Revista Lasallista Unidos en La Salle 4
description
Transcript of Revista Lasallista Unidos en La Salle 4
UNIDOSen La Salle
Revista No. 4-2009
Distrito de Centroamérica-Panamá
{
{ Recordando la Visita del
Hno. Álvaro Rodríguez
Personaje lasallista
Nuestras
Obras Lasallistas
Raíces e Identidad
Instituto Politécnico La Salle
Hno. Antonio Botana Hno. José María González (QEPD)
Hno. José María González (QEPD)
In memorianHno. José María González
Comunidades de
AprendizajeAdolfo López Almau
Semblanza del Hno.
José María GonzálezHno. Honorio Belza
UNIDOSen La Salle
Contenido
Revista No. 4-2009
Distrito de Centroamérica-Panamá
1. Presentación 2. Semblanza del Hermano José María González (QEPD) Hno. Honorio Belza
3. Recordando la Visita del Hno. Álvaro Rodríguez Hno. José María González (QEPD)
4. Raíces e Identidad Hno. Antonio Botana
5. Personaje Lasallista: Hno. Rafael Rafiringa Hno. José María González (QEPD)
6. Nuestras Obras Lasallistas: Instituto Politécnico La Salle.
7. Comunidad Educativa Adolfo López Almau
Esta es una Publicación Bimensual propiedad de
los Hermanos de las Escuelas Cristianas De La Salle
Presentación:
Apreciados lasallistas:
Continuamos con nuestra revista UNIDOS EN LA SALLE que
editaba el Hno. José María González (QEPD). En su memoria y
agradecimiento al trabajo que realizó por muchos años en
nuestros países centroamericanos y Panamá dedicamos este
número (4).
Parte de ella, la había dejado preparada el difunto Hno. Chema
antes de su viaje a Madrid, para visitar a su familia, donde escuchó la definitiva llamada del Señor: “ven, entra en el gozo de tu Señor”
Queremos seguir, como Distrito, con el trabajo iniciado desde la
revista: La formación lasallista.
Se han agregado dos secciones:
· Nuestras Obras lasallistas: pretende dar a conocer todas
nuestras obras educativas en el Distrito. Se irán
presentando por fecha de fundación.
· Comunidad educativa: Un artículo pedagógico, que nos
gustaría fuera escrito por ustedes a partir de sus
experiencias y reflexiones pedagógicas. Todos quedan
invitados a enviar sus artículos de no más de dos páginas
tamaño carta a la siguiente dirección electrónica:
A partir de este número de la revista será editada electrónicamente
y no en papel. Esperamos que siga siendo de provecho para
nuestra misión.
Unidos en La Salle,
Hno. Otto R. Armas.
l árbol frondoso distrital
acaba de entregar al EPadre de la mies dos de
sus mejores frutos. En abril, fue
nuestro Hno. Arturo Martínez
que moría en Panamá y
recientemente el Hno. José María
a quien sorprendió la muerte en
Madrid. La ofrenda de estos dos
excelentes frutos no significa
debilidad o empobrecimiento,
sino viva señal de gracia y
fecundidad espiritual.
ermanos hoy,
agradecidos y Hapesadumbrados, nos
encontramos ente los restos de
nuestro Hno. José María que
después de largo trajinar por
caminos alejados de su tierra, en
su misma tierra ha escuchado la
definitiva llamada del Señor:
“Ven , entra en el gozo de tu
Señor”.
ueron muchos los años de
su prolongado itinerario Fpor los senderos distritales.
Nacido a la vida, aquí en
España (Logroño 7 de marzo de
1941), en el seno de una familia
contagiada de lasallismo; su
padre había sido aspirante en
Premiá y su tío, el recordado
Hno. Isaías González que en
tierra guatemalteca espera la
resurrección de los muertos
stablecida la familia en
Madrid José María tuvo Econtacto con los Hermanos
desde los primeros años; su
padre no había olvidado lo
que un día quiso,
matricularlo en el colegio
Maravillas. En aquellas
bancas, pendiente de
cuanto aquellos Hermanos
decían, veía en ellos la
imagen de un tío a quien
no conocía, pero a buen
seguro era tan bueno como
ellos. Así en aquella mente
despierta, inquieta y llena
de ilusiones se fue despertando la
idea de ser lo que su padre no
había realizado, admirando lo que
era su tío a quien conocía por
referencias y se decidió ser como
él, Hermano de La Salle. Ingresa a
Premiá el 11 de septiembre de
1953.
n aquel crisol de tantos
misioneros se fue fraguando Eel ideal de Hermano que
con ejemplar testimonio realizaría a
lo largo de su vida. En la
ceremonia de la toma de hábito
presentes estuvieron sus padres y su
hermana. Se le dio el nombre de
Hno. Adrián José. Con ese nombre
fue conocido en los primeros años
de apostolado en nuestros
colegios.
oven lo vemos en San José de
Costa Rica. Le acoge una Jcomunidad animadora de un
colegio de reciente fundación.
