SEMANAS MISIONERAS EN COMPAÑIA DE LA VIRGEN MARÍA

Segundo Año del Trienio de Siembra Misionera, años 2010 al 2015Semana misionera, año 2014

Diócesis de Escuintla

PRESENTACIÓN

Continuado con el trabajo misionero en nuestra diócesis de Escuintla, para este año 2014, se han propuesto distintas actividades. Una de estas actividades se titula: “Semanas Misioneras en compañía de María”, cuyo objetivo es: “Profundizar en el compromiso misionero de cada bautizado para que conscientes de su deber-derecho de ser discípulos-misioneros, puedan ser instrumentos de evangelización, aprovechando especialmente el recurso de los cenáculos misioneros y de la mano de nuestra Madre, la Santísima Virgen María”. Este objetivo se pretende alcanzar en compañía de la Virgen María, patrona de nuestra diócesis, cuya imagen estará recorriendo todas las parroquias.

La temática del presente subsidio está basada en las indicaciones que encontramos en nuestro Plan Pastoral Diocesano 2010-2016: “Amados, llamados y enviados” para este año. Cuatro son los temas y son los siguientes: 1. Comunión con el Señor que nos envía: “Dueño del campo”, que usa nuestro humilde servicio2. Comunión fraterna discipular: “enviados” más allá de simpatías particulares, valorizando lo que hace nuestro hermano. 3. Coraje y creatividad misioneros: Hacia los ambientes difíciles del mundo actual. 4. Perseverancia: frente a los problemas y dificultades actuales.

El presente material es un subsidio, los párrocos junto con sus equipos de misiones son los encargados directos de organizar en sus parroquias la dinámica más conveniente y oportuna para la vivencia de una semana llena de momentos que ayuden a encontrarse con Cristo.

Que la Virgen María, que animó y acompañó a los apóstoles en la Espera de la venida del Espíritu Santo, anime y acompañe a todos los agentes de pastoral de nuestra diócesis y de una manera especial, anime y acompañe a todos los miembros de nuestros cenáculos misioneros.

COMISIÓN DE MISIONESDIOCESIS DE ESCUINTLA

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OBJETIVOS

SEGUNDA PRIORIDAD de nuestro Plan Pastoral Diocesano 2010-2016:Profundizar la espiritualidad y la formación misionera de los bautizados especialmente de los agentes de pastoral.

Objetivo específico: Consolidar la espiritualidad y la formación misionera de los bautizados especialmente de los agentes de pastoral para obtener una conversión personal y pastoral que nos lleve a una misión permanente con nuevos métodos, expresiones y formas.

Primera Política:Despertar en los bautizados el verdadero gozo de ser discípulos misioneros.

Segunda política:Formar a los agentes de pastoral en una evangelización procesual.

Objetivo General de la Pastoral de Misiones para el año 2014:Promover la Gran Misión en las parroquias de la diócesis mediante el fortalecimiento de los cenáculos misioneros, en comunión y fidelidad al Señor, que nos envía, para proponer la vida nueva en Cristo, a los hombres de hoy.

Objetivo de las Semanas Misioneras del 2014 Profundizar en el compromiso misionero de cada bautizado para que conscientes de su deber-derecho de ser discípulos-misioneros, puedan ser instrumentos de evangelización, aprovechando especialmente el recurso de los cenáculos misioneros y de la mano de nuestra Madre, la Santísima Virgen María”

SEMANA MISIONERAEN COMPAÑÍA DE LA VIRGEN MARÍA

Segundo Año del Trienio de Siembra Misionera, años 2010 al 2015Semana misionera, año 2014

Diócesis de Escuintla

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Sugerencias:1. Antes de iniciar la Semana Misionera, es recomendable que el párroco se reúna con

el equipo parroquial de misiones para organizar y estructurar la semana de acuerdo a las necesidades de la parroquia.

2. Se recomienda algunas actividades previas a la semana misionera, por ejemplo: oraciones, propagandas aprovechando los medios de comunicación, visita de hogares, etc.

3. Durante el primer día, que se motive en la parroquia para que se den cuenta que ha inicia la semana misionera.

4. El domingo, en la clausura de la semana misionera, hace su visita el señor Obispo, Mons. Víctor Hugo Palma Paul. En esta visita se recomienda que al señor Obispo, se le haga entre de un resumen de las actividades que se realizaron durante la semana misionera, así como el número de los cenáculos que hay en la parroquia.

Y si la parroquia considera oportuno entregarle otros datos de la parroquia, lo puede hacer, por ejemplo: el plan de trabajo parroquial, el proyecto de promoción y motivación de los cenáculos misioneros, etc.

DÍA LUNES TEMA: COMUNIÓN CON EL SEÑOR QUE NOS ENVÍA

Objetivo doctrinal: Que los misioneros descubran la importancia y el significado de la comunión con el Señor que nos envía al trabajo misionero. Objetivo vivencial: Fomentar nuestra comunión con el Señor, que es el dueño de la mies.

Oración Padre nuestro que reúnes lo que está disperso y conservas lo que está unido, mira con bondad al pueblo de tu Hijo, para que cuantos han recibido un mismo bautismo, vivan unidos por la misma fe y por el mismo amor, por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

EL VER

Hubo hace algún tiempo, un muchacho que tuvo la oportunidad de participar en un retiro parroquial de iniciación. Salió muy emocionado de aquél retiro, tanto así que, comenzó a realizar actividades pastorales en su comunidad. Salía a visitar hogares, a visitar enfermos, reunió a niños para darles la doctrina y también a los jóvenes. Sólo había una pequeña dificultad: el párroco no lo había enviado, no contó con el animador de la comunidad y, tampoco participaba en la Misa ni en los demás sacramentos. Él decía que no tenía necesidad de relacionarse con el párroco porque estaba unido directamente al Papa.

Además de esta situación, uno de los errores que puede acosarnos a los misioneros, es olvidarnos que es el Señor el que tiene el poder de hacer los milagros, de hacer que las personas se conviertan a Él; porque muchos buscamos reconocimientos, aplausos y alabanzas; usamos a Dios como un trampolín para alcanzar la grandeza; llegamos a creernos diferentes o superiores del resto de los hermanos. Si hacemos oración por la sanación de alguna persona y ésta sana, entonces queremos que nos reconozcan el milagro

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a nosotros; si le transmitimos el mensaje de salvación a alguien, y éste se convierte al Señor, queremos que se nos dé a nosotros el mérito; si desarrollamos muy bien un tema, o una plática, le preguntamos a algunos de los que escucharon cómo estuvo el tema, solamente para que nos feliciten. Disfrutamos mucho cuando nos ensalzan. Olvidamos que, como solía decir el padre José Lodetti, citando la Sagrada Escritura: “Somos siervos inútiles que sólo hacemos lo que tenemos que hacer”.

