REVISTA LUCHA SOCIAL 2: RED LIBERTARIA ESTUDIANTIL

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Lucha Social Revista de Red Libertaria Estudiantil -RLE- N ° 2 Mayo/Junio 2013 En este Número: Editorial. La Estrategia del Reformismo. Educación Pública, Gratuita y Popular. Universidad del Mar: Por una Educación Estatizada y bajocontrol Comunitario. El Poder Popular en Chile Carta de Presentación Red Libertaria Estudiantil.

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Lucha SocialRevista de Red Libertaria

Estudiantil -RLE-

N ° 2Mayo/Junio

2013

En este Número:Editorial.

La Estrategia del Reformismo.Educación Pública, Gratuita y Popular.Universidad del Mar: Por una Educación Estatizada y bajocontrol Comunitario.

El Poder Popular en ChileCarta de Presentación Red Libertaria

Estudiantil.

Editorial

Como ya es sabido, nos encontramos en un año de reanudación de la lucha del movi-

miento estudiantil, marcado por las eleccio-nes presidenciales y parlamentarias de fin de año, y el oportunismo de la Concertación y la izquierda reformista para retomar el gobier-no perdido luego de 20 años en el oficialismo.

Nuestro sector, siendo medianamente es-tratégico en este período, será una de las piedras angulares para la izquierda refor-mista y los sectores progresistas de la Con-certación para poder frenar la agenda del ejecutivo en materia educativa y poner en entredicho la capacidad política del Gobier-no para manejar los conflictos que se pro-duzcan en esta área y en los otros sectores sociales en lucha (como ya se ha evidencia-do a lo largo del Gobierno de la derecha).

En este sentido, la Concertación y la iz-quierda reformista querrán estar a la cabeza de los sectores movilizados, posicionando nuevas consignas y coyunturas que frena-rán la acumulación de fuerza y con el obje-tivo de ser re-direccionadas hacia las urnas. Desde la izquierda estudiantil de intención revolucionaria, nuestra apuesta se encamina al fortalecimiento y acumulación de Poder

Estudiantil en el marco de una estrategia de Poder Popular; porque sabemos que nuestra lucha no triunfará por sí sola, porque entende-mos que ésta significa una ruptura real con el sistema, y porque nos comprendemos como parte de la clase explotada, es que debemos articularnos con la clase trabajadora, pues sólo en junto a ella y los sectores sociales en lucha que lograremos ser la apuesta progra-mática de los cambios que necesita el pueblo. Es por esta y otras razones que creemos nece-sario que el movimiento estudiantil reanude su trabajo luego de un este prolongado reflujo, fortaleciendo su orgánica federativa, el trabajo de base, la socialización del conflicto y el carác-ter social y transversal de un proyecto educati-vo que se forje al calor de la lucha y la experien-cia, codo a codo con el movimiento popular.

Contacto:

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La Estrategia Del Reformismo

Como ya señalábamos en la Editorial, es-tamos enfrenando un panorama de crisis

de representatividad de la política burguesa, donde los sectores reformistas se encuadrarán bajo la línea de “sensibilidad ante las deman-das del movimiento social amplio”, apostando a transformaciones encubiertas en consignas que puedan ser reinterpretadas a beneficio de los postulantes al sillón presidencial. Este des-pliegue mediático abrirá dos caminos: por un lado, acumular una cantidad de posibles votantes para un proyecto que sólo propon-ga cambios por fuera de las estructuras de dominación y explotación; y por otro, coaptar los espacios de base para encaminarlos a una vía parlamentarista, donde los sujetos sociales activos, es decir, los luchadores popu-lares, se vean entre la espada y la pared frente a los sucu-lentos ofertones y la exigente realidad mate-rial de sus contextos, teniendo que hipotecar, en algunos casos, demandas de largo aliento.La crisis de la institucionalidad burguesa no es una ganancia per se, sino que debe ser capita-lizada, puesto que de poco sirve que una gran cantidad de personas y sectores populares no depositen su confianza en la clase dominante si no se resuelven los problemas y conflictos que precarizan nuestra calidad de vida. Hoy los movimientos sociales no hemos sido ca-paces de proponer un programa que se ligue con los intereses de la clase trabajadora, en-tendiendo que es la clase en su conjunto la que podrá poner en jaque al poder político para

