Semiótica. UNLaM. primer cuatrimestre 2015.

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Semiótica. 1er cuatrimestre 2015 Ferdinand de Saussure: Introducción: campo específico: lingüística. Lingüística: cuatro etapas: 1. Al inicio la lingüística era una disciplina normativa y se la llamaba gramática porque se encargaba solamente de dar reglas para distinguir las formas correctas e incorrectas de lenguaje. 2. Filología: estudiar la estructura y evolución del lenguaje. 3. E tercer periodo empezó cuando se descubrió que se podían comparara los lenguajes entre sí. Surgió entonces la filología o gramática comparada. 4. Hacia 1870 algunos comenzaron a preguntarse acerca de las condiciones de vida de las lenguas. Iba naciendo la lingüística propiamente dicha cuyo esencial interés fueron las lenguas romances y germánicas. Un primer impulso lo dio el estadounidense Whitney con su libro Life and growth of Languaje (1875). Casi a continuación se creó la escuela alemana “Junggrammetiker”. Su mérito consistió en ubicar en una perspectiva histórica todos los resultados comparativos y dar razones de los errores e insuficiencias de la filología clásica. En este contexto histórico aparecen las reflexiones de Saussure que problematizaron el conjunto de la lingüística de su tiempo y a la vez arrojaron luz para dar origen a la moderna ciencia del lenguaje. A Saussure se puede considerar entonces como el iniciador de la moderna lingüística. Saussure (1857 – 1913) manifestó interés en profundizar el estudio del lenguaje para que este pudiera aparecer coherente y clara su comprensión como sistema. Asumió una actitud científica que en esa época era la que había propuesto Darwin: “cada tesis aun la más acreditada debe ser revisada como hipótesis y cada hipótesis como una posible tesis” Una de las primeras cuestiones que Saussure analiza es de orden “epistemológico”, ósea en relación con el modo de concebir el fundamento del estudio lingüístico. Era común en su tiempo pensar que las lenguas son nomenclaturas, esto es un catálogo de nombres y palabras que simplemente designan a las cosas o estados del mundo. Esta postura científica no tomaba suficientemente en cuenta el hecho de que una lengua es un sistema, y por lo tanto un conjunto interrelacionado de partes donde cada elemento esta interrelacionado. Saussure postula pensar el sistema de la lengua como una parte general de la ciencia que estudia los signos y que él llamo “semiología”. Otro aspecto de importancia semiológica estudiado por Saussure, lo constituye la elaboración de una serie de antinomias metodológicas aptas para investigar la estructura del lenguaje. Se trata de “distinciones” a

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Semiótica. 1er cuatrimestre 2015

Ferdinand de Saussure:Introducción: campo específico: lingüística. Lingüística: cuatro etapas:

1. Al inicio la lingüística era una disciplina normativa y se la llamaba gramática porque se encargaba solamente de dar reglas para distinguir las formas correctas e incorrectas de lenguaje.

2. Filología: estudiar la estructura y evolución del lenguaje.3. E tercer periodo empezó cuando se descubrió que se podían comparara los lenguajes entre sí. Surgió

entonces la filología o gramática comparada. 4. Hacia 1870 algunos comenzaron a preguntarse acerca de las condiciones de vida de las lenguas.

Iba naciendo la lingüística propiamente dicha cuyo esencial interés fueron las lenguas romances y germánicas. Un primer impulso lo dio el estadounidense Whitney con su libro Life and growth of Languaje (1875). Casi a continuación se creó la escuela alemana “Junggrammetiker”. Su mérito consistió en ubicar en una perspectiva histórica todos los resultados comparativos y dar razones de los errores e insuficiencias de la filología clásica.En este contexto histórico aparecen las reflexiones de Saussure que problematizaron el conjunto de la lingüística de su tiempo y a la vez arrojaron luz para dar origen a la moderna ciencia del lenguaje. A Saussure se puede considerar entonces como el iniciador de la moderna lingüística. Saussure (1857 – 1913) manifestó interés en profundizar el estudio del lenguaje para que este pudiera aparecer coherente y clara su comprensión como sistema. Asumió una actitud científica que en esa época era la que había propuesto Darwin: “cada tesis aun la más acreditada debe ser revisada como hipótesis y cada hipótesis como una posible tesis”Una de las primeras cuestiones que Saussure analiza es de orden “epistemológico”, ósea en relación con el modo de concebir el fundamento del estudio lingüístico. Era común en su tiempo pensar que las lenguas son nomenclaturas, esto es un catálogo de nombres y palabras que simplemente designan a las cosas o estados del mundo. Esta postura científica no tomaba suficientemente en cuenta el hecho de que una lengua es un sistema, y por lo tanto un conjunto interrelacionado de partes donde cada elemento esta interrelacionado. Saussure postula pensar el sistema de la lengua como una parte general de la ciencia que estudia los signos y que él llamo “semiología”.Otro aspecto de importancia semiológica estudiado por Saussure, lo constituye la elaboración de una serie de antinomias metodológicas aptas para investigar la estructura del lenguaje. Se trata de “distinciones” a modo de dualidades en relación dialéctica, cuya función consiste en dar razón de la realidad compleja del objeto lingüístico. Esas clasificaciones dicotómicas son: Lengua- HablaSignificante- SignificadoSintagma- ParadigmaSincronía- DiacroníaUna de las más importantes distinciones conceptuales introducidas por Saussure tiene que ver con la que se establece en relación con el tiempo y el que llamo el estudio diacrónico y sincrónico de la lengua.El análisis diacrónico describe la evolución histórica de un idioma a l0o largo del tiempo, mientras que el estudio sincrónico se detiene a analizar el estadio particular de ese idioma en una determinada época o periodo temporal. Saussure afirmo a necesidad de un enfoque sociológico de la lengua y el habla.

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Curso de lingüística general:

Capitulo II: materia y tarea de la lingüística. Sus relaciones con las ciencias conexas.La materia de la lingüística esta constituida en primer lugar por todas las manifestaciones del lenguaje humano, teniendo en cuenta en cada periodo, no solamente el lenguaje correcto y el “bien hablar” sino todas las formas de expresión. La lingüística tiene conexiones muy estrechas con varias ciencias, unas les dan datos, otras que se los toman. Los limites que la separan de ellas nos siempre se ven con claridad. La lingüística tiene que diferenciarse cuidadosamente de: la etnografía, la prehistoria, la antropología, la sociología, la psicología social (en el fondo todo es psicológico en la lengua, incluso sus manifestaciones materiales y mecánicas), la fisiología y la filología.

Capitulo III: objeto de la lingüística.Sea cual sea el punto de vista adoptado, el fenómeno lingüístico presenta perpetuamente dos caras que se corresponden, sin que la una valga más que gracias a la otra.

1. Las silabas que se articulan son impresiones acústicas percibidas por el oído, pero los sonidos no existirían sin los órganos vocales. No se puede pues reducir la lengua al sonido, ni separar el sonido de la articulación bucal.

2. El sonido, unidad compleja acústico-vocal, forma a su vez con la idea una unidad compleja, fisiológica y mental.

3. L lenguaje tiene un lado individual y un lado social y no se puede concebir el uno sin el otro.4. En cada instante el lenguaje implica a la voz un sistema establecido y una evolución; en cada

momento es una institución actual y un producto del pasado.A nuestro parecer, no hay más que una solución para todas estas dificultades: hay que colocarse desde el primer momento en el terreno de la lengua y tomarla como norma de todas las demás manifestaciones del lenguaje. En efecto, entre tantas dualidades la lengua parece ser lo único susceptible a definición autónoma y es la que da un punto de apoyo satisfactorio para el espíritu. Pero ¿Qué es la lengua? Para nosotros la lengua se confunde con el lenguaje: la lengua no es más que una determinada parte del lenguaje, aunque esencial. Es a la vez un producto social de la facultad del lenguaje y un conjunto de convecciones necesarias adoptadas por el cuerpo social para permitir el ejercicio de esa facultad en los individuos. Tomado en su conjunto, el lenguaje es multiforme y heteróclito, en diferentes dominios, a la físico, fisiológico y psíquico, pertenece también al dominio individual y al dominio social, no se deja clasificar en ninguna de las categorías de los hechos humanos, porque no se sabe cómo desembrollar su unidad. La lengua, es una totalidad en sí y un principio de clasificación. En cuanto le damos el primer lugar entre los hechos del lenguaje, introducimos un orden natural en su conjunto que no se representa a ninguna otra clasificación.

2) El lugar de la lengua en los hechos del lenguajeEste acto supone por lo menos dos individuos: es un mínimum exigible para que el circuito sea completo. Sean, pues, dos personas A y B, y en conversación.El punto de partida del circuito esta en el cerebro de uno de ellos, por ejemplo, en el de A, donde los hechos de conciencia, que llamaremos conceptos, se hallan asociados con las representaciones de los signos lingüísticos o imágenes acústicas que sirven a su expresión. Supongamos que un concepto dado desencadena en el cerebro una imagen acústica correspondiente: este es un fenómeno enteramente psíquico, seguido a su vez de un proceso fisiológico; el cerebro transmite a los órganos de la fonación un impulso correlativo a la imagen, luego las ondas sonoras se propagan de la boca de A al oído de B: proceso puramente fisco. A continuación el circuito sigue en B un orden inverso: del oído al cerebro, transmisión fisiológica de la imagen acústica; en el cerebro,

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asociación psíquica de esta imagen con el concepto correspondiente. Si B habla su vez de este acto seguirá exactamente la misma marcha que en el primero. Es de capital importancia advertir que una imagen verbal no se confunde con el sonido del mismo, y que es legítimamente psíquica como el concepto que le esta asociado. El circuito, tal como lo hemos representado, se puede dividir todavía:

a) En una parte externa y en una parte interna, que comprende todo el resto.b) En una parte psíquica y una parte no psíquica, c) En una parte activa y un aparte pasiva: s activo todo lo que va del centro de asociación de uno de los

sujetos al oído del otro sujeto, y pasivo todo lo que va desde el oído del segundo a su centro de asociación.

Por ultimo en la parte psíquica localizada en el cerebro se puede llamar ejecutivo todo lo que es activo y receptivo todo lo que es pasivo.Entre todos los individuos así ligados por el lenguaje, se establecerá una especie de promedio: todos reproducirán, no exactamente sin duda, s mismos signos unidos a los mismos conceptos.El lazo social que constituye la lengua; es un tesoro depositado por la práctica del habla de los sujetos que pertenecen a una misma comunidad, un sistema gramatical virtualmente existente en cada cerebro, o más exactamente en los cerebros de un conjunto de individuos, pues la lengua no está completa en ninguno, no existe perfectamente más que en la masa.La lengua no es una función del sujeto hablante, es el producto que el individuo registra pasivamente, nunca supone premeditación y la reflexión no interviene en ella más que para la actividad de clasificar Habla, es por el contrario un acto individual de voluntad y de inteligencia, en el cual conviene distinguir: 1) las combinaciones por las que el sujeto hablante utiliza el código de la lengua con miras a expresar su pensamiento personal; 2) el mecanismo psicofísico que le permita exteriorizar esas combinaciones. Hemos de subrayar que lo definimos son cosas y no palabras; las distinciones establecidas nada tienen que temer de ciertos términos ambiguos que no se recubren del todo de lengua a lengua.Recapitulemos los caracteres de la lengua:

1) Es un objeto bien definido en el conjunto heteróclito de los hechos del lenguaje. La lengua es la parte social del lenguaje, exterior al individuo. El individuo tiene la necesidad de un aprendizaje para conocer su funcionamiento.

2) La lengua distinta del habla, es un objeto que se puede estudiar separadamente. 3) Mientras que el lenguaje es heterogéneo, la lengua así delimitada es de naturaleza homogénea; es un

sistema de significación en el solo es esencial la unión del sentido y de la imagen acústica, y donde dos partes de un signo son igualmente psíquicas.

4) La lengua, no menos que el habla, es un objeto de naturaleza concreta, y esto es una gran ventaja para su estudio. Los signos lingüísticos no por ser esencialmente psíquicos son abstracciones; las asociaciones ratificadas por el consenso colectivo, y cuyo conjunto constituye la lengua, son realidades que tienen su acento en el cerebro. Además los signos de la lengua son, por decirlo así, tangibles, la escritura puede fijarlo en imágenes convencionales. La lengua es el depósito de las imágenes acústicas y la escritura la forma tangible de esas imágenes.

3) lugar de la lengua en los hechos humanos de la semiologíaLa lengua es clasificable entre los hechos humanos mientras que el lenguaje no lo es. La lengua es un sistema de signos que expresan ideas, y por eso comparable a la escritura, al alfabeto de los sordo mudos, a los ritos simbólicos, a la formas de cortesía, a la señales militares, etc. Solo que es el más importantes de todos los sistemas.

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Se puede pues, concebir una ciencia que estudie la vida de los signos en el seno de la vida social. Tal cencía seria parte de la psicología social, y por consiguiente de a psicología general. Nosotros la llamaremos semiología; ella nos enseñara en qué consisten los signos y cuáles son las leyes que los gobiernan.El signo es ajeno siempre en cierta medida a la voluntad individual o social, y en eso esta su carácter esencial, aunque sea el que menos evidente se haga a primera vista.Para nosotros, por el contrario, el problema lingüístico es primordialmente de orden semiológico, y en este hecho importante cobran significación nuestros razonamientos. Si se quiere descubrir la verdadera naturaleza de la lengua, hay que empezar por considerarla en lo que tiene en común con todos los otros sistemas del mismo orden. Con eso no solamente se esclarecerá el problema lingüístico, sino que, al considerar los ritos, las costumbres, etc., como signos, estos hechos aparecerán a otra luz, y se sentirá la necesidad de agruparlos en la semiología y de explicarlos por las leyes de esta ciencia.

Capítulo 1: naturaleza del signo lingüístico1) Signo, significado, significante

La unidad lingüística es una cosa doble, hecha de la unión de dos términos. En circuito del habla los términos implicados en el signo lingüístico son ambos psíquicos y están unidos a nuestro cerebro por un vínculo de asociación.Lo que el signo lingüístico une no es una cosa y un nombre, sino un concepto y una imagen acústica. La imagen acústica no es el sonido material, cosa puramente física, sino su huella psíquica, la representación de que él nos da el testimonio de nuestros sentidos; esas imagen es sensorial, y si llegamos a llamarla “inmaterial” es solamente en este sentido y por oposición al otro término de la asociación, el concepto generalmente más abstracto. El lingüístico es, pues, una entidad psíquica de dos caras, que puede representarse con la siguiente figura:

Concepto

Imagen acústica

Llamaremos signo a la combinación del concepto y de la imagen acústica.Proponemos conservar la palabra signo para designar al conjunto, y reemplazar concepto e imagen acústica respectivamente con significado y significante; estos dos últimos términos tienen la ventaja de señalar la oposición que los separa, sea entre ellos dos, sea del total de que forma parte. El signo lingüístico así definido posee dos características primordiales:

2) Primer principio la arbitrariedad del signoEl lazo que une el significante al significado es arbitrario; o buen, puesto que entendemos por signo el total resultante de la asociación de un significante, podemos decir más simplemente: el signo lingüístico es arbitrario.Se puede decir que los signos enteramente arbitrarios son los que mejor realizan el ideal del procedimiento semiológico; por eso la lengua, es más complejo y más extendido que los sistemas de expresión.Se ha utilizado la palabra símbolo para designa al signo lingüístico o más exactamente, lo que nosotros llamamos el significante. Pero hay inconvenientes para admitirlo, justamente a causa de nuestro primer principio. El símbolo tiene por carácter no ser nunca completamente arbitrario; no esta vacío, hay un rudimento de vínculo natural entre el significante y el significado.