Preguntas: 1. El hermano que comenzó a trabajar independientemente del párroco ¿Estaba haciendo lo correcto? 2. ¿Es correcto que nos apropiemos de la gloria que sólo a Dios corresponde?

EL JUZGAR

Texto bíblico: Mt 20, 1-4 “Sucede en el Reino de los Cielos lo mismo que pasó con un propietario que salió de madrugada a contratar trabajadores para su viña. Aceptaron el sueldo que les ofrecía (una moneda de plata al día), y los envió a su viña. Salió después cerca de las nueve de la mañana y se encontró en la plaza con otros que estaban desocupados. Y les dijo: <Vayan ustedes también a mi viña y les pagaré lo que corresponda.> Y fueron a trabajar”. Este trozo del Evangelio pone ante nuestros ojos la grandeza del campo del Señor y la gran multitud de personas que son llamadas y enviadas por Él. Este campo es precisamente el mundo entero que debe ser transformado según el plan divino para preparar la venida definitiva del Reino de Dios. Este es un trabajo propio de la Iglesia, por eso debemos estar en comunión con nuestros pastores, que son los que nos envían a la misión y, especialmente, con nuestro Señor a través de la fe, la oración, una vida sacramentada, participando en los cenáculos misioneros y especialmente participando en la Eucaristía; esto nos conduce a tener conciencia de que no se puede tener una vida de Iglesia si no nos identificamos con la parroquia y con la comunidad cristiana en la que vivimos. Todo esto nos ayuda saludablemente a reconocer que no somos los protagonistas especiales del trabajo del Reino, sino que formamos parte de un cuerpo que cumple la misión que se le ha encomendado.

1) Estar unidos al Señor. En Jn 15, 5, leemos: “Yo soy la vid y ustedes los sarmientos. El que permanece en mí y yo en él, ése da mucho fruto”. El Señor nos está enseñando que en la vida de la Iglesia no se puede vivir sin dar fruto. Pero, ¿por qué? Pues, porque todo aquél que no da fruto no permanece en la comunión. Es por eso que también nos dice San Juan: “Todo sarmiento que en mí no da fruto, (mi Padre) lo corta” (Jn 15, 2).

La vid es la planta de la uva, no es propiamente un árbol, pero le brotan muchos sarmientos; los sarmientos son los brotes o renuevos que se convierten en ramitas de las que brotarán los frutos. Cada uno de los que somos llamados, somos un nuevo brote, o cogollo que se convertirá en una rama; pero para mantenernos vivos tenemos que estar unidos a la vid, es decir unidos al Señor, porque Él lo dijo: “Yo soy la vid y ustedes los sarmientos…” (Jn 15, 2). Esto significa que todo depende de Él y nosotros sólo somos sus instrumentos. No hay que olvidar que Jesús nos dice: “Separados de mí no podéis hacer

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nada” (Jn 15, 2). Debemos estar unidos a Jesús no solo para vivir la vida cristiana sino también para nuestro apostolado,

2) ¿Qué es la comunión con el Señor? Estar en comunión con Jesús quiere decir que nuestro ser, cuerpo y alma están dentro del Señor, que estamos tan unidos a él que estamos aprendiendo a pensar y actuar como Él, y a tener sus mismos sentimientos. O, dicho de otra forma, deseamos realizar todo lo que Él quiere, por ejemplo: que el Reino de Dios se haga realidad, que todas las personas conozcan a Dios y se salven.

3) “Evangelizar es la gracia y la vocación propia de la Iglesia, su identidad más profunda” (Evangelii Nuntiandi 14). Todos los miembros de la Iglesia, tenemos la misión de ser anunciadores del Evangelio, el Señor; nos envía a sus campos porque Él es el dueño y está interesado en que ese campo, que es el mundo entero, sea cultivado y cosechado, y que se obtengan buenos y abundantes frutos.

4) El Señor nos ha incorporado a Él y nos ha compartido la misión. Llegado el momento, de una manera consciente y con la capacidad de comprometernos libremente, nos acercamos a la Iglesia, y tomamos nuestro lugar como misioneros, es decir, como obreros de su mies. Él es quien nos llama y envía a sus campos porque confía en nosotros y espera que le demos una respuesta afirmativa haciendo un buen trabajo.

5) Así es, somos “Amados, llamados y enviados”, como dice el título de nuestro Plan Pastoral 2010-1016, lo cual debe hacernos felices, porque el Señor ha puesto sus ojos en nosotros y nos hace partícipes de su plan de salvación, pero debemos estar unidos a Él, como los sarmientos a la vid, para poder dar mucho y buen fruto; porque la rama que no da fruto será cortada para hacerla leña y quemarla.

6) Dios nos ha dado dones y carismas que nos han de servir para cumplir

nuestra misión y servir a los demás. Los talentos nos han sido dados para la edificación de la Iglesia. ¿Qué le dijo el patrón a aquél servidor fiel que puso a trabajar sus talentos? Le dijo: “Muy bien servidor bueno y honrado; ya que has sido fiel en lo poco, yo te voy a confiar mucho más. Ven a compartir la alegría de tu Señor” (Mt 25, 21). Esto significa que hay una recompensa para todo aquél que se mantenga fiel en su servicio hasta el final, pero debe ser un servicio en la humildad.

7) Dios nos pide humildad. Terminemos este tema, tratando de entender lo que Dios exige de nosotros, en cuanto a la humildad, escuchando un cántico que frecuentemente se reza, en la Liturgia de las Horas:

“Cristo, a pesar de su condición divina, no hizo alarde de su categoría de Dios, al contrario, se anonadó a sí mismo, y tomó la condición de esclavo, pasando por uno de tantos. Y así, actuando como un hombre cualquiera, se rebajó hasta someterse incluso a la muerte y una muerte de cruz.

Por eso Dios lo levantó sobre todo y le concedió el <Nombre-sobre-todo-nombre>; de modo que al nombre de Jesús toda rodilla se doble en el cielo, en la tierra, en el abismo y toda lengua proclame: Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre” (Flp 2, 6-11).

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El Señor nos da ejemplo de la humildad, y nos pide que seamos humildes y que nos demos cuenta que quien murió en la cruz es Él, no nosotros, nosotros sólo somos sus colaboradores.

EL ACTUAR

Después de escuchar este tema, debemos ponernos a pensar en algo: “He estado escuchando la plática durante una hora; en mis manos está hacer que no sea un tiempo perdido. ¿Por qué? Pues, porque debo sacar frutos de la plática.

Por eso me debo comprometer a fortalecer mi comunión personal con el Señor, que me llama y envía a sus campos; pero, también debo fortalecer mi comunión con mis pastores, y también ayudar a mis hermanos a vivir esa comunión. Además debo hacer mía la virtud de la humildad, reconociendo mi verdadero papel en la misión, sin apropiarme de lo que le corresponde a los demás y al Señor.