el logro de cambios sustanciales que agilicen las contradicciones del modelo. Sabemos que para llevar a cabo tal propuesta es de prime-ra necesidad comenzar a cuestionar no sólo la institucionalidad, sino que además mostrar un proyecto que vaya sustituyendo la capaci-dad operativa del Estado y todos sus aparatos.Hoy la situación es bastante más compleja y requiere de acertividad estratégica, en conse-cuencia, programática, para que la izquierda

revolucionaria en general de un salto cualitativo en la lucha de clases, desplazando así a los sectores oportunis-tas de siempre a un segundo plano y combatiendo la he-gemonía burguesa en la ca-lle , las aulas, los sindicatos, las organizaciones barriales, etc; y no en sus construc-ciones históricas (Estado, parlamento, etc.). Si bien nos encontramos ante una

oportunidad histórica, tenemos que ser lo suficientemente hábiles como para acumu-lar fuerza que desencadene en un proceso de poder popular como norte estratégico para el período, donde los organismos de poder dual sean capaces de ir enfrentando al aparataje burgués a través de mecanismos autogestio-narios de coordinación, acción y producción.Aún las disputas interburguesas no han llega-do a un punto tal que consideremos que efec-tivamente exista una crisis, sin embargo, la apuesta para manter el control hegemónico en lo social se expresa en que la socialdemo-cracia concertacionista y del PC apunten a un personaje caracterizado por tener una alta ad-

“Sabemos que para llevar a cabo tal propuesta es de pri-mera necesidad comenzar a cuestionar no sólo la institu-cionalidad, sino que además

mostrar un proyecto que vaya sustituyendo la capacidad

operativa del Estado y todos sus aparatos.”

hesión (Bachelet) que no se queda corta en la propuesta final que este Gobierno no alcanzó a terminar: la total privatización de los recur-sos naturales y de los derechos sociales fun-damentales; el control y represión de la pro-testa y expresión social; la flexibilización del empleo y la tercerización de los servicios que precarizan la fuerza laboral; la tecnificación del conocimiento y la formación, entre otros. La candidata del PS-PPD Michelle Bachelet ha tratado de acercarse a las exigencias del movimiento social por la educación (con-formado principalmente por el movimiento estudiantil universitario y secundario), afir-mando que desea realizar una reforma “de fondo” que incluye los parámetros o catego-rías exigidos por el movimiento (calidad, no al lucro). Sin embargo, de acuerdo a las de-claraciones que ha realizado selectivamente en algunos medios que han logrado entre-vistarla, sostiene que la Gratuidad de la edu-cación será un objetivo de su gobierno, pero “sólo para quienes no puedan costearla”. Esto, en términos estrictos, no corresponde a un derecho fundamental garantizado por el Es-tado, sino que técnicamente consistiría en el aporte fiscal hacia sistemas de Beneficios es-tudiantiles (Becas y créditos), y hacia aportes basales y directos a las Universidades, situa-ción que no dista del panorama actual, y que menos aun camina hacia el objetivo de elimi-nar las desigualdades estructurales y cultu-rales que sostienen el sistema de explotación.Frente a esto, el movimiento no debe de-legar la responsabilidad de luchar por sus demandas en las buenas intenciones que realiza y realizará la política burguesa. Los libertarios somos revolucionarios y aposta-

mos porque cada lucha no sólo es para conse-guir los objetivos, sino también para acumular fuerza y experiencia social. Fuerza y experien-cia social necesaria para llevar a cabo un pro-ceso revolucionario en el cual las protagonistas sean las organizaciones populares y no grupos estatalistas. Sólo a través de la democracia di-recta y la lucha activa y comprometida es como nos dotaremos de una educación que sea fiel reflejo de las potencias y requerimientos de un pueblo que camine hacia su emancipación

Las tareas de los estudiantes entonces pasan ac-

tualmente por resaltar el carácter Social y Popular del conflicto de la educación, hacer eco en otros sectores movilizados o dar el empujón a que los que no están movilizados comiencen a hacerlo, y de esta manera comenzar a construir un proyec-to educativo que emane desde las bases mismas, desde los diferentes actores sociales. Para esto la movilización es fundamental, la presión indis-pensable, pero siempre bajo el ojo táctico de las mejores jugadas que obliguen al circo electoral a mantenerse al servicio de nuestras demandas, y a la mirada estratégica para acumular las fuer-zas y experiencias necesarias que nos doten de un poder popular revolucionario y rupturista.