Desde aquellos inicios viendo su
entrega, sacrificio y espíritu
comunitario es ya una promesa de
lo que puede llegar a ser el día de
mañana. Tiene ideales,
Semblanza
Hermano José María González Ruana
disposiciones y capacidad para
hacer de su vida de Hermano, una
permanente ofrenda al servicio de la
juventud.
n Diriamba, Nicaraguaa hace
la Profesión Perpetua (5 de Emarzo de 1966), allí en la
ceremonia, estaba presente su tío
Isaías, en quien en los momentos de
duda que se pudieron cruzar en su
camino, siempre puso los ojos.
Alguien que asistió a la ceremonia
nos dice, que el abrazo que dieron
tío y sobrino los confundió en una
misma voluntad, en un mismo
propósito, en un mismo esfuerzo. Era
como asegurar al tío: “ Siguiendo tu
ejemplo no vacilaré en los caminos
que tú has trazado”
a obediencia le irá señalando
nuevos campos de trabajo a los Lque se dedicará sin escatimar
esfuerzo alguno. Desde joven su
propósito fue darse con toda la
riqueza humana y espiritual que
poseía.
2
asó varios años en el
Pedagógico, Nicaragua. PAprovechó el tiempo para
estudiar en la universidad de
los jesuitas en la que no sin
esfuerzo logró graduarse con
merecidos honores. Una vez
graduado, del todo armado
caballero, los superiores le
confían responsabilidades. El
colegio La Salle de León,
Nicaragua será el primer
centro en el que el Hno.
Chema, así se le llamaba,
pondrá de manifiesto cuanto en
su haber tiene acumulado,
como director de ese Colegio.
Encuentra un colegio
enrumbado por los caminos de
la seriedad, del esfuerzo y del
prestigio, niveles que él sabrá
mantener. Eran días de
inquietud política y los
estudiantes, los más vulnerables
a la agitación que vive el país,
no están dispuestos a la
formación de exigente seriedad
que el colegio pide. No se
contentó con eso; se preocupó
por los pobres y supo encontrar
medios para enrumbar a los
necesitados por caminos de
superación.
e comprometió en poner
a disposición de los Spobres cuanto estaba a
su alcance y con la
colaboración de profesores y
aventajados alumnos finalistas
abrió una sección nocturna
para jóvenes que, aprobada la
primaria, carecían de seguro
horizonte en su vida. Acudieron
cuantos sentían inquietudes por
encontrar un futuro sin
posibilidades hasta entonces.
Nació así la sección nocturna
del colegio La Salle de León,
que posteriormente tendrá
carácter oficial. Fue también
director del colegio de la
Antigua, en Guatemala: su
mera presencia física era garantía de
seriedad y trabajo. Estando en
Guatemala tuvo la pena y a la vez la
satisfacción de ver morir en sus
brazos a su tío.
stuvo también en la ciudad de
Colón, Panamá, fue otro de los Ecampos en los que empeñó
todo cuanto tenía porque la semilla
con el esfuerzo de todos allí
sembrada, produjera el fruto
esperado.
osta Rica a donde vuelve
como animador de la Ccomunidad educativa, con las
mismas energías y redoblado
entusiasmo, proyecto que pudo llevar
a cabo con el empeño de todos.
Iniciado nuevo siglo, la comunidad
celebra en 2001 los cincuenta años
de la fundación del colegio Le toca
al Hno. José María organizar y
presidir los grandes festejos en los
que están comprometidos los
Hermanos con toda la comunidad
educativa, exalumnos e importantes
sectores de la capital. La presencia
de nuestro Hno. Álvaro Rodríguez,
Superior General como alumno que
fue del centro, da realce a los
momentos más importantes de la
conmemoración
ños antes aquí en San José,
Costa Rica, se había fundado Ala primera universidad del
distrito Centroamérica-Panamá. Los
inicios no fueron fáciles; la
responsabilidad de la nueva casa de
estudios se puso en manos de
prestigiosos docentes de la capital.
Cuando llegó el momento oportuno
para que el rector fuera un Hermano,
se pensó en el Hno. José María
González como la persona más
idónea para ser continuador de una
obra que merecía la atención del
distrito; no defraudó, supo consolidar
el prestigio heredado.
a salud, pese a la fortaleza física
de que hacía gala, comenzó a Ldarle problemas que preocuparon
a todos. Apartado del puesto de rector
universitario, el distrito le encomendó
la formación lasallista de nuestros
profesores. Desde su residencia en la
casa provincial preparaba su plan de
trabajo que se proponía llevar a cabo
previa comunicación con los directores.