Preguntas para la reflexión1. ¿Crees que has vivido la experiencia de estar en comunión con el Señor? ¿Cómo lo sabes?2. ¿Cómo te sientes al saber que Dios te ha llamado y enviado a la misión?3. ¿Vale la pena cansarse en la misión, a pesar de que los demás no tomen en cuenta tus esfuerzos?4. ¿Crees que participar en los cenáculos misioneros ayuda a estar en comunión con Dios?

DÍA MARTES TEMA: COMUNIÓN FRATERNA DISCIPULAR

Objetivo Doctrinal: Ser consciente que solo viviendo el mandamiento del amor, podré vivir en la unidad que el Señor exige a sus discípulos.Objetivo Vivencial: Ser signo de unidad para el bien del Reino de Dios, al cual pertenezco por gracia.

OraciónPadre nuestro que reúnes lo que está disperso y conservas lo que está unido, mira con bondad al pueblo de tu Hijo, para que cuantos han recibido un mismo bautismo, vivan unidos por la misma fe y por el mismo amor, por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

EL VER

HISTORIA: Una pareja de jóvenes recién casados, fueron a vivir a casa de los papás del novio. Después de algunos días, suegra y nuera no se entendían, pues sus personalidades eran muy diferentes: la suegra frecuentemente criticaba a su nuera, y esta se irritaba; llegando al punto que cada vez discutían más y peleaban. La nuera, no soportando más vivir con la suegra, decidió visitar a un amigo que era conocedor de medicina natural.

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Después de contarle su historia, el amigo tomó un paquete de hierbas y le dijo: “No deberás usarlas de una sola vez, porque eso causaría sospechas. Deberás darle varias hierbas que irán lentamente envenenándola. Cada dos días pondrás un poco de estas hierbas en su comida. Ahora, para tener certeza de que cuando ella muera nadie sospeche de ti, deberás tener mucho cuidado y actuar de manera muy amigable. No discutas, ayúdala a resolver sus problemas. Recuerda, tienes que escucharme y seguir todas mis instrucciones.” Pasaron las semanas y cada dos días, la nuera servía una comida especialmente tratada para su suegra. Siempre recordaba lo que su amigo le había recomendado sobre evitar sospechas, y así controló su temperamento: obedecía a la suegra y la trataba como si fuese su propia madre. Después de seis meses, la casa entera estaba completamente cambiada. La nuera había controlado su temperamento y casi nunca aborrecía a la suegra; en esos meses, no habían tenido ninguna discusión, y parecían mucho más amigas. Ambas habían cambiado de actitud y pasaron a tratarse como madre e hija. Debido a la buena relación que se había suscitado, la nuera volvió a pedir ayuda a su amigo, pero ahora para evitar que el veneno matara a la suegra, pero este le respondió: “No tienes por qué preocuparte. Tu suegra no ha cambiado, la que cambió fuiste tú. Las hierbas que te di, eran vitaminas para mejorar la salud. El veneno estaba en tu mente, en la actitud de ambas, pero fue echado fuera y sustituido por el amor.”

EL JUZGAR

Pregunta ¿Cuál es el modelo de unidad que los discípulos del Señor debemos seguir? El modelo perfecto de unidad es la Santísima Trinidad. La Santísima Trinidad es la fuente del amor y de la unidad, y por ello, con certeza se puede afirmar que la comunión Trinitaria es la fuente y el motor de la vida de comunión dentro del cuerpo místico de Cristo. La unidad y la fraternidad, desde la perspectiva de Cristo, debe ser una de las grandes características que identifiquen a los seguidores y servidores del Señor.

Esta unidad es querida por Cristo. Ya en vísperas de su pasión eleva una oración al Padre pidiendo por la unidad de los cristianos: “Que todos sean uno, como Tú Padre estás en mí y yo en ti; sean también uno en nosotros, así el mundo creerá que Tú me has enviado” (Jn 17, 21). La comunidad primitiva comprendió perfectamente la voluntad del Señor y lo vemos reflejado en el testimonio que daban: “Todos los creyentes vivían unidos y compartían todo cuanto tenían; vendían sus bienes y propiedades y se repartían de acuerdo a lo que cada uno de ellos necesitaba” (Hch 2, 44-45). Esto llevaba a la gente a asombrarse. ¿Imito en mi vida esta vivencia de fraternidad con mis hermanos, como aquellos primeros cristianos? Es en la Iglesia donde se debe aprender a vivir con y no en contra de los otros. Hemos sido llamados a colaborar en la construcción del Reino ante todo con amor fraterno.

1) Como discípulos del Señor construimos la unidad y el crecimiento de la Iglesia. Cada uno en particular está llamado a descubrir que Dios está en la comunidad, pues dice Jesús: “Donde hay dos o tres reunidos en mi nombre ahí estoy en medio de ellos” (Mt 18, 20). Por tanto, estamos llamados a colaborar con el servicio, ayudándonos unos con otros. Dios, que mora en cada uno de manera particular a través del Espíritu Santo, nos invita a vivir y trabajar en unidad en nuestras comunidades, en nuestra parroquia. Ante esto, debemos cuestionarnos: ¿Cómo son mis relaciones con los demás en mi comunidad, en mi parroquia? Debemos ser muy conscientes que podremos no solo alcanzar, sino también

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mejorar la unidad, cuando cada uno hagamos nuestras las palabras de Cristo “que todos sean uno”, imitando la unidad del Padre, Hijo y Espíritu Santo. ¡Qué gran compromiso el que llevamos sobre nuestros hombros!

2) El no hablar el mismo lenguaje lleva a la división dentro de la comunidad. Ya dentro de las primeras comunidades cristianas se evidencian situaciones que han causado división. El Apóstol San Pablo, describe una situación nada ejemplar en la primera comunidad de Corinto. La iglesia de los consagrados por Cristo y de los carismáticos, lamentablemente no era una comunidad de perfectos e impecables. El grupo de los que siguen a Jesús no pueden prescindir de la humana condición de sus miembros; inevitablemente es la suma de las cualidades y defectos; virtudes y fallos de sus integrantes; venturosamente la fuerza del Espíritu Santo es mucho más grande que nuestra debilidad; es a ella a la que el gran Apóstol de los gentiles apela para superar las banderas y divisiones que se han producido en la comunidad de Corinto: “Les ruego hermanos en el nombre de Cristo Jesús nuestro Señor, que se pongan de acuerdo y superen sus divisiones, pues Cristo no está dividido” (cf 1 Cor 1, 10-13). La unión de los cristianos es tema de plena actualidad, tanto hoy como ayer debemos estar en el dinamismo de la conversión continua y progresiva a la unidad. La consigna de San Pablo mantiene hoy como ayer su vigencia, para cualquiera de nuestras comunidades, parroquias, diócesis e Iglesia Católica en su conjunto.