Educación Pública, Gratuita y Popular

La Educación debe estar referida a las orienta-ciones que la sociedad pretende para su rea-

lización plena, y no estar al servicio de quienes persiguen beneficios particulares a costa de la pauperización de la mayoría. La educación debe ser una construcción Pública, que camine en conjunto y dialécticamente con el mejoramien-to de las condiciones de vida, y que para esto hoy se inscriba en la lucha por las condiciones que garanticen la posibilidad de este proceso. Un espacio público es de “todos” y para todos. Este “todos” incluye la capacidad de articular voluntades, de generar visiones amplias y be-neficios comunes. En este marco lo público en-tra en contradicción con la sociedad de clases, puesto que esta división reproduce la imposi-ción de intereses en favor de los grupos hege-mónicos, y suprime las necesidades y propues-tas de los desposeídos. Lo Público entonces lo entenderemos en varios sentidos: aquello que es articulado ampliamente, que es producto de las transformaciones, contradicciones, acuer-dos y diferencias que se despliegan en la deri-va social; como un espacio de disputa política, capaz de ser absorbido, requisado, vendido o resguardado por las fuerzas hegemónicas, y que por lo tanto sostiene posibilidades de su inver-so, transformarse en un bien Privado; y como un espacio, un capital social controlado por el pueblo, sin la injerencia del Estado o de los Pri-vados y en directa confrontación con aquellas estructuras que pretenden absorberlo. Como Libertarios entenderemos lo público, entonces, como lo Autogestionado, no como lo Estatal; aquello que como Medio requiere ser controla-do y gestionado por el Pueblo, por la clase opri-

mida, en el marco de una lucha clases; y que por otro lado debe ser pensado, gestado y creado en el clima disputa ideológica contra el Capital y sus estructuras de dominación. Lo público así entra en contradicción con el Estado, puesto que el Estado es la centrali-zación del Poder en manos de la clase do-minante. Lo público es una construcción transversal, es un contenido, un sentido, un cuerpo que se constituye socialmen-te de manera dialéctica: en oposición a la centralidad del poder, al tiempo que apun-ta a la distribución y gestión de este mis-mo en manos de quienes lo producen.Para aumentar esta contradicción, y para dis-poner de las oportunidades para gestar am-pliamente una Educación de carácter Públi-co, requerimos de recursos que garanticen su posibilidad. La Gratuidad debe ser exigida de la arcas estatales, pues este es el espacio que concentra el capital que todos y todas produ-cimos y que es expropiado a modo de impues-tos. Apuntamos a reapropiarnos socialmente del producto de nuestro trabajo y a destinar-lo según la libre determinación del pueblo.

Por último, y de acuerdo al campo de las deci-siones, de la capacidad activa y combativa para lograr nuestros fines, es la lucha por la gestión popular, comunitaria, territorial y social de la educación la que debe estar protagonizada por quienes están directamente relacionados y afec-tados por estas decisiones: estudiantes, la comu-nidad educativa, trabajadores, pobladores, etc.

¡POR UNA EDUCACIÓN PÚBLI-CA Y POPULAR AL SERVICIO

DEL PUEBLO!¡ARRIBA LAS Y LOS QUE LU-

CHAN!

Universidad del Mar: ¡por una educación estatizada y bajo

control comunitario!

