Sennett, Richard - La corrosión del carácter

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    La corrosionId~l carticter

    Las consecuencias personales del trabajoen el nuevo capi talismoTraduccion de Daniel Najrnias, .

    f. !!

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    . ~ EDITORIAL ANAGRAMABARCELONA

    IflI,

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    Titulo defa edicion original:The Corrosion of Character: The Personal Consequences of Workin the New CapitalismW.\V. Norton &CompanyNueva or'k, 1998

    Diseno defa coleccion:Julio Vivas .Ilustraclon de Mireia Vidal

    Primera edicion: enero 2000Segurula edicion: mayzo 2000Tercera edicion: abril 2000Cuarta edicion: diciernbre 2000Ouinta edici611:noviembre 2001Sex/a edicion: mayo 2003Septima edicion: marzo 2004OctGva edicion: enero 2005

    ~'j Richard Senneu, 1998~) EDlTORIAL ANAGRAM1\, S.A., 2000Pedro de laCreu, 5808034 BarcelonaISBN: 84-339-0590-2Dep6si\.O Legal: B_ 3907-2005Printed in SpainLibcrduplcx, S.L., Constitucio, 19, 080 14 Barcelona

    A la me-moria de Isaiah Berlin

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    PROLOGO

    En la actualidad, la expresiori capitalismo flexible describeun sisrerna que es algo mas que una rnera variacion sobre un viejorema. El acenro se pone en la flexibilidady seatacan las formas rf-gidas de la burocracia y los males de la rurina ciega. A los rrabaja-dores sc les pide un cornportamicnro agil; se les pide rarnbicn=con muy poca antclaci6n~ qut' esren abierros al cambio, que asu-man un ricsgo tras otro, que deperidan cada vez mcnos de los rc-glamentos y procedirnienros formalcs.

    Poncr cl accnro en la flexibilidad cambia cl significado mismodel trabajo, y con ello las palabras que usamos para hablar del tra-bajo. Carrera, par cjcrnplo, es un rerrnino cuyo significado ori-ginal en ingles era camino para carruajes; aplicado posreriorrneriteaI trabajo, dcsigna el canal por donde se ericauzan las acrivida-des profesionales de toda una vida. El capital isrno flexible ha blo-queado cl camino recto de la carrera, dcsviando a los emplcados,rcpentinarncnrc, de uri tipo de trabajo a otro. En el Ingles dSI si-glo XN, la palabra job (trabajo, empleo) designaba un pedazo 0fragmento de algo que podia acarrearse. Hoy, la flcxibilidad le de-vuclve esc senrido dcsconocido, pues a 10 largo"de Sll vida Ia genrehaec fragmentos de trabajo. "

    Es roralmente natural que 1 3 0 flexibilidad crcc ansicdad: la gen-te no sabe que le reporraran los riesgos asurnidos ni que camiriosseguir. En el pasado, quitarlc la connoraci6n maldira a la cxpre-siori sistema capiralista. dio lugar a muchas circunlocucionescomo sistema de libre ernpresa 0de ({empre..saprivada. En la ac-

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    tualidad, el terrnino flexibilidad se usa para suavizar la opreslonque ejerce el capitalismo. A1 atacar la burocracia rfgida y hacerhihcapie en el riesgo se afirma que la flexibilidad da a la genre maslibertad para moldear su vida. De hecho, mas que abolir las reglasdel pasado, el nuevo orden implanta nuevos controles, pero estostampoco son faciles de comprender. El nuevo capitalismo es, confrecuencia, un regimen de poder ilegible.

    Tal vez el aspecto mas confuso de la flexibilidad es su irn-pacto en el caracter. Los viejos hablantes de ingles, y sin dudaalguna los escri tores de la antigliedad, tenfan perfectamente cla-ro el significado del termino caraqF, ~~er: el va191,,"...e"lli;Q' l - I fe a9i~!:!L~""~~Y~f.r.w_.d~Y~,_nj~l .,E.8l : }f.J?J"aSEt~~4 sAR~~E : :g,~J..l~.~L~ti.tl~~'ill..fllnS}.qn",_g.!,J,m_,Q,2j~,Xg"f,ll,.t"lL~ De la confu-si6n de sentimientos en que todos vivimos en un momento cual-qui era, intentamos salvar y sostener algunos; estos sentimientossostenibles seran los que sirvan a nuestro caracter, EI caracter se. ~~~re~aclOra"",c . q Q . . .l < t ~ A ..~"~gBl..p.~~~2m~~~OULIlJ.o~e!}--82Z2E~~.~N-1}5?c~.x,JlR,!"~Q!i,,,Jl:'J~,que.r.eID.Q>~;'M!~ ,

    ~C6mo decidimos 10 que es de valor duradero en nosotros enuna sociedad impaciente y centrada en 10 inrnediato? ~C6mo per-seguir metas a largo plazo en una economia entregada al corto pla-zo? ~C6mo sostener la lealtad y el compromiso redproco en insti-t~ciones que estan en continua desintegraci6n 0 reorganizaci6n?Estas son las cuestiones relativas al caracter que plantea el nuevocapitalismo flexible.

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    Hace un cuarto de siglo, Jonathan Cobb y yo escribimos unlibro sobre la clase trabajadora de Estados Unidos tirulado TheHidden Injuries of Class (Las heridas ocultas de la clase). En La co-rrosion del cardcter he retomado algunas de las cuestiones so~reel trabajo y el caracter en una economia que ha experimentado fincambio radical. La corrosion del cardcter pretende ser, mas queun libro corto, un ensayo largo; es decir, he tratado de desarro-llar un solo razonamientocuyas partes abordo en capftulos muybreves. En The Hidden Injuries of Class, Jonathan Cobb y yo nosbasamos exclusivamente en entrevistas. Aqui, como conviene a unensayo-razonarniento, he usado Fuentes mas diversas e informa-les y he incluido datos econ6micos, interpretaciones historicas yteorfas sociales. 'Tambien he investigado la vida cotidiana, comopodria hacerlo un antropologo.

    Quisiera sefialar aquf dos cuestiones relativas al presente texto.Ellector encontrara a menudo ideas filos6ficas aplicadas a la expe-riencia concreta de individuos, 0 probadas por dicha experiencia ..No voy a disculparme; una idea tiene que soportar el peso de la ~experiencia concreta, de 10 contrario se vuelve una mera abstrac-cion. En segundo lugar, he disfrazado las identidades reales rnu-cho mas de 10 que 10 habrfa hecho si se tratara de autenricas entre-vistas, y esto ha implicado cambiar las referencias de lugar y detiernpo y, de vez en cuando, condensar varias voces en una 0 divi-dir una voz en muchas. Estos disfraces apelan a la confianza dellector, pero no a la confianza que un novelisra querrfa gan~rse mec .diante un relato bien construido, pues esa coherencia est31ausenteen la vida real. Espero haber reflejado con exactitud el sentido de10 que he oido, si no precisamente sus circunstancias.

    A1 final dellibro, he afiadido tarnbien algunas tablas estadfsti-cas, preparadas por Arturo Sanchez y yo, que ilustran algunas ten-dencias econ6micas recientes.

    De Jonathan Cobb aprendi muchas cosas sobre el trabajohace un cuarto de siglo. He vuelto a trabajar sobre este rema a ins-tancias de Garrick U dey, y Bennett Harrison, Chri~topher Jencksy Saskia Sassen me ayudaron a desarroHarlo.La corrosiondel carJc-.

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    ter inte~t~ comprender algunas repercusiones personales de losdescubnmlentos que todos ellos hicieron en relacion con la eco-nornfa moderna. Con mi profesor ayudante Michael Laskawy ten-go una de~da de caIl_laraderia intelecrual, y tarnbien de pacienciaen e.lm~neJo de las diversas versiones pracricas que cornportan in-vestigacion y horas de escritura. I

    Este ensayo cornenzo como un Curso DarJrin dictado en laUniversidad de Cambridge en 1996. El Centro de Estudios Avan-zado~ de Cienci~. del Comportamiento me faciliro el tiempo ne-cesano para escribir el presente libro.

    Por ultimo, quiero dar las gracias a Donald Lamm y AlaneMason, de W. W. N~rton & Compa,ny, y aArnulf Conradi y Eli-zabeth Ruge, de Berlin Verlag, que me ayudaron a darle la formafinal al manuscrito.

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    1. ALADERIVA

    Hace poco me encorrtre en un aero puerto con alguien a quienno habfa visto desde hacia quince afios. Veinticinco anos anteshabia entrevistado al padre de Rico (como 10 llamare en adelante),cuando escribf un Iibro sobre la clase obrera americana tituladoThe Hidden Injuries of Class. Enrico,sp padre, trabajaba entoncescomo portero, y tenia muchas esperanzas puestas en su hijo, queestaba entrando en la adolescencia y era un chico que destacaba enlos deportes. Cuando, diez anos mas tarde, deje de ver al padre,Rico acababa de completar sus estudios universitarios. En la salade espera de nuestra cornpafiia aerea, Rico daba la impresion dehaber realizado todos los suefios del padre: lIevaba un ordenadoren un elegante estuche de piel, iba vestido con un traje que yo nopodria perrnitirrne y lucia un grueso anillo de sello.

    Cuando nos conocimos, Enrico lIevaba veinte afios limpiandolavabos y suelos de un edificio de oficinas del centro. Lo hacia sinrechistar, pero tampoco pretendia estar encarnando el suefio arne-ricano. Su trabajo tenia un unico objetivo a largo plazo: servir a sufamilia. Habfa tardado quince afios en ahorrar el dinero necesariopara comprar una casa en un barrio residencial de lasafueras deBoston, rompiendo as! los lazos que 10 rnanterifan unido a su viejobarrio italiano: una casa en las afueras era mejor para los crfos,LuegoFlavia, su esposa, cornenzo a trabajar como planchadora enun centro de limpieza en seco; cuando conocf avEnrico t;n 1970,el y Flavia estaban ahorrando para poder pagar la educacion uni-versitaria de sus dos hijos.

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    L.~,9l!-.e mas me~&I2SSlcii.o de Enrico y su generaclOn f l l i : .cuan lineal~JJ;,.,.t;l!J~1!!P.Q,~ft,~E.xida: ai1:?~~~_.:...n0en eE!~~.g~e .ra;,-~m..~,r:.:elE~~~t;t~E.~~.io~~EJ-&!_s2kljano;en e~e~ti~1!lp?~}-r:.~::l~-,,!?~~!".W~~M!.~.J'~' Enrico y Flavia cornprobabaiitadas fas semanas como crecia su cuerita de ahorros. Median suvida dornestica por las divers as mejoras y afiadidos que hadan ensu casa. Adernas, ~p'.?

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    Fue asi como me entere de que Rico habia realizado el deseode su padre en la ascension en la escala social, si bien en el fondorechazo el camino de su padre. Rico se burla de los esclavos deltiernpo y dernas personas prisioneras en la armadura de la buro-cracia, y cree que hay que estar abierto al cambio y asumir riesgos.Y ha prosperado: mientras los ingresos de Enrico se situaban en lacola del escalafori, Rico ha ascendido hasta el 5% superior. Y, sinembargo, no es una historia totalmente feliz para el.