Que el sueño de Cristo: “que todos sean uno”, sea una realidad y que sea yo el primero en ponerlo en práctica, atrayendo a los demás hacia el rebaño del Señor con mi manera de vivir la unidad y el amor fraterno; y si Cristo dio su vida para redimirnos, para hacernos hermanos y hermanas, entonces debemos estar dispuestos a vivir la unidad y la caridad.

Podríamos concluir diciendo que este es el principal apostolado que los cristianos hemos de realizar en el mundo, este es el mejor testimonio de fe que podemos dar a los demás, pues buscar la unidad y la caridad significa universalidad con el trato amable para con todos, incluyendo aquellos que no nos son tan simpáticos; si esta caridad y unidad debe vivirse para con todos, mucho más se ha de vivir con los más cercanos, a los que Dios ha puesto a nuestro lado: esposa, esposo, hijos, hermanos, etc. Que la Santísima Trinidad nos de su gracia para poner en práctica esta exigencia de todo cristiano. Así sea.

DÍA MIÉRCOLES TEMA: CORAJE Y CREATIVIDAD MISIONERA

Objetivo: Motivar a los bautizados para que re-tomen con fe, entusiasmo e ilusión su compromiso misionero bautismal, trabajando para hacer realidad el deseo de Jesús, “que quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad” (1 Tim 2, 4)

EL VER

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“Los fieles laicos, precisamente por ser miembros de la Iglesia, tienen la vocación y misión de ser anunciadores del Evangelio; son habilitados y comprometidos en esta tarea por los sacramentos de la iniciación cristiana y por los dones del Espíritu Santo” (Ecclesia In America 66)

EL JUZGAR

1. Coraje (VALOR) para evangelizar.Evangelizar significa para la Iglesia llevar la Buena Nueva a todos los ambientes de

la humanidad… pero no habrá humanidad nueva, si no hay, en primer lugar hombres nuevos (cf Evangelii Nuntiandi 18), para ser misionero se requiere “coraje” para vencer el sufrimiento y la fatiga, para abrazar con alegría la cruz de cada día, y para renunciar a nuestros propios intereses y poner en primer lugar los intereses del Reino. Para ello nos ayuda el testimonio de los santos, por ejemplo:

a) San Pablo cuya fe y entrega por el reino era tal que decía, “anunciar el evangelio no es para mí motivo de gloria; es una obligación, y ay de mí, si no predico el evangelio” (1 Cor 9, 16)

b) San Juan Bosco: con profunda alegría y una admirable pedagogía, educó y formó a muchos jóvenes obreros. Como misionero se dice de “Don Bosco”, que fue un admirable “signo viviente del amor de Dios”.

c) La Santísima Virgen María: mujer de GRAN VALOR que supo hacer presente a Jesucristo en momentos y lugares extremadamente difíciles. Estos maravillosos ejemplos nos deben animar a nosotros también a lanzarnos con entusiasmo y valentía a la evangelización de nuestros hermanos en nuestras propias comunidades. Sabiendo que contamos con el auxilio del Espíritu Santo, para llevar a cabo nuestra misión.

2. Creatividad La creatividad es la facilidad para crear o inventar algo, disponibilidad del individuo

que le impulsa a descubrir y crear. Persona con espíritu innovador y de “inventiva”. La Iglesia debe responder a las necesidades de la gente de cada tiempo y lugar, pero

todos sabemos que con el avance de la ciencia y la tecnología, el tema de la evangelización es cada vez más complicado. Por lo tanto hoy más que nunca se hacen necesarias y actuales las palabras del Beato Juan Pablo II: Es urgente una “Nueva Evangelización”. Pero a qué se refiere el PAPA con “nueva evangelización”, pues, él mismo nos da la respuesta: “nueva en su ardor, nueva en sus métodos y nueva en su expresión”.

3. Nuevo “ardor” Misionero“No podemos callar lo que hemos visto y oído” (Hch 4, 20). Los apóstoles se

sintieron inquietos de transmitir la “Buena Noticia” a los demás, por eso nada ni nadie les impide hablar de las maravillas de Dios. Pablo VI, recuerda algunas cualidades que no pueden faltar en la evangelización:

a) La autenticidad del Evangelizador. Esto es algo que se exige mucho en el mundo de hoy. Para la Iglesia el primer medio de evangelización es el testimonio de vida auténticamente cristiana; entregada a Dios y consagrada al prójimo con un “celo misionero” sin límites. “El hombre de hoy, escucha más a gusto a los que dan testimonio que a los que

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enseñan, y si escuchan a los que enseñan, es porque dan testimonio” (cf Evangelii Nuntiandi 41).

b) La unidad de los cristianos. Para evitar el escándalo de la división (cf EN 77).c) Valorar la verdad. En la que juegan un papel importante todos los

anunciadores (cf EN 78).d) El amor hacia la persona a la que se transmite el Evangelio (cf EN 79)

Desde luego que no faltan las dificultades y la principal de ellas es la falta de fervor que se manifiesta en la fatiga y la desilusión, el acomodamiento al ambiente y el desinterés, en la falta de alegría y de esperanza (cf EN 80).

4. Nuevos métodosCambia la ciencia, cambia el tiempo, cambian las personas, etc. La evangelización

también necesita ser renovada, no se trata de cambiar el contenido de la evangelización, sino la forma de evangelizar, la forma de transmitir su contenido. Recordemos a un gran santo, un gran misionero: San Francisco Javier, apóstol de la India y Japón. Su carisma era “abrir caminos a otros” a pesar que su actividad duró apenas diez años, es considerado como “el más grande apóstol de los tiempos modernos” aunque su labor misionera ante los ojos humanos es un rotundo fracaso, NUNCA se desanimó, siguió “abriendo caminos a otros”, preparó el campo para que los que vinieras atrás de él, pudieran obtener frutos. Su método misionero fue:

a) Ansia y ardor misionero puesto al servicio de los no cristianos. Esto hace que el mensaje de Cristo llegue todos los hombres con gran éxito.

b) Método catequético. Basado en el principio de que la catequesis comienza con los niños.

c) Dar responsabilidades a los demás. A través de la formación continua. La regla del tres. (hacer, enseñar a hacer y dejar hacer. Sin dejar de hacer)

d) Fundación de pequeñas comunidades (cenáculos misioneros para nosotros): estas eran el punto de referencia y de encuentro para los nuevos cristianos.

5. Nueva en su expresión“Hay que predicar el Evangelio en todo momento, pero solo si es necesario usemos

las palabras” (San Francisco de Asís). Un gesto dice más que mil palabras…la caridad sobre todo es la máxima expresión del verdadero amor, como nos lo recuerda el apóstol Santiago: “Si un hermano está desnudo y no tiene nada que comer, y uno de ustedes le dice: ‘váyase en paz, abríguese y coma’ pero no le da lo necesario para su cuerpo, ¿de qué le sirve”? (St 2, 15-16) Vale recordar el ejemplo del P. Herminio Nichetti Masagua en su atención a los trabajadores de la caña, o el P. José Lodetti con los indigentes.