El pasado viernes 3 de mayo estuvimos en la Universidad del Mar, con la intención

de rescatar la impresión de algunos estudian-tes de base que se encontraran en la toma de la Sede Reñaca. El primer acercamiento a uno de sus estudiantes fue una imagen ejemplar del ambiente que se vive allí. Le preguntamos por Raúl Soto, presidente de la Federación de la UdM, para obtener una opinión representa-tiva del conflicto, y nos contestó que no había necesidad de eso, pues todos los estudiantes de la toma eran igualmente representativos de la voz de sus compañeros. Fue así como co-menzamos por realizarle la entrevista a él, An-tón Pérez, y luego se nos sumó Cristina Silva. Los dos son estudiantes de la carrera de Psico-logía, y accedieron a conversar con nosotros. Posteriormente tuvimos una conversación con Raúl Soto, presidente de la FeUdM, con quien pudimos conocer el rol que adoptó la Federación producto de las movilizaciones, y su visión de la CONFECH en este escenario.

Entrevista a Antón y Cristina

¿Cuál fue el detonante de la crisis en la Universidad del Mar y qué provocó la reacción por parte de los estudiantes?

La crisis comienza hace aproximadamente dos años tras la salida del Rector Urrutia. Se produjo una serie de conflictos en relación a las inmobiliarias involucradas en la U, no le pagaban a los profesores sus sueldos, sus pre-visiones. Esto se da a conocer en mayo-junio

del 2012, ahí comienza la movilización y la pri-mera toma de la UDM. Ante esto nos enfren-tamos a Mauricio Villaseñor, Sergio Vera, Víc-tor Zúñiga, Raúl Baeza, integrantes de la Junta directiva de la U, y controladores del negocio de la UdM. La toma se inició con masividad, luego decayó y posteriormente, tras el decre-to de cierre de nuestra universidad, vuelve a haber masividad y mayor participación de los estudiantes. El decreto de cierre fue algo ines-perado, debido a la cantidad de gente que invo-lucraba. Se pensaba que el Ministerio lanzaría algún salvavidas ante el gran conglomerado de afectados, pero no fue así. Por lo tanto, proce-dimos a la toma el 28 de diciembre de 2012. En el verano llega la solicitud de quiebra, viniendo a agravar la crisis. Se iba a vender lo poco que quedaba de la Universidad, sin responsabilizar a los acreedores de esta situación, incluso sin recibir ningún castigo penal. Este proceso de detuvo gracias al actuar de la AGA (Asociación Gremial de Académicos). El gran problema es no saber si tendremos clases, aparte no hemos podido llegar a puntos de acuerdos entre la ins-titucionalidad y la comunidad educativa (fun-cionarios, estudiantes, académicos) para sacar adelante a la Universidad como comunidad, no como institución lucrativa, entonces de cierta manera esto desmoviliza algunos aspectos ya que aún existe gente vinculada a los controlado-res de la Junta Directiva que frenan el proceso.

¿Cómo se articula la unidad triestamental y qué relevancia tiene para la movilización de la UdM?

La salida que encontramos en este conflicto fue la triestamentalidad, pues es la comu-nidad la cual se ve afectada directamente. Quienes se han visto más perjudicados han sido los funcionarios, producto de la preca-rización laboral que vienen sufriendo desde hace tiempo. La unidad que articulamos parte entre estudiantes y funcionarios, ante el ma-yor grado de precarización que estos últimos sufrían. Posteriormente se dio la unidad junto a los docentes. La triesta-mentalidad ha sido un espacio de trabajo con-junto, pero ha sido muy difícil levantar algunas tentativas en esta situa-ción de crisis. Surgie-ron instancias como la “Universidad Solidaria”, proyecto que consistió en hacer un llamado a los profesores para que se pronuncien y ayuden a hacer funcionar la universidad más allá de la institucionalidad, pero claramente la ins-titucionalidad no reconoció estas instancias.Queremos una universidad que se oriente ha-cia un control comunitario, de auto-organiza-ción. Que el Estado se haga cargo del finan-ciamiento, pero la comunidad de su control. Si bien han surgido desvaríos en esta unidad, como por ejemplo, aquellos docentes que es-tán de parte de los controladores, que han in-tentado colocar a los trabajadores en contra de los estudiantes y de esta manera dejar bajo el tapete la precarización que se comparte, solo en la unidad triestamental hemos visto la salida y por esto es que nos organizamos en conjunto, de otra manera no podríamos.

¿Qué métodos de lucha han sido los que les han permitido avanzar en esta movilización?

