin de los recursos. Esta se hizo de dos formas. La primera fue mediante visitas tcnicas a localidades con cierto potencial energtico (gracias a informa-cin brindada por las autoridades y lderes); y la

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    Tabla 1. Proyectos energticos identificados

    Opciones energticas

    Nmero de

    proyectos

    Nmero de sistemas Inversin

    Hidrulica 10 10 microcentrales 867 629

    Elica 8 439 aerogeneradores 835 729

    Solar 28 1038 sistemas fotovoltaicos 1 640 946

    Total 46 1487 sistemas 3 344 304

    Tabla 2. Fuentes energticas y cobertura

    Tipo de fuente energticaNmero de localidades

    Cobertura (%)

    Localidades conectadas a la red nacional

    27 26

    Localidades conectadas mediante el PERS San Pablo

    46 44.2

    Total localidades 73 70.2

    Tabla 3. Niveles de inversin y avances del plan de electrificacin en San PabloTipo de sistema

    energtico

    Centro poblado

    Inversin aproximada

    (US$)

    Aporte de los socios (US$)Potencia instalada

    Nmero de beneficiariosMunicipalidad

    provincial de San PabloMunicipalidad distrital

    de Tumbadn

    Hidrulico

    Chorro Blanco

    87 000 13 793.10 - 20 kW44 familias y 1

    institucin educativa

    El Regalado 72 000 - 13 793.10 12 kW

    27 familias, 2 instituciones

    educativas, 1 centro de salud y 1 comedor

    popular

    Suro Antivo 112 000 - 31 034.48 25 kW40 familias y

    2 instituciones educativas

    Alto Per 8 482.76 - - 1.5 kW1 institucin educativa

    y 4 familias

    Solar Alto Per 67 241.38 - 10 344.83 2.08 kW26 familias y 1 centro

    de salud

    Elico Alto Per 119 351.72 - - 2.2 kW 36 familias

    toriales, as como un trabajo comunitario basado en la formacin de capacidades a nivel de autoridades locales, se logr identificar un conjunto de proyectos utilizando los recursos naturales que ofrece la zona.

    En total, se han identificado 46 proyectos, de los cuales 10 utilizarn la microhidroenerga; 28 pro-yectos solares y 8 elicos de pequea escala. Estos proyectos han dado forma al programa de electrifi-cacin rural utilizando las energas renovables, y su costo asciende a US$ 3 344 304, incrementando la cobertura elctrica provincial en 44.2 % (ver ta-blas 1 y 2).

    Actualmente este programa ha sido asumido por los gobiernos locales, de acuerdo al nmero de locali-dades de su jurisdiccin y se ha iniciado el proceso de ejecucin de algunos proyectos priorizados den-tro de sus presupuestos.

    Este nuevo periodo de ejecucin ha sido posible mediante una alianza entre gobiernos locales y algunas organizaciones de cooperacin internacional como Green Empowerment, Ingeniera sin fronteras y la Generalitat Valenciana, teniendo como instrumento fundamental el cofinanciamiento, capacitacin de tcnicos y lderes en procesos de implementacin y gestin. Este instrumento servir en el futuro para monitorear el avance de la electrificacin rural, distrital y provincial; fomentando un proceso de mayor involucramiento de los gobiernos locales en las decisiones para fomentar la electrificacin de sus pueblos ms aislados.

    Hasta la fecha de publicacin del presente artculo, se han instalado dos microcentrales de 20 y 12 kW respectivamente y un sistema elico utilizando aerogeneradores de 100 y 500W. Se prev implementar otra microcentral de 25 kW, un sistema solar y una microrred elica.

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    Polticas sobre energas renovables y uso racional de la energa en Argentina y en Amrica Latina

    Orlando Audisio / Universidad Nacional del Comahue (Argentina)

    Introduccin El uso de la energa produce invariablemente una ruptura del equilibrio ambiental, provocando una reaccin de la naturaleza que puede resultar en consecuencias adversas para el hombre. Desde que se manifest mundialmente la necesidad de desarrollar una poltica ambiental, se comenz a considerar el desarrollo y la utilizacin de fuentes de energa renovables y de hacer un uso racional en el consumo de energa como respuesta.

    Figura 1. Aumento de la temperatura global

    1880

    60.5

    60

    59.5

    59

    58.5

    58

    57.5

    1900 1920 1940 1960 1980 2000

    La energa es un bien pblico y como tal presenta cuestiones muy particulares. En este contexto, y de acuerdo a Olson (1965), un bien pblico debe obedecer a los principios de no exclusividad y de no rivalidad. La no exclusividad implica que el bien pblico es aquel que beneficia a todos los miembros, paguen o no por este; mientras que la no rivalidad establece que el consumo del bien por un individuo o grupo de individuos no reduce el beneficio que el resto de la colectividad pueda tener de ese bien.

    En trminos generales, todo lo relacionado y vinculado a polticas de desarrollo rural y las distintas opciones energticas sostenibles ha sido relegado

    por razones que han ido cambiando a lo largo de los ltimos treinta aos. Durante las dcadas de 1970 y 1980, los gobiernos y las instituciones financieras internacionales estaban principalmente impulsando polticas vinculada a la extensin del suministro energtico con el objetivo de fomentar el desarrollo econmico y social. Fue la poca de la planificacin dirigida, el control central como mecanismo de coordinacin de la industria energtica, y propiedad estatal en el sector de la energa y de la realizacin de grandes obras de infraestructura como represas, centrales elctricas, lneas de transmisin y de la electrificacin rural y urbana. En la prctica, se prest poca atencin a la eficiencia energtica y la generacin descentralizada a partir de las energas renovables.

    En la dcada de 1990, el nuevo prototipo de los gobiernos fue de organizar el sector de la energa de forma eficaz, inducido esto por la poltica econmica del consenso de Washington, y avalado por las instituciones financieras internacionales. Como resultado se lleg, en la mayora de los pases latinoamericanos, a las privatizaciones de distintas empresas energticas que anteriormente estaban en manos del estado y junto a esto de una desregulacin parcial o total de los mercados energticos. Otra vez, la eficiencia energtica en el uso final y las energas renovables no estuvieron en el centro de la atencin de los responsables de la poltica que argumentaban tener como objetivos centrales los siguientes:

    Nivel macroeconmico: equilibrar cuentas pblicas, eliminando el dficit de las empresas estatales

    Nivel sectorial: incrementar la confiabilidad de los sistemas, mejorar la eficiencia productiva del sector y obtener financiamiento a travs del aporte privado

    En general se trat de desintegrar la industria y se propici la privatizacin como impulso de la eficiencia sectorial, se separaron las funciones regulatorias de

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    las empresariales, introducindose posteriormente una orientacin comercial en reemplazo de la cultura de servicio pblico que prevaleca en la gestin del modelo anterior. As, en diferentes perodos, pero en particular en la dcada de 1990, la dimensin financiera pas a constituir el motor de la reforma mediante la correccin general de precios y tarifas y la corporatizacin de empresas como pasos previos e indispensables para su privatizacin. Sin embargo, hubo varios esfuerzos en terreno orientados a la promocin de la eficiencia energtica, muchos de ellos apoyados por la cooperacin internacional. Los ejemplos ms conocidos incluyen los programas de conservacin de la energa de Comisin nacional de energa (CONAE) en Mxico, Programa de combate al desperdicio de energa elctrica (Procel) en Brasil, Programa de ahorro de energa (PAE) en el Per y programas financiados por los bancos multilaterales y bajo de esquemas de cooperacin bilateral de la Comisin Europea. Solo algunos de estos programas han logrado resultados importantes, muchas veces limitados a ciertos sectores y nichos. Un problema general encontrado ha sido y es la falta de un entorno facilitador que permita a los programas lograr resultados que potencialmente podran alcanzar. Aparentemente existen dos razones bsicas que explicaran este problema, por una parte la falta de marcos polticos, regulatorios e institucionales apropiados; y por otra, la implementacin deficiente de la legislacin y de los programas existentes.

    La voluntad poltica de considerar la eficiencia energtica y las energas renovables como opciones serias es una condicin previa fundamental. Mientras que la eficiencia energtica y las energas renovables estn integradas, por lo menos parcialmente, en las polticas energticas principales en Europa (y en los pases de la OCDE en general), no ocurre lo mismo en Amrica Latina. Surge la pregunta: por qu la carencia de esta voluntad poltica? o cules son las razones para que las sociedades -y por consiguiente los responsables de la formulacin de las polticas energticas en Amrica Latina- no estn verdaderamente interesadas en la eficiencia energtica y las energas renovables?