EL ACTUAR

ConclusiónEstamos viviendo en un tiempo complicado para la evangelización, pero nunca ha

sido fácil evangelizar, siempre ha habido grandes obstáculos que vencer, pero nosotros contamos con la ayuda del Espíritu Santo para llevar a cabo nuestra misión y si la hacemos como dice el PAPA Pablo VI: buscando la unidad, siendo servidores de la verdad, animados por el amor y con el fervor de los santos, haremos de nuestras comunidades

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verdaderas comunidades cristianas, “evangelizadas y evangelizadoras” y juntos construiremos el Reino de Dios, un reino de paz, amor y fraternidad.

DÍA JUEVES HORA SANTA

Monición:Guía: Hermanas y hermanos misioneros, reunidos en el nombre del Señor, pidamos juntos a Dios su bendición abundante y nuevas fuerzas para vivir y profundizar, desde la oración y contemplación, la propuesta pastoral de nuestro obispo y pastor, Monseñor Víctor Hugo Palma Paúl cuyo objetivo es: “Consolidar el proceso misionero desde los Cenáculos Misioneros de nuestra Iglesia local”. Al ser llamados a evangelizar también somos invitados a entrar en intimidad con el Señor que nos envía. Con el corazón dispuesto acerquémonos al Señor Jesús también para ofrecerle los frutos y las esperanzas del trabajo misionero en nuestra propia comunidad.

Exposición del Santísimo Sacramento.

Canto: Cantemos al amor de los amores

V. Infinitamente sea alabadoR. Mi Jesús sacramentado

Padre nuestro. Dios te salve. Gloria al Padre.

LECTURA PARA MEDITARVeamos que nos dice Mt 20, 1-4: “Sucede en el Reino de los Cielos lo mismo que

pasó con un propietario que salió de madrugada a contratar trabajadores para su viña. Aceptaron el sueldo que les ofrecía (una moneda de plata al día), y los envió a su viña. Salió después cerca de las nueve de la mañana y se encontró en la plaza con otros que estaban desocupados. Y les dijo: <Vayan ustedes también a mi viña y les pagaré lo que corresponda.> Y fueron a trabajar”.

El evangelio nos hace contemplar la inmensidad de la mies del Señor y la enorme cantidad de personas que son llamadas por Él y enviadas a la misión. El campo es el mundo poblado de miles de millones de personas y que debe ser transformado según el proyecto de Dios, en preparación de la segunda venida de Jesucristo.

De allí la importancia de estar unidos a nuestros pastores, el obispo y los presbíteros, quienes nos orientan y nos envían a la misión; dicha unión es la expresión de nuestra comunión con el Señor a través de la fe, la oración, una vida sacramentada, participando en los cenáculos misioneros y especialmente participando en la Eucaristía; con la alegría de sabernos miembros de una diócesis, de una parroquia y de una comunidad.

Debemos estar en comunión, lo que significa que nuestro ser, cuerpo y alma están dentro del Señor, que estamos tan unidos a él que estamos aprendiendo a pensar y actuar como Él, y a tener sus mismos sentimientos, que deseamos realizar todo lo que Él quiere, por ejemplo: que el Reino de Dios se haga realidad, que todas las personas conozcan a Dios y se salven.

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Silencio y oración personalGuía: En este momento de silencio, pidamos a Jesús, presente en el Santísimo Sacramento, por nuestra diócesis de Escuintla, por nuestro Obispo y nuestros sacerdotes, por todos los misioneros y misioneras para que todos vivamos en comunión con Dios y entre nosotros mismos.

(Terminado el momento de silencio se reza) Padre nuestro. Ave María. Gloria.

Canto: Iglesia Peregrina

LECTURA PARA MEDITARModelo de unidad de los discípulos del Señor: La Santísima Trinidad. El

modelo perfecto de unidad es la Santísima Trinidad. Las tres Divinas personas trabajan con un solo fin, con un solo propósito: la restauración, santificación y salvación del hombre; y aunque cada una tiene su propia misión, trabajan en comunión: el Padre que crea, el Hijo que redime y el Espíritu Santo que santifica. Por eso, la Santísima Trinidad es la fuente del amor y de la unidad, y por ello, con certeza se puede afirmar que la comunión Trinitaria es la fuente y el motor de la vida de comunión dentro del cuerpo místico de Cristo. La Iglesia vive y obra en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo; vive de esta unidad fraterna que se funde en la vivencia del amor. La unidad y la fraternidad, desde la perspectiva de Cristo, debe ser una de las grandes características que identifiquen a los seguidores y servidores del Señor, en el lugar donde Él ha querido ponerlos.

Esta unidad es querida por Cristo, pues ya en vísperas de su pasión eleva una oración al Padre pidiendo por la unidad de los cristianos: “Que todos sean uno, como Tú Padre estás en mí y yo en ti; sean también uno en nosotros, así el mundo creerá que Tú me has enviado” (Jn 17, 21). La comunidad primitiva comprendió perfectamente la voluntad del Señor y lo vemos reflejado en el testimonio que daban: “Todos los creyentes vivían unidos y compartían todo cuanto tenían; vendían sus bienes y propiedades y se repartían de acuerdo a lo que cada uno de ellos necesitaba” (cf Hch 2, 44-45). Esto llevaba a la gente a asombrarse. Cuál es mi actitud, mi comportamiento dentro de mi comunidad ¿Soy un signo de unidad? ¿Imito en mi vida esta vivencia de fraternidad con mis hermanos, como aquellos primeros cristianos?

Es en la Iglesia donde se debe aprender a vivir con y no en contra de los otros; a vivir en la verdad, la justicia, la libertad y el amor; a practicar el diálogo, el servicio, la solidaridad y el perdón. Hemos sido llamados a colaborar en la construcción del Reino ante todo con amor fraterno.

Cada uno en particular, está llamado a descubrir que Dios está en la comunidad, pues, dice Jesús: “Donde hay dos o tres reunidos en mi nombre ahí estoy en medio de ellos”.

Silencio y oración personal Guía: En este momento de silencio, pidamos para que la comunión entre los hermanos de las comunidades de la parroquia, se consolide; que se aprenda a vivir en el amor. También pidamos al Señor la ayuda para que descubra ante nuestros ojos el misterio de la íntima comunión de la Santísima Trinidad, para que aprendamos a ser su reflejo ante el mundo.