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La palabra arbitrario necesita también una observación. No debe dar idea de que el significante depende de la libre elección del hablante, queremos decir que es inmotivado, es decir, arbitrario con relación al significado, con el cual no guarda en la realidad ningún lazo natural. Las onomatopeyas no son más que la imitación aproximada y ya medio convencional de ciertos ruidos.En el caso de las exclamaciones basta con probar dos lenguas en este terreno para ver cuánto varían estas expresiones del idioma a idioma. En resumen, las onomatopeyas y las exclamaciones son de importancia secundaria, y su origen simbólico es en parte dudoso.

3) Segundo principio: el de carácter linealEl significante, por ser de naturaleza auditiva, se desenvuelve en el tiempo únicamente y tiene los caracteres que toma del tiempo: a) represente una extensión, y b) esa extensión es mensurable en una solo dimensión-, es una línea.Los significantes acústicos no disponen más que de la línea del tiempo; sus elementos se presentan uno tras otro; forman una cadena.

Capítulo 2: inmutabilidad y mutabilidad del signo 1. Inmutabilidad

Sí, con la idea que representa, aparece el significante como elegido libremente, en cambio, con relación a la comunidad lingüística que lo emplea, no es libre, es impuesto. La lengua no se puede pues, equipararse a un contrato puro y simple, y justamente en este aspecto muestra el signo lingüístico su máximo interés de estudio-, pues si se quiere demostrar que la ley admitida en una colectividad es una cosa que se sufre y no una regla libremente consentida, la lengua es la que ofrece la prueba más concluyente de ello.Ningu8na sociedad conoce ni jamás ha conocido la lengua de otro modo que como un producto heredado de la generaciones precedentes y que hay que tomar tal cual es. El único objeto real de la lingüística es la vida normal y regular de una lengua ya constituida.

1- El carácter arbitrario del signo: ya hemos visto como el carácter arbitrario del signo nos obliga a admitir la posibilidad teórica del cambio; y si profundizamos, veremos que de hecho lo arbitrario mismo del signo pone a la lengua al abrigo de toda tentativa que pueda modificarla.

2- La mutabilidad de signos necesarios para construir cualquier lengua: las representaciones de este hecho son considerables. Un sistema de escritura compuesto de veinte a cuarenta letras puede en rigor reemplazarse por otro. Lo mismo sucedería con la lengua si encerrara un número limitado de elementos; pero los signos lingüísticos son innumerables.

3- El carácter demasiado complejo del sistema: una lengua constituye un sistema, este sistema es un mecanismo complejo, y no se le puede comprender más que por la reflexión.

4- La resistencia de la inercia colectiva a toda innovación lingüística: la lengua es en cada instancia tarea de todo el mundo; extendida por una masa y manejada por ella, la lengua es una cosa de que todos los individuos se sirven a lo largo del día entero.

La lengua es de todas las instituciones sociales la que menos presa ofrece a las iniciativas. La lengua forma cuerpo con la vida de la masa social, y la masa, siendo naturalmente inerte, aparece ante todo como un factor de conservación. Precisamente porque el signo es arbitrario no conoce otra les que la de la tradición, y precisamente por fundarse en la tradición puede ser arbitrario.

2. Mutabilidad

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El signo está en condiciones de alterarse porque se continúa. Lo que domina en toda alteración es la persistencia de la materia vieja; la infidelidad al pasado solo es relativa. Por eso el principio de alteración se funda en el principio de continuidad. Ha habido desplazamiento de la relación: han surgido potras correspondencias entre la materia fónica y la idea. Al cabo de cierto tiempo, siempre se ´pueden observar desplazamientos sensibles. La lengua es el conjunto de los hábitos lingüísticos que permiten a un sujeto comprender y hacerse comprender. Pero esta definición deja todavía a la lengua fuera de su realidad social, y hace de ella una cosa irreal, ya que no abarca más que uno de los aspectos de la realidad, el aspecto individual; hace falta una masa parlante para que haya una lengua. Pero en estas condiciones la lengua viable, no viviente; no hemos tenido en cuenta más que la realidad social, no el hecho histórico. I se considera la masa parlante sin el tiempo no se vería el efecto de fuerzas sociales que obran en la lengua. Para estar en la realidad hace falta, pues, añadir a nuestro primer esquema un signo que indique la marcha del tiempo:Ya ahora la lengua no es libre, porque el tiempo permitirá a las fuerzas sociales que actúan en ella desarrollar sus efectos, y se llega al principio de continuidad que anula a la libertad. Pero la continuidad implica necesariamente la alteración, el desplazamiento más o menos considerable de las relaciones.

Capítulo 4: el valor lingüístico1) La lengua como pensamiento organizado en la materia fónica

No hay ideas preestablecidas, y nada es distinto antes de la aparición de la lengua. La sustancia fónica no es más fija ni rígida; no es un molde a cuya forma el pensamiento deba acomodarse necesariamente, sino una materia plástica que se divide a su vez en partes distintas para suministrar los significantes que el pensamiento necesita. Cada término lingüístico es un miembro, un artículus donde se fija una idea en un sonido y donde un sonido se hace el signo de una idea.La lingüística trabaja, pues, en el terreno limítrofe donde los elementos de dos órdenes se combinan; esa combinación produce una forma no una sustancia.A su vez lo arbitrario del signo nos hace comprender mejor porque el hecho social es el único que puede crear un sistema lingüístico. La colectividad es necesaria para establecer valores cuya única razón de ser esta en uso y en consenso generales; el individuo por si solo es incapaz de fijar ninguno.

2) El valor lingüístico considerado en su aspecto conceptualEl valor no estará fijado mientras nos limitemos a consignar que se puede trocar por tal o cual concepto, es decir, que tiene tal o cual significación; hace falta además compararla con los valores similares, con las otras palabras que se le pueden oponer. Su contenido no está verdaderamente determinado más que por el concurso e lo que existe fuera de ella. Como la palabra forma parte de un sistema, esta revestida no solo de unA significación, sino también, y sobre todo, de un valor, lo cual es cosas muy diferente.Dentro de una misma lengua, todas las palabras que expresan ideas vecinas se limitan recíprocamente: sinónimos como recelar, temer, miedo, no tienen valor propio más que por su oposición, si recelar no existía, todo su contenido iría a sus congruentes. Al revés, hay términos que se enriquecen por contacto con otros. Así el calor de todo termino esta determinado por lo que lo rodea; ni siquiera de la palabra que significa “sol_” se ´puede fijar inmediatamente el valor si no se conociera lo que la rodea. Cuando se dice que los valores corresponden a conceptos, se sobreentiende que son puramente diferenciales, definidos no positivamente no por su contenido, sino negativamente por sus relaciones con los otros términos del sistema. Su más exacta característica es la de ser lo que los otros no son.

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3) El valor lingüístico considerado en su aspecto material Arbitrario y diferencial son dos cualidades correlativas.Cada idioma compone sus palabras a base de un sistema de elementos sonoros, cada uno de los cuales forma una unidad netamente Deslindada y cuyo número esta perfectamente determinado. Pero lo que los caracteriza no es, como se podría, creer, su cualidad propia y positiva, sino simplemente el hecho de que no se confunden unos con otros. Los fonemas son ante todo entidades apositivas, relativas y negativas. De hecho:

Los signos de la escritura son arbitrarios; ninguna conexión hay por ejemplo entre la letra T y el sonido que designa.

El valor de las letras es puramente negativo y diferencial, así una misma personas puede escribir la T con variantes (tamaño, tipo, inclinación), lo único esencial es que el signo se confunda en su escritura con otra letra, como la L, por ejemplo.

El medio de producción del signo es totalmente indiferente porque no interesa al sistema

4) El signo considerado en su totalidadDecir que en la lengua todo es negativo solo es verdad en cuanto al significante y al significado tomados aparte: en cuanto consideramos al signo es su totalidad, nos hallamos ante una cosa positiva en un orden. Aunque los significantes y el significado, tomado cada uno aparte, sean puramente negativos y diferenciales, su combinación es un hecho positivo, hasta es la única especie de hecho que comporta la lengua, puesto que lo propio de la institución lingüística es justamente el mantener el paralelismo entre esos dos órdenes de diferencias.Cuando se comparan los signos entre si- términos positivos- ya nos e puede hablar de diferencia; la expresión seria impropia, puesto que no se aplica más que a la comparación de dos imágenes acústicas, por ejemplo madre y padre, o a la de dos ideas, por ejemplo la idea de padre y la idea de madre, dos signos que comportan cada uno un significado y un significante no son diferentes solo son distintos. Entre ellos no hay más que oposición. Todo el mecanismo del lenguaje, de que hablaremos luego, se basa en oposiciones de este género y en las diferencias fónicas y conceptuales que implican.En la lengua, como en todo sistema semiológico, lo que distingue a un signo es todo lo que lo constituye. La diferencia es lo que hace característica, como hace valor y la unidad.La lengua es una forma y no una sustancia. Nunca nos percataremos bastante de esta verdad, porque todos lo errores de nuestra terminología, todas las maneras incorrectas de designar las cosas de la lengua provienen de esa involuntaria suposición de que hay una sustancia en el fenómeno lingüístico.

Capítulo 5: relaciones sintagmáticas y relaciones asociativas 1) Definiciones

Las relaciones y las diferencias entre términos se despliegan en dos esferas distintas, cada una generadora de cierto orden de valores. Relaciones fundadas en el carácter lineal de la lengua. Los elementos se alinean uno tras otro en la cadena del habla. Estas combinaciones que se apoyan en la extensión se pueden llamar sintagmas. El sintagma se compone siempre, pues, de dos o más unidades consecutivas. Las palabras que ofrecen algo común se asocian en la memoria, y así se forman grupos en el seno de los cuales reinan relaciones muy diversas.La conexión sintagmática es in presencia, se apoya en dos o más términos igualmente ´presentes en una serie efectiva.Por el contrario, la conexión asociativa une términos in absentia en una serie mnemónica virtual.

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2) Relaciones sintagmáticas La oración es el tipo de sintagma por excelencia. Pero la oración pertenece al habla, no a la lengua, no se signe aquí que el sintagma pertenece al habla. No lo creemos así. Lo propio del habla es la libertad de combinaciones, hay, que preguntarse si todos los sintagmas son igualmente libres. Hay que atribuir a la lengua no al habla todos los tipos de sintagmas construidos sobre formas regulares. En efecto como nada hay de abstracto en la lengua, esos tipos solo existen cuando la lengua ha registrado un número suficientemente grande de sus especímenes. Las oraciones o grupos de palabras establecidas sobre patrones regulares, responden a tipos generales que a su vez tienen su base en la lengua en base de recuerdos concretos.

3) Relaciones asociativasLos grupos formados por asociación mental no se limitan a relacionar los dominios que presentan algo en común, el espíritu capta también la naturaleza de las relaciones que las atan en cada caso y crea con ella tantas series asociativas como relaciones diversas haya. La palabra se puede hallar implicada en una serie basada en otro elemento común, el sufijo; la asociación puede basarse también en la mera analogía de los significados, o, al contrario en la simple comunidad de las imágenes acústicas.Mientras que un sintagma evoca enseguida a la idea de un orden de sucesión y de un numero de terminado de elementos, los términos de una familia asociativa no se presentan ni en número definido ni en un orden determinado. Sin embargo, de estos dos caracteres de la serie asociativa, orden indeterminado y número indefinido, solo el primero se cumple siempre el segundo puede faltar.

Peirce: la filosofía y la teoría del signo

La ciencia de la semiótica La lógica es en un sentido general como creo haberlo demostrado, solo otro nombre de la semiótica, la doctrina cuasi-necesaria o formal de los signos. Al describir la doctrina como cuasi-necesaria o formal, quiero decir que observamos los caracteres de los signos y, a partir de tal observación por un proceso que no objetare sea llamado abstracción.En lo que respecta a este proceso de abstracción, él es, en sí mismo una suerte de observación.¿Desearía yo igualmente una cosa si tuviera amplios medios para lograrla? Para responder a esa pregunta el sujeto escruta su conciencia, y al hacerlo realiza lo que yo he llamado una observación abstractiva. Un signo o representamen, es algo que para alguien representa o se refiere a algo en algún aspecto o carácter. Se dirige a alguien esto es, crea en la mente de esa persona un signo equivalente o talvez, aún más desarrollado. Este digno creado es lo que yo llamo interpretación del primer signo. El signo esta en lugar de algo, su objeto. Esta en el lugar de ese objeto no en todos los aspectos, sino solo con referencia a una suerte de idea, que a veces he llamado el fundamento del representamen.

Los signos y sus objetosLa palabra Signo será usada para denotar un Objeto perceptible, o solamente imaginable, o aun inimaginable en un cierto sentido… para que algo sea un Signo debe representar como solemos decir, a otra cosa llamada Objeto. Un Signo puede tener más de un Objeto. Puede considerarse que el conjunto de Objetos constituye un único Objeto complejo.Si un signo es distinto de un objeto, debe existir, sea en el pensamiento o en la expresión, alguna explicación. El Signo y la explicación conjuntamente c El Signo y la explicación conjuntamente constituyen otro Signo, y dado que la explicación adicional, la cual, tomada conjuntamente con el signo precedentemente ampliado, constituirá un Signo aún más amplio, y si continuamos suficientemente este proceso, finalmente llegaremos, o

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deberíamos llegar a alcanzar en última instancia un Signo de sí mismo, que contuviera a su propia explicación y la de todas sus partes significante…El Signo puede solamente representar al Objeto y aludir a él. No puede dar conocimiento o reconocimiento del Objeto. Objeto es aquello acerca de lo cual el Signo presupone un conocimiento para que sea posible proveer alguna información adicional sobre el mismo.