    El propsito de este trabajo es analizar y relacionar el xito o fracaso de integrar la eficiencia energtica y las energas renovables en las polticas y la economa energtica a varios factores, ente otros: el marco

    general de la poltica; los paradigmas y prioridades dominantes; los indicadores socioeconmicos; las formas de organizacin de las sociedades y de los mercados; la demografa y la cultura poltica.

    En el caso particular de Argentina, en los ltimos aos, la utilizacin de las energas renovables se ha incrementado notablemente, y en un todo acorde a las tendencias mundiales. Las tecnologas que presentan un mayor desarrollo relativo son la elica (granjas elicas) y la fotovoltaica. El interesante incremento de la generacin elica fue impulsado por cooperativas elctricas que se encuentran conectadas al mercado elctrico mayorista (MEM) en todas sus versiones, cubriendo la generacin elica una pequea fraccin de sus necesidades de compra de energa que anteriormente tomaban del mercado.

    El incremento en la generacin fotovoltaica ha estado asociado a la produccin remota de energa para satisfacer demandas puntuales en zonas fuera del alcance de las redes de distribucin existentes y para distintos usos finales que van desde la electrificacin de escuelas rurales hasta la proteccin catdica o la sealizacin de vas fluviales. El mercado actual de paneles fotovoltaicos asciende a aproximadamente 1 MWp/ao (estimado de 1997), cuando en 1966 se ubicaba alrededor de 600 kWp/ao.

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    El costo del equipamiento de generacin elica y fo-tovoltaica ha disminuido significativamente en los ltimos aos, circunstancia que ha sido un factor de peso en el desarrollo de la utilizacin de estas tec-nologas. El costo de kW instalado en Argentina de la ltima central elica de la que se tiene informacin fue del orden de US$ 800. Los mdulos fotovoltai-cos, comprados en cantidades, tienen un costo en el mercado local que est en el orden de US$ 6/Wp sin IVA, que significa una disminucin del costo de instalacin superior al 30 % en los ltimos dos aos. En esta ltima tecnologa se ha detectado un incremento notable en la competencia debido a la aparicin de nuevos proveedores y marcas.

    Las polticas pblicas que fueron aplicadas a partir de la dcada de 1990 en toda Amrica Latina y prin-cipalmente en la Repblica Argentina, relacionadas con el fomento de las nuevas energas renovables (NER) se desarrollaron en un contexto de cambios regulatorios y organizacionales en las industrias vin-culadas a la energas elctricas.

    Estas polticas de NER, conjuntamente con inicia-tivas de uso racional de la energa (URE), presen-taron y siguen enfrentando obstculos inherentes a acciones para su mayor difusin y penetracin, con particularidades propias y a su vez comunes, ponderando los detalles que presentan cada pas; caractersticas inherentes al subdesarrollo propio de Amrica Latina.

    La eficiencia energtica y las energas renovables presentan, en Amrica Latina, un importante poten-cial que puede ser utilizado como herramienta para mitigar los efectos negativos del consumo energtico en continuo incremento, inducido por un crecimien-to en la actividad econmica, como por distintas transformaciones que han tenido ciertas sociedades hacia modelos ms intensivos en cuanto a consumo de energa.

    A pesar de que al menos durante dos dcadas se ha debatido sobre la necesidad de dar a la eficiencia energtica y a las energas renovables un lugar ms prominente en las polticas energticas de los pases del continente, poco se logr hasta ahora. El no ha-ber podido integrarlas de esa forma representa, en cierto modo, un fracaso en cuanto a la formulacin de las polticas pblicas, e incluso de la cooperacin internacional para incorporar patrones de desarrollo sostenibles. Entre los elementos que explican este fenmeno est el comportamiento social en su con-junto, el cual a su vez tiene mltiples ejes:

    Las conductas individuales frente a las co-lectivas

    La falta de voluntad poltica de los gobiernos que, muchas veces, se confunde con el des-conocimiento, ideologa, percepcin o falta de respaldo en la sociedad

    Predominio de doctrinas econmicas extre-mas (principalmente neoliberales o populis-tas) que entorpecen el desarrollo sostenibles en el sector energtico

    El poder o dominio ejercido sobre el merca-do por parte de las empresas de electricidad, gas y petrleo

    Las modificaciones en la organizacin pro-ductiva de las cadenas energticas conjun-tamente con el establecimiento de polticas de precios y polticas fiscales, tanto para la energa elctrica como para los combus-tibles que impactan de distintas formas a la eficiencia energtica y la penetracin de fuentes renovables

    Propuesta Con el objeto de optimizar la insercin de las pol-ticas sobre uso eficiente y fuentes de energas re-novables, se considera que en la primera fase se contemple: Separar acciones e instrumentos de polticas sobre uso eficiente de aquellas relativas a energas renovablesParece conveniente elaborar instrumentos y accio-nes convergentes pero que a la vez sean autnomos e independientes, por cuanto los objetivos y actores estratgicos sobre los cuales dichas polticas deben impactar de manera positiva y oportuna son comple-tamente diferentes dado que presentan caracters-ticas tecnolgicas, impactos econmicos y sociales muy diferentes, y sobretodo porque los modos de in-tervencin y formulacin de las polticas pblicas son distintos. Adems, las medidas sobre polticas de pre-cios, incentivos fiscales, regulaciones y estructuracin de mercados que puedan implementar los gobiernos tambin son distintas. Los actores y los destinatarios de cada una de estas polticas no son los mismos. Las fuentes de energas renovables (FER) abarcan e impactan problemticas ligadas a la generacin de energa y a la sustitucin de fuentes convencionales, involucrando actores e intereses muy especficos, como las empresas generadoras que ya estn operan-do y las que muchas veces ven en las energas reno-vables una amenaza a sus negocios. Adicionalmen-

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    te, las empresas de transmisin deben en muchos casos prever inversiones adicionales para viabilizar y estabilizar la inyeccin a la red de la electricidad producida por las fuentes renovables. En cambio, parece bastante diferente el mbito de las polticas de URE, que tpicamente requieren de acciones especficas de promocin hacia los acto-res industriales del pas, que podran observar en las medidas de conservacin una interesante oportuni-dad de ahorro econmico, pero tambin una necesi-dad y hasta a veces una obligacin de inversin en equipamientos ms eficientes. Tambin es el caso del ciudadano comn, quien necesita de un particu-lar tratamiento social para que, a largo plazo, pueda incorporar en su rutina cotidiana un comportamiento energticamente eficiente.

    Integrar distintos instrumentos normativos con la polti-ca energtica nacional en un enfoque integralLos efectos que se logren con la normativa o con una ley no sern eficaces sin una adecuada fundamen-tacin en la poltica energtica del pas y que esta ofrezca un abanico de instrumentos, programas y fondos adecuados. El sujeto de discusin no debera ser la conveniencia de legislar o no, sino sobre qu temas concretos se justificara una legislacin y cul sera la mejor forma de concebirla y aplicarla. Las leyes pueden ser catalogadas buenas o malas segn el efecto y los resultados que logran.

    Es importante, por consiguiente, entender que la pro-mulgacin de la ley no es solamente un acto formal sino que requiere una concepcin integral de aplica-cin y de un sistema de instrumentos y programas complementarios de entrega de un producto como el uso eficiente de la energa a los distintos grupos objetivos. Como muestran los ejemplos de Europa, cada grupo objetivo de consumidores necesita una estrategia de entrega especfica. Los instrumentos y programas son los vehculos que llevan el producto al cliente, en este caso los grupos econmicos o so-ciales objetivos.

    Para el funcionamiento adecuado del sistema se necesita una infraestructura de transporte (la insti-tucionalidad), normas de circulacin (marco regula-torio), combustible (recursos humanos, financieros, presupuestarios) y guas que conduzcan los vehcu-los (actores, como agencias de energa, empresas energticas). Los ejemplos europeos muestran que es indispensable pensar en sistemas integrales. En este contexto se considera que el sustento que tiene la intervencin del Estado en este mbito debera ser generando y aplicando una poltica de uso eficiente

    y promocin de las energas renovables e integrada en la poltica energtica del gobierno.

    Brindar un horizonte de mediano plazo para la materia-lizacin de resultadosEn muchos casos se ha comprobado la existencia de un retraso entre las inversiones en programas de eficiencia energtica y sus efectos concretos, lo que demostrara que para los programas de promocin de eficiencia energtica y fuentes renovables se necesita un tiempo de maduracin y horizontes de mediano o largo plazo para que se puedan apreciar sus resultados. Es importante plasmar polticas de largo plazo.