Dos veces al año, pasaba por los
centros ofreciendo temas bien
preparados, sembrando inquietudes y
señalando los frutos que los colegios
debían esperar. Era dar vida a la
pedagogía lasaliana para que nuestros
colaboradores se impregnaran de
cuanto La Salle pide al maestro de
todos los tiempos.
ino a España para visitar la
familia y controlar un poco la Vsalud, con la idea de volver a
donde creía debía estar La voluntad
del Señor nos ha dado a entender otra
cosa. Nuestro distrito Centroamérica
–Panamá, no sin dolor devuelve al
Hno. José María González Ruana a la
tierra de sus mayores. Pero el fruto de
sus esfuerzos, con el testimonio de su
vida , la elocuencia de sus mensajes
allí queda, en un continuo florecer y
dar fruto. Gracias Hno. Chema por tu
vida, por tu presencia, por tu entrega
y por el ejemplo que a lo largo de
tantos años, en tantas comunidades, en
la vida de tantos Hermanos y alumnos
nos diste como fiel testigo de la
3
Al recordar la visita que hace unos meses nos hizo el Hno. Superior, el Hno. Álvaro Rodríguez, me viene a la
memoria algunas de las ideas que le escuché decir a los estudiantes en Huehuetenango, el 27 de marzo
recién pasado.
Creo que es interesante que, como sus educadores y educadoras, las retomemos para aplicarlas como
metas en nuestro actuar con esos niños y jóvenes que el Señor ha puesto en nuestro camino.
Las ideas son las siguientes:
1.- El alumno lasallista debe integrarse en la Defensa de los Derechos de los Niños. Este tema que la
Congregación ha tomado como uno de los principales motivos de su accionar, debe constituir igualmente
motivo de esfuerzo para todo alumno y alumna lasallista de forma que ellos sean también, “hermanos
mayores” de los más pequeños.
2.- Todo alumno lasallista debe ayudar a sus compañeros a encontrar sentido a sus vidas. Teniendo en
cuenta aquello de que “el joven debe ser evangelizador del joven” los jóvenes lasallistas deben ayudar a
sus compañeros y compañeras a encontrar un sentido a sus vidas en estos momentos en que la droga, la
pornografía, la falta de ilusión, producto de la carencia de afecto familiar o de cualquier otro tipo, los
problemas escolares, etc., les ponen al borde de la desesperación y del abandono.
Recordando la Visita del
Hno. Álvaro Rodríguez
4
Recordando la Visita del
Hno. Álvaro Rodríguez
3.- Cuando 2/3 de la humanidad vive en situación de
pobreza por infinidad de causas, siendo entre las más
recientes la de las migraciones, el estudiante lasallista
debe esforzarse por atender a los más necesitados de
entre sus compañeros, ayudándoles a tener una vida
digna en medio del mundo que les ha tocado vivir. No
podemos seguir permitiendo como normal que unos
tengan mucho y a la par otros que no tengan nada o
casi nada.
4.- Trabajar por conseguir la paz. Con una expresión
“agringada”, dijo que cada uno debía ser un “peace
maker”, un “hacedor de paz” favoreciendo la armonía
y la concordia entre todos y de esta forma
convertirnos en constructores de un mundo más
fraterno por encima de todas las diferencias de raza,
sexo, edad, etc.
5.- Y por último, vivir un diálogo ecuménico e
interreligioso con todos y todas. En otras palabras,
trabajar por la unión de todos los cristianos en una
iglesia en la que todos estemos unidos mediante el
amor de Cristo. Y para eso nuestra mente y nuestro
corazón debe movernos a mirar a nuestros hermanos
cristianos con respeto, comprensión y esperanza.
Esto nos facilitará el diálogo intercultural entre las
diferentes religiones y tradiciones espirituales en un
mundo en el que los conflictos se intensifican debido a
la ignorancia, el desconocimiento del otro desde
dentro.
Pienso que si hacemos nuestras estas mismas ideas nos será fácil tomarlas como temas de estas reflexiones y de las actuaciones con nuestros niños y jóvenes.
Que el Señor los bendiga y los ayude en esta labor.
5
Raíces e
Identidad
Raíces e
Identidad
Lo que somos ante nosotros mismos y ante los demás, eso es la identidad. Es un concepto relacional, que sitúa a la persona en el tiempo, en el lugar, en la sociedad concreta,... y le permite reconocerse y ser reconocida.
En ella hay aspectos que van cambiando con el tiempo, con las experiencias vitales, y también en relación a su entorno. Por ejemplo, una persona a los 20 años no se ve igual que a los 40 ó 70; pero tampoco será lo mismo si vive sola o en familia, y si dentro de ésta tiene un papel filial o paterno/materno, o si participa en un grupo con una fuerte cohesión interna; y si está integrada y valorada en la sociedad o, por el contrario, vive marginada... Consciente o inconscientemente, la persona necesitará reformular su identidad muchas veces a lo largo de la vida.
