Roman Toran - Primer Curso de Ajedrez

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PRIMER CURSO ---DE--- AJEDREZ

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AJEDREZ

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PRIMER CURSO ---DE--

AJEDREZ

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PRIMER CURSO ---DE---

AJEDREZ

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© Román Torán Albero © 1992 EDICIONES ESEUVE, S. A.

Sebastián Elcano, 30-28012 Madrid

Cubierta: Tomás López Ilustración: Manuel Lastra Cuevas I.S.B.N.: 84-87301-8{)-() Depósito legal: M-37298-1992 Fotocomposición: Pérez Díaz, S. A. Madrid Impreso en Unigraf. Móstoles

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SUMARIO PRIMERA PARTE

NOCIONES EIASICAS

1. El tablero ................................................................. 11 2. El movimiento de las piezas .................................. 13 3. El jaque .................................................................... 20 4. Contactos entre piezas .. ... .. .. .. .... .. ...... .................... 22 5. El enroque ............................................................... 26 6. La anotación de las jugadas ...... ...... ...... ... .. .. .. ..... .. 29 7. El rey «ahogado» ..................................................... 33 8. Mates básicos ....... ............... ................ ........ ... .. ...... 34 9. Rey y peón contra rey ... ......... ............ ... ... .............. 39

1 O. Desarrollo, centro y tiempo ................................... 43 11. Tablas ...................................................................... 48

SEGUNDA PARTE

TACTICA

1. La doble amenaza ..... ..... .......................... ............ ... 58 2. La clavada ............................................................... 61 3. La desclavada ......................................................... 65 4. Desviación de la pieza defensora ............ .............. 67 5. El ataque en descubierta ..... .................... .............. 70 6. Jaque en descubierta ............................................. 73 7. Piezas sobrecargadas ............................................ 76 8. La intercepción ....................................................... 79 9. Obstrucción ... . . . ... ........... .... ........ ... .. . . ............... ....... 82

1 O. Despejar espacios ..... .................. ........... ................ 84 11. Destrucción de la defensa .. .. .......................... .... .. . 89 12. Ataque a través de otras piezas ............................ 92 13. La jugada intermedia .............................................. 95 14. Ataque sobre la última línea .................................. 98 15. Ataque sobre columnas laterales abiertas ............ 1 02 16. Ataques sobre la séptima y octava líneas ............ 105 17. Ataques típicos con el ~,a.ba_llo ............................... 109 18. Ataque sobre el rey en las columnas centrales ... 113 19. Partidas complementarias...................................... 117

TERCERA PARTE

LA FASE INICIAL

1. Las aperturas .............. ................. ............ ............... 123 2. Estratagemas y celadas . ........... .... .. ............ ........... 132

Soluciones a los problemas ......................................... 146

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PRIMERA PARTE

N e:» e: i e» 1n ~s:» básic::cas

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El tablero

Como podemos apreciar en el dia­grama n. 0 1, el tablero de ajedrez es un cuadrado que se compone de 64 cuadros -llamados «Casillas,,-, de los cuales 32 son claros y se deno­minan «Casillas blancas", y los otros 32 son oscuros y se denominan «Ca­sillas negras", en el lenguaje técnico del ajedrez.

Una partida de ajedrez se disputa entre dos bandos -o jugadores-, que se sitúan uno a cada lado del ta­blero. Este debe colocarse entre los contendientes de forma que la casi· lla del ángulo de su derecha ha de ser blanca.

En el diagrama n.o 2 hemos seña­lado, con el trazado de líneas, tres de las formas en que están dispuestas las casillas del tablero y que tienen, ~ en las expresiones ajedrecísticas, ~ fundamental importancia para el es- w tudio, según iremos viendo. Son las ~ columnas, las líneas y las diagona- w les. o

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2 [ J o

Se llama columna a cada una de rr las ocho filas de casillas que van del ~ lado del tablero más próximo a uno rr de los jugadores -o bando- aliado ~

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~ 111 o o w [ J o [ 111

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EL T.A.BLE Ac::>

2

más próximo al otro jugador. Es de­cir, las filas de casillas verticales, res-

pecto a la situación de los conten­dientes.

Se llama línea a cada una de las filas de casillas que van de un lado al otro del tablero, en dirección hori­zontal.

Finalmente, se denomina diago­nal a cada una de las filas de casi­llas de igual color, que están unidas por sus vértices.

Estas expresiones nos serán de gran utilidad en el estudio de los si­guientes capítulos.

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2

EL IVIC>"IIVIIE"'""TC> .:::::>E L~S P 1 E:Z::~S

J na vez conocido el tablero -o

~ .... _ _....... campo de bata-lla- , pasemos a estudiar las piezas -o fuerzas- con que cuenta cada uno de los dos adversarios o bandos. Así, en el diagrama n.o 3 vemos ya dispuestas sobre el tablero las piezas de ambos bandos.

Cada uno de éstos tiene un rey, una dama -en ajedrez no se usa la palabra reina, apenas-, dos torres, dos alfiles y dos caballos. Y, en su segunda línea, ocho peones que, como veremos más adelante, consti­tuyen la infantería o fuerza de cho­que.

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La distribución de las piezas ha de ser en la forma indicada en este dia­grama: El rey y la dama, en las dos casillas del centro, pero siempre la dama en su color -es decir, sobre casilla del color de su bando-, y al lado de cada una de estas piezas, por este orden: un alfil, un caballo y una torre.

Comenzaremos el estudio del mo­vimiento de cada una de las piezas de una forma racional; o sea, empe-

zando por las de menor dificultad y más fácil comprensión:

La Torre

La torre se juega en línea recta siempre. Tanto en sentido horizontal como vertical y en todas las direccio­nes; es decir, hacia adelante y ha­cia atrás, así como hacia ambos lados.

En el diagrama n.o 4, por ejemplo, la torre puede desplazarse, desde su posición actual, a cualquiera de las casillas cubiertas por las flechas trazadas sobre el tablero.

O sea, que en la posición indica­da la torre puede ser jugada a cator­ce distintas casillas.

4

~ [ o w 1 ~ llJ o

¿cómo captura o -1-a TORRE? oo

[ J

La torre puede capturar las piezas ü enemigas que se encuentran situa- [ das en las casillas a las que ella pue- ~ da ser jugada. Es decir: captura en [ la misma forma que mueve. ~

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En el diagrama n.o 5 tenemos una posición en la cual la torre blanca amenaza las cuatro piezas negras, simultáneamente. Y en el diagrama n.o 6 tenemos la posición resultante después de haber realizado una de las posibles capturas:

5

6

Vemos que la torre ha pasado a ocupar la casilla en que estaba situa­

~ do el caballo capturado, el cual ha rr sido eliminado del tablero. ~ No pueden capturarse las piezas ., del propio bando, sólo las del adver­~ sario. Así, en el diagrama n.o 7, tene­~ mos otro instructivo ejemplo, con el o que completaremos, por el momen­w to, el estudio del modo de jugar de ~ la torre. o [ 7 UJ

2 rr En la posición de este diagrama, ~ la torre sólo puede desplazarse a

7

siete casillas - las horizontales-, ya que su propio peón le obstruye el paso en la columna; es decir: hacia las casillas verticales.

El Alfil

El alfil mueve en dirección dia­gonal, como refleja el diagrama n.o 8, en el que vemos, bajo el trazado de las flechas, todas las casillas a las que puede ser jugado. En total , tre­ce casillas.

Hay dos alfiles en cada uno de los bandos: uno, sobre casillas blancas, y otro, sobre casillas negras, los cua­les, de acuerdo con su movimiento, siempre han de permanecer sobre diagonales del mismo color que ocu­pan al iniciarse la partida.

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El alfil puede ser jugado, siempre en su diagonal, en todas las direccio-

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nes: o sea: hacia adelante y hacia atrás, y captura como la torre, en la misma forma en que juega.

La Darna

Aunque la dama es la pieza de mayor campo de acción y podrá ser la más difícil de jugar, en este mo­mento ya es muy sencilla la forma en que mueve para el lector. ¿Por qué? Pues, simplemente, porque su movi­miento es una combinación de los ya conocidos de la torre y del alfil.

9

En el diagrama n.o 9 vemos, bajo las flechas trazadas, todas las casi­llas a las cuales puede ser jugada la dama, desde la posición que ocupa en el tablero. En total, veintisiete ca­sillas, pues combina las tres direccio­nes: diagonal, horizontal y vertical.

En el diagrama n.o 1 O, la dama ata­ca todas las piezas enemigas, a las cuales puede capturar. Sin embargo, vemos que los peones negros no es­tán atacados, porque la acción de la dama sobre ellos está interceptada por otras piezas. (Esto también ocu­rre en los casos en que la pieza ata­cante es la torre o el alfil .)

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10

E l R e y

El rey tiene el mismo movimien­to que la dama: horizontal , vertical y diagonal. Pero hay una importantísi­ma diferencia: mientras la dama tie­ne un gran campo da acción que sólo se limita cuando alguna pieza propia o del adversario se interpone en la dirección en que quiere ser mo­vida, el rey solamente puede ser jugado en sus casillas inmedia­tas, como puede verse en el diagra­ma n.o 11 . Es decir: un solo paso en todas las direcciones

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El caballo es, sin duda, la pieza [ más compleja para el principiante, ~ pues su movimiento es compuesto: [ «Salta» en forma de «L». Es decir, ~

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desde la casilla que ocupa, puede trasladarse a otra que diste dos ca­sillas horizontales y una vertical o bien, dos casillas verticales y otra ho­rizontal , tanto hacia adelante como hacia atrás.

12 ~ ~ ~ ~

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~ ~ ~ ~ En el diagrama n.o 12, el caballo

puede desplazarse a cualquiera de las casillas señaladas con una «X». Vemos que, desde una situación central, el caballo tiene su mayor campo de acción, pues dispone de ocho casillas.

En cambio, en cualquiera de las bandas su acción es mucho menor. Así, en el diagrama n°. 13, vemos que el caballo blanco sólo puede despla­zarse a cuatro casillas, mientras que el negro, situado en el rincón, sola­mente tiene dos casillas disponibles.

13 ~ ~ ~ ~

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~*~ ~ • ~ ~ ~ • 0 ~ ~ ~ ~ ~ ~~

[ Por su peculiar movimiento, el ca­~ bailo es la única pieza que puede [ «saltar» por encima de las piezas ~ propias y las del adversario. Así,

en el diagrama n.o 14, vemos que el caballo blanco puede capturar cual­quiera de las T arres enemigas, así como al caballo o al alfil, sin que la presencia de peones del bando ene­migo, o el peón propio, intercepte su acción. También, claro está, puede ser jugado, desde la posición que ocupa, a cualquiera de las casillas señaladas en este diagrama con una «X».

Obsérvese que, si correspondiera jugar a las negras, el caballo negro podría capturar al caballo blanco. Y,, como regla memorística, conviene recordar que el caballo, al «saltar, -o ser jugado-, cambia siempre de color de casilla: va de blanca a negra o de negra a blanca. Por esto, mientras un alfil sólo puede lle­gar a ocupar 32 casillas -las delco­lor que ocupa al iniciarse la partí­da-, el caballo puede llegar a las 64 casillas del tablero.

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El Peón

El peón se mueve verticalmen­te, a lo largo de la columna en que se halla situado.

Al contrario de lo que ocurre con las restantes piezas, el peón siem­pre avanza, nunca puede retroce­der.

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Desde su casilla de origen -es decir, la que ocupa al iniciarse el jue­go- , como en el diagrama n.o 15, el peón puede avanzar uno o dos pasos.

15 •••• •••• •••• • • • • • •*• • . . ~ . - d - d . - ~- . • • • •

Sin embargo, debe tenerse muy presente que en cuanto un peón haya sido jugado una vez, como ocurre con los que tenemos en el dia­grama n.o 16, ya sólo podrá avan­zar un paso en cada jugada del resto de la partida.

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¿cómo captura el Peón?

Otra peculiaridad del movimiento del peón, además de la de no poder retroceder, es que, así como avanza en dirección vertical , captura en dia­gonal, avanzando siempre un paso, dirigiéndose hacia las casillas adyacentes. Esto brinda al peón la única posibilidad de cambiar de co-

lumna - o fila vertical- a otra conti­gua.

Así, en el diagrama n.o 17, el peón blanco puede capturar la torre o el caballo, y, como ocurre con las cap­turas de las restantes piezas, pasará a ocupar la casilla en que se encon­traba la pieza capturada, la cual, como en todos los casos, es elimina­da del tablero .

17 •••• • ••• • ••• • · ll ·~­. - ~ - . •••• •••• •••• En cambio, el peón blanco no pue-

de capturar al de las negras, en la ci­tada posición, el cual interrumpe su avance, diciéndose que ambos peo­nes están «bloqueados".

La captura «al paso»

Antiguamente, el peón sólo avan­zaba un paso, siempre, aun cuando ~ se hallaba en su casilla inicial. Al in- rr traducirse en el Reglamento la posi- ~ bilidad de avanzar uno o dos pasos 1

cuando se encuentra en la casilla ori- ~ ginal, se le brindó también la facultad ~ de capturar «al paso». Veamos en o qué consiste este tipo de captura, ex- W

elusiva del peón, mediante una ex- ~ plicación gráfica: O

18 ~ En el diagrama n.o 18 vemos que ~

el peón blanco se encuentra en su ~

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casilla inicial y vemos otro negro que ya ha alcanzado la quinta línea (des­de su base) .

Si el peón blanco avanzara dos pa­sos, .llegaríamos a la posición del dia­grama n.o 19. El peón blanco, por lo tanto, habría burlado la vigilancia del peón enemigo, al pasar «de largo» por la casilla que este dominaba.

19

~ Pues bien, la captura «al paso, [ consiste en que el peón negro tiene ~ opción, sólo en la jugada inmedia· "l ta, de capturar el Peón blanco, exac­~ tamente igual que si este hubiera ~ avanzado un solo paso, producién-0 dose la captura en la forma que ve­w mos en el diagrama n.o 20. [ J o 20 [

~ Hay que tener en cuenta que esta [ facultad de captura «al paso, sólo es ~ posible en estas circunstancias. Es

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decir: que el peón avance dos pasos cuando el Peón contrario ya haya «dominado» la sexta línea y precisa­mente se realice la captura en la ju­gada inmediata. Más tarde ya no es posible la captura, ni lo es si el peón había avanzado anteriormente un paso y, al ser atacado por el peón ne­gro, continuara su avance.

También es importante saber que solamente pueden capturar de esta forma los peones y exclusi­vamente a otros peones, no a las piezas.

La promoción del peón

Cuando un peón, en su avance, llega a la primera línea del bando enemigo, se dice que «Corona». Y, en el momento que llega a su meta, se promociona o convierte en una pieza -a excepción del rey, ya que sólo puede haber un rey en cada ban­do- , a elección del jugador que co­rona el peón.

En el diagrama n.o 21 vemos al Peón en la séptima línea, y en el n.o 22 ya comprobamos el cambio que experimenta automáticamente el peón al avanzar y completar la juga­da.

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En esta promoción hemos visto el caso más normal, o sea, la promo­ción de la dama, que, como veremos más adelante, es la pieza más valio­sa.

En la promoción, al elegir la pieza,

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no importa que haya otras iguales so­bre el tablero. Así, por ejemplo, po­drá llegarse a tener nueve damas de un mismo bando: la original y las re­sultantes de las promociones de los ocho peones.

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u ando en el cur­~ so de la partida

.....,.. __ _. .. """'" de ajedrez se amenaza una pieza enemiga, no hay que indicárselo al adversario. Será éste quien deberá ver las amenazas para tomar las medidas de defensa oportunas, así como nosotros debe­remos darnos cuenta de las amena­zas que nos planteen.

Sin embargo, cuando se amena­za al rey es preciso indicarlo y, para ello, se utilizan las palabras «ja­que al rey» o, simplemente, «ja­que»,, al realizar la jugada que plan­tea la amenaza.

En el diagrama n.o 23 tenemos una posición en la cual el rey negro se en­cuentra en «jaque", pues la dama blanca le amenaza.

En estos casos es obligatorio to­mar inmediatas medidas defensivas y apartar al rey de la amenaza.

23

~ Vamos ahora a introducir posicio-0 nes con mayor número de piezas [ - en lugar de las esquemáticas que ~ hasta ahora hemos adoptado- , ¡r pues el lector ya estará más familia­~ rizado con el tablero y sus elementos

básicos y, consecuentemente, con la adecuada capacidad para añadir nuevos elementos en su estudio .

Cuando el rey está en «jaque, hay tres posibles formas de eludir tal amenaza:

A) Capturando la pieza agresora; B) Moviendo el rey a una casilla que no dominen las piezas del adversario, y

C) Interceptando el jaque con una pieza propia.

Así, en el diagrama n.o 24, vemos que el rey negro se encuentra ataca­do por la dama blanca. Y en este ejemplo tenemos las tres formas po­sibles de defensa contra el jaque.

24

En primer término vemos que la Torre negra puede capturar la dama, con lo cual, claro está, se salva la amenaza.

También podemos mover el rey a las casillas señaladas con una «X», que no dominan las piezas enemigas y, por lo tanto, se cumple la solución

Finalmente, podemos jugar el alfil negro, en la forma que señalamos con una flecha, interponiéndolo entre su rey y la dama enemiga, lo que, en

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términos ajedrecísticos, se llama cu­brir el jaque.

Esta última forma de defensa no es posible contra los jaques de ca­ballo o peón, debido al peculiar mo­vimiento de estas piezas.

El ~aque Mate

El objetivo de la partida es la cap­tura del rey adversario. El que lo con­sigue es el vencedor. La captura del rey, sin embargo, nunca se llega a consumar, porque la partida finaliza, automáticamente, cuando se le ame­naza (jaque) y no puede eludirse la amenaza en ninguna de las formas explicadas.

Por ejemplo, en el diagrama n.o 25 tenemos una posición en la que el rey negro está amenazado por la dama blanca. Esta domina, además, todas

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las casillas a las que puede trasladar­se el rey enemigo.

25

En consecuencia, el rey negro está en situación de jaque mate, pues tampoco tiene el recurso de capturar la dama, porque está prote­gida por su rey.

En estas circunstancias, la partida termina automáticamente y resulta vencedor el bando blanco (quien ha planteado el jaque mate).

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4

~C>I'I-.-~~-.-C>S EI'I""T~E PIE::Z:~S

El valor de las piezas

E 1 simple estudio del movimiento de las piezas nos muestra

que su valor tiene que ser distinto. Es evidente que la dama, con su

gran movilidad y el alto número de casillas que puede dominar simultá­neamente, es la más valiosa. En el extremo opuesto tenemos al peón, con su lento avance y su reducido campo de acción.

Por este motivo, tomaremos al peón como unidad comparativa, al indicar el valor de las piezas. Y tene­mos:

PEON CABALLO ALFIL TORRE DAMA

1 punto 3 puntos 3 puntos 5 puntos

10 puntos

Esta escala de valores está un tan­to simplificada, pero, básicamente, es correcta.

~ En el ajedrez magistral ya hay [ otras valoraciones más sutiles, pues, O de acuerdo con la posición de las ~ piezas en el tablero, un alfil puede ser

superior o inferior a un caballo. Pero ~ repetimos, con los valores indicados, o tendremos base suficiente en esta 1/J primera fase del estudio. El conoci­~ miento del valor de las piezas nos o será muy útil cuando, en el curso de [ la partida, tengamos que realizar ~ cambios. · [ No incluimos al rey en este orden ~ de valores, ya que es la pieza funda-

mental del juego y la única que no se puede cambiar, porque su elimi­nación Uaque mate) representa la pérdida de la partida.

Los cambios

Cuando capturamos una pieza al adversario y este, a su vez, captura una de nuestras piezas, se produce un cambio.

De acuerdo con el valor de las pie­zas, podemos decir que hay dos ti­pos de cambio. Cambio igual y cambio desigual.

Un cambio igual se produce cuando cada jugador captura una pieza de igual valor. Un ejemplo cla­ro lo tenemos en los siguientes dia­gramas:

26

27

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En el diagrama n.o 26 vemos que ambas torres se atacan mutuamente. Si correspondiera jugar a las blancas y capturaran la torre enemiga, el alfil negro podría capturar inmediatamen­te la torre blanca y llegaríamos a la posición del diagrama n.o 27, en la que comprobamos gráficamente que se mantiene el equilibrio de material.

El cambio desigual se produce cuando uno de los jugadores captu­ra una pieza de distinto valor que aquella que cede. Veamos un ejem­plo práctico en el diagrama n.o 28.

28

Si en esta posición la torre blanca capturase el alfil negro, la torre negra capturaría la torre blanca, y conse­cuentemente, según la escala de va­lores conocida, las negras habrían ganado 2 puntos.

Ganancia y pérdida de material

La ganancia de material para un bando representa, naturalmente, la pérdida de material para el otro.

¿cómo se produce la ganancia de material?

De dos formas: 1) porque uno de los jugadores

no ve una amenaza más o menos oculta; o bien,

2) porque se realiza un cambio desigual.

Veamos separadamente ambos temas.

Amenaza y defensa

Cuando se nos plantea una ame­naza tenemos cinco formas viables de defensa:

a) Eludiendo el ataque, despla­zando la pieza amenazada a una ca­silla que no dominen las piezas ene­migas.

b) Protegiendo la pieza atacada, si el cambio nos conviene.

e) Atacando una pieza enemiga de igual o mayor valor que la amena­zada por el adversario.

d) Interponiendo una pieza cuya captura represente un cambio favo­rable o igual.

e) «Clavando, la pieza atacante, impidiéndole ser jugada.

29

~ [ o w

~ Así, en el diagrama n.o 29 tenemos ~

un ejemplo esquematizado sobre el o tema de la amenaza y las formas de lfJ

defensa. ~ En esta posición, las negras ata- O

can el caballo blanco con su Alfil. Al rr ver la amenaza, el conductor de las ~ piezas blancas tiene a su disposición rr las cinco formas de defensa: ~

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a) Puede desplazar el caballo a cualquiera de las casillas señaladas con «X» . (Obsérvese que el otro salto representa la pérdida del caballo, pues lo capturaría la torre negra) .

b) Puede proteger el caballo, des­plazando la torre, como se indica con la flecha, a la casilla desde la cual po­drá capturar el alfil enemigo, si éste realizara la captura del caballo . En este caso se produciría un cambio igual, pues el caballo y el alfil tienen la misma valoración, en la escala que conocemos.

e) La tercera posibilidad consiste en jugar el alfil blanco a una de las casillas, que señalamos con flechas, desde las cuales atacaría la torre ne­gra. Así, si las negras insistieran en la captura del caballo, perderían su torre , con lo que se produciría un cambio desigual y perdería mate­rial.

d) Avanzando un paso el peón, te­nemos el cuarto ejemplo y

e) situando la torre al lado de su rey, esta actúa en la columna, evitan­do el desplazamiento del alfil negro.

¿cómo se producen los

~ cambios [ desiguales? o w l ~

Hay tres formas distintas de que se produzcan cambios desiguales:

w o 1) Por error de un jugador, al no o darse cuenta de la diferencia del va­(1) lor de las piezas que se cambian. ~ Este caso no precisa explicación; O basta volver al diagrama n.o 28 y al [ correspondiente comentario. ~ 2) Cuando un jugador está en po­[ sición en que no puede evitarlo, por ~ las fuertes amenazas del adversario.

30

Así, en la posición del diagrama n.o 30, si correspondiera jugar a las blan­cas y trasladaran la torre, a lo largo de su columna, hasta la octava línea - como indica, la flecha-, se produ­ciría «jaque al rey». Como el rey ne­gro no tiene forma de eludir el ata­que, la única réplica viable es trasla­dar la dama a la casilla que señala­mos, «Cubriendo,, el jaque. Entonces, la T arre blanca capturaría la dama enemiga y se produciría ganancia de material (5 puntos) .

3) Cuando un jugador, intenciona­damente, realiza o permite un cam­bio de pérdida de material , con la es­peranza de obtener, después una ganancia. Esto es lo que se conoce como una «Combinación».

31

En el diagrama n.o 31 tenemos un sencillo ejemplo de este tema. Las blancas, que tienen su dama ataca­da por la T arre enemiga, en lugar de

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optar por las conocidas maniobras de defensa, capturan la pieza agre­sora. Con este cambio desigual, ya que el rey negro captura inmediata­mente la dama, las blancas han per­dido material (5 puntos) .

32

Sin embargo, en el diagrama n.o 32, tenemos la lógica explicación del motivo que indujo a las blancas a realizar tal cambio. Porque el salto del caballo, en la forma expresada, realiza un doble ataque Uaque al rey y amenaza a la dama), con lo que,

32

después de alejar las negras su rey atacado, el caballo capturaría la dama y, como balance de la «com­binación,,, las blancas habrían ga­nado una torre (5 puntos).

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llfi - amo en la posi-' ,. ción inici~l las

p1ezas no t1enen la menor movilidad -con la excep­ción de los caballos (que «saltan,)-, las partidas se suelen iniciar avan­zando los peones centrales, que son los que dan paso a mayor número de piezas. Esto ocasiona, al mismo tiempo, que los primeros choques se produzcan en el centro y que, al de­saparecer los citados peones, gene­ralmente por cambios, el rey quede expuesto a serios peligros, al con­frontarse en columnas abiertas

' ' que as1 se denominan las columnas en las que no existen peones.

Por otro lado, tenemos que las to­rres -las piezas que ocupan el se­gundo lugar en la escala de valores que conocemos- son prácticamen­te inútiles en su situación inicial, blo­queados por el propio Peón de su columna (ver diagrama n.o 7). Lasto­rres son piezas que actúan a distan­cia, con largo campo de acción (como cañones en las batallas), y al­canzan su máxima actividad en las

~ columnas abiertas. rr Consecuentemente, conviene lle­~ var las torres al centro y, por tanto, ~ apartar al rey de las columnas cen­w trales. Y todo esto se consigue con o una sola jugada: el enroque. o El enroque tiene dos característi-~ cas esenciales: J 1) Es la única jugada en la que O se mueven dos piezas a la vez. ~ 2) Cada jugador solamente 2 puede enrocar una vez, en el cur­[ so de la partida. ~ Al existir dos torres en cada ban-

do, hay dos posibilidades de enro­que:

a) Cuando se realiza con la torre de rey -es decir, la más próxima al Rey- se llama enroque en el lado de rey o, simplemente, enroque corto.

b) Cuando se realiza con la torre de dama, se denomina enroque en el lado de dama, o bien enroque largo.

¿cómo se realiza el enroque?

Para realizar el enroque se lleva el rey dos casillas en la dirección en que está situada la torre con la que se va a enrocar. E, inmediatamente, en la misma jugada, se coloca lato­rre en la casilla contigua al rey, en la dirección opuesta.

El ejemplo gráfico aclarará nota­blemente esta teoría:

En el diagrama n.o 33 vemos una posición en la que ambos reyes per­manecen en el centro y las torres inactivas, en sus casillas de origen: E.~ el diagrama n.o 34 vemos la posi­Cion resultante después de haber realizado las blancas el enroque corto y las negras el enroque largo. Ambos reyes se han desplazado dos casillas en la dirección en que se ha­llaba la torre correspondiente. Esta, como puede observarse, ha de mo­verse dos casillas, en el enroque corto, y tres casillas en el enroque largo.

33

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33

Observemos que, una vez realiza­da esta jugada, cada bando está en condiciones de movilizar inmediata­mente sus torres en la columna cen­tral abierta, mientras que sus reyes se han alejado del peligro.

34

¿cuándo es posible realizar el enroque?

Para poder realizar el enroque es necesario que se produzcan las cir­cunstancias que explicamos a conti­nuación:

1) Que no hayan sido jugados, anteriormente, ni el rey ni la torre con la que se desea enrocar.

Es decir, para poder realizar el en­roque no basta que el rey y la torre se encuentren en sus casillas de ori­gen, sino que no hayan sido jugadas en el curso de la partida.

35

Así, en la posición del diagrama n.o 35, las Blancas podrán realizar el en­roque largo, pero no el corto, aun en el caso de que su torre, ya movi­da, regresara a su casilla inicial.

En cambio, las negras no podrán realizar el enroque, al haber movido ya su rey.

2) Que estén libres las casillas situadas, entre el rey y la torre con la que se pretende enrocar.

No puede haber ninguna pieza, ni propia ni del adversario, entre el rey y la torre. Así, en el diagrama n. 0 35, las blancas pueden realizar el en­roque largo, pero no el corto, al impedírselo el alfil negro situado en­tre el rey y la torre de rey.

36

~ [ o w

~ lll o o lfJ [ J

En cuanto a las negras, pueden O realizar el enroque corto, pero no [ el enroque largo, por impedirlo su ~ caballo de dama, aún en la casilla ini- [ cial, que intercepta la línea. t

Page 24: Roman Toran - Primer Curso de Ajedrez

~ [ o 111

1 ~ 111 o o U) [ J ü [ Ul 2 [ ~

3) Que el rey no se encuentre en jaque.

No se puede enrocar cuando el rey está amenazado directamente -en jaque-, como ocurre en el dia­grama n.o 37. Sin embargo, una vez defendida la amenaza -sin mover el rey- ,como, por ejemplo, tras «CU­brir, el jaque con el peón o cualquier pieza, las blancas podrán enrocar cuando lo deseen.

37

En cambio, no tiene importancia que la torre esté amenazada y se puede realizar el enroque.

4) Que el rey no «pase» por una casilla dominada por cualquiera · de las piezas enemigas.

En el diagrama n.o 38 vemos que el alfil negro domina una casilla por la que debería «pasar, el rey blanco para efectuar el enroque corto. Por tanto, no es posible llevar a cabo esta jugada, mientras se mantengan es­tas circunstancias.

38

Sin embargo, no tiene importan­cia que la torre «pase>> por una ca­silla dominada por las piezas ene­migas. Así, en este mismo diagrama, las blancas pueden realizar el en­roque largo, pese a que el Alfil ne­gro domina una de las casillas por las que debe «pasar, la torre para com­pletar la jugada del enroque.

Page 25: Roman Toran - Primer Curso de Ajedrez

6 L~ ~ 1'.1 C> ,-~ C::: 1 C> 1'.1

11:> E L~S -1 l....J <:;¡~11:> ~S

L. a anotación de las ju­gadas es muy impor­tante; en primer tér­

mino, porque facilita el estudio, al permitir reproducir las partidas ma­gistrales de todos los tiempos (esto es materialmente imposible conse­guirlo en casi todas las actividades de la vida, de no recurrir al concurso de películas fotográficas) y, además, porque conocer la forma de anotar las partidas es necesario, pues así lo exige el ajedrez de competición, en el que la anotación es un comple­mento de las jugadas.

TD CO AO O R AR CR TR

39 1 ........ ~. 8

2R R R R 7 3 •••• 6 4 •••• 5 5 •••• 4 6 •••• 3 7 R R R R2 8 ottJ•1Wm~[j li 1

TD CO AO O R AR CR TR

Hay varios sistemas de anotación, pero aquí solamente estudiaremos los dos principales:

El sistema descriptivo

El sistema de anotación más em­pleado en España y países hispanoa­mericanos, así como en los de habla inglesa, es el llamado descriptivo. En él , las piezas se representan por

su letra inicial, en mayúscula~ y, por tanto, tenemos:

R significa Rey O significa Dama T significa Torre A significa Alfil C significa Caballo P significa Peón

Ya conocemos, pues, la pieza que se ha jugado. Pasemos ahora a la forma de representar la casilla donde se ha trasladado la pieza.

Para ello nos sirve de excelente ayuda el diagrama n.o 39, en el que vemos dispuestas sobre el tablero las piezas, en la posición inicial de la partida. Y eso es importante, porque cada columna recibe el nombre de la pieza que la ocupa en la po­sición inicial del juego.

Esto significa que, por ejemplo, aunque la dama se traslade a otra columna en el curso de la partida, la columna de dama seguirá siendo siempre la que ocupa dicha pieza en el comienzo del juego. Y lo mis- N mo ocurre con las restantes piezas. ~

Tenemos, por tanto, ocho colum- O nas, cuya anotación se hace en la ~ forma abreviada expresada en el dia- ~ grama. Así de izquierda a derecha, ~ tenemos la columna torre dama, que o escribiremos TD, abreviadamente, rn por tratarse de la torre del sector o ~ flanco más próximo a la dama. Y o así lo mismo con las columnas CD y [ AD. Luego vemos la columna de ~ dama: O (siempre importante recor- [ dar que ha de ser la casilla primera ~

Page 26: Roman Toran - Primer Curso de Ajedrez

de esta columna del mismo color del bando: la dama en su color, repeti­mosL a la que siguen las de R, AR, CR y TR, por la misma explicación que antes hemos hecho relativa al flanco de dama. Este otro sector es el de rey, por la mayor proximidad de estas piezas del rey.

40

Conocida la denominación de las columnas, sólo falta especificar el nú­mero de la casilla de cada una de ellas para disponer de todos los da­tos necesarios. Ya sabemos que las líneas son las casillas tomadas en sentido horizontal y en el diagrama n.o 39 aparecen numeradas de la pri­mera a la octava, a la derecha, en el sentido en que se cuentan las blan­cas y, a la izquierda, desde el punto de vista de las negras. Es decir, que

~ la primera línea de las blancas repre­[ senta la octava de las negras, y vice­~ versa. l Con estos elementos ya tenemos ~ la base para explicar la anotación: ~ a) Delante de cada jugada se co-0 loca una cifra que significa el núme­rn ro del movimiento de la partida; ~ b) la pieza que se ha jugado, y O e) la casilla a la cual se ha trasla-[ dado. ~ Veamos, como ejemplo práctico, [ un rápido mate, que es conocido ~ como el «mate del pastor,,:

1. P4R

El número 1 indica que es la pri­mera jugada; el punto es, sencilla­mente, la separación. El resto, como vemos en el diagrama 40, las blan­cas han avanzado un peón a la cuarta línea de la columna de rey. Los puntos suspensivos se colocan de esta forma indicando que las ne­gras no han realizado aún su jugada. (Esto es muy frecuente en los comen­tarios de las partidas, tanto en las re­vistas especializadas como en dia­rios y libros.)

Y ahora sigamos con la partida:

1. ... P4R 2.A4A

La jugada de las negras está ex­plicada, prácticamente, en el comen­tario anterior: el peón que está en la columna de rey avanzó, también, dos pasos: a la cuarta línea, desde el punto de vista de las negras. Obser­vemos, sin embargo, que si fueran las blancas quienes situaron un peón en esta casilla, se debería anotar: P5R, pero, como para anotar las ju­gadas de cada bando, se cuenta desde la base del mismo, aquí es­cribiremos P4R.

Como vemos en el diagrama n.o 41, la segunda jugada blanca ha sido desarrollar el alfil a la cuarta línea de la columna AD, pero como no es po­sible llevar el otro alfil a 4AR, no es preciso aclarar el flanco y se puede adoptar esta abreviación: A4A. Los puntos suspensivos de la primera ju­gada indican que ya habían jugado las blancas, mientras que los de la segunda nos muestran que aún no han jugado las negras. Y seguimos:

41

Page 27: Roman Toran - Primer Curso de Ajedrez

41

2. ... C3AD

Aquí si tenemos que aclarar el flan­co y escribimos AD, ya que también sería posible la jugada C3AR.

En los casos en que dos piezas puedan ir a una misma casilla, enton­ces se debe especificar, también, la casilla de origen de la que fue juga­da. Por ejemplo, si en el diagrama n.o 42 el CR negro estuviera ya en 2R, para anotar la jugada realizada por las negras deberíamos hacerlo así: 2. .. . , C(1 C)3A, o bien CD3A, ya que lle­vamos a ella el caballo situado en 1 C; o sea, el del flanco de dama.

3.05T

La dama blanca se traslada a la quinta línea de la columna TR y, como no podía haber sido jugada a la del otro flanco, no precisamos in­dicar 5TR, sino 5T, simplemente.

3. ... C3A

Sólo un caballo puede ir ahora a 3A, por lo que ya no es necesario aclarar que ha sido jugado a 3AR.

4. O x PA mate

Aquí vemos un nuevo signo, la «X». Es el que usa para anotar las captu­ras. Así, tenemos que la dama ha capturado el PA, lo que deja al rey negro en situación de mate. Se acla-

ra PA, ya que la dama podía captu­rar en este momento el PR y el PTR.

Signos complementarios

Comunes a todos los sistemas de anotación, tenemos una serie de sig­nos complementarios que se utilizan, unos en las partidas y otros, sola­mente, en los comentarios. Son los siguientes :

x significa= Captura 0·0 significa = Enroque corto

0·0-0 significa = Enroque largo significa = Buena jugada

? significa = Mala jugada ?! significa = Jugada dudosa + significa = Jaque

a.p. significa= «al paso" (en los casos de captura de los peones)

Así, en la partida que hemos explica­do, al comentarla deberíamos escri­bir 3 .... , C3A?, pues es un grave error, al no advertir la fulminante ame­naza blanca.

