SAN JUAN BAUTISTA DE LA SALLE Buenos días a todos/as.

Comenzamos nuestra semana grande.

Disfrutadla al máximo y agradeced a vuestro

profesorado ese intento de que sea inolvidable .

Pongamos todos/as de nuestra parte para

convertirla realmente en nuestra fiesta.

SAN JUAN BAUTISTA DE LA SALLE Todos los días

podéis ver mi imagen en vuestra

clase en un cuadro, pero

realmente me conocéis.

¿Qué sabéis de mí? Venga id diciendo

en voz alta, compartirlo con los

compañeros/as

Viví en un mundo totalmente diferente al vuestro.

Fui el primogénito de una familia acomodada que vivió en Francia hace algo más de 300 años.

Nací en Reims en 1651.

Fui nombrado canónigo de la Catedral de Reims a los 16 años.

Cuando mis padres murieron me encargué de cuidar de mis hermanos y de administrar los bienes de mi familia.

Mi vida empezó a cambiar

cuando acepté los esfuerzos de la Sra.

Maillefer para abrir una

escuela para pobres.

Reuní a un grupo de maestros, mutilados de guerra y desempleados…,les invité a mi propia mesa, pero su falta de educación, ocasionó un revuelo familiar, fui duramente criticado por mis parientes.

Comencé con un grupo de maestros a recoger a los jóvenes abandonados, víctimas de la pobreza y del descuido familiar, y abrimos centros de todo tipo:

Dominicales, Profesionales, Reformatorios y Escuelas para la Formación de Maestros.

Y a pesar de una defensa brillante, vi, no pocas veces que los jueces nos obligaban a cerrar los centros, que con tanto esfuerzo creábamos para los pobres.

Ante tantas dificultades, no pocos de mis hermanos me abandonaron, así que comencé a dudar de mi trabajo ¿Era una obra de Dios? ¿O quizás buscaba mi propia gloria y fama?

Dios respondió mis dudas. Inesperadamente aparecieron nuevos candidatos. Salí fortalecido y mi esperanza iluminó mi fe.

Pronto tenían un mismo espíritu y un mismo corazón a ejemplo de los primeros cristianos en Jerusalén; así, fortalecidos, La Salle los envió por todo el país.

La pobre sotana y el típico sombrero de los Hermanos empezaron a ser habituales por las calles. La Salle había cumplido su misión:

los pobres estaban siendo educados.

El día 7 de abril de 1719, viernes Santo en Ruán , moría rodeado de sus

hermanos. Sus últimas palabras fueron :

““Adoro en todo, la voluntad Adoro en todo, la voluntad de Dios para conmigode Dios para conmigo””

Juan Bautista de La Salle fue el primero que organizó centros de formación de maestros, escuelas de aprendizaje para delincuentes, escuelas técnicas, escuelas secundarias de

idiomas modernos, artes y ciencias. Su obra se extendió rapidísimamente en Francia, y después de

su muerte, por todo el mundo.

.

En 1900, Juan Bautista de La Salle fue declarado Santo. En 1950, a causa de su vida y sus escritos inspirados, recibió el título de Santo Patrono de los que trabajan en el ámbito de la educación. Juan Bautista mostró cómo se debe enseñar y tratar a los jóvenes, cómo enfrentarse a las deficiencias y debilidades con compasión, cómo ayudar, curar y fortalecer. Hoy, las escuelas lasalianas existen en 85 países del mundo.

En 1917 cuando muere La Salle; hay 100 hermanos que dirigen 25 escuelas. Hoy: La Salle y su obra está en más de 80 países80 paísesCuenta aproximadamente con 5,500 Hnos. 65,000 educadores con 900,000 alumnos y 1,300 centros educativos.

Una de las grandes herencias que nos ha dejado Juan Bautista de la Salle, son sus escritos.

Escritos de San Juan Bautista De La Salle1.Guía de las Escuelas Cristianas2.Deberes de un cristiano3.Ejercicios de piedad4.Reglas de Cortesía y Urbanidad5.Meditaciones6.Colección de varios trataditos7.Cartas8.Escritos personales

UNA GRAN FAMILIA REPARTIDA POR TODO EL MUNDO

ORACIÓN FINAL (Todos juntos).

Oh Dios, que para formar a los niños pobres en la vida cristiana y para

afianzar a la juventud en el camino de la verdad, elegiste a S. Juan Bautista de La Salle, y en torno a él surgió en tu Iglesia una nueva Congregación

religiosa, concédenos, por su intercesión y ejemplo, buscar tu

gloria en la salvación de las almas, para que podamos participar de tu

recompensa en el cielo. Amén.