ObjetosLos Objetos- dado que un signo puede tener cualquier número de Objetos- pueden ser un acosa singular conocida, existente, o que se cree que haya existido, o que se espera que exista, o un conjunto de tales cosas, o una cualidad o relación o hechos conocidos… Debe señalarse que habitualmente hay dos Objetos, y más de dos Interpretantes. Eso es, debemos distinguir el Objeto Inmediato, que es el Objeto tal como es representado por el Signo mismo, y cuyo Ser es, entonces, dependiente de la Representación de él en el Signo, y, por otra parte, el Objeto Dinámico, que es la Realidad que, por algún medio arbitra la forma de determinar el Sino a su Representación. Con respecto al Interpretante debemos distinguir también, en primer lugar, el Interpretante Inmediato o sea, el interpretante tal como se revela en la correcta comprensión del Signo mismo, que es comúnmente llamado el significado del Signo, y, en segundo lugar, debemos considerar el Interpretante Dinámico, que es el efecto real que el Signo, en tanto Signo, determina realmente. Por último, debemos tener en cuenta lo que he denominado provisoriamente el Interpretante Final, que se refiere a la manera en que el signo tiendo a representarse a si mismo en tanto relacionado con su Objeto.

Los signos y su relación con el Objeto Dinámico

La división en iconos, índices y símbolos depende de las diferentes relaciones posibles de un Signo con su Objeto Dinámico. Icono: un signo puede ser icónico, es decir, representar a su objeto predominantemente por su similaridad. Iconos: pintura, diagrama. Los iconos en que el parecido es acentuado mediante reglas convencionales merecen especial atención. Así, una formula algebraica es un icono. Una gran propiedad diferencia del icono es que, mediante su observación directa, pueden descubrirse propiedades del su objeto diferentes de las estrictamente necesarias para la construcción del icono. Índice: la segunda clase de signos son aquellos que lo son por conexión física. So índices que se toman tales por una conexión real con sus respectivos Objetos. Cualquier cosas que atraiga la atención o nos sobresalte es un índice, en cuanto marca articulación entre dos partes de una experiencia. Índice: barómetro, veleta, estrella polar, ¡cuidado! Los pronombres demostrativos “esta”, “aquella” son índices, puesto que promueven que el receptor utilice sus poderes de observación para poder establecer una conexión real ente su mente y el objeto. Otras palabras indíciales los giros preposicionales a la izquierda (o a la derecha) de. Símbolos: el símbolo es un representamen cuyo carácter representativo consiste precisamente en que él es una regla que determina a su interpretante. Un símbolo no puede indicar ninguna cosa particular; denota una clase de cosas.Todas las palabas, oraciones, libros y otros signos convencionales son símbolos. Un estandarte o una enseña es un símbolo de seguridad.

Eco: tratado de semiótica general

La propia definición de signo supone un proceso de semiosis ilimitada.

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Un signo representa algo para la idea que produce o modifica… aquello que representa se llama objeto; aquello que transmite su significado; y la idea a queda origen es su interpretante. El interpretante no es otra que la representación a al que confía la antorcha de la verdad: y como representación tiene, a su vez, su propio interpretante. Y ahí tenemos otra serie infinita.

La variedad de los interpretantesEl interpretante puede adoptar formas diferentes. Enumeraremos algunas de ellas:

a) Puede ser el significante equivalente (o aparentemente equivalente) en otro sistema semiótico. Por ejemplo, puede hacer corresponder el diseño de una silla con la palabra /silla/.

b) Puede ser el indicio directo sobre el objeto particular, que supone un elemento de cuantificación universal (todos os objetos como este).

c) Puede ser una definición científica o ingenua en términos del ´propio sistema semióticod) Puede ser una asociación emotiva que adquiera valor de connotación fijae) Puede ser la traducción de un término de un lenguaje a otro, o su sustituían mediante un

sinónimo.

La semiosis ilimitada. La semiosis se explica por sí misma.

Marco Polo, los unicornios y el proceso de conocimientoEn el paso del contacto con el Objeto Dinámico a través del representamen, a la formación de un Objeto Inmediato, Pierce pone el ground (fundamento) como una instancia que parece construir el momento inicial del proceso cognoscitivo. El ground tiene que ver con cualidades “internas”, con propiedades del objeto. El ground no es la totalidad de las marcas, el objeto se ve en un cierto aspecto.Pierce puso el proceso cognitivo bajo el signo de la inferencia hipoteca de tal modo que las sensaciones se presentan como interpretaciones de sensaciones, de los juicios perceptivos como interpretaciones de percepciones de juicios perceptivos; las teorías científicas como interpretaciones de series de proposiciones.

Pierce, Saussure y los signos

Pierce primera triada: signo, interpretante y objeto. La significación es entendida como incluyendo a los tres en una interacción compleja: Un signo… es algo que representa algo para alguien en algún aspecto o capacidad. Esta dirigido a alguien, es decir, crea en la mente de esa persona un signo equivalente o quizás más desarrollado. A ese signo creado lo llamo el interpretante el primer signo. El signo representa a algo, su objeto, no en todos los aspectos, sino en referencia a una clase de idea que a veces he llamado el fundamento.El signo que inicia el juego del significado en este modelo corresponde en forma bastante cercana al significante de Saussure por lo menos en un aspecto-. Es una forma capaz de producir concepto. El interpretante es el “efecto mental” o “pensamiento” generado por la relación entre los otros dos términos. Pierce argumenta que tenemos experiencia directa pero el conocimiento indirecto de la realidad. La primera nos enseña que hay un mundo de cosas, pero no nos da acceso intelectual a ellas, mientras que el último nos proporciona el único medio de conocer esas cosas, pero ninguna forma de verificar nuestro conocimiento. El signo o significante representa en una o otra capacidad al objeto o referente, que esta disponible solamente como interpretante o significado, y al hacerlo produce en la mente de un individuo otro interpretante o significado. Este generara con la misma verosimilitud otros interpretantes adicionales, en una suerte de relevo de significación.

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La realidad es accesible al hombre porque el hombre mismo es un signo. El hombre no solo conoce el mundo a través de la lengua, el mismo es el producto de la lengua.El punto sobre el que Pierce insiste aquí es que nuestro acceso y conocimiento de nosotros mismos está sujeto a las mismas restricciones semióticas que nuestro acceso y conocimiento del mundo exterior. Pierce nos recuerda que las conexiones que son productivas de significado pueden ser hechas solamente en la mente del sujeto- que un signo no solo se “dirige a alguien” sino que además “crea en la mente de esa personas un signo, equivalente, o quizás uno más desarrollado”.La segunda triada: iconos, índices y símbolos. Los iconos más obvios son las fotografías, las pinturas, las esculturas, y las imágenes cinemáticas, pero las ecuaciones algebraicas y los gráficos también son icónicos.Pierce define al signo indicial como una cosa o un hecho real que es un signo de su objeto en virtud de estar conectado con el de hecho y también mediante su imposición forzosa sobre la mente, sin considerar que este siendo interpretado como un signo.La categoría final de Pierce, el símbolo, designa a un signo cuya relación con su objeto conceptual es totalmente arbitraria.Los signos que forman esos sistemas son lo que Saussure llamaría “arbitrarios” –su relación con sus objetos conceptuales es puramente convencional, inmotivada por cualquier otra asociación (debería notarse que Pierce y Saussure usan el termino símbolo de formas diametralmente opuestas; mientras que Pierce lo considera una relación entre dos elementos similar, Saussure lo emplea para designar la unión de elementos que tienen algún punto en común. El icono de Pierce tiene muchas afinidades con lo que Freud lama la “cosa-representación”, la imagen mental de un objeto que se une con la “palabra-representación”, para formar una unidad significante, y sin la que no habría significado lingüístico.El icono y el índice se complementan tan plenamente como hacen significante convencional o simbólico. Una imagen fotográfica, por ejemplo, goza de una reacción tanto de similitud como de adyacencia con su objeto.

Esquema de a comunicación, funciones del lenguaje

Factores implicados en toda comunicación verbas, podrían ser esquematizados así:

Contexto Mensaje Destinador ………………… Destinatario ……… Contacto Código

Cada uno de estos seis factores determinan una función diferente. Aunque distingamos seis aspectos básicos del lenguaje, nos seria sin embrago difícil hallar mensajes verbales que satisficieran a una única función. La estructura verbal de un mensaje depende, primariamente, de la función predominante.

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La llamada función emotiva o expresiva, centrada en el destinados, apunta a una expresión directa de la actitud del hablante ante aquello de lo que está hablando. Tiende a producir la impresión de una cierta emoción, sea verdadera o fingida. La orientación hacia el destinatario, la función conativa, halla su más pura expresión gramatical en el vocativo y el imperativo. Las oraciones de imperativo difieren fundamentalmente de las oraciones declarativas; estas y no aquellas pueden ser sometidas a un test de veracidadEl método tradicional del lenguaje, como particularmente o elucida Bühler, se limitaba a estas tres funciones-emotiva, conativa y referencial- y a las tres puntas de este modelo: la primera persona, el destinador; la segunda, el destinatario; y la tercera persona De quien o de que se haba. Sin embargo, hemos observado tres factores constitutivos más de la comunicación verbal, con sus tres correspondientes funciones lingüísticas.Hay mensajes que sirven sobre todo para establecer, prolongar o interrumpir la comunicación, para cerciorarse de que el canal funciona, para llamar la atención del interlocutor o confirmar si su atención se mantiene. Esta orientación hacia el contacto, o en términos de Malinovski, la función fática, puede patentizarse a través de un intercambio profuso de formas ritualizadas, en diálogos enteros, con el simple objeto de prolongar la comunicación. La función fática es la primera función verbal que adquieren los niños, estos gustan de comunicarse ya antes de que puedan emitir o catar una comunicación informativa. La lógica moderna ha establecido una distinción entre los dos niveles de lenguaje, el lenguaje-objeto, que habla de objetos, y el metalenguaje, que habla del lenguaje mismo. Practicamos el metalenguaje sin percatarnos del carácter metalingüístico de nuestras operaciones. Cuando el destinador o el destinatario quiere confirmar que están usando el mismo código, el discurso se centra en el código: entonces realiza una función metalingüística.Todo proceso de aprendizaje de una lengua, especialmente el proceso de adquisición por parte del niño de la lengua materna, recurre ampliamente a la función metalingüística.Función poética, tenemos que invocar los dos modos básicos de conformación empleados en la conducta verbal, la selección y la combinación. La selección se produce sobre la base de la equivalencia, la semejanza y la desemejanza, la sinonimia y la antonimia, mientras que la combinación, la contracción de la secuencia se basa en la contigüidad. La función poética proyecta el principio de la equivalencia del eje de la selección de la combinación.

Reformulación del esquema de Jakobson hecho por Katherine Kerbrat-Orecchioni

REFERENTE

EMISOR Codificación MENSAJE Decodificación RECEPTOR

Competencias lingüísticas y paralingüísticas

Competencias ideológicas y culturales

Determinaciones “psi”

Restricciones del universo discursivo

Modelo de producción

Competencias lingüísticas y paralingüísticas

Competencias ideológicas y culturales

Determinaciones “psi”

Restricciones del universo discursivo

Modelo de producción

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Observaciones:El constituyente código es multiplicado por dos. Los generadores individuales se insertan en la esfera del emisor y del receptor. Llamamos competencia de un sujeto a la suma de todas sus posibilidades lingüísticas, el abanico completo de lo que es susceptible de producir e interpretar.Las restricciones del universo son filtros que limitan la posibilidad de elección y que dependen de:Las condiciones concretas de la comunicación y, de las características temáticas, es decir, en términos generales, las restricciones de género.Las competencias lingüísticas y paralingüísticas no pueden disociarse ya que la comunicación es multicanal: hablar es proceder a la selección de varias categorías de soportes formales. Se puede privilegiar uno de los sistemas semióticos usarlos alternativamente o co-ocurrentemente.Las competencias culturales e ideologías mantienen con la competencia lingüística relaciones tan estrechas como oscuras y su especificidad acentúa las divergencias idiolectales. Los modelos de competencia lingüística explican el conjunto de conocimientos que los sujetos poseen de su lengua, pero cuando esos conocimientos se movilizan para un acto enunciativo efectivo, los sujetos emisor y receptor hacen funcionar reglas generales que rigen los procesos de codificación y decodificación, el conjunto de las mismas una vez explicitado constituirá los modelos de producción e interpretación. Las determinaciones psicológicas y psicoanalíticas (psi) cumplen un papel importante en las operaciones de codificación y decodificación incidiendo en las elecciones lingüísticas. En la instancia emisora varios niveles de enunciación pueden superponerse. El emisor puede ser complejo, como en el caso de una campaña publicitaria en que la instancia emisora la constituyen el enunciador y la agencia. Puede existir también una cadena de emisores como por ejemplo en la co comunicación teatral, el autor de la obras es relevado por una serie de interpretantes (actores, decoradores, director). En la categoría de receptor se puede introducir la siguiente distinción:

Receptor

Alocutario o destinatarios directo no alocutario

Previsto por el locutor no previsto

Destinatario indirecto Receptores adicionales

Cuatro clases de receptores:Presente + locuente (intercambio oral cotidiano)Presente + no locuente (conferencia magistral)Ausente + locuente (comunicación telefónica)Ausente + no locuente (la mayor parte de las comunicaciones escritas)

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Barthes: elementos de la semiologíaHasta ahora la semiología se ha ocupado tan solo de sistemas de signos harto restringidos, como, por ejemplo, el Código de la Circulación; apenas se pasa a conjuntos dotados de una autentica profundidad sociológica, nos encontramos con un nuevo lenguaje. Objetos, imágenes, comportamientos pueden, en efecto, significar y significar ampliamente, pero nunca se un modo autónomo-. Todo sistema semiológico tiene que ver con el lenguaje. La sustancia visiva, por ejemplo, confirma las dos significaciones exigiendo la compañía de un mensaje lingüístico (como ocurre en el caso del cine, la publicidad, os comics, la fotografía periodística, etc.) de forma que al menos una parte del lenguaje icónico se encuentra en relación estructural de redundancia o de recambio en el sistema de la lengua.Generalmente además, parece cada vez más difícil concebir un sistema de imágenes o de objetos cuyos significados puedan existir fuera del lenguaje: para percibir lo que una sustancia significa, necesariamente hay que recurrir al trabajo de articulación llevado a cabo por la lengua, no hay sentido que no esté nombrado, y el mundo de los significados no es más que el mundo del lenguaje. Hay pues, que admitir ya desde ahora la posibilidad de invertir, algún día, la afirmación de Saussure: la lingüística no es una parte, aunque sea privilegiada de la ciencia general de los signos, sino por e contrario, la semiología es una parte de la lingüística: y precisamente esa parte que tiene por objeto los grandes unidades significantes.Agruparemos los elementos de la semiología en cuatro grandes secciones, que tiene su origen en la lingüística estructural: lengua y habla, significado y significante, sintagma y sistema, denotación y connotación.