42

El sistema algebraico

~ [ o w l ~ w o o (f) [ J o [ w ¿

Pese a su nombre, esta es la ano-tación más sencilla. Pasemos al dia- [

Page 28: Roman Toran - Primer Curso de Ajedrez

grama n.o 43, en el que vemos que las columnas, en vez de recibir la de­nominación por la pieza que la ocu­pa al empezar la partida, llevan una letra cada una. De donde resulta que la columna TD se convierte en la co­lumna a y así sucesivamente hasta llegar a la h, siguiendo el orden alfa­bético.

a b e d e f g h

43 8 •••• 8

7 •••• 7 6 •••• 6 5 •••• 5 4 •••• 4 3 •••• 3 2 • • •• 2 1 •••• 1

abcdefgh

Las líneas están numeradas en la misma forma que en el anterior siste­ma, con la diferencia que aquí no existe punto de vista .negro resul­tando que cada casilla tiene la mis­ma denominación para tos dos bandos.

Las piezas llevan iguales iniciales que en el sistema descriptivo, supri­miéndose, simplemente por costum­

N bre, las iniciales de los peones. llJ Las jugadas se anotan escribien­~ do en primer lugar la casilla que ocu­~ pa la pieza y, separándose por un ~ guión, la que pasa a ocupar. llJ o o 00 [ ) o [ IIJ

~ [ ~

Veamos la partida anterior en ano­tación algebraica:

1. e2-e4 e7-e5

Aquí observamos que son jugadas de peón , por carecer de inicial. Vea­mos, también, que el PR avanzó dos pasos por ambas partes y que las anotaciones son diferentes; ello ocu­rre porque, como dijimos, sólo se tie­ne en cuenta el punto de vista de las blancas.

2. Af1-c4 Cb8-c6 3. Dd1-h5 Cg8-f6 4. Dh5 x f7 mate.

Generalmente, se emplea esta misma anotación algebraica en la forma abreviada que consiste, sen­cillamente en suprimir la casilla de origen. Esta es la anotación más práctica y que adoptaremos por ser la generalmente admitida y recomen­dada por la Federación Internacional de Ajedrez.

Observemos cuántas letras se economizan con esta anotación al volver a transcribir la misma partida:

1. e4 e5 2. Ac4 Cc6 3. Dh5 Cf6 4. Dxf7 mate.

En el resto del libro sustituiremos la mayúscula inicial por la figurita simbólica que representa a la pieza, como es habitual en las publicacio­nes técnicas.

Page 29: Roman Toran - Primer Curso de Ajedrez

7

EL ~E."V' <<~l-lc:>c;¡~I:>C>>>

1 reglamento del ajedrez establece que la partida ter­

mina en tablas, o sea, en empate, cuando el bando al que corres­ponde jugar, sin estar su rey en jaque, no puede realizar ningún movimiento legal.

Estas posiciones se producen, ge­neralmente, en la fase final del juego cuando han desaparecido la mayor parte de las piezas, y sólo los juga­dores noveles, que no han aprendi­do el método de dar el jaque mate, caen frecuentemente en estas situa­ciones.

En el diagrama n. 0 44 vemos un simple final del rey y dama contra Rey. La victoria es facilísima, pero hay que evitar el «ahogado».

44

En efecto, si las Blancas continua­ran con 1. 'i!tb6?, el Rey negro no tendría ninguna casilla a donde ir, pues la dama y el rey de las blancas controlan todos sus movimientos po­sibles. Y no es jugada legal mover

44

el rey a una casilla en que pueda ser capturado, pues ya hemos di­cho que al Rey no se le puede cap­turar: cuando se le amenaza -ja­que- hay que anunciarlo, y cuando no tiene forma de neutralizar las ame­nazas se produce el jaque mate.

Por tanto, tras 1. 'i!tb6?, en lapo­sición del diagrama n.o 44, la partida sería tablas automáticamente, mien­tras que bastarían tan sólo tres juga­das para forzar el jaque mate. Es de­cir: 1. 't\fd7 'i!tb8 2. 'i!tb6 'i!ta8 3. 't\fd8 (o 3.'t\fb7) mate.

Una vez conocida esta regla, po­demos pasar al estudio de los ma­tes básicos.

~ [ o Ul

~ Ul o o w [ J o [ w ¿ [ ~

Page 30: Roman Toran - Primer Curso de Ajedrez

Rey y dama. Rey y torre. Rey, alfil y caballo. Rey y dos alfiles.

En cambio, no se puede dar mate con rey y dos caballos, contra rey solo, y se puede llegar a forzar el mate con rey y peón contra rey, si el peón puede promocionar y, por tan­to, convertirse en una dama o una to­rre .

Cuando un bando queda solamen­te con el rey puede exigir que su ad­versario le dé el jaque mate en 50 jugadas y, en caso de que no con­siga tal objetivo en la cifra indicada,

~ la partida sería tablas. [ o w El mate ~ con la Dama w o o w [ J o

Es el más común y su técnica es muy sencilla. En primer lugar, hay que llevar el rey a una de las ban­das del tablero. Es decir, a lasco­

[ lumnas de torre o bien a la prime­w ra u octava línea. ~ De esta forma se reduce a cinco el ~ número de casillas a que puede ser

jugado el rey, mientras que en cual­quier otra línea o columna dispondría de ocho casillas y sería imposible controlarlas todas con nuestras pie­zas.

45

En la posición del diagrama no. 45 tenemos la situación menos conve­niente: Los reyes están distanciados y el del bando inferior está en el cen­tro del tablero.

La primera tarea es reducirlo a una banda o columna, lo cual se hace, sencillamente, con jugadas de dama y de aproximación al rey. Veamos un método simple que, ciertamente, no es el más rápido, pero sí fácil y sin riesgos de «ahogado".

1. '1Wc4

Así, el rey negro queda reducido a las tres primeras líneas del campo blanco y a las columnas de :a <t> a la de 'tW, solamente.

1. ... <t>f3 2. '1Wd4

Vemos que, así, se toma otra co­lumna más y, al igual que en la juga­da anterior, la Dama ha sido coloca­da a salto de caballo respecto al

Page 31: Roman Toran - Primer Curso de Ajedrez

rey enemigo. Otra vez "a salto de caballo, se reduce otra línea al rey negro.

2. ... ~e2 3. 1Wc3 ~f2 4. 1Wd3 ~g2 5. 1We3 ~f1

O bien, 5 .... ~h2 6. 1Wf3 ~g1 7. 1We2, con lo que llegaría a una posi­ción similar a la que ahora va a pro­ducirse, tras la siguiente jugada.

6.1Wd2 ~g1 7. ~g7

Finalmente, como ya está el rey negro en la banda, es el momento de aproximar el rey para cooperar en el jaque mate. Antes, hemos de com­probar que el rey adversario tiene dos casillas, por lo menos, para ir desplazándose, y que no se produz­ca la situación de «ahogado».

El resto es simple:

7. ... ~f1 8. ~g6 ~g1 9. ~g5 ~f1

10. ~g4 ~g1 11. ~g3 ~f1 12. 1Wf2 jaque mate

El mismo resultado se obtenía con 12. 1Wd1 .

El rnate con dos Torres

Muy sencillo es el mate con Rey y dos Tores, contra Rey, ya que la ac­ción de las torres, a lo largo de las columnas o de las líneas, les permite llevar al rey a una banda, sin necesi­tar el concurso de su propio rey.

46

46

En el diagrama na. 46 tenemos una posición con el rey negro en el cen­tro del tablero. Veamos la más senci­lla fórmula de forzar el mate:

1. 1Ia4

De este modo, el rey negro queda reducido a sus cuatro primeras lí­neas.

1. ... ~d5 2. 1Ih5+ ~c6 3. 1Ia6+

Las torres, en escalonado avance, van llevando al rey negro a la banda.

3. ... ~b7 4. 1Ig6 ~c7 5. 1Ih7+ ~d8 6. ll g8 mate.

Instructivo ejemplo de la fuerza combinada de las torres.

El rnate con una Torre

~ [ o w

~ w o

El mate con el Rey y la Torre es m u- o cho más laborioso que el Rey y Dama, (J)

al no tener la misma potencia, por cu- ~ brir un menor número de casillas la O Torre. En este final, el rey juega un pa- rr pel importantísimo en la tarea de re- ~ ducir al del adversario a una de las [ bMd~. l

Page 32: Roman Toran - Primer Curso de Ajedrez

En el diagrama no. 47 tenemos la posición que nos servirá de ejemplo ilustrativo, la cual estudiaremos en el sistema descriptivo.

41

1. l:l:a4!

De nuevo, el método de reducir al rey enemigo, que ahora cuenta sola­mente con sus cuatro primeras lí­neas.

1. ... <t>c5 2. <t>e3

El rey debe acercarse rápidamen­te para cubrir casillas de escape al adversario.

2. ... 'it>b5 3. Ii:d4!

Otra jugada restrictiva, pues ahora ~ el rey negro solamente tendrá lasco­[ lumnas 'a', 'b' y 'e', un total de doce ~ casillas. ~ w o o

3 . ... 4. 'it>d3 5. l:l:c4

wc5 'it>b5

~ Así se reduce a ocho casillas el J campo de acción del rey negro. o [ w 2 [ ~

5 . ... 6. wc3 7. 'it>b3 8. l:l:c5+

<t>a5 'it>b5 wa5

Al controlar al rey las casillas de escape del adversario, este jaque re­duce, de nuevo, el campo.

a.... wa6 9. 'it>b4 'it>b6

10. llc1!

Una jugada «de espera". El rey ne­gro no puede avanzar, ni salir de las dos columnas en que está confina­do. Estas jugadas son muy importan­tes en este final.

10. ... wa6 11. llc6+ 'it>b7 12. 'it>b5 wa7 13. Il:c7+ wa8 14. 'it>b6

Con la torre, el riesgo de «ahogo» es menos que con la dama; pero hay que estar siempre vigilantes y asegurarse que el rey enemigo tiene, por lo menos, dos casillas (aquí las de a8 y b8).

14. ... 'it>b8 15. llc1

Otra jugada «de espera".

15. ... waa 16. Il: ca mate.

El mate con dos Alfiles

Aunque no es frecuente en la prác­tica, el mate con dos Alfiles constitu­ye, en su desenlace, un excelente ejemplo de la fuerza combinada de estas piezas. Así como las torres ac­túan, arrinconando al rey hacia la banda, a lo largo de columnas o de líneas, en el mate con dos alfiles, na­turalmente, al rey se le lleva a las ban­das con el control escalonado de dia­gonales. En este mate, la colabora-

Page 33: Roman Toran - Primer Curso de Ajedrez

ción del Rey es necesaria y hay que tener en cuenta que el mate se pro­duce, normalmente, en una de las es­quinas del tablero. Veamos un ejem­plo práctico, a partir de la posición del diagrama n°. 48.

48

1 . .tc3+ ®f4

La alternativa es 1. . .. , ®d5, pero entonces el rey tendría reducido su campo de acción desde la gran dia­gonal negra y el mate se producirá en las casillas a8 o b8.

2. ®f2 ®g4 3 . .td2!

Otra vez se «COrta, terreno al rey negro.

3. ... ®h5 4. ®f3!

Siempre hay que estar atentos al «ahogado". Un gravísimo error sería 4. ®g3?, por dicho motivo. Al rey ne­gro se le conduce ahora hacia la es­quina h1.

4. ... ®h4 5 . .tg6!

Otra forma de «tomar, casillas al rey, que ahora debe encaminarse ha­cia el mortal rincón («hi»).

5. ... ®h3 6 . .tg5 ®h2 7. ®f2!

El rey se sitúa tomando una de las casillas de escape y el mate es inme­diato.

7. ... ®h3

O bien, 7 .... , ®h1; 8 . .tf5!, ... (ex­celente jugada «de espera,); 8 .... , ®h2; 9 . .tf4 + , ®h1; 10 . .te4 mate.

8. i.f5+ ®h2 9 . .tf4+ ®h1

10 . .i.e4 mate.

El mate con alfil y caballo

En último término, vemos el mate con alfil y caballo, que es el mate más difícil de todos los mates sim­ples, y hasta para jugadores con gran experiencia presenta muchos problemas.

Hay dos reglas básicas: 1) Al rey del bando inferior hay que llevar­lo a la banda, y 2) El mate se pro­duce en uno de los rincones cuya casilla es del mismo color que el alfil.

Realmente, a esta altura del estu­dio, no es muy importante conocer a fondo este mate, de gran compleji­dad, por lo que solamente estudiare­mos la fase final del mismo, con lige- N ros comentarios. w

Así, en el diagrama n.o 49 tenemos ~ ya al rey en una de las bandas. Como w

el alfil corre por casillas blancas, hay ~ que conducir al rey negro al rincón w de h1 o el de a8. Elegimos el camino O hacia a8 : ~

1. lt:lf7+ 2 . .te4

49

®g8

[ ) o [ Ul 2

Las jugadas de espera son muy [ frecuentes en este mate. Ahora, el rey ~

Page 34: Roman Toran - Primer Curso de Ajedrez

~ [ o w

~ w o o rJJ [ J o [ llJ

2 [ ~

49

negro va a perder inmediatamente la casilla g8, y su marcha hacia el rin­cón mortal es inexorable.

2. ... ~fa 3 . .th7! ~ea 4. liJeS ~fa s. ll:ld7+ ~ea 6. ~e6 ~da 1. ~d6 ~ea a . .tg6+ ~da 9. ll:lc5 ~ca

10 . .tea!

Ahora se realiza la jugada de «es­pera», aprovechándola para trasladar el alfil a una posición más activa para

la consecución del mate. Desde la diagonal a4-e8, también evitará que el rey negro se «escape, hacia el rin­cón b8, en donde estaría seguro.

10. ... ~da 11 . .tc6 ~ca 12 . .td7+! ~ba

Pero no ~d8, a causa de 13. ll:le6 mate (también se produce el mate con ll:lb7).

13. ~c6 ~a7 14. ~c7 ~aa 15 . .tea!

Así, el alfil y el rey controlan las sa­lidas del rey enemigo del rincón y el caballo puede maniobrar tranquila­mente para controlar la casilla a?, ya que la de aS la dominará, en el mo­mento oportuno, el Alfil.

15. ... ~a7 16. ll:ld7 ~aa 17. ll:le5 ~a7 1a. ll:lc6+ ~aa 19 . .tb7 mate.

Page 35: Roman Toran - Primer Curso de Ajedrez

9 Fl E "V' "V' PE C> 1'.1

C::::: C> 1'.1-.-Fl~ Fl E "V'

E n el curso de una partida, la mínima ventaja material

que puede obtenerse es un peón. Normalmente, esta superioridad es suficiente para alcanzar la victoria, pero cuando se producen simplifica­ciones y se llega a un final de rey y peón contra rey sólo es preciso co­nocer las reglas fundamentales que vienen a decidir matemáticamente el resultado. Si el peón puede coronar dama o torre, se produce un final ya conocido, de los mates simples, pero hay posiciones en las cuales el peón puede ser bloqueado y no puede al­canzar la casilla de promoción.

Veamos cuándo se gana y cuán­do el final es tablas.

50

En la posición del diagrama no. 50 el bando fuerte gana, porque el rey está delante del peón y entre am­bos hay una línea intermedia.

El plan ganador es avanzar el rey tanto como sea compatible con la se­guridad del peón y no avanzar el peón mientras no sea esencial para su seguridad o para romper la opo-

sición de los reyes. Esta es la teoría, que el desarrollo del final completará como parte práctica:

1. we4 we6

El rey negro impide el avance del rey blanco, lo que se denomina «opo­sición,, (de los reyes). Es, pues, mo­mento de avanzar el peón.

2. e3! wf6 3. wd5 we7

A 3 .... , wf5 debería seguir 4. e4+ , ya que, si el rey blanco prosiguiera su avance, con 4. wd6? we4! llevaría a la captura del Peón. Después de 4. e4+ wf6 5. wd6! wf7 6. e5 we8 7. we6! se llegaría a la misma posición que alcanzaremos en la línea princi­pal , después de la octava jugada.

4. we5 wd7 5. wfs

Si el rey negro hubiera ido a f7, el de las blancas debería jugar a «d6", ~ como es lógico. [

o Ul

~ 5 . ... we8

o bien 5 ... wd6 6. e4 wd7 7. e5! ~ ... (Pero no 7. wf7? wd6! y habría 0 que regresar con 8. wf6 para evitar (f)

8 .... we5) 7 .... we8 8. we6 la mis- ~ ma posición que ya hemos mencio- O nado. rr

Ul ¿

6. e4 wd7 [ 7. e5 we8 ~

Page 36: Roman Toran - Primer Curso de Ajedrez

Si 7 .... wd8. 8 wf7 y el peón avan­zaría imparablemente hasta la casilla de promoción.

51

8. we6!

La jugada ganadora, mientras que sería un gravísimo error 8. e6, debi­do a 8 . ... wf8 que, como veremos en la segunda parte de este estudio, conduce a tablas.

8 . ... 9. wd7

10. e6+ 11. e7

wf8 wt1 wts

y el peón corona dama, lo que lleva­ría a un rápido mate. Veamos ahora la segunda parte de este tema, las posiciones en que, con una precisa

~ e:::~~¿ne~a~~~~0E~~~~r~~~~d~u~~~ ~ do el rey del bando débil puede im­, pedir el avance del rey enemigo, con ~ la «Oposición, sistemática que corta w 0 su paso. o w 52 [ J O En el diagrama n.o 52 tenemos una [ posición en la que no hay una línea ~ intermedia entre el rey del bando [ fuerte y su peón. Por otro lado, ve­~ mos que el rey negro está impidien-

52

do el avance del rey blanco. La co­rrecta defensa, basada en estos dos puntos esenciales, debe conducir a tablas:

1. d3

Obvio es decir que, a 1. wc3?, vendría 1. .. . we3 y la captura del peón.

1. ... wds

Como veremos: el rey del bando inferior debe permanecer siempre delante del peón o del rey adver­sario.

2. we3 wes

Importante jugada, ya que, de otro modo, el rey blanco pasaría a situar­se delante del peón, con una casilla intermedia, lo que llevaría a la victo­ria; por ejemplo: 2 .... wcs 3. we4 wd6 4. wd4! we6 (ó 4 .... lt;c6 5. we5) 5. wcs y ganan, como vimos en el primer estudio.

3. d4+ wds 4. wd3 wds!

Muy precisa, para poder oponerse al avance del rey blanco, aunque aquí todavía no sea esencial , ya que

Page 37: Roman Toran - Primer Curso de Ajedrez

si 4 .... <t>e6 (o 4 . ... <t>c6) 5. <t>e4 (o <t>c4) 'lt>d6! el final es tablas, como se podrá comprobar fácilmente , al término de este estudio.

5. <t>c4 <t>c6!

El rey ha de estar siempre delante del rey o del peón. Grave error sería 5 .... <t>e6, a causa de 6. <t>c5! 'lt>d7 7. <t>d5! <t>e7 8. <t>c6 y el rey se ha­bría adelantado al peón, con una ca­silla intermedia, lo que lleva al triun-fo, tras 8 . ... <t>e6 9. d5+ <t>f710. <t>c7, o bien 8 . ... <t>e8 9. <t>c7 <t>e7 10. d5! que impide <t>e6, y el Peón corona.

6. dS+ 'it>d6 7. 'it>d4 'lt>d7! 8. <t>eS <t>e7! 9. d6+ 'it>d7

10. <t>dS

53

La posición más importante de todo el final. Aquí sólo hay una juga­da que conduce a las tablas:

10. ... 'lt>d8!!

Cuando los reyes están enfren­tados, solamente separados por el peón, hay que situar al rey fren­te al peón, a fin de oponerse al rey contrario cuando entre en la sex­ta línea. Así, un error sería 1 O. .. . <t>e8 por 11 . <t>e6 y ganarían la opo­sición las blancas: 11 . .. . <t>d8 12. d7

<t>c713. <t>e7 y el peón corona. Igual­mente, si 10 .... <t>c8 11. <t>c6 <t>d8 12. d7 llevaría al mismo resultado.

11. <t>c6 <t>c8 12. d7+ <t>e8

Y el final es tablas, puesto que si 13. <t>d6 se produce una posición de «ahogado".

La excepción de este final es cuan­do el peón del bando fuerte está si­tuado en una columna lateral : "a" o "h'', en cuyo caso el resultado es ta­blas:

54

En la posición del diagrama n.0 54 el rey del bando fuerte tiene la posi­ción ideal, al estar situado delante del peón y separado por líneas interme­dias, pero el resultado es tablas, por­que, al encontrarse el peón en la ban­da, su rey sólo dispone de una co- N lumna para maniobrar y no dos, w

como vimos en los estudios anterio- ~ res. Así, después de 1.a5 'lt>b8 2. w 'lt>b6 <t>aS 3.- a6 'lt>b8 4. a7+ <t>a8 y ~ tablas. w

Para conseguir las tablas, es sufi- O ciente con que el rey del bando infe- ~ rior alcance, antes que el peón lle- [ gue a la séptima línea, las casillas 5 «f8, o <<C8>> y las correspondientes de ,,f1, y <<C1 '', si es el bando negro ~ quien tiene el Peón de ventaja. 2

[ 55 ~

Page 38: Roman Toran - Primer Curso de Ajedrez

~ [ o IJJ

~ UJ

o o w [ )

o [ UJ

2 [ ~

En la posición del diagrama n.o 55 nos aclarará perfectamente este caso:

1) Si corresponde el turno de jue­go a las negras, el final es tablas: 1. ... <Jic8!! 2. wa7 <Jic7 3. h6 <Jic8! 4. <Jih8 ... (Si 4. wb6 <Jib8 y tablas, como en el caso estudiado en el ejemplo anterior.) 4 .... wc7 5. a7 wc8 y sería el bando fuerte quien se encontraría en posición de «ahoga­do".

2) Por el contrario, si correspo~­diera jugar a las blancas en la posi­ción del diagrama n.0 55, se impon­drían inmediatamente con 1. <Jib7!, con lo que el peón tendría libre acce­so a su casilla de promoción .

56

Problema n.O 1

•••• ••• • • • • • • • = •• ·e .• • • •••• • • • • • • • • Juegan blancas y ganan. ¿Qué pa-

saría si jugasen las negras?

57

Problema n,. 2

••• • • •••• m • • • • e • • • •••• •••• ••••• ••••

Juegan blancas y ganan.

Page 39: Roman Toran - Primer Curso de Ajedrez

-.o II:>ES.A..~FIC>LLC>,

C:::EI'oi-~C> "V' -IEIVI P C>

IV'I uchos son los que han com- · parado una

partida de ajedrez con una batalla y, realmente, existen numerosos puntos de contacto: así, tenemos dos ejérci­tos -las piezas de ambos ban­dos- , un campo de combate -el tablero- y hasta dos Estados Mayo­res, que coordinan los movimientos de sus respectivas fuerzas, que son los dos contendientes. Además, el ajedrez tiene su estrategia y su tácti­ca porque como en toda batalla sa­bemos que ambos ejércitos deben distribuir sus efectivos de una mane­ra armónica, tanto para el ataque como para la defensa, de forma que ! cooperen todas las fuerzas en un ob­jetivo común.

En ajedrez, esto se inicia en las pri meras jugadas -llamadas apertu­ra- con el desarrollo de las piezas. Así podemos decir que el concepto desarrollo es, simplemente, la en­trada en acción de las piezas, que, como es fácil comprobar, en su po­sición inicial no tienen ninguna activi­dad y solamente el caballo, por su peculiar movimiento -el caballo «Salta»-, puede ser jugado.

Una vez conocido este concepto, debemos pasar al del centro, que así se denomina al conjunto de las cuatro casillas e4, e5, d4 y d5, según la notación algebraica. Su gran im­portancia se comprueba en estas ca­sillas, en el centro, las piezas alcan­zan su mayor potencia. (Compárese el número de casillas que domina desde este conjunto cualquiera de

las piezas y se verá que, desde él, tienen más grande el campo de ac­ción.) Y podemos observar, también, que desde el centro las piezas pue­den trasladarse con mayor rapidez a cualquier sector del tablero, por lo que deducimos que debemos esfor­zarnos por dominar y, a ser posible, ocupar las casillas citadas.

Volvamos ahora , sentada esta base previa, sobre los principios del desarrollo, según los estableció el que fue campeón mundial, doctor Enmanuel Lasker:

1. Abrir el juego con el peón de rey o el de dama

Es conveniente abrir el juego con los peones centrales. Ellos dejan paso libre a más piezas que cual­quiera de los otros. Jugando el t:, rtl , en el primer movimiento, por la casi­lla que deja libre su avance pueden entrar en acción la dama, un alfil y un caballo (el rey no es interesante, sino muy peligroso, ponerlo en juego en el comienzo, salvo realizar el enro­que). Igual ocurre si comenzamos el ~ juego con el avance del Peón 'd '. [

o w

2. Hacer, si es posible, ~ una buena jugada de desarrollo w que amenace algo o

Después de 1.e4 e5, el desarrollo o 2. ll:l f3 es una buena jugada. No sólo rJJ

moviliza una pieza, sino que, tam- ~ bién, amenaza un peón enemigo. o Esta misma razón justifica la bondad [ de la réplica 2 .. .. ll:lc6, de las negras, .~ que desarrolla una pieza, protegien- [ do el Peón atacado. a.

Page 40: Roman Toran - Primer Curso de Ajedrez

3. Desarrollar los caballos antes que los alfiles

Una vez jugado 1. e4, vemos que el alfil, desde su casilla de origen, ya domina una buena diagonal; es de­cir, actúa sin haber sido desarrollado. Sin embargo, el caballo, desde su casilla inicial, sólo domina casillas que controlan otras piezas y peones. Entonces, para que tenga alguna ac­tividad el caballo , es necesario desa­rrollarlo, lo que justifica esta regla.

4. Elegir la casilla más conveniente para una pieza y llevarla allí en una sola jugada

De esto debemos deducir que no es conveniente jugar dos o más ve­ces la misma pieza en las primeras jugadas.

5. Hacer solamente uno o dos movimientos de peón en la apertura

Esto sirve para resaltar la impor­tancia del desarrollo de todas las pie­zas, ya que otras movidas de peón no facilitan ningún nuevo desarrollo.

~ 6. No movilizar la dama rr prematuramente ~ Siendo la pieza más valiosa, no ~ debe exponerse a ser atacada por w una pieza de inferior valía, que la obli­o garía a retroceder, y facilitar el desa-0 rrollo del adversario, al amenazarla. w [ ) ü 7. Enrocar tan pronto como rr sea posible ~ Ya conocemos las ventajas del en­[ roque: se resguarda el rey y se mo­~ vil iza rápidamente una torre.

8. Hacer jugadas para dominar el centro

En nuestros comentarios anterio­res ya destacamos la importancia del centro .

9. Procurar mantener un peón en el centro, por lo menos

Un peón en el centro domina casi­llas vitales e impide la colocación, en ellas, de piezas enemigas.

El tiempo: ganancia y pérdidas de tiempo

Se llama tiempo, en ajedrez, a cada jugada de desarrollo. El tiem­po es un factor de gran importancia para valorizar las posiciones, ya que, casi como regla general, puede de­cirse que el jugador que tiene más piezas desarrolladas está mejor si­tuado.

Existen tres casos típicos de pér­didas y ganancias de tiempos:

En la posición del diagrama n.o 58, si las blancas realizan la jugada 1. lt:Jg5? y las negras responden con 1 . .. . lt:Jh6! este bando habrá ganado un tiempo.

58

La explicación es sencilla: vemos que la jugada de las blancas no ha

Page 41: Roman Toran - Primer Curso de Ajedrez

sido de desarrollo, toda vez que el Caballo ya estaba en juego. Sin em­bargo, el bando negro ha desarrolla­do una pieza a la vez que ha defen­dido la amenaza. Luego podemos decir, como regla general, que: cuan­do un jugador se defiende de una jugada de ataque sin desarrollo, con una jugada de desarrollo, ha ganado un tiempo.

Otro caso se presenta cuando se coloca una pieza en una casilla donde puede ser atacada con una jugada de desarrollo. En el diagra­ma n.o 59 si las negras jugarán aho­ra 1 .... .tc5, las blancas replicarían con 2. d4 y ganarían un tiempo, pues el alfil, atacado por el Peón , de­bería retirarse. Sin embargo, hay que tener presente que 2. d4 es, efecti­vamente, una buena jugada de de­sarrollo, pues se trata de un peón central el que se avanza. En cambio, no tendría ninguna importancia si el peón que se movilizara no ayudara al posterior desarrollo de las piezas. Por ejemplo, si en el mismo diagrama n.o 59, las blancas tuvieran su .t <;t> en b5, las negras no ganarían un tiem­po con el avance a6, ya que tal juga­da no ayuda a su desarrollo.

59

Un tercer caso de ganancia y pér­dida de tiempo se produce cuando se realiza un cambio de peón o

pieza y el adversario recupera el material con una jugada de desa­rrollo. Si en el diagrama n.o 60 las negras jugaran 1 .... dc4 perderían un tiempo, al responder las blancas con 2 . .txc4 jugada que desarrollaría una pieza.

60

Veamos una partida que ilustra los temas estudiados en este capítulo. Fue jugada en una exhibición de si­multáneas y el conductor de las pie­zas negras, un aficionado de poca fuerza, cometió errores que resulta­rán muy instructivos:

1. d4 lt::lf6 2. c4

Las dos jugadas anteriores han sido correctas, según las reglas del desarrollo que, naturalmente, son N generales y útiles solamente para ju- ~ gadores que se inician en el ajedrez. o El movimiento del peón 'e' no desa- ~ rrolla ninguna pieza, pero ejerce un ~ importante control sobre el centro, lo ~ cual lo justifica plenamente. 0

w 2. ... d5 [

)

Una jugada mala. Los peones en O el centro deben estar protegidos [ por peones y no por piezas. Era ~ mejor 8 3'it> o 8 3.i y después reali- [ zar este avance, con lo cual mante- ~

Page 42: Roman Toran - Primer Curso de Ajedrez

~

drían las negras un peón en el cen­tro, según recomienda la regla 9.".

3. cd5! lt:) xd5

Si ahora hubiesen jugado las ne­gras 3 ... . 'i/fxd5 las blancas ganarían un tiempo con 4. lt:lc3 al atacar la dama enemiga, que tendría que reti­rarse. Un excelente ejemplo de la re­gla 6." y del segundo caso de ganan­cia de tiempo.

4. lt:lf3 .td7?

Otra mala jugada, ya que, pieza mal situada no está desarrollada. El alfil , en esta casilla, lo único que hace es dificultar el desarrollo de las piezas negras.

5.e4

Ahora tenemos otro caso de desa­rrollo activo y ganancia de tiempo, al hacer una jugada útil , atacando una pieza enemiga.

5. ... lt:lb6 6. lt:lc3 e6 7 . .td3 lt:lc6 8 . .tf4 f6?

Era preferible desarrollar el .t ~ , preparando el enroque.

9. 0-0

~ Hagamos ahora un análisis gene­UJ ral de la posición. Las blancas han ~ terminado su desarrollo de piezas y UJ sus fuerzas ejercen un completo con­o trol del centro, en el que tienen una ~ superioridad de peones, además. [ )

ü 61

[ Ul 9. ... g5?? 2 [ Un error típico del jugador princi-~ piante, que trata de hostigar las pie-

61

zas enemigas, sin preocuparse del desarrollo total, que debe preceder a todo ataque. Ahora, como las blan­cas tienen mayor número de piezas en juego, no sólo rechazarán la in­tempestiva agresión, sino que casti­garán la violación de los principios enunciados, aprovechándose de la mala situación del rey negro aún en el centro.

10. lt:lxg5!

Un cambio desigual, pero que abre paso a una combinación.

10. ... fxg5 11. 'i!fh5+ ~e7 12, i_ X g5+ ~d6

13. lt:lb5 mate.

Valoremos las posiciones

Volvamos ahora a la posición de la partida anterior, después de la juga­da 9 de las blancas, que queda re­flejada en el diagrama n.o 61 . Si al co­mienzo de este capítulo hemos seña­lado que el tiempo nos servía para valorar las posiciones, pues el bando que tiene mejor desarrolladas sus piezas es el que está mejor dispues­to para iniciar cualquier tipo de ac­ción, hagamos un estudio práctico.

Para establecer una valoración de-

Page 43: Roman Toran - Primer Curso de Ajedrez

bemos contar las jugadas de desa-' rrollo de ambos bandos y tenemos que las blancas tienen siete: han mo­vilizado sus dos caballos, sus dos al­files , tienen dos peones en el centro y han realizado el enroque. Por su parte, las negras tienen cuatro tiem­pos solamente: han movilizado sus dos caballos, un alfil y también pue­de considerarse como un tiempo -jugada de desarrollo- el avance de su peón 'e'. Además, debemos re­saltar que el .t 'iW negro está mal de­sarrollado -en d7 no ejerce ninguna función práctica- y ya hemos apun-

tado que pieza mal colocada no está desarrollada.

Consecuentemente, salta a la vis­ta la abrumadora ventaja que tenían las blancas en esta posición, lo que les permitió rematar rápidamente la lucha.

Finalmente, diremos que esta va­loración de las posiciones es, hasta cierto punto, un tanto rudimentaria, pero perfectamente aceptable mien­tras se adelanta en el estudio y se co~ nazcan otro tipo de factores más complejos, como casillas débiles, etc.

~ [ o lU

~ w o o (/) [ J o [ w 2 [ ~

Page 44: Roman Toran - Primer Curso de Ajedrez

uede y suele suce­der que, tras una dura partida de lu­

cha, ambos contendientes no cuen-tan con la fuerza mínima necesaria para dar el mate. Ya sabemos que con el rey y alfil , o rey y caballo y aun con rey y dos caballos, contra rey solo, es imposible dar mate. A pesar de la superioridad material del ban­do que cuenta con una pieza de ven­taja, el resultado es tablas, que así se denomina al empate en ajedrez, y si la partida es de competición cada jugador se anota medio punto.

Vamos a estudiar ahora los diver­sos tipos de tablas que se pueden presentar en el transcurso de una partida.

Por«ahogado»

Las tablas por rey «ahogado, se producen cuando uno de los conten­dientes, correspondiéndole el turno de juego, no puede realizar movi­miento legal alguno y, además, su

~ rey no se encuentra en jaque (si se [ hallara en esta situación sería, evi­~ dentemente, jaque mate). "1 ~ 62 1!1

o o (/) [ J o [ 1!1

~ [ ~

En el diagrama 62 tenemos un ex­celente ejemplo para ver, de forma esquemática, un caso de rey ahoga­do. Si correspondiera jugar a las ne­gras, obseNamos que su rey no ten­dría casilla disponible alguna, y ya sabemos que no es movimiento legal poner al rey propio bajo los fuegos de las piezas enemigas. Por lo tanto, a pesar de que las blancas tienen po­sición ganadora - el material es su­ficiente para dar mate-, el resultado sería de tablas. Y lo mismo ocurriría si correspondiéndole el turno a las blancas, continuasen aquí con i .we5 .

Lo indicado en estas posiciones, en las que uno de los bandos tiene neta ventaja, es asegurarse que no se produce una situación de rey aho­gado. Por ejemplo, en la posición que hemos estudiado, un buen plan sería i . tt:lg5, dando escape al rey enemigo, y seguir luego con la apro­ximación de su rey tranquilamente, como en el caso simple de rey y to­rre contra rey. Esto, claro está, como consejo en la etapa inicial del estu­dio. Después ya se resuelven estos casos sin dificultades.

En cambio, si en la posición tema de este estudio las negras tuvieran, por ejemplo, un peón en a?, las blan­cas sí podrían continuar con i . we5 a5 2. wd6 (o wf6) a4 3. l:l:e7 mate.

Aunque me he referido a que, cuando ya se tiene cierta experiencia, es difícil que ocurra este tipo de ta­blas, la realidad es que de este peli­gro no se escapan ni los más rele­vantes grandes maestros, aunque sólo ocurra excepcionalmente.

Page 45: Roman Toran - Primer Curso de Ajedrez

63

Más frecuente es que, especulan­do con esta posibilidad de salvación, el bando inferior discurra un plan que lleve a las tablas, mediante oportu­nos sacrificios de material. En la po­sición del diagrama n.o 63, por ejem­plo, que corresponde a la famosa partida Bronstein/Gerasin (U RSS, 1978), las blancas se encontraban in­defensas ante la mortal amenaza 1 . .. . VWg1. Por otro lado, se observa que las blancas solamente disponen de jugadas con su dama y su torre, al estar bloqueados los peones y no te­ner su rey casilla alguna disponible. Bronstein llegó a la lógica conclusión de que si lograba «desprenderse" de dama y torre se llegaría a una posi­ción de ahogado y, por lo tanto, de tablas. He aquí como continuó la par­tida en cuestión:

1. llgS+! i>f6!

Si 1 . ... hg5?, 2. YWh7+!! i>f8! (la captura llevaría automáticamente al ahogado) 3. YWxf?+! wxf? y itablas por rey ahogado!

2. l:l:fS+!