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Canto: Sois la Semilla

LECTURA PARA MEDITARCaminando unidos de la mano de María

María, como verdadera discípula del Señor, nos dio el ejemplo de unidad, pues, siempre permaneció unida a los apóstoles, y la vemos junto a ellos participando de las oraciones y la vida en comunidad. Por ello, debemos descubrir en María ese ejemplo de unidad, esa unidad que tanta falta hace en nuestras comunidades, ya que parece ser que esa virtud casi ha desaparecido; existe división y egoísmo, a causa del materialismo, el relativismo y ante todo, por la falta de valores humanos y religiosos, lo cual daña a la Iglesia. Podemos darnos cuenta de la triste realidad de la fuga de muchos hermanos a los diferentes grupos religiosos; vemos indiferencia, falta de amor a Dios, falta de sensibilidad ante el dolor y el sufrimiento de los demás; un pueblo rebelde y desobediente; sacerdotes que no promueven la unidad; grupos y movimientos divididos y en plena competencia, para ver quién es el mejor. En medio de esta realidad en la que camina nuestra Iglesia, debemos luchar por lograr la unidad. María vivió también la falta de unidad, en medio de un pueblo con características similares a los que hoy nos toca vivir, pero ella, sufriendo y compartiendo junto a sus hermanos la dureza de la vida, adquirió una conciencia clara y crítica de la situación y ahí permaneció dentro de la comunidad apostólica después de la ascensión de su Hijo. De esta manera apoya a los Apóstoles y acompaña a la Iglesia naciente, con la firme esperanza de hacer realidad el sueño de su amado Hijo: “Que todos seamos uno para que el mundo crea” (Jn 17, 21). Que nuestra buena Madre nos conduzca a la verdadera unidad, tan querida por su Hijo. Así sea.

Silencio y Oración personalGuía: En este momento de silencio pidamos al Señor, por la intercesión de la Santísima Virgen, que las comunidades de todas las parroquias de nuestra diócesis de Escuintla, experimenten la comunión fraterna; y que esa unidad comience en el seno de las familias y se difunda por todas partes.

Canto: Santa María del Camino

LECTURA PARA MEDITAR

Cristo Resucitado es quien nos envía a anunciar el Evangelio, antes de su ascensión, envió a los apóstoles a anunciar el Evangelio al mundo entero (cf Mc 16, 15) otorgándoles los poderes necesarios para realizar esta misión. Cristo transmite a los apóstoles la misión recibida del Padre (cf Jn 20, 21). También “los fieles laicos, precisamente por ser miembros de la Iglesia, tienen la vocación y misión de ser anunciadores del Evangelio; son habilitados y comprometidos en esta tarea por los sacramentos de la iniciación cristiana y por los dones del Espíritu Santo”. Han sido hechos partícipes de la función sacerdotal, profética y real de Cristo, por consiguiente, están plenamente implicados en esta tarea de la Iglesia (Evangelii Nuntiandi 66).

¿Cómo cumplir esta misión de ser Discípulos Misioneros para anunciar el Evangelio de Jesucristo? Cada cristiano podrá llevar a cabo eficazmente su misión en la medida en que asuma la vida del Hijo de Dios hecho hombre como modelo perfecto de su acción

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evangelizadora (Ecclesia In America 67), es decir, que realice su labor misionera al estilo de Jesús, con sencillez pero con un profundo deseo de cumplir con la voluntad de su Padre.

“Evangelizar significa para la Iglesia llevar la Buena Nueva a todos los ambientes de la humanidad… pero la verdad es que no hay humanidad nueva, si no hay, en primer lugar hombres nuevos (cf Evangelii Nuntiandi 18).

A este respecto, San Pablo cuya fe y entrega por el Reino era tal, nos dice: “Anunciar el evangelio no es para mí motivo de gloria; es una obligación, y pobre de mí, si no predico el evangelio” (1 Cor 9, 16). Silencio y Oración personalGuía: Conversando, en secreto, con nuestro Señor, démosle gracias por que nos a llamado a ser sus discípulos, y por enviarnos como sus misioneros; y también por haber confiado en nosotros. Y también pidámosle por todos nuestros hermanos misioneros.

Canto: Alma Misionera

LECTURA PARA MEDITARHoy en día, ya no es suficiente tocar las campanas y sentarse a esperar que la gente

llegue a la Misa o a la formación. Por lo tanto hoy más que nunca se hacen necesarias y actuales las palabras del Beato Juan Pablo II: Es urgente una “Nueva Evangelización”. Pero ¿a qué se refiere el PAPA con “nueva evangelización”? pues él mismo nos da la respuesta: “nueva en su ardor, nueva en sus métodos y nueva en su expresión”.

“No podemos callar lo que hemos visto y oído” (Hch. 4, 20). Los apóstoles se sintieron inquietos de transmitir la “Buena Noticia” a los demás, por eso nada ni nadie les impide hablar de las maravillas de Dios. Para ello es necesario la comunión estrecha con el Señor que nos envía y, pedir la fuerza del Espíritu Santo, quien es el protagonista principal de la misión, toda labor evangelizadora de la Iglesia, todo esfuerzo que se haga será infecundo si no está vitalizado por la fuerza del Espíritu Santo.

Silencio y Oración personalGuía: En este momento de intimidad con el Señor, aprovechemos para encomendar a todas las personas de nuestra comunidad que rechazan a Dios con su forma de vivir, o que, a causa de su trabajo, negocio o estudios, viven como si Dios no existiera.

Canto: Mensajero de la Paz

LECTURA PARA MEDITAR

Ser misionero no es nada fácil, esto lo comprobamos en la poca presencia de agentes misioneros en nuestras comunidades, barrios, colonias, etc. Algunas personas inician un servicio dentro de la Iglesia, pero después de poco de tiempo se retiran de la Iglesia, a veces hasta el punto de abandonar la fe.

El mundo en el que vivimos, nos plantea verdaderos retos, los problemas y dificultades con que se encuentra el misionero, son de una gran variedad: la indiferencia religiosa, las drogas, la violencia familiar y social, etc.

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Mientras que las actividades sociales, culturales, deportivas, etc., mueven multitudes de personas; las actividades religiosas tienen muy poca participación y, las personas que se comprometen son muy pocas, y esto muchas veces puede desanimar; pero el verdadero cristiano es el que tiene en cuenta a Dios y no se desanima, porque recuerda las palabras del Señor que dice: “No temas, pequeño rebaño” (Lc 12, 32), esta es la primera instrucción que el Señor Jesús nos dio. En nuestro propio ambiente sabemos que el campo a evangelizar es enorme ¿Cuántos bautizados viven verdaderamente su fe con todas las consecuencias que de ella se derivan? ¿no es cierto que diariamente comprobamos que el “divorcio entre la fe y la vida” sigue presente en muchas personas que se llaman a sí mismas “católicas”?

Muchas personas también se desaniman porque a veces no se tienen los recursos económicos necesarios para realizar las obras que se quisieran, sin llegar a comprender que la misión desde la pobreza es justamente un seguimiento de Cristo que haciéndose pobre nos enseñó a hacerse hermano nuestro, pobre como nosotros, que el mejor servicio al hermano es la evangelización que lo dispone a realizarse como hijo de Dios, lo libera de las injusticias y lo promueve integralmente.

