Roger Chartier El Mundo 14102012

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Artículo que El Mundo publicó a raíz de la entrevista que hicieron a Roger Chartier cuando visitó España para presentar su libro "Cardenio entre Cervantes y Shakespeare".

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59EL MUNDO. DOMINGO 14 DE OCTUBRE DE 2012

CULTURA / EM2

Libros / Publicación

Cervantes, el escritor queinspiraba a ShakespeareRoger Chartier investiga sobre Cardenio, un personaje del‘Quijote’ que protagoniza la obra perdida del autor inglés

ESTHER ALVARADO / MadridWilliam Shakespeare, antes de ser lajoya de la Corona británica, leía, ad-miraba y se inspiraba en Miguel deCervantes como todo el mundo ins-truido en Europa. La historia de Car-denio, la obra perdida de Shakespea-re y presuntamente escrita al alimoncon John Fletcher, salió de la lecturade El Quijote en castellano (Fletcherhablaba español) o de la primera tra-ducción del mismo al inglés, publica-da en 1612. Un año después, la obrafantasma de Shakespeare fue repre-sentada, como indicala inscripción del pagopor este concepto deseis libras, 13 chelinesy cuatro peniques.

El historiador RogerChartier ha reunido enCardenio entre Cer-vantes y Shakespeare.Historia de una obraperdida, todas las in-vestigaciones al res-pecto de aquel textocuyo contenido no hatrascendido. «Sóloconservamos el nom-bre, no tenemos el tex-to. Cuarenta años después, un libre-ro de Londres quiso publicar lasobras escritas durante el tiempo enque la Revolución inglesa había ce-rrado los teatros y pidió el copyrightde una lista de títulos, entre los quese encontraba La historia de Carde-nio, atribuida a Fletcher y Shakes-peare. Y el enigma comienza con esamención en el gremio de los editoresde Londres», explica el experto enentrevista con EL MUNDO.

A partir del siglo XVIII, cuandoShakespeare se convierte en un au-tor canónico, clásico, casi la encarna-ción de Inglaterra, se extendió la ob-sesión por conocer y recuperar esaobra perdida. Pero «la obra nuncafue impresa en el siglo XVII y no so-brevive ningún manuscrito».

La tesis que sostiene el historiadorfrancés es que Cervantes inspiró aShakespeare: «Muy pocos lectoresde El Quijote recuerdan que, dentrode esta obra, hay una historia de losamores entre cuatro jóvenes: Carde-nio y Luscinda, Dorotea y Fernando,que se cuenta entre los capítulos 23y 47 de la primera parte». «Así, laobra perdida de Fletcher y Shakes-peare fue resultado de su lectura deEl Quijote, que fue publicado en1605 y traducido al inglés en 1612.

Lo que en nuestros días es el in-

glés (una lengua en la que gran par-te del mundo se entiende), lo era enel siglo XVII el castellano y ése es elelemento fundamental por el queRoger Chartier cree que se produjouna «rápida recepción y apropiaciónde El Quijote, que fue leído en todaEuropa inmediatamente después desu publicación. Era un Siglo de Oropara la lengua y para la literatura».

España exportaba letras. Los ge-néros literarios más importantes fue-ron todos practicados e inventadosen nuestro país. Los libros de caba-llería, la literatura picaresca (El La-zarillo de Tormes y Guzmán de Alfa-rache) la novela pastoril y, finalmen-te, la comedia, que fue una fuente deinspiración en Francia e Inglaterra.

Este episodio de Shakespeare lec-tor de Cervantes es uno más dentrode un proyecto más amplio que per-sigue el historiador que pretende de-mostrar cómo y por qué se hacía tea-

tro a partir de la obracumbre de la Literatu-ra española. «Hay mu-chas obras que se hanapropiado de El Quijo-te. La primera es unacomedia del valencia-no Guillén de Castroque entre 1605-1608escribió Don Quijotede la Mancha y cuyahistoria fundamentales la de Cardenio por-que no habla del hidal-go; así es que usa elnombre de Don Quijo-te, pero sin él». Así es

que los dramaturgos se apoderaronde la novela de Cervantes y se inspi-raron en él a su antojo.