Y la partida finalizó en tablas, tras 2 .... i>g7 3. llg5+ y la línea del co­mentario anterior. Vemos que no va­lía 2 .... i>e6?, a causa de 3. YWc8+! i>e7 (si 3 .... YWd7, 4. l:l:f6+! i>e7 5. ;¡;¡ xf7+1, ganando la dama) 4. YWc7+

y las blancas ganarían por ataque, al no ser posible 4 .... YWd7 por 5. ;¡;¡X f7 +!

Los casos de rey ahogado que suelen presentarse en la práctica son , normalmente, menos comple­jos, aunque no menos sutiles en su ejecución .

64

El del diagrama 64 es relativamen­te sencillo. Las negras tienen clara ventaja material, pero sus peones es­tán bloqueados y con una precisa ju­gada pueden forzar el empate: 1 . ... YWc1 +! 2. YWx c1 (de otro modo se perdería la dama) y vemos que el rey negro ha quedado en situación de ahogado, al forzar a la dama enemi­ga a controlar la casilla d2.

Un caso de auto-ahogado se pro­dujo en la partida Biglova/Strands- N trem (URSS, 1953), cuya posición w

culminante la refleja el diagrama 65 : ~

65

w

~ w o o lfJ [ ) o [ w ¿ [ a

Page 46: Roman Toran - Primer Curso de Ajedrez

~ [ o w

~ w o

Las blancas continuaron aquí con 1. h4! y no hay forma de evitar la amenaza 2. ~g8+! ~xg8 y irey aho­gado! Con su primera jugada las blancas no sólo quedan sin movi­mientos de su peón, sino que elimi­nan la única casilla de que disponía su rey. No es posible 1 . ... ll:d3 por 2. ~f7+!! , ni 1 . .. . ll:a8, por 2. ~g8+! , con idénticas situaciones de rey aho­gado.

Problema n.o 3.

66

Negras juegan y hacen tablas

Problema n.o 4

67

o Blancas juegan y hacen tablas ({) [ J Por jaque O continuo [

~ Este caso se produce cuando uno [ de los bandos no puede eludir el ~ constante acoso a su rey con jaques,

y la acción ofensiva no es suficiente para forzar la victoria.

68

En la posición del diagrama 68 las Negras tienen neta superioridad ma­terial, pero las blancas logran salvar­se con tablas mediante 1. ~f8+ ~h7 2. ~f7+ ~h6 3. ~f6+ y el rey negro no puede escapar al jaque conti­nuo, también denominado jaque perpetuo. En este caso, esquemáti­co, sólo pretendíamos explicar gráfi­camente la maniobra de tablas, pero en la práctica suele producirse des­pués de algún tipo de maniobra tác­tica o combinativa.

69

Un caso muy frecuente es el que resuelve la posición del diagrama n.0

69, que nos brinda otro esquema que, sin duda, nos será de gran uti­lidad en la práctica. La superioridad de las blancas es abrumadora, pero las negras se salvan con la maniobra

Page 47: Roman Toran - Primer Curso de Ajedrez

temática 1 . .. :~c1+ 2. <t>h2 ~f4+ y no hay forma de escapar a los jaques de la dama, puesto que si 3. <t>g1, 3. ... ~c1+, y si 3. g3, 3 .... ~xf2+ 4. <t>h1 ~f1+, también con tablas.

El mecanismo salvador de la posi­ción negra, en el diagrama 70, co­rrespondiente a la partida Fis­cher{fahl (Leipzig, 1960), es también muy instructivo, y debe tenerse en muy presente, ya que con frecuencia se produce en la práctica.

70

Las negras juegan y logran tablas mediante 1 .... ~g4+ 2. <t>h1 ~f3+ 3. <t>g1 ~g4+, etc. Para conseguir este tipo de posiciones, generalmente se suele recurrir al sacrificio de una to­rre, como veremos en el diagrama no. 71 :

71

Aunque las negras tienen clara ventaja, las blancas fuerzan el empa­te con 1. l;lxg7+! <t>xg7 (1 ....

~h8??? 2. ~xh7 mate) 2. ~g5+ <t>h8 3. ~f6+ y ya tenemos el meca­nismo de tablas, con jaques en g5 y f6.

Siguiendo con los tipos de jaque perpetuo frecuentes en la práctica, tenemos el que salva a las blancas en la posición del diagrama 72:

72

Nuevamente recurrimos a una po­sición esquemática, en la cual se ve con claridad el mecanismo salvador: 1. ~h5+ ~g8 2.~e8+ <t>h7 3. ~h5+ y tablas . inevitables. Con el peón blanco en f5 también se produciría el jaque continuo, aunque las negras, en la posición que estamos estudian­do, tuviesen un alfil en e3. Tras 1. ~h5+ .th6 2. ~e8+ <t>h7 3. ~g6+ seguiría jaque continuo.

Tampoco el concurso de la dama sirve para salvar este tipo de manio- ~ bra, en muchas ocasiones. ~

73

111

~ 111

o o U! [ J o [ 111

2 [ ~

Page 48: Roman Toran - Primer Curso de Ajedrez

Un ejemplo nos lo ofrece la posi­ción del diagrama n.o 73. En ella las blancas se salvan con la siguiente maniobra: 1. :!:! f2! (salva el mate en g2 y desvía a la torre de la diagonal que llevará a la dama a h5) 1. . .. j¡! xf2 2. 't!fh5+ 't!fh7 (o bien 2 . ... rt>g8 3. 't!fe8+) 3. 't!fe8+ 't!fgB 4. 't!fh5+ 't!fh7 5. 't!feB+ y tablas.

74

Otro mecanismo típico de tablas se produce con la colaboración del equipo torre-caballo, como en el de­senlace de la posición del diagrama n.o 7 4. En ella las negras consiguen un jaque continuo mediante la manio­bra: 1 .... ltJxe3!! 2. l:!xc2+ l:!a1 3. wh2 lbf1 + 4. rt>g1 lt:\e3+ (o lt:\g3+ y tablas.

Otras veces vemos que el jaque continuo se produce por medio de una persecución al rey enemigo, con

~ maniobras menos lineales que los [ casos típicos que hemos visto hasta ~ aquí. 1 ~ 75 w o o (f) [ )

o [ w ¿

Así tenemos un ejemplo en la po­sición que refleja el diagrama 75, que corresponde a la partida Pa­devsky/Keres (Moscú, 1956). Las ne­gras, en desventaja, optaron por bus­car el empate con una activa manio­bra: 1 .... l¿Jxf2! 2. wxf2 't!fe3+ 3. wg2 't!fd2+! 4. wh3 (si 4. wg1?, 4. . .. 't!fxc1+, captura que, ahora, al ser sin jaque, dejaría seguir a las Blan­cas con 5. 't!fxe8+, recuperando la iniciativa y conseNando el material sacrificado por su rival, mientras que si 4. wf3, 4 . .. 't!fxd3+) 4 .... 't!fh6+! 5. wg2 't!fd2+ 6. wh3 't!fh6+ y ya te­nemos otro mecanismo de tablas, que nos recuerda a los examinados en ejemplos anteriores.

Problema n.• 5

76

Problema n. • 6

Page 49: Roman Toran - Primer Curso de Ajedrez

Por repetición de posiciones

Un jugador puede reclamar el em­pate cuando, en el curso de la parti­da, se produce tres veces la misma posición y corresponde, en todas ellas, jugar al mismo bando. Esto es fácil de comprender, ya que la posi­ción no sería la misma si no corres­pondiera jugar al mismo bando. Es­tas repeticiones pueden ser volunta­rias o forzadas, pero, de acuerdo con el reglamento, debe reclamarse el empate al árbitro, antes de realizar la jugada que produciría la terce­ra repetición.

78 •m m m•m • m m •• m m m m m m~m m m m m m m m m u ~ - . ~~~ m m w u mnm m m

En la posición del diagrama n.o 78 vemos un típico caso de repetición de jugadas por ataque continuo (no jaque, al ser dirigidas las amenazas contra otras piezas) . Las blancas, a quienes corresponde jugar, se en­cuentran ante la amenaza a su dama, la cual no puede apartarse de la co­lumna 'g', a causa del mate con 1 ... . ~xg2 . Sin embargo, lograron salvar­se con una sutil defensa, 1. :ii: b5! !, y ahora es el bando negro quien se ha­lla en serias dificultades, pues la dama debe proteger a su torre, así como el mate en b7, pero también encontraron un apropiado recurso defensivo, con 1 .... :ii:e8!! (esta ju­gada salva las dos amenazas , al

plantear la de 2 .... :ii:e1 mate, así como 2 .... ~xb5. La réplica blanca es obligada) 2. :ii: b1 l:t g8 3. lit b5 liteS 4. litb1 litg8 5. litb5! y tablas.

Por mutuo acuerdo

En el curso de la partida uno de los jugadores puede ofrecer las tablas. Debe hacerlo con su reloj en marcha, para no distraer al adversario. Si este acepta la propuesta, el juego termi­na en empate. Estos empates suelen ocurrir porque ambos contendientes consideran que la igualdad existente ha de conducir irremediablemente a las tablas, bien por tener dificultades de tiempo para completar las juga­das reglamentarias, bien porque el resultado de tablas satisface las am­biciones de los jugadores.

Por insuficiente material

Ya lo explicamos en el comienzo de este capítulo y un ejemplo nos lo brinda la posición del diagrama n.o 79, que nos servirá igualmente como problema final :

Problema n.• 7

79 ~ [ o w

~ w o o ([) [ J o [ w ¿

Juegan negras. ¿cuál es el resul- [ tado? ~

Page 50: Roman Toran - Primer Curso de Ajedrez

SEGUNDA PARTE

Tác:tic:c.

Page 51: Roman Toran - Primer Curso de Ajedrez

1 't. urante largos _. años se prestó

exclusiva aten­ción al estudio de los finales y de las aperturas, mientras que, sobre el me­dio juego, apenas hubo material di­dáctico. Era, pues, precisamente en esta fase de la partida donde se re­conocía al verdadero maestro.

El que fue primer campeón mun­dial Wilhelm Steinitz comenzó a sen­tar las bases del juego posicional en las postrimerías del siglo XIX. No quiero decir con esto que se desco­nocieran las ideas estratégicas, sino que no se estableció hasta dicha época el primer bosquejo de estudio sistematizado sobre las mismas. En este sentido, recuerdo que cuando visité al gran maestro austriaco-ar­gentino Erik Eliskases en su casa de Córdoba (Argentina) en 1955, a pe­sar de sus muchos años de profesión -y con un nivel prestigioso- me mostraba asombrado una partida de match entre Labourdonnais y Mac Donnell, en la que el primero realiza­ba una maniobra para instalar un ca­ballo en d5, acorde con la más mo­derna estrategia. Algo insospechado en un tiempo en el cual lo que prima­ba era el ajedrez de ataque y combi-

nación a ultranza y cuando no se ju­gaba con principios estratégicos. Pero los grandes maestros tenían un instinto especial que era el que les daba la victoria. Igualmente, hasta hace pocos años no se han sentado las bases para un estudio serio de las ideas básicas del juego combinativo. En la actualidad tanto los principios estratégicos como las ideas tácticas que hemos mencionado son perfec­tamente conocidos, si bien como re­glas casi generales que no sólo ayu­dan al que las sabe utilizar sino que son imprescindibles para que la ins­piración llegue. Es más, estas re­glas actúan sobre quien las conoce de un modo inconsciente y le dicen que en determinada posición hay ~ algo. Este algo, materializado en rr una combinación o en una fina ma- O

w niobra, suele ser la causa de mu- J chos triunfos. "

w Estrategia y táctica están estrecha- o mente unidas, pero hay que estudiar- o las separadamente, si queremos rea- (J)

!izar un trabajo simplificado, así como ~ serio y eficaz. Y lo vamos a iniciar con O los temas tácticos, que son la base rr de las m~niobras combinativas y la ~ forma mas frecuente de obtener la rr ganancia de material. ~

Page 52: Roman Toran - Primer Curso de Ajedrez

~ [ o Ul

~ Ul o o 00 [ J

1 tema táctico que se presenta con mayor frecuencia

en la práctica es el del jaque doble o la doble amenaza.

El ejemplo más común es el que nos ofrece el diagrama n. 0 80.

80

En esta posición las Blancas con 1. ll:Jg6+ <i;h7 2. ll:Jf8+ <ith8 3. ll:Jxe6, deciden la lucha, al haber ga­nado la dama y plantear otra posición de doble amenaza, que le permitirá capturar una torre.

81

O En el diagrama n. 0 81 tenemos una [ posición esquemática en la cual el ~ caballo salta a e 7 y se produce una [ posición de jaque, con doble amena­~ za al rey y a la dama, lo que le per-

mite ganar material. Naturalmente, esto se puede producir en la prácti­ca como fruto de un grave error. Pero también se pueden forzar decisivas ganancias de material con este tema como base de la maniobra.

82

Así en el diagrama n.o 82, cuya po­sición podemos considerar como de­rivada del ejemplo anterior, las blan­cas están en condiciones de impo­nerse mediante: 1. 't!i'g8+! <t;xg8 2. ll:Jxe7!+ seguido de la captura de la dama, con ventaja decisiva.

El tema de la doble amenaza es igualmente útil en las maniobras combinativas de defensa, como ve­remos en el ejemplo que recoge el diagrama n.o 83:

83

Page 53: Roman Toran - Primer Curso de Ajedrez

En esta posición de la partida Ke­res-Kaila (Tartü, 1938), las blancas obtuvieron un fuerte ataque, a cam­bio de una torre, con la amenaza lt:lg5+, que tendría efectos fulminan­tes. Sin embargo, las negras encon­traron una hábil maniobra que les permitió salvar las amenazas, con­servando la ventaja de material : 1 . ... ,ixg2+! 2. <;t>xg2 ~xb3!! 3. ~e4 ... (Si 3. axb3 lt:le3+ y l2Jxf5 gana.) 3 . ... ~d5! (De nuevo se especula con 4 . ... lt:le3+); 4. tbh6+ 'lt>h8 5. lbf7+ :¡¡ x f7 6. ~x ~5 lbe3+ y las blancas abandonaron.

Hasta ahora hemos visto manio­bras sobre este tema en las que la pieza clave es el caballo. Quizá por la marcha peculiar de esta pieza, el recién iniciado se ve sorprendido fre­cuentemente con saltos que plantean dobles amenazas y corroborará esta opinión. Pero también se producen este tipo de amenazas con las res­tantes piezas. Un ejemplo nos lo brin­da el diagrama n.o 84:

84

Esta posición corresponde a la fase final de la partida Reti-Aiekhine (Baden-Baden, 1925), una de las más bellas partidas de combinación jamás jugadas. Alekhine, conducien­do las piezas negras continuó su ma­niobra con: 1 .... lt:lg4+ 2. 'lt>h3 lt:le3+ 3. 'lt>h2 l2Jxc2 4. ,txf3 lt:ld4 y las

blancas abandonaron, ante 5. ~ f2 ltJxf3+ 6. ¡:¡: xf3 .td5 y las blancas pierden pieza, ante la doble amena­za a su torre y a su caballo y no ser posible la defensa de este con 7. l:l: b3, porque el alfil controla dicha casilla.

85

Otro ejemplo de maniobra muy pa­recido, especulando con su peón avanzado como eficaz colaborador, nos lo ofrece el final que reproduce el diagrama n.o 85. El tema de la do­ble amenaza es el mismo que el del ejercicio anterior. 1. b7, 'lt>g6 (Ante la amenaza 2. l:l:h8+! seguido de la promoción del peón); 2. l:l: e8! l:l: x b7 3. ¡:¡: xe4! y las negras abandonaron, puesto que, si 3 ... . fxe4, 4. i,xe4+ seguido de .txb7, en tanto que no se salvaría la torre, con 3 .... lií b1 + 4. 'lt>g2 fxe4 5. i_xe4+ y 6. i_xb1. N

Otros ejemplos del tema con pie- ~ zas distintas al caballo como funda- ~ mentales de la maniobra decisiva, 1

vemos en el diagrama n.o 86 una ins- ~ tructiva posición : ~

o 86 00

[ J

En ella las negras se imponen con o una precisa maniobra combinativa: [ 1 .... ~eS!! y las blancas abandona- ~ ron, ante la doble amenaza 2 .... ~g1 [ mate y 2 ... l:l: x c1 , ya que era posi- ~

Page 54: Roman Toran - Primer Curso de Ajedrez

86

ble 2. J::J:xc5, debido a 2 ... J::J:xf1 mate.

En este ejemplo, es muy eficaz la acción de la torre negra sobre la pri­mera línea enemiga y es que, como iremos viendo en las distintas posi­ciones que estudiemos es muy difícil que no coincidan dos e incluso más temas en una sola maniobra combi­nativa.

87 • • ••• -~- ~- .~. .... EB u · - · . . -~-~ ... ~ -~­- ~ ~ ~

• • • n ~ ~ ~ u. ~n • n ~-u. ~ u ~ ... ~ ~ ~ ~ ~

~ En el diagrama n-" 87 tenemos un ~ caso algo más complejo, pero per­l fectamente comprensible a esta altu­~ ra del estudio sobre este tema. Las ~ blancas crean una situación de doble o amenaza pero no sobre dos piezas W sino, como en el ejemplo anterior, ~ una pieza y un mate son las amena­O zas que dejarán indefensas a las ne-[ lU 2 [ ~

gras. La continuación ganadora es: 1. li:4xg6!, hxg6 (Si 1 . .. fxe6 ; 2. 'iWe6, y 3. J::J:xa6) ; 2. 'iWe5!, f6 (Ante 'iWxg? mate, puesto que, si 2 ... '.t>f8; 3. 'iWxg?+, '.t>e7; 4. 'iWf6+, '.t>f8; 5. 'iW xd8 mate); 3. 'iWe6+, '.t>h7; 4. ¡;¡: xa6, 'i'xd7; 5. 'i'xd7, ¡;¡: xd7; 6 . .te3 y las negras abandonaron. En este caso se produce un jaque con doble ame­naza y acción diagonal y lateral, so­bre el rey y la torre, respectivamente.

Problema n.o 8

88

Blancas juegan y ganan

Problema n.o 9

89

Blancas juegan y ganan

Page 55: Roman Toran - Primer Curso de Ajedrez

90

En esta posición, las blancas pue­den seguir con: 1. ;¡;¡ a4 es 2. c3 y ganan el caballo.

En este ejemplo hemos visto la cla­vada en horizontal y también se pue­de producir en vertical ; por ejemplo, si en este diagrama el rey negro se encontrara en d1. Entonces, con 1. ;¡;¡ d8 eS 2. c3, también se ganaría el caballo.

91

El tema de la pieza clavada tam­bién se puede producir sobre•diago­nal y una posición esquemática nos la ofrece el diagrama n.0 91. La ma­niobra ganadora es fulminante: 1. ;¡;¡ x e6! ;¡;¡ x e6 2. f5 y, con pieza de ventaja, el final se ganaría fácilmente.

92

En la posición del diagrama n.o 92 vemos que aunque parece que el efecto de la clavada de las Negras no tiene mayor importancia, al estar realizada por una pieza de igual va­lor a la que se encuentra clavada. Sin embargo, hay una continuación que decide inmediatamente la lucha: 1. .. ;¡;¡ d8! que deja a las blancas inde­fensas, al perder la dama, puesto ~ que, si 2. ~xf5 ;¡;¡ xd1 mate. [

Estos ejemplos son, prácticamen- O te, ideas esquemáticas. También el ~ tema de la clavada es base de ma- ~ niobras de ataque sobre el enroque, ~ de lo que tenemos una buena mues- o tra en la resolución de la posición del w diagrama n.o 93: ~

o 93 [

w ¿

Ambos bandos tienen planteadas [ amenazas directas y vemos que no ~

Page 56: Roman Toran - Primer Curso de Ajedrez

~ [ o w

~ Ul o o w

93

vale 1. );[hg1, a causa del jaque do­ble: 1 ... lbe2+. Sin embargo, gracias al tema que ahora estamos estudian­do, las blancas están en condiciones de forzar un elegante remate, espe­culando con el hecho de que el peón negro de f7 está clavado por el alfil blanco. Este detalle permite conti­nuar con 1. lLlf6+! .txf6 2. 'fUxg6+ .tg7 3. 'i!t'h7 mate. Es obvio que, al estar clavado, el peón no puede cap­turar la dama.

La misma idea, con mayores com­plicaciones en la maniobra, es la base de la maniobra que resuelve la lucha en favor de las blancas en el diagrama n.o 94:

94

~ En enroque negro está mal prote­O gido y las blancas pueden imponer­[ se con: 1. l2Jxh7! 'i!;>+h7 2. );[h5+. ~ (Aprovechando la circunstancia de [ que el peón negro de g6 ha queda­~ do clavado tras la captura del caba-

llo, por lo que la torre no puede ser capturada ahora.) 2 .... wg7 (Si 2 .... 'i!tg8, vendría 3. 'fUxg6+, como en el ejemplo anterior) 3 . .teS+ f6 4. li g5! y las negras no tienen defensa eficaz contra la mortal penetración de la dama blanca en g6. Además de la entrada de la torre en h5, luego vuel­ve a explotarse el tema con la juga­da clave 4. lig5!, porque el peón vol­vió a quedar clavado también en f6.

Aunque la clavada propiamente di­cha sea la que ejerce sobre una pie­za que no puede ser jugada, por de­jar a su rey atacado, se puede efec­tuar la misma idea sobre otra pieza, siempre que el cambio sea ventajo­so. Veamos un curioso caso en el diagrama n.o 95:

95

En esta posición vemos que el alfil blanco de d3 está clavado y, por lo tanto, permite la contundente jugada 1 ... 'i!t'e2!!, la cual se apoya en que el alfil no puede capturar la dama, por la clavada que ejerce el alfil ne­gro de f5 sobre él. Lo sorprendente de 1 ... 'i!t'e2!! es que realiza otro tipo de clavada sobre el alfil blanco, puesto que, si jugara 2 . .txf5 dejaría indefensa a su dama. Por lo tanto, las blancas quedan indefensas ante el doble ataque sobre la pieza clavada, así como la doble amenaza plantea-

Page 57: Roman Toran - Primer Curso de Ajedrez

da: I;ixb2+ y _ixd3+, ya que, si 2. 1!fxa3 1!fxd3+ 3. 'i!ta1 1Wb1 mate.

La famosa partida Morphy - Du­que de Brunswick y Conde de lsouard, disputada en 1858, es un ex­celente ejemplo de ataque, aprove­chando brillantemente el tema de la clavada. En el diagrama n.o 96 tene­mos la posición después de la juga­da 12 de las negras, en que se inicia el desenlace:

96

Con un caballo a cambio de dos Peones y mejor desarrollo de piezas, las blancas tienen excelentes pers­pectivas. Especialmente, por las cla­vadas que ejercen sus alfiles sobre d7 y f6, lo que deja en serio peligro al caballo de d7. La partida continuó así:

3, I;¡ X d7!

Se recuperaba la pieza con 13. I:id3, seguido de 14. I:ihd1 y luego i_xf6 y 1!t'a4, pero la continuación de Morphy es más elegante y expeditiva.

13. ... :iixd7

14. :iid1 1We6

Después de 14 .... 'i!td8; 15. ,ixd7 ganaría fácilmente, por la clavada so­bre el caballo de «f6".

15. _ixd7+! ltJxd7

16. 1!fb8+!! ltJxb8

17. lid8 mate.

Un ejemplo de cómo el tema de la clavada es elaborado durante el de­sarrollo de una partida -no como en los casos estudiados hasta ahora, en los que ya se ha realizado esa impor­tantísima preparación-, lo estudia­remos en el diagrama n.o 97:

97 :1. • • • .,~ • llW11 ~- d-tv• -·~ ~ ~ ~ ~-. . . ... ¿s -ltJ~¿s~ • d u u d . ¿s . .. ..

N -~- ~ -~~u . ~ . ~~ ~M~ M

La acción de la torre en la colum­na abierta g, combinada con la laten­te presión sobre la gran diagonal de casillas negras, sugieren una manio­bra de ataque que decidió la lucha en la partida Radulov-Mirkovic (Bel­grado, 1991). El juego siguió así:

1. d5!

Para despejar la diagonal al alfil.

1 . ... exd5 N Si 1 .... l:ig8 2. l;ixg7! 'i!fxg7 3. ~

1!fh5! exd5 4.l:ig1+ 'i!tf8 5 . .ia3+ y ~ ganan. ~

2. l:i xg7! 'i!fxg7 W o

A 2. dxc4 3. l:if7, decide. 0 3. 1!fg2+ 'i!th7 ~

O bien 3 .... 'i!tf7 4. ltle5+ y, si 3. 6 ... 'i!tf8 4 . .ta3+. [

w 4.ltle5 ltld7 5. I:ic6! l:ig8 6. 1!fh3! ¿ 1!fxc6 7. 1!fxf5+ y las negras abando- [ naron. ~

Page 58: Roman Toran - Primer Curso de Ajedrez

~ [ o w ")

~ UJ

o o w [ )

o [ w ¿ [ a

98

Problema n.• 10 Problema n. • 11

99

Blancas juegan y ganan Negras juegan y ganan

64- C::::C>LEC::::C:::: I c:>('..J Fc:>RI'V'J....C:....C:::: IC:>...-...J c:>E A....JEC>RE.Z

Page 59: Roman Toran - Primer Curso de Ajedrez

E ste es un tema que está vinculado al anteriormente estu­

diado, pero es interesante conocer los métodos de defensa para resol­ver una clavada. Hay cuatro métodos a considerar según la importancia de la acción enemiga:

a) Se puede deshacer la clavada, interponiendo una pieza de igual o menor valor que la que ejerce la cla­vada. Un ejemplo nos lo brinda lapo­sición del diagrama 100:

100

En esta posición de la defensa Steinitz, en la apertura española, des­pués de las jugadas 1. e4 e5 2. tbf3 tbc6 3 . .ib5 d6 4. d4, las negras pue­den jugar sencillamente 4 .... , .id?, que es la continuación más usual (4. i,xc6? i,xc6 5. dxe5 i,xe4).

b) Se puede jugar la pieza clava­da dando jaque al rey enemigo o bien creando a su vez otra amenaza importante, como es el caso del dia­grama 101:

101

En esta posición, las blancas pa-

101

recen ejercer una presión sobre el ca­ballo enemigo, pero las negras dis­ponen de la continuación 1 ... tbf3+! y, al estar su rey en jaque, las blan­cas no pueden capturar la dama y pierden la calidad, tras 2. gxf3 '1Wxe1+, etc.

e) Otra solución es mover la pieza importante dando jaque o bien creando una amenaza sobre una pie­za enemiga de igual o mayor impor­tancia. En el diagrama n.o 102 tene­mos un claro ejemplo:

102

N w [ o w

~ w o o (fJ [ )

Aquí las negras pueden desclavar- O se mediante 1 ... '1Wg6+ y luego apar- rr tar la torre atacada, o bien jugar 1. ~ .. '1Wf6, atacando a su vez la torre ene- [ miga. ~

Page 60: Roman Toran - Primer Curso de Ajedrez

~ [ o I1J '1 ~ I1J

o o ({¡ [ J o [ UJ

¿ [ ~

d) Finalmente, se puede coordinar la acción de las dos piezas · compro­metidas, deshaciendo la clavada, como es el caso del diagrama n.o 103:

103

Las negras pueden resolver venta­josamente la clavada con la manio­bra 1 .... Itb1+! 2. c;t>f2 .txe4ylas ne­gras ganan una pieza, porque han capturado el caballo, han defendido su torre y atacan a la del adversario, que no tiene la oportunidad de recu­perar el material (3 . It x b 1 .t x b 1).

Problema n.' 12

104

Negras juegan y ganan

Problema n.' 13

105

Negras juegan y ganan

Page 61: Roman Toran - Primer Curso de Ajedrez

4

11:> E S" 1 ~e:: 1 C> 1'.1 II:>E L~

PIE::Z::~ II:>EFEI'.ISC>F4~

E 1 tema de la desvia­ción de la pieza de­fensora es uno de

los que se presentan más a menudo en la práctica, muchas veces como idea básica de la maniobra y otras como complemento dentro de la combinación.

La idea temática es obligar a cam­biar la situación de una pieza que es clave de una posición defensiva u ofensiva. En unas ocasiones se con­sigue con este tipo de jugadas la ga­nancia de material y en otras dar fuer­za decisiva al ataque.

106

En el diagrama n.o 106 tenemos una posición que se produjo en la partida Tarjan-Karpov (Skopje, 1972). En ella tienen planteada la penetra­ción 1Wxf7+ y parece que las negras han de conformarse con tablas, me­diante 1. 00 0 1Wg4+ 2. wh2 1Wf4+ 3. wh3! 1Wg4+. Pero, profundizando en el estudio de la posición, se encon­trará una contundente línea ganado­ra: 1 . ... :!1 e3+ y las blancas abando­naron, puesto que, si 2. fxe3, 1Wg3

mate y, si 2. g3 :!lxg3+ 3. wh2 1Wxf2+, llevaría al mate.

Es evidente que, para que sea efectiva, la desviación ha de hacerse con amenazas directas. Este es el caso de la posición que recoge el diagrama n.o 107:

107

Las blancas se imponen mediante 1.1Wc4+!!. En efecto, se produce una situación de doble amenaza: sobre el rey y la torre de eS, lo que no deja op­ción a las negras y, después de 1 . ••• :!1 xc4 se produce un mate en tres jugadas, con : 2. llf8+ wg7 3. ll1-f7+ whs 4. ll ha. ~

Vemos cómo los temas van coin- [ cidiendo en las maniobras combina- ~ tivas, unos con un papel principal y 1

otros colaborando en el ataque. ~ llJ o

108 o w

En el diagrama n.o 108 vemos que ~ el rey blanco está arrinconado, pero la o forma de explotar esta circunstancia [ ya es menos clara. Pero, naturalmen- ~ te, hay una continuación que obliga a [ las blancas a descubrir una de las dos ~

Page 62: Roman Toran - Primer Curso de Ajedrez

108

diagonales con las que se puede lle­gar a su rey: 1 .... :S:f4+! y el mate es inevitable, puesto que, si 2. gxf4 .tf2 y, si 2. _1xf4 i.e7+ 3. i.g5 ,txg5.

Si la desviación del ejemplo ante­rior fue para controlar una diagonal, en la posición del n.o 109 la acción va orientada a dejar desprotegida una columna:

109

~ En esta posición se gana brillante­[ mente con 1. 'iWx h7+ !, porque tras 1. ~ .. :S:xh7 2. :s;xg8 mate. l Con frecuencia vemos que en una ~ maniobra se repite el mismo tema. ~ Esto también ocurre con el que aho-0 ra estudiamos, como puede verse en 00 la posición del diagrama n.o 31 : [ J o 110 [

~ Aunque las negras tienen ventaja [ de material y amenazan la primera lí­~ nea enemiga de forma muy peligro-

110

sa, las blancas están en condiciones de rematar la lucha a su favor, con espectacular maniobra de ataque combinativo, con : 1. lt:le7+! ltJxe7 (Si1 ... :S:xe72. :S:xf2yaque,a2 . ... :S:e1+; 3. :S:f1, gana); 2. 'iWg3+!! 'iWxg3 3. i_xf7 mate. La doble des­viación permitió llegar a esta posición de mate en una casilla (f7) a la que parecía imposible tener acceso en la posición inicial de la maniobra.

111

La posición de las blancas es do­minante en el diagrama n.o 32 y el en­roque negro es vulnerable. Hasta tal punto, que hay una elegante manio­bra que permite forzar una rápida vic­toria, combinando el ataque sobre diagonales con una jugada clave de desviación, sobre columna. La conti­nuación decisiva es : 1. 'iWf8+!! :S: xf8 2. ,ixe5+ wga 3. d6+ :S:f7 4. :S:xf7! y las negras han de rendirse, ante la

Page 63: Roman Toran - Primer Curso de Ajedrez

mortal amenaza 5. ¡¡g?+ y 6. Il:g8, sin olvidar 5. lif3+.

En el diagrama n.o 112 tenemos un típico tema de desviación muy fre­cuente en la práctica:

112

Las blancas se imponen mediante la maniobra 1. Il:h7+ ~xh7 2. 'iWxf7+ ~h6 3. :!ih1+ ~g5 4. 'iWh7! (Más preciso que 4. ll:ld5 ll:lf6! , con sólo una ligera ventaja blanca.) 4 . ... ~f6 5. ll:ld5+ ~es 6. ll:lc7+ ~f6 7. 'iWh8+ ~g5 (o bien 7 ... . ~f7 8. Il:h7 mate); 8. 'iWh4 mate.

La posición del diagrama n.o 113 nos ofrece una lucha con fuerzas he­terogéneas: torre y dos peones con­tra alfil y caballo.

113

La situación dominante de las pie­zas negras les permite especular con el tema de la desviación, oculto en la segunda jugada de la maniobra. La continuación ganadora es : 1. ... lL'Jxd3!! (Muy brillante. No sirve ahora 2. 'iWxh3, a causa de 2 .... ll:lf2 mate) . 2. ,txd3 .txe4+! y las blan­cas no pueden eludir el mate.

Problema no. 14

114

Negras juegan y ganan

Problema n.o 15

115

Blancas juegan y ganan

~ [ o w

~ w o o ro [ ) o [ w 2 [ ~

Page 64: Roman Toran - Primer Curso de Ajedrez

5 E L .A..,.-.A.. <:;l L.J E

El'.l 1:> E S~ L.J ES 1 E Fl,.-.A..

n los temas estu­diados hasta aquí, con la excepción

de la clavada - que a veces requie-re la acción combinada de más pie­zas- los motivos tácticos se basa­ban en la acción de una sola pieza.

Hay otros motivos tácticos que se realizan con la acción combinada de dos piezas y que, lógicamente, son más eficaces porque la intervención de dos piezas aumenta el número de casillas controladas durante la ma­niobra.

116

En la posición del diagrama n.o 116 ~ tenemos una posición esquematiza­[ da, que nos facilitará la comprensión ~ del tema. Con 1. e4, las blancas rea­l lizan una jugada de ataque en des­~ cubierta, al despejar la diagonal f1-a6 ~ a su alfil. Esta jugada no tendría ma-0 yores consecuencias, pero si el rey W negro se hubiera hallado en f5, con ~ 1 . e4+ se hubiese ganado la dama. O Si el rey negro hubiera estado en f4, [ con 1. e3+ las blancas cumplirían el ~ mismo objetivo. De ahí que este tema [ tenga muchos puntos de contacto ~ con el de la doble amenaza, ya estu-

diado. Estos ejemplos son esquemá­ticos y, normalmente, en la práctica, estas posiciones sólo se producen por error de uno de los bandos. Sí hay situaciones más sutiles, en las cuales la amenaza ya está más ocul­ta y escapa a los cálculos del juga­dor. Así tenemos la posición del dia­grama n.o 117:

117

En ella las blancas ganan de for­ma fulminante con 1. i.a7 que plan­tea las amenazas 2. i:tb8 mate y 2. i1 xe7, con efectos decisivos.

Una maniobra contra la cual hay que estar siempre alerta es la que de­cide la lucha en la posición que refle­ja el diagrama n.o 118:

118

Page 65: Roman Toran - Primer Curso de Ajedrez

Las blancas ganan una pieza con 1. ll:ld5. En efecto, si 1 .... 'W'x d2 2. llJxe?+ wf8 3. llJxg6+, mientras que el alfil atacado no puede ponerse a salvo, so pena de perder la dama. De hecho, tenemos otro caso de doble amenaza, pero que encaja plena­mente en el tema que estudiamos.

Veamos algunas consideraciones sobre este tipo de maniobra que es muy frecuente en la práctica. Si en la posición del diagrama n.o 39 el alfil de g6 se encontrara en h7, las ne­gras se hubieran salvado porque, al no existir 3. llJxg6+, recuperarían la pieza (3. J:l:xd2 wxe?). Tampoco tendría efectividad este ataque en descubierta si la casilla d8 estuviera libre, porque la dama negra podría regresar a su base, con 1 .... 'W'd8, salvando el ataque simultáneo sobre sus dos piezas.

119

En el diagrama n.o 119 tenemos otro instructivo ejemplo de maniobra, que se presenta con gran frecuencia en la práctica y que es importante co­nocer, tanto para aprovecharse de ella como para evitar caer en la mis­ma.

Si las negras jugaran 1 . ... 'W'xd4??, se verían fulminadas por la réplica 2 . .tb5+ ll:lc6 3. 'W'x d4, ga­nando la dama, porque el caballo no la protege, al estar clavado. Este tipo

de maniobra también se presenta cuando el rey ha enrocado y se en­cuentra en g8 (g1 , si es blanco) , con la jugada 2. ,ix h?+ .

Después de ver estas posiciones muy sencillas, vamos a profundizar en este tema, con ejemplos prácticos que nos mostrarán nuevas ideas tác­ticas , de gran utilidad.