Nos enmarcamos dentro de un repertorio de confrontación que comprende diversas formas: barricadas, tapones en los semáforos, subir a las micros a difundir la problemática, comu-nicados masivos, transmisión por twittcam del programa “Estatización Ahora!”, o a través de

la Radio Placeres. La inves-tigación a nivel externo e in-terno también ha ayudado a desarrollar el marco teórico sobre el cual se lucha: cono-cer de qué manera han ido desmantelando la univer-sidad, investigando docu-mentos importantes. Estas investigaciones han sido un eje fundamental, nos han ayudado a dar cuenta de los virajes contradictorios por

parte del gobierno, en donde nosotros nos he-mos visto fuertes a nivel de estar informados y complementar nuestra claridad en la lucha.

¿Cuáles han sido los aprendizajes que han obtenido hasta el momento de este proceso, y cómo creen ustedes que debe seguir desarrollándose ésta lucha?

Antón Pérez: El gran aprendizaje es entender que este espacio no es solo de desarrollo acadé-mico sino que debe ser un desarrollo íntegro en todo orden de cosas. Tiene que ver con aprender nuevas formas de organización, adquirir cono-cimientos que no son parte de las competen-cias que uno estudia (en mi caso, Psicología),

“El gran aprendizaje es entender que este espacio no es solo de de-sarrollo académico sino que debe ser un desarrollo íntegro en todo

orden de cosas”

aprender de distintas ramas del conocimiento. Poder concretizar lo que se piensa en activi-dades y otras cosas. Considerar las relaciones interpersonales, ver al otro como parte de una organización que va a permitir la permanencia de una cultura que se va desarrollando y que ha sido destruida sistemáticamente. Yo creo que el hecho de estar acá en la toma ya cuatro meses, ha significado un desarrollo del conocimiento muy profundo. Yo creo que eso es lo más res-catable. En este espacio se han realizado diver-sas actividades que aportan a ir empoderándote de cosas que no las considerabas importante. En torno a la proyección debe ser el volcarse a la sociedad, empezarse a articular con distin-tos actores sociales. En ese sentido lo hemos desarrollado fuertemente pero falta aún crear una red que nos ayude a protegernos, y que además permita realizar cambios profundos en la sociedad. Esto nos ha permitido cues-tionar fuertemente los espacios de organiza-ción para volverlos más democráticos y que así podamos cimentar una sociedad más justa.

Cristina Silva: Lo que dice Antón es importan-te en la medida que como Universidad privada no teníamos historia de organización. Lo suce-dido desde mayo hasta ahora ha sido una pre-sión para que nos organicemos. En muy poco tiempo hemos aprendido a organizarnos, lo-grar las acciones que pensamos llevar a cabo, planificar, dar golpes políticos. No manejába-mos mucho la política como organización, más que a través de las opiniones personales. Esta colectividad que ha ido aprendiendo en con-junto, es lo que yo valoro como aprendizaje.El problema de la universidad ya pasó de ser un problema de la UdM. Ha servido para dar cuenta de que es un problema a nivel estruc-

tural del sistema educacional, del sistema económico. Eso es una discusión que se da de manera transversal con todas las univer-sidades, por lo tanto estamos cimentando un poco la organización entre Ues privadas. Nosotros estamos viviendo la crisis en la UDM, pero las otras universidades priva-das temen vivir lo mismo. Estamos movi-lizándonos hacia la estatización de las Ues privadas, que la gratuidad sea para todos y no para unos pocos, a través de un financia-miento estatal pero de control comunitario, esa es la lucha que creemos que se debe dar.

Entrevista a Raúl Soto, presidente de la FeUdM

Respecto a la Federación de la UdM, ¿qué carácter ha adoptado producto de la toma y las movilizaciones recientes?