    T ras graduarse en ingenieria electrica en una universidad lo-cal, Rico fue a una escuela de empresariales en Nueva York. AlIi secaso con una cornpaficra, una joven protestante hija de una fami-lia de mejor posicion. Los estudios prepararon. a la pareja para

    mudarse y cambiar de trabajo con frecuencia, y asf 10 hicieron.Desde que terminaron la carrera, Rico se ha mudado cuatro vecesen catorce afios.

    Rico ernpezo como asesor tecnologico en una empresa de ca-pital de riesgo de la Costa OeJte, en los primeros y emocionantesdfas de la industria informatica en Silicon Valley; luego se trasladoa Chicago, donde tampoco Ie fue mal. Sin embargo, la siguientemudanzase hizo a favor de la carrera de su mujer. Si Rico fueraun personaje ambicioso sacado de las paginas de Balzac, nunca 10habria hecho, pues aparte de no ganar mas en su nuevo trabajo,dejaba los semilleros de la alta tecnologia por un parque de ofici-nas en un lugar retirado, aunque arbolado, de Missouri. En ciertomodo, Enrico se habia sentido avergonzado cuando Flavia co-menzo a trabajar; Rico ve a Jeannette, su mujer, como a una cole-gaen pie de igualdad, y se ha adaptado a ella. Fue entonces, en elmornento en que la carrera de Jeannette despego, cuando cornen-zaron a llegar los nirios.

    En el parque de oficinas de Missouri, las incertidumbres de lanueva economia afectaron tarnbien al joven Rico. Mientras Jean-nette era ascendida, Rico se vio afectado por un recorte de planti-lla, pues su empresa fue absorbida por otra mayor con sus propiosanalistas. Y por este motivo la pareja se mudo por .cuarta vez y re-greso al Oeste, para instalarse en un barrio residencial de las afue-ras de Nueva York. Jeannette dirige ahora un importanre equipode contables, y el ha montado una pequefia consultorfa,

    A pesar de ser una pareja prospera, laviva imagen de una pa-reja amoldable en la que ambos se apoyan mutuamente, tanto elmarido como la mujer temen a menudo estar al borde de la perdi-da del control de sus vidas, un miedo enraizado en sus respectivashistorias laborales.En el caso de Rico, el miedo a perder elcontrol es facil decomprender: tiene que vet con el manejo del tiempo. CuandoRico lesdijo a sus colegas que iba a abrir su propia consultoria, lamayo ria 10 aprobo, una consultoria parece ser el camino de la in-dependencia. Sin embargo, al comenzar se vio metido de cabezaen tareas de categoria inferior, como tener que hacerse el mismolas fotocopias y otras cosas que antes ni se planteaba. Se enconrro,

    abandonado. Todos violamos de una manera u otra el lugar quenos ha sido asignado en el rnito familiar, pero la movilidad ascen-dente le da a ese pasaje un giro peculiar. Rico y Otros jovenes queascendieron en la escalasocial a veces sentian vergiienza por elacento de clase trabajadora y por los modales toscos de sus padres,pero con mayor frecuencia se seritfan ahogados por la intermina-

    ~ ble estrategia de contar hasta el ultimo centimo y manejar el tiern-po con cuentagotas. Esros nifios privilegiados querian embarcarseen un viaje menos forzado.

    Ahora, muchos afios mas tarde, gracias a mi encuentro en elaeropuerto, tuve oportunidad de ver como Ie habfan ido las cosasal .~ijo de Enrico. Debo confesar que no me gusto mucho 10 quevi en la sala del aeropuerto. El costoso traje de Rico puede habersido solo el plumaje requerido por el trabajo, pero el anillo -signadistintivo de una historia familiar de elite- pareda al mismo tiern-po una mentira y una traicion al padre. No obstante, las circuns-tancias quisieron que Rico y yo coincidieramos en un largo vuelo.Ni el 'ni yo hicimos uno de esos dpicos viajes americanos en queup desconocido vomita todas sus emociones encima de otro, reco-ge un equipaje mas tangible cuando el avion aterriza y desaparecepara siempre. Me serite a su lado sin que me invitara, y durante 'laprimera hora de un largo vuelo de Nueva York a Viena tuve quesacarlela informacion con sacacorchos.

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    sumergido en el flujo de una red de conexiones; tenia que respon'-der a todas las llarnadas, y perseguir a las mas raras relaciories. Paraencoritrar trabajo se vela supeditado a las agendas de personas queno estabanen absoluto obligadas a responderle. Como otros con-sultores, aspira a trabajar con coritratos que estipulen correxacti-tud 10 que le corresponde hacer. Sin embargo, me dijo Rico, lamayorfa de estos coritratos son una mera ficcion. Un consultorsuele tener que trabajar de una manera u otra en respuesta a loscaprichos 0 los cambios de ideas de los que pagan. Rico no tieneun papel fijo que lepermita afirmar: Esto es 10 que hago; de estosoy responsable.

    La falta de control de Jeannette es mas sutil, El pequefio gru-po de contables que ahora dirige se divide entre aquellos que tra-bajan en casa, los que suelen trabajar en el despacho y una Falangede empleados administrativos de bajo nivel, a milo dos mil kilo-metros de distancia y coriectados con ellapor ordenador. En suactual empresa, unas reglas estrictas y la vigilancia de los releforiosyel correo electroriico disciplinan la coriducta de los que trabajandesde casa; para organizar el trabajo de los empleados conectadospor ordenador, Jeannette no puede ha:cer juicios practices cara acara y debe trabajar ajustandose a estrictas directrices escritas. Eneste trabajo aparentemente flexible, no siente que la burocracia seamenor; de hecho, sus propias decisiones cuentan menos que en losdias en que supervisaba a trabajadores que estaban siempre juntosen la misma oficina.

    Como deda, al principio no estaba muy dispuesto a derramarmuchas Iagrimas por esta pareja, eJcarnacion del suefio america-no. Sin embargo, cuando las azafatas nos sirvieron la cena y Ricose puso a hablar de cosas mas personales, 10 send mas cercano. Surniedo a perder el control tenia rakes mucho mas profundas quela preocupacion por perder poder en su trabajo. Rico teme que lasmedidas que necesira tomar y la manera como tiene que vivir parasobrevivir enla moderna ecoriomfa hayan lanzado a la deriva suvida interior y emocional.

    Rico me corito que el y Jeannette se habian hecho amigos de~la mayorta de la genre con la que trabajan, y que con los cambiosde los ultirnos doce afios perdieron la mayoda de esas amistades,18

    aunque, como dijo el, seguimos coriectados. Rico busca en lascomunicaciones electroriicas el sentido de comunidad que Enricodisfrutaba mas cpando iba a las asambleas del sindicato de porte-ros, pero el hijo encuentra que las comunicaciones on line son bre-ves y precipitadas, Es como con los hijos: cuando uno no estaahf, se entera de todo mas tarde.

    En cada una de sus cuatro mudanzas, los nuevos vecinos deRico han tratado su llegada como un hecho que cierra capttulospasados de su vida; le preguntan por Silicon Valley 0el parque deoficinas de Missouri, pero, segun Rico, ellos no yen otros luga-res, su irnaginacion no entra en juego. Este es un miedo ml\Yamericano. El clasico barrio residencial antes era una ciudad dot-mitorio; durante la ultima generacion aparecio un nuevo tipo debarrio residencial, mas independiente del nucleo urbano desde elpunto de vista ecoriomico, pero sin ser tampoco una ciudad 0unpueblo. Un lugar crece de repente al toque de la varita magics deun promotor inmobiliario, florece y ernpieza a dec1inar al cabo deuna gerteracion. Esas comunidades no carecen totalmente de unacomponente social 0de barrio, pero en ellas nadie se convierte ienun testigo de por vida de la historia de otra persona.

    El aspecto fugaz de la amistad y de la comunidad local coristi-tuyen el fondo de la mas aguda de las preocupaciones intimas deRico: su familia. Llegamos a casa a las siete, preparamos la cena,tratamos de que nos quede una hora para ayudar a los nifios con 'los deberes, y luego nos dedicamos a nuestro papeleo. Cuando lascosas se ponen duras en su consultorfa durante rneses enteros,casi ya no se quieries son mis hijos. Le preocupa tarnbien la fre-cuente anarqufa en la que se hunde su familia, y le preocupa noocuparse 10 suficiente de sus hijos, cuyas necesidades no puedenprogramarse para que se adapten a las exigencias de su trabajo.

    AI ofrlo, intente tranquilizarlo; mi mujer, mi hijastro y yo he-mos soportado una vida de alta presion muy similar a la ,suya, YIhemos sobrevivido bastante bien. No eres justo contigo n1ismo,le dije. El hecho de que te preocupes tanto significa que estas ha-ciendo por tu familia rodo 10 que puedes. Aunque mis palabras10 reconfortaron, yo 10 habfa comprendido mal.

    Yo ya sabfa que de nino a Rico le habfa irritado'la autoridad19

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    de su padre; ya entonces rnehabfa dicho que se senrfa agorado porlas reglas inamovibles que gobernaban la vida d~l porrero, Ahoraque el es padre, 10 obsesiona el miedo a perder la disciplina etica,en especial el rernor a que sus hijos se vuelvan unas raras de cen-tro cornercial que anden dando vueltas por las tardes sin nadaque hacer por los aparcamientos de las grandes superficies mien-tras los padres permanecen inaccesibles en sus despachos.

    Rico quiere ser, para su hijo y sus hijas, un ejemplo de deter-minacion, de alguien que tiene una meta en la vida; tiene que po-ner un ejemplo. Yel ejernplo objetivo que podria ponerles, su mo-vilidad social ascendente, para eUos es algo natural, una historiaque pertenece a un pasado que ya no es el suyo, una historia ter-rninada. Pero su preocupacion mas honda es no poder ofrecer las~stancia de su vida profesional como ejernplo para que sus hijosyean como han de comportarse eticamente.t Las cualidades delbuen trabajo no son las cualidades del buen caracter,

    ' X ' ; : , '

    v ; ! . , , / Como comprenderia mas tarde, la gr~~edad de ,este temorprocede de la brecha que separa a la generaclOn de Ennco de la de. r co. ~~JLq_eres d~;Ja ec.o~m~a."L 10~_"pEl.diss.~~,~pecl~osnacen hinc~p,is en el merc,ado global y . en el uso de lasn.:~.E~t~

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    que los empleados cornprenden [que no pueden depender de laernpresa] se vuelven cornercializables." Para hacer frenre a las reali-

    Q dades actuales, el desapego y la cooperacion superficial son una"armadura mejor que el cornportamienro basado en los valores delealtad y servicio.

    Es la dimension temporal del nuevo capitalismo, mas que latransrnision de datos con alta tecnolog1a, los mercados bursatilesglobales 0 el libre cornercio, 10 que mas directamente afecta a lasvidas emocionales de las personas que ejercen su actividad fueradel lugar de trabajo. Trasladado al rerrerio de la familia, el lema

    I nada a largo plazo significa moverse continuamente, no com-prorneterse y no sacrificarse. En un momento del vuelo Rico es-tallo de repente: No puede usted imaginarse 10 esnipido que mesiento cuando les hablo a rnis hijos de compromiso. Para ellos esuna virtud abstracta; no la yen en ninguna parte. Durante la cenasencillarnenre no cornprendf el porque del estallido, que no pa-reoia venir a cuento de nada, pero ahora su significado se me havuelto mas claro, entendido como un reproche que Rico se hacfa aS1mismo. Lo que Rico quiere decir es que los nifios no yen que elcornprorniso se practique en la vida, 0 en la generacion de sus pa-dres.