120

Así, en el diagrama n.o 120 tene­mos un ataque en descubierta con doble amenaza con 1 . ... 'Llg5!, que proporciona a las negras la ganancia de la calidad (torre por caballo o al­fil), puesto que, si 2. 'W'xg6 lLJxf3 3. ,txf3 hxg6 y las negras ganarían có­modamente el final resultante.

Un ejemplo típico de ataque en descubierta nos lo brinda la posición del diagrama n.o 121:

121 ~ [ o w

~ w o o (J) [ J o [ w ¿

En esta posición las blancas fuer- [ zan un fulminante desenlace, me- ~

Page 66: Roman Toran - Primer Curso de Ajedrez

diante 1 . .tdS!. Se produce una des­cubierta en la columna f, con amena­zas muy fuertes, a la vez que las ne­gras quedan con la dama y la torre de f8 atacadas. Como es fácil com­probar, no existe defensa, puesto que, si 1 . ... I! xf2, para replicar a 2. ..t x e4?? con I! x f1 mate, las blancas seguirían con 2. ~g8 mate.

El diagrama n. 0 122 nos muestra una posición en la que tenemos un instructivo ejemplo de ataque en des­cubierta:

122

Las blancas están en condiciones de forzar un brillante remate , con 1. 'Lle7+ ~ha 2. I! xf7! y la posición de las negras se derrumba, ante las amenazas 3. )lxf8 mate y 3. ~xg1 que no tienen defensa satisfactoria.

En esta maniobra vemos la impor­~ tancia de su primera jugada, la cual [ corresponde al tema de desviación, ~ ya que, al desplazar al rey hacia el l rincón, se prepara la amenaza en ~ w o o w [ ) o [ w 2 [ ~

descubierta (doble amenaza, de he­cho) que decide la lucha. Una vez más insistimos en que varios temas suelen coincidir en el desarrollo de una maniobra.

Problema n." 16

123

Blancas juegan y ganan

Problema n." 17

124

Blancas juegan y ganan

Page 67: Roman Toran - Primer Curso de Ajedrez

6

-~~~U E. E ........ I:>E.~~lJESIE.~"'T~

ste tema está tan vinculado al estu­diado en el capítu­

lo anterior, que muchas veces se confunde con el mismo. Hay dos for­mas típicas que vamos a ofrecer en forma de esquema:

125

Vemos que, entre el rey y la pieza que le puede atacar hay otra de este bando; en este caso, el caballo. El peligro de estas posiciones es por­que la pieza que está interceptando el jaque, al desplazarse, además de dar jaque, puede atacar otra pieza enemiga; por ejemplo: 1. lt:lg5+ que ganaría la dama.

126

La otra forma de jaque en descu­bierta nos la ofrece el diagrama n.o

126. En él vemos que las blancas, mediante 1. i.a7+ fuerzan la ganan­cia de la dama, pues el rey ha de atender al jaque y las blancas segui­rán con 2. Ir xe5. En este ejemplo, si la dama estuviera en e71a jugada ga­nadora sería 2 . .tf4+.

Después de estos sencillos pero muy ilustrativos ejemplos vamos a pasar a estudiar los tipos de manio­bras combinativos más frecuentes en la práctica.

127

Así, en el diagrama n.o 127, tene­mos una posición en la que, después de 1. 'iWxh?+ <t>f8, el rey negro se es­capa del peligro sin dificultades. Sin ~ embargo, las blancas pueden alzar- rr se con la victoria, mediante: 1. ~ .,tx h7+! (Para situar al rey negro en 1

situación de jaque en descubierta, lo ~ que permitirá al alfil situarse en posi- o ción más agresiva, colaborando en el o mate: 1 .... <t>h8 2. i.g6+ <t>g8 3. W

'iWh7+ <t>f8 4. ~xf7 mate. ~ En el diagrama n.o 128 tenemos O

una posición de la famosa partida rr Torre Lasker (Moscú, 1925): ~

[ 128 ~

Page 68: Roman Toran - Primer Curso de Ajedrez

128

En ella vemos que las negras ame­nazan el alfil y se observa, a primera vista, que no puede ser jugada esta pieza, porque está clavada, prote­giendo a su dama. Pero el blanco tie­ne una brillante maniobra que le da la victoria: 1. i.f6!! ~xhS 2. J:l:xg7+ <t>hB 3. l'i xf7+ (Este es el comienzo de la llamada maniobra "del molini­llo", basada en el tema del jaque en descubierta.) 3 .... <t>gB 4. l:l:g7+ <t>hB 5. ¡;¡:X b7+ <t>gB 6. ¡;¡: g7+ <t>hB 7. l:l:g5+ <t>h7 8. ¡:¡: x h5 y las blancas recuperan la dama, con ganancia de un alfil y dos peones, lo que les dio la victoria.

Si en la posición del diagrama n.o 128 el peón h de las negras hubiera estado en su casilla de origen, se hu­biese producido un rápido mate.

N Como es también un esquema típico, w vamos a verlo con un nuevo remate, ~ que recoge el diagrama n.o 129: w 1 ~ 129 w o o ({) [ ) o [ w 2 [ ~

Las blancas ganan con 1. J:l:xg7+ whB (Si 1 .... <;t>xg7 se produciría un tema de jaque en descubierta muy sencillo, con 2. i.d4+, ganando la dama); 2. i.d4!! (preparando el mor­tal molinillo, al tiempo que se amena­za, a costa de sacrificar la dama, la del adversario.) 2 . ... ~xe2 3. ¡:¡: xf7+! (Hay que privar a las negras de la defensa con f6 y vemos que hu­biera sido inferior 3. l:l:g2+?, debido a lbe5! -para dejar protegida la dama con el alfil-; 4. ,ixe5 f6!) 3. ... <t>gB 4. ll:g7+ <t>hB 5. llg6+, con mate seguido.

La fuerza del jaque en descubierta viene dada porque, en muchos ca­sos, se produce un jaque doble, con situaciones realmente curiosas, como en el ejemplo que estudiamos ahora en el diagrama n.o 130:

Las blancas fuerzan la victoria con espectacular y muy instructiva manio­bra combinativa: 1. lLic7+ <t>a7 2. ~xa6+!! (Creando una situación de jaque en descubierta, al despejar la 7" línea a la torre.) 2 . ... bxa6; 3. lLlbS+ (Las dos piezas que dan jaque están amenazadas, pero las negras ino pueden capturarlas simultánea­mente!.) 3 . ... <t>aB 4. l:l:a7 mate.

Page 69: Roman Toran - Primer Curso de Ajedrez

Problema n.• 18 Problema n.• 19

131 132

Blancas juegan y ganan Negras juegan y ganan

Page 70: Roman Toran - Primer Curso de Ajedrez

7

FI'IE:Z:~~ ~C>~FIE~~FIC3i~ll:>~~

133

En ella vemos que el peón está protegiendo a las dos piezas negras, o sea, realizando una doble misión defensiva. Por lo tanto, si las blancas juegan 1 . ..txe6 después de 1 . ...

~ fx e6, vemos que el alfil queda inde­[ tenso y las blancas ganan. ~ Vamos a ver ahora cómo resolver l posiciones más complicadas, como ~ la que refleja el diagrama n.o 134: o o 134 00

~ En él vemos que, a pesar de que O la posición negra parece bien prote­[ gida, hay dos piezas que realizan una ~ doble misión defensiva: su dama y su [ torre de f8. La dama, protege el Ca­~ bailo así como el mate en g7, mien-

134

tras que la torre citada protege la de d8, así como al caballo. Consecuen­temente, hay una maniobra, ahora ya clara, que conduce a la victoria y es: 1. IJ: xfS! y ganan una pieza, ya que, si 1 .... \\fxf5 2. \\fxg? mate y, si 1 ... . IJ:xf5 2. \\fxd8+, en tanto que a 1 ... . \\fxg52. IJ:xg5.

135

En la posición que recoge el dia­grama 135, correspondiente a la par­tida Drimer - Pomar (Leipzig, 1960), el gran maestro español creó una po­sición con pieza sobrecargada con 1. ... IJ:c1 !, ya que, si ahora 2. \\fxc1, la torre blanca tendría que proteger tanto la dama como el peón de g2 y las negras ganarían con 2 .... ..t x g2+! 3. IJ: x g2 \\fx c1 +. Las blan-

Page 71: Roman Toran - Primer Curso de Ajedrez

cas siguieron con 2 . .txh7+, y des­pués de 2 .... ~h8! (No 2 . ... ~xh?? 3. 'iWh4+ ~gB 4. 'iWdB+ ~h7 5. 'iWh4+, con tablas por jaque continuo); 3. 'tWxc1. (A 3. 'tWg3 I(xg1+ 4. ~xg1 'iWd4+! 5. ~f1 ~xh? y ganan.) 3 .... _txg2+ 4. Il: xg2 'tWxc1+ 5. Il:g1 'iWc6+ 6. Il: g2 ~ x h7 y las Blancas abandonaron.

En el diagrama n. 0 136 tenemos una posición más compleja:

136

Entre las muchas piezas existentes en ella, está oculta una que realiza una doble misión: el caballo negro de f6, que defiende los puntos h7 y -lo que parece a primera vista innecesa­rio- d7. Sin embargo, después de 1. lt:JxdS! exdS 2. lt:Jxd7 'tWxd7, sí se capta perfectamente que el mencio­nado caballo es una pieza sobrecar­gada. ¿cómo aprovechar este deta­lle táctico? Ahora viene la fase deci­siva de la maniobra, con 3 . .txh7+! ~h8 (Si 3 .... lt:Jxh? la Dama negra quedaría indefensa), 4. i.f5+ y las blancas ganan la dama.

La posición del diagrama n.o 137, correspondiente a la partida Steinitz Bardeleben (Hastings, 1985):

137

Aquí se inició una de las manio­bras combinativas más espectacula­res de la historia del ajedrez:

137

1. I(xe7+! ~f8

El sacrificio puso en evidencia que la dama negra estaba sobrecargada, ya que, si 1 . ... 'tWxe? 2. I(xcB+ I!:xcB+ 3. 'tWxcB+ y si 1 ... . ~xll 2. Il:e1+ ~d6 3. 'iWb4+ Il:c5 4. Il:e6+, o bien 3 ... . ~c7 4. lt:Je6+ ~b8 5. 'iWf4+, ganando.

Vemos que, después de 1 .... ~f8 no es posible 2. 'tWxd?, a causa de 2 .... ll x c1 +, que conduce al mate y, además, itodas las piezas blancas están atacadas! Pero el que fue pri­mer campeón mundial sigue explo­tando el tema de la dama sobrecar­gada. La partida continuó así:

2. llf7+! ~g8 3. I:Ig7+!!

Ot.ra jugada brillante; contra la que ~ no s1rve 3 ... . 'tWxg7 por 4. I;I xc8+, rr mientras que si 3 . ... ~xg? 4. ~ 'tWxd?+. l

~

3. ... ~h8 ~ ~ I;Ixh7+ 0

00

y las negras abandonaron, ante 4. ~ ... ~gB 5. Ií:g7+ ~hB 6. 'iWh4+ ~xg? O 7. 'iWh7+ ~fB 8. 'iWhB+ ~e7 9. 'tWg7+ rr ~es 10. 'tWg8+ ~dB 11 . 'iWf7+ ~ds ~ 12. 'iWfB+ ~e7 13. lt:Jf7+ ~d7 14. rr 'iWd6 mate. ~

Page 72: Roman Toran - Primer Curso de Ajedrez

~ [ o w

~ w o o 00 [ J o [ w ¿ [ ~

Problema n.o 20 Problema n.o 21

138 139

Blancas juegan y ganan Blancas juegan y ganan

Page 73: Roman Toran - Primer Curso de Ajedrez

- omo su nombre 1 indica, consiste

.....,...._ _ _._...... en situar una pieza de modo que intercepte la ac­ción de las piezas enemigas sobre una casilla determinada. En el dia­grama n°. 140 tenemos un claro ejemplo sobre este tema:

140

Vemos que el rey negro está en posición un punto comprometida pero, aparentemente, su dama le de­fiende de forma satisfactoria, al con­trolar las penetraciones de la dama blanca en f7 y d5. Con estos elemen­tos, el modo de rematar la lucha sur­ge inmediatamente y es: 1. :Se7!!, que fuerza la ganancia de la dama. En efecto si la dama captura la torre sigue 1. 000 'tli'xe? 2. 'tli'xd5+ lleva al mate, mientras que si 1. 00 0 i_xe? 2. 't!i'f7 mate.

Un sencillo ejemplo, pero muy útil para la comprensión del tema que estamos estudiando. Un poco más sutil es el remate de la posición del diagrama n.o 141:

141

En ella vemos que las negras ame­nazan ganar, con las amenazas 1. 00.

141

d1='tli' y 1. 00 0 :Se1 . Las blancas tie­nen, también , sus piezas dispuestas en forma agresiva, pero vemos que no vale 1. lbe8 , amenazando mate en g7, a causa de 1. 00. 'tli'x b2, man­teniendo la amenaza :Se1. Basándo­nos en el tema que estamos estu­diando ahora podremos captar la maniobra que conduce a la victoria: 1 . .teS! Amenaza mate y obliga a in­terceptar la gran diagonal negra con 1 . ... :ses, a lo que sigue 2. lbe8. Ahora no tiene objeto 'tli'x b2, porque la torre negra intercepta la acción de­fensiva de la dama sobre g7 y es obli­gada la réplica 2 .... lbfS y se gana con: 3. lbf6+ wha 4. 'tli'g8 mate.

En el diagrama n.o 142 tenemos un ~ curioso ejemplo del tema de la inter- [ cepción : ~

l ~ UJ

o o ro [ J ü [ UJ

2 [ ~

Page 74: Roman Toran - Primer Curso de Ajedrez

Este caso es muy instructivo por­que, en cierto modo, la clave para decidir rápidamente la lucha es una jugada defensiva. En efecto, con alfil y dos peones contra la torre, la posi­ción de las negras sería buena. Ade­más, su Dama presiona sobre la gran diagonal de casillas blancas, clavan­do a la torre de f3. Por esto, la solu­ción es un tipo de intercepción de­fensiva, pero tremendamente eficaz: 1. Ii g2!. Así se desclava la torre con lo que queda planteada la amenaza de un típico tema combinativo (2. 't!!'xh?+!! c;t>xh? 3. Iih3 mate), contra el que no hay defensa, al no servir 1. .. . 't!!'xf3 por 2. 't!!'xf8 mate.

143

En el diagrama 143 tenemos una posición en cuya maniobra decisiva

~ las negras se apoyan en otros temas [ tácticos que ya hemos visto. La con­o t' . ' d 1 ~ 2" llJ muac1on gana ora es: . ... .Ji:.C .. , "1 con lo que, al interceptar la acción ~ defensiva de la dama enemiga sobre o g2, las negras amenazan 2 . ... o w [ J o [ UJ

2 [ ~

Iixe1+, seguido de 't!!'xg2 mate. Las blancas no tienen defensa, ya que, si 2. 't!!'xc2, Ii xe1+! ganaría la dama, con tema de desviación (de la torre) . 3. ;¡;[xe1 't!!'xc2 si 2. ;¡;[xc2 ;¡;[xe1 mate y si 2. lt:\xc2, 't!!'xg2+, apoyán­dose en el tema de la desviación, en los dos últimos casos, combinado con el mate sobre la primera línea enemiga.

Como es evidente, también en los finales se producen ejemplos de este tema. Así, en el diagrama n.o 144, te­nemos otro caso muy instructivo:

144

Las Negras tienen un peón pasa­do y muy avanzado, pero si jugasen 1 .... h2 2. Iib1 Iixa2+ 3. lt:lb2, se­guido de l:l:h1 , las blancas resolve­rían sus problemas. La clave de la maniobra ganadora consiste, por lo tanto, en interceptar el paso de la to­rre blanca al flanco de rey y esto se consigue con : 1 .... Iic4+! 2. 'it>d2 1:! c1!! y no importa de qué modo se captura la torre, el peón negro coro­naría.

Page 75: Roman Toran - Primer Curso de Ajedrez

Problema n.• 22 Problema n: 23

145 146

Blancas juegan y ganan Blancas juegan y ganan

~ [ o U/ 1 ~ U/ o o w [ ) o [ U/ ¿ [ ~

Page 76: Roman Toran - Primer Curso de Ajedrez

E 1 tema de la obs­trucción o blo­queo (de una casi­

lla) es la clave de muchos remates. Como se desprende de su denomi­nación, consiste en obligar al contrin­cante a situar algunas de sus piezas, de forma que obstruyan los caminos de escape a su rey o bien bloqueen la acción de otras piezas. Un ejem­plo esquematizado nos lo ofrece la posición del diagrama n.o 147:

147

Las blancas tienen un fuerte ata­que, pero, a 1. 't!fh6+, el rey negro se escaparía con 1 .... 'iSff6. La casilla f6

~ es la vía de escape salvadora para [ las negras, lo que nos viene a indicar ~ la idea ganadora: 1. f6+! 't!fxf6 (Si 1. l ... 'iSfg8 2. li h8+ 'iSf X h8 3. 't!fh6+ 'iSfg8 ~ 4. 't!fg7 mate, mientras que si 1 .... o i. x f6 se seguiría igual que en la línea o principal) 2. 't!fh6+ 'iSfg8 3. 't!fh7 m mate. ~ La obstrucción también se puede O establecer para impedir, a su vez, [ una jugada defensiva. Una suerte de ~ intercepción, tema que, como vere­[ mos, está ligado al que ahora nos ~ ocupa.

148

Así, en el diagrama n.o 148, corres­pondiendo jugar a las negras, vemos que, a la continuación lógica de ata­que: 1 ... . i.e5, las blancas se defen­derían con 2. f4. Esto nos sugiere la jugada ganadora, que es : 1 . ... JJ.xf3+! (Sacrificio de pieza que im­pide la intercepción defensiva: f4); 2. i,xf3 (Claro está que, si 2. 'iSfg1 't!fg4 mate.) 2 . ... .tes y no hay forma de salvar el mate ('t!fx h2) .

Otro instructivo ejemplo sobre el tema nos lo brinda la posición del diagrama n.o 149:

149

Si en este momento las blancas continuasen con 1 . b3+, es evidente que el rey negro tendría una vía de escape con 1 .... 'iS;>a3 2. li xa5+ 'iSfb2. Ello nos lleva a la contundente

Page 77: Roman Toran - Primer Curso de Ajedrez

maniobra decisiva: 1. iia3+1 bxa3 (La captura de la torre es obligada, pero ahora el peón negro obstruye la casilla antes salvadora y se produce el desenlace); 2. b3 mate.

El tema de la obstrucción puede ser la clave de maniobras de ataque combinativo, como ocurre en el re­mate de la posición que refleja el dia­grama n.o 150:

150

Las blancas tienen sus piezas muy activamente dispuestas en este ejemplo y están en condiciones de forzar un rápido triunfo, aprovechan­do el control de la columna central abierta, que permite cortar la vía de escape hacia el centro del rey negro y con la amenaza latente de penetrar con la torre en la octava línea. La lí­nea ganadora es: 1. lt:lf61 gxf6 (Ante la amenaza 2. ll eS+ ll x eS 3. ll x eS mate) 2. ~xf6 . .th7 (Si 2 .... '.tgS, contra la amenaza ~hS mate, segui­ría 3. lleS+ nxeS 4. llxeS+ '.th7 5. ~hS (o llhS mate) 3. ~h8+! (Así se obliga al alfil a obstruir la casilla gS y se llega al mate.) 3 .... .tg8 4. ~xh6 mate.

El siguiente ejemplo, que recoge el diagrama n.o 151, es un estudio artís­tico de Kasantzev y nos da nuevas ideas, con una maniobra que tiene un doble bloqueo:

151

En dicha posición, a pesar de la desventaja de material de las blan­cas, las blancas consiguen imponer­se expeditivamente con: 1. h4+ '.tf4 2. g4+1 (Así se obstruye al rey negro la casilla g4.) 2 .... hxg4 3. lH4+1 (Segunda obstrucción que ya condu­ce al fin.) 3 .... .txf4 4. e4 mate.

Problema n. • 24

Problema n.• 25

153

Blancas juegan y ganan

~ [ o w 1 ~ lU o o (/) [ J o [ w ¿ [ ~

Page 78: Roman Toran - Primer Curso de Ajedrez

-.o I::>E.~F"E.-.1~~ E.~F"~C:::IC>~

N

n el capítulo ante­rior vimos cómo la obstrucción o blo­

queo de una casilla al rey enemigo podía reportar la victoria, como clave de una maniobra combinativa. Ahora vamos a ver otro tema, igualmente muy frecuente en la práctica, y opuesto al anterior: despejar una ca­silla clave, aun con el sacrificio de la pieza que la ocupa, a fin de colocar otra más útil en ella. Naturalmente, la pieza situada en la casilla en cues­tión ha de ser del propio bando ata­cante. Pero veamos un ejemplo ilus­trativo de este tema:

154

~ En el diagrama n.o 154, que corres­~ ponde a una posición de la partida , Bujoljubov - Capablanca (Kissingen, ~ 1928), se observa que, de no estar el ~ caballo en e4, las negras podrían for­O zar un mate directo, con 1. .. . e4. W Ahora el problema es dejar libre la ~ casilla en cuestión, sin permitir a las O blancas organizar la defensa, y la [ continuación más sencilla es 1 . ... ~ liJeS+! (2. dc5 e4 mate) . También ga­[ naba, pero en forma menos contun­~ dente 1 .... .!t:J f2+ 2. li:J xf2 e4+ 3.

.!t:Jxe4 de4+, que ganaría la Torre de e2, por el tema de desviación de la pieza defensora (el rey) .

Otro ejemplo típico de este tema lo veremos en la posición del diagrama n.0 155:

155

Corresponde jugar a las blancas y es fácil comprobar que la casilla de g7, si en lugar de estar ocupada por la torre -pieza que «molesta»-, lo estuviera por la dama, se produciría el mate. Así surge fácilmente la idea de la maniobra ganadora: 1. :!1h7+!! cifxg7 2. ~g7 mate. Claro es que no valdría 1. :!1 g8+ ?, a causa de 1 . ... :!1 x g8 y quedaría protegida la casilla clave (g7) de esta posición.

156

En el diagrama n.o 156 tenemos un ejemplo de este tema, como manio­bra de carácter defensivo y contraa­taque. Las negras ganan liberando la casilla g5 para avanzar el peón con mate, tras golpe táctico típico del tema de desviación: 1 .... ~f2+!! 2. ~xf2 :i1h5+! 3. gh5 g5 mate.

En cuanto a un ejemplo eminente-

Page 79: Roman Toran - Primer Curso de Ajedrez

mente defensivo, lo tenemos en la instructiva posición que nos muestra el diagrama n.o 157:

157

En ella, las blancas tienen plantea­da la doble amenaza de mate en h 7 y g7 y, sin embargo, .las negra~ .lo­gran imponerse med1ante un t1p1~o ejemplo del tema que ahora es~udla­mos. Se gana liberando la cas1lla f2 para el caballo, y esto se produce con 1 .... ~e1+!! 2. ¡;¡: xe1 tt:lf2+ 3. <t>g1 lLl x h3+ 4. gh3 hg6 (una vez deshecha la clavada, al captu:ar la torre blanca) y las negras obtiene~ ventaja decisiva. Vemos que, tras li­berar f2 , se pasa a la desclavada, tras el jaque doble del caballo y las piezas blancas caen con las f1c~as del dominó cuando, puestas en. p1e Y muy próximas, se empuJa la pnmera sobre las restantes.

Problema n.• 26

158

Blancas juegan Y ganan

Problema n.O 27

159

Blancas juegan Y ganan .

Esta ha sido una vis ión general del tema pero, a fin de ten:r una clara idea del mismo, lo ampliaremos con N la liberación no sólo de una ~asilla, ~ sino de una diagonal , de una l1nea o o de una columna, lo que haremos se- ~ paradamente, para simplificar el es- ~

d. w ~ ~ . o

Despejar una diagonal

o ([) [ J o [

160 w ¿

La teoría de la maniobra ganadora [ es la misma que enunciamos para la ~

Page 80: Roman Toran - Primer Curso de Ajedrez

~ [ o lJI

C> E!SPE....J...O...R ESP...O...C:::IC>S

160

liberación de una casilla. Así, vemos que las blancas, si no existiera su Al­fil de e3, podrían dar mate con 'iWh6. Con esta idea se llega a la combina­ción decisiva: 1 . .ia7!, con lo que se crea una doble amenaza ('iWh6 mate y .i x b8) contra la cual no hay defen­sa eficaz, pues se pierde la dama al salvar el mate.

La pieza que conviene despejar de la diagonal puede también ser, en al­gunos casos, del bando adversario, como ocurre en el diagrama n. 0 161:

161

~ UJ En esta posición corresponde ju-0 gar a las negras y tenemos un caso o característico de este tema. La pieza m que conviene apartar es el alfil blan­~ co que, en d4, intercepta la acción O del alfil negro sobre la casilla b2. La [ maniobra se realiza apoyándose en ~ el ya estudiado tema de la desvia­[ ción, y se gana con 1 .... 'iWxf2!! 2. ~ ,txf2 :¡¡: x b2+ 3. 'ii;>a1 :¡¡: b5+ 4. i.d4

:¡¡: x d5 5. ed5 :¡¡: x c2 y las Negras tie­nen una pieza de ventaja.

En el diagrama n.o 162 tenemos una posición en la cual las blancas fuerzan un rápido desenlace, con una elegante y muy instructiva manio­bra, que casi es un esquema combi­nativo:

162

Las blancas dan aquí mate en tres jugadas, especulando con la ahoga­da situación del Rey enemigo. La continuación decisiva es 1. h4+ \t>h5 2. :!l:f5+ gf5 (así se despejó la dia­gonal h5-e8 y el Alfil fuerza el mate: 3 . .tf7 mate).

Despejar una línea o columna

Veamos ahora ejemplos de despe­je de una línea o columna, con la po­sición que refleja el diagrama n.o 163:

163

Page 81: Roman Toran - Primer Curso de Ajedrez

Se trata de una posición esquemá­tica, en la cual hay que eliminar la pieza que molesta: la torre blanca, que impide la penetración de la dama en h7. Así, la continuación 1. :!lh8+! lleva directamente al mate.

En cuanto al despeje de una línea lo tenemos claramente expuesto en la posición del diagrama n.o 164, co­rrespondiente a la partida Bronstein­Geller, del Campeonato de la URSS de 1961 :

164

Las blancas juegan y ganan me­diante la sorprendente continuación 1. 1Wg6!!, que plantea la mortal ame­naza 1!t'xg7. Es forzada, consecuen­temente, la réplica 1 .... fg6, lo que despeja la séptima línea horizontal a la Torre blanca y, con 2. :!1 xg7+ \t>f8(h8) 3. lbxg6 mate.

En el diagrama n.0 165 tenemos un ejemplo combinado de despeje de columna y diagonal, al mismo tiem­po:

165

Aunque las negras parecen tener una sólida posición defensiva, la rea­lidad es bien distinta, ya que las blan­cas la pueden hacer saltar mediante este tema, que se apoya en su desa­rrollo victorioso en los de la desvia­ción y la doble amenaza. En efecto,

165

sigue 1. i.h3! 1!t'xh3 2. :¡:{xf4!! y las blancas ganan, pues no hay solución contra las amenazas. 3. ... Ít xf8 mate y 3 . ... i,xe5+, como puede fá­cilmente comprobarse.

Por último, en el diagrama n.o 166 tenemos una posición cuyo desenla­ce se basa en una maniobra con des­peje de casillas sobre línea, columna y diagonal, al mismo tiempo:

166

Las blancas juegan y ganan del modo siguiente: 1. lbxc6! bc6 2. ~ x e6+! \t>d7 (si 2 . ... fe6, se despe­jaría la segunda línea de las Negras y, al controlar la dama blanca la cita-

~ [ o lU '")

~ lU o

da línea, vendría 3 . .t x c6+, seguido o de mate) 3. ~ xc6 1We7 4. \t>d1! (/) ~ab8 5. i.f4! y las Negras abando- ~ naron, ante las decisivas amenazas O planteadas. [

También se presentan posiciones ~ de este tipo en las que la pieza que [ debe ser expulsada o despejada no ~

Page 82: Roman Toran - Primer Curso de Ajedrez

~ [ o IU j

~ IU o o w [ J o [ IU

2 [ ~

se encuentra en la casilla, ni en la co­lumna ni en la diagonal, como es el caso del diagrama n.o 167:

167

En este caso, la pieza que sostie­ne la posición de las negras es su ca­ballo. Sin embargo, gracias a una contundente maniobra táctica, las blancas están en condiciones de re­matar brillantemente la lucha a su fa­vor. ¿cómo? Sencillamente, elimi­nando la pieza defensora, habilitan­do la penetración del alfil en g6, lo que se logra del modo siguiente: 1. lflb5 (despeja la columna 'd' y ame­naza la dama, a la vez que deja al ca­ballo negro bajo el fuego de la dama blanca) 1 .... i,xb5 2. ~xeS! y las negras están indefensas.

Problema n.• 28

168

Blancas juegan y ganan

Problema n.• 29

169

Blancas juegan y ganan

Page 83: Roman Toran - Primer Curso de Ajedrez

........ I:>E.~""T~LJ~~·C> ........

I:>E. L~ I:>E.FE. ........ ~~

ste tema táctico tie­ne algunos puntos de contacto con la

idea de la desviación, que ya hemos estudiado. Su objetivo, en suma, es el mismo, pero en este caso, en lu­gar de alejar a la pieza clave de la de­fensa enemiga de su posición eficaz, el que ahora nos ocupa tiende a des­truir o eliminar dicha pieza. Muchas veces, este cambio incluso se realiza por una pieza de mayor valor teórico que la defensora enemiga, pero que permite llevar a buen fin la combina­ción de ataque.

170

En el diagrama 170 tenemos una posición en la cual vemos de forma esquemática una sencilla maniobra de nuestro actual tema de estudio. La agresiva situación de las piezas ne­gras está defendida, a primera vista satisfactoriamente, por el caballo blanco de f4. Eliminado este, el ata­que negro es fulminante : 1 . ... 1Wxf4!! (no importa que la Dama se cambie por el caballo, puesto que la destruc­ción o eliminación de la defensa con­duce a un rápido mate) 2. 1Wxf4

.l';lexg2+ 3. ~h1 .l'ig1 + 4. ~h2

.l'i6g2 mate. En otras ocasiones la idea gana­

dora es más sutil, porque la combi­nación no continúa con jaques impe­rativos que llevan al mate, sino que abre paso a decisivas amenazas, como ocurre en la posición del dia­grama n.o 171:

171

La continuación que gana expedi­tivamente es 1. ll:Jxh7! ll:Jxh7 2. 1Wg6! y las negras quedan indefen­sas contra la mortal amenaza 3. 1Wxg7. El modesto peón de h7 era una pieza que realizaba una labor de- ~ fensiva de gran importancia. Des- [ pués de su eliminación tampoco hu- ~ biera sido una solución la réplica 1. l

... 1Wh5, debido a '2. t¿jxf6+ gxf6 3. ~ 1Wg3+, con fulminante desenlace, por ~ la penetración de la dama en g7. o

La idea de la destrucción o elimi- ifJ

nación también consiste en forzar a ~ apartarse a las piezas defensoras de O las casillas convenientes para ejercer [ su misión. Son casos claros en que ~ este tema está estrechamente ligado [ al tema de la desviación, como ve- ~

Page 84: Roman Toran - Primer Curso de Ajedrez

mas en el desenlace de la posición del diagrama n.o 172:

172

Las blancas tienen un poderoso ataque, con gran ventaja de desarro­llo, en tanto que el rey negro está muy mal situado en las columnas centrales, bajo el fuego de las torres enemigas que, como todos los efec­tivos de las blancas, están prestas para el ataque. La continuación ga­nadora es 1. lt:Jd5+! ya que, si 1 .... exdS 2. ,ixf6 mate, y si 1 .... lt:JxdS 2. ~h7+, deciden en ambos casos una rápida victoria. En el primer caso se desvía al peón 'e', facilitando el ja­que doble «en descubierta, y, en la segunda variante, al caballo de f6, que protegía la mortal penetración de la dama blanca en la séptima línea.

En el diagrama n.o 173 tenemos un ~ excelente ejemplo de este tema.

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.. - ~ . . ~~-----• m•~ ~ ~ ~:!· ~ ~ ·Ii·lS~ u~~ u ~~~ m ~ [

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¿ ¡¡: Aunque la posición de las negras ~ parece satisfactoria, la realidad es to-

talmente distinta. En efecto, las blan­cas pueden forzar una rápida victo­ria, porque pueden eliminar a la pie­za que defiende a su comprometido rey, con 1. ¡;;¡: x e3! y, después de 1 . ... ¡¡¡ xe3 2. h4!, se corta la vía de es­cape por gS al rey negro y el mate, con ¡;;¡: x h7, es inevitable.

Hasta aquí hemos visto ejemplos de ataques más o menos directos y expeditivos, pero este tipo de manio­bras también va dirigido a otros ob­jetivos más simples, como la sencilla ganancia de material que, esquemá­ticamente, ofrecemos en la posición del diagrama n.o 174:

174

Las blancas ganan aquí material con 1. ¡;;¡: x e6! Efectivamente, se des­truye la defensa del caballo y las blancas obtienen dos piezas meno­res a cambio de la torre, tras 1 . ... fxe6 2. ¡¡¡ xd7.

Otro caso muy frecuente en la práctica es el tipo de maniobra que se produce en la posición del diagra­ma n.o 175 .

175

En este caso vemos que las ne­gras tienen una fuerte presión sobre la gran diagonal de casillas oscuras, combinada con la acción de la torre a lo largo de la columna 'b', lo que

Page 85: Roman Toran - Primer Curso de Ajedrez

175

tiene un grave peligro para las blan­cas, por cuanto su peón 'b' sostiene el punto clave de c3. Con estos da­tos, fáciles de percibir a esta altura de los temas básicos, surge la ma­niobra ganadora: 1. ... l:i: x b2! 2. J:i:xb2 i_xc3, seguido de la captura de la torre de él, al retirarse la dama blanca de la amenazada casilla que ocupa. Destruida la base de b2, la posición blanca se derrumbó estrepi­tosamente.

176

La posición del diagrama n.o 176 nos ofrece la posibilidad de conocer un tipo de combinación muy común en la práctica, en la cual se sacrifica la calidad (torre por caballo o alfil) para eliminar al caballo protector del enroque y, especialmente, porque

impide las acciones ofensivas sobre la columna 'h' (o 'a', eventualmente). En este caso, la continuación gana­dora es la siguiente: 1. l:i: x h5! gh5 2. g6! y las negras no tienen defen­sa eficaz, puesto que si 2 .... hxg6, 3. liJxe6 fe6 4. 'tlVxg6+ ~f8 5. l:i:g1 y sigue mate, con 'tlVgS. Es obvio decir que, a 2 . ... fxg6 3. liJ xe6 plantearía la mortal amenaza 4. Dg7, así como 4. liJxc?.

Problema n.• 30

177

Negras juegan y ganan

Problema n.• 31

178

Blancas juegan y ganan

~ [ o w

~ w o o (fJ [ J o [ w 2 [ ~

Page 86: Roman Toran - Primer Curso de Ajedrez

""12

.A.. ""T .A..~ l.....J E .A.. ""T ~.A.. 'VE S ~E C>""T~.A..S 1==» 1 E::Z:.A..S

ste tema también se conoce por ata­que a través del

rey u otras piezas y ataque Rayos X. La idea es dar jaque, o atacar otra pieza que, al retirarse , deja indefen­sa otra pieza que se halla en la mis­ma línea, columna o diagonal. En cierto modo, nos recuerda la idea del tema de la clavada, pero mucho más expeditivo, por supuesto.

179

Ei diagrama n.o 179 nos ofrece una muestra de la primera forma citada, en que puede presentarse este tipo

~ de maniobra. Las blancas ganan [ esta posición, si les correponde ju­~ gar, con 1. i'íf8+ 'it>b7 2. i'í f7+, se­l guido de la captura de la dama y la ~ captura del peón negro con el rey. o Con el jaque inicial se obligó al rey o negro en la misma línea que su W dama, facilitando el jaque segundo, ~ típico caso de jaque a través del O rey. [ En el diagrama n.o 180 vemos una ~ posición de iguales características , si ¡¡ bien en ella el ataque se produce so­~ bre diagonal:

180

Las blancas juegan y ganan en este momento, mediante la prepara­ción de una situación de ataque a tra­vés del rey, con 1. i.g3+!. Es eviden­te que las negras no tienen alternati­va y han de continuar 1 . ... ~x g3, a lo que sigue 2. ~c7+ y, al apartarse el rey de la diagonal, quedará la dama indefensa.

Finalmente, veamos en el diagra­ma n.o 181 un claro ejemplo de este tema, pero con ataque sobre colum­na, con lo que se completa el grupo de posibilidades.

181

En la posición del diagrama n.0 181 las blancas juegan y ganan con 1. i'íxf4+! ya que, a 1 ... . <;t>xf5 seguiría

Page 87: Roman Toran - Primer Curso de Ajedrez

2. :af2+ y la inmediata captura de la dama, con ventaja decisiva.