Pero al mismo tiempo la identidad requiere una continuidad que permita a la persona reconocerse ella misma a través del tiempo y de las diferentes circunstancias y situaciones sociales. El sentimiento de ser “yo mismo” es tanto más fuerte cuanto más arraigadas estén las raíces que me religan a la historia personal y social.
Nuestra identidad lasallista no es algo abstracto o impersonal. “Se ve”, toma cuerpo en las personas que nos decimos lasallistas, y cambia con nosotros. Por de pronto, no es la misma identidad lasallista la del Hermano y la del seglar, por más que haya muchos elementos comunes. Y cuando el seglar ha entrado a compartir la misión con el Hermano, éste se ha visto obligado a clarificar y reformular su propia identidad.
Y en cada uno la identidad lasallista adquiere un tinte diferente, como ya reconocía la Declaración del Hermano en el mundo actual (1966), aun sin utilizar el término identidad:
“Cierto laudable intento de unidad no debe empeñarse en definir el tipo inmutable y universal de Hermano, al que todos habrían de acomodarse. Pues, tanto en consonancia con los elementos constitutivos, heredados del Fundador, como por los signos de los tiempos, interpela Dios de modo diferente a cada Hermano, y le invita a dar la respuesta personal, que resulte adaptada a las necesidades del mundo actual.” (D 14,3).
“Los signos de los tiempos”: más que una invitación son un desafío constante a reformular nuestra identidad ante una sociedad que se estructura cada vez más desde el criterio de la pertenencia a múltiples niveles, y donde el cambio se ha instalado como factor definitorio; pero también en una Iglesia que recupera su naturaleza original -“comunión de comunidades”-, que llama a todos sus componentes a construirla desde los diferentes ministerios y carismas, y donde el seglar adquiere el papel protagonista que le corresponde, en paridad con las otras vocaciones cristianas.
Si podemos hablar de una identidad lasallista común es porque, a pesar de las diferencias, hay una continuidad en el tiempo y en las personas, de elementos comunes que vienen de antaño, aunque se vivan de diferente forma.. Nos “reconocemos” gracias a las raíces comunes.
¿Raíces? ¿Cómo podemos reconocernos en “lo que no se ve”, pues está bajo tierra? Es que no hablamos de restos fósiles, sino de raíces que tienen vida y producen savia.
Nuestra fidelidad a la raíz nos asegura la savia que corre por nuestras venas y que nos permite entrar en sintonía unos con otros. Tenemos un estilo semejante de situarnos en la vida, una parecida sensibilidad ante las llamadas de Dios y los signos de los tiempos, y nos encontramos también en la búsqueda de respuestas.
La fidelidad a la raíz, lejos de conducirnos a la inercia o a la repetición de fórmulas pasadas, estimula en nosotros la creatividad.
6
“A cada uno le incumbe, como respuesta a la llamada incesante del Espíritu, poner a contribución todos sus recursos para corresponder a su vocación personal. La formación profunda es siempre ejercicio ascético: será necesario revisar con frecuencia los propios puntos de vista, dirigir la mirada hacia perspectivas aún nuevas, no instalarse nunca en la tranquila posesión de determinadas técnicas. Sólo a ese precio podrá ser auténtica la irradiación en lo educativo y en lo espiritual.” (D 15,2)
Fidelidad y creatividad serán las dos condiciones esenciales para que nuestra identidad lasallista se mantenga viva y con capacidad de regenerarse. El secreto está en las raíces. Pero, ¿dónde podemos encontrarlas?
- en la experiencia de vida del itinerario lasallista;- en el dinamismo que impulsa el proyecto lasallista;- en el espíritu que da sentido al itinerario y al proyecto.
Experiencia de vida, dinamismo, espíritu, no son reductibles a anécdotas, estructuras y fórmulas de espiritualidad, aunque puedan percibirse a través de ellas (y no siempre). De hecho, se resisten a cualquier intento de esquematización o de descripción objetiva. Cada vez que queremos expresarlas, simplemente realizamos una aproximación.
