Sede Revista #48 - Palabrotas

38

description

En esta ocasión el número de Sede se centra en el uso del lenguaje coloquial en todos sus artículos, relatos y poesías.

Transcript of Sede Revista #48 - Palabrotas

Page 1: Sede Revista #48 - Palabrotas
Page 2: Sede Revista #48 - Palabrotas
Page 3: Sede Revista #48 - Palabrotas

SEDE son:Carlos Fernández Luz González Pilar GutiérrezPedro Ruiloba Recaredo Ruiz Silvia SaizJuan VillegasAdrián AlcortaElena Urtiaga

EditaAsociación Cultural SEDE Complejo Deportivo Oscar Freire 39300 Torrelavega CANTABRIA Tel. 616 17 09 16 [email protected]

Diseño y MaquetaciónAdrián Alcorta

Diseño de PortadaAdrián Alcorta

Las secciones que componen este número no tienen por qué tener continuidad en próximas ediciones. La asociación no se hace cargo de las ideas que los colaboradores expresen en sus secciones. Las personas que estén interesadas en publicar algún artículo que esté relacionado con el contenido cultural de esta revista, pueden ponerse en contacto

con nosotros en nuestra dirección (Asociación SEDE, Complejo Deportivo Oscar Freire) o llamando al teléfono 616 17 09 16.

[email protected] Encuéntranos como “Sede Asociación”

¡Joder!

No negaremos que con esta palabra co-mienzan muchos de nuestros días. Y si no que se lo digan a Hugh Grant en “Cuatro bodas y un funeral”.

¡Joder!

Los tacos, las palabrotas son usadas para expresar una opinión, para enfatizar una frase o simplemente surgen espontánea-mente en alguna situación.

El ritmo tan rápido que llevamos, las pri-sas, los nervios, la impaciencia, nos hacen insultar al conductor más próximo con un “¡Que te follen, hijo de puta!”, aun sin co-nocer a su madre.

Hastiados de esta injusta crisis de mierda, qué bien se queda uno cuando suelta un “¡Me cago en…!”.

Así que, aunque nos levantemos con el pie izquierdo, estemos hasta los cojones de todo o sea una putada cumplir con ciertas obligaciones, no nos queda más remedio que mirar hacia adelante,

¡hay que joderse!

SEDE

EditorialEn recuerdo a Diana Diez

Page 4: Sede Revista #48 - Palabrotas

Uno de los momentos más emocionantes de la historia de la humanidad debió ser,

en mi opinión, el instante en el que el homí-nido del que procedemos dejó escapar un so-nido de su boca que comenzó a diferenciarlo de otros de su especie. Lo extraordinario de aquel momento (solicito la participación del lector imaginándose en aquel día remoto) no fue únicamente escuchar un sonido cualquie-ra, sino el sonido con el que aquel hombre le-jano designó algo, lo que fuera: una piedra, un palo, un animal… No sirve un graznido, ni un gruñido o un bufido. Hablamos de la primera palabra que nos hizo hombres.

¿Habían reflexionado alguna vez sobre lo emotivo de aquel instante? ¿Cómo fue que aquel hombre acertó a hablar y qué mecanis-mos se activaron en su cerebro para designar con una palabra algo que hasta ese mismo mo-mento había carecido de nombre? ¿Cuál fue la primera palabra pronunciada por nuestros ante-pasados? ¿Cómo se fueron estructurando en su cerebro los sonidos, los conceptos y las conven-ciones con sus semejantes para que todos emi-tieran igual sonido para designar la misma cosa?

La palabra se convirtió en un tesoro. El se-gundo estadio de la inmensa revolución que supuso su aparición tuvo lugar en el momento en que comenzó a ser escrita. Ambos instantes son tan valiosos que a mí, personalmente, me emocionan.

El caso es que cuando las palabras comen-zaron a ser manejadas con soltura ocurrió algo singular: unas comenzaron a ser mejor vistas que otras. La cultura, la religión, los conven-cionalismos sociales…, o vaya usted a saber qué, hicieron que algunos de aquellos sonidos se tildaran como cacofónicos, como malsonan-tes, como signos del mal hablar y de la mala educación. Pero, al mismo tiempo, en todas las lenguas, en todas culturas, se usaban aque-llas palabras que en los círculos más selectos se estimaban como antipáticas e incómodas. Se trataba de un conjunto de palabras que hacían referencia especialmente a la religión, a Dios, al sexo y a los congéneres considerados más débiles o marginados.

El Mundo Magazine publicaba el 17 de Agosto de 2003 un artículo firmado por Ele-

de Mariano F. Urresti

El poder de la palabra

- 4 - - 5 -

Page 5: Sede Revista #48 - Palabrotas

ArtículoSedeRevista.com

na L. Pimpinela que arrojaba datos ciertamen-te curiosos, como el hecho de que el mundo anglosajón sea especialmente malhablado pero poco imaginativo a la hora de construir sus ta-cos y palabras malsonantes. Los alemanes, por-tugueses, holandeses y franceses son más reca-tados, pero también más imaginativos cuando emplean alguna de esas palabras.

En cuanto a los españoles, se decía que es-tamos en una situación de privilegio dentro de la clasificación de países malhablados. No obstante, suelen ser 15 ó 20 tacos los que ha-bitualmente empleamos en nuestras conversa-ciones, aunque, eso sí, con extraordinaria fre-cuencia.

Ahora bien, ¿realmente es malo emplear ta-cos y palabras malsonantes? Después de todo, ¿cuándo se convino qué suena bien o suena mal? ¿En qué momento aquel milagro de la palabra emitida por nuestros antepasados co-menzó a ser mal mirado dependiendo de la cultura, la religión o la moralidad de cada cual?

  La Editorial Península publicó en su mo-mento el Diccionario del Insulto, que recogía nada menos que 5.000 entradas, de donde se deduce que los españoles somos más diestros a la hora de construir insultos que de inventar tacos. Pero lo realmente gracioso del caso es que una amplia porción de la tarta del insulto procedía de escritores como Cervantes, Gón-gora, Lope de Vega, Quevedo, Valle-Inclán o

Benito Pérez Galdós. Es decir, la flor y la nata de nuestra literatura clásica.

¿Qué podemos argumentar ante esa eviden-cia? ¿Acaso dudaría alguien de que esos mis-mos hombres han escrito algunas de las pági-nas más gloriosas de nuestro lenguaje?

De manera que si los más grandes auto-res de nuestro idioma empleaban la palabra de manera ejemplar, debemos suponer que tam-bién el insulto o el taco se encontrarían entre esa muestra de destreza al escribir. ¿O no? ¿No resultaría hipócrita negarlo?

El artículo antes mencionado indicaba que el taco y el insulto tienen una función social y terapéutica. En definitiva, que su uso puede ser saludable. Pero, ¿cómo determinar el mo-mento idóneo para su uso? ¿Y dónde termina el beneficio para la salud de quien lo profiere y empieza el dolor de quien lo recibe o lo es-cucha?

Realmente es complicado. No sé qué decir. Supongo que me sucede lo mismo que al rey Alfonso XII, quien a la hora de felicitar al ca-pitán Silvestre en el desembarco de Alhucemas no encontró mejor modo de expresar su eufo-ria que de este modo:

“¡Olé tus cojones!”

         Pues eso.

- 4 - - 5 -

Page 6: Sede Revista #48 - Palabrotas

de Luz González Fernández

Símbolo de interculturalidadMelilla.

Melilla se gusta a sí misma y, por las no-ches, cuando la oscuridad la abraza,

empieza a arreglarse, se pone guapa. Se pinta sus ojos, se arregla su pelo y se coge su bro-che más bello, se lo prende en su largo cabello negro, casi no se ve entre sus rizos esculpidos en trépano. Por lo tanto, coge una estrella del cielo y, a modo de diamante, lo incrusta en el prendedor. Observa sus blancas playas, las altas murallas y las esbeltas palmeras. “¡Qué caray!, decidme si no soy bonita”, exclama sin mira-mientos.

 Es Melilla una ciudad donde conviven en

armonía cristianos, musulmanes, judíos e hin-dúes. Prueba de ello es pasear por sus calles y observar las distintas formas de vestir, de hablar y de rezar. Como no iba a ocurrir esto en una ciudad que, estando en el continente africano, se sitúa en una península que parece querer unirse al europeo.