    Acuerdos internacionales sobre cambio climtico y fuentes renovablesForos o eventos como los ELPAH podran ofrecer una oportunidad para ampliar el debate hacia temas que abarquen el diseo de una propuesta regional con-junta con el fin de identificar un posicionamiento estratgico de Amrica Latina frente a los diferentes escenarios futuros del mercado global del carbono, con o sin la ratificacin del Protocolo de Kyoto. Ade-ms de poder visualizar la manera de viabilizar un aumento de la participacin de las fuentes renova-bles en las matrices energticas de cada pas y de la regin, hasta alcanzar una participacin mnima de 10 % de fuentes renovables en la oferta total de energa primaria. Entender el comportamiento energtico global, secto-rial e individual de un pasAntes de disear programas y acciones tendientes a la promocin de FER y URE, es siempre importan-te entender cul es el comportamiento energtico a largo plazo de un pas y el de los diferentes sectores productivos (prospectivas). Al mismo tiempo, es pre-ciso profundizar el conocimiento de la conducta de sus ciudadanos en esa materia, considerando adems factores ligados a la cultura o idiosincrasia nacional. BarrerasEs fcil analizar limitantes en las distintas provincias y regiones, basados en razones culturales e institu-cionales que se vinculan a un cierto fracaso respecto al desarrollo rural, en general, y particularmente al energtico sostenible; esto no es un fenmeno espe-cfico de Argentina, sino que tambin se manifiesta en toda Amrica Latina y en el mundo en desarrollo. En general, y para el caso de la eficiencia energtica y las fuentes renovables, se trata de levantar tres tipos de barreras, sintetizadas en:

    Econmicas: en el caso particular de las fuentes renovables de energa, la tarea pri-

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    maria es llegar a alcanzar factibilidades eco-nmicas para cada tecnologa renovable que se quiera incorporar. En el caso particular de la generacin elctrica, este objetivo no ser fcil de lograr en el corto plazo si la inver-sin y el costo promedio de generacin son los nicos factores de comparacin entre las tecnologas que utilizan combustibles fsiles convencionales y las tecnologas que utilicen fuentes renovables. Es decir, aqu juega un rol importante y vital la ponderacin o no de las externalidades de las fuentes convencio-nales de generacin

    Financieras: se podran enumerar cuatro funciones esenciales que los agentes pbli-cos y gobiernos deberan desarrollar e imple-mentar para que los entes financieros o em-presas de carcter pblico o privado puedan efectuar inversiones en eficiencia y fuentes renovables. Estas son:

    Establecer mecanismos o marcos lega-les claros y estables, va sistemas re-gulatorios que contribuyan a disminuir el riesgo que los inversionistas deben asumir. Partiendo de la base de que los proyectos deberan alcanzar la factibi-lidad tcnica y econmica, se trata de facilitar la disminucin del riesgo que tiene toda inversin a travs de contra-tos de compra de energa a largo plazo y con garantas de pago apropiadas

    Ser una herramienta de los bancos na-cionales de fomento o desarrollo

    Establecer mecanismos o sistemas de provisin de garantas para el financia-miento bancario de las pequeas y me-dianas empresas

    Plasmar una legislacin que permita a las empresas operar sin los riesgos de contingencias legales o tributarias que puedan dificultar sus actividades

    Prever las posibilidades de crisis para mitigar sus efectos sobre estas inver-siones de caractersticas particulares

    Polticas: como tarea primordial es necesa-rio incorporar polticas pblicas que tengan caractersticas apropiadas para cada uno de los sistemas tecnolgicos y su inercia carac-terstica. Esto implica que para cambiarlos se necesita abordar polticas enmarcadas y estructuradas entre los diversos actores invo-lucrados. La sola adopcin de polticas unila-

    terales, como en su momento fue la liberali-zacin de mercados de las industrias elctri-cas y la desverticalizacin, no resultan para el logro de los objetivos de insercin de NER

    Adems, una vez que se ha reconocido que la efi-ciencia energtica y las fuentes renovables constitu-yen una prioridad poltica, surge la cuestin funda-mental sobre si la solucin del problema requiere o no de la intervencin pblica y en qu medida. La aceptacin poltica de la idea, en relacin con que hay que utilizar los recursos energticos de forma eficiente no significa automticamente que el Esta-do deba intervenir en el sector energtico.

    Existe la nocin general de que la intervencin del Estado se justifica si los costos que ello implica, rea-les ms externalidades, son menores que aquellos de la no intervencin. En caso de que sean menores, los gobiernos deberan evaluar hasta qu punto esa intervencin es polticamente factible. Por ello, es importante la bsqueda de apoyo de distintos acto-res sociales y econmicos con el fin que apoyen estas polticas, incorporando grupos de inters y de corte social que compartan los objetivos de la participacin propuesta. Esto es lo que ocurri con las considera-ciones medioambientales que han ido adquiriendo cada vez ms relevancia en Europa, donde se aprecia cmo las demandas sociales en esta rea se han tra-ducido en programas e intervenciones polticas. En estas dos ultimas dcadas en Argentina se ha po-dido ver la falta de integracin de la eficiencia ener-gtica y de las energas renovables en las polticas energticas; situacin que aparentemente se est revirtiendo. Este aspecto tambin es muy marcado en la mayora de pases de Amrica Latina. Pode-mos mencionar sntomas a travs del anlisis de los discursos de los responsables de la poltica energ-tica y, en segundo lugar, y quizs ms importante, a travs de cifras de los fondos pblicos asignados a instituciones, programas y otras actividades relacio-nadas con la promocin de la eficiencia energtica y de las energas renovables. En este ltimo caso, con escasas excepciones, las dotaciones presupues-tarias estatales y la asignacin de fondos pblicos a instituciones especializadas pblicas y privadas son marginales, y en algunos casos inexistentes.

    No obstante, afortunadamente existen ejemplos muy importantes que muestran los excelentes resultados que la integracin permite. Por ejemplo, el caso de la Comisin nacional de energa de Mxico, que en 2001 tuvo un presupuesto operativo de US$ 6.3 millones, y el equivalente econmico del ahorro de

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    energa logrado se estim en alrededor de US$ 360 millones, es decir, 57 veces su dotacin presupues-taria. El otro ejemplo es el programa Procel en Brasil que entre 1995 y 2000, tuvo una inversin autoriza-da de US$ 318 millones y su resultado fue un ahorro del consumo elctrico de ms de 10 tWh, evitndose una inversin superior a los US$ 1 500 millones. Con este fin, adems de los esfuerzos internos de cada pas, existe la posibilidad de perseguir de forma conjunta tales objetivos, a travs de iniciativas como:

    Intercambio tecnolgico

    Cooperacin para asistencia a comunidades aisladas

    Entrenamiento y capacitacin

    Agrupamiento de matrices energticas para alcanzar metas mnimas

    Desarrollo de mtodos de contabilizacin y de mecanismos de intercambio de certifica-dos de energas renovables

    Como parte de la Convencin sobre Cambio Climti-co, Argentina se comprometi a formular, aplicar, publicar y actualizar regularmente programas nacio-nales y regionales que contengan medidas orienta-das a mitigar el cambio climtico. Si bien en nues-tro pas no poseemos un compromiso cuantificado de reduccin de emisiones, debemos realizar los es-fuerzos necesarios para que la actividad energtica no repita el modelo inviable y altamente nocivo de los pases desarrollados. Durante el desarrollo de la cuarta conferencia de cambio climtico (COP4), realizada en Buenos Aires el ao 1998, el gobierno anunci su intencin de elaborar una meta de emisiones que Argentina se comprometera voluntariamente a cumplir durante el primer perodo de compromiso (2008-2012) que establece el Protocolo de Kyoto. Si bien este com-promiso no tiene validez en el plano internacional, Argentina, como miembro de la Convencin debe asumir un compromiso de esta naturaleza como par-te de un programa nacional de accin que atienda a la urgencia del cambio climtico.