Pues bien, una aproximación a las raíces de nuestra identidad lasallista, eso es lo que encontraremos en los esfuerzos que está haciendo el Distrito para profundizar nuestra formación. Cada uno habrá de leerlos “desde dentro de sí”, como el árbol que sufre un estremecimiento en sus raíces y toma conciencia de que están ahí. Cada uno habrá de “leerse” a sí mismo en ello, y desde allí leer los signos de los tiempos, los gritos de los jóvenes y sus propios deseos y temores. Pero la aproximación será mayor cuanto más se haga en grupo, dialogando y dejándose confrontar por quienes se atribuyen las mismas raíces; a través de todos se manifestará mejor el Espíritu. De ahí el esfuerzo de crear en cada centro un Grupo de Formación Lasallista
“El carisma del Fundador se relaciona con las instituciones mediante las personas. San Juan Bautista de la Salle fundó desde el principio una comunidad viviente de Hermanos, a los que hizo partícipes de su ideal apostólico; éstos, a su vez, lo transmitieron a otros hombres. La fidelidad a las intenciones específicas del Fundador y a la historia del Instituto se confió, pues, a hombres dotados de vida, a todos nosotros; y, precisamente en cuanto tales, debemos continuar buscando y reflexionando. (D 7,1)*
*El punto de partida de esta reflexión se encuentra en las conferencias dadas por los HH. Michel Sauvage y Miguel
Campos en la S.I.E.L. (Sesión Internacional de Estudios Lasalianos), Roma, los meses de enero y febrero de 1989, sobre “Los dinamismos espirituales de la Comunidad Lasaliana de los orígenes”.
Este texto pertenece al escrito del Hno. Antonio Botana “Raíces de nuestra identidad”. El último párrafo ha sido parafraseado del original al no poder incluir todo el escrito en el presente Boletín..
Raíces e
Identidad
7
Personaje
Lasallista
El pasado 7 de junio, el Domingo de la Sma. Trinidad, cuando en todo el Instituto los Hermanos renovamos nuestros votos religiosos de nuestro compromiso de seguir asociados para llevar a cabo la misión que Dios confió al Instituto en la persona de San Juan Bta. De La Salle, era “Beatificado” en la capital de Madagascar, Antanarivo, el Hno. Luis Rafael Rafiringa.
Como ya habrán recibido la propaganda que con motivo de dicha celebración se ha distribuido por todas las obras del Distrito quisiera retomar algunas ideas que el Hno. Superior General expresaba en su carta de comunicación a todo el Instituto para que nos sirva de aliento y esperanza en nuestra misión educadora.
Después de manifestar la alegría que le embargaba al poder comunicar dicha noticia a la Congregación, el Hno. Álvaro decía que esta beatificación es un gran don para todo el Instituto por la calidad de persona que fue el Hno. Rafael y por el destacado lugar que ocupa en la historia de la Iglesia de Madagascar. Fue el primer Hermano malgache llegando a ser un gran educador, catequista y líder. En el tiempo que los misioneros extranjeros fueron obligados a abandonar el país, él fue elegido Presidente de la Unión Católica para todo Madagascar en un período de gran oposición a los católicos. Sufrió la cárcel por cargos no cometidos, pero siempre fue fiel a su fe y a su vocación.
El Hermano Rafael fue un hombre de Dios. Convertido al cristianismo de su religión nativa, llegó a ser un Hermano que trabajó ardorosamente con el pobre, enseñando, escribiendo libros y componiendo poesías y música.
Pidamos por medio del Hno. Rafael que suscite muchas vocaciones de educadores cristianos, Hermanos y Seglares, no sólo en Madagascar sino en todo el Instituto, que los Hermanos seamos cada día más entregados y los colaboradores seglares más comprometidos con la “misión” que se nos ha entregado.
De esta forma, la “aureola lasallista” que rodea al Santo Fundador está compuesta por 12 Santos Hermanos y 33 Beatos de los que 30 son mártires.
Beato Hermano
Luis Rafiringa
San Benildo RomançonSan Miguel Febres CorderoSan Muciano María ViauxSantos Mártires de Asturias (8)San Jaime Hilario
Beato Hno. SalomónBeato Hno. RogerBeato Hno. UldaricBeato Hno. LeónBeatos Hnos. Mártires de Almería (7)Beatos Hnos. Mártires de Valencia (5)Beatos Hnos. Mártires de Lorca (5) Beatos Hnos. Mártires de Consuegra (4)Beatos Hnos. Mártires de Sta. Cruz (5)Beatos Hnos. Mártires de Barcelona (44)Beato Hno. ArnoldoBeato Hno. ScubiliónBeato Hno. Rafael Luis Rafiringa
8
9
Obras Lasallistas
El Instituto Politécnico La Salle es un Centro que se dedica
a dar formación técnica a jóvenes y adultos de toda
Nicaragua, especialmente de la zona noroccidental,. En
el sector Industrial, en las ramas de Electricidad Industrial,
Electrónica Industrial, Mecánica Industrial, Mecánica
Automotriz; así como también, mediante cursos de
habilitación en: Mecanización Agrícola, Ebanistería,
Electricidad Domiciliar. En Nicaragua solamente existen
4 Centros de esta categoría (Granada, Jinotepe,
Managua y el IPLS). En el área de Informática en
Programación, Diseño Gráfico, Mantenimiento y
Reparación de Computadoras, Contabilidad con
Computación, Operador de Microcomputadoras.