    Rico tarnbien detesta el hincapie que se hace en el trabajo deequipo y el debate abierto que caracteriza a un lugar de trabajo fle-xi~le y progresista una vez que esos valores se trasladan a la.intirni-dad. Si se practica en casa, el trabajo en equipo es destructivo, yrefleja una falta de autoridad y de orienracion en la educacion delos riifios. 1 y Jeannette -me dijo- han visto a demasiados padresdiscutir hasta la saciedad todos los asuntos familiares por miedo adecir [No!: padres que escuchan dernasiado bien, que compren-den todo maravillosamenre en lugar de imponer la ley. Y han vistoel resultado: demasiados nifios desorientados.

    Las cosas tienen que tener logica, me dijoi Rico. Una vezmas, al principio no 10 enrendf, y me explico 10 que querfa deciren relacion con la actividad de ver la television. Quiza de maneraexcepcional, Rico y Jeannette discuteri con sus dos hijos varones larelacion entre las pelfculas 0 telecomedias que los nifios yen portelevision y los sucesos de los .periodicos, De 10 conrrario, todo es24

    l}~III

    iIfIII ~fItIt:r

    s610 un batiburrillo de irnageries. Sin embargo, la mayor parte delas veces esas conexiones rienen que ver con la violencia y la sexua-lidad que los nifios yen por television. Enrico utilizaba siempresencillas parabolas para planrear en casa cuestiories relacionadascon el caracter; la Fuente de estas parabolas era su trabajo: portero.Por ejemplo: Puedes dade la espalda a la suciedad, pero no poreso va a desaparecer. Cuando conod a Rico en su adolescencia,reaccionaba con cierra verguenza a esta filosoHa casera. Por eso, alreenconrrarlo, le pregunte si ei tam bien hada parabolas 0 extrafareglas eticas de su experiencia en el trabajo. Prirnero evito respon-der directamenre -En la television no se ve mucho de eso-, peroluego me resporidio: Bueno, no, yo no hablo de esa rnanera.

    El cornporramiento que cosecha buenos resultados; 0 inclusosolo la supervivencia en el trabajo, le deja a Rico poco que ofreceren el papel de padre modelico. En realidad, para esta pareja mo-derna, el problema es precisamente el conrrario: como proteger lasrelaciones familiares para que no sucumban a los cornportam ien-tos a corto plazo, el modo de pensar inmediato y, basicamenre, eldebil grado de lealtad y cornprorniso que caracterizan al modernolugar de trabajo. En lugar de los valores cambiantes de la nuevaecoriornfa, la familia -tal como Rico la concibe- deberfa valorar laobligacion, la honradez, el compromiso y la finalidad.

    Este conflicto entre familia y trabajo plantea algunas cuestio-nes sobre la experiencia de la vida adulta en sf. ~Como puedenperseguirse objetivos a largo plazo en una sociedad a corto pfazo?~Como sostener relaciones sociales duraderas? ~Como puede unser humano desarrollar un relato de su idenridad e historia vital enuna sociedad compuesta de episodios y fragmentos? Las condicio-nes de la nueva economfa se alimentan de una experiericia que vaa la deriva en el riern po, de un lugar a otro lugar, de un ernpleo aotro. Si pudiera establecer el dilema de Rico en terrninos mas am-plios, dirfa que el capitalismo del corto plazo amenaza con corroersu caracter, en especial aquellos aspectos del caracter que linen alos seres humanos entre S1y brindan a cada uno de ellos una sen-sacion de un yo sostenible.

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    A1 terminar la ceria nos quedamos los dos cada cual absortoen sus pensamientos. Un cuarto de siglo antes habia imaginadoque el capitalismotardio habia conseguido algo parecido a unacorisurnacio n final; hubiera 0 no mas libertad de mercado y me-nos control gubernamental, el sistema aun entraba en la expe-rien&ia coridiana de la gente como siempre 10 habia hecho, es de-cir, por medio del exiro y del fracaso, de la dorninacion y lasurnision, la alienacion y el consumo. Para rnf, las cuestiories rela-tivas ala cultura y al caracter caian dentro de esas categorfas cono-cidas. Hoy, sin embargo, estos viejos habitos de pensamiento nointeresadan a la experiencia de ninguna persona.

    Obviamente, 10 que Rico me habia contado sobre su familia10 habia llevado a pensar en sus valores eticos. Cuando nos retira-mos a fumar en la cola del aviori, me serialo que antes era liberal,en el generoso sentido americano de preocuparse por los pobres ycomportarse bien con las rninorfas, como los homosexuales y losnegros. La intolerancia de Enrico hacia los negros y extranjerosavergonzaba a su hijo. No obstante, desde que ernpezo a trabajardice que se ha vuelto un conservador cultural, A1 igual que larnayorfa de la gente de su edad, detesta a los parasites sociales,encarnados para el en la FIgura de la madre a cargo de la benefi-cencia, que se gasta en alcohol y ~rogas los cheques del Estado.T'ambien cree sin concesiones en los criterios draconianos y fijosde cornportamierito en comunidad, como opuestos a esos valores deeducacion liberal de los hijos que son el paralelo a la reunionabierta en el trabajo. Comb ejernplo de esre ideal de vida encornun, Rico me dijo que aprobaba la propuesta, habitual en algu-nos drculos conservadores, de quitarles los n ifios a los malos pa-dres y meterles en orfanatos.Yo me indigne, y nos pusirnos a discutir el asunto con vehe-mencia, mientras a nuestro alrededor se alzaban nubes de humo.Hablabarnos los'dos ala vez C y , al repasar mis notas, yeo que' Ricotarnbien disfrutaba un poco provocandorne). El sabe que su censer-vadurismo cultural es solo eso, una comunidad sirnbolica idealiza-da. No tierie la esperanza real de encerrar a los nifios en orfanatos.Seguramente ha tenido muy poca experiencia adulta de coriserva-durismo preservador del pasado; por ejernplo, cada vez que se rnu-26

    daba 10 han tratado como si lavida acabara de empezar y el pasadoestuviera destinado alolvido. El conservadurismo cultural que sus-cribe forma un testamento ala coherencia que el siente que lefalta asu vida.

    En 10 que respecta a la familia, sus valores no son una meracuesriori de nostalgia. De hecho, a Rico [e desagradaba la expe-riencia real de una estricta norma paternal tal como ella habia pa--decido bajo la autoridad de su padre. No tenia intencion de regr;-sar al tiernpo lineal que habia organizado la existericia de Enrico yFlavia, incluso si pudiera; me rniro con cierto disgusto cuando ledije que, como profesor universitario, yo tenia la titularidad paratoda la vida. Para el, la incertidurnbre y el riesgo son desaffos en eltrab.ajo; como consultor ha aprendido a ser un habil jugador enequlpo. .,

    Sin embargo, estas formas de comportamiento flexible no "Iehan servido a Rico en su papel de padre 0de miembro de una co-munidad; quiere mantener las relaciones sociales y ofrecer unaorientacion duradera. Es contra los vlnculos roros en el trabajo,contra la amnesia deliberada de sus vecinos y el fantasma de sushijos convertidos en ratas de centro cornercial que postula laidea de valores duraderos. Y por eso, Rico se encuentra atrapadoen una trampa.

    Todos los valores especfficos que menciorio son reglas fijas:un padre 0 una madre dice no; una comunidad exige trabajo; ladependencia es un mal. Los vaivenes de las circunstancias no for-man parte de estas normas eticas; despues de todo, es de ese azarvariable que Rico quiere defenderse, pero es dificilllevar a la prac-tica esas reglas intemporales. C '

    Esa dificultad se manifiesta en el lenguaje que Rico ernpleapara describir sus mudanzas de los ul tirnos catorce afios a 10 largoy ancho del pais. Aunque muchas de esas mudanzas no han sidopor deseo propio, rara vez ernpleo la voz pasiva al recordar losacontecimientos. No le gusta, por ejernplo, la expresiori: Me des-pidieron en un recorte de plantilla; en cambio, refirieridose a estehecho que destrozo su vida en el parque de empresas de Missouri,dijo: T'uve que hacer frente a una crisis y tomar una decisiori.Respecto de esa crisis afirrno: Cree rnis propias opciones; asumo

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    toda la responsabilidad por haberme mudado tantas veces. Merecordo a su padre. Hazte responsable de ti misrno era la Frasemas importante del repertorio de Enrico. Sin embargo, Rico nocomprendia como actuar de acuerdo con ella.

    Le pregunte: Cuando te despidieron en Missouri, ~por queno protestaste, por que no te defendiste?

    Claro que me enfade, pero eso no sirve de nada. No habfanada injusto en el hecho de que la empresa redujera su volumen deoperaciones. Almargen de 10 que ocurriera, tuve que hacer frenre alas consecuencias. ~Le iba a pedir a Jeannette que nos rnudararnosuna vez mas por mi? Era negativo para los nifios y para ella. ~Debiapedfrselo? ~A quien podia escribirle una carta conrandole 10 queme pasaba? ,

    No podia hacer nada. Aun asi, se sien te r~sponsable de estesuceso, que esra mas alla de su control; literalrnenre, carga con el,como quien carga su propia cruz. Pero ~que significa hacerse res-ponsable? Sus hijos aceptan la movilidad como la cosa mas natu-ral del mundo, y su esposa le esta agradecida por haber esrado dis-plies to a mudarse por ella. Sin embargo, la afirrnacion asumotoda la responsabilidad por haberme' mudado tantas veces, sale deRico como un rebelde desaflo. En este punto de nuestro viaje,comprendi que 10 ultimo que debia responder a ese desafio era~Como pudisre impurarre a ri mismo la responsabilidad?. Ha-brfa sido una pregunta razonable y, a la vez, un insulto: en el fon-do, tu no cuentas.3 Enrico tenia una idea algo faralisra y anricuada de la gente quenace en el seno de una clase con unas condiciones de vida deter-minadas y hacen todo 10 que pueden dentro de esos Iirnires. A el[e ocurrieron cosas que estaban mas alla de su control -como eldespido- y tuvo que hacerles frente. Como puede dejar claro esreejemplo de sparring que he citado, el sentido de responsabilidadde Rico es, por decirlo de alguna manera, mas absoluto. 1 quiere~lIamar la atencion sobre su ferrea disposicion a que se Ie considere'I'csponsable, sobre ese aspecto del caracter, mas que sobre un par-

    t in dar curso de los aconrecimientos. La flexibilidad 10 ha empuja-do a nfirmar que la autentica fuerza de voluntad es la esencia de su(( t i4:~1.

    a,.

    Asumir la responsabilidad por los hechos que escapan a nues-trO control puede parecerse a una vieja amiga, la culpa, si bienesro no caracterizaria correcrarnenre a Rico, al menos segun meparecio a mi. 1 no se acusa a sf mismo con autoindulgencia.Tampoco ha perdido el valor ante una sociedad que a el le parecefragmentada. Las reglas que formula para 10 que deberfa hacer unapersona de caracter solido pueden parecer simplistas 0 infantiles,pero tampoco asi 10 juzgadamos correcrarnerite. En cierto senrido,Rico es realista; en efecro, para el habda carecido de senrido escri-bide una carta a su empresa conrando los estragos que habfa pro-vocado en su familia. Por 10 tanto, Rico se coricenrra en su puradeterminacion de resisrir: no perdera el rumbo. Quiere resistir, yen especial a la acida erosion de esas cualitlades del caracter, comola lealtad, el comprorniso, los objetivos y la resolucion, cualidadesque, por naturaleza, son a largo plazo. Rico afirrna los valoresintemporales que caracterizan a la persona que el es, para siemprey de una manera permanente y esencial. Su voluritad se ha vueltoestatica: esta atrapado en la mera afirrnacion de los valores.