 La historia, como siempre, nos sorprende y

anécdotas varias se han escrito en este peque-ño promontorio calcáreo. La superficie no es muy grande la verdad, poco más de 12 kiló-metros cuadrados establecidos a golpe de ca-ñón (ya que fue un disparo de este arma el que decidió, con su recorrido, cuál iba a ser la extensión de la ciudad.) por el tratado His-pano-Marroquí del 24 de agosto de 1859. Sin embargo, el tamaño no importa cuando, por su emplazamiento, la ciudad es una joya en todos los sentidos. ¿Me acompañan?.

 Los orígenes son fenicios y su denominación: Ruasadir (Ras, cabo o promontorio, Adir, gran-de). Su primera condición fue la de comercial, aunque pronto, con los cartagineses y los ro-manos, pasará a ser un enclave estratégico fun-damental. Este hecho provoca la construcción de las primeras murallas, elemento que ya no la abandonará nunca. Los propios romanos la des-tacarán, además, convirtiéndola en colonia con el nombre de Flavia. Los vándalos, más adelante, la invadirán y destruirán parcialmente. Más tarde, sin  embargo, será reconstruida por los visigodos y bizantinos. Las invasiones no se detienen ahí, porque serán los árabes los que, esta vez, aspiren a dominarla. Será un líder árabe, Musa Ben No-zair, el que lo consiga en el 700. Es a partir de este momento cuando pasemos a denominarla Melilla. El origen de este nombre no está muy claro. Puede ser que provenga de milila que que-rría decir melosa, quizás de malila que significa fiebre o que tome el nombre de un jefe árabe, Melil.  Avanzamos en el tiempo y nos introduci-mos en el siglo X, cuando Abderraman III deci-de ocuparla, incorporarla al califato de Córdoba y convertirla en un lugar estratégico y de apoyo a su flota. En este momento, es descrita por los geógrafos cordobeses como un precioso enclave rodeado de murallas muy potentes. Los cambios de manos se sucederán en el tiempo y será moti-vo de lucha para su vecinos hasta que, en el siglo XIII, es conquistada por Fez. Durante esta época y los siglos siguientes fue olvidada, casi abando-nada, esperando que alguien redescubriera su po-tencial estratégico y su belleza.

- 6 - - 7 -

Page 7: Sede Revista #48 - Palabrotas

ArtículoSedeRevista.com

- 6 - - 7 -

Page 8: Sede Revista #48 - Palabrotas

 Estamos en 1492, los Reyes Católicos han conquistado Granada, Boabdil con lágrimas en los ojos se despide de la ciudad y se embarca hacia un enclave situado a pocos kilómetros de Melilla. La vida de este rey, que perdió a la her-mosa Granada, no durará mucho. Sin embargo, la historia de Melilla, a partir de ahora, conti-nuará escribiéndose.

 Isabel la Católica teme una nueva invasión

y cree necesario controlar pequeños enclaves en el continente africano que eviten el peligro. Melilla era el lugar perfecto para este fin, ade-más se encontraba deshabitada. Los reyes envían emisarios a la zona para que ellos decidieran si era conveniente tomar la ciudad. Estos desacon-sejaron la empresa por creer que sería peligroso para los pobladores. Colón, por su parte, tam-bién intervino en contra al pensar que si se em-pleaban navíos en la aventura, quizás él dispon-dría de menos barcos. Los Reyes, entonces, no le dieron más vueltas al asunto.

 Sin embargo, aquí no acaba la cosa. El duque

de Medina Sidonia, enterado de los proyectos reales, decide hacerse cargo de la empresa para ofrecer la ciudad a los reyes y poder ganarse su confianza, un poco magullada por diferencias de opinión en cuanto a Gibraltar. El duque le encargó a un hombre de su confianza y gran conocedor de la costa africana, Don Pedro Es-topiñán, la conquista del enclave. El valiente

y prudente caballero se disfrazó de mercader para conocer las situaciones reales de la ciudad y constató su abandono. Ni corto ni perezoso, con unos cinco mil hombres, mandó aprovi-sionar unos navíos con alimento necesario para soportar un asedio y gran cantidad de vigas. Cuando llegó al emplazamiento, de noche, se dedicaron a construir una muralla de madera a modo de fuerte. Cuando amaneció, los árabes que estaban por los alrededores creyeron que la construcción era cosa del demonio, lo que les hizo huir a toda prisa. Mientras tanto, la cons-trucción fue sustituida por una más sólida, de piedra. Cuando llegaron los hombres enviados por el rey de Fez, Melilla se había convertido en una fortaleza y fue imposible recuperarla.

 Rápidamente, nada más enterarse de lo su-

cedido, el Duque de Medina Sidonia informó a los Reyes. Estos últimos, que acababan de per-der a su hijo y heredero Juan, le expresaron su agradecimiento por “la buena nueva” ya que este hecho servía para “templar en algo el dolor que tenían”. Por este hecho, muchísimo des-pués, Alfonso XIII concedió a la ciudad el uso del Escudo Oficial de la casa Ducal de Medi-na Sidonia. Al escudo se le añadió los títulos de Valerosa, Humanitaria y Muy Caritativa Ciudad de Melilla.

 Es a partir de aquí, cuando veremos construir

lo que hoy se llama Melilla Vieja o “el pueblo”,

- 8 - - 9 -

Page 9: Sede Revista #48 - Palabrotas

ArtículoSedeRevista.com

la zona más antigua de la ciudad y que se co-rresponde al recinto fortificado construido y mejorado en este momento. Este emplazamien-to se compone de cuatro espacios separados por un foso. Los tres primeros miran al mar y el úl-timo a tierra. En este se observan los Fuertes del rosario y de Las Victorias desde donde se rea-lizaron los disparos de cañón que al principio apuntamos.

 La época de los Austrias Menores fue una

etapa de decadencia para la ciudad ya que no se la tenía muy en cuenta y el desabastecimien-to era tónica general. Además, para incidir en el desastre, la mayoría de sus defensas fueron des-truidas a consecuencia de un terremoto. Los si-glos XVII y XVIII se caracterizan por los con-tinuos ataques de los vecinos, esto hace que se rehaga la ciudad fortificada y se construyan nu-merosos edificios. De todos ellos destacamos la Iglesia de la Concepción que acoge a la patrona de la ciudad, Virgen de la Victoria, imagen ma-nierista del XVI y la talla de finales del XV del Cristo de la Vera Cruz.

 Las guerras que se suceden en la península,

durante el siglo XIX, afectan a Melilla de ma-nera singular. Comenzamos el siglo con la gue-rra de La Independencia. Aquí se constituye una Junta de Defensa para poder gobernar la ciudad, no reconociendo al rey francés como legítimo. La primera guerra carlista también afecta al en-clave ya que comienza aquí una sublevación de los prisioneros carlistas. Sin embargo, el conato fue reprimido pronto. Los vecinos también die-ron muchos quebraderos de cabeza hasta que se firmó el tratado, anteriormente citado, hispano-marroquí y se estableció el perímetro de la ciu-dad. De esta época es el sistema defensivo que rodea la ciudad y está formado por diez fuertes exteriores.

 Llegamos al siglo XX y debemos pararnos un poco en él porque a principios de este siglo se urbaniza el ensanche. El objetivo es superar

la ciudad fortificada y crear un “ciudad nueva” donde las amplias avenidas sean las protagonistas. Aquí el modernismo unifica el conjunto, pode-mos hablar de un riquísimo catálogo de edifi-cios de este estilo. Un día, un genial arquitecto, Enrique Nieto, discípulo de uno de los grandes, Gaudí, decidió que iba a convertir a esta ciudad en lo que es hoy, una joya modernista para que cuando se mirara al espejo se siguiera sintiendo guapa. Pruebas de la interculturalidad melillen-ses son  los ejemplos de edificios modernistas que abarcan las religiones cristiana, musulmana y judía. Así, tenemos la sinagoga Or Zaruah, la Mezquita Central y muchos edificios católicos.

 Avanzando el siglo y con su nombramiento

como Ciudad Autónoma asistimos a un desa-rrollo urbanístico de la ciudad muy importante, además de la constatación de un atractivo turís-tico innegable.

Es Melilla una ciudad de acogida, un enclave para descansar después de un duro viaje, donde tú te sientes en casa porque, aquí, nadie es ex-tranjero.

 Está anocheciendo, las luces de la ciudadela

se encienden y las palmeras del paseo marítimo juegan con la suave brisa. Melilla no descan-sa, otra vez se acicala. Mientras los melillenses duermen, la ciudad baila. 