Enclavado en la ciudad de León, a 90 Kms. de la capital,
tiene actualmente 900 alumnos en cursos regulares del
nivel Técnico Medio, y una cantidad que oscila entre 100
y 200 en los diferentes cursos de capacitación y
complementación que ofrece a lo largo del año a
diferentes empresas y organizaciones que los solicitan.
Nuestras
Nuestras
Obras Lasallistas
10
C
A
E
ada 14 de noviembre se
conmemora un aniversario de la
llegada de los Hermanos de las
Escuelas Cristianas a Nicaragua. Entre
nosotros los conocemos como los
"Hermanos Cristianos" o "Hermanos de
LA SALLE".
rribaron al país hace diez
décadas llamados por el virtuoso
presbítero don Mariano Dubón.
Este santo sacerdote, movido ante el
espectáculo de la infancia abandonada
creó, en León, a finales del siglo XIX, el
Hospicio "SAN JUAN DE DIOS" en un
edificio maltrecho y abandonado, tras el
temblor de 1897, por las Hijas de la
Caridad. En él funcionaba el Hospital
San Vicente. El padre lo habilitó para
alojar a huérfanos. Acomodó el edificio
como internado y escuela de aprendizaje
de carpintería, zapatería y sastrería.
Creó una nutrida Banda de Música que a
lo largo de décadas forjó a muchos
leoneses en las artes musicales. La obra
fue creciendo y el Padre Dubón y su más
directo colaborador, Don Máximo H.
Zepeda, gran benefactor de la sociedad
leonesa (llegó al Ministerio de
Relaciones), pensaron en la necesidad de
un equipo de educadores que
atendieran, según los derroteros de la
nueva pedagogía, el Hospicio.
l doctor Zepeda conocía del buen
hacer de los Hermanos de las
Escuelas Cristianas, pues en su
juventud había estudiado en Francia en
colegio regentado por ellos. Podían ser la
solución para una obra querida por la
sociedad leonesa. El Presidente del país,
General Zelaya, vio buena la idea y dio
el visto bueno para dar los pasos
pertinentes. Por aquellos años existían
reticencias ideológicas que frenaba el
trabajo del clero extranjero. Los
Hermanos, al no ser clérigos y dedicarse
a la educación como maestros, pudieron
sortear estos obstáculos no sólo para su
venida, sino en posteriores situaciones
conflictivas entre Iglesia y Estado.
En Agosto de 1903 embarcan
los Hermanos en Barcelona.
Llegan a Corinto el 14 de
noviembre. Eran seis, cuatro
franceses y dos españoles, ambos
catalanes, el mayor, Elisaire, tenía
47 años. El menor, Donato Juan,
26. El Hermano Baudrán-María
será Director de la obra y Superior
canónico de la comunidad
religiosa. Al llegar a León, la
expectación hizo que, según
crónicas, "una multitud acudiera a
la estación y acompañase a los
Hermanos hasta la Catedral". El
Obispo Pereira y su alto clero, junto
a los seminaristas, los recibieron y
entonaron "un solemne Te Deum"
agradeciendo a Dios la presencia
de los Hermanos en su diócesis.
Hoy día, como entonces, la
obra permanece. Ha
cambiado el nombre (lo
que se llamó Hospicio San Juan de
Dios se denomina Instituto
Politécnico La Salle), se han
trasladado las instalaciones, su
magnitud es ahora mayor,...; pero
el servicio a las clases populares
sigue vigente. La obra por la que
luchó y se desveló el Padre Dubón
sigue en pie. El trabajo de los
Hermanos y sus colaboradores,
sigue forjando para la sociedad, la
familia, la Iglesia y el mundo del
trabajo, jóvenes, tanto varones
como señoritas, idóneos para el
momento histórico que vivimos.
11
Nuestras
Obras Lasallistas
Carreras que ofrece el
Instituto Politécnico La Salle
?Operador de computadoras
?Mantenimiento y reparación de PC
?Programación
?Diseño Gráfico
?Contabilidad con computación
?Técnico medio en electricidad industrial
?Técnico medio en mecánica industrial
?Técnico medio en mecánica automotriz
?Técnico medio en electrónica industrial
Visita de estudiantes de Diseño Gráfico del Instituto en la Imprenta La Salle
Alumnos de computo desarrollando habilidades en el manejo de la tecnología
Alumnos finalistas de la carrera de Mecánica Automotriz, recibiendo una capacitación
Alumno de Electrónica Industrial, realizando mediciones de señales en circuitos electrónicos Alumna de Electricidad Industrial, realizando pruebas en circuitos eléctricos
12
Personal docente y Administrativo
Instituto Politécnico La Salle
Personal administrativo, servicio y cocina.
Personal del área técnica.