Todos estos casos son, práctica­mente, posiciones esquemáticas , que nos ayudarán para la compren­sión de maniobras más complicadas que vamos a estudiar ahora.

En primer término un bello tema, en su final artístico basado en el ya mencionado mate de la coz:

182

El diagrama n.o 182 nos refleja una posición clara, y con 1. 'iWa3+! tene­mos la ganancia de la dama o bien un mate fulminante, tras 1 . ... <t> x a3 2. lLlc2 mate.

En el siguiente caso, que vemos en el diagrama 183, las negras obtie­nen la victoria mediante una manio­bra muy instructiva:

183

Se gana esta posición con 1 . ... ,txf2+!, jugada que se apoya, igual-

mente, en el ya estudiado tema de las piezas sobrecargadas, en este caso la dama blanca que protege si­multáneamente f2 y d 1). Así, vemos que, tras 1 .... ,txf2 no es posible 2. 'iWxf2, al quedar desprotegidá la to­rre de d1, lo que facilita un brillante remate, con 2 . ... 'iWx d1 + 1 3. :a x d1 :axd1+ 4. 'iWf1 :axf1+ , ganando, mientras que si 2. <t> xf2 vendría el tema de este capítulo, con 2. .. . :af5+, que ganaría la dama.

Hasta aquí hemos visto posiciones en cuyo desenlace se "atraviesa, al rey, con jaque. Pero también son otras piezas las que pueden ser tema de la maniobra combinativa, como el caso que veremos en el diagrama n.o 184:

184

Aquí vemos que, aprovechando la ~ activa situación de sus piezas, las ne- [ gras están en condiciones de rema- ~ tar rápida y elegantemente la lucha, 1

apoyándose en otros temas. Así, tras ~ 1 . ... .t x d4+!! se crean una serie de ~ amenazas, en las que se producen o dos temas tácticos ya conocidos a w esta altura de nuestros estudios. Es ~ evidente que, si 2. '.t>f1 :!l: e3! es con- O cluyente, ante 3. lLl x e3 'iWx d3+, por [ la clavada de la torre de d1. Después ~ de 2. :a x d4 llegamos al tema de ata- [ que a través del rey, merced a la con- ~

Page 88: Roman Toran - Primer Curso de Ajedrez

~ [ o w "l ~ w o o 00 [ J o [ w ¿ [ ~

tinuación 2 . ... 1Ie1+ 3. i'f2 l:! f1+! 4. ll x f1 1:1 x f1 +, ganando la dama.

También es muy frecuente en la práctica el tipo de combinación que nos ofrece la posición del diagrama n.0 185:

En esta situación el ataque gana­dor se produce a través de e5, sobre el punto, realmente temático, de d7. Así podemos detectar la maniobra ganadora con 1. 1I x e6! ~x e6 2. 1I x d7 +! wf6 y ya la penetración de las piezas blancas sobre el rey negro es fulminante, con 3. ~xg7+ i'f5 4. llf7+ ~ xf7 5. ~xf7+, ganando.

Problema n.• 32

186

Blancas juegan y tablas

Problema n.• 33

187

Blancas juegan y ganan

Page 89: Roman Toran - Primer Curso de Ajedrez

""13 L_,A,. ..J LJ e;¡ ,A,.I::> ,A,.

1 1'1 ""TE FIIVI E 1::> 1 ,A,.

ste nombre reciben aquellas jugadas que, en el desarro­

llo de una maniobra combinativa, pueden alterar de modo sustancial la posición y dar un cambio de rumbo a la lucha. Por ello, en el curso de las maniobras tácticas, esencialmente debemos permanecer muy atentos a este tipo de jugadas, que parecen inofensivas pero que pueden tener una importancia decisiva.

Un ejemplo claro nos lo ofrece el desenlace de la posición que refleja el diagrama n.o 188:

188

En este caso tenemos una idea casi esquematizada de este tema. Las blancas ganan mediante 1. I!xbS!, jugada que ataca a la dama enemiga y, después de 1 . ... '!Wxa3, viene la jugada intermedia 2. l:i:b7+!, con la cual se salva la torre compro­metida y se captura a continuación la dama, obteniendo una pieza de ven­taja tras la maniobra.

El escape de una amenaza, con un oportuno jaque salvador, es la base principal de las jugadas típicas de este tema táctico. Sin embargo, tam-

bién es útil en muchos casos tle ata­que, al forzar a cambiar el emplaza­miento de alguna pieza enemiga y poder crear, así, eventualmente, una situación con otro tema táctico, que proporcione ventaja.

189

Vemos un caso típico de la sutil maniobra que decide la ganancia de material, en la posición del diagrama n.o 189. Las blancas ganan mediante 1. l:i:d8+! 'it>g7 y, ahora, 2. l:i:d5! plantea la doble amenaza 3. l:i: xe5 y 3 . .tf8+ y no sirve el recurso táctico 2 .... .td6, a causa de 3. i.d4+!, ga­nando material en todas las varian-tes. ~

Grave error es el que se puede rr producir en una maniobra de cam- ~ bias de piezas, al creer que el adver- l

sario ha de recuperar «Obligatoria- ~ mente» la pieza. Así, en el diagrama o n.o 190 tenemos un instructivo ejem- o plo: ~

) 190 o

[

En esta posición las negras forza- ~ ron la victoria con el tema que esta- [ mas estudiando, al seguir con 1. ... Q

Page 90: Roman Toran - Primer Curso de Ajedrez

~ [ o llJ 1 ~

190

lb x d3! Ahora la dama blanca está in­defensa y no vale 2. 'ff/xd3?, al estar clavado el caballo, por lo que 2 .... 'ff/xd3 ganaría la Dama. La partida Barcza - Bronstein siguió con 2. 'ff/xf5 y, en lugar de la esperada ré­plica 2 .... gxf5 3. wf1' las blancas se encontraron con una desagradable sorpresa: 2 . ... ltJxe1! 3. wf1 (si 3. 'ff! juega, 3 .... lbf3 mate) 3 .... lt:\c2+! (superior a 3 .... gxf5 4. ,txe1, con li-gera ventaja de las negras) 4 . .tc1 ( bien 4. wc2 lt:\d4+) 4 . ... ¡:¡: xc1 5. we2 lt:\d4+ 6. wd2 lt:\b3+! y las Blancas están perdidas.

191

llJ o En el diagrama 191 tenemos, en o su desenlace, un típico caso de juga­(f) [ J o [ llJ 2 [ ~

da intermedia, como clave de la ma­niobra combinativa que da clara ven­taja a las Blancas. El juego siguió con 1. ltJxc6! i,xc6 2. exd5 exd5 3. cxd5 i.b7 4. d6! (jugada intermedia, en conexión con la siguiente movida blanca) 4 .... _txg2 5. dxe7! 'ff/xe7 6. wxg2 y las blancas han ganado limpiamente un valioso peón, que les dio el triunfo.

Algo más complicada, pero per­fectamente comprensible a esta altu­ra de los estudios realizados, es la maniobra que da la victoria a las blancas, en la posición del diagrama n. 0 192:

192 :am w ~~~ ~ ~ ~ ~ m'm m ., ,m,m.tm'm B n¡~iB - ífQ». ~ -~~ ~~~ 11 m •~~ mli • met:Jm~~ o • • m~

Aquí las blancas logran imponerse brillantemente, especulando con típi­cas ideas tácticas, pero la clave está en la jugada intermedia que se pro­duce después de 1. 'ff/xh7+! 'ff/xh7 2. ltJx g6+! wg7 3. l¿jxf8! (sin recu­perar la dama, que no puede esca­par de la amenaza) 3. ... 'ffix h3 4. ltJxe6+! (de nuevo, una jugada inter­media que, tras .. . ) 4 . ... wf6 5. gx h3 dejó a las blancas con decisiva supe­rioridad.

Page 91: Roman Toran - Primer Curso de Ajedrez

Problema n." 34 Problema n." 35

193 194

Blancas juegan y ganan Negras juegan y ganan

~ [ o w

~ w o o (/) [ J o [ w 2 [ ~

Page 92: Roman Toran - Primer Curso de Ajedrez

14

..A...""T..A...~l....JE SC>ES~E L..A... l....J L ""T 1 lVI ..A... L 1 1'.11 E ..A...

ase natural del rey, la primera y octava líneas son objeti­

vos que hay que tener siempre pre-sentes durante una partida de aje­drez. Así, en el diagrama n.o 195 te­nemos una clara idea de la importan­cia de este tema, tanto desde el pun­to de vista defensivo como del ata­que.

195

Si en esta posición esquemática correspondiera jugar a las blancas, ganarían inmediatamente, con 1. :¡¡ea mate. Los peones, defensa na­tural del rey, tras la realización del en-

~ roque, evitan que el rey negro pueda [ escapar del ataque de la Torre en su ~ primera línea. En cambio, si corres­l pendiera a las negras el turno de jue­~ go y siguieran con 1. ... :¡¡ g1 + las o blancas jugarían sencillamente 2. o c¿;,a2, aprovechando la vía de escape rn que proporcionó el avance del peón [ 'a' J ' O Más avanzado el estudio veremos [ cómo adelantar cada uno de los pea­~ nes del enroque puede representar [ una debilidad en este sector y tema ~ de ataque para el adversario, pero sí

es necesario realizar tal avance cuan­do se va a entrar en las complicacio­nes tácticas del medio juego o bien en un final con piezas mayores (to­rres y damas), que son las que pue­den forzar este tipo de mates.

La posición del diagrama n.o 196 nos brinda interesantes y fundamen­tales ideas sobre este tema.

196

Aquí vemos que ambos bandos han abierto sendas vías de escape a su rey. Sin embargo, la de las negras ha sido inútil porque, si correspondie­ra jugar aquí a las blancas, con 1. :¡¡ea decidirían la lucha, a causa de la colaboración del alfil en el mate, al controlar la casilla b7, impidiendo es­capar al rey negro. Por el contrario, si jugaran las negras 1 . ... :¡¡c1+, el rey blanco se desplazaría sin problema alguno a g2.

Esto nos da, como regla general, que conviene tener en cuenta al abrir una vía al rey, que la casilla de esca­pe sea de distinto color del alfil ad­versario, naturalmente, si sólo tiene uno ese bando. Si tuviera los dos, se deberá avanzar el peón que libere

Page 93: Roman Toran - Primer Curso de Ajedrez

una casilla que más cueste controlar a los alfiles enemigos.

Pero no sólo los alfiles son exclu­sivos colaboradores de este tipo de ataques sobre la última línea. En el diagrama n.o 197 vamos a ampliar estas ideas:

197

El peón blanco de a6 sustituye per­fectamente a un alfil para el control de b7. Al haber incorporado otras piezas, vemos cómo, además de te­ner protegida la primera línea, hay que estar atento a que exista, por lo menos, un equilibrio en el control de las posibles casillas de penetración de las piezas enemigas. En efecto, si correspondiera jugar a las blancas, se produciría un fulminante desenla­ce, con 1. l::!.d8+ ]lxd8 2. 'iWxdS mate.

Hay un mayor número de piezas en la posición del diagrama n.o 198, lo cual facilita la profundización en el estudio de este tema.

198

En la posición que estamos estu­diando vemos que las negras pare­cen tener bien protegida su primera línea, ante el amenazador dispositivo blanco en la columna central, pero apoyándose en el ataque sobre la octava línea y en el ya conocido tema

198

táctico de la desviación. La continua­ción ganadora es 1. l:Ia7! 'iWb6 (hay que controlar la casilla de penetra­ción de d8 porque si 1 .... 'iWxa? 2. 'iWd8+ lleva al mate) tema de desvia­ción, que dejaría sin defensa satis­factoria a las negras, salvo pérdida de la dama.

Una idea característica de este tema es el mayor dominio sobre una posible casilla de penetración. Vimos en el ejemplo anterior que una posi­ción de equilibrio enbre ambos ban­dos puede ser fácilmente destruida con alguno de los temas tácticos que conocemos.

199

~ [ o w

~ w o o

En la posición del diagrama 199 rn las negras tienen dos torres defen- ~ diendo su primera línea, atacada a su o vez por dos torres blancas. Estamos, rr pues, en una situación de equilibrio, ~ que exige gran atención y en la que rr es aconsejable abrir un escape al n.

Page 94: Roman Toran - Primer Curso de Ajedrez

rey. Las blancas, si les correspondie­ra el turno de juego, decidirían la par­tida con 1. ~xc8+!, excelente sacri­ficio de dama que deja sin adecua­da protección las primeras líneas de las Negras, para seguir, a 1 . ... ;¡:¡: x ca con 2. :!:l:d8+, que conduce al mate.

Muy instructiva es la posición del diagrama 200, en la cual las negras juegan y ganan especulando con el tema que estamos estudiando, apo­yándose en el de la desviación de la pieza defensora.

200

La continuación ganadora es 1 . ... ;¡:¡: xe4! y la amenaza 2 .... ;¡:¡: xe1 mate salva a la dama atacada, al mismo tiempo que no es posible 2. ;¡:¡: x e4, a causa de 2 .... ~xd6! (no valía 2. .. . :!:l:a1+ por 3. :!:l:d1) 3. ~xb4 (si 3. · cxd6?, 3 . .. . :!:l:a1 lleva al mate) 3 . ...

~ ~xcS! y las negras deciden la lucha [ a su favor, con este tema de desvia­~ ción (4. ~xc5? :!:l:a1+). También en 1 este caso el mate ha sido mal prote­( gido con el avance de un peón, que ~ libera una casilla del mismo color que o el alfil enemigo, lo que facilitó la ma­(J) niobra ganadora. ~ Hay temas de ataque sobre la oc­O tava línea que complementan o se [ complementan con otros de los ya ~ estudiados en capítulos anteriores. ¡¡: Por ejemplo, la posición del diagra­~ ma n.o 201.

201

Este es un claro caso de ataque sobre la octava línea y el alfil negro es una pieza sobrecargada, no por­que esté realizando una doble misión defensiva de sus piezas, sino porque controla la penetración de las torres en su primera línea. Con estas expli­caciones debe surgir para el lector la idea ganadora, que es 1. ;¡:¡: b8+ i,xb8 2. ~d8+, con mate imparable. Como es obvio, hay que sacrificar la torre adecuada, porque, como es fá­cil de comprobar, tras 1. ~d8+? i,xd8 2. :!:l:b8 ino daría ni jaque!

Este comentario es oportuna intro­ducción sobre un principio general importantísimo, que recomienda te­ner muy en cuenta las alteraciones que experimenta la posición, en el transcurso de una maniobra combi­nativa. Una sencilla idea se despren­de del diagrama n.o 202:

202

Page 95: Roman Toran - Primer Curso de Ajedrez

En este ejemplo la solución viene combinada con los temas de desvia­ción de la defensa y el ataque sobre la octava línea. En esta posición las Blancas juegan y ganan con 1. lt:lf6+! gxf6 2. l:I g3+ <tlh8 3. l:I xf8 mate.

Supongamos, sin embargo, que la torre negra de b2 estuviera, en la po­sición del diagrama n.o 202, en la ca­silla c5 y el caballo negro en la casi­lla b2. O sea, que estas dos piezas negras, que no tienen importancia al­guna en la maniobra decisiva, tuvie­ran cambiadas sus colocaciones. En ese caso la línea que da la victoria en la posición del diagrama no valdría. ¿por qué? Sencillamente, después de 1. lt:lf6+? gxf6 2. l:Ig3+, las Ne­gras podrían defenderse con 2 . ... l:Ig5! El peón de g7 ha pasado, en el curso de la maniobra, a f6 y pue­de apoyar a su torre para contrarres­tar el jaque sobre la columna 'g'.

Este es, en realidad, un ejemplo esquemático, pero que es muy útil te­ner bien presente, en el transcurso de una maniobra combinativa, donde con frecuencia se van alterando las posiciones de las piezas de ambos bandos.

En los problemas de este capítulo tendrá el lector ejemplos que, como es lógico, se complementan con otros temas tácticos que fuerzan la

victoria porque, realmente, la simple penetración de la octava línea sería el castigo a un gravísimo error del ad­versario.

Problema n.o 36

203

Negras juegan y ganan

Problema n.o 37

204

Blancas juegan y ganan

~ [ o lll

~ lll o o (J) [ ) o [ lll ~ [ ll.

Page 96: Roman Toran - Primer Curso de Ajedrez

15

~-.-~c:;)LJE ~C>E3~E C::: e> ._ LJ lVI ~'o~~~ ~-.-E~~LE~ ~E31E~-.-~~

ste es un tema que está estrechamen­te ligado con el del

ataque sobre la octava (primera) lí-nea, que acabamos de estudiar. Para una definición clara del mismo, pase­mos a la posición del diagrama n.o 205:

205

Aquí observamos que el rey negro está arrinconado en la columna late­ral 'a' y que tras 1. :¡;¡: a1 se llega al mate. Vemos que la casilla b8 (equi­valente a la de h7 en los casos del

~ tema anterior) está controlada por el [ alfil blanco, lo que impide que el rey ~ negro pueda escapar. l Se dice que una columna está ~ abierta cuando se halla despejada ~ de peones de ambos bandos. Sin o embargo, además de semiabierta UJ también se la considera abierta, des­~ de el punto de vista del bando ata­O cante, si está despejada a sus torres, [ que presionan sobre el correspon­~ diente peón enemigo. Este sería el [ caso si, en el diagrama n.o 205, las ~ negras tuvieran un peón en a7 y las

blancas ya tuvieran una torre en a1 . También en este caso se produciría un violento desenlace con 1 . 7I x a 7 +! <t;xa? 2. lia1 mate, pues el alfil se­guiría controlando b8 y el peón de c5 la vía de escape por b6. ·

. Otras veces las torres pueden ata­car por delante de los peones, sobre una columna. Por ejemplo: también sobre la posición del diagrama 205, si existiera un peón blanco en a2, pero la torre se hallase en b3 (1. :i:1 a3 mate).

En algunas posiciones se fuerza la total apertura de la columna con sa­crificios de pieza, basados en otros temas tácticos ya conocidos.

206

Un caso muy común, que expone­mos en forma esquemática, es el que recoge el diagrama n.o 206. Las blan­cas juegan y ganan de forma fulmi­nante, apoyándose en el tema de desviación de la pieza defensora (el Peón, en este caso, que mantiene protegido a su rey en la columna 'h') y con 1. lüg6+! hxg6 2. ~h3 selle­ga al mate.

Page 97: Roman Toran - Primer Curso de Ajedrez

Con la idea del tema de la doble amenaza, además de la desviación, tenemos la maniobra ganadora de la posición del diagrama n.o 207.

Aquí las blancas ganan en forma espectacular mediante 1. lLlb6+! 'it>b8 (si 1 .... axb6, 2. ¡ta2+ 'it>b8 3. i.e5+ wc8 4. ¡ta8 mate) 2. ¡th2!! ~xh2 3 . .teS+! ~xe5 4. lLld7+ 'it>c8 5. lZJxeS lLlh3 6. e7 y ganan. Un fi­nal que corresponde a la partida Frid­man - Thompson (Lone Pine, 1949) y que casi parece un estudio artístico, además de ser muy instructivo.

Igualmente, la columna lateral abierta puede derivar, en la evolución de la maniobra, a un ataque sobre la octava línea.

De esta forma, en el diagrama n.o 208 las blancas están en condiciones de forzar un brillante remate con 1. ll h8+! (vemos que no había tiempo

para preparar un ataque «normal,, con 1. ¡t h2 y luego ll1h1, o bien 1. f4, para seguir con ~h5, ante la ame­naza de mate, con 1 . ... ~b2) 1 . ... <;t>xh8 2. llh1+ wga 3. llh8+! <;t>xh8 4. ~h1+! (ahora se observa nítidamente la idea de la maniobra blanca, ya que la dama penetrará en el campo enemigo con efectos de­vastadores) 4 .... wga 5. ~h7+ 'it>f8 6. ~ha mate.

De cualquier forma, conviene re­saltar que «Colabora>> en esta combi­nación el alfil negro, que bloquea la vía de escape al rey. Lo mismo ocu­rriría si se encontrase el alfil en d6, por 6. ~h8+ we7 7. ~xg7+ we8 8. ~f7 mate (aquí «colaboraría>> la torre de d8), en tanto que, con el alfil en c5 o b4, el rey tendría una vía de es­cape.

Comprobamos que, en esta última maniobra, las piezas esenciales de la combinación ganadora son la dama y el peón de g6 de las blancas, así como iel alfil negro!, que bloquea la escapada de su rey. Los sacrificios de las torres sólo tenían como objeto la habilitación del pase de la dama a la columna 'h' y su decisiva penetra­ción en el campo enemigo. Cuando, además de la columna lateral abier­ta, se dispone de la adyacente, las ~ posibilidades de crear un ataque ga- [ nadar son mucho más grandes. ~

209 ~ IJJ

o o ro [ J o [ IJJ

~ [ ~

Page 98: Roman Toran - Primer Curso de Ajedrez

En el diagrama n.o 209 tenemos un excelente ejemplo. Las blancas jue­gan y ganan rápidamente, con es­pectacular maniobra: 1. ~h6! (esto plantea una doble amenaza de mate, con 2. ~g7 y 2. ~f6) 1 .... ~xe5 (úni­co modo de salvar las amenazas ci­tadas, pero al abandonar el control de la séptima línea (segunda de las blancas) , se produce un sutil tema combinativo de fulminantes efectos) 2. ~xh7+! ~xh7 3. ~g2 mate.

En el diagrama n-" 21 O tenemos una posición en la cual las piezas blancas actúan sobre la columna 'h', que no está abierta, pero juegan por delante de su peón.

210

Las blancas lograron imponerse espectacularmente con 1. ~xh7+!! lLJxh7 2. :S:xh7+ ~xh7 3. lih3+

~ ~g6 4 . .th5+ ~h6 5. ,ixf7 mate, o [ bien 3 .... ~h5 4. _ixh5! , seguido del O mortal jaque "en descubierta", con w ~ .tf7.

w o 211

o w [ ) o

El diagrama n.o 211 nos muestra, en su desenlace, una típica maniobra con acción combinada de la torre y

[ caballo, sobre la columna lateral ~ abierta. En la posición, que es una [ conocida celada de la Apertura Es­~

211

pañola, las blancas quedan con 1. lbe7+ ~h8 2. ~xh7+! ~xh7 3. lih5 mate.

Problema n.• 38

Blancas juegan y ganan

Problema n.• 39

213

Blancas juegan y ganan

Page 99: Roman Toran - Primer Curso de Ajedrez

"'"16

.A.. "'T .A..<:;, l....J E S S C> E3 F=r E L-A.. S E P"'TIIVI.A..

"V' C> C::"'T .A.." .A.. L 11'-1 E .A.. S

E n este capítulo agrupamos una serie de ideas

combinativas que deciden no pocas partidas. La acción sobre la séptima y octava líneas, donde lógicamente suelen encontrarse los reyes, es tema de vistosas maniobras. En el diagra­ma n.o 214 tenemos un ejemplo típi­co.

214

Esta posición esquemática la ga­nan las blancas, a pesar de las fuer­tes amenazas que tienen planteadas las negras ('iJixg2 mate, ~xb3 y ~xe1 +) mediante una espectacular continuación: 1. ~xf7+! I;Ixf7 2. Il ea mate. Vemos que se especula con los temas de desviación (al obli­gar a la torre negra a abandonar la defensa de su primera línea (octava del bando atacante) y el de la pieza clavada (lo que impide que la torre negra pueda cubrir el jaque de la to­rre) .

Una derivación de este tipo de combinación la veremos en el diagra­ma n.o 215.

215

En esta posición las blancas con­siguen un fulminante desenlace tras 1. ~xf7+! :§:xf7 2. :S:d8+ (observa­mos que, ahora, la torre de f7 no se encuentra clavada, pero después de 2 . ... :S:f8 es fácil comprobar que las blancas tienen mayor fuerza sobre la octava línea y se produce el mate, con 3. :S: xf8 (no importa cuál de las torres es la que da el mate) .

En las maniobras que decidieron las posiciones de los dos últimos dia­gramas estudiados, observamos que el factor común en ambas es la defi­ciente protección de las negras en su primera línea, así como a la situación ~ de los peones negros, que impedían [ a su rey escapar de la primera línea. ~ Veamos a hora, en el diagrama n.o 1

216, interesantes ideas defensivas ~ que, sin duda, facilitarán al lector tan- ~ to la preparación de sus planes de o ataque, como la tarea defensiva. ~

J 216 o

[

· Corresponde jugar a las blancas y ~ nos damos cuenta, inmediatamente, [ de que las negras están amenazan- ~

Page 100: Roman Toran - Primer Curso de Ajedrez

216

do mate (~xb2), así como la captu­ra del alfil.

Al mismo tiempo, siguiendo con el análisis de la posición, vemos que las piezas blancas están bien dispuestas para el ataque y la idea de una com­binación, como la que decidió los dos casos anteriores, salta a la vista. Entonces pasamos a ver que las ne­gras tienen protegida su primera lí­nea con las dos torres, o sea igual fuerza que la atacante. Parece que nos encontramos ante un típico ejemplo como el que decide la lucha en la posición del diagrama n.o 214, y podemos cometer el gravísimo error de intentar la misma maniobra. En efecto, después de 1. ~xf7+?, las negras no están obligadas a aceptar el sacrificio de su adversario, sino que pueden replicar 1 .... ct>h8!

~(si 1 .... :iixf7? 2. :iie8+ llevaría al [ mate). Tras estas dos jugadas, las ~ blancas se encuentran en una posi­, ción desesperada, con la doble ame­~ naza 2 .... ~xb2 mate y 2 .... :ii xf7. ~ A 2. c3 vendría 2 .... ~xc3! 3. :iixc3 o :ii x f7 , con ventaja decisiva, pero aún I!J cabe ensayar 2. ~b3, lo que nos lle­~ va a la posición del diagrama n.0 217. o [ 217 llJ 2 [ En esta posición, si 2 . ... a4 ven-~ dría 3. :iie8!, salvando las amenazas

217

definitivamente (3 .... ~xc5 4. ¡:¡: xa8! l:l: x aS 5. :!:l: eS+), pero la situación ha experimentado un cambio esencial y sí pueden aceptar el sacrificio ofreci­do por las blancas, con 2 . ... I! xf7! 3. :!:l: e8+ I! f8! Ahora la torre no se halla clavada, al haber apartado al rey y es posible esta precisa defen­sa, mientras que 3. . . . lii x eS+? con­duciría, de nuevo, al mate (4. :ii xeS).

Aunque el autor pretende que las explicaciones sean muy claras, es muy importante que el lector se fami­liarice con las alternativas que hemos estudiado en el último ejemplo, tanto desde el punto de vista del bando atacante, como del bando defensor.

Otro tipo de combinación muy fre­cuente en la práctica, sobre este tema, lo estudiaremos, de forma es­quemática, en la posición del diagra­ma n.o 21S.

218

En este caso, el ataque, una vez eliminado el peón 'f' , se concentra

1 06 C:::c::>LEC:::C::: Ic::>........_. Fc::>A.""-"1,0....C:::Ic:>f"'..J DE ..,.O.......JEC>AEZ

Page 101: Roman Toran - Primer Curso de Ajedrez

sobre el de g7, y observamos que, como posición casi simétrica, las ne­gras también presionan sobre g2, con amenaza directa de mate. Pero las blancas juegan y ganan con el tema ya conocido, especulando con el tema de la pieza clavada, median­te 1. 'ti'xg7+! I:l:xg7 2. Iif8 mate.

Si en la posición del diagrama n.o 218 la dama blanca estuviese en e7 (en lugar de d7) habría otra forma de ganar, aunque no tan expeditiva, pero siempre interesante de conocer. Se trata de 1 . .txg7+ I:l:xg7 2. Iif8+ :¡::¡: g8+ 3. 'ti'f6 mate.

Esta idea nos lleva a una variación sobre el mismo tema, que es impor­tante tener bien presente en estas posiciones.

La continuación que da la victoria a las blancas está basada en la idea combinativa ya estudiada : 1. ,ixb7+! :¡::¡: xb7 2. ~g8+! (pero aquí reside la sutileza: pasar la dama a la diagonal débilmente protegida, y despejada con el sacrificio inicial de pieza) 2 . ... :!i b8 (la retirada ltJf8 sólo retrasa el mate una jugada) 3. ~d5+! Iib7 4. :!ie8 mate.

Otro caso de ataque sobre las pri­meras líneas del adversario se pro­duce sobre columnas abiertas y, por .

lo tanto, con torres y damas, princi­palmente.

220

La posición del diagrama n.o 220 nos ofrece un caso -no raro, cierta­mente, al hallarse los reyes en flan­cos opuestos- en el que las negras se encuentran ante la mortal amena­za :!ig8. Aunque su situación parece desesperada, la realidad es bien di­ferente, como se demostró en la par­tida Mieses -Richter (Berlín, 1933). Porque las Negras consiguieron ade­lantarse con una entrega de dama, que situó al rey blanco bajo la fulmi­nante acción de las torres. ¿cómo? Sencilla y brillantemente con 1. . .. ~a1+!! 2. wxa1 I:l:xa2+ 3. wb1 :!ia1+ 4. wb2(c2) :!i8a2 mate.

Ya hemos visto la importancia que tiene, en el desarrollo de una manio- ~ bra combinativa, el cambio de po- [ sición de alguna de las piezas, de ~ no ser que las amenazas sean tan l

fuertes , generalmente con jaques ~ sucesivos, que no tenga tiempo el ~ adversario a aprovecharse de tales o cambios con respecto a la posición oo inicial. ~

o 221 [

w ¿

La situación que recoge el diagra- [ ma 221 se produjo en la partida Uhl- ~

Page 102: Roman Toran - Primer Curso de Ajedrez

~ [ o lU

~ lU o o w [ J o [ lU

2 [ ~

221

mann -Dely (Kecskémet, 1962). En ella las blancas continuaron con 1. ,llxg7? .)lxg7 2. ,txf6. Aquí parecía todo resuelto en favor de las blancas, ya que si 2. ... .!lg8, vendría 3. _i xg?+ .!l xg? 4. 1Wd8+, seguido de mate. Observamos que, pese a estar clavada, la torre de g7 realizó una la­bor fundamental en el desenlace de la partida.

Este ejemplo nos ha brindado, igualmente, un caso de ataques sólo por columnas, que también son muy frecuentes , como los com­binados sobre columnas y diagona­les.

Problema n.• 40

222

Blancas juegan y ganan

Problema n." 41

Blancas juegan y ganan

Page 103: Roman Toran - Primer Curso de Ajedrez

""17

~""T~c;)LJ E~ ""TI PIC:::c:>~ C::: <::> 1"'-..1 EL C:::~ ES .A.. L Le:>

P or su peculiar movi­miento, el caballo es una excelente

pieza de ataque. Ya sabemos que, desde una casilla central, esta pieza puede desplazarse nada menos que a ocho casillas diferentes, lo que, a veces, le permite estar atento tanto al ataque, como a la defensa. Es una pieza muy eficaz para colaborar con las piezas pesadas (torre y dama) y también es la base de muchas ma­niobras en las que, por su movimien­to «de salto, llega a posiciones deci­sivas, al no poder ser cortada su ac­ción interponiendo piezas enemigas.

Un ejemplo de ello nos lo brinda el esquema del diagrama n.o 224.

224

Esta es la posición más genuina del mate de Philidor, también cono­cido como mate de la coz, tema fre­cuentísimo de muchas maniobras en la práctica. Vemos que también se puede dar este mate contra un caba­llo negro, en lugar de su torre, pero no contra la dama o un alfil , claro está, porque podrían capturar el ca­ballo.

Vamos a ver, en los diagramas su-

cesivos, algunas maniobras con este tema, como orientación al lector y re­paso, en algunos ejemplos, de temas estudiados en los capítulos anterio­res.

225

Otra posición que, prácticamente, es un esquema y es la forma más co­mún del mate de la coz. Se inicia con 1. ~b3+. Este jaque se da en cual­quier casilla disponible de la diago­nal blanca, menos f7, que debe re­servarse para continuar el ataque con el caballo. Las negras deben replicar 1 . ... c;:t>h8, ya que si 1 ... . c;:t>f8 ven­dría 2. ~f7 mate. Ahora comienza la ~ directa acción del caballo, con 2. [ lf?17+ c;:t>g8 3. tt:lh6+ c;:t>h8. De nuevo, ~ s1 3 . .. . 'í:t>f8, 4. ~f7 mate. En este mo- 1

mento llega la jugada clave de lama- ~ niobra, basada en el tema de la obs- o trucción: 4. ~g8+! :g xg8 5. tt:lf7 o mate. El plan tt:lf7+ y tt:lh6+ es para ffJ

evitar que la dama se pueda captu- ~ rar con el rey, destruyendo el ataque. O El diagrama n. 0 226 nos brinda un [ sencillo pero muy instructivo tema de ~ desviación de la pieza defensora, [ combinado con el mate de la coz. ~

Page 104: Roman Toran - Primer Curso de Ajedrez

~ [

226

Las blancas juegan y ganan en esta posición, pero vemos que no es posible continuar con 1. ltlf7+, ya que el caballo se encuentra clavado. La continuación decisiva es 1. 'i'x h7+! 'i'x h7 2. ltlf7 mate.

Con la colaboración de los alfiles el ataque del caballo también adquie­re notable peligro. Veamos dos ca­sos típicos:

227

~ En esta posición la dama está apo­l yada por el alfil, en su acción en la ~ diagonal temática (a2-g8 y similares: ~ g1-a7, h2-b8 y b1-h7) . Consecuente­O mente, no precisa completa la ma-00 niobra con los jaques del caballo en ~ f7 y h6, apoyando la penetración de O la dama en g8 y se gana de forma fui­[ minante con 1. 'i'g8+! li x g8 2. ltlf7 ~ mate. Otro tema combinado de des­[ viación de la pieza defensora, mien­n. tras que a 1. ltlf7? vendría 1 . .. . li xf7.

228

En el diagrama n.o 228 tenemos una posición con ataques mutuos. En ella las blancas rematan la lucha con una maniobra muy instructiva: 1. 'i'h8+!! <tfxhS. Una vez situado al rey en la casilla que permite entrar al ca­ballo en acción, con jaque doble en descubierta, llega el mate: 2. tüxf7+ <ttg8 3. ltlh6. Si la dama negra no protegiera e7 también sería posible la alternativa 2. ltlxg6+ <ttg8 3. ltle7 mate.

Este tipo de combinación ha dado lugar a muchos remates espectacu­lares. En la posición del diagrama n.o 229, en la cual corresponde jugar a las blancas, vemos que el enroque de las negras se encuentra protegi­do por el alfil de g7 y, sin embargo, se produce en ella un fulminante de­senlace.

De nuevo, un tema táctico ya es­tudiado, el de la desviación de la pie-

Page 105: Roman Toran - Primer Curso de Ajedrez

za defensora, apoya la maniobra que conduce a una rápida y brillante vic­toria. Esta se consigue con 1. ~h6!!, que deja sin defensa a las negras. En caso de 1 .... ,ixh6, viene 2. !De? mate, en tanto que si 1 .... ~xf6 (o bien 1 .... ,ixf6) seguiría 2. (Dxf6+.

Otra forma menos frecuente, pero también muy efectiva y que hay que tener siempre presente, es cuando los dos caballos se combinan en este tipo de maniobra de ataque.

230

Las negras están en condiciones de forzar un rápido desenlace y para ello su principal objetivo ha de ser bloquear la casilla h2 al rey blanco. Esta casilla equivale, en la idea pri­mitiva del mate de la coz, a la de g1 (o g8, si atacan las blancas).

La continuación ganadora es 1 . ... !D5g3+ 2. <t>h2 !Df1+ 3.<t>h1 ~h2+!! 4. (Dx h2 (no importa cuál efectúa la captura) y ahora 4 .... !Dfg3 mate.

Este tipo de mate también se pue­de producir en otros sectores del ta­blero, si hay piezas que bloqueen al­guna o algunas casillas esenciales en la maniobra.

231

En el diagrama n.o 231 tenemos una interesante e instructiva posición, en la cual las blancas juegan y ga-

231

nan mediante 1. lt:lc5+! <t>b8 (tampo­co aquí el rey puede escapar hacia el centro, porque si 1 .... <t>d8, 2. ~d7 mate, mientras que si las negras tu­vieran alguna pieza en eS -un alfil, por ejemplo- el mate llegaría con 2. etJ x b 7. Después de 1 . .. . <t> b8 ya te­nemos el esquema tradicional, que se inicia con la preparación del jaque doble en descubierta) 2. lt:ld7+ <t>c8 3. lt:lb6+ <t>b8 4. ~c8+!! (vemos que ahora el bloqueo se ha establecido con las dos torres negras y llega el mate ... ) 4 . ... :§: xca 5. lt:ld7.

Naturalmente, este tipo de manio­bra no se presenta espontáneamente en la partida, sino que se va prepa­rando, combinándola con todos los te­mas tácticos que conocemos. En la posición del diagrama n.o 2321as blan­cas acaban de jugar .i(d2) x (Peón)f4.