    Lo que falta entre los polos opuesros -experiencia a la deriva yaseveraciori estatica- es un relate que organice su conducra. Losrelatos son mas que simples cronicas de los aconrecirnienros: danforma al avance del tiernpo, sugieren motivos que explicarfan porque ocurren las cosas, lnuestran sus consecuencias. Enrico teniaun relato para Sll vida, lineal y acumularivo, un relato con senridoen un mundo altamente burocratizado. En cambio, Rico vive enun mundo marcado por la flexibilidad y el cambio a corto plazo;este mundo no ofrece rriuchas cosas que se parezcan a una narra-cion, ni econornica ni socialmente. Las empresasse desintegran 0se fusionan, los puestos de rrabajo aparecen 0desaparecen, comohechos desconectados. Segun Schurnperer, la destruccion creativa,el pensamiento ernpresarial, requiere gente que se sienta cornodasin calcular las consecuencias del cambio, 0ge'nte que no sepa queocurrira a continuacion. La mayorfa, sin embargo, no se sientetranquila con los cambios que se producen de esta manera des-preocupada y negligente.

    Es cierto que Rico no quiere vivir como un hombre schurnpe-teriano, aunque en la cruel lucha por la supervivencia no le haya

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    ido mal. Carnbio. solo significa a la deriva: a Rico Ie preocupaque sus hijos naveguen etica y emocionalmente, pero, igual quecon sus jefes, tampoco a sus hijos puede escribirles una carta capazde orientarlos a 10 largo del tiempo. Las lecciones que quiere en-sefiarles son tan intemporales como su propio sentido de la deter-minacion, 10 cual significa que sus preceptos eticos se aplican atodos los casos y a cualquiera en particular. Las confusiones y an-siedades que provoca el carhbio han generado en el ese paso alex-tremo opuesto; tal vez esa sea la razon querle imp ide presentarles asus hijos su propia vidacomo un relato ejemplar, y la razon por lacual, al escucharlo, uno no tiene la sensacion de que su caracter sedesarrolla y sus ideales evolucionan.

    He contado este encuentro porque las experiencias de Ricocon el tiernpo, el lugar y el trabajo no son uriicas, como tampo-co 10 es su respuesta emocional. Las especiales caracteristicas deltiernpo en el neocapitalisrno han creado un conflicto entre carac-ter y experiencia, la experiencia de un tiempo desarticulado quearnenaza la capacidad de la gente de consolidar su caracter en na-rraciones duraderas.

    A finales del siglo xv, el poeta Thomas Hoccleve escribio enel Regimiento de losprincipes: jAy!, ~donde esta la estabilidad deeste mundo?, un lamento que aparece tarnbien en Homero, 0enJeremias en el Antiguo Testarnento.? A 10 largo de la mayor partede la historia human a, la gente ha aceptado que la vida cambia derepente por culpa de las guerras, las hambrunas y otras catastrofes,y tarnbien que, para sobrevivir, hay que improvisar. En 1940,nuestros padres y abuelos estaban desbordados por la angustia,tras haber resistido el desastre de la Gran Depresion y hacer frenteala sombria perspectiva de una guerra mundial.

    Lo que hoy tiene de particular la incertidumbre es que existesin la amenaza de un desastre historico: yen cambio, esta integradaen las practicas cotidianas de un capitalisrno vigoroso. La inesrabi-lid,d es algo normal, y el ernpresario de Schumpeter sirve comoejernplo de Everyman ideal. Es posible que la corrosion del caractersea una consecuencia inevitable. La consigna nada a largo plazo30

    j',

    ~~1.I,.t5.,:

    desorienta la accion planificada, disuelve los vinculos de confianzay compromiso y separa la voluntad del comportamiento.

    Creo que Rico sabe que es, a la vez, un hombre de exito y unhombre confuso. EI comportamiento flexible que le ha traido elexito esta debilitanda su propio caracter en modos que no tienenuna solucion practica. Si es un Everyman de nuestro tiernpo, stiuniversalidad puede residir en ese dilema. .

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    2. RUTINA

    Hay buenas razones para que Rico luche por dade un sentidoal tiempo que le ha tocado vivir. La sociedad moderna se rebelacontra la rutina, el tiempo burocratico que puede paralizar el tra-bajo, el gobierno u otras instituciones, El problema de Rico es quehacer consigo mismo cuando esta rebelion contra la rutina triunfa... Sin embargo, en los albores del capitalismo industrial, no erat~n evidente que la rutina fuera una lacra. A mediados del si-glo A'VIII pareda que el trabajo reperitivo podia conducir en dosdirecciones diferentes: una positiva y fructifera, otra destructiva.Ellado positivo de la rutina aparece descrito en la gran Enciclope-,dia de Diderot publicada entre 1751 y 1772; ellado negative dela jornada de trabajo regular se describe con rintes radicalmentedisrintos en La riqueza de las naciones de Adam Smith, publicado~n 1776. Diderot crefa que la rutina en el trabajo podia ser comocualquier orra forma de mernorizacion, un profesor necesario;Smit~, por su parte, crefa que la rutina embotaba la mente. Hoy,la sociedad esta dellado de Smith. Dideror sugiere 1 0 que podria-mos perder si nos decantamos por su contrario.

    Para el publico lector culto, los articulos mas sorprendentes dela Enciclopedia de Diderot eran los que secentraban en lavida coti-diana: arrfculos de diversos autores sobre la industria, los oficios yla agricultura. Estes articulos iban acompaiiados de una serie degrab ados que ilustraban como se hada una silla 0se tallaba la pie-32

    dra. El dibujo de mediados del siglo XVIII se caracteriza por la ele-gancia de la linea, pero lamayor parte de los artistas desplegaba esaelegancia en paisajes 0en escenas de la ociosa vida aristocratica; losilustradores de laEnciclopedia ponen esa elegancia al servicio de di-bujos de martillos, prensas de papel y martinetes. El objetivo de laimagen y el texto era justificar la dignidad intdnseca del trabajo.!?

    La especial dignidad de la rutina aparece en el Volumen 5 dela Enciclopedia en una serie de laminas que rnuestran una autenti-ca fabrica de papel, L'Anglee, situada a unos noverita kilornetros alsur de Paris, en las cercanfas de Montargis. La fabrica esta diseiia-da como un castillo, con un bloque principal que conecta en dos, 1 I 1 .angu os rectos con naves menores; en e exterior vemos parterres yalamedas que rodean la fabrica, iguales a las que se verfan en elparque de la mansion de un aristocrata rural.

    El marco de esta fabrica modelo -tan bonita a nuestros ojos-en realidad escenifica una importante transforrnacion del trabajoque cornenzo en la epoca de Diderot: la casa estaba separada dellugar de trabajo. Hasta mediados del siglo XVIII, la casa era el cen-tro Fisico de la ecoriornfa. En el campo, la familia fabricaba la ma-yoria de las cosas que consumfa; en ciudades como Paris 0Lon-dres, los oficios tarnbien ten ian su sedeen la vivienda familiar. Porejernplo, en la casa de un panadero, los oficiales, los aprendices yla familia del amo, todos cornfan juntos, y la comida se servia atodos juntos, pues de todos se esperaba que durmieran y vivieranen la casa, escribe el historiador Herbert Applebaum; el coste dehacer pan ... incluia la vivienda, la comida y la ropa de todas laspersonas que trabajaban para el amo. El pago en efecrivo era unafraccion de los costes."! El anrropologo Daniel Defert llama f estesistema economia del domus; en lugarde un salario de esclavo, rei-naba una inseparable cornbinacion de proreccion y subordinacionde la voluntad de un amo.Diderot describe en L'Anglee un nuevo orden de trabajo, se-parado del domus. La fabrica no daba alojamiento; de hecho, estafabrica fue la prirnera en Francia que contrataba a trabajadoresque vivian bastanre lejos y que iban atrabajar a caballo en lugar dehacerlo a pie. Tarnbien fue una de las primeras en pagar el salariodirectamente a los trabajadores adolescentes en lugar de pagado a

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    - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - ~ ~ ~ ~ = = ~ - - ~. . . . .sus padres. El aspecto atractivo, elegante iricluso, de la fabrica, su-giere que el grabador vela esta separacion como algo positivo.

    Lo que vemos del interior tarnbien 10 es: reina el orden. Lapreparacion de pasta de papel era, durante el siglo XVJII, una ope-rabon sucia y maloliente; los andrajos empleados para hacer papelsolfan proceder de cadaveres y se dejaban pudrir rneses enteros encubas para que las fibras se desintegraran. Sin embargo, enL'Anglee los suelos brillan inrnaculados y no se ve a ningiin traba-jador a punto de vomitar. En la sala donde se apalean las fibrashasta convertirlas en pulpa -la mas sucia de todas las actividades-no se yen seres hurnanos. En la sala donde tenia lugar la mas deli-cada division del trabajo -recoger la pulpa con palas y luego pre-sionarla hasta convertirla en delgadas hojas-, tres artesanos traba-jan con la coordinacion propia de un ballet.

    El secreto de este orden industrial radica en sus exactas rutinas.L'Anglee es una fabrica en la cual todo tierie un lugar fijo y en laque todo el mundo sabe 10que tiene que hacer. No obstante, paraDiderot, esta clase de rutina no irnplicaba la simple e interminablerepeticion rnecanica de una tarea. El maestro que le insiste a unalumno para que memo rice cincuenta versos de un poema, 10 quequiere es ver la poesfa alrnacenada en el cerebro de su alumno,como dato siempre disporiible y utilizable para juzgar otros poe-mas. En La paradoja del comediante, Diderot interito explicarcomo acto res y actrices dilucidan poco a poco los rnisrerios de unpersonaje repitiendo la letra una vez tras orra. Y en el trabajo in-dustrial esperaba encontrar las mismas virrudes de la repeticion.

    Fabricar papel no es una actividad mecanica, Diderot crefa-nuevamente por analogia con las artes- que sus rutinas sufrianuna evoluciori constante a medida que los trabajadores aprendiana manipular y,alterar cad a estadio del proceso de producciori. Engran parte, ritrno de trabajo significa que si repetimos una ope-racion dada, descubrimos como acelerar 0 arninorar la marcha,aprendemos a hacer variaciones, jugar con los materiales, desarro-llar nuevas practicas, igual que un rruisico aprende a manejar eltiernpo mientras interpreta una pieza. Gracias a la repeticion y alritrno, el trabajador puede alcanzar, segun Diderot, la unidad dela mente y la rnanon.t-

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    Naturalmente, esto es s610 un ideal. Diderot nos ofrece unaprueba visual muy sutil para hacer que suene con_vincente. Er: la fa-brica de papel, los jovenes que cortan trapos graslentoS rrabajan so-los en una sala, sin la presencia de un supervisor adulto. En las salasde encolado, secado y acabado, hombres y mujeres joven es y hom-bres fornidos trabajan codo con codo; en esas ilustraciones ve~a;el publico de la Enciclopedia que significaban igualdad y fraterlll-dad. Lo que hace que las imagenes resulten convincentes son lascaras de los trabajadores. No irnporta cuan exigentes sean las tare asque realizan, los rostros que vemos son serenos, un reflejo de laideade Diderot segun la cual, gracias al trabajo, los seres humanoslogran estar en paz consigo mismos. Trabajemos sin reorizar, diceMartin en el Cdndido de Voltaire. Es la unica manera de que lavida sea soportable. Aunque Diderot era mas inclinado a teorizar,crefa, como Voltaire, que al dominar la rurina y sus ritmos la gentellegaba a dominar su trabajo y se tranquilizaba a lavez.