- 8 - - 9 -

Page 10: Sede Revista #48 - Palabrotas

de Susana Herrera

Sobre carrerascaballos e insultos

El tema de este número de la revista es algo muy característico de la lengua española en su va-riante más coloquial: Los insultos, tacos y palabrotas. Es difícil encontrar a alguien que jamás diga una palabra malsonante en momentos puntuales. Eso requiere de mucho autocontrol, puesto que soltar un “¡Coño!” “¡Joder!” o “Me cago en la puta” nos consuela ligeramente cuando algo se nos tuerce. Y aunque el problema que fue motivo del taco siga existiendo después de blasfemar, la persona que lo suelta se queda algo más reconfortada. Sin duda mucho más que si musita un débil y tímido “jolines” o “mecachis en la mar” que, lejos de permitirle soltar la adrenalina, en mu-chas ocasiones le genera una sensación de ridículo que empeora aún más su estado anímico.

La que aquí escribe, como buena española, también suelta sus palabrotas a menudo. Pero una cosa es blasfemar en voz alta cuando estás muy cabreado y otra muy distinta es inventar y plasmar en el papel una historia en la que los personajes suelten tacos a mansalva e insulten a diestro y siniestro. Al menos a mí me resulta complicado. Es por ello por lo que esta vez he optado por relatar una situación real en la que me vi envuelta en cierta ocasión y que cada vez que recuerdo me provoca una sonrisa. Creo nunca he escuchado más insultos y palabrotas por minuto, proferidos por una misma persona.

Quizá debería empezar por describir un poco a la interfecta, puesto que sería más fácil para el lector meterse en la historia conociendo al personaje principal. Pero créanme que no es ta-rea sencilla. Mi tía es una persona muy especial. Ella se ríe cuando le decimos que si tratase de psicoanalizarle un especialista, él mismo debería acudir a un colega del gremio para que tratase de arreglarle a él después de que él terminase con ella. Vamos, que a mi tía no le entiende ni el más lumbreras. Es imposible. Es una persona visceral, que suelta lo que piensa siempre y en todo momento, extremadamente nerviosa y con ideas muy propias que no admiten consejo u opinión puesto que no cambiarán jamás. Por otro lado, tiene un corazón que no le cabe en el pecho y tiene detalles y momentos propios de una niña. Se disgusta si discute con las personas a quienes quiere y necesita reconciliarse inmediatamente. No soporta estar enfadada con nadie.

Y nos ha regalado a todos momentos realmente divertidos gracias a sus fobias a los insectos y animales, haciendo aspavientos cuando se le acerca una simple avispa. Momentos en que se pone rozando la histeria y es cuando suelta su adrenalina descargando con todos los que están a su alrededor. Después nos reímos al recordarlo, ella la primera. Y es uno de esos momentos el que voy a tratar de relatar a continuación.

- 10 - - 11 -

Page 11: Sede Revista #48 - Palabrotas

Era un domingo de verano y en aquella época solíamos ir a pasar los días festivos,

en familia, a la playa de Valdearenas, en Liencres. Nos gustaba porque tiene un precioso pinar donde disfrutábamos de sombra todo el día y a la vez teníamos cerca la playa para darnos un chapuzón o simplemente pasear un ratito por la arena. Es un paraje natural de los pocos que han logrado librarse de la urbanización costera. Un auténtico paraíso bañado por el cantábrico. Se da la circunstancia de que allí cerca hay una escuela de equitación y que ocasionalmente se puede uno encontrar por allí a personas mon-tando a caballo a través del pinar.

 Estábamos charlando tranquilamente antes

de comer, sentados en nuestras sillas de playa cuando, de repente, mi tía, haciendo uno de sus movimientos bruscos y repentinos, se levantó diciendo que le había dado un calambre en la pierna y que le dolía muchísimo. Como sucede habitualmente cuando a uno le pasa algo, el res-to empezó a darle consejos:

 “Estira mucho la pierna y sube el pie todo lo que puedas”“No, es mejor que doble la rodilla y se agache”

“Que no, que no, que lo que hay que hacer es caminar un rato…”

 En fin, que si éramos ocho personas, salie-

ron catorce opiniones contrarias. Impresionan-te. Así que ella optó por caminar con la pierna

muy estirada y empezó a alejarse despacio. De vez en cuando paraba y se masajeaba el gemelo con cara de sufrimiento, aunque nadie se pre-ocupó en exceso porque todos la conocíamos de sobra. Eso sí, seguíamos oyéndole quejarse a medida que se alejaba.

 “Uff, no se me pasa… me duele muchísimo”

“Es que no puedo ni andar, no puedo…”

“No puedo ni posar el pie en el suelo, ay, cómo me duele…” 

Parecía un pirata con la pata de palo, tamba-leándose lentamente en la distancia.

Nosotros continuamos hablando y dejamos de prestarle atención, sabiendo que enseguida re-gresaría como si nada hubiese pasado. Ya se había alejado más de cien metros cuando le escucha-mos gritar espantada y miramos en su dirección. Como por arte de magia había pasado de co-jear de manera exagerada a correr a toda velo-cidad hacia nosotros con la cara desencajada de terror. Incrédulos, miramos a su lastimada pierna que se había recuperado milagrosamente a juzgar por la velocidad a la que flexionaba y se movía, a un ritmo perfectamente coordinado con la otra. Tras ella, pero aún muy lejos, venían unos jinetes montados en sus caballos que también parecían dirigirse hacia donde teníamos montado nuestro improvisado campamento.

 

RelatoSedeRevista.com

- 10 - - 11 -

Page 12: Sede Revista #48 - Palabrotas

Naturalmente, no sucedió nada. Ella llegó has-ta donde estábamos nosotros y se quedó de pie sin quitar el ojo de encima a los jinetes y los ca-ballos que pasaron cerca aunque sin molestarnos en absoluto. Pero el susto que se había llevado y que al parecer no solo quita el hipo sino también los calambres musculares le hizo soltar la adrena-lina en uno de sus míticos “momentos memora-bles”. Y empezó a proferir insultos a voz en grito con la vista puesta en las espaldas de los jinetes que ya se alejaban a trote y es de suponer (y es-perar) que ya no podían oírla (menos mal).

 “¡¡Desgraciados , cabrones, imbéciles, gi-lipollas, hijos de puta…!! “ – No respiraba entre insulto e insulto – “¡Os podéis ir a to-mar por culo por ahí en vez de molestar a la gente, idiotas ¡¡Anormales! ¡Babosos! ¡Muer-tos de hambre (¿?)!” – En este punto ya nos cuajó a todos la risa, porque todavía es el día de hoy que no entiendo a qué vino este úl-timo ¿insulto?. Y ella, liberada ya la tensión, a sabiendas de que el peligro había pasado y contagiada por nuestra explosión de carcaja-das se dejó caer en su silla riendo tanto como

- 12 - - 13 -

Page 13: Sede Revista #48 - Palabrotas

RelatoSedeRevista.com

nosotros. Porque, eso sí, siempre se ríe de sí misma, virtud que le honra y que muchos deberíamos aprender. El mundo sería así bas-tante más agradable.

 La parte positiva del capítulo, aparte de la

risa que tanto bien nos hace a las personas y que ya digo, a día de hoy aún nos provoca cuando lo recordamos, es que los músculos de su pierna se recuperaron totalmente, des-pués de la impresionante carrera con la que nos deleitó.

 Afortunadamente, nada debieron escuchar los destinatarios de tal lluvia de improperios, insultos de todo género y grado y cuyo único delito había sido pasear a caballo esa mañana cerca de mi tía.

 Y ahora solo me resta darle las gracias a ella, sin cuyo consentimiento hubiese sido imposible compartir este episodio con todos los lectores de la revista Sede, a quienes  es-pero haber arrancado también alguna peque-ña sonrisa.

- 12 - - 13 -

Page 14: Sede Revista #48 - Palabrotas

de Diego González

¡Atención!, pregunta...

¿Por qué en la música Rap habitualmente se utilizan tacos?

La música es una forma de comunicación compleja y crearla conlleva una creativi-

dad. Nace en la calle, por y para gente de la calle. Empieza con un mensaje divertido, con ganas de pasarlo bien. Posteriormente se tor-na en un mensaje más crítico y social. Ade-más, se vuelve música más agresiva y violenta. Nace en barrios estadounidenses deprimidos y es heredera de otras músicas como el Funk, el Electro, el Blues y, en general, la música negra.