Denotación (objetivo) y connotación (subjetivo)Todo sistema de significación conlleva un plano de expresión (E) y un palmo e contenido (C) y que la significación coincide con la relación (R) de ambos planos: ERC. Supongamos ahora que dicho sistema simple elemento de un segundo sistema, al que será por tanto extensivo. De esta forma nos encontraremos frente a dos sistemas de significación que se insertan uno en otro y que, al mismo tiempo, están desligado. Sin embargo, este desligamiento de dos sistemas puede efectuarse de dos formas completamente diversas, según el punto de inserción del primer sistema n el segundo, dando lugar así a os conjuntos opuestos. En primer caso, el primer sistema (ERC) se convite en plano ERC se convierta a su vez en de expresión o significante el segundo sistema:

2 E R C

1 ERC

O también (ERC) RC. Esto se verifica en la semiología connotativa, así llamada por Hjelmslev; el primer sistema constituye entonces el plano de denotación y el segundo sistema (extensivo al primero) el plano de connotación. Se dirá, pues, que un sistema connotado es un sistema cuyo plano de expresión esta, el también, constituido por un sistema de significación. En el segundo caso (opuesto) de desligamiento, el primer sistema (ERC) se convierte no ya en un plano de expresión, como ocurre en la connotación, sino en plano de contenido o significado del segundo sistema:

2 E R C 1 ERC

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O también ER (ERC). Es el caso de todos los metalenguajes: un metalenguaje es un sistema en el que el plano de contenido esta a su vez constituido por un sistema de significación; o también es una semiótica que trata de una semiótica.

De esta forma hemos señalado las dos vías de ampliación de los sistemas dobles:

Ste Sdo Ste Sdo

Ste Sdo Ste Sdo

Los significantes de connotación, que llamaremos connotadores, están constituidos por signos del sistema denotado; naturalmente varios signos denotado pueden agruparse para formar un connotador único.Cualquiera en que sea la forma en que <oculta> el mensaje denotado, la connotación no agota este mensaje sigue siendo siempre algo <denotado>.La ideología seria en definitiva la forma de los significados de connotación, mientras que la retórica seria la forma de los connotadores.Hjelmslev ha precisado la noción de metalenguaje del modo siguiente: dado que una operación es una descripción basada en el principio empírico, es decir, no contradictoria, exhaustiva y simple, la semiótica científica o meta lingüística es una operación, mientras que la semiótica connotativa no lo es.

3. Connotación Ste: retórica Sdo: ideología

2. denotación:Metalenguaje Ste Sdo

a) Metalenguaje Ste Sdo

En líneas generales nada impide que un metalenguaje se convierta a su vez en un lenguaje objeto de un nuevo metalenguaje: esto es lo que le ocurriría a la semiología por ejemplo, el día en que fuera <hablada> por otra ciencia. Si aceptamos la definición de las ciencias humanas como lenguajes coherentes, exhaustivos y simples, es decir, como operaciones, cada ciencia se nos aparecerá como un nuevo metalenguaje que tendría como objeto el metalenguaje que le precede, aunque atendiendo a lo real-objeto que están en la base de estas <descripciones>. Esta relatividad intrínseca al sistema general de los metalenguajes, permite corregir la imagen demasiado rápida que, en un primer momento podríamos hacernos del semiólogo enfrentado con el problema de la connotación. Podría decirse que la sociedad, detentadora del plano de la connotación, habla los significantes del sistema considerando, mientras que el semiólogo habla sus significados.

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Barthes: fotogenia electoralEl uso de la fotografía electoral supone, naturalmente, una complicidad: la foto es el espejo, ofrece una lectura, lo familiar, lo conocido, propone al lector su propia efigie, clarificada, magnificada, orgullosamente trasladada al estado de tipo. La iconografía pretende significar la extraña conjunción de pensamiento y voluntad, de reflexión y de acción: el parpado algo pegado deja filtrar una mirada aguda que parece extraer fuerza de un bello sueño interior, sin que por ello deje de fijarse en los obstáculos reales, como si el candidato ejemplar debiese unir en la imagen, magníficamente, el idealismo social con el empirismo burgués. El ultimo tipo es el del “buen muchacho”, señalado al público por su salud y virilidad. Algunos candidatos interpretan de manera notable dos tipos a la vez: de un lado de la moneda aparece como un galán, joven héroe; del otro, hombre maduro, ciudadano viril que impulsa adelante su pequeña familia.

Bourdieu: capital lingüístico Podemos decir que la crítica sociológica somete los conceptos lingüísticos a un triple desplazamiento: sustituye la noción de gramaticidad por la noción de aceptabilidad o, si se prefiere la noción de lengua por la de lengua legitima, las relaciones de comunicación (o de interacción simbólica) por las relaciones de fuerza simbólica y, al mismo tiempo, la cuestión del sentido del discurso por la cuestión del valor y del poder del discurso; correlativamente la competencia lingüística por el capital simbólico, inseparable de la posición del hablante en la estructura social. Pasar de la competencia lingüística al capital lingüístico implica rechazar la abstracción inherente al concepto de competencia, es decir, la autonomización de la capacidad de engendramiento infinito de discursos gramaticalmente formados. La competencia práctica se adquiere en situación: lo que se adquiere es, inseparablemente, el dominio práctico del lenguaje y el dominio práctico de las situaciones, que permiten ´producir el discurso adecuado en una situación determinad. La intención expresiva, la manera de realizarla y las condiciones de realización son indisociables.La competencia es también la capacidad de hacerse escuchar. La lengua no es solamente un instrumento de comunicación o incluso de conocimiento sino un instrumento de poder. Uno no busca solo ser comprendido sino también ser creído, obedecido, respetado, distinguido. De allí la definición completa de competencia como derecho a la palabra, es decir, al lenguaje legítimo, como lenguaje autorizado, como lenguaje de autoridad. Las características que debe reunir el discurso legítimo, los presupuestos tácitos de su eficacia: es producido por un locutor legítimo, es decir, por la persona que corresponde; es enunciado en una situación legitima, es decir en el mercado que le corresponde y dirigido a destinatarios legítimos; es formulado en la formas fonológicas y sintácticas legítimas, salvo cuando pertenece a la definición legitima del productor legitimo la posibilidad de transgredir esas normas.Estamos así en condición de dar su pleno sentido a la noción de aceptabilidad: la ciencia del ¨lenguaje tiene por objeto el análisis de las condiciones de producción de un discurso, no solo gramatical, no solo adaptado a la situación, sino también y sobre todo aceptable, recibible, creíble, eficaz, o simplemente escuchado, en un estado dado de las relaciones de producción y circulación.

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Unidad II

John B. Thompson. El lenguaje de la ideología Entender el lenguaje como un medio central de la vida social es preparar el camino para una reorientación de la teoría de la ideología. Porque tradicionalmente esta teoría se ha interesado por las formas en que las <ideas> o los significados> afectan a las actividades o creencias de los individuos y grupos que comprenden el mundo social. Las ideas circulan en el mundo social como declaraciones, como expresiones, como palabras que son pronunciadas o escritas. De aquí que estudiar la ideología sea, en cierta parte y en cierto modo, estudiar el lenguaje en el mundo social. Es estudiar los modos en que los múltiples usos del lenguaje, se cruzan con el poder alimentándolo, sosteniéndolo, representándolo. Es estudiar los modos en que las relaciones de poder son mantenidas y reproducidas por la infinita colección de expresiones que movilizan el significado en el mundo social.

I. Conceptos de la ideologíaDos sentidos básicos del término:

Concepción neutra de la ideología: creencias políticas o prácticas simbólicas que tiene que ver con la acción social organizada. La ideología está presente en todo programa político, independientemente de que éste esté orientado hacia la preservación o la transformación del orden social. Es en este sentido en el que se habla por ejemplo, de la ideología de un partido político, al referirse a las creencias o ideas básicas que están tradicionalmente asociadas con el partido y en la que se inspiran los dirigentes del partido a la hora de formular sus políticas y manifiestos.

Concepción crítica de la ideología: otro sentido de la ideología patente en la bibliografía actual. La ideología esta esencialmente asociada al proceso por el que se sostienen unas relaciones asimétricas de poder, es decir, el proceso por el que se mantiene la dominación.

La ideología es el pensamiento de otro, el pensamiento de alguien que no es uno mismo. Describir una opinión como ideológica es ya criticarla, porque ideología es, hasta cierto punto, un término negativo, critico. El análisis de la ideología se interesa primordialmente por las formas en que se entre cruzan el significado y el poder. Se interesa por las formas en que se moviliza el significado en el mundo social para defender los intereses de los individuos o grupos poderosos. Definiendo este enfoque de modo más tajante: estudiar la ideología es estudiar los modos en que el significado sirve para sostener las relaciones de dominación. Tres aspectos: concepto de dominación, noción de significado, modos en que el significado puede servir para sostener las relaciones de dominación. Las relaciones de dominación son una forma específica de relaciones de poder, pero no son idénticas a ellas. Al nivel de la acción en un sentido más general, el poder es la capacidad del individuo de actuar en aras de sus objetivos e intereses, el individuo tiene el poder de actuar. Al nivel institucional, el poder es la capacidad que permite a algunos individuos tomar decisiones, perseguir fines o realizar intereses, o les faculta para hacerlo. Hablamos de dominación cuando las relaciones de poder establecidas a nivel institucional son sistemáticamente asimétricas, lo son cuando determinados agentes o grupos están institucionalmente dotados de poder de un modo que excluye a otros agentes o grupos, independientemente de las bases sobre la cual se realice tal exclusión ( clase, sexo. Raza, naciones).Si el estudio de la ideología es el estudio de los modos en que el significado sirve para mantener la dominación, entonces debemos tener una cierta idea de cuál es la mejor forma de enfocar el análisis del significado. El estudio del significado, y de los modos en que se moviliza el significado en el mundo social, está estrechamente relacionado con el análisis del lenguaje. Expresiones lingüísticas; se utilizara el termino discurso para describir estas expresiones. Por discurso entiendo lo caos de expresión que se dan realmente y que aparecen en el curso de una conversación, texto o forma similar. El significado no es una propiedad estable o invariable de un

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producto lingüístico, sino más bien un fenómeno fluctuante que está constituido tanto por las condiciones de producción como por la condiciones de recepción. Rasgos estructurales del producto: modelos de intercambio, argumentación y narración, diversos aspectos de la gramática, la sintaxis y el estilo. El significado de una expresión no está totalmente constituido por estos rasgos, pero esta habitualmente constituido con ellos, de forma que la comprensión de un significado puede verse facilitada por una reconstrucción de los rasgos que estructuran el producto lingüístico. Un producto lingüístico no es solo una construcción social e históricamente situada que exhibe una estructura articulada, sino también una expresión que pretende decir algo.

Modalidades de funcionamiento de la ideología: Legitimación: un sistema de dominación puede ser sostenido, si se presenta como legítimo, es decir,

como un sistema justo y digno de apoyo. Disimulación: las relaciones de dominación pueden ser ocultadas, negadas o disimuladas de diversos

modos. Fragmentación: las relaciones de dominación pueden ser sostenidas movilizando el significado de un

modo que fragmente a los grupos y que enfrente unos con otros a los individuos y a las facciones.Modalidad adicional: reificación: la ideología puede funcionar representando un estado de cosas transitorio e histórico como si fuera permanente, natural o temporal.

Supuestos engañosos sobre la ideología: 1- Considerar a la ideología como un sistema discreto. Asociación a lo político e incapacidad de pensarla

en la vida cotidiana, por ejemplo en la familia. Los sistemas de creencias consideradas como ideología en cuanto tales, independientemente de los modos en que estas creencias son actualizadas en unas circunstancias concretas. Pero los modos en que las creencias son actualizadas son de crucial importancia. Para que le estudio de la ideología tome en consideraciones estas variaciones, debemos desechar el supuesto de que las de que las ideologías pueden ser analizadas como sistemas discretos de creencias y elaborar en su lugar enfoque contextualizado, mas dinámico.

2- La ideología es una especie de cemento social. Marxistas e influencias funcionalistas. A veces se supone que tales enfoques que la ideología se refiere a unos valores o creencias que están muy difundidos por toda la sociedad y que estabilizan el orden social existente. Al proporcionar a los individuos unos valores o creencias colectivamente compartidas, la ideología sirve para integrar a los individuos en el orden social. Sin embargo, hay pocas pruebas que sugieran que ciertos valores o creencias son compartidos por la totalidad. Por el contrario, parece más probable que nuestras sociedades estén estabilizadas en virtud de la diversidad de los valores y creencias y la proliferación de las divisiones entre los individuos y grupos. La estabilidad de nuestra sociedad puede depender non tanto de un consenso sobre normas o valores concretos, como una falta de consenso en el mismo punto en que la oposición podrían traducirse en una traducción política.

3- La ideología es una ilusión. Es un supuesto que encuentra respaldo en un famoso y citado pasaje de la ideología alamana en que Marx y Engels comparan el funcionamiento de la ideología con el de una cámara oscura que representa al mundo por medio de una imagen vuelta al revés. Pero una vez que admitimos que la ideología funciona a través del lenguaje y que el lenguaje es un medio de la acción social, hemos de reconocer que la ideología es una parte constituyente de lo real en nuestras sociedades. La ideología no es una pálida imagen del mundo social, sino que forma parte de ese mundo, es un elemento creativo y constitutivo de nuestra vida social. Estudiar la ideología es, en parte, estudiar los modos en que estas actividades creativas e imaginarias sirven para sostener unas relaciones sociales que son asimétricas con respecto a la organización del poder.

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II. Metodología de la interpretaciónEn el actual contexto, las formas de discurso que tratamos de analizar son ya una interpretación, de modo que emprender un análisis de un discurso es producir una interpretación de una interpretación, reinterpretar un campo pre interpretado. Analizar un discurso es investigar un objeto que es producido y recibido por otros sujetos. Las tradición de la hermenéutica nos recuerda que le proceso de la interpretación tiene una carácter creativo. El proceso de interpretación no puede nunca ser simplemente un análisis, debe ser también una construcción sintética, una proyección creativa, de un posible significado. El enfoque hermenéutico en profundidad. Tres fases principales.

1- Análisis sociohistórico: individuos situados en unas situaciones sociohistóricas específicas. Las relaciones de dominación en virtud de las cuales el discurso ideológico, en unas circunstancias específicas y en unas ocasiones específicas.

2- Análisis formal o discursivo: las formas del discurso que expresan la ideología pueden ser consideradas no solo como practicas o productos social e históricamente situados, sino también como construcciones lingüísticas que exhiben una estructura articulada. Emprender un análisis formal o discursivo es explicar los rasgos y las relaciones estructurales de estas formas del discurso. Para analizar los diferentes aspectos de la estructura discursiva se pueden ampliar diferentes métodos. En un cierto nivel se puede estudiar la estructura sintáctica de las formas del discurso, es decir, se pueden estudiar las normas y mecanismos sintácticos que estructuran el discurso. La nominalización y la pasivización son dos de estos mecanismos comúnmente utilizados en el discurso cotidiano. La nominalización se produce cuando frases o partes de frases, descripciones de acciones y participantes en éstas, son convertidos en nombres, como cuando la “prohibición de las importaciones” en lugar de decir –el primer ministro ha decidido prohibir las importaciones. La pasivización se produce cuando los verbos aparecen en forma pasiva como cuando decimos “el sospechoso está siendo investigado” en lugar de decir “l policía está investigando al sospechoso”. La nominalización y la pasivización centran la atención del oyente o del lector en ciertos temas a expensas de otros. Suprimen a los actores y a la acción y tienden a representar los procesos como cosas. Un segundo modo en que es posible estudiar los rasgos estructurales de las construcciones lingüísticas con vistas a analizar su carácter ideológico es hacerlo en términos de la estructura narrativa. Muchas construcciones lingüísticas desde las conversaciones cotidianas hasta las novelas, los artículos periodísticos y los programas de televisión, están estructuradas como narraciones en las que las historias son contadas por medio de mecanismos narrativos específicos. Los personajes de la historia pueden ser reales o imaginarios, pero sus propiedades como personajes están definidas en términos de sus relaciones entre si y de facilitar el análisis de la ideología de diversos modos. Puede arrojar luz, por ejemplo, sobre los modos en que las relaciones de dominación son sostenidas al ser representadas como legítimas, ya que la legitimación de las relaciones sociales es un proceso que comúnmente asume una forma narrativa. Hay historias contadas que tratan de justificar el ejercicio del poder por quienes poseen y que sirven para reconciliar a los otros con el hecho de que ellos no lo poseen.