Primero, la descentralización de poder: de-mocratizar el mismo espacio que estamos pidiendo que sea democrático. No hacemos nada sin que la gente que está en la toma se entere. Eso ha sido fundamental primero para cohesionarnos nosotros. No hemos ve-nido a trabajar por lo que piensan terceros, todas nuestras acciones las socializamos en-

tre los de acá y la asamblea. La federación sólo la utilizamos para formalidades como presentarse en la MESUP, en la CONFECH, en el Congreso, etc. Pero nosotros mismos creemos que es nece-sario romper con este tipo de organizaciones bu-rocráticas que tanto criticamos, tanto del gobier-no, como del MINEDUC, que encierran el poder en cuatro murallas. Acá estamos todos cagados por la misma crisis, así que todos tenemos de-recho a participar en la construcción de la solu-ción. La federación ha servido para vincular lo del 2012 con el 2013, porque en una asamblea de federación decidimos levantar la toma, aunque en el momento de estar en toma todos tomamos las decisiones. Creemos que es fundamental po-tenciar la organización desde las bases rompien-do con la división dirigente-base. Cuando existen esos distanciamientos es lo mismo que ocurre con el gobierno y las necesidades de la gente.

¿Cómo ha sido la inserción de la UdM en la CONFECH, cómo han logrado posicionarse ahí?

Ha sido difícil, la CONFECH en general no considera el conflicto de la UdM como una demanda activa y general. En el último CON-FECH sacamos el apoyo de la estatización de la universidad, pero ese apoyo no se ve reflejado ni en las convocatorias a movilizarse ni en los comunicados. El CONFECH no ha estado a la

altura de las demandas, aunque esto se pue-de solucionar movilizándose más aun. Hay que empezar a avanzar en demandas concre-tas. Si vamos a pedir “avanzar hacia la gra-tuidad”, hay que discutir qué significa eso. Nosotros demandamos estatización ahora.

Considerando el trabajo triestamental de la UdM, los métodos de lucha adop-tados, y los aprendizajes que han obteni-do hasta el momento, ¿cuáles son tus pro-yecciones del movimiento estudiantil?

La proyección se basa en lo triestamental. Si queremos proyectar un movimiento estu-diantil, si queremos avanzar en un proyecto educativo, si queremos avanzar en la unidad entre trabajador y estudiante, hay que par-tir por la triestamentalidad, porque nosotros (los estudiantes) nos vamos de la Universi-dad pero son los docentes y funcionarios los que quedan. El trabajo triestamental ha sido la piedra angular de nuestras movilizaciones. Cualquier proyección que nosotros hagamos, debe partir por generar un sindicato hones-to y clasista dentro de la misma universidad.Como proyección en lo externo, vemos un MI-NEDUC que está esperando que nos muramos solos, incompetente a la hora de entregar solu-ciones, no cumpliendo con el rol de garante para desarrollar los procesos educativos. Hay que so-cializar los conflictos, empezar a salir a la calle

porque ya no queremos esto. La visión empresarial ha sido quien ha destruido, quien ha garantizado el estadio actual de la UdM. Este no es un problema de la UdM sino de la educación en general. Los personajes encargados de darnos las soluciones, no dan cabida a las necesidades de la comunidad.

¿Algunas palabras finales para los/as lectores/as de esta revista?

No queremos solidaridad, queremos que se levanten las banderas históricas del movimiento estu-diantil, la educación gratuita ahora que es algo que no hemos ganado en el movimiento estudiantil. No debemos olvidarla, si fue una no-ganancia con mayor razón debemos dar la pelea. Entonces unamos las fuerzas y salgamos a la calle, si tenemos que perder un año (que es lo que estimamos necesario) hay que hacerlo, antes de que nos pasen la máquina los candidatos con su agenda y se deje bajo el tapete nuestra problemática. Nosotros somos quienes debemos levantar esta lucha, y esta lucha no puede terminar con un candidato presidencial, sino que es nuestra responsabilidad.

El Poder Popular en Chile

Como organización, creemos necesario rei-vindicar desde una perspectiva libertaria

el concepto de “poder popular”, ya que a tra-vés de éste han surgido experiencias históricas concretas que nos permiten posicionarlo a ni-

vel estratégico.