En el Rap, el MC o Maestro de Ceremo-nias, suele ser el compositor y cantante de las letras que acompañan las bases musicales. Ha-bitualmente suelen ser textos competitivos, du-ros y expresivos. En muchas ocasiones trata de ridiculizar un hecho concreto o a una persona, pudiendo ser pública o no. Se aleja así de otros movimientos como el Punk, en el que es más habitual hablar de enfrentarse con el sistema en sí. En general, en el Rap se suele ansiar el triun-fo social y el reconocimiento personal, conse-guir dinero, riquezas o sexo en mayor medida que los demás. Por supuesto hay excepciones y variedad, incluso hay Rap religioso regido por las normas morales de la propia religión, lo que normalmente incluye formas de expresión.

- 14 - - 15 -

Page 15: Sede Revista #48 - Palabrotas

ArtículoSedeRevista.com

En realidad un taco es una fórmula cotidia-na. Cualquier persona adulta (da igual su posi-ción social, en la intimidad, en algún momen-to) utiliza un taco. Por supuesto, una palabrota sirve para hacer una frase más contundente y agresiva.

Habitualmente, los adultos intentan evitar que los niños digan tacos. Sin embargo, con la adolescencia llega la rebeldía, estamos ante un momento de enfrentamiento en el que la per-sona sufre un cambio y asume mayor respon-sabilidad en la vida. Es cuando, en ocasiones, la persona se identifica con un estilo musical y, de un tiempo a esta parte, el movimiento del Hip-hop y la música Rap han ganado muchos adeptos.

Si bien el Rap es una música seguida mayo-ritariamente por jóvenes, conforme pasan los años, hay más tradición y, por tanto, es escu-chada por un público más adulto. No obstante, hasta hace poco no tenía el recorrido suficien-te como para que un padre y un hijo compar-tieran el gusto por la música Rap, ni siquiera en Estados Unidos.

A partir de los años noventa el Hip-hop se asume casi como un modo de vida y trascien-de, como otras músicas lo habían hecho antes, a la sociedad más generalista, invadiendo in-cluso otros estilos musicales. Es esta época la más asociada a la violencia y al enfrentamiento entre raperos, por cuestiones de popularidad fundamentalmente, y con el llamado Gangs-ta Rap (Rap de gángsters) llegan las primeras muertes con verdadera repercusión mediática: 2pac en 1994 y Notorius B.I.G. en 1997.

Después de tener todo esto en cuenta, es algo lógico pensar que una persona que viene de un barrio pobre, con una educación limitada por sus posibilidades económicas, que quiere transmitir una idea a un amigo o a una persona de su cír-

culo, se exprese de forma natural, sin preocuparse de clichés lingüísticos. Pongamos que esa misma persona compone música. Es normal que utilice los recursos que tiene a su alcance para enfati-zar rabia, enfado, insatisfacción o enfrentamiento, y los tacos, insultos, palabrotas y groserías son el modo perfecto de conseguirlo, además de ser lla-mativos y potenciar una comunicación más cer-cana con su oyente mayoritario, el adolescente.

De hecho, cuando el Rap tiene un matiz más adulto en sus contenidos y deja las peleas de barrio de lado, empieza a ser menos nece-saria la utilización de palabras malsonantes en las canciones.

En definitiva, decir que todos los artistas de música Rap dicen tacos sería incierto y des-proporcionado. Lo que sí es verdad es que mu-chos artistas de primera línea, que utilizan el Rap como medio de comunicar sus ideas sí los utilizan, y seguramente por ello son tan co-nocidos y respetados en el mundo. Esto cho-ca con la moralidad general y por lo tanto se convierte en una ironía. La misma gente que está condenando el uso de la palabrota y no la permite en un entorno educacional, o de ne-gocio, ensalza al artista que las usa.

Juzguen ustedes mismos qué es lo que está mal aquí: que el artista utilice tacos para hacer-se popular porque es transgresor, o por el con-trario, que la gente condene algo que utiliza habitualmente para comunicarse.

Aunque, a lo mejor, no os importa una mierda.

- 14 - - 15 -

Page 16: Sede Revista #48 - Palabrotas

El sistema

a sus hijos

devorando

- 16 - - 17 -

Page 17: Sede Revista #48 - Palabrotas

Hay una imagen de la fotógrafa estadounidense Margaret Bour-

ke-White que se usa frecuentemente en las clases de historia. La fotografía muestra un cartel publicitario en el que se ve a una familia en un coche. Sobre ellos se puede leer el rótulo “There is no way like american way” (traducción libre: el estilo de vida americano es el mejor del mundo). La familia del coche está claramente sobrealimentada, son los dos padres y dos niños de raza blanca con un perro. Todos sonríen desde el coche y miran hacia el futu-ro con optimismo. ¿Por qué se utiliza esta foto en las clases de historia? Bueno, la imagen es de 1937, y delante del cartel hay una gran cola de desempleados negros delante de la oficina del paro.

Tal y como en esos días, sufrimos una cri-sis económica global, y tal y como en esos días, los desencadenantes de la crisis (no me atrevo a decir culpables) fueron los mercados. ¿Qué ha pasado desde entonces para que estemos en una situación parecida?

En los años treinta, un industrial americano, fabricante de automóviles, era duramente criti-cado por Wall Street. Este hombre no seguía los principios establecidos en cuestión de salarios y horas de trabajo. ¿Cuál era el problema? El em-presario había introducido la semana laboral de 40 horas semanales, y pagaba sustancialmente mejor que el resto de las empresas a sus emplea-dos. Era censurado por todos los economistas de la época, ya que rompía el sacrosanto principio de máximo beneficio con mínimo gasto. Este hombre se llamaba Henry Ford y era un visio-

na-r i o : se dio cuenta de que el pro-greso econó-mico pasa por la creación de una clase media fuerte, con dine-ro en el bolsillo y ganas de consumir, con tiempo libre para dedicarlo a la familia y al ocio. Ford decía que no había sufi-cientes millonarios en Estados Unidos para comprar sus coches.

Ochenta años después hemos vuelto a la misma situación: maximizar beneficios, minimi-zar gastos, sueldos incluidos. Los salarios reales (con la inflación incluida) en España subieron hasta principios de los noventa, luego cayeron para estancarse durante diez años, y desde hace varios años caen en picado. Es decir: cada vez tenemos menos poder de compra. Las empresas saben que el consumidor necesita dinero para comprar sus productos, pero parece que han tomado la estrategia de “que paguen los otros”. Pero como casi todas las empresas siguen esa línea, la realidad es que casi nadie paga buenos sueldos. Las únicas empresas que

ArtículoSedeRevista.com

El sistema

a sus hijos

devorandopor Javier Blanco Obeso

- 16 - - 17 -

Page 18: Sede Revista #48 - Palabrotas

se salvan son las grandes multinacionales, los llamados Global Player. La razón sin embargo es muy sencilla: las multinacionales no pueden permitirse perder a sus buenos trabajadores y que se vayan a la competencia. Para contrarres-tar este acto de “bondad”, fabrican sus produc-tos en países en vías de desarrollo para ahorrar costes. Esta estrategia empresarial de pensa-miento a corto plazo, de miopía económica, de ganar dinero hoy y no pensar en el mañana, es lo que nos está llevando al abismo. La des-trucción del poder de compra de la clase me-dia hace que la mayoría de los productos tengan una menor demanda, con lo cual la economía se resiente. Solamente en el sector del lujo no se siente la crisis, lo cual no es de extrañar. Mien-tras se destruye la clase media y aumenta la po-breza, los ricos tienen cada vez más dinero.           