La auténtica pobreza nos hace entender la realidad ajena y nos mueve a un verdadero sentido de caridad, la cual se proyecta hacia la práctica del amor a cada ser humano”. Como Pedro podemos decir con toda verdad: “No tengo oro ni plata” (Hch 3, 6); pero con generosidad queremos ofrecer y compartir lo que tenemos: el don de la fe, la certeza de que en nombre de Jesús de Nazaret podemos ayudar a que muchos se levanten y puedan caminar.

Dios acompaña hasta el final. Muchas personas se desaniman porque ser misionero trae rechazos, persecuciones e incluso muerte, siendo el caso de tantos mártires.

Estar firmes en los momentos de persecución no es nada fácil, pero tampoco es imposible, en los santos podemos descubrir que sí es posible la perseverancia hasta el final. Nuestra Iglesia en Escuintla está marcada por una historia de persecución e incluso de martirio. Pero esta historia, marca nuestra actividad misionera de tal manera que la memoria de tantos testigos de la fe nos motiva en el trabajo pastoral y nos fortalece para estar siempre alegres en el Señor. “Dichosos serán ustedes cuando los injurien, los persigan, y digan contra ustedes toda clase de calumnias por causa mía. Alégrense y regocíjense, porque será grande su recompensa en los cielos” (Mt 5, 11-12).

Silencio y Oración personalEn este momento de oración, recordemos a algunos mártires por ejemplo: San Vicente, San Lorenzo, Santa Lucía, Monseñor Juan José Gerardi, P. Hermógenes López Coarchita, etc., que en su momento supieron dar testimonio de su fe hasta el martirio. Recordándolos démonos cuenta que no es fácil vivir la fe, pero vale la pena, ese fue el camino que recorrió Jesús, es el camino que lleva al cielo. Tal vez nosotros no estamos invitados para derramar nuestra sangre y morir mártires, pero si estamos invitados a ser mártires todos los días, viviendo con fidelidad nuestro compromiso de bautizados y cargando con responsabilidad nuestra cruz. Pidamos, pues, fortaleza y perseverancia al Señor, para nosotros y para todos los miembros de nuestras comunidades y parroquias en Escuintla.

Canto: Hombres Nuevos

ORACIÓN

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Guía: Nuestra oración es un himno de alabanza por estos días intensos de anuncio y proclamación en nuestras comunidades. Con humildad presentemos al Señor nuestras peticiones. A cada petición contestamos: Gloria y alabanza a ti, Señor Jesús.

Lector 1: Gracias Señor, por cada uno de los misioneros y misioneras que han recibido tu llamado a la Misión. Gracias, Señor, pues, a pesar de nuestras limitaciones y debilidades, sigues invitándonos para recorrer el camino de renovación pastoral en cada una de las parroquias de nuestra diócesis. Oremos.

Lector 2: Gracias, Señor, por los misioneros y misioneras de la región norte, que su cercanía con la Virgen María, los impulse a ser dignos mensajeros del Amor misericordioso de Dios entre sus hermanos. Concédeles vivir en comunión contigo. Oremos.

Lector 1: Gracias; Señor, por quienes han recibido tu mandato misionero en la región sur, para que anuncien la fraternidad y solidaridad y sean portadores de un Evangelio lleno del rostro bondadoso de Dios. Concédeles vivir en comunión estrecha con los hermanos. Oremos.

Lector 2: Gracias, Señor, por cada uno de los llamados a anunciar tu Buena Nueva en la región oriente, dales la valentía y la fortaleza para ser luz de Dios entre quienes viven en las tinieblas, que aún no manifiestan su fe con obras. Concédeles ser grandes evangelizadores. Oremos.

Lector 1: Gracias, Señor, Tú nos has dado misioneros y misioneras para la región de occidente, que su anuncio sea esperanza de vida en el corazón de aquellos que escuchan su mensaje; y que de este modo, hagan presente a Cristo vivo en todos los ambientes difíciles. Concédeles ser perseverantes en su fe. Oremos.

Lector 2: Gracias, Señor, por los misioneros y misioneras de la región central quienes con entusiasmo quieren compartir su experiencia de Cristo ahí donde la fe se haya convertido en simple adorno religioso. Concédeles que sean auténticos testigos del Evangelio. Oremos. Lector 1: Gracias, Señor, por los cenáculos misioneros, pues son una manifestación de tu misericordia. Te pedimos con humildad que animes y fortalezcas la fe de los coordinados y miembros en general de todos los cenáculos de nuestra diócesis. Oremos

Padre nuestro. Dios te salve. Gloria al Padre.Canto: Al Pecho llevo una cruz

V. Infinitamente sea alabadoR. Mi Jesús Sacramentado

BENDICION Y RESERVA DEL SANTISIMO(Si el guía es un sacerdote se da la bendición con el Santísimo Sacramento).

Bendito sea Dios

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Bendito sea su Santo NombreBendito sea Jesucristo, verdadero Dios y verdadero hombreBendito sea el nombre de JesúsBendito sea su Sacratísimo CorazónBendito sea su Preciosísima SangreBendito sea Jesús en el Santísimo Sacramento del Altar.Bendito sea el Espíritu Santo ParáclitoBendita sea la excelsa Madre de Dios, María SantísimaBendita sea su gloriosa AsunciónBendito sea el Nombre de María, Virgen y MadreBendito sea San José, su castísimo esposoBendito sea Dios en sus ángeles y en sus santos.

Canto: BENDITO, BENDITO,

DÍA VIERNESVIA CRUCIS MISIONERO

MoniciónSer misionero hoy en día no es nada fácil y, esta realidad la comprobamos en la presencia

tan escasa de personas que sirven en nuestras comunidades, barrios, colonias, etc. Muchas personas en un momento de emoción inician un servicio dentro de la Iglesia, pero después de un par de meses o años, se retiran de la Iglesia, algunos hasta el punto de abandonar la fe y ser enemigos de la Iglesia católica.

A lo largo de la existencia de la Iglesia católica, han habido hombres y mujeres que por mantenerse firmes en la fe han llegado hasta el punto de derramar su sangre. Tal vez nosotros no estamos invitados para derramar nuestra sangre y morir mártires, pero si estamos invitados a ser mártires todos los días, viviendo con fidelidad nuestro compromiso de bautizados y cargando con responsabilidad nuestra cruz.

El “vía crucis” (camino de la cruz) es un modo de oración y de contemplación para revivir la pasión, muerte y resurrección de Jesús. Jesús ha padecido; ha muerto y ha resucitado para salvar a todos los hombres de todos los tiempos; ha cargado sobre si el peso del mundo entero. Hoy Jesús esta vivo en su Iglesia, en todos nosotros. Acompañar a Jesús, en su vía dolorosa, significa que nosotros, junto con él, como verdaderos discípulos-misioneros, nos hacemos solidarios con todos los hombres y mujeres que hoy sufren y esperan la salvación.