232 ~ [ o Ul

~ Ul o o (fJ [ J o [ Ul ¿

Las negras inician un tipo de ata- [ que muy usual, sobre h2 (o h7) con: ~

Page 106: Roman Toran - Primer Curso de Ajedrez

~ [ o w

~ w o o ({) [ ) o [ UJ

~ [ ~

1 .... 'i!t'h4+ 2 . ..ih2 llJg4 3. 'i!t'f4 (úni- tudiando) 3 . ... 'i!fxh2+! 4. 'i!fxh2 ca, ante la mortal 3 .... 'i!fxh2, pero llJxf2 mate. ahora llega el tema que estamos es-

Problema n.• 42 Problema n.• 43

233

Blancas juegan y ganan Blancas juegan y ganan

Page 107: Roman Toran - Primer Curso de Ajedrez

-.a -A..,--A.. e;) IL.J E

S C> E3 Fl E EL Fl E "V' E 1'.1 L-A... S ~ C> L IL.J lVI~'.~ -A... S

~EI'.I-rFl-A...LES

a hemos estu­diado diversos tipos de ataque

sobre el rey, aprovechando las co­lumnas laterales abiertas, pero esto fue como una obligada concesión por el parecido del citado tema con el del ataque sobre la octava línea.

Vamos a ver ahora otro tema muy frecuente en la práctica: el ataque so­bre el rey que no ha enrocado y que se mantiene en las columnas centra­les. De las consideraciones sobre la general conveniencia de realizar el enroque se desprende que, al esta­blecerse normalmente las primeras fricciones en el centro, son las colum­nas centrales las que antes suelen quedar despejadas de peones. Esto facilita la ocupación de las mismas con las torres, lo que plantea un gra­ve peligro para el rey enemigo, si per­manece en dicho sector del tablero.

Siguiendo este razonamiento, sal­ta a la vista la conveniencia de poner a salvo rápidamente al rey, con el en­roque, pero aún los grandes maes­tros suelen caer -aunque sólo en casos contados- en el error de em­barcarse en acciones arriesgadas y, súbitamente, se encuentran envuel­tos en una red de mate.

Ataque sobre columnas

Hay diversos tipos de ataque en este tema. Uno de los más frecuen­tes es el que forman el equipo torre

- alfil , que queda expuesto, esque­máticamente, en el diagrama n.o 235.

235

Sólo la casilla f7 escapa al control de las piezas blancas, pero el peón negro la bloquea y nos hallamos ante una posición de jaque mate.

Una vez conocido el esquema, va­mos a exponer posiciones que con­ducen a este tipo de mate, como ideas complementarias que facilita­rán tanto la comprensión de las ideas tácticas como la aplicación posterior de estas teorías.

En el diagrama n.o 236 tenemos una típica maniobra del tema de la ~ desviación como complemento en el [ que se apoya la maniobra ganadora o para las blancas. ~

~ 236 w

o Aunque la primera línea de las ne- o

gras parece bien defendida en esta lfJ

posición, la realidad es muy diferen- ~ te. El esquema del mate es el que vi- o mos en el diagrama 235, pero la ma- [

~~o~~a d~~et~~:s~ ~~ dv~c~~~~:~a¿f~~ ~ de la pieza defensora 1. ll.'lc7+! ~

Page 108: Roman Toran - Primer Curso de Ajedrez

236

.tí: x c7 (la captura es obligada, con lo que la torre ha dejado de proteger, por desviación, la casilla d8) 2. ~xc6+! (eliminación o destrucción de la pieza defensora del punto críti­co de d8 y se llega al mate con ... ) 3 . .ti:d8.

237 EU .t.U•E • . ,~ . ~, ~- ~-iU.,.U • u .. ~. ~ ~- ~ -~- g m ~m m e u u u ..

~- ~ n~n • ~u u • - :¡;;:,¡:~ m . . ~ ~ En el diagrama n.o 237 completa­

mos la teoría de este tipo de manio­bra combinativa, con fuego cruzado

~ del equipo torre -alfil sobre la octa­[ va línea de la columna. Las blancas ~ cuentan con todas sus piezas bien l dispuestas para el ataque, sobre un ~ rey prácticamente abandonado a su ~ suerte, en las columnas centrales, y o cuyas piezas no están desarrolladas. ro Las blancas ganan con 1. .tí: x eS+! ~ Este sacrificio de torre tiene como o objeto la apertura de la diagonal [ h4-d8 al alfil, para preparar el mate ~ ya conocido. Sigue: 1 .... fxe5. Ob­[ servemos que no era posible 1 .... 11. .!t:Jxe5 a causa de 2. ~d8 mate. Es

importante destacar que la casilla f7 del diagrama 235, bloqueada por el peón negro, aquí la controlan las Blancas con su alfil de c4, que corta la vía de escape al rey negro. Sigue el desenlace, con 2. ~d8+! .!t:Jxd8 3. 1i xd8 mate.

En el diagrama n.o 238 tenemos un espectacular remate, con tema de ataque combinado sobre columnas y diagonales .

238

En este ejemplo es la dama blan­ca la que domina la importante dia­gonal h4-d8. Las blancas juegan y ganan mediante 1 . .tJ:xe6+!! y las ne­gras no tienen defensa, puesto que el 1 . ... fxe6, 2. i.g6 mate; si 1 .... i.e7, 2. ~xc5, ganando la dama, por la clavada del alfil que la protegía y si 1 .... i_xe6, 2. i.b5+ (jugada de Rayos X o jaque «atravesando una pieza,) 2 .... i.d7 3 . .tí:e1+, ganan­do la dama, con fuerte ataque, des­pués de 3 . ... ~e7! 4. i,xd7+ wxd7 5 . .tJ:xe7+ i_xe7 6. ~b5+ WC8 7. ~c4+. etc.

239

Otro tema de ataque sobre la dia­gonal repetidamente citada y la co­lumna central 'd ' nos lo ofrece el de­senlace de la posición del diagrama n.o 239, en la que vemos que tanto la dama como el alfil de las negras no pueden ser jugados con libertad, ya

Page 109: Roman Toran - Primer Curso de Ajedrez

239

que deben proteger la penetración de las piezas enemigas en el e? y d8 . .

Con estos detalles surge la conti­nuación ganadora para las blancas, que no es otra que 1 . .teS!!, tema de desviación de las piezas defenso­ras del rey negro, que dejan indefen­so a este bando. En efecto, si 1 .... _txc6 2. l:ld8+ l:l xd8 3. 'iWxdS mate, y si 1 . .. . 'iWxc6 2. 'iWe7 mate. Por otro lado, no se ve forma de proteger el alfil atacado.

Veamos ahora otros tipos de ma­niobras muy frecuentes en la prácti­ca.

240

La posición del diagrama 240 nos brinda un excelente ejemplo de ac­ción combinada sobre diagonales, principalmente, y una columna. Las blancas juegan y ganan mediante una maniobra de mate en tres juga­das: 1. 'iWxd7+! 'iWxd7 2. l:l xb8+ 'iWd8 3 . ..tbS mate.

Parecidas características tiene la

maniobra que decide la lucha, en la posición del diagrama n.o 241.

241

El rey negro, peligrosamente ex­puesto a las piezas enemigas, en el centro del tablero, sucumbe rápida­mente tras 1. J:lxe6+! .txe6 (si 1 ... . fxe6, 2 . .txg6+ l!ld8 3. 'iWf8+ lleva al mate) 2. ,.txbS+ i.d7 (a 2 . ... l!ld8, 3. 'iWc? mate) 3. l:le1+, seguido de mate.

Un ataque combinado sobre las columnas 'd' y 'f', con las que se re­tiene al rey negro en eS, combinado con un mortal jaque con el alfil, es la conclusión de la maniobra que deci­de la lucha, en la posición del diagra­ma n.0 242.

~ [ o UJ

~ UJ

o o

El plan ganador, sin embargo, lle- ro

ga después de una jugada del tema ~ de despeje de una diagonal y una co- o lumna, al mismo tiempo, lo cual se [ consigue con 1. ttJbS! i. x bS 2. ~ 'iWx eS!! 'iWx eS 3 . ..tg6 mate. [

Con estos ejemplos, que reco- ~

Page 110: Roman Toran - Primer Curso de Ajedrez

miendo al lector repase varias veces, en todos los temas, a fin de que se familiarice con las maniobras combi­nativas, así como con la preparación de las mismas, vamos completando el estudio y comprendiendo los ries­gos a que está expuesto el rey en las columnas centrales.

243

En el diagrama n." 243 tenemos un ejemplo con alguna novedad, pero perfectamente comprensible. Las co­lumnas 'h' y 'd' y, en cierto modo, la 'f', son esenciales en la maniobra que conduce a la victoria. Esta es: 1. 'i!Vf6+!! ll:Jxf6 2 . .teS+! así se despe­ja la columna 'd', cortando la vía de escape al rey negro de la trampa mortal en las columnas centrales. Después de 2 .... .t xeS 3. exf6+ ot>f8 4. :§: h8, se produce el mate.

~ Muy instructivo es el tema de la [ maniobra decisiva en la posición del ~ diagrama no 244. i ~ 244 w o o (/) [ ) o [ w ¿ [ ~

En esta posición las columnas centrales parecen suficientemente cerradas, pero hay que tener en cuenta la ruptura temática en este tipo de posiciones. Con 1. dS! las blancas rompen el centro y se abre paso a un ataque demoledor. El jue­go sigue con 1 . ... exdS. No valía 1. .. . exd5? por 2. tt:Jf6 mate, ni 1 . ... fxe4, a causa de 2. dxe6, con deci­sivas amenazas, como 3. exf? mate y 3. :§: xdS+. En la partida Kotov Kal­manok (URSS, 1936) el juego siguió con 2 . .ibS+ tt:Jd7 3. liJeS .tea 4. 'i!Vg7 :§:f8 S. Ji:xdS! exdS 6. tt:J f6+ ,ixf6 7. tt:Jg6+ .1e7 8. 'i!Vf8 mate.

Problema n.o 44

245

Negras juegan y ganan

Problema n.o 45

246

Blancas juegan y ganan

Page 111: Roman Toran - Primer Curso de Ajedrez

""19 P~~""TII:::>~S

C::: C> lVI P LE lVI E .....,_.-y-~~ 1 ~S

1 que fue campeón mundial, Enmanuel Lasker, estableció

las leyes del desarrollo de las pie­zas en su libro El Sentido Común en Ajedrez. Pero muchos años an­tes, otro genio del ajedrez, el nortea­mericano Paul Morphy, había fijado dos principios ,,nuevos, para la épo­ca, sobre las aperturas:

1) En el planteo, cada jugada debe acrecentar el desarrollo, o sea, el número de piezas efectivamente en juego; y

2) el desarrollo superior aumenta de valor en proporción con el núme­ro de líneas abiertas, lo que significa que tiene ventaja en la movilización de sus piezas debe tratar de abrir lí­neas, mientras que el jugador que tiene un desarrollo inferior debe ha­cer lo opuesto: evitar que se abra la posición.

Morphy entendió como nadie la importancia de un efectivo desarrollo de piezas y la forma de explotar las columnas y líneas abiertas, lo que proporcionó numerosas victorias y la consideración de mejor jugador de su tiempo.

Veamos una partida jugada en Nueva York, en 1867:

O SCHULTEN • MORPHY

1. e4 e5 2. f4 d5

Esta jugada, contra el Gambito de Rey, es conocida como Contragam­bito Falkbeer. El contragambito tiene

el mismo objetivo que el gambito: los dos sacrifican un peón para acelerar su desarrollo (igual que el principio de Morphy) . La diferencia reside so­lamente en si lo realizan las blancas o las negras.

3.exd5 e4

Naturalmente, evita recuperar en­seguida el peón, jugando 3 .... ~x d5? ya que, con 4. ltlc3, las blan­cas ganarían tiempos de desarrollo, al movilizar el caballo con ataque so­bre la dama. En cambio, el avance 3. ... e4 domina la casilla f3, lo que di­ficulta el normal desarrollo del caba­llo de rey enemigo.

4. ltlc3

Actualmente se juega 4. d3, y si 4. ... ltlf6 , 5. ltld2!, eludiendo la fuerte lí­nea introducida por Morphy en esta partida.

4 . ... 5.d3 6 . .td2

ltlf6 i.b4 e3!

~ La mejor jugada, de acuerdo con [

el mejor principio del propio Morphy, ~ antes mencionado. Las negras tienen ~ un desarrollo superior, pues en su w séptima jugada habrán movilizado o tres piezas (el enroque se considera O como una jugada de desarrollo) y ha- ~ brán abierto la columna 'e' , donde se J halla el rey enemigo. Esto les brinda O óptimas posibi lidades de ataque. ~

7. _tx e3 8 . .td2

o-o .txc3

¿

Page 112: Roman Toran - Primer Curso de Ajedrez

9. bxc3 10 . .te2 11. c4

ile8+ .tg4 c6

Siempre fiel a su segundo princi­pio, Morphy continúa su desarrollo de piezas, abriendo el juego al mis­mo tiempo. Su última jugada tiene como objeto abrir la diagonal a7-g1 a su dama que, tras el cambio de peones, también podrá llevarse a d4. Con el cambio propuesto, las negras movilizarán otra pieza.

12. dxc6 ltJxc6 13. '.i>f1

247

Hasta aquí Morphy jugó siguiendo sus principios, que le permitieron ob­tener un desarrollo notablemente su­perior. Ahora, gracias a la apertura de columnas y líneas, está en condi-

~ ciones de realizar un ataque ganador [ contra el mal situado rey blanco. ~ Antes de seguir adelante, hemos 1 de destacar que la renuncia de las ~ blancas al enroque es consecuencia ~ de la amenaza 13 .... lbd4, contra la o cual no valdría la medida precautoria (J) 13. c3?, a causa de \!Vxd3. ~ Continuemos con la partida, des-O pués del diagrama n.o 247. [ w 13. ... )lxe2! 2 [ El sacrificio de calidad evita simpli-~ ficaciones, que siempre favorecen al

jugador que tiene una ventaja de ma­terial y no al que conduce el ataque.

14. ltJxe2 tt:ld4

Complemento de la jugada ante­rior, siempre con el tema de la clava­da como base de la maniobra com­binativa, sólo que ahora la acción no es contra el alfil, sino sobre el caba­llo y en diagonal.

15. \!Vb1 16. '.i>f2 11. w91

.txe2+ lbg4+

Las alternativas 17. '.i>g3 tt:lf5+ 18. '.i>h3 \!Vh4 mate, o bien 17. '.i>e1 + \!Vh4+ 18. g3 \!Ve7, no serían menos desagradables para las blancas . Ahora las negras fuerzan mate en sie­te jugadas:

17. ... tt:lf3+!

Despeja la casilla d4 para la dama.

18. gxf3 19. wg2 20. wh3 21. '.i>h4 22. h3 23. '.i>g5

\!Vd4+ \!Vf2+ \!Vxf3+ tt:lh6 lbf5+ \!Vh5 mate.

El ajedrez ha progresado muchísi­mo. Su literatura e información teóri­ca sobre las aperturas son impresio­nantes, pero aún los grandes maes­tros siguen sufriendo severas derro­tas por arriesgarse, a veces, en líneas prometedoras ique resultan falsas!

De la Olimpiada de Manila (1992) es la siguiente partida ilustrativa del tema que nos ocupa. Conduce las blancas el joven gran maestro Anand (India) y las negras su veterano cole­ga austríaco Robatsch.

Page 113: Roman Toran - Primer Curso de Ajedrez

O ANAND e ROBATSCH

1. e4 e6 2.d4 d5 3. tt::Jc3 dxe4

Esta línea simplificadora, en la De­fensa Francesa, suele emplearse cuando se trata de buscar un rápido empate. Las alternativas más ambi­ciosas son 3 .... .ib4 y 3 ... . ttlf6.

4. tt::Jxe4 .te7

Karpov prefiere la idea 4 .... .id?, para continuar con 5 .... .tc6 rápida-mente. Otra idea es 4 .... tt::Jd7, para seguir con 5 .... ttlgf6.

5. ttlf3 tt::Jf6 6. i.d3 tt::Jxe4

Más usual es la alternativa 6 .... .id? 7. tt::Jxf6+ ,ixf6 8. c3 .tc6 9. 0-0

tt::Jd7 10. l:le1 o-o 11 . .if4, con do­minio posicional de las blancas.

7. ,ix4 es Reacción temática en este tipo de

posiciones, para luchar contra la su­perioridad central de las blancas.

8. o-o tt::Jd7 9. ~e2 cxd4?

Así se abre el juego, sin estar bien preparadas las negras, dado el retra­so en desarrollo de sus piezas. Me­jor parece 9 .... ttlf6.

10. l:ld1! ttlc5

No valía 1 O . ... e5, a causa de 11. c3! bxc312. tt::Jx e5!, o bien 11 .... o-o 12. cxd4 exd4 13. tt::Jxd4, con posi­ción dominante de las blancas, sobre las columnas centrales.

11. J:1xd4! ~b6

Si 11 . ... ~e?, 12 . .if4! y no val-dría 12 .... ~xf4?, debido a 13.

.tc6+! bxc6 14. J:1xf4, ganando la dama.

12 . .te3!

Anand desarrolla rápidamente sus piezas, sin importarle la cesión de peones, al estilo Morphy y, natural­mente, calculando las posibilidades de ataque que le brindará el rey ne­gro en el centro.

12. ... 'ii'xb2

Mejor era 12 .. .. tt::Jxe4 13. J:1xe4 'ii'c7, aunque las blancas tendrían presión sobre el flanco de rey.

13. l:lad1 .tf6

Ya es difícil encontrar un plan sa­tisfactorio para las negras y lo vamos a comprobar analizando algunas po­sibilidades:

a) 13. "' 0-014. i,xh7+ c;t>xh715. ttle5, con posición muy rica en posi­bilidades.

b) 13 .... .id7 14. ttle5!; e) 13. "' tt::Jxe4 14. J:1xe4 0-0 15.

.id4 ~xa2 (si 15 .... ~a3, 16. ,txg?! c;t>xg? 17. l:lg4+ ct>h8 18. tt::Je5, ga­nando, por la amenaza 19. tLl x f7 + ¡:¡ xf? 20. ~e5+ i.f6 21. l:ld8+ l:lf8 22. 'ii'xf6+!) 16. i_xg7! c;t>xg? 17. n g4+ ct>h8 18. tt::Je5 ~a3 (a 18 .... b6, 19. tt::Jxf?+ l:lxf? 20. ~e5+ l:lf6 21 . N 'ii'g5 l:lg6 22. ~xe7, ganando) 19. ~ l:lg3 y ganan. A cualquier jugada de o la dama seguiría 20. ~g4, o bien 20. ~ tt::Jxa. (

248

14. l:ld8+!!

1!1

o o (}) [ J

Brillante sacrificio de la calidad, O con el que se retendrá al rey negro rr en las peligrosas columnas centrales, ~ lo que da notable fuerza al ataque rr blanco. ~

Page 114: Roman Toran - Primer Curso de Ajedrez

~ [ o w

~ w o o w [ ) o [ w ¿ [ ~

248

14. ... i,xd8 15. i_xc5

Así se impide el enroque, con lo que el ataque alcanza su máxima po­tencia.

15. ... .td7

Si 15 .... i.e7, 16. t!Yd2! tlYf6 17. _ixb?! i_xb? 18. t!Yxd7+ Wf8 19. 'i!Yd8+! :t:rxd8 20. l:ixd8 mate. La cla­vada, como base de la maniobra.

16. t!Yd3 t!Yb5

Si 16 . .. . i.b5, 17. i_xb7!! i,xd3 18 . .tc6 mate. En cuanto a 16 ... . .ta4 17. tt::ld4 .te? (ante la amenaza 18. tt:Jxe6! fxe6 19 . .ig6+!, explotan­do la mala situación del rey negro, en todos los casos) 18. tt:Jc6! ,ix c5 (si 18 . ... ,ixc6, 19. i,xc6+ 'it>f8 20. t!Yd8+! l:ixd8 21. :t:rxd8 mate) 19. t!Yd8 mate.

17. c4! tlYxc5

Si 17 . .. . tlYa4, 18. tt::le5! .tc619. ,ixc6! gana.

18. tlYxd7+ 'it>f8 19. t!Yxb7 g6

Después de 19 . ... l:ic8 se produ­ciría un elegante desenlace median­te 20 . .tc6! t!Yxc6 21 . t!Yxc6! (pero no 21 . l:ixd8+?? l:ixd8 22. t!Yxc6 l:id1+, que lleva al mate) 21 .... l:i xc6 22. :!:! xd8+ we7 23. :¡:¡ xh8 :!:! xc4 24. g3 y ganan.

20. tlYxaS rinden.

Page 115: Roman Toran - Primer Curso de Ajedrez

TERCERA PARTE

Fc.s~ ir~ic:i-=-.1

Page 116: Roman Toran - Primer Curso de Ajedrez

L as primeras jugadas de la partida -la fase de la apertura­

se conocen por el nombre de los ju­gadores que las inventaron o popu­larizaron. En ocasiones se les ha dado la denominación del país de su creador, o incluso de la población donde se disputó el certamen en que se ensayó por vez primera.

Veamos ahora una selección de las aperturas y defensas que se jue­gan con mayor frecuencia en la ac­tualidad. Debemos aclarar previa­mente que se denomina apertura cuando el sistema se caracteriza por jugadas del bando blanco y defen­sa cuando son las negras quienes imponen el planteo.

Aperturas abiertas

Se llaman aperturas abiertas a las que se inician con 1. e4 e5:

Apertura Española También se la conoce como Aper­

tura Ruy López, su propulsor, un cié-

rigo de Zafra, que fue durante mu­chos años el mejor jugador de su tiempo, en la época de Felipe 11.

Queda definida con los movimien­tos 1. e4 e5 2. lt:lf3 lt:lc6 3. i.b5

Después de estas jugadas, he aquí las defensas más comúnmente empleadas:

Defensa Morphy: 3 .... a6 4. i.a4 lt:lf6 5. o-o, y aquí las negras pueden elegir entre dos continuaciones prin­cipales :

a) 5 . ... i.e7 (Variante Cerrada) 6. l::í:e1 b5 7 . .tb3 d6 8. c3 o-o 9. h3.

b) 5 . .. . ltJxe4 (Variante Abierta) 6. d4 b5 7. i.b3 d5 8. dxe5 i.e6.

Defensa Berlinesa: 3 ... . lt:lf6 4. ~ 0-0. [

a) 4 ... . ltJxe4 5. d4 lt:ld6 6. ,txc6 O dxc6 7. dxe5 lt:lf5 8. lt:lc3 .te6 9 .• b3. ~

b) 4 ... . lt:lc5 5. c3 o-o 6. d4 i.b6 7. a4 a5 8. i.g5 h6 9. i.h4 d6 10. ~ lb~ . o

Defensa Bird: 3 . .. . lt:ld4 4. ltJxd4 W

exd4 5. 0-0. ~ a) 5 . .. . i.c5 6. d3 c6 7 . .ta4 f{Je7 O

8. f4 f5 9 . .tb3 d510. exd5ltJxd511 . [ Il:e1+ ~f8 12. ~h5 . ~

b) 5 .... c6 6 . .tc4 d6 7. c3 dxc3 ¡¡: 8. bxc3 lt:l f6 9. ~c2 .te6. 11.

Page 117: Roman Toran - Primer Curso de Ajedrez

Defensa 3 ... .tc5; 4. c3. a) 4 ... lt:Jf6 5. d4 ex d4 6. e5 lt:Je4

7. 0-0 d5 8. lt:Jxd4 .id? 9. ,txc6 bxc6 10 . .ie3 .ib6 11. lt:Jd2.

b) 4 ... . f5 5. d4 fxe4 6. ,txc6 dxc6 7. lt:Jxe5 .td6 8. ~h5+ g6 9. ~e2 ~h4 10. lt:Jd2.

Defensa Steinitz: . 3 .... d6 4. d4 .id? 5. lt:Jc3 exd4 6. lt:Jxd4.

a) 6 ... . lt:Jxd4 7 . .txd?+ ~xd7 8. ~xd4 c5 9. ~d3 g6 1 O. o-o .ig7 11. .if4 l:ld8 12. l:lad1. Algo mejor es 8. ... lt:lf6 y luego .te? y o-o rápidamen­te .

b) 6 .... g6 7. o-o .ig7 8. _ixc6 bxc6 9. f4 c510. lt:Jde2 f5 11 . exf5 gxf512. lt:Jg3lt:Je7 13. ~h5+ ~f814 . .ie3 ~e8.

Defensa Schliemann: 3 . .. . f5 4. lt:Jc3 fxe4 5. lt:Jxe4.

a) 5 .... d5 6. lt:Jxe5 dxe4 7. lt:Jxc6 ~d5 8. c4 ~d6 9. lt:Jxa7+ i.d7 10. ,txd?+ ~xd? 11 . ~h5+ g6 12. ~e5+ ~f7 13. lt:Jb5 c6 14. 'ifd4 ~xd4.

b) 5 . ... lt:Jf6 6. lt:Jxf6+ ~xf6 7. ~e2 .te? 8. i_xc6 dxc6 9. lt:Jxe5 .if5 1 O. d3 o-o-o.

Apertura Italiana También conocida como Giuoco

~ Piano (juego lento) . 1. e4 es 2. lt:Jf3 [ lt:Jc6 3 . .tc4 ~ Hay dos formas principales de de-' tensa: ~ a) 3 . ... .tc5 4. c3 lt:Jf6 5. d4 exd4 ~ 6. cxd4 .tb4+ 7. lt:ld2. También se o juega 4.d3 (giuoco pianissimo) 4 .... W d6 5. o-o ó 5. c3. ~ b) 3 ... . lt:lf6 (Defensa de los Dos O Caballos) y aquí hay diferentes cami­[ nos: ~ b1) 4. d3 .t,e7 5. o-o o-o y ahora [ 6. c3, 6 . .ib3 o 6. l:le1. ~ b2) 4. lt:Jg5 (Ataque Fegatello) 4.

.. . d5 5. exd5 lt:Ja5! 6 . .ib5+ c6 7. dxc6 bxc6 8 . .te2 h6 9. lt:Jf3 e4.

Apertura Escocesa 1. e4 es 2. lt:Jf3 lt:Jc6 3. d4 ex d4

4. lt:Jxd4 Aquí hay dos posibilidades: 1) 5. .. . .tc5 6. .te3 ~f6 7. c3

lt:Jge7 8 . .ic4, o bien b) 5 .... lt:Jf6 6. lt:Jxc6 (la aporta­

ción de Kasparov, después de largos años abandonada, prefiriéndose ac­tualmente a la clásica 6. 't:lc3 i.b4 7 . lt:Jxc6 bxc6 8. i.d3 0-0 9. 0-0 d5) 6. ... bxc6 7. e5 ~e7 8. 'ife2 lt:Jd5 9. b3 g6 10. f4 ~b4+ 11 . .td2 ~b6 12. lt:Jc3 .tb4.

Apertura Cuatro Caballos 1. e4 e5 2. lt:lf3 't:lc6 3. lt:lc3 lt:Jf6. Otra de las aperturas clásicas,

poco empleada actualmente. La con­tinuación más usual es la "española»:

4 . .tb5 i.b4 (también es muy inte­resante 4 .... lt:ld4). 5. o-o o-o 6. d3 d6 7 . .ig5 ,txc3 8. bxc3 ~e7 9. l:le1 lt:Jd8 .

Estas son las aperturas abiertas más usuales en la actualidad. Están prácticamente abandonadas la Apertura Ponziani (1. e4 e5 2. lt:lf3 lt:lc6 3. c3) y la Apertura Vienesa (1 . e4 e5 2. lt:Jc3) .

Defensa Petrov (o rusa) 1. e4 es 2. lt:Jf3 't:lf6 Defensa activa del Peón, se consi­

dera como una línea muy segura. Las blancas tienen dos continuaciones principales:

a) 3. lt:Jxe5 d6 4. lt:Jf3 lt:Jxe4 5. d4 d5 6 . .id3 i.d6 (o bien 6 . .. . lt:Jc6 y 6 ... . .te?) 7. o-o o-o 8. c4 c6.

b) 3. d4 exd4 4. e5 lt:Je4 5. ~xd4 d5 6. exd6 ft:lxd6 7. lt:Jc3 lt:Jc6 8. ~f4 lt:Jf5! 9. i.b5 .td6 10. ~e4+ ~e7 .

Page 118: Roman Toran - Primer Curso de Ajedrez

Gambito de Rey 1. e4 e5 2. f4 a) 2 .... exf4 (Gambito aceptado) . a1) 3. lt.J f3 d6 4. d4 g5 5 . .tc4 (al-

ternativa es 5. h4 g4 6. lt.Jg1 .th6 7. lt.Jc3 lt.Jc6 8. lt.Jge2 f3 9. lt:l f4 f2+ 1 O. 'i!f xf2 g3+ 11 . 'i!fx g3 lt.J f6) 5 .... h6 (más incisiva es 5 . ... g4) 6. 0-0 .tg7 7. c3 lt.Jc6 8. g3 i.h3 9. gxf4 ~d7 1 O. ~ f2 lt.Jf611. ~e1 o-o-o 12. eS dxeS 13. lt.J xe5 lt.J xe5 14. fxe5 ~g4+ 15. 'i!lh1 lt:le4.

a2) 3 . .tc4 lt.J f6 4. lt.Jc3 c6 5. d4 i.b4 6. eS lt.Je4 7. ~h5 g6 8. ~f3 ~h4+ 9. g3 fxg3! 1 O. i, xf7+ 'i!le711 . hxg3 ~xg3+ 12. ~xg3 lt.J xg3 13. ~h3 wxf7 14. ~xg3 d5.

b) 2. .. d5 (Contragambito Falk­beer) .

3. exd5 e4 4. d3 lt.Jf6 5. lt.Jd2 lt.J xe4 6. lt:l f3 .tes 7. ~e2 .tf5 8. lt:lc3 ~e7 9 . .te3 lt.J xc3 10. _t xc5 lt.J xe211. i,x e7 lt.J xf4 12. i.a3 lt.Jd7 13. 0-0-0.

Defensa Philidor 1. e4 e5 2. lt.Jf3 d6 Después de 3. d4 las Negras pue­

den elegir entre 3 .... lt:l f6 , 3. .. lt.Jd7 y la idea relativamente moderna, 3 . ... exd4 4. lt.Jx d4 lt.Jf6 5. lt.Jc3 .te? 6. i.e2 o-o 7. o-o a6 8. a4 eS 9. lt.Jb3 lt.Jc6 10. f4 ~e811 . .te3 i.f8.

Aperturas semiabiertas

Constituyen este grupo las defen­sas contra la apertura 1. e4, distintas a 1 . .. . e5. Todas ellas se juegan fre­cuentemente:

Defensa Siciliana 1. e4 c5 Las blancas tienen tres continua­

ciones principales 2. lt.J f3 , 2. lt.Jc3, así como 3 . .ib5 y 3. c3 , que veremos separadamente:

a) 2. lt.J f3 d6 3. d4 cxd4 4. lt.Jx d4 lt.Jf6 5. lt.Jc3 , y aquí hay un amplio abanico de posibilidades, como

a1) S .... g6 (Variante del Dragón) 6 . .te3 .tg7 7. f3 lt:lc6 8. ~d2 o-o 9. .tc4 i.d710. h4 ~c811 . i.bS lt.JeS 12. o-o-o. Esta es la continuación más aguda, pudiendo las blancas elegir un esquema más posicional con 7 . .te2 lt.Jc6 8. o-o o-o 9. lt:lb3 i.e6 1 O. f4 ~c8 .

a2) 5 . .. . e6 (Sistema Schevenin­gen) 6 . .te2 i.e7 7. o-o o-o 8. i.e3 lt.Jc6 9. f4 i.d7 10. lt.Jb3, y otra idea es 6 . ... a6 7. o-o ~c7 8. f4 .te? 9. 'i!lh1 lt.Jc6 10. i.e3 o-o 11 . a4 ~e8 .

Contra el Sistema Scheveningen es muy interesante el llamado Ataque Keres: 6. g4 h6 7. h4 lt.Jc6 8. ~g1 , u 8. g5.

a3) 5 . ... a6 (Variante Najdorf) 6. .tg5 e6 7. f4 .te7 8. ~f3 ~c7 9. o-o-o lt.J bd7 10. i.d3 bS 11. ~he1 .tb7 12. ~g3 , o bien 10. g4 b5 11 . i, xf6 lt.J xf6 12. g5 lt.Jd7.

Realmente, la Variante Najdorf, en sí misma, se produce tras 5 . ... a6 6. .te2 e5, siguiendo 7. lt.Jb3 i.e7 8. o-o o-o 9. i.e3 .te6 1 O. a4 lt:lbd7 11. a5 ~c8 12. f3 ~c7.

a4) 5 .... lt.Jc6. Elástica jugada que trata de retra­

sar la elección de la variante, entre ~ las anteriormente estudiadas, si las rr Blancas siguen con 6 . .te2. En este O caso, también es viable la idea de ~ Bolesavsky, 6 . ... e5 . Normalmente, w las Blancas escogen esquemas más o incisivos, como: o

a41) 6. .tg5 e6 7. ~d2 (Ataque w Richter-Rauzer) 7 .... .te7 8. o-o o-o ~ 9. f4 e5, o bien 9. lt.Jb3 ~b6 . O

Hay otros sistemas de defensa, rr como 7 .... a6 8. o-o-o .td7 9. f4 y 6. ~ ... ~~. [

a42) 6 . .tc4 (Ataque Leonhardt) 6. 11.

Page 119: Roman Toran - Primer Curso de Ajedrez

... e6 7. i.e3 i.e7 8. 1We2 (la moder­na idea de Velimirovic ; en lugar de 8. o-o o-o 9. f4 , para romper con f5 , las blancas van a plantear una aguda lu­cha con enroques en flancos opues-tos) 8 .... o-o 9. o-o-o a6 1 O. g4.

b) 2 . ... e6 3.d4 cxd4 4. lLJ xd4. Así se podrá entrar en los Sistemas

Paulsen: b1) 4 ... . a6 5 . .td3 lbf6 (otras po-

sibilidades son 5 .... g6 y 5 .... 1/!fc?) 6. o-o d6 (ó 6 . ... 1/!fc?) 7. c4 g6 8. lbc3 i.g7 9. .tg5 lbbd7 1 O. ~h1 1/!fc?.

b2) 4 . .. lbc6 5. lbb5 (a líneas del Sistema Scheveningen conduce 5. lbc3) 5 . ... d6 6.c4 lbf6 7. lbbc3 a6 8. lba3 .te? 9. i.e2 o-o 10. o-o b6.

Variante 2. lbc3. 2 .... lbc6 3. g3 g6 4 . .tg2 i.g7 5.

d3 d6 6. f4 (la idea clásica es 6 . .te3) 6 .... e6 7. lbf3 lbge7 8. o-o o-o 9. i.e3 lbd4 1 O. Ir b1 Ir b8 11. lbe2.

Variante 2. d3. 2 .. .. lbf6 3. g3 d5 4. lbbd2 lbc6 5.

i.g2 g6 (o bien 5 .... e6) 6. lbgf3 .tg7 7. o-o o-o 8. :a e1 .

Variante Rossolimo 2. lbf3 lbc6 3. i.b5 g6 4. o-o .tg7

5. c3 lbf6 6. lii:e1 o-o 7. d3 ó 7. d4.

Defensa Francesa ~ 1. e4 e6 2. d4 d5 [ a) 3. e5 c5 4. c3 lbc6 5. lbf3 1Wb6 ~ 6. a3 c4 7. lbbd2 lba5 8 . .te2 i.d7 l 9. o-o .te? 10. Ii:e1 lbh6.

~ i.g~ le~x6~5.t~;d;_o47 . ~~~ :~~ ~ : o lbbd2 lbbd7 9. c3 .E:e8 10. 1Wc2 h6. w e) 3. lbc3. ~ En esta línea clásica, la más usual, O hay tres derivaciones principales, [ que veremos separadamente: ~ c1) 3. .. . .tb4 4. e5 c5 5. a3 [ i, xc3+ 6. bxc3 lbe7 7. 1Wg4 (la con­a. tinuación más agresiva; de corte po-

sicional son las alternativas 7. lbf3 y 7. a4) 7. o-o (también se juega 7 .... 1/!fc? 8. 1/!fxg? I!g8 9. 1/!fxh? cxd410. lbe2 , así como 7 .... ~f8) 8. i.d3 f5 9. 1Wh3 lbbc6 1 O. lbf3 lbg6.

c2) 3 .... lbf6 4. e5 (muy conocida es, igualmente, 4 . .tg5 .te? 5. e5 lbfd7) 4 ... . lbfd7 5. f4 c5 6. lbf3 lbc6 7 . .te3 a6 8. 1Wd2 b5 9. dxc5 J.. xc5 1 O. J.. xc5 lLJxc5 11 . 1Wf2 1Wb6 12. i.d3 ll b8 13. 0-0.

c3) 3 .... dxe4 4. lLJxe4 i.d7 5. lbf3 .tc6 6. i.d3 lbd7 7. o-o lbgf6 8. lbg3 i.e7 9. lle1 i, xf3 10. 11!fxf3 c6 11 . c4 o-o 12. i.d2 lii:e8.