Muchos se preguntan por qué hasta hace diez años todo parecía ir mejor. Tienen razón,

si vemos la historia de Europa desde 1945 hasta 1990, vemos una etapa de crecimiento econó-mico, sueldos cada vez mejores, más poder eco-nómico de las familias y un estado de bienestar creciente. Para entender el problema hay que ir al año 1945. Europa se encuentra en cenizas. 50 millones de personas han muerto en la guerra más terrible que conoce la humanidad. En esos momentos, la preocupación principal de los go-bernantes occidentales era evitar a toda costa que aquello volviera a ocurrir. Tenían que apar-tar del mundo dos terroríficos fantasmas: el fas-cismo y el comunismo. Había que evitar que a) volviera a haber un régimen fascista en Europa y b) el comunismo se extendiera por el mun-do. Para lograr estos dos objetivos, los políticos occidentales se dieron cuenta de que debían ga-rantizar al ciudadano dos cosas: libertad política y bienestar económico. En esos años nació la economía social de mercado, un sistema eco-nómico que mezcla la liberalidad económica

- 18 - - 19 -

Page 19: Sede Revista #48 - Palabrotas

(ley de la oferta y la demanda, libre mercado) y la protección social del ciudadano (seguridad social, subsidio de desempleo, pensión, etc…). Todo esto se aderezó con el sistema democrá-tico que conocemos (participación del ciuda-dano en la política, derecho a elegir y ser ele-gido, libertades individuales, derechos humanos, etc...).

Con el tiempo, han ocurrido dos cosas. La primera, los fantasmas que recorrían el mun-do han muerto de viejos. La URSS ha caído, Alemania está unida de nuevo y los nazis son cuatro desgraciados que tienen que pegar a un vagabundo el fin de semana para subir su mal-trecha autoestima. En resumen: los mercados ya no necesitan a la democracia social de mercado para protegerse, ya que los enemigos ya no exis-ten. El único sistema económico actualmente es el capitalista, con diferencias según los paí-ses. EE. UU. sigue con su capitalismo puro con control estatal, en China se ha desarrollado un

peligroso cóctel de comunismo político y ca-pitalismo salvaje, y Europa sigue aferrada a su economía social de mercado, pero ¿por cuánto tiempo? El problema es también que los merca-dos han adquirido tanto poder que ni siquiera la política tiene la capacidad de dominarlos. Los ciudadanos ven así como la democracia, cuando se trata de asuntos económicos, no es tal, ya que los políticos tienen las manos atadas.

Resumiendo, el problema al que nos en-frentamos actualmente es complejo y peligroso. Ninguno de los sistemas económicos que han existido tiene respuesta (al menos completa-mente) a los desafíos a los que nos enfrentamos. Tenemos que crear un sistema nuevo, que cree bienestar económico, en el que haya un repar-to justo de la riqueza y que garantice las liber-tades individuales y la participación ciudadana en el sistema democrático. Bien, sabemos lo que tenemos que hacer, ahora necesitamos saber cómo hacerlo.

ArtículoSedeRevista.com

- 18 - - 19 -

Page 20: Sede Revista #48 - Palabrotas

Atención a las siguientes oraciones y cir-cunstancias: “por fin aprobaste, así que te

toca invitar, no seas cabrón ¡eh!” (se la decimos a un amigo mientras estamos en un bar un sá-bado por la noche) y “pedazo cabrón, casi me atropellas” (cuando cruzando la calle un coche se salta un semáforo en rojo). A pesar de usar la palabra “cabrón” en ambas ocasiones, proba-blemente, ante la primera frase nuestro amigo se ría o nos conteste algo en tono distendido. Sin embargo, en la segunda, la  respuesta del conductor puede ir desde un perdón y un ges-to de arrepentimiento, hasta encontrarnos con un puño cerrado y el dedo corazón bien er-guido acompañado de un “pa tu puta madre”. Pero lo que está claro es que el comporta-miento que potencialmente provoquemos en el otro no será el mismo en ambas situaciones. Ese “cabrón” produce reacciones diferentes, y este hecho radica en la intención de la persona que hace uso del ya mencionado taco. El daño potencial que puede provocar una palabra, una expresión, una frase o simplemente un gesto desagradable, radica en la intencionalidad de la persona que lo emite. Por otro lado, tenemos que tener en cuenta no solo el uso intencio-nado del lenguaje en determinadas ocasiones, sino las características de la persona receptora del insulto y su capacidad de descifrar la inten-cionalidad de nuestro mensaje, ya que pode-mos encontrarnos también con personas que

ante la primera situación no se sientan cómo-dos, por muy amigos que sean. A veces la ex-presión “tenemos que medir nuestras palabras” debería aplicarse con mayor asiduidad en el uso de insultos, tacos o simplemente palabras malsonantes.

 La agresividad puede ejercerse tanto de for-

ma física como verbal y, a pesar de ser estrate-gias diferentes, el efecto de ambas puede ser igualmente destructivo. En el día a día, es una realidad el uso frecuente de insultos o desca-lificaciones para referirnos a los demás. Si pa-ramos a pensar en ello, parece mentira que no nos chirríe el escuchar un “qué hijo de puta”, porque ésta y otras expresiones similares están tan ancladas en nuestra comunicación cotidia-na que no nos sorprenden. La mayoría de las veces, recurrimos a estas formas de expresión –y en definitiva de comunicación– como for-ma de manifestar un estado de ánimo interno, el cual resulta fácilmente identificable por el receptor. Es decir, con una o dos palabras, aun-que suenen mal, pero dichas en un determina-do momento, podemos transmitir mucho.

Volvamos a la situación inicial en la que el conductor casi nos atropella al cruzar la calle. Si le grito “gilipollas” (incluso a pesar de no conocer el significado exacto de la palabra que estoy utilizando), lo que estaré manifestando es una mezcla de emociones: entre la sorpresa y

por Myriam Martínez Muñoz

Agresividad

- 20 - - 21 -

Page 21: Sede Revista #48 - Palabrotas

Agresividad verbalel miedo (por lo inesperado de la situación), el enfado o, incluso, la ira (por el potencial daño que podría haberme causado). De todo esto, llama la atención el carácter impulsivo en el uso de muchos tacos e insultos, y de forma generalista es frecuente soltar un “hijoputa”, “cabrón”, “mamón” o “gilipollas” ya que son palabras que están enraizadas en nuestro reper-torio verbal.

La agresión verbal como tal, suele ser la estrategia más usada en varios contextos de abuso (abusos de género, abusos en el ámbi-to laboral…) porque en la mayoría de ocasio-nes es más sutil y menos visible que agredir físicamente a alguien, aunque como ya hemos dicho, el daño puede resultar igual de hirien-te. En la humillación o en el descrédito que ejerce una persona sobre otra, cebándose sobre sus puntos débiles, se puede encontrar un po-tencial abanico de situaciones dañinas y agre-siones en toda regla. Tan grave puede resultar el sufrimiento psicológico de la persona que recibe la agresión de forma verbal, que a nivel jurídico adquiere un tratamiento similar a la violencia física. De hecho, y a modo de ejem-plo, dentro de nuestro ordenamiento jurídico, la Ley de Cantabria 1/2004, de 1 de abril, In-tegral para la Prevención de la Violencia Con-tra las Mujeres y la Protección a sus Víctimas, en su artículo 3, describe la tipología de mal-

trato contra la mujer entre la que se encuen-tran los “malos tratos psicológicos, que inclu-yen toda conducta que produce en la víctima desvalorización o sufrimiento, a través de ame-nazas, humillaciones o vejaciones, exigencia de obediencia o sumisión, coerción verbal, insul-tos, aislamiento, culpabilización, limitaciones de su ámbito de libertad y cualesquiera otros efectos semejantes.”

Para finalizar, es importante tener en cuenta que en todas las culturas existen determinadas palabras, cuya única finalidad es la agresión a otra persona mediante su uso. Incluso tienen traducción de unas lenguas a otras y son fá-cilmente reconocibles por el tono de voz con que son verbalizadas y los gestos que suelen acompañarlas. Se hace evidente así, que la agresividad verbal es una manifestación básica de la condición de los seres humanos y una herramienta ampliamente utilizada en el con-tacto interpersonal. El uso de lo que se conoce coloquialmente como “tacos” puede tener di-ferentes finalidades en función de la intención con la que sean usadas: ayudarnos a descargar adrenalina, destruir la integridad moral de una persona, causar daño emocional, o arruinar la imagen o la reputación de alguien.

ArtículoSedeRevista.com

- 20 - - 21 -

Page 22: Sede Revista #48 - Palabrotas

Historiadel teatro El Romanticismo

La Revolución Francesa, iniciada en 1789, tiene un gran impacto en el teatro, que co-menzó cuestionándose su propia tradición, con sus personajes encumbrados, su lenguaje magnífico, pero no siempre accesible, sus rí-gidas unidades, su decoro, su buen gusto, su verosimilitud... Un actor llamado Talma, abo-gará por reformas profundas, pero sin permi-tir que el teatro cayese en lo vulgar y sensi-blero. Él y el sector teatral afín se quedaron en los teatros del centro de París: La Comédie Française, que pasó a llamarse Théâtre de la Republique y el Odeón. Otros teatros se-cundarios eran: Vaudeville, Varietés, Ambigu-Comique y Gaité. El nombre de los primeros ya nos explica claramente su función. Los dos últimos estaban exclusivamente consagrados al melodrama. Otro teatro era el Porte Saint-Martin, que en 1809 fue consagrado como ópera du peuple, una ópera absorbida por el melodrama.