Haciendo una mirada retrospectiva en nues-tra historia reciente, existen experiencias que configuraron y caracterizaron el concepto de “Poder Popular” en Chile. Nos referimos a: los comandos comunales, cordones industriales, diversos proyectos de educación popular (por ejemplo, el “Campamento Nueva Habana”), las Juntas de Abastecimiento y Precios (JAP), las ollas comunes organizadas por los pobladores, los comedores populares, entre otros. Todos ellos, si bien comprenden una mirada común entendida como “Poder Popular”, se hace ne-cesario matizarlos de acuerdo a sus prácticas y repercusiones. Particularizando, visualizamos por un lado el poder popular que podríamos denominar “de los trabajadores”, el cual consis-tía en métodos de auto-organización ejercidos principalmente al interior de las unidades de la cadena productiva, interviniendo directamente en el tejido económico (el caso de los comandos comunales y los cordones industriales). Su ca-rácter se produce como respuesta a los embates de la burguesía nacional, combatiendo desde una perspectiva clasista, lo cual es constatable en la re-organización de la producción nacio-nal efectuada por los cordones industriales, las expropiaciones de productos a la industria capitalista, o las acciones protagonizadas por los comandos comunales, cuyo “objetivo [era]

coordinar todas las acciones que se emprendan en la comuna para vigilar, prevenir el sabotaje, asegurar la distribución de alimentos y bienes esenciales, el transporte, el abastecimiento de materias primas, etc., y en este sentido […] ejercen realmente una determinada cuota de poder llegando a ser verdaderos organismos de

poder en el seno de las masas” .

Por otro lado, proliferaron experiencias que no se relacionaban con los espacios laborales y que, de este modo, no intervenían necesaria-mente en el funcionamiento de la economía nacional. Estas experiencias surgen producto de la necesidad de supervivencia extrema cau-sada por la crisis económica vivida a mediados de los 80’ en el país, cuyos efectos más visibles eran el aumento desmedido del porcentaje de cesantía, el cierre masivo de fábricas e indus-trias nacionales, y un profundo escenario de pobreza generalizada. Ante esto, el pueblo se organizó a través de la solidaridad activa en-tre pobladores. Ejemplos de ello son las ollas comunes, comedores populares y proyectos de educación popular. Solo como una forma de diferenciar nomenclaturas, a este tipo de poder

popular le denominamos “de los oprimidos”.La diferenciación la hacemos en relación a la repercusión estratégica del primero, y la au-sencia de ésta en el segundo. Consideramos de suma relevancia la construcción del poder po-pular en la amplitud del término, dado que en los dos casos avanzamos a un proceso de rup-tura con la clase dominante y sus instituciones, construyendo a la vez los organismos de una

sociedad libertaria.No obstante, nos adherimos a la construcción

de un poder popular “de los trabajadores” de acuerdo a una mirada estratégica, ya que comprendemos que la clase trabajadora es la única que puede lograr una efectiva desesta-bilización del sistema político-económico y

su ingobernabilidad.

Qué entendemos por Poder Popular

Habiéndonos basado en las experiencias de poder popular mencionadas, se hace necesa-rio definir qué entendemos por Poder Popular. Para esto, hay que comprender previamente qué entendemos por “poder”. En primer lugar, no se trata de un concepto estático y abstrac-to. Al contrario, responde a implicancias his-tóricas y sociales, que le dan un carácter espe-cífico de acuerdo a la forma en que se concibe y ejerce. El poder existe en todas las relaciones sociales, pero dentro de ellas resulta una dife-rencia de contenido: por un lado, se considera que el poder para oprimir a otras personas es la “dominación”; y por otro lado, es el poder como construcción, la “capacidad de ejercer”. Desde nuestra perspectiva, apelamos al poder como una capacidad de ejercer, materializa-da en cuanto “Poder Popular”. Es decir, abo-gamos por la sociabilización del poder entre la clase trabajadora con el objetivo de consti-tuir sus propios organismos, en ruptura con el Estado y las instituciones burguesas. Es, por lo tanto, la herramienta indispensable para la concreción actual de los cimientos de una nueva sociedad. Creemos que el Poder Popu-lar debe construirse como una estrategia, ya que es el horizonte de quiebre con el Estado y el Capital. En este sentido, nos diferenciamos de la concepción que suele abundar al inte-rior de los sectores marxista-leninistas, tanto

de aquellos que posicionan al Poder Popular como una táctica para la conquista del poder estatal (izquierda revolucionaria), tanto como de quienes pretenden ampliar su respaldo po-pular para obtener paulatinamente espacios en la institucionalidad burguesa (izquierda refor-

mista).