    Para Adam Smith, estas imageries de evolucion ordenada, defraternidad y serenidad, representan un suefio imposible. La ruti-na ahoga el espiritu. La rutina, al menos en la forma del capitalis-mo emergente que el observe, pareda negar cualquier conexionentre el trabajo corriente y el papel positive de la repeticion en elarte. Cuando Adam Smith publico en 1776 La riqueza de las na-ciones, se 10 lela -y se 10 sigue leyendo- como apostol del nuevocapitalisrno, basicarnente por la declaracion que hace al principiodellibro a favor de Ia libertad de mercado. Sin embargo, Smith es ) algo mas que un apostol de la libertad econornica, pues era 'plena-mente consciente del lado oscuro del mercado, una concienciaque desarro1l6 especialmente al co nsiderar la organizacion rutina-ria del tiempo en el nuevo sistema ecoriornico.La riqueza de las naciones se basa en un solo gran concepto:Smith crefa que la libre circulacion de dinero, bienes y trabajo exi-giria que la gente hiciera trabajos cada vez mas especializados. Elcrecirniento del mercado libre va acompafiado de una division deltrabajo en la sociedad, La idea que Smith tenia de la divisiondel trabajo se comprende facilmente al observar un panal; a rnedi-

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    da que aumenta de tamafio, cada una de sus celdillas se convierreen el lugar de una tarea especffica. Dicho seriamente, las dirnen-siones nurnericas del intercambio -sea el tarnafio de la masa rno-netaria 0la cantidad de bienes en el mercado-,son inseparables dela especializacion de la funcion productiva.

    El ejemplo grafico que brinda Smith es el de una fabrica detachuelas y clavos pequefios ernpleados en carpinteria. Smith cal-culo que un fabricante de clavos que 10 hiciera todo solo podiaproducir un os cuantos cientos al dia; en una fabrica que operasecon las nuevas divisiones del trabajo, donde la produccion estuvie-ra desglosada en todas sus partes componentes y cada trabajadorhiciera solo una de ellas, un fabricante podia elaborar mas de die-ciseis mil al dia.13 La industria en la que el fabricanre se introduceen el sistema del mercado libre, no hara sino estimular la demandadel producto y conducira a la creacion de ernpresas 'cada vez masgran des y con una division del trabajo mas compleja.

    AI igual que el molino de papel de Dideror, la fabrica deSmith es un lugar para trabajar, no para vivir. La separacion de lacasa y el trabajo es, segun Smith, la mas importanre de todas lasdivisiones modernas del trabajo. y, al igual que la de Diderot, lafabrica de Smith funciona de marrera ordenada gracias a una ruti-na en la que cada trabajador desernperia una sola funcion. Es lavi-sion de Smith la que difetencia a la fabrica de clavos del molinode papel, pues para el, desde el punto de vista humano, es desas-troso organizar asf la jornada de trabajo.

    El mundo en elque vivio Smith estaba, por supuesto, familia-rizado con la rutina y la programacion del tiempo. A partir del si-glo VI, las campanas de las iglesias habfanj dividido el diaen susunidades religiosas; a cornienzos de la Edad Media los benedicti-nos dieron un paso importante a! instituir el repiquede campanaspara distinguir las horas de trabajode las horas de com ida, asicomo las horas para la oracion. Mas proxirnos a los dias de Smith,los relojes rnecanicos reernplazaron las campanas, y, a mediadosdel siglo XVIII, los relojes de bolsillo estaban ya muy difundidos.La hora marematicarnente exacta podia saberse a! margen del lu-gar en que se encontrara una persona. Ya no importaba que estu-viera cerca de una iglesia 0en un lugar desde el que pudiera oir las36

    campanadas; asl, el riernpo dejo de depender del espacio. ~Por querazori esta planificacion del riernpo resultarfa mas tarde un desas-rre humano?La riqueza de las naciones es un libro muy largo, y los defense-res de la nueva economia en los tiempos de Smith tendiana refe-'rirse iiriicarnenre a su espectacular y esperanzador comienzo. Noobstante, a medida que nos adentramos en el texto el panorama seensombrece, la fabrica de clavos se convierte en un lugar mas si-niestro. Smith reconoce que dividir las tareas en las partes inte-grantes de un clavo condenaria a los individuos a un dia mortal-mente aburrido, en el que se pasarian realizando una minusculaporcion del trabajo hora tras hora; en un momento dado, la rutinase vuelve autodestructiva, porque los seres humanos pierden elcontrol sobre sus propios esfuerzos; la falta de control sobre elriernpo de trabajo significa la muerte menta! de las personas.

    Smith erda que el capita!ismo de su epoca estaba cruzandoesa gran linea divisoria; cuando afirma que los que trabajan masganan menos, piensa en rermirios humanos mas que en terrninosde salario.J? En uno de los pasajes mas pesimistas de La riqueza delas naciones, escribe:

    En el curso de If divisi6n del trabajo, la funci6n de la mayorparte de aquellos que viven de su trabajo terrriina reducida aunas pocas operacictnes muy sencillas; por 10 general, una 0 dos.... El hombre que se pasa toda la vir-a dedicado a pocas operacio-nes ... suele volverse todo 10 estupiao e ignorante que puede vol-verse un ser humano.15

    El trabajador industrial no sabe nada de la presencia de animoy expresividad del actor que ha memorizado mil versos; la compa-raci6n de Diderot es, en consecuencia, fa!sa, porque el obrero nocontrola su trabajo. El obrero que fabrica clavos se vuelve unacriatura esrupida e ignorante porculpa de la division del trabajo;la naturaleza repetitiva de su trabajo 10 ha ernborado. Por estas ra-zones, la rutiria industria! amenaza con aplacar 'el caracter humanoen sus mismas rafces.

    Si este parece un Adam Smith sumamente pesimista, ral vez37

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    s610 sea porque era un pensador mucho mas complejo del que nosha presentado la ideologia capitalista. En la Teoria de los senti-mientos morales, un libro anterior a La riqueza de las naciones,Smith habfa abogado por las virtudes de la solidaridad mutua y lacapacidad de identificarse con los sentirnientos ajenos. La solidari-dad, deda, es un sentimiento moral esporitaneo, estalla cuando unhombre 0 una mujer corhprenden de repente los sufrimientos 0las tensiones de otro. No obstante, la division del trabajo aplacalos estallidos iespontaneos: la rutina rep rime la solidaridad. Sinduda alguna, Smith identificaba el crecitniento de los mercados yla division del trabajo con el progreso material dela sociedad,pero no con su progreso moral, y las virtudes de la solidaridadre-velan algo quiza mas sutil sobre el caracter individual.

    El nucleo moral de Rico, como hemos visto, estaba en la afir-maci6n decidida de su voluntad; para Smith, la erupci6n esponta-nea de solidaridad supera a la voluntad, arrastra a un hombre 0 auna mujer a emocionesque escapan a su control, como la subitaidentificaciori con los fracas os de la sociedad 0 la compasi6n porlos cobardes 0 los mentirosos habituales. Los brores esporitaneosde solidaridad -territorio del tiempo espond.neo- nos empujanfuera de nuestros lfrnites morales normales. No hay nada predeci-ble ni rutinario en la solidaridad.

    AI hacer hincapie en la importancia etica de tales estallidosemocionales, la voz de Smith se distingui6 de la de sus con tern-poraneos, muchos de los cuales consideraban que el caracter hu-mano, en su aspecto etico, tenia poco que ver con los seritirnien tosesporitaneos 0 con la volunrad; en su Proyectode ley de libertad re-ligiosa (1779), Jefferson afirma que las opiniones y creencias delos hombres no dependen de su voluntad; siguen involuntaria-mente la evidencia que se presenta a su mente.l6El caracter comienza a actuar cuando hacemos nuestro deber;como dijo James Madison en 1785, seguir los dictados de la con-ciencia es tarnbien un derecho inalienable, porque 10 que aquf esun, derecho para con los hombres, es un deber para con el Crea-dor.!7 La Naturaleza y el Dios de la Naturaleza proponen; elhombre obedece.

    Adam Smith habla del caracter con un lenguaje tal vez mas38

    cercano a nosotros. El caracter le parece formado por la historia ysus giros impredecibles. Una vez establecida, una rutina no permi-te muchas cosas en. el sentido de construccio n de una historia per-sonal; para desarrollaz el caracter, es necesario romper la rutina. ,Smith present6 con rasgos concretos esta proposici6n de caracter i;general; celebraba el caracter de los comerciantes, pues erda queactuaban de manera responsable y solidaria con las exigenciascambiantes de cada momento; del mismo modo se compadedadel estado del caracter de los obreros industriales, uncidos al yugode la rutina.

    No deberfa sorprendernos que Marx fuera un atento lector deAdam Smith, aunque de ningun modo elogiara el comercio y aquienes 10 practicaban. En su juventud, Marx admiraba al menosla teorfa general de la espontaneidad expuesta en la Teoria de lossentimientosmorales; ya mas adulto y sereno, se centr6 directarnen-te en la descripcion que hace Smith de los males de la rutina, ladivision del trabajo, sin el control de los trabajadores. Estos son losingredientes basicos del analisis rnarxista del tiempo parcelizado.A la descripcion de Smith, Marx le afiadi6 la comparaci6n conpracticas mas antiguas del sistema aleman del Tagwerk, en el quelos trabajadores reciblan la paga al final del dfa, En dicho sistema,el trabajador podia adaptarse a las condiciones de su entorno ha-ciendo distintos trabajos segun lloviera 0 hiciera un dfa despejado,u organizando las tare as de acuerdo con las entregas de suminis-tros. Ese trabajo tenia un ritmo, porque era el trabajador quien 10controlaba.J" En comparaci6n, como escribi6 mas tarde el histo-riador marxista Edward Thompson, en el capitalismo modernolos empleados perciben una diferencia entre eltiempo de su em-pleador y su "propio" tiernpo,"?

    Los .ternores que Adam Smith albergaba hacia el tiempo ruti-nario pasaron a nuestro siglo en el fen6meno conocido con elnombre de fordisrno. Es en el fordismo donde podemos docu-mentar de manera mas exhaustiva la aprensi6n de Smith hacia elcapitalisrno industrial emergente a finales del siglo XVIII, especial-mente en ellugar que dio su nombre al fen6meno.