Personal del área de informáticaPersonal del área de informática
Personal del área de informática
Comunidad
Educativa
13
nte los múltiples retos que se
agolpan a las puertas de las Ainst i tuciones escolares
(diversidad cultural, conflictos de
convivencia, crisis de autoridad,
ana l fabe t i smo tecno lóg ico,
estadísticas académicas pesimistas
... ), los agentes sociales están
obligados a encontrar respuestas
alternativas a los actuales modelos
de gestión y funcionamiento de las
comunidades educativas; a buscar
una mejor cohesión familia-escuela,
una mayor implicación familiar en
los centros y unas perspectivas
razonables de éxito escolar .
ás que nunca, podemos afirmar que el profesorado está desbordado, y en ocasiones
desmotivado. Se siente víctima del propio sistema educativo: urge abrir la organización
diaria del recinto escolar a las propias familias y a todo su entorno para aunar esfuerzos y Mcompartir iniciativas que promuevan auténticas COMUNIDADES DE APRENDIZAJE en las que
todos colaboren, se sientan identificados y al mismo tiempo se enriquezcan con otros puntos de
vista.
UNIR VOCES, CAPACIDADES Y ESFUERZOS
a transformación de una escuela en una Comunidad de Aprendizaje (CA) es un proceso
complejo, donde todos los colectivos y personas que forman parte de la comunidad educativa
son interpelados, a la vez que van identificándose e involucrándose en un proyecto compartido Lcon su entorno.
as CA se alejan, en parte, de la organización escolar clásica, potenciando sobre todo la
participación y la apertura radical de la escuela a la sociedad y suavizando un sistema de
funcionamiento que, en muchas ocasiones, no responde a las necesidades surgidas en la Lsociedad de la información y la comunicación. Son una invitación directa a la renovación
organizativa para aquellas instituciones escolares que buscan otras formas de liderazgo más
compartido, basado en la colaboración y la participación constructiva, implicando también a los
agentes sociales más próximos y contribuyendo a la mejora y satisfacción de las necesidades de la
población. De esta manera se ayuda a evitar la exclusión social y la desigualdad permanente. Cada
CA pretende hacer ver que, para que exista un aprendizaje y para aprender a vivir juntos, es
imprescindible aunar voces, capacidades y esfuerzos de todas las personas, tanto en los procesos de
aprendizaje como en la toma de decisiones.
Comunidades de AprendizajeAdolfo López Almau - Revista Educar Hoy
Cuatro referentes históricos pueden ayudar a
situarlas en el ámbito educativo:
resalta la oportunidad para el
desarrollo y la emancipación de la
persona en situación de precariedad, a
partir de la convicción de que las
personas no somos seres de adaptación
sino de transformación.
: buscaban
atajar el fracaso escolar y la baja
mot ivación docente de manera
participativa, a través de las familias y de
los agentes locales y comunitarios .
su tesis radica en alejarse de los
clásicos planteamientos de mínimos,
atendiendo al alumnado con dificultades
académicas como si despuntaran,
enriqueciendo los recursos y estrategias
para motivarles y estimular su desarrollo.
impulsado por R. Slavin, que
parte de la necesidad de tener altas
expectativas en todos los alumnos,
logrando buenos resultados académicos
a través de propuestas muy estructuradas,
primero en las áreas instrumentales y
después en el resto del currículo.
Partiendo de los tres colectivos básicos
(alumnado, profesorado y familias), el
proceso para desembarcar en una verdadera
· La Pedagogía Liberadora de P.
Freire:
· Los Programas de Desarrollo
Escolar norteamericanos en la
década de los setenta
· Las Escuelas Aceleradas de H.
Levin:
· El programa «Éxito para todos y
todas»,
CA no puede llegar a buen término sin la
implicación de otros grupos que aportan
su visión y que también se enriquecen:
se r v ic ios socia l e s mun icipa l es ,
asociaciones del barrio, servicios
educativos zonales, voluntariado,
antiguos alumnos ...
Con la CA, el centro escolar se convierte
en dinamizador del trabajo conjunto. Los
objetivos comunes han de ser el punto de
partida de esa labor.
Las CA se plantean la educación y la
convivencia como par te de la
transformación social y cultural del centro
educativo y de su entorno. Una CA puede
desarrollarse en cualquier contexto
socioeducativo. Aun así, parece una vía
prioritaria en aquellas circunstancias
donde el entramado familiar esté más
desestructurado, donde la precariedad
socioeconómica sea relevante y donde los
centros educativos dispongan de
insuficientes recursos propios.
Comunidad
Educativa
¿QuÉ SON LAS COMUNIDADES DE APRENDIZAJE?
14
Comunidad
Educativa
PROCESO EN CINCO FASES
Para avanzar en este proceso de transformación se
precisa sensibilizar, debatir y llegar a consensos en
la comunidad educativa:
1. Sensibilización a partir de un análisis
sociológico de la realidad: fase de intenso
diálogo con el claustro y las familias, tratando de
buscar nuevos horizontes para la educación desde
un marco de participación igualitaria.