    Segn un informe elaborado por la Fundacin Bari-loche y publicado por el Banco Mundial, Argentina cuenta con las siguientes opciones en materia de reduccin de GEI:

    Un aumento en el uso de energa hidroelc-trica es una de las alternativas ms baratas para reducir emisiones. De hecho, se espe-

    ra que para el ao 2015 se instalen en el pas ms de 5 700 megavatios adicionales de capacidad hidroelctrica. Si este aporte pudiera desplazar generaciones trmicas, hacia el ao 2015 podran ser sustituidas 18 megatoneladas de dixido de carbono. Sin embargo, los grandes incrementos en ca-pacidad generadora pueden ser difciles de implementar debido a inquietudes sociales y medioambientales asociadas con los desa-rrollos hidroelctricos masivos

    La energa elica es atractiva y tiene un vasto potencial tcnico. La actual capacidad ins-talada es de 26 560 kW y se prev un es-cenario optimista de 3000 mW para 2013. Si esta energa lograra desplazar la capaci-dad trmica, podra reducir las emisiones en 1 110 megatoneladas. Lamentablemente, el potencial de esta energa se encuentra limi-tado por barreras de acceso a la transmisin, un suministro intermitente y altos costos para los emprendimientos a pequea escala

    La energa hidroelctrica y elica juntas podran reducir un total de emisiones de alrededor de 8 % hacia 2015. Asimismo, una mayor eficiencia energtica del sector residencial podra reducir 2 % del total de emisiones argentinas para ese perodo, tambin podra lograrse una reduccin de 1.5 % en el sector transportista. Es importante mencionar que una estrategia flexible le permitira a Argentina explorar con pases coinci-dentes, por ejemplo Brasil, medidas prcticas que tomen en cuenta las responsabilidades diferencia-das de las naciones en desarrollo y buscar maneras de introducir esos compromisos en el Protocolo de Kyoto o en futuros acuerdos de cambio climtico. BibliografaAltomonte, H.; Coviello, M.; Lutz, W. Energas reno-vables y eficiencia energtica en Amrica Latina y el Caribe. Restricciones y perspectivas. Santiago de Chile: Naciones Unidas, 2003.

    Audisio, O. Las energas renovables en el mundo, en Amrica Latina y en Argentina. S/c: s/e, 2008.

    Verdesio, J. Polticas pblicas para la difusin de las nuevas energas renovables (NER) en Brasil. Ponencia presentada en el coloquio internacional Energa, reformas institucionales y desarrollo en Amrica Latina. Mxico D.F.: Universidad Nacional Autnoma de MxicoUniversit PMF de Grenoble, noviembre de 2003.

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    Microfinanzas, subsidios y la demanda del mercado de la mano para la electrificacin con tecnologa solar fotovoltaica

    Reinerio Zepeda, Diana Sols, Xiomara VelzquezPrograma de electrificacin rural con energa solar (Honduras)

    IntroduccinEn el presente artculo se har una descripcin del entorno de Honduras, la formulacin, operativiza-cin y logros hasta la actualidad del Programa de electrificacin rural con energa solar (Prosol) y los pasos realizados para su ejecucin.

    El programa es ejecutado con fondos de crdito del Banco Mundial y una donacin de Global Environ-ment Facility para el Fondo hondureo de inversin social. El fondo es una institucin desconcentrada de la Presidencia de la Repblica, cuya visin es promo-ver el desarrollo local a travs de la construccin de infraestructura social y productiva en el sector rural para atender a la poblacin ms pobre y vulnerable, con el fin de apoyar a la implementacin de la es-trategia de reduccin de la pobreza, utilizando meto-dologas participativas e incluyentes generadoras de capital humano y social, realizndose todo lo anterior en estrecha relacin con los gobiernos municipales, ajustado a los retos del nuevo milenio. El fondo ejecu-ta actualmente las actividades del programa de infra-estructura rural, interviniendo en subproyectos de los sectores de vas, agua, saneamiento y electricidad.

    Un total de 47 municipios de seis mancomunidades (ver figura 1) a lo largo de varias regiones del pas han sido intervenidos por el programa de infraestructura rural (PIR). En su componente de electricidad, ade-ms de ejecutar la ampliacin de la extensin de la red elctrica, realiza el Programa de electrificacin rural con energa solar, cuyo objetivo primordial es fo-mentar el desarrollo de la industria fotovoltaica en el pas para el beneficio de los habitantes rurales que no tienen acceso al servicio de electricidad convencional.

    Prosol es un programa resultante de otras experien-cias similares del Banco Mundial en pases como Bangladesh, Bolivia, y ms recientemente Nicara-gua, donde opera el Proyecto de electrificacin rural para zonas aisladas, desde inicios de 2005.

    Prosol se ejecuta bajo la modalidad de mercado abier-to basado en la demanda, dentro del marco geogrfico

    de cada mancomunidad intervenida por el programa de infraestructura rural y en l se combinan dos pilares im-portantes que hacen atractivo el programa: el aporte de subsidio y la modalidad de microcrdito; ambos, con el objetivo de penetrar en mercados econmicamente depri-midos que permitan mediante la adquisicin de sistemas fotovoltaicos, la solucin de requerimientos energticos elementales en las zonas de intervencin del programa. La meta de Prosol es la instalacin de aproximada-mente 3 000 sistemas fotovoltaicos en viviendas ru-rales (con sistemas con capacidad de entre 30 y 150 vatios) y 100 centros educativos (de aproximadamen-te 20 kWp), considerando que las preferencias son sistemas con potencia de entre 50 y 70 vatios.

    ContextoHonduras cuenta con muy poco potencial energti-co basado en recursos no renovables, sin embargo su matriz energtica actual depende en 70 % de fuentes derivadas del petrleo (ver figuras 2 y 3). El ndice de cobertura elctrica es de 75.35 %, lle-gando a solamente 50.15 % en el rea rural. Cifra significativa y altamente atractiva para el desarrollo de proyectos de electrificacin, tomando en cuenta el potencial de los variados recursos de energa reno-vable con los que cuenta el pas.

    Figura 1. Mapa de Honduras (mancomunidades beneficiadas por el PIR)

    Mancomunidades

    Chorti

    Cra

    Guisayote

    Mambocaure

    Mamno

    Mancepaz

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    Figura 2. Fuentes para la produccin de electricidad

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    1. Bagazo (27.8 %)

    2. Comb. vegetal (0.49 %)

    3. Diesel (1.64 %)

    4. Fuel Oil (51.42 %)

    5. Hidroenerga (18.65 %)

    Figura 3. Consumo final de energa

    1. Diesel Oil (20.5 %)

    2. Comb. fsiles (6.8 %)

    3. Carbn (1.2 %)

    4. Coque (1.2 %)

    5. Lea (41.2 %)

    6. Comb. vegetales (0.9 %)

    7. Electricidad (11.4 %)

    8. GLP (2.2 %)

    9. Gasolina (11.8 %)

    10. Kerosene (2.8 %)

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    Figura 4. Potencial energtico por metro cuadradoPotencial (kWh/m2/da)

    Departamentos La Paz Choluteca CopanSanta

    Brbara Olancho Ocotepeque

    Potencial 5.0-5.8 5.4-5.94.8-5.2 4.9-5.3 4.7-5.1 5.0-5.6

    Este bajo ndice de electrificacin rural afecta en gran manera la balanza econmica del pas y las condicio-nes de desarrollo sostenible por la alta importacin de derivados del petrleo. Sin embargo, por su locali-zacin geogrfica Honduras cuenta con gran variedad de recursos renovables para generacin energtica, cuyo potencial real ha comenzado a ser desarrollado en aos recientes. Destacan los recursos hdricos, de biomasa y la energa solar, esta ltima de nfasis para aplicaciones de electrificacin rural.

    Honduras recibe abundante radiacin solar durante la mayor parte del ao (ver figura 4):

    miento de otras iniciativas locales del sector privado dedicadas a prestar servicios de electrificacin rural aislada mediante sistemas fotovoltaicos individuales de potencias entre 30 a 50 vatios, lo que lleg a ser una alternativa para aquellas comunidades rurales sin el servicio de la red convencional de electricidad.

    Diez aos despus, las modalidades de venta al contado, a plazos y de alquiler de sistemas fotovoltaicos eran ya una forma de obtener servicios elctricos para suplir re-querimientos bsicos, principalmente servicios de ilumi-nacin, recreacin y bombeo de agua en sectores rurales del pas, especialmente en la regin noroccidental, donde adems de casas comerciales, ha operado una red de mi-croempresarios rurales cuyas actividades contribuyen a la sostenibilidad de los sistemas en el campo.

    Poco a poco, la oferta de equipos (todos de ma-nufactura extranjera), fue ofreciendo mdulos de mayor capacidad y a la par la empresa privada fue acompaando al gobierno en diversas iniciativas de mejora de tecnologa fotovoltaica, cuando se abrie-ron programas apoyados con fondos internacionales a travs de ONG y cooperacin internacional, con un alto componente social en beneficio tanto del sector salud como educacin.