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    En los afios 1910-1914, la Ford Motor Company de High-land Park se consideraba un glorioso ejernplo de divisi6n tecnolo-gica del trabajo. En cierto modo, Henry Ford era un empleadorhumano;pagaba buenos sueldos segun un regimen de cinco dola-res diarios, equivalentes a ciento veinte dolares en 1997, e inclufaa sus trabajadores en un plan de participaci6n en los beneficios.En la fabrica, las operaciones eran otro asunto. Henry Ford pensa-ba 4 ue las preocupaciones por la calidad de la vida laboral eranpuras pamplinas, y que cinco d6lares al dfa eran una retribucio nbastanre atractiva por aburrirse.

    Antes de que Ford creara las fabricas modelo como HighlandPark, la industria del autornovil era de base artesanal, con trabaja-dores altamente cualificados dedicados a muchos trabajos cornpli-cados en un motor 0en la carrocerfa en el curso de una jornada detrabajo. Estos trabajadores disfrutaban de una gran autoriornfa, yla industria del aurornovil era, en realidad, un grupo de talleresdescentralizados. Muchos obreros cualificados, escribe StephenMeyer, que a menudo contrataban y despedian a sus ayudantes yles pagaban una proporci6n fija de sus ganancias.20 Alrededor de1910, el sistema de la fabrica de clavos se introdujo en la industriadel aurornovil.". Cuando Ford industrializo el proceso de producci6n, favore-ci6 el empleo de los Uamados obreros especializados en detrirnen-to de los artesanos cualificados; el rrabajo reservado a los especia-lizados eran las operaciones en rniniatura que requerfan pocoesfuerzo de pensamiento 0juicio, En la fabrica de Highland Park,la mayorfa de esositrabajadores eran inmigrantes recien llegados,mientras que los artesanos cualificados eran alemanes y otros arne-

    ~ ricanos mas establecidos; tanto la direccion de la empresa comolos nativos pensaban que los nuevos inmigrantes carecian de la Iinteligencia necesaria para hacer algo que no fuera trabajo .rutina-rio. En 1917, el 55% de la fuerza de trabajo estaba formado porempleados especializados; otro 15% por trabajadores no cualifica-dos y encargados de mantenimiento que rondaban por la cadenade montaje, y los artesanos y los trabajadores tecnicos se habianreducido al 15%.

    Los hombres baratos necesitan plantillasr caras, deda Ster-40

    ling BunneU, uno de los primeros partidarios d~ esto~ cambio~,mientras que los hombres con alto grado de cualificacion .necesi-tan poco mas aparte de sus cajas de herramienras-.v! ~sta ~anerade entender el uso de la maquinaria complicada para sirnplificar eltrabajo humano sent6 las bases para que se hiciedm. realidad ~osmiedos de Smith. Por ejemplo, el psicologo industnal FredenckW. Taylor creta que la maquinaria y el diseiio industrial podianser terriblernente complejos en una gran empresa, pero que no eranecesario que los trabajadores comprendieran esa complejidad;en realidad, afirmaTaylor, cuanto menos se distrajeran tratandode comprender el diseiio del conjunto, con mayor eficien.cia seponddan a hacer cada cual su trabajo.V Los infames estudios deTaylor sobre la relacion tiempo/rnovirniento se realizaron con uncronornetro, midiendo en cente~imas de segundo el riernpo que setardaba en colocar un faro 0un guardabarros. La gesti6n del tiern-pol movimiento llevo la imagen de la fabrica de Smith a un extre-mo sadico, pero Taylor no dudaba de que sus cobayas humanasaceptarfan pasivamente que se las midiera y mani~ulara.. .

    Dehecho, la aceptaciori pasiva de esta esclavitud rutinaria nofue la consecuencia necesaria. David Noble sefiala que los traba-jadores desplegaban un amplio repertorio de tecnicas para sabo-tear los estudios de tiempo/rnovimiento y, por supuesto, hadancaso omiso de los metodos y especificaciones cuando se inter-ponfan en su camino 0entraban en conflicto con sus propios in~e-reses.23 Por otra parte, la criatura estupida e ignorante de Smithse deprimia en el trabajo, 1 0 cual reducia su productividad. Los ex-perimentos efectuados en la fabrica de Hawthorn de GeneralElectric demostraron que la productividad mejoraba cuando setrataba a los trabajadores como seres humanos sensibles. En con-secuencia, los psicologos industriales, como Elton Mayo, insta.{ona los ernpresarios a que se preocuparan mas pot sus emple~dos yque incorporaran consultas psiquiatricas en ellugar~e trabajo. ~oobstante, los psicologos como Mayo eran muy persplcaces. Sablanque podian suavizar los males de la rutina, pero no eliminarlos enesa jaula de hierro del tiernpo.

    Los males de la rurina tuvieron su culminaci6n en la genera-cion de Enrico. En un esrudio clasico de los afios cincuenta,

    rfr

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    pork and Its Discontents, Daniel Bell inrenro analizar esta agu-dizacion del problema en otra fabrica de autornoviles, la de Gene-ral Motors en Willow Run; Michigan, La colmena de Smith sehabfa vuelto realmente gigantesca; Willow Run era unaestructurade un kilo metro de largo y medio kil6metro de ancho, don de,bajo un solo techo, se reunian todos los materiales necesarios parafabricar autornoviles, desde acero en bruto a tenerfas de pieles pa-sando por bloques de cristal, y el trabajo se coordinaba medianteuna burocracia altamente disciplinada de analistas y directores,Una organizaci6n tan cornpjejaisolo podia funcionar por mediode reglas estrictas, 10 que Bell llamaba una racionalidad de inge-nierfa. Esta jaula inmensa y bien estructurada operaba basandoseen tres principios: la logica del tamafio, la logica del "tiernpo me-trico" y la logica de la jerarquia ,24

    La logica del tarnafio era sencilla: cuanto mas grande, mas efi-caz, Concentrar todos loselementos de produccion en un solo lu-gar como Willow Run servia para ahorrar energia y trans porte delos materiales, y combinaba la f!brica con las oficinas de ventas yde adrninistracion. .

    Sin embargo, la logica de la jerarquia no era tan simple: MaxWeber, al definir la jaula de hierro humana, habia afirmado queno se necesita ninguna prueba especial para dernostrar que la dis-ciplina militar es el rnodelo ideal para la fabrica del capitalismornoderno-.F' En los afios cincuerita, yen empresas como GeneralMotors, Bell observe un modelo de control algo distinto, La su-praestructura que organiza y dirige la produccion ", aparta del ta-ller todo posible trabajo intelectual; todo se concentra en los de-partamentos de planificacion, programaciori y disefio, Desde elpunto de vista arquitectonico, este modelo requiere que los tecni-cos y directores esten 10mas lejos posible de la ruidosa maquinariade las fabricas, Los generales del trabajo perdieron as! coritacto ff-sico con la tropa. No obstante, el resultado solo reforzo los entu-mecedores males de la rutina para el trabajador en la base, ques610 se ocupa de detalles y esta apartado de toda decision 0 modi-ficacion del producto en el que trabaja,26

    Estos males de Willow Run seguian basandose en la logica tay-loriana del tiernpo rnetrico. El tiempo se calculabaminuciosa-42

    III

    mente en todas las secciones de la extensa fabrica, para que los di-rectivos supieran con exactitud 10que se suponia que cada trabaja-dor estaba haciendo en un momento dado. A Bell le sorprendjo,por ejernplo, la manera como General Motors dividfa las horas endiez periodos de seis rninutos ". el trabajador cobra de acuerdo conel rnirnero de decirnas de hora que trabajas.F? Esta estricta organi-zacion del tiempo de trabajo se aplicaba tarnbien a medidas deltiernpo mas largas en la empresa. La antigiiedad se ajustaba conprecision al rnirnero total dehoras trabajadas para General Motors;un trabajador podia calcular con total exactitud las vacaciones y ; lasbajas por enfermedad. Asimismo, para todo 10 relacionado conpromociones y beneficios, la micrornetrica del tiempo imperabatanto en los escalones inferiores de los empleados administrativoscomo en el trabajo manual en la cadena de montaje.

    Sin embargo, en la generacion de Enrico, la metrica del tiern-po se habfa convertido en algo distinto de un acto de represion yde dorninacion practicado por la empresa en beneficio del creci-miento de una organizacion industrial gigantesca, Intensas nego-ciaciories sobre estos horarios preocupaban tanto al sindicato U ni-ted Auto Workers como a la direccion de General Motors; lasbases del sindicato prestaban suma atencion, a veces apasionada, alos rnirneros en juego en esas negociaciones. El tiempo rutinario sehabia convertido en una arena en la cual los trabajadores podlan,hacer valer sus reivindicaciones, una arena para la adquisicion deu poder.

    Adam Smith no anticipo este resultado politico, Las tormen-tas empresariales que Schurnpeter evoco en la imagen de la des-truccion creativa implicaban que la clase de fabrica'retratada porSmith quebrara a 10 largo del siglo XIX, y que su colmena racionalfuera un disefio sobre papel que sobrevivio en metal y piedra, amenudo solo por pocos afios, En consecuencia, para preservarsede estos perturbadores cambios, los trabajadores intentaron rutini-zar el tiernpo colocando sus ahorros en mutualidades, 0 por mediode hipotecas para viviendas obtenidas mediante sociedades cons-tructoras. Actualrnente no estamos muy dispuestos a pensar en Jltiempo rutinario como en una conquista, pero, dadas las tensiones,los periodos de auge y las depresiones del capitalismo industrial, a

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    menu do fue asf. Este proceso cornplico el significado de la estruc-turacion de un tiernpo rurinario que surgio en la fabrica de Forden Highland Park y encontro algo que podrfa calificarse de consu-rnacio n en Willow Run. Hemos visro de que manera: Enrico, apartir de esta atencion obsesiva a la programacion del tiernpo,corist ruyo una narracio n positiva para su vida. La rutiria puede de-gradar, pero tarnbien puede proteger; puede descomponer el tra-bajo, pero tarnbien componer una vida.Con todo, el fondo del miedo de Smith se?ufa vivo en DanielBell, que entonces intentaba comprender por que los 'trabajadoresno se rebelaban contra el capitalismo. En cierto modo, Bell estabaa mirad del camino de despedida del socialismo. Habfa aprendidoque las insatisfacciones del trabajo, incluso aquellas tan profundasque vacfan el rrabajo de toda satisfaccion, no conducen a los tra-bajadores a la rebelion: la resistencia a la rurina no provoca la re-volucion, Sin embargo, Bell siguio siendo un buen hijo de la fami-lia socialista. Crefa que en la desconrrolada fabrica de Willow Runhabfa visitado la escena de una tragedia.

    Unmismo hilo conectaba la fabrica de Bell con la de Forden Highland Park, y, a su vez, con la fabrica de clavos de AdamSmith. En todos estos escenarios, la rurina aparece Como degra-Fante para la persona, como una Fuente de ignorancia, ,y de unaignorancia de un tipo particular, adernas. El presente inmediatopuede esrar bastante claro mientras un trabajador mueve la mismapalanca 0 la misma manivela, hora tras hora, pero 10 que a esterrabajador Ie falta es una vision rnasamplia de un futuro diferente,o el conocimiento necesario sobre como instrurnenrar un cambio.Reformulando esta critic a de la rutina, dirfamos que la actividadmecanica no produce sensacion alguna de estar insertado en una

    e narracionliistorica mas amplia: a Marx, los microrrelatos de lavida de trabajadores como Enrico le habrfan parecido ininreligi-bles contrastados con la escala mas amplia de la historia, 0merasadaptaciones a las circunstancias.