2.Víctor Hugo (1802-1885)

 De su producción dramática destacan

dos obras ambientadas en España: Hernani (1830), y Ruy Blas (1833). En España busca el barroquismo, los contrastes más destaca-dos, las pasiones más primarias, y la diferen-cia con Francia.

 3. Alfred de Musset (1810-1857)

 Cultivador de un género dieciochesco

moral y delicioso, adaptado a la sensibilidad romántica: el proverbio dramático. Se basan en juegos de imaginación que componía sin la esperanza de verlos representados. Por esas comedias-proverbios desfila un mundo convencional y cortés compuesto de figuras amables y de fantoches tiernamente ridícu-los. En decorados irreales se dan cita galan-teos, celos, melancolías y gestos de verdad; es decir, una mezcla de realidad y fantasía.

 Es también autor de grandes dramas, como

Lorenzaccio (1834) que pasa por ser la obra maestra del teatro romántico en prosa.

 Max Milner opina que el gran sueño ro-

mántico fue imposible en Francia por no haber contado con los elementos necesarios para el hecho teatral: inexistencia de tradición

de Fernando Sánchez Rebanal

FRANCIAII

III

1.Los románticos franceses

- 22 - - 23 -

Page 23: Sede Revista #48 - Palabrotas

El Romanticismo

EnsayoSedeRevista.com

1. El ambiente prerromántico

 La guerra de la independencia y el posterior reinado absolutista de Fernando VII, causan uno de los retrasos que con frecuencia han caracterizado la historia de las corrientes y movimientos artísticos en España.

Tras el congreso de Viena, en 1815, la Eu-ropa postnapoleónica asimila la moda román-tica, pero con el matiz conservador que le daban las nuevas monarquías. Ni siquiera este influjo atravesó la península.

 El término romántico no se utiliza en Es-

paña hasta 1818. Con anterioridad a esta fe-cha se empleaba el término romancesco, cuya equivalencia actual sería exótico o extrava-gante. A lo largo del reinado de Fernando VII (1813-1833), los románticos no tendrían muy buena prensa. El propio Larra, cuya vida era romántica por antonomasia, no se calificaba como tal.

2. Paradojas del movi-miento romántico

español 

Debemos hacer una apreciación clave: el ro-manticismo español no pasa de ser un mo-vimiento arrebatado, con apenas quince años de presencia en el teatro, desde el estreno de Don Álvaro o la fuerza del sino, en 1935, al de Traidor, inconfeso y mártir, en 1849. Fue un romanticismo leve, ya que cuando llegó a España, ya se había acomodado a las mo-das relajadas de principios del XIX (hacía ya cincuenta años que las ideas de Klinger y su Strum und Drang habían irrumpido). Algu-nos detalles nos ayudarán a hacernos una idea más clara.

 Martínez de la Rosa, uno de los padres de

la Constitución de Cádiz, miembro del ala ultraliberal de esas Cortes, luchador por la modernización de nuestro país, era un autor neoclásico. Tras sufrir cárcel, exilio y destie-rro entre 1823 y 1831 conoce nuevas ideas fuera de España y escribe en París La conju-ración de Venecia, estrenada en 1834, y que se considera un precedente fundamental del teatro romántico español. Pues bien, en ese momento, su autor tiene cuarenta y seis años y es presidente del Consejo de Ministros de un gobierno muy conservador.

 Ángel Saavedra –más conocido como Du-

que de Rivas–, luchó en la Guerra de la In-dependencia, fue diputado durante el trienio liberal y condenado a muerte por sus activi-dades, escapando a Gibraltar y Londres. Co-noció el romanticismo durante su exilio entre 1823 y 1834. Estrenó Don Álvaro o la fuer-

EL ROMANTICISMOEN ESPAÑAIII

escénica que permitiese a los actores dar con el tono deseado, sin ahogar lo histórico en las emociones individuales; inadecuación del pú-blico, incapaz de rebasar los conflictos de los personajes y proyectarlos en la historia y en su historia.

- 22 - - 23 -

Page 24: Sede Revista #48 - Palabrotas

za del sino en 1835, entusiasmando el drama, aunque no la interpretación. Tiene cuaren-ta y cuatro años y podemos considerarlo un neoclásico metido a la fuerza a romántico.

 El romanticismo práctico de Larra se re-

dujo al estreno de Macías en 1834, ya que sus ideas estéticas mezclaban lo romántico con lo neoclásico.

 3. Características genera-

les del teatro románti-co español

 Coincidente con los alemanes y franceses en sus grandes directrices, en los románticos es-pañoles advertimos:

 •Afán de transgresión que explica esas mez-clas evitadas por los neoclásicos: de lo trágico con lo cómico, de la prosa con el verso...•Abandono de las tres unidades. La acción es tan constante y variada que requiere un cons-tante cambio de espacio, siendo necesario el devenir del tiempo.•Largas acotaciones para explicar la acción, que cuentan con detalle peripecias y sorpre-sas. Dicha acción se puede mostrar en cinco jornadas, en vez de las tres habituales.•El nivel temático se sitúa en torno a un amor imposible y perfecto, cuyo telón de fondo viene conformado por la historia o la leyenda –con frecuencia medieval–, con claras referencias al poder injusto.•Los héroes románticos, de origen misterioso, están cercanos al mito, y suelen sucumbir ante las injusticias políticas. Su arma es el amor.•Utilización de fórmulas dramatúrgicas clási-cas, pese a que la forma sea renovadora.•En la técnica aparecen modernas funciones dramatúrgicas en la escenografía. Los especta-dores gozan de nuevos efectos escénicos, gra-cias a maquinarias que se instalan definitiva-mente en escenarios que reúnen condiciones para ello: fondos laterales y, sobre todo, telares, para poder hacer mutaciones con cierta ra-pidez. Es el final del corral de comedias y el principio del teatro a la italiana.

 

4. El mito romántico de Don Juan Tenorio

 Muchos héroes hicieron vibrar al público es-pañol, pero ninguno como Don Juan Teno-rio, de Zorrilla.

 Parece ser que fue un amigo quien insi-

nuó a Zorrilla una refundición de El burla-dor de Sevilla, pues No hay plazo que no se cumpla ni deuda que no se pague de Anto-nio de Zamora empequeñecía la figura de Don Juan. Zorrilla escribió una obra casi to-talmente original, ya que añadió nuevos in-gredientes a la leyenda: nos da un lapsus de cinco años, entre la muerte de Don Gonzalo y el regreso a Sevilla, el arranque de la obra en Carnaval, y los climas de profanación y misterio. El mayor rasgo de romanticismo es que Don Juan redime su condición de burlador con el amor. La obra gustó poco, y Zorrilla vendió los derechos por poco di-nero, pero dieciséis años más tarde, al hacer el papel de Don Juan un actor llamado Pe-dro Delgado, el reestreno de la obra tuvo un éxito extraordinario. Esto hizo que Zorrilla aborreciese la obra, e incluso escribió una zarzuela para intentar ridiculizar al persona-je. Pero no consiguió nada. Durante un siglo ha sido la obra más representada del teatro español.

- 24 - - 25 -- 24 -

Page 25: Sede Revista #48 - Palabrotas

EnsayoSedeRevista.com

- 24 - - 25 -- 25 -

Page 26: Sede Revista #48 - Palabrotas

Crisis alimentariaAlgo no va bien cuando el diccionario

–o nuestro uso del mismo– se queda sin recursos. Al drama de levantarse por la mañana, cada mañana, y no saber qué vas a poder comer tú y tu familia, lo llamamos crisis alimentaria. Cuando comer pepinos, brotes de soja o carne de cerdo puede –dicen– causarte una indigestión, lo llamamos crisis alimentaria. Y si de la noche a la mañana, por arte de birlibirloque, los precios de la canasta alimentaria suben por las nubes, a eso... ¿cómo lo llamamos? Pues sí, crisis alimentaria evidentemente.