    Es importante mencionar que el Programa ampliado de inmunizaciones (PAI) del Ministerio de Salud mantiene una red de tcnicos que presta servicios de instalacin, operacin y mantenimiento de los equipos fotovoltaicos de refrigeracin en ms de 400 centros rurales de salud que no cuentan con el servicio de electricidad de la red

    AntecedentesBajo estas condiciones, a principios de la dcada de 1990, la industria fotovoltaica hondurea inici operaciones a travs de la intervencin de una ONG norteamericana y varias iniciativas del sector priva-do como principal actor.

    Especficamente, en 1994, condiciones climatolgi-cas adversas a la generacin de energa por fuentes hdricas (segunda fuente de generacin de electrici-dad) dieron lugar a una crisis energtica en la que varias opciones de energa renovable encontraron su nicho, siendo una oportunidad de ampliacin y surgi-

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    estatal. Esto ha resultado en que por varios aos conse-cutivos, a nivel latinoamericano, Honduras mantenga un alto ndice de cobertura de vacunacin infantil.

    Conceptos bsicos del programaLa brecha que existe actualmente entre la capacidad de pago de los usuarios y los precios de los sistemas fotovoltaicos debe ser acortada utilizando una pol-tica de cofinanciamiento que optimice el aporte del usuario y la oferta de las empresas (menores precios para los sistemas). Para esto se prev una partici-pacin dinmica de entidades de microcrdito que pueden hacer viable la contribucin de los usuarios, un soporte tcnico a las empresas para lograr ins-talaciones en un volumen mayor y la otorgacin de cofinanciamientos (ver figura 5).

    Figura 5. Modelo de participacin

    Cofinanciamiento

    Precio del sistema

    Aportes de usuarios

    Inversin en equipo

    Servicios de O&M

    Beneficios

    Saldo a crdito

    Cuota inicial

    El saldo es pagado por el usuario a crdito con participacin de microfinancieras con tasas de 18 y 24 %

    El periodo de repago sugerido es de hasta tres aos

    El usuario debe poder pagar su saldo sin un recargo sobre su economa

    El usuario final puede hacer un esfuerzo econmico para adquirir el SFV pero no por muchos aos

    El objetivo del cofinanciamiento es hacer accesible los SFV a los estratos de poblacin menos favorecidos. De esta manera, el cofinanciamiento ser transferido de manera uniforme a todos los sistemas ofrecidos por el programa, con excepcin del sistema de 100 Wp.

    En trminos monetarios, el cofinanciamiento es uni-forme para todos los sistemas, sin embargo la con-tribucin dentro del precio total impacta en mayor porcentaje en sistemas de menor capacidad, que sern utilizados por la poblacin ms pobre. De esta manera, se cumplir el objetivo de desarrollo de mercado y de apoyo a sectores de poblacin pobres.

    Para la introduccin de los cofinanciamientos, sin embargo, es necesario estimular el mercado fotovol-taico de tal manera que los sistemas puedan llegar a los usuarios en condiciones de precios y servicios conexos que sean accesibles a los usuarios finales, con un estndar de calidad aceptable. Para esto ser necesario lograr un mnimo de economa de escala que permita dinamizar este mercado.

    Procesos desarrollados

    SocializacinPara iniciar el programa se elaboraron una serie de documentos base que se utilizaron para regir todos sus componentes. Entre los ms importantes estn el Estudio del potencial mercado solar fotovoltaico en Honduras, el Documento de acreditacin de em-presas proveedoras, el Manual de polticas y normas de la lnea de crdito del Prosol y el Documento de acreditacin de instituciones microfinancieras.

    Dichos documentos fueron compartidos con institu-ciones proveedoras y financieras para que conozcan los criterios plateados.

    Acreditacin de empresas proveedorasPara la acreditacin de las empresas proveedoras se esta-blecieron un conjunto de requisitos e informacin que de-ban proporcionar para participar en el programa, como:

    En el modelo se establece que la propiedad final del sis-tema ser del usuario, cuando termine de pagar sus apor-tes. Los tamaos base de los sistemas fotovoltaicos (SFV) son de 30-40 Wp, 50-60 Wp, 70-80 Wp y 100Wp.

    El cofinanciamiento permite:

    Cubrir la brecha entre la capacidad de pago de los usuarios y los precios de mercado para las zonas del programa

    Generar un desarrollo del mercado fotovoltaico

    Incrementar la velocidad de cobertura elc-trica en el rea rural

    Los criterios iniciales son:

    El cofinanciamiento provendr de Global En-vironment Facility, del Gobierno, a travs del PIR y de las municipalidades

    La cuota inicial deber cubrir algunos costos irrecuperables, en caso de retiro del SFV

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    Identificacin de la empresa y capacidad legalDocumentacin:

    Documentacin de constitucin (copia del testimonio de escritura pblica y modifica-ciones, si las hubiere)

    Nmero de registro pblico de comercio

    Copia del registro tributario nacional (RTN)

    Poder de representacin legal

    Nmero de accionistas, nombres y porcenta-je de participacin

    Informacin sobre litigios de los ltimos dos aos

    Permiso de operacin vigente

    Certificado de inscripcin en el Colegio de ingenieros mecnicos, elctricos y qumicos de Honduras (CIMEQ)

    Constancia de solvencia municipal de la re-sidencia de la empresa

    Constancia de solvencia de la DEI

    En caso de asociacin, esta informacin sera pre-sentada por cada una de las empresas.

    Capacidad financieraDocumentacin:

    Balance general y estado de resultados (lti-mos dos aos)

    Informes de auditora externa (ltimos dos aos) y notas tcnicas correspondientes

    En caso de asociacin, esta informacin sera pre-sentada por cada una de las empresas.

    Capacidad tcnicaDocumentacin:

    Listado de productos fotovoltaicos que comer-cializa (proveedores por componente y especi-ficaciones) y mercados en los que trabaja

    Listado de usuarios y proveedores principales

    Inventario de equipos y herramientas (indi-cando si son propios, alquilados)

    Certificaciones y documentacin de garanta ofertadas

    Manuales existentes para tcnicos y usuarios

    Capacidad administrativaDocumentacin:

    Organigrama de la empresa

    Personal de planta destinado a actividades tcnicas: profesin, cargo

    Calificacin del personal administrativo de la empresa

    En caso de asociacin, esta informacin sera pre-sentada por cada una de las empresas.

    Plan de negociosSe debe presentar un plan de negocios breve para la comercializacin los sistemas del programa en los prximos tres aos que incluya, tanto como sea po-sible, la siguiente informacin:

    Servicios que oferta la empresa relacionados con sistemas fotovoltaicos

    Descripcin general de los productos de la empresa y costos

    Principales suministradores de equipos y mecanismos de compra que utiliza

    reas meta previstas y estimacin del mer-cado potencial

    Ventas previstas en los prximos tres aos, total y por capacidad del sistema

    Gastos previstos, otras inversiones y capital de trabajo

    Flujo de caja previsto, hoja de balance e in-gresos

    Plan de financiamiento previsto, incluyendo montos y fuentes de recursos, prstamo y otros

    Si se incluyen los clientes institucionales (escue-las, edificios del gobierno, centros comunitarios, etc.), especifique los clientes potenciales y sus requerimientos posibles as como las capacida-des aproximadas necesitadas

    Qu porcentaje de ventas en los tres aos prximos sern ventas de efectivo y qu por-centaje requerirn el financiamiento. Cules son los planes de la compaa para asistir a clientes a obtener el financiamiento

    Qu garantas del equipo y del servicio de man-tenimiento son ofertadas para las ventas

    En caso de tener distribuidores, incluir un listado de los mismos y sus ubicaciones

    Material de promocin y marketing que utiliza

    En caso de asociacin o consorcio, se presentara un solo plan de negocios consolidado.