    Por este rnotivo, el viejo debate entre Denis Diderot y AdamSmith sigue vivo. Diderot no crefa que la rutin a fuera degradante;al contrario, creta que la rutina fomentaba la aparicion de una na-rrativa a medida que las reglas y los ritmos del trabajo evolucionan44.,,

    gradualmente. Es ironico que este filosofo y boulevardier, criarurade los sospechosos salones del Paris de mediados del siglo XVIII,parezca hoy mas un adalid de la dignidad inherenre al rrabajo quemuchos deaquellos que han hablado en nombre del Pueblo. EImayor heredero moderno de Diderot, el sociologo Anthony Gid-dens, ha intentado mantener viva la idea de aquel, seiialando elvalor fundamental de la cosrumbre en las pracricas sociales y en laautocornprension: probamos alrernativas solo en relacion con ha-bitos que ya hemos dominado. Irnaginar una vida de impulsosmornentaneos, de acciones a corto plazo, desprovista de rutinassosrenibles, una vida sin habitos, es, en el fondo, imaginar unaexistencia sin sentido.s''

    Hoy, en la cuesrion de la rutina, nos encontramos en una li-nea divisoria. EI nuevo lenguaje de la flexibilidad irnplica que larutina esta desapareciendo en los sectores dinarnicos de la eco-nornfa. Sin embargo, la mayor parte del trabajo sigue inscriro enel cfrculo del fordismo., Es dificil encontrar estadfsticas sencillas,pero una buena estirnacion de los rrabajos modernos descritos enla Tabla 1 es que al menos dos tercios de los empleos modernosson. repetitivos en una forma que Adam Smith reconoceria comoafln a las practicadas en su fabrica de tachuelas y clavos. 1 uso delos ordenadores en el rrabajo (vease la Tabla 7) implica, para lamayorfa, tareas totalmente rutinarias, como la recogida de daros,por ejemplo. Si, como Diderot y Giddens, creemos que ese traba-jo no tierie por que ser inrrfnsecarnenre degradante, nos cenrrarfa-mos entonces en las condiciones de trabajo en las que se realiza, yesperarfamos que las fabricas y las oficinas se parecieran mas a unacooperativa, escenarios que favorezcan el trabajo tal como apareceretratado en los grabados de L'Anglee.

    Si, no obstante, nos inclinararnos a considerar la rutina comodegradante en sf misma, enronces atacariamos Ia naturaleza mismadel proceso de trabajo, repudiarfamos la rutina y a su madre, lamana muerta de la burocracia. Puede que en gran parte nos mue-va el deseo practice de una mayor receptividad, productividad ybeneficios del mercado, pero no es necesario que seamos capitalis-tas ambiciosos; podemos creer, como herederos de Adam Smith,que ala gente le estimula una experiencia mas flexible, tanro en el

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    trabajo como. en orras instituciones. Podemos creer en las virtudesde la espontaneidad. En ese caso, la cuestion seria: ~la flexibilidad,con rodos los riesgos e incertidumbres que comporta, rernediara elproblema humano que se propone atacar? Aun suponiendo que larutina tierie un efecto apaciguador sobre el caracter, ~como podrala flexibilidad producir un ser humano mas comprometido?

    i'.; ..- :

    3. FLEXIBLE

    La palabra flexibilidad entro en el idioma ingles en el siglo XV;su sentido original derivaba de la simple observacion que permitiaconstatar que aunque el vierito podia doblar un arbol, sus ramasvolvian a la posicion original: Flexibilidad designa la capacidad delarbol para ceder y recuperarse, la puesta a prueba y la restauracionde su forma. En condiciones ideales, una conducta humana flexi-ble deberfa tener la misma resistencia a la tension: adaptable a lascircunstancias cambiantes sin dejar que estas 10 rompan. Hoy lasociedad busca vias para acabar con los males de la rutina crean doinstituciones mas flexibles. No obstante, las practicas de la flexi-bilidad se centran principalrnenre en las fuerzas que doblegan a lagente.

    Los primeros filosofos modernos compararon ese aspecto de laflexibilidad con la capacidad sensible del yo. Locke, en su Ensayosobre el entendimiento humane, escribio: El yo es esa cosa cons-cienre y pensante ... que es sensible al placer y al dolor, 0 cons-cienre de ambos, capaz de sentir felicidad y desgracia ... Hume,en el Tratado de la naturaleza humana, afirrno que cuando masIntimarnente penetro en 10 que llamo mi foero interno, siempretropiezo con una u otra percepcion particular, calor 0 frio, luz 0Isombra, amor u odio, dolor 0 placers.F? Estas sensaciones proce-den de estimulos del mundo exterior, que doblan el yo ora haciaun lado, ora hacia el orro. La teoria de los sentimienros morales deSmith se basaba en estos estimulos externos y cambiantes.

    A partir de entonces el pensamiento filosofico sobre el carac- 1

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    ter lucho por encontrar los principios de la regulaci6n y la recupe-raci6n internos que rescatarian del flujo sensorial la sensacion deser uno mismo. Sin embargo, en los escritos de economia politicaposteriores a Adam Smith, el acento se pone en el carnbio por simismo. Esta clase de flexibilidad se asociaba a las virtudes empre-sariales; siguiendo a Smith, los economistas del siglo XIX opusie-ron la flexibilidad del empresario al aburrido y lenro empefio delos obreros industriales; John Stuart Mill, en sus Principios de eco-nomia politica, veia los mercados como un teatro de la vida, peli-groso~ y desafiantes a la vez, y, a los cornerciantes, como artistasde la :improvisaci6n.

    Mientras que Adam Smith era un moralista de la solidaridad,los ecoriornisras politicos que 10 siguieron se concentraron en unvalor etico diferenre. Para Mill, es el cornportamienro flexible 10que genera la libertad humana. Aun estamos dispuestos a pensarque asf es; nos imaginamos que estar abiertos al cambio, ser adap-tables, son cualidades del caracter que se necesitan para una accionlibre -el ser humano es libre porque es capaz de cambiar-. Noobstante, en nuestro tiernpo, la nueva economia polfrica traicionaeste deseo personal de liberrad. La repugnancia a la rutina bu-rocratica y la busqueda de la flexibilidad han producido nuevas es-tructuras de poder y control en lugar de crear las condiciones deliberaci6n. .

    EI sistema de poder que acecha en las formas modernas de fle-xibilidad esta compuesto de tres elementos: reinvencion disconri-nua de las instituciones, especializacion flexible de la producci6ny concentracion sin centralizaci6n del poder. Los hechos que caendentro de estas categorias no son desconocidos ni misteriosos parala mayoria de nosotros; no obstante, mas dificil es evaluar las con-~cuencias personales de estos hechos.

    Reinvenci6n discontinua de la s instituciones: Los manuales y lasrevistas empresariales actuales tiendena presentar el comporta-rnierito flexible como dependientedel deseo de cambio; sin em-bargo, se trata de una clase especial de cambio, con consecuenciasparticulares para nuestra percepci6n del tiempo. El antrop6logo48

    Edmund Leach ha tratado de dividir la experiencia del tiernpocambiante en dos grupos. En el prirnero de ellos, sabemos que lascosas cambian, pero parecen tener una continuidad con 10 que lasha precedido. En el otro, se produce una ruptura debida a actosque han alterado nuestra vida de manera irreversible.v"

    Consideremos, por ejemplo, un rito religioso como la cornu-nion. Cuando comemos la hostia parricipamos en el mismo actoque alguien realiz6 doscientos afios antes. Si susrituimos las hos-tias de trigo marr6n por hostias blancas, no alteramos mucho elsignificado del .rito: la nueva harina se incorpora al ritual. Pero, siinsistimos en que a las mujeres casadas deberia permitirseles ofi-ciar una cornunion, podemos provocar que el sentido mismo de lapalabra sacerdore cambie irreversiblemente, y, con ello, el signi-ficado de.Ia comunion.

    En el ambito del trabajo, los ritmos que Diderot describio enel molino de papel, 0 los habitos descritos por Anthony Giddens,ilustran la prirnera sensaciori de1un tiempo que cambia dentro deun continuum. En cornparacion, el cambio flexible, del tipo quehoy tiene la mira puesra en la rutina burocratica, pretende rein-ventar las insrituciories de manera decisiva e irrevocable, de modoque el presente se vuelve disconrinuo del pasado.

    La piedra angular de las modernas practicas de direccion deempresas es la creencia en que las redes flexibles son mas abiertasque las jerarquias piramidales -como las de la era fordista- a unareinvencion radical. En la red, la union entre nodulos es mas flexi-ble; se puede separar una parte -en teoria, al menos- sin destruir alas dernas. EI sistema es fragmentario, yen ello reside la oportuni-dad de intervenir. Su misma incoherencia invita a revisarlo.

    Las tecnicas especificas de esta clase de reinvencion de institu-ciones ya estan bien establecidas. Los directores de empresa recu-rren a programasde software que estandarizan l.os procedimientosoperatives (SIMS); utilizando el programa SIMS, hasta en unaempresa muy grande es posible ver 10 que todas lasceldas del pa-nal institucional estan produciendo, y asi evirar rapidarnente laduplicacion de unidades 0 las unidades no eficientes. Estas rnis-mas maquetas de software permiten que los con tables y los planifi-cadores institucioriales evaluen cuanrirativarnente-que programas

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    o que personal pueden recortarse en una fusion de empresas. De-layering (

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    rios burocraticos: las tasas de productividad han disminuido entodas las grandes sociedades industriales (vease la Tabla 3). Gra-cias a los avances tecnol6gicos,se ha producido un aumenro irn-portante del sector de las manufacturas en algunos pafses, pero,calculada en todas las clases de empleados adrninistrarivos y obre-ros, la productividad, medida tanto en terrninos de producci6n deun trabajador individual como en horas de trabajo, ha mermadoen todas partes. Algunos economistas han llegado a afirmar que sise suman rodos los costes del trabajo informatizado, la tecnologia,en realidad, arroja un deficit de productividad.t> , .

    Ineficiencia 0desorganizacion no significan, sin embargo, queel cambio brusco y perturbador sea una medida sin pies ni cabeza.Estas reorganizaciones insrirucionales indican que el cambio esreal, y, como sabemos demasiado bien, el valor en Bolsa de las ins-riruciories en cursu de reorganizaci6n suele subir, como si cual-quier cambio fuera mejor que seguir igual que antes. En la opera-cion de los mercados modernos, el trastorrio de las organizacionesse ha vuelto rentable. Mientras que el cambio brusco puede nojusrificarse en terrninos de productividad, los beneficios a cortoplazo para los accionistas proporcionan un fuerte incentivo a lospoderes del caos disfrazados con la palabra reengineering, de apa-riencia tranquilizadora. Algunasempresas perfectarnente viablesson destruidas 0abandonadas, y muchos empleados capaces que-dan a la deriva y no se yen recornpensados, simplemente porquela organizacion debe dernostrarle al mercado que es capaz de cam-biar.

    Sin embargo, hay razones mas fundamentales que impulsan alcapitalismo a buscar el cambio radical e irreversible, porrnas de-sorganizado e improductivo que sea. Y la razon se relaciona con fainestabilidad de la demanda del consumo. Esta inesrabilidad de lademanda da lugar a la segunda caracteristica de los regimenes fle-xibles, a saber, la especializacion flexible de la producci6n.