Un embrollo semántico por falta de lucidez. El capitalismo es lo que tiene, que nos latifundiza los conceptos y los disimula creando el eufemismo único:crisis alimentaria para no tener que sonrojarse hablando de hambre, pérdida de soberanía alimentaria, especulación, envenenamientos industriales...

Las crisis alimentarias, cualquiera de estas, no son algo coyuntural. Si realmente se quiere entender el porqué, se debe analizar el contexto en el que se producen para desvelar las causas importantes, las estructurales. Dejar de mirar el dedo que apunta a la luna. Afrontar que desde la instauración de la globalización capitalista y el

consecuente desmantelamiento de las políticas agrarias y alimentarias, el empobrecimiento es de carácter estructural. La alimentación dejó de ser un derecho humano para convertirse en un negocio, y el hambre, las intoxicaciones y los encarecimientos explotan sin control.

Pérdida de la soberanía alimentaria Estas crisis no se habrían alcanzado sin las políticas destructivas que desde hace años han provocado que muchos países produzcan para exportar, en detrimento de su mercado nacional y su campesinado local. Se destruyeron las producciones nacionales de alimentos forzando al campesinado a producir cultivos comerciales para compañías multinacionales, mientras que a su vez esos mismos países debían comprar sus alimentos a estas multinacionales en el mercado mundial.

Tres claros ejemplos.

ØMéxico, después de 16 años del NAF-TA (Tratado de Libre Comercio de Norte América), ha pasado de ser exportador a dependiente de maíz. Hoy en día, México importa el 30% de su consumo de maíz y –

A menudo se denomina como ‘crisis alimentaria’ a realidades muy diferentes, como las hambrunas, la especulación con los alimentos, los envenenamientos originados por la agricultura industrial o el acaparamiento de tierras de países del Sur. Pero una cosa es clara: todos estos problemas están originados por el modelo económico y por la agricultura industrial. Y la alternativa también resulta evidente: más soberanía alimentaria y agroecología.

- 26 - - 27 -

Page 27: Sede Revista #48 - Palabrotas

por Gloria Martínez y Gustavo Duch

alimentariaevidentemente– los precios del producto ya no dependen de variables nacionales. En 2007 los precios del maíz se dispararon hasta niveles muy altos y provocaron la así denominada “crisis de la tortilla mexicana”.

ØHasta 1992 la agricultura campesina indonesia abastecía de soja al país. Pero cuando el país abrió sus fronteras a los alimentos importados, la soja barata de EE. UU. inundó el mercado. Se destruyó la producción nacional y actualmente el 60% de la soja que se consume en Indonesia es de importación. Los precios récord de enero de 2008 de la soja de EE. UU. condujeron a una crisis nacional, cuando el precio del tempeh y del tofu –la carne de los pobres– se dobló en pocas semanas [1].

ØSegún la FAO, el déficit alimentario [2] en el oeste de África aumentó un 81% en el periodo 1995-2004. La importación de cereales creció en ese periodo en un 102%, la de azúcar en un 83%, la de productos lácteos en un 152% y la de aves en un 500%. Sin embargo, de acuerdo con el FIDA [3] (Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola) esta región tiene el potencial de producir alimentos suficientes. La Unión Europea forzó a los países de ACP (países de África, del Caribe y del Pacífico), al llamado

Acuerdo de Colaboración Económica, para liberalizar el sector agrícola con efectos adversos predecibles para la producción alimentaria.Son solo algunos ejemplos que muestran cómo el avance del sistema internacional de comercio y cada uno de los acuerdos de liberalización que se firman, son un paso más en la pérdida de la soberanía nacional en materia alimentaria.

Codicia por la tierra Una falta de soberanía alimentaria que está creciendo los últimos años por el fenómeno del acaparamiento de tierras. El apropiamiento de tier ras para fines agroindustr iales (agrocombustibles, cereales para piensos, etc.) ha venido observándose desde 2008 cuando nuevos inversores empezaron a controlar tierras agrarias en Asia, África y América del Sur. En un primer momento, se justificó bajo la premisa de que esas tierras las necesitaban para lograr la seguridad alimentaria de sus países de origen. Sin embargo, pronto se evidenció la entrada de bancos inversores, grupos privados de capital o fondos económicos y similares que sabían que podían ganar mucho dinero en la agricultura, teniendo en cuenta el alza en los precios de los alimentos.

ArtículoSedeRevista.com

- 26 - - 27 -

Page 28: Sede Revista #48 - Palabrotas

Según informa GRAIN “han cambiado de manos –o están en proceso de hacerlo– más de 40 millones de hectáreas, más de la mitad en África, por un valor estimado de más de 100.000 millones de dólares. En casi su totalidad, son tierras fértiles con acceso a riego”.

“Como consecuencia de estos procesos –explican– las nuevas personas y entidades propietarias de las granjas y fincas agrarias son personas gestoras de fondos privados de capital, operadoras especializadas en fondos de tierra agraria, fondos de pensiones, bancos, etc. Lo que buena parte de la ciudadanía de a pie no sabemos es que parte de los dólares o euros empleados para este acaparamiento son los ahorros para la jubilación de colectivos de maestros/as, funcionarios/as y trabajadores/as de países como EE. UU. o Reino Unido, por lo que dichos colectivos están directamente involucrados, lo sepan o no, en estos procesos”.

El acaparamiento de tierras fuerza a miles de campesinos y campesinas al desplazamiento de su modo y medio de vida, la tierra. La crisis de los precios Como hemos visto, sin soberanía alimentaria hay una tremenda vulnerabilidad al flujo de los precios de los alimentos. El aumento de los precios arrastra a millones de personas a la

pobreza, paradójicamente muchas personas expulsadas o abandonadas por este modelo agrario global e industrial. El Banco Mundial expuso que el alza de los precios sufrida desde julio del año pasado, 2010, ha llevado a 44 millones de personas a la pobreza, y si nada cambia estas tendencias las cifras podrán ser más graves.

Dentro de este contexto, con la pérdida de soberanía alimentaria, dos son, a entender de los análisis más competentes, los motivos que provocan el actual aumento de precios de las materias primas: la especulación de los fondos de inversión y similares en estos bienes y el aumento del consumo de granos para los agrocombustibles.

La falta de rentabilidad monetaria en otros sectores (deuda pública, sector inmobiliario, etc.) ha provocado un trasvase de los fondos de inversión hacia el mercado de futuros alimentarios. Un contrato de futuro es un acuerdo que obliga a las partes contratantes a comprar o vender un determinado número de bienes, a un determinado precio, en una fecha concreta. Estos contratos saltan de las manos de las partes hasta el parquet de la bolsa, donde se negocia con ellos, no con los productos en sí.

De hecho muchos de estos contratos de futuro no tienen por qué ejecutarse. La mayor parte de

- 28 - - 29 -

Page 29: Sede Revista #48 - Palabrotas

ellos son acciones especulativas que se venden o compran en función de las previsiones de oferta y demanda. Una supuesta alta demanda será siempre el tractor que llevará hasta las nubes el precio de futuras e imaginarias cosechas. Hay que denunciar claramente cómo la demanda también se construye falsa y artificialmente: “las cosechas son malas”; “la sequía ha sido muy importante”; “los países emergentes demandan más carne”... son mensajes tendenciosos de profetas con corbata. Un estudio de Lehman Brothers de 2008 cifraba que desde 2003 el índice de especulación de las materias primas se había incrementado un 1.900%, de 13 a 260 billones de dólares [4]. De tal importancia es este factor especulativo que según la Eurocámara, es responsable de un 50% del aumento de los precios. ¿Quién gana?: las empresas de inversión y especulación y las empresas que controlan el suministro de las materias primas. ¿Quién pierde?: los países que han aumentado su dependencia de las exportaciones a causa de la pérdida de soberanía.