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    De manera especfica las empresas proveedoras tie-nen las siguientes responsabilidades:

    Ser preseleccionadas en base a criterios de experiencia y capacidad tcnica

    Desplegar mecanismos de promocin y difusin en las mancomunidades priorizadas de acuerdo a sus propias estrategias de comercializacin

    Instalar los sistemas que vendan, otorgar ga-rantas tcnicas por al menos dos aos y dar un servicio posventa por un tiempo mnimo equivalente al que dure el microcrdito del usuario

    Establecer, junto a la microfinanciera, un convenio de recompra de bienes recupera-bles que eventualmente puedan retirar por falta de pago, en base a tablas de deprecia-ciones y otros criterios

    Segn la zona en la que vendan los siste-mas, tendrn acceso a los cofinanciamientos que otorgue el programa

    Recibirn apoyo del programa para desarro-llar su mercado en trminos de asistencia tcnica, capacitacin, promocin y difusin

    Ser parte de Prosol es atractivo para la industria so-lar hondurea. Muestra de esto son las cinco em-presas locales que participan del programa y que fueron acreditadas para ejecutar sus actividades, teniendo a cargo la promocin, venta, instalacin y servicio posventa de cada unos de los sistemas ins-talados, asegurando as sus sostenibilidad mediante la creacin de redes de tcnicos en las zonas de in-tervencin y la instalacin de equipos certificados. El programa abre para ellas un espacio de accin en donde puedan desarrollar sus operaciones de ven-ta en volumen. La competencia entre las empresas tiene sus frutos cuando genera entre ellas la libre competencia de mercado, lo que abarata el costo de los sistemas y hace ms accesible la tecnologa en las zonas de intervencin.

    Acreditacin de instituciones microfinancierasPara aplicaciones en sistemas fotovoltaicos las con-diciones crediticias en el rea rural hondurea han sido limitadas dado que el rol de la industria micro-financiera no es precisamente otorgar crditos para la adquisicin de los sistemas solares.

    Es por esto que Prosol propicia el ingreso del componen-te de microcrdito para facilitar el acceso de la pobla-cin para la adquisicin de sistemas solares fotovoltai-cos, estimando que aproximadamente 80 % de la meta total de beneficiarios del programa har uso de este

    servicio. Las condiciones de prstamo para las institu-ciones microfinancieras que intermedian los fondos son blandas en relacin al mercado financiero local, bus-cando que para ejecutar este programa, estas concedan polticas diferenciadas a las que normalmente operan. Un propsito adicional que se espera lograr es culturizar en el crdito a los usuarios del programa y posibilitar la injerencia de instituciones microfinancieras en zonas rurales donde se carece de oferta crediticia.

    Para la acreditacin de las instituciones microfinan-cieras se establecieron un conjunto de requisitos e informacin que deben proporcionar para participar en el programa. Estos documentos son usados para una evaluacin a cargo del comit de crdito del Prosol y el PIR.

    Identificacin de la institucin microfinancieraDocumentacin:

    Carta gerencial solicitando la lnea de crdito

    Solicitud de crdito debidamente llenada

    Documentacin de constitucin (copia de personera jurdica)

    Estatutos

    Poder del representante legal

    Certificacin del secretario de la junta direc-tiva de la institucin indicando los nombres y posicin de sus miembros, desde cundo inici su mandato y una breve descripcin de su ocupacin

    Certificacin del secretario de la junta direc-tiva del acta de aprobacin para solicitar la lnea de crdito

    Referencias crediticias de instituciones de segundo piso

    Capacidad financieraDocumentacin:

    Balance general y estado de resultados de los tres ltimos ejercicios auditados prefe-riblemente

    Copia del balance de comprobacin y estado de resultados del mes anterior a la solicitud de acreditacin

    Cronograma de colocacin de cartera (fon-dos de la lnea de crdito del programa)

    Flujo de caja proyectado por el tiempo que utilizar los fondos

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    Capacidad tcnicaDocumentacin:

    Copia de los reglamentos de crdito vigentes

    Copia del plan operativo

    Copia del plan estratgico debidamente aprobado por la junta directiva

    Capacidad administrativaDocumentacin:

    Organigrama de la empresa

    Personal ejecutivo: profesin, cargo, anti-gedad en el puesto

    Personal de crdito a nivel de jefatura: pro-fesin, cargo, antigedad en el puesto

    Nmero de empleados categorizados en per-sonal administrativo y operativo

    Informes de cartera por antigedad de saldo (riesgo)

    Otros documentos

    Evaluaciones realizadas por otras institucio-nes crediticias de segundo nivel (si aplica)

    Informes de auditora externa (ltimos tres aos) y notas tcnicas correspondientes

    Informes de auditora interna del ltimo ao

    Lista de manuales administrativos que se poseen

    De manera especfica, las instituciones microfinan-cieras tienen las siguientes responsabilidades:

    Ser preseleccionadas para participar en el programa

    Evaluar y seleccionar a los beneficiarios del microcrdito, asumiendo el riesgo financiero

    Pagar a la empresa directamente el monto del crdito contratado por el usuario al reali-zarse la instalacin del sistema fotovoltaico y verificarse su buen funcionamiento a tra-vs de Prosol, junto a la aceptacin final por el usuario

    Aceptar que el sistema fotovoltaico puede ser un objeto de garanta en s mismo y suscribir con las empresas un convenio de recompra de los equipos en caso de retiro de acuerdo a una tabla de depreciaciones establecida

    Tener la garanta tcnica de las empresas que aseguren la operatividad de los equipos al menos por el tiempo que dure el crdito

    Recibir apoyo de las empresas fotovoltaicas para la recuperacin de crditos en estado de mora a travs de la ejecucin del retiro de equipos

    Recibir asistencia tcnica del programa para el desarrollo de sus actividades, as como capacitacin y apoyo en campaas de difu-sin y promocin que les permitan mejorar su desempeo en el mercado

    Actualmente se encuentran acreditadas cinco insti-tuciones microfinancieras que estn distribuidas en las regiones de trabajo.

    Acreditacin de equiposTodos los sistemas que oferten las empresas deben cumplir con los requerimientos mnimos estableci-dos en las especificaciones tcnicas del documento de acreditacin.

    Se considera como vlidos componentes y sistemas que estn siendo utilizados en proyectos fotovoltai-cos con financiamiento del Banco Mundial que se ejecuten en otros pases (Bolivia, Sri Lanka, China, Filipinas, Argentina, Bangladesh, etc.). Si los equi-pos propuestos no estn en la lista, la empresa debe-r presentar una certificacin de quien fbrica esos equipos haciendo constar que estos cumplen estn-dares de calidad internacionalmente reconocidos.

    Los sistemas que se ofertan deben tener la capa-cidad para ofrecer iluminacin en varios puntos, el accionamiento de una radio, radiograbadora, radio con lector de CD o DVD, un cargador de celular y una TV, segn el tamao del sistema.

    Para su acreditacin, la empresa debe presentarlos a las oficinas de Prosol/PIR para una revisin in situ y tomar varias fotografas de cada componente. Las fotografas se utilizan para conformar el documento de acreditacin de todos los equipos a utilizar en el programa.

    Apoyo del costo compartidoUna forma de hacer atractivo el programa tan-to a las empresas como a las microfinancieras es brindar asistencia tcnica de costo compartido en actividades para desarrollo del mercado y fortale-cimiento institucional para las instituciones micro-financieras. La complementariedad entre el sector comercial y microfinanciero es un pilar para la ope-ratividad de Prosol.

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    Las empresas que se acrediten tendrn acceso a las siguientes facilidades:

    Acceso a capacitacin y supervisin tcnica

    Apoyo para el diseo de aplicaciones insti-tucionales

    Acceso a cofinanciamiento por instalaciones para cerrar la brecha entre la capacidad de pago del cliente y el precio de los sistemas

    Acceso a recursos de asistencia tcnica para el desarrollo de mercado fotovoltaico

    Campaas de informacin y publicidad so-bre la tecnologa fotovoltaica

    Participacin en programas de certificacin de su personal y servicios para instalaciones fotovoltaicas

    Apoyo de instituciones microfinancieras para el mercadeo de sus productos y oferta de venta de SFV con financiamiento a sus clientes

    Promocin en campoOtro elemento esencial para el desarrollo de activida-des del programa fue la promocin, mecanismo que dio a conocer Prosol en cada mancomunidad ante autoridades municipales, lderes comunitarios y po-tenciales interesados en adquirir los sistemas solares. Esta actividad abre el camino para la introduccin, en el campo, de empresas comerciales y microfinancie-ras, a quienes corresponde darle continuidad.

    Para llevar a cabo la promocin en campo se contra-taron profesionales con experiencia en el rea, capa-citados en aspectos bsicos de tecnologa solar foto-voltaica y en las condiciones generales de oferta de los SFV. Se provey al personal contratado del equipo necesario para hacer las demostraciones de funciona-miento de sistemas solares bsicos, junto a listados de comunidades priorizadas (provistos por autoridades municipales). Su labor se inici mediante el contacto con autoridades municipales, con quienes revisaron los listados y redefinieron las comunidades en donde no haba electrificacin y que por su ubicacin geogr-fica no tendran este acceso en un futuro cercano.