3- Interpretación: al explicar lo que se representa o lo que se dice, el proceso de interpretación transciende el carácter cerrado del discurso en cuanto construcción con una estructura articulada. El discurso dice algo sobre algo, afirma y representa, y es este carácter trascendente lo que debe ser captado por la interpretación. La interpretación de la ideología es pues una forma de hermenéutica en profundidad, en el sentido de que esta mediatizado por el análisis formal o discursivo de las construcciones lingüísticas y por el análisis sociohistórico de las condiciones en las que el discursos es producido y recibido.

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Al tratar de mostrar cómo puede servir el significado para sostener las relaciones de dominación, la interpretación de la ideología debe prestar especial atención a los modos en que las formas del discurso son interpretadas y comprendidas por los sujetos que intervienen en la producción y recepción de estas formas discursivas. Porque al analizar la ideología nos interesa examinar cómo el significado movilizado por las formas discursivas es eficaz en unas circunstancias sociohistóricas específicas, como se afianza en estas circunstancias y sirve así para sostener las relaciones de dominación. De aquí que la interpretación de la ideología debe tomar en cuenta lo que podemos describir como los modos de recepción de las formas discursivas. La manera en que tomemos en cuenta los modos de recepción dependerá de la forma discursiva en cuestión.

III. Critica y justificaciónCentrando en la fase final del procedimiento hermenéutico en profundidad y me preguntare ¿Cuál es la relación entre la interpretación de la ideología y la crítica? Es importante distinguir entre dos formas de crítica que son relevantes a este respecto. En primer lugar en cuanto construcción creativa del significado y formulación de lo que se dice en el discurso, una interpretación da lugar a una afirmación que exige una reconocimiento. Una interpretación es una intervención arriesgada y conflictiva; proyecta un posible significado, hace una afirmación sobre algo que podría ser puesto en tela de juicio desde otros puntos de vista, incluyendo los puntos de vista de los sujetos cuyo discurso es objeto de interpretación. La interpretación de la ideología tiene una relación interna con la crítica de la dominación. Pero esa relación aunque interna no es inmediata. Analizar una forma de discurso en cuanto forma ideológica, explicar los modos en que le significado sirve para sostener las relaciones de dominación, e incluso estableces que una determinada interpretación está justificada. Exponer esta relación entre la interpretación de la ideología y la crítica de la dominación exigiría un amplio análisis de las ideas de la justificación racional y de la justicia social. Ofrecer una interpretación es realizar una intervención, hacer una afirmación que exige un reconocimiento. Cuando ofrecemos una interpretación nos situamos en la frontera; hacemos una afirmación que podría, suponemos, ser defendida o sostenida de algún modo. No suponemos necesariamente que nuestra interpretación posible sea la única posible o sensata, pero si suponemos que una interpretación justificable, es decir, que podría ser justificada si se nos pidiera que lo hiciéramos. Principio de no imposición: es un principio que define una de las condiciones formales en las que podría estar justificada una interpretación. La interpretación de la ideología esta pues regida también por lo que podemos describir como un principio de autorreflexión: nuestras interpretaciones son en principio accesible y justificable para los sujetos cuyos discursos estamos tratando de interpretar. Estas interpretaciones proporcionan pues una base potencial para una autocrítica de los sujetos que componen el mundo social, así como un recurso importante para una crítica de las relaciones de dominación que el significado sirve para sostener.

Conclusión: este análisis enriquece nuestro conocimiento del lenguaje, pues nos invita a comprender que el lenguaje no es simplemente una estructura o un sistema que pueda ser empleado para la comunicación., sino u fenómeno sociohistórico en el que está involucrado en los conflictos humanos. . Al centrar nuestra atención en los modos en que el significado movilizado en el lenguaje sirve para sostener las relaciones de dominación, podemos ver tanto el estudio de la ideología como el análisis del lenguaje desde una nueva perspectiva.

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Terry EagletonSemiótica de la ideología A menudo se considera que las ideologías “exitosas” vuelven naturales y autoevidentes sus creencias –que las identifican con el “sentido común” de una sociedad, de modo que nadie pueda imaginar cómo han podido ser algunas vez diferentes. Este proceso de Pierre Bourdieu denomina doxa, hace que la ideología cree un encaje lo más fuerte posible entre sí misma y la realidad social. Por doxa entiende Bourdieu al conjunto de creencias y de prácticas sociales que son consideradas normales en un contexto social, las cuales son aceptadas sin cuestionamientos. Los orígenes sociales de estas creencias y prácticas y sus principios de funcionamiento son desconocidos y sin embargo, se les reconoce habitualmente como criterios y formas de proceder socialmente válidos. Allí reside su eficacia simbólica: la doxa es una condición para mantener el estado de las cosas existentes en una sociedad.

Semiótica e ideología Primera teoría semiótica, Valentín Voloshinov, “sin signos no hay ideología”. Según esta concepción el ámbito de los signos y el ámbito de la ideología son coextensos: la conciencia únicamente puede surgir en la corporización material del significante, y como estos significantes son por si mismos materiales, no son solo “reflejos” de la realidad sino que forman parte integra de ella. La palabra es el fenómeno ideológico por excelencia, y la propia conciencia no es más que la interiorización de palabras, una suerte de “habla interior”. Si no puede separarse la conciencia del signo, este último tampoco puede aislarse de las formas concretas de relación social. El signo y situación social están inextricablemente unidos, y esta situación determina desde dentro la forma y estructura de una expresión. Concede la materialidad de la palabra y a los contextos discursivos en que está involucrada. Algunas posiciones ideológicas encontradas pueden expresarse en la misma lengua nacional, y el signo convertirse en “escenario de la lucha de clase”. Un signo social particular se “estira” de este o aquel modo por intereses sociales enfrentados, y está marcado desde dentro por una multiplicidad de “acentos” ideológicos. Voloshinov: ideología: lucha de intereses sociales antagónicos en el nivel de los signos.

Huellas de la ideología en el discursoMichel Pecheux desarrollo un enfoque crítico del análisis del discurso basado en la teoría marxista de Altthusser sobre la ideología. Postulo que la ideología trabaja a través de la constitución de las personas como sujetos sociales, fijándolas en posiciones sociales mientras que al mismo tiempo les otorga la ilusión de ser agentes libres, a través del uso de los aparatos ideológicos de estado (AIE); un AIE puede entenderse como un complejo de formaciones ideológicas interrelacionadas, cada una de estas posiciones incorpora una formación discursiva.El lenguaje es una forma material de la ideología, el discurso muestra los efectos de la lucha ideológica dentro del funcionamiento del lenguaje y, en convergencia, la existencia de materialidad lingüística dentro de la ideología. Una FD es aquello que en una formación ideológica dada, determina lo que puede y debe decirse.En esta dirección dos vías complementarias se presentan para la investigación:

La localización de las huellas de la ideología en el discurso a nivel de los juicios explícitos, racionalizaciones, normas interiorizadas, valores, modalizaciones, aserciones, fenómenos complejos que hacen intervenir al sujeto en su propio discurso, mecanismos de selección, combinación entre unidades léxicas, apreciativos, etc. estos mecanismos de aserción remiten al sujeto de enunciación.

El reconocimiento de las huellas de los sistemas de representaciones en el nivel de lo preconstruido: imágenes de la realidad, objetos, evidencias empíricas. Este dominio, a diferencia del anterior, implica un olvido del “lugar” del hablante y de las condiciones de producción de un discurso anterior ya sedimentado.

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Discurso El concepto de discurso resulta problemático debido a su polisemia. En general, se suele entender por “discurso” a una sucesión ordenada de palabras o una disertación que realiza alguien frente a un público. También se lo suele considerar comúnmente como un sinónimo muy poco estricto de habla, texto o enunciado. Pero aquí nos limitaremos a considerar el discurso como un texto contextualizado. Parret sostiene que el termino discurso ocupa un lugar intermedio entre el concepto general y abstracto de lengua y el de habla, sostiene que el discurso posee sus propias regularidades, sus estrategias, sus reglas. Así considerado, el nivel discursivo supone una puesta en funcionamiento de la lengua por parte de un sujeto a partir de dos tipos de rasgos: unos, pertenecientes al sistema lingüístico y potros a los distintos tipos discursivos. Entre los primeros rasgos señalados están las formas “vacías” de las que el sujeto dispone para expresar el yo-aquí-ahora de su alocución, y por el otro ciertos modalizadores (quizá, es necesario, poder, creer) que manifiestan una actitud ante lo dicho. El segundo tipo de los rasgos específicos propios de cada tipo discursivo, tales como características de género, reglas de organización textual, formas particulares de intertextualidad, etc.A partir del reconocimiento de estos dos tipos de rasgos, se considera que el discurso es un texto contextualizado.

La enunciaciónEl aparato formal de la enunciaciónLa enunciación puede definirse respecto de la lengua, como un proceso de apropiación. El locutor se apropia del aparato formal de la lengua y enuncia su posición de locutor tanto por índices específicos como por medio de procedimientos accesorios. Desde el momento en que se declara locutor y asume la lengua, implanta al otro en frente de él. Toda elocución es, explícita o implícitamente, una alocución, postula siempre un alocutario.

1- La emergencia de los índices de personas ( a relación yo-tú) que no se produce más que en y por la enunciación: el termino yo denota al individuo responsable de la enunciación, el termino tú al individuo que ésta presente en ellas como alocutario.

2- Los numerosos índices de ostensión (este, aquí, etc.), términos que implican un gesto que designa al objeto al mismo tiempo que es pronunciada la instancia del término.

3- El paradigma de las formas temporales, que se determinan respecto del EGO, centro de la enunciación. De la enunciación procede la instauración de la categoría de presente, y de la categoría de presente naca la categoría d tiempo. El presente no hace más que explicitar el presente inherente a la enunciación.

La enunciación da las condiciones necesarias a las grandes funciones sintácticas. La interrogación es una enunciación construida para suscitar una respuesta. Todas las formas léxicas y sintácticas de la interrogación dependen de este aspecto de la enunciación.A ella remiten los términos o formas que llamamos de intimación, ordenes, apelaciones concebidas en categorías como el imperativo, el vocativo, que implican una relación viviente e inmediata del enunciador con el otro.Menos evidente tal vez, pero tan cierta como las potras, es la pertenencia de la aserción a este mismo repertorio. En su construcción sintáctica como en su entonación, la aserción tiende a comunicar una certeza, es la manifestación más común de la presencia del locutor en la enunciación. Las palabras sí y no que asertan positivamente o negativamente una proposición. La partícula asertiva no, sustituto de una proposición, se clasifica como la partícula si, cuyo estatuto comparte, entre las formas que dependen de la enunciación.

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Enunciado y enunciación En todo enunciado es posible reconocer siempre dos niveles: lo expresado, la información transmitida, lo enunciado; y el nivel enunciativo o la enunciación, es decir, el proceso por el cual lo expresado se atribuye a un yo que apela a un tú. Así en un enunciado reconocemos lo enunciado y la enunciación. El enunciado no solo aporta una información sino que pone en escena, representa, una situación comunicativa. Es necesario considerar que le enunciador no solo se constituye a sí mismo sino que construye una imagen de enunciatario y las huellas de su presencia son múltiples. La utilización de la segunda persona, el grado de saberes, deseos, presupuestos o sospechados en el virtual lector del texto, la determinación de sus necesidades, son todos rasgos que configuran la imagen del enunciatario. Enunciador y enunciatario, son pues, dos papeles configurados por el enunciado.En resumen: a través del enunciado podemos detectar algunas huellas de la enunciación, es decir, el proceso por el cual se pone en escena una situación comunicativa en la que un yo se dirige a un tú; o sea de un enunciador que se construye a sí mismo de determinada manera, que construye una imagen del enunciatario y toma una posición valorativa respecto de lo que enuncia.

SubjetividadEs prácticamente imposible encontrar un texto que no deje aflorar una presencia del sujeto hablante. Éste inscribe continuamente su presencia en el enunciado, pero esta presencia puede ser más o menos visible. Existen textos saturados de marcas de subjetividad enunciativa y otros en los que su presencia tiende a borrarse. Las huellas lingüísticas de esta subjetividad son múltiples y están vinculadas en especial a dos campos: a) los deícticos b) las expresiones que contienen evaluaciones positivas o negativas. En el primer caso se trata de un punto de anclaje de expresiones que remiten a la realidad extralingüística, en el segundo se trata de posición del enunciador.

El sujeto de la enunciaciónEl concepto del sujeto de la enunciación no alude a un individuo en particular. El sujeto de la enunciación es una instancia lingüística presupuesta por la lengua, una figura constituida, moldeada por su propio enunciado y existente solo en el interior de los textos.Así como diferenciamos entre el sujeto enunciador o en emisor y el sujeto empírico, de manera análoga, también debemos distinguir entre en enunciatario y el receptor real del enunciado. Podemos afirmar entonces, que el sujeto de la enunciación es una instancia lingüística presupuesta por la lengua y presente en el discurso, en toda actualización de la lengua como una representación de la relación dialógica entre un yo y un tú.

DeícticosRasgos gramaticales y léxicos que vinculan los enunciados con las coordenadas espacio-temporales del acto de enunciación.Es decir que cuando hablamos de deixis nos referimos a la manera como las lenguas gramaticalizan ciertas marcas del acontecimiento de producción de un enunciado. Los pronombres personales (y los posesivos) son los más evidentes y mejor conocidos de los deícticos: yo/ y /tú/ (vos/usted) son deícticos puros. Se oponen conjuntamente a la “no persona” (Benveniste): /él/, /ellos/y /ella(s)/ indican simplemente que el individuo que denotan no funcionan como enunciador y ni como enunciatario.