La inspiración, sin embargo, nofue recíproca. Miguel de Cervantes,con seguridad, no leyó a WilliamShakespeare. «Las primera traduc-ciones en francés de Shakespeareson de finales del siglo XVIII y lasespañolas son traducciones de lasfrancesas y son aún más tardías.Shakespeare era un autor totalmen-te desconocido en aquella época yen el resto de Europa nadie tenía niidea de que existía ese hombre es-cribiendo obras teatrales en Inglate-rra», afirma Chartier que, como nose considera «especialista ni en Cer-vantes ni en Shakespeare», aseguraque puede «escribir sobre ambos».

ÁNGEL VIVAS / MadridMientras que Shakespeare cuentacon un monumento funerario en suciudad natal, los restos de Cervantesyacen perdidos en el subsuelo de laiglesia madrileña del convento de lasTrinitarias, en un terreno que eltiempo ha convertido en una verda-dera fosa común.

¿Podrían rescatarse los restos delpersonaje español con mayor pro-yección internacional, y darles unasepultura más digna que pudieraservir, de paso, de centro de peregri-nación cultural? El historiador, ge-nealogista y escritor Fernando dePrado está convencido de que sí ylleva un tiempo empeñado en conse-guirlo. El pasado miércoles, leyó unaconferencia en el Centro Riojano deMadrid, en la que explicaba su pro-yecto. Además de los datos de la épo-ca, una investigación de 1870 ratifi-có que los restos de Cervantes esta-ban en dicho convento (lo que salvóal convento del derribo). Posterioresestudios, como el de Astrana Marín,lo corroboraron.

Aunque una construcción poste-rior sepultó la iglesia original, la lo-calización, sostiene Fernando dePrado, no sería difícil. Por tratarsede una iglesia conventual, no parro-quial, los enterramientos que se lle-varon a cabo en ella , y en un espa-cio reducido, fueron muy escasos.De entre ellos, y como dice el histo-riador ¿cuántos serían varones deen torno a 70 años con lesiones yheridas en el brazo izquierdo y el

pecho (las producidas en Lepanto)?La técnica del georadar permitiría

una localización no intrusiva y preci-sa. En el proyecto de Fernando dePrado, la llevaría a cabo Luis Avial,de la empresa Condor Georadar. Laexcavación arqueológica estaría diri-gida por el antropólogo forenseFrancisco Etxeberría, que se ocupa-ría también del estudio de los hue-sos. Etxeberría fue quien determinóque los dientes hallados en la fincaLas Quemadillas propiedad de JoséBretón, acusado de la muerte de sushijos, Ruth y José, pertenecían a me-nores de entre dos y seis años.

Todo está pensado y listo para em-pezar. Pero lo más difícil de todo esla fase previa de búsqueda de finan-ciación (Fernando de Prado calculaun presupuesto de 100.000 euros). Elproyecto cuenta con el respaldo de laReal Academia, como ratifica su se-cretario, Darío Villanueva, quien ca-lifica la iniciativa de «seria, rigurosay solvente», y recuerda que el artícu-lo primero de los estatutos de la RAEincluye entre sus fines el de «mante-ner vivo el recuerdo de quienes, enEspaña o en América, han cultivadocon gloria nuestra lengua», grupo enel que tiene sitio de honor Cervantes.

Pero los tiempos son los que son.Fernando de Prado se reconoce de-sencantado y, cerradas las vías insti-tucionales, piensa en una suscrip-ción popular o en acudir al extranje-ro. Entretanto, Cervantes sigueaguardando un sepulcro más dignoque la fosa común en que se halla.

Arqueología / Investigación

Una tumba digna parael autor más universal

El convento de las Trinitarias, donde están los restos de Cervantes. / A. HEREDIA

Retratos de Cervantes (izqda.) y Shakespeare (dcha.).

En el siglo XVII elcastellano era lo quehoy es el inglés, unalengua influyente