Me acuerdo de...

Este ejercicio está inspirado en la lectura del libro de Joe Brainard Me acuerdo, publicado en Sexto Piso (2009). 

En él, su autor hace memoria de aquellos momentos que marcaron su vida, en las distintas etapas. Como podrás comprobar, todos los recuerdos empiezan con “me acuerdo de…”.Vamos a realizar un ejercicio de estilo similar que consiste en escribir entre diez y veinte meacuerdos. Antes, vamos a leer algunos del autor en los que, unas veces de forma superficial y otras más profunda, habla de parientes, fiestas, sueños, objetos, juegos…

Cuando hayas completado la lista de tus particulares meacuerdos, selecciona entre tres y cinco, léelos varias veces en voz alta y prepárate para grabarlos.

Me acuerdo de lo mucho que pesaba el pan de maíz.Me acuerdo de cuando estaban de moda las paredes pintadas de verde oscuro.Me acuerdo de haber hecho de guarda de tráfico para los pequeños del colegio y de la banda blanca que tenía que llevar.Me acuerdo de que siempre perdía un solo guante.Me acuerdo de mi abuelo, el que vivía en una granja, migando su pan de maíz en su leche agria. No le gustaba hablar.Me acuerdo de la señorita Fly [señorita “Mosca”], mi profesora de naturales del colegio.Me acuerdo de imaginarme qué cara tendría de viejo.Me acuerdo de las medias color carne de las mujeres mayores: no se veía nada al través.Me acuerdo de que pensaba que los cómics que no eran cómicos no deberían llamarse cómics.Me acuerdo de hacer trampas en el solitario.Me acuerdo de que me daba vergüenza sonarme la nariz en público.Me acuerdo de los aparatos (en los dientes) y de cómo, en el instituto, se consideraban hasta cierto punto un símbolo de estatus.Me acuerdo del bizcocho y de preguntarme qué sentido tenía aquel agujero en el centro.Me acuerdo de al menos una vez que hice como si estuviera pidiendo un deseo antes de soplar las velas pero en realidad no lo pedí.Me acuerdo de “Es la última vez que te lo digo”.Me acuerdo de cuando mis brazos eran siempre demasiado largos para las camisas. O, si no, el cuello me quedaba enorme.Me acuerdo de cuando me dieron un portazo en todo el dedo con la puerta de un coche, y de los mucho que tardó en llegar el dolor.Me acuerdo de las alfombras mágicas y de los genios y de intentar pensar cuáles serían mis tres deseos.Me acuerdo de muchos sueños claustrofóbicos en los que estás en sitios muy estrechos e infinitos que se vuelven más estrechos e infinitos todavía y no puedes salir de ellos.Me acuerdo de los puntos transparentes que flotan ante mis ojos de vez en cuando, sólo durante un instante (microscópicos), como cuando te levantas muy deprisa.Me acuerdo de, después de estar un rato al sol, entrar en casa, y de esos instantes en los que se ve casi en negativo.Me acuerdo de usar las pajitas a modo de cerbatanas.Me acuerdo (¡ay!) de ir descalzo por la acera en pleno verano.Me acuerdo de (lo estoy viendo) calcetines en el suelo, tirados por ahí después de usados. Parecían estar tan a gusto siempre.Me acuerdo de (inquietante) cuando de repente alguien que conoces muy bien se vuelve durante un instante un completo extraño.Me acuerdo de lo tonto que parece todo por la mañana (de nuevo).Me acuerdo de las mañanas de los lunes. Y de las tardes de los viernes.Me acuerdo de las vacías tardes de domingo y de la sensación, en cierto modo, de vacío interior.

© Materiales de lengua castellana y literatura

DEPARTAMENTO DE LENGUA CASTELLANAIES Serrallarga (Blanes)

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