La otra causa señalada del aumento de precios, es el aumento de consumo de materia prima para los agrocombustibles con la evidente competencia entre ellos y los comestibles. La producción de etanol (se extrae a partir de la remolacha, caña de azúcar, sorgo, cebada, trigo, yuca y maíz) en los últimos años se ha multiplicado por cinco. Mientras que el

aumento de la demanda de cereales para consumo humano ha sido armónico durante los últimos años, ha crecido vertiginosamente su uso como futuro combustible. Solo en EE. UU., durante 2010, se destinó el 35% de maíz al consumo nacional de bioetanol. El dato es importante porque dicha potencia cosecha el 40% de la producción mundial, lo que significa que solo con datos de EE. UU., el 14% del maíz mundial se dedicó a la alimentación de coches.Pero mayor es el riesgo que genera –también como factor especulativo– la dedicación de más tierras a su producción. Son muchos, cada día más, los ejemplos que pueden darse. Uno lo encontramos en Nigeria, país que pretende que su producción de yuca sea destinada a la producción de bioetanol. Lo mismo sucede en la India con la producción de sorgo [5]. Según se refleja en un estudio de Africa Biodiversity Network, se pretende transformar un tercio de la selva de Mabira (la mayor reserva natural de Uganda) en una plantación de caña de azúcar para la producción de etanol. Proyectos similares se quieren llevar a cabo en Tanzania, Zambia y Benín.

Son muchas las voces que denuncian desde hace años este apropiamiento de tierras fértiles para la producción de agrocombustibles. Una de esas voces es Food First. Esta ONG norteamericana denuncia que en los últimos tres años la inversión de capital de riesgo

ArtículoSedeRevista.com

- 28 - - 29 -

Page 30: Sede Revista #48 - Palabrotas

en agrocombustibles ha aumentado ocho veces. La conversión de tierras (expulsando violentamente de ellas a las y los campesinos en muchas ocasiones) para estos monocultivos está generando inflación, pérdida de biodiversidad, dependencia alimentaria y pérdida de la soberanía alimentaria.

Según un informe confidencial del Banco Mundial publicado por The Guardian [6] “sin el aumento de biocombustibles, el maíz y el trigo global no se habrían visto reducidos apreciablemente y los aumentos de precios por otros factores habrían sido moderados”.

“¿A quién alimentar primero, a los camiones o a la gente?” se preguntaba Flavio Valente, de FIAN-Red de Acción e Información Alimentos Primero. La cada vez mayor demanda de combustible automovilístico no solo está expulsando a miles de campesinos de sus tierras sino que, además, les está condenando a la hambruna aumentando el precio de los alimentos. 

La crisis invisible Detrás de estas crisis alimentarias, y aunque no lo pareciera, se esconde otra crisis planetaria, la crisis climática. La cadena agroalimentaria moderna es adicta al petróleo, se necesita en la fase de producción (mecanización, riego, fertilizantes, productos agroquímicos), en la del transporte (en 10 años el flujo de alimentos ha crecido un 66%) y en la fase de distribución (alimentos envasados, refrigeración, etc.).Según los datos más habituales este modelo de agricultura industrial y globalizada es responsable de un 30% de todas las emisiones de gases con efecto invernadero provocadas por los seres humanos, y asciende hasta un 44-57% según cálculos más completos de la organización GRAIN.

Si Lester Brown vinculaba en Foreign Policy, la erosión del suelo, el agotamiento de los acuíferos, la pérdida de tierras agrícolas, el estancamiento de los rendimientos de los cultivos en países avanzados, a eventos relacionados con el cambio climático, nos encontramos ante una espiral peligrosa: la agricultura industrial calienta el planeta y un planeta caliente perjudica a la agricultura.

- 30 - - 31 -

Page 31: Sede Revista #48 - Palabrotas

Conclusión

Como ha quedado expuesto entre los principales factores que desencadenan la crisis de precios alimentarios actual, no aparece la habitual cita que señala la falta de alimentos. De hecho hay más alimentos que nunca. Oliver de Schutter, relator especial de Naciones Unidas para la Alimentación, asegura que hay alimentos para todos pero que es necesaria una mayor transparencia en los mercados.

Decir que hay que aumentar la producción es el argumento clásico que conocemos para justificar, entre otras cosas, el uso de semillas transgénicas o la intensificación de la

ganadería. Pero como hemos visto, también los especuladores apuestan por la escasez aumentando artificialmente los precios. ¿Entendemos por qué nos dicen que faltan alimentos?

Es evidente que el mercado no puede autoregularse, que la mano invisible no existe y si existe no atina. El hambre es un problema político, y lo mismo podemos decir de las otras crisis alimentarias. Es necesario dejar de apostar por un modelo agrario basado en el libre comercio y la exportación para hacerlo por otro que garantice la soberanía alimentaria de sus pueblos.

Notas y referencias 1 Fuente: informaciones de FSPI, organización miembro de La Vía Campesina en Indonesia, 2009.2 Déficit alimentario: diferencia entre las necesidades alimentarias internas de la población de un país cal-culadas a razón de la cantidad de calorías necesarias para cubrir las necesidades nutricionales y la cantidad de alimentos producidos a nivel interno. A escala internacional estos índices se calculan sobre la base de la Encuesta alimentaria y nutricional. Una encuesta que la FAO promueve entre los países para poder elaborar sus informes anuales.3 FIDA. Informe sobre la situación de la producción agrícola 2007. www.fida.org4 Paul Waldie, “Why grocery prices are set to soar”, Globe and Mail, Toronto, 24 abril 2008.5 Bilal Paladini San Martín, www.minmineria.cl/img/fao.ppt6 http://www.guardian.co.uk/environment/2008/jul/03/biofuels.renewableenergy

ArtículoSedeRevista.com

- 30 - - 31 -

Page 32: Sede Revista #48 - Palabrotas

Ante el tema que nos ocupa el trimestre, tuve un verdadero ataque de duda. En un intento

por salir airosa llamé al móvil de Euterpe... ¡Nada! La muy zorra me envió un SMS: “Estoy

de vacaciones. Arréglatelas solita”. Recurre a las musas para esto... cuando más las necesitas

resulta que están vacacionando. Escribí un e-mail a Erato pidiendo su ayuda pero resultó que el Amor también está de capa caída. Me dijo que había borrado los correos sin darse

cuenta y que estaba de baja por depresión. Hoy en día pasan estas cosas. He llegado a la conclusión de que realmente somos un

producto de nuestra educación. Con nuestra censura personal pululando por doquier y que no nos deja relajarnos ni cuando nos dan carta blanca para hacerlo. Qué pulcritud lingüística

¡por todos los dioses! No os puedo dejar un poema con insultos y “malsonancias” así que me he declarado en huelga de acatamiento.

Como ni tan siquiera las Musas a las que llamé han hecho caso de mis cuitas, me rebelo

totalmente y no os haré ni puñetero caso. Es más, voy a escribir lo que me salga del coño y

si a esas dos chupapollas de Euterpe y Erato les da por llamarme... ¡que las folle un pez!

Aún no sé si fue un instanteatrapado en el crisol de la palabra.Tengo el alma alada en vueloal igual que la alondra enamorada.Ese instante que recojopoderoso en su infinitose acomoda en mis sentidos,en espera de un destelloque le lance a tus oídos.Convertido ya en palabra,ansía llegar más alto,hasta el lugar infinitodonde nació para ser leído.Instante que ya es palabra,palabra que ya ha nacido,poema que con palabrasdan al instante sentido.

por Gema Rebolledo Bolado

La palabray el sentido

- 32 - - 33 -

Page 33: Sede Revista #48 - Palabrotas

El tiempo que nos queda por aguantar

decididos a quemarlo sin reparo,

con la mala hostia necesaria

surgida como un mal endémico,

puede que sean estos tiempos,

puede que sea el fracaso y la indecisión

mezclado con la ansiedad,

la urgencia de joder al prójimo,

las ganas de acorralar al distinto

obligándole a pasar por el aro,

quién sabe, quizá, tan solo, puede que a lo mejor

seamos simples marionetas de cartón,

soldaditos de plomo con la pintura gastada,

con uniformes equivocados,

víctimas de un hedonismo insalubre

crecido y alimentado por una herencia moral

con cara de princesa y maneras de puta.

http://licorprohibido.blogspot.com/

La princesa ramerapor Javier Perales

PoesíaSedeRevista.com

- 32 - - 33 -

Page 34: Sede Revista #48 - Palabrotas

Va de perrosporAdrián Alcorta

- 34 - - 35 -

Page 35: Sede Revista #48 - Palabrotas

FotografíaSedeRevista.com

- 34 - - 35 -

Page 36: Sede Revista #48 - Palabrotas

- 36 - - 37 -

Page 37: Sede Revista #48 - Palabrotas

- 36 - - 37 -

Page 38: Sede Revista #48 - Palabrotas

AYUNTAMIENTO DE TORRELAVEGA

- 38 -