Defensa Caro-Kann 1. e4 c6 2. d4 d5 Muchas son las alternativas, por lo

que simplificaremos su estudio, al presentarlas en diferentes aparta­dos:

a) 3. lbc3 dxe4 4. lLJxe4. La línea más empleada y que abre

paso a distintas variantes: a1) 4 . ... .tf5 5. lbg3 .tg6 6. lbf3

lbd7 7. h4 h6 8. h5 .th? 9 . .id3 ,ixd3 10. 11!fxd31Wc7 11 . .id2 lbgf6 12. o-o-o o-o-o 13. lbe4 e6 14. g3 lLJxe4 15. 11!fxe4 i.d616. c4 lbf6 17. 1We2 c5 18 . .tc3.

a2) 4 ... . lbf6 5. lLJx f6+ gxf6 6. lbf3 .tf5 7 . .if4 lbd7 8 . .te2 lbb6 9. c4 e6 1 O. o-o i.g7 11. 1Wb3 1/!fd? y otra idea más posicional es 7. g3 e6 8. i.g2 .tg? 9. o-o o-o 1 O. lbh4 i.g6 11 . c4 lbd7 12 . .te3 a5 13. d5.

a3) 4 . ... lbd7 5. lbg5 (la última no­vedad. Las alternativas son 5 . .tc4 y 5. lbf3) 5 . ... lbdf6 6 . .tc4 e6 7. lbe2 c5 8. o-o h6 9. lbf3 a6 1 O. a4 ex d4 11. lLJexd4 .td6 12. 1We2 lbe? 13. lbe5 1Wc7 14. lbdf3 o-o.

b) 3. exd5 cxd5. Dos caminos principales se abren

tras estas jugadas:

Page 120: Roman Toran - Primer Curso de Ajedrez

b1) 4. c4 (Ataque Panov) 4 . ... lbf6 5. lbc3 e6 6. lbf3 .te? 7. cxd5 l[¡xd5 8 . .id3 lbc6 9. o-o o-o 1 O. :S e1 lbf6 11. a3 b6.

b2) 4. i.d3 lbc6 5. c3 g6 6. i.f4 i.g7 7. lbf3 .tg4 8. lbbd2 lbh6 9. h3 i.f5.

e) 3. e5 i.f5 4. lbf3 e6 5 . .te2 c5 6. 0-0 lbc6 7. c3 cxd4 8. cxd4 lbge7 9. a3 .te4 1 O. lbbd2 lbf5 11 . b4 ~b6 12. i.b2 .te? 13. Ii:e1 Ii:d8 14 . .if1 a5.

Otras líneas menos usuales en los últimos años son :

2. lbc3 d5 3. lbf3 i.g4 4. h3 ,txf3 5. ~xf3 e6 6. g3 lbf6 7 . .ig2 lbbd7 8. d4 dxe4 9. ttJxe4 ttJxe4 10. ~xe4 lbf6 11 . ~d3 .te? 12. o-o o-o 13. lld1 ~b6 14. c4 lld8.

2. d3 d5 3. lbd2 e5 4. lbgf3 i.d6 5. ~e2 ~e? 6. d4 exd4 7. exd5 cxd5 8. ttJxd4 lbc6 9. lb2b3 lbf6 10. ~xe?+ <t;xe711. i.d2 lle812. 0-0-0

a6 13. f3 rtJf8 .

Defensa Yugoslava 1. e4 d6 Esta defensa también es conocida

como Defensa Pire, gran maestro yu­goslavo que fue su gran divulgador.

2. d4 lbf6 3. lbc3 g6. En esta posición hay muchas con­

tinuaciones posibles. Ofrecemos las más empleadas:

a) 4. lbf3 .tg7 5. ae2 o-o 6. o-o c6 7. a4 ~c7 8. h3 e5 9 . .te3 exd4 10. i_xd4 ~e8 11. lbd2 lbbd7 12. ~e1 b6.

b) 4. f4 .tg7 5. lbf3 0-0 6 . .id3 lbc6 7. o-o i.g4 8. e5 lbd7 9 . .te3 dxe5 10. dxe5 f6 11 . exf6 exf6 12. h3 .te6.

Defensa del Fianchetto de Rey 1. e4 g6 2. d4 .tg7 3. lbc3 d6 4. i.e3 c6 5.

a4 a5 6. h3 lbf6 7. lbf3 o-o 8.i.e2 lbf6 9. 0-0 lbb4 1 O. ~c1 ~c7 11 . e5 lbfd5 12. i.h6 dxe5 13. dxe5 ttJxc3 14. bxc3 lba6 15. ~e3 b6 16. i,xg? <t;xg? 17. lbd4 lbc5.

Defensa Alekhine 1. e4 lbf6 2. e5 ll:ld5 3. d4 d6. En esta posi­

ción hay dos caminos principales: a) 4. ll:lf3 g6 5. i.c4 ll:lb6 6. i.b3

i.g7 7. ~e2 ll:lc6 8. o-o o-o 9. h3 a5 10. a4 dxe511. dxe5lbd412. ttJxd4 ~xd4 13. ~e1 e6 14. ll:ld2 lt:Jd5 15. lt:lf3 ~c5 16. ~e4 ~b4.

b) 4. c4 lt:Jb6 5. f4 dxe5 6. fxe5 lbc6 7. i.e3 .tf5 8. lt:Jc3 e6 9. ll:lf3 .te? 10. d5 lbb4 11. lbd4 o-o 12. ltJ X f5.

Defensa Escandinava 1. e4 d5 Tras 2. exd5 hay dos alternativas: a) 2 .... ~xd5 3. ll:lc3 ~a5 4. d4

lbf6 5. lbf3 ,ig4 6. h3 i_xf3 7. ~xf3 c6 8. i.d2 e6 9. lt:Je4 ~d8 10. ttJxf6+ ~xf6 11. ~b3 b6 12. i.e3 i.d6 13. g3 o-o 14 . .tg2 Il:c815. o-o lbd716. ~fe1 ~c7.

b) 2 .... lbf6 3. d4 lt:Jxd5 4. lbf3 g6 5. c4 lt:lb6 6. lbc3 .ig7 7. c5 lbd5 8. i.c4 ttJxc3 9. bxc3 o-o 10. o-o lt:Jd7 11 . ~e1 h6 12 . .tf4 lt:lf6 13. lbe5 lt:Jd5 14. i.g3 c6 15. ~b3 e6 16. i.d3.

~ [ o UJ j

Defensa Nimzovich ~ 1. e4 lbc6 ~ Entre las muchas alternativas, ofre- o

cemos las dos más empleadas en W

los últimos años. La primera de ellas ~ es una invitación a entrar en las líneas O abiertas: rr

a) 2. ll:lf3 d6 3. d4 lbf6 4. ll:lbd2 ~ .tg4 5. c3 e6 6. i.d3 d5 7. e5 lbd7 [ 8. h3 .ih5 9. lbf1 f6. ~

Page 121: Roman Toran - Primer Curso de Ajedrez

b) 2. d4 e5 3. d5 0,ce7 4. c4 d6 5. 0,f3 c5 6. dxc6 bxc6 7. 0,c3 c5 8. .ig5 f6 9 . .te3 0,c6 1 O. 0,d5 0,ge7 11 . .id3 0,d4 12. _ix d4 cxd4 13. 0-0 0,xd5 14. cxd5 .te? 15. b4 0-0 16. ~b3 wh8.

Aperturas cerradas

Gambito de Dama 1. d4 d5 2. c4 a) 2 .... dx c4 (Gambito Aceptado)

3. 0,f3 0,f6 4. e3 e6 5 . .txc4 c5 6. 0-0 a6 7. a4 0,c6 8. ~e2 cxd4 9. :S:dl .ie710 exd4 0-011 . 0,c3 0,b4 12. 0,e5 0,fd5 13. 0,e4 b6 14. a5 b5 15 . .tb3 .tb7 16. i.d2 :S:c8.

b) 2 . ... e6 (Defensa Ortodoxa) 3. 0,c3 0,f6 4 . .tg5 .te? 5. e3 o-o 6. (fjf3.

bl) 6 ... . 0,bd7 7. ¡[el c6 8. i.d3 dxc4 (variante simplificadora de Ca­pablanca) 9. ,ixc4 0,d5 10. i.,xe? ~xe?ll . 0-0 0,xc312. 11xc3 e513. ~c2 exd4 14. exd4.

b2) 6 . ... h6 7. i.h4 b6 (Variante Tartakower) 8 . .te2 i.b7 9. i_ xf6 .txf6 10. cxd5 exd5 11 . b4 c5 12. bxc5 bxc5 13. 11bl ~a5 14. ~d2 cxd4 15. 0,xd4 i, xd4 16. exd4 .ta6 17. 0,b5 ~d818 . o-o 0,c619. :S:fdl.

~ e) 2 ... . c6 (Defensa Eslava) 3. 0,f3 [ 0,f6 4. 0,c3. ~ el) 4 .... dxc4 5. a4 i.f5 6. e3 l (también se juega mucho 6. 0,e5 e6 ~ 7. f3 .tb4) 6 .... e6 7 . .t xc4 i.b4 8. o o-o 0,bd7 9. ~e2 i.g6 10. e4 o-o 11 . 0 .td3 ¡¡¡es. W c2) 4 . .. e6 5. e3 0,bd7 6. i.d3 ~ (otro plan es 6. ~c2 i.d6 7 . .te2, O para eludir la Variante Merano, que [ ahora veremos) 6 ... . dxc4 7. i,xc4 ~ b5 ~ · .td3 y aquí las negras pueden [ eleg1r entre 8 .... a6, para 9 .... c5 , 8. ~ ... i.b7 y 8 ... . b4.

d) 2 . ... e6 3. 0,c3 c5 (Defensa Ta­rrasch) 4. cxd5 exd5 5. 0,f3 0,c6 6 . g3 0,f6 7. i.g2 .te? 8. o-o o-o 9. .tg5 cxd4 10. 0, xd4 h6 11 . .te3 :S:e8 12. ~b3 0,a5 13. ~c2 .tg4 14. tjjf5.

Apertura Colle 1. d4 d5 2. lt:lf3 lt:lf6 3. e3 e6 4.

i.d3 4. . .. c5 y ahora hay dos líneas a

considerar: a) 5. c3 0,c6 6. lt:lbd2 ~c7 7. o-o

.te? 8. ~e2 o-o 9. e4 dxe410. ltJ xe4 cxd4 11 . ltJxd4 ltJxd4 12. exd4 ltJxe4 13. i, xe4 f5 14. i.f3 i.f6 15. 11 di.

b) 5. b3 0,c6 6. o-o .te? 7. i.b2 0-0 8. lt:lbd2 cxd4 9. exd4 h610. a3 i.b711 . ~e2g612 . b4 :S:c811 . lt:lb3 0,e4 14. b5 lt:lb8 15. 1l fe l .

También suele producirse con otro esquema defensivo:

l . d4 0,f6 2. lt:lf3 e6 3. e3 c5 4. .td3 b6 5. o-o .!b7 6. b3 i.e7 7. i.b2 o-o 8. lt:lbd2 lt:lc6 9. a3 ilc8 10. ~e2 lle8 11 . llfdl ~c7 12. :S:ac1 ~b8 13. dxc5 bxc5 14. c4 .

Apertura Inglesa 1. c4 a) 1 . .. c5 2. 0,c3 lt:lc6 3. g3 g6 4.

.tg2 i.g7 5. e3 d6 6. lt:lge2 lt:lf6 7. o-o o-o 8. d4 i.d7 9. b3 11 b8 1 O. i.b2 a6 11 . dxc5 dxc5 12. lt:la4.

b) l. .. . e5 2. lt:lc3 0,c6 3. g3 g6 4 . .tg2 .tg7 5. d3 d6 6. lt:lf3 lt:lf6 7. o-o o-o 8. ll b1 a5 9. a3 lt:ld4 1 O. lt:ld2 c6.

e) 1 . ... lt:lf6 2. 0,c3 e6 3. e4 c5 4. e5 lt:lg8 5. d4 cxd4 6. ~x d4 0,c6 7. ~e4 d6 8. lt:lf3 dxe5 9. ltJ xe5 i.d7 10. ltJ xd7 ~xd7 11. i.g5 i.b4.

el) l . .. . lt:l f6 2. 0,c3 e5 3. lt:lf3 0,c6 4. g3 .tb4 5 . .tg2 o-o 6. o-o e4

Page 122: Roman Toran - Primer Curso de Ajedrez

7. liJe1 ,ixe3 S. dxe3 h6 9. liJe2 ~eS 1 O. liJe3 d6 11 . 'i!fe2.

Apertura Catalana 1. d4 liJf6 2. c4 e6 3. g3 d5 4.

i.g2 a) 4 .... dxe4 5. liJf3 a6 6. o-o b5

7. liJe5 liJd5 S. liJe3 i.b7 9. liJxd5 exd5 10. e4 dxe4 11 . 'i!fh5 g6 12. liJxg6 fg6 13. 'i!fe5+ 'i!fe7 14. 'i!fxhS liJd7.

a1) 4. ... dx e4 5. 'i!fa4+ .id? 6. 'i!fx e4 i.e6 7. liJf3 .td5 S. 'i!fa4+ 'i!fd7 9. 'i!fd1 liJe6 10. liJe3 .tb4 11 . o-o i, xe3 12. bxe3 o-o 13. ~e1 h6.

b) 4 .... i.e7 5. liJf3 o-o 6. o-o b1) 6 . ... dxe4 7. 'i!fe2 a6 S. 'i!fxe4

b5 9. 'i!fe2 .tb7 1 O. i.g5 liJbd7 11. i_ xf6 liJxf6 12. liJbd2 ~eS 13. liJb3 .te4 14. 'i!fe3 liJd5 15. liJd1 e5 16. liJxe5 'i!fb6 17. 'i!fd2 i_ xe5 1S. dxe5 ~ xe5 19. l:!fe1 liteS.

b2) 6 .... e6 7. 'i!fe2 liJbd7 S. b3 b6 9 . .tb2 .tb7 10. liJe3 'i!fe7 11. e4 dxe4 12. liJxe4 e5 13. fijxf6+ fijxf6 14. dxe5 'i!fxe5 15. 'i!fe2 liadS.

Apertura India de Rey 1. liJf3 1 .... d5 2. g3 e5 3 . .tg2 liJe6 4.

o-o e6 5. d3 liJf6 6. liJbd2 .te? 7. e4 o-o S. ~e1 b5 9. e5 liJd7 10. liJf1 a5 11 . h4 b4 12. liJ 1 h2 i.a6 13 . .tf4 a4 14. a3 bxa3 15. bxa3 libS.

Apertura Reti 1. liJf3 d5 2. c4 a) 2 .... d4 3. e3 liJe6 4. exd4

liJxd4 5. liJxd4 'i!fxd4 6. liJe3 e5 7. d3 e6 S . .te3 'i!fd6 9. i.e2 liJe? 10. liJe4 'i!fe7 11. o-o liJf512. i.d2 .te? 13 . .te3.

b) 2 . .. . e6 3. g3 liJf6 4 . .tg2 .te? 5. o-o o-o 6. b3 e5 7 . .tb2 liJe6 S. e3 b6 9. liJe3 i.b710. d3 li:eS 11 . li:e1 lie7 12. 'i!fe2 ríd7 13. rífd1.

e) 2 .. .. e6 3. g3 liJ f6 4. i.g2 i.f5 5. exd5 cxd5 6. 'i!fb3 'i!fb6 7. 'i!fxb6 axb6 S. liJe3 liJ xc6 9. d3 e6 10. liJb5 i.b4+ 11. i.d2 ,ixd2+ 12. c;i>xd2 we7 13. liJfd4.

Defensas semicerradas

Defensa India de Dama 1. d4 liJf6 2. c4 e6 3. liJf3 b6 a) 4. g3 .ia6 5. b3 i.b4+ 6 . .td2

.te? 7 . .tg2 c6 S. o-o d5 9. i.c3 o-o 1 O. liJbd2 liJbd7 11 . 11 e1 c5 .

a1) 4. g3 i.b7 5 . .tg2 .te? 6. o-o o-o 7. liJc3 (a complicadas luchas conduce 7. d5 exd5 S. liJh4) 7 . ... liJe4 S. ~e2 liJ xc3 9. 'i!fxc3 c5 10. ~d1 d611 . b3 i.f612 . .tb2 'i!fe713 . 'i!fc2 liJc6 14. e4 g6 15. d5 liJb4 16. i_xf6 'i!fxf6 17. 'i!fe2 e5 1S. a3 liJa6.

b) 4. e3 i.b7 5. i.d3 .te? 6. o-o c5 7. liJc3 ex d4 S. ex d4 d5 9. b3 0-0

1 O. i.b2 liJc6 11 . l1 c1 ~cS . e) 4. a3 i.b7 5. liJc3 d5 6. cxd5

liJxd5 7. e3 .te? S. i.b5 c6 9. i.d3 o-o 10. o-o liJxc3 11. bxc3. También son interesantes 7 .... g6 y 7. 'i!fc2, para seguir, con S. e4.

d) 4 . .tg5 .tb7 5. liJc3 h6 6 . .th4 .te? 7. e3 c5 S . .te2 cxd4 9. liJxd4 o-o 1 O. o-o liJc6 11. liJdb5 Ii eS 12. liJd6 ,t xd6 13. 'i!fxd6 liJe4.

Defensa India de Rey

~ [ o IJJ 1. d4 liJf6 2. c4 g6 3. liJc3 .tg7 1 ~ 4. e4 d6 w

a) 5. liJ f3 o-o 6 . .te2 e5 7. o-o o liJc6 S. d5 liJe? y aquí las Blancas tie- o nen diversos caminos: W

a1) 9. liJd2 a5 10. a3 liJd7 11 . ~ 1:! b1 f5 12. b4 whs 13. t3 lLlgs 14. o 'i!fc2 liJgf6 15. liJb5 ax b4 16. ax b4 [

IJJ liJh5 17. g3 liJdf6 1S. c5 . ¿ a2) 9. liJe1 liJd7 10. liJd3 f5 11 . [

.td2 liJf612 . f3 f413 . c5 g514. cxd6 ~

Page 123: Roman Toran - Primer Curso de Ajedrez

exd615. J:Ie1 lL!g6 16. lL!b5 J:Ifl17. ~e2 lL!eS 1S. a4 h5.

a3) 9. b4 lL!eS 1 O. lL!d2 f5 11 . e5 lL!f6 12. f3 f4 13. lL!e4 g5 14. a4 lL!g6 15. i.a3 J:Ifl 16. b5 .tf8.

b) 5. f3 o-o 6 . .te3 e5 l. lL!ge2 (in­teresante es, igualmente, l . d5 lL!h5 S. ~d2 f5 9. o-o-o lL!dl 1 O. i.d3, ó 10. exf5) l . .. . e6 S. ~d2 lL!bdl 9. 0-0-0 a6 10. wb1 b5 11. lDe1 bxe4 12. ,ixe4 l:IbS 13. dxe5 ltJxe5 14. i.b3 lDeS 15. f4lbg416. i.d4 J. xd4 17. ~xd4 ~b6 .

e) 5 . .te2 o-o 6. i.g5 e5 l . d5 h6 S. i.f4 e6 9. dxe6 ,txe6 10. ,t xd6 l:IeS11.lDf3lL!e612. o-o lL!d413. e5 lbdl 14. ltJxd4 exd4 15. ~xd4 lt)x e5.

d) 5. f4 o-o 6. lL!f3 e5 l. d5 e6 S. .ie2 exd5 9. cxd5 J:IeS 10. lL!d2 lDa6 11 . o-o l:I bS 12. wh1 lL!cl 13. a4 a6 14. a5 i.dl 15. e5 dx e5 16. lL!e4.

e) 1. d4 lDf6 2. e4 g6 3. g3 i.gl 4. i..g2 o-o 5. lL!f3 d6 6. lL!e3.

e1) 6 .... lbe6 l. o-o a6 (asimismo son interesantes l . ... i..f5, l . .. . i.g4 y l . ... e5) S. b3 J:IbS 9. i.b2 b5 10. ex b5 ax b5 11. :¡:¡ e1 b4 12. lL!b1 lL!al 13. lL!e1 c6 14. lL!d3.

e2) 6 . .. . lL!e6 l . o-o a6 S.d5 lL!a5 9. lL!d2 e5 10. ~e2 I!bS 11. b3 b5

~ 12. i.b2 e5. [

~ Defensa lndo-Benoni 1 1. d4 lDf6 2. c4 es 3. d5 ~ a) 3 ... . e6 4. lL!c3 exd5 5. exd5 o d6 6. e4 g6 l . i.d3 i.gl S. lL!ge2 o-o o 9. o-o a6 1 O.a4 ~el 11.h3 lL!bdl 12. ~ f4 .!lbS 13 . .te3 I!eS 14. lL!g3 e415. J .te2 b5 16. ax b6 ax b5 17. e5. o bien O S . .te2 o-o 9. lL!d2 lL!a6 10. o-o lL!el ~ 11 . a4 b6 12. lDe4 .ta6 13. i.g5 2 J.xe4 14. _i xe4 a6. [ b) 3 ... . b5 (Contragambito Valga) ~ 4. exb5 a6.

5. b6 ~xb6 6. ltJc3 g6 l . e4 d6 S. lL!f3 .tgl 9 . .te2 (o 9. lL!d2 o-o 10. i.e2 a5 11. a4 .ta6 12. lL!b5 ,ixb5 13. axb5lL!bdl14. 0-0 ~el15. ~e2 lL!b6) 9 .... 0-0 10. lDd2 lL!bdl 11. 0-0

~el 12. a4 li!bS 13. a4 I!bS 14. a5 lL!eS 15. lL!e4 tDe5.

Defensa Nimzoindia 1. d4 lL!f6 2. c4 e6 3. lL!c3 i.b4 a) 4. e3 e5 5. i.d3. a1) 5 .... ltJe6 6. lL!f3 ,tx e3+ l.

bxe3 d6 S. e4 e5 9. d5 ltJel 10. lL!h4 h611 . f4ltJg612. ltJxg6fxg613. 0-0

o-o 14. ~e1 .tdl 15. ~g3 ~es 16. f5 g5.

a2) 5 ... . d5 6. lL!f3 o-o l. o-o lL!e6 S. a3 .txe3 9. bxe3 ~el

10. exd5 exd5 11. lL!h4ltJel 12. g3 e4 13 . .te2 lL!e4 14. i.b2 .th3 15 . lL!g2 f5 16. f3 ltlf6.

b) 4. ~c2 o-o 5. a3 .t xe3+ 6. ~xe3 b6 l. i.g5 i.bl S. lL!f3 d6 9. lL!d2 ltlbdl 10. f3 c5 11. e4 l:l: eS 12. i.e3 :!icS 13 . .te2 d5 14. e5 ltJxe5 15. dxe5 d416. ~b3 dxe317. ~xe3 ltldl 1S. 0-0-0.

e) 4. lL!f3 e5 5. g3 exd4 6. lt)xd4 o-o l . i.g2 d5 8. ~b3 ,ixe3+ 9. ~xe3 e5 10. lL!b3 ltJe6 11. exd5 ltJxd5 12. ~e5 .te6 13. i.d2 lL!del 14 . .te3 b6.

d) 4. i.g5 h6 5. i.h4 e5 6. d5 d6 l. e3 J. xe3+ 8. bxe3 ~el 9. lL!f3 lL!bdl 1 O. ltld2 o-o 11 . .te2 lL!e5 12. lL!e4 g5 13. ltJxf6+ ~xf6 14. i.g3 ltJxe4 15. 0-0 exd5 16. ~xd5 i.e6 17. ~xbl .

Defensa Holandesa 1. d4. f5 a) 2. e4 fx e4 3. ltlc3 lL!f6 4. f3 ltJe6

5. fxe4 e5 6. dxe5ltJxe5 l.ltlf3 i.d6 8. i.g5 h6 9. i.h4 lL!g6 1 O. i.g3 i_ xg3+ 11.hxg3 ~el12. ~d4 d613. i.e4 i.e6 14. 0-0-0 J. xe4 15. ~xc4 0-0-0.

Page 124: Roman Toran - Primer Curso de Ajedrez

b) 2.g3 ltJf6 3 . .tg2. b1) 3 ... . g6 (Variante Leningrado)

4. ltJf3 i.g7 5. o-o o-o 6. c4 d6 7. ltJc3 (también es interesante 7. d5 c5 S. ltJc3ltJa6 9. llb1 libS10. b3ltJc7) 7 .... 'iWeS S. d5ltJa6 9. ltJd4 .td7 10. e3 c6 11. lib1 liJe? 12. b4 cxd5 13. cxd5 licS 14. a4 liJaS 15. 'iWb3.

b2) 3 ... . e6 4. ltJf3 .te? 5. o-o o-o 6. c4 d6 7. ltJc3 a5 S. b3 c6 9 . .tb2 'iWeS 1 O. e3 'iWh5 11. ltJe1 'iWh6 12. ltJd3ltJbd713 . .ta3 lieS14. d5.

b3) 3 .... e6 4. ltJf3 d5 (Variante «muro de piedra») 5. o-o .td6 6. c4 c6 7. b3 'iWe7 S. ltJe5 o-o 9. ltJd2 .td7 1 O. ltJdf3 .teS 11. ltJd3 ltJbd7 12. .tf4 .txf4 13. lfjxf4 h6 14. cxd5 cxd5 15. llc1 g5 16. ltJd3.

Defensa Grünfeld 1. d4 ltJf6 2. c4 g6 3. ltJc3 d5 a) 4. cxd5 ltJxd5 5. e4 ltJxc3 6.

bxc3 .tg? 7 . .tc4 c5 S. ltJe2 ltJc6 9.

.te3 o-o 1 O. o-o 'iWc7 (mucho se jue­ga 1 O ... . .tg4 11. f3 ltJa5, pero la idea de Karpov, 12 . .txf?+ conduce a posiciones complejas) 11. lic1 lidS12. 'iWd2 'iWa513. lifd1 .tg414. f3ltJe515 . .td5 lixd516. exd5ltJc4 17. 'iWd3 ltJb2.

b) 4. ltJf3 .tg? 5. 'iWb3 dxc4 6. 'iWxc4 o-o 7. e4.

b1) 7. .. . .tg4 S. .te3 lüfd7 9. 'iWb3 ltJb6 10. lid1 ltJc6 11. d5 ltJe5 12 . .te2.

b2) 7 .... ltJa6 S . .te2 c5 9. d5 e6 10. 0-0 exd5 11. exd5 .tf5 12 . .tf4 lieS.

b3) 7 .... a6 S. 'iWb3 b5 9. e5ltJfd7 10 . .te3ltJb611.a4 .te612. 'iWd1 b4.

e) 4 . .tf4 .tg? 5. e3 c5 6. dxc5 'iWa5 7. lic1 ltJe4 S. cxd5 ltJxc3 9. 'iWd2 "tWxa210. bxc3 'iWa511 . .tc4 ltJd7 12. ltJf3 ltJxc5 13 . .te5 .txe5 14. ltJxe5 f6 15. ltJf3 0-0.

~ [ o w

~ w o o 00 [ )

o [ w ¿ [ ~

Page 125: Roman Toran - Primer Curso de Ajedrez

2

ES-.-FI~-.-~<3i E IVI~S 'V' ~EL~IC>~S

L a celada es una trampa que se tiende al adversario, con la

cual se le brinda la ganancia aparen­te de material, para sorprenderle a continuación con un golpe táctico que le deja en inferioridad.

Con el estudio que hemos realiza­do sobre los temas tácticos tenemos una buena base para aprovechar este tipo de posibilidades que se pueden producir a lo largo de toda la partida. Sin embargo, hay una serie de celadas de apertura que es impor­tante conocer, no sólo para plantear­las a nuestros rivales, sino también para evitar que nos sorprendan ellos. En casi todo tipo de estratagemas se especula con la voracidad insaciable del principiante.

n?"1 Mate de Legal

Este es un tema de mate ideado ~ por un jugador francés, de quien re­[ cibe el nombre. Se produce después o de las jugadas: w ~ 1. e4 es w 2. l2Jf3 d6 o 3 . .tc4 .tg4 o 4. lLlc3 g6?? w G . 1' [ rave error que perm1te rea 1zar 6 ~na espectacular maniobra combina­[ t1va. w ~ 249 [ ~ 5. l2Jxe5! ,txd1

249

Menos malo sería 5 . .. . dxe5 6. ~xg4. Ahora se produce un mate ful­minante:

6. ,.txf7+ rt;e7 7. lLld5 mate.

250

Es evidente que la jugada 4 . .. . g6 es un gravísimo error. Si las negras hubieran seguido con 4 .... l2Jc6! se hubiese evitado esta maniobra, ya que si 5. l2Jxe5?, las negras replica­rían 5 .... l2Jxe5!, protegiendo su alfil y ganando una pieza.

Consecuentemente, las blancas deberían jugar 5. h3! y sería un error entonces tratar de mantener la clava­da, con 5 . ... .th5?, a causa de 6. l2Jxe5! l2Jxe5 (si 6 .... ,txd1? se pro­duciría el mate conocido) 7. ~xh5

Page 126: Roman Toran - Primer Curso de Ajedrez

li.Jxc4 8. 'iWb5+ y luego 'JWxc4, con ganancia de un peón.

n?2

Contra la Apertura Italiana hay una celada clásica muy interesante:

1. e4 es 2. li.Jf3 li.Jc6 3 . .tc4 li.Jd4

251

¿Qué es esto? El caballo abando­na la defensa del peón y permite su captura, con la amenaza de penetrar en f7. Muy pocos jugadores que es­tén iniciándose en el ajedrez serán capaces de despreciar tan suculento regalo ...

4. li.JxeS? 'iWgS!!

Aquí está la clave de la celada: se amenaza el caballo y la penetración en g2.

S. li.Jxf7

Siguiendo en su afán de capturas. Si 5 . .txf7+ <J;e7, y quedarían com­prometidas las dos piezas blancas, así como g2, cuya importancia va­mos a ver inmediatamente.

S .... 6. J::If1 7 . .te2

'}Wxg2 '}Wxe4+

Era necesario sacrificar la dama, con 7. 'iWe2, pero 7 ... . li.J xe2 ganaría fácilmente.

7 .... li.Jf3 mate

n?3 El riesgo de l a si rnetría

Es un grave riesgo en algunas po­siciones prolongar largamente una defensa simétrica. Un ejemplo nos lo brinda la siguiente partida:

1. e4 es 2. li.Jf3 li.Jc6 3. li.Jc3 li.Jf6 4 . .tbS .tb4 S. o-o o-o 6. d3 d6 7 . .tgS .tg4? ~

Hasta aquí todo iba bien, pero en [ lugar de la última jugada realizada ~ por las negras, se imponía 7. .. . ~

. .txc3 o bien 7 . ... li.Je7!?

8. li.JdS 9. li.J xb4

10. li.JdS 11.'iWd2!

li.Jd4 li.J xbS li.Jd4

llJ o o 00 [ ) o

Así las blancas preparan una cela- [ da. Las negras aún podían ofrecer al- ~ guna resistencia, con 11 .... c6, aun- [ que tras 12. li.J xf6+ gxf6 13 . .th4 ~

Page 127: Roman Toran - Primer Curso de Ajedrez

~ [ o w

~ w

i,xf3 14. ~h6! t'Ue2+ 15. wh1 ,txg2+ 16. wxg2 t'Uf4+ 17. wh1 t'Ug6 18. f4, las blancas tendrían una gran ventaja posicional, según análi­sis de Keres. La amenaza es 12. i,xf6 gxf613. ~h6, para 14. ttJxf6+ .

253

11 .... ~d7??

Ya hemos visto que tampoco era esperanzadora la mejor defensa, pero mantener la iniciativa conduce a un rápido desenlace.

12. i,xf6 i,xf3 13. t'Ue7+

También ganaba 13. ~g5 ~g414. t'Ue7+ wh8 15. i,xg7 mate, o bien 13 . .. . g6 14. tüe7+.

13 . ... 14. i, xg7+ 15. ~g5+ 16. ~f6 mate.

254

whs wxg7 whs

0 n:;."4 ~ Ataques contra [la Darna J O a) La celada de Leonhardt ~ 1. e4 es 2 2. t'Uf3 d6 [ 3. d4 t'Ud7 ~ 4. i.c4 c6

Esta continuación de la Defensa Philidor es conocida como Variante Hanham. Con ellas las negras con­trolan d5 y b5, a la vez que habilitan un oportuno ... ~e? para reforzar la defensa de e5.

5. t'Ug5

Un ataque precipitado. Mejor es continuar con 5. o-o, ya que las ne­gras ganan un tiempo, al defenderse con una jugada de desarrollo, mien­tras que el caballo blanco ya había sido movilizado.

5. ... t'Uh6 6. a4!

Evita b5, pero oculta una sutil ce­lada.

6. ... i.e7?

La jugada «natural»: desarrolla con ataque al caballo, pero esta era, pre­cisamente, la jugada que permitía la celada tendida por las blancas. Lo mejor era 5 .... ~f6, como jugó Nim­zovich contra Leonhardt.

255

7. i_xf7+ ttJxf7 8. tüe6 ~b6

Tampoco sería una solución 8 . ... ~a5+ , debido a 9. i.d2 1Wb6 1 O. a5 1!fx b2 11. i.c3! , ganando la dama.

Page 128: Roman Toran - Primer Curso de Ajedrez

9. as 10. c3 11. lüc7+ 12. b3

~b4+ ~c4 ~da

Y la dama negra ha sido encerra­da ien pleno centro del tablero!

b) Con el jaque ((en descubier­ta))

Un ejemplo muy sencillo, pero muy frecuente en la práctica y no sólo du­rante la apertura.

1. e4 e6 2. d4 dS 3. es es 4.c3 lüc6 S. lüf3 ~b6 6. J.d3

257

Normalmente se juega 6. a3 -idea moderna- o la clásica 6.

J.e2. A primera vista parece que las negras ganan un peón con

6 .... 7.cxd4 8. lüxd4

pero con ...

9. i.bS+

cxd4 lüxd4? ~xd4

las blancas ganan la dama.

n::'6

~ [ o lll

e) El encierro de la Dama ~ Una de las típicas capturas de la UJ

dama se produce cuando toma el O peón b7 (o sus correspondientes: b2, ~ g2 y g7). [

) 1.e4 2.d4 3.exdS 4. c4 S. lbc3

c6 dS cxdS lüf6 lbc6

o [ lll 2 [ ~

Page 129: Roman Toran - Primer Curso de Ajedrez

6. lt::lf3 .tg4! 7. cxd5 ltJxd5 8. i.b5 Wa5

Una jugada dudosa, que se jugó en la partida Nimzovich-Aiekhine (Bied, 1931), cuyo desarrollo esta­mos siguiendo.

9. Wb3 i,xf3 10. gxf3 ltJxc3 11. ,tx c6+?

Con la intención de penetrar con la dama en b7, las blancas comienzan a deslizarse por un peligroso terreno. Lo mejor era 11 . bxc3 e6 12. d5! exd5 13. o-o, con buen juego.

11. ... bxc6 12. Wb7 lt::ld5+ 13 . .td2 Wb6! 14. Wxa8+ 'it>d7

259~--~­.. -­-•. ~,~, ~- ~ ~ ••••• . -~- . . ~ .. -u--B B B iS B iSO ~ D. D. ~ "• ·~ "• i M.~.

N Las blancas han ganado la cali­w dad, pero su dama ha quedado en­~ cerrada en una trampa mortal. No w hay defensa eficaz contra 15 . ... lt::lc7, ~ ya que si 15. o-o lt::lc716 . .ta5 'i!fxa5 w 17. 'i!fb7 'i!fb618. 'i!fxb6 axb6, las ne­O gras tienen clara ventaja, con dos ~ piezas menores por una torre. [ ) O n? 7 [

~ d) Encierro en b2 [ (o las casillas correspondientes: ~ b7, g2, g7) .

1. e4 c5 '2, lt::lf3 .· d6 3.d4 cxd4 4. ltJxd4 lt::lf6 5. lt::lc3 a6 6 . .tg5 e6 7. f4 'i!fb6

260

8. a3!?

No es la mejor continuación, pues se prefiere 8. 'i!fd2, pero no se cede el peón, puesto que tras 8 .... 'i!fx b2?? vendría 9. lt::la4, ganando la dama.

n!'B

e) Encierro en el centro Después de las jugadas

1. e4 c5 2. lt::lf3 lt::lc6 3. lt::lc3 g6 4.d4 cxd4 5. ltJxd4 i.g7 6. i.e3 lt::lf6 7. i.c4

La continuación más incisiva con­tra la variante del fianchetto acelera­do, de la Defensa Siciliana.