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El problema de los pronombres plurales/nosotros/ no corresponde nunca, salvo en situaciones muy marginales como el recitado o la redacción colectivos, a un “yo” plural. Su contenido puede definirse de la siguiente forma:

a) Nosotros inclusivo (yo + tú- singular o plural)b) Nosotros exclusivo (yo + él- singular o plural)c) Nosotros extensión máxima (yo + tú+ él)

Un caso interesante del nosotros de autor utilizado particularmente en las obras didácticas donde el enunciador y enunciatario asumen en común el texto del manual. En otras ocasiones según Levinson, el nosotros se refiere a la ciencia que el que escribe ejercita y quien aparece como delegado de una colectividad investida de la autoridad de un saber. Es necesario considerar también que las alusiones al enunciador y al enunciatario pueden presentarse de manera ambigua y dar lugar, por lo tanto, a significaciones suplementarias. El uso de la “no persona” constituye a veces la marca lingüística de extremo respeto.

Los apelativosCuando un término del léxico es empleado en el discurso para mencionar una persona, se convierte en apelativo. Existen apelativos usuales; son los pronombres personales, los nombres propios, algunos sustantivos comunes, los títulos, algunos términos de relación, los términos de parentesco, los términos que designan a un ser humano. Otros términos empleados metafóricamente para designar una persona, constituyen igualmente apelativos usuales. Los apelativos se usan como la primera, la segunda y tercera persona para designar la persona que habla, la persona a quien se habla y aquellas de quien se habla. Se los llama respectivamente: locutivos, alocutivos y delocutivos. Todo apelativo:

a) Tiene un carácter deíctico: permite la identificación de un referente, con la ayuda de todas las indicaciones que pueda aportar la situación.

b) Tiene un carácter predicativo: el sentido del apelativo elegido permite efectuar una cierta predicación explicita.

c) Manifiesta las relaciones sociales: por eso permite efectuar una segunda predicación, sobreentendida, que remite a la relación social del enunciador con la persona designada.

Localizaciones espacialesSe deben mencionar dos casos principales: los demostrativos y los adverbios. Demostrativos: eje proximidad alejamiento del denotado respecto del enunciador:

Este/ está aquí/ acá próximo al hablante (Esta mesa hay que Sacarla de aquí) Ese/ esa ahí próximo al oyente (¿ese saco es tuyo?) Aquel/a allí/ allá campo de referencia a la 3a persona (no- interlocutor)

Localizaciones temporalesExpresar el tiempo significa localizar un acontecimiento sobre el eje antes/después con respecto a un momento (T) tomado como un punto de referencia. Según los caso este T puede corresponder a:

a) Una determinada fecha tomada como referencia en razón de su importancia histórica para una determinada civilización

b) T1: un momento inscripto en el contexto verbal, se trata entonces de una referencia contextual.c) T0 el momento de la instancia enunciativa: referencia deíctica.

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Tiempos de indicativo y tipos de enunciaciónEmile Benveniste propone una clasificación de los tiempos verbales desde el punto de vista de su relación con la enunciación distinguiendo dos planos: uno con fuerte presencia del enunciador: discurso, otros ocultando las huellas de esa presencia: historia.La enunciación histórica, hoy reservada a la lengua escrita, caracteriza el relato de los hechos pasados. Se trata de la presentación de hechos ocurridos en cierto momento, sin intervención del locutor en el relato. Definiremos el relato histórico como el modo de enunciación que excluye toda forma lingüística de “autobiográfica”. Aparecerán solo formas de tercera persona. Tiempos de este tipo de enunciación: pretéritos= perfecto simple, imperfecto, condicional y pluscuamperfecto. Llamaremos discurso a toda enunciación que supone un hablante y un oyente, y en el primero la intención de influir en el otro de alguna manera. Para evitar ambigüedades debido a la polisemia de los términos utilizados por Benveniste, se han propuesto otras denominaciones como las de mundo narrado o mundo comentado empleadas por H. Weinrich.

Mundo comentado/ mundo narradoLas formas temporales son signos obstinados mientras que las localizaciones temporales son débilmente recurrentes, es decir, no obstinadas. Las formas verbales integran constelaciones donde predomina un tiempo o grado de tiempo. Podemos afirmar entonces que el fenómeno general de obstinación es acompañado por el fenómeno más específico del predominio temporal.La obstinación de los morfemas temporales en señalar comentario o relato permiten al locutor influir en el alocutario. Al emplear los tiempos comentativos hago saber al interlocutor que le texto merece de su parte una atención vigilante. Con los tiempos del relato en cambio, advierto, que otra escucha más distendida, es posible. Es esta oposición entre el grupo de tiempos del mundo narrado y el del mundo comentado la que caracterizamos globalmente como actitud de locución. A las dos dimensiones hasta ahora señaladas en el sistema de los tiempos hay que agregar una tercera: la puesta en relieve. Este concepto intenta dar cuenta de la función que a veces los tiempos cumplen de proyectar a un primer plano algunos contenidos y empujar otros hacia la sobra del segundo plano.

Modalidades (modalizadores) Charles Bally: modalizadores: la forma lingüística de un juicio intelectual afectivo o una voluntad que un sujeto pensante enuncia a propósito de una percepción o de una representación de su espíritu.

Modalidades enunciativasDominique Maingueneau clasifica las modalidades enunciativas en tres clases: de enunciación, de enunciado y del mensaje. A estas podemos agregar las modalizaciones subjetivas de Kerbrat-Orecchioni a partir de las unidades léxicas cargadas por un peso mayor o menor de rasgos afectivos, evaluativos y modalizadores.

Modalidades de enunciaciónDominique Maingueneau corresponde a una relación interpersonal, social, y exige en consecuencia una relación entre los protagonistas de la comunicación. Una misma frase puede recibir solo una modalidad de enunciación: declarativa, interrogativa, imperativa o exclamativa.Los empresarios son honestos (declarativa o asertiva)¿Son honestos los empresarios? (Interrogativa)Sean honestos señores empresarios (imperativa)¡Que honestos que son los empresarios de este país! (Exclamativa)Cada una de estas modalidades plantea relaciones sociales diferentes.

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Modalidades de enunciadoLas modalidades de enunciado constituyen el modo en que el hablante sitúa su enunciado con lo lógico o apreciativo. -Modalidades lógicas: la verdad, falsedad, probabilidad, certidumbre, verosimilitud, el deber:Es cierto que la economía creció (verdad)Es falso que la economía haya crecido (falsedad)Probablemente crezca la economía (probabilidad)La economía debe crecer (deber)-modalidades apreciativas: lo triste, lo feliz, lo útil, lo necesario. Afortunadamente……Es lamentable………Es necesario………La modalidad puede expresarse mediante diversos recursos lingüísticos:Es posible que este año crezcan las importaciones (frase verbal)Posiblemente este año crezcan las importaciones (adverbio)Este año podrán crecer las exportaciones (verbo modal y tiempo condicional)

Modalidades de mensajeLa modalidad del mensaje se relaciona con la incidencia semántica de ciertas transformaciones sintácticas realizadas por el enunciador como parte de su estrategia discursiva. Él puede destacar o no cierto elemento a partir del lugar que le asigne en el enunciado. Dos operaciones básicas posibles: tematización y pasivación. En las tematización el tema es el elemento esencial, destacado generalmente por su posición inicial y al cual se engancha el resto de la oración. El tema es el punto de partida del mensaje y en esta posición el anunciador puede ubicar distintas partes de su enunciado. La transformación pasiva está ligada claramente al problema del tema, ya que de ella resulta la colocación del objeto directo en posición inicial:La justicia investiga las coimas en el senado. (Voz activa)Las coimas en el senado son investigadas por la justicia. (Voz pasiva)La pasivación plantea también dos posibilidades específicas relacionadas con el “agente” del proceso: hacer desaparecer el agente o destacarlo precisamente por medio de la proposición.Estas variaciones lingüísticas, afirma Tony Trew, se relacionan con procesos ideológicos del discurso y sugieren una cierta percepción de lo social.Este autor considera que los conceptos de un discurso estarán relacionados como un sistema, son parte de una teoría o ideología, es decir, de un sistema de conceptos, representaciones e imágenes que son una manera de ver y aprehender las cosas, de interpretar lo que se ve, lo que se oye o se lee. Estas cuestiones, dice, estarían “en el corazón de la expresión de la ideología”.

Modalización a partir de “subjetivemas” Desde una perspectiva marxista del análisis del discurso, las unidades léxicas que se analizarán no se consideran índices de un sujeto individual, sino específicos de formaciones discursivas vinculadas o dependientes de formaciones ideológicas. Se propone así el término “idiolecto” para designar la competencia propia de un conjunto propia de un conjunto de individuos perecientes a una misma comunidad ideológica. En este caso la idea del sujeto de la enunciación se asocia a la idea de “lugar” enunciativo: el individuo habla desde un lugar social/ideológico que lo constituye en sujeto de su discurso y por otra parte lo “sujeta” a él. Este planteo sostiene la existencia de un discurso preformado detrás de la “libre” enunciación de un individuo. Catherine Kerbrat-Orecchioni sin embargo, considera legítimo mantener el concepto de “un sujeto de la enunciación” dotado de una cierta individualidad y de una relativa libertad de tomar decisiones lingüísticas y elegir a partir de las opciones que le ofrece el sistema de la lengua. Así, el sujeto de la enunciación cuando

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tiene que verbalizar un objeto referencial, real o imaginario, puede optar, según esta autora entre dos tipos de formulaciones:

El discurso “objetivo” que se esfuerza por borrar toda huella de la existencia de un enunciador individual.

El discurso subjetivo”, en el cual el enunciador se confiesa explícitamente (“lo encuentro horrible”) o se reconoce implícitamente (“es horrible”) como fuente evaluativa de la afirmación.

En el sistema de la lengua las palabras están cargadas con un peso más o menos grande de subjetividad por lo que Kerbrat-Orecchioni llama de “subjetivemas” a ciertas palabras con rasgos afectivos, axiológicos y modalizadores (sustantivos, adjetivos, verbos, adverbios) y las compara con otras que pretenden en principio la “objetividad”.

SustantivosLa mayor parte de los sustantivos evaluativos provienen de verbos o adjetivos. Hay ciertos sustantivos axiológicos peyorativos o elogiosos que pueden tener las siguientes características:

- El asgo axiológico puede provenir del significado de la unidad léxica: racismo, extremismo funcionan normalmente como injuriosos.

- Otros no son fijos sino que el juicio de valor positivo o negativo depende de varios factores: tono, contexto, fuerza elocutiva

- El rasgo evaluativo puede provenir de términos sufijados- Los axiológicos pueden usarse irónicamente: suelen expresarse bajo la apariencia de valorización y

viceversa.- El rasgo axiológico puede funcionar pragmáticamente como injuria.

AdjetivosKerbrat-Orecchioni clasifica los adjetivos según los siguientes rasgos:

Soltero/casadoMacho/hembraRojo/azulVerde, amarillo Desgarrador

Patético grande distinguidoAlegre lejano infame

Caliente

Los adjetivos enuncian al mismo tiempo una propiedad del objeto y una reacción emocional del sujeto frente al objeto.

Adjetivos

Objetivos

Afectivos

Subjetivos

No axiológicos

Evaluativos

Axiológicos

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Los adjetivos no axiológicos implican una evaluación cualitativa o del sujeto sin enunciar un juicio de valor ni un compromiso afectivo. Los adjetivos evaluativos axiológicos implican un juicio de valor +/- y manifiestan una toma de posición en relación al objeto que denotan.

Verbos- Algunos verbos están marcados subjetivamente en forma más clara que otros. Hay algunos que son

portadores de evaluaciones axiológicas: X miente/chilla/apesta/vocifera

- Otros que son a la vez afectivo y axiológicos (verbos de sedimento): Los detento (aprecio/subestimo/odio)

- Algunos ofrecen una evaluación del tipo falso, verdadero, incierto: Critica (acusa/ desenmascara) Reconoce (confiesa/ admite) Pretende que creamos eso

Polifonía enunciativaLa comunicación discursiva concreta llevada a cabo mediante la enunciación y plasmada en enunciados. Este proceso no puede ser explicado sino a partir de la relación con la palabra del otro. La unidad real del lenguaje en tanto discurso, dice Voloshinov, no es el enunciado monológico aislado sino la interacción discursiva. Hay casos en el cual el enunciador puede hacer referencias ambiguas, dar la palabra a otro, o bien dejar oír voces ajenas en el interior de su propio discurso. Bajtín la ha denominado polifonía de la narración.Desde la perspectiva Bajtín-Voloshinov, la lengua no es monolítica porque conviven en su interior jergas, dialectos, acentos, lenguajes particulares, es decir que en el tejido textual, y de múltiples maneras, está presente lo ya dicho, los otros textos, así como las diversas voces sociales con sus peculiares registros. El habla hace circular ideologías, creencias, valores, representaciones que desbordan al sujeto. Su habla, como afirma Voloshinov, es una “intersección de voces” en tanto “está saturado de los social”.

Polifonía en el enunciadoOswald Ducrot retoma el concepto de polifonía de Bajtín Para trabajarlo no ya en el ámbito del género de textos, sino en el interior mismo del enunciado donde es posible reconocer, dice, la presencia de más de un enunciar.Para este autor en el enunciado pueden parecer varios enunciadores: el responsable de la enunciación –Ducrot lo llama locutor-, que es el que “habla”, suele dar existencia a “unos enunciadores cuyos puntos de vista” y actitudes él organiza. Para Ilustrar esta diferenciación entre locutor (L) y enunciador (E) recurre al ejemplo de la ironía. ¡Qué agradable en nuevo jefe! Debutó echando a dos empleados. Adoptar el modo irónico de enunciación es instalarse en una posición difícilmente cuestionable puesto que el ironista no asume la responsabilidad de lo afirmado sino que se lo atribuye a otro, tal distanciamiento lo libera de todo compromiso. En este sentido es que puede afirmarse que la ironía representa un caso de enunciación polifónica puesto que en la voz de un enunciador resuena la de otro. Además de la ironía. Ducrot se refiere también a la negación y a la cita en eco.Enunciado negativo:Este político no es popular. Es necesario considerar que mediante esta enunciación se evoca otra, a cargo de otro enunciador que hubiera afirmado.

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La cita en eco retoma un enunciado ajeno.A: no fui porque estuve estudiandoB: estuve estudiando… no tenés otra excusa

Ruptura de la isotopía estilísticaLa isotopía estilística, es decir, la pertenencia de un discurso o una lengua a un lecto, a un determinado estilo o género, es a menudo quebrada por la irrupción de fragmentos que remiten a variedades distintas. Su presencia en un mismo espacio textual genera por contraste diversos efectos de sentido y pone de manifiesto los juicios de valor asociados a las variedades del juego. Al referirse al contacto entre dos lenguas en un texto literario Bajtín señala que este “subraya y objetiva precisamente el aspecto concepción del mundo de una u otra lengua, su forma interna, el sistema axiológico que le es propio. Los efectos específicos de estas rupturas, cuyas marcas pueden ser rasgos fónicos, prosódicos, gráficos o léxicos, dependerán del funcionamiento global de texto considerado, del entorno verbal en que aparecen. En algunos textos narrativos, apuntara a caracterizar al personaje, en otros una situación, en algunos discursos argumentativos funcionará, a partir del juego connotativo que se instaurará, la aprehensión ideológica de una u otra lengua o variedad. En muchos casos la ruptura de la isotopía estilística se debe a distintos estados de la lengua, a sincronías diferentes. En otros casos: dialectos, sociolectos, cronolectos, o según su actividad, profesión o pertenencia política. Es importante señalar que la “norma” textual no coincide necesariamente con la norma social. También el contraste puede darse entre signos situacionales o entre distintos tipos de discursos. La presencia de géneros intercalados alcanza su máxima expresión en la novela, que es como señala Bajtín, un “fenómeno pluriestilistico, plurilingual y plurivocal”. Esta integra, estilizándolos o en forma de parodia, tanto géneros primarios corrientes como literarios o extraliterarios.