    Una vez determinadas las comunidades meta, los promotores se trasladaron a ella y desarrollaron char-las de promocin con el objetivo de demostrar las bondades de la tecnologa fotovoltaica y obtener un listado de posibles clientes interesados en comprar un SFV con las facilidades del programa. Estos lista-dos fueron entregados a las empresas proveedoras e instituciones microfinancieras a modo de referencia de clientes potenciales.

    Proceso operativo. Dinamizacin en campoEl subsidio que favorece la adquisicin de los siste-mas solares se conforma con fondos provenientes de tres fuentes: PIR, Global Environment Facility y de la municipalidad. Este ltimo correspondiente a 15 % del costo del sistema y es un aporte decisin de la autoridad municipal, quien determina la cantidad de beneficiarios del programa que desea apoyar. Per-sonas no beneficiadas con la contraparte municipal son siempre apoyadas por las otras instituciones.

    Es importante sealar que el proceso operativo se inicia cuando las empresas proveedoras y microfi-nancieras se han acreditado al sistema financiero nacional. Luego, en compaa de Prosol, se realizan visitas para conocer el mbito de trabajo.

    Mecanismos de difusin como medios radiales y el apoyo de promotores sociales permiten determinar la demanda de los interesados, para luego iniciar el proceso de compra y venta de los SFV.

    En el caso de que el interesado desee adquirir el SFV a precio de contado, es decir que no requiera micro-financiamiento, el usuario cancelar a la empresa su valor menos el monto del cofinanciamiento que corres-ponda. Si el interesado necesita servicio de microfi-nanciamiento, la empresa proveedora lo remitir a las instituciones microfinancieras que estn operando en la zona para que estas lleven a cabo el anlisis de su capacidad de pago y puedan negociar las condiciones del crdito a otorgar. Ya aprobada la solicitud de crdi-to del interesado, la microfinanciera generar la orden de entrega del SFV, entregndola al usuario para que este se contacte nuevamente con la empresa proveedo-ra y se realice la instalacin del sistema.

    La empresa proveedora instala el SFV tomando en cuenta la opinin del usuario respecto a la ubicacin requerida de los componentes y recomendndole lo ms adecuado desde el punto de vista de seguridad, esttica y condiciones para brindar el mantenimiento del equi-po. Al finalizar la instalacin del sistema, la empresa proveedora rene a los miembros de la familia para ex-plicarles los aspectos necesarios para que ellos operen correctamente el sistema: cmo est conformado el sis-tema solar, su funcionamiento; cules son los cuidados que deben drsele; el mantenimiento a brindar por parte del usuario y dnde acudir cuando se genere una situa-cin problemtica que no puedan resolver. Adems de la capacitacin, el usuario recibe un afiche de manteni-miento para el SFV que la empresa coloca en una pared cercana a los componentes del SFV, de manera que el usuario pueda tener a la vista las instrucciones elemen-tales para hacer un buen cuidado y uso del SFV.

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    Cumplido todo lo anterior, el instalador llena el com-probante de instalacin del SFV y certificado de acep-tacin (CICA) donde se detallan los componentes del SFV, incluyendo el nmero de serie, nombre del usuario y direccin; el usuario recibir una copia. Este docu-mento debe ser firmado por el instalador y el usuario.

    El instalador elabora tambin la factura correspon-diente. Si la venta es al contado, entrega al usuario el comprobante original; si la venta es a crdito, en-trega una copia y la original es conservada por la ins-titucin microfinanciera, con otra copia entregada a Prosol para ser usada como documentacin para solicitar el pago del subsidio por los SFV instalados.

    El instalador entrega al usuario una copia del certificado de garanta, pues la institucin microfinanciera recibir el original. Con ese certificado de garanta, el usuario podr reclamar ante la empresa, si se diera el caso de cualquier anomala, desperfecto de fbrica o mala ins-talacin del equipo. La empresa debe instruir al jefe de familia cmo y en qu momento utilizar, el certificado de garanta. El instalador tambin colocar una cartilla de monitoreo, que ser llenada por un inspector de SFV cada vez que este realice una revisin de rutina.

    Al finalizar la instalacin del SFV, la empresa proveedo-ra enva la factura de crdito, el CICA y el certificado de garanta del SFV a la microfinanciera, acompaado de una nota en donde solicita el pago correspondiente al crdito otorgado al beneficiario del SFV instalado. Previo al pago, la microfinanciera verifica una muestra de las instalaciones para determinar su funcionamiento.

    Con todo lo anterior, el Fondo hondureo de inversin social generar instrucciones para llevar a cabo la inspec-cin del sistema, a cargo de personal encargado segn el certificado de verificacin elaborado para tal fin. En la inspeccin se llena el certificado de verificacin de la instalacin del SFV (CEVI) provedo por Prosol a los ins-pectores del Fondo, con lo que se dar por aprobada o re-chazada la instalacin del SFV. En caso de no aprobarse, deber hacerse del conocimiento de la empresa provee-dora tal situacin, mediante una copia del CEVI enviada por Prosol para que la empresa haga las correcciones per-tinentes y solvente las anomalas encontradas.

    Se llevar a cabo nuevamente el ciclo de inspeccin, que deber cerrarse cuando el inspector notifique que la empresa proveedora ha corregido las anomalas reporta-das. Este ciclo solo podr ser realizado una vez y estar enmarcado en el convenio firmado con el Fondo.

    El Fondo generar el trmite de desembolso del cofi-nanciamiento a la empresa proveedora y notificar a

    la microfinanciera de la aceptacin de la instalacin enviando a esta el CEVI correspondiente. La microfi-nanciera procesar el financiamiento y generar la do-cumentacin necesaria para legalizar el crdito segn las condiciones negociadas con el interesado. Por otro lado, la microfinanciera har efectivo a la empresa pro-veedora el pago correspondiente del saldo a financiar.

    La microfinanciera dar seguimiento al proceso de recu-peracin del crdito, mientras que la empresa proveedo-ra har visitas de posventa programadas por Prosol.

    LogrosSiguiendo la metodologa y actividades descritas el ao 2008 se acreditaron cinco empresas proveedo-ras y cuatro instituciones microfinancieras.

    Las instalaciones en campo comenzaron en septiembre de 2009, cuando se acreditaron los prototipos de los SFV de cuatro empresas. En noviembre de ese mismo ao se acreditaron los prototipos de la quinta empresa.

    Nuestro sistema de informacin indica que han sido introducidos a la base digital 1 071 SFV, que be-nefician a 6 253 personas, con una inversin gu-bernamental de US$ 357 802.44 y una contraparte municipal de US$ 62 436.62. En el rea microfinanciera, hasta la fecha se han transferido a las instituciones microfinancieras acre-ditadas un monto de US$ 222 555.05. De este mondo, las microfinancieras han otorgado en crdito US$ 207 793.95 a un total de 392 familias.

    Con el apoyo de costos compartidos, una microfinan-ciera ha logrado aperturar dos nuevas sucursales.

    En el rea de sistemas comunitarios se han instalado 13 SFV en la misma cantidad de escuelas, con una inversin total de US$ 27 162.62.

    Conclusiones

    El Fondo hondureo de inversin social, ins-titucin desconcentrada de la Presidencia de la Repblica, incursiona por primera vez en la ejecucin de un proyecto de electrifica-cin rural mediante el Programa de electrifi-cacin rural con energa solar. Es as que el gobierno lidera por primera vez un programa de electrificacin aislado de la red conven-cional en base a la energa solar

    La industria fotovoltaica hondurea tendr la oportunidad de fortalecerse mediante la venta en volumen de sistemas fotovoltaicos domiciliarios

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    Por primera vez el sector microfinanciero hon-dureo est apoyando actividades de energa fo-tovoltaica, innovando con un nuevo producto de mercado, el servicio crediticio en zonas rurales aisladas y carentes del servicio de electricidad

    Un alto componente de subsidio permite a pobladores rurales adquirir los sistemas fo-tovoltaicos con costos ms bajos que en el comercio (un rango entre 50 y 60 %) y con facilidades de microcrdito

    BibliografaProyecto de electrificacin rural con energa solar. Documento de acreditacin de empresas proveedo-ras. Disponible en: http://www.fhis.hn/Programa%20de%20Infraestructura%20Ru/Document%20Li-brary/DocumentodeAcreditaciondeEmpresasFVWB.pdf (visto por ltima vez: 16 de enero de 2010).

    Proyecto de electrificacin rural con energa solar. Docu-mento de acreditacin de instituciones microfinancieras. Disponible en: http://www.fhis.hn/Programa%20de%20

    Infraestructura%20Ru/Document%20Library/Acredita-cion%20InstitucionesMicrofinancierasPROSOL.pdf (vis-to por ltima vez: 16 de enero de 2010).