7. ... o-o 8 . .tb3

Page 130: Roman Toran - Primer Curso de Ajedrez

Una jugada de apariencia normal que «invita, a las negras a elimina~ este peligroso alfil.

8. ... liJaS?

Cayendo en la celada. Lo indicado era 8 .... d6.

9. eS! liJeS?

Esto conduce al desastre. Si 9 .... lbh5, 19. g4 ganaría pieza, mientras que si 9 .... llJxb3, 10. exf6llJxa1 11. fxg? llJxc2+ 12. ~xc2 c;t>xg?, las blancas tendrían dos caballos porto­rre y dos peones, lo que les daría buenas perspectivas, con 13. ~d2.

10. i,xf7+!

Y las negras abandonaron. En efecto, si 1 O . ... ll xf?, o 1 O . ... c;!;>h8, 11. lbe6! ganaría la dama, iencerra­da en el centro del tablero!

Finalmente, si 10 .... c;t>xf?, 11 . c;t>xe6

12. ~d5 'it>f5+ 13. g4+ c;t>xg4 14. ll g1 + conduciría al mate.

Esta partida se jugó entre Bastri­kov y Shamkovich (Sochi, 1958). Aunque se publicó en la revista so­viética Shajmaty URSS, un año más tarde, el gran maestro Samuel Res­hevsky caería en la misma trampa, frente a Bobby Fischer.

n~9 En el campo enemigo

1. e4 2 .. lbf3 3.d4 4. llJxd4 s. lbc3 6. eS! 7. ~g4!

es es cxd4 lbf6 i.b4 lDdS

Normal es la continuación tranqui­la y «natural, 7. i.d2, pero también es jugable esta incisiva continuación.

7. ... g6 8. a3! ~aS?

~ [ o w

~ w o o

A la sutil 8. a3 las negras especu- ~ lan con la clavada. Pero no calcula- ) ron bien las consecuencias, ya que 0 las blancas ganan rápidamente con ~

9. axb4! ~xa1 ~ 1 o. lbb3 ~

Page 131: Roman Toran - Primer Curso de Ajedrez

Y la dama negra no tiene vía de es­cape.

n~10 El peón temerario

O SCHUSTER e CARLS Bremen, 1914

1. e4 c6 2. d4 d5 3. ~c3 dxe4 4. ~xe4 ~f6

5. ~g3

Esta retirada se considera pasiva, y lo mejor es 5. ~xf6+.

5. ... h5 6 . .tg5?

~ Así las negras tomarán el mando [ de la lucha. Se imponía 6. h4. o ~ 6. ... h4! ~ 7. ,txf6!

~ Era absolutamente necesario 7. o ~3e2 . Ahora el peón 'h' de las ne­~ gras se convierte en un imparable J ariete. o

7. ... hxg3 a . .tes [

w ~ [ Para proteger el peón de h2, pero ~ ahora veremos la idea de la celada:

8 . ... 9. IJ:xh2

10.c3

,1¡ xh2! 'i!t'a5+! "tWxe5+!

Y las blancas abandonaron, ante 11 . dxe5 gxh2 y el peón coronaría dama, quedando con pieza de ven­taja.

Algún comentarista ha recomen­dado 1 O. 'i!t'd2 (para replicar a 1 O ... . "tWxeS+ 11. dxe5 gxh2 12. o-o-o, con fortísimo ataque) , pero tras 1 O .... gxf2+! 11. we2 ~xd2+ 12. wxd2 fxg1='i!V, ganan fácilmente las Ne­gras.

n? 1 1 Diagonales fatídicas

1. d4 d5 2. c4 e6 3. ~c3 ~f6

Page 132: Roman Toran - Primer Curso de Ajedrez

4 . .tg5 5.cxd5

'Libd7 exd5

En esta conocida línea del Gambi­to de Dama, rara vez se comenta por qué las blancas juegan 6. e3 y no capturan el peón de d5. ¿cuál es la razón? Sencillamente, que a 6. 'LI x d5? las negras replicarían 6. .. . 'L\xd5! 7. i,xd8 i.b4+ 8. ~d2 i,xd2+ 9. c;&xd2 c;&xd8 y habrían ga­nado una pieza.

n?12 El mate del loco

Muy conocido es el mate del loco, que es la partida más corta que pue­de producirse:

1. f3? e6 2. g4?? ~h4 mate

268

Basado en este tema hay una línea sorprendente contra la Defensa Ho­landesa:

1. d4 f5 2 . .tg5

Idea del que fue aspirante al título mundial, E. Bogoljubov.

2. ... h6

Las negras tratan de «refutar,, la aparentemente extemporánea movili­zación del alfil .

3 . .ih4 g5 4 . .tg3 f4

Cayendo en la celada, con el se­ñuelo de la ganancia del alfil. Sin em­bargo, la reacción blanca es demo­ledora. La mejor defensa era 4 .... 'Lif6, aunque con 5. ~e5 d6 6. ~xf6 exf6, las blancas quedarían con ven­taja.

269

~ [ o w

5. e3! ~

Ahora comienzan los problemas w

para las negras, al plantearse la ame- ~ naza 6. ~h5 mate, así como 6. exf4. lfJ

5. ... h5? ~ Un mal menor hubiera sido 5 . ... ~

'Lif6 6. exf4 .ig7, pero siempre con w

neta ventaja de las Blancas. ~

6 . .id3 ~h6 ~

Page 133: Roman Toran - Primer Curso de Ajedrez

~ [ o lU 1

o bien 6 .... wf7 7. exf4 h4 8. lt:lf3! hxg3 9. lt:Jxg5+ wg7 10. 'i!fg4!, con poderoso ataque (sin contar la sen­cilla 1 O. fx g3), puesto que a 1 O .... lt:lf6 11 . lt:le6+ wf7 12. i.g6 mate.

Ahora se destapa la caja de los truenos .. .

7. 'i!fxhS+! :§:xhS 8. i.g6 mate

n?13 Casillas e6 y f7

Muchas son las celadas basadas en combinaciones sobre el punto f7, especulando con la debilidad que se produce automáticamente en e6.

Veremos algún ejemplo típico.

1. e4 d6 2. d4 lt:ld7 3 . .tc4 g6 4. lt:lf3 .i.g7?

~ 271 lU o o w [ ) o [ lU ¿ [ ~

Esta posición, aunque muy dife­rente, nos recuerda a la estudiada en el ejemplo n.o 8. La solución tiene, igualmente, un marcado parecido:

5. i,xf7+! wxf7 6. lt:lg5+ rinde

En efecto, si 6 .... we8 o wf8, de­cide el salto 7. lt:Je6, mientras que, si 6 .... wf6, 7. 'i!ff3 mate.

n?14

1. d4 dS 2. c4 dxc4 3. e3 es

Otra celada se produce si las Ne­gras tratan, en esta línea, con 3. e3, de mantener el peón del gambito. Así, a 3 .... b5 sigue 4. a4 c6 (4 .... a6 5. ax b5) 5. ax b5 ex b5 6. 'i!ff3, ga­nando material.

4. i,xc4

Inferior sería 4. dxe5 'i!fxd1+ 5. wxd1 i.e6, con buen juego para las negras.

4 . ... 5. exd4 6. lt:lc3 7. lt:lf3

exd4 lt:lf6 i.e7 lt:lbd7?

Así se produce una posición típica para explotar las debilidades en las

Page 134: Roman Toran - Primer Curso de Ajedrez

casillas f7 y e6. La continuación indi­cada era 7 .... o-o.

8. ,ixf7+! ~xf7

9. lbg5+ ~g6

Obligada, ya que si 9 ... . ~e8 o 9. .. . ~f8 sigue 1 O. lbe6, ganando la dama y si 9 .... ~g8, 10. ~b3+ y lue­go ~f7 mate.

10. ~d3+ ~h5

A 10 .... ~h6 11. lbf7+ ~h5 12. ~f5+ ~h4 13. g3 mate.

11. h3 rinden

n~"15

1. e4 c6 2. d4 d5 3. lbc3 dxe4 4. ttJxe4 g6 5 . ..tc4 i.g7 6. lbf3 lbd7?

Grave error, que permite la manio­bra que estamos viendo, con intere­santes variedades. Se imponía 6 .... lbh6, y luego o-o.

275 ••.a•~-~­~,-~~,~, -~--., •• , . . . .. .. -~DlD. R

• U UlD U ¿~¿- ~¿~ u~ u u ~ ~~~ . :§: ~ ¡e ~ ~

7. _txf7+ ~xf7

8. lbfg5+ ~ea 9. lbe6 ~b6

A 9 .... ~a5, 10 . ..td2.

10. ltJxg7+ ~f7

Ahora las negras ganan la pieza (el caballo) pero el ataque blanco es ya muy fuerte.

11. lbe6! ~xe6 12. lbg5+ ~d5

Si 12 .... ~d6, 13 . .tf4+ y si 12 .... ~f6, 13. ~f3+ y 14. lbe6 mate.

13. ~f3+ ~c4

A 13 .... ~xd4, 14. i.e3+ gana la dama.

14. b3+ ~b4 15 . .td2+ rinden

276 EU.i.U u~• •·u~• . , .,. Ui U u u u m ~ ~ .. ~u~~ u¿u u~u

A m ¿ ~ ~¿~ o m ¡e u u ~ • ~ . :§: ~ ~ ~ ~

~ [ o w ¿ w o o 00 [ ) o [ w 2 [ ~

Page 135: Roman Toran - Primer Curso de Ajedrez

Si 15 .... 'itb5, 16. 'iWd3 mate, y si 15 .... 'ita3, 16. 'iWc3y17 . .tc1 mate.

n~"16

1. e4 es 2. ~f3 ~c6 3 . .tc4 .te7 4. d4 exd4 S. ~xd4 d6 6. o-o ~f6 7. ~c3 o-o a. h3 lieB 9. ~e1 ~d7?

Intento de seguir con 10 . ... .tf6 y de hacerse fuerte en el centro con los caballos. Mejor era, sin embargo, 9 . ... ~xd4 10. '4Wxd4 i.e6.

10. j_xf7+! <;txf7 11. ~e6!

~ Otra versión con la ganancia de la ~ dama, con la que cerramos el ataque lU sobre las casillas f7 y e6. 1

~ 11.... ~t>xe6 ~ 12. 'iWdS+ lt>f6 o 13. 'iWfS mate (/) [

5 n~ "17. [La trampa w de Tarrasch ¿ [ 1. e4 es ~ 2. ~f3 ~c6

3 . .tbs d6 4. d4 .td7 S. ~c3 ~f6 6. o-o .te7 7. lie1 o-o?

Una jugada de apariencia «natural» y que, sin embargo, es un error. Lo correcto es, previamente, 7 ... . exd4 8. ~xd4 o-o. Ahora, como se de­mostró en la partida Tarrasch - Mar­co (1892), las blancas ganan un peón.

278

8 . .txc6 .txc6 9. dxes dxeS

10. '4Wxd8 Jlaxd8 11. ~xeS .txe4 12. ~xe4 ~xe4

Especulando con el mate en la oc­tava línea, las negras han conserva­do la igualdad material, pero esto les costará pérdidas mayores:

13. ~d3! fS 14. f3 .teS+ 1S. ~xcS

Si 15. lt>f1, 15 ... . i.b6 16. fxe4 fxe4+ 17. ~f4 g5 18. Jlxe4 gxf4 19. .txf4 ~d2!, o bien 19. Jlxf4 Iid1+ 20. lt>e2 Ii xf4 21. ~t>xd1 llf2.

1S. ... ~xcS 16 . .tgS! :iidS 17 . .te7 rinden

Page 136: Roman Toran - Primer Curso de Ajedrez

279

A 17 ... . ;¡:¡: e8 18. c4 forzaría la ga­nancia de material. En cuanto a la captura 10 . .. . l:!fxd8, seguiría la mis­ma línea que en la partida, pero las blancas continuarían con 15. wf1 , al no existir las posibilidades tácticas de contrataque en la columna 'f' , y ganaría, igualmente, material.

n? 18. Miniatura «española»

1. e4 es 2. lbf3 lbc6 3 . .tbS lbf6 4. o-o lb x e4 s. :i:i:e1 lbd6 6. lbxeS lbxeS

Mejor es 6 . ... .tel. 7. ;¡:[xeS+ .te7 8. lbc3 lbxbS?

Error grave. Era necesario 8 ... . 0-0.

9. lbdS! o-o 10. lbxe7+ wh8 11. ~hS! g6

Ante la mortal amenaza 12. ~xh7+! wxh7 13. ll:h5 mate. Si 11 . ... h6, 12. d4! d6 13. i_xh6! g6 14. ~h6, ganando.

12. ~h6! d6 13. li hS! rinden

281

Si 13 . ... gxh5, 14. ~f6 mate.

n? 19. Ataque Greco

Una de las líneas clásicas que más larga vigencia ha tenido, por produ­cirse senderos de juego muy (natura­les".

1. e4 2. lbf3 3 . .tc4 4. c3 5. d4 6.cxd4 7. lbc3

es lbc6 .tes lbf6 exd4 .tb4+

~ [ o 111

~ 111

o En lugar de 7 . .td2 -continuación ~

más sólida-, las blancas sacrifican [ el peón 'e' para obtener un promete- J dor ataque. ~

7. ... lbxe4 ~ 8. o-o lb x c3 9. bxc3

[ 11.

Page 137: Roman Toran - Primer Curso de Ajedrez

Otra línea interesante es 9. d5.

9. ... i_xc3?

Muy peligroso. Mejor era 9 . ... d5.

10. 'ti'b3 i_ xa1?

Aceptando el "presente griego", con lo que el blanco adquiere un irre­sistible ataque.

11. i_ xf7+ '.tf8 12 . .tgs t[je7 13. t[je5!

283 :ID "" & m a ~.JL~ ~ -

......... .Jt • .t.

B B B B .. ~ ~ .. ~ ~ . ~ .. ~ ~ ~ ~

~ -~- .. [ ~- B D. ¿D. ~ ~ • - :§:~ 1 - •• ~ ~

~ Y las blancas ganan en todas las o variantes: w a) 13 .... ,txd4 14 . .ig6 d5 15. ~ 'ti'f3+ i.f5 16. ,ixf5 ,ixe5 17. i.e6+ O i.f6 1S. i,xf6 gxf6 (a 1S . .. . '.teS 19. [ ,i xg? 'ti'd6 20. 'ti'f?+ '.tdS 21. i_xhS ~ gana) 19. 'i!fxf6+ '.teS 20. 'ti'f7 mate. [ b) 13 .... d5 14. 'ti'f3 .tf5 15 . .te6 ~ g6 16. i.h6+ y mate seguido.

n~20

En la misma línea del ejemplo an­terior, veámos la alternativa 1 O .... .t xd4?, posición que recoge el si­guiente diagrama:

284

11. i,xf7+ '.tf8 12. i.g5 .tf6 13. :s ae1 t[je7

A 13 .... .te? 14. J:Ixe? t[j xe? 15. lle1.

14 . .th5 t[jg6

Si 14 . ... d5, 15. )lxe? 'i!fxe? (a 15. ... i_xe716. ,ixe7+ y luego 17. I;Ie1, y si 15 .... c,t>xe?, 16. :t(e1+ '.tf8 17. 'ti'b4+ '.tg818. :t(e8+ y ganan, mien~ tras que, en esta línea, si 16 .... .te6 17 . .tg4, o bien 16 . .. . '.td617 . .tf4+) 16. :t(e1 .te6 (si 16 . ... 'i!fxe1+ 17. t[jxe1 i_ xg5 18. 'i!fxd5) 17. t[jd4 i_xg5 18. ([jxe6+ '.tg8 19. 'i!fxd5 c6 20. 'ti'b3 'ti'f6 21 . t[jd8+ '.tf8 2S. ¡¡¡eS mate.

15. t[je5!! t[jxe5 16. ¡¡ xes g6 17 . .ih6+ .tg7 18. llf5+! gxf5 19. 'ti'f7 mate

285

El Dr. Bernstein, sin embargo, en-

Page 138: Roman Toran - Primer Curso de Ajedrez

contró la defensa correcta para las negras:

10. ... dS! 11. i.,xdS o-o! 12. _ixf7+ l:i: xf7!

Si 12 ... . 'ith8, 13. ~xc3 !Ixf? 14. ~b3!

13. lt:lgS i.e6!

14. ~xe6

Si 14. ~xc3 , 14 ... . !If6 15. t2Jxe6 !Ixe6 16. ~c4 y si 14. t2Jxe6, 14 .... tlJxd4!

14. ... ~d7!

Con un buen juego para las ne­gras.

~ [ o w

~ w o o ({) [ )

. o [ w ¿ [ ~

Page 139: Roman Toran - Primer Curso de Ajedrez

~C>LLJC:::IC>I"' E~ ..A.. LC>~ PFIC>I3LEIVI..A..~

1. Ganan blancas con 1. wbs wc7 2. wa6 wce 3. wa7 wc7 4. bs. Si jugaran las negras ganarían la oposición con 1 ... . wc7! y, al no ha­ber una línea intermedia entre el rey blanco y el peón, el final sería tablas.

2. con 1. wc6! se gana la oposi­ción, ganando. Si 1 . .. . wb8, 2. wd7 y, al dominar el rey blanco la casilla de coronación (c8) , el rey negro nada puede hacer por impedir el avance victorioso del peón. Si 1 ... . wd8, 2. wb7, con idéntico resultado.

3. 1 .... g3+! 2. ~xg3 ~g1+! 3. wxg1, iahogado!

4. 1. ~xh6+!! wxh6 2. gS+! y el rey blanco queda ahogado, ante cualquier réplica de las negras.

5. 1. :a x h2! (ante 1 . ... lbf2+ 2. wg1 lbg4+ 3 .... ~h2 mate; no valía 1. ~xd3?, a causa de 1 . .. . ~f2! para ~g1 mate) 1 .... wxh2 2. ~e7+ wh6 3. ~f8+ y tablas por jaque continuo.

6. 1 .... ~xh2+! 2. wxh2 lbg4+ (aquí se especula con la clavada de la torre blanca de g3 y el bloqueo de la torre de g1) 3. wh3lbxf2+ 4. wh2 lbg4+ y tablas por jaque continuo.

7. El resultado es tablas, conti­nuando con 1. ... d4. Se fuerza el cambio de los peones y el final de rey y caballo contra rey no se puede ga­nar.

8. 1. eS+! y ganan. ya que si 1 ... . wxe5, 2. lbc4+, y si 1 .... ~xe5 , 2.

lbg4+, ganando la dama en ambos casos y el final.

9. 1. f7+! wxf7 2. wxf7 l:Ixe4! 3. lbgS+ y ganan pieza, con 4. lt)xe4. Un repetido caso de doble amenaza en la solución.

10. 1 . .teS! i.b6!? (contrarresta la clavada con otra clavada del alfil agresor, pero especulando con la clavada de la dama negra se produ­ce un tema de doble amenaza) 2. ~f4+ y las negras abandonaron.

11. 1 .... ~f4! (se salva la mortal amenaza ~xg7) y las blancas aban­donaron, ante 2. ~xf4 i, xe5 y la cla­vada recupera la dama, con ventaja decisiva.

12. 1 .... i, xh2+ 2. wh1 (si 2. wxh2? ~c7+ gana la dama) 2 .... ~xd2 y ganan material.

13. 1 .... lbe6+ y ganan, al poder jugar la dama. una vez deshecha la clavada.

~ 14. 1 .... i, xc2!2. i, xc2lba2+3. [

wb1 ~xa3 4. b3 (si 4. i.d3, 4 ... . ~ lbc3+ gana) 4. .. . ll x b3+! 5. i. x b3 l

~X b3+ 6. wa1 lDC3+ Y laS blanCaS ~ abandonan. o

o 15.1.I:J:e7!f6(a1 ... . I:J:xe7gana ffJ

2. dxc6, tras la desviación de la to- ~ rre, clavando al peón 'd' . En cuanto O a 1 .... wxe7, 2. ~e5+ ganaría la [ dama) 2. l;lxg7 ll:d6 (si 2 .... wxg7 .. ~ 3. ~g4+; SI 2 .... )i!xg7, 3. dxc6 y SI [ 2 .... J::!xd5, 3. j¡!xf6 wxg7 4. l::!g6+ ~

Page 140: Roman Toran - Primer Curso de Ajedrez

wf7 5. ~g7+) 3. Il:g8+! wxg8 4. ~g4+ wf7 5. dxc6 y ganan.

16. 1. ~xf6! i_xf6 2. lLld5! ~xd2 3. lLJxf6+ y ganan pieza, ya que a 3. ... wg7? 4. lLJxe8+ y luego 5. ¡¡¡: xd2.

17. 1. i.h7! y las negras quedan indefensas ante las amenazas 2. ,.txh6 mate y 2. ~xb2, fruto ésta del doble ataque en descubierta.

18. 1. Il:h8+! wxh8 2. i,xg7+ y con 3. ~xd5 se gana.

19. 1 .... ~f1+!! 2. wxf1lLle3+ 3. wg1 ;¡¡: f1 mate.

20. 1. Il:c1 ~a4 2. ~xe4! ~xe4 (con esta jugada la torre negra que­da sobrecargada) 3. lLle7+ Il: x e7 4. Il:c8+.

21. 1. ~b8+! y las negras no pue­den salvar el mate, ya que el Caballo está sobrecargado, y si 1 ... . lLJ xb8, 2. Ii: f8 mate (la otra casilla que con­trolaba la pieza recargada).

22. 1. lLlc6! y uno de los peones blancos corona, tras el cortocircuito que se produce tras esta jugada, ya

~ que 1 .... .txc6, 2. c8=~+ y si 1 .... [ Il: xc6, 2. a8=~+ , ganando en am­~ bos casos. l

~ 23. 1. Ii:e6!! .txe6+ 2. ~xe5 o wg8 3. i. x e6+ .s: f7 4. ~f6, con ven­O taja decisiva tras 4 .... wf8 5 . .txf? ~ ~xf? 6. ~xc6, etc. ) o 24. 1. e7+! ~xe7 (si 1 ... . wg7, 2. [ :il:g3 mate) 2. ~ha mate. w ~ [ 25. 1. lLlf5+ wg8 (a 1 .... gxf5, 2. ~ ~g5 mate) 2. ~h6! lLlh5 3. ~g7+!

(para bloquear g7) 3 .... lLJxg7 4. lLlh6 mate. Esta es una variante del famoso mate «de la coz,, que estu­diamos en otro capítulo .

26. 1. ~e6+! (dejando libre la ca­silla h6 para lLlh6 mate).

27. 1. :il:c6+!! (libera la casilla c7 para el alfil , con penetración decisi­va) 1 ... . .txc6 2. lLlc5+ wa5 3 . .te? mate.

28. 1. lLlh5+! ¡(X h5 (si 1 .... Wg8, 2. ~c7!, con la decisiva amenaza ~h7 mate) 2. ~c7+ wf6 3. ~d6+ wg7 4. ~e7+, con mate seguido.

29. 1. Il: xe6+! i_xe6 (1 .... fxe6?, 2 . .tg6 mate) 2. i.b5+ i.d7 3. :iie1+ y las blancas ganan la dama (3 .... .te? 4. ~xc5).

30. 1 .... ~xd4!! 2. i_x d4 lLlf3+ 3. wf1 .tb5+ lleva al mate.

31. 1. ~xd7!! .tx d7 (o bien 1 . ... ~a5+ 2. Il:d2! i,xd? 3. lLlf6+ wf8 4. i.c5+!! ~xc5 6. lLJgxh?+ we7 7. Il: xd? mate) 2. lLlf6+ wf8 3 . .teS+ Il:e7 4. lLJgxh7 mate.

32. 1. i.g5 a1 =~ (o bien 1 ... . h3 2 . .tf6+ wc2 3. wh3 y tablas, pues el rey captura el peón 'h: ' y el alfil se cambia por el otro peón) 2. i.f6+ wc2 3 . .txa1 h3 4. wf3 (o i.e5) y tablas.

33. 1 . .s: aS! .S: x h7 (de otro modo el peón coronaría 2. ll:a7+ y se gana la Torre.

34. 1 . .S:f8+! :il:x f8 2. ~d5+! Uu­gada intermedia basada en· el tema de la desviación) 2 .... wh7 3. exf8=lLl+! wh8 4. lLlg6 mate.

Page 141: Roman Toran - Primer Curso de Ajedrez

35. 1 .... d2!2. :l:lxe5+(si2. l:l:d1, 2 .... ,txf4 ganaría cómodamente) 2. ... ~e6!! (controla d5, con lo que esta jugada intermedia permite coro­nar el peón) 3. :1:1 x e6+ <t>d7 y ganan tras la promoción del peón.

36. 1 .... 'iWe4! y las negras ganan pieza, por un tema de doble amena­za: 2 . .. . 'iWxe1 mate y 2 .... 'iWxa4, ya que si 2. :S:xe4, 2 .... :l:lc1+ llevaría al mate.

37. 1. 'iWxd7! 'iWxd7 (si 1 .... :l:lxd7?, 2. :l:lxe8 mate) 2. :l:ldxd7! y ganan, puesto que si 2 .... laxd?, 3. la xe8 mate. Falso hubiera sido 2. l:l:exd?? porque serían las negras quienes ganarían icon el mismo tema! : 2 .... :!J:xd? 3. :l:lxd? :l:le1+ 4. lilf1 lile2+ (desviación) 5. <t>h1 :1:1 xf1 mate.

38. 1. lilg6+! hxg6 (si 1 .. .. 'iWxg6, 2. :1:1 xb8) 2. ;gra1! y las ne­gras quedan indefensas ante la ame­naza 3. :l:lh1 mate.

39. 1 . .tb5! (desvía a la dama para penetrar en e7 con el caballo) 1 . ... 'iWx b5 2. lile7+ <t>h8 3. 'iWxh7+!! <t>xh7 4. li:h1 mate.

40. 1. i_xd5+! cxd5 2. 'iWxf8+! <t>xf8 3. :!:leS+ .td8 4. :iixd8 mate.

41. 1. 'iWd5+!! la x d5 (desviando la defensa de g7 para que las torres rematen la lucha sobre la séptima lí­nea) 2. :t:r x g7+ <t>h8 3. :¡;¡: x h7+ <t>g8 4. :ttdg7 mate. A 1 .... wh8, 2. :l:ld8+! :!l:xd8 3. 'iWxd8+ ~xd8 4. :!:leS mate. En la primera línea tiene gran valor el alfil blanco, cortando la vía de escape f8.

42. 1. 'iWxh7+!! liJxh7 2. liJxf7+! ttJxf7 3. lilg6 mate.

43. 1. 'iWxf7+ Wh8 2. 'iWg8+!! y las negras abandonaron, ya que si 2. ... :l:lxg8 3. lilf7 mate, y si 2 .... wxg8, 3. lile?+ <t>f8 (si 3 . ... wh8, 4. lilf7 mate) 4. lil7g6+ hxg6 5. liJxg6 mate.

44. 1 .... lld2+! 2. wc1 (si .2. wxd2, 2 ... . 'iWe2+ 3. wc1 'iWc2 mate) 2 .... :l:lc2+ 3. wb1 (a 3. <t>d1' 3 . ... 'iWe2 mate) 3. ... :tt h2+ 4. wc1 ;¡¡: x h1 + 5. <t>d2 'iWe2 mate.

45. 1. ll xd7! wxd7 (si 1 ... . 'iWxd?, 2. 'iWxc5, ganando material) 2. _txc6+! wxc6 3. 'iWa4+! <t>d5 4. ;¡¡: d1 + lleva al mate rápidamente.

~ [ o w l ~ w o o ro [ )

o [ w 2 [ ~

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CAMPEONES DEL MUNDO

1886 Wilhelm Steinitz 1894 Enmanuel Lasker 1921 José Raúl Capablanca 1927 Alexander Alekhine 1935 Max Euwe 1937 Alexander Alekhine 1948 Mijail Botvinnik 1957 Vassili Smyslov 1958 Mijail Botvinnik 1960 Mijail Tahl 1961 Mijail Botvinnik 1963 Tigran Petrosian 1969 Boris Spassky 1972 Robert J. Fischer 1975 Anatoli Karpov 1985 Gari Kasparov

Page 143: Roman Toran - Primer Curso de Ajedrez

CAMPEONATO DE ESPAÑA INDIVIDUAL

Año

1944 1945 1946 1947 1948 1949 1950 1951 1952 1953 1954 1955 1956 1957 1958 1959 1960 1961 1962 1963 1964 1965 1966 1967 1968 1969 1970 1971 1972 1973 1974 1975 1976 1977 1978 1979 1980 1981 1982 1983 1984 1985 1986 1987 1988 1989 1990 1991

Lugar

Madrid Bilbao Santander Valencia Murcia Albacete San Sebastián Barcelona Gijón Galicia Tarragona Al coy Barcelona Zaragoza Valencia Tenerife Lugo Granada Málaga Cádiz Las Palmas Sevilla Al me ría Palma de Mallorca Reus Navalmoral de la Mata Llana res Gijón Salamanca Tenerite Valencia Benidorm Ce uta Palma de Mallorca La Toja Torrevieja Lérida Sevilla Cartagena Las Palmas Barcelona Huesca La Roda Salou Alcanar Almería Linares Lérida

Campeón

Antonio Medina Antonio Medina Arturo Pomar Antonio Medina Francisco José Pérez Antonio Medina Arturo Pomar Román Torán Antonio Medina Román Torán Francisco José Pérez Jesús Díez del Corral Jaime Lladó Arturo Pomar Arturo Pomar Arturo Pomar Francisco José Pérez Jaime Lladó Arturo Pomar Antonio Medina Antonio Medina Jesús Díez del Corral Arturo Pomar Angel Fernández Fernando Visier Juan Manuel Bellón Ernesto Palacios Juan Manuel Bellón Fernando Visier Francisco Javier Sanz Juan Manuel Bellón José Miguel Fraguela Angel Martín Juan Manuel Bellón Manuel Rivas Manuel Rivas Juan Mario Gómez Manuel Rivas Juan Manuel Bellón José García Padrón Angel Martín Jesús de la Villa Angel Martín Alfonso Romero Jesús de la Villa José Luis Fernández Jordi Magem Manuel Rivas

Page 144: Roman Toran - Primer Curso de Ajedrez

CAMPEONATO DE ESPAÑA DE EQUIPOS

Año Lugar Campeón

1956 Barcelona-Madrid C.A. Barcelona 1957 Bilbao Real Madrid 1959 Madrid Real Madrid 1960 Barcelona C.A. Chardenet (Madrid) 1961 Madrid Real Madrid 1962 Zaragoza Real Madrid 1963 Palencia C.A. Chardenet (Madrid) 1964 Barcelona C.A. Barcelona 1965 Alcoy C.A. Alcoy 1966 Bilbao C.A. Español (Barcelona) 1967 Lanjarón C.A. Barcelona 1968 Murcia C.A. Schweppes (Madrid) 1969 Sevilla C.A. Schweppes (Madrid) 1970 Valencia C.A. Schweppes (Madrid) 1971 Igualada C.A. Schweppes (Madrid) 1972 Lanjarón C.A. Schweppes (Madrid) 1973 Barcelona Caja Insular (Las Palmas) 1974 Alicante C.A. Schweppes (Madrid) 1975 Barcelona C.A. Schweppes (Madrid) 1976 Zaragoza Caja Insular (Las Palmas) 1977 Alicante Caja Insular (Las Palmas) 1978 Centelles Unión Graciense (Barcelona) 1979 Torre del Mar Unión Graciense (Barcelona) 1980 Santander C.A. Vulca (Barcelona) 1981 Caletta C.A. Vulca (Barcelona) 1982 Benidorm C.A. Vulca (Barcelona) 1983 Les Escaldes C.A. Vulca (Barcelona)

1984 Benidorm C.A. Vulca (Barcelona) 1985 Benidorm C.A. Tarrasa 1986 Benidorm C.A. Vulca (Barcelona) 1987 Monzón C.A. Vulca (Barcelona) 1988 Zamora Caja de Canarias (Las Palmas) 1989 Alicante C.A. Vulca (Barcelona)

1990 Candás Caja Insular (Las Palmas) 1991 Linares Unión Graciense (Barcelona) 1992 Ponferrada Unión Graciense (Barcelona)

Page 145: Roman Toran - Primer Curso de Ajedrez

CAMPEONATO DE ESPAÑA JUVENIL

Año Lugar Campeón

1961 Madrid Ricardo Calvo 1962 Tarragona Ernesto Palacios 1963 Barcelona Ernesto Palacios 1964 Madrid Luis González Mestres 1965 Granada Emilio Simón 1966 Ce uta Luis González Mestres 1967 Palencia Enrique Hostalet 1968 Gijón Juan Manuel Bellón 1969 Granada Juan Manuel Bellón 1970 Carcagente Pedro Zabala 1971 San Sebastián Manuel Pujol 1972 Benidorm Angel Martín 1973 Bilbao José Miguel Fraguela 1974 Pontevedra Francisco J. Ochoa 1975 Barcelona Alejandro Pablo 1976 Barcelona Ramón Oltra 1977 Alicante Manuel Rivas 1978 Málaga Xavier Mateu 1979 Malgrat de Mar Manuel Rivas 1980 Badalona Juan Antonio Corral 1981 Reus Juan Antonio Corral 1982 Lérida Juan Manuel Gil 1983 Pamplona Jordi Magem 1984 Miranda de Ebro Alfonso Romero 1985 Huesca Enrique Fernández 1986 Linares Pablo San Segundo 1987 Alicante Enrique Fernández 1988 MeJilla Luis Comas 1989 Madridejos Víctor Miguel Lago 1990 Balaguer Luis Comas 1991 Reus David García llundain 1992 Córdoba Osear de la Riva

Page 146: Roman Toran - Primer Curso de Ajedrez

OTROS LIBROS DE EDICIONES ESEUVE

Colección Campeones

1. PETROSIAN - 222 partidas 2. KERES - 222 partidas 3. FISCHER- 222 partidas 4. ALEKHINE- 222 partidas 5. TAHL- 222 partidas 6. IVANCHUK- 222 partidas 7. TARRASCH - 222 partidas 8. GELFAND- 222 partidas 9. YUSUPOV - 222 partidas

10. KASPAROV- 222 partidas 11. RUBINSTEIN - 222 partidas 12. ILLESCAS- 222 partidas

En preparación

ANAND - 222 partidas CAPABLANCA - 222 partidas KARPOV 1 - 222 partidas BRONSTEIN - 222 partidas

Colección Enroque

1. GAMBITO DE REY - 250 partidas 2. APERTURA ITALIANA- 250 partidas 3. DEFENSA PIRC - 250 partidas 4. APERTURA CATALANA- 250 partidas 5. DEFENSA INDIA DE REY 1 - 250 partidas 6. DEFENSA CARO-i<ANN - 250 partidas 7. DEFENSA INDIA DE REY 2-250 partidas 8. ATAQUE MARSHALL- 250 partidas

En preparación:

SICILIANA, VARIANTE DRAGON.

Page 147: Roman Toran - Primer Curso de Ajedrez

OTROS LIBROS DE EDICIONES ESEUVE

Colección Internacional de Ajedrez

1. GANE CON LA GRUNFELD Adorján y Dory

2. AJEDREZ EN LA CUMBRE Tigran Petrosian

3. PARTIDAS SELECTAS (1) Mijail Botvinnik

4. SACRIFICIOS DE DAMA Yakov Neishtadt

5. APERTURA INGLESA (1) Vladimir Bagirov

6. LASKER: EL DIFICIL CAMINO HACIA LA GLORIA Miguel Angel Nepomuceno

7. APERTURA INGLESA (2) Vladimir Bagirov

B. PARTIDAS SELECTAS (2) Mijail Botvinnik

9. APERTURA ESPAÑOLA, DEFENSA ABIERTA Gennadi Nesis

10. ENTRENAMIENTO DE ELITE Mark Dvoretsky y Artur Yusupov

11. PARTIDAS SELECTAS (3) Mijail Botvinnik

En preparación:

EL LABERINTO SICILIANO (1) Lev Polugaievsky

EL LABERINTO SICILIANO (2) Lev Polugaievsky

Page 148: Roman Toran - Primer Curso de Ajedrez

Román Torán nació en Gijón en 1931. Maestro internacional de ajedrez, fue campeón de España en 1951 y1953. Además de ju~ador,

ha desarrollado una intensa actividad en todos los planos del ajedrez, como or~anizador,

periodista, autor y diri~ente. Fue Vice-presidente de la Federación Internacional

de Ajedrez y en la actualidad preside la Federación Española. Recibió, en 1972, el

premio "Aro de Oro" por su labor al frente del Plan Nacional de Promoción del

Ajedrez. Es columnista en diversos diarios y semanarios españoles y ha publicado

26 libros sobre ajedrez. Con la presente obra se inicia un proyecto

didáctico de ajedrez que llevará al debutante hasta el nivel de cate~oría preferente.

En este primer volumen se estudian los temas básicos del ajedrez en forma

amena, con conceptos claros y ejercicios de ~ran valor peda~ó~ico.

1

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