(Para rezar el “vía crucis” se puedes utilizar cualquier guía que se conoce en la parroquia)

DÍA SÁBADOACTO MARIANO: LA VIRGEN MARÍA EN PENTECOSTES

Ambientación:Preparar un altar con la imagen de la Virgen María y cinco velas rojas.María acompaña a la Iglesia en su manifestación al mundo.

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MONITOR: Toda la vida de María fue un “sí” al Padre y un Magníficat, tanto en los grandes momentos de su vida, como en aquellos vividos en fidelidad cotidiana al plan del Padre en Nazaret.

María, la pobre de Yahvé, tuvo conciencia de su pobreza, la sintió como una gracia y se sintió feliz de que Dios mirara con bondad su pequeñez e iniciara en su pobreza el camino de la redención. Eso hizo que se abandonara con libertad, confianza, humildad y disponibilidad en las manos del Padre, para que realizara en ella sus planes.

Canto: Madre de la Juventud

MONITOR: Ahora contemplemos a María en torno a los apóstoles, perseverando en la oración en espera de la venida del Espíritu Santo.

Lectura: Hch. 1, 12-4; 2, 1-4 (leer el texto bíblico)

REFLEXIÓN María, nuestra buena madre y madre del Redentor, desempeñó un papel decisivo y de gran importancia en esos días en que los apóstoles reunidos en el cenáculo esperaban que se cumpliera la promesa que el Señor les había hecho, de enviar al Espíritu Santo. Los apóstoles trataron de recapacitar sobre todo en lo que habían visto y aprendido de Jesús, y así definir el mensaje que debían transmitir. ¿Quién más que María Santísima? Ella, único testigo de la anunciación y de la vida privada de Jesús, les pudo ayudar a comprender la personalidad divina de su amado Hijo; ella sigue acompañando como en aquel momento, la vida de la Iglesia, quien guiada por el Espíritu de la verdad, lleva a término la misión que se le ha confiado en este mundo: llevar el Evangelio a todos los rincones de la tierra, para que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad (cf 1 Tim 2, 4).

Momento de silencio

Canto: Santa María del Camino

(Ante la imagen de la Santísima Virgen se van colocando una a una las velas encendidas, símbolo de la luz del Espíritu Santo, después de cada Ave María)

Lector 1: María la Madre del Salvador, perseveraba firme en la oración en el cenáculo, junto a los apóstoles, en espera del Espíritu Santo.Dios te Salve María…. (Se coloca la primera vela)

Lector 2: María no hubiera podido perseverar eficazmente en la oración, si no hubiera escuchado la voluntad de Dios en su corazón.Dios te Salve María…. (Se coloca la segunda vela)

Lector 3: Quien no tiene nada que perder, como María, se deja inundar del Espíritu Santo, para darse plenamente a los demás, porque está desprendido de todo y de sí mismo.Dios te Salve María…. (Se coloca la tercera vela)

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Lector 4: María, madre y modelo en la apertura del alma al Espíritu Santo, quien hace maravillas en aquel que es dócil a sus inspiraciones.Dios te Salve María…. (Se coloca la cuarta vela)

Lector 5: Asumir el alma pobre de María, es tener una actitud constante de pobreza en amor hecho servicio hacia los demás.Dios te Salve María…. (Se coloca la quinta vela)

Canto: Tú eres Madre

HIMNO AL ESPÍRITU SANTO“Ven, Espíritu creador; visita las almas de tus fieles, y llena de la divina gracia los

corazones que Tú mismo creaste. Tú eres nuestro consolador, don del Dios altísimo, fuente viva, fuego, caridad y espiritual unción.

Tú derramas sobre nosotros los siete dones; Tú, el dedo de la diestra de Dios; Tú, el prometido del Padre; Tú, quien pones en nuestros labios los tesoros de tu palabra.

Enciende con tu luz nuestros sentidos; infunde tu amor en nuestros corazones; y, con tu perpetuo auxilio, fortalece nuestra frágil naturaleza.

Aleja de nosotros al enemigo, danos pronto la paz, sé tu mismo nuestro guía, y puestos bajo tu dirección, evitaremos todo lo nocivo.

Por Ti conozcamos al Padre, y también al Hijo; y que en Ti, Espíritu de entrambos, creamos en todo tiempo. Amén.”

Quien es verdaderamente humilde, movido por el Espíritu Santo, estará dispuesto a recibir de Dios, como María, lo que Él quiera dar o pedir; siempre estará dispuesto a recibir del hermano, porque no es autosuficiente y siempre está dispuesto a dar y a enriquecer a los demás con su presencia, con su palabra, con sus actitudes y acciones.

PRECESPidamos al Señor, por intercesión de María, nos conceda un corazón solícito como

el de ella. Respondemos todos: Por María tu Madre, escúchanos Señor.

Lector 1. Para que la sabiduría que procede de lo alto, ilumine a los pastores de nuestra Iglesia, para que promuevan la paz y la justicia. Oremos.Lector 2. Para que el Señor bendiga a su Iglesia, la proteja con su Santo Espíritu y la haga como María, madre de los creyentes. Oremos.Lector 3. Para que el Señor se apiade de nuestra sociedad y manifieste su cercanía a todos los que sufren. Oremos.Lector 4. Para que María, modelo perfecto de mujer y madre, ayude a todas las mujeres a vivir con dignidad. Oremos.Lector 5. Para que María, que perseveró en la oración, unida a los apóstoles, mantenga unidos a los cristianos y nos ayude a dejarnos inundar por el Espíritu Santo. Oremos.Lector 6. Por nuestros cenáculos misioneros, para que Virgen María, así como acompañó a los apóstoles en Pentecostés, nunca los desampare y de la mano de ella se mantengan y crezcan en número. Oremos.

MONITOR:

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Oración. Mira a tu Madre Señor, y escucha nuestras oraciones, y ya que es también nuestra Madre, haz que vivamos siempre bajo su protección, para que ella guíe nuestros pasos hacia Ti, que vives y reinas, por los siglos de los siglos. Amén.

Consagración a la Santísima Virgen ¡Oh Señora mía! ¡Oh Madre mía! Yo me ofrezco todo a Ti, y en prueba de mi filial

afecto, te consagro en este día mis ojos, mis oídos, mi lengua y mi corazón, en una palabra, todo mi ser. Y ya que soy todo tuyo, madre de bondad, guárdame y defiéndeme como cosa y posesión tuya. Así sea.

OraciónDios nuestro, que por el misterio de Pentecostés santificas a tu Iglesia en todo pueblo y nación, derrama los dones de tu Espíritu Santo, por toda la extensión de la tierra, y aquellas maravillas que obraste en los comienzos de la predicación evangélica, continúa realizándolas ahora en los corazones de tus fieles, por Cristo nuestro Señor. Amén.

Padre Nuestro. Ave María. Gloria al Padre

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo Amén. (Si hay sacerdote, él da la bendición)

Canto final: Espíritu Santo ven

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