IntertextualidadCon el nombre de intertextualidad se designa; en sentido restringido la relación que se establece entre dos textos a partir de la inclusión de uno en otro en forma de cita o alusión. Su decodificación es más fácil cuanto más estereotipado o “universal” es el enunciado aludido o cita. En los casos en que la alusión remite a universos cultuales más restringidos la recuperación del enunciado puede plantear dificultades, e incluso se puede llegar a no permitir la alusión conotal.

Discurso referidoUn estudio productivo del discurso supone la indagación acerca de la modalidades de percepción y transmisión del discurso ajeno, en tanto quien percibe un enunciado “no es un ser privado de palabras, sino un hombre plano de discursos internos y es en el contexto de esos discursos internos donde se lleva a cabo la percepción del enunciado ajeno, su comprensión y su valoración. Interacción dinámica entre el discurso ajeno y el discurso transmisor, Voloshinov, dos direcciones principales:

a) La tendencia principal de la reacción activa hacia el discurso ajeno puede buscar la preservación de la integridad y autenticidad.

b) El contexto enunciativo tiende a desintegrar el carácter compacto y cerrado del discurso ajeno, a borrar sus fronteras y a desdibujar los nítidos contornos exteriores de la palabra ajena.

Partiendo de estas técnicas se pueden distinguir las siguientes formas de discurso referido: el discurso directo y el discurso indirecto.

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Discurso directoEl discurso directo se caracteriza por insertar una situación de comunicación en otra manteniendo su independencia, es decir, es un discurso dentro de otro discurso donde cada uno conserva sus propias marcas. Sin embargo, el hecho de extraer palabras del contexto en que se dieron e introducirlas en otro, las hace entrar en una nueva relación dialógica. Citar “textualmente” es tomar un material que ya tiene sentido en un discurso para hacerlo funcionar en un nuevo sistema de significación. La recepción activa de dos palabras del otro aparece claramente en el entorno verbal. Los verbos y las formulas introductorias muestran el grado de adhesión, rechazo, ironía, asunción, distancia, parodia, del sujeto citante respecto del discurso citado.

Discurso indirectoEl discurso indirecto consiste en una transmisión analítica del enunciado ajeno, simultaneo a la transmisión e inseparable de ella. Se transfieren de la forma del discurso a su contenido, y solo así se introducen en una construcción indirecta, o bien se transmiten en la oración principal como un comentario desarrollado del verbo introductor. Discurso directo:“¡Qué mal! Eso sí es una gran torpeza Discurso indirecto: Él dijo que estaba muy mal y que eso era una torpeza El /que/ introductor de las palaras citadas y la translación de tiempos verbales y de las personas predominantes caracterizan formalmente el discurso indirecto. Todas las reducciones y elisiones posibles en el discurso directo gracias a la carga emocional y afectiva na son lícitos en el discurso indirecto. Así, pues las particularidades constructivas y acentuales de las oraciones interrogativas, exclamativas e imperativas no se conservan en él y permanecen solo como contenido. El discurso indirecto “oye” el discurso ajeno y lo hace, según Voloshinov, a partir de dos modalidades: la analítico- temática y la analítico- discursiva. En la analítico- temática la construcción indirecta transmite analíticamente su composición temática, percibe el enunciado ajeno en un plano puramente temático. En la otra variante del discurso indirecto, la analítico-discursiva, el discurso ajeno puede ser percibido y analíticamente transmitido en cuanto expresión, que caracteriza no solo el tema del discurso sino al mismo hablante. Su manera de hablar individual o típica, su estado de ánimo expresado en las formas de su discurso, su capacidad o ineptitud para expresarse, etc. esta modalidad permite introducir los giros que caracterizan la fisonomía subjetiva del enunciado del otro en cuanto a expresión y crea efectos pintorescos en la transmisión del discurso ajeno. En ciertas ocasiones el discurso indirecto transmite el acto ilocucionario realizado por el enunciador citado. De esta forma el enunciador del discurso citante es un mero portavoz, por ejemplo, de una orden; o bien puede reproducirlo con algún tipo de resumen o síntesis del contenido.El uso de estas formas de discurso indirecto, apuntarían, en definitiva, a una narrativización del discurso del otro, este es contado, narrado, como los otros eventos de la acción.

Hegemonía y discurso social Marc Angenot. Teoría del discurso social. Este autor entiende que los objetivos del análisis del discurso es identificar en los discursos las huellas del espacio histórico, social e ideológico desde el que estos fueron enunciados una acepción empírica: discurso social es todo aquel discurso que es construido efectivamente en un momento y en un lugar determinado. Con lo dicho, escrito, producido y que circula por los medios de comunicación se construye el corpus o el conjunto de textos para analizar.

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Segunda acepción: noción del discurso social: noción teórica que remite a un objeto teórico no empírico. Es lo decible, lo narrable, lo opinable, en u8n determinado tiempo y lugar. En este sentido, los modos fundamentales de construcción del discurso social son, para Angenot, lo narrativo y lo argumentativo. Entonces lo que su teoría busca indagar, de lo que pretende dar cuenta es de lo decible, lo narrable, lo opinable, esto es todo lo que puedo/ debe ser dicho, escrito, narrado y opinado en un momento y lugar determinado. A ese momento y lugar determinado lo llama un estado del discurso social. La teoría del Discurso Social indaga la manera en que una sociedad indaga la manera en que una sociedad conoce e instituye el mundo en un momento determinado de la historia. Los discursos producidos están recorridos por un doxa, ósea, por creencias u opiniones admitidas, por líneas de sentido comunes que configuran una manera específica de ver el mundo que trasciende a los individuos:Hablar de discurso social es abordar los discursos como hechos sociales y por tanto como hechos históricos. De esta forma el analista buscara esta doxa determinada, esa regularidad, esos elementos invariantes que configuran una hegemonía discursiva. El solo hecho de hablar de discurso social, en singular, implica que más allá de la diversidad de los lenguajes, de la variedad de prácticas significantes, de los estilos y opiniones, el investigador va a poder identificar las dominancias interdiscursivas de las maneras de conocer y de significar el contenido, que son lo propio de esta sociedad y que regulan y transcienden la división social de los discursos sociales: lo que parafraseando a Antonio Gramsci, llamaremos hegemonía.

Intertextualidad, interdiscursividad e ideología En términos teóricos, entonces, hablamos de discurso social hegemónico, formado por tópicos, reglas de encadenamiento de los enunciados. Además, el discurso social está compuesto por “subconjuntos interactivos, donde operan tendencia hegemónicas y leyes tacitas. Los subconjuntos se relacionan unos con otros porque tienen elementos en común. Angenot plantea aquí dos conceptos claves: intertextualidad e interdiscursividad.El concepto de intertextualidad remite a las relaciones entre los textos, pero este autor además lo vincula con la circulación y transformación de ideologemas que atraviesan el discurso social en su conjunto: su emigración y difusión en distintas zonas discursivas. El ideologema es la unidad significante ideológica. Estas unidades aparecen dotadas de aceptabilidad, pero difusa, en una doxa determinada. La interdiscursividad se relaciona con la interacción e influencia que se produce entre los discursos. Cabe destacar entonces que según Angenot, la hegemonía no corresponde a una ideología dominante en el juego de las ideologías, por eso habla de dominante interdiscursivo.

Paradigmas temáticos y palabras claveLos paradigmas temáticos se vinculan con las palabras clave y los temas de los que se habla en una cultura en un momento determinado. El análisis de la tópica consiste en desentrañar e identificar los ideologemas sobre los que se sustenta el enunciado.Todo debate en un sector dado, supone un acuerdo previo sobre el hecho de que el tema <existe>, que merece ser debatido, y que un común denominador sirve de acento a la polémica. Desde el punto de vista de la tópica, recordemos que lo ideologemas son lugares comunes que integran sistemas ideológicos más amplios, son condensados ideológicos que funcionan como presupuestos y que pueden realizarse o no en el discurso. Resulta claro que una red interdiscursiva vincula discursos, en algunos casos la relacione es explicita; en otros la vinculación es implícita. Los ideologemas en tanto máximas subyacentes a desarrollo argumentativo de un enunciado, toman cuerpo en formas cristalizadas. Es importante señalar que estas formas, no son frases únicas sino un complejo de

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variaciones fraseológicas. Así mismo estos ideologemas se asocian con la doxa en tanto constituyen opiniones e ideas consagradas y evidencias comunes aceptadas por la mayoría y que no se someten a discusión.

Hay que destacar dos puntos importantes: en primer lugar, la hegemonía no implica que lago externo se imponga en términos de ideologemas. Esto es, la hegemonía, depende de, consiste en un sistema autorregulado. Es independiente de la voluntad de las personas. Y en segundo lugar, se compone de reglas canónicas, de tópicos y de discursos que incluyen “el margen de desviaciones y variaciones aceptable”. No obstante Angenot deja en claro que la hegemonía produce, impone, legitima, ciertos pensamientos, los temas aceptables y “las maneras tolerables de tratarlos”. Por otra parte, la hegemonía no solo impone dogmas sino también tabúes. En síntesis Angenot reitera que hay una matriz discursiva hegemónica formada por paradigmas temáticos e ideologemas, que un estado discursivo social, atraviesan los más diversos discursos sociales.En una palabra, la hegemonía produce la convergencia de un repertorio de temas obligados y mecanismos unificadores que sirven para legitimar y producir consenso.

Argumentación En la antigua Grecia y en la antigua Roma los espacios públicos de debate tenían un importante papel en la producción y reproducción del sistema político, social y jurídico: se realizaban asambleas de ciudadanos en la plaza central. Sin embargo, es necesario ser cuidadosos en este punto: que existieran espacios públicos donde el debate ocupara un papel de envergadura no debe conducirnos a pensar en ña concepción de la moderna democracia, se trataba, pues, de una concepción restringía de la decisión popular, en las que solo participaban aquellos que respondían a la categoría jurídica del ciudadano. Ante la posibilidad de diferentes posiciones frente a una misma problemática, era necesario argumentar, presentar pruebas, dar razones que sostuvieran la postura propia y que rechazaran las ajenas. Estas circunstancias permitieron un desarrollo sistemático de los discursos argumentativos, de su enseñanza y de su enunciación de principios que garantizaran la transmisión de este saber. El modelo o el conjunto de reglas y principios que enseñaban a diseñar, construir y producir discursos argumentativos para estos ámbitos institucionales fue denominado Tejné Rethoriké, en griego y Ars Rethorica en latín. La traducción más usual es el arte de la retórica. Este modelo explicitaba y consolidaba las modalidades de uso de la palabra argumentativa en el espacio público. El modelo retorico se transmitió como un conjunto articulado de principios. Así, fueron apareciendo textos didácticos y expositivos –especies de manuales- que fijaban y explicitaban las pautas a seguir. El más canónico completo e importante, por la influencia que tuvo en los estudios retóricos posteriores, fue el de Aristóteles. Este texto no solo tuvo una profunda influencia en la enseñanza romana sino también sirvió como modelo para todos los sistemas de enseñanza de retórica desarrollados en occidente. En efecto, Roland Barthes sostiene que toda la retórica clásica es aristotélica.

El concepto de arte retoricoPara entender que es el arte retorico es necesario pensar el concepto de arte más ligado a su origen que al significado que ha adquirido en la modernidad. Arte, en el contexto que nos ocupa y posteriormente, significaba “conjunto de reglas o preceptos para la realización de algún fin”. Nos aproximamos, entonces, a una primera definición de nuestro objeto de estudio. El arte es, según la concepción de la antigüedad clásica, un medio, una técnica para que el artífice logre la producción de su obra. Para la retórica, la obra es el discurso argumentativo y el artífice, el retor, esto es el orador. El arte retorico es, pues, un modelo que articula un conjunto de pautas, normas y modalidades de organización del discurso destinadas al orador, es decir, aquel que realiza y lleva a cabo los discursos argumentativos públicos. La retórica es un metalenguaje, y es un

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metalenguaje porque tiene como objeto de estudio y de reflexión otro lenguaje, establece su propio vocabulario, sus términos específicos, sus operaciones y mecanismos, sus principios. Se diferencia de otros metalenguajes –la lógica, la gramática- por sus fines y por los rasgos delo tipo de lenguaje que toma por objeto de estudio, reflexión y enseñanza. A diferencia de la gramática, la retórica no se ocupa de determinar la corrección sino que procura buscar la adecuación del discurso a sus fines persuasivos, al auditorio, al marco institucional en el que se desarrolla. Primero y antes que nada, se busca persuadir el auditorio y esto es lo que determina tanto las formas de organización del discurso como los medios y argumentos a utilizar.La retórica constituye, pues, una técnica, en el sentido más estricto de la palabra un método inventado por el hombre para lograr un fin específico.

El origen de la retoricaEl relato del origen de la retórica > caída de un tirano> redistribución de tierras previamente expropiadas. Plantin y Barthes. La retórica presentadas por Barthes. La retórica es presentada por Plantin como una forma de debate orientado a la resolución, mediante el discurso argumentativo, de situaciones conflictivas. Barthes en cambio, plantea que el surgimiento de la retórica estuvo fuertemente ligado a los litigios de propiedad. La enseñanza del discurso argumentativo permitió solo a algunos obtener beneficios en la distribución: aquellos que mejor lograran persuadir a los tribunales públicos obtendrán su parte de las tierras expropiadas. Así, aquellos que hubieran tenido formación en el arte retorico podrían persuadir mejor y así obtener más o mejores tierras. La elocuencia sostiene Barthes, fue el nuevo componente necesario para movilizar a los jurados populares instaurados en los procesos judiciales por la propiedad.