    Proyecto de electrificacin rural con energa solar. Estudio del potencial mercado solar fotovoltaico en Honduras. Disponible en: http://www.fhis.hn/Programa%20de%20Infraestructura%20Ru/Docu-ment%20Library/SISTEMAS%20Fotovoltaicos.pdf (visto por ltima vez: 16 de enero de 2010).

    Proyecto de electrificacin rural con energa solar. Ma-nual de polticas y normas de la lnea de crdito. Dis-ponible en: http://www.fhis.hn/Programa%20de%20Infraestructura%20Ru/Document%20Library/Manual-dePoliticasyNormasLinea%20de%20CreditoPROSOL.pdf (visto por ltima vez: 16 de enero de 2010).

    Solar and Wind Energy Resource Assessment. Data for Solar and Wind Renewable Energy. Disponible en: http://swera.unep.net (visto por ltima vez: 16 de ene-ro de 2010).

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    Para qu sirve una tecnologa si nadie sabe cmo usarla? Un aerogenerador puede no ser ms que pe-dazos de metal y fibra de vidrio si no hay personas capacitadas en instalarlo, mantenerlo y usarlo. Bajo esta lgica, la capacitacin y formacin es muy im-portante, especialmente cuando la tecnologa es in-novadora y no est en los mercados comerciales.

    En Per se ha creado un programa de formacin en tecnologas ecolgicas impulsado por un grupo de socios que comparten una misma filosofa: hacer coincidir la etapa de instalacin de proyectos de energa con la formacin y capacitacin prctica. Este equipo es conformado por Soluciones Prcticas (antes ITDG), Green Empowerment, Ingeniera sin fronteras y la Universitat Politcnica de Catalunya, y financiado por el Toyota Environmental Activities Grant Program, de Toyota Motor Corporation.

    El programa comprende el desarrollo de tres cursos de formacin que se realizarn durante tres aos, sobre proyectos de electrificacin rural (sistemas microhidroenergticos, de aerogeneracin y un sistema solar) con el objetivo de abastecer a 675 familias con energa elctrica y capacitar 90 perso-nas, provenientes de 30 pases en aspectos de eva-luacin, diseo, instalacin y gestin de sistemas energticos rurales.

    El ao 2009 el programa se centr en la implemen-tacin de un proyecto elico en la comunidad de Alto Per (Cajamarca), con capacitacin correspondiente a dos niveles: comunitaria y de ingenieros interna-cionales. La instalacin consisti en dos microrredes independientes, cada una alimentada por dos aero-generadores de 500W, modelo SP-500. Estas redes suministran electricidad a 13 casas y una iglesia en una comunidad de altura ubicada a 3 800 msnm.

    La capacitacin a nivel comunitario fue realizada por socilogos e ingenieros de Soluciones Prcticas, en la instalacin, operacin y mantenimiento de los aerogeneradores, adems de guiar un proceso para organizar la gestin comunitaria del proyecto. Ade-ms, se organiz un comit comunal para evaluar y seleccionar una persona que sera el operador-admi-nistrador del sistema, y formar una microempresa

    Formacin y capacitacin prctica en energa elica de pequea escala

    para gestionar el proyecto. El operador fue capacita-do en las tareas propias de su cargo: leer medidores elctricos, recaudar la tarifa mensual y llevar cuen-tas del fondo de reposicin.

    La capacitacin tcnica se realiz durante la ins-talacin, as los jvenes de la comunidad pudieron aprender a instalar alambres, conectar tableros de control, subir a las torres y montar los aerogene-radores. Adems de la formacin de tcnicos es-

    Anna Garwood / Green Empowerment (Estados Unidos)

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    pecializados, se organizaron talleres destinados a todos los usuarios para promover el uso eficiente de la energa y responder a interrogantes existentes sobre el tipo de aparatos domsticos que se pueden usar o cmo gestionar el uso de las bateras para prolongar su vida til.

    El proceso de hacer-aprender dur seis meses, tiempo durante el cual el equipo del proyecto rea-liz visitas semanales para acompaar y asegurar que la comunidad adquiriera habilidades necesa-rias para gestionar y mantener los sistemas energ-ticos a largo plazo.

    Adems de la capacitacin comunitaria, el proyecto incluy la difusin de la tecnologa a ingenieros y especialistas de varios pases de Amrica Latina. Entre el 20 y 22 de julio de 2009 en el Centro de demostracin y capacitacin de tecnologas apro-piadas (Cedecap) se organiz el Taller evaluacin de recursos, diseo, instalacin y gestin de siste-mas elicos de pequea escala, en el que participa-ron cuarenta especialistas en energas renovables de ocho pases.

    El taller tuvo dos das de exposiciones sobre expe-riencias de sistemas elicos de varios pases, como Argentina y Nicaragua, adems de reportes sobre las investigaciones realizadas en Per con microrredes, sistemas hbridos y modelamiento de recursos e-licos. El tercer da los participantes trabajaron en campo, junto a los miembros de la comunidad de Alto Per, ayudando a levantar torres de 10 metros, conectar tableros de control y armar turbinas. El tra-bajo prctico dio vida a las lecciones tericas del proyecto, demostrando que presentaciones multime-dia no pueden ensear habilidades tcnicas o unifi-car a una comunidad en torno a un trabajo tan bien como una experiencia real.

    En sntesis, esta experiencia resalt la necesidad de la capacitacin en mltiples niveles, en paralelo con el diseo, instalacin y seguimiento de cualquier proyecto de energa. Esto es especialmente impor-tante cuando estamos trabajando con tecnologas nuevas, que todava estn en un proceso de investi-gacin aplicada. Mediante la capacitacin participa-tiva todos podemos aprender juntos.

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    El 24 de julio de 2009 se reunieron en la ciudad de Cajamarca los miembros de la Red latinoamericana de microhidroenerga (Hidrored), aprovechando la realizacin del XIII Encuentro latinoamericano y el Caribe sobre pequeos aprovechamientos hidroener-gticos (ELPAH), para hacer un balance del ao que haba pasado y encontrar nuevas alternativas para continuar impulsando las energas renovables de for-ma coordinada y colaborativa.

    Como actividades principales del balance realizado se pueden resaltar el curso de hidroenerga realiza-do por la Organizacin latinoamericana de la energa (OLADE), donde varios miembros de la red partici-paron en la elaboracin y dictado, logrando difundir esta tecnologa a participantes de ms de 25 pases; y el esfuerzo realizado por los miembros en la ela-boracin del folleto Historia de Hidrored, que recoge los sucesos ms importantes de la comunidad desde la creacin de Hidrored, como forma de preparacin para las bodas de plata, a realizarse el ao 2010.

    En anticipacin a las bodas de plata, se hizo un planeamiento de posibles trabajos con instituciones pblicas y privadas, con muy buenas perspectivas que permitirn que los miembros sigan trabajando juntos, adems de dos peticiones de formar parte de dos importantes redes energticas: la Red de exper-tos iberoamericanos en energa y el Global Village Energy Partnership.

    Por otro lado, se evalu con gran inters nuevas soli-citudes de incorporacin como miembros a Hidrored (12 instituciones de siete pases distintos), desta-cando la solicitud de SABES, institucin salvadore-a que no solo solicit incorporarse a la red sino ser la prxima sede del ELPAH, y por lo tanto sede de la prxima reunin de los miembros de la red.

    Durante el transcurso de la reunin se debati la po-sibilidad de formalizar Hidrored. Despus de una serie argumentaciones de los miembros, viendo que no se tenan claras las implicancias de tomar una decisin como esa, se acord analizar bien todas sus ramifica-ciones y retomar el tema en posteriores reuniones.

    Al final de la reunin se tomaron algunas decisiones importantes, una de las ms destacadas fue aceptar la propuesta de la institucin SABES como sede del

    XIV ELPAH en El Salvador, y que instituciones de Honduras, Guatemala y Nicaragua apoyen para ello.

    Finalmente, solo nos queda seguir trabajando coor-dinadamente para conseguir que Hidrored siga cre-ciendo y, claro est, preparar nuestros trajes de gala para celebrar en 2010 nuestras bodas de plata.

    El XIII ELPAH tuvo los siguientes resultados:

    Capacitacin de alrededor de 60 perso-nas procedentes de 14 pases de Amrica Latina en aspectos tericos y prcticos en evaluacin de recursos, diseo y gestin de peq