Entendiendo que apelamos al poder popular como estrategia, creemos que previo a su cons-titución, es necesaria la construcción de un “Poder Estudiantil”. Este consiste en el empo-deramiento del sector estudiantil de sus meca-nismos de participación, planificación y deli-beración respecto a las materias que lo afectan: financiamiento, currículum, democratización, etc., conformando una base social lo suficiente-mente fuerte para avanzar en la concreción de un poder más amplio, el Poder Popular, como

proyecto político de clase.

¿Quiénes somos?

Somos una organización de estudiantes de tendencia libertaria, conformada por compañeros y compañeras de diversos centros de estudio de la región de Valparaí-

so, tanto estatales como privados.

Entendemos la organización de tendencia como una agrupación político-social, ya que se encuentra en un nivel intermedio entre ambos espacios, militando di-rectamente en las organizaciones sociales de base, y a la vez organizados políticamente por afinidad a los métodos y objetivos libertarios, para planificar nuestro accionar en el plano estudiantil. Pretendemos avanzar desde el movimiento estudiantil hacia una convergen-cia social, para así aportar concretamente a la cons-trucción de un movimiento popular fuerte y organi-zado, pues creemos que sólo mediante la unidad en la

lucha se alcanzan objetivos de fondo.

Nuestra organización es autónoma de partidos polí-ticos, crea sus propias líneas políticas de acción y se estructura por bases estudiantiles unificadas mediante federalismo y democracia directa, rechazando la cen-

tralización del poder en un órgano directivo.

¿Qué buscamos?

En primer lugar apuntamos a socializar el conflicto por la educación, para que esta lucha deje de ser estricta-mente gremial, y se transforme en una lucha social am-plia, puesto que la educación no compete sólo a quie-nes están inmersos en el sistema educativo formal, sino que es un bien producido social y colectivamente, que refleja el desarrollo, contenidos, experiencias, acuerdos y desacuerdos de la sociedad en su conjunto; además es un proceso que va más allá de la institución que la encarna, sino que está presente, de diversas formas, en

todos los espacios de la vida.

La educación formal hoy en día es un instrumento de reproducción de la desigualdad a favor de las clases do-minantes, quienes además de lucrar con ésta, determi-nan sus contenidos y estructura para generar sujetos

dóciles y útiles para el sistema de acumulación capi-talista. De esta manera, entendemos que la educación debe ser defendida como un derecho social, puesto que no debe ser un privilegio de unos pocos, y arti-culada por el pueblo en su conjunto, para que no siga siendo una correa de transmisión ideológica que legi-time el actual sistema de dominación y explotación.

Pero para que las organizaciones del movimiento estudiantil se relacionen y coordinen con organiza-ciones de otros sectores sociales, éstas han de ser le-gítimas, democráticas, en el sentido directo y no re-presentativo, y dispuestas a la solidaridad activa en la lucha. Es por esto que nuestra tarea más inmediata es, además de agitar y propagar la necesidad de la socialización del conflicto, aportar con todas nues-tras energías a la cualificación de la organización es-tudiantil en general, organizando las carreras de las diversas instituciones bajo democracia directa y con amplia participación, para que la federación de éstas sea realmente una orgánica federada y no un equipo

de dirigentes.

Como objetivo de fondo, apuntamos a que no sólo se debe luchar socialmente por la educación, sino que se debe levantar un proyecto educativo entre diversos sectores sociales, para que ésta no sea controlada ni por el mercado ni por el Estado, sino desde abajo me-diante una comunidad organizada. Es esta educación gratuita y gestionada comunitariamente lo que llama-mos Educación Socializada, cobijada por un marco de ideas de central importancia en el pensamiento

libertario, la Autogestión.

Aunque es muy complejo tratar de definirnos en estas escasas páginas, esperamos haber entregado un esbo-

zo de lo que somos y lo que queremos.

Salud, lucha y organización!

Carta de Presentación Red Libertaria Estudiantil