    Especializaci6n flexible: para expresarlo con sencillez, la.espe-cializacion flexible trata de conseguir productos mas variados cad avez mas rapido, En The Second Industrial Divide, los economistasMichael Piore y Charles Sabel describen como funciona la espe-cializacion flexible en las relaciones fluidas entreempresas pe-52

    quefias del norte de Itali a, y como perrnite que estos negociosreaccionen rapidarnenre a los cambios de la demanda. Las empre-sas cooperan y cornpitcn a la vez, bus cando secrores del mercadoque cad a una de ellas va ocupando con caracter temporal mas quepermanente y adaptandose a la corta vida de productos como elvesrido, los textiles 0las piezas de maquinaria. El gobierno desem-pefia un papel positivo, pues ayuda a estas empresas italianas a in-novar juntas mas que a quedarse encerradas en batallas a vida 0muerte. Piore y Sabel Haman al sistema estudiado por elIos estra-regia de innovaci6n perrnanenreradaptacion al cambio continuomas que un esfuerzo por controlarlo-.V

    La especializaci6n flexible es la antitesis del sistema de pro-duccion encarnado por el fordisrno. Hoy, en la fabricacion de co-ches y camiones, la vieja y kilornetrica cadena de montaje quees-rudio Daniel Bell ha sido reernplazada por islotes de produccionespecializada. Deborah Morales, que estudio una variante de estasplantas flexibles en la industria del aurornovil, subraya la impor-tancia de la inriovacion como respuesta a una demanda del merca-do, al cambiar las tareas semanales, y a veces diarias, que los traba-jadores han de realizar.3j4

    Los ingredientes necesarios para!1a especializaci6n flexibletam bien son conocidos. La especializacion flexible conviene a laalta tecnologia; gracias a los orden adores, las rnaquinas industria-les pueden reprogramarse y configurarse facilmente. La velocidadde las comunicaciones modernas tarnbien ha favorecido la especia-lizaci6n flexible al perrnitir que las empresas gocen de acceso in-mediato a los datos del mercado global. Adernas, esta forma deproduccion requiere una rapida torna de decisiones, y por eso esapropiado para el pequefio grupo de trabajo; por el contrario, enuna granpiramide jerarquica, la adopcion de decisiones puede ra-lenrizarse rnienrras los papeles Began hasta la curnbre a fin de seraprobados en la oficina central. El ingrediente mas sabroso de estenuevo proceso productive es la disposicion a dejar que las deman-das cambiantes del mundo exterior determinen la estructura inter-na de las instituciories. Todos estos elementos de receptividadcontribuyen a la aceptacion del cambio decisivo y brusco.

    Puede parecer extrafio -al menos a los americanos- citar uri53

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    ejemplo de la vanguardia de Lainriovacion productiva en ltalia.Aunque las empresas americanas y europeas han aprendido muchode las tecnicas japonesas de especializacion flexible, la retorica de laeconorrua americana suele suponer que la eco nornfa de los EstadosUnidos es, en su conjunto, mas flexible que otras, gracias a la ma-yor ausencia de interferericia esratal propia de este pais en compa-racion can Europa y Jap6n, a una red mas debil de amiguismo, asindicatos tambien mas debiles y una opiruon publica dispuestaa tolerar el cambia econornico brusco (vease la Tabla 10).

    Este prejuicio americapo sebasa en e l reconocimiento irnplfci-to de que el regimen flexible es, ala vez, polfrico y econ6mico. Lascuesrio nes de flexibilidad tratan de cuestibries de economia polfti-ca propiamente dicha, y hoy encuentrar formulaciones contras-tantes en Estados Unidos y algunas partes de Europa. ~Hay lfrnitesa la manera como mucha gente se ve forzada a doblegarse? ~Puedeel gobierno dar a la gente alga parecido a la fuerza elastica de unarbol a fin de que los individuos no se quiebren bajo la presion delcambia?

    El banquero frances Michel Albert establece la diferencia en-tre las respuestas dividiendo las ecoriornias politicas de las nacio-ones"avanzadas en un modelo renano y un modelo angloameri-cano, El primero exis'te desde hace casi un siglo en los PafsesBajos, Alernania y Francia: en este modelo, los sindicatos y las em-presas comparten el poder, y el Estado del bieriestar proporcionaun sistema de pensiones, de educaci6n y de prestaciones sanitariasrelativamente bien entretejido y seguro. Esre modelo renano se hautilizado en ltalia, Japan, los palses escandinavos y tambien en Is-rael.

    El otro modelo, el angloamericano, se refiere ala situacionactual, mas que a la pasada, en el Reina Unido y en Estados Uni-dos. Este modele ofrece mayores posibilidades al capitalismo de li-bre mercado. Mientras que el modelo renano hace hincapie ienciertas obligaciones de las instiruciories econ6micas can el sistemade gobierno, el modelo angloamericano subraya la subordinaci6nde la burocracia estatal a la ecoriornfa, y, en consecuencia, tieride aaflojar la red de seguridad que proporciona el gobierno.38

    Respecto de los mercados, el modelo renano puede camp or-l54

    tarse can tanta flexibilidad y decision como el angloamericano. La ~Italia del norte, par ejernplo, es totalmente renana en su mezclade empresa estatal y privada, pero tam bien flexible a la hora deresponder rapida y labilmenrea las cambiantes exigencias del mer-cado. En algunas formas de fabricaci6n de alta tecnologfa, la densared renana de asociaciones cambiantes puede, de hecho, ser masreceptiva ala dernanda de los consumidores que su prima neolibe-ral encerrada en una'dudosa batalla contra las interferencias gu-rbernarnenrales y aplicada a aniquilar a sus cornpetidores. La rela_'Jci6n entre el mercado y el Estado compensa la diferencia realentre ambos regfmenes.

    Los regimenes del Rhin tieriden a frenar el cambia cuandoperjudica a los ciudadanos can menos poder, rnientras que e 1 regi-men angloamericano se inclina mas hacia los cambios en la orga-nizacion y en las practicas laborales aunque los mas debiles tenganque pagar un precio par ello. El modele renano no se lleva deltodo mal can la burocracia estatal, rnientras que el angloamerica-no opera basandose en el principia de que el gobierno es culpablehasta que no se dernuestre su inocencia. Ruud Lubbers, ex primerministro de los Parses Bajos, ha afirrnado que la confianza holan-desa en el gobierno ha perrnitido realizar dolorosos ajustes econo-micas que una ciudadanfa mas recelosa no habrfa aceptado.>? Asi,la etiqueta neoliberalismo se aplica a menudo al rnodelo angloa-mericano (

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    rior de los asalariados americanos han mas que doblado sus ingre-sos reales en la decada que va de 1979 a 1989, en cornparacioncon ~Ina rasa muy inferior de riqueza acumulada en las decadasanteriores.v' En el Reino Unido, The Economist calculo hace po-co que el 20% superior de la poblacion acriva gana siere veces masque el 20% del tramo inferior, mientras que hace veinre afios ladiferencia solo era de cuatro.v- Un secretario de Trabajo de Esta-dos Unidos ha afirmado: Estarnos en vias de converrirnos en unasociedad de dos' escalas, compuesta de unos pocos ganadores y ungrupo mucho mayor que se queda arras: opinion que secunda elpresidente del Federal Reserve Bank, quienno hace mucho de-clare que los ingresos desiguales podian transformarse en una se-ria amenaza para nuestra sociedads.e''

    Mienrras que en los reg{menes renanos la brecha en los sala-rios no ha aumentado tanto en la ultima generacion, eldesem-pleo se ha vuelto una maldicion. Entre 1993 y 1996, la ecoriornfaC!,sradounidense genera casi 8,6millones de puestos de trabajo, y apartir de 1992 tam bien cornenzo a florecer el mercado de trabajobritanico, En cambio, durante la ultima decada, casi todo elmer-cado europeo continental y del Japan estuvo estancado+t (vease laTabla 2).

    Estableciendo estas diferencias se pone de relieve iun hechomuy sencillo. La operacion de la produccion flexible depende de}a manera como una: sociedad define el bien cormin, El regimenangloamericano riene pleno empleo, pero pocas restriccionespolf-ricas a la desigualdad de ingresos, mientras que los sistemas de losEstados del bienestar del modelo renano, mas sensibles a los pro-blemas de los trabajadores, son un obstaculo a la creacion de em-pleo. El mal que escogemos depende del bien que persigarnos. Poresta razon es util la palabra regimen; sugiere los terrninos de po-der sobre los cuales se perrnite operar a la produccion y a los mer-cados.

    Concentracion sin centralizaci6n: Un regimen flexible tierieuna tercera caracterfstica. Los cambios en las redes, los mercados yla producciori que utilizahacen posible algo parecido a un oxfrno-ron: concenrracion de poder sin centralizacion de poder.

    U no de los alegatos .afavor de la nueva organizacion del traba-56

    i,r

    . :~.r h-

    jo es que descentraliza el poder, es decir, que da a la genre de care-goda inferior mas control sobre sus propias acrividades. Obvia-mente se trata de una afirrnacion falsa en 10 que respectaa las tee-nicas ernpleadas para desrnontar las viejas y gigantescas estructurasburocraticas. Los nuevos sisremas de informacion proporcionan alos directivos un amplio cuadro de la organizaciori y dejan a losindividuos, al margen de cual sea su lugar en la red, poco espaciopara esconderse; SIMS, al tratar solamente con sus superiores in-mediatos, ocupa el lugar de las negociaciones que podrfan pro'-reger a los individuos. Igualmente, la desagregacion vertical y eldelayering son cualquier cosa men os procedimientos de descenrra-lizacion. Hay una peninsula de poder en el archipielago del poderflexible, y en la rierra alguien decide que Barbados puede hacerel trabajo que una vez hicieron Trinidad y Guadalupe, y Bar-bados raras veces elige aumentar sus propias cargas.

    La sobrecarga de direccion de los pequefios grupos de trabajocon muchas tareas diferentes es una caracterfstica frecuente de lareorganizaciori de empresas -y contraria a las divisiones cada vezmas exactas del trabajo que Adam Smith imaginaba en la fabricade clavos-. Realizar estos experimentos con decenas 0con cientosde miles de ernpleados requiere inmensos puestos de mando. Alaeconomia de la desigualdad se surnanasf nuevas formas de poderdesigual y arbitrario denrro de la organizacion.

    Consideremos, por ejernplo, los ordenadores personales demarca que compramos: son un collage de piezas y montajes parcia-les fabricados en distintas partes del mundo, y la marca representa,a 10 sumo, el arrnazori del conjunro. Su produccion tiene lutar enun mercado de trabajo global y resulta en una practicaproductivadenorninada hollowing (xvaciado), puesla marca esun signavado. En su clasico esrudio Lean and Mean, Bennet Harrisonrnuestra como el poder jerarquico permanece firme en su lugartarnbien en esre tipo de producci6n; la ernpresa grande marrtieriebajo su control al cambiante cuerpo de baile de las empresas quedependen de ella, les pasan los descensos en el ciclo comercial 0los productos que han fracasado a sussocios mas rdebiles, queesran mas aprerados, Las islas de trabajo permanecen al alcance dela peninsula de poder.

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