Los componentes de la persuasiónTres dimensiones que se debe tener en cuenta para la construcción de discursos retóricos. En este sentido hay tres fines intermediarios que el discurso tiene que cumplir para lograr su fin último que es la persuasión acerca de la postura que se busca sostener: conmover, enseñar y deleitar al auditorio.Para conmover al auditorio es necesario movilizar las emociones. Este componente se denomina pathos, es decir, conjunto de paciones o emociones.Caracteres del orador, aquello que, en griego se denomina ethos, el conjunto de cualidades morales que el orador presenta y sobre las cuales fundamenta su autoridad. De allí que se vincule con el fin de enseñar, pues el orador debe ser ejemplar, un modelo para el auditorio. La fuerza persuasiva del ethos se sostiene a partir de la siguiente premisa: cuanto más ejemplar se presenta el orador, más creíble y más legítima será su postura. Plantin> se pueden distinguir dos tipos de elementos constitutivos del ethos o carácter moral en que se fundara la autoridad del orador: por un lado aspectos extradiscursivos como la reputación o el prestigio que dependen de la construcción del discurso retorico. El tercer componente de la persuasión se basa en los mecanismos de construcción del discurso y, en griego, se denomina, logos. El logos remite a la idea de que el discurso, además de convincente, debe ser bello, entretenido, agradable para el auditorio.

Los géneros retóricosLa idea de género remite, en principio y dentro del modelo aristotélico a tipos de discursos pronunciados en contextos institucionales específicos motivo por el cual adquieren ciertos rasgos comunes. Son tres los géneros retóricos según el marco institucional en el que se lleve a cabo el discurso y el tipo de auditorio: el género político, el género judicial, y el género epidíctico. El discurso retorico consta de tres componentes: el que habla, de que se habla y a quien se le habla. Cada uno de los géneros retóricos tiene un objeto discursivo propio, un tiempo y una finalidad especifica.

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El género político o deliberativo Dos marcos institucionales posibles: la asamblea y el senado. Solo se delibera, sobre las acciones que son posibles de ser llevadas a cabo por los hombres.El género político se orienta al consejo o a la disuasión. El tiempo es el futuro, pues se toman decisiones sobre lo que sucederá. Su finalidad puede responder a las dos orientaciones mencionadas: lo conveniente o lo perjudicial para el bien común. Forma dominante de argumentar: ejemplificación, fundamentar sus posiciones sobre acontecimientos futuros a partir de la apreciación de los acontecimientos pasados.

El género judicialEn cuanto al género judicial, lo propio es la acusación o la defensa. El tiempo es el pasado y el fin, aquello sobre lo cual trata el discurso, es lo justo y lo injusto. El método dominante en el despliegue de este género es el despliegue de entimemas. El razonamiento entimemático es un tipo de prueba discursiva que establece una relación de causa y consecuencia entre enunciados.

El género epidícticoEl género epidíctico es aquel que se orienta específicamente al elogio o a la censura de un sujeto públicamente conocido. La amplificación es el recurso dominante en los discursos del elogio. La amplificación es una variante del ejemplo, orientada a la exaltación por comparaciones implícitas, de la persona elogiada.

Géneros auditorio finalidad objeto tiempo razonamiento Lugares

Deliberativo Asamblea/ senado

Aconsejar/ desaconsejar

Útil/ perjudicial

Futuro Exempla Posible/ imposible

Judicial Jueces Acusar/ defender

Justo/ injusto

Pasado Entimemas Real/ no real

Epidíctico Espectadores/ público

Elogiar/ reprobar

Hermoso/ feo

presente Comparación amplificatoria

Más/ menos

La técnica etapas de la construcción del discursoLa retórica, en tanto método de construcción, establece distintas etapas en la producción del discurso. El primer paso consiste en la búsqueda de argumentos y el último en la puesta en el acto del discurso ante el auditorio. Distintos pasos sucesivos:

1- Inventio: encontrar/ seleccionar qué decir2- Dispositio: organizar/ ordenar lo que se ha seleccionado3- Elocutio: embellecer el discurso/ adornarlo con figuras retoricas4- Memoria: aprender el discurso5- Acitio: representar el discurso/ ponerlo en acto

1- La inventioInventio: en latín hallar o encontrar. Los argumentos que se presentan en un discurso retorico son extraídos de un conjunto posible de formas argumentativas conocidas por el orador. Esto significa que el orador no crea sus propios argumentos a partir de una ocurrencia individual, sino que por el contrario, selecciona las formas argumentativas apropiadas. Esta primera etapa consiste en la planificación del contenido del discurso y de la forma dominante que va a adquirir la argumentación.Aquello que se denomina en latín quaestio es el punto de partida de la tesis, postura que el orador buscara sostener y de la cual pretende persuadir a su auditorio. La tesis, entonces, consiste en la postura del orador frente a la problemática que origina el debate o la contienda judicial.

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Los tipos de pruebasSegún define Aristóteles, existen dos tipos de pruebas a las cuales el orador puede recurrir: las pruebas externas, independientes del discurso argumentativo, y las pruebas internas al discurso argumentativo, esto es, los argumentos discursivos que el orador presenta ante el auditorio.Pruebas externas: testimonios, juramentos, contratos, entre otras.Pruebas internas: razonamientos discursivos, construcción de los argumentos probatorios. Se pueden distinguir dos orientaciones en la forma de argumentar: deducción e inducción, a las que les corresponde respectivamente, dos tipos de pruebas discursivas: entimema y ejemplo. Es importante tener en claro que la inducción y la deducción, tal como son presentadas por la retórica, no dependen de los acontecimientos externos en si sino de las formas de argumentar, constituyen dos maneras diferentes de organizar la argumentación discursiva y de llegar a una conclusión persuasiva para el auditorio. El entimema es un tipo de razonamiento deductivo. En un entimema los enunciados se encadenan de manera tal que el último de ellos resulta la conclusión de los dos primeros. Hay una premisa mayor – la primera-, que se presenta bajo la forma de una afirmación general (universal), una premisa menor – la segunda- y la conclusión. Entre las premisas mayores un entimema se pueden incluir definiciones, máximas y otro tipo de enunciados generales que tienen un funcionamiento universal: todo / ningún X es Y.Las premisas de los entimemas suelen estar construidas a partir de los lugares comunes y por lo tanto, extenderse a la tópica. En todos los casos, se trata de enunciados verosímiles y ya aceptados como probables por el auditorio. Este es el rango principal que diferencia al entimema del silogismo. Para la lógica, en efecto, las premisas de un silogismo se evalúan en términos de verdad o falsedad. Para la retórica, en cambio, la selección de la premisas de un entimema depende del grado de aceptación que se estima tendrá en auditorio.El exemplum es un caso particular que se presenta para fundamentar la tesis. Se llega a una conclusión mediante la presentación de casos particulares. El exemplum puede ser histórico o ficticio. Aristóteles de otorga prioridad al primer tipo sobre todo, en lo que atañe al género deliberativo pero afirma que también se puede recurrir a exempla (ejemplos) ficticios en el caso de que los ejemplos históricos no resulten pertinentes.

La tópica La tópica es el conjunto de lugares a los cuales el orador remite para construir las premisas de sus razonamientos, en otras palabras el conjunto de ideas que operan como puntos de partida de los argumentos. La tópica está compuesta por dos tipos de lugares: los lugares comunes y los lugares específicos. Los lugares comunes “topoi”. Se trata bien de ideas generales sobre las cuales basarse para construir un argumento. En cualquiera de los casos los lugares comunes son compartidos por los tres géneros retóricos y se caracterizan como punto de partido de los razonamientos, se pueden distinguir, así dos definiciones de tópica: un conjunto de formas “vacías”, esquemas para construir los argumentos, y una reserva de ideas sobre las cuales basar los argumentos. En este último sentido los lugares comunes constituyen, temas recurrentes a los cuales acudir. Los denominados lugares específicos son funcionales en determinado género particular. Consiste en enunciados argumentativos aceptables en un marco institucional determinado pero no en otros.Es importante tener en cuenta que se trata de enunciados compartidos por el orador y por su auditorio, pues forman parte del saber admitido como verdadero, probablemente certero, por un grupo social. Doxa. La tópica como conjunto de lugares comunes es, por lo tanto histórica y está fuertemente ligada con el sistema de valores dominante en una sociedad determinada en un momento histórico dado. El orador por consiguiente, no inventa, ni crea sus argumentos, sino que los selecciona y los construye a partir de posibles enunciados argumentativos, sino que los selecciona y los construye a partir de posibles enunciados argumentativos que ya funcionaban como enunciados circundantes y administrables para determinados grupos sociales.

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La dispositioUna vez definida la tesis y los argumentos a los cuales el orador recurrirá en su presentación de pruebas discursivas. La retórica proporciona una estructura de organización del discurso. Dispostio se suele traducir como “disposición”. Esta segunda parte de la técnica retorica se centra en la organización y estructuración general del discurso y en las partes que lo componen. Implica la puesta en discurso de aquello que se ha planificado en la primera etapa.Aristóteles: dos dimensiones persuasivas que emergen en las distintas partes del discurso: conmover, convencer. La primera y la última parte, según la antigua retórica, tiene un componente que se orienta a movilizar los ánimos del auditorio.La exordio –apertura- y el epilogo – el cierre del discurso-. En cambio, las otras dos partes que suelen componer los discursos retóricos, la narratio y la confirmatio, ponen en funcionamiento un tipo de estructura razonada, que persuada a través de las pruebas para convencer.

Convencer1 2 3 4

Exordio Narratio Confirmatio Epilogo

Conmover

La estructura particular de los discursos depende del genero retorico y del marco institucional pero existe un modelo básico, formado por una parte expositiva y una parte persuasiva, que resulta común a los tres géneros.No obstante la existencia de un formato básico común, el criterio que organiza la división del discurso, en este sentido, debe adecuarse a los fines persuasivos particulares. La presencia o ausencia de alguna de las partes no solo varía de acuerdo con el género sino también con la relación a la situación contextual especifica.

1: ExordioPartes del modelo 2: Narratio

3: Confirmatio 4: Epilogo

1. Exordio: es la inauguración del discurso. El exordio consta principalmente de dos componentes: la captatio benevolente y la partitio. La primera es la seducción del auditorio, la atracción de su atención; la partitio anuncia el plan que se va seguir en el discurso. En el caso de los discursos epidíctico, el exordio presenta la orientación discursiva: el elogio o la censura del comportamiento moral. Para los discursos judiciales, el exordio da una muestra del discurso por adelantada con el fin de que los oyentes conozcan sobre que va a versar (partitio) y tiene una función fundamental. En cambio, los discursos poéticos, por lo general se inscriben en un debate específico sobre un tema en particular, suelen responder a otros discursos y, a su vez, ser respondidos. Por eso el exordio, que presenta el tema del debate, tiende a no ser necesario en discursos deliberativos.

2. Narratio: es la exposición de la serie de acontecimientos pasados que conducen a la quaestio. Narración o presentación ordenada que expone los hechos a partir de los cuales se llegó a la situación del debate. La estructura de la narratio se adecua a los fines y al objeto del discurso pronunciado. En el discurso judicial la narratio resulta fundamental. En cambio, en los discursos políticos, al tratarse sobre hechos

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futuros, la narratio no suele aparecer. Por otro lado, si los hechos suficientemente conocidos, no hace falta recordarlos.

3. Confirmatio: es la parte probativa del discurso retorico. Es la zona más fuertemente argumentativa. Se pueden distinguir también tres momentos de la confirmatio: la propositio, definición sintetizada de la causa y presentación de la tesis; la argumentatio, exposición de las razones probatorias; y la atercatio, dialogo con el oponente. En esta parte del discurso se realizan dos movimientos. Por un lado la impugnación de los argumentos presentados por el adversario (refutatio) y, por el otro, la presentación de las pruebas propias.

4. Epilogo: puede ser caracterizado como cuatro funciones: inclinar al auditorio a favor de la tesis propuesta y en contra de la del adversario, amplificar y minimizar, excitar las pasiones del auditorio y hacer que recuerde, mediante la reiteración, los puntos principales sobre los cuales se ha centrado el discurso (recapitulatio).

Elocutivo,Es la instancia donde se seleccionan las formas de expresión adecuadas al discurso se denomina elocutio y presenta dos grandes aspectos: la selección de las palabras y la construcción de las frases. Se tratan de incorporar a discurso argumentativo modos de expresión que sean no solamente correctos en términos gramaticales sino principalmente agradables y bellos. La elocutio se orienta a deleitar al auditorio y a despertar su interés, a través de un discurso entretenido, conmovedor, llevadero, bello. Con ello, también se construye una imagen ejemplar del orador. La elocutio, por lo tanto, se vincula con el modo como el discurso predispone los ánimos del auditorio o través de las formas de expresión.

Memoria y actioLos discursos retóricos clásicos, como componentes del espacio público de debate y circulación de la palabra. La memoria, aprendizaje del discurso, y la actio, se puesta en acción, resultaban componentes fundamentales. En este sentido los manuales de retórica clásica solían incluir apartados con indicaciones respecto a la gestualidad, la posición corporal y el uso de la voz en la pronunciación de los discursos de acuerdo a los diferentes marcos institucionales.

¿Qué son las operaciones de prensa?Movimientos- pariciones o declaraciones- usualmente utilizadas para construir las historias periodísticas. “La difusión de esta información fue estimada por fulano de tal como una operación de prensa destinada a confundir, desviar la atención… o perjudicar”. Estas expresiones bastante usuales, por supuesto, pueden variar en cuanto a quienes son los generadores y quienes los destinatarios, o de la acción de que se trate, y expresa por parte de un actor la intención de rebelar la intencionalidad que siempre connota. Puede afirmarse que el concepto adquirió “autolegitimación” en el propio discurso periodístico. Aclarando que no toda operación de prensa tiene que ser “secreta”. La cuestión central, profesionalmente hablando es si el periodista/medio son “víctimas inocentes” de la operación de prensa, o si bien se actúan como cómplices o coautores de una estrategia desinformativa, puesta en marcha por un gobierno o, más extremo aun, el periodista y/o medio se constituyen en autores principales de esta maniobra.

Operaciones de acción psicológicaDesde la Guerra fría las modalidades de guerra se combinaron. Adquirió en los estados una importancia sobresaliente todo lo vinculado a los medios de comunicación de masas y sus efectos.

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Cambiaron las modalidades entonces, las acciones psicológicas se hicieron más sutiles y sofisticadas y se empleaban para contrarrestar, neutralizar la acción política de otros, o bien para preparar una acción ofensiva. La acción psicológica es un término que se sistematizo primeramente en las operaciones bélicas, a los desplazamientos de tropas. Pero más recientemente se comenzó a prestar cada vez más atención a la acción psicológica tanto en los tiempos de guerra como en los tiempos de paz, aplicado a las propias poblaciones o bien a las poblaciones que podían ser eventuales enemigas para, así, anticipar efectos. Lo dicho hasta aquí reconoce la teoría del conflicto social como motor de la historia. La complejidad implica un debate permanente, aunque por otros medios no violentos. Esas batallas, como lo sostuvimos más de una vez, encuentran su espacio de comunicación masiva que puedan actuar, según las ocasiones como terceros independientes o como aliados estratégicos de uno u otro sector en pugna. Estas estrategias fueron muy sistematizadas por sistemas políticos genéricamente llamados totalitarios como el nazismo y el comunismo.Las operaciones psicológicas, entonces, uno de cuyos instrumentos es la operación de prensa, comprende a las operaciones políticas, militares, económicas, diplomáticas e ideológicas, articuladas al objetivo de conseguir consecuencias psicosociales.