2. Toma de decisiones: aceptación formal y
mayoritaria del proyecto por parte del profesorado,
padres, madres ... Se requiere el máximo
compromiso, complicidad e implicación por parte
de todos los agentes, internos y externos,
implicados.
3. Sueño: fase participativa de los colectivos que
se sienten implicados en la comunidad,
encaminada a pensar en el ideal de escuela. Las
dinámicas de grupos, las charlas y los debates
terminan cuando todos sienten que han aportado su
visión individual y colectiva al reto que está
naciendo.
4. Selección de prioridades: elección de ideas
ilusionantes y factibles que sirvan de punto de
arranque para in iciar ese dinamismo
transformador.
5. Planificación y desarrollo:
creación de grupos heterogéneos y
comisiones de trabajo para llevar a
cabo el plan de acción diseñado para
cada proyecto. Se crea una comisión
gestora que coordine a todos los
agentes educadores del entorno
externos al centro. Dicha comisión debe
velar por el cambio desde una triple
responsabi l idad: inves t igación
(reflexión desde la acción), formación
(de las comisiones de trabajo según
requerimientos) y evaluación (continua
de la marcha del proceso para tomar
decisiones que mejoren las prácticas
observadas).
En esta última fase de puesta en
práctica de los proyectos elegidos, el
centro educativo debe ya funcionar
como una CA: permanece abierto más
horas que las habituales; en ocasiones,
además del profesorado, entran al aula
otras personas adultas; se programan
actividades al final del horario lectivo
donde participen no sólo los alumnos,
sino todas las familias ...
15
Comunidad
Educativa
ASPECTOS ORGANIZATIVOS
os ambiciosos retos planteados
por cada CA necesitan definir y
a p l i c a r c o n c r e c i o n e s Lorganizativas para gestionar con
éxito el impulso participativo de
todos y asegurar el funcionamiento
democrático de los múltiples
espacios de decisión:
Trabajo por comisiones para
responder a las necesidades,
prioridades y proyectos elegidos
trimestral o anualmente por la
asamblea, órgano decisorio que
reúne a todas las personas sin
excepción que participan en la CA.
Cada comisión debe representar al
mayor número de colectivos posible:
profesorado, alumnado, familias,
servicios sociales municipales,
equipos educativos zonales...
Funcionan como una red de
comisiones que intercambian
información y actúan de forma
coordinada a través de la ya
mencionada comisión gestora.
articipación comunitaria,
e x p l o t a n d o t o d a s l a s
posibilidades socioeducativas Pque presenta un centro adherido a su
entorno y haciendo que éste se
familiarice con la realidad escolar. A
través de la asamblea, el consejo
escolar y las comisiones por
proyectos, el conjunto de agentes
externos se une a los representantes
del claustro y familias para
enriquecer el PEC, el PCC, el RRI o el
Plan Anual.
Toma de decisiones: la ampliación
de la participación, además de
alertar de la complejidad de las
relaciones entre los potenciales
agentes educativos, cuestiona su
potestad para participar en la
toma de decisiones, pudiendo
confundir roles o generar temor
por la pérdida de rigor
profesional. El planteamiento
organizativo de una CA también
difiere, respecto a la escuela
ordinaria, en su grado de
implicación en los procesos de
decisión que hasta ahora, por lo
general, eran patrimonio
exclusivo de los profesionales de
la educación .
IMPLICACIONES
postar por este modelo
supone, por lo tanto, una Aorganización basada en
el trabajo de equipo en la que se
generan nuevos roles y tareas,
tanto para los miembros de la
institución escolar como para los
otros agentes educativos que
forman parte de la comunidad
local. Todo ello exige un tipo de
l iderazgo (más que de
dirección) consistente en cultivar
las potencialidades de las
personas que gravitan en torno
al centro, creando una cultura
común que logre una visión
compartida del modelo y las
prácticas educativas
que se persiguen. Si
estamos convencidos de que
todas las personas tienen
muchas cosas que aportar y
que eso va a suponer un
b e n e f i c i o y u n
enriquecimiento para todos
los agentes implicados, lo
único que se necesita es
crear una organización que
permi ta ar t icu lar esa
riqueza.
E n d e f i n i t i v a , c a d a
comunidad de aprendizaje
e s u n a r e s p u e s t a
innovadora a la necesidad
de organizar y gestionar el
centro educativo para
construir los aprendizajes a
t r a v é s d e l a
i n t e rdependencia, l a
participación igualitaria y la
implicación compartida. La
calidad del aprendizaje
e s t a r á g a ra n t i za d a ,
desarro l lando en los
a l u m n o s y a l u m n a s
aptitudes y actitudes para
participar con plenitud en
esta sociedad que reclama
su actuación constructiva.
16
¡Viva Jesús
en nuestros
